ANILLO ATLANTE La historia empezó hace aproximadamente 8000 años, cuando los Atlantes dejaron sus conocimientos a un grupo reducido de sacerdotes egipcios “UAB” (puros). En 1860 Marquis D´Agrain, egiptólogo de origen francés, encontró en una tumba un anillo de gres de Asuan, en el valle de los Reyes de Egipto. DÁgrain sostenía que el anillo procedía de la legendaria ciudad de Atlantis. Se hizo una réplica en plata y se la regalo a Howard Carter descubridor de la tumba de Tutankamón. El 25 de noviembre de 1922 después de 7 años de excavaciones, Lord Carnarvon y Howard Carter se encontraron frente a una puerta sellada con la siguiente inscripción: “Las Alas de la Muerte afectaran a aquél que viole el descanso eterno de Faraón”, sin tomar en cuenta esta advertencia los dos hombres entraron en el cuarto mortuorio del faraón Tutankamón, Hijo del Sol y Señor de los Dos Mundos. Durante los seis años después del descubrimiento, treinta y cinco personas vinculadas al descubrimiento de la momia de Tutankamón murieron en circunstancias misteriosas. Para combatir las leyendas y explicaciones sobrenaturales, los científicos publicaron la hipótesis de que algunas sustancias venenosas u hongos tóxicos fueron creados en la época para que nadie profanara los depósitos de los cadáveres Solo Howard Carter, la primera persona que cruzo la puerta sellada vivió más de 16 años falleciendo a los 64 años de edad. Él siempre dijo que tenía un objeto que le protegía. A su muerte el anillo pasó a manos del científico radiestesista francés André de Bélizal, quien dijo que: La eficacia del anillo se debe a la emisión de “ondas de forma” El Anillo es personal y no deberá prestarse, puesto que con el uso, se impregna con las radiaciones de la energía del portador y armoniza el magnetismo de la persona que lo lleva. Está basado sobre el principio del Yi-King, es decir que funciona por micro vibraciones imperceptibles. Dentro de anillo tenemos: la pirámide de Keops, los 4 elementos (fuego, agua, tierra y aire), la estrella de David, Las proporciones áureas y el número Phi, la latitud 30º y en la cara interior del anillo hay gravadas 10 elipses iguales, formando un circuito energético alrededor del dedo. Todo un compendio de sabiduría que nos aporta: Antonio Ovejero Rey Maestro de Reiki Usui Pág.- 2 1. Protección de las Energías Negativas y de los Accidentes. 2. Desarrollo de las percepciones Extrasensoriales. El que lleva el anillo se volverá más intuitivo. Se le agudiza el sexto sentido pero sólo cuando realmente lo necesita. Se incrementa su facultad de enviar y recibir mensajes mentales, o dicho en otra forma, aumenta su capacidad telepática. 3. Conserva la Salud. Al armonizar nuestros puntos vitales de energía. 4. Revitaliza y carga el cuerpo con energía vital. En los dedos de las manos existen canales por donde circula la energía vital. Estos canales fueron descubiertos por los chinos hace cerca de 10,000 años y a partir de éste conocimiento crearon la Acupuntura. Desde 1950, en Occidente se ha comprobado científicamente la validez de la Acupuntura. 5. Cuando lo llevamos colgando sobre el pecho. Queda sobre la glándula Timo, que es la responsable de suministrar energía. Cuando ésta glándula se encuentra equilibrada, previene las infecciones, y actúa sobre el sistema inmunológico. El Anillo Atlante, es un anillo redondo sobre el cual ha sido grabada una serie de motivos geométricos. En él encontramos 2 triángulos, 3 grandes y 6 pequeños rectángulos en formasemi-cilíndrica. En la punta de los triángulos, el anillo es perforado y los dos agujeros se unen gracias a un surco gravado en el interior Dos perforaciones en el eje polar y dos perforaciones que coinciden con la latitud 30° del planeta; al unirlas entre sí producen un triángulo igual al de la pirámide de Keops. Este triángulo y todo el anillo están construidos con la proporción aurea basada en la medida de Phi, la energía de conciencia que relaciona a todos los seres vivientes. Es decir, el anillo contiene una inmensa sabiduría de forma y de concepto para equilibrar, armonizar y distribuir la energía en el hombre.