Subido por velasquezjorge

NULIDAD RELATIVA O ANULABILIDAD DEL ACTO JURIDICO

Anuncio
NULIDAD RELATIVA O ANULABILIDAD DEL ACTO JURIDICO
14. CONCEPTO
El Código Civil no contiene una noción y ella se infiere interpretando los arts. 221 y
222. Resulta, así, que el acto anulable es un acto jurídico al que se le reconoce
validez y eficacia, pero que, por haber adquirido existencia con un vicio que acarrea
su nulidad, puede ser impugnado y ser declarado nulo.
En el derecho romano la nulidad relativa fue conocida como nulidad pretoriana,
actualmente se le conoce como Anulabilidad.
Al respecto el Doctor Francisco Romero Montes Expresa que “el acto posee sus
diversos elementos esenciales para su existencia, pero lleva en si un vicio que da
lugar a que las personas perjudicadas planteen la anulación para subsanar los
intereses privados lesionados.”(Romero. 2003. Pág. 325).
Al respecto el Sr. Fernando Vidal Ramírez manifiesta que “El acto anulable, o sea,
el que padece de nulidad relativa, es aquel que reúne los elementos esenciales o
requisitos de validez, y, por tanto, es inicialmente eficaz pero, por adolecer de un
vicio, a pedido de una de las partes, puede devenir en nulo.”(Vidal. 1985. pág. 529)
Expresa el Dr. Aníbal Torres que “El acto anulable, o sea el que adolece de nulidad
relativa, reúne los elementos esenciales o requisitos de validez, produce
normalmente los efectos que le son peculiares, solo puede declararse judicialmente
nulo a petición de las personas en cuyo beneficio la ley establece la sanción de
anulabilidad”. (Torres. 2015. pág. 1011)
El Dr. José león Barandarian en sus comentarios al Código Civil de 1936 dice “Ésta
es, como expresa Barros Errázuriz, "la que tiene lugar respecto de ciertos actos
jurídicos que han sido formados con la concurrencia de los elementos esenciales,
pero de manera que encierran un vicio que puede traer su nulidad. La relación de
derecho creada por ellos no es conforme a la equidad, o las condiciones de
capacidad que la ley exige en las personas, y lesiona injustamente el interés
privado, que merece la protección de la ley. ". (León Barandarian. 1954. pág. 341),
Comentado el Código Civil de 1936 el Jurista Aníbal Corvetto expresa que “La
nulidad relativa es aquella que hace que un acto sea ineficaz porque le faltan una
serie de elementos que si no son esenciales, son los naturales o accidentales de tal
manera que lo hacen endeble y débil en su constitución permitiéndole tener efectos
jurídicos hasta que alguno de los interesados lo tache de anulable y una vez
declarado desde allí en adelante no produzca efecto jurídicos, aunque hasta ese
momento lo que haya tenido sean válidos.” (Corvetto. 1956. Pág. 524)
Los Juristas que conceptualizan el término negocio jurídico establecen conceptos
similares.
El Dr. Juan Lohmann nos dice que “el anulable tiene a su favor una presunción legal
de validez, que solamente decae con la demanda de anulación y de modo definitivo
con la sentencia.” (Lohmann. 1987. pág. 431)
Manifiesta el Dr. Juan Espinoza que “La anulabilidad es un supuesto específico de
la categoría de la invalidez que, no obstante, el acto cuente con todos sus elementos
esenciales, se configura un vicio de la voluntad”. (Espinoza. 2010. pág. 546)
Expresa el Dr. Lizardo Taboada que “el negocio anulable es aquel que tiene todos
los aspectos de su estructura y su contenido es perfectamente lícito, sólo que tiene
un vicio estructural en su conformación. Se dice por ello que el negocio anulable es
el negocio viciado.”(Taboada. 2002. pág. 300)
Nos dice Fort Ninamancco que “La anulabilidad, en cambio, se tiene cuando la
irregularidad del negocio únicamente afecta intereses particulares, que son, por
consiguiente, disponibles por la o las partes.” (Ninamancco. 2014. pág. 529)
El Dr. Leysser León nos dice que “Son anulables los negocios que producen
regularmente sus consecuencias mientras no son impugnados.” (León. 2019. pág.
87).
Nos dice Reynaldo Tantalean: “Por nulidad se entiende a la sanción privativa de
efectos que opera de pleno derecho, mientras que por anulabilidad se concibe a la
privación de efectos pero que acontece mediante una declaración judicial de por
medio.” (Tantalean Odar. Nulidad del Acto Jurídico. 2014. Pág. 94).
15. LAS CAUSAS DE ANULABILIDAD
Nuestro Código Civil realiza una enumeración taxativa y tiene como precedente él
artículo 1125 del Código de 1936.
15.1. LA INCAPACIDAD RELATIVA DEL AGENTE
El acto jurídico celebrado por un incapaz relativo, salvo que se trate de un
acto para el que baste la capacidad que la ley le confiere, es anulable.
Es aplicable para estos casos el Artículo 42 con referencia los mayores de
14 años para efectuar ciertos actos jurídicos y lo establecido en el Artículo
44 que norma lo referente a la incapacidad relativa.
El Dr. Francisco Romero Montes expresa que “Cuando el agente que
celebra el acto jurídico adolece de incapacidad relativa, el mismo resulta
anulable. De conformidad con el artículo 44 del Código Civil, son
relativamente incapaces: 1) Los mayores de 16 y menores de 18 años de
edad 2) Los retardados mentales. 3)"Los que adolecen de deterioro mental
que les impide expresar su libre voluntad. 4) Los pródigos. 5) Los que
incurren en mala gestión. 6) Los ebrios habituales. 7) Los toxicómanos y 8)
Los que sufren pena que lleva anexa la interdicción civil.
La definición de estas categorías corresponde al curso del derecho de
personas. De ahí que en esta oportunidad solo nos concretaremos a
señalarlas, reiterando que las circunstancias en que las mismas intervengan,
los actos están viciados de nulidad y por tanto cabe la impugnación
correspondiente ante el Poder Judicial”. (Romero. 2013. pág. 485)
Expresa el Dr. Vidal Ramírez que “La incapacidad relativa, al contrario de
la incapacidad absoluta que hace nulo al acto jurídico, solo lo hace
anulable, pues la manifestación de voluntad ha sido emitida por un sujeto
que está en la posibilidad de discernir y manifestar su voluntad porque, de
no estarlo, sería un incapaz absoluto” (Vidal. 2013. pág. 552).
15.2. EL VICIO RESULTANDO DE ERROR, DOLO, VIOLENCIA O
INTIMIDACIÓN
La voluntad que impulsa a un sujeto a celebrar cierto acto jurídico (en
determinadas condiciones) debe formarse, en principio, de modo libre y
consciente. El error, el dolo y la violencia constituyen tres supuestos en los
cuales la voluntad se forma de una manera anómala.
El error consiste (i) en la falta de conocimiento o en la equívoca o parcial
percepción de situaciones de hecho (error de hecho); o, (ii) en la falta de
conocimiento o errada interpretación de normas de derecho (error de
derecho). El error vicia el proceso de formación de la voluntad desde que
induce al sujeto a celebrar un acto jurídico que en realidad él mismo no
habría concluido de ser consciente de su ¬"equívoco".
El dolo consiste en el engaño que, realizado por una de las partes (o
inclusive por un tercero), induce a la otra en error (sobre la naturaleza del
acto jurídico, sobre el objeto del mismo, sobre la identidad o cualidad de la
otra parte o, en general, sobre cualquier "aspecto" del acto jurídico),
determinando que la voluntad de esta última se forme de manera anómala.
Finalmente, la violencia consiste en la amenaza de un mal grave, inminente e
injusto (ilícito) que coacciona la libertad negocial de una de las partes, en
tanto que ésta celebra un negocio que en realidad no hubiera concluido de no
estar "presionada" por el comportamiento intimidatorio de la otra o de un
tercero.
Al respecto el Dr. Francisco Romero Montes expresa que “Este tema ha sido
tratado cuando nos ocupamos de los vicios de la voluntad. En esa ocasión
dijimos que el acto jurídico requiere de una manifestación pura desprovista
de cualquier circunstancia que altere o perturbe lo que los celebrantes
desean. Ahora bien, justamente, el error, el dolo, la violencia o intimidación,
son elementos que vician la necesaria correlación entre lo que quiere el
sujeto y la voluntad que exterioriza. Esa es la razón por la que el acto
jurídico resulta impugnable. Para una mejor explicación de esta causa, se
puede ver los temas del error, dolo, violencia e intimidación que ya fueron
tratados anteriormente”. (Romero. 2013. pág. 486).
15.3. LA SIMULACIÓN RELATIVA
En una simulación relativa, cuando perjudica los derechos de un tercero. La
pretensión corresponde al tercero perjudicado. La simulación requiere la
presencia de un acto jurídico simulado y de un acuerdo simulatorio. El
primero es el que está dirigido a crear la situación de apariencia. El segundo
es el que recoge la real voluntad de las partes (de no quedar vinculadas por
negocio alguno o de quedar vinculadas por un acto distinto del que aparentan
celebrar).
El Dr. Francisco Romero manifiesta que “a tratar la nulidad absoluta de los
actos jurídicos, vimos que la simulación absoluta es una de sus causales, en
razón que la declaración no responde a ninguna determinación realmente
querida por los celebrantes. En cambio, la simulación relativa que se da
cuando el acto declarado no responde a la verdadera determinación de la
voluntad, pero esta última existe pero no se declara, constituye una causal
de anulabilidad o nulidad relativa. (Romero. 2013. 487)
Manifiesta al respecto el Dr. Fernando Vidal Ramírez que “por la
simulación relativa los simulantes celebran un acto jurídico real y
verdadero que mantienen oculto, dando a conocer un acto distinto que viene
a ser el acto simulado o aparente, o simulan parcialmente mediante "datos
inexactos" o por interpósita persona. El acto jurídico que tiene eficacia
entre las partes es el acto oculto, la eficacia está en los datos exactos que
mantienen ocultos y en lo que las personas interponientes han acordado,
pero siempre que se hayan cumplido con los requisitos de sustancia y forma,
esto es, con los requisitos del artículo 140 y no se perjudique el derecho de
tercero. (Vidal Ramírez. 2013. pág. 553)
15.4. CUANDO LA LEY LO DECLARA ANULABLE
El acto anulable puede también tener previsión legal, pues, es una facultad o
potestad que se reserva el legislador. Se trata de una anulación textual.
El Dr. Francisco Romero Montes indica que “Lo que el Código Civil quiere,
en el inciso 4 del artículo 221, es que la norma legal lo haya previsto con
anterioridad a la celebración del acto jurídico. No se trata pues, de una
numeración taxativa, sino por el contrario de una facultad para que pueda
añadir otras circunstancias”. (Romero. 2013. pág. 488)
Manifiesta el Dr. Vidal Ramírez que “El acto anulable puede también tener
previsión legal pues es una facultad no potestad que se reserva el legislador.
El inciso 4 del artículo 221, como la causal prevista en el inciso 8 del
artículo 279, requiere también para su aplicación que la norma legal
preexista al acto jurídico que se celebra no obstante su advertencia, ya que
solo los órganos jurisdiccionales pueden declarar la nulidad de un acto
anulable. Se trata de una anulabilidad textual”. (Vidal Ramírez. 2013. pág.
554).
16. EL EFECTOS Y BENEFICIOS DE LA SENTENCIA QUE ANULA AL ACTO
JURÍDICO
Al revisar el artículo 222 se puede establecer es que le da un efecto retroactivo, lo
cual lo diferencia de la nulidad absoluta, y en segundo párrafo nos indica que
personas se pueden beneficiar con esta acción.
El Dr. Francisco Romero Montes expresa al respecto que “Así de acuerdo al
artículo 222, objeto de este comentario, por efecto de la sentencia, el negocio se
hace nulo a partir del momento en que se celebró el acto jurídico. Como ya lo
dijimos esta es una de las diferencias para distinguir el acto jurídico nulo del acto
anulable. De aquí se deduce que la sentencia no es meramente declarativa, sino
constitutiva, toda vez que deshace lo que era válido y lo convierte en invalido”.
.(Romero, 2013. pág. 490)
El Jurista Juan Lohmann expresa que “Los negocios anulables –gramaticalmente:
susceptibles de ser anulados- ingresan a la vida jurídica con un estado de
pendencia o de eficacia provisional. El vicio de la voluntad o la incapacidad legal o
natural que aqueja a una de las partes no fulminan el negocio desde su nacimiento
dejándolo definitivamente inhábil, pero tal circunstancia confiere derecho para
poder hacerlo. El afectado por el vicio posee tres opciones: o invoca la anulación, o
confirma el negocio, o deja transcurrir el plazo para instar la anulación. El
Derecho en otras palabras permite la subsistencia del negocio, porque el resultado
que con él se quiso no repugna la ley o la moral…” (Lohmann. 1987. pág. 431).
17. EFECTOS ULTERIORES DEL ACTO ANULADO
El Dr. Romero Montes al respecto dice que “Si revisamos el texto del artículo 222
del Código Civil, podremos precisar que el citado dispositivo no señala que sucede
con las obligaciones y derechos que se vinieron cumpliendo hasta el momento que
se dicta la sentencia que declaró la nulidad. Esos efectos se dan, tanto entre los
celebrantes como entre estos y terceros, a los mismos que denominaremos
ulteriores, porque son una consecuencia de la sentencia de nulidad” (Romero. 2013.
490)
17.1 EFECTOS ENTRE PARTES
Si el derecho emergido del acto jurídico no ha sido ejercitado ni los deberes
u obligaciones cumplidos, ninguno de los sujetos puede reclamar ni está
obligado a cumplir nada respecto al otro. Si el derecho emergido ha sido
ejercitado y los deberes u obligaciones han sido cumplidos, cada una de las
partes ha de restituir lo que haya recibido y puede reclamar lo que ha
entregado.
El Dr. Francisco Romero Montes expresa que “Que como ya lo dijimos, el
efector retroactivo de la sentencia lo hace nulo desde su celebración.
Consecuentemente, si el derecho ha emergido del acto jurídico no ha sido
ejecutado, ni se cumplieron las obligaciones y deberes no existe problema
alguno. Pero, si por el contrario, los mismos se cumplieron y ejecutaron,
cada parte debe restituir lo debido y reclamar que se devuelvan lo que ha
entregado, con sus respectivos frutos e intereses. Es por eso que a la acción
anulatoria pueden acumularse una de resarcimiento de daños y perjuicios”.
(Romero. 2013, Pág. 491)
Cuando la anulación la genera la incapacidad relativa de una de las partes, se
aplican los arts. 226, 228 y 229.
17.2 EFECTOS FRENTE A TERCEROS
Tratándose de obligaciones contraídas por terceros, si la obligación ha sido
cumplida, corresponde la restitución que, debe hacerse a la parte que
promovió la acción anulatoria o al mismo obligado que le dio cumplimiento,
por quien dio lugar a la causal anulatoria. Si la obligación no ha sido
cumplida, queda liberado el obligado (la parte a quien correspondía la
obligación en el acto anulable).
Si el derecho ha sido adquirido o la obligación contraída por el tercero con
posterioridad a la nulidad, no puede sostenerse la eficacia del acto anulable,
pues, de él ningún efecto puede surgir luego de la sentencia que lo declaró
nulo.
Distinta es la situación cuando el derecho ha sido adquirido o la obligación
ha sido contraída por el tercero con anterioridad a la anulación.
Juan Lohmann Luca De Tena, opinó que “El tercero adquirente título
oneroso y además de buena fe, está protegido contra la sentencia de
anulación, aunque haya adquirido después de la demanda si no le ha sido
notificada. Ambos requisitos deben concurrir.
El Tercero adquirente después de la demanda a título gratuito o de mala fe,
queda perjudicado por la anulación” procedió de buena fe y adquirió el
derecho a título oneroso podía quedar indemne frente a la acción
impugnatoria e, incluso, favorece con la prescripción adquisitiva”
(Lohmann. 1987. Pág. 433).
18. LA ANULABILIDAD EN EL ACTO JURÍDICO PLURILATERAL
La nulidad del acto plurilateral está prevista en el art. 223, La norma se pone en la
hipótesis de que la nulidad que afecte el vínculo de una de las partes pueda producir
la nulidad total o parcial del acto.
En una forma muy clara y didáctica el Dr. Francisco Romero Montes nos explica
que “De acuerdo a este dispositivo, la anulabilidad de la participación de una de
las partes, en el acto jurídico donde concurren varias partes para lograr un fin
común no supone la nulidad de todo e l negocio, si según las circunstancias su
participación no es esencial y el acto jurídico puede ejecutarse de la misma manera
con las partes restantes. Contrariamente, el negocio será nulo en su totalidad, si la
participación del agente es esencial, en cuya circunstancia el acto jurídico ya no
puede ejecutarse”
Para una mayor claridad del supuesto de hecho, recurramos a poner el siguiente
ejemplo: Cuatro socios acuerdan explotar un yacimiento minero. Uno de ellos es
dueño del yacimiento y, por lo tanto, ese es su aporte; los demás socios aportan el
dinero para la explotación. Si dentro de estos últimos, alguno de ellos adoleciera de
capacidad para participar en el negocio y como tal, su participación fuera
impugnada, y resultara separado, la explotación del negocio continuará con los
demás socios. Por el contrario, la explotación no podrá continuar, si el impugnado
fuera el que aporta el yacimiento”. (Romero. 2013. pág. 492).
19. LA NULIDAD PARCIAL
La nulidad parcial afecta una o más disposiciones del acto, dejando subsistentes
otras, y puede también estar referida a uno o varios actos relacionados entre sí,
tratándose de un acto compuesto.
Expresa el Dr. Francisco Romero Montes que “Un acto jurídico puede ser nulo o
anulable su totalidad En esta última circunstancia existen aspectos del acto jurídico
que mantienen su validez y que no es posible impugnarlos”. (Romero. 2013. pág.
494)
19.1 LA NULIDAD EN LAS DISPOSICIONES SEPARABLES
El Art. 224 acápite 1 legisla sobre la nulidad de las disposiciones separables,
las cuales, por ser tales, no perjudican a las demás, subsistiendo el acto.
Para que pueda funcionar la nulidad parcial se requiere que el contenido del
acto sea susceptible de división, sin que se destruya la esencia del conjunto.
Nos dice el Dr. Francisco Romero que “El primer párrafo el artículo 224 del
Código Civil dispone que a nulidad de una o más no perjudique a las otras,
siempre que sean separables. Esto quiere decir, en primer lugar, que se trata
de cláusulas no esenciales, es decir, aquellas sin las cuales las partes no
habrían celebrado el acto jurídico”. (Romero. 2013. pág. 495)
Descargar