La Gran Parodia Algunas Observaciones sobre el fenómeno de la “Realidad Virtual” por Jonatán Gődény E l propósito de este estudio es proporcionar una vista general del fenómeno concerniente a la “realidad virtual”. 1 Por un lado, su rol social cada vez más dominante y sus efectos, y por el otro, será sondeado su simbolismo. La presentación de este último nos llevará inevitable y satisfactoriamente a confirmar nuestras suposiciones sobre que el surgimiento y el desarrollo de la “realidad virtual”, se trata de un nuevo y muy peligroso estado en el prolongado proceso de involución de la humanidad. La “realidad virtual” no solo pone en peligro nuestra manera natural de vivir sino que también intensifica nuestra convicción de que representa la aparición de un nuevo paraíso, incluyendo promesas que ofrecen logros que las religiones y los caminos espirituales una vez ofrecieron para aquellos que las siguieran sin vacilaciones. No necesitamos a estas alturas, entrar en una explicación detallada del tema en cuestión para ser capaces de decir que la evolución de la tecnología digital ha alterado radicalmente el orden natural de nuestra existencia humana. Con respecto a la manipulación de la psique humana, Alan Watt presentó una entrevista en profundidad sobre como el advenimiento de la televisión ha contribuido enormemente a la destrucción de nuestras vivientes sociedades humanas y 1 Publicado por primera vez en Magyar Hüperion, Vol. 5, No. 3, Budapest (2017), p. 269-276 costumbres. 2 Hoy, esta tendencia es todavía más perceptible. Las personas cargan con mini computadoras portables y personalizadas en sus bolsillos y por lo común tienen una relación más íntima con ellas que con sus propios amigos. También podemos ver la aparición de las gafas virtuales las cuales serán una herramienta aún más efectiva para manipular nuestra forma de pensar. Consecuentemente, también significa que todos aquellos efectos negativos los cuales han sido probados ser generados por la televisión, no se pueden comparar con los desarrollos que estos instrumentos de alta tecnología están a punto de traer, especialmente si se vuelven predominantes en nuestra vida. Todo esto sin embargo, implica un problema mucho más grande que tratarlos como meras anomalías. El tema en cuestión no es solamente el que los medios de la “realidad virtual” impongan efectos negativos sobre nuestra vida, especialmente cuando son utilizados de una manera inapropiada, sino el hecho de que su mera presencia es ominosa por sí misma. En la base de ciertas consideraciones, podemos llegar a concluir que la “realidad virtual” puede ser descrita como una perfecta antítesis de esas operaciones mentales ascendentes en las que uno puede acercarse a su propia esencia espiritual. En lo que respecta a los últimos productos de este desarrollo técnico, uno puede observar, que un teléfono, la radio, la TV, la computadora, el internet, el teléfono-inteligente, y las cada vez más populares gafas y cascos virtuales, no solo cambian la base de nuestra vida al remodelar el contorno de nuestras condiciones de vida, sino que también traen consigo un mundo nuevo, el surgimiento de una realidad alienada la cual hoy parece ser cada vez más predominante. Debido a la aplicación de estos dispositivos ―la mayor parte a través de la estimulación de los órganos visuales y 2 Alan Watt, Shock and Awe: The Manipulation of the Human Psyche [La manipulación de la mente humana].: <https://www.youtube.com/watch?v=zdCPiUcFUs> [visto el 16 Febrero del 2018]. 2 auditivos― la consciencia humana es completamente transvasada a una nueva “dimensión” la cual casi elimina por completo la experiencia básica de nuestra realidad humana terrestre. Todas esas consideraciones tradicionales, las cuales son relativas a las desviaciones del mundo moderno, también corresponden con la cuestión problemática de la “realidad virtual”. Tal parece que entre todos los fenómenos modernos, no hay quizá ningún otro que, en términos de parámetros cualitativos, pueda competir con la “realidad virtual”, porque tiende a eliminar toda cualidad de su sistema. Esto nos permite concluir que se trata del fenómeno más paródico, distorsionado, falsificado y caricaturesco: (i) que es irreversiblemente dualista (ii) que es afín con el “automatismo de cadáveres psíquicos” (iii) que es caracterizado por la disolución, la cual incluso no llega a materialista (iv) que es exclusivamente mecánico y desviado de cualquier esfuerzo espiritual autónomo (v) que yace en conformidad con esa nueva era o mundo el cual es constantemente enfatizado por ciertos círculos (vi) que es marcado por un individualismo mejorado indefinidamente, colectivismo, uniformidad, y demás. En otras palabras, lleva consigo llamativamente aquellas características de una “contra-iniciación” la cual “Al no poder conducir a los seres a los estados ‘supra-humanos’ como la iniciación, ni limitarse únicamente al dominio humano, la «contra-iniciación» los conduce inevitablemente hacia lo ‘infrahumano’.” 3 Hablamos de un universo distorsionado, pues es en su totalidad solo una caricatura de nuestra realidad humana. Las imágenes y los sonidos de la “realidad virtual” son solo imitaciones, reflejos y ecos, esto es, recreaciones basadas en la cantidad de nuestro mundo vivo. Esto también prueba el hecho de que su sistema completo está basado en unidades numéricas desde las cuales evoluciona. Para 3 Rene Guénon, The Reign of Quantity and the Signs of the Times [El reino de la cantidad y los signos de los tiempos], (Hillsdale, Ny: Sophia Perennis, 2004), 263. 3 ponerlo más preciso, está construido por el sistema numérico binario el cual es también el principio subyacente del sistema de computadora. Esto demuestra expresivamente que aquello que lo constituye yace no solo en el espíritu de una cantidad extrema, sino que es también impregnada por un exceso intensificado de dualidad. En otras palabras, su mecanismo está fundamentado en la tensión inherente a la polaridad en la que los elementos (i.e. número 1 y 0) están desconectados de su principio metafísico subyacente. Se mantiene verdadera a la vista de todas aquellas organizaciones que, en un sentido espiritual, han sido sometidos a un cierto tipo de distorsión. 4 A pesar de que la cantidad pura como tal no puede existir, ―“la cantidad pura, no puede ser alcanzada nunca en el curso del proceso de manifestación” 5 ― no obstante, el sistema computacional basado casi por completo en la cantidad, los datos numéricos (bit), y las cuasiindistinguibles unidades, por así decir, se encuentran muy cerca de conseguir este estado. Si examinamos la doctrina tradicional, de acuerdo con la cual el principio de un ciclo humano estará siempre representado por un círculo o esfera, mientras que su final está simbolizado por un cuadrado o cubo 6 , entonces podemos observar un signo muy expresivo. A saber, cada pantalla de computadora consiste necesariamente en pequeñas unidades cuadradas (pixel) desplegadas en computadora por diferentes resoluciones (no importa que tan pequeños sean los cuadrados en la por lo demás, muy usual pantalla rectangular), en la que sin embargo nunca asemeja formas naturales (i.e. formas circulares y realistas). En efecto, hay algo paródico en el hecho de que una cosa la cual no puede de ninguna manera realizar la circularidad, todavía trate de dar esta impresión (i.e. intenta 4 Ibíd., cap. 39. (The Great Pardoy: Or Spirituality Inverted [La gran parodia: o la espiritualidad al revés]). 5 Ibíd., p, 50. 6 Ibíd., cap. 20. (From Sphere to Cube [De la esfera al cubo]). 4 persuadirnos de que no tiene nada que ver con la desintegración y la cantidad sino más bien que representa un nuevo inicio, una evolución, una cualidad ―un Nuevo Paraíso―). Además, si también tenemos en consideración que estos pixeles se caracterizan por una uniformidad casi perfecta, entonces cualquier forma reproducida por estos elementos de imagen será marcada por los mismos rasgos. Esto significa que cualquiera que sea la forma que asuman, estas configuraciones, además de los números y los colores iluminados por los pixeles, no difieren el uno del otro. Por ejemplo, el “agua virtual” tiene la misma naturaleza que el “fuego virtual”. En otras palabras, en el sentido de una jerarquía invertida, las distinciones en un espacio virtual aparecen de tal manera que, en su esencia, ―sean tomadas estas en su sentido horizontal o vertical― no son distintas una de la otra en absoluto. El fenómeno de la “cualidad invertida” puede ser fácilmente perceptible en tal caso como en el que cuando una compañía intenta vender su televisor, diciendo que su nuevo producto transmite una imagen más real que nunca antes. Asimismo, uno se puede encontrar con cierta publicidad que indudablemente sugiere que lo que uno ve en televisión, es más real que la realidad misma. Lo que está implicado aquí presumiblemente coincide con el mismo fenómeno que Guénon considero como logro del “reino de la cantidad” el cual también incluye una modificación real del ‘medio mismo”. 7 Fue también perspicazmente reconocido por el autor posmoderno, a saber, Jean Baudrillard, quien considero a nuestra era como un mundo de “simulaciones” la cual mantiene oculta y alienada a las personas de la realidad. 8 La misma estructura paradigmática puede verse en el caso de los sonidos y la música. Nuestra era está caracterizada por la propagación de música compuesta 7 Ibíd., p.43. Cf. Jean Baudrillard, Simulacra and Simulation, [Cultura y Simulacro] (University of Michigan Press, 1994). 8 5 electrónicamente, interpretada por instrumentos musicales electrónicos convencionales en donde los sonidos son grabados digitalmente y luego reproducidos. Este procedimiento sin embargo, transmuta la música porque el método empleado daña la melodía y por lo tanto el sonido, y así la naturaleza única de la voz humana está parcialmente perdida. Por lo tanto, la música más brillante y el sonido más apasionado adoptan los rasgos de automatismo y alienación. Los sonidos pierden su poder directo, e incluso aunque parezcan reconstruir la música en vivo bastante bien, no obstante, este tipo de música es solo una mercancía que también corta al individuo de la experiencia con sonidos reales. La tendencia de moda, a saber, la captura de fotografías de cosas por cámaras digitales, también juega un papel clave en la creación y la expansión de la realidad virtual, así como la tendencia a equipar a cada persona, objeto y área con cámaras que, se nos dice, debe hacerse por el bien de compartir la experiencia y salvaguardar nuestro sector público. Además del hecho de que este modus operandi facilita la desaparición de nuestro espacio privado y el desarrollo del control total sobre nuestro mundo, también contribuye a la alteración de nuestra realidad humana, mencionada anteriormente. Añadamos también que con esta digitalización caprichosa no sólo "registramos" nuestra vida y nos hacemos a nosotros mismos así como todo lo demás grabable y controlable, sino que también digitalizamos nuestras emociones, pensamientos, recuerdos y actividades ―en otras palabras, nuestra vida entera―. Esto va de la mano con una intensa decadencia al transformar nuestra vida en una realidad alienada. Un ejemplo ilustrativo de este fenómeno es el turista que hace clic incesantemente en su cámara o los jóvenes que tienden a difundir sus vidas en internet, de modo que para ellos la experiencia directa del momento presente no significa nada más que palabras vacías. En lugar de concentrarse en su experiencia real, sólo se preocupan de hacer virtualmente accesibles y recuperables esos momentos de su vida. Por lo tanto, no contribuyen 6 nada a su enriquecimiento espiritual, sino que simplemente dan lugar a la consumación del "imperio virtual". Todo esto corresponde a la bastardización del "ojo que todo lo ve" de Dios, el cual es otro signo de la idea totalmente equivocada que se tiene de los símbolos tradicionales. La cámara percibe sólo el mundo humano, o más precisamente sólo puede detectar parte de su superficie. Así, lo que ve es sólo una imagen fragmentada y distorsionada de nuestra realidad verdadera. No es una coincidencia que ciertas escrituras denoten que el "Anticristo" profetizado aparece en el "final del círculo" como un ser cuya marca más importante es la de ser tuerto 9. Esto nos recuerda la ya mencionada cámara "tuerta" que, repito, sólo tiene una visión distorsionada de nuestra realidad humana. Esto se mantiene cierto incluso en tal caso cuando se examina toda la información recogida por las cámaras, ya que estas visiones de la realidad son todavía accidentales y fragmentarias. En adición, la habilidad de este "ver todo" sólo se aplica a las cosas externas, es decir, no tiene conocimiento relativo a la naturaleza intrínseca de los seres. Además de lo dicho, también es indiscutible que estos fenómenos externos llevan algún magnetismo mágico en ellos. La mayoría de nuestros contemporáneos están hechizados, y esto es, hipnotizados por los últimos productos técnicos de nuestro tiempo. Pensemos solamente en la ubicuidad del Internet accesible, la pantalla táctil, el control remoto, las películas tridimensionales y el software basado en el movimiento ocular, o las acciones ejecutadas en los juegos de ordenador y el "espacio virtual" los cuales tienen todos un carácter milagroso. Gracias a los productos de última tecnología, los usuarios comienzan a pensar que ellos mismos se han convertido en un hacedor de milagros, en procesador de habilidades 9 «Ad-Dajjal fue mencionado en presencia del Profeta. El Profeta dijo: “Allah no está oculto de ti; Él no es tuerto,” y señaló con la mano hacia el ojo, añadiendo: “Mientras que Al-Masih AdDajjal es ciego en el ojo derecho y su ojo se ve como una uva que sobresale."» Sahih al-Bukhari 7407. 7 especiales, y que son el agente de una experiencia insustituible y altamente exaltada. Si ahora tenemos en cuenta que incluso aquellos que por lo demás, podrían vivir sin estos inventos, no podrían realmente evitar sus influencias, entonces, por esta razón, podemos justamente preguntar acerca de si el siguiente pasaje bien conocido del Apocalipsis —“nadie sería capaz de comprar o vender, a menos que tenga esa marca, el nombre de la bestia o el número de su nombre" 10— ¿se refiere al hecho de que todo el mundo tendrá que entrar finalmente en este nuevo mundo? En relación a la "realidad virtual", este criterio también parece cumplirse, ya que provoca tal estado del ser que es más peligroso que el propio materialismo. Es decir, constituye una realidad de naturaleza profundamente volátil, la cual —aunque basada en la materia en la medida en que se necesita de un lugar más o menos palpable de almacenamiento donde la información se puede guardar con el fin de crear un "espacio virtual"— no obstante, no es material en el sentido de que incluso disuelve la experiencia de la seguridad material. Por tanto, transmite tales fragmentos de realidad y fenómenos de ilusión a los usuarios, que son tan inestables que uno puede preguntarse cómo pueden sobrevivir en absoluto. Esto se debe a que toda esta información, que ahora se guarda en servidores remotos, sólo se puede acceder indirectamente, i.e. [id est = esto es] a través de Internet. En consecuencia, en el evento de una avería global del servidor o de un corte de energía, simplemente dejaría de existir como si nunca hubiese existido en absoluto. La naturaleza volátil antes mencionada puede percibirse claramente, por ejemplo, en términos como el "almacenamiento en la nube", o en la tendencia a producir sistemas inalámbricos (Bluetooth, Wi-Fi, etc.) o en reducir la importancia del dispositivo de almacenamiento de datos (HDD). Uno podría referirse también a la 10 Revelaciones 13:17 8 eliminación completa de botones físicamente tangibles de los dispositivos (tecnología de pantalla táctil), y el objetivo de construir teléfonos inteligentes y monitores sin marco. Estos, debido a su translucidez, crearán la ilusión de que los "objetos virtuales" están flotando en el aire, y que la vida vivida por ellos era independiente de los dispositivos técnicos que, en efecto, subyacen su existencia. Consecuentemente, es una tendencia que pretende eliminar el hardware, el vehículo de la "realidad virtual", o para ponerlo más preciso, tiende a fusionarlo con el software con el fin de estimular una especie de inmaterialidad y proporcionar un acceso directo a los "fenómenos virtuales". Además, se puede decir que la realidad virtual intenta asumir la apariencia falseada del principio de unidad, en la que el teléfono o quizás aún más el Internet —que son ambos parte integral de la "realidad virtual"— se dice, de una manera engañosa, que son para conectar a las personas. Al mismo tiempo, sin embargo, esta operación trae la realización de un individualismo extremo en el que una persona que se sumerge en el "espacio virtual" está perfectamente aislada de la sociedad, al igual que en un colectivismo extremo donde todo el mundo es accesible, pero solo indirectamente y sin ningún contacto real y físico en absoluto. Por lo tanto, constituye una atomización la cual es lo contrario a la verdadera naturaleza de la conciencia, ya que posee cualidades tales como la soledad y la unidad, pero logrado algo meramente accidental y limitado. 11 También es interesante el precisamente cómo este estado mental intrínsecamente atómico es reflejado en el mundo exterior, siendo reconocido por el perceptor quien, en cierto sentido, está construido por las formas atómicas mencionadas anteriormente. En esto no sólo debemos ver el signo de la verdad tradicional que proclama que la 11 Ibíd., cap. 6–7. (The Principle of Individuation & Uniformity against Unity [El principio de individuación & La uniformidad contra la unidad]). 9 calidad de nuestra existencia corresponde inextricablemente a la calidad de nuestro estado de conciencia, sino también que ciertos mitos modernos —por ejemplo, la noción de que el mundo está construido sobre átomos— no hacen, de hecho, por proveernos verdaderas explicaciones sobre nuestra existencia. Más bien, simplemente predicen una realidad futura, la estructura invasora del “espacio virtual”. Uno puede sacar una conclusión similar sobre la base de esa hipótesis moderna que afirma probar que sólo hay materia en el universo, y que la así llamada mente o conciencia es simplemente el resultado de algún tipo de interacciones materiales. En el caso de la computadora, es ciertamente verdadero que el software —que es el alma de la computadora— se basa en y se deriva del cuerpo de la computadora, pero esta concepción no se mantiene verdadera dentro del dominio humano. La conciencia humana simplemente no es maquinaria porque no es mecánica, es decir, no es un sistema basado en reglas como el ordenador, y si esto último sucede para mostrar signos de inteligencia es sin embargo incapaz de comprender cualquier cosa en absoluto. A su vez, es una unidad indivisible y autosuficiente, y por lo tanto representa tal totalidad que el ordenador o la llamada inteligencia artificial nunca será capaz de lograr, ya que son impulsados por comandos complejos, y construidos por el hombre, por lo tanto (i.e. el ordenador y la inteligencia artificial) nunca serán capaces de constituir una verdadera unidad. Hoy se piensa que la conciencia humana es maquinaria; y además, se cree que su rendimiento es inferior a las máquinas. A la luz de la situación actual, uno puede hablar por lo tanto de un proceso en el que —después de la relativización de la conciencia y la glorificación de la superioridad de la materia— una realidad parecida a la conciencia se pone en un pedestal, la cual es una mera caricatura, una forma separada y alienada de esta última. 10 Viendo que estas concepciones invertidas han ganado terreno en las mentes de muchos, ciertamente no es improbable que internet y la inteligencia artificial, como la parodia de una "conciencia universal", serán considerados como si siempre hubiesen existido como la fuente misma del universo. Por esta razón, internet, de muchas maneras, puede aparecer como la conciencia universal. Parece ser omnipotente, omnisciente, y también siempre activo, porque está disponible en todas partes y aparentemente nos apoya y nos hace capaces de hacer muchas cosas. Es decir, tiene cualidades que, a primera vista, podemos pensar que son divinas. Es fácil ver, sin embargo, que este mecanismo digital es creado por los seres humanos, y por esta razón nunca será capaz de superar a su creador, ni aproximarse siquiera a un nivel humano, justo como los seres humanos no pueden trascender a Dios aunque lo hayan negado y aunque pretendan que Él jamás existió. El término transhumanismo es muy revelador en este sentido porque habla como si la coalescencia con las máquinas y el proceso de convertirse en maquinaria (cyborg) fueran una especie de trascendencia, un ascenso a un estado superior del ser y la conciencia, esforzándose por superar nuestro mundano estado humano. Sin embargo, es fácil ver que lo que está en juego es todo lo contrario. Vale la pena señalar que el llamado nuevo orden mundial, al que se refieren constantemente ciertos agentes, no es tanto una empresa política. Es decir, no tiene nada que ver con el surgimiento de un nuevo poder temporal y el reordenamiento de una estructura de poder existente, ya que su objetivo es pastorear al pueblo hacia esta realidad radicalmente nueva. Además del hecho de que hay guerras y enfrentamientos en nuestro tiempo que han evolucionado a lo largo de diferentes líneas de demarcación, una cosa es cierta, a saber, que el mundo entero se ha rendido a esta última tecnología. En otras palabras, en contra del enemigo real (i. e. la tecnología moderna y la realidad virtual que es su pináculo) nadie lucha, y en 11 cierto sentido no se puede hacer oposición porque sólo se puede sobrevivir (al menos eso se cree) si uno se postra como todos los demás, ante el altar de la tecnología moderna. Este es un círculo vicioso, en el que la intención de evitarlo conduce a resultados todavía peores. Por lo tanto, se plantea la cuestión de si las alusiones constantes y muy sospechosas al terrorismo y a los diferentes tipos de catástrofes no son más que sugerencias destinadas a hipnotizar a la gente e inculcar la creencia de que este mundo es "inseguro", además de reforzar aún más la creencia de que detrás de este mundo hay uno real: la realidad virtual en la que finalmente vamos a entrar. De acuerdo a ciertas consideraciones, al “final del ciclo” la aceleración continua del tiempo “consume espacio”. 12 Esto obviamente implica que estos procesos — siguiendo los descubrimientos geográficos y las fases de las diversas expansiones temporales— necesariamente tienen que dar lugar a condiciones en las que los seres tienen un espacio físico más reducido. Y en efecto, los partidarios de la "realidad virtual" tendrán que abdicar finalmente todo su propio espacio, y, en la medida en que estén sometidos a los "medios" de la realidad virtual, serán posteriormente privados incluso de la capacidad de mover sus cuerpos. De ese modo se vuelve innecesario viajar de un lugar a otro porque la necesidad de descubrir mundos desconocidos simplemente dejará de importar, ya que la necesidad de conectarse con este nuevo mundo se vuelve predominante. Además, no habrá lugar para explorar misterios que valgan la pena en el mundo de los seres humanos, ya que los registros de paisajes distantes llegarán a la gente mucho antes y les impedirán querer verlos con sus propios ojos. En consecuencia, hace innecesarios los descubrimientos porque los registros hacen surgir la ilusión de que ya eran conocidos. Además de esto, habrá la ilusión de que las personas experimentan unas 12 Ibíd., p.159. 12 vacaciones junto al mar en su propia habitación, por lo que el viaje físico se convierte en uno de secundaria importancia. Lo que realmente observamos es el advenimiento de un nuevo espacio, aunque en otras formas, que es la forma más limitada de nuestra conciencia espacial, ya que da testimonio de una dimensión que se manifiesta precisamente por la negación de un modo de vida superior. 13 En cuanto a la declaración de que "todos los hombres son creados iguales" concierne, parece que se puede cumplir relativamente bien, ya que este nuevo mundo constituye una uniformidad en la que todos están privados de todas las cualidades, y en la que cualquiera puede lograr cualquier cosa. En efecto, en este mundo creado artificialmente apenas habrá distinción sustantiva entre los seres. En términos de "espiritualidad invertida", sería difícil, en el estado actual de las cosas, encontrar una más apropiada que la "realidad virtual". Como es el caso en todas las iniciaciones, podemos, en cierto sentido, hablar también de una transformación que la "realidad virtual" impone a la conciencia. El objetivo de una verdadera iniciación espiritual, sin embargo, es separar la conciencia de su vehículo (i.e. el cuerpo) así como también del estado limitado, simbolizado por la realidad humana terrenal. En el caso de la "realidad virtual", sin embargo, la conciencia no sólo permanece amalgamada con el cuerpo, sino que también tiene más grilletes sobre él. Estos se imponen, por ejemplo, por el uso de un auricular o sus variantes que, para sus usuarios, comprehende tal mundo y produce tal sed terrenal que "constituye una especie de contrahechura". 14 En la "realidad virtual" los seres humanos aparecen como si fueran "omnipotentes": pueden volar y crear milagros, nuevos mundos, individuos y objetos en su mente, pero todo esto se logra a expensas de cerrar aún más las puertas de la prisión de su conciencia. Todo esto está muy en conformidad con el 13 14 Ibíd., cap. 23. (Time Changed into Space [El tiempo cambiado en espacio]). Ibíd., p.242. 13 estado del "Anticristo", en el que la gente es capaz de realizar los mismos milagros que hizo Jesucristo mismo, excepto que estas acciones, en el sentido estricto de la palabra, no se realizan en el mundo humano, y carecen también de la intención de lograr la comunión directa con el Santo Padre. El precio que uno tiene que pagar por el logro de estos poderes especiales y vida mágica es que los seres humanos, por medio de un descenso o degradación causada por este proceso mismo, son cortados de Dios, o en otras palabras, de las posibilidades de realizar estados superiores de conciencia. Esta observación es equivalente al reconocimiento de Guénon cuando argumentó que "el Anticristo ciertamente debe ser el más 'engañado' de todos los seres". 15 ¿A qué podríamos nombrar como un signo de autoengaño insuperable, sino a aquella actitud de un ser que es totalmente ciego no solo a la dimensión trascendente sino también a la existencia humana, mientras sin embargo —debido a las posibilidades dadas por la realidad virtual— se considera a él o a sí mismo como Dios? También implica una cuestión que puede parecer sorprendente a primera vista, a saber, que estar ocupado por los medios que dan nacimiento a la "realidad virtual" no es otra cosa que una participación cotidiana e inconsciente en un ritual satánico. Es decir, en casi cualquier caso, cuando uno entra en contacto con estos aparatos, uno a su vez fortalece y nutre el poder que ha creado esta realidad. Además, si nos fijamos en la norma general y la tendencia transmitida por la radio y los canales de televisión, la conclusión anterior se hace claramente comprensible. Por ejemplo, el cine, o —por ponerlo en otras palabras— la recreación imaginaria colectiva, muestra claramente que lo que está involucrado en esta cuestión también se trata de un nefasto ritual común, en el que encontramos interesantes correlaciones con respecto de, tanto de los diferentes filmes anticipándose al futuro como del 15 Ibíd., p.277. 14 fenómeno volviéndose realidad en nuestra vida. Así se puede ver que lo que se transmitió al público hace unas décadas ahora se ha vuelto realidad en gran medida. Esto probablemente radica en el hecho de que la gente ha comenzado a creer en ello, por lo tanto han creado condiciones favorables para su advenimiento. Un fenómeno extraño también da una tensión oculta adicional al hecho de que la televisión, en paralelo con la desaparición de la sesión espiritista popular anterior, ha ganado una atención cada vez mayor. Además, esto preserva de una manera especial, la práctica de estas sesiones, a saber, la resurrección de los difuntos y la comunicación con los espíritus. Con unos pocos clics en el control remoto podemos "evocar" las imágenes de personas que fallecieron desde hace mucho tiempo como si todos esos fenómenos y poderes ocultos, que una vez habían sido evocados en un marco estrictamente ritual, reaparecieran en la "realidad virtual". Al igual que con los fantasmas y los espíritus, también se puede decir con respecto a estos seres que aparecen virtualmente que ellos también son ciertas coagulaciones y reflejos de un ser que alguna vez vivió, y por lo tanto cargan sólo un residuo del fallecido. En este sentido, lo que se ve en la tele no es radicalmente diferente de la sesión oculta de comunicación con los espíritus, así como del contacto cada vez más penetrante con el mundo de los fantasmas. Uno no puede concebir mayor prueba que el estado mental en el que uno, después de un par de horas de ver la televisión o mirar fijamente la pantalla de una computadora, entra: el efecto parece como si hubiera drenado la vida de nosotros, y nos ha hecho en algún tanto como fantasmas. Por encima de todo lo que estamos tratando aquí está la realización de una cualidad desviada de un avatar —o de hecho dos formas particulares de desviación— que tiene un efecto sobre las personas que son engañadas por esta subversión, (que puede ser mejor referido por la palabra "reencarnación"). Este concepto en cuestión corresponde principalmente a un "descenso" en el que el 15 realizador tiende a olvidarse totalmente de su origen superior y se inclina a unir su génesis con los estratos más bajos de la manifestación. 16 (En esta conexión, vale la pena señalar que para registrarse en algunos sitios web de Internet es necesario obtener la identidad de usuario, es decir, un "avatar" que es una ilustración gráfica personalizada del usuario). Por otro lado, en la forma de las imágenes holográficas tridimensionales que están siendo ahora desarrolladas intensamente, podemos hablar de cierto “renacimiento ascencional”. De lo que se trata aquí es de un proceso de proyección de "formas virtuales" en nuestro mundo, una operación que parece haberse realizado hoy hasta cierto punto, y que corresponde a las realidades fantasmales y sub-terrestres que tienden a infiltrarse en nuestro mundo. La pregunta puede finalmente hacerse sobre si este fenómeno anti-avatárico podría estar asociado con la frase enigmática de la Biblia según la cual: “la bestia que viste es aquella que solía ser pero que ya no es. Volverá del abismo profundo, pero solo para ser destruida. (…) ellos verán esta bestia que solía ser y que ya no es, pero que será una vez más” 17. En el presente estudio, además de dedicar mucha atención al peligro de la realidad virtual, hemos tratado de señalar que si podemos hablar de una caída perteneciente a la conciencia, también podemos asumir que debe haber un movimiento de ascensión de conciencia que es su opuesto lógico. De la misma manera, si uno puede concebir un estado de conciencia que ha sido cerrado dentro de los límites de la "realidad virtual" y por lo tanto descendido a las capas psíquicas subconscientes de los seres humanos, entonces uno también puede considerar su gran opuesto, es decir, una conciencia que trasciende el estado limitado de la propia individualidad. Por lo anterior, podemos tener una imagen más clara de las 16 Ibíd., cap. 39 (The Great Parody: Or Spirituality Inverted [La gran parodia: o la espiritualidad al revés]). 17 Revelaciones 17:8 16 diferencias o incluso de las similitudes que existen entre una verdadera iniciación y su contraparte —es decir, la contra-iniciación cuyas orientaciones se mostraron anteriormente— que se encuentra en una fuerte oposición a la primera. Se deduce que por un conocimiento de este tipo —es decir, por un claro entendimiento de la naturaleza de esta oposición— podemos ser capaces de reorientar nuestra vida, y tal vez poder reconocer que debemos estar, al menos en nuestro propio camino espiritual, tan determinados como los agentes de la contra-tradición que, al presentar un frente inquebrantable, tienden a preparar el terreno para el cumplimiento de las condiciones de una contra-iniciación. Traducido al inglés por Zsolt Sáfián Traducido al español por Apolo Oulios 17