QUINTAESENCIA Cuadernos de Estudios Templarios 1 QUINTAESENCIA, 2003, Nº 1 2 ESTRICTA OBSERVANCIA TEMPLARIA ©: Número 91.158 del Registro de Asociaciones (Ministerio del Interior – Gobierno de España) Presidente – Rector: Román-Roberto Rey Freijomil Vicepresidente – Ecónomo: José-María Cuairán Agulló Relaciones Humanas – Madre Capitular: Ana María Delgado Márquez Secretario General y Maestro de Ceremonias: Rafael Pérez y Pérez Secretario y Guardatemplo: Miguel Ángel Barroso Lanza Relaciones Externas:Miguel-Ángel Maillard Martín Aprovisionamientos y Socorro Templario: Noelia Alda Álvarez Asesor de Asuntos Masónicos y Tradicionales: Juan Manuel Sanz Casuso Asesora de Asuntos Sociales: Rosa María da Costa Hernández Diaconisa Adjunta al Capellán: Luz Marina Rodríguez Alberto QUINTAESENCIA ©: Cuadernos de Estudios Templarios. Los textos de doctrina templaria y su traducción están amparados por el copyright © y no pueden ser reproducidos ni difundidos sin la autorización expresa de un miembro de la Junta Rectora de la Asociación. En los textos, fotografías e imágenes que aparecen en estos Cuadernos citaremos, siempre que lo conozcamos, al autor y el medio de publicación. QUINTAESENCIA © es un Cuaderno de difusión limitada exclusivamente para los miembros de la Estricta Observancia Templaria y Agrupaciones afiliadas y no pretendemos, bajo ningún concepto, hacer uso indebido de la Propiedad intelectual ajena. Realización y Traducciones ©: Taller Merlín 3R Las cuotas legalmente establecidas y las donaciones voluntarias tienen como única finalidad el mantenimiento y mejoramiento de las estructuras de nuestra Asociación. 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Venidos de Oriente y de Occidente, los totalitarismos económicos e ideológicos (políticos o religiosos) son los motores de un Yalta permanente para la desintegración del alma del mundo, siendo los países de Tradición Templaria de Europa la última muralla en el seno de la civilización cristiana. Nuestro propósito no es, aquí y ahora, analizar por qué la Unión Europea es un conglomerado de intereses, cuyos hilos mueve Washington bajo la sombra de la Trilateral y otros Grupos de influencia política y financiera, todo ello aceptado dócilmente por los necios burócratas de Bruselas, renunciando a sus raíces culturales y espirituales cristianas. Afirmo, simplemente, que existe una razón fundamental para presentar a Europa como una vieja rica y decadente: la idea de Europa es inseparable de la idea del Hombre. Prostituyendo a Europa, se prostituye al Hombre. Yo, Soldado del Cristo, en comunión con la Caballería Templaria en su alma y figura perdurables, te invito, para la restauración y la supervivencia del hombre, a una suprema cruzada de todos los que saben que la Ciudad de los hombres, raíz y prefiguración de la Ciudad de Dios, puede encontrar la armonía, el equilibrio y la esperanza, por la encarnación y la actualización de la Ley Divina que el “hijo del hombre – Hijo de Dios” ha manifestado en su rigor y en su amor. Hermano mío, acepta mi mensaje como un grito venido del Temple para la salvaguarda y la divina promoción del humano: es éste un mensaje de amor fraterno. Es imperfecto y total como el amor. Si lo comprendes y evocas en el transcurso de tus luchas cotidianas, párate, léelo, escúchame y hazme una señal: nosotros nos reencontraremos. Pero si no retiene ni tu atención ni tu corazón, el será la botella perdida en el mar creciente del materialismo hasta el día en que, proyectada por el maremoto que marcará el fin de nuestro tiempo, se fragmentará sobre la roca dorada del orgullo para revelar a los supervivientes, de los que yo quisiera que tú fueses uno, la llave de la Vida eterna: Dios te ama, Dios te ama, Dios te ama. Péronic, Colegio Templario © QUINTAESENCIA, 2003, Nº 1 4 EL COMPLOT CONTRA EL HOMBRE © (I) El adversario encarnizado de la aventura divina en el hombre es esa falsa conciencia que nos inventamos complacidamente por una interpretación errónea de nuestro mental. El mental, fruto de las proyecciones de nuestro subconsciente, es el receptáculo, el crisol en el corazón en el cual se reagrupan y se combaten nuestros instintos animales, los propios del hombre “natural”. ¿No es esto, de alguna manera, el Infierno que las mitologías y los dogmatismos quieren situar un poco por todas partes? Entonces, este poder instintivo, infernal, lejos de ser destruido, debe ser dominado para servir al Espíritu que se manifiesta en nuestra verdadera conciencia, esto es, nuestro Ángel Guardián, nuestro Hermano espiritual en comunión constante con la Conciencia Universal. Nuestra existencia no es otra cosa que esta formidable tensión entre el hombre viejo que hemos llegado a ser y el hombre nuevo que debemos llegar a ser. Nuestro combate para que predomine la voz de nuestra conciencia divina es un combate permanente contra las impurezas bajo todas sus formas: la codicia, las aberraciones verbales, el orgullo, todos ellos frutos del Príncipe de las Tinieblas y que se nos quieren ofrecer como signos de nuestra liberación. Porque es en nombre de la libertad que los demagogos de púlpito, de tribuna y de los medios de comunicación han engendrado y cultivado la esclavitud y el avasallamiento del hombre. Bajo la bandera del liberalismo avanzado son legalizados los crímenes contra los niños antes de nacer, la ley del divorcio mal interpretada es el pretexto para la disolución de la pareja tal y como está inscrita en la Ley divina de creación y rescate, la “responsabilidad” del niño y del adolescente dan lugar a las emisiones en las que, sin vergüenza, se instala entre las generaciones la hostilidad y el odio al precio de una vida familiar sin darnos cuenta de que es ella, precisamente, el último bastión de la humanidad. La servidumbre pasa por el condicionamiento y este por el embrutecimiento. De la cuna a la sepultura, el hombre está literalmente acosado por los modernos medios de difusión y de presión: prensa, radio, televisión, Internet, sondeos, etc., que, con la ayuda del cine y una parte muy importante de la literatura, tienden no a su evolución, sino a su regresión o mejor todavía, citando a Salvador Dalí, a su “cretinización”. MEDIOS DE COMUNICACIÓN DE MASAS El poder de los medios de comunicación de masas reside en el número de personas a las que alcanza y en la actitud pasiva de la muchedumbre. Es de notar que la mayoría de los usuarios prefieren sintonizar emisoras que difundan programas que no necesitan ningún esfuerzo de atención y, por consiguiente, el contenido penetra más fácilmente en el mental y en el psiquismo de los oyentes no avisados. En los países occidentales, el primer gesto de la mañana es encender la radio, la televisión o el PC, cuando todavía no nos hemos despertado del todo. La radio está en el cuarto de baño y preside el desayuno y el trayecto hasta el lugar de trabajo. Son QUINTAESENCIA, 2003, Nº 1 5 numerosas las empresas en las que su audición está permitida. Y el regreso al domicilio se efectúa en las mismas condiciones, y una vez en casa, todos a ver la televisión (o conectar el PC a Internet) cuyo poder de sugestión es considerablemente superior. Unas veces, los medios desatan sobre la población la violencia y el estupro a la vista de todos, incluidos niños y adolescentes fragilizados por la dejación de muchos padres, con espectáculos que incitan a todo tipo de desajuste. Otras veces, se transforman en instrumentos frenéticos de propaganda publicitaria con miras a la compra compulsiva del espectador. En fin, otras veces los medios transmiten la imagen de algunos deportistas en plena acción a varios millones de espectadores pasivos a los que se les procura sin esfuerzo por su parte las sensaciones que buscan… y se insiste con regodeo en el costo del traspaso de un jugador o repiten una y otra vez “el gol de la jornada”. Algunas veces, los campeones que aparecen sobre la pantalla, transformados en carteles vivientes, celebran las bondades de tal o cual producto, incitando a su consumo sin ton ni son. Así, el dios del dinero ensucia las actividades más desinteresadas para hacerlas instrumento de condicionamiento y de inversión de los valores humanos. Durante este tiempo, y como obedeciendo a la batuta de un invisible director de orquesta, las muchedumbres patalean, se inquietan, chillan de rabia o de alegría, no pensando en otra cosa (tal es lo que se pretende). JUEGOS DE AZAR Para mejor aturdir al cliente y hacerle suspirar ante su codicia, ya exacerbada, las promesas de un El Dorado tan deslumbrante como improbable, tenemos las lotería en sus múltiples facetas del jueves, del sábado, loto, bono-loto, primitiva, quinielas… La prensa popular (y los medios del Estado) lanzan a la admiración pública al afortunado que ha tenido un pleno, haciéndole creer al incauto ciudadano que, con un poco de suerte, él también podrá ser millonario. Ya sabemos el eslogan: “que la suerte te acompañe”. ¿Cuándo caeremos en la cuenta de que la principal meta de la lotería es alimentar al Tesoro Público, o a quienes se inventan un juego–lotería en Internet, por ejemplo? Los matemáticos lo saben muy bien. EL AUTOMÓVIL Y he aquí el automóvil, con sus pompas y circunstancias. Es esta una distracción cara para el usuario y para el país que debe pagar su petróleo en divisas. El coche se ha convertido en el medio de transporte imprescindible a causa de una política inmobiliaria insensata que provoca el crecimiento imparable del flujo y reflujo diario de trabajadores que van de la ciudad-factoría a las ciudades-dormitorio que la circundan. Es también el automóvil un medio para intentar escapar del ambiente inhóspito de la existencia cotidiana para capturar periódicamente, en una especie de trashumancia, un poco de aire y si es posible de calma. Es sobre todo un medio de afirmación personal, de expresión y de desahogo de las pulsiones de dominio y de violencia reprimidas por los apremios sociales. QUINTAESENCIA, 2003, Nº 1 6 Soporte de una cierta libertad –siempre relativa por otra parte- de movimiento, signo exterior –más a menudo engañoso- de prosperidad, el coche es el bien al que cada uno aspira, tenga o no posibilidades económicas de adquirirlo, y para su obtención no se repara en sacrificios, recurriendo a veces al delito. Y he aquí, una vez más, un medio de distracción transformado en factor de esclavitud. Sería bueno que los conductores, de regreso a casa, y en medio de enormes atascos y embotellamiento, reflexionasen un poco acerca de esta servidumbre. Cuando el ciudadano tiene que pagar sus compras, más allá de sus verdaderos deseos y necesidades, y calmar la sed de sus apetitos consumistas creados artificialmente en aras del mito del progreso material ilimitado, comprende que sus medios económicos no son suficientes. Y entonces reivindica. Y reivindica, mezclando demandas legítimas relativas a la obtención de un nivel de vida digno y decente, con eslóganes ideados por los manipuladores que quieren tener de su lado a los descontentos, tengan razón o no. A menudo tales reivindicaciones son cuando menos contradictorias: no se puede pedir a la vez lluvia y buen tiempo. Peronic, Colegio Templario © QUINTAESENCIA, 2003, Nº 1 7 AMANECER INTRODUCCIÓN © “Ni rencor ni venganza, que sólo resplandezca la Verdad, y que la Justicia al fin sea restituida” ¡VIVA DIOS, SANTO AMOR!” Bajo el título genérico de "AMANECER", iniciamos la publicación paulatina de una serie de textos que conformarán tres grandes cuerpos de Doctrina, y corresponderán sucesivamente a los planos del Cuerpo, del Alma y del Espíritu. ¿Por qué esta división y estas correspondencias? ¿Es tan difícil responder a estas cuestiones que la Doctrina Templaria precisa de tres grandes bloques diferenciadores de expresión? De hecho, sí, pues si bien la respuesta en sí misma precisaría tan solo de unas líneas, éstas inmediatamente provocan multitud de cuestiones inherentes a los tres planos citados, y sería poco leal por nuestra parte dejar al hermano lector a mitad de camino. La Manifestación actual del Temple Eterno a través de canales como la Estricta Observancia, no puede ser claramente comprendida si no se dispone de un mínimo de nociones relacionadas con el Verdadero Conocimiento. Este, que es algo más que un simple cúmulo de conocimientos (en plural y con minúscula), concierne a los tres Planos: Cuerpo, Alma y Espíritu, así como a sus relaciones e interacciones mutuas. Ahora bien, en nuestros días, la mayoría de los hombres no conciben otro aspecto de las cosas que el meramente material. Algunos, entre los más eminentes a los ojos de este mundo, llegan al extremo de negar categóricamente “la QUINTAESENCIA, 2003, Nº 1 8 existencia de todo aquello que no pueden evaluar, pesar, medir, sentir directamente”. La andadura a la que invitamos al lector "tocado" por la llamada de la Orden del Temple es, en cierta manera un proceso de aprendizaje y queremos señalar que tendremos en cuenta el punto de partida de cada uno para no salirnos bruscamente del campo de ideas que a cada cual le son familiares. En el transcurso de los últimos quinientos años, el indispensable desarrollo de las aplicaciones de la facultad racional y de una reacción perfectamente justificada contra un oscurantismo multisecular, han atribuido a la competencia de los mitos un buen número de nociones además, muy mal asimiladas, pero tras las que se ocultan ciertas verdades fundamentales que deben ahora ser difundidas con las precauciones necesarias para salvaguardar el equilibrio de cada uno. Sin que la comparación que sigue tenga el más mínimo carácter vejatorio, está claro que un alumno de la escuela primaria, si en rigor puede leer los textos de uso en las aulas universitarias, evidentemente no puede asimilar ni comprender su contenido: dichos textos, redactados en un lenguaje extraño, tratando materias no habituales y analizando principios para él desconocidos, provocarán su hilaridad, cuando no una absoluta confusión mental. Así, numerosos adeptos a imagen del mismo Jesucristo han sido puestos en ridículo por un numeroso grupo de personas que en algunos casos estaban (y están) animados de las mejores intenciones. Es pues, necesario, ya que pronto va a "sonar la hora” en la que será expuesto a plena luz todo aquello que hasta ahora ha estado "oculto a las tinieblas ", y que la sociedad en general, y los que sienten la llamada del Temple en particular, se familiaricen con una cierta manera, quizá nueva para muchos, de tratar las cuestiones que serán presentadas por la Orden a través de los órganos de expresión canalizados y presentados por la Estricta Observancia. En una primera fase de aproximación al público interesado, sólo expondremos una parte de esclarecimientos acerca de fenómenos diversos, denominados por el mundo profano como "extraordinarios "; del mismo modo, diversos acontecimientos que plantean problemas insolubles a los historiadores y que constituyen tantos enigmas desprovistos hoy por hoy de solución serán prudentemente desvelados en las páginas de AMANECER. Estos hechos, que no le quede la menor duda a nadie, serán vueltos a tratar en un futuro no excesivamente lejano (pues tampoco queda mucho tiempo), y las aparentes QUINTAESENCIA, 2003, Nº 1 9 contradicciones actuales desaparecerán. Tal es el auténtico tratamiento “hermético” de los problemas que hemos adoptado. En una segunda etapa de enseñanza, expuesta oralmente en nuestras Aulas y reproducida en estas páginas, etapa o ciclo dedicado al Alma, trataremos todo en mayor profundidad. Entretanto, los conocimientos científicos de la Humanidad también habrán progresado, y según el grado de madurez alcanzado por ésta en el momento de iniciar nuestro 3° Ciclo de Enseñanza, quizá sea posible acercar el Verdadero Conocimiento y muchas cosas serán dichas y explicadas, cosas que actualmente provocarían un escándalo inútil. Sabemos que esta afirmación hará sonreír con indulgencia a ciertos "espíritus fuertes", mas nosotros insistimos en afirmar que la parte más importante del Conocimiento no es aquella que concierne al plano material, pero sí la que se refiere al plano intermedio entre este último y el plano puramente espiritual. Cosa curiosa, estamos hablando del verdadero Amor… Quien entienda… Si algunos deben sonreír, otros, en cambio, no sonríen en absoluto. Entre ellos figura el lector vocacional, asiduo, ordenado, inteligente y lógico, dispuesto al esfuerzo, al sacrificio de las ideas recibidas, y ansioso por llegar, en un acto de servicio, a la comprensión de ciertos misterios. Que éste no se desanime y acepte acompañarnos por el Sendero. Después de la lectura metódica de nuestros textos doctrinales (y su asunción), quizá llegue a ser un Adepto Perfecto. Ese día Dios, que es Amor, habrá reclutado un Soldado más... ¿POR QUÉ EL RESURGIMIENTO DE LA ORDEN DEL TEMPLE? © Esta es la legítima pregunta que tú, amigo y hermano que esto lees, puedes hacerte. Mejor aún: pregunta que debes hacerte si es que no eres indiferente ni al destino de los "Pobres Soldados del Cristo", desde el Medioevo hasta nuestros días, ni a la historia de nuestro planeta y sus habitantes, de cualquier color, raza, religión o nación. Esta extensa obra doctrinal, que genéricamente denominamos "AMANECER", responderá a tu pregunta inicial y a través de la asunción por ti de esta doctrina templaria irás conociendo a los Guardianes depositarios de un auténtico Conocimiento transmitido sin solución de continuidad al seno de la Iglesia Interior que constituye la Orden del Temple. QUINTAESENCIA, 2003, Nº 1 10 Discretos y no secretos, los Templarios explican, exponen y desvelan algunas veces su verdad, sin sectarismo ni vanidad, pero con la autoridad moral del que sabe. No piden que la verdad Templaria sea admitida por todos. ¿Cómo podrían hacer tal cosa? Si el Hombre es libre, como creemos, nadie puede violar su conciencia ni su Alma. Hermano, Hermana que lees esto: ¿eres sensible a la demagogia de la palabra de los tribunos de todo tipo, a los cinceladores de palabras seductoras pero huecas, al mensaje de los entintadores de papel? Si es así, créeme: no sigas adelante. Tu sitio no está con nosotros. No pierdas tiempo. No es agradable para ninguno de nosotros tener que retocar, cuando no destruir, el paisaje ideal y placentero de una sociedad, de un universo, hecho a la medida de cada uno. Es por eso que te invitamos a que nos concedas un poco de atención, al menos el tiempo de una primera lectura. Los Templarios no somos utópicos ni iluminados, de esos que imaginan poder cambiar, a golpes de palabras mágicas, la loca carrera de este mundo hacia un desierto horrible donde abundan los espejismos mortales para el cuerpo, pero también para el alma y el espíritu, asunto este que se quiere ignorar sistemáticamente. Si aparentemente carecemos de ilusiones, ¿por qué hablamos?, ¿por qué escribimos? Pues porque creernos que nuestra Misión -y nuestra obligación-, como prolongación de lo que está consignado en los Evangelios y el Apocalipsis de San Juan, es lanzar con apremio a nuestro universo terrestre el grito de alarma de la Orden imperecedera del Temple. Ahora bien, ¿qué es realmente esta Orden, tan analizada, tan estudiada, tan defendida y tan difamada por tantos autores a menudo demasiado fantasiosos y que permanece, no obstante, tan mal conocida, tan mal comprendida, tan poco amada? ¿Qué es esta Orden, que suscita para su perjuicio la codicia y anhelo de aventureros “político -religiosos”, de metafísicos extraviados y hasta de fanáticos de burda magia? ¿Qué es el Temple, este Temple inmortal, indestructible, de rostros e identidades diversas, cuya edad se confunde con la de la Creación y que, sin embargo, permanece eternamente joven? ¿Qué es, en fin, esta Orden cuyos miembros, humanos encarnados, componen y labran sus cuarteles de nobleza en la intimidad del Corazón y del Alma? Pues bien, ¡el Torneo ha comenzado! Vamos a descubrirnos, a pesar de las controversias y calumnias de que seremos objeto: es nuestro riesgo. Es la ley inexorable en nombre de QUINTAESENCIA, 2003, Nº 1 11 la cual el Justo conoce las penas, las lágrimas, las tribulaciones. ¿Por qué el Servidor ha de ser mejor tratado que el Maestro? Nada de esto nos asusta: el Soldado comprometido siempre aspira al combate peligroso. Cristo, ha tenido su Judas. El Temple ha conocido los suyos y conocerá otros. Es preciso que la Alquimia Universal se realice. Mala suerte al que le toque ser “el agente”, el ácido indispensable de la "revolución dolorosa” que permitirá a la materia evolucionar en su transformación. ¡El que pueda entender que entienda! ¿Cómo nos presentamos los Templarios de hoy, continuadores de una cadena ininterrumpida, ya visible, ya invisible? Pues como Caballeros y Amazonas de la Milicia del Cristo, en la que cada Soldado acepta una disciplina de vida en la comunidad templaria y en la comunidad exterior. Nosotros debemos encarnar el "superhombre": aquél que domina sus instintos animales y evita su manifestación. Este objetivo, base de la mutua tolerancia, no tiene nada en común con el robot "superman" orgullosamente, irrisoriamente invencible, personaje de ficción que con frecuencia perturba la mente de las jóvenes generaciones. A pesar de nuestra fragilidad bien humana y a pesar de nuestras caídas de toda naturaleza en el singular combate con nosotros mismos, queremos ser los mejores instrumentos posibles del Plan del Padre para el advenimiento del Hombre a imagen del Hijo. Nuestra vocación comienza con El Cristo, se cumple por El Cristo, se termina en El Cristo: El es nuestro único Maestro. El Cristo "hippie" o “superstar” utilizado con fines temporales por una rabiosa mafia de materialistas sin escrúpulos que intoxican las almas más pérfidamente que las drogas a los cuerpos, es decidida y manifiestamente un falso Cristo: es la prefiguración del Anticristo. Nosotros denunciamos estos falsos profetas y sus prácticas. Denunciamos a las Iglesias responsables de su propia decadencia, y en particular las Iglesias cristianas, cuya desastrosa gestión espiritual ha engendrado malos e inquietantes servidores poseídos de una súbita Pasión demagógica. Bajo el pretexto de la evolución, del modernismo de la democratización, etc. se ha ido demasiado lejos. ¡Ay, demasiado tarde! Sólo progresivamente "a la escucha de los tiempos y de los pueblos" se producirá la necesaria QUINTAESENCIA, 2003, Nº 1 12 evolución. Los "nuevos mercaderes del Templo" quieren agradar a toda costa, no importa a qué precio... ¡pero el Templo de Dios no se vende! Los Templarios de hoy denunciamos, como antaño, las injerencias de la Autoridad en los asuntos del Poder temporal y las del Poder en los de la Autoridad. Estos dos principios fundamentales sobre los que reposaría el equilibrio de un mundo estable y justo, han sido confundidos a sabiendas por ciertos responsables de la Historia de la Humanidad y parecen ser todavía completamente desconocidos en nuestra época, en las manifestaciones tanto de la vida política como religiosa. De ello resultan los desórdenes y las múltiples anarquías, que fascinan a las masas, seducidas por falsas revoluciones. Nosotros sentamos en el mismo banco de acusados los principios de nuestra aberrante economía moderna con todas las terribles injusticias que la caracteriza. Denunciamos, en fin, la degradación moral en todas sus facetas: orgullo, placer por el placer, pornografía, acumulación de riquezas, perversidad, envidia, egoísmo, cobardía, irrespeto absoluto de la persona humana, etc., degradación que se expresa en particular por la degeneración de todas las artes, alimentada por el frenesí que engendran las pasiones llevadas a su paroxismo. Nos vienen a la memoria algunas profecías apocalípticas: Jesús, Nostradamus, Nuestra Señora de la Sallette, Fátima... y constatamos que, nos guste o no, ya estamos viviendo sus primicias. El hombre y la naturaleza están íntimamente vinculados y las inconsecuencias de aquél favorecen los trastornos cíclicos de ésta. Haremos consideraciones acerca de la ciencia de los hombres, perpetuamente sujeta a transformaciones, y acerca de la Ciencia Divina, que es inmutable, absoluta e incomprensible para los humanos de nuestra Tierra y aún para aquellos dotados de una "híper inteligencia"... Nos estamos refiriendo a cierta vida extraterrestre y a contactos con determinados mundos lejanos. Piénsese que el Temple conserva la materia delicada del conocimiento para la verdadera "Ciclología Estructural"1 en el contexto de los secretos iniciáticos de Egipto, principalmente de la pirámide de Keops. Si nosotros nos preocupamos de la salud espiritual y psíquica del hombre, también nos preocupa su salud corporal, que en gran parte conforma el estado de las dos primeras. QUINTAESENCIA, 2003, Nº 1 13 El contenido sintético que hacemos en nuestros textos debe ser considerado por ti, hermano, como una simple y breve exposición de puntos de vista del "Temple real" sobre la vida del mundo, y no como un "compendio", pues esto sería irreal y presuntuoso por nuestra parte. Sobre todo, piensa que no buscamos en absoluto hacer propaganda ni proselitismo. Ofrecemos nuestro testimonio impulsados, activados únicamente por la fe que alimentamos con nuestras propias dudas -la turbación es permanente. A pesar de la triste demencia de nuestro mundo, todavía queremos creer en él en contra de toda lógica. Por más que haya atravesado el punto de "no retorno" por la vía peligrosa del desorden, la violencia por la violencia y el odio, debemos actuar “como si no", esperar, a pesar de toda prueba en contra. El Templario, como todo hombre y mujer de buena voluntad, debe tener "la cabeza en el cielo, los pies en la tierra y el corazón en el medio". El corazón -guardián del alma y crisol del psiquismo- es quien soporta el brazo de la balanza humana sobre cuyos platillos se enfrentan permanentemente la naturaleza espiritual y temporal del ser encarnado. Si nosotros creemos esto, si creemos en la Orden del Temple resurgida, es lógico creer que su misión actual debe ser la de salvar lo que todavía puede ser salvado por el Conocimiento, el respeto, el valor, el trabajo, el temor de Dios y la disciplina de su Ley, la franqueza, la fraternidad, la justicia y el Amor Universal. Pero... ¿qué es el Amor Universal? Sólo Cristo, puede responder plenamente a esta pregunta. El, que por Amor llegó al Sacrificio de la Cruz en el Gólgota, debe ser el eje de nuestras vidas y confiar en el poder creador de sus enseñanzas. Jesús no ha dejado nada escrito. Es en la intimidad de las conciencias y de las almas de cada uno -creyente o no-, donde ha grabado los textos más luminosos de todos los tiempos. Y esto con el objeto de que todos individualmente (y en la medida de nuestra voluntad) poseamos la facultad de escalar peldaños ingratos, desagradables y a menudo peligrosos, que nos permitan conducirnos a la "revelación", que es el "conocimiento de la conciencia", madre del alma2. En cuanto al alma, ella es la Guardiana -el Grial- del nombre mágico, misterioso que guarda el gran secreto de la vida. Este nombre 2 La Conciencia es todavía más: el espiritual individual, el hermano espiritual, el ángel guardián QUINTAESENCIA, 2003, Nº 1 14 incognoscible llave única de este gran secreto, lo conocemos todos: El Amor, el Amor que no se explica, el Amor que no se desarma coma una pieza mecánica, pero ¡que se vive! ¿Puedo confiarte, Hermano, que utilizo los ojos de mi alma para buscar este Amor en los abismos insondables de mi corazón? Es así que con la esperanza de su divina potestad, de su verdad única, hoy, delante del muro de orgullo y egoísmo que hemos erigido entre Dios y nosotros, escribo con lágrimas la tristeza y la vergüenza que me invaden el pensamiento por nuestras ingratitudes culpables. Sería perfectamente inexacto considerar lo que precede como una constricción literaria e hipócrita. Es simplemente la constatación de un fracaso, que deseamos provisional, que va más allá de la realidad presente. Ahora, juntos, tú, hermano, y yo, en unión de los teólogos e iniciados de la Orden que han participado en la redacción de los textos doctrinales, caminemos sin prejuicios, con confianza, alegremente, sobre el Sendero del Cristo, y que tenemos el imperioso deber de allanar obedeciendo el mensaje del Profeta Isaías a propósito de Juan el Bautista: "Una voz clama en el desierto: preparad el camino del Señor, allanad sus senderos". NON NOBIS Peronic. Colegio Templario © MI BÚSQUEDA DEL GRIAL QUINTAESENCIA, 2003, Nº 1 15 “... poema sagrado En que han puesto sus manos El Cielo y la Tierra… “ Dante La Divina Comedia Paraíso XXV PERONIC, EL TROVADOR SOLAR Ante todo, ¿qué es un Trovador? Un Trovador es “aquél que ha encontrado la Luz”. Peronic ha encontrado la Luz Solar, de ahí su denominación: Peronic, El Trovador Solar. Peronic no es un Trovador cualquiera; es el iniciador de una nueva, y no obstante, eterna línea de Trovadores; y estos últimos son los Iniciados de todos los tiempos, que han cantado, según sus diferentes modos de expresión, al amor crístico universal –que está más allá de todo conocimiento- y la fidelidad a su Dama, María, la Madre, La Creación Manifestada. Peronic es un poeta de nuestro tiempo. Canta a la vida en todo lo que tiene de concreto y a la vez de intangible y misterioso. Nos habla de mañana como un profeta, del ahora como un censor, del ayer como un testigo. Y nos habla del amor crístico como un apóstol; de mística como un alquimista, de miseria humana como un hombre y de traiciones, de faltas como un pecador. Cuando se le interroga sobre su vocación, Peronic responde: “Yo hago mi Búsqueda del Grial, es decir, mi búsqueda del amor sobre esta tierra; mi búsqueda de las almas de buena voluntad”. Y esta Búsqueda, Peronic nos la va a revelar en los POEMAS TEMPLARIOS que hoy ofrecemos a los Hermanos de forma paulatina bajo el título genérico de “Mi búsqueda del Grial”. Para Peronic estas palabras tienen una resonancia profunda y lejana porque está convencido, entre otras encarnaciones, de haber vivido alrededor del siglo IX y de haber participado, en esa época, en las aventuras de la Tabla Redonda en la selva de QUINTAESENCIA, 2003, Nº 1 16 Brocéliande y en compañía de Merlín, Viviana y Melusina. Recuerda, asimismo, haber cantado las proezas de los Caballeros de la “Túnica sin costura...”. Peronic, bajo este pseudónimo, nos anuncia en su Quête du Graal un Pasaje inminente. En el fin de la Era de Piscis, un Iniciado nos invita a levantar un puente entre dos mundos. “¡Atención!”, dice, “los últimos Caballeros de la Tabla Redonda se situaron alrededor de la Túnica sin costura del Cristo que ni la misma traición de Judas había podido desgarrar. Gallad, el Caballero puro y fuerte, está entre nosotros. ¡Estad vigilantes! ¡He aquí el Eterno Retorno!”. Peronic, el Constructor, no olvida que es un Templario de siempre y que, por consiguiente, es el continuador de los grandes testigos que asumirán la terrible responsabilidad de conducir a la Humanidad de una Era a otra. Ram, el celta, hace descubrir el Toro a los hombres sojuzgados por las sacerdotisas lunares de los cultos druídicos. Moisés debe destruir el becerro de oro para exaltar al Cordero, salvador de la Era de Aries. Juan el Bautista, vestido de pieles de oveja, es un hombre-bisagra que instaura el Ciclo de los Peces y bautiza con agua. El bautismo de fuego vendrá más tarde. Este “más tarde” lo vamos a vivir y Peronic nos lanza hoy esta terrible advertencia: “es necesario elegir rápido y elegir entre el fuego de los hombres, la bomba, y el Fuego de Dios, el Paráclito”. Si los Evangelios acabasen ahora mismo de ser escritos, si Juan y sus Hermanos propusiesen sus textos a nuestros grandes editores literarios, alguien podría aducir que se trataba de obras infantiloides estilísticamente, inverosímiles en sus ideas, “llenas, eso sí, de buenos sentimientos...”. ¡Estad atentos, lectores! Bajo las palabras muy simples de Peronic, en lo hondo de un refrán, alrededor de una frase que pueda parecer irónica, se esconde, como en esos “infantiles” Evangelios, un pedazo de Piedra, de tu Piedra... y es sobre esta Piedra que se levantará un Mundo Nuevo y que resurgirá la Iglesia del Temple, la Iglesia Eterna. Pero esto va a costar muy caro... Pierre Héller, Colegio Templario © QUINTAESENCIA, 2003, Nº 1 17 PRÓLOGO © tú sí, tú, tú que deseas prestarme un poco de tu atención quien quiera que tú seas hombre o mujer adulto o adolescente aquí en estos textos se abre mi alma para ti intentando hacerla tuya por un momento por un tiempo soportable si es que no has decidido cerrar el libro mira después de múltiples faltas errores caídas ansiedades problemas dudas dilemas y dificultades me ha sido ordenado así como a ciertos Compañeros míos reabrir el Sendero del Grial sendero del Conocimiento de la iluminación donde todo es justicia derecho y verdad este lugar es donde están los Maestros en Gloria Solar especialmente encargados de proceder a nuestra iniciación inspirándome este libro que está compuesto de siete partes la Sangre la Copa o Santo Vaso QUINTAESENCIA, 2003, Nº 1 18 la Lanza los Clavos la Corona de espinas el Madero de la Cruz la Túnica sin costura o Tabla Redonda este libro digo está dedicado a esos Maestros porque en su mayor parte ellos son los verdaderos autores y en nombre de cado uno de mis Compañeros y en mi nombre les agradezco el haber recibido la inspiración de la Caballería del Temple Solar Eterno a fin de participar individualmente y colectivamente en la Búsqueda Maestros y vosotros mis Compañeros sabed que no puedo irrogarme el derecho de invitaros y quién sabe de comprometeros he ahí, pues, que titule este libro “mi Búsqueda del Grial” pero tú lector si tu deseo te lleva así como un sentimiento interior imperativo a identificarte con la Búsqueda hazla sin escrúpulos esta Búsqueda es la tuya tú la has escrito también porque tú eres yo mismo y yo mismo soy tú por tanto respetémonos porque estamos en Cristo y Cristo está en nosotros QUINTAESENCIA, 2003, Nº 1 19 ahora y por siempre pido a Nuestra Dulce Bella y Santa Señora María Su protección a fin de que el Maestro de Maestros no sea traicionado más allá de los límites tolerados en estos humildes escritos nada para nosotros Señor nada para nosotros Todo por la Gloria de Tu Nombre aquél que por Dios firma Peronic El Trovador Solar Colegio Templario © QUINTAESENCIA, 2003, Nº 1 20 PRÓXIMO NÚMERO 2 MANIFIESTO TEMPLARIO EL COMPLOT CONTRA EL HOMBRE (II) AMANECER ¿PORQUÉ EL RESURGIMIENTO DE LA ORDEN DEL TEMPLE? (II) MI BÚSQUEDA DEL GRIAL HOMBRE, ¿QUIÉN ERES? QUINTAESENCIA, 2003, Nº 1 21 QUINTAESENCIA, 2003, Nº 1 22