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Guillén, Claudio - Un padrón de conversos sevillanos (1510)

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Bulletin Hispanique
Un padrón de conversos sevillanos (1510)
Claudio Guillén
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Guillén Claudio. Un padrón de conversos sevillanos (1510). In: Bulletin Hispanique, tome 65, n°1-2, 1963. pp. 49-98;
doi : 10.3406/hispa.1963.3763
http://www.persee.fr/doc/hispa_0007-4640_1963_num_65_1_3763
Document généré le 15/06/2016
VARIETES
UN PADRÓN DE CONVERSOS SEVILLANOS (1510)
Conserva la Biblioteca Nacional de París un manuscrito de notable
interés y utilidad para el estudio de un capítulo, hoy poco menos que
olvidado, de la vida de los cristianos nuevos de Andalucía a
principios del siglo xvi x. Me refiero a la compleja y agitada serie de «
composiciones » o arreglos económicos que, a partir de 1508, Fernando el
Católico propuso a los descendientes de personas condenadas o
reconciliadas por la Inquisición de Sevilla.
¿Cuál era el objeto de esas composiciones? El asunto requiere
detenida investigación por parte de historiadores especializados en
aquel período, no siendo mi propósito sino dar a conocer, y comenzar
a explicar, los documentos de París. Baste con indicar, por lo pronto,
que esos conciertos fijaban los límites de un transitorio modus vivendi para los hijos nietos de quienes habían incurrido en el delito de
herejía. Los cuales se hallaban en ambigua y precaria situación
jurídica desde 1481. Las Instrucciones de la primera fase del Santo Oficio,
en efecto, recomendaban tan sólo que « cuanto a los hijos y nietos de
los declarados, sea reservado cerca de sus habilitaciones el all edrío
y parecer de los Inquisidores Generales2 ». Dos pragmáticas de les
Reyes Católicos, fechadas en 4 y 21 de Septiembre de 1501, prohibían
a los hijos y nietos de reconciliados que ejerciesen oficios públicos o
reales3. Años después, como es bien sabido, se cerraría el paso a todo
linaje de conversos, actitud que ponen de relieve los famosos estatutos
de limpieza, estudiados hace poco por Albert Sicroff.
1. Esp. 333, fols. 119-134 v°. (Antes, núm. 170, numerado asi en A. Morel Fatio,
Catalogue des manuscrits espagnols et des manuscrits portugais, Paris, Bibliothèque
nationale, 1892, pág. 59.) Los dos textos que nos interesan se encuentran en un
manuscrito encuadernado, de 134 folios (295 X 205 mm. ; letra del siglo xvi, tal vez
del segundo tercio del siglo) que lleva el título : « En este compendio se contienen
algunas cosas tocantes a la espulsion de los Judíos de España, el año de 1492, y otras
algunas desta misma materia. > Consta de doce piezas, casi todas copiadas de
diversos libros : el cap. 49 del libro XX de los Anales de la Corona de Aragón de Zurita,
los caps. 110-114 de la Historia de los Reyes Católicos de Bernáldez, etc.
2. Instrucciones del Santo Oficio de la Inquisición, Madrid, 1630, pág. 13.
3. Véase la Nueva Recopil., VIII, 2, autos 1 y 2. Prohibiciones que reproducen
las que padecieron los mismos judíos durante el siglo xv : véase A. Castro, La realidad
histórica de España, México, 1954, pág. 470 y ss.
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Durante los tres primeros lustros del siglo xvi, sobre todo, no sin
contradicciones y salvedades, dispuso don Fernando que se anulasen
sus propios mandamientos en determinadas ocasiones y regiones,
concediéndose licencias y privilegios a los hijos o nietos de
judaizantes y herejes : como la no-confiscación de sus bienes, el permiso
para pasar a Indias, y la « habilidad » general para desempeñar
cargos y oficios « de honra ». Disposición, por supuesto, práctica y de
doble filo. De tal suerte adquiría la Corona el derecho a imponer
a los cristianos nuevos, en bastantes casos ricos y poderosos, una
serie de contribuciones en metálico o « fardas ». Luego se verá durante
cuántos años, y con qué desesperanza, se vieron forzados los
conversos andaluces a desembolsar sumas crecientes de dinero. La
benevolencia del Rey Católico era, sin disputa, tan equívoca como sagaz.
Bajo Felipe II una intolerancia menos flexible suprimiría aquel modo
de apuntalar los disminuidos caudales reales.
Consta el manuscrito de la Bibliothèque Nationale, que se
transcribe al final de este artículo, de dos partes distintas, pero estrechamonte ligadas entre sí. La primera es una de las mencionadas
composiciones sevillanas, que lleva la fecha del 15 de Junio de 1511 y está
escrita en nombre de la Reina doña Juana. La segunda es un padrón
de personas que tomaron parte en una composición inmediatamente
anterior, ya que aquél se redacta el 15 de Septiembre de 1510. Esta
nómina ofrece al menos trescientos noventa nombres o ap llidos
(muchas veces con la indicación del oficio, y otros pormenores), no
ya da simples conversos, sino da hombres y mujeres sobre los cuales
pesaba la infamia de proceder de personas quemadas o penitenciadas
por el Santo Oficio4.
Me han conducido a publicar esta documentación, primero, los
consejos del Profesor Marcel Bataillon, a' quien debo una vez más
mi profundo agradecimiento, así como el hecho que, de algunos
años a esta parte, a raíz de las obras de Américo Castro, algunos
investigadores vienen esforzándose por aprehender la situación y la
importancia de los cristianos nuevos en nuestro Siglo de Oro.
Confieso, por otro lado, que son realmente esos trescientos noventa
nombres, tan poco favorables a la abstracción, tan repletos de vida
concreta y de evidente infortunio, los que me han animado a examinar
las composiciones que fueron como el escenario donde esos hombres
tuvieron que actuar. Hombres, en general, oscuros. Hijos y nietos
de herejes, condenados, como tales, a la ocultación y al olvido. No
aludo, no, al olvido de siempre, al fiel compañero del tránsito de los
siglos. Sino al fruto preciso — silencio y mentira — de la sociedad en
que aquellas gentes vivían.
4. La composición, según veremos, no afecta sólo a Sevilla. Pero los empadronados, al parecer, son todos sevillanos.
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Henry Charles Lea, en su monumental History of the Inquisition
in Spain, dedicó varias páginas6 á la cuestión de las composiciones;
en particular a la de Sevilla : «... the greatest of the general
compositions, a most prolonged and involved transaction • ». Quienes deseen
estudiar a fondo el problema (que merece todo un libro) habrán de.
tomar esas páginas como punto de partida. La documentación que
Lea vio en Simancas ha sido trasladada al Archivo Histórico Nacional
de Madrid, donde he podido compulsar, sin suficiente calma, algunas
de las cédulas reales que luego se citarán en este artículo. Lea, por
otra parte, no llegó a conocer ninguno de los textos que se guardan
en París, o sea : ni la composición de 1511 ; ni los padrones y
repartimientos, destinados a desaparecer, de los que he tenido la suerte de
hallar un fragmento.
No he de descuidar el aspecto sevillano de nuestro tema. La más
compleja, prolongada y voluminosa de todas las composiciones fue
la de Sevilla. He aquí el primer dato que conviene interpretar. Si en
la capital de Andalucía el Rey vio la ocasión de hacer un muy
provechoso negocio con los cristianos nuevos, o, como se indicará,
se sintió obligado a ello, es porque al comienzo del siglo xvi los
conversos de aquella ciudad eran los más fuertes y numerosos de
España.
A orillas del Guadalquivir nació e hizo sus primeras armas la
Inquisición española. Recuérdese que el converso podía llegar a ser
hereje, apóstata, mal cristiano. El judío, no. Sobre los conversos
tenía el Santo Oficio jurisdicción. Sobre los judíos no bautizados,
ninguna. Durante los once años, aproximadamente, que
transcurrieron entre el establecimiento de la Inquisición y la expulsión de los
hebreos, un número muy elevado de conversos, ante todo,
alimentaría la hoguera del Prado de San Sebastián. Entre ellos se hallarían
muchos de los padres o de los abuelos de quienes figuran en nuestra
nómina de 1510.
En 1482 se había decretado una expulsión parcial de los judíos
residentes en la diócesis de Sevilla, a tiempo que la Inquisición
procuraba oponerse al éxodo de los conversos, que iban a refugiarse
en las tierras de sus protectores, los grandes señores andaluces7.
Interesante combinación de sucesos, que debe entenderse a la luz,
5. Véase H. C. Lea, A History of the Inquisition in Spain, New York, 1906, vol. II,
?ágs. 357-363.
6. Ibid., II, pág. 357.
7. Véase el provechoso libro de A. Domínguez Ortiz, La clase social de los conversos
en Castilla en la Edad Moderna, Madrid, 1955, pág. 21.
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no sólo del peligro que amenazaba a los cristianos nuevos, sino del
conflicto que existía entre éstos y los judíos no convertidos. Los
hebreos fueron expulsados de Sevilla, explica Domínguez Ortiz, en
gran parte para zanjar la cuestión de los conversos8.
La aljama sevillana, como es bien sabido, había sido diezmada por el
saqueo de 1391, quedando el elemento judío de la población mermado
sobremanera, y el número de los conversos aumentado por
irremediable fuerza. Unos pocos hebreos pudientes (Susan, Benadeva,
Abalo fia, Alemán, etc.) se atreverían todavía a la intentona de 1480 : la
llamada conspiración de Sevilla9. Pero no eran éstos sino casos
aislados, según lo demuestra el repartimiento hecho bajo Enrique IV por
Jacob Aben-Núñez (de las contribuciones que habían de abonar a la
Corona las diversas juderías de España). La aportación de Sevilla,
como en general la de las grandes ciudades andaluzas, era irrisoria :
2.500 maravedís. Frente a los 7.300 de Jerez de los Caballeros, 6.000 de
Segura de la Orden, 3.500 de Llerena, 2.000 de Lepe o de Moguer;
o, en Castilla, los 11.000 de Segovia y 12.000 de Avila10.
Era, por el contrario, relativamente floreciente, pese a sus
divisiones interiores, la situación de los cristianos nuevos hispalenses.
Contra ellos fue volcándose el odio popular. Entre 1467 y 1473 los
confesos, de Toledo a Granada, sufren duros golpes y vejaciones11.
Pero no en Sevilla, donde encumbrados protectores atajan el rencor
de la plebe. (El mayor favorecedor : el duque de Medina Sidonia, y
conde de Niebla.) Un texto de 1465, publicado hace poco por Juan
de Mata Carriazo, revela admirablemente ese estado de cosas. Es un
fragmento de los Anales de Garci-Sánchez, cuadro vivo de
antisemitismo populachero :
Miércoles 24 días de julio deste año, a las once horas del día, se levantó
un escándalo en Sevilla ; ya que los de don Pedro Estúñiga, tres de ellos,
fueron a la calle de Genova, de los quales uno que se llamaba Fernando de
Ponferrada, y dixeron ansí : « | Stúñiga, Stúñiga 1 J A pesar de putos, ju8. Véase, ibid., pág. 22. Algo parejo a lo que vengo apuntando oberva II. Sancho
de Sopranis al estudiar los comienzos de la Inquisición en Jerez de la Frontera : « La
Inquisición de Jerez aparece, en su primera fase, como un tribunal que se dirige
principalmente a los conversos » (Los conversos y la Inquisición primitiva en Jerez
de la Frontera, Archivo Ibero- Americano, IV, 1944, pág. 606).
9. Sobre este episodio histórico, pero también legendario, véase especialmente
Fidel Fita, Los conjurados de Sevilla contra la Inquisición en 1480, en Historia hebrea,
Boletín de la Real Academia de la Historia, XVI, 1890, pág. 450 y ss.
10. Véase J. Amador délos Ríos, Historia social, política y religiosa de los judíos
en España, Madrid, 1875, vol. III, pág. 590 y ss. Debo apuntar aquí (pues sé que
Baer trae otro repartimiento, un poco posterior) que no he podido hallar, ni en
Sevilla ni en Madrid, dos obras primordiales, tal vez muy útiles para nuestro tema : el
tomo segundo de Die Judcn im christlicken Spanien, de F. Baer ; ni la tesis, que vi
hace años en manuscrito, sobre los Statuts de pureté de sang, de mi colega y amigo
A. Sicroff.
11. Véase Lea, op. cit., I, págs. 122-123.
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dios ! » Y salieron los dichos vecinos de la dicha villa y dixeron : « J Niebla,
Niebla I »
Y fue la voz a cassa de el duque, y don Henrique y don Rodrigo y conde
de Arcos vinieron en socorro de la dicha calle. Y defendiéronse bien de ellos,
diciendo que los querían robar a ellos y a los otros conversos de la ciudad ;
y comenzaban en una casa de la dicha calle, y llevaron de ella jubones y
otras cosas.
... Y si no es por el duque, a los de don Pedro y a los de la calle de la
Sierpe y a sus casas hecharan fuego los conversos y los de su valía. Y quedó
don Pedro y los de su valía mucho amenguados su partido.
Y de aquí adelante quedaron los conversos con su honrra, que no les
osan decir sola una palabra que no la vengan bien. Y los tomaron por suyos
y don Henrique y el duque su padre ; y de aquí están muy favorecidos u.
Lo principal de este testimonio se lee en el último párrafo. Pero hay,
ademas, un pormenor que merece ser comentado.
Adviértase que ciertos conversos ricos moraban en la calle de
Genova. O sea, diríamos hoy, en pleno barrio italiano. Esa
convivencia llegara a ser un rasgo característico de la vida sevillana —
abigarrada y cosmopolita — del siglo xvi. (Coyuntura, que yo sepa,
insuficientemente estudiada.) El vacío creado por el destierro de los
financieros hebreos lo llenarán principalmente los mercaderes
italianos, desprovistos (a diferencia de tantos españoles) de todo
desprecio hacia las artes mercantiles. Los italianos, que desde siglos
venían desarrollando compañías o sociedades de comercio
internacional, con agentes y factorías distribuidos por todo el Mediterráneo, el
cercano Oriente, Flandss e Inglaterra, sabrán discernir y explotarlas
posibilidades del nuevo tráfico trasatlántico. Junto a ellos se situarán,
como colaboradores o rivales, los conversos, muy capaces también de
amoldarse a lo nuevo. Recuérdese el papel desempeñado después
del primer viaje de Colón por dos florentinos avecindados en Sevilla
— dos factores de los Medici : Juanoto Berardi y Amerigo Vespucci.
Téngase en cuenta una vez más la famosa colaboración entre el
propio Colón (en calidad de genovés) y el converso Luis de Santángel.
La confluencia de italianos y cristianos nuevos se dará a menudo,
en casos menos conocidos, durante el siglo xvi13. Es éste un tema
12. J. de M. Carriazo, Los Anales de Gard Sánchez, jurado de Sevilla, Anales de la
Universidad Hispalense, XIV, 1953, pág. 52. Sospecha Carriazo que el autor era
converso (pág. 7).
13. Un dato de interés literario : en la vida del sevillano Mateo Alemán, como
en la de Guzmán de Alfarache, intervienen muchos italianos. Su padre, el doctor
Hernando Alemán, era converso. Su madre, Juana del Ñero, de origen florentino.
Mateo Alemán era por consiguiente medio florentino. De todo ello hablaré en un
trabajo que preparo sobre él. Hubo bastantes alianzas, en particular, entre
negociantes conversos e italianos. El conocido Fabio Nelli era hijo de una hermana del
banquero converso Alonso Espinosa y de Alonso Nelli. (Véase R. Garande, Carlos V
y sus banqueros, Madrid, 1943, vol. I, pág. 199.) Observo de paso algo curioso :
relacionado con « la mujer de Alvaro Rodríguez », aparece en nuestra nómina de 1510
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demasiado amplio para ser esbozado ni siquiera de pasada. Lo
probable, como quiera que sea, es que no pocos cristianos nuevos
participasen, junto con genoveses y florentinos, del portentoso
enriquecimiento de Sevilla a consecuencia del descubrimiento de América.
*♦
Las primeras composiciones que firman los Reyes son, según Lea,
las de Valencia (1482, 1498), Orihuela (1492) y Córdoba (antes de
1500) u. De mayor envergadura es la composición aragonesa de 1495.
A todos los herederos o sucesores de herejes condenados en Aragón
les deja don Fernando el derecho de confiscación de bienes, a
cambio de que suscriban a un asiento de cinco mil ducados. De
especial interés para nosotros son ciertos incidentes posteriores, que
ponen claramente de manifiesto la efímera vigencia de tales conciertos.
Ciertas quejas de conversos zaragozanos demuestran que la
composición de Aragón asfruta de breve vida. Por ejemplo, la de los
hermanos Buendía, que pagan 15.000 sueldos y luego observan que el
receptor del Santo Oficio se incauta de cuanto heredaron de sus
padres15. Años después, el 7 de Diciembre de 1508, una carta del Rey
a los Inquisidores de Zaragoza exige que «... no se guarde el privilegio
concedido a los hijos y nietos de los inhábiles e incapaces por el delito
de herejía, y que manden al receptor tome los bienes a las dichas
personas inhábiles... ». Y agrega el Rey — deseoso de justificar sus
actos — : a ... porque guardándose, era en peligro de nuestra
ánima...16 ». Entendámonos bien : lejos de mí la intención da aquilatar
aquí, dasde tan limitado ángulo, la política interior de los Reyes
Católicos. Sólo me importa vislumbrar ese filo cortante e instantáneo,
entre el presente y el futuro, en que vivirían y bregarían los cristianos
nuevos. Lo que Américo Castro ha llamado, muy acertadamente :
«... aquel vivir al día durante siglos17 ».
Acerca del desarrollo preciso de las composiciones hispalenses
queda mucho, decíamos antes, por saber y dilucidar. Los datos que
aporta Lea y los textos de París permiten señalar, al menos, tres
etapas fundamentales :
I. La primera composición (que no he podido ver) se redacta el
8 de Diciembre da 1508. Los heredaros de penitenciados en el arzoel mercader inglés Tomás Brujas (num. 50). (Sobre éste, véase : Archivo de
Protocolos de Sevilla, Oficio 1, 1510, Mateo de la Quadra, fols. 97, 362, 403 v», 472 v° y
474.)
14. Véase Lea, op. cit., II, págs. 353-356.
15. Véase, ibid., III, pág. 327.
16. Archivo Histórico Nacional, Inq., Lib. 243, fol. 326. (Modernizo la ortografía
de estos textos, salvo los copiados al final.)
17. A. Castro, op. cit., pág. 493.
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bispado de Sevilla y el obispado de Cádiz pueden ahora recobrar,
mediante 20.000 ducados de oro, los bienes confiscados desde el
comienzo de la Inquisición hasta el 30 de Noviembre del mismo año,
exceptuando los embargados en el auto de fe del 29 de Octubre18.
Las personas interesadas que no se sumen al convenio perderán sus
propiedades : su importe será aplicado al fisco. La primera fase de
las composiciones sevillanas, pues, atañe esencialmente a los bienes
materiales de los conversos. Se atiende a lo más urgente, a las
pérdidas pasadas y presentes de índole económica.
II. Una segunda etapa abre cierta dimensión de libertad y de
enriquecimiento para el futuro, permitiendo a los contratantes que
se embarquen para América. Mis datos al respecto no coinciden con
los de Lea, sin que los unos tampoco excluyan a los otros. El
historiador norteamericano, en efecto, resume una real carta del 10 de
Octubre de 1509 (unos diez meses después de la primera) que otorga
el mencionado privilegio ; determina, esta vez, la cifra de 40.000
ducados ; y extiende la región afectada por el concierto a tres pueblos
del término de Huelva : Lepe, Ayamonte y La Redondela. Conserva
el Archivo Histórico Nacional, por otra parte, una composición de
fecha un tanto anterior, — 22 de Septiembre del mismo año — donde
no se hace mención del permiso para pasar a Indias 19. Creo verosímil
que, ante alguna resistencia por parte de los conversos, forzados de
repente a doblar sus gastos sin compensación visible, el Rey tuviese
por oportuno agregar, unos días después, el aliciente mencionado.
Me limitaré a unos breves comentarios sobre esta segunda
composición, aplicables también, con toda probabilidad, a la primera.
Cabe suponer, en primer lugar, que los Reyes decidieron reconocer
de jure un estado de cosas que de hecho ya existía. Ni siquiera la
estupenda eficacia burocrática de la Inquisición podía impedir que
ciertos confesos recobrasen sus propiedades, ni mantener postrada
una de las clases más hacendosas de la sociedad española. Lo más
práctico sería tratar de aprovechar ese enriquecimiento, no de
suprimirlo. Me hace pensar así el siguiente hecho. Algunos de los hombres
que se asoman a nuestro padrón de 1510 ejercían cargos o profesiones
prohibidos por las pragmáticas de 1501. Por ejemplo : un a
mayordomo de la Iglesia Mayor20 » (núm. 2), un corregidor (núm. 61),
un procurador (núm. 136), varios arrendadores (núms. 89, 110, 224,
257, 334, etc.), un « escribano del consistorio » (núm. 145), un « escri18. Véase Lea, op. cit., II, págs. 357-363. Páginas que sirven de base para la
presente sección de este articulo.
19. Véase AHN, Inq., Lib. 1225, fol. 117 v° y es. Hay otro traslado, más antiguo,
de la misma composición : AHN, Lib. 224, fol. 14 v° y ss.
20. Alonso González, que se llama « mayordomo de la fábrica de la Santa Iglesia >
en un documento del Archivo de Protocolos de Sevilla : oficio 1, Mateo de la Quadra,
1510, fol. 159 v«.
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BULLETIN HISPANIQUE
baño del Almirante » (¿de Diego de Colón? ; núm. 372), un almojarife
(núm. 366), etc.
Nadie crea, en segundo lugar, que la colaboración del converso era
enteramente voluntaria. Es verdad que los Reyes aparentaban
conceder una « merced » a quienes no esperaban ni merecían obtenerla
(con arreglo al derecho canónico, que exigía la confiscación de bienes).
Pero es curioso hasta qué punto en esta segunda composición se hace
hincapié en lo forzoso del convenio. Por ejemplo :
Otrosí : que si algunas personas de las susocontenidas no quisieren gozar
deste asiento, ni contribuir en la cantidad que para ello me han de dar e
pagar, que se les puedan pedir e demandar, por los otros que contribuyeren
en la dicha suma y estuvieren por este dicho asiento e contratación e
merced que yo les hago, todo lo que tuvieren e poseyeren21...
Salta a la vista, en tercer término (reléanse esas palabras), que los
propios conversos supieron pescar en río revuelto. Los más ricos
aprovecharon esta coyuntura para despojar de sus propiedades a sus
compañeros más débiles o necesitados.
Es más : diversas pruebas documentales dan a entender que algunos
cristianos nuevos de Sevilla o de Andalucía la Baja tuvieron parte
desde un principio en estas negociaciones. Todo sucede como si Pedro
de Villacís, el receptor de la Inquisición de Sevilla, hubiese llegado a un
acuerdo práctico con ellos, para luego elevarlo a la aprobación real.
Sobre la identidad de aquellas personas poseemos algunos datos.
La misma composición de 1509 dice :
Yo mandé tomar cierto asiento con Pedro del Alcázar e Alonso
Fernández de Jerez, vecinos de Sevilla, e Luis de Bolabos, vecino de Sanlúcar, por
sí y en nombre de las personas susodichas e de los otros que con ellos
entraren e quisieren entrar en el dicho asiento e contratación, por virtud de
los poderes que ante mí presentaron M...
Pedro del Alcázar contribuye al repartimiento de 1510 con
ochocientos ducados, una de las cifras más altas (núm. 4). Sabemos por una
carta de Villacís que el mismo Alcázar había pagado anteriormente
mil ducados23. Todavía en 1516 Pedro del Alcázar, con Gonzalo
Fernández y el más acaudalado de los empadronados de 1510, Manuel
Sisbón (núms. 3 y 1), sigue representando (es decir, despojando
abusivamente) a los demás cristianos nuevos de Sevilla :
Nos fue fecha relación que Francisco de Santa Cruz, vecino de la dicha
ciudad, detuvo poder nuestro para cobrar los maravedís de las dichas
composiciones, el cual dizque sustituyó para la dicha cobranza a Pedro del
21. AHN, Inq., Lib. 1225, fol. 119 v«.
22. Jbid., íol. 118.
23. Véase AHN, Inq., Lib. 244, fol. 372.
UN PADRÓN DE CONVERSOS SEVILLANOS (1510)
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Alcázar y a Manuel Cisbón y a Gonzalo Fernández, vecinos asimismo de la
dicha ciudad, y que éstos recibieron e cobraron más de cinco mil ducados,
demás y allende de los que nos pagaron"*...
El asiento de 1509, finalmente, exceptuaba a los « relapsos », o
personas condenadas por delitos cometidos después de haber sido
reconciliadas.
III. La composición de 1511 — la que se conserva en París —
aumenta por segunda vez la cantidad exigida, que ahora se eleva a
80.000 ducados. Lea, merced a, documentos posteriores, no entresacó
más noticia que ésa25. En realidad, según el lector verá, la
composición del 15 de Junio de 1511 incorporaba los privilegios dispensados
por las anteriores (adquisición de bienes confiscados, licencia para
pasar a Indias) y confería, por añadidura, una casi completa «
rehabilitación » de índole social y profesional. La posibilidad de vivir a sin
nota, ni infamia, ni mácula » ; y que
... seáis hábiles y capaces para usar de todos y cualesquier oficios
públicos y cosas que así los derechos y las premáticas destos mis reinos vos vedan
y defienden, con las que arbitrariamente vos son prohibidas y defendidas ;
y vos repongo en el estado que estábades antes que la tal inhabilidad incurriésedeis, y como si en ella no hubiésedeis incurrido nunca ; excepto que
no podáis ser ni seáis asistentes, corregidores, ni alcaldes que tengan
jurisdicción criminal a6...
O sea, la concesión máxima que aquellos hombres pudieron lograr.
Cantidades tan importantes de dinero tenían que pagarse a plazos.
Así lo indica la composición de 1511 :
... y porque me servís con cierta suma y cantidad de maravedís, pagados
en tres pagas, según las otras composiciones, para que se compren juros
y rentas y tributos que basten para cumplir y pagar los salarios de los
inquisidores y otros oficiales de la santa Inquisición de Sevilla*7...
Pero se equivocan en esta ocasión los Reyes (o, mejor dicho, el
secretario Ruiz de Calcena), puesto que la composición anterior había
dispuesto, no tres, sino cuatro plazos, pagaderos del siguiente modo :
Diciembre de 1509
Agosto de 1510
Agosto de 1511
Agosto de 1512
24.
25.
26.
27.
28.
:
:
:
:
800 ducados
9.200
15.000
15.000
40.000 ducados*8
AHN, Inq., Lib. 245, fol. 3 v°. Es una real carta del 22 de Dic. de 1516.
Véase Lea, op. cit., II, pág. 358.
Biblioteca Nacional de París, Esp. 333, fols. 121 r° v°.
Ibid., íol. 121.
Véase AHN, Inq., Lib. 1225, fol. 120.
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BULLETIN HISPANIQUE
Mas todo eran promesas. De hecho no cabe duda que hubo
muchísimas dificultades y tardanzas ; robos, abusos y malversaciones.
Pruebas de lo que digo son la extensión o prolongación, a lo largo
de varios años, del negocio ; el ir aumentando poco a poco las sumas
exigidas, como si al alzar el precio, se asegurase el pago de los plazos
ya vencidos ; y varios documentos que relatan los excesos de Pedro
de Villacís. Ello es que bajo Cario V, en 1519, los conversos andaluces
no habían terminado de liquidar sus deudas 29.
Villacís, primero simple receptor de la Inquisición de Sevilla, luego
veinticuatro de la ciudad, dio su nombre a conocer y amplió el terreno
de sus actividades, para bien o para mal, a través de las composiciones
que vengo comentando. Procedente del reino de León — según don
Santiago Montoto — se asentó en Sevilla hacia el final del siglo xv,
contrajo matrimonio con doña Elena de Menchaca, y — ahora
sabemos por qué — « ..., viéndose dueño de buena hacienda, compró
unas casas principales para su morada al alcalde mayor, don Antonio
Manrique de Lara, situadas en la collación de San Andrés, en la calle
de la Plata... 80 ». Prueba su fama una cantinela que corría por aquel
entonces :
Judío de corva nariz,
paga la farda a Villacís.
Judio de nariz larga,
paga la farda81.
Como la segunda carta real ya lo nombra, es de suponer que desde
1508 sería Villacis el receptor de las composiciones estudiadas32.
Más adelante, sin embargo, entre 1510 y 1512, se presenta Francisco
de Santa Cruz como encargado de esos contratos ; sin que quede
claro cómo se deslindaban los deberes de los dos oficiales33. Pero es
Villacís, no el otro, quien hasta 1519, poco más o menos, dirige las
recaudaciones, no sólo de Sevilla y de Cádiz, sino de Granada, Jaén,
Córdoba, Badajoz, Coria, Plasencia y las Islas Canarias34. Al parecer
las operaciones de Villacís se extiendieron por todo el Sur de España,
sin que llegase jamás a perder el apoyo y la confianza de la Corona.
Los estorbos se habían multiplicado desde el principio. La cobranza
de las composiciones empezó por plantear un arduo problema
burocrático, ya que para llevarla a cabo hacía falta revolver no pocos
29. Véase la cédula de Carlos V que luego se citará, del 13 de Diciembre de 1519.
30. S. Montoto, La casa de Villasls, A. B. C. (ed. andaluza), 31 de Octubre de 1959.
31. Véase el mismo articulo de S. Montoto. También recuerda los dos primeros
versos de esa copla don Francisco Bruna en sus « Papeles sobre las juderías de
Sevilla », Ms de la Real Academia de la Historia, E. 147, Varios de Historia, fol. 27 v°.
32. Véase AHN, Inq., Lib. 244, fol. 18 v».
33. Véase AHN, Inq., Lib. 1225, fols. 114-115.
34. Véase AHN, Inq., Lib. 244, fols. 386, 400-400 v»; y Lib. 245, fol. 96.
UN PADRÓN DE CONVERSOS SEVILLANOS (1510)
59
papeles inquisitoriales (en todas las localidades donde los abuelos de
los contratantes habían sido condenados). Los oficiales de la
Inquisición opusieron sin duda alguna mala voluntad : el asunto
perturbaba su independencia y acarreaba para ellos escasas ventajas. De
ahí que existan numerosas cartas del Rey pidiendo a los Inquisidores
que presten toda su ayuda35. Pero no serían ellos, por supuesto,
quienes ofreciesen mayor resistencia. Piénsese en los conversos ; en
los oficiales de la Justicia ; y sobre todo en los nobles, siempre
dispuestos a defender, sea a sus vasallos, sea sus propios intereses. Me
limitaré a mencionar algunos datos, espigados del Archivo Histórico
Nacional.
El 25 de Noviembre de 1513 escribe el Rey a Gerónimo Arnalte,
teniente de asistente en Sevilla, para que no se entrometa en la
cobranza de la composición, y deje trabajar a Villacís 86. En Enero de
1515 doña Juana se dirige a Villacís, que está atendiendo a los
repartimientos en Granada, Jaén y Córdoba,
... perqué muchas personas particulares de los dichos distritos se me
querellaron que eran agraviados en les mandar pagar e repartir maravedís,
no siendo obligados, ni queriendo gozar de la dicha composición, e que los
dichos repartimientos les eran muy perjudiciales87...
El mismo año los procuradores de Sevilla manifiestan su descontento
en las Cortes de Burgos, porque la indignación en aquella ciudad es
intensa38. Tanto es así que el Licenciado Girón, oidor de la Audiencia
de Granada, es enviado a Sevilla para investigar los motivos del
escándalo, y hacer información al cabo de sesenta días. La carta a
Girón ofrece algunas particularidades reveladoras :
Sepades que don Juan de Guzmán, veinticuatro e procurador mayor
de la muy noble ciudad de Sevilla89, me hizo relación por su petición,
diciendo que Pedro de Villacís, recaudador de la santa Inquisición desa
dicha ciudad e su arzobispado, en los cargos que por mi mandado ha tenido
de cuatro años a esta parte, dizque él, e otras personas en su nombre, han
fecho e facen a los vecinos de la dicha ciudad e su arzobispado muchos
agravios, e extorsiones, e fuerzas, e presiones ; injuriándolos de palabra, e
prendiéndoles, sin haber para eso razón alguna para los prender, y faciendo
ejecución en ellos y sus bienes, de fecho e sin tener sobre ellos escrituras que
trajesen aparejada ejecución; e que cobran dellos muchas cuantías de
maravedís, no se les debiendo ni teniendo por qué los pagar ; e dizque los
hacen obligar a la composición, por mercadurías que les da de las que él
35. Véase AHN, Inq., Lib. 244, fols. 19, 55-57 ; y Lib. 1225, fols. 114-115.
36. Véase AHN, Inq., Lib. 250, fols. 142-142 v°.
37. AHN, Inq., Lib. 224, fol. 400 v°.
38. Véase AHN, Inq., Lib. 245, fol. 5 v°. Trae la misma noticia Lea. Pero no he
podido hallar testimonio publicado del asunto.
39. El mismo don Juan de Guzmán tomó parte en las Cortes de Burgos de 1515.
60
BULLETIN HISPANIQUE
trata en su nombre de la dicha composición... E que demâs desto, en la
manera de repartir los ochenta mil ducados que repartieron para la
composición que fue fecha, no guardando la orden e poder, y repartiendo setenta
y dos mil ducados, dizque después se acordó que los ocho mil ducados
restantes que faltaban se pagasen de ciertos bienes que quedaban,
pertenecientes a la dicha composición... Dizque el dicho Pedro de Villacís..., sin
los juntar, hizo otro repartimiento de los dichos ocho mil ducados, en que
repartió a quien quiso e como quiso, e a los que había repaitido de primero...
Dizque asimismo trata por vía de mercaderes, e hace muchos baratos,
vendiendo fiado por mucha más cuantía de maravedís del justo precio, e
dice que son bienes de composición e que todo es para mí. E que dizque un
Rodrigo de Lora, difunto, le debía ciento e treinta mil maravedís de ciertos
bienes e tapices de cierto barato que le había fecho, para que se le pagase
en cierto término ; e que, en falleciendo antes de ser cumplido el plazo,
dizque de su propia autoridad e en su causa propia dio mandamiento para
hacer ejecución en los bienes que habían quedado del dicho Rodrigo de
Lora... ; e echó la mujer del dicho Rodrigo de Lora fuera de su casa, por
fuerza e contra su voluntad, rasgándole sus vestidos e maltratándola de
palabra e injuriándola. E ha hecho e hace otros muchos agravios e
sinrazones a muchas personas, so color de la dicha composición40...
Se conoce que el Licenciado Girón, ante tales atropellos, anduvo muy
atareado durante los dos meses que duró su comisión en Sevilla, no
pudiendo atender a lo ocurrido en otros lugares de la jurisdicción de
Villacís. Por lo cual, en Diciembre de 1516, con la aprobación de
Cisneros, que a la sazón era Inquisidor General, se nombró a Mateo
Vázquez de Avila, vecino de Sevilla, para reemplazar a Girón41. El
Rey, según vamos viendo, sin duda procuró rectificar los abusos a
los que sus propias instrucciones habían dejado puerta abierta.
Pero el temido Villacís, pese a sus actividadas en pro de la Corona,
seguía siendo oficial de la Inquisición de Sevilla, cargo que le
dispensaba una relativa inmunidad. De ahí que Cisneros, por carta del 26 de
Marzo de 1517, decidiese que la investigación fuese remitida al
Consejo de la Inquisición42. Y ni Lea ni yo hemos hallado más huellas
de este litigio.
El descontento, sin embargo, no llegó a extinguirse. El 11 de Marzo
de 1519, todavía, Carlos V escribía al marqués de Priego, rogándole
que ni él ni su contador mayor se esforzasen por defender a los
habitantes de la villa de Aguilar43. (Dicho contador era el converso e
iluminista Pedro Ruiz de Alcaraz44.) Y análogo encargo se daba, ese
40. AHN, Inq., Lib. 245, fols. 1-3.
41. Véase, ibid., fol. 3.
42. Véase AHN, Inq., Lib. 245, fol. 6.
43. Véase AHN, Inq., Lib. 250, fol. 28 v«.
44. Alcaraz fue, según M. Bataillon, contador del Marqués de Priego de 1519 a
1523. Véase Erasmo y España, tr. A. Alatorre, México, 1950, vol. I, pág. 213.
UN PADRÓN DE CONVERSOS SEVILLANOS (1510)
61
mismo día, al marqués de Comares, señor de la villa de Chillón48. El
conflicto no era nuevo. Previamente, en Mayo de 1516, Villacís había
hallado resistencias en Sanlúcar de Barrameda y Trigueros, tierras
del duque de Medina Sidonia46 — incidente que relata Lea con algún
detalle. No cabe duda : el legado del Rey Católico, en lo que toca
a las composiciones, con la benevolencia que éstas llevaban implícitas,
ocasionaron a Carlos V bastantes quebraderos de cabeza. Sobre
todo por lo que se refiere a la licencia para pasar a Indias. Pero este
tema, tan importante, merece sección aparte.
¿Hasta qué punto fueron eficaces las composiciones sevillanas?
¿Qué provecho sacaron de ellas los cristianos nuevos?
En términos generales, muy poco se sabe. A la larga, claro está
que las condiciones político-sociales se hicieron cada vez más
adversas para los conversos. ¿Y en los años inmediatamente posteriores
a las composiciones? En 1512 (un año después de la tercera) el
Concejo de Sevilla deplora el gran número de conversos que necesitan
instrucción religiosa, y exige que todos los curas párrocos preparen
matrículas de personas de ascendencia judía o musulmana, con
órdenes de que vayan a misa todos los domingos y días de fiesta47.
El 12 de Febrero de 1515 se reúne el Cabildo de la Catedral, bajo la
presidencia de don Diego de Deza, para promulgar uno de los
primeros estatutos de limpieza españoles48. Se prohibe que ningún hijo
o nieto de hereje obtenga prebenda o capellanía, recordando que
varios clérigos habían sido « degradados y entregados al brazo
seglar49 ». Por lo cual en 1516 o 1517 « fueron despedidos de la Iglesia
Mayor, y de las capellanías, por ser difamados de hijos o nietos o
descendientes de condenados o reconciliados por herejes : Diego
Pérez de Albayda, Lope Rodríguez de Almagro, Rodrigo de Horozco
Tudela, Alonso Sinial80 ».
Disponemos de datos más útiles en lo que toca a uno de los aspectos
de las composiciones : el derecho de trasladarse a América. La inter45. Véase AHN, Inq., Lib. 250, fol. 29.
46. Véase AHN, Inq., Lib. 224, fol. 450 v°; y Lib. 1219, fol. 301.
47. Véase Lea, op. cit., III, pág. 327. O sea, dos años después de la matrícula segoviana publicada por M. Bataillon, Les nouveaux chrétiens de Ségovie en 1510, Bull.
Ilisp., LVIII, 1956, págs. 207-231.
48. Véase Domínguez Ortiz, op. cit., pág. 63.
49. « Noticias y casos memorables de la ciudad de Sevilla », Ms del Archivo
Municipal de Sevilla, Sección Especial, Letra E, vol. XX, fols. 6 v°-7. Los sacerdotes
mencionados eran, según este manuscrito, Juan de Góngora, Arcediano de Jerez;
los canónigos Gabriel Martínez, Rodrigo de Jaén y Alfonso Benadeva ; y los
racioneros Juan Benadeva y Pedro de Sanlúcar.
50. Jbid., fol. 8.
62
BULLETIN HISPANIQUE
vención del Rey sí hizo posible que la Casa de la Contratación
otorgase pasaje a cierto número de conversos.
Hállanse los testimonios pertinentes en el interesantísimo Catálogo
de Pasajeros a Indias que viene publicando desde 1940 el Archivo de
Indias. Por fortuna la lista de asientos comienza con el año 1509.
Ahora bien : es imprescindible tener en cuenta, según advierte Juan
Friede, que, por una parte, las licencias contenidas en ese catálogo
no representan sino una fracción muy reducida de las personas que
en realidad cruzaron el océano ; y que, por otra parte, precisamente
por lo limitado de la documentación, es probable que donde constan
pocos nombres haya habido grupos enteros de emigrantes51. Se
nos ofrece, pues, una posible orientación, no una, estadística
cuantitativa o cualitativamente persuasiva.
Bajo el año 1512, mes de Septiembre (o sea, trece o catorce meses
después de la composición de 1511), puede leerse el asiento siguiente :
« Alonso de Córdoba Buenadueña y Francisco, su hijo, y Pedro Romi,
todos vecinos de Sevilla62 ». Y descubro — con alguna emoción, lo
confieso — en nuestro padrón de París : Alvaro Bueno Buenadueña o
de Córdoba (núm. 207) ; Pedro Romi (núm. 389). No cabe pedir más
insólita conjunción. Buenadueña (junto con Córdoba) y Romi : dos
apellidos poco corrientes. El segundó, de traza morisca, si bien los
dos serían, probablemente, judíos.
Otro ejemplo. Un mes más tarde, en Octubre de 1512, se incluye
en el Catálogo de Pasajeros a Indias : « Bartolomé de Cea, hijo de
Alonso Díaz de Cea, vecino de Sevilla, y Martín, García y Juan, sus
hijos63. » Un Bartolomé de Cea, justamente, figura en el padrón
(núm. 135). ¿Sería la misma persona?
También en Octubre del mismo año : « Juan Bernai, vecino de
Sevilla, hijo de Hernando Bernai y de Juana Ramírez, vecinos de
Granada5*. » Y en la nómina : Pedro Bernai, corregidor (núm. 61);
Juan Bernai, platero. Cierto que los padres eran granadinos, y el
apellido Bernai no muy raro. Pero así se llamaron varios judaizantes
notorios hasta bien avanzado el siglo xvn. Fuesen de donde fuesen
los viajeros, la Casa de la Contratación se mostraba complaciente.
51. Véase J. Friede, Algunas observaciones sobre la realidad de la emigración
española a América en la primera mitad del siglo XVI, Revista de Indias, XII, 1952,
págs. 467-496. No me ha servido el catalogo metodológico de L. Rubio y Moreno,
Pasajeros a Indias, Madrid, 1917 (vol. VIII de la Colee, de Docs. Inéditos para la
Hist. de Hispanoam.), que empieza con el año 1534. Tampoco aprovecho aquí, por
no apesadumbrar a mis lectores, el riquísimo Catálogo de los fondos americanos del
Archivo de Protocolos de Sevilla, donde puede apreciarse el número de mercaderes
hispalenses que eran conversos. Volveré sobre esto al hablar de Manuel Sisbón.
52. Catálogo de Pasajeros a Indias durante los siglos XVI, XVII, XVIII, ed. C.
Bermúdes, Sevilla, 1940, núm. 672.
53. Ibid., núm. 825.
54. Ibid., núm. 797.
UN PADRÓN DE CONVERSOS SEVILLANOS (1510)
63
Un mes más tarde : a Marcos de Palma, hijo de Diego de Palma y
de Catalina Hernández, vecinos de Sevilla, en San Miguel55. » En el
padrón que publico aparecen innumerables Palmas : un solimanero,
un arrendador en la calle de Genova, un ropero, un borceguinero, un
platero, un sastre, un confitero, un iluminador, etc. ; entre ellos, un
Marcos de Palma (núm. 131).
Pasando ahora a 1513, tropezamos con un apellido más conocido,
por ser el de un excelente pintor de la escuela hispalense, pero por
otra parte poco ordinario : « Gonzalo Ruelas, hijo de Luis Ruelas y
de Leonor Rodríguez, vecinos de Sevilla58. » Cotejémoslo con el
núm. 220 del padrón : Gonzalo Roelas.
En Agosto consigue pasaje « Antón de París, hijo de Juan de París
y de Beatriz Hernández, vecinos de Sevilla57 », siendo Pedro de
Pariz el núm. 231 de la nómina, cuyo núm. 203 es Juan Harpador,
que responde al asiento : « Marcos de Medina, hijo de Diego Arpador
y de Leonor López, vecinos de Sevilla88. » Así como « Juan Morcillo,
hijo de Hernando Morcillo y de Isabel de Carmona, vecinos de
Sevilla69 », recuerda a Alvaro Morcillo, platero (núm. 91) y,
.especialmente, a Hernando Morcillo (núm. 221). Todos en 1513. Todos
sevillanos.
Sería enfadoso amontonar más ejemplos. Hay un nombre,
finalmente, que rendirá al más escrupuloso — de 1512 : « Martín Alonso,
hijo de Antón Martín Garabato y de Inés Alonso, vecinos de Gerena 60. »
El núm. 246 de nuestro elenco es Alonso Garabato.
Al amparo de la composición de 1511, por consiguiente, bastantes
cristianos nuevos optaron por embarcarse para América. Y
principalmente, al parecer, entre Septiembre de 1512 y Junio de 1513 61.
Esta tregua, como puede suponerse, duró pocos años. El 24 de
Septiembre de 1518 dio la orden contraria Carlos V, refiriéndose a
las composiciones firmadas por el Rey Católico, y mandando que su
carta «... sea pregonada por las plazas y mercados y otros lugares
acostumbrados » de Sevilla*2. Disposición que suscitó las protestas
de quienes habían participado en las composiciones. Una vez más
55. Ibid., núm. 863.
56. Ibid., núm. 1120. Y también : t Diego Roelas, hijo de Luis Roelas y de María,
su mujer, vecinos de Sevilla » (Junio de 15*2, núm. 577).
57. Ibid., núm. 1320.
58. Ibid., núm. 1338.
59. Ibid., núm. 1162.
60. Ibid., núm. 41 (Sept, de 1512).
61. Cierto que esta indicación cronológica es insegura. (Véase mi referencia
anterior a lo escrito por J. Friede.) El mismo Friede, sin embargo, observa que hacia
1512 o 1513 se nota en las probanzas de la Casa de la Contratación una como
relajación de preceptos y prohibiciones, por ejemplo la escasa información de los
testigos, etc. « Lo cierto » — concluye — t es que no se conoce ningún documento de
esta época que acredite el cumplimiento de otras formalidades » {art. cit., pág. 479).
62. Cit. por L. Rubio y Moreno, op. cit., Doeum. 10, págs. 310-311.
64
BULLETIN HISPANIQUE
habían entrado en conflicto los deseos del Emperador con los de su
difunto abuelo. ¿Era susceptible de solución tal problema? Las
composiciones, como casi todas las medias tintas político-sociales,
estaban destinadas a fracasar. Copio a continuación una parte del
real mandato del 14 de Diciembre de 1519, recomendando que se
admire su hábil desenlace :
Venerables Inquisidores de la herética pravedad e apostasía de la ciudad
e arzobispado de Sevilla e obispado de Cádiz... Bien sabéis que el Católico
Rey don Fernando, mi señor e agüelo, que haya santa gloria, e la Reina
mi señora madre, por hacer bien e merced a los hijos e nietos de condenados
e reconciliados del dicho arzobispado de Sevilla e obispado de Cádiz, con
los partidos de Ecija, Fregenal, Lepe, Ayamonte e La Redondela, les dieron
licencia para que libremente pudiesen ir e pasar a las dichas Indias, e tratar
en ellas, por espacio e tiempo de dos años en cada viaje, según más
largamente se contiene en un capitulo que está en la provisión de merced e
privilegio que de lo susodicho les fue dado, en común de otras cosas, para que
libremente pudiesen pasar a las dichas Indias; su tenor del cual dicho
capitulo es éste que se sigue : iten, que podáis ir a tratar a las Indias y estar
en ellas por espacio de dos años dende el día que llegáredes ; e que no estéis
más en cada viaje ; e asimesmo podáis ir a tratar por mar o por tierra a
cualquier parte de cristiano?, e usar de otras cualesquier cosas que fasta
aquí vos han sido vedadas68... Después de lo cual yo mandé dar e di una
mi cédula en Zaragoza, a 24 de Septiembre de 1518 años, por la cual mandé
a los dichos nuestros oficiales que residen en la Casa de la Contratación de
las Indias de la ciudad de Sevilla, que, guardando las leyes e piemáticas
fechas por los Católicos Reyes, e por la Reina mi señora confirmadas, para
los hijos e nietos de condenados e reconciliados por la Santa Inquisición,
no dej asedes pasar a ningunas de las dichas personas a tratar a las Indias,
no embargante la dicha merced e capítulo. E por parte de los susodichos
me fue suplicado e fecha relación que ellos habían sido e se habían obligado
a pagar al Católico Rey, mi señor e agüelo, que santa gloria haya, ochenta
mil ducados porque libremente pudiesen pasar a las dichas Indias, en común
de otras cosas ; e que eran fatigados e molestados sobre la paga de las dichas
cuantías ; e que no les era guardada la dicha merced ; de que recibían mucho
agravio e daño. Sobre ello yo mandé dar otra mi cédula, dirigida a vos los
dichos Inquisidores, fecha en Zaragoza a 23 de Enero deste año mil
quinientos e diecinueve, por la cual vos envié a encargar y mandar que viésedes
la provisión dada por el Católico Rey mi señor e agüelo, e por la Reina mi
señora madre, y el capítulo que sobre ello habla, de suso incorporado, e
conforme a él hiciésedes e administrásedes justicia ; e si hallásedes que la
capitulación e privilegio que tenían del dicho Rey Católico les daba facultad
que pudiesen pasar a las dichas Indias, que libremente la mandásemos
guardar; y en tal caso derogaba otra cualquier cédula dada... Después
de lo cual yo mandé dar e dióse mi cédula en confirmación de lo que mandé
63. Palabras que reproducen (salvo dos o tres leves errores de copia) el capítulo
correspondiente de la composición de Paris, demostrando así su autenticidad.
UN PADRÓN DE CONVERSOS SEVILLANOS (1510)
65
dar en Zaragoza, dirigida a los dichos mis oficiales de la Casa de la
Contratación de las Indias, fecha en Barcelona a dieciséis de Julio deste presente
año... Por la cual confirmo la dicha mi cédula, por mí dada en Zaragoza,
para que los dichos hijos e nietos de condenados e reconciliados no pudiesen
pasar a las Indias. E agora por parte de los susodichos me fue suplicado
e fecho relación que ellos recibían mucho agravio e daño, porque les facía
pagar las dichas cuantías de maravedís, e no les era guardada la dicha
merced e privilegio del Rey Católico, de que les había fecho merced ; de que
recibían mucho agravio e daño ; e me suplicaron, e pidieron por merced
cerca dello, les mandásemos proveer con remedio de justicia. Lo cual visto
por los de nuestro Consejo, e sobre el dicho privilegio e capítulo platicado,
e conmigo el Rey consultado, fue acordado que mando que guardéis e
cumpláis el dicho privilegio e capítulo en esta cédula... Y es mi voluntad
que la dicha merced que así les fue fecha, haya cumplido efeto, e gocen de
todo ello libre e desembargadamente, con tanto que primeramente acaben
de pagar, realmente y con efeto, todos los maravedís que por esta razón
quedan debiendo de los dichos ochenta mil ducados64...
Algunos años después cesaría el éxodo legal de los confesos de
Andalucía, para ser sustituido por otros procedimientos más
normales de evasión 65. (Como la mentira y el disimulo ; el testigo perjuro
y la patraña genealógica ; o la compraventa de licencias 66.)
No seguiré la pista de nuestros cristianos nuevos, desde el punto
de vista histórico, sino hasta el alzamiento de la Comunidad de
Sevilla en Septiembre de 1520. En ese extraño episodio, en efecto,
desempeñan relevante papel algunos de los conversos citados en este
artículo, o ciertos familiares suyos. Sobre todo, Francisco del Alcázar,
pariente de Pedro del Alcázar (núm. 4) y tan poderoso como él ; el
trapero Gonzalo Suárez (núm. 30) ; el mercader Diego de Sevilla
(núm. 8) ; los traperos o ropavejeros apellidados Baeza (núms. 53 y
236) ; y tal vez el joven Juan Bazo, vinculado con una de las familias
cuyo nombre se transcribe en nuestro padrón (núms. 26, 226, 255 y
309).
Sabido es que las causas de las Comunidades son múltiples,
complejas, nada susceptibles de simplificación. Aun cuando ciertos
problemas sociales, económicos o políticos se manifiestan en diversas
partes de Castilla y Andalucía, la resolución de esos conflictos varía
64. AHN, Inq., Lib. 250, fols. 71-72.
65. Se decretaron varias prohibiciones. Es conocida la real provisión del 3 de
Octubre de 1539, donde se prohibe a todo converso que pase a Indias, « por cuanto
por experiencia se ha visto el gran daño e inconveniente que se sigue de pasar a las
nuestras Indias hijos de quemados y reconciliados de judíos y moros... i (Rubio y
Moreno, op. cit., Docum. 38, pág. 377).
66. Véase J. Friede, art. cit., págs. 473 y 480-482.
Bulletin hispanique.
5
66
BULLETIN HISPANIQUE
de ciudad en ciudad, y hasta llega a crear situaciones completamente
dispares. Es lo que sucede con los conversos, que por aquellas fechas
habían vuelto a enriquecerse, y eran objeto u origen de resentimientos.
A nadie sorprende que con motivo de la rebelión de las Comunidades
esa tensión social, tan amenazadora, estallase y se revelase
abiertamente. Pero muchos historiadores han optado por echar tierra a ese
hoyo de nuestra historia. Una vez más es Américo Castro quien
ha exhumado este componente esencial del acontecer histórico
español. El punto de partida es una frase de Juan Martínez Silíceo :
« común fama es en España que las Comunidades y desasosiegos
que hubo en ellas los años pasados fueron por inducimiento de este
linaje de hombres que descienden de judíos, los cuales algunas veces
han pretendido dar grandes sumas de dineros... para que las cárceles
de herejes presos por la Inquisición fuesen públicas y abiertas67 ».
Pero el empeño de Castro supera los límites de lo que hoy llaman en
Francia histoire événementielle. Las exaltaciones civiles castellanas
quedan vinculadas tanto a la misteriosa aventura del « Encubierto »
— reyezuelo converso en las Germanías de Valencia — como a los
anhelos espirituales de alumbrados y erasmistas. Todo ello descubre,
según Castro, un mismo afán utópico de liberación religiosa, política
y social68.
No escasean los testimonios de la intervención de los hispanohebreos. Enrique Tierno Galván, en un ensayo reciente, trae textos
del Contestable de Castilla, de Pero Mexía, de don Francesillo de
Zúñiga69. Los comuneros de Toledo, por ejemplo, intentaron
disminuir el poder del Santo Oficio. Las ciudades comuneras (Toledo,
Segoviá, Medina del Campo, Valladolid, Burgos, Palencia)
encerraban importantes núcleos de conversos. En la Junta de Valladolid
sobresalían Alonso de Saravia, Pedro de Cazalla (que prestó elevadas
cantidades de dinero), Gonzalo Franco, el bachiller Pulgar — algunos
de los cuales serían de origen judío 70. Se sabe que la cruel muerte en
Burgos del francés Jofre de Cotannes se debió a su imprudente
acusación de los conversos mezclados en las revueltas de aquella ciudad :
« yo reedificaré mi casa » — cuentan que dijo Jofre — « con las cabezas
de los marranos de los burgaleses, poniendo en ella dos cabezas por
cada piedra que se ha arrancado 71 ». Los cuales, según Juan Maldonado, se dieron por aludidos : « pocos, pero los más alborotadores, a
67. Véase A. Castro, Aspectos del vivir hispánico, Santiago de Chile, 1949, pág. 28.
68. Ibid., págs. 28-29 y 50-52.
69. E. Tierno Galván, De las Comunidades, o la historia como proceso, en Desde
el espectáculo a la trivialización, Madrid, 1961.
70. Véase Manuel Danvila, Historia critica y documentada de las Comunidades
de Castilla, en Mem. Hist. Esp., vol. XXXV, pág. 508.
71. Juan Maldonado, en la trad. esp. del original latino El Movimiento de España
por J. Quevedo, Madrid, 1840, pág. 100.
UN PADRÓN DE CONVERSOS SEVILLANOS (1510)
67
quienes aquella palabra afrentosa había tal vez herido, decían que no
podía encontrarse castigo mayor a la afrenta hecha a. la ciudad 72 ».
Los nobles y ricos, agrega Maldonado, estaban con Jofre, pero no
osaron resistir a la plebe. Un clérigo comunero de la misma ciudad,
por otra parte, protestaba contra los negocios de los cristianos nuevos :
« asimismo por el gran daño que ha venido a estos reinos, por causa
de los arrendadores naturales dellos, que sin que alguno puje las rentas
tornan a pujar con condición y codicia que les den lugar a achaques
por donde destruyen el reino. Mas como éstos eran del linaje de los
que vendieron a Jesucristo, no era mucho vendiesen a su patria'3. »
Y ocho meses después del alzamiento de Sevilla, el 26 de Abril de
1521, afirmaban los Inquisidores hispalenses, en carta al
Emperador, « ... tener por cierto que los que principalmente habían sido
causa de las alteraciones de Castilla fueron los conversos y personas
a quienes tocaba el oficio de la Inquisición74 ».
En la mayoría de las ciudades castellanas los cristianos nuevos se
sumaron a la rebelión, echando leña al fuego del descontento. Pero
en Sevilla aconteció lo opuesto. Allí fueron los conversos el blanco
o el pretexto de un movimiento de inspiración aristocrática. ¿Por
qué tal diferencia? Los conversos de Castilla, explica Tierno Galván,
iban integrándose en la contextura de la clase media ciudadana, cuya
prosperidad creciente se veía de repente amenazada por el criterio
centralizado y cortesano del nuevo régimen imperial : « no es
disparatado inducir que los conversos de una, dos o tres generaciones,
ayudaran a un movimiento que tendía a fortalecer la autonomía
municipal, defendía económicamente a los mercaderes y clase media
y ofrecía oportunidades para una convivencia en que el « proceso » de
los conversos se amortiguase 75 ». En Sevilla, por otro lado, el comercio
de Indias había favorecido sobre todo a la clase media, y dentro de
ésta a los conversos, según vamos comprobando en este artículo ;
la casa de Niebla y Medina Sidonia se había poco menos que
apoderado de la ciudad, en alianza con los conversos que empezaban a
acaparar los cargos concejiles ; y quienes se sentían defraudados eran
Jos proceres rivales del duque de Medina Sidonia.
Remito al lector, para la fundamentación de estas ideas, y para un
relato pormenorizado del levantamiento de Sevilla, a las páginas
útilísimas que Manuel Giménez Fernández dedica a este asunto en el
segundo volumen de su obra sobre Las Casas. Aquella lucha entre
72. Ibid., pág. 101.
73. Fray Prudencio de Sandoval, Historia de la çida y hechos del Emperador
Carlos V, Madrid (B. A. E., LXXX), 1955, pág. 232.
74. En un documento de Simancas que resume Danvila, Mem. Hist. Esp., vol.
XXXVII, pág. 705.
75. Tierno Galván, op. cit., pág. 294.
68
BULLETIN HISPANIQUE
dos parcialidades aristocráticas trae a la memoria el motín de 1465
que citábamos antes, con el apoyo que los de Niebla dispensaron a
los cristianos nuevos. Pero en este caso el odio al converso es, si cabe,
más violento y funcionalmente más importante.
Los datos que poseemos, y sobre todo su elaboración por Giménez
Fernández, demuestran claramente que el levantamiento de Sevilla
no debe entenderse como un fugaz episodio, circunscrito a la
jornada del 16 de Septiembre de 1520 76. Tanto sus raíces como sus
consecuencias son hondas y visibles, y Sevilla durante largos meses
no conoció sino alborotos y sobresaltos. Los conversos se habían
alzado con numerosos puestos concejiles : por ejemplo, los
veinticuatros Francisco del Alcázar y Alonso Gutiérrez de Madrid, los
jurados Antón Bernai y Juan de Torres77, y, probablemente, el
veinticuatro Guillen de las Casas 78. Eran conversos también la mayor
parte de los asesores o empleados administrativos de la casa de
Medina Sidonia — como el Licenciado Jomete79 — situación que el
duque de Arcos todavía lamentará en carta del 5 de Junio de 1521 :
« pienso que la persona de la señora Duquesa tiene poca culpa, porque
en verdad ella es muy honrada; pero como su casa es regida por
personas bajas, especialmente de algunos confesos que allí tiene,
que son de su naturaleza escandalizadores y enemigos de justicia y
sobre todo nunca hablan verdad, han sido y son causa de que aquellos
señores no guarden lo que prometen 80 ». Pero el hecho prácticamente
decisivo, el detonante que hizo estallar el odio de aquellos
aristócratas arruinados o segundones pobres, fue la autoridad cada día.
mayor que iba consiguiendo Francisco del Alcázar — antes
almojarife, ahora tesorero de Sevilla y señor de la Palma — que se había
captado el apoyo de la casa de Medina Sidonia, después de haber
hecho negocios con la de Arcos, había elevado el encabezamiento de
76. Me refiero ante todo al Discurso de la Comunidad de Sevilla, ed. Á. Benitez de
Lugo, Sevilla, 1881 — que hacía caído en el saco roto de la erudición, hasta que
Giménez Fernandez supo interpretarlo en su Bartolomé de las Casas, vol. II, pág. 951 y ss.
77. Véase Giménez Fernández, op. cit., pág. 948.
78. Véase el Discurso de la Comunidad de Sevilla, pág. 88.
79. Véase el memorial que el Duque de Medina Sidonia envía al Emperador, por
medio de J. de Herrera, poco después de las Comunidades. En él se explican ciertas
cosas : « Asimismo diréis a Su Majestad cómo el Rey Católico, que en gloria sea, dio
una su cédula para el Licenciado Ybarra, por ser buen hombre, porque me
aconsejare en todas las cosas de mi casa y estado, aunque tuviera oficio real, sin embargo
de las leyes y premáticas que en contrario hablan ; y éste era juez de los grados ; y es
ya muerto ; y porque aunque en mi consejo hay muy buenos caballeros y letrados,
yo tengo por muy buen hombre y de mucha conciencia y sin pasión al Licdo. Jomete,
y es asimismo juez de los grados » (Mem. Hist. Esp., vol. XXXV, pág. 202). Acerca
de éste, véase Giménez Fernández, op. cit., pág. 963. Y un nombre más : Juan Bazo,
mozo de espuelas de don Juan Alonso de Guzmán, hermano y sucesor del Duque,
se distinguió en la lucha por reconquistar el Alcázar, que habían tomado los
comuneros (véase el Discurso, pág. 73).
80. Danvila, Mem. Hist. Esp., vol. XXXVIII, pág. 258.
UN PADRÓN DE CONVERSOS SEVILLANOS (1510)
69
Sevilla, y disfrutaba en general de ricos tributos y monopolios81.
Este ambicioso personaje, su hermano el capitán Hernán Suárez y su
pariente Pedro del Alcázar, que fue uno de los impulsores de las
composiciones de 1508-1511, dirigían los intereses de los cristianos
nuevos. Contra ellos se urdió una implacable conspiración, cuyo
objeto era nada menos que la exterminación o la expulsión de los
confesos de Sevilla. Más de cien caballeros se congregaron el día 2 de
Septiembre de 1520 en el Monasterio de San Pablo : «... que firmaron
para perseguir los confesos..., lo cual fue sentido, y la ciudad se
alteró de manera que toda la noche que era de domingo cada uno
guardaba su casa, y la tenía proveída de armas, escopetas, ballestas,
lanzas, picas82 ». No es nada oscura la intención anti-burguesa de
aquellos caballeros, que no aspiraban solamente a saquear las
propiedades de los conversos : « como los más que en este acuerdo eran,
fuesen pobres caballeros, tenían acordado de visitar las casas de los
abades, mercaderes y hombres ricos para pedilles dineros, y el que
rehusase, ahorcallo 83 ». Todo ello consta, con muchos detalles más, en
el anónimo Discurso de la Comunidad de Sevilla. Me limitaré a apuntar
la intervención de algunas de nuestras familias empadronadas.
El padre del duque de Arcos, después de la conspiración del
Monasterio de San Pablo, tuvo la generosidad de avisar al rico trapero
o mercader Gonzalo Suárez, « al cual le avisó que pusiese en cobro lo
que más le dolía... 84 ». El aún más rico Diego de Sevilla, cinco o seis
días antes del motín, se había « confederado » con los de Arcos, al
parecer para apoyarles con dinero y pasarse al bando enemigo85.
Nuestro conocido Pedro de Villacís había participado, por supuesto,
en la reunión del Monasterio de San Pablo88. Su nombre vuelve a
aparecer en otra ocasión — bastante anodina, pero característica de
los métodos empleados para azuzar el odio contra los confesos pocos
días antes del levantamiento. El doctor Juan Fernández de la Gama,
teniente de Asistente, relata ese suceso en una carta al Cardenal
Adriano :
El sábado pasado, estando en la audiencia de la tarde, me enviaron a decir
los caballeros que entendían en dar la petición para que los que eran
notados de infamia por la Santa Inquisición no entrasen en cabildo, que fuese
a casa de Perafán de Ribera... ; e ido allí hallé a algunos juntos, y me dijeron
81. Véanse el Discurso..., pág. 56 y ss., y Giménez Fernández, op. cit., págs. 952953.
82. Discurso, pág. 57.
83. Ibid., pág. 82.
84. Ibid., pág. 58 ; véase Giménez Fernández, pág. 956.
85. D. de Sevilla murió aquella misma noche. Véanse el Discurso, pág. 60, y
Giménez Fernández, pág. 959. Los nombres de Gonzalo Suárez y Diego de Sevilla
constan en el párrafo inicial del documento publicado en apéndice (fol. 124), como
dos de los encargados de hacer el repartimiento de 1511.
86. Véase Giménez Fernández, pág. 955.
70
BULLETIN HISPANIQUE
que pues yo trabajaba tanto por la paz de la ciudad, me hacían saber que
en casa de un ropero que se decía Francisco de Baeça estaban cincuenta
alcancías de fuego de alquitrán para echar en las casas de los cristianos ;
y estaba allí Villaríz [Villacíz] que dijo que los inquisidores se lo habían
dicho ; y de allí salí luego, y un alcalde mayor conmigo que se dice el doctor
Neyra ; y fuimos a la Ropa Vieja a buscar la casa, y aquel Francisco de
Baeça no está en la ciudad muchos días ha, porque yo [lo] desterré para
Oran, donde está cumpliendo el destierro ; y buscamos dos casas de otros
que se nombran de Baeça ; y en la una se hallaron dos alcancías de barro con
dinero, y no otra cosa; y esto hice saber a los caballeros... ; todo esto
se publicaba para tener ocasión a que hubiese algún escándalo87...
En cuanto a Francisco del Alcázar, recogeré un dato más,
sobremanera sugestivo. Conviene no olvidar, en efecto, su conexión con
las importantes gestiones que ciertos conversos llevaban a cabo en
Roma desde 1518, poco antes de las Comunidades. Me refiero a
Diego de las Casas, Juan Gutiérrez y otros cristianos nuevos
influyentes. Aquellas gestiones constituyeron nada menos que un
supremo esfuerzo para menoscabar y hasta suprimir la autoridad del
Santo Oficio, al principiar el reino de Carlos do Gante88. Ahora bien :
no hay prueba más fehaciente del apoyo prestado por los conversos
a las Comunidades de Castilla que el enlace que hubo entre ambos
acontecimientos. El Tesorero — y antes arrendador de alcabalas —
Alfonso Gutiérrez (hermano de Juan) proporcionó grandes sumas de
dinero al famoso comunero Juan de Padilla « por tenerle contento
para que obedeciese una bula que los conversos trujeron de Roma
contra la Inquisición89... » Y nuestro Francisco del Alcázar se vio
mezclado, desde Sevilla, en esa serie de intrigas confluyentes. Sus
posibilidades económicas procuraron respaldar las de Alfonso
Gutiérrez, que secundaba a Juan de Padilla, y de Juan Gutiérrez, que
conspiraba en Roma con Diego de las Casas. Vinculación que el
jurado Pedro Franco descubría a los inquisidores de Toledo en 1531 :
Preguntado qué personas del Roino le parece que en el dicho tiempo
87. Danvila, vol. XXXV, pág. 185.
88. Sobre este particular véase la bibliografía que daré más adelante a propósito
de Diego de las Casas, y de fray Bartolomé. Aprovecho la ocasión, sin embargo, para
mencionar a otro converso relacionado con las familias del padrón, Francisco de Carmona, cuyas gestiones en contra de los procedimientos de la Inquisición relata J. A.
Llórente, Historia critica de la Inquisición de España, Madrid, 1822, vol. III, págs. 5152 : « Habiendo causado varios daños Pedro de Villacís, receptor de bienes de la
Inquisición, a Francisco de Carmona vecino de Sevilla, éste se quejó al cardenal [Adriano]
quien le administró justicia ; pero abusando aquel del conocimiento que tenía del
modo de procesar del Santo Oficio, dispuso cierta conjuración en virtud de la cual
fueron procesados y presos el mismo Francisco, Beatriz Martínez su madre, y otros
parientes, ademas de haber intentado matarle y buscádole para ello. » Los Carmonas
del padrón son los núms. 36, 88, 102, 158, 177, 259, 361, 382.
89. Fidel Fita, Los judaizantes españoles en los cinco primeros años (1516 1520) del
Reinado de Carlos V, Bol. de la R. Acad. de la Hist., XXXIII, 1898, pág. 310.
UN PADRÓN DE CONVERSOS SEVILLANOS (1510)
71
pudieron platicar sobre lo suso dicho con el dicho Alfonso Gutiérrez, dijo
que no lo sabe ; salvo que le parece que cuando se decía quel dicho tesorero
andaba en lo suso dicho, entendía con un fulano del Alcácar, veinte e
cuatro e vecino de Sevilla90...
Cuando en la tardo del levantamiento los comuneros llegaron a la
calle de Genova, los ricos tenderos y mercaderes de esa calle se
sintieron gravemente amenazados, y varios de éstos redactaron una
carta de hermandad. Los nombres de los interesados se mencionan
al final del documento, que transcribe Giménez Fernández :
... estando en las casas de la morada de Juan de Córdoba, platero, que
son en esta ciudad en la collación de Santa María en la calle de Genova,
estando y presentes el dicho Juan de Córdoba, platero, y Juan Várela de
Salamanca, librero, y Cristóbal de Alfaro, y Blas de Avila, y Tomás Ungut,
y Francisco de Toledo, e Maestre Felipe, e Francisco de Quintanilla e
Sebastián de la Becerra, e Diego de Talavera, e Gonzalo de Roelas e Juan
deValladolid91...
Nuestro padrón ayuda a identificar a los conversos : como Gonzalo
de Roelas (núm. 220 : Gonzalo Roelas92) o Francisco de Toledo
(núm. 252). Pero era tan frecuente el apellido de Toledo, y el de Valladolid, y el de Talavera (que figuran numerosísimas veces en el
padrón), que basta con suponer la existencia de las familias. En esta
ocasión conviene sobre todo tener a la vista los muchos Córdobas
(núms. 13, 24, 34, 80, 89, 155, 157, 171, 208, 268, 279, 286, 366, 376,
380). El platero Juan de Córdoba era « el financiador de Cortés y los
suyos93 » : dato interesantísimo que viene a confirmar la
intervención de los negociantes conversos en la colonización de las Indias.
Juan de Córdoba, « que había figurado entre los amigos de Colón 94 »,
a fines de 1519 vino a prestar un apoyo económico decisivo a los
enviados de Hernán Cortés, rebeldes frente a la autoridad de Diego de
Velázquez. El mercader de la calle de Genova, muy probablemente
de estirpe judía, contribuyó a la conquista de Tenochtitlán.
Antes del 16 de Septiembre, Sevilla, según el doctor de la Gama, era
« el tonel que dicen de la víbora y la culebra 95 ». Fracasado el golpe
de mano do don Juan de Figueroa, no era posible que los rencores
se aplacasen rápidamente. El Discurso de la Comunidad prueba que
Sevilla vivió al borde de la guerra civil durante seis meses más.
90. Ibid., pág. 31 G.
91. Giménez Fernández, op. cit., pág. 967. Véase pág. 963.
92. Vimos anteriormente que un « Gonzalo Ruelas », al amparo de la composición
estudiada, se habla embarcado para América en 1513.
93. Giménez Fernández, pág. 963. Sobre esta cuestión, véase, del mismo autor,
El alzamiento de Fernando Cortés según las cuentas de la Casa de Contratación, Rev.
de Hist. de América, núm. 31, 1951, pág. 23 y ss.
94. Giménez Fernández, en. cit., pág. 24.
95. Danvila, vol. XXXV, pág. 174.
72
.
BULLETIN HISPANIQUE
El 6 de Diciembre dos capitanes de galeras se pusieron a la
disposición de la Inquisición y de la casa de Arcos, en vista de lo cual los de
Medina Sidonia se armaron, llegando su tropa hasta la puerta del
Arenal98. Mientras tanto el precio del trigo subía vertiginosamente.
El pueblo, envalentonado, no tardó en amotinarse (el llamado motín
de la Feria). Un último incidente revela la persistencia del rencor
contra los conversos. La Inquisición, para apaciguar los ánimos,
venía preparando un gran auto de fe. Pero el auto, en Marzo de 1521,
tuvo que aplazarse : « y no se hizo porque dijeron los de la ciudad
que si no llovía antes que se hiciese el auto, que habían de dar tras
de todos los confesos97... » Nótese con qué facilidad la gente veía en los
conversos la causa de todas sus desventuras. Poco después se celebró
el auto : «... en que quemaron cinco, dos hombres y tres mujeres, y
reconciliaron treinta; y luego llovió poco...98 ». Pero el hambre
demostró ser más poderosa que el fanatismo o el odio. La ausencia
de pan podía más que la presencia de los conversos. Así termina el
autor del Discurso de la Comunidad : « al fin todo se amansó con el
hambre que vino99... »
Dedicaré algunos comentarios a los dos documentos que se
publican en apéndice. Sobre la composición de 15 de Junio de 1511 poco
tengo que agregar a lo que queda dicho. Su contenido corrobora
algunaó'c'óñdiciones bastante conocidas : que los conversos sevillanos
habían ocupado cargos públicos o administrativos, y habían pedido
al Rey que se legitimase su situación ; que los conversos guardaban
« unidad y paciencia » ; que algunos eran cristianos ficticios ; que los
padres o abuelos eran más susceptibles de reincurrir en herejía que
los hijos o nietos.
Nuestro texto es la copia (por el oscuro autor del manuscrito de
París) de una copia hecha en 1518 (por algún escribano andaluz).
¿Por qué en 1518? ¿Con motivo acaso de la petición que los cristianos
nuevos tuvieron que someter al Rey a fin de recordarle los
compromisos de don Fernando? No sé explicarme estas circunstancias.
Debieron de sacarse, desde luego, muchos traslados de este texto,
96. Véase el Discurso, pág. 105.
97. Ibid., pág. 124.
98. Ibid., pág. 124. La carta de la Inquisición que resume Danvila (XXXVII,
pág. 705) indica que se reconciliaron «... treinta y cinco personas, y condenados a
cárcel perpetua, y siete relajados al brazo seglar... y hubo otros muchos
penitenciados ». Fueron quemados Alvar Pérez de Rosales y su hijo Jaques de Valera, « que
se decía consejero de Su Majestad i. Los dos se volvieron judíos en Fez, y regresaron
a España al sobrevenir las Comunidades. (El núm. 86 del padrón es Gabriel de
Rosales.)
99. Ibid., pág. 127,
UN PADRÓN DE CONVERSOS SEVILLANOS (1510)
73
puesto que la Reina propone que cada contratante sea poseedor de
uno. Traslados que luego serían destruidos, conforme los términos
del concierto se cancelaban y la conservación de la carta se iba
haciendo peligrosa. (Sabido es que bajo Felipe II se mandó recoger el
Libro verde de Aragón y otros documentos semejantes100.)
Como quiera que fuese, permanecen en nuestra copia algunos
errores de transcripción. El secretario del Rey no sería Juan Ruiz
de Garcana, sino (basta con cambiar dos letras) Juan Ruiz de Calcena — el famoso converso de Calatayud101 que firmaba la mayoría
de las cartas o cédulas reales de asunto inquisitorial. El mismo Calcena que llegó a ser tan temido, y tan poderoso, como Pedro de Villacís102.
Otros pormenores de la carta son más exactos. Cuando se redacta
la composición es todavía Inquisidor General, en efecto, Cisneros —
de quien escribe Bataillon que se identifia con el espíritu de la
Inquisición «... en lo que ésta tiene de moderado y al mismo tiempo de
tiránico. No se observa en él la obsesión de la limpieza de sangre 103 ».
Tampoco pafece dudosa la fecha. El 15 de Junio de 1511 el Rey se
encuentra en Sevilla. Abriga don Fernando en ese momento proyectos
de conquista en África del Norte, para la cual se reúne una armada en
el Guadalquivir y hacen falta todos los fondos posibles104.
Con ese objeto se había ido extendiendo poco a poco, desde 1508, el
terreno de las composiciones sevillanas. En 1511 abarcan no sólo a
Sevilla y Cádiz, sino a Ecija, Fregenal, Lepe, Ayamonte y La Redondela. Lugares donde, sencillamente, abundaban los cristianos nuevos.
Lepe, Ayamonte y La Redondela, pueblos almadraberos o costeros
del término de Huelva, en la raya de Portugal, lindaban con aquellas
tierras del duque de Medina Sidonia donde tantos conversos se
habían refugiado en 1481. Acerca de Lepe ya quedó apuntado que,
según el repartimiento de Aben-Núñez en 1474, su aljama había sido
relativamente importante105. E3tas tres localidades pertenecían al
condado de Ayamonte, desmembrado años antes del condado de
Niebla106. El señor de esas tierras, don Pedro de Zúñiga, al final del
100. Véase Bataillon, Les nouveaux chrétiens de Ségovie en 1510, pág. 212.
101. Véase José de la Peña y Cámara, Contribuciones documentales y criticas para
una biografía de Gonzalo Fernández de Oviedo, Revista de Indias, pág. 672. (Al final
de la carta, sin embargo, se nombra a un Juan Ruiz de la Serna.)
102. Sobre las ganancias de Calcena, véase Lea, op. cit., I, págs. 193, 215; II,
págs 357, 262 y 372.
103. M. Bataillon, Erasmo y España, I, pág. 69.
104. Véase Ortiz de Zúñiga, Anales eclesiásticos y seculares de... Sevilla, Madrid,
1796, III, pág. 282. Los sucesos de Italia obligarán al Rey a aplazar su proyecto de
cruzada contra los turcos.
105. Véase Amador de los Ríos, op. cit., III, pág. 601.
106. Véase el Diccionario geográfico, etc., de P. Madoz, Madrid, 1850, vol. III,
pág. 196.
74
BULLETIN HISPANIQUE
siglo xv perdió sus posesiones porque era de abolengo hebreo107.
Fregenal de la Sierra se encontraba bajo la jurisdicción de la ciudad
de Sevilla desde la extinción de la Orden de los Templarios en 1312.
Fue esta villa extremeña, a partir de 1556, el escenario de una
disputa bastante característica de la época. Procuraron sus habitantes
borrar la huella de infamia que llevaba implícita la costumbre de
colgar sambenitos en las iglesias. « The people of the town » — relata
Lea — « were mostly descendants of conversos, resorting to perjury
and every other means to conceal their origin. The sacristans were
generally conversos, who connived at the methods employed to
destroy the évidence, and the sambenitos were stolen; there used
to be five hundred and ninety-nine, and now there were only ten
or a dozen108... » Hasta que en 1576 el Inquisidor Montoyo entregó
a Fregenal unos sambenitos nuevos, hechos con la ayuda de
documentos inquisitoriales. En esa pequeña villa había habido 162
relajados y 409 reconciliados, casi todos entre 1491 y 1495 109.
#
♦ **
Queda por examinar el padrón del 15 de Septiembre de 1510, y
por averiguar si los muchos datos que encierra alguna utilidad tienen
para el estudio de los conversos andaluces del Siglo de Oro. Tal vez
convenga formular, antes de acometer nuestra tarea, algunos reparos
o advertencias.
No se piense, en primer lugar, que esta nómina es completa. Nos
hallamos, más bien, sea ante un fragmento, sea, lo que es más
probable, ante una sola etapa dentro del dilatado proceso de las
composiciones sevillanas. No se hace mención únicamente de cabezas de
familia, sino de individuos — hombres o mujeres — cuyos
antepasados fueron víctimas de la Inquisición. El padrón, por lo demás, es
cuidadoso y digno de fe. Los nombres no se repiten (cuando hay
reiteración, se designa el oficio). Las personas que figuran en el
párrafo de introducción (salvo Pedro Pelo) vuelven a salir entre los
empadronados. La fecha será exacta, puesto que se mencionan « los
sesenta mil ducados de las dos composiciones » — o sea, los veinte
mil de 1508 y los cuarenta mil de 1509 — y hasta « las pagas primera
y segunda », que deben de ser las de Diciembre de 1509 y Agosto de
1510. Poco después de cumplirse este segundo plazo, por consiguiente,
se hizo un nuevo repartimiento con vista a la tercera paga de la
composición de 1509. El receptor es Francisco de Santa Cruz, el cual,
decíamos antes, sustituye o secunda a Villacís hacia 1510.
107. Véase F. Fita, Historia hebrea, pág. 563.
108. Lea, op. cit., III, pág. 168.
109. Véase, ibid., págs. 167-168.
UN PADRÓN DE CONVERSOS SEVILLANOS (1510)
75
No se me oculta, en segundo lugar, hasta qué punto y con cuánta
facilidad nuestro tema — el problema de los conversos españoles —
puedo llegar a convertirse en una obsesión, poco propicia a la verdad
histórica. El cariz inquisitorial de la tarea, los embustes y
silencios y delitos con que se tropieza a cada paso, no han de llevarnos a
confundir sospechas con demostraciones. Mi actitud por tanto será
la siguiente. La presencia de determinados nombre? en el padrón
de 1510 requiere que se planteen o formulen ciertas preguntas o
problemas; pero no que se pretenda responder a dichas preguntas de
manera definitiva. Ahora bien : todo historiador de la cultura sabe
que la definición de una cuestión no es nunca desdeñable.
Permítanseme dos citas sobre este particular. La primera es de
un autor no muy amigo del Santo Oficio, Juan Antonio Llórente, el
cual advierte en sus Anales : « la identidad de apellidos dista infinito
de probar la de familias aun dentro de una pequeña población, cuanto
menos en una grande... Consta que los judíos y moros, cuando se
bautizaron en España, tomaron los nombres y apellidos de los que
eran sus padrinos110... » La segunda es del destacado antisemita
Fray Francisco de Torrejoncillo. Cuenta éste en su Centinela contra
judíos (1679) que un religioso, al confesar a un niño, y preguntándole
cómo se llamaba, recibió la contestación : « El de casa, Padre, es
Abraham ; y el de afuera, Francisquito m. »
Claro que hay que estar en guardia contra la anarquía de los
apellidos del siglo xvi. Pero ni esta dificultad debe arredrar al
investigador, ni conviene exagerarla. Véase precisamente nuestro padrón.
Bastantes hijos llevaban el nombre de sus padres o sus abuelos. Y
ahora se comprobará que varios de los apellidos de esta lista
(Alemán, Cazalla, Fernández de Lorca, De la Fuente, Gavilán, Loya,
Santaella, etc.) coinciden con los de ciertos conversos o judíos, ya
conocidos como tales, de los siglos xv y xvi.
Alcázar. (Núm. 4.) Ya he tenido ocasión de comentar el papel que
el hacendado Pedro del Alcázar desempeñó en las composiciones
sevillanas. ¿Sería este cristiano nuevo el abuelo (que también se
llamaba así) del poeta Baltasar del Alcázar? Durante el primer
tercio del siglo xvii corrió en Sevilla la creencia que los Alcázares eran
descendientes de judíos, y al pretender el hábito de Calatrava el
capitán Juan Antonio del Alcázar, biznieto de un hermano del
escritor, tuvo que demostrar ahincadamente que sus antepasados eran
cristianos viejos. El autor de la « Cena jocosa » fue alcalde de la
hermandad de los hijosdalgo de Sevilla. Confieso, además, que se me hace
difícil creer que este poeta más festivo que satírico fuera converso.
110. J. A. Llórente, Anales de la Inquisición en España, Madrid, 1813, vol. I,
pág. xi.
111. Fray F. Torrejoncillo, Centinela contra judíos, Madrid, 1679, pág. 113.
76
BULLETIN HISPANIQUE
Fijémonos en una circunstancia : su abuelo muere al mediar 1515 m.
Ahora bien : la real carta que se citó previamente, y se refiere
expresamente a Pedro del Alcázar, se redacta el 22 de Diciembre de 1516.
No se recurre en ella al giro usual : « Fulano de Tal, difunto ». Prefiero,
en consecuencia, no dar crédito a aquellos murmuradores sevillanos
del siglo xvii.
Alemán. (Núm. 51.) Dice el padrón : « La viuda de Juan Alemán. »
Ya que esta lista no es completa, puede haber intervenido Juan
Alemán en otro repartimiento de igual índole, siendo su mujer de
origen judío también. O haber fallecido, puesto que la palabra « viuda »
no se utiliza. Pues bien : un Alemán, mayordomo de Sevilla, conocido
por « Poca sangre », es uno de los judíos que fraguan la conspiración
de 1480, y luego muere en la hoguera113. Sabido es que el novelista
Mateo Alemán era converso. Y otros muchos Alemanes, salvo aquellos
que efectivamente eran de ascendencia germánica y a veces lucían
ese apellido (como el ilustre impresor Jacobo Cromberger).
Alfaje. (Núm. 253 : Juan de Alfaje.) ¿Morisco? Dispongo, por
desgracia, de escasísima información acerca de los moriscos hispalenses
del comienzo del xvi. El benemérito erudito don José Gestoso y
Pérez, en un Diccionario de artífices sevillanos al que apelaré muchas
veces, habla del platero Fernando Alhaje, que otorga testamento
en 1505"*.
Bazo. (Núm. 26, 226, 255, 309.) Serrano y Sanz lo cita entre los
nombres de judíos zaragozanos del siglo xv115. Jaime Baço se
denominaba el artista valenciano Jacomart, que fue el pintor favorito de
112. Se extraen estas noticias del Prólogo de F. Rodríguez Marín a las Poesías
de B. del Alcázar, Madrid, 1910.
113. Conocemos los nombres de los conjurados de 1480 por unos Apuntamientos
de Cristóbal Núñez, tales como los extractó Juan de Torres Alarcón. Como sobre
ello hay informes confusos (salvo el mencionado artículo de Fidel Fita), daré una
lista según el Ms 1419 de la Bibl. Nacional de Madrid, fol. 133 v° — modernizando
un tanto la ortografía. Son : Susán, t padre de la Susana, la hermosa fembra » ; Benadeva, c padre del canónigo Benadeva y sus hermanos » ; Abólo ña, « el perfumado »;
Alemán, « Poca sangre, el de los muchos ñjos Alemanes > ; Pero Fernándes Cansino,
veinticuatro y jurado de San Salvador; Alonso Fernández de Lorca; Gabriel de
Zamora, veinticuatro de Sevilla ; Ayllón Perote, « el de las Salinas » ; Medina, « el
Barbado, hermano de los Baenas, obligado de dar carne a Sevilla » ; Sepúlveda y
Cordobilla, « hermanos que tenían la casa del pescado salado de Portugal » ; Pero
Ortiz Mallite ; Pero de Jaén, « el Manco, y su hijo Juan de Almonte » ; los Al dales t de
Triana, que vivían en el Castillo i ; Alvaro de Sepúlveda ; « el viejo padre de Juan
de Jerez de Loya > ; Cristóbal López Mondadina (o Mondadura). Unas notas
marginales explican que los cuatro primeros, más Loya, murieron quemados.
114. Véase J. Gestoso Pérez, Ensayo de un diccionario de los artífices que florecieron
en Sevilla desde el siglo XIII al XVIII inclusive, Sevilla, 1899-1909, vol. III, pág. 422.
Se encuentra en el Archivo Municipal de Sevilla (Papeles Varios, núm. 334, «
Moriscos ») un interesantísimo y extenso padrón de moriscos avecindados en aquella
ciudad en 1580 • — demasiado tarde para sernos útil aquí. Este manuscrito, que yo
sepa, no ha sido aprovechado como lo merece.
115. Véase M. Serrano y Sanz, Orígenes de la dominación española en América,
Madrid, 1918 (N. B. A. E., XXV), pág. xi.
UN PADRÓN DE CONVERSOS SEVILLANOS (1510)
77
Alfonso V de Aragón, y a quien el mismo erudito tiene por converso m.
Hipótesis que vienen a robustecer — ni más ni menos — nuestros
datos.
Baena. (Núms. 334, 355, 375.) Hay un arrendador, un ropero y un
platero — Francisco de Baena, que no sé si será el platero homónimo,
vecino de barrio de Castellanos en 1534 117. Si me detengo en este
apellido, sin embargo, no es porque el escribano de Juan II, y
recopilador del Cancionero, el andaluz Juan Alfon¿o de Baena, fuera
converso, ni porque « Medina el Barbado, hermano de los Baenas »,
fuese uno de los judíos conjurados en 1480, sino porque la casa de
doña Isabel de Baena, relajada al brazo seglar en el memorable auto
de fe del 24 de Septiembre de 1559, fue foco principal del movimiento
iluminista sevillano de mediados de siglo. Marcel Bataillon ha
elucidado ejemplarmente la consagración de tanto cristiano nuevo a los
movimientos de renovación espiritual — al nuevo cristianismo — del
siglo xvi en España. Coyuntura importantísima, sobre la cual
volveremos repetidas veces.
Bernai. (Núms. 61, 277.) Dije, al hablar de la huida de ciertos
conversos a América, que así se habían llamado bastantes
judaizantes. El principal de ellos fue Manuel Núñez Bernai, mercader
de Ecija, que murió quemado vivo en el auto de fe celebrado en
Córdoba en 1655, y tan heroicamente que sus correligionarios
refugiados en Amsterdam (como el estrafalario poeta Daniel Le vi de
Barrios) publicaron ese mismo año un libro de versos en su honor118.
(El zapatero Juan Bernai, además, fue uno do los alumbrados de
Llerena en 1578 119.)
Buendia. (Núm. 237.) Me he referido ya a los hermanos Buendía,
conversos de Zaragoza, que entraron en la composición aragonesa
de 1495. Obsérvese de paso que bastantes nombres judíos se
extendieron por toda la península.
Cazalla. (Núm. 261 : Hernando de Cazalla, procurador.) Muchas
páginas de Erasmo y España versan sobre la familia de los Cazalla,
propagadores primordiabs del iluminismo en Castilla. Los padres
del tristemente ilustre doctor Agustín, Pedro de Cazalla y Leonor de
Vibero, habían sido perseguidos por la Inquisición de Sevilla120.
Nuestro procurador corrobora el aspecto sevillano de estos sucesos.
116. Véase E. Tormo y Monzó, Jacomart y el arte hispano- flamenco cuatrocentista,
Madrid, 1913.
117. Véase Gestoso, op. cit., II, pág. 146.
118. Véase G. Matute y Luquín, Colección de los autos... de fe celebrados por el
Tribunal de la Inquisición de Córdoba, Córdoba, s. f., págs. 192-193. Sobre Daniel
Leví de Barrios, véanse los Heterodoxos de Menéndez Pelayo, 2a éd., lib. V, cap. 2,
y M. Kayserling, Sephardim. Romanische Poesien der Juden in Spanien, Leipzig,
1859, págs. 256-288.
119. Véase Lea, op. cit., IV, pág. 23.
120. Véase Bataillon, op. cit., II, pág. 109.
78 "
BULLETIN HISPANIQUE
Corro. (Núm. 81 ; también hay dos Corra.) No ha caído en el olvido
el inquisidor hispalense Antonio del Corro, fallecido en 1556; ni el
hecho, vigorosamente fundamentado por Américo Castro, de que
numerosos inquisidores fueron conversos. Una pregunta de Bataillon
suscita en este caso la mía. Consta en Erasmo y España que la
Inquisición de Sevilla se mostró poco severa con Juan Gil, el « doctor Egidio » ; y se agrega : « Es posible que la represión inquisitorial haya
quedado paralizada por el hecho de que uno de los Inquisidores
sevillanos, el anciano Licenciado Corro, era favorable a Gil121. » ¿No
sería, pues, cristiano nuevo el propio Licenciado? Idéntica pregunta
podría formularse acerca de Fray Antonio del Corro (1527-1591),
deudo y acaso sobrino de su tocayo, procedente del monasterio de
San Isidoro del Campo, de donde se escapó con Cipriano de Valera
y* varios frailes más. Interesantísima figura de heterodoxo andaluz,
que, como — permítaseme un salto de tres siglos — su paisano José
María Blanco White, tampoco quedó satisfecho con las iglesias
protestantes tras su salida de España (Menéndez Pelayo afirma que
propendía o lo que luego se denominará unitarismo), consiguió gran
autoridad en Inglaterra y murió en Londres 122.
Fez. (Núm. 100 : Francisco, platero.) Don José Gestoso trae
noticias de un Francisco de Fez, platero en 1501 123.
Franco. (Núms. 95, 98, 365 : Francisco, Diego y Rodrigo.) Apellido
notoriamente judío, que aparece en muchos autos de fe de los
siglos xvi y xvii. Huelga recordar el proceso, en su día muy
importante, del Santo Niño de la Guardia, y el auto de Avila (Noviembre
de 1491) donde fueron quemados vivos Jucé Franco y siete cómplices
suyos. Me interesa consagrar unas palabras aquí al médico valenciano,
probablemente converso, Francisco Franco, catedrático de la
Universidad de Sevilla, escritor culto y relativamente ameno, autor del
Libro de las enfermedades contagiosas y del Tratado de la nieve y del
uso delta (ambos publicados en Sevilla, 1569 124).
De la Fuente. (Núm. 188.) Por supuesto, el doctor Constantino
Ponce de la Fuente, manchego ; fue quemado en efigie en el auto de
fe sevillano del 22 de Diciembre de 1560.
Gavilán. (Núm. 60 : Gonzalo López Gavilán.) Un Gonzalo López
Gavilán, precisamente, natural de Sevilla, obtiene pasaje para las
121. Ibid., II, pág. 117.
122. Sobre Fray Antonio del Corro, véanse M. Pelayo, Heterodoxos, lib. IV,
cap. 10, y Bataillon, op. cit., II, pág. 318.
123. Véase Gestoso, op. cit., III, pág. 426.
124. También se ha dicho que el doctor Franco era portugués. (Véase D.
García Peres, Catálogo razonado... de los autores portugueses que escribieron en cas~
tellano, Madrid, 1890, pág. 238.) El propio Franco alude a su origen valenciano
en el Libro de las enfermedades contagiosas, y cita a Ausias March en valenciano
(fols. ixT°y xi ).
UN PADRÓN DE CONVERSOS SEVILLANOS (1510)
79
Indias en 1534 12a. Y un Alvaro Gavilán perece en el auto de Valladolid del 28 de Octubre de 1561, por observante de la ley de
Moisés128.
Las Casas. (Núm. 56 : Juan de las Casas ; núm. 74 : Antón Casas.)
Preferiría no verme obligado a pisar un terreno tan hondamente
surcado, año tras año, por historiadores especializados y ensayistas
militantes. Han disminuido mi azoramiento, sin embargo, unas
palabras de mi amigo don José María de la Peña, que alberga
idénticas sospechas sobre el personaje que ahora voy a recordar.
Ya era digno de consideración el número de escritores hebreos o
rabinos italianos que se han llamado Cases o Cazes. Hasta en
Polonia, durante el siglo xvn, hallamos a un renombrado talmudista
denominado Casa o Kasa127. Me parece probable que dichos italianos
fueran de estirpe española. Cuenta Umberto Cassuto, en su libro
Gli Ebrei a Firenze, que uno de los a marrani » establecidos en
Florencia tras la expulsión de 1492 era el joven « Bartolomeo de Cases ».
El cual hirió a otro muchacho en una riña y confesó, bajo tortura,
haber cometido ciertos sacrilegios. (Fue condenado al más dilatado
suplicio : debían cortarle una mano ante la Virgen de San Onofrio ;
la otra mano, frente a Santa Maria in Campo ; y sacarle los ojos junto
a Orsanmichele. Pero el populacho, por fortuna, le mató a pedradas
— el 17 de Agosto de 1493 128.)
Surge en nuestra nómina un Juan de las Casas. Téngase en cuenta
que era a la vez coetáneo y paisano de Fray Bartolomé. El hecho
incontrovertible es : un Las Casas fue condenado, acaso quemado,
por la Inquisición de Sevilla a fines del xv o principios del xvi.
¿Sería o no el del padrón deudo de aquel Diego de las Casas, sevillano,
que desde 1518 conspiraba en Roma contra el Santo Oficio? Los datos
que poseo son incompletos. Llórente cuenta que los inquisidores
sevillanos habían encarcelado a Diego, Juan y Francisco de las Casas,
y otros parientes suyos, y que Diego consiguió en Roma unas
exenciones para su familia. El documento publicado por Fidel Fita sólo
indica que uno de los conversos de Roma « ... es Diego de las Casas,
que procura y solicita los negocios contra el Santo Oficio, cuyos
padres y alguno de sus hermanos fueron reconciliados, y otros dellos
fueron y están presos por delito de herejía de mucho tiempo antes
que él fuese a Roma129 ». Imposible no atender a las interrogaciones
125. Véase el Catálogo de Pasajeros, I, núm. 4047.
126. Véase M. Sangrador y Vítores, Historia de... Valladolid, Valladolid, 1851,
vol. I, pág. 290 y ss.
127. Véase The Jewish Enciclopedia, New York, 1902, vol. III, pág. 596. (Un
judío leonés del siglo xi se llamaba Fura Kasas : Sefarad, III, 1943, pág. 33.)
128. Véase U. Cassuto, Gli Ebrei a Firenze nelV età del Rinascimento, Firenze,
1918, págs. 64-65.
129. F. Fita, Los judaizantes españoles en los cinco primeros años (1516-1520) del
reinado de Carlos V, Bol. de la Real Acad. de la Hist., XXXIII, 1 898, pág. 343. Véanse
80
BULLETIN HISPANIQUE
que suscitan estos hechos, mientras se aguardan datos del todo
persuasivos.
Imposible también no contemplar desde este punto de vista la
« santa furia » del apóstol de las Indias — su apasionamiento, su
iracundia, su tenacidad, su obsesionada convicción. « Prácticamente,
no sabemos nada » — resume Lewis Hanke — « acerca de su padre
u otros miembros de su familia, o de las primeras influencias que
debieron contribuir a formar su mentalidad y sus hábitos130. » No
sólo se ignoraba y se ignora la ascendencia de fray Bartolomé. En su
madurez él mismo intentó vincularse con los Casaus o Casas, nobles
de Canarias, de origen francés — enlace que Giménez Fernández
rechaza terminantemente131. De ahí que sea preciso examinar el
posible linaje judío del Obispo de Chiapas. Su obra entera, además,
lo está pidiendo a gritos. ¿No habrá conocido de niño el suplicio de
algún pariente, y sus infamantes consecuencias? ¿No habrá
consagrado su vida a exigir para los nuevos cristianos de América un
tratamiento y unos métodos de conversión que habían sido vedados
a los cristianos nuevos de Sevilla? ¿No ha sido el sueño del Nuevo
Mundo, tantas veces, fruto al propio tiempo de las esperanzas y de
las injusticias de Europa?
Tal vez sean aplicables al apóstol o « profeta » de las Indias unas
palabras espléndidas de Jacques Maritain sobre la contribución del
judío al mundo cristiano :
II est là, lui qui n'est pas du monde, au plus profond de la membrure du
monde, pour l'irriter, l'exaspérer, le mouvoir. Comme un corps^ étranger,
comme un ferment activant introduit dans la masse, il ne laisse pas le
monde en repos, il l'empêche de dormir, il lui apprend à être mécontent et
inquiet tant qu'il n'a pas Dieu. Il stimule le mouvement de l'histoire 1S2.
Aprovecho también la ocasión para recordar que diversos cristianos
nuevos fueron cronistas o historiadores (para el hombre distanciado
J. A. Llórente, Historia critica..., Madrid, 1822, vol. III, cap. 11, pág. 49 y ss., Lea,
op. cit., I, pág. 276, y Giménez Fernández, Bartolomé de las Casas, vol. II, págs. 16
y 264. Escribe Llórente (pág. 49) : « Los inquisidores de Sevilla formaron procesos
contra Diego de las Casas, Francisco y Juan, y otros hermanos de Diego y contra
sus mujeres, padres y otros parientes, todos presos, menos el Diego que huyó a Roma
y dando queja contra los jueces, obtuvo de su Santidad un breve inhibiendo a los
inquisidores de Sevilla para todas las causas de Diego, sus hermanos, parientes e
interesados, cometiéndolas al cardenal Adriano para que las viera por si mismo..., y
tratando de sacar de la cárcel a Francisco y Juan de las Casas... » Lea dice que Diego
de las Casas fue mandado a Roma en 151 8 cuando se remitió a los tribunales de esa
ciudad un pleito inquisitorial que se había ventilado en las Cortes de 1518 (I, pág. 276).
130. L. Hanke, Prólogo a la Historia de las Indias, ed. Millares, México, 1951,
vol. I, pág. xii.
131. Véase Giménez Fernández, Bartolomé de las Casas, vol. I, pág. 49. No hallo
referencia a la cuestión que nos ocupa en la Bibliografía Crítica de L. Hanke y
Giménez Fernández, Bartolomé de las Casas 1474-1566, Santiago de Chile, 1954.
132. J. Maritain, P. Claudel y otros, Les Juifs, Paris, 1935, pág. 54.
UN PADRÓN DE CONVERSOS SEVILLANOS (1510)
81
de su contorno, es acaso un consuelo la visión de conjunto del
intelectual) : Pulgar, el cronista del Perú Gutiérrez de Santa Clara133,
Florián de Ocampo, Gil González Dávila134, Gonzalo Fernández de
Oviedo135. Es más : algunos misioneros, catequizadores, peritos en
conversión,, fueron conversos. (El más conocido : fray Hernando de
Talavera.) Y asimismo, según Domínguez Ortiz, otro gran defensor
de la justicia en América, Francisco de Vitoria 136.
Las Roelas. (Núm. 220.) Tampoco se sabe gran cosa acerca de los
padres del pintor Juan de las Roelas (1558 o 1560-1625), sobre el cual
escribe August Mayer : « Todos los sevillanos aprendieron de Roelas,
en mayor o menor escala ; pero ninguno acertó a reflejar la
peculiaridad de su mística y el sentido de dignidad que anima sus obras 137. »
Es sólo posible (pues el nombre era noble) que fuese converso el autor
del magnífico Tránsito de San Isidoro.
López. (Núm. 58 : Alonso López, pintor.) He aquí, quizás, al tercer
pintor converso con quien topamos. Gestoso señala la existencia de un
Alonso López, pintor, de comienzos del xv 138.
Lora. (Núms. 125, 206.) (Recuérdese también a ese Rodrigo de Lora
cuya viuda fue desahuciada por Villacís.) El humanista Jacobo de
Lora es el probable autor de una Expositio Hymnorum (Sevilla,
1527) 139.
Hernández de Lorca. (Núm. 247.) El judío Alonso Fernández de
Lorca es uno de los conjurados de 1480.
Loya. (Núms. 25, 39, 343 : Juan de Loya el viejo, y el mozo ;
Gonzalo Alonso de Loya.) Apellido notoriamente judío. Juan de Jerez
de Loya, hijo de uno de los conjurados, fue quemado por la
Inquisición de Sevilla. Un Juan de Loya, hijo de Gonzalo y Beatriz de Loya,
se embarca para América en 1535 14°.
Luque. (Núm. 379.) Herejes pertinaces : sale en el auto de Córdoba
de Diciembre, 1625, un tal Francisco de Luque, vecino de Cabra,
personaje novelesco, que se había hecho pirata y musulmán. Y en el
133. Véase Serrano y Sanz, op. cit., pág. 51.
134. Véase Domínguez Ortiz, op. cit., págs. 155 y ss. Trae este libro, de gran
utilidad para nuestro tema, un elenco de escritores conversos.
135. Véase J. M. de la Peña y Cámara, art. cit.
136. Véase el elenco de Domínguez Ortiz.
137. A. L. Mayer, La pintura española, Barcelona, 1S37, pág. 171. Véanse
también del mismo autor, su Historia de la pintura española, Madrid, 1942, págs. 309318, y E. Lafuente Ferrari, Breve historia de la pintura española, 4a éd., Madrid,
1953, pág. 232.
138. Véase el Diccionario de Gestoso, II, pág. 53. No he hallado información sobre
la pintora sevillana — el asunto es intrigante — Isabel Hernández (núm. 274 del
padrón publicado en apéndice).
139. Véase M. Méndez Eejarano, Diccionario de escritores, maestros y oradores
naturales de Sevilla..., 1922-1923, vol. I, pág. 417.
140. Catálogo de Pasajeros a Indias, II, núm. 90 (Baruch Loy se llamaba un
rabino de Tarazona de fines del xrv : véase Sefarad, VII, 1947, pág. 85).
Bulletin hispanique.
6
82
BULLETIN HISPANIQUE
de Abril de 1718, también en Córdoba, fray Juan de Luque, por
luterano m.
Morcillo. (Núms. 91, 221 : Alvaro Morcillo, platero, y Hernando.)
Alvaro Morcillo será el platero que vivió en la collación de San
Ildefonso en 1522, según Gestoso, y casó con Elvira López142. También
quedó dicho que varias personas apellidadas así emigraron al Nuevo
Mundo. Es más : otro aventurero, vagabundo y navegante, Juan
Morcillo, nacido en 1461, probó fortuna en América, se hizo
farandulero, y luego, « ... como pasaba por judaizante, o cuando menos
por mal católico, tuvo que sufrir algunas persecuciones por parte de la
Inquisición143 ». No se me ocurriría traer a cuento aquí al renombrado
humanista Fox Morcillo (1528-1560?) si su hermano Fray Francisco
Fox Morcillo, justamente, no hubiese profesado en el monasterio de
San Isidoro del Campo, como otros conversos, y perecido en el auto
de 1559 en Sevilla144. Es tema, al menos, que requiere
investigación.
Ortiz. (Núm. 47.) Un Pedro Ortiz, judío, fue uno de los
conspiradores de 1480. Varios Ortiz, todos conversos, según Bataillon,
tomaron parte en el movimiento iluminista145.
Palma. (Núms. 63, 110, 131, 151, 222, 282, 284, 332, 364.) Varios
de estos artífices se hallan en el Diccionario de Gestoso, como el
iluminador Pedro de la Palma, que adorna pergaminos y libros de horas
entre 1513 y 1519 14e. Salta a la vista, por lo demás, que numerosos
conversos sevillanos del siglo xvi se llamaron Palma o de la Palma.
Entre los muchos religiosos, oradores o escritores sagrados que se
apellidaron así, me limitaré a recordar al doctor Diego de Palma,
ecijano, « teólogo de los muy famosos de su tiempo » — atestigua Argote de Molina — « y grande hebreo, griego y latino 147 ». No pocos
cristianos nuevos, evidentemente, fueron, como fray Luis, humanistas
y escriturarios.
Romi. (Núms. 209 y 389.) Nombre acaso morisco {roml significaba
entre los árabes : « de nación cristiana »), pero también judio. El
hebreo italiano Immanuel ha-Romí recopila en 1330 una conocida
maqáma bajo el título de • MahberotltB. Alonso Romi Carmoni es uno
141. Véase Matute y Luquln, op. cit., págs. 3 y 223.
142. Véase Gestoso, op. cit., II, pág. 261.
143. Enciclopedia Espasa, s. X., vol. XXXVI, pág. 948.
144. Véase Méndez Bej araño, op. cit., I, págs. 213-214. Menéndez Pelayo sólo
dice que < el padre Morcillo abjuró a última hora, y evitó asi la muerte de fuego >
{Heterodoxos, lib. IV, cap. 9). Giro tan exacto como equivoco, pues, si fray Francisco
eludió la hoguera, no esquivó la muerte. Otros dicen que antes de morir revocó su
abjuración.
145. Véase Bataillon, op. cit., II, pág. 211.
146. Véase Gestoso, op. cit., III, pág. 224.
147. Citado por Méndez Bejarano, op. cit., II, pág. 193.
148. Véase una reseña de A. Diez Macho en Sefarad, XI, 1951, pág. 213.
UN PADRÓN DE CONVERSOS SEVILLANOS (1510)
83
de los conversos de Jerez de la Frontera del final del siglo xv; y
Francisco Romy, un cambiador converso que manifiesta ciertas
quejas ante el cabildo de la misma ciudad en 1467 145>. Don José Gestoso
— volviendo a Sevilla — trae noticias de Alonso, Juan y Francisco
Romi, plateros todos, de la segunda mitad del xvi160. Ahora bien :
tal vez sea lícito recordar aquí el hecho, sobradamente conocido y
obvio, de que muchos mercaderes, cambiadores o banqueros
sevillanos del siglo xvi fueron conversos. Me permitiré citar algunos nombres,
advirtiendo que la lista podría ser mucho más extensa, y que el
alcance de los negocios de cada uno sería de muy variada escala. La
lista siguiente se compone de apellidos presentes en nuestro padrón
(con la adición de Báez — el nombre judío, en mi opinión, más
frecuente del siglo de Oro), y supongo que cierta proporción de ellos
serían cristianos nuevos. Entre 1507 y 1512 : Juan Alemán, Juan
Aventurero, Gonzalo de Baena, Diego y Francisco Bueno, Diego de
Chillas, Rodrigo de Gibraleón, García de Jaén, Gonzalo Juares,
Juan Morcillo, Pedro Naranjo, Luis de Roelas, Diego de Sevilla. Hacia
mediados de siglo : Agustín, Francisco, Diego, Juan y María Alemán,
Hernando y Juan de Armenta, Antonio Báez, Francisco de Baena,
Rodrigo Bazo, Francisco Bernai, Juan Rodríguez Bueno, Juan
Sánchez Bueno, Alonso Cabezas, Gaspar de Cazalla, Baptista Corro,
Esteban, Juan y Rodrigo Franco, Hernando de la Fuente, Baltasar
de Jaén, Alvaro de Jerez, Gaspar Jorge, Francisco de Lora, Hernando
de Luque, Juan de Llerena, Francisco López Morcillo, Diego Ruiz
Morcillo, Francisco, Juan y Rodrigo de la Palma. Hacia 1570 :
Gonzalo y Juan de Armenta, Benito y Simón Báez, Gaspar de las Casas
y Alonso Romi. El platero Alonso Romi, por ejemplo, traía
directamente de las Indias el precioso metal que necesitaba, y acaso algunas
cantidades más151.
149. Véase H. Sancho de Sopranis, Contribuciones a la historia de la Judería de
Jerez de la Frontera, Sefarad, XI, 1951, pág. 355, y, del mismo autor, Historia social
de Jerez de la Frontera al fin de la Edad Media, Jerez, 1959, vol. III, pág. 61.
150. Véase Gestoso, op. cit., II, págs. 196 y 307-308.
151.. Datos recogidos del Catálogo de los fondos americanos del Archivo de
Protocolos de Sevilla, Madrid-Barcelona-Buenos Aires (luego Madrid y Sevilla), 1930-1937,
5 vols. (Véanse sus excelentes índices.) Y del Archivo de Indias, Contratación, 2439,
2440 y 4339 (Registros de naos, Cuentas del receptor de averías). Entre los
mercaderes de 1507-1512 que acabo de nombrar, se hallan en nuestro padrón Diego Bueno
y Diego de Sevilla (núms. 17 y 8 ), como cambiador y mercader respectivamente;
Juan Aventurero y Francisco Bueno. Gonzalo de Baena, trapero, y García de Jaén
podrían ser personas distintas de idéntico nombre. Véanse, además, los mercaderes
(algunos, simples tenderos) y cambiadores que aparecen en el padrón como tales :
núms. 8, 14, 18, 37, 38, 129, 147, 179, 180, 279, 281, 318 (mercaderes) y 17,29, 124,
278, 341 (cambiadores). Y una observación más, aplicable a otras ocasiones también :
no figura el propio Juan Aventurero, sino solamente « la mujer de Juan Aventurero »
(núm. 373), lo cual puede significar : 1. que el esposo no era converso ; 2. que había
fallecido ; 3. que había figurado en otro repartimiento, habiendo pagado lo que debía
84
BULLETIN HISPANIQUE
Santaella. (Núm. 326 : Bartolomé de Santaella.) Sería este
Bartolomé el sobrino de Maese Rodrigo de Santaella (1449-1509), arcediano
de Reina y fundador del Colegio de Santa María de Jesús. Recuerda
Maese Rodrigo en un codicilo de su testamento a su sobrino, que era
estudiante. Que el fundador de la Universidad de Sevilla (como el de
la Universidad de Baeza, el doctor Rodrigo López) era cristiano
nuevo, se sabe desde hace tiempo por un escrito de fray Domingo de
Baltanás162. Maese Rodrigo fue uno de los primeros helenistas de
España. Además, como apunta Bataillon, publicó una traducción
del libro de viajes de Marco Polo153. He aquí un dato muy sugestivo
para el estudio, que se recomienda al principio de este artículo, de la
afinidad entre italianos y conversos en Sevilla a raíz del
descubrimiento de América. Ambos sintieron especial curiosidad por las
perspectivas que ciertas tierras remotas iban abriendo. Sí : un
converso sevillano tradujo a Marco Polo.
Sisbón. (Núms. 1, 123, 324.) Difícil no tener deseos de averiguar
quién sería Manuel Sisbón, el número uno de nuestra nómina y al
parecer el más adinerado. Sólo sabíamos que el mismo personaje, con
Pedro del Alcázar y Gonzalo Fernández (núms. 3 y 4), tomó parte,
quedándose con más de mil ducados, en el cobro de las composiciones
sevillanas. Viene a ayudarnos el Catálogo de los fondos americanos del
Archivo de Protocolos de Sevilla, donde puede apreciarse que cierto
Manuel Cisbón facilitó bastantes cuantías de dinero, por lo menos
dieciocho veces entre 1508 y 1509, a personas que expedían mercancías a
las Indias. Ejemplo : Rodrigo Narváéz, maestre de la nao Santa María,
el 28 de Septiembre de 1508, « ... se obliga a pagar a Manuel Cisbón,
mercader, 146 ducados de oro que le prestó para el abastecimiento
de la dicha nao en el viaje que había de hacer al puerto de Santo
Domingo, en la Isla Española164 ». Fue Manuel Sisbón, pues, un
destacado prestamista. Y otro tanto serían — o mercaderes o
cambiadores — varias de las personas que aparecen al principio de nuestro
elenco, como Gonzalo Fernández, Rodrigo de Sevilla, Diego de
Sevilla, Alonso de Jerez, Pedro de Jerez y Diego Bueno. Todos ellos se
interesaron en el comercio con el Nuevo Mundo 155.
Zafra. (Núm. 65.) El Licenciado Francisco de Zafra, calificador de
(como Juan Alemán, núm. 51, pues sabemos que « Alemán, Poca Sangre », fue
quemado) ; 4. que era converso, pero no descendiente de persona condenada por el
Santo Oficio — tal vez lo más corriente. Así, por ejemplo, núm. 317, « la muger de
Pedro Hernandes Leví » — el cual no sería ciertamente cristiano viejo.
152. Véase J. Hazañas y la Rúa, Maese Rodrigo, Sevilla, 1909, pág. 103 y ss., y
Domínguez Ortiz, op. cit., pág. 46.
153. Véase Bataillon, op. cit., I, pág. 99.
154. Catálogo de los fondes americanos..., I, núm. 476. Véanse los otros ejemplos
en el índice, bajo Manuel Cisbón y, asimismo, Malcisbón.
155. Véanse los índices del citado Catilogo.
UN PADRÓN DE CONVERSOS SEVILLANOS (1510)
85
la Inquisición, fue encarcelado por protestante, pero logró evadirse
de la prisión166. Su efigie salió en el auto de fe de 1559.
A continuación se transcribe el manuscrito Esp. 333, fols. 119-134 v°f
de la Biblioteca Nacional de París, sin más que algunos leves cambios.
He procurado :
1. completar y modernizar la puntuación (lo cual obliga a agregar
algunas mayúsculas) ;
2. señalar, entre corchetes, los folios del manuscrito ;
3. numerar el padrón de 1510, a fin de facilitar su aprovechamiento.
Claudio GUILLEN.
Junio 1961.
[Fol. 119.] — Conposiçion que los christianos Nuebos del distrito de la
ynquisision de seuilla hisieron con la reyna doña Joana. Año de mili y
quinientos y honze años.
[Fol. 120.] — En la muy noble y muy leal ciudad de seuilla, lunes veynte
y dos del mes de nouiembre del año de nro sr salbador jesuxpo de mili y
quinientos y diez y ocho años, en este dia estando en el off° de la escrivania
publica de mi, diego lopez, scriu0 pco de seuilla, ques en la plaça de san
ir00, delante del homrado gonsalo matute, alcalde herdinario en esta ciudad
de seuilla, por sus altesas y en presencia de mi, diego lopez, scriu0 publico
de seuilla, susodho, y de los escrivanos de seuilla de mi off° que a ello fueron
presentes, pareció presente ante el dito alcalde alonso hernandez, scriu0 de
sus altesas, vs° desta dha ciudad de seuilla en la collasion de sancta maria,
y en nombre y en voz del señor pedro de villaçis, veynte y quatro de seuilla,
e presento ante el dho alcalde una carta de la reyna nra S.», escripia en
papel y sellada con su sello de cera colorada, en las espaldas firmada del
Rey don frd0 nro señor, su padre, que aya sancta gloria, y refrendada de
Jhoan Ruiz de carcana, su secretario, según que por ella párese, su tenor
del qual es este que se sigue — Doña joana, Por la gracia de dios reyna de
castilla y de león, de granada, de toledo, de galiçia, de seuilla, de córdoba,
de murcia, de jaén, de los algarbes, de algesira, de xibraltar, de las yslas
de Canaria y de las yslas yndias y tierra firme del mar océano, princesa de
aragon y de las dos çisilias, de hierusalem, y Archiduquesa de austria,
duquesa de borgoña y de brabante, condesa de flandes y de tirol, señora
de viscaya y de molina. Por quanto por parte de bos, los vezinos y
moradores de la ciudad de seuilla y su arçobispado, y ovispado de cadiz, eçija y
fregenal, [fol. 120 v°] lepe y ayamonte y la redondela, que fueron
reconciliados a ñrá sancta fe católica del crimen de la erética prabedad, y de los
156. Véanse Méndez Bejarano, op. cit., II, pág. 128, y Cipriano de Valera, Los
dos Tratados del Papa y de la Misa, ed. Usoz, Madrid, 1951, págs. 249-250. No he
podido dar cabida aquí al estudio de los oficios y clases, o de las posibilidades
económicas, que constan en el padrón. Esto, y bastantes cosas mas, debería agregarse
a la presente introducción.
86
BULLETIN HISPANIQUE
hijos y nietos de los condenados por el dho delito, mes hecha relación : de
treynta años a esta parte quel oíl° de la sancta ynquisision se a executado
en la dha ciudad y su arçobispado y lugares susodhos, por razón de las
dichas vras reconciliaciones y condenaciones de vros padres y abuelos,
caysteis e yncurristeis en ynavilidad y notoria ynfamia de vras personas,
asi por disposición del derecho como por Sentencia de los ynquisidores,
an sido y seis y estais ynaviles e yncapases de exerçitar y usar los offiçios y
onores que los católicos cristianos no maculados usan y exerçitan ; y que
despues que ansi en la dha ynavilidad yncurristeis, hasta oy aveys guardado
y guardáis, en unidad y pasençia, de no usar ni exerser lo susodho que ansi
os a sido prohivido, siendo como aveis sido y sois, despues de vras reconçiliasiones, buenos y católicos cristianos; y aviendo conçideraçion a esto,
los ynquisidores apostólicos dispensaron con munchos de bosotros para
que pudiesedes usar y usaseis de qualesquier cosas que arbitrariamente por
ellos os fueron prohibidas y bedadas, y las exerçitais y usais ; y me
suplicasteis y pedisteis por mid que, conçiderado todo lo susodho, y algún tpo
que a que padeseis las dhas penas y fatigas e ynavilidades, que, usando de
misericordia y clemencia, dispensásemos con vosotros y bos hisiese aviles
y capaces para todas y qualesquier cosas que por la dha razón os avian sido
prohividas, por derecho, leyes y prematicas, y en otras qualesquier maneras,
para que de todo ello pudiesedeis [fol. 121] usar y gosar según lo usan y
gosan los fieles y católicos cristianos ; y por mi visto vra suplicación, y ávida
información de todas las cosas susodhas e por nos declarado de suso ser ansi,
y queriendo usar con vosotros los susodhôs de begninidad y clemencia,
y porque podáis viuir y vibais en estos mis reynos entre los fieles católicos
xpianos sin ninguna nota, ni ynfamia, ni macula de las susodhas, y porque
me servis con sierta suma y cantidad de mrs pagados en tres pagas, según
las otras compoçisiones, para que se compren juros y renras y tributos que
basten para cumplir y pagar los salarios de los ynquisidores y otros ofliçiales de la sancta ynquisision desta ciudad de seuilla y su arçoVispado,
para que_siempre permanesca para castigo de los que mal viben y herraron
contra nra sancta fe católica —
— y siendo consultado y acordado con el reberendissimo en xpo padre
el cardenal de españa, arçovispo de Toledo, ynquisidor general destos mis
reynos y señoríos y de mi consejo, y con los otros ynquisidores generales
y de mi consejo, fue acordado que deviamos mandar dar esta nra carta en
la dicha razón ; e yo tubelo por bien, de mi proprio motibo y sierta siençia
e poderío real y absoluto, de que en esta parte quiero usar y uso, por boz
haser bien y mrd. Boz concedo y otorgo las cossas siguientes —
— Primeramente, a todos los reconciliados y hijos y nietos de
reconciliados por el dho delito, y de los condenados por el dho delito de la erética
prabedad y aposteçia, usen desde oy en adelante de la fecha desta carta,
en todo el arçobispado de seuilla y ovispado de cadiz, eçija y fregenal y
ayamonte, lepe y la redondela, hombres y mujeres, vros hijos y desendientes,
seáis aviles. y capaces para usar de todos y qualesquier offiçios públicos
y cosas que ansi los derechos y las prematicas destos mis reynos boz vedan
UN PADRÓN DE CONVERSOS SEVILLANOS (1510)
87
[fol. 121 v°] y defienden, con las que arbitrariamente voz son prohiuidas
y defendidas ; y voz repongo en el estado que estabades antes que la tal ynavilidad yncurriesedeis, y como si en ella no ubiesedeis yncurrido nunca;
eseto que no podáis ser ni seáis asistentes, corregidores ni alcaldes, que
tengan juridiçion criminal —
— yten, yo boz perdono todas qualesquier penas en que ayais yncurrido
por aber trespassado publica o secretamente las prematicas y otros
qualesquier bedamientos reales y de los reverendos ynquisidores —
— yten, que qualquiera persona que gosare ¿esta conposiçion y avilidad,
si sus padres y abuelos fueren condenados de aqui adelante por el dho delicto, que por eso no yncurran en aquesta nueba ynhavilidad ; y porque los
dhos reconciliados, si no confesaron sus culpas y pecados tan
cumplidamente como eran obligados, para que tengan mas livertad para confesarlos
y se conbertir a nra sta fe católica ; y es mi mrd y voluntad que qualquiera
de los sobredhos reconciliados questa avilidad tuvieren, si fuere condenado
por fito"7 y simulado confitente, que todavía, no osbtante esto, ellos ni
sus descendientes sean aviles, que gozen desta avilidad —
Yten, que podáis yr a tratar a las yndias, y estar en ellas por espacio de
dos años desde el dia que llegaredeis ; que no esteys mas en cada viaje — y
ansimismo podáis yr a tratar por mar y por tierra a qualesquier partes de
xpianos, y usar de otras qualesquier cessas que voz son y que an sido
bedadas, sigun que los otros fieles xpianos católicos lo usan y tratan y
viben. Todo lo qual c de suso en esto mi carta contenido quiero y es mi
voluntad que, de oy dia de la fecha desta mi carta en adelante, [fol. 1 22] podáis
usar y exerser bien y cumplidamente, sin que bos sea puesto enbargo ni
enpedimento alguno ; ca para todo ello yo boz hago aviles y capaces en la
manera que dha es — y mando quel roçeptor pedro de villaçis, con uno o
dos de los quentre vosotros fueren diputados, y en vro defeto por el
nombrados, bos den a cada uno de voz vra carta de avilidad, y con esta mi carta
en ella yncorporada, y signada de sus nombres y de scriu0, para que la
ayais y tengáis para guarda de vro derecho ; y por esta mi carta, o treslado
signado de scriu0 publico, mego y encargo a los reverendos señores
ynquisidores, y mando al assistent î y alcaldes y otras qualesquier justicias de
qualesquier fuero y juridiçion, que sean asi de la dha ciudad de seuilla y
su arçobispado, y ovispado de cadiz, y de la ciudad de eçija y de las villas
de fregenal, lepe y ayamonte y la redondela, como de otras qualesquier
ciudades, villas y lugares destos mis ieynos y señoríos, que vos guarden
y cunplan y hagan guardar y cunplir todos los capítulos en esta mi carta
contenidos, que ansi vos otorgo, y de todo lo que en ella y en cada uno
dellos se contiene, en todo y por todo, según quen esta mi carta es contenido ;
y vos consientan usar y gosar de la dha avilidad y de todo lo sobredho, y
de cada cossa y parte dello ; y lo contra el tenor ni forma de ellos, ni de cosa
alguna ni en parte de lo en esta mi carta contdo, vos no bayán ni pasen, ni
consientan yr ni pasar, en tiempo alguno ni por alguna manera, no obstantes
los fueros y derechos y hordenamientos y leyes y prematicas destos reynos
157. Ficto, o fingido (del lat. fictus).
88
BULLETIN HISPANIQUE
contra esto fechas ; ca yo por la presente, en quanto a esto toca e atañe,
las abrogo y derogo, caso y anulo y doy por [fol. 122 v°] ningunas, rotas y
chanseladas y de ningún valor ni efeto ; y mando que de ellas y de ninguna
délias no se use en esta parte contra los susodhos, en tiempo alguno ni por
alguna manera, como si nunca ubieran sido hechas y promulgadas,
quedándose en su fuerça y vigor para las otras partes, fuera de lo susodho ;
y los unos y los otros no fagades ende al por alguna manera, so pena de la
mi mrd y de diez mil mrs para la mi cámara —
Y demás mando al home que vos esta mi carta mostrare, que bos emplace,
que paresca delante de mi en la mi corte, doquier que yo sea, del dia que
vos enplaçare fasta quinze dias primeros siguientes, so la dha pena ; so la
qual mando a qualquier scriu0 que para esto fuere llamado, que dende al
que bos la mostraredeis de testimonio signado con su signo, para que yo
sepa como se cunple mi mandado. Bada en la ciudad de seuilla, a quinze
dias del mes de junio de mili y quinientos y honze años del nacimiento de
ñro salvador jesús xpo. Yo el Rey. Yo juan ruiz de la serna, secretario de
la reyna nra sa, lo fise escrivir por mandado del sr rey su padre —
— En las espaldas de la dha cédula estaban escripias las firmas siguientes :
M. magister et protonotarius licençiatus de Aguirre Petrus, dotor licençiatus amaçueco — registrada, licençiatus gimenez castañeda, chanciller —
Y la dha carta de sus altesas asi presentada y leyda por mi, el dho scriu0
publico, el dho alcalde, y el dho alonso hernandez en su nombre, dixo que
por quanto el dho pedro de villaçis [fol. 123] a menester enbiar la dha
carta de sus altesas a algunas partes y lugares donde le conviene, que se
tema y recela quenviandola se le perderá, o se le cayra en agua o en fuego, o
se la hurtaran, o acontesera en ella otro qualquier caso fortuito por donde
su derecho peresera ; por ende dixo que pedia, y pidió al dho alcalde, que
mandase a mi, el dho scriu0 publico, que sacase o fisiese sacar de la dha
carta un treslado, o dos, o los que menester fuesen, a los quales, siendo
firmados de su nombre, y signados de mi, el dho scriu publico, ynterpusiese
su auturidad y decreto judicial, para que baliese y hisiese fe y testimonio
y fuera del bien, y ansi tan cunplidamente como baliera y hisiera fe la
dha carta original de su altesa paresiendo, e que ansi lo pedia por
testimonio —
Y luego el dho alcalde tomo la dha carta de su altesa en sus manos, e
católa, e miróla, e desaminola, e fallóla ni rota ni chanselada en parte
alguna sospechosa, antes caresiendo de todo viçio e suscripción — Por
ende dixo que mandaba, y mando a mi, el dho scriu0, que sacase y hisiese
sacar de la dha carta original un treslado o dos, o mas, los que menester
ubiese, a los quales siendo firmados de su nonbre, y signados y firmados
de mi, el dho scriu0 publico, dixo que ynterponia, e ynterpuso, su decreto
judicial, para que valiese y hisiese fe en juicio y fuera del bien, y ansi tan
cunplidamte como baldria y haría fe la dha carta original paresiendo ;
testigos que fueron presentes a lo que dho es : gonsalo de almonaçid y andres
peres, scriuanos de seuilla, gonsalo matute, alcalde ordinario ; e yo, gonsalo
de almonaçid, [fol. 123 v°] scriu0 de seuilla, fui presente a la dha auturidad
UN PADRÓN DE CONVERSOS SEVILLANOS (1510)
89
del dho alcalde y lo de este treslado — Yo diego lopez, scriu0 publico de
seuilla, lo ílse escrivir y fui presente a la dhá auturidad del dho alcalde, y
fise aqui nro signo —
[Fol. 124.] — Padrón de los vezinos de la muy noble y muy leal ciudad
de seuilla, el qual fue fecho para el repartim0 de los sesenta myll ducados
de las dos composiciones con que siru°[n] a la reina nra s.* los vezinos de
la dha ciudad de seuilla, y su Arçobispado, y obispado de Cadiz, Lepe,
Ayamonte y la Redondela, Eçija y frexinal — El qual fizieron Gonçalo
xuarez, diego de seuilla, Di0 bueno, al0 de la lonja, garcía Sánchez de
A[l]coba, femando Aluarez, platero, ju° de loya el viejo, Gonçalo fernandez,
hernan ximenez, martin fernandez y p° pelo, vezinos de la dha ciudad,
juntamente con las otras personas nombradas de la dha ciudad, y
arçobispado, y obispado de cadiz, eçija, frexinal, lepe, ayamonte y la redondela ;
y estuuieron presentes al dho repartim0, el qual se hizo con acuerdo y
consentim0 del señor francisco de santa cruz, [fol. 124 v°] receptor de su
alteza de los dhos sesa myll d8 de las dhas composiciones, del qual dho
repartim0 15.659 [?] d8 que han de pagar las personas de suso nombradas
en este dho repartim0 — Y la mitad de lo que monta el dho padrón sea de
pagar luego al dho señor receptor, o a quien su poder oviere, porque son
passadas las dos pagas primera y segunda. Y las personas que ansi han de
pagar son las siguientes.
d8
1. — Manuel sisbon y juan perez su hijo
1.000
2. — Alonso gonçalez, mayor™0 de la iglia myor
500 1M
3. — Gonçalo fernandez
800
4. — Pedro del Alcaçar
800
5. — Rodrigo de seuilla
800
6. — Ju° lopez y su me y su yerno gonçalo He8, con lo que ha de
repartirse por ju° de esqueldo
200
7. — Pedro gonçalez, scr°
400
8. — Diego de seuilla, mercader
800
5.300 d"
[Fol. 125.]
9. — Manuel perez
10. — Alonso de xeres
11. — Jhoan de castro, especiero
12. — franc0 rodríguez, especiero
13. — Andrés de cordova, trapero
14. — Pedro de xerez, mercader
15. — diego de seuilla el moco
16. — írd0 de seuilla, difunto, hijo de diego de seuilla
17. — diego bueno, cambiador
18. — Antonio de soria, mercader de açeyte
19. — pedro de seuilla, boyero
20. — diego de lerena
158. Suprimo la « U » que separa los miles de los cientos.
200
800
130
180
160
200
250
150
80
100
120
50
90
,
BULLETIN HISPANIQUE
21. — îiernan ximenez
22. — luys perez, lencero, y su madre
23. — franc0 rodríguez, platero
24. — herd0 de cordova ambias
25. — jhoan de loya el viejo
26. — Su madre de hernando baço, y sus yjos
27. — alonso sae [¿Sánchez?] lobo, sastre
28. — gabriel de valladolid
29. — Diego de luna, cambiador
30. — gonsalo suares, trapero
31. —> diego perez, lencero
d«
15
60
110
180
100
200
100
30
40
30
30
[Fol. 125 v°.]
32. — Jhoan de jaen
33. — alonso farras
34. — manuel de cordova, trapero
35. — pedro de tarifa
36. — andres de carmona, trapero
37. — hernando de valladolid, mercader
38. — Alvaro rodríguez, mercader
39. — jhoan de loya el moço
40. — la nieta de lovanillo, muger de herrera, trapero
41. — gonsalo hemandes, nieto de rrodrigo deçà
42. — alonso hernandez, hijo de diego de seuilla
43. — la muger de fran«° caro
44. — la muger de alonso hernandez arroyo
45. — gonsalo de origuela
46. — luys hernandez, scriu0
47. — alonso ortiz, el del açeyte
48. — frd0 de valladolid, sastre de ortega
49. — frd0 esmaltador
50. — la muger de alvaro rodríguez, y por ella thomas brujas
51. — la muger de joan alemán
52. — jhoan de gibraleon
53.
54.
55.
56.
57.
58.
59.
60.
61.
62.
63.
[Fol. 126.]
— la muger de jhoan de vaeça, trapero
— gonsalo de xerez, hijo de hernando de xerez
— gonsalo de marchena, trapero
— jhoan de las casas
— jhoan de la carraca
— alonso lopez, pintor
— jhoan de lorca
— gonsalo lopez gavilán
— pedro bernai, corregidor
— Anton corra, sastre
— diego de palma, solimanero
80
24
100
40
60
100
100
50
100
60
80
20
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100
100
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25
60
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30
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40
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10
6
6
12
20
50
3
25
ÜN PADRÓN DE CONVERSOS SEVILLANOS (1510)
91
64. — gabriel sanchez alcoba
65. — ferd0 de çafra, sastre
66. — pedro de sanlucar, calcetero
67. — rodrigo de toledo, hijo de andres de toledo
68. — luis hernandes hoyero, guadameçilero
69. — rodrigo suares
70. — su yerno, alonso de avila
71. — ana diaz, muger de marcos ropero
72. — martin rodríguez, platero
d"
30
6
6
6
6
10
10
20
15
[Fol. 126 v°]
73. — alonso del castillo, espegero
74. — anton casas
75. — martin sanches, açeytuneyro
76. — rodrigo alonso, corredor de bestias
77. — marcos nuñez, jubetero
78. — jhoan sae [Sanchez] peso, corredor de calderas
79. — nufro trabuca, especiero
80. — Diego de córdoba, corredor de calderas
81. — marcos corro
82. — martin de talavera
83. — antonio rodríguez, calcetero, hijo del herrero
84. — rodrigo nayre, difunto, y su muger por el
85. — diego de seuilla, mesonero de vino
86. — gabriel de rossales
87. — pedro de xerez, botonero
88. — alonso de carmona, hijo de yñigo de carmona
89. — jhoan de córdoba, arrendador, ques agora especiero
90. — jhoan de seuilla, sedero
91. — alvaro morcillo, platero
92. — frd0 de tarifa
93. — alonso de seuilla, tintor
6
8
50
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20
10
30
15
15
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40
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9
[Fol. 127.]
94. — la muger de ferd0 calderón
95. — diego franco, hoyero
96. — la muger de ángel çapatero
97. — la muger de alcalá hoyero
98. — franc0 franco
99. — alonso rodríguez, cebadero, por su muger
100. — franc0 de fez, platero
101. — luis perez, platero
102. — alonso de carmona, platero
103. — alonso sae, hoyero, por su muger, la de di0 de aviles
104. — frd0 de vaeça, corredor
105. — pedro miz, trapero
106. — anton garcía, especiero
•
12
10
6
3
6
9
3
3
6
30
15
3
12
92
BULLETIN HISPANIQUE
107.
108.
109.
110.
111.
112.
113.
114.
— pedro de cuenca, herrero
— jhoan rodríguez, bohinero
— gonsalo gutierrez, çapatero, ques agora herrero
— alonso de palma, arrendador en cal de genoba
— franc0 moreno
— pedero hernandes, yerno de frc0 hugero
— franc0 de palençia
— franc0 mendez, corredor de lonja
d"
6
6
6
18
12
12
9
6
[Fol. 127 v°.]
115. — jhoan perez siderma
116. — diego de toledo, sedero
117. — andres de pilo
118. — frd0 suares, platero
119. — manuel rodríguez, tintor, hermano de alvaro rodríguez
120. — diego bueno, trapero
121. — franco bueno
122. — pedro bueno
123. — la muger de diego sisbon
124. — pedro de xerez, cambiador, hijo de al° de xerez
125. — pedro de lora, tintor, v° a san brme
126. — bernardo de xerez
127. — jhoan de xerez, sedero
128. — la muger de alonso rodríguez, boticario
129. — pedro de seuilla, sedero
130. — pedro de seuilla, mercader sedero a la calle de toqueros
131. — marcos de palma
132. — alonso rodríguez, corredor de çumaque
133. — jhoan perez, tabernero
134. — gonsalo fernandes de s. lucar, texedor de terciop0
10
6
4
6
10
10
18
15
12
12
12
12
20
9
9
12
12
6
9
6
[Fol. 128.]
135.
136.
137.
138.
139.
140.
141.
142.
143.
144.
145.
146.
147.
148.
149.
— Brm« de cea
— diego de baldes, procurador
— luis de moguer, curtidor
— brme sanches, platero
— jhoan lopez, hijo de al0 lopez, curtidor
— lázaro lopez, su herno
— diego gutierrez, curtidor
— pedro de toledo, scriu0
— Brme flores, borsiguinero
— diego de cuenca, sastre
— pedro de tarifa, scriu0 del consistorio
— flor, muger de alonso de toledo, platero
— garcía de seuilla, mercader de pescado
— alonso de xerez, scriu0
— Valladolid, corredor
-
6
3
20
12
6
6
30
30
3
3
6
6
3
3
3
UN PADRÓN DE CONVERSOS SEVILLANOS (1510)
93
—
—
—
—
—
—
Brme sanchez, tintor
alonso de palma, ropero a s. franc0
diego de eçija, ropero
pedro elmuli, ropero
pedro breto, ropero
la muger de luis de córdoba, ropero
d«
6
3
3
10
1
1 y2
156.
157.
158.
159.
160.
161.
162.
163.
164.
165.
166.
167.
168.
169.
170.
171.
172.
173.
174.
175.
176.
—
—
—
—
—
—
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—
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—
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—
—
—
—
—
—
—
—
—
—
l. 128 v°.]
la muger de jhoan de benegas
jhoan de córdoba, ortelano
pedro de carmona, ropero
fr«> el gallo
pedro de jaen, borseguinero
pedro hernandez, ortelano
pedro pardo
andres gonsales, faxador
la muger de pedro montero
gonsalo pardo
diego ruiz
diego de san joan
diego de rojas
frco hernandez, yerno de anton de lorca
gonsalo de elliconara
jhoan de córdoba muli
la muger de martin al0
la muger de rui diaz
pedro fernandes aduana
alonso de la lonja
la muger de hernando de jaen
4
2
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5
2
5
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1 y2
2
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2
3
1 y2
1
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30
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177.
178.
179.
180.
181.
182.
1 83.
184.
185.
186.
187.
188.
189.
190.
191.
192.
[Fol. 129.]
— jhoan de carmona, sedero
— diego ganancia, sedero
— alonso de xerez, mercader, herno de p° de xerez
— alonso de burgos, mercader
— gonsalo de xerez
— gr* de seuilla avenamias, por su muger
— diego hernandez, scriu0, por su madre
— beatriz hernandes, en casa de elvira la gallinera
— alonso de xerez el moço, hijo de mor [Mayor] de xerez
— diego hernandez cabrades
— diego rodríguez, tintor a san Pedro
— alonso de la fuente
— franco hernandez, hijo de joan ruiz
— la muger de jhoan çapatero
— pedro naranjo
— gonsalo nuñez
150.
151.
152.
153.
154.
155.
30
15
20
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3
6
94
BULLETIN HISPANIQUE
d«
3
3
193. — beatriz albarez
194. — leonor de venesa
[Fol. 129 v».]
195.
196.
197.
198.
199.
200.
201.
202.
203.
204.
205.
206.
207.
208.
209.
210.
211.
212.
213.
214.
215.
— Antonio elmuli
— jhoan de granada
— diego curtidor
— hernando de lonja
— rodrigo pardo
— ysabel de veneja, muger de r° de veneja
— beatriz de veneja
— gonsalo rufo
— jhoan harpador
— la mujer de joan sanaua
— diego hernandez
— ynez de lora, muger de al° de loro [sic]
— al0 bueno buenadueña o de córdoba
— alonso de córdoba de la partera
— romi, borseguinero
— alonso de eçija
— franc0 alonso de cabra
— jhoan de jaén, ropero
— marcos home, hijo de hernan orne
— pedro de ocaña, sastre
— hernando de corra
2
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I
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[Fol. 130.]
216.
217.
218.
219.
220.
221.
222.
223.
224.
225.
226.
227.
228.
229.
230.
231.
232.
233.
234.
235.
— hernando de talavera
— luis de medina, calcetero
— diego de talavera
— joan de seui* y al0 de cabeça
— gonsalo roelas
— hernando morcillo
— alonso de palma, borseguinero
— pedro de s. lucar, pichelero
— pedro de s. lucar, arrendador
— martin de seuilla, pichelero
— pedro baço, curador
— diego de xerez, vinatero
— brme conejo
— pedro casado
— hernando de corra, curtidor
— pedro de pariz
— alonso de arevalo, orillero
— alonso de antequera, tintor
— carlos de aguilar
— diego de seui» ganso
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1
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7
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9
3
9
3
UN PADRÓN DE CONVERSOS SEVILLANOS (1510)
[Fol. 130 Vo.]
95
d«
236. — rodrigo de vaeça, trapero
237. — jhoan de buendia
238. — la muger de pedro de jaén
239. — la muger de pedro de bola
240. — alonso diaz, barbero
241. — pedro hernandez, portugués
242. — luis de xerez, especiero
243. — pedro boninfante, y su madre
244. — fran00 rodríguez
245. — thomas de burgos
246. — alonso garabato
247. — p° hernandez de lorca, corredor
248. — rodrigo campoverde
249. — alonso de seui» alfandari
250. — gonsalo farrade
251. — hernando de cáliz, sedero
252. — franc0 de toledo
253. — jhoan de aliaje
254. — fran00 el conde, toquero
255. — hernando baço
256. — diego de mayrena
257. — jhoan de molina çapayo, arrendador de la uba
6
9
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8
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1 y2
1 y2
6
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3
6
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6
9
3
3
[Fol. 131.]
258. — gonsalo de molina, arrendador
259. — alonso de carmona
260. — gonsalo diaz de armarta
261. — hernando de caçalla, procurador
262. — diego de molina
263. — joan mercader, especiero
264. — rodrigo de xerez, procurador
265. — alonso de seuilla, factor de grmo de ysla
266. — Hernando de xerez, especiero
267. — alonso del castillo, especiero
268. — jhoan de cordova, arrendador
269. — gra rodríguez, toquero
270. — hernando de xerez, mesonero al tabladillo
271. — hernando diaz, scriu0 del tiniente
272. — jhoan de seuilla, el de lebrixa
273. — rui garçia alborode
274. — ysabel hernandes, la pintora
275. — rui diaz, especiero
276. — fran00 mallero
277. — jhoan bernai, platero
278. — fran00 de xerez, cambiador
279. — pedro de córdoba, mercader
3
3
3
6
4
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3
3
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6
3
6
9
6
3
6
6
6
6
3
9
12
BULLETIN HISPANIQUE
96
[Fol. 131 v°.]
280. — pedro de llerena, sedero
281. — hernando de xerez, mercader
282. — gonsalo de palma, platero
283. — alonso cardenel, ortelano
284. — diego de palma, sastre
285. — gonsalo de jaén, curtidor
286. — gomez de cordova
287. — alvaro diaz, ropero
288. — jhoan trabuca
289. — la muger de rodrigo de la cárcel
290. — ramiro, corredor
291. — diego de niebla, sastre
292. — rodrigo de seuilla, sastre
293. — ju° diaz, de la rropa vieja, y su hijo Brrae diaz
294. — hernan gonsales, guadameçilero
295. — diego gonsales, tonelero
296. — jhoan del carpió, especiero
297. — rodrigo alonso sequillo
298. — catalina ferrador
299. — antonio de ronda, jubetero
300. — mayor de jaén, muger de p° de formiçedo
301. — alonso de avinés, jubetero
3
3
6
3
3
3
8
3
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3
6
7
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3
6
6
15
9
6
6
4
3
[Fol. 132.]
302.
303.
304.
305.
306.
307.
308.
309.
310.
311.
312.
313.
314.
315.
316.
317.
318.
—
—
—
—
—
—
—
—
—
—
—
—
—
—
—
—
—
pedro hemandes, calcetero, y su madre
anton rodríguez cabeça
diego de s. lucar, calcetero
leonor sanchez, muger de p° de córdoba
alonso de ubeda
pedro de llerena, tintorero
jhoan juares, sirujano
la muger de gonsalo baço, y sus herederos
la muger de r° de seui»
la muger de adán lopez, çedero
los herederos del L*° Romero
luis del carpió
diego albarez, tintor
la muger de antonio de xerez
la muger de pedro del xoza
la muger de pedro hernandes le vi
la muger de gonsalo de xerez, hija de pedro gonsales,
mercader, y sus herederos
319. — alvaro de chillas
320. — alonso lopez, en la calle de la casa
4
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3
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10
15
15
60
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250
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20
12
UN PADRÓN DE CONVERSOS SEVILLANOS (1510)
97
[Fol. 132 V>.)
321.
322.
323.
324.
325.
326.
327.
328.
329.
330.
331.
332.
333.
334.
335.
336.
337.
338.
339.
340.
—
—
—
—
—
—
—
—
—
—
—
—
—
—
—
—
—
—
—
—
d»
anton de segura, trapero
los herederos de al0 de seui* vinamera
alvaro jorge, sedero
bartulóme çisbon
bartulóme de venabente, platero
Brme de sanctaella
beatriz tristan, muger de diego ximenez abenbaño
diego de xerez, que trata en pescado
diego de eçija, sedero
gonsalo de toledo, platero
diego de tarifa, sedero
hernando de palma, confitero a san pedro
diego mosquera, toquero
diego de baena, anendador del carbón
franco juares, hijo de pedro hernandez
franco ximenez, sombrerero
franc0 peres, sedero
Hernando de seuilla, platero
frco de rota, platero
fran«> prieto, mesonero
700
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30
3
2
6
[Fol. 133.]
341. — gra de seuilla, canbiador
342. — gonsalo de valladolid, sedero
343. — gonsalo alonso de loya
344. — gonsalo de sigura, platero
345. — gonsalo de seuilla, hijo de diego de seuilla garbanso
346. — gr* femandez, pintor a la puerta de carmona
347. —* garcía de jaén, hijo de alonso diaz, barbero
348. — jhoan sanches de valladolid el lobo
349. — jhoan de seuilla gallo, sedero
350. — la muger de joan de xerez, toquero, y sus yjos
351 . — luis albarez, hijo de p° albares
352. — los herederos de manuel de córdoba, que son armenta y
el hijo de valladolid
353. — la muger de hd0 de valencia
354. — su hija, muger de salinas
355. — franco de baena, platero
356. — marcos grft, albardero
357. — martin sa9, calderero, el tuerto
358. — pedro de seuilla chamisas
359. — pedro de valberde, sedero
[Fol. 133 v°.]
360. — pedro de mayorga, procurador
361. — pedro de carmona, el espesiero mellique
Bulletin hispanique.
30
12
6
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3
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15
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12
3
10
20
7
98
BULLETIN HISPANIQUE
362.
363.
364.
365.
366.
367.
368.
369.
370.
371.
372.
373.
374.
375.
376.
377.
378.
379.
380.
381.
pedro de sanlucar, hasedor del pescado
la muger del secretario ju° de origuela
pedro de palma, [i] luminador
rodrigo franco, especiero
rodrigo de córdoba, almoxarife
rodrigo ganancia, sedero
rodrigo de toraqua, sedero
simón lopez, platero
pedro de seuilla, tabernero en triana
hernando de seuia, su hijo
jhoan perez, scriu0 del almirante
la muger de joan abenturero
franc0 pardo
gonsalo de vaena, ropero
jhoan de córdoba de la torsidera
diego çatiuo [?], ropero
diego de martos
joan de luque
pedro de córdoba elmuçali
alonso de lámar
6
150
3
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100
3
3
3
3
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15
3
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2
1
2
5
1
[Fol. 134.]
382.
383.
384.
385.
386.
387.
388.
389.
390.
jhoan de carmona
jhoan cofrade
la muger de andres gra
gonsalo de eçija
la suegra de diego de san joan
alonso de san jhoan
Brme de eçija
pedro romi
hernando de carmona., jiubetero
1
1
1
1%
1%
3
1
1
1
— El qual dho rrepartimiento se hiso por las dhas personas diputadas,
en presencia de mi, pedro hernandez de toledo, scriu0 de la reyna ñrasa y su
notario publico en la su corte y en todos los sus reynos y señoríos ; y lo
fise escrivir y sacar del padrón que se hiso en la dha ciudad de seuia, en
presencia de los dhos diputados que para ello fueron nombrados, y a pedimiento del dho señor franc0 de sta cruz. Di el presente repartimiento en la
dha ciudad de seuilla a quinze dias del mes de septiembre, año del
nacimiento de nro salvador jesu xpo de mili [fol. 134 v°] y quinientos y diez
años. —
— El qual dho treslado de todo lo susodho fue bien y fielmte sacado y
corregido y consertado con el original de do fue sacado ; el qual ba sierto
y verdadero, siendo presentes por testigos a lo ber sacar, corregir y
enmendar este Reg°.
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