TEXTOS PARA LEER EN LA SEMANA “Solamente descubriréis si este es vuestro camino si entráis en él con entusiasmo, de una manera positiva, con alegría…Sabemos que tenemos defectos, que somos una comunidad imperfecta, pero al menos estamos juntos en nuestras imperfecciones y debilidades. Si os juntáis a nosotros, es vital que os mantengáis con nosotros…No podemos tener en la comunidad hombres desilusionados, no podemos tener aquellos que lo encuentran todo mal, no podemos tener aquellos que suponen que si cambiásemos todas las cosas, todo iría mejor. No, tenéis que aceptarnos tal como somos. Esto no excluye, os lo puedo decir, una crítica constructiva. Todo es cuestión de actitud. Una manera concreta de preguntarnos si queremos unirnos a esta comunidad es preguntarte: ¿quieres ser uno de nosotros? ¿quieres hacer lo que hacemos nosotros? Este es nuestro camino, en esta comunidad, con este trabajo, con estos problemas, con estas deficiencias, la estabilidad significa que abrazamos la vida tal como la encontramos (1 Tes 1, 6), en esta comunidad, sabiendo que este camino y no otro, es el camino a Dios1.” “En nuestra vida necesitamos comprometernos a largo plazo. Sin un firme, estable y perseverante acto de la voluntad, no iremos a ninguna parte. La estabilidad es el resultado de nuestra libre aceptación de la Gracia de Dios. (…) Y si queremos alcanzar la Vida que Él nos promete, elegimos también aceptar avanzar por el camino estrecho que nos lleva a la vida. Muchos quieren la vida; pero sólo algunos la eligen. En san Benito, este buscar a Dios se vive por medio de decisiones muchas veces difíciles que se toman día a día” 2 “…la estabilidad en una vocación , en una comunidad o en el matrimonio no se basa en que todo funcione tal como lo habíamos previsto y haber encontrado en ella la norma justa para nosotros. La estabilidad es precisamente mantenerse, aunque el camino se vuelva estrecho y adverso, sabiendo que el dolor no es necesariamente señal de que hay que cambiar el rumbo. “El hecho de estar limitado por una línea en el suelo no hace que una persona sea estable. Por el contrario, descubrimos que en el corazón de la estabilidad se encuentra la certeza de que Dios está en todos lados, que no necesitamos buscarlo en otra parte, pues el Reino comienza en nosotros” (Bloom) La estabilidad no es pues permanencia estática o resistencia heroica o moralista, sino fruto de la fe, convicción total de ser parte de un plan de Dios que muchas veces no comprendemos ni vemos, pero que existe, y es el único que puede darnos verdadera plenitud. Estabilidad es adherirse al proyecto de Dios, aceptándolo y amándolo. Es aceptar que muchas veces el problema no está en el empedrado sino en nosotros mismos y no existen las condiciones ideales para encontrarse con el Señor, sino confiar que esas condiciones son dadas por Él. Es confiar que esa iniciativa está bien pensada, en el momento y el lugar adecuado para su plan. No podremos desarrollar verdadera estabilidad si una genuina confianza en Dios” ( MCT El Quaderno Nº 17) El monje se compromete por un voto a la búsqueda de Dios y a su servicio. Se liga a sí mismo con tres votos. El voto de estabilidad lo ata a una comunidad particular para el resto de su vida. Aunque el monje pueda ser enviado a ocuparse en cualquier obra que esté bajo la responsabilidad del monasterio en cuestión, permanece siempre como miembro de esta misma familia monástica a la que se entregó primeramente. Por vuestro voto de estabilidad, echáis raíces en la comunidad y avanzáis con ella. Tenéis que estar preparados para los cambios. No podéis permitiros permanecer estáticos en vuestra manera de pensar, o en el grado de oración que habéis alcanzado, o en vuestros puntos de vista.Tenéis que cambiar, porque así os preparáis para el final de la jornada. Vuestro voto de estabilidad os hace echar raíces en esta comunidad y os exige lealtad hacia ella y hacia sus monjes, vuestros compañeros: no tendríais que hacer nada que hiriese, dañase o levantase sospechas. Viviendo vuestro voto de estabilidad según la más elevada observancia, no quedáis privados de la crítica, pero vuestra crítica debe ser siempre constructiva, simpática, y nunca corrosiva. Intentamos resolver el problema de la frustración, forzando y cambiando las circunstancias, pensando remover así dificultades y obstáculos. Pero el verdadero religioso hace esto, no cambiando las circunstancias, sino cambiándose a sí mismo, rehusando permitir que su paz y la profundidad de su unión con Dios sean afectadas por lo que se mueve a su alrededor. Todavía más, llega a ver cómo 1 2 B. Hume “A la búsqueda de Dios” Michael Casey “The road to Eternal Life” las dificultades, los obstáculos, que son el origen de sus frustraciones, no son obstáculos para la unión con Dios sino peldaños para esta unión. Ve a Dios actuando en su vida en las variadas circunstancias que componen su vida: la acción de Dios a través del conservadurismo de algunos, el progresismo de otros; la incomprensión de algunos, la luz que irradian otros. Hemos de constatar que en la vida de comunidad, Dios lleva a término su designio por caminos apropiados para nosotros. Pero en un verdadero religioso no puede haber frustración profunda, porque la frustración es «sí mismo»; cosas que ocasionan frustración, sí, pero frustración interior, no. Este es el sentido más profundo de nuestro voto de estabilidad: echamos nuestra suerte con una comunidad concreta, haciendo de su fuerza nuestra fuerza, de su flaqueza, nuestra flaqueza. De esta manera, el todo aporta una unidad en la que experimentamos tolerancia, mentalidad abierta, buen humor y comprensión. Y esto es estabilidad en el sentido más profundo.