Marco Reinoso Rubio GRUPO 350 CCAA Y GOT 1. Introducción: El texto sobre el que trata la siguiente lectura y análisis es “El urbanismo como forma de vida” de Louis Wirth (2005). Para su compresión se ha empleado el texto de Pineda, P., (2013). También se ha empleado el texto de “Perspectivas conceptuales sobre la ciudad y la vida urbana: El problema de la interpretación de la cultura en contextos urbanos”, texto que expone y analiza diferentes corrientes, lo que me ha servido para dotar de una base más sólida a mi crítica. 1 2. Resumen El texto de Louis Wirth denominado “El urbanismo como forma de vida” comienza señalando la evolución de la sociedad humana hasta la actualidad con la concentración sobre el territorio, situándose en el centro de la sociedad humana. El autor señala la relación que esto ha tenido con los modos de producción, pues, como dice más tarde lo que su desarrollo actual está vinculado al capitalismo, pero no encontramos sólo ciudades durante el capitalismo, sino antes también. Así señala la dualidad urbano-rural que se produce y que nos ayudará a estudiar mediante la comparativa constante. El autor aborda la definición sociológica de lo urbano, en el camino, lanza una crítica a la definición administrativa y cuantitativa; a la definición por densidad (la cual mide donde dormita la población y no mide la “actividad diurna”); y la definición de ciudad por servicios. De este modo, hay que definirla como espacio con relaciones sociales propias. El autor procede a señalar la ciudad como conjunto grande, denso y permanente de individuos socialmente heterogéneos. Sobre esta base se puede establecer una teoría del urbanismo. El autor busca así, una serie de características que identifican a una ciudad. Postula que a mayores factores que define la ciudad, más se acentuarán las características del urbanismo. Posteriormente, pasa a exponer los conceptos que definen ciudad. EL tamaño debe entenderse como algo relativo dentro del territorio; este concepto se debe analizar por separado a densidad; del mismo modo que heterogeneidad poblacional de cantidad, ya que la heterogeneidad depende de muchos factores diferentes a la cantidad, ya que no establece una relación lineal con la cantidad. Pasa a analizar las implicaciones del tamaño poblacional. Este determina una potencialidad (no lineal) de la heterogeneidad, lo que genera grupos sociales en torno a esas características, lo que va a producir segregación por el agrupamiento de estos. El tamaño también tiene incidencias sobre la relación social, alterando el trato entre individuos. Así se remarcan factores como el anonimato, la superficialidad y el carácter transitorio de las relaciones sociales urbanas. Todo este sistema de anonimato, menor relación entre individuos y dominio de la ciudad sobre el territorio impulsa los sistemas de especialización y división del trabajo. Posteriormente hace un análisis de la densidad, la cual produce una especialización de individuos. Así se producirá una especialización del espacio, del mismo modo, que la competencia por el limitado espacio generará segregación. La densificación del espacio (y el desconocimiento social) también genera choques entre individuos. Tras esto, señala que, debido a la heterogeneidad, aumentan la inseguridad y la inestabilidad, normalizándolo, 2 debido a la interacción entre grupos sociales diferenciados. Estos grupos no son cerrados y puede haber mecanismo de transferencia entre ellos. Otro factor de las ciudades es la mayor dificultad del individuo para sentirse identificado con la ciudad, debido al menor arraigo físico. Esto produce dificultad para incluirse dentro de un grupo social acorde a sus intereses. Además, el autor analiza como el poder de la ciudad totalizadora hace que el individuo sea absorbido por el grupo y el colectivo. Posteriormente analiza la relación entre la teorización sobre el urbanismo y la sociología. Señalando 3 enfoques del urbanismo desde la sociología. Así, comienza señalando una perspectiva ecológica en el que la ciudad como estructura física según los factores que la definen determina cómo al ser mayor, mayor van a ser sus consecuencias sociológicas propias del urbanismo. En esta ciudad se dan fases del mecanismo físico de la ciudad que se van a ver afectados por los procesos de crecimiento poblacional propio de las ciudades, que se diferencian en su dinámica de lo rural. El segundo se basa en el urbanismo como forma de organización social, donde la ciudad y sus dinámicas alteran las relaciones naturales sociales, fomentándose la interrelación debido a la interdependencia generada. Y finalmente pasa a analizar la conducta colectiva que se da en la ciudad, en la que el autor afirma que no todos los intereses pueden caber bajo un discurso unitario, y que estos discursos aparecen en la ciudad como métodos de control de grupo. 3 3. Análisis sobre el texto de Louis Wirth. Sin duda alguna, el texto posee interés geográfico, ya que pasa a analizar la conceptualización de lo urbano desde el análisis de la sociología, buscando una definición más cualitativa que cuantitativa, lo que nos puede permitir como geógrafo estudiar el urbanismo desde una perspectiva menos positivista anclada en los datos numéricos, elevando el análisis a las relaciones que se dan sobre el territorio. De este modo, este enfoque sociológico es un gran aporte para el conocimiento geográfico, ya que como el mismo autor señala, no existe gran cantidad del estudio del urbanismo desde la sociología. Sin duda alguna, es un texto que aporta un análisis novedoso, que más que la importancia y la calidad de este puede servir de base para nuevos análisis sociogeográficos, que partan de este estudio. Sin embargo, considero que no se le debe dotar de un peso científico a este artículo, ya que para producir estas tesis y sostenerlas con mayor firmeza se deberían haber fundamentado sobre una mayor bibliografía, por lo que el estudio podría encontrarse algo falto de fundamento. La utilidad de este texto es más teórica que práctica. No tiene interés de gestión inmediata del territorio, pero sí puede servir para la elaboración de análisis territoriales aplicados a regiones de los que se desarrollen trabajos aplicados, como la ordenación del territorio o el estudio de dinámicas socio geográficas en territorios concretos. Por lo que es de gran interés para trabajos intelectuales y para la formación de futuras generaciones de geógrafos. En mi opinión el texto no está desordenado. Comienza exponiendo una base sobre la que desarrolla la exposición de su tesis en cuanto a los factores que definen y determinan el concepto de ciudad y urbanismo. Y posteriormente, una vez realizada esta exposición, procede a analizar como interactúa el urbanismo en la ciudad desde el análisis sociológico. 4. Opinión sobre el análisis de Wirth: En mi opinión, Wirth posee un aspecto interesante a la hora de enfocar la geografía, lo hace desde su perspectiva de sociólogo, por lo que puede apreciar las realidades personales que aparecen en el territorio, todas las relaciones y los lazos que atan a la población que vive sobre el territorio. Es decir, no se basa únicamente en el análisis territorial, de la distribución de las poblaciones, sino que estudia y analiza cómo la ciudad determina los comportamientos individuales. Desde este punto se debe señalar cómo Wirth forma parte del pensamiento de la escuela de Chicago, dando una gran importancia a los factores psicosociales (Joya, C., et al., 2006). Sin embargo, no es la ciudad quien determina las relaciones que establecerá la población. Es la población la que determina sus propias formas de relación, ya que es ésta quien determina la forma, contenido y funciones del urbanismo. El urbanismo es expresión de las 4 relaciones sociales y de los conflictos que se dan entre los grupos sociales (como bien señala el autor). Por lo que si centramos el análisis en cómo la ciudad determina al hombre estamos siendo poco precisos en el señalamiento de la raíz. Debemos señalar cómo el hombre determina el urbanismo, lo que tiene consecuencias para las relaciones sociales. En esta línea, el análisis basado en el materialismo dialéctico señala como el proceso de conflictos de intereses sociales (como es la lucha de clases) que tienen lugar en la ciudad (como territorio de mayor contradicción del capitalismo) es el que genera y crea la propia ciudad y, así, la vida urbana (Joya, C., et al., 2006). Otro señalamiento, muy certero, que realiza Wirth, es el de la lucha de intereses entre grupos sociales. Esto, en mi opinión, junto con el señalamiento de la definición de lo urbano desde lo meramente cuantitativo como un error, son los aspectos en los que está más acertado. Estas clasificaciones según parámetros estadísticos, empíricos, con menor contextualización de la realidad son propios de las corrientes positivistas, las cuales Wirth parece descartar. A pesar de ello, cae en el mismo error que los positivistas, olvidar el análisis histórico de las relaciones de producción, por lo que su análisis se llega a tambalear cuando en la actualidad encontramos la industria alejada de las ciudades occidentales en una gran parte, mucho más, desde luego que en el siglo XX. No obstante, numerosos de sus postulados se pueden seguir analizando y parecen poseer la misma vigencia, como el señalamiento del anonimato urbano, concepto sociológico que explica las relaciones interpersonales de lo urbano frente a las que se dan en medios rurales. Dos de sus postulados para definir el urbanismo no son del todo correctos, como podría ser la relación entre tamaño poblacional y diferenciación social (cayendo en una causa cuantitativa para señalar una consecuencia cualitativa, cayendo en el mismo error de un empirismo ciego que sólo busca atar cabos con datos). Otro aspecto mal señalado, al menos, por Wirth, es la afirmación de la agrupación entre sujetos con los mismos intereses o las mismas afinidades (Pineda, P., 2013, pp 80), cuando la realidad es que son las propias relaciones sociales entendidas dentro de un marco socioeconómico las que dan lugar a estas agrupaciones casi forzosas. Aquí podríamos poner el ejemplo de los distritos del sur de la ciudad de Madrid, no nos agrupamos voluntariamente por nuestra condición mayoritaria de clase trabajadora, sino que nos vemos obligadas a residir aquí debido a las relaciones sociales que determinan el funcionamiento de la ciudad. 5 5. Bibliografía: Wirth, L. (2005). EL urbanismo como modo de vida. Bifurcaciones. Revista de estudios culturales urbanos, 2: 1-15. Pineda, P. (2013). Representantes y significados en la relación espacio-sociedad: una reflexión teórica. Sociológica. 78: 69-98. Joya, C., y Andrés, C. (2006). Perspectivas Conceptuales Sobre La Ciudad Y La Vida Urbana: El Problema De La Interpretación De La Cultura En Contextos Urbanos. Antipoda. Revista de Antropología y Arqueología, 2: 209-228. Consultado el 2 de octubre en http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S190054072006000100012&lng=en&tlng=es 6