La Morosidad ÍNDICE 1. Introducción 1.1. Tipos de riesgo 2. La prevención del riesgo 2.1. Factores que influyen en el riesgo de crédito 2.2. Fases del proceso de evaluación de riesgos 2.3. Sistemas de análisis de riesgos 2.4. Evaluación de garantías 2.5. Cobertura del riesgo 2.6. La morosidad en la contratación con el sector público 3. Riesgo de insolvencia. Normativa del Banco de España 3.1. Clasificación de los acreditados 3.2. Criterios de valoración y dotación de provisiones 3.3 Recuperación de clientes dudosos 4. Gestión y procedimientos de cobro 4.1. Medidas proactivas en la gestión de cobro 4.2. La vía judicial 1. INTRODUCCIÓN La valoración y asunción del riesgo constituye la esencia de la actividad bancaria. El análisis en profundidad del riesgo asumido o a asumir es, por tanto, imprescindible para juzgar adecuadamente el crecimiento del volumen de negocio, de las magnitudes reflejadas en el balance y de los resultados obtenidos. De los diferentes tipos de riesgos asumidos en la actividad bancaria, el correspondiente a la morosidad o incobrabilidad de la inversión bancaria típica, o de que la entidad financiera tenga que subrogarse en obligaciones contraídas por terceros a quienes se ha prestado un crédito de firma constituye, especialmente en épocas de crisis económica y cambios inesperados en la coyuntura, uno de los aspectos de actuación prioritaria y permanente de la gestión bancaria. Este riesgo es naturalmente, consustancial al negocio bancario, y su mayor o menor significación depende del estado general de la economía, de la profesionalidad de las personas y equipos directivos responsables del estudio y concesión de las operaciones y del grado de dispersión de los riesgos asumidos por sectores de actividad. La política de crédito de las entidades de crédito se basa en la estrategia global de negocio y en la asignación de objetivos por cada segmento de actividad crediticia, por lo que los elementos que se consideran en la planificación y presupuesto de esta política son los siguientes: Volumen de créditos a clientes a mantener en el balance en función de la estructura del activo que resulta de la estrategia de segmentación de las actividades que se hubieran decidido. Selección de modalidades de crédito y posiciones medias a mantener en cada una, con estructura por plazos y volúmenes. Diseño de una política de cliente, producto, precios, modalidades de refinanciación. Sistemas de análisis y estudio de riesgos para la concesión de créditos. Sistemas de análisis para el seguimiento y buen fin de los riesgos en curso. Sistemas de prevención de impagados y de gestión de los que se produzcan. 1.1 Tipos de riesgo Los tipos de inversión y riesgos de firma asumidos por las entidades financieras presentan una enorme variedad en sus características, problemática y modalidades, lo cual incide y condiciona el proceso de evaluación, recogida de información y eventual decisión de conceder las operaciones. Sin pretender ser exhaustivos, a título de comparación los riesgos más frecuentes se pueden clasificar atendiendo a los siguientes criterios: Según el prestatario: 1. Sector Exterior: Empresas, particulares, estados y organismos públicos no residentes. 2. Sector Público: Estado, CCAA, Ayuntamientos, Entes y organismos Públicos . 3. Sector Privado: Empresas y particulares residentes. Según la instrumentación: 1. 2. 3. 4. 5. 6. En póliza de crédito o préstamos, intervenida por fedatario o no. En escritura pública. En efecto comercial o financiero. Descubiertos en cuentas corrientes. Anticipos transitorios. En póliza de afianzamiento, carta aval,... Según las garantías: 1. 2. 3. 4. Hipotecarias. Prendatarias. Pignoraticias. Avales. Según distribución por sectores. Según tramos de vencimiento: 1. 2. 3. 4. 5. A la vista o inferior a 1 mes. Entre 1 y 3 meses. Entre 3 meses y 1 año. Entre 1 y 3 años. Más de 3 años. Según destino de los fondos: 1. Adquisición de inmovilizado, renovación de instalaciones, capital circulante, etc.. 2. Operaciones de comercio exterior: financiación a las exportaciones, créditos documentarios. 3. Construcción de viviendas, 4. Aplazamiento del pago en compraventa de bienes. 5. Obligaciones ante organismos públicos. 6. Adquisición de viviendas. 2. LA PREVENCIÓN DEL RIESGO 2.1 Factores que influyen en el riesgo de crédito Los principales factores que influyen en el riesgo de crédito son los siguientes: a) Carácter, integridad u honradez del prestatario. Se trata del factor más importante a la hora de determinar el nivel de riesgo de una operación. En el caso de personas jurídicas suele hacer referencia a la integridad del equipo directivo. Es la variable más difícil de estimar cuantitativamente, debiendo estimarse a través de juicio subjetivo mediante contactos o entrevistas con el cliente, informes de agencias y proveedores, de otras entidades bancarias, etc. b) Capacidad de pago. Se refiera a la capacidad de generación de fondos para hacer frente a la devolución de la deuda. En el caso de personas físicas, la capacidad se analiza en base a la declaración del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, nóminas, etc. Para personas jurídicas se analizan los estados financieros, presupuestos, etc. c) Patrimonio. En el caso de personas físicas se utilizan las declaraciones de bienes, debiendo contrastarse la validez de las mismas. Para personas jurídicas, se analiza el balance de situación, valorándolo a precios de mercado. d) Garantía. Aunque no debe considerarse como un factor a partir del cual decidir la concesión de la operación, es necesaria la exigencia en muchos casos de garantías que avalen la devolución del principal de la operación. e) Condiciones. Se trata de la situación del entorno del prestatario que puede afectar a su capacidad de pago. Se suele acudir a informes macroeconómicos, regionales, sectoriales, etc... 2.2 Fases del proceso de evaluación de riesgos La primera fase del proceso de evaluación de riesgos es la obtención de información válida sobre el cliente que ha solicitado la operación. Son muchas las fuentes a las que se puede acudir, indistintamente sea una persona física o jurídica. Del análisis de toda la información al alcance de la entidad, de su análisis y de su depuración la misma tendrá que obtener un juicio objetivo para evaluar la conveniencia o no de conceder la operación. Toda la información obtenida, así como los respectivos informes del Director de la oficina, Zonas y de los Servicios Centrales (Dpto de Inversiones) se han de archivar en el expediente del solicitante. (Hay que tener en cuenta que ésta obligación viene impuesta por el Banco de España, quién obliga a la existencia de información sobre los clientes de activo y a la continua actualización de la misma. Así por ejemplo, la Circular 4/91 establece una provisión del 10% en aquellas operaciones cuyo expediente no se encuentre lo suficientemente documentado). El expediente del cliente contendrá generalmente los siguientes documentos: -Solicitud de la operación. -Informe de la entrevista con el cliente. -Informe de agencias. -Información del Registro de aceptaciones e impagados (RAI) -Referencias de proveedores, clientes y otras entidades financieras. -Información de la Central de Información de Riesgos(CIR). -Registro Mercantil. -Registro de la Propiedad. -Registro de Ventas a Plazos. -Relación de demandas judiciales. -Relaciones de Suspensiones de pagos y quiebras. -Información en prensa especializada. -Información económica-financiera. -Declaración de bienes. -Informe de los accionistas, consejeros y directores de la empresa así como de los de los mismos. -Propuesta para la concesión. bienes Lógicamente la información que debe incluir el expediente, enumerada sin ánimo de exhaustividad, variará en función del tipo de cliente. No siendo por tanto necesarias todas las fuentes de información descritas en todas las operaciones. En cualquier caso, lo importante no es acumualr información, sino contrastar la veracidad y exactitud de la misma. El análisis de toda esta información, será la base esencial para: * La adopción de la decisión, con las mayores garantías de devolución de la misma. * La adopción de la decisión, en el menos tiempo posible. * Enfocar la operación, en el mejor sentido de rentabilidad y compesaciones para la entidad. Seguidamente pasamos a describir el contenido y las características principales de los documentos anteriormente enumerados como integrantes de expediente. Solicitud Es el documento a través del cual el cliente solicita la operación. Independientemente de la Entidad de que se trate, incluye: * Nombre y/o razón social del cliente. * CIF,DNI o NIF. * Domicilio y teléfono. * Actividad económica, productos, mercados. * Accionistas y porcentaje de participación. * Garantías aportadas. * Personas dispuestas a avalar. * Tipo de operación, plazo e importe solicitado. * Cualquier otro dato que sea de inerés. Informe de la entrevista con el cliente Se trata de obtener una visión global del cliente y de negocio del mismo. Ver la finalidad de la operación y encuadrarla en su negocio. Antes de efectuar la entrevista (generalmente ésta se celebra ante operaciones de magnitud, evidentemente en un préstamo al consumo a familias no es necesario) se requiere que previamente se juzge y se analice la documentación disponible de la empresa. Se vean las posibles contradicciones, y las zonas a priori más “oscuras” que se nos puedan ocurrir al efectuar un primer juicio de la información disponible. Es necesario en la entrevista familiarizarse con el negocio del cliente, ver la red de distribución, cadena de producción, clientes, proveedores, estacionalidad, competencia ... y finalmente enfocar la operación de forma adecuada y beneficiosa tanto para el cliente como para la entidad. Informes de agencias En algunos sectores de la producción quizás se requiera informes efectuados por agencias especializadas sobre la sociedad. También existen agencias dedicadas al seguimiento de morosos e insolventes. Las conclusiones de los mismos están relativizadas a la independencia y conocimientos reales de la agencia que haya realizado el mismo. Informes del Registro Aceptado de Impagados El RAI, registro al que sólo tienen acceso las entidades bancarias, no contiene información amplia sobre impagados, sino exclusivamente de los efectos aceptados y no pagados. Respecto a la información que contiene, hay que destacar que desde junio de 1991 sólo se incluyen aquellos efectos cuyo importe sea superior a 50.000 pesetas y comprenden las letras de cambio aceptadas y recibos aceptados, así como los pagarés que cumplan la función de giro. En cuanto a las anulaciones, éstas deben solicitarse por el propio aceptante ante la entidad cedente de la información del impagado al RAI, aportando el efecto pagado para su bastanteo. En lugar de la letra podrá acompañar escrito del librador del efecto dirigido a la oficina presentadora en el que haga constar que la deuda ha sido cancelada o que el giro no procedía. El C.I.R.B.E. Se trata de un registro creado para el control de riesgos crediticios mantenidos por las entidades de crédito con toda clase de personas físicas o jurídicas. El control del riesgo total que una persona jurídica o física mantiene, en conjunto, con todas las entidades de crédito es una medida que ya estaba prevista en la Ley 18/1962, de 7 de junio, por la que se nacionalizaba el Banco de España, regulándose la creación de la Central de Información de Riesgos del Banco de España por OM de 13 de febrero de 1962. El régimen normativo vigente, se encuentra en la Circular 3/1995, de 25 de septiembre, donde se establecen los requisitos a cumplir, los créditos a declarar y la información que el Banco de España facilita sobre los mismos a las entidades declarantes. Los riesgos que habrán de declararse serán de dos tipos: directos e indirectos. Los primeros se derivan de los préstamos o créditos, de dinero o de firma, concedidos por la entidad declarante. Son riesgos indirectos los contraidos por la entidad con quiénes garantizan o avalan operaciones de riesgo directo. Respecto a los titulares, deberán declararse a la CIR todos los titulares residentes y no residentes, pertenecientes tanto al sector privado como al sector público y cualquiera que sea su personalidad o forma jurídica (personas físicas, sociedades mercantiles o civiles, asociaciones profesionales, sindicatos, fundaciones, asociaciones de consumidores o deportivas, partidos políticos, órdenes religiosas, Estado, organismos autónomos, etc.). El Registro Mercantil Los siguientes artículos del Reglamento del Registro Mercantil, permiten apreciar las posibilidades de información que ofrece este Registro público: Art. 2 Objeto del Registro Mercantil. El Registro Mercantil tiene por objeto: a)La inscripción de los empresarios y demás sujetos establecidos por la Ley y de los actos y contratos establecidos por los mismos. b)La legalización de los libros de los empresarios, el nombramiento de expertos independientes y de auditores de cuentas y el depósito y publicidad de los documentos contables. c)La centralización y publicación de la información registral, que será llevada a cabo por el Registro Mercantil Central. Art. 12. El Registro Mercantil es público. Art. 329. Obligaciones de presentación de las cuentas anuales. Los administradores de sociedades anónimas, de responsabilidad limitada, comanditarias por acciones y de garantía reciproca y, en general, cualesquiera otros empresarios que en virtud de disposiciones vigentes vengan obligados a dar publicidad a sus cuentas anuales, presentarán éstas para su depósito en el Registro Mercantil de su domicilio, dentro del mes siguiente a su aprobación. Art. 333. Publicidad de las cuentas depositadas. La publicidad de las cuentas anuales y documentos complementarios depositados en el Registro Mercantil se hará efectiva por medio de certificación expedida por el Registrador o por medio de copia de los documentos depositados, a solicitud de cualquier persona. Según elcartículo 19 del Código de Comercio, la inscrpción en el Registro Mercantil será potestativa para los empresarios individuales, con excepción del naviero, pero el empresario individual no inscrito no podrá pedir la inscrpción de ningún documento en el Registro ni aprovecharse de sus ventajas. No sólo es posible solicitar copia de las cuentas anuales, sino también información sobre los estatutos sociales, órganos de admistración, nombramientos de administradores y apoderados y cualquier otra información inscribible. Es evidente que si no estuvieran depositadas las cuentas en el Registro, ni el potencial cliente quisiera facilitarlas cuando solicita que se le conceda crédito de cierta importancia, habrá que cuestionarse la buena fe y la solvencia y no otorgar el crédito. Registro de la Propiedad Para reconocer la titularidad de los bienes inmuebles y las cargas o gravámenes de cualquier naturaleza que pudiesen existir sobre los mismos se ha de acudir al Registro de la Propiedad. Se trata de una oficina registral donde se hace constar todas las circunstancias relativas al dominio y derechos reales sobre bienes inmuebles, es decir, es una institución fundamental para la constancia de la creación, modificación, transmisión y extinción de la propiedad y los derechos reales. A esta caracterización responde el artículo de la Ley Hipotecaria, que establece: “El Registro de la Propiedad tiene por objeto la inscripción o anotación de los actos o contratos relativos al dominio y demás derechos reales sobre bienes inmuebles”. Cualquier declaración de bienes raices que se presente, deberá de acompañar al menos Nota Simple Registral del Registro de la Propiedad, totalmente actualizada (a la fecha del análisis) que acredite la propiedad y las cargas que graven al menos los bienes de mayor relevancia declarados. Relación de demandas judiciales Se trata de listas publicadas por algunos servicios de información sobre las demandas presentadas en los juzgados, con indicación de los datos del demandado y demandante, cuantía, clase de juicio y procedimiento. Relaciones de suspensiones de pagos y quiebras Algunos servicios especializados publican listas de suspensiones de pagos y quiebras, así como los datos más relevantes del expediente concursal y una relación de acreedores. Esto último es muy interesante puesto que el futuro cliente puede no encontrarse entre los quebrados o suspensos y sí entre los acreedores de alguno de ellos, lo que puede afectar en un principio a su situación patrimonial y solvencia. Información en prensa especializada Se trata de recoger información publicada en prensa económica y financiera sobre gran variedad de datos acerca del potencial cliente que pueden tener relevancia a la hora de conceder la operación. Algunos de los supuestos que se recogen en prensa son los siguientes: - Convocatorias y acuerdos de Juntas de accionistas. - Ampliaciones o reducciones de capital. - Fusiones, adquisiciones y liquidaciones. - Subastas, etc. Referencias de proveedores, clientes y entidades financieras Aunque pueden resultar de difícil obtención, el acudir a la opinión de los proveedores y clientes del acreditado posibilita información complementaria y valiosa. Aspectos como puntualidad en los pagos, plazos, volumen, etc., tanto en su posición de cliente como de proveedor dará una idea aproximada de los flujos de tesorería que el posible cliente mueve, lo que puede indicar su capacidad de pago. El caso de las entidades financieras es diferente, puesto que razones de competencia o confidencialidad hacen muy difícil la obtención de información, todo ello a pesar de la existencia de registros (RAI, CIR) que se crean con la información facilitada por las entidades de depósito. En cualquier caso, cuando este tipo de información se encuentre disponible se evaluará con cautela, puesto que estos datos pueden estar sesgados. Información económico-financiera En el caso de empresas o negocios, la obtención de la misma y su posterior análisis es clave para resolver el proceso de evaluación del riesgo. Las fuentes para recoger esta información son: - Cuentas anuales (balance, cuenta de pérdidas y ganancias), informe de gestión, estado de origen y aplicación de fondos, etc., de al menos los tres últimos años, preferiblemente auditadas. Normalmente, cuando los estados no están obligados a auditoría, las entidades financieras recurren a las declaraciones del Impuesto sobre Sociedades para su estudio. - Principios de contabilidad y de valoración aplicados, todo ello debe contenerse en la memoria de actividades. (Importante para detectar problemas en la valoración de existencias, o infraamortizaciones en los coeficientes de amortización del inmovilizado). - Presupuestos para los próximos años, así como las cuentas anuales previsionales y las hipótesis establecidas en su preparación. - Otros estados provisionales como pueden ser los financieros, de tesorería, inversiones, etc. Relaciones de bienes Sobre todo para el caso de bienes inmuebles, el conocimiento de la posesión de los mismos, sus características, verificación de la titularidad, valoración, existencia de posibles cargas sobre ellos, etc., constituyen elementos a tener en cuenta en el proceso de análisis de riesgo. Propuesta para dictámen de la concesión Se trata de un documento resumen de las características principales del cliente a presentar a la persona o departamento de la entidad financiera encargada finalmente de la concesión o no de la operación de riesgo. El formato o presentación depende en cualquier caso de cada entidad, así como del tipo de riesgo y su cuantía pero, en términos generales, podría ser el siguiente: - Datos de la oficina o sucursal proponente. - Datos del acreditado. - Clase de operación. - Concepto de presentación de la concesión. - Garantías propuestas. - Saldos positivos o compesaciones esperadas. - Situación de riesgos directos, saldos acreedores, valores depositados, etc... - Situación en otros bancos (CIRBE). - Resumen de informes exteriores. - Conclusiones técnicas del examen de datos, del análisis patrimonial y económico-financiero realizado. 2.3. Sistemas de análisis de riesgos Técnicas o enfoques de creación de Sístemas de análisis de Riesgos Lo usual en el análisis de riesgos es que cada entidad financiera mantenga uno o varios modelos que aplique según el tipo de operación a los clientes que se acercan a cualquiera de sus sucursales a solicitar un negocio de riesgo. Existirá, por tanto, una gran variedad de modelos de análisis de riesgos, aunque la mayoría se encuadrarán en alguno de los sistemas o enfoques que, a grandes rasgos, pasamos a comentar a continuación. Existen tres enfoques diferentes para la creación de un sistema de riesgos: 1º Modelo de valoración automática de riesgos (credit scoring). 2º Modelo relacional. 3º Modelo económico-financiero. Para la aplicación práctica con éxito de estos modelos es necesario el funcionamiento adecuado de algunos factores determinados. A continuación se presentan las claves para el desarrollo de cada uno de estos sistemas: Credit scoring: - Calidad del algoritmo utilizado. - Soporte informático adecuado. - Sistema eficiente de contratación de datos. - Aplicación a créditos personales. - Aplicación potencial a operaciones de riesgo con pequeñas empresas o negocios. Modelo relacional: - Funcionamiento adecuado del Centro de Proceso de Datos. - Formación del personal. - Aplicación exclusiva a clientes con relaciones previas con la entidad. Modelo económico-financiero: - Formación del personal. - Calidad de la información contable obtenida. - Aplicación preferente a medianas y grandes empresas. A continuación pasamos a estudiar cada uno de los modelos indicados. Valoración automática de créditos (credit scoring) Se trata de un sistema de calificación de créditos qie intenta automatizar la toma de decisiones en cuanto a conceder o no una determinada operación de riesgo, normalmente un crédito. La virtud de este sistema es la de acortar el tiempo de análisis, además de simplificarlo, lo que contribuye a mejorar el nivel de servicios proporcionados a la clientela. Por ejemplo, mediante la aplicación de un sistema de credit-scoring y su posible consulta a través de cajeros automáticos, el cliente podrá conocer la respuesta que dará la entidad a su petición, sin necesidad de acudir a una entrevista personal o acordar cita con antelación. Se puede aplicar tanto a personas físicas como jurídicas, siendo lo normal el utilizarlo para créditos personales o al consumo, establecimiento de límite a tarjetas de crédito, créditos a PYME, etc. Una de las notas significativas que ha caracterizado el mercado bancario en general ha sido la política de concesión de créditos al detall, o aquellos que podríamos catalogar de pequeña o menor cuantía, a medio y largo plazo, y dirigido a un gran número de peticionarios (préstamos al consumo, hipotecarios, etc.). Debemos pensar que uno de los objetivos principales que han de exigirse a un modelo de estas características es la mejora de la calidad en la evaluación del cliente y, por lo tanto, de los resultados de la cartera de créditos; pero tal como funciona el sistema actual no se siente esa necesidad porque se estima suficiente el modelo de decisión que se aplica y que podríamos denominar como “tradicional”. Más bien al contrario, la necesidad que se experimenta se dirige a una política de cobro más exigente y apremiante: el dicho de que “no hay mal pagador, sino mal cobrador”, parece ajustarse a la realidad de las entidades financieras. Pero el modelo de concesión automática no sólo ofrece la ventaja anterior, sino que constituye todo un sistema de información sobre créditos, de los que se deriva, y pueden aprovecharse una serie de beneficios indirectos muy importantes. El principal objetivo de un sistema de credit scoring consiste en poder desarrollar un modelo práctico de análisis de créditos con aplicación directa a la selección y evaluación de solicitudes de préstamos de pequeña cuantia, de forma que pueda constituir una herramienta eficaz de apoyo a los responsables de las decisiones de concesión de préstamos. Las experiencias e intuición de dichos responsables seguirán siendo válidos para la entidad de crédito, pero con este modelo se pretende lograr, además, todo un conjunto de importantes ventajas. - El creciente volumen de créditos de pequeña cuantía reduce cada vez mas el tiempo disponible para su estudio. Esto comporta dos alternativas, o disminuir el tiempo que cada operación conlleva de análisis o, si la entidad considera necesario establecer un mínimo de tiempo a dedicar a cada una de las operaciones, será necesario un aumento de la plantilla es decir, aumento de costes. - La realización del análisis tradicional se hace considerando las distintas informaciones disponibles de una forma secuencial, ya que resulta imposible para la mente humana el asignar a un cliente un valor o puntuación que resuma el conjunto de su situación. La decisión, por tanto, se basa mas que en una evaluación global del cliente en la consideración de los aspectos que destacan aisladamente. - Los procedimientos de concesión de créditos se hacen cada dia mas flexibles, atrayendo por tanto, a un mayor número de clientes pequeños. Esto puede dar origen a una desproporcianada demora en la resolución de las solicitudes. Paradójicamente, los créditos de mayor cuantía pueden tener una tramitación más rápida que los pequeños. El deterioro de la imagen de la institución puede producirse si este problema se agudiza. - Dificultad de formación de nuevo personal para el análisis de solicitudes al basarse casi exclusivamente en la experiencia del o de los responsables de la concesión de créditos. - Difícil control de la gestión en la evaluación de solicitudes. - Falta de uniformidad de criterios dentro de una misma institución, en diferentes oficinas o periodos de tiempo al basarse en criterior con tintes subjetivos. Una misma operación puede ser autorizada por una oficina cuando en otra sucursal de la misma entidad ha sido rechazada. Un modelo de concesión automática de créditos trata de superar las limitaciones anteriores. El credit scoring trata de realizar científicamente lo que el responsable de créditos hace por intuición, con la ventaja de que, utilizando procedimientos estadísticos modernos, se consideran global y simultáneamente todas las variables y datos de la solicitud del cliente. Pertenece este sistema al tipo de los denominados de Puntuación Global, que son modelos de cribado que permiten aislar, con un alto grado de probabilidad, aquellas soilicitudes que van a constituir una pérdida, y que aceptan, por el contrario, el mayor número posible de buenos clientes. Este modelo parte de los datos y experiencias del pasado para, sin basarse en una teoria explicativa determinada, predecir por medio de una puntuación de conjunto de la solicitud si este crédito, una vez otorgado, resultará una pérdida o no para la organización. Partiendo de una serie de variables o características relacionadas en cada solicitud, se seleccionan aquellas que ofrecen un poder discriminante mayor entre buenos y malos clientes. Como alguno de esos datos iniciales contenidos en la solicitud están íntimamente relacionados, la consideración conjunta de todos no aporta, a efectos de discriminación, más información que algunos de ellos, diez o dice generalmente, que son los que se seleccionan. Se analizan las solicitudes de préstamos utilizadas por la entidad hasta el momento actual, extrayéndose de ellas los datos socioeconómicos del solicitante, tales como: - Estado civil. - Categoría laboral. - Profesión. - Antigüedad en el trabajo. - Ingresos. - Patrimonio. - Aplicación del préstamo (finalidad). - Cuantía del préstamo. - Saldo medio que mantiene en cuentas de la entidad. Evidentemente el modelo se ceñirá a las variables disponibles o a las que es posible utilizar con relativa facilidad. Posteriormente, a estas variables se les asigna unos coeficientes de ponderación obtenidos por la aplicación de técnicas estadísticas, obteniéndose una puntuación global para cada solicitud. A través de la aplicación al modelo de toda la base de datos que sobre créditos mantiene la entidad, se dividen los clientes entre buenos y malos. Obteniéndose a partir de ello una Puntuación límite, por encima de la cual se aceptarían las operaciones solicitadas. Modelo racional El modelo racional se basa en el análisis exhaustivo de la información que obra en poder de la entidad derivada de las relaciones previas con el cliente. Por ello sólo es posible su aplicación con clientes antigüos. No tiene una metodologia estructurada sino que, a través de las relaciones históricas de la entidad con el cliente y partiendo de una serie de hipótesis discriminantes, pretende alcanzar una respuesta adecuada al nivel de riesgo deseado. En el caso de un cliente que sólo operara a través de una entidad, es decir, una vinculación total, y con un elevado grado de cobros y pagos por cuenta bancaria, dicha entidad dispondría de una valiosísima información que prácticamente evitaría pedir información económica-financiera adicional al cliente para evaluar su riesgo. Normalmente esto no es posible, pues la mayor parte de las personas físicas y la práctica totalidad de las empresas diversifican sus relaciones con las entidades financieras. Además, las relaciones o ratios que se calculan en el método relacional constituyen piezas clave para el seguimiento del riesgo y el análisis de la rentabilidad global del cliente. Algunos de los ratios que utiliza el modelo relacional, son los siguientes: 1. - (Total Remesas Descontadas)/(Total ventas)x100 Cuanto más alto es el valor obtenido por este coeficiente, existe un mayor riesgo en la operación con el cliente. Así, un valor próximo a cero indica una nula o casi nula relación con la entidad, además de una facturación al contado. Un valor próximo a 100 indicaría una facturación total a plazo, así como una relación exclusiva con la entidad. Si se está por encima de 100, existe papel Pelota, y/o hay problemas de redescuentos con clientes. 2. - (Total Movimientos Haber Periodo)/ (Total Movimientos Haber Periodo anterior)x 100. Indica la evolución de las relaciones del cliente con la entidad, así como alarmas por posibles pérdidas de clientes. Al igual que en el ratio anterior, cuanto más alto sea el valor obtenido existirá mayor riesgo. Con valores cercanos a 0, la cuenta no está siendo utilizada, por lo que la relación entidad-cliente desaparecerá. Valores alrededor de 10 indican estabilidad del negocio y las relaciones con la entidad. Mientras que valores superiores señalan un aumento de la actividad del cliente o un crecimiento de la presencia de la entidad en el negocio del cliente. 3. - (Total Efectos Impagados)/(Total Ventas)x100 Este ratio indica la calidad del papel descontado, disminuyendo la misma según aumenta el valor del coeficiente obtenido. En definitiva está estudiando la solvencia y calidad de los clientes del cliente. En valores cercanos a 0 el papel descontado presenta una buena calidad, mientras que si el valor se acerca a 100 se trata de un síntoma claro de colusión, debiendo en estas situaciones tomar medidas enérgicas. 4. - (Total Impagados)/(Total Papel Descontado)x100 Este relación tiene la misma finalidad que el precedente, esto es medir la calidad del papel descontado, siendo válidos los comentarios realizados anteriormente. 5. - (Saldo Contable Fin Periodo)/(Total Movimientos Haber Pedidos) En esta relación la escala es infinita y de difícil sistematización. Cuanto mayor sea el valor que se obtiene, mejor es la situación de liquidez del cliente, aunque habrá que estar atentos pues también puede ser signo de una mala gestión de tesorería. 6. - (Números Deudores)/(Números Deudores Periodo Anterior) Valores próximos a 0 de esta relación señalan una mejoría en la situación de liquidez del cliente, situándose con problemas similares a los ocurridos en periodos anteriores si el valor se aproxima a 100. Si el resultado es infinito, sólo está indicando la inexistencia de números deudores en el periodo anterior. 7. - /Riesgo Absoluto)/(Cash-flow)x100 Este ratio pretende medir la capacidad de pago del cliente. Como en todas las relaciones anteriores, este ratio presenta un mayor nivel de riesgo cuanto mayor es su valor. Cuando dicha evaluación sobrepasa el 100 indica que, en un periodo, el cliente no genera fondos suficientes para hacer frente al riesgo con la entidad. 8. - (Riesgo absoluto)/(Recursos Propios o Patrimonio Neto) Esta relación pretende medir el grado de endeudamiento del cliente con la entidad o la proporción en que ambos entran a formar parte de la inversión. Un valor cercano a 0 señala un cliente nuevo. A medida que este valor aumenta, lo hace el grado de endeudamiento con la entidad. Un valor de 100 señala que la entidad financia en la misma proporción que el cliente el negocio o la inversión. Valores superiores indican precaución ante un endeudamiento excesivo. Modelo económico-financiero Se trata del modelo más adecuado para el estudio de operaciones de elevado importe. Se basa en el análisis de los estados financieros de la empresa a través de ratios que indiquen las tendencias y su situación respecto a otras empresas de su sector. También se estudia, y es una parte muy importante, el encaje de la financiación sobre la proyección de resultados y flujos de tesorería del cliente para conocer la capacidad de pago futura. Es interesante tener en cuenta el modelo de análisis desde la “óptica de contabilidad de empresa” utilizado por la Central de Balances del Banco de España. La Central de Balances del Banco de España tiene como objetivo promover un mejor conocimiento y facilitar el diagnóstico de la situación global y sectorial de las empresas no financieras que operan en nuestro pais, a través de la agregación y análisis de sus estados contables. El análisis desarrollado por la Central de Balances se compone de ocho estados financieros y cinco ratios. Los estados que se recogen desde la óptica empresarial se agrupan de la siguiente manera: A) Estados de flujos. 1. Cuenta de Pérdidas y Ganancias. 2. Cálculo de los Recursos Generados y la Autofinanción. 3. Operaciones Patrimoniales. 4. Otras variaciones de activos y pasivos. B) Estados Patrimoniales. 5. Balance. C) Estados de Análisis del Apalancamiento Financiero. 6. Estado de Equilibiro Financiero. 7. Ratios que determinan el Apalancamiento Financiero. Hoy más que nunca, los datos contables pueden inducir a conclusiones erróneas. Los efectos de la inflación e inclusión de ciertas reglas fiscales provocan deformaciones que desfiguran el significado cuantitativo de una serie de ratios. Vamos a enumerar algunas de estas anomalías y otras intrínsecas de las técnicas que suelen usarse para que se tengan en cuenta. Si no se corrigen los efectos de la devaluación monetaria sobre las cifras de los balances, los ratios tienen menor fiabilidad cuando se calculan sobre volúmenes que afecten a un mayor lapso de tiempo. Concretamente, si los capitales invertidos no son actualizados a tasas apropiadas aparecerán infravalorados y serán causa de que todos los ratios montados sobre ellos están inflados, como, por ejemplo, la rentablilidad de los capitales propios. La obtención de ratios interanuales o de perioodos que abarquen más de un ejercicio pierde significación y aplana ciertos hechos. Las cotas estacionales no son observables y la evolución en muchos casos sólo se aprecia con el uso de observaciones mensuales o trimestrales. Los ratios utilizados en el análisis de la Central de Balances son: - Rentabilidad del Activo Neto. - Rentabilidad de los Recursos Propios. - Ratio de endeudamiento (recursos ajenos sobre pasivo remunerado). - Apalancamiento financiero. - Relación entre el Resultado Económico Bruto de la Explotación y la producción. 2.4. Evaluación de las garantías Carta de intenciones o “comfort-letter” Se trata de un documento que como su propio nombre indica no tiene validez contractual alguna. En ella, una empresa matriz responde de las deudas de su afiliada. Aunque como se ha comentado, su validez jurídica es más que dudosa, su validez “fáctica” presenta todas las garantías, puesto que su incumplimiento supondría romper las normas tácitas de la comunidad empresarial, y sus consecuencias las de pérdida de prestigio y cierre automático de las lineas de flujos proporcionadas por las entidades financieras a el grupo en cuestión. Garantías reales. Entre las más comunes podemos destacar: * Pólizas de seguro. Una compañía de seguros de crédito garantiza el pago de un crédito total o parcialmente, bajo una serie de condicionamientos (normalmente con el fin de asegurarse la buena voluntad de la operación y evitar fraudes de ley). En España la compañía más habitual en este tipo de operaciones es Crédito y Caución. * Póliza de seguro de crédito a la exportación. La Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación (CESCE) tiene por finalidad el aseguramiento del pago de exportaciones españolas al exterior. Esta es una sociedad de capital público mayoritario, por lo que el Banco de España si considera este aseguramiento como garantía real. Las pólizas emitidas por esta compañía suelen cubrir el 90% del principal de la exportación. Normalmente, la entidad financiera adelanta al exportador el pago de la venta, quien asegura él mismo en CESCE haciendo beneficiario de la póliza a la entidad prestamista. * Pignoraciones. La pignoración de saldos pasivos u otros valores afecta a una operación de crédito son una garantía real, siempre y cuando dicha pignoración se halla incluido expresamente en la póliza mercantil o escritura notarial. Si esto es así, el riesgo para la entidad financiera es nulo en la parte cubierta. * Garantias hipotecarias. Para este tipo de garantías se procederá a realizar una valoración de los bienes hipotecados en función de criterios razonables y conservadores. A la hora de aceptar un bien como garantía hipotecaría hay que tener muy en cuenta la liquidez de mercado del bien afecto. Es evidente que la entidad financiera deberá comprobar las posibles cargas afectas al bien hipotecado, que se deducirán del valor garantizado, asi comola titularidad del mismo, mediante verificación de la inscripción en el Registro de la Propiedad, que a de ser cercana a la fecha de concesión del préstamo. * Garantías personales. Se consideran garantías personales todas aquellas que constituyen afianzamientos de tipo personal, bien a nivel de persona física o jurídica. En ambos supuestos la valoración de la garantía deberá hacerse mediante análisis de la solvencia del garante. Este análisis será distinto según se trade de persona física o jurídica. Debe hacerse notar que, en caso de una razonable duda sobre la solvencia o moralidad de un cliente, habrán de exigírsele garantías reales, puesto que la experiencia demuestra que determinado tipo de clientes, cuando ven que su impago está cercano o es predecible, cambian de titularidad los bienes de los que son propietarios, a familiares o amigos, para evitar así cualquier acción legal contra ellos. 2.5. Cobertura del riesgo Seguro de crédito El seguro de crédito aporta una clasificación crediticia del cliente, una vigilancia e información de la evolución del riesgo, incluso con sistemas de comunicación on line, un asesoramiento en el tratamiento de situaciones de impagados e insolvencia, una red de expertos profesionales en la gestión de cobro y en las reclamaciones amistosas, judiciales o concursales, y, finalmente, presta un apoyo financiero anticipando los gastos de recuperación y de recobro y un sistema de indemnizaciones provisionales y definitivas que ayudan a paliar el impacto financiero de la morosidad y la insolvencia en las empresas. La asesoría jurídica de la empresa debe estar el contacto con el departamento de riesgos y aun cuando tenga una dependencia funcional de la empresa en su actuación profesional debe ser autónomo e independiente. Las funciones principales del abogado de empresa son la prevención, la negociación y la recuperación de los posibles impagos. Factoring Para otro grupo de compañías que gestionan el cobro vía “factoring”, no se precisa el área del departamento de créditos. Las sociedades de factoring aseguran y anticipan dl cobro de la facturación atendiendo a la modalidad de factoring que se trate. El riesgo de morosos o insolventes es asumido por el factor. La consecuencia de la anticipación de los cobros es que la empresa puede aumentar su capacidad de concesión de créditos. Las modalidades del factoring son muy variadas, atendiendo a la garantía del cobro, financiación, etc. Así observamos el factoring con o sin recurso (sólo este garantiza los fallidos), la cesión en bloque, el factoring a término (no financia), el factoring de exportación y el descuento de efectos. Existen compañías que realizan esta función dentro del departamento comercial y del departamento financiero cediendo al área jurídica el tratamiento de los impagados. No cuentan con un departamento de créditos propio, si bien realizan todas sus funciones aunque con escasa profesionalidad y con un elevado riesgo de gestión. Debe quedar claro que la gestión eficiente del crédito comercial es algo más que evitar pura y simplemente los fallidos. Es un instrumento para rentabilizar la empresa y aumentar su competitividad, y al mismo tiempo una palanca para aumentar las ventas y la eficacia del negocio que utiliza armónicamente los elementos siguientes: 1. Identificación del riesgo de crédito comercial. 2. Control de créditos. 3. Contabilidad de ventas. Una eficiente gestión de créditos debe perseguir la reducción al mínimo de los retrasos en los pagos de clientes, y minimizar insolventes y fallidos. 2.6. La morosidad en la contratación con el sector público La Administración generalmente paga con mayor retraso que los particulares, hecho que se suma la imposibilidad material de que pueda declararse oficialmente la suspensión de pagos o la quiebra. Pese a la necesidad de que en todos los expedientes de contratación previos obligatorios a los contratos administrativos que generen gastos a la Administración ha de incluirse un certificado administrativo de la existencia de crédito suficiente, no siempre los pagos se cumplen puntualmente, y esta morosidad de la Administración se agrava en la forma de recuperación del impagado por el juego de la inembargabilidad de los fondos públicos, que impide la ejecución forzosa de las sentencias condenatorias, por lo que es muy importante estudiar la solvencia del ente administrativo con el que se contrata y constituir garantías de terceros. La necesidad de que en la contratación administrativa se cuiden especialmente todos los aspectos de la facturación y se conozcan los distintos mecanismos de la administración para proceder al pago de las facturas. ( Documento RC, documento AD,...). 3. RIESGO DE INSOLVENCIA. NORMATIVA DEL BANCO DE ESPAÑA. La norma décima de la Circular del Banco de España 4/1991, también denominada Superpastoral del Banco de España, hace referencia a los aspectos a considerar por las entidades financieras en el control y supervisión del riesgo de crédito, determinando así quienes son y cómo se provisionan en la contabilidad de la Banca Privada los activos: morosos, dudosos y fallidos. Los aspectos más destacables de dicha norma son los siguientes: 1. Las entidades de crédito pondrán el máximo cuidado y diligencia en el estudio riguroso e individualizado del riesgo de crédito de sus operaciones, no sólo en el momento de conceder los créditos, sino también continuamente durante su vigencia, y no retrasarán la amortización de los saldos deudores, su pase a activos dudosos y cobertura con fondos especiales, según proceda, tan pronto se aprecie la existencia de una situación anormal de riesgo de crédito. 2. Pasarán a situación contable de activos dudosos las inversiones crediticias, valores de renta fija y demás saldos deudores, cualquiera que sea su titular, instrumentación o garantía, cuyo reembolso sea problemático. La clasificación de un riesgo como activo dudoso supondrá la interrupción del devengo de intereses, registrándose éstos por un criterio de caja. 3.1 Clasificación de los acreditados Principios básicos Los saldos deudores que las entidades financieras mantengan en el activo de su balance, correspondientes a inversiones realizadas, podrán clasificarse en las siguientes situaciones: a) Normal: son los riesgos pendientes de vencimiento, que se encuentran al corriente en los pagos. b) Vencidos: son los riesgos que presentan un atraso inferior en los pagos a tres meses. c) Dudosos: son los riesgos cuyo reembolso es problemático, ya sea por razones subjetivas o por morosidad (atrasos superiores a tres meses). - La norma Décima de la Circular del Banco de España 4/1991 define los siguientes aspectos en relación a la definición y tratamiento del riesgo de crédito en relación con la clasificación de los riesgos: Activos dudosos Pasarán a la situación contable de activos dudosos los débitos -vencidos o no- que presenten dudas razonables de reembolso: 1. En razón a la solvencia (riesgo de insolvencia): por deterioro de la solvencia: * Patrimonio negativo. * Pérdidas continuadas. * Retraso en los pagos. * Estructura económica o financiera inadecuada. 2. En razón de determinadas situaciones jurídicas: * Saldos reclamados judicialmente. * Saldos litigiados por el deudor y de cuya resolución dependa su cobro. * Suspensión de pagos o Quita y Espera. 3. En razón de su morosidad: * Efectos, cuotas a cobrar de préstamos, créditos o arrendamientos financieros, valores de renta fija y demás débitos vencidos y no cobrados, sin mediar novación o prórroga, cuando hayan transcurrido más de tres meses desde su vencimiento. * Descubiertos u otros saldos deudores a la vista, sin vencimiento pactado: cuando hayan transcurrido tres meses desde el primer requerimiento de reembolso o desde la primera liquidación de intereses que resulte impagada. * Cuotas impagadas (segunda, tercera, etc.) desde el mismo día de su vencimiento. * Con relación a un solo riesgo, la acumulación de importes vencidos no cobrados clasificados como dudosos, tanto en concepto de principal como de intereses y gastos, por cuantía superior al 25% de los riesgos pendientes (excluidos intereses no devengados) o la existencia de una cuota o importe impagado con antigüedad superior a un año, obligará a clasificar a aquél como dudoso. * En el caso de los arrendamientos financieros, la situación es análoga al punto anterior, salvo que la entidad decida recuperar el bien. * Respecto al conjunto de riesgos dinerarios y de firma de un cliente, la acumulación de saldos clasificados como dudosos por importe superior al 25% de los riesgos pendientes (excluidos los intereses no devengados), llevará a clasificar la totalidad de estos últimos como dudosos. * Los pasivos contingentes cuyo pago por la entidad se estime probable, y su recuperación, dudosa, se contabilizarán como dudosos en cuentas de orden. * La clasificación del principal como dudoso, implica simultáneamente, la de sus intereses y comisiones acumuladas pendientes de pago, y en su caso, la de los gastos reclamables al interesado. La prórroga o reinstrumentalización simple de las operaciones de reembolso problemático, no interrumpe su morosidad, ni producirá su reclasificación como operaciones ordinarias, salvo que: - Se aporten nuevas garantías eficaces. - Se perciban, al menos, los intereses pendientes de cobro. ( NOTA: la morosidad de una cuota implicará que no se registrarán como productos, hasta tanto no se cobren, los intereses de las operaciones.) Activos de muy dudoso cobro Se clasificarán de muy dudoso cobro las inversiones crediticias, valores de renta fija y demás saldos deudores, vencidos o no: a) Cuyos titulares estén declarados en quiebra o concurso de acreedores. b) Cuyos titulares sufran deterioro irrecuperable de su solvencia. c) Saldos impagados a los tres años desde su pase a la situación de dudosos ( cuatro años sí mejoran las expectativas de recuperación de los saldos porque existan pactos financieros, planes de viabilidad, etc. ). d) En las operaciones hipotecarias el plazo podrá ser de seis años desde su pase a dudosos, cuando se den las circunstancias indicadas en el punto c) anterior. Así, se dará la situación de fallidos para todas estas partidas de muy dudoso cobro, y se darán inmediatamente de baja en el activo del balance de la entidad, con pase a cuentas suspensivas y aplicación de las provisiones que ya estuviesen constituidas, las inversiones crediticias y demás saldos deudores, vencidos o no. 3.2. Criterios de valoración y dotación de provisiones La Superpastoral del Banco de España establece la forma en que debe de realizarse la cobertura del riesgo de crédito, pudiéndose apreciar el elevado coste que representa la morosidad, al tener que destinar cantidades considerables de resultados a las dotaciones de fondos por insolvencia. Los aspectos más significativos descritos en la norma Undécima de dicha Circular son los siguientes: Cobertura del riesgo de crédito. Las provisiones para el riesgo de crédito deben de realizarse tan pronto concurran los plazos establecidos, no debiendo dilatarse la constitución de las mismas al cierre de los ejercicios. Si las coberturas dejan de ser necesarias podrá procederse a la recuperación de los fondos de insolvencia constituidos. A los activos clasificados como dudosos en función de su morosidad se les aplicarán los siguientes porcentajes de cobertura, en función del tiempo transcurrido desde el primer vencimiento impagado: a) Con carácter general: Entre seis y doce meses 25% Entre doce y dieciocho meses 50% Entre dieciocho y veintiún meses 75% Más de veintiún meses 100% b) Para préstamos y créditos hipotecarios sobre viviendas, oficinas y locales polivalentes terminados y fincas rústicas, cuando el valor de los bienes cubra plenamente la suma del importe de las cuotas impagadas, el principal pendiente y los intereses de un año del crédito o préstamo: Entre tres y cuatro años 25% Entre cuatro y cinco años 50% Entre cinco y seis años 75% Más de seis años 100% En la aplicación de los calendarios anteriormente indicados deberán de contemplarse las siguientes observaciones: - Las provisiones constituidas antes de la terminación de las viviendas, oficinas o locales polivalentes deberán de mantenerse hasta que tenga lugar la venta a terceros. - Las escalas anteriormente descritas serán de aplicación a los activos clasificados como dudosos por la aplicación del efecto arrastre. En estos casos, la fecha de origen a considerar para la aplicación de los porcentajes de cobertura será la de su pase a dudosos. No requerirán provisión para insolvencias los siguientes riesgos: - Riesgos con Administraciones Públicas. - Riesgos con organismos autónomos comerciales y similares. - Riesgos avalados por administraciones públicas. - Riesgos con los estados miembros de la Comunidad Europea. - Riesgos garantizados con depósitos dinerarios. Los activos y pasivos contingentes clasificados como dudosos por razones distintas de su morosidad se aprovisionarán sobre la base de una estimación de las cuantías no recuperables, realizada con criterios de máxima prudencia. En particular, cuando el titular de los riesgos presente patrimonio negativo o pérdidas continuadas, se encuentre en suspensión de pagos o procedimiento de quita y espera, se manifieste un retraso generalizado en los pagos o cuando se trate de saldos reclamados judicialmente por la entidad, la cobertura no podrá ser inferior al 25% de los saldos. Podrá rebajarse a un 10% la cobertura de los riesgos de un acreditado en suspensión de pagos cuando, transcurrido un año desde la inscripción en el Registro Mercantil del auto de aprobación del convenio del suspenso con los acreedores, se esté cumpliendo fielmente con el mismo y la evolución de la situación patrimonial y financiera de la empresa elimine las dudas sobre el reembolso total de los débitos. Los créditos superiores a 4.000.000 de pesetas no clasificados como dudosos que no se encuentren adecuadamente documentados se les aplicará una cobertura del 10%. Cuando se trate de sociedades, la documentación deberá comprender los oportunos estados contables actualizados que permitan su análisis económico-financiero. Con independencia de los fondos previstos en los apartados anteriores, las entidades deberán de constituir con cargo a la cuenta de pérdidas y ganancias un fondo de insolvencias genérico por importe del 1% de las inversiones crediticias, títulos de renta fija, pasivos contingentes y activos dudosos sin cobertura obligatoria, de otros sectores residentes y no residentes. Dicho porcentaje podrá ser del 0,5% en las operaciones con garantía hipotecaria sobre viviendas, oficinas y locales polivalentes terminados y fincas rústicas. 3.3. Recuperación de clientes dudosos Independientemente del reembolso puro y simple de una deuda, esto es, su cobro por tesorería, pueden producirse reembolsos por medios indirectos, siendo éstos los siguientes: - Renovación de operaciones. - Realización de garantías. Cobro de activos dudosos Tal como se ha indicado anteriormente, la clasificación de la inversión crediticia como dudoso cobro supone la interrupción del devengo de intereses, contabilizándose los productos financieros procedentes de activos dudosos en base a caja, es decir, en función de los pagos realizados por el cliente. Una vez que una inversión se clasifica en dudoso cobro, las comisiones e intereses que la entidad financiera considere conveniente liquidar al cliente se registrarán en cuentas de orden, en el epígrafe "Productos vencidos y no cobrados de activos dudosos". Estos productos no son periodificarán ni se llevarán a resultados hasta su cobro. Los pagos en que incurran las entidades derivadas de los trámites para recuperar operaciones clasificadas como activos dudosos o en suspenso deben contabilizarse directamente en la cuente de pérdidas y ganancias, salvo que puedan repercutirse al deudor, en cuyo caso podrán contabilizarse como activos dudosos, dotándose fondos de insolvencia por la totalidad de su importe. Renovación de operaciones La renovación de operaciones clasificadas como dudoso cobro puede dar lugar a que las entidades reclasifiquen a inversión ordinaria las inversiones, con el consiguiente impacto favorable en la cuenta de resultados, vía recuperación de fondos de insolvencias y aplicación del devengo sobre la inversión. En este sentido, la Superpastoral del Banco de España insiste en la aplicación del principio de prudencia. En concreto, el apartado 5º de la Norma Décima dice lo siguiente: " La prórroga o reinstrumentación de las operaciones de reembolso problemático no interrumpe su morosidad, ni producirá la reclasificación como operaciones ordinarias, salvo que se aporten nuevas garantías eficaces, o se perciban al menos los intereses pendientes de cobro. Se considerarán garantías eficaces las siguientes: - Garantías pignoraticias sobre depósitos dinerarios, valores de renta variable cotizados y valores de renta fija emitidos por emisores de reconocida solvencia. - Garantías hipotecarias sobre viviendas, oficinas y locales polivalentes terminados y fincas rústicas, deducidas, en su caso, las cargas previas. - Garantías personales (avales, fianzas, incorporación de nuevos titulares) que impliquen la responsabilidad directa y solidaria de nuevos garantes ante la entidad, que sean personas o entidades cuya solvencia patrimonial esté lo suficientemente contrastada como para asegurar el reembolso total de la operación en los términos acordados. - El importe de las garantías ha de cubrir plenamente el riesgo garantizado por las mismas." Si se produjesen impagados en operaciones reclasificadas como operaciones normales porque se hayan aportado nuevas garantías eficaces, la fecha de vencimiento a efectos de cálculo de provisiones es la de la primera cuota o plazo impagado de la nueva operación. En este caso, el calendario que se debe aplicar para el cálculo de provisiones es el calendario corto, aunque la nueva garantía sea una hipoteca sobre viviendas, oficinas y locales polivalentes terminados o fincas rústicas. 4. GESTION Y PROCEDIMIENTOS DE COBRO Cuando nos planteamos la gestión de cobros, debemos comenzar pensando cuales son los objetivos de esta gestión, y, a partir de ahí, determinar la mejor manera de llegar a ellos. Una gestión efectiva de cobros debería perseguir dos objetivos básicos: 1) Reducir el riesgo derivado del crédito concedido a los clientes, a través de la reducción de saldos vencidos y la elaboración de información y documentación adecuada para la gestión de créditos. 2) Mejorar el cash-flow de la empresa, mediante el cobro de nuestros clientes en los plazos acordados, la mejora de la calidad de la deuda publica y el mantenimiento de una relación fluida con los clientes que nos permita identificar y resolver incidencias con rapidez. 4.1.Medidas proactivas en la gestión de cobro. La situación actual, en la que la morosidad es una amenaza para los resultados de toda empresa, requiere una gestión proactiva, en la que el gestor envía la factura y contacta al cliente para identificar y resolver una posible incidencia, y acuerda la fecha y el importe del pago, todo ello antes de la fecha de vencimiento de la factura. Este tipo de contacto, a través de una planificación de llamadas telefónicas o cartas y un seguimiento adecuado, constituye el proceso básico para conseguir las mejoras que in dicábamos antes, en cuanto a cash-flow y reducción de riesgo. Las gestiones de cobro a clientes se articulan a través de las siguientes herramientas, ordenadas en cuanto a su eficacia: carta de reclamación, gestión telefónica y visita personal. 1) Carta de reclamación: es el método de gestión de cobros menos eficaz, pero es más rápido y más económico. Este instrumento debe usarse de acuerdo a los siguientes parámetros: utilizar papel de calidad y un tipo de letra claro y marcado, dirección de las cartas a un individuo o a un cargo de la empresa, firmar las cartas personalmente e incluir cargo y teléfono para facilitar la respuesta, detallar siempre las facturas que se reclaman, utilizar textos breves y un máximo de tres plazos, recordar el total adeudado, no conceder mas plazos y exigir inmediatez en el pago, no enviar mas de una carta de advertencia final, evitar frases hechas, no enviar una segunda carta a quien ignoro la primera, elevarla a un cargo superior, variar el texto y el tiempo de envío de las cartas, utilizar correo certificado. Las cartas deben ser intercaladas junto con las gestiones telefónicas. Las primeras cartas de reclamación deben enviarse a los clientes con saldos vencidos, seguidas de una llamada a todos los clientes cuyas facturas permanecen impagadas, empezando por las de mayor importe (estrategia recomendable cuando el personal es escaso y se acumulan los créditos). Las series de cartas suelen ser tres o cuatro, si bien es preferible enviar dos. Dos cartas son suficientes, una primera cortes y otra en tono más enérgico al final, el periodo que debería transcurrir entre ellas seria de siete o diez dias. La carta es el procedimiento de gestión de cobros más económico, y el segundo más rápido, pero también es el menos eficaz. Ejemplo: modelo de carta que remitirá el núcleo de recuperaciones, cuando aun no se ha contactado con el deudor. MEMBRETE NUCLEO (con dirección y teléfono) Lugar y fecha D. C/ Población Ref. riesgo: Muy Sr.(a). Nuestro(a): Ha tenido entrada en estos Servicios Jurídicos y Recuperatorios el asunto de referencia, en el que aparece Vd. como. ( deudor/fiador ). Al objeto de tratar este asunto y llegar a una solución negociada del mismo, le rogamos se ponga en contacto con nosotros con la mayor brevedad posible. Transcurrido el plazo de 10 días sin haber tenido noticias suyas, entenderemos que renuncia a la negociación que le proponemos y remitiremos el asunto a nuestro letrado para que reclame la deuda por vía judicial. Atentamente, Nombre y apellidos del Gestor Tfno: 2) Gestión telefónica: debe intercalarse con el tratamiento de las cartas. Es fundamental disponer de personal experto en este tipo de herramienta. Las conversaciones deben ser corteses pero rigurosas. Se debe procurar conocer por su nombre y su cargo a la persona a la que se llama. Es fundamental articular perfectamente las llamadas de acuerdo al siguiente esquema: preparar la información de forma adecuada antes de marcar, tener en cuenta que somos nosotros quienes llamamos y por tanto quien controla la conversación, procurar conseguir que el cliente repita nuestra propuesta para realizar el pago, registrar cada llamada con su resultado, requerir siempre el pago inmediato, puesto que la deuda ya ha vencido. Se procurara tener el tiempo suficiente para realizar llamadas a todos los morosos en primeras y segundas llamadas. En ellas es preciso controlar la recepción de las cartas remitidas. Tras una ultima carta en la que se le advierte al moroso la iniciación de demandas o traslados a agencias de recobros no tiene sentido seguir telefoneando. La gestión telefónica es, pues, un proceso completo, estructurado y continuo, que proporciona la mejor relación de eficiencia, rapidez y economia. Por ello, requiere una atención especial, y un conocimiento de las técnicas de gestión telefónica que aseguren una comunicación efectiva. 3) La visita: es necesaria en numerosas ocasiones. En el caso de que exista una clara concentración de clientes en la compañía esta debe ser la herramienta fundamental. La visita debe estar bien preparada, documentada y motivada por una serie de objetivos establecidos de antemano, lo que supone: contacto previo con el departamento comercial, con posibilidad de una acción conjunta, recopilación de información, datos sobre la cuenta, posibles incidencias, etc., reconciliación de la cuenta, documentación de los resultados de la visita, acuerdos, decisiones y observaciones. La visita es la herramienta más lenta dentro de la gestión de cobros, si bien, alcanza altos grados de eficacia. 4.2. La vía judicial Según la legislación vigente no existe deudor moroso sino desde que existe una reclamación judicial. Hay que diferenciar entre las reclamaciones judiciales y las extrajudiciales, determinando el momento en el que debe elegirse una u otra opción, y en el caso de la reclamación judicial elegir el procedimiento adecuado(ejecutivo, declarativo, hipotecario) y lo que es aun más importante, el examen de los documentos para evitar que los tribunales rechacen las demandas, lo que es especialmente importante en los supuestos de letras de cambios, pagares u otros instrumentos de pago que deben cumplir determinados objetivos formales para ser ejecutivos. La finalidad del procedimiento judicial es la protección del derecho subjetivo y el amparo de los derechos, situaciones e intereses del individuo. El procedimiento judicial es una situación jurídica de la que se pretende una decisión del juez, en él intervienen personas físicas o jurídicas sujetos al proceso judicial y en primera instancia un actor (entidad bancaria) y un demandado. El procurador es el que representa a la parte (poder para pleitos) y tiene una serie de obligaciones y derechos: seguir el asunto hasta su terminación, informar a la parte y a su abogado, pagar todos los gastos, incluidos los honorarios del abogado, retribución por su trabajo, derecho al anticipo o provisión de fondos. El abogado es el que representa a la parte en el juicio y tiene una serie de obligaciones y derechos: relación de servicios con la parte, seguir las instrucciones de la parte, utilizar su ciencia, técnica y experiencia, su principal obligación es cumplir la misión de defensa con el máximo celo, diligencia y secreto, su principal derecho es percibir una retribución por sus servicios (honorarios profesionales). Clases de procedimientos 1) Juicios declarativos: se persigue que el juez declare que los hechos probados son los previstos en la norma jurídica y que dicte una sentencia condenatoria. La sentencia condenatoria si el deudor la cumple se agota y si no la cumple pasa a ser titulo de ejecución. La documentación a preparar para un procedimiento declarativo consta de: telegramas de notificación del cierre de deuda a deudor (en el caso en que proceda), contrato original, certificación de la liquidación de la deuda, documentos originales que acrediten la deuda. Las actuaciones más importantes dentro de los juicios declarativos son: presentación de la demanda, emplazamiento, contestación de la demanda, comparecencia, prueba, vista, sentencia: ejecución provisional con aval o firme (vía de apremio), ejecución de sentencia, embargo, peritación y avalúo, petición de subastas, señalamiento de fechas, celebración (acta de subasta), petición principal de adjudicación a tercero, auto, tasación de costas, posesión y lanzamiento (solo para el caso de que el bien inmueble este adjudicado a la entidad). , auto inscrito. 2) Juicios Ejecutivos: es un juicio sumario que necesariamente debe fundarse en un titulo que tenga aparejada ejecución según él articulo 1429 de la Ley de Enjuiciamiento Civil ( LEC ). Título: póliza original de contratos mercantiles, firmados por las partes y por agente de cambio y bolsa o corredor de comercio colegiado que los intervengan, acompañando certificación de éstos acreditando la conformidad de la póliza con los asientos de su libro registro y la fecha de estos. La sentencia condenatoria supone la ejecución forzosa. La documentación para demanda en un procedimiento ejecutivo consta de: telegramas de notificación del cierre de deuda y saldo a deudor/avalistas, póliza de préstamo/crédito firmada por las partes e intervenida por fedatario publico, certificación del fedatario publico de la intervención del titulo ejecutivo, certificación de la liquidación de la deuda, primer recibo impagado. Las actuaciones más importantes dentro del procedimiento ejecutivo son: presentación de la demanda, despacho de ejecución, requerimiento de pago y embargo, aseguramiento de embargos, oposición (en su caso), sentencia (ejecución provisional con aval), vía de apremio (sentencia firme), certificación de cargas, notificación acreedores posteriores (en su caso), petición de perito y avalúo, reclamación de títulos, petición de subastas, señalamiento de subastas, celebración (acta de subasta), petición principal de adjudicación a tercero, auto, tasación de costas, posesión y lanzamiento, auto inscrito. 3) Juicio hipotecario: es un proceso de ejecución abreviado, es un procedimiento especial porque no hay controversia y la defensa del demandado esta muy limitada. Esta regulado en él articulo 131 de la Ley Hipotecaria, su fin es promover la realización del crédito real inmobiliario y proporciona al acreedor un medio fácil de efectividad de los créditos extraordinarios. La preparación de la documentación para presentar la demanda en un procedimiento hipotecario consta de: telegrama o acta notarial de requerimiento de pago (en el caso que proceda), primera copia de la escritura de préstamo o testimonio de la misma (según proceda), certificación de cargas del registro de la propiedad (solo si no se presenta la primera copia de la escritura de préstamo), certificación de la liquidación de la deuda, primer recibo impagado, nota simple de la finca rústica hipotecada (si no es necesario el certificado de cargas). Las actuaciones más importantes dentro del procedimiento hipotecario son: presentación de demanda, admisión de demanda, requerimiento de pago (en su caso), certificación de cargas, notificación a los acreedores posteriores, petición de subastas, señalamiento de subastas, celebración de la subasta (acta de subasta), petición principal de adjudicación a tercero, auto, tasación de costas, posesión y lanzamiento, auto inscrito. Las cuantías necesarias para llegar a la vía judicial son distintas según el procedimiento que se lleve a cabo. En el caso de los procedimientos hipotecarios no es necesaria una cuantía determinada; para el procedimiento ejecutivo la cuantía debe ser superior a 50000 pesetas; en caso de procedimiento declarativo hay cuatro casos distintos, si es de mayor cuantía debe ser superior a 160 millones de pesetas, si es de menor cuantía debe estar entre 800000 y 160 millones de pesetas, si es de cognición debe estar entre 80000 y 800000 pesetas, y si es verbal debe ser inferior a 80000 pesetas.