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Historia dominicana y Sociedad Civil 193

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Historia dominicana y sociedad civil, 1935-19781
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Quisqueya Lora
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Historia dominicana y sociedad civil, 1935-19781
Por Quisqueya Lora H.
Santo Domingo, República Dominicana
Diciembre 2009
1
Este trabajo forma parte de la obra “La sociedad civil dominicana. Contribución a su historia.” (2010)
Santo Domingo, MUDE, CIES/UNIBE, Alianza ONG, pp. 51-105
1
1. La dictadura de Trujillo, 1935-1961…………………………………… 3
1.1
1.2
1.3
1.4
1.5
1.6
1.7
Afianzamiento de la dictadura trujillista…………………
La extinción del sistema de partidos. …………………….
La cooptación del movimiento obrero……………………
La educación como mecanismo de control……………….
El movimiento feminista bajo la dictadura……………….
Otras formas organizativas bajo control del régimen ……
La crisis final de la dictadura…………………………….
3
5
6
10
11
14
15
2. La transición democrática interrumpida (1961 – 1966)……………….
17
2.1 El inicio de la destrujillización ………………………………
2.2 Los partidos políticos: ejes de la reorganización social……...
2.3 Otras formas de expresión organizativa ……………………..
2.4 El primer gobierno democrático …………………………….
2.4.1. La Constitución de 1963 ………………………………….
2.4.2 La oposición al gobierno …………………………………..
2.5 El triunvirato (1963-1965) …………………………………..
2.5.1 Los empresarios e industriales en el Triunvirato ………….
2.5.2 La oposición al Triunvirato ……………………………….
2.6 La Revolución de Abril de 1965…………………………….
17
19
20
21
22
23
25
25
26
27
3. Los Doce Años de Joaquín Balaguer (1966-1978) …………………..
3.1 Industriales y empresarios: alianzas y tensiones. ……………
3.2 Las organizaciones femeninas en los Doce Años ……………
3.3 La represión balaguerista ……………………………………
3.4 El movimiento estudiantil y profesoral ………………………
3.5 El activismo de los sectores obreros …………………………
3.6 Los campesinos y la Reforma Agraria……………………….
3.7 La Iglesia Católica en los Doce Años ……………………….
3.8 Causas de la derrota electoral de Balaguer en 1978…………
29
30
31
32
33
35
36
37
39
4. Bibliografía …………………………………………………………… 41
2
1. La dictadura de Trujillo, 1935-1961
1.1 Afianzamiento de la dictadura trujillista.
Para 1935 Rafael Leonidas Trujillo se había afianzado en el poder, su dictadura había
creado todos los resortes necesarios para controlar no sólo las estructuras administrativas
del Estado y la economía nacional sino también la sociedad dominicana. El régimen se
basó en un “proyecto de unificación nacional en torno al trabajo, el orden, la paz y el
progreso”2 con una gran concentración del poder político alrededor del dictador y de su
círculo burocrático-militar. Se había constituido “en una de las más fuertes y más
centralizadas dictaduras conocidas en la historia del Hemisferio”3. El régimen no se
limitó al control militar y político, sino que estableció controles sobre la vida familiar, la
educación, la iglesia y todas las formas de organización social. En este último renglón los
sindicatos, las asociaciones, los periódicos, los clubes y toda forma independiente de
expresión social fueron influenciados por los intereses del trujillismo. Las instituciones
pasaron a tener un carácter puramente formal. En consecuencia el precario desarrollo de
la sociedad civil pasó por un trance harto complejo que limitó en gran medida su
proyección. Roberto Cassá ha expresado que “Con Trujillo se perfeccionó el arquetipo de
la subordinación de la sociedad civil respecto al estado que habían impuesto los marines
en 1916”4
Bajo la dictadura se terminó de formar el Estado capitalista moderno de República
Dominicana. El impulso capitalista trujillista se diferenció del que instauraron los
norteamericanos en 1916 en que este último se caracterizó en sustentar la expansión de la
economía agroexportadora simple, mientras que Trujillo dio impulso a una economía
agrícola e industrial dependiente del mercado interno. Las limitaciones productivas de la
burguesía local, fueron potenciadas por el Estado que asumió las funciones de estímulo a
la generación de bienes dedicados al mercado interno. Se produjo de esta manera un
desplazamiento de los intereses tradicionales. El Estado se convirtió en una “maquinaria
implacable de extorsión” de la población,5 dándose una directa y fuerte asociación entre
los intereses personales del dictador y su camarilla y el Estado de tal manera que en
pocos años pudieron apoderarse de los mayores capitales del país. La concentración del
poder alrededor de la figura del tirano le permitió eliminar dos expresiones que habían
caracterizado la República Dominicana: el provincialismo y el regionalismo.
Desde los primeros años se inició el establecimiento de monopolios en favor de los
intereses de Trujillo, como los establecidos en la sal, la carne, el azúcar y la leche.
Este monopolio capitalista se desarrolló en detrimento de la burguesía nacional y
evidentemente de la clase trabajadora. Según José Cordero Michel el círculo gobernante
controló el 75% de las inversiones industriales, el 35% de las tierras cultivadas y el 25 %
de todo el ganado vacuno, produciendo un saqueo sistemático de la economía nacional.
2
Rosario Espinal. Autoritarismo y Democracia en la República Dominicana. Santo Domingo, Argumentos,
1994.
3
José Cordero Michel. Análisis de la Era de Trujillo (Informe sobre la República Dominicana, 1959). 5ta.
Ed., Santo Domingo, Editora Universitaria, 1987. p.28
4
Roberto Cassá. Movimiento obrero y lucha socialista en la República Dominicana (Desde los orígenes
hasta 1960). Santo Domingo, Fundación Cultural Dominicana, 1990. p. 180
5
Cassá. Ob. cit. p. 182
3
La maquinaria represiva se ejerció a través de la Policía Nacional, el Ejército, el Servicio
de Inteligencia Militar (SIM), el Partido Dominicano, además de diversas organizaciones
paramilitares. El ejército pasó de estar compuesto por 2 mil soldados en 1930 a 25 mil en
1955. El orden público estaba controlado en todo el país por policías municipales. La
Policía Nacional llegó a tener cerca de 10 mil miembros. Las zonas rurales tenían sus
propios instrumentos represivos creados en coyunturas concretas como “Los Jinetes del
Este” y “Los Cocuyos de la Cordillera”. El ejercicio de la fuerza se benefició del
monopolio de la información a través del control de la prensa, la radio y la televisión que
solo podían difundir la propaganda del gobierno.
Igualmente las publicaciones y la importación de libros pasaba por el cedazo de la
censura. “Su régimen enfatizó en forma aberrante la paz, el orden, la estabilidad, el
progreso material y la deificación del tirano(“Dios y Trujillos”).” 6 La imposibilidad de
manifestaciones de oposición o simplemente de demandas se explica en el contexto del
régimen de terror. Para este período la sumisión se debe entender como un factor
determinante en la desmovilización.
“El terror policiaco, el hambre, la inseguridad del empleo, ha “preparado” a la
población creando en su seno un estado permanente de angustia que exagera la
sensibilidad individual ante la dictadura e impulsa a las personas a refugiarse en la
sumisión” 7.
El elemento del terror jugó un rol determinante para entender la sumisión y la ausencia de
expresiones de descontento en gran parte de la duración de la dictadura. El manejo de la
prensa tuvo en la columna “Foro Público” un ejemplo característico de su papel, a través
de la cuál los organismos represivos acusaban a ciudadanos y ciudadanas bajo el
enmascaramiento de cartas del público. La mención en esta columna periodística
equivalía a una advertencia que en muchos casos hacía caer en desgracia. La escuela
enseñaba la educación trujillista y constituyó un dispositivo de adoctrinamiento.
La Iglesia Católica, por su significativo peso en la sociedad dominicana, fue un
importante respaldo de la dictadura entre 1934 y 1959. Desde el pulpito y desde los
colegios católicos se difundió la propaganda del régimen. Cordero Michel consideró que
“La iglesia ha ofrecido al régimen un arma psicológica formidable para someter
espiritualmente a las masas”8.
Esta asociación entre Trujillo y la iglesia quedó fortalecida mediante la firma del
Concordato con el Vaticano en 1953. A partir de esa fecha se produjo un intenso
activismo, que se expresó en el control de 50 sindicatos obreros, 7 mil cooperativas de
crédito y de consumo del campesinado, una organización patronal y el refuerzo del
movimiento juvenil Acción Católica.9
En el Estado totalitario trujillista, aunque predominaba la represión y la coerción, se
desarrollaron mecanismos de consenso, como intensas campañas ideológicas que
buscaban la identificación de la población con fines concretos. La dictadura mantuvo su
estructura formal de democracia burguesa representativa. Todas las instituciones y
poderes funcionaban normalmente en apariencia. De esta forma el tirano buscaba una
6
Bernardo Vega. Control y represión en la dictadura de trujillista. Santo Domingo, Fundación Cultural
Dominicana, 1986. p.9
7
Cordero Michel. Ob.cit. p.34
8
Cordero Michel. Ob. cit.. p.36
9
Cordero Michel. Ob. cit.. p.42
4
legitimación mínima sustentada en la supuesta voluntad popular expresada en los
mecanismos democráticos que seguían funcionando formalmente aunque sometidos a la
represión y censura.
Cordero Michel consideró que para 1947 había desaparecido todo grupo de influencia “El
pueblo quedó sin defensas frente a la intensa propaganda unilateral llevada por el
régimen…el “jefe” y el Partido están por doquier presentes, en la calle, en la fábrica, en
la escuela, en la tienda, y hasta en los muros de todos los hogares dominicanos.”10
1.2 La extinción del sistema de partidos.
La desaparición de los partidos se inició en 1930 en un proceso tan acelerado que para el
16 de agosto de 1930 los dos partidos mayoritarios en ese momento, el Partido Nacional
de Horacio Vásquez y el Partido Progresista de Federico Velásquez, habían desaparecido.
A finales de agosto se fundó el Partido Dominicano, en sus estatutos declaró que “El
Partido Dominicano se ha constituido para colmar un patriótico anhelo de superación
cívica del pueblo dominicano y como fuerza política para sostener y cumplir el credo
renovador del Generalísimo Dr. Rafael L. Trujillo Molina...”11.
Todas las organizaciones sin importar su carácter se convirtieron en centros de
propaganda del régimen. Pero dentro de ellas el Partido Dominicano jugó un papel
destacado como organizador de los instrumentos más efectivos de la maquinaria
propagandística del régimen como son los mítines, reuniones, manifestaciones, desfiles,
conferencias y revistas cívicas. Para tener una idea “en el curso del año se celebran en el
país cerca de 400 misas “por la salud del jefe”, 300 retiros espirituales, 2,500
conferencias políticas y más de 800 mítines, desfiles y manifestaciones con una asistencia
total de 3.5 a 4.0 millones de personas pertenecientes a todas las clases sociales”12. Esta
maquinaria permitió mantener movilizado al país permanentemente.
El Partido Dominicano se presentó como una necesidad histórica para República
Dominicana, este sería el que permitiría la unidad nacional. Sería la antítesis de la lucha
caudillista, de la lucha partidista y del regionalismo que ha caracterizado nuestra historia.
El Partido permite organizar y movilizar a sectores que históricamente se mantuvieron al
margen de toda forma de participación política, como es el caso de los campesinos y las
mujeres.
“En base a su idea de construir una homogeneidad nacional excluyente de la
participación política, Trujillo diseñó una organización protopartidista dirigida a
aglutinar de manera apolítica y seudocorporativa todos los sectores sociales en forma no
selectiva (iglesia, élites tradicionales, sectores burgueses, mujeres, estudiantes,
profesionales, obreros y campesinos).”
Jacqueline Jiménez Polanco13
10
Cordero Michel. Ob.cit. p.35
Jesús de Galíndez. La Era de Trujillo. Un estudio casuístico de dictadura hispanoamericana. Santo
Domingo, Editores: Libros y servicios, 1975. p.152
12
Cordero Michel. Ob. cit. p.38-39
13
Jacqueline Jiménez Polanco. Los partidos políticos en la República Dominicana: Actividad electoral y
desarrollo organizativo, p. 89
11
5
En el Partido Dominicano es donde se evidencia con mayor claridad la total unidad entre
partido y Estado, el presidente del partido tiene rango de Secretario de Estado; la
Secretaría de Estado del Tesoro descuenta 10% de su salario a los empleados públicos en
beneficio del partido y para ser funcionario público era un requisito ser afiliado al partido.
“Está engarzado de forma absoluta con la estructura y funcionamiento del gobierno”.14
Entre 1931 y 1950 se registraron en él mas de un millón de personas, en un país en que la
población total era de 2,121,000.00 de habitantes lo que equivalía al 50% de la población.
En el contexto de la Segunda Guerra Mundial se establecen algunos partidos que ayudan
a representar el juego democrático en la contienda electoral con más de un partido.
Trujillo trata de distanciarse de la imagen fascistoide que hasta entonces lo caracteriza.
Entre 1940 y 1941 existió el Partido Trujillista, en 1945 el Partido Republicano, pero
entre 1946-47 salen a la luz organizaciones de izquierda y de corte progresista. El Partido
Socialista Popular junto con otras de dudosa reputación como el Partido Nacional
Democrático y el Partido Laborista Nacional. En esta misma coyuntura surgió la
Juventud Democrática en el ámbito universitario.
1.3 La cooptación del movimiento obrero
Una de las primeras expresiones de la sociedad civil cooptada por la dictadura fue el
incipiente movimiento obrero. Para 1930 éste había tomado partido en favor de Trujillo y
sirvió de esta manera como legitimador del nuevo régimen que desde un inicio dio claras
señales autoritarias. El movimiento obrero que recibió a Trujillo en 1930 se caracterizaba
por su corporativismo y escaso grado de politización por lo que en general se limitaba a
reivindicaciones puntuales relacionadas con sus condiciones materiales. Esto explica la
ausencia de contradicciones de fondo con el autoritarismo de la naciente dictadura.
Inicialmente la maquinaria represiva no tuvo que operar para lograr la adhesión del
movimiento, esto facilitó que existiera cierta autonomía de acción. Pero con el tiempo los
mecanismos de control se fueron incrementando y los antitrujilistas que aun permanecían
en las directivas de gremios y federaciones tuvieron que ir saliendo de los mismos.
Trujillo se presentó como el defensor de la causa obrera. Se dedicó con energía a favor de
la promulgación de una legislación obrera que limitara la jornada laboral y estableciera el
seguro para accidentes de trabajo. Otro punto de coincidencia del régimen y los obreros
fueron los controles a la inmigración de braceros extranjeros. En 1930 se creo la
Secretaría de Estado de Trabajo que dio cuerpo a esta iniciativa. Esta entidad propició la
reorganización y creación de numerosos gremios de carpinteros, mecánicos y albañiles.
En los primeros cinco años la vigilancia sobre los gremios fue en aumento, en la misma
medida en que se redujo su capacidad de iniciativa y se les guió hacia una práctica
mutualista. Roberto Cassá considera que una vez resuelta la oposición política armada
durante los primeros años, sobre todo la que encabezaron Desiderio Arias y Cipriano
Bencosme, terminó la etapa de flexibilidad en las relaciones dictadura-obreros. El
régimen procedió a eliminar todos los grupos obreros que no respondían a sus directrices.
Algunos como la Asociación de Instrucción y Socorro para Obreros y Campesinos,
AISOC y la Federación Local de Macorís se disolvieron.
La Confederación Dominicana del Trabajo, principal organización del país, había sido
captada por la dictadura y recrudeció su defensa del régimen y en conección con esto
14
Galíndez. Ob. cit. p.154
6
asumió la denuncia del comunismo. Para 1959 poseía más de 10 mil afiliados
organizados en 175 gremios obreros y artesanales. Su único papel se limitaba a ejercer
control sobre la clase trabajadora y servir de correa de transmisión de la propaganda
oficial.
En muchos casos los mecanismos represivos no tuvieron ni siquiera que tomar acción
para provocar el cierre o disolución de las organizaciones, estas fueron desapareciendo o
se convirtieron en infuncionales sin ningún tipo de impacto social. “Para sobrevivir,
todas las organizaciones obreras debían mostrar subordinación respecto al Estado, tanto
en su relación con los problemas del trabajo como en los principios ideológicos que
enarbolaran”15. El régimen llegó incluso a imponer en la presidencia de los gremios y las
confederaciones obreras a un funcionario del gobierno.
El régimen tenía además otros mecanismos propagandísticos para hacer efectiva su
influencia sobre las organizaciones obreras y al mismo tiempo crear un clima de
inmovilidad. Por ejemplo, en 1953 se publicó el folleto “El auge de las sociedades de
socorro mutuo en la Era de Trujillo: Su postura anticomunista”. Este documento
claramente expresa entre sus objetivos que el mismo “ha sido escrito adrede con la
finalidad de ser, como ha sido, ofrecido en los principales centros y salones mutualistas
del país, y cuya disertación, en cada localidad, contó siempre con los mejores auspicios
de las Juntas Comunales del Partido Dominicano”16. Aquí se hace notoria la estrecha
vinculación entre las Juntas Comunales y el Partido Dominicano y al mismo tiempo el
sentido mutualista que se estimuló desde la maquinaria estatal. Igualmente la
despolitización de estas organizaciones podía ser manipulada a conveniencia, como en
este caso en el que se afirma la postura anticomunista de las sociedades mutualistas. Ellas
mismas son definidas como instituciones “ajenas enteramente a todas ideas extremistas,
amantes de todo lo que significa paz, progreso, felicitad,...”17. Además de estar guiadas
“por normas que no están en pugna, en ningún caso, con los sagrados intereses de la
Iglesia Católica Apostólica y Romana”18
En dicho documento no solo se define el carácter de estas sociedades de socorro mutuo
sino también se enumeran los alcances de la obra de Trujillo en favor de la clase obrera,
entre ellos los Barrios de Mejoramiento Social, Barrios obreros, escuelas para maestros y
el recién constituido Comité Central Pro Liga Nacional Mutualista. Se hace una
enumeración de las Sociedades de Socorro Mutuo las cuales hacienden a 47 de las que 19
se encuentran en Ciudad Trujillo. Muchas de ellas llevan nombres relacionados con el
dictador como las sociedades San Rafael presentes en cinco ciudades o la Sociedad Julia
Molina.
La aprobación del paquete de leyes obreras no significó que su aplicación fuera una
realidad. El régimen tomó aquellas medidas que no chocaban con sus intereses
particulares. Además, Trujillo pudo tomar las medidas a su propio ritmo, tomando en
cuenta la ausencia de presión por parte del movimiento. Fue a partir de 1940 cuando
adoptó una posición más consistente como resultado de la asunción de las resoluciones
internacionales en materia laboral.
15
Cassá. Ob. cit. p.199
Luis Emilio Jourdain Heredia. El auge de las sociedades de socorro mutuo en la Era de Trujillo: Su
postura anticomunista. Ciudad Trujillo, Impresora “Atenas, 1953. p.7
17
Ibídem.
18
Jourdain Heredia. Ob. cit. p.17
16
7
Hacia 1939 se produjo un resurgimiento de las organizaciones obreras, fundamentalmente
de aquellas que existían en 1930. Sobre esta nueva situación el contexto internacional
jugó un papel determinante. El inicio de la Segunda Guerra Mundial, el descrédito de los
regímenes fascistas y dictatoriales y el acercamiento temporal entre los Estados Unidos y
la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, pusieron a Trujillo en una situación muy
vulnerable. Esto se sumó al repudio internacional por la matanza de haitianos realizada en
1937. Este hecho, aunque no puso en peligro la supervivencia del régimen, le restó el
apoyo irrestricto de Estados Unidos y lo obligó a mejorar su imagen internacional.
En este contexto el régimen estimó pertinente fomentar el resurgimiento de
organizaciones como pantalla democrática y como canal de transmisión de las demandas
sectoriales. No obstante, esta distensión pasaba por nuevos y perfeccionados controles
como por ejemplo la ley de mayo de 1940 mediante la cual no serían reconocidos los
gremios o sindicatos que no estuvieran afiliados a las federaciones locales del trabajo que
a su vez estaban presididas por el gobernador de la provincia, que era un funcionario del
régimen. Dentro de esta misma dinámica el gobierno decretó una directiva nacional de
gremios.
A pesar de esto no todos los mecanismos pudieron ser controlados dando por resultado
las huelgas azucareras de 1942. Estas huelgas se explican no solo por los hechos
internacionales anteriormente descritos sino también por una situación particular. Para
1943 el régimen necesitaba integrarse a los mecanismos internacionales de representación
obrera así como participar en las conferencias sobre trabajo de las que, bajo el estigma de
dictadura, se encontraba marginada. Por lo tanto, se formaron delegaciones obreras que
debían participar en estos foros e intentar recuperar la deteriorada imagen producto de las
denuncias de los exiliados dominicanos encabezados por el PRD. Estas denuncias habían
logrado que, en el primer Congreso de Confederación de Trabajadores de América Latina
en 1941, se emitiera una resolución de condena al régimen de Trujillo.
En 1943 se revivió la Confederación Dominicana del Trabajo y al año siguiente se
convocó el V Congreso Nacional Obrero. El auge obrero dio por resultado que en 1944 se
declarara el 1 de mayo como día del trabajo y al año siguiente como no laborable. En
1945 se inició la construcción del barrio obrero.
A pesar de cierta liberalización, el régimen nunca permitió la conformación de
organizaciones que coordinaran las actividades más allá de la localidad o la provincia. De
esta forma se cercaban las posibilidades de crecimiento y se limitaba el impacto de
cualquier acción o conflicto.
Si la década de 1930 se caracterizó por su crítica situación económica, los años 40´s
fueron totalmente diferentes como resultado del aumento de los precios de los productos
de exportación consecuencia del inicio de la Segunda Guerra Mundial en 1939. Las
exportaciones pasaron de 17 millones entre 1935 y 1941 a 20 millones en 1942 y
finalmente a 60 millones en 1944. Esta bonanza produjo una ampliación del mercado
interno, ampliación del crédito bancario y, frente a la imposibilidad de importar
productos manufacturados, el desarrollo industrial.
Durante 30 años es natural que se produjeran cambios importantes en la fisonomía
nacional, algunos cambios destacados fueron el desarrollo del proceso de urbanización.
En 1935 tan solo el 18% de la población se concentraba en zonas urbanas, esta cifra había
aumentado a 24% en 1950. Definitivamente fue en Santo Domingo donde este
8
crecimiento fue mas notorio, su población pasó de 31 mil habitantes en 1920 a 71 mil en
1935 y 182 mil en 1950. Este crecimiento vino acompañado del aumento de la masa
asalariada que respondió al acelerado proceso de desarrollo industrial. Pero este
desarrollo industrial, basado en el monopolio trujillista, margino a la burguesía local.
Entre 1939 y 1940 República Dominicana vivió un aumento significativo de las luchas
reivindicativas producto de la política de flexibilización del régimen pero también del
empeoramiento de las condiciones de vida. Aunque la huelga no fue un mecanismo
extendido, sobretodo por la “autocensura de las organizaciones, conscientes de la
capacidad criminal del estado”19, el Gremio de Zapateros y los trabajadores portuarios
llevaron a cabo protestas que implicaron el paro y lograron algunas reivindicaciones.
Pero, en general, los logros fueron pobres para los obreros pues fue en 1946 cuando se
hizo realidad la jornada de ocho horas.
La Federación Local de San Pedro de Macorís fue probablemente la organización más
importante de la Era de Trujillo por tres razones “la amplitud que tomó desde su base, su
independencia respecto al estado y la calidad del liderazgo”20. Efectivamente el
liderazgo reposaba en una serie de individuos entre los que se destacó Mauricio Báez.
A estos elementos se puede agregar la excepcional proletarización de la zona,
condiciones creadas desde 1916 con la Primera Intervención Norteamericana. La
independencia de la directiva de la Federación de Macorís, con fuertes vínculos con la
ideología marxista, se logró después de un arriesgado proceso de desplazamiento de su
directiva trujillista, iniciando en 1945 la incorporación de los gremios de la región, los
que llegaron a sumar 34.
Hasta 1940 el régimen de Trujillo había mantenido una alianza con los emporios
azucareros a los que había beneficiado en 1930 con la derogación de impuestos que los
perjudicaban. A finales de esa década el déspota decidió incursionar de lleno en la
industria azucarera. Principalmente el aumento de los precios, producto de la Segunda
Guerra Mundial, hizo muy atractivo la inserción del tirano en este renglón económico. En
este sentido el primer paso dado fue la construcción del ingenio Catarey en 1949; en 1952
compró el ingenio Montellano, propiedad norteamericana e inició la construcción del
Central Río Haina. Este proceso de compra e introducción del Estado en el negocio
azucarero vino acompañado de una campaña mediática de críticas a las condiciones
laborales de los trabajadores del ingenio.
La labor propagandística del régimen era de tal precisión que incluía mecanismos menos
evidentes como la publicación de la novela Over de Ramón Marrero Aristy en 1948,
brillantemente escrita y fiel retrato de la dura vida de los braceros en los ingenios. Entre
1950 y 1952 el gobierno pasó a exigir el cumplimiento de leyes laborales y en tal sentido
el Central Romana fue sometido a la justicia. En 1954 los bateyes del Central Romana
fueron declarados peligro público por carecer de normas de higiene.
La nueva política oficial permitió que los gremios obreros encabezados por la
Confederación de Trabajadores Dominicanos (CTD) pudieran emprender acciones de
protesta y huelga, como se produjo en 1954 en el ingenio Santa Fe y en otros del Central
Romana. Finalmente la campaña terminó en 1956 cuando Trujillo compró en sobreprecio
19
20
Cassá. Ob. cit. p.381
Cassá. Ob. cit. p.389
9
los cinco ingenios de la West Indies Sugar Company. Permanecieron sólo dos ingenios
privados: la South Porto Rico Sugar Co. y la Casa Vicini. Este nuevo paso económico
hizo que Trujillo controlara el 80 por ciento de la producción industrial y el 45% de la
mano de obra del país.
1.4 La educación como mecanismo de control
Las juventudes dominicanas estaban organizadas y controladas por diversos medios, en
los círculos católicos a través del movimiento Acción Católica, en los círculos
universitarios en la Guardia Universitaria Presidente Trujillo y en el ámbito puramente
político en la Juventud Trujillista.
Es innegable que durante la dictadura hubo un importante avance en la cobertura
educativa.
Año
Cantidad
escuelas
898
2,242
4,258
de Año
Alfabetismo
1936-37
1936
20%
1945-46
1950
43%
1955-56
1956
60%
Fuente: José Cordero Michel. Análisis de la Era de Trujillo (Informe sobre la
República Dominicana, 1959). 5ta. Ed., Santo Domingo, Editora Universitaria, 1987.
La educación, como la propaganda, se entendió como un instrumento clave para el
control social. La Cartilla Cívica fue el documento básico de la formación trujillista en las
escuelas, como decálogo de la ideología trujillista se difundió ampliamente. El régimen
reforzó la educación de manera extraordinaria. La ampliación del acceso a la educación
básica y superior se tradujo a su vez en una ampliación de la base social del régimen
permitiendo el acceso a ella de jóvenes de escasos recursos. Lo que antes era un beneficio
de las élites se extendió a todos los sectores de la sociedad mientras no fueran desafectos.
La universidad llegó a tener 3,000 estudiantes, lo que para la fecha era una cifra
considerable.
En los primeros años de la dictadura sobrevivió la Asociación Nacional de Estudiantes
Universitarios (ANEU) que agrupaba a diversos estudiantes alrededor de ideas de
democratización de la educación. Esta organización fundada en 1928, se inspirada en el
Movimiento de Córdoba de 1918 y aspiraba a realizar una reforma y a alcanzar la
autonomía universitaria, estas ideas eran evidentemente incompatibles con el
autoritarismo y centralismo de la dictadura por lo que la ANEU desapareció unos años
después de iniciada la dictadura.
Las universidades, como espacio natural de la producción de ideas y de aglomeramiento
de las juventudes pensantes, son espacios propicios para el desarrollo del espíritu
contestatario y rebelde. No era de extrañar que esta fuera una institución bajo estricta
supervisión del régimen. Para el control de los estudiantes en su interior se creó una
organización paramilitar conocida como la Guardia Universitaria. Esta fue fundada el 5
de marzo de 1937 para el “mantenimiento del control político e ideológico de la
universidad”. En sus reglamentos se señalaba como sus objetivos: “contribuir con el auge
de la Universidad de Santo Domingo en la cultura, la salud y la disciplina, para de ese
modo prestar su concurso a la obra de rehabilitación nacional que patrocina el
10
generalísimo y doctor Rafael Trujillo Molina”21. La guardia se organizó como un
estamento militar en el que se asignaban rangos como el de comandante, capitanes,
tenientes y cadetes. Las mujeres estaban organizadas en la rama femenina y solo podían
alcanzar el rango de teniente y cadete.
1.5 El movimiento feminista bajo la dictadura
El movimiento de mujeres, heredero de una larga tradición que se remonta a finales del
siglo XIX y las educadoras hostosianas, encabezadas por Salomé Ureña, tuvo un papel
significativo en la primera década de la dictadura. Su desarrollo en ese complejo
momento histórico estuvo revestido de las ambigüedades y contradicciones que sufrieron
todas las expresiones de organización social durante el régimen trujillista.
Rubén Silié explica con agudeza el carácter del apoyo de Trujillo a la causa feminista:
“Trujillo se preocupa por la mujer, no como un sujeto al cual había que insertar en la
sociedad dominicana por razones de ley, por razones de derecho, sino por que entendió,
también muy temprano, que era un sujeto político utilizable…”22.
Galindez consideró que el feminismo fue un movimiento fomentado por Trujillo entre
1940 y 1941, para ponerse a tono con las corrientes modernas de igualdad de los sexos.
Establece diferencia entre dos grupos de mujeres feministas: las destacadas por su
historial de trabajo y su labor anterior, entre las que hay que mencionar a Abigail Mejía y
Celeste Woss y Gil; y otro grupo de índole político relacionadas con el trujillismo,
encabezados por la viuda Peynado. Galindez reseñó que una vez se supo que Trujillo
legislaría a favor de las mujeres “se desencadenó un hervidero de celos entre esas
mujeres con aspiraciones a la dirección del movimiento y al aprovechamiento de sus
beneficios”.23
En 1938 Trujillo realizó un recorrido en el interior del país, para su retorno se formó un
Comité de Damas que planificó un acto de recibimiento. Dicho comité estuvo encabezado
por la esposa de Trujillo, quien en el acto le impuso la Medalla de la Paz a nombre de la
mujer dominicana.24 En el Listín Diario del 18 diciembre de 1937 se publicó un
comunicado de las mujeres en apoyo a la reelección de Trujillo, este escrito dejó claro el
papel que estaba jugando en ese momento el movimiento feminista y el costo político que
tuvo alcanzar el derecho al voto en 1942.
“Todas somos trujillistas, todas admiramos las glorias y grandezas del Presidente
Trujillo, y nuestro mayor empeño está en que, cuando él decida presenciar el homenaje
de nosotras, las mujeres, todas, absolutamente todas, desfilemos ante él, ofreciéndole con
nuestra presencia la expresión de nuestra gratitud, que es la mejor flor del
agradecimiento y de la simpatía”.25
Para este momento Abigail Mejía era, sin duda algunas, la principal activista femenina
desde inicios del siglo XX. Su labor adquiere especial relevancia a principios de la
dictadura con la creación de la Acción Feminista Dominicana (AFD) bajo el lema de
21
Franklin Franco. Historia de la UASD y los Estudios Superiores. Santo Domingo, Universidad Autónoma
de Santo Domingo, 2007. P.185
22
Rubén Silié. Ponencia Reestructuración de la sociedad dominicana. Seminario “Trujillo 1891-1961”, p.6
23
Galíndez. Ob. cit., p.176-177.
24
Félix A. Mejía. Vía crucis de un pueblo. Santo Domingo, Sociedad Dominicana de Bibliófilos, 1995., p.
213
25
Mejía. Ob. cit., p. 189
11
“Justicia y Amor”. Su surgimiento no estuvo exento de polémica, la publicación en la
prensa nacional de un mensaje por la AFD resultó en respuestas de aquellos que no
favorecían el reconocimiento de derechos a la mujer26. Aunque su objetivo era luchar
contra criterios conservadores en torno a la mujer y su papel en la sociedad, y aunque
algunas de sus propuestas fueron verdaderamente pioneras, como la exigencia de
igualdad de derecho entre los hijos naturales y legítimos, esta organización llevaba en sí
misma el germen del conservadurismo, esto se demuestra así en los objetivos planteados
“formar madres verdaderamente conscientes de su misión…porque no hay que olvidar
que, quien dice equilibrio del hogar, dice equilibrio de la Patria”27.
La AFD, como todas las organizaciones de la sociedad civil de la Era, tenía el estigma de
moverse en un medio que hacía imposible su accionar de manera independiente y libre
por lo que sus acciones estaban en gran medida atravesadas por esta contradicción que
inicialmente se expresó en la convivencia de formas radicales-conservadoras pero que
llegado un punto fueron totalmente ofuscadas por la lógica de la dictadura. No obstante
esto, su labor educativa fue de singular importancia organizando escuelas nocturnas en
sus juntas provinciales. En ese mismo tenor se invitó al país a la escritora y educadora
chilena Gabriela Mistral.
En su primer aniversario la AFD celebró una Asamblea en la que se definió un programa
de trabajo que tuvo cuatro directrices básicas:
- La Educación para erradicar el analfabetismo de las mujeres.
- El interés de las mujeres en el bienestar social dominicano.
- La búsqueda del bienestar de la infancia.
- Velar por mejorar el estatuto legal de la mujer.
En 1932 Trujillo realizó un discurso en el Ateneo Dominicano al recibir el título de
Miembro Protector y de Mérito. En ese mismo discurso aprovechó para referirse al
pujante movimiento feminista que ya estaba en la mira de la maquinaria gubernamental.
Trujillo expresó “Yo que he venido siguiendo con satisfacción el movimiento cultural de
nuestra jóvenes mujeres…La consideración de este loable esfuerzo de la mujer
dominicana, precisamente en estos momentos que se inicia en el país un movimiento
feminista, me colocan frente a la necesidad de ir pensando en ayudar ese
movimiento…Yo simpatizo con ese movimiento de justicia social a favor de la mujer.
Creo que puede irse considerando la necesidad de otorgarle derecho de ciudadanía. Se
beneficiará la sociedad dominicana con que nuestras mujeres llevarán a la arena cívica
sus sentimientos delicados”28. Precisamente el año 1932 marco la frontera entre el
desenvolvimiento autónomo de la AFD y el inicio de su manipulación burda por el
régimen a través de las mujeres políticas del partido mencionadas por Galíndez.
Para enero de 1933 la organización ya aparece encuadrada en la lógica del sistema,
Minerva Bernardino, en nombre de la AFD, clama por la reelección del presidente
Trujillo. De igual manera se expresará Abigail Mejía “sólo un Jefe de Estado nos ha
tendido la mano, y ello, espontáneamente, sorprendiendo de una manera inesperada y
agradable nuestro ánimo y colmándolo de legítimas esperanzas. Y éste ha sido el Gral.
Rafael L. Trujillo Molina, actual Presidente de la República Dominicana… por tales
26
Carmen Lara Fernández. Historia del Feminismo de la República Dominicana. Ciudad Trujillo, Imprenta
Arte y Cine, 1946 p. 7
27
Lara Fernández. Ob. cit., p. 11
28
Lara Fernández. Ob. cit., p. 20-22
12
motivos, la ACCION FEMINISTA DOMINICANA entiende que es un deber su reelección,
en el alto puesto desde el cual trata de salvar al país, salvando con ello los fueros de la
mujer dominicana.”29
Podemos afirmar que el discurso de Abigail Mejía a favor del régimen fue poco duradero
y en general parco, probablemente fruto de la necesidad y la comprensión de que era un
paso absolutamente imprescindible al encontrarse tan cerca del ansiado objetivo. Para las
elecciones de 1938 se formó inicialmente en Santiago de los Caballeros y después en
todas las provincias y comunes el Comité Nacional Femenino, Pro-Voto Electoral
Trujillista. Este espacio tuvo como objetivo motivar al sufragio simbólico femenino. El
16 de mayo de 1938 más de 300 mil mujeres votaron simbólicamente a favor de Trujillo.
En 1940 Trujillo sometió el proyecto de Ley 390 mediante la cual se concedió derechos
civiles a la mujer dominicana. Y en mayo de 1942 las mujeres pudieron por primera vez
participar en las lecciones. La legitimación del régimen había alcanzado al 50% de la
población que hasta entonces estaba marginado de la expresión electoral. En el contexto
del partido único las mujeres exigieron un derecho que en la práctica estaba restringido a
votar por Trujillo o el candidato títere impuesto por este. No obstante sería un hito del
que posteriormente las mujeres realmente se beneficiarían.
Una vez logrado el objetivo, el movimiento feminista y la AFD se fue disolviendo y vio
su continuación en los comités de mujeres del Partido Dominicano, en el cual sobresalen
mujeres como Isabel Mayer y Minerva Bernardino. Efectivamente como afirma Carmen
Luisa Figueiras “la lucha por el sufragio de la mujer constituyó a la vez tanto el eje de su
éxito, como de su derrota”30 Una vez alcanzada esta conquista la mayoría de las mujeres
activistas se esfuman del panorama político dominicano dejando el terreno a las
cabilderas trujillistas. En 1942 las mujeres no solo pudieron votar sino que también
pudieron ser elegidas. Tres mujeres fueron elegidas para cargos públicos:
- Isabel Meyer, senadora.
- Milady Félix de L´Official, diputada.
- Josefa de González, diputada.31
Posteriormente en el campo de la política trujillista sólo sobrevivió Milady Félix de
L´Official y en el plano internacional Minerva Bernardino quien se destacó en el campo
feminista interamericano al ser nombrada delegada Alterna de la República Dominicana
ante las Naciones Unidas.
1.6 Otras formas organizativas bajo control del régimen
Las organizaciones de tipo cultural fueron prontamente cooptadas por el régimen, las
demás fueron forzadas a desaparecer. La dictadura tempranamente se rodeó de las élites
pensantes creando sus propios intelectuales orgánicos. Con propiedad, Andrés L. Mateo
29
Lara Fernández. Ob. cit., p. 25
Figueiras Prim, Carmen Luisa, Género y sociedad civil. p.13
31
Jefa de la rama femenina del Partido Trujillista que después pasó al Partido Dominicano.
30
13
ha señalado que: “Fuera del trujillismo, no había práctica intelectual posible y ni
siquiera supervivencia material”32.
El control estatal se estableció a través de mecanismos de tipo corporativo, en
instituciones tanto privadas como oficiales, por ejemplo el Partido Dominicano, las
cámaras de comercio, federaciones obreras, etc. Toda expresión de intereses individuales
o sociales quedó condicionada a límites muy estrictos. Incluso los espacios de índole
cultural fueron intervenidos, unas veces por mecanismos burdos y otras por vías más
sutiles. La Sociedad Cultural Renacimiento fue fundada en 1931 y llegó a organizar una
escuela normal. Su vida fue corta pues rápidamente fueron acusados de antitrujillistas,
apresados muchos de sus miembros y cerrada la organización.33 Otro fue el caso del
Ateneo Dominicano que en mayo de 1932 otorgó a Trujillo el título de Miembro
Protector y de Mérito. Este reconocimiento vino apropósito de la ayuda oficial a dicha
institución. En el acto de otorgamiento Trujillo afirmó que: “Se hacía necesario estimular
el cultivo de las letras y no podía yo, que me he propuesto hacer obra de
engrandecimiento patrio, mostrarme indiferente a esta demostración de la vida
nacional.”34 El Ateneo fue una asociación constituida exclusivamente para tratar asuntos
culturales pero que, como otras, fue víctima de una clara instrumentalización. En su
directiva figuraron personalidades claves de la cultura dominicana como Pedro Henríquez
Ureña, Fabio Fiallo, Julio Ortega Frier, entre otros.35
Incluso los agrupamientos informales de jóvenes inquietos, no necesariamente opositores,
fueron objeto del escrutinio implacable del régimen. Ricardo Hernández da cuenta por
medio de testimonios orales de grupos de 18 y 20 jóvenes que se reunían a discutir la
situación, escuchar música clásica y leer obras diversas, entre ellas algunas prohibidas,
como El Capital de Carlos Marx. Finalmente las reuniones fueron suspendidas porque a
la Gobernación de San Francisco de Macorís llegó la información de estos encuentros que
fueron considerados un espacio para el adoctrinamiento antitrujillista.36
Durante los treinta años de dictadura trujillista el acelerado proceso de desarrollo
urbanístico y la migración hacia las urbes como resultado del proceso de industrialización
determinó el engrosamiento de los barrios con masas de antiguos campesinos convertidos
en obreros. Fue en este espacio en el que se produjeron las primeras formas organizativas
barriales que fueron los clubes culturales y las parroquias. Los clubes al estar enfocados
en la cultura y el deporte y enmarcados en la lógica del régimen pudieron sobrevivir a los
controles represivos. Los nombres de algunos de ellos sugieren el carácter de los mismos
como el club Julia Molina que después de caída la dictadura pasó a llamarse Luperón. El
escaso perfil social que tuvieron se enmarcó en el carácter conservador de la época y se
centraron en la denuncia de actividades consideradas amorales como los prostíbulos, las
barras y los salones de juego.
Las parroquias se limitaron a la organización de actividades deportivas y la proyección de
películas. Se caracterizaron por su apoliticidad, su provincialismo y carácter primario.
32
Andrés L. Mateo, Mito y cultura en la Era de Trujillo, Santo Domingo: Librería La Trinitaria e Instituto
del Libro, 1993, p.52
33
Ricardo Hernández. Las organizaciones barriales en el nordeste de la República Dominicana. Santo
Domingo, Editora Universitaria, 2004. p. 105
34
Lara Fernández. Ob. cit., p. 20
35
Ateneo Dominicano. Bases y reglamentos. Santo Domingo, 1932.
36
Hernández. Ob. cit., p. 104 - 105
14
Surgieron al final del régimen de Trujillo.37 César Pérez y Leopoldo Artiles han definido
las características básicas del club cultural y de la parroquia como “una suerte de
comunitarismo primitivo, orientado básicamente hacia los individuos participantes, para
la preservación y difusión de valores universalmente aceptados como válidos...”38.
Podría pensarse que entre los empresarios y profesionales de poder existió mayor
facilidad para crear espacios para su representatividad social. El caso del club Rotario
ilustra perfectamente la situación. El 27 de febrero de 1943 se instaló en Santo Domingo
el primer Club Rotario. Inicialmente el dictador se negó a permitir la fundación de la
organización pero finalmente la existencia de miembros cercanos a Trujillo, como el
doctor Andrés Pastoriza Valverde, lograron convencerlo de que la presencia de un
organismo de carácter independiente, democrático y apolítico podría mejorar la imagen
internacional del régimen y presentarlo como un gobierno progresista y abierto.
Apenas dos años después de iniciadas las actividades del Club, tuvieron un primer y
único enfrentamiento con el régimen. Las aspiraciones del presidente del club José
Bonilla Atiles de participar en el certamen electoral como candidato presidencial lo
hicieron caer en desgracia y en consecuencia fue destituido como vicerrector de la
Universidad de Santo Domingo y tuvo que exilarse fuera del país. Trujillo personalmente
reunió a los principales rotarios para llamar su atención sobre lo inapropiado de tener un
desafecto al frente de la organización. En consecuencia se procedió a destituir a Bonilla
Atiles. En cierta medida se marcó una pauta de las relaciones gobierno-Rotary. Fue en
1968 cuando la organización se recuperó de la parálisis en la que fue cayendo
lentamente.39 Las organizaciones de empresarios y los gremios profesionales florecerían a
partir de la caída de la dictadura como veremos más adelante.
1.7 La crisis final de la dictadura
En 1955 la Feria de la Paz y Confraternidad del Mundo Libre, que debía conmemorar la
grandeza del régimen en sus 25 años, por su gran costo y fastuosidad marco el declive
definitivo de la dictadura. Para esta celebración se hicieron emisiones de papel moneda
sin respaldo y se usó parte de la reserva en dólares del Banco Central, principal garantía
de la estabilidad monetaria nacional. A partir de esta fecha la balanza de pagos empezó a
ser deficitaria. En 1959 se inició la transferencia de grandes cantidades de dinero a
bancos extranjeros, que se estiman en más de 50 millones de dólares.
El New York Times y el Washington Post denunciaron abiertamente el régimen de
Trujillo, sobre todo a partir del secuestro y desaparición del exiliado español Jesús de
Galíndez. El contexto internacional se sumó al desgaste interno del régimen. El triunfo
de la Revolución Cubana en 1959 por su significación y simbolismo representó un
desafío para la seguridad del Caribe desde la perspectiva estadounidense. Su influencia
como fuente de inspiración para los sectores antitrujillistas fortalecieron los temores
37
La información sobre este temprano surgimiento de organizaciones barriales la debemos al trabajo de
César Pérez y Leopoldo Artíles. “Movimientos sociales dominicanos: Identidad y Dilemas.” Santo
Domingo, Instituto Tecnológico de Santo Domingo, 1992.
38
Pérez, Artíles. Ob. cit. p.34
39
100 años de Rotary Internacional y 62 de rotarismo dominicano.2da. ed. Santo Domingo, Editora Buho,
2008.
15
frente a posibles replicas del caso cubano. Fidel Castro, en una visita realizada a
Venezuela después del triunfo de la revolución, había expresado públicamente su
determinación de apoyar la causa dominicana contra Trujillo. Como resultado de este
apoyo se creó el Movimiento de Liberación Dominicana que, además de Cuba, recibió el
apoyo venezolano. En respuesta a este anuncio la dictadura inició un proceso de
fortalecimiento de sus fuerzas militares. Se conformó la llamada Legión Extranjera
formada por mercenarios de Estados Unidos y Europa.
La promesa cubana se hizo realidad en 1959 cuando el día 14 de junio desembarcaron y
aterrizaron cientos de expedicionarios por tres zonas del país Constanza, Maimón y
Estero Hondo40. Los desembarcos fueron prácticamente esperados por la aviación y la
marina trujillista. De las tres expediciones sólo la de Constanza resultó parcialmente
exitosa al poder sus integrantes internarse en los bosques de la zona y ofrecer resistencia.
Existe consenso en que, aunque la expedición resultó un fracaso militar, el hecho tuvo un
gran impacto en el imaginario colectivo de la nación y se constituyó en el estimulo
fundamental de las conspiraciones finales contra la dictadura. En agosto se descubrió una
conspiración en la Fuerza Aérea que buscaba sabotear la institución. A finales de ese
mismo año de 1959 se fundó el Movimiento 14 de Junio, que fue una de las
organizaciones de mayor crecimiento y consecuencias para la dictadura.
El movimiento adoptó el programa de los expedicionarios del 1959 y para principios de
1960 el espionaje trujillista los había descubierto, procediendo a apresar alrededor de 300
de sus integrantes. En general la composición de esta agrupación, que se había extendido
en todo el territorio nacional, contaba con algunas personas pertenecientes a la burguesía
y a la clase obrera pero estaba mayoritariamente compuesto por miembros de la pequeña
burguesía.
La extensión y amplitud del movimiento recién descubierto provocó una respuesta
equivalente de los organismos represivos. La persecución desatada llevó a niveles
inimaginables el clima de terror que se vivía, tocando a las puertas de muchos miembros
de la burocracia trujillista cuyos hijos estaban vinculados en la conspiración.
Fue en este momento en que la Iglesia Católica emitió su carta pastoral criticando al
régimen. Por primera vez esta asumía una postura de distanciamiento público con la
dictadura. Una segunda carta pastoral demandó la libertad de los presos políticos.
Estados Unidos, por un lado, inició conversaciones para lograr una salida pacífica de
Trujillo del poder y por otro, a través de la CIA, empezó a dar apoyo logístico a grupos
conspiradores que se planteaban la eliminación física del tirano.
El año de 1960 fue, sin duda alguna, un año de crisis y de desesperación para el régimen
que tomó una serie de medidas que marcaron el paso acelerado hacia su final. El atentado
contra Rómulo Betancourt, el 24 de junio de 1960, significó sanciones económicas para
el país, el rompimiento diplomático con la mayoría de países americanos y el
distanciamiento definitivo entre Estados Unidos y la dictadura. Como resultado de la
presión por este hecho, Trujillo hizo renunciar a su hermano Héctor Bienvenido Trujillo
(quien ocupaba la presidencia desde 1952) y en su lugar ocupó la presidencia Joaquín
Balaguer. Balaguer sería un personaje fundamental en los siguientes 40 años de vida
40
La expedición de Constanza, Maimón y Estero Hondo fue el tercer intento de los exiliados dominicanos
para tratar de derrocar a Trujillo por medio de una invasión armada. En 1947 se produjo la Expedición de
Cayo Confites y en 1949 la Invasión de Luperón, ambas fracasaron al ser detectadas por los organismos de
seguridad del trujillismo.
16
política dominicana. El asesinato de las hermanas Mirabal, el 25 de noviembre de 1960,
fue probablemente la gota que derramó el vaso. El entierro de las Mirabal, por su
masividad constituyó “el primer gran desafío de las masas populares al régimen de
Trujillo” 41. Nuevamente Trujillo trató de presentar una fachada democrática invitando a
los partidos de oposición a retornar al país, cosa que hicieron los miembros del
Movimiento Popular Dominicano.
Seis meses después del crimen de las Mirabal, una conspiración logró ajusticiar a Trujillo
el 30 de mayo de 1961 mientras este se desplazaba en su vehículo hacia su hacienda de
San Cristóbal. Los implicados serían cercanos colaboradores que pagaron con sus vidas la
intrépida osadía que dio inicio al desmoronamiento de la dictadura.
La dictadura de Trujillo fue un período de gran longitud y de importancia trascendental
para entender las características recientes de nuestra sociedad desde todos los puntos de
vista. Aunque se reconoce las dificultades para el desarrollo de la sociedad civil en el
contexto represivo de la dictadura, aun así se dieron manifestaciones que son importantes
reconocer y destacar, aunque muchas de ellas se desarrollaran en medio de la
instrumentalización del régimen. Los dos sectores más destacados en este período fueron
los obreros y las mujeres. Ambos lograron importantes conquistas fruto de una
combinación de: apropiado contexto nacional y externo y de activismo propio del sector.
Por un lado, la dictadura tuvo en diferentes momentos un especial interés en favorecer a
dichos sectores y por otros fueron movimientos que demostraron un especial activismo
que contribuyó a su visibilidad y en consecuencia a ser en cierta medida un factor de
presión.
2. La transición democrática interrumpida (1961 – 1966)
2.1 El inicio de la destrujillización
La desaparición física del tirano dejó un vacío de poder que provocó una “crisis de
hegemonía”42. Esto se explica porque el poder personalista no es transferible, pues
depende de un hombre y no de instituciones. A pesar de esta crisis, no se produjo un
colapso de las instituciones oficiales y represivas del régimen.43 En consecuencia se
inició una etapa de agudos conflictos sociales y políticos entre diferentes sectores que
lucharon por el control del Estado. Las masas populares urbanas irrumpen en el escenario
político y se afianzan como mecanismo de presión. Exigen la eliminación de los
remanentes del trujillismo y la elevación de sus niveles de ingresos.
Ramfis Trujillo, hijo del dictador, intentó asumir el control del tambaleante régimen, para
ello se apoyó en la figura civil de Joaquín Balaguer44, presidente títere en funciones al
momento de producirse el tiranicidio el 30 de mayo de 1961. Balaguer inicio un cauteloso
proceso de afianzamiento de su liderazgo, ahora liberado del peso de la figura de Trujillo.
41
Franklin Franco. Historia del Pueblo Dominicano. Santo Domingo, Universidad Autónoma de Santo
Domingo, 2006. Colección Historia y Sociedad, No. 120, p.584
42
Wilfredo Lozano. El Reformismo dependiente. Santo Domingo, Editora Taller, 1985. p. 21
43
Eduardo Latorre. Política Dominicana Contemporánea. Santo Domingo, Instituto Tecnológico de Santo
Domingo, 1979. p.76
44
Por su perfil de intelectual y su trayectoria como un funcionario vinculado a la cartera educativa y de
relaciones exteriores, Balaguer fue un personaje potable para Estados Unidos y la familia Trujillo para
encausar la transición.
17
Inicialmente lo que se planteó implícitamente fue el establecimiento de un trujillismo sin
Trujillo. La presión interna y externa hizo rápidamente inviable esta solución. Los
Trujillo incluso se plantearon una toma violenta del poder en noviembre de 1961 cuando
los hermanos del dictador, Héctor y José Arismendy, retornaron al país en un barco de
guerra. Esta acción fue rápidamente respondida por Estados Unidos quienes despacharon
barcos militares que se posicionaron a escasas millas de las costas. Unos días después, un
alzamiento militar provocó la expulsión definitiva de la familia Trujillo. Balaguer quedó
con un frágil control de la situación que le permitió mantenerse en el poder hasta marzo
de 1962. Aunque intentó presentarse así mismo como la única alternativa entre el
autoritarismo y el caos que podría representar la libertad recién adquirida, su presencia e
insistencia en mantenerse como figura clave en el proceso de transición contribuyó a la
polarización política.
“...la falta de un esfuerzo concertado y sistemático por parte de las fuerzas políticas
principales para afrontar los problemas fundamentales de la transición democrática no
contribuyó a establecer una base firme para la preservación y expansión de las
libertades políticas que el país comenzaba a disfrutar.”45
Entre la salida de la familia Trujillo, en noviembre de 1961, y la propia salida de
Balaguer en marzo de 1962 existieron tres fórmulas de gobierno:
- El gobierno bajo la presidencia de Balaguer (1 enero 1960 – 31 diciembre 1961),
caracterizado por una serie de medidas democratizadoras como la Ley de
Amnistía, el reconocimiento de la autonomía de la Universidad de Santo
Domingo y la confiscación de las propiedades de los Trujillo. Así como medidas
de corte populista como el aumento de sueldos, rebaja de los artículos de primera
necesidad y reducción de impuestos a las exportaciones. Estas medidas no
pudieron aplacar las intensas movilizaciones exigiendo su salida del país por ser
considerado un heredero de Trujillo.
- Primer Consejo de Estado (1 enero 1962 – 16 enero 1962), el rechazo a la figura
de Balaguer forzó la búsqueda de una salida de consenso entre los principales
sectores beligerantes de la sociedad. Finalmente en enero de 1962 surgió la
fórmula del Consejo de Estado compuesto de siete miembros, presidido por
Balaguer y conformado por sectores empresariales, de la Iglesia Católica y la
influyente Unión Cívica Dominicana. El Consejo tenía como objetivo primordial
la celebración de lecciones en diciembre de 1962.
- Junta Cívico-Militar (16 enero 1962 – 18 enero 1962), surge cuatro días después
de la integración del Primer Consejo de Estado, como resultado de un golpe de
Estado militar con la anuencia de Balaguer. El Consejo de Estado es sustituido
por una nueva entidad formada por sectores militares cercanos al trujillismo y
civiles leales a Balaguer. Este organismo tuvo una corta existencia y un rechazo
inmediato y virulento de los diferentes sectores sociales, provocando la salida del
país de Balaguer en marzo de 1962.
- En enero de 1962 surge un Segundo Consejo de Estado (18 enero 1962 – 27 de
febrero 1963) nuevamente bajo la influencia de la Unión Cívica Nacional y
presidida por Rafael Bonelly, esta es la entidad que logra la realización de las
45
Flavio Darío Espinal. Constitucionalismo y procesos políticos en la República Dominicana. Santo
Domingo, PCMM, 2001. p. 145
18
primeras elecciones libres que se celebran en diciembre de 1962 y en las que sale
victorioso el Partido Revolucionario Dominicano y su candidato Juan Bosch.
Wilfredo Lozano ha identificado tres elementos claves en la crisis de hegemonía que se
inicia en 1961:
- La lucha de las clases dominantes por el control del Estado.
- La emergencia de las masas populares urbanas como actores históricos activos.
- El creciente papel de Estados Unidos como agente político dinámico en la
determinación del equilibrio político favorable a sus intereses.46
En medio de toda esta agitación política se abre un nuevo escenario histórico en el que
surgen nuevos actores que buscan constituirse en sujetos sociales. La sociedad civil
despertó de un letargo de 30 años con nuevos bríos y temporalmente pudo disfrutar de
ciertas garantías que le permitió reorganizarse. Fue en estos primeros años cuando se
crearon las condiciones para la democratización duradera que tardaría décadas en hacerse
real. Se formó un discurso democrático y surgió un sistema de partidos que se mantendría
a pesar de la ola represiva de las décadas 60 y 70.47 El proceso no estuvo exento de
contradicciones pues, junto a las necesarias medidas democráticas, se producían
constantes acciones represivas en contra de las manifestaciones de protestas y de los
sectores radicales de izquierda. De esta manera la clase política gobernante (ya fuera
Balaguer o los Consejos de Estado) trataba de adecuarse a la necesidad democratizante de
ruptura con la dictadura pero de responder a las exigencias de un Estados Unidos
vigilante y obsesionado por el peligro comunista inspirado por Cuba y, por lo tanto,
presionando para una mayor represión.
2.2 Los partidos políticos: ejes de la reorganización social
Después de 30 años de autoritarismo totalitario la democratización vendría acompañada
de grandes dificultades. Hasta ese momento el ejercicio democrático había sido muy
limitado. Los partidos políticos se habían caracterizado por el caudillismo, el
autoritarismo y el personalismo. Se hizo necesaria la conformación de un sistema
nacional de partidos. Los partidos dominaron el escenario político e influenciaron
grandemente el accionar de las organizaciones sociales.
En cuanto a la sociedad civil “Las actividades políticas orientadas hacia la difusión de
concepciones y proyectos de orden social realizadas por las diferentes organizaciones
políticas, permearon y hasta orientaron casi todas las instancias de la sociedad civil,
principalmente aquellas agrupaciones para la acción social.” 48.
Rosario Espinal considera que entre 1961 y 1965 se dieron dos procesos: la formación de
identidades colectivas en torno a la noción de ciudadanía, como los derechos individuales
de orden político; y la formación de identidades colectivas en torno a la noción de pueblo,
como los derechos de justicia, organización y participación. Entre los dos procesos lo
popular adquirió mayor preponderancia que lo ciudadano.49
A partir del 5 de julio de 1961 cuando llegó la delegación del Partido Revolucionario
Dominicano (PRD), fundado en el exilio, se abrieron las compuertas de la organización
46
Lozano. Ob. cit., p.??
Espinal. Ob. cit., p.100
48
Pérez, Artíles. Ob. cit., p.34
49
Espinal. Ob. cit., p.91
47
19
política, en ese mismo mes de julio se hizo pública la creación de la Unión Cívica
Nacional (UCN) y la salida de la clandestinidad del Movimiento Revolucionario 14 de
Junio. Así en un sólo mes estaban en el escenario político nacional los tres grandes
partidos que dominaron inicialmente el panorama político. A grandes rasgos sus
características eran:
- Unión Cívica Nacional: oligárquico, abanderado de la política antitrujillista. De
derecha.
- Partido Revolucionario Dominicano: democrático, liberal. De centro izquierda.
- Movimiento Revolucionario 14 de junio. Inspirado en la Revolución Cubana. De
izquierda.
Su importancia fue variando constantemente en los primeros años posteriores a la
desaparición del tirano. Otras agrupaciones que surgieron o se reactivaron fueron el
Partido Revolucionario Social Cristiano, el Partido Nacional Revolucionario, el
Movimiento Popular Dominicano (MPD) y el Partido Socialista Popular (PSP).
Inicialmente la UCN aglutinó la movilización contra los remanentes de Trujillo, en esa
tarea estableció una alianza temporal con el Movimiento Revolucionario 14 de Junio. No
obstante, es importante señalar que la UCN propició una movilización social
antitrujillista que uso a las masas de una forma utilitarista, sin propiciar un real
empoderamiento de ellas. Su carácter oligárquico le ganó un lugar preponderante en las
negociaciones de transición que culminaron en la formación del Consejo de Estado
entidad en la que los “cívicos” predominaron.
A la formación de partidos siguieron los sindicatos, las asociaciones empresariales, los
gremios profesionales, las agrupaciones campesinas, etc. Pero la debilidad de la sociedad
civil hizo que fueran los partidos políticos los reales gestores de las organizaciones
sociales y en especial de los sindicatos. El objetivo político de la destrujillización arropó
el movimiento social. Aunque diferentes organizaciones estimularon las turbas y
movilizaciones antitrujillistas estas tuvieron un importante componente espontáneo.
2.3 Otras formas de expresión organizativa
Entre los sectores mas activos en esta coyuntura se encuentran los obreros. Mientras la
Confederación Dominicana del Trabajo (CDT) desapareció con la dictadura, surgieron
otras expresiones obreras. Entre mayo de 1961 y diciembre de 1962 se crearon más de
150 sindicatos.50 Estas organizaciones fueron frágiles y tenían un carácter instrumental, lo
que hizo que aparecieran y desaparecieran una vez alcanzado el objetivo primordial. No
obstante, esta movilización tuvo como uno de sus resultados un aumento sustancial en los
salarios.
Una de las primeras organizaciones obreras surgió en 1961 y fue el Frente Unificado Pro
Sindicatos Autónomos (FOUPSA) seguido por la Confederación Nacional de
Trabajadores Libres (CONATRAL), la Central Sindical de los Trabajadores Dominicanos
(CESITRADO) y Confederación Autónoma Sindical Cristiana (CASC).51 Los clubes
culturales y deportivos que habían tenido un tímido inicio durante la dictadura de Trujillo
50
Lozano. Ob. cit., p. 31
Una serie de divisiones y conflictos internos produjeron la formación de nuevas organizaciones, esta
dinámica ayuda a entender la gran cantidad de agrupaciones que surgieron en esos dos años.
51
20
se multiplicaron en este período de transición pero tendieron a vincularse a los partidos y
en consecuencia a politizarse partidariamente.
Se desarrolló un importante sector modernizador agrupado fundamentalmente alrededor
de la banca. En cuanto a los industriales, la Asociación de Industrias de la República
Dominicana, conformada luego de la muerte de Trujillo, y que estaba compuesta por
viejos industriales que lograron escapar a las confiscaciones antitrujillistas, nucleó su
membresía aprovechando su liderazgo empresarial y su discurso anticomunista. Un gran
objetivo que se propuso esta sociedad fue conseguir las promulgaciones de leyes mucho
más beneficiosas para las industrias que dirigían, para esto habían apoyado a la Unión
Cívica Nacional.
Los sectores militares y burócratas trujillistas se consideraron los herederos del régimen y
se resistieron a ser desplazados. El carácter autoritario de la práctica gubernamental no
pudo ser desmantelado del todo y el vacío de poder fue rápidamente llenado por los
militares, único poder en pie para 1961, pero aun así con grandes debilidades.
En los inicios de los años 60´s, la Iglesia Católica dominicana jugó un rol protagónico en
el nuevo proceso de cambios en el país, adquiriendo un protagonismo político
verdaderamente significativo. Se formaron partidos, sindicatos y organizaciones
estudiantiles de matrices católicas.
En la UASD se desató un poderoso movimiento de destrujillización en el que la
Federación de Estudiantes Dominicanos, fundada a mediados de 1961, jugó un papel
destacado. En 1962 surgió el grupo FRAGUA que aglutinó a los estudiantes de izquierda.
El PRD creó el Frente Universitario Revolucionario (FUR). En la movilización y
destrucción de los símbolos de la dictadura los estudiantes universitarios contaron con los
estudiantes secundarios organizados en la Asociación Nacional de Estudiantes
Secundarios (ANES). Las mujeres se organizaron en la Federación Nacional de Mujeres
Dominicanas, la cual tuvo una composición fundamentalmente urbana, integrada por
mujeres de clase media, profesionales y estudiantes ligadas a diferentes agrupamientos de
izquierda.52
2.4 El primer gobierno democrático
El Partido Revolucionario Dominicano (PRD) con Juan Bosch a la cabeza desarrolló su
campaña política en busca de la presidencia sobre la base de un enfoque social que
enfatizaba la desigualdad social representada en las figuras populares del “tutumpote”, el
oligarca, y el “hijo de machepa”, el hombre y la mujer del pueblo. El PRD representó una
posición moderada frente a la destrujillización total pregonada por los otros partidos. Su
discurso permitió la integración de sectores vinculados al régimen que por la radicalidad
de la UCN y el 1J4 tenían vedado cualquier posible acercamiento. Además, por su
discurso social este partido pudo sumar a importantes sectores obreros, campesinos,
burócratas, desempleados, etc.
Juan Bosch fue capaz de sustituir la figura paternal que durante 30 años representó
Trujillo para una sociedad mayoritariamente campesina y conservadora, adoctrinada en
los patrones autoritarios. Bosch se constituiría en una figura paterna pero no como padre
52
La federación realizó trabajo organizativo en sectores populares hasta 1969, cuando fue disuelta.
21
sino como profesor y guía del pueblo dominicano. El triunfo electoral del PRD en las
elecciones de 1962 abrió la perspectiva para que los sectores populares pasaran a jugar un
papel importante en la redefinición de la política. El PRD llegó al poder como “el partido
de la esperanza nacional”53. Su programa de gobierno representaba realmente las
necesidades y aspiraciones de la mayoría del pueblo dominicano.
A nivel congresional el PRD llevó a integrantes de la burguesía liberal, de la clase media
y en menor medida de los trabajadores. Las primeras disposiciones dieron una clara idea
del carácter del gobierno que se iniciaba: un plan de austeridad que implicó reducción de
salarios y eliminación de cargos considerados prescindibles; revocación del contrato con
la Esso Standard Oil para la construcción de una refinería de petróleo; préstamo con la
firma de origen suizo The Oversea´s Industrial Construction LTD. Estas medidas crearon
las primeras tensiones con los intereses de Estados Unidos y marcaron la pauta de la
nueva dinámica administrativa que rompía unilateralmente con la práctica clientelar y
corrupta que predominó en los Consejos de Estado.
Estados Unidos y particularmente la administración Kennedy veían en Bosch y su
consigna de “justicia social con libertad” una alternativa real frente al radicalismo
cubano. Además, le permitió a los norteamericanos poner a prueba su programa “Alianza
para el Progreso” formulado precisamente para apoyar gobiernos de América Latina y
como forma de prevenir la emergencia de nuevas Cuba.
2.4.1. La Constitución de 1963
Definitivamente fue la promulgación de la nueva Constitución en 1963 lo que generó los
mayores conflictos con los sectores más poderosos de la sociedad dominicana. En sentido
general el documento tenía un explícito sentido de defensa de los derechos humanos, un
carácter obrerista y democrático que difería en gran medida con las prácticas estatales
hasta el momento. La nueva Carta Magna proclamó el derecho a la tierra de los
campesinos, el carácter laico del Estado, el derecho de los obreros a participar en los
beneficios de las empresas donde trabajan; las limitaciones al latifundio, el derecho a la
vivienda, entre otros artículos.
Cuando todavía la Constitución se debatía en la Asamblea Constituyente, un conjunto de
organizaciones empresariales, entre ellas la Cámara Oficial de Comercio, Agricultura e
Industria del Distrito Nacional, la Asociación de Industrias de la República Dominicana y
la Confederación Patronal de la República Dominicana, publicaron un documento con sus
objeciones a la constitución en discusión. Este sería el primer acto de la campaña que
entabló la clase empresarial en contra de este asunto. Otras agrupaciones muy activas
fueron la Asociación Dominicana de Hacendados y Agricultores y el Consejo Nacional
de Hombres de Empresas.
Los artículos que generaron mayor oposición fueron:
- La disposición que prohibía la existencia de más de un sindicato por industria o
establecimiento comercial.
- La disposición que establecían el derecho a participar en los beneficios de las
empresas.
- Las prohibiciones al latifundio y de que las sociedades legalmente constituidas
pudieran adquirir la propiedad de la tierra.
53
Espinal. Ob. cit., p.89-90
22
- La prohibición de que los extranjeros pudieran adquirir la propiedad de la tierra.
En términos generales los empresarios estimaban que la nueva constitución desconocía
los derechos de la clase patronal y exigieron que ésta reconociera explícitamente el
derecho de propiedad. Otros artículos, aunque no tenían que ver directamente con los
empresarios generaron solidaridades entre este sector y la Iglesia Católica, así como de
asociaciones de padres y sindicatos de profesores, como fue la disposición que hacía de la
organización y la supervisión de la educación una atribución absoluta del Estado.
La Iglesia Católica fue una de las más activas opositoras a este proyecto de ley sustantiva.
La Conferencia del Episcopado Dominicano afirmó que la Constitución estaba en
desacuerdo con los derechos de Dios y la Iglesia. Rechazó la oficialización de la
educación, se opuso a las disposiciones que daban igualdad de derechos a los nacidos
fuera del matrimonio y también rechazó la ausencia de mención del Concordato. Pero, así
como hubo rechazo, hubo importantes sectores organizados que la defendieron aunque no
actuaron con la beligerancia de los opositores. El mismo PRD no realizó la defensa que la
situación requería por lo que, a pesar de su aprobación, esto fue un aspecto que polarizó
la sociedad y contribuyó a debilitar el gobierno de Bosch desde sus inicios.
2.4.2 La oposición al gobierno
La maquinaria conspirativa se puso en marcha prácticamente desde el inicio del gobierno
de Bosch, en ella tomaron parte activa el comercio importador y exportador, importantes
sectores de las Fuerzas Armadas, los latifundistas, la cúpula de la Iglesia Católica y los
grandes industriales.
La Iglesia Católica se constituyó en un mecanismo de presión social, en julio de 1963,
ésta protestó públicamente e inició la movilización social a través de los mítines de
reafirmación cristiana. Estos mítines estaban sustentados en una agrupación de extrema
derecha denominada Acción Dominicana Independiente (ADI).
Los industriales, que habían apoyado a la Unión Cívica Nacional para contrarrestar la
candidatura de Bosch, se convirtieron después en los primeros en reclamar mayores
privilegios del nuevo gobierno del PRD y posteriormente, al no conseguir de éste la
disminución de las cargas impositivas a que aspiraban, pasaron a ser una asociación hostil
contra el gobierno, empezando por brindarle apoyo a la ADI, que cerró filas con el recién
creado Consejo Nacional de Hombres de Empresa. Todos ellos estaban empecinados en
la idea de que Juan Bosch estaba arrastrando al país a un régimen de corte comunista. Así
comienza un proceso de agitación y conspiración contra el gobierno recién electo.54 Es
interesante la precisión que hace Flavio Darío Espinal cuando señala que “los grupos
empresariales, su oposición al gobierno estaba motivada más por una postura ideológica
y una amenaza percibida que por cualquier medida concreta que Bosch hubiera tomado
que afectara sus intereses”55.
Los Estados Unidos tuvieron una participación activa en el golpe militar. Sin duda alguna
sus inversionistas en el país fueron de los más amenazados con la política oficial. La
prensa norteamericana inició una ofensiva mediática de descrédito contra la gestión de
54
Otras disposiciones que perjudicaron a los empresarios fueron la ley No. 23 de precios topes para el
azúcar y las mieles y la ley No. 31 que obligaba a los exportadores a entregar al Banco Central el 100% de
las divisas obtenidas en sus exportaciones.
55
Espinal. Ob. cit., p. 172
23
Bosch en la que se referían constantemente al peligro comunista en República
Dominicana. Estados Unidos, a través de su embajador, exigió posturas mas duras frente
a los partidos y dirigentes políticos de izquierda. Bosch, amparado en el respeto a las
libertades cívicas sustentadas en su Constitución, sistemáticamente rechazó estos
emplazamientos, incluso el que le hicieron sus propios jefes militares en julio de 1963.56
El sector obrero fue permeado por esta situación conspirativa. La Federación Nacional de
Empleados Públicos y de Instituciones Autónomas (FENEPIA) se declaró en huelga en
mayo de 1963. En los días finales de su gobierno Bosch enfrentaría dos huelgas más en
demanda de aumentos salariales, una en el Central Río Haina y otra en la Corporación
Dominicana de Electricidad. Muchas de estas organizaciones obreras no percibieron el
sentido conservador que tomaba el movimiento contra el gobierno y la forma en que
beneficiaban a sectores tradicionalmente enemigos de los intereses obreros. Así se
convirtieron en un elemento más en la desestabilización. La consigna de la Reforma
Agraria, una de las principales promesas de campaña, quedó trunca por la escasa energía
en su impulso y porque “condicionó su realización a la buena fe de los terratenientes”57.
El PRD había ganado las elecciones con el apoyo de amplios sectores, pero los grupos
políticos más activos eran minoritarios y estaban concentrados en las zonas urbanas,
mientras el grueso de la población mantenía un papel pasivo y desvinculado de
estructuras que pudieran activarse en defensa del gobierno perredeísta. En agosto, apenas
un mes antes del golpe de Estado, hubo un tímido intento de conciliación entre el
gobierno y la oposición. El Movimiento 14 de Junio denunció por la prensa los planes
golpistas en proceso. Problemas internos en el PRD acentuaron la sensación de crisis y de
inconformidad.58 El 20 de septiembre de 1963 los empresarios, amparados en un
denominado “Comité Cívico Anti-comunista”, convocaron a una huelga general de dos
días que fue apoyada por la totalidad de los industriales. Esta exitosa huelga evidenció la
falta de apoyo al gobierno constitucional.
El 24 de septiembre se produjo el golpe de Estado llevado a cabo por la jerarquía militar
y legitimado por los sectores empresariales, terratenientes, la Iglesia Católica y una parte
importante de los partidos. Bosch fue mantenido preso en el Palacio Nacional y allí
recibió un mensaje de un pequeño grupo de militares leales, encabezados por Rafael
Fernández Domínguez, con la intención de asaltar el Palacio Nacional. En el mensaje
pedían que se le informara al PRD del plan y la situación para que pudiera convocar una
huelga general. Pero para ese momento la desconexión Bosch-partido era total, el
depuesto presidente rechazó la propuesta. El golpe de Estado había sido consumado.
2.5 El triunvirato (1963-1965)
La asonada militar constituyó un revés en el proceso de luchas democráticas que se
habían iniciado en 1961, además contribuyó en gran medida a retrazar sensiblemente la
posible conquista de un régimen democrático. Los golpistas publicaron un manifiesto en
el que justificaban su acción amparados en el estado caótico del país, el incumplimiento
56
Bosch denunció en un discurso televisado la demanda que le fue hecha por los militares y un
representante de la Iglesia Católica de quienes exigió su renuncia.
57
Franco. Historia del Pueblo, p. 619
58
Bosch buscando combatir las acusaciones de comunista ordenó cerrar los locales del PRD. Esto generó
tensiones con el Secretario General del partido, Ángel Miolán, quien era partidario de la movilización
popular en favor del gobierno, política que Bosch rechazaba.
24
de las promesas electorales y para detener el avance del comunismo. El documento
enumeró ocho medidas inmediatas entre las que cabe destacar en primer lugar, la
ilegalización del comunismo, la inexistencia de la Constitución de 1963 y la reposición
de la de 1962 y la garantía a los derechos humanos y ciudadanos. A pesar de esta última
disposición esa misma madrugada se declaró el estado de sitio, se impuso el cierre de las
emisoras radiales y la persecución de los dirigentes de izquierda y de los partidos de esta
tendencia. Bosch fue enviado al exilio en Puerto Rico.
De esta manera surgió la fórmula política del Triunvirato. Este gobierno de tres miembros
constituyó una continuación del gobierno oligárquico que fue el Consejo de Estado de
1962. El gabinete quedó integrado por representantes de los partidos que apoyaron el
golpe, entre ellos predominó la Unión Cívica Nacional, seguida por la Vanguardia
Revolucionaria, la Alianza Social Demócrata, el Partido Nacionalista Revolucionario
Dominicano, el Partido Demócrata Cristiano, entre otros.
La Asociación de Industrias apoyó abiertamente el golpe de Estado y su presidente lo
justificó dando declaraciones a la prensa extranjera en Puerto Rico. Este y sus
acompañantes aseguraban que el nuevo gobierno, el Triunvirato, era esencialmente civil y
que todos los sectores de la vida civil y dominicana respaldaban abrumadoramente al
gobierno de facto.59
Estados Unidos, aunque propició el golpe de Estado, mientras se mantuvo la
administración Kennedy no reconoció formalmente el Triunvirato. Su origen ilegítimo
hizo que el presidente norteamericano se abstuviera de apoyarlo. Pero la nueva
administración de Lindon B. Jonhson, resultado del asesinato de Kennedy el 22 de
noviembre de 1963, reconoció al Triunvirato y le brindó su apoyo irrestricto.
2.5.1 Los empresarios e industriales en el Triunvirato
A los seis días del golpe el Ministro de Industria y Comercio se reunió con los líderes
empresariales y les aseguró todas las garantías necesarias para la expansión. Desde ese
momento y luego de otra reunión en Santiago, con líderes empresariales del interior del
país, surgió un pacto político entre el Triunvirato y los empresarios de República
Dominicana.
Estos sectores sistemáticamente propusieron la exclusión popular y esto se acentuó a
partir del golpe de Estado en septiembre de 1963. Para esto se agruparon en la Asociación
de Industrias de la República Dominicana(AIRD) y la Confederación Patronal de la
República Dominicana (CPRD), estas organizaciones se opusieron sistemáticamente a las
conquistas obreras en cuanto a lo salarial y organizativo.
La alianza entre el Triunvirato y los empresarios se vio erosionada por la corrupción
militar. Los militares y policías empezaron un contrabando a través de las llamadas
Cantinas, trayendo mercancías en los aviones de la Fuerza Aérea. En los meses que
siguieron al golpe, ningún comerciante se atrevió a protestar por el clima represivo
existente. En 1964 la situación se hizo intolerable para importadores e industriales cuyas
ventas iban en declive. El Listín Diario denunció el daño perpetrado al comercio y la
Asociación de Comerciantes e Industriales de Santiago publicó un comunicado apoyando
59
Frank Moya Pons, Empresarios en conflicto. Políticas de industrialización y sustitución de importaciones
en la República Dominicana. Santo Domingo: Fondo para el Avance de las Ciencias Sociales, 1992., pp.
106 –107.
25
al Listín Diario, y desde ese momento las criticas y las presiones contra el Triunvirato se
hicieron más intensas. Todas las organizaciones empresariales publicaron un comunicado
demandando del gobierno la eliminación de las cantinas. El Triunvirato no pudo resistir
la presión y cerró las cantinas definitivamente.60
2.5.2 La oposición al Triunvirato
Las primeras reacciones en contra del golpe de Estado provinieron de los estudiantes de
la Universidad Autónoma de Santo Domingo y de la Federación de Mujeres
Dominicanas. Ambos organizaron marchas que fueron violentadas por las fuerzas del
orden. El 7 de octubre el Congreso de la República, que había sido disuelto después del
golpe de Estado, en una reunión clandestina emitió una resolución en la que desconoció
la autoridad del Triunvirato. El Presidente del Senado Juan Casasnova Garrido fue
proclamado Presidente de la República. El Triunvirato respondió con la suspensión del
derecho de reunión y de asociación.
La postura antiobrera del Estado y la clase empresarial indujo a una politización del
movimiento obrero. La violencia del régimen provocó que las luchas se extendieran sin
contar con los canales necesarios para encaminar las demandas. La Confederación
Sindicalista de los Trabajadores Dominicanos (COSTO) fue creada en 1964 bajo el
gobierno de facto para hacer frente a los grupos sindicales que favorecían a Bosch, según
se informa tenía influencia estadounidense. 61
En diciembre de 1963 el Movimiento Revolucionario 14 de junio se levantó en armas en
contra del gobierno de facto. Los diversos frentes que se esparcían por toda la geografía
nacional fueron rápidamente sofocados y la mayoría de sus miembros, entre ellos su líder
Manuel Aurelio Tavares Justo, fueron asesinados. Esta acción produjo la primera crisis
interna del Triunvirato al provocar la salida de su presidente Emilio de los Santos.
De los Santos fue sustituido por Donald Reid Cabral, personaje ligado a la Unión Cívica
Nacional y vinculado a la oligarquía empresarial. La corrupción arropó rápidamente todas
las esferas del poder público y acentuó la situación de crisis e infuncionalidad del
gobierno. La impopularidad del Triunvirato fue en aumento y lo que inicialmente fue un
tímido movimiento de rechazo se convirtió en una ola de protestas que se desarrolló a
pesar de los altos niveles represivos aplicados por el gobierno. A los estudiantes y las
mujeres, primeros manifestantes, se sumaron los sindicatos obreros, gremios choferiles y
empleados públicos. De esta forma se crearon las condiciones para el estallido de la
guerra civil.
“El Triunvirato sólo pudo mantenerse en el poder gracias al apoyo de Estados Unidos,
de importantes sectores de la Iglesia Católica y de los generales trujillistas en las fuerzas
armadas a quienes Reid Cabral concedió privilegios extraordinarios.”62
La debilidad del Triunvirato era grande y aumentó cuando Balaguer y Bosch, desde su
exilio, se aliaron para tomar acciones contra el gobierno golpista63. La postergación de las
60
Moya Pons. Empresarios. pp.120-123
Estados Unidos patrocinó incluso organizaciones obreras como la Confederación Nacional de la
Trabajadores Libres (CONATRAL).
62
Frank Moya Pons, Manual de Historia Dominicana. 13ª ed. Santo Domingo: Caribbean Publishers, 2002.
p.532
63
Esta alianza se rompería al iniciar la guerra civil en abril de 1965, en ese momento Balaguer y el Partido
Reformista tomarían partido a favor de los sectores opuestos al retorno de Bosch.
61
26
elecciones y las amenazas de prohibición de participación a los dos principales líderes
Bosch y Balaguer contribuyeron a acentuar el clima conspirativo. Sectores militares
favorables a Bosch se prepararon para derrocar el Triunvirato. La conspiración fue
descubierta el 24 de abril de 1965. Lo que empezó como una asonada militar pronto de
convirtió en una guerra civil de carácter popular que en dos días había logrado derrotar a
las fuerzas militares leales al Triunvirato.
2.6 La Revolución de Abril de 1965
El estallido de la guerra civil fue el resultado de las agudas tensiones entre el
autoritarismo de los sectores de poder y las luchas populares. Los mismos grupos que se
habían dividido a favor y en contra del golpe de Estado se enfrentaron en la revolución.
Como partidarios del retorno a la constitucionalidad estaban los partidos PRD, PRSC,
PSP, MPD y 1J4 y los sindicatos obreros FOUPSA, POASI, ASOCHOIN y CASC.
También los movimientos juveniles y estudiantiles, incluyendo la Juventud Reformista,
así como los gremios de profesionales como Asociación de Abogados Dominicanos.
El sector favorable a Bosch tuvo que recurrir al apoyo popular para hacer frente a los
defensores del Triunvirato, iniciándose la entrega de armas a la población. El sector de
San Isidro al verse derrotado el 28 de abril, solicitó a Estados Unidos su intervención. La
presencia de las masas populares transformó las características iniciales del proceso y le
dio el perfil de una auténtica guerra popular, con tendencia a la radicalización, lo que dio
mayor peso y preponderancia al movimiento revolucionario.
El movimiento constitucionalista había definido objetivos democráticos en su discurso:
respeto a la voluntad ciudadana, la ilegitimidad de las autoridades golpistas y la demanda
de las libertades ciudadanas. Todas estas ideas le daban una fuerza legitimadora a sus
demandas y hacían de difícil justificación las acciones del bando contrario. El
desembarco de marines norteamericanos el 28 de abril de 1965 modificó absolutamente
la situación que apuntaba al triunfo inminente de los constitucionalistas sobre las tropas
comandadas por Elías Wessin y Wessin.
Estados Unidos buscó la legitimación de la OEA para su invasión armada cosa que el
organismo internacional se prestó a hacer en contra de sus propias reglamentaciones que
establecen con claridad que “Ningún estado o grupo de estados tiene el derecho de
intervenir, directa o indirectamente, por cualquier razón que sea, en los asuntos internos
o externos de cualquier otro estado”.64 Lo que empezó por un desembarco de un par de
miles de soldados terminó en una ocupación de más de 42 mil marines.
Aunque no se produjo una derrota inmediata, el desembarcó frenó el posible avance del
movimiento constitucionalista. Los marines crearon una zona de seguridad con lo que se
circunscribió a los constitucionalistas al casco antiguo de la ciudad. El resto del país
quedó en manos de los militares de San Isidro y las tropas de intervención.
Para el 30 de abril, seis días después de iniciada la contienda, se había logrado un acuerdo
de cese al fuego por ambas partes. Cinco días mas tarde se firmó el Acta de Santo
Domingo mediante la cual se confirmó el cese al fuego, se estableció la zona de
seguridad, se acordó la evacuación de las personas asiladas en las diferentes embajadas y
las facilidades a la ayuda humanitaria a través de la Cruz Roja.
64
Latorre. Ob. cit., p.273
27
El 3 de mayo los constitucionalistas reunieron a la mayoría del Congreso y eligieron al
coronel Francisco Caamaño como presidente. Los militares de San Isidro por su parte
crearon el Gobierno de Reconstrucción Nacional presidido por Antonio Imbert Barreras.
La guerra civil permitió formas interesantes de inserción popular en la lucha, sobre todos
en el bando constitucionalista. Por ejemplo, en la derrota de las tropas de San Isidro en el
puente Duarte los civiles jugaron un papel destacado. Posteriormente militares y civiles
se organizaron formando los comandos. Estos eran pequeños batallones de hombres y
mujeres que se constituyeron de manera espontánea y que se distribuyeron el control y la
vigilancia de toda la Zona Constitucionalista. Se estima que existieron 117 comandos,
cada uno con su propia forma organizativa y distintas distribución de funciones según las
características de sus integrantes y sus necesidades. Algunos comandos estaban
controlados por militares, por partidos políticos, por sindicatos, o por simples ciudadanos
pero siempre bajo la autoridad central del Mando Militar Constitucionalista que después
se convirtió en el gobierno constitucionalista.
Las negociaciones entre la Comisión ad-hoc de la OEA y los constitucionalistas65 se
iniciaron el 10 de junio. Estas terminaron con la firma del Acta de Reconciliación
Nacional mediante la cual se acordó la celebración de elecciones en junio de 1966. Los
comicios se realizaron con la presencia de las tropas de ocupación y bajo la presidencia
provisional de Federico García Godoy, quien era vicepresidente del Partido Reformista
de Balaguer66. Se crearon las condiciones para el reencausamiento del país en el cause
deseado por los sectores conservadores y los intereses de Estados Unidos. En ellas
Balaguer y Bosch fueron los candidatos. Entre los dos, Balaguer representaba “el
candidato de confianza elegido por los norteamericanos con el apoyo de grupos
patronales y oligárquicos, para orientar al a República Dominicana hacia un “orden
democrático” dependiente y estable, bajo su hegemonía y su influencia.”67 Y como era de
esperarse ganó las elecciones.
Los acuerdos resultado de las negociaciones, como fue el Acta de Reconciliación
Nacional, no fueron respetados, en los años siguientes los constitucionalistas, militares y
civiles, fueron asesinados en las calles. Los Estados Unidos habían impedido una victoria
popular y ahora se avocaban aun reordenamiento conservador calzado por la práctica
autoritaria que representó el gobierno de Balaguer triunfante en las elecciones68.
3. Los Doce Años de Joaquín Balaguer (1966-1978)
La intervención norteamericana de 1965 y el ascenso de Balaguer al poder significaron
un revés importante para las fuerzas democráticas. Se inició un nuevo esquema de
dominación social, económica y política. Rosario Espinal considera que durante los
llamados Doce Años se recomponen elementos autoritarios que conviven con “novedades
socio-económicas y políticas en la sociedad dominicana” que explican la posterior
65
El Gobierno de Reconstrucción Nacional no tuvo participación directa en las negociaciones.
García Godoy pertenecía a la oligarquía local, había sido funcionario trujillista y trabajo como Ministro
de Relaciones Exteriores en el gobierno Bosch.
67
Laura Faxas. El mito roto. Sistema político y movimiento popular en la República Dominicana 19611990. México: Siglo XXI: Fundación Global Democracia y Desarrollo: FLACSO República Dominicana,
2007. p. 111
68
El Partido Reformista ganó las elecciones con el 57.4 % por ciento de los votos, el PRD obtuvo el 39.2%
y la UCN el 3% de los votos.
66
28
transición que se dio en 1978. 69 Se produjo una interacción de las prácticas autoritarias y
democráticas. A pesar de esta combinación democracia-autoritarismo la sociedad civil
tuvo un limitado desarrollo en este período y estuvo fuertemente dirigida por fines
políticos y en gran medida vinculada a los partidos de oposición o a la
instrumentalización del poder.
En este sentido el régimen de Balaguer sentó la pauta del clientelismo político como
forma de relacionamiento con los diferentes sectores. Posteriormente esta práctica fue
asumida por todos los partidos dominantes. “Este aspecto de la política dominicana ha
sido muy destructivo para los movimientos sociales y ha impedido que éstos hayan
podido desarrollar sólidas instituciones populares u obtenido respuestas a sus
reivindicaciones.” 70
Balaguer fue un heredero histórico del trujillismo, que supo conjugar cuatro elementos:
articular a las élites burocráticas y militares trujillistas; los sectores de la burguesía
marginados de los beneficios del Estado durante la dictadura y por último, el grupo social
más numeroso, los campesinos. Además, Balaguer pudo imponerse entre los sectores
militares acéfalos y profundamente divididos desde 1961.
De esta forma el nuevo gobierno pudo crear el consenso necesario para mantenerse. Pudo
conseguir la legitimidad en sectores significativos de la sociedad y reorganizar los
mecanismos de dominación para lograr cierta estabilidad. En esta nueva situación
Estados Unidos jugó un rol de primer orden. Trujillo había limitado las inversiones
extranjeras en el país, sobre todo a partir de la década de 1940 cuando compró la mayoría
de los ingenios azucareros de capital norteamericano. A pesar de esta política, Estados
Unidos mantuvo su alianza estratégica con el dictador, por lo menos hasta finales de los
50`s. La nueva situación política bajo Balaguer habría un nuevo abanico de posibilidades
para los intereses norteamericanos. Esta alianza resultó beneficiosa para ambas partes
pues el gobierno dominicano pudo aprovechar grandes cantidades de recursos y ayudas,
mientras que facilitaba la entrada masiva del capital monopólico internacional sobre todo
en el área minera y azucarera. El gobierno de Balaguer recibió por concepto de ayuda
económica entre 1966 y 1968 la suma de 132 millones de dólares. Además, el país recibió
una cuota azucarera privilegiada.71
Balaguer estableció un gobierno de corte paternalista que pudo imponerse sobre la
precaria burguesía nacional. El doctor (como era conocido popularmente) pudo
aprovechar la incertidumbre que generó en amplios sectores la guerra civil y la
inestabilidad política, que para 1966 duraba ya cinco años. Balaguer prometió una
“Revolución sin sangre”, tratando en cierta medida de aprovechar el temor a la guerra y
recuperar el espíritu constitucionalista. Estas ideas le permitieron captar el voto femenino
que en general lo favoreció en los procesos electorales en los que participó. Retomó las
nociones de orden y progreso que había esbozado Trujillo. Y lo hizo incluso manipulando
las creencias populares y apelando a un mesianismo encarnado en su persona, llegando a
69
Rosario Espinal. Ob. cit., p. 103
Emelio Betances. Urban proteste movement in the Dominican Republic. Trabajo presentado en el
XXVIII Congreso Internacional de la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA), junio 11-14,
2009. p. 2.
71
Para entender el papel de Estados Unidos en la recuperación económica y el derrotero político basta con
saber que el embajador norteamericano era un asistente regular a las reuniones de la Comisión Nacional de
Desarrollo.
70
29
calificarse como “un instrumento del destino”72. Ese orden y progreso significó la
represión y la desarticulación de los sectores populares y el sometimiento de la oposición
organizada en la sociedad civil.
El partido Reformista con el control de las dos cámaras del Congreso pudo imponer una
nueva constitución. Esta “fue adoptada en un momento “contra-revolucionario” que
marcó el comienzo de una organización fuertemente autoritaria del sistema político
dominicano.”73 Mientras la promulgación de la constitución de 1963 generó la activación
de amplios sectores como los empresarios, obreros, iglesias, partidos, etc. la nueva Carta
Magna no provocó respuestas tan beligerantes, a penas el PRD a lo interno del Congreso
defendió sin éxito el espíritu de la Constitución de 1963. Balaguer pudo simplemente
eliminar los contenidos progresistas de la anterior constitución.
Uno de los aspectos en los que hubo mayor debate y que luego demostraría tener una
importancia nodal para Balaguer fue la incorporación de la reelección presidencial. Se
eliminó la prohibición de las deportaciones y se le dio atribuciones a las Fuerzas Armadas
de vigilancia del orden público. Finalmente surgió una carta magna caracterizada por el
presidencialismo, pues el presidente pudo designar, promover o cancelar a los empleados
públicos a todos los niveles del gobierno y pudo manejar libremente el presupuesto. En
fin, este fue un instrumento clave para el gobierno de Balaguer.
3.1 Industriales y empresarios: alianzas y tensiones.
Balaguer consideraba al capital extranjero como necesario para impulsar la
industrialización en el país porque creía que no había suficiente capital local para realizar
las inversiones requeridas que acelerarían el crecimiento económico. Los miembros de la
Asociación de Industrias estuvieron de acuerdo parcialmente, ellos protestaron en los
casos en que dichas inversiones amenazaban con competir directamente con los negocios
de algunos de sus miembros. Su presión les permitió bloquear algunas iniciativas pero
finalmente Balaguer pudo manejar estas reservas.
Económicamente los Doce Años permitieron la expansión del capital privado con el
apoyo del Estado. Además, Balaguer integró a la burguesía directamente en la toma de
decisiones a través del Consejo Nacional de Desarrollo, organismo consultivo para la
elaboración de políticas de Estado. De esta forma se produjo una incorporación de las
élites burguesas a los mecanismos de decisión del Estado.
La nueva “Ley No. 299 de Protección e Incentivo Industrial” fue promulgada por el
Presidente el 23 de abril de 1968. Solamente los directores de la Asociación de Industria,
de la Cámara de Industria y Comercio y del Consejo Nacional de Hombres de Empresa
habían participado en la redacción de ese proyecto, asegurándose de que funcionara a su
favor. Los izquierdistas la llamaron “ley colonial”. Esta fue una victoria del viejo grupo
industrial de Santo Domingo, concentrado en la Asociación de Industria de la República
Dominicana. Los industriales habían arrancado ventajosas concesiones a cuatro gobiernos
consecutivos en sólo 5 años.74
72
Se debe recordar que en 1974 Balaguer sufrió un accidente de avión del que salió ileso, hecho sobre el
que declaró se debe a “su fe en Dios, su confianza en la Virgen de la Altagracia. Si ha sobrevivido es que la
Providencia considera que todavía sus servicios deben serle útiles a sus ciudadanos”. Infante, 12 años de
Balaguer, p.252
73
Flavio Darío Espinal. Ob. cit., p. 207
74
Frank Moya Pons. Empresarios., pp.154-164.
30
No obstante, la naturaleza clientelar del gobierno balaguerista impuso límites al acceso a
la toma de decisiones y a la distribución de la acumulación que resultó ser más bien
selectiva y que finalmente produjo tensiones en la clase dominante. Si bien la ley 299
promovió el desarrollo de los sectores ligados a la producción, el Directorio de Desarrollo
Industrial (DDI) regulaba los beneficiados por la Ley 299. A finales de los años 70´s los
sectores empresariales emergentes criticaron la naturaleza discriminatoria del DDI. La
demanda de mayor acceso a la participación afecto a organizaciones burguesas como el
Consejo Nacional de Hombres de Empresas.
Como expresa Rosario Espinal “Balaguer ejerció un poder más compartido que Trujillo,
a la vez que – y esto quizás es lo más innovador- sentó las bases para una expansión y
ulterior poder de la sociedad civil, en particular de los sectores medios y la burguesía.”75
Como veremos, efectivamente sería posteriormente cuando podrían cosecharse
plenamente los frutos de los mecanismos democráticos que tuvieron alguna vigencia
durante los Doce Años.
Una de las claves del éxito de Balaguer para mantenerse en el poder fue su control sobre
el estamento militar76. Esto lo hizo mediante un astuto rejuego con el poder favoreciendo
a un sector en un momento determinado y debilitándolo en el otro. Lozano atribuye este
ascendiente sobre los militares a la extracción campesina de una parte significativa de sus
miembros. Además, en los Doce Años se hizo una significativa inversión en la
profesionalización y modernización del estamento militar, afianzado por la presencia de
asesores militares norteamericanos.
3.2 Las organizaciones femeninas en los Doce Años
En la Década 60 se crearon varias organizaciones femeninas, sobre todo las mujeres
profesionales tendieron a formar gremios, entre ellos destacan:
La Agrupación de Abogadas Dominicanas, ADA,
La Asociación Dominicana de Enfermeras Graduadas, ADEG,
La Asociación de Profesionales de Laboratorio Clínico, ADOPLAC,
La Asociación de Secretarias, ADOSEC
La Unión Nacional de Servicios de Enfermería, UNASE.
La Unión Nacional de Mujeres Trabajadoras, UNAMUT.
La Unión Nacional Femenina de Trabajadoras Dominicanas, UNFETRAD,
El equipo de mujeres de la Unión General de Trabajadores Dominicanos, UGDT.
Como respuesta a la ola represiva de los Doce Años que incluyó asesinatos apresamientos
y desaparecidos surgió el Comité de familiares de muertos, presos y desaparecidos
políticos, compuesto y dirigido esencialmente por viudas y madres de las víctimas.
Entre 1970 y 1977 surgieron los primeros grupos de mujeres que buscaban el
mejoramiento de su condición, pero fueron débiles y sus actividades muy aisladas. Esta
debilidad fue notoria en el ámbito universitario, mientras la matrícula femenina iba en
aumento a la par con el desarrollo organizativo, la participación de la mujer en los
organismos estudiantiles fue prácticamente nula. Ángela Hernández ha reseñado que
“entre 1965 y 1975 sólo hubo mujeres en la directiva de la Federación de Estudiantes en
75
Rosario Espinal. Ob. cit., p.109
Para este momento a lo interno de las Fuerzas Armadas existían diversos clanes que luchaban por la
hegemonía.
76
31
dos ocasiones”77. En ese mismo lapso de tiempo, entre las directivas de la universidad
hubo cuatro mujeres: Elsa Vallejo, Ivelisse Prats-Ramìrez, Mercedes Sabater y Ana Silvia
Reynoso.
En el ámbito popular, a partir de la implementación de programas gubernamentales
fueron creados centros de madres y clubes de amas de casa, a nivel rural y urbano. Junto
a las asociaciones de mujeres campesinas, estos grupos de mujeres no se definen como
feministas, pero centran su acción en reivindicaciones para el mejoramiento comunitario
e incorporan en su quehacer reflexiones sobre la situación de la mujer. Los grupos de
mujeres o de amas de casa urbanos se organizan en demanda de servicios básicos, como
agua, hospitales, escuelas, arreglos de calles, etc., y su principal radio de acción es el
espacio de residencia, el barrio.78
3.3 La represión balaguerista
El gobierno provisional de García Godoy sentó la pauta de cómo sería el enfrentamiento
entre los sectores populares y el gobierno. El terrorismo de Estado se encontró de frente
con la violencia de los sectores de mayor beligerancia: los partidos, los obreros y los
estudiantes. “La desmovilización de las capas populares se convirtió en elemento clave
para garantizar el éxito, económico y político, de la política oficial”.79 Para tratar de
proteger la fachada democrática las acciones de la policía y el ejército fueron
acompañadas por grupos paramilitares que se presentaron como entes autónomos del
gobierno y permitieron al presidente desentenderse de sus acciones. Tal fue el caso del
“Frente Democrático Anticomunista” también conocidos como la “Banda Colorá”,
organización responsable de la muerte de múltiples dirigentes y activistas de izquierda y
centro izquierda y a los que Balaguer calificó como “fuerzas incontrolables”80.
Igualmente los casos más notorios como los asesinatos de líderes de izquierda como
Amín Abel y Otto Morales, así como la desaparición de Henri Segarra recibieron la
atención del presidente quien a menudo manejaba la situación con la siguiente fórmula:
declaración de sorpresa y rechazo al hecho, creación de un comisión, sin resultados
finales. De esta forma fueron manejados la mayoría de los casos.81
La intensidad de la represión varió a través del tiempo, se considera que entre 1966 y
1970 fue el período de mayor intensidad en la que los barrios populares vivieron en
permanente estado de sitio y en general existió un clima de terror generalizado. Este fue
el período en que los “incontrolables” actuaron con mayor intensidad. Se estima que entre
77
Franco. Historia de la UASD, p. 253..
Mujeres Latinoamericanas en Cifras. Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO)
http://www.eurosur.org/FLACSO/mujeres/rdominicana/orga-1.htm
79
Faxas. Ob. cit., p.119
80
En mayo de 1971 cuando las acciones de la Banda eran harto conocidas, Balaguer puso en duda su
existencia y más bien consideró que era un pretexto para causar subversión.
81
Con relación a la muerte de Orlando Martínez Balaguer declaró que con su muerte el país pierde “una de
las plumas mas valientes, mas responsables y mas nobles de la prensa dominicana” p.270; en torno a Amín
Abel Hasbún ordenó que el Procurador General asumiera personalmente la investigación del hecho,
mientras que el Secretario de Interior y Policía reclamó de la Policía Nacional mas comedimiento para
evitar que sigan ocurriendo hechos de sangre p. 150; once meses después de la desaparición de Guido Gil el
presidente declaró que el caso no estaba cerrado porque casos como ese “constituyen un crimen y el crimen
debe ser perseguido” p. 64. Fernando Infante. 12 años de Balaguer. Cronología Histórica.
78
32
1966 y 1974 murieron alrededor de 3,000 personas. Para el 1970 habían muerto los
principales líderes de la izquierda radical y hubo una reducción en los niveles represivos,
del asesinato se pasó a otras formas menos drásticas como el exilio y la prisión, así como
al uso intensivo de la cooptación a través de los mecanismos de corrupción y clientelismo
político.
Los comunicadores desarrollaron su labor en un fuerte clima represivo. En la radio, la
prensa y la televisión podían hacerse críticas al gobierno, pero se arriesgaban a ser
víctimas de los excesos violentos, tal fueron los casos de los periodistas Orlando
Martínez, Guido Gil y Gregorio García Castro82. Estos fueron los casos de asesinato a
periodistas mas sonados, no obstante, los comunicadores fueron acosados
constantemente, apresados y exiliados.
En agosto de 1971 los directores de los diarios El Caribe, La Información y Listín Diario
solicitaban al presidente el levantamiento de la prohibición de entrada al país que pesaba
sobre los periodistas Radhames Gómez Pepín y Silvio Herasme Peña. La Asociación de
Radiodifusoras (ADORA) expresó, en 1972, que en el país existía una crisis de libertad
de expresión.
3.4 El movimiento estudiantil y profesoral
La oposición beligerante a Balaguer tenía un perfil urbano y centrado generacionalmente
en las juventudes. Los estudiantes fueron de los sectores organizados más combativos.
Las organizaciones estudiantiles a nivel universitario en la Universidad Autónoma de
Santo Domingo y en los liceos generalmente estaban estrechamente vinculados a los
partidos políticos. Una parte importante de su beligerancia estuvo dirigida a
confrontaciones entre ellos por motivos ideológicos.
Una consecuencia directa de la Revolución de Abril fue el inicio de un proceso de
reformas profundas en la UASD. Las estructuras académicas y administrativas se habían
mantenido bajo el control de los grupos conservadores y trujillistas. Estas autoridades
habían mantenido muda a la universidad frente al golpe de Estado a Juan Bosch y en la
intervención norteamericana de 1965.
El Movimiento Renovador se inició en 1965 y tuvo como fuente de inspiración el
Manifiesto de Córdoba, Argentina de 1918. El 3 de septiembre se convocaron dos
asambleas en las que se reunieron centenares de profesores, estudiantes y empleados. En
dichas asambleas se acordó deponer las viejas autoridades universitarias y designar un
Consejo Universitario Provisional e iniciar una reforma universitaria.
El gobierno provisional de García Godoy se resistió a reconocer a las nuevas autoridades.
Durante meses empleados y profesores trabajaron sin recibir su salario. Además, fue
necesario sustituir a cientos de profesores, tanto los destituidos como aquellos que se
solidarizaron con las viejas autoridades. La respuesta del gobierno al Movimiento
Renovador fue la estrangulación económica sistemática y la represión policial constante
que en varias ocasiones violentó el fuero universitario. En junio de 1966 se promulgó la
ley 273 mediante la cual se permitió al sector privado crear universidades. Los profesores
82
En el caso de Gregorio García Castro las personas implicadas en su asesinato, un oficial del Servicio
Secreto de la Policía y varios agentes, fueron exonerados de culpa y dejados en libertad.
33
expulsados de la UASD fundaron la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña
(UNPHU).83 De esta forma la clase alta creaba sus propios centros de educación superior.
En 1969 las autoridades universitarias y la Federación de Estudiantes Dominicanos
iniciaron el “Plan de lucha por el medio millón”. Contaron con el apoyo de las
principales organizaciones obreras, de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), la
Asociación Médica Dominicana (AMD), los abogados, los artistas y los estudiantes
secundarios organizados en la Unión de Estudiantes Revolucionarios (UNER). El Plan de
lucha incluyó actividades de toda índole: concentraciones, veladas, actividades culturales,
conferencias, visitas a medios, artículos periodísticos y materiales informativos. Franklin
Franco considera que “Nunca jamás fue organizada en el país una campaña de tal
naturaleza” aunque quizás parezca excesiva la apreciación.84 En torno a esta demanda se
produjo una movilización intensa que se prolongó por varios años, en respuesta el fuero
universitario fue varias veces violentado al ser ocupada su sede por la Policía Nacional.
Las incursiones de la policía alcanzaron incluso a los liceos, siendo el Juan Pablo Duarte
en Santo Domingo el de más constante activismo y en el que en junio de 1970 murieron
dos estudiantes como resultado de los enfrentamientos con la Policía. La Banda Colorá en
varias ocasiones irrumpió en locales escolares. En 1968 se fundó el Movimiento Nacional
de la Juventud Reformista como una alternativa oficial a las organizaciones juveniles y
estudiantiles con un claro perfil de izquierda.
La Asociación Dominicana de Profesores (ADP) se fundó en 1970 y, en unidad con los
estudiantes, presentó el programa denominado “Por la Salvación de la Educación
Nacional”, este fue un programa de reforma y democratización de la enseñanza
alternativo al oficial. Entre 1971 y 1972 se desarrollaron múltiples actividades en apoyo a
las demandas de mejoras en la educación. Profesores y estudiantes defendieron el
aumento del presupuesto para la educación, la construcción de planteles, la reposición de
profesores injustamente cancelados, etc.85
En 1971 los beligerancia estudiantil y el espíritu de reforma alcanzó a las universidades y
centros educativos privados: la Universidad Católica Madre y Maestra (UCMM), la
Universidad Pedro Henríquez Ureña (UNPHU) y el Instituto Politécnico Loyola. Los
estudiantes exigieron mayor participación en los asuntos internos y libertad de
organización. Sectores profesorales de la UCMM demandaron la renuncia del rector
Monseñor Agripino Núñez Collado. En el Instituto Politécnico Loyola se dio una alianza
entre estudiantes y profesores que reclamaban la salida de los padres jesuitas de la
dirección de la institución y el reconocimiento del derecho de asociación. En los tres
casos los cuerpos represivos jugaron un papel en la eliminación del movimiento.
Estudiantes fueron expulsados, profesores fueron deportados y los locales educativos
fueron acordonados por la policía. Este movimiento, con probable vinculación con el
movimiento renovador que se desarrollaba en la UASD, no pudo alcanzar sus objetivos.
3.5 El activismo de los sectores obreros
83
Franco. Historia de la UASD, p. 239-241
Franco. Historia de la UASD, p. 261-262
85
Enrique de León. El movimiento estudiantil dominicano: consideraciones críticas sobre su pasado,
presente y futuro. En: Seminario sobre la Juventud: Situación y perspectivas en la República dominicana
(Santo Domingo: 1985) Juventud: situación y perspectivas en la República Dominicana. Santo Domingo:
Instituto Tecnológico de Santo Domingo, 1986. pp.113-114
84
34
Durante los Doce Años la prensa reseñó profusamente las movilizaciones y huelgas del
movimiento obrero. Las marchas del Sindicato de Obreros Portuarios (POASI) o los
micromítines de la Confederación de Sindicatos Cristianos o las ocupaciones, como la
que realizaron los trabajadores de METALDON, durante un mes en la Catedral de Santo
Domingo. El gobierno tenía diferentes mecanismos de coerción del movimiento, en
varias ocasiones los locales de los gremios fueron atacados y destruidos, las marchas
dispersadas por la policía a pesar de esto las paralizaciones y movilizaciones no se
redujeron. El 5 de junio de 1968 las principales agrupaciones patronales expresaban su
temor de que las huelgas podrían llevar al caos laboral. En diciembre de ese mismo año
por ley el Congreso autorizó al presidente de la República a suspender las garantías
constitucionales en los casos en que las huelgas afectaran los servicios públicos.
Para entender el modus operandis del gobierno de los Doce Años pondremos el ejemplo
de la huelga que intentó llevar a cabo en 1969 la Unión Nacional de Chóferes
Sindicalizados Independientes (UNACHOSIN). Al anuncio de la huelga respondieron la
Cámara de Comercio y la Asociación de Industrias en el sentido de que estaba motivada
políticamente. El Frente Revolucionario de Chóferes Democráticos y Progresistas
denuncio la huelga como un intento de derrocar el gobierno. Este declaró la huelga ilegal
y proclamó el estado de sitio. Se produjeron arrestos, fueron cerradas las emisoras de
radio consideradas favorables a la huelga. Se ocuparon los locales de gremios como el del
sindicato de estibadores (POASI). El gobierno puso militares a asumir el transporte
durante los días de la huelga, logrando hacer fracasar la misma.
Finalmente esta política logró desarticular el movimiento social de los años 60´s
limitando sensiblemente su capacidad de acción. Balaguer pudo desmantelar las
principales organizaciones sindicales como el Sindicato Unido de La Romana y el de los
trabajadores portuarios, POASI, mediante estrategias de infiltración y división de los
sindicatos.
En la década 70 junto con las nuevas estrategias menos violentas de control, el carácter
asistencialista del gobierno tomó mayor auge. Se desarrolló la “Cruzada del Amor”
dedicada a las obras de caridad en beneficio de los sectores mas humildes y dirigida por
una de las hermanas del presidente. Este tipo de mecanismos ayudaron al reformismo a
crear mayores vínculos con las masas pobres urbanas.
Para las elecciones de 1970 los partidos de oposición optaron por la no participación
electoral, los resultados mostraron una abstención que alcanzó casi la tercera parte del
electorado nacional, lo que de alguna manera contribuyó a socavar la legitimidad del
régimen. Aunque la renuncia del vicepresidente Francisco Augusto Lora hizo pensar en
un posible debilitamiento del reformismo la realidad fue que el gobierno se sentía lo
suficientemente fuerte como para tomar medidas complejas.
3.6 Los campesinos y la Reforma Agraria
Fue en este momento de fortaleza, con sus opositores debilitados y luego de su primera
reelección que Balaguer emprendió la Reforma Agraria. Las leyes agrarias fueron
sometidas al Congreso en 1972 y generaron un intenso debate y movilización tanto de las
oligarquías como de los sectores campesinos (en gran medida inducida por el Estado para
lograr adhesión al proyecto).
35
La clase agraria terrateniente, posibles blancos de las consecuencias de un proyecto de
esta naturaleza, se opusieron beligerantemente a la Reforma. En general consideraban que
la reforma agraria implicaría una violación al derecho de propiedad y que podría provocar
una desorganización en el proceso productivo. La primera reacción significativa fue la
renuncia del presidente de la Comisión Nacional de Desarrollo, Luis Julián Pérez.
Mostraron su oposición la Asociación Dominicana de Hacendados y Agricultores
(ADHA), el Consejo Nacional de Hombres de Empresa, la Asociación de Industrias de la
República Dominicana y la Asociación de Industriales de Santiago.
Pero definitivamente fue en los sectores campesinos donde las leyes agrarias tuvieron
mayor impacto. En general los campesinos carecían de organizaciones y líderes que
expresaran sus expectativas. A partir de 1972 los hombres y mujeres del campo se
mostraron mas activos en la demanda de la tierra y el cumplimiento de las leyes agrarias,
esto se expresó a través del aumento de las invasiones de tierra, como forma de tomar en
sus manos la realización de una conquista, y en el crecimiento exponencial en el número
de organizaciones rurales. (ver cuadro Anexo) Inicialmente el gobierno controló la
organización campesina, sobre todo en un momento en que se produjo un intenso
enfrentamiento con los terratenientes. Posteriormente estas organizaciones lograron
zafarse de la manipulación estatal y pasar a hacer otras demandas.
Los partidos políticos tuvieron posiciones encontradas con el proyecto. Naturalmente los
partidos de derecha rechazaron la reforma, coincidiendo con los partidos opositores de
izquierda que lo hicieron por diferentes motivos. Mientras el PRD lo hizo como una
estrategia para atraerse a las clases dominantes y fortalecer su colación antibalaguerista,
los partidos de izquierda
Fecha
Diversas
AID
IDECOOP
Fundación
Asociaciones
Asentamientos
Cooperativas
1960
2
1961
1
1962
1
3
1
1963
2
6
1
1964
2
7
2
1965
6
1966
9
7
4
1967
17
18
3
1968
10
15
13
1969
13
23
7
1970
27
20
5
1971
41
12
6
1972
74
37
9
1973
155
113
16
1974
160
40
9
1975
252
26
17
1976
155
28
8
Total
918
357
10
Fuente: “Inventario Organizaciones Rurales, enero 1977”, CNIECA, abril 1977, p.14 En:
Cabral, Reforma Agraria y Luchas Sociales en la República Dominicana 1966-1978, 69-70
Total
General
2
1
5
9
11
6
20
38
38
43
52
59
120
284
209
295
191
1383
Carlos Dore y
consideraron las leyes agrarias como demagógicas, solo el Partido Comunista
Dominicano apoyó la medida. El Partido Reformista, aunque formalmente manifestó su
36
apoyo, internamente se enfrentaba a la oposición de un importante sector terrateniente lo
que provocó su paralización.
Se crearon organizaciones especialmente para dar apoyo al proyecto, así surgen el
Movimiento Agrario Reformista (MAR) y la Junta de Acción Agraria (JUNAGRA), estas
agrupaciones “le sirvieron al gobierno para tratar de capitalizar la simpatía que los
pocos pasos que daba en el agro podían despertar en los campesinos, de canalizar a su
favor las protestas contra los terratenientes y, además, como grupos de presión contra
los latifundistas abiertamente opositores.”86
El proyecto de Reforma Agraria no pudo cumplir su cometido debido a la oposición de
gran parte de las fuerzas políticas de derecha, de centro y de izquierda. De esta forma el
reformismo perdió su liderazgo tradicional en el campesinado.
3.7 La Iglesia Católica en los Doce Años
La Iglesia Católica ha sido a través del tiempo un actor de primer orden en los diferentes
momentos sociales y políticos que ha vivido el país. Durante los Doce Años la cúpula
permaneció aliada al régimen de Balaguer que la benefició con grandes inversiones en
infraestructura87 y garantizó sus intereses en el ámbito educativo, que habían sido
amenazados durante el gobierno de Bosch y la vigencia de la Constitución de 1963. Pero
la influencia de las ideas de la Teología de la Liberación, a fines de la década de 1960 y
principios de los 70, produjo una distinción en el accionar de una parte de sus curas. Las
parroquias habían sido tradicionalmente aglutinadoras de la feligresía y en especial de los
jóvenes. En ellas podían desarrollar actividades al amparo de esta poderosa institución
religiosa. Pero en este período muchos curas se sensibilizaron frente a la situación
política existente y asumieron posturas beligerantes que provocaron una guerra de bajo
perfil que entre líneas puede interpretarse en la prensa de la época.
Los católicos tomaron parte activa en la reorganización social que se produjo en el país a
partir de 1961 y en muchos casos éste activismo estuvo impregnado de las ideas de la
Teología de la Liberación como en el caso del movimiento político Comité
Revolucionario Camilo Torres(CORECATO) y en los de filiación socialcristiana como el
Partido Revolucionario Social Cristiano (PRSC). En el ámbito obrero surgió la
Confederación de Sindicatos Cristianos (CASC) y entre las organizaciones estudiantiles
en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, el Bloque Revolucionario Universitario
Cristiano (BRUC) y la representación estudiantil del CORECATO. Obispos y curas
tomaron partido a favor de los campesinos como el obispo de Higüey Monseñor Juan
Féliz Pepén quien denunció en febrero de 1969 la persecución a los campesinos por parte
de los terratenientes. Los sacerdotes fueron muy activos en la defensa de los derechos
humanos, el 20 marzo de 1969 la Diócesis de Santiago en un documento público
denunciaron las violaciones a los derechos humanos con las amenazas a los líderes
campesinos y la obstaculización del derecho de asociación.
Sacerdotes también fueron víctimas de las deportaciones e impedimentos de entrada.
Algunos casos generaron movimientos en defensa de sacerdotes perjudicados, tal fue el
caso de Sergio Figueredo y Gratiniano Varona, para quienes 56 sacerdotes solicitaron a
86
Carlos Dore y Cabral. Reforma Agraria y Luchas sociales en la República Dominicana 1966-1978. Santo
Domingo: Editora Taller, 1981. Biblioteca Taller 121. p. 75
87
Recuérdese que fue Balaguer el constructor de la Basílica de Higüey.
37
las autoridades que se les permitiera la entrada al tiempo que afirmaron que sus prédicas
y declaraciones públicas no buscan alterar el orden público. En torno a la suspensión del
padre Francisco Sicard del obispado de La Vega, 29 sacerdotes firmaron un documento
en el que se solidarizaron con él y criticaron el compromiso de algunos sacerdotes con el
gobierno. El 11 de noviembre de 1969 Sicard declaró que “solamente una bala asesina
detendrá mi campaña de charlas a las masas campesinas”.
En 1970 incluso los sacerdotes de Santiago anunciaron el cierre de los templos el
domingo 5 de julio en rechazo a la expulsión de dos miembros de la congregación
Hermanos de Lasalle. Para ese año los niveles represivos hacían difícil que la iglesia
pudiera mantenerse al margen. El primero de agosto, a través del Listín Diario, el
episcopado pedía “detener el río de sangre que nos salpica a todos”88.
A veces el proceso se dio de forma inversa, como en julio de 1972 cuando la feligresía de
la parroquia San Pedro Apóstol de Higüey pidió al obispo de la Diócesis sancionar al cura
Bernardo Montás Martínez por haber llamado a votar por Balaguer en las elecciones
venideras.
Los sacerdotes jugaron un papel de importancia en las gestiones por la liberación de los
presos políticos. Monseñor Hugo Polanco Brito se destaca por sus tramites en este
sentido. Para 1975 y 1976 varias cartas pastorales se refirieron a la corrupción
administrativa y al irrespeto de los derechos humanos. Finalmente en 1978 el episcopado
fue enfático en su demanda de respeto a los resultados electorales.
3.8 Causas de la derrota electoral de Balaguer en 1978.
La crisis que llevó al final de los Doce Años tiene diferentes elementos a tomar en cuenta,
por un lado, el agotamiento del modelo de acumulación de capital desde el Estado, por
otro, el surgimiento de una influyente burguesía industrial moderna y democrática que
canalizó sus inquietudes a través del PRD. Otra lectura considera que la promesa inicial
de que los sacrificios económicos y democráticos rendirían sus frutos no fue cumplida
para la mayoría de la población, lo que finalmente dio sentido a la crisis del régimen
balaguerista de 1978.
Igualmente para entender la salida de Balaguer del poder debemos entender el
fortalecimiento interno del PRD, pues a partir de la salida de su líder principal Juan
Bosch, en 197389, el PRD pudo desarrollar políticas moderadas que le permitieron
fortalecer sus lazos con los sectores liberales de Washington y con sectores de las clases
dominantes dominicanas.
Una estrategia eficaz le permitió al PRD aprovechar las debilidades del reformismo como
la incapacidad de agenciarse el apoyo popular de las masas urbanas, dentro de ellas la
clase obrera y la pequeña burguesía. Además, el proceso de urbanización junto al
desarrollo de la industria provocó el surgimiento de un proletariado urbano que tuvo una
creciente participación política y que fueron cooptados por el PRD.
En materia de sociedad civil los sectores urbanos se organizaron a través de clubes
deportivos, culturales y organizaciones barriales que demostraron tener una gran
capacidad de resistencia y de movilización política de las masas urbanas. Igualmente los
grupos profesionales, como el Colegio Dominicano de Ingenieros y Arquitectos (CODIA)
88
89
Infante. Ob. cit., p.144
En ese año Bosch fundó el Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
38
y la Asociación Dominicana de Radiofonía (ADORA), constituyeron importantes grupos
de presión. Este activismo fue aprovechado por el PRD de donde obtuvo una parte
importante de sus dirigencia.
Finalmente los perredeístas pudieron captar parte del apoyo campesino y en consecuencia
debilitar una de las columnas de sustentación del régimen balaguerista. De igual manera
para 1978 los sectores terratenientes se sumaron al frente opositor, este cambio tuvo su
causa directa en la promulgación de las leyes agrarias y la posición del PRD frente a ellas
habría de rendir sus frutos.
Aunque Balaguer puede considerarse un administrador eficaz de los asuntos del Estado,
luego de una década de ejercicio ininterrumpido del poder, el consenso empezaba a
resquebrajarse y la oposición diplomática empezaba a ser mas efectiva.
En la salida de Balaguer del poder en 1978 el contexto internacional jugó un papel
determinante. La llegada al poder norteamericano del demócrata Jimmy Carter, con una
clara política a favor de los derechos humanos, conectó con las gestiones diplomáticas en
diferentes círculos políticos de Estados Unidos que el PRD venía haciendo. Estos
vínculos incluían a la Social Democracia corriente a la que el partido se había adscrito y
que le granjeó el apoyo de importantes líderes mundiales. De esta manera en el proceso
electoral de 1978, cuando los militares detuvieron el conteo de votos y el reformismo
trató de hacer un fraude electoral la presión internacional fue lo suficientemente intensa
para forzar a Balaguer a negociar. Esta negociación despojó al PRD de varias
candidaturas congresionales garantizando al reformismo el control del Congreso, en un
hecho que se conoció históricamente como el “Fallo Histórico”.
Finalmente después de doce años de gobierno balaguerista la estrategia
contrarrevolucionaria y de dominación había sido lograda, el Estado había propiciado el
desarrollo de la burguesía que para 1978 empezaba a demandar nuevos esquemas
políticos y económicos que el reformismo ya no podía representar. Más concretamente
entre las clases medias y la burguesía aumentó la necesidad de participación política. La
sociedad civil aunque hizo presencia dentro de los parámetros autoritarios vigentes tuvo
un desarrollo limitado y que tendieron a politizar en gran medida su dinámica interna y en
consecuencia a hacerlos el objetivo de la represión oficial.
A la situación política se sumó el cambio en la economía internacional que cerró un
período mas o menos largo de bonanza económica (en gran medida favorecida por las
ayudas y préstamos internacionales), el aumento del precio del petróleo, de las tasas de
interés y la baja en los precios del azúcar, hicieron creciente la crisis económica que no
sólo afectó a los sectores populares sino también la distribución de riqueza entre la
burguesía.
El período de democratización que se inició en 1978 lo hizo un PRD que hacía años había
hecho concesiones, que planteaba un cambio social y político pero que no cuestionaba el
orden establecido. Este período no estaría exento de contradicciones y complejidades
para la sociedad civil que inició un proceso de maduración que tuvo su mejor momento
de desarrollo en la década de los 80´s.
39
4. Bibliografía
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