Subido por Francy Cuellar

etica y moral en la educacion

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UNIVERSIDAD MONTRER
MAESTRIA EN EDUCACION
ETICA DE LA EDUCACION
Título del trabajo:
Ética y conflicto social
Profesor: Natanael Garcia Ayala
Alumno: Currea Hernández Juan Manuel
Ibagué, Tolima, Colombia, 28 de noviembre de 2020
El conflicto social es una manifestación de diferentes situaciones problemáticas de
una gran parte de la sociedad, la cual ha sido marginada, desconocida y maltratada por el
sistema, basado en un modelo neoliberal, que alimenta las actuaciones egoístas y
deshumanizantes de la mayoría de individuos que gozan de alguna manera de privilegios.
esta conflictividad se expresa cuando hay individuos ignorados, cuando las demandas cual
fuere que sean y que son propias del ser humano, se desconocen, se minimizan y se les da un
trato devaluado; es entonces cuando se buscara por parte del colectivo de individuos que ha
sufrido el atropello el comenzar un proceso de reconocimiento
como interlocutores,
comenzando de esta forma la tensión entre las partes involucradas en el conflicto; aquellos
que quieren ser reconocidos buscaran por todos los medios, aun tomando medidas de hecho,
muchas veces violentas, ser escuchados y reconocidos, pasando de esta forma a ser sujetos
activos y no pasivos en la tarea de lograr sus objetivos y demandas de índole social,
económica, cultural, religiosa o política.
De acuerdo con lo anterior y la noción de reconocimiento expuesta, los movimientos
sociales son interlocutores que participan después de haber sido tenido en cuenta, en la
construcción de los valores éticos de una sociedad, haciendo una lectura de los hechos que
marcaron o impulsaron el conflicto, aportando de esta forma soluciones.
Las situaciones de conflicto han sido observadas desde una perspectiva científica, y
filosófica, y la forma como cada una de estas enfocan los problemas presuponen una visión
del hombre, de la vida en sociedad y del mundo que necesariamente se deben cuestionar.
Según García, S. N. O. (2012), los conflictos tienen su origen en diferentes causas o motivos
que los pueden generar: como lo son los factores económicos, políticos, sociales, culturales,
psico-afectivos, religiosos y territoriales, entre otros.
Además de las causas y los motivos, los conflictos se pueden originar teniendo como
base diferentes tipos o modos de las relaciones humanas, estas relaciones pueden estar
enmarcadas dentro de una actitud de reconocimiento, respeto, igualdad o, por el contrario, en
relaciones autoritarias, mezquinas, de dominio y subordinación, de abuso y desprecio, de
competencia desleal, de engaño… Los dos tipos de relación son antagónicos. (García, S. N.
O. 2012). Este antagonismo y tensión entre el “ser reconocido, ser respetado, ser digno”
genera la reflexión sobre la ética de las relaciones interpersonales y sociales, donde la escala
de valores debe ser modificada, construida, apropiada y puesta en práctica en aras de mejorar
y avanzar como sociedad.
Pero esta construcción es fruto de los procesos de reflexión que como sociedad
comienza a realizar a través de la distinción de los conceptos de ética y moral, entendiendo
esta última como “el conjunto de reglas, normas, mandatos, tabúes y prohibiciones que
regulan y guían la conducta humana en la vida cotidiana, así como las normas internas que
rigen al sujeto. En términos generales, la moral se asocia con el contenido de las normas, los
juicios de valor, las instituciones morales” diferenciada de la ética en que esta “se usa para
designar a aquel saber teórico (ethica docens) que reflexiona sobre la moral vivida, ya sea
para ponerla en tela de juicio o justificarla. (Cruz. S.f.); Cuando existe una referencia ética
objetiva, las acciones ya pueden ser juzgadas como correctas o incorrectas; mientras que si
no existen referencias comunes las acciones se mueven con criterios estratégicos: hago una
cosa u otra según lo que vaya a recibir a cambio, o según las repercusiones que puedo prever,
o según se intuya hasta donde va a llegar la otra parte.
Dependiendo de los niveles o escenarios de actuación se puede decir, como lo hace
François Valleys citado por García, S. N. O. 2012, de tres dimensiones diferenciadas de
valoración ética y/o moral de los conflictos: de una ética de primera generación en donde la
problemática a discernir será el bien y el mal dentro de las relaciones interpersonales; de una
ética de segunda generación en donde la problemática será lo justo e injusto a nivel de las
instituciones y de una ética de tercera generación en la que los conflictos se discernirán en el
ámbito planetario de cara a la sostenibilidad de la vida humana en medio de los sistemas
bióticos y abióticos de los que el hombre hace parte y al mismo tiempo depende (Vallayes,
2006). A este último nivel de reflexión ética también le podemos llamar nivel bioético porque
sus ámbitos de reflexión ámbitos de reflexión no se determinan única- no se determinan
única- no se determinan únicamente dentro de las relaciones entre los hombres, sino también
dentro de las relaciones entre los hombres y los ecosistemas de los cuales el hombre depende
al mismo tiempo que ellos dependen del hombre. (García, S. N. O. 2012).
Así el conflicto social tiene muchas aristas, y muchas expresiones una de ellas se
evidencia en la crisis educativa ahondada por los modelos neoliberales económicos que
llevan a un deterioro del derecho de la educación afectando a la sociedad. Pero es en este
conflicto social del sector educativo donde está el germen de la reflexión que se extrapolara
a todos los demás niveles; es en la academia donde la conflictividad no debe ser negada si no
valorada de tal forma que, de paso a la discusión, con un nivel de critica a las realidades que
permitan a la sociedad interiorizar, sobre las necesidades manifiestas y que son el insumo
para las distintas problemáticas sociales.
Como conclusión, cuando las ideas no son problematizadas y no se da paso a la
reflexión entonces será el combustible al conflicto social, dejando a la moralidad y los
modelos preestablecidos la sentencia a las diversas situaciones caóticas que afectan a los
individuos, ampliando la marginalización, y la afectación a la dignidad humana.
Es de anotar también que la confusión de los términos de ética y moral, son obstáculos
epistemológicos y provocan un sinsentido, que impide el nuevo conocimiento. Que en lo
practico impide el avance en la construcción de una escala de valores y la aplicación de los
valores para lograr una sociedad mejor, más justa y con mayor equidad, que aplica los valores
comprendiéndolos a plenitud.
BIBLIOGRAFIA
Cruz, E. E. Á. COMPENDIO DE LECCIONES BÁSICA DE ÉTICA PARA FUTUROS
PROFESIONALES. S.f.
García, S. N. O. (2012). Conflicto, violencia y paz: un acercamiento científico, filosófico y
bioético. Revista latinoamericana de Bioética, 12(2), 052-069.
Giraldo-Paredes, H., & De La Cruz-Giraldo, G. N. (2017). La influencia neoliberal en las
politicas educativas en Colombia. Criterio Libre Jurídico, 13(2).
Guerrero Useda, María Eugenia, & Gómez Paternina, Diomedes Andrés. (2013). Enseñanza
de la ética y la educación moral, ¿permanecen ausentes de los programas
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Recuperado
en
27
de
noviembre
de
2020,
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http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S160740412013000100010&lng=es&tlng=es.
Ortiz Millán, G. (2016). Sobre la distinción entre ética y moral. Isonomía, (45), 113-139.
Vallaeys, F. (2006). Ética de tercera generación. Osorio GS (2012). Conflicto, violencia y
paz: un acercamiento científico, filosófico y bioético. Revista Latinoamericana de
Bioética, 52.
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