Subido por Mónica Graciela Amado

clase dific. matematicas

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Clase sobre “Dificultades en el aprendizaje de las matemáticas: discalculia.
Elaboración de la clase: Prof. Mónica G. Amado.
Psicopedagogía Operativa. CURZA- UNCo.
Para esta clase, utilizaremos como disparador del tema, el video de youtube: “Discalculia,
la gran desconocida”.
https://www.youtube.com/watch?v=8QGHJuOB75A
La psicopedagoga Pilar Muñoz, desde el Gabinete Tándem, presenta un video Titulado
“Discalculia, la gran desconocida. De una manera muy clara y sintética expresa
consideraciones esenciales acerca de esta problemática, sus causas, la importancia de su
detección y tratamiento.
Analógicamente a la dislexia, se refiere a la discalculia como una dificultad que se expresa
al modo de una ceguera respecto de las matemáticas.
En una segunda entrega, la psicopedagoga Pilar Muñoz presenta un material para trabajar en
la
rehabilitación
de
la
discalculia:
una
solución
práctica.
En:
https://www.youtube.com/watch?v=HxV3Tz3hjTY
Programa para niños con dificultades en las
https://www.youtube.com/watch?v=u_Ok9BvKtLI
matemáticas-
discalculia.
En:
Para la preparación de esta clase sobre “dificultades en el aprendizaje de las matemáticas”
vamos a recurrir a diversos autores.
Tendremos en cuenta la necesidad de poner en dialogo los aportes recibidos de otros campos
de saber, de otros ámbitos de prácticas y contextos de actuación con nuestro objeto de estudio.
A posteriori, sabemos que es preciso adecuar o ajustar la intervención psicopedagógica a los
contextos particulares en los que operemos.
Rufina Pearson (2017), al abordar aspectos generales del tratamiento psicopedagógico de la
dislexia va a decir:
“el tratamiento psicopedagógico se diferencia de una clase particular brindada por un
profesor. Un psicopedagogo, además de tener una visión amplia para evaluar
aprendizajes y las causas de las dificultades, se encuentra capacitado para entrenar
estrategias para desarrollar distintas habilidades. La función profesional es darle al
paciente las herramientas para que pueda aprender en forma autónoma. En el caso de
una dificultad de aprendizaje, se le brindaran estrategias para compensar la dificultad,
y para que las apropie al punto de manejarlas con autonomía. Cuando ese punto se
logra, se da el alta del tratamiento” (Pearson, 2017:135).
Vale aclarar que ella refiere al ámbito clínico.
“el tratamiento psicopedagógico en nada se parece a una clase de un maestro particular
que puede ayudar al alumno a procesar contenidos, pero no a trabajar en la autonomía
del aprendizaje. En relación al contenido, lo que hace el psicopedagogo es darle
técnicas de estudio que le sirvan al paciente para todas las materias, mientras que un
profesor busca que comprenda un en contenido particular. No compiten, sino que cada
uno aborda al alumno de manera diferente y, en muchos casos, complementaria... (…)
la eficacia del tratamiento que se elija debe haber sido probada en investigaciones
científicas. (…) el beneficio o valor agregado de un psicopedagogo (en referencia a un
profesor en educación especial o logopeda o fonoaudiólogo, que, bien podrían haberse
capacitado en la atención especifica a dislexia) es que su formación se enfoca en los
procesos que inciden en el aprendizaje, en cómo se dan los aprendizajes en el desarrollo
cognitivo y en la enseñanza de habilidades especificas….(….) tanto en tratamientos
cognitivos como en destrezas de lectura, escritura y matemáticas, en el manejo de la
atención y la consideración de aspectos emocionales, -aunque no como para realizar
tratamiento psicológico-, áreas que muchas veces se encuentran afectadas y merecen
una mirada profesional para saber cuándo intervenir. (Pearson, 2017:134).
Yendo ahora a las dificultades en el aprendizaje de las matemáticas, y partiendo de los
aspectos más generales que hacen al tema, hemos consultado a Nuria Rosich (2007) quien
aborda en un capítulo de un manual psicopedagógico de Bonals y Sanchez Cano1 (2007)
titulado “Alumnado con dificultades en el aprendizaje matemático”, las dificultades que
pueden presentar los alumnos con déficits visuales, auditivos, sociales, con déficit de
atención, con discapacidad intelectual y/o deficiencias psíquicas (2007:910 a 936).
Conocidas las dificultades, presenta posteriormente metodologías de asesoramiento y de
intervención apropiadas para poder ayudar a este alumnado en lo que hace a la enseñanza de
las matemáticas, el asesoramiento e intervención (2007: 936 a 947).
La autora destaca el carácter de selectividad que fue adquiriendo en el pasado el aprendizaje
de las matemáticas, sirviendo de “filtro” para promover a los alumnos; y cómo, desde la
educación inclusiva y la atención a la diversidad, actualmente se ve la matemática como una
materia que ha de estar al alcance de todos. Parte de reconocer a la matemática como una
herramienta imprescindible que ayuda a comprender nuestro entorno y contribuye a generar
capacidad de interpretar y relacionar fenómenos de nuestro mundo. Dirá la autora citada:
“Las carencias que puedan presentar algunos alumnos harán que en algunos casos no se
puedan realizar todas las enseñanzas matemáticas previstas en el curriculum, y se tendrán
que priorizar algunos contenidos en función del curso, del grado de dificultad y de la
realidad social del alumno” (refiere a lo que entendemos por aprendizajes funcionales y
contextuales).
El aprendizaje de las matemáticas escolares comporta para el alumnado un esfuerzo
intelectual para ser bien aprendidas. A fin de que puedan ser comprendidas por los alumnos,
han de ser presentadas en contextos que tengan significatividad para ellos, pero una vez que
esta comprensión de los conceptos se haya logrado se empieza un proceso inverso de
1
Bonals, J. y Sanchez Cano (2007) Manual de asesoramiento psicopedagógico. Ed.Grào.España.
“descontextualización” para poder ser abstraídas y de esta forma poder ser aplicadas a
diferentes situaciones. El currículo de matemáticas en la educación obligatoria se construye
en espiral, por lo que debemos asegurarnos de que las bases estén bien consolidadas para que
los conceptos de los objetos matemáticos posteriores puedan ser construidos sobre aquéllas.
La razón de mostrar los aprendizajes y metodologías por agrupaciones de alumnos con
dificultades de matemáticas nos facilita la descripción de las mismas, aunque hemos de saber
desde el inicio que dentro de cada grupo de alumnos con dificultades también se muestran
variabilidades, pero siguiendo unas determinadas pautas.
Otro recurso hallado en canal de youtube, que tiene su valor didáctico para esta temática es
una clase impartida por el Profesor José Andrés Lloret2, del Instituto Superior de Estudios
Psicológicos en Madrid, España, de mayo 2018, titulada “Intervención en un caso de
discalculia: cuando 1 + 2 es un stress”. Antes de abordar la discalculia, el profesor presenta
las formas correctas de enseñar las matemáticas a los niños, teniendo en cuenta el
procesamiento cognitivo, las formas o modalidades de aprender según las etapas evolutivas,
y las características genéricas que los estudios de psicología del desarrollo han hallado
respecto de las estructuras “apriorísticas” (intuición matemática inicial, según Dehanese,
1997 y otros) y evolutivas que el infante va construyendo en sus relaciones con los objetos.
En línea con los postulados que plantea el profesor, tomamos una síntesis de una
investigación3 que postula desde el enfoque constructivista:
1) el conocimiento es construido activamente por el sujeto que conoce, no es recibido
pasivamente del entorno.
2) llegar a conocer es un proceso adaptativo que organiza el propio mundo experiencial, es
decir, que no se trata de descubre un mundo independiente, preexistente, exterior a la mente
del sujeto, si no, una construcción de la realidad social, donde el conocimiento se desarrolla
a partir de una conjugación de hechos sociales y cotidianos. Por lo que la enseñanza de las
matemáticas no solo implica el proceso, si no los principios teóricos vinculados con la
cultura, la cotidianidad social.
2
Psicopedagogo, orientador y logopeda, profesor de matemáticas y asesor pedagógico en
Fundación Aprender y Colegio Brot de Madrid. Clase disponible en:
https://www.youtube.com/results?search_query=discalculia
3
Ver estudio del arte sobre procesamiento inicial matemático, en:
https://thelearningsciences.com/site/portfolio-items/estudiodelartesobreprocesamientomatematico/
Veamos otros autores:
Marchesi, Coll y Palacios (2017) en una tercera edición del Manual sobre Respuestas
educativas a las dificultades de aprendizaje y desarrollo, amplían las explicaciones de
esta dificultad.
¿Cómo se accede al conocimiento de los números y del cálculo?
Existen muchas dimensiones implicadas: conocer la estimación de la magnitud, el sentido de
la numerosidad, las habilidades para el conteo y la comprensión, y la utilización de los
algoritmos necesarios para las operaciones aritméticas. También se precisa conocer el valor
del dígito en función de su posición en el número, por ejemplo, aprender que en 16, 580, el
1 representa la centena, el 8 la centésima.
Si se tiene dificultades en uno de los componentes presentados, puede o no tener relaciones
con otras dificultades: eso complica la investigación y la interpretación de los resultados
obtenidos.
El conocimiento de los números y del cálculo incluye otras habilidades, como el lenguaje, el
espacio y la cantidad. (implica términos, magnitud, secuencias). Se necesita comprender la
formulación lingüística, sea de una fórmula o del enunciado de un problema; se necesita
comprender las referencias numéricas para seguir unas reglas de procedimiento que guíen
para su solución; de ahí que exista una relación entre los problemas del cálculo y de la
dislexia.
Según ultimas investigaciones (Macizo, 2016, citado por Marchesi, 2017) el bebé percibe
cantidades, por lo que tendríamos un sistema innato de procesamiento numérico (Dehaene,
2008). Progresivamente, los niños aprenden la secuencia de números pero sin comprender su
magnitud ni poder realizar cálculos entre ellos. Con la representación simbólica del conteo
se produce un salto cualitativo que permite el cálculo preciso yla determinación exacta de las
cantidades. (Marchesi, 2017).
Dificultades en el conocimiento de la numerosidad y del cálculo.
Los problemas con el conocimiento de los números y con la resolución de cálculos suelen
ser denominados “discalculia”. Según Marchesi (2017) la prevalencia se presenta entre el 6
y el 9 %, porcentaje similar al de la dislexia. Geary (2014) diferencia entre “alumnos con
dificultades en el aprendizaje de las matemáticas” y “alumnos con bajo rendimiento en
matemáticas”. Los primeros, son los que puntúan por debajo del percentil 10 en pruebas
estandarizadas en matemáticas durante dos años consecutivos, mientras que los segundos
puntúan entre los percentiles 11 y 25 en dos años seguidos (Marchesi, 2017).
Lo más habitual es referirse a la discalculia como los problemas en el cálculo numérico que
presentan alumnos con un rendimiento académico significativamente más bajo de lo
esperado por su edad, su desarrollo intelectual y la enseñanza recibida. Los mismos factores
que afectan a la cognición numérica pueden afectar también a la inteligencia, y una mala
enseñanza (dispedagogía) puede reforzar las dificultades que inicialmente tenían estos
alumnos.
Portellano (2008) define la discalculia como un trastorno estructural de las capacidades
matemáticas que tiene un origen biológico, sea genético o adquirido, como consecuencia de
alguna disfunción cerebral. Dicho trastorno afecta a las áreas cerebrales que son el sustrato
neurobiológico de las capacidades matemáticas, impidiendo la realización de cálculo, sin que
exista alteración en las restantes funciones cognitivas.
Kosk (1974) la define como trastorno estructural de las capacidades matemáticas que tiene
su origen en un trastorno genético o congénito de aquellas partes del cerebro que son sustrato
anatomofisiológico de la maduración de las capacidades matemáticas adecuadas a la edad,
sin trastorno de las funciones mentales generales.
Marchesi completa una definición desde lo académico:
“(…) Dificultad para comprender y recordar datos numéricos y aritméticos, para conocer
y aplicar el significado de la numerosidad y de la magnitud, para realizar operaciones de
cálculo y para encontrar las estrategias adecuadas para resolver determinados problemas
numéricos. (Marchesi, 2017:207).
Según el DSM-5, la dificultad matemática está comprendida dentro de los Trastornos
Específicos del Aprendizaje. Se define como un “Trastorno caracterizado por una
alteración específica de la habilidad de aprendizaje de la aritmética, no explicable por un
retraso mental generalizado y por una escolaridad inadecuada. El trastorno afecta al
aprendizaje de los conocimientos aritméticos básicos de adición, sustracción,
multiplicación y división (más que a los conocimientos matemáticos más abstractos del
álgebra, la trigonometría o la geometría). Las pautas para el diagnóstico: el rendimiento en
cálculo aritmético está significativamente por debajo del nivel esperado para la edad,
inteligencia general y nivel escolar. Se debe evaluar mediante la aplicación individual de
test de cálculo aritmético estandarizados. La capacidad de lectoescritura y el CI deben estar
dentro de la media normal. Las dificultades para el cálculo aritmético no tienen que deberse
a una enseñanza inadecuada o a déficits funcionales visuales, auditivos o neurológicos.
Tampoco tienen que ser secuela de un trastorno neurológico, psiquiátrico o de otro tipo
adquirido.
Bajo el código 315.1 (F81.2), debe especificarse si el trastorno se produce:
-
Con el sentido de los números,
Con la memorización de operaciones aritméticas,
Con el cálculo correcto o fluido, o
Con el razonamiento matemático correcto.
(Extraído de: Delfior Serrano y Gutiérrez, 2015:).
Orígenes.
Se han formulado diferentes teorías para comprender la discalculia.
Una de ellas afirma que las causas se encuentran en las alteraciones de determinados
procesos cognitivos y lingüísticos, en la memoria de trabajo, la orientación espacial y el
lenguaje. Los problemas de conteo se pueden relacionar con dificultades de atención, de
abstracción, o de falta de automatización esperada por la edad cuando cuentan con los
dedos, aún para resolver sencillas operaciones de cálculo. También suelen presentarse
dificultades para resolver tareas secuenciales, en el manejo del dinero, en el cálculo
estimativo y orientación del tiempo como también en la orientación en el espacio.
Otra teoría alternativa dice que las dificultades se centran en el dominio de las magnitud,
se registra una ausencia de un sentido intuitivo de la numerosidad de los conjuntos, lo que
implica la dificultad de comprensión de las operaciones aritméticas que se basan en el
manejo de símbolos numéricos. Los problemas numéricos y aritméticos se reflejan en una
pobre memoria para los números y para las operaciones, la utilización de estrategias
inadecuadas para resolver los problemas y una comprensión pobre de los procedimientos y
de las leyes aritméticas.
Otro enfoque para explicar la cognición numérica es el modelo de triple código (Dehaene,
Dupoux y Mehler, 1990; Dehaene, 2008, citados por Marchesi, 2027). El primer código se
refiere a la línea mental, es decir, a la distribución de los números de izquierda (los
menores) a derecha (los mayores), un efecto denominado Asociación Espacial Numérico y
Código de respuesta (en inglés serían las siglas SNARC), lo que respalda la influencia de
los problemas espaciales en la comprensión de la magnitud numérica. El segundo código
sería el verbal-auditivo, asociado a las palabras numéricas y a aquellas operaciones que se
memorizan verbalmente, como la tabla de multiplicar. El tercer código sería visual y se
refiere principalmente a las actividades mentales con números arábigos.
Suelen aparecer dos tipos de perfiles de alumnos: aquellos cuyas dificultades se extienden
también a la dislexia y aquellos otros que solo tienen problemas en el área de matemáticas.
Los primeros tendrían un desajuste inicial en los procesos fonológicos y sus principales
dificultades se encontrarían en la comprensión y en la recuperación de la información
verbal. El segundo grupo tendría más problemas en las dimensiones no verbales, si bien la
gravedad de sus dificultades sería menor.
El número de alumnos con discalculia pura es inferior al que presenta ambas dificultades.
Los estudios realizados apuntan más bien a una relativa independencia entre ambas
alteraciones, aunque se encuentra una elevada correlación y componentes de herencia, de
incidencia de factores genético, de funcionamiento cerebral y cognitivo, con fallas en el
procesamiento fonológico, en la memoria y en la utilización de lenguaje y de códigos
verbales.
Existe un amplio acuerdo sobre la función del surco intraparietal (SIP) de ambos
hemisferios como la estructura central para la representación numérica. Sin embargo, los
dos hemisferios tienen una tarea diferente: el cálculo aproximado correlaciona con la mayor
activación del SIP derecho, mientras que el cálculo exacto responde a una mayor activación
del SIP izquierdo. Esta tesis se corresponde con los estudios con pacientes con graves
lesiones del hemisferio izquierdo: manifiestan severos problemas para el cálculo preciso
pero se mantienen las tareas numéricas que solo demandan una aproximación.
Un dato interesante que comprueba Dehaene (1992) es que la representación semántica de
los números sería diferente a la de las categorías semánticas propias del mundo natural, lo
que indica que existen zonas específicas cerebrales responsables de la comprensión
numérica: daños neurológicos en áreas parietales del hemisferio izquierdo impedían la
comprensión numérica, pero no el significado de otras palabras o dibujos.
En este punto Marchesi ve preciso recordar que el entorno humano, los factores culturales,
ejercen una influencia en la maduración de determinadas áreas de la corteza cerebral
responsable de la adquisición del vocabulario, no sólo cuenta el desarrollo ontogenético,
sino que la capacidad de aprender nuevas palabras está estrechamente relacionada con el
vocabulario disponible, es decir, con la variedad y el estilo de interacción comunicativa de
los adultos con el niño (Werker, Fennell, Corcoran y Stager, 2002, citados por Marchesi,
2017).
Los problemas de aprendizaje pueden incidir en la inadaptación emocional, un niño con
problemas de lenguaje puede tener dificultades de adaptación social por sus barreras
comunicativas, situación que influye negativamente en su autoconcepto y en su autoestima,
lo que a su vez puede generar mayor inseguridad para realizar sus actividades escolares.
Ashcraft y Kir (2001) hacen referencia a una “ansiedad matemática”. Es previsible que las
dificultades en la cognición numérica (discalculia) provoque estas alteraciones
emocionales y no a la inversa. También las dificultades de atención y de memoria pueden
afectar las relaciones sociales entre los compañeros. Lo mismo sucede cuando los
problemas se manifiestan en el área de la autorregulación de la conducta y de la expresión
de las emociones. Marchesi afirma que este tipo de problemas cuesta más resolverlo cuando
el alumno no ha desarrollado suficientes habilidades metacognitivas que le permitirían
comprender mejor sus dificultades y buscar alternativas a las mismas.
A su vez, las dificultades emocionales pueden intensificar las alteraciones del aprendizaje.
Situaciones de aislamiento, ansiedad o sentimiento de indefensión reducen el interés y la
motivación para aprender. Las estrategias educativas deben apuntar a la confianza personal
y a procurar experiencias positivas en determinadas tareas de aprendizaje.
Clasificación de las Discalculias.
Kosch, partiendo de esas posibles bases del aprendizaje matemático, propuso en los años
setenta una clasificación muy difundida de diferentes subtipos posibles de discalculia, que
podían presentarse aisladamente o en combinación:
1. Verbal: Incapacidad para comprender conceptos matemáticos y relaciones presentadas
verbalmente.
2. Pratognósica: trastorno en la manipulación de objetos tal y como es requerida para hacer
comparaciones de tamaño, cantidad, etc.
3. Léxica: Describe la falta de habilidad para entender símbolos matemáticos o números.
4. Gráfica: Discapacidad específica para manipular símbolos matemáticos mediante la
escritura, es decir, para escribir números.
5. Ideognósica: Falta de habilidad para entender conceptos matemáticos y relaciones entre
ellos, además de para efectuar cálculos mentales.
6. Operacional: Describe la falta de capacidad para efectuar operaciones aritméticas básicas
de cualquier tipo, verbales o escritas. Este mismo autor, en un estudio con 68 niños con
DAM, encontró que el 35% de ellos mostraban signos menores de trastorno neurológico
(dificultades de orientación derechaizquierda, agnosia digital, etc.) sugiriendo lo que el
denominó discalculia evolutiva.
Se considera que el alumno con dificultades específicas para las matemáticas, discalcúlico,
presenta un conjunto más o menos amplio de problemas añadidos, como son:
(a) Déficits perceptivos: Generalmente, con especial incidencia en el área perceptivovisual
y más concretamente, en las habilidades de discriminación, figura-fondo y orientación
espacial.
(b) Déficit de memoria: En particular, en el funcionamiento y resultados de la memoria a
corto plazo o memoria de trabajo, que dificulta mantener activas en el almacén de memoria
informaciones durante un cierto tiempo... Algo, sin duda, problemático para la realización
de operaciones mínimamente complejas y para la so-lución de problemas.
(c) Déficits simbólicos: Especialmente en el ámbito lingüístico general, pero que también
se registran en las actividades de lectura y escritura.
(d) Déficit cognitivos que afectan a los procesos elementales de pensamiento: comparación,
clasificación, deducción de inferencias, etc.
(e) Alteraciones conductuales: Como en la práctica totalidad de los individuos con
trastornos específicos del aprendizaje, suele apreciarse la tríada hiperactividad/déficit
atencional/impulsividad, unida a menudo a perseverancia.
Según el Profesor Lloret, al explicar el Modelo de procesamiento numérico de triple código
(Dehaene y Cohen, 1995): parte de reconocer que el mayor problema que se expresa en este
trastorno se da en la falta de dominio de los códigos. El código tripartito es: verbal-auditivo/
visual -arábigo y analógico.-(28´minutos). El profesor explica que hay estructuras comunes
en los dos tipos de procesamiento: visual y auditivo. Los niños con discalculia suelen tener
dificultades para pasar de un código al otro. Los niños con dificultades en el lenguaje suelen
tener dificultades en el procesamiento de los números, precisamente porque el dominio de la
matemática implica al uso del lenguaje y la representación.
No es lo mismo una dificultad, un retraso, que una discalculia. Hay problemas perceptivos
que devienen de una deficiencia visual por ejemplo, que pueden incidir en un retraso
pedagógico en matemáticas, pero no lo consideraríamos una discalculia.
Existe pero raramente se diagnostica. Y es posible mejorarla. Un diagnóstico temprano y
una buena intervención mejora sensiblemente el rendimiento del niño/a. no sabemos hasta
donde se podría mejorar … posiblemente cada perfil discalculico es distinto y las
posibilidades de mejora son diferentes también. Los síntomas de discalculia aparecen a la
edad escolar de primero o segundo año de escuela primaria, pero en general docentes y padres
no se percatan hasta tercero, cuarto o quinto grado. Una detección temprana se considera en
esos dos primeros años de escolarización pero casi no se diagnostica, y cuando se lo hace, el
chico ya suele presentar otros síntomas de concomitancia emocional, de rechazo o aversión
a las matemáticas, miedos, evasiones, ansiedades.
¿Por qué no se diagnostica? Porque ha costado tener un buen modelo de evaluación de la
discalculia, así como en la dislexia, quedan muchas lagunas todavía, muchas cosas por
definir, faltan herramientas. Los manuales traen información y propuestas didácticas de
recuperación pero para las matemáticas dejan un margen pequeño. Se conocen dos test pero
ambos son para evaluar con baremos correspondientes hasta 3ero de escuela primaria 4.
La falta de una herramienta clara hace que el diagnostico se dificulte. Pero esto no es lo mas
importante. Puede serlo a los fines administrativos, para iniciar una rehabilitación especifica,
clínica. Pero lo que es mas importante es conocer o tener un buen perfil de las características
del aprendizaje matemático. Un perfil quiere decir cuáles son sus puntos fuertes, que es lo
que sabe de matemáticas, que es lo que ha aprendido, que es lo que le cuesta mucho aprender
o no ha aprendido, y de qué manera lo ha hecho. Si tenemos eso, tenemos lo fundamental,
porque eso nos permite poner en marcha la enseñanza.
Habilidades básicas para aprender matemáticas: verbales, lectoescritura, visoespaciales,
memoria, funciones ejecutivas. Pero además hay un componente fundamental que es que el
4
https://www.orientacionandujar.es/wp-content/uploads/2017/07/EVALUACION-DE-LA-DISCALCULIA.pdf
niño quiera aprender matemáticas. Si el niño ya no quiere aprender, tendremos que ir por otra
vía, ya que toda intervención tiene que empezar por el componente emocional, hasta que
volvamos a enganchar al niño.
Una evaluación de dificultades en matemáticas siempre tiene que tener: un Perfil de
desarrollo cognitivo, funciones ejecutivas, especialmente atención y memoria de trabajo,
habilidades visoespaciales y perceptivas, lectoescritura (porque existe comorbilidad alta, y
porque los problemas en el lenguaje van a afectar el desarrollo matemático), habilidades
numéricas y de calculo. Aprendemos matemáticas por vías multisensoriales, de ver, de
tocar….
Fundamental contextualizar el aprendizaje. Las matemáticas no se hacen sobre los números,
las matemáticas se hacen a partir de situaciones que nosotros estamos tocando, manejando,
los objetos, que hacen a la vida cotidiana. Tenemos que trabajar la construcción del
aprendizaje matemático, y conociendo el proceso de simbolización al que llegó desde la
situación a la que yo me enfrento, hasta la forma de presentarla numéricamente. Ese es un
proceso que hay que hacer continuamente. Construir una situación y expresarla
posteriormente en lenguajes lógicos-matemáticos, para que la representación sea con
significado. Este proceso de simbolización es un paso para adelante y un paso para atras; si
no se comprende, y habrá que cambiarla, habrá que probar con otros objetos, otras
situaciones. Asi haremos también con las fracciones. Pero todos los niños deben tener
posibilidad de vivir esas experiencias de construcción. Sino los niños con discalculia no van
a construir nunca. Una intervención programada tiene que tener en cuenta todos estos pasos
de simbolizacion.
El Profesor Lloret presenta el caso de una niña que está repitiendo 4to año de primaria.
El niño aprende a partir de situaciones contextualizadas. La escuela debe tener claridad en
los criterios de enseñanza de las matemáticas. El aula también. El niño discalculico va a
necesitar siempre un programa de intervención individualizado, pero si el aula en el que esta
el niño no presenta un programa de enseñanza ordenado, el programa individualizado para el
niño, en ese contexto, tampoco va a funcionar. Juegos en el aula donde el niño pueda construir
razonamientos. Para razonar necesitamos el lenguaje. El niño tiene que hablar para poder
razonar. Y tiene que hablar sobre una situación concreta, primero va a hablar sobre esa
situación, y luego la va a simbolizar. Y habiendo repetido muchas veces ese proceso, es como
el niño mejora su capacidad y desarrolla su habilidad para pensar/ operar. Hay unos
materiales como los bloques dines, o las fichas de dominó matemático, que son puentes,
intermedios necesarios entre la situación concreta y el proceso de simbolización. Con
problemas matemáticas enunciados a partir de lo verbal solamente, el niño no va a lograr
aprendizajes sólidos.
Habilidades para el aprendizaje de las matemáticas:
1. Habilidad física de ver números y palabras.
2. Habilidad de generalizar en un mismo concepto diferentes símbolos que representan
una misma idea.
3. Habilidad de estimar o aproximar cantidades
4. Habilidad de retener información en la memoria
5. La habilidad para almacenar y utilizar procedimientos
6. Habilidad de almacenar conceptos y utilizarlos correctamente.
7. Habilidades gráficas
Según el diccionario Enciclopédico de Educación Especial, se trata de una dificultad
específica para calcular o resolver operaciones aritméticas. No guarda relación con el nivel
mental, con el método de enseñanza utilizado ni con trastornos afectivos, pero sí suele
encontrarse asociado con otras alteraciones.
No suele darse aislada sino que parece secundaria y dependiente de otros trastornos.
Tipos de discalculia señala, basándose en Hécaen.
a) Dificultad para el aprendizaje de los signos numéricos, que suele presentarse asociado
a problemas de lenguaje oral y escrito.
b) B) dificultad para adquirir los automatismos necesarios para realizar las operaciones
aritméticas, que también acompaña a alteraciones de lenguaje.
c) Dificultad para ordenar los números de acuerdo con una estructura espacial. Con
frecuencia se asocia a “desorientación espacio-temporal”.
Hay dos grupos con características diferenciales:
a) Verbal, que se manifiesta en la dificultad de simbolización (aprendizaje de los
símbolos matemáticos) y su relación con la noción de cantidad;
b) Espacial, que determina la dificultad de ordenación de cifras y colocación de
cantidades.
En el caso del adulto se utiliza el término acalculia para designar un desorden adquirido en
la facultad del cálculo.
Tallis (2003) citando a Benton (1971) propone una batería para la exploración de la
discalculia (en el adulto) constituida por doce test breves:
1) Valoración cuantitativa de números presentados oralmente (por ejemplo, el paciente
debe decir si es mayor 8 o 12 años, 23 o 31, 511 o 389).
2) Valoración cuantitativa de números presentados visualmente, es decir, el paciente
examina los mismos números anteriores por escrito y tiene que indicar cuál es mayor.
3) Leer números en voz alta.
4) Indicar los números escritos que son leídos por el examinador.
5) Escribir números al dictado.
6) Escribir números copiándolos.
7) Se invita al paciente a contar en voz alta de 1 a 20, de 20 a 1 y de 1 a 20 de 2 en 2.
8) Se pide al paciente que valore el número de elementos contenidos en seis series
continuas y discontinuas que se le presentan visualmente.
9) Cálculo aritmético oral.
10) Cálculo aritmético escrito.
11) Juzga la capacidad de razonamiento aritmético.
12) Juzga la memoria inmediata del paciente para pruebas de cálculo, de vez en cuando
se le pide que repita un problema que acaba de resolver.
La primera parte de la batería: comprende los ítems del 1 al 6, permite efectuar un juicio
bastante preciso sobre la capacidad del paciente para comprender los números que le son
presentados en forma oral o escrita.
Los ítems 7 y 8 son útiles para evaluar las operaciones de contar. Dan una idea sobre las
capacidades de base necesarias para el cálculo aritmético, el fallo en ellos indica una
grave alteración de la memoria y de la atención prolongada o graves dificultades
visoperceptivas.
Los ítems 9 y 10 investigan el cálculo en sí.
El componente espacial de la ejecución se valora examinando los distintos aspectos del
comportamiento del paciente. Se busca el fallo en la lectura de la primera cifra de un
número, la incapacidad para mantener la línea de la escritura, la incapacidad para dibujar
un número, la dificultad para contar una serie discontinua y finalmente se valora si el
cálculo escrito está más afectado que el oral.
Obviamente, para juzgar el rendimiento ate pruebas matemáticas hay que tener en cuenta
su nivel educativo y cultural.
Cuando un maestro informa que un alumno tiene dificultades en las matemáticas, el
neuropsicólogo deberá determinar si esa dificultad incluye los conceptos matemáticos o
el proceso de enumeración o a un trastorno de secuenciación o de alteraciones espaciales.
La discalculia, como la dislexia, pueden reflejar problemas verbales, espaciales, mnésicos
o cognitivos; distintos niños pueden fallar en las mismas tareas por razones diferentes.
La aptitud para las matemáticas puede evaluarse mediante pruebas pedagógicas objetivas
o tradicionales, mientras que los procesos neuropsicológicos subyacentes requieren de
otros procedimientos, tipificados o no, pero siempre dentro de un contexto clínico: que
se determine el estadio de pensamiento, factores verbales, espaciotemporales, mnésicos
y cognitivos del cálculo.
Tratamiento psicopedagógico:
La Dra. Rufina Pearson (2020) ha publicado recientemente un manual donde presenta de
manera detallada tanto pautas operativas para el tratamiento de esta dificultad como también
el tipo de material empleado en su abordaje clínico. En el mismo aborda también el
diagnóstico y pruebas sugeridas para la confección del mismo.
Desde el punto de vista reeducativo, existen muchos manuales en páginas web, así como
también materiales operativos al alcance de todos.
Tallis y Soprano (2003) recomiendan que, aunque el peso de la recuperación se incline sobre
los aspectos en los que presente una mayor dificultad –de simbolización o de estructuración
espacial-, no se debe descuidar una mirada global que abarque todos los factores implicados
en el aprendizaje.
Tallis y Soprano (2003) sugieren los aportes de la teoría psicogenética, el enfoque que brinda
Meljac, C. (1979).
Feldman (1980) diseñó un método específico “Aritmética en niños con problemas de
lenguaje” donde propone pesquisar los patrones de fallas aritméticas, presenta los distintos
enfoques teóricos y propone una secuencia de trabajo educativa desde la etapa
preoperatoria, integrando: Relaciones Asimétricas (conceptos grande/chico, alto/bajo;
gordo/flaco; ancho/angosto), cuantificadores, seriaciones, clasificaciones.
Los pasos que propone respetar comprenden: nivel corporal, nivel psicomotor, nivel de
reconocimiento perceptual, nivel de apareamiento perceptual, nivel verbal puro.
La iniciación a la aritmética mediante técnicas psicomotoras, y uso de material de soporte
espacial: planchas de papel cansor Nº 5, cartoncitos con nº, botones de colores, objetos de
cotillón, cordones, etc.
La introducción a la suma, y el aprendizaje progresivo que el niño irá haciendo está ordenado
en secuencias de presentación de material y consignas., que permiten el dominio de unidades,
decenas y centenas para operar con material concreto y figurativo. La resta, la multiplicación
y la división también son desarrolladas en pasos metódicos, donde el autor recomiendo al
educador el uso de frases breves, con un orden sintáctico simple (sujeto, verbo, objetos,
circunstanciales), prescindiendo de usar pronombres demostrativos (éste, aquel) apelando a
sustantivos aunque haya que repetir los mismos.
Fuentes consultadas y bibliografía:
Delfior Citoler, Silvia, Serrano Chica, Fracisca y Gutiérrez Palma, Nicolás.(2015).
Dificultades específicas de aprendizaje. Ed. Sintesis. Madrid.
Diccionario enciclopédico de Educación Especial. Santillana. Madrid. 1986.
Marchesi, Alvaro (2017). Dificultades de aprendizaje en lectura y en cálculo. En: Marchesi,
Alvaro, Coll, Cesar y Palacios, Jesùs (comp.) Desarrollo psicológico y educación. Respuestas
educativas a las dificultades de aprendizaje y del desarrollo. 3era. Edición. Madrid.
Tallis, Jaime y Soprano, Ana María. (2003) Neuropediatria. Neuropsicología y aprendizaje.
Ed. Nueva Visión. Bs. As.
https://www.youtube.com/watch?v=lWfAZPtzAJc
Victoria
Alvear
presenta
una
exposición
https://www.youtube.com/watch?v=4gIWlAwDjOw
sobre
discalculia
en:
También muestra el trabajo con niños en la segunda parte de este video:
https://www.youtube.com/watch?v=4gIWlAwDjOw
Ejercicios para mejorar la discalculia en casa: en
https://www.youtube.com/watch?v=xImfeba1I5g
Pearson, Rufina (2018) Dislexia. Una forma diferente de leer. Paidós. Bs. As.
Pearson, Rufina (2020) Tratamiento psicopedagógico. Ed. Paidós. Bs. As.
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