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ACNÉ: DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO
A. Buendía-Eisman y R. Ruiz Villaverde
Cátedra de Dermatología. Facultad de Medicina y Hospital Clínico de Granada.
titativa y cualitativa) y la modificación de
la flora bacteriana.
Como consecuencia de la interacción de
todas ellas se produce la reacción inflamatoria.
Alteración en la queratinización
del epitelio folicular
Introducción
Etiopatogenia
El acné es una enfermedad cutánea del folículo pilosebáceo, de etiología multifactorial y carácter autolimitado que afecta
principalmente a las zonas de la piel con
mayor densidad de glándulas sebáceas,
entre las que podemos incluir cara, pecho
y parte superior de la espalda.
Origina una serie de lesiones elementales
que incluyen comedones, pápulas, pústulas, nódulos y cicatrices, cuya presencia
va a depender de la forma clínica e intensidad con que se manifieste.
Aunque resulta difícil estimar una prevalencia, podríamos decir que en España,
entre 2,5 y 3,5 millones de habitantes
presentan algún grado de acné, lo cual
hace que sea una de las enfermedades
cutáneas más frecuentes. Tiene un mayor predominio en la pubertad y adolescencia, aunque no es infrecuente en niños y adultos. Ocurre más a menudo en
la raza caucásica que en la negra u oriental. En la adolescencia parece afectar más
al sexo masculino, sin embargo en edades más tardías, la ratio se invierte y
las lesiones pueden persistir durante
más años o bien manifestarse de modo más
tardío1.
Durante muchos años, algunos médicos
han considerado el acné como “cosas de
la edad”, o sea, un proceso banal y fisiológico que no requiere tratamiento. Esta
concepción ha cambiado en la actualidad,
ya que las secuelas inestéticas de un acné
mal diagnosticado y tratado pueden llegar
a ser verdaderamente importantes y limitantes desde el punto de vista de la calidad de vida del sujeto. Por ello actualmente estamos más concienciados de la
necesidad de un diagnóstico preciso de
cada tipo de acné procurando un tratamiento adecuado e individualizado para
cada paciente.
El acné es una enfermedad de la unidad
pilosebácea de etiología multifactorial pero
no aclarada en su totalidad. Las lesiones
de acné tienen una diana específica, el canal folicular, y la glándula sebácea se ve
afectada de una manera secundaria. En el
canal folicular se producen una serie de
alteraciones básicas que van a estar reguladas, bien de forma directa, bien de forma indirecta por los niveles de andrógenos, de origen gonadal, suprarrenal o
producidos en los tejidos periféricos, así
como por la respuesta individual de la
glándula sebácea a dicha estimulación 2
(fig. 1). Las alteraciones básicas son la obstrucción del conducto pilosebáceo, la alteración de la producción de sebo (cuan-
Medicine 2002; 8(89):4791-4796
Fig. 1. Etiopatogenia del acné. PMN: polimorfonucleares.
En la parte inferior del infundíbulo del folículo piloso se altera el patrón de queratinización. Esta alteración se produce tanto en
la calidad como en la cantidad de queratina
y parece ser debida a la disminución del contenido de ácido linoleico en el sebo3.
Existe un incremento del recambio celular de las células que epitelizan este canal.
Como resultado se produce un tapón de
queratina que retiene el sebo producido y
se genera la lesión que conocemos como
comedón. Existen dos tipos de comedones: cerrado y abierto.
Alteración en la producción
de sebo
El paciente con acné produce mayor cantidad de sebo y con diferente composición
Aumento puberal de producción de testosterona y dihidrotestosterona
Hiperreactividad de la glándula sebácea
Aumento de la producción de sebo
Disminución en la cantidad
de ácido linoléico del sebo
Alteración en el proceso
de queratinización
Aumento del número de
Propionibacterium acnes
Producción de comedones
Liberación de fragmentos
de bajo peso molecular
de la pared celular
de P. acnes
Quimiotaxis de PMN,
linfocitos y macrófagos
Inicio de la inflamación
Activación de linfocitos B
Producción de anticuerpos
Inflamación intensa
4791
ENFERMEDADES DE LA PIEL (II)
cualitativa. En el epitelio folicular existe
una disminución en la producción de ácido linoleico, responsable de la hiperqueratosis ductal ya mencionada. Otras
características son: aumento en la proporción de ácido escualeno (que favorecería la aparición de lesiones inflamatorias), disminución en la proporción de
ácidos grasos libres y aumento de triglicéridos4.
Otros factores que influyen en la secreción sebácea son la temperatura de la piel,
el ciclo menstrual (en el caso de las mujeres), el ritmo circadiano y la influencia
hormonal.
Modificación de la flora
bacteriana
El microorganismo predominante en la flora folicular es Propionibacterium acnes, si
bien existen otros microorganismos cuya
presencia también debemos tener en
cuenta: P. granulosum, Staphylococcus epidermidis, micrococos coagulasa negativos
y Pitirosporum ovale.
El papel de P. acnes está relacionado con
el microambiente de la dermis en la que
habita. Esto hace que aumente la producción de diferentes enzimas (lipasas y proteasas), que pueden disolver la pared del
conducto y estimular la producción de factores quimiotácticos, que, al difundirse en
la dermis, atraerán polimorfonucleares
(PMN) y macrófagos, contribuyendo al desarrollo de las lesiones inflamatorias del
acné5.
No debemos olvidar que los análisis bacteriológicos realizados en distintas áreas
del cuerpo han demostrado la existencia
de una correlación entre la cantidad de P.
acnes de una determinada zona y la producción de sebo de la misma, aunque la
densidad de colonización bacteriana no
parece estar relacionada con la intensidad
de las lesiones acneicas.
Otros factores cuya participación se sugiere en el acné, aunque su papel parece
ser secundario son6:
1. Factor genético. Se ha descrito un acné
grave asociado a la cromosomopatía XXY,
en cuyo desarrollo intervendrían factores
hormonales. La predisposición genética no
solo explicaría la posibilidad de sufrir acné,
sino también el tipo de afectación clínica
de cada paciente. Por ello algunos autores
defienden la posibilidad de un patrón de
herencia autosómico dominante mientras
4792
que otros se inclinan por una herencia de
tipo poligénico.
2. Dieta. No existen evidencias que justifiquen la restricción de determinados alimentos, como el chocolate y las comidas
grasas, en las dietas de los sujetos con
acné. No obstante, si el paciente relaciona claramente un empeoramiento de sus
lesiones con un determinado alimento es
recomendable suprimir o reducir la ingesta
del mismo.
3. Estrés. Se ha relacionado clásicamente el acné con los estados de ansiedad y
las situaciones estresantes, e incluso se
ha tratado de determinar la relación existente con determinados tipos de personalidad. Sin embargo, por sí mismo no
parece que sea responsable de la aparición de acné.
4. Sudación. El trabajo en lugares con una
cierta humedad relativa y la oclusión de
las áreas afectadas contribuye ciertamente al empeoramiento de la clínica acneica.
5. Factores climáticos. Es motivo de controversia, ya que es un hecho que un buen
número de pacientes mejora de su clínica
durante el verano, pero en un tanto por
ciento nada desdeñable (20%) el acné empeora. Este empeoramiento parece que podría estar relacionado con la humedad y
el sudor.
Fig. 2. Comedones abiertos.
Fig. 3. Comedones cerrados.
Inflamatorias
Pápulas
Lesión inflamatoria dolorosa espontáneamente y a la palpación que se originan
principalmente a partir de un comedón
abierto y en alguna ocasión de un comedón cerrado (fig. 4).
Manifestaciones clínicas
Pústulas
Como ya hemos comentado, el acné es
una enfermedad polimorfa, en la que a
grandes rasgos se pueden distinguir dos
tipos de lesiones7:
Pueden ser superficiales o profundas y
pueden evolucionar a máculas o cicatrices
residuales (fig. 5).
Nódulos
No inflamatorias
Comedones
Existen dos tipos de comedones:
1. Abierto: también conocido como punto
negro, es una lesión puntiforme de menos
de 3 mm de diámetro normalmente, cuya
pigmentación se debe a la melanina y la
oxidación de la queratina. Su evolución a
lesiones de características inflamatorias es
rara (fig. 2).
2, Cerrado: el comedón cerrado o blanco
es una lesión puntiforme del tamaño de
una cabeza del alfiler que representa un
aumento del volumen del conducto pilosebáceo debido a la distensión causada
por la obstrucción ductal (fig. 3).
Son lesiones inflamatorias profundas, a veces más palpables que visibles, recubiertas de piel normal o eritematosa, que producen dolor (fig. 6).
Fig. 4. Pápulas.
ACNÉ: DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO
Fig. 5. Pústulas.
Fig. 8. Cicatrices.
Formas clínicas
Es difícil establecer una sistematización de
las formas clínicas de acné, por lo que vamos a considerar una división sencilla de
manejar y útil desde el punto de vista práctico: acné vulgar y erupciones acneiformes8.
Fig. 6. Nódulos.
Quistes
Son de tamaño variable, contienen un fluido espeso y purulento. Pueden coalescer
en determinadas formas clínicas y tienden
a evolucionar dejando cicatrices muy marcadas (fig. 7).
Cicatrices
Son más frecuentes en los acné nóduloquístico más intensos y ocurren con mayor frecuencia en la porción superior de
tronco y en el ángulo mandibular. Pueden
ser deprimidas o hipertróficas/queloideas
(fig. 8).
Lesiones pigmentadas postinflamatorias
Máculas eritemato-marronáceas secundarias a las lesiones inflamatorias de acné
previamente descritas.
Acné vulgar
El acné vulgar puede clasificarse según la
evolución clínica del mismo y esto nos
ayudará a saber en qué estadio nos encontramos. Habitualmente las lesiones clínicas que hemos descrito previamente
tienen un orden de aparición cronológico y esto hace que consideremos cinco
grados, como aparece reflejado en la tabla 1.
En determinadas ocasiones el acné en las
mujeres puede ser la expresión de un estado basal de hiperandrogénico, que se engloba bajo el término de SAHA (seborrea,
acné, hirsutismo y alopecia).
Se observa predominantemente en mujeres de 18 a 20 años con acné pápulo-pustuloso o nodular sin que tengan que presentarse necesariamente y de forma
simultánea todas las manifestaciones mencionadas. Para excluir, entonces, causas
patológicas ajenas al propio acné hay que
realizar por principio en aquellas mujeres
con signos clínicos de sospecha una determinación hormonal (testosterona libre,
androstendiona, dehidroepiandostendiona
sulfato [DHEAs], prolactina y proteína
transportadora de hormonas sexuales, hormona folículo-estimulante (FSH) y hormona luteinizante [LH]), así como un estudio
de imagen ecográfico que incluya la exploración ovárica y suprarrenal.
Básicamente distinguiremos:
1. SAHA ovárico. Ocurre en mujeres algo
más jóvenes, con acné nodular intenso,
hirsutismo mamario y facial lateral, seborrea y alopecia androgenética leve. El ciclo menstrual es corto y las determinaciones hormonales suelen ser normales o
discretamente elevadas.
2. SAHA suprarrenal. Acontece en mujeres algo más mayores (20-40 años) con
mayor grado de seborrea, alopecia e hirsutismo. Los ciclos son más largos y dismenorreicos y la DHEAs suele estar elevada.
Erupciones acneiformes
Se trata de verdaderos acnés inducidos.
Acné neonatal
El 20% de los niños en la etapa neonatal
y durante los primeros años de vida pueden desarrollar acné bajo dos formas clínicas: Neonatorum (debido al paso trasplacentario de andrógenos maternos) e
Infantil. Ambos casos responden bien a
tratamiento tópico.
Acné por medicamentos
Corticoides tópicos y/o sitémicos, yododerma y bromoderma (sedantes, expectorantes y combinaciones de vitaminas),
difenilhidantoínas, testosterona, rifampicina, isoniacida y minoxidil son algunos
de los fármacos que pueden originar acné
tras su ingesta, o aplicación tópica en el
último caso.
Acné estival (acné Mallorca)
TABLA 1
Clasificación del acné vulgar
Grado 0: preacné. Se caracteriza
por una hiperqueratosis folicular
Grado I: acné comedoniano. Se caracteriza
por la presencia de comedones y pápulas
Grado II: pápulas y pústulas superficiales
Grado III: pústulas profundas y nódulos
Fig. 7. Quistes.
Grado IV: nódulos y cicatrices. Acné nódulo-quístico
Se caracteriza por la aparición de lesiones pápulo-pustulosas muy pruriginosas
en la zona facial y medio-torácica después
de la exposición solar. Se presenta con
mayor frecuencia en mujeres en la segunda y tercera década de la vida con fototipos bajos, y parece estar relacionado
con un aumento de la sudación a causa
del calor.
4793
ENFERMEDADES DE LA PIEL (II)
Acné inducido por alimentación
parenteral
Este tipo de alimentación se caracteriza
porque en ocasiones lleva parejo un déficit de aminoácidos esenciales que origina
defectos secundarios de la queratinización
del folículo.
Acné ocupacional
Acné por aceites minerales (lubricantes,
antioxidantes y refrigerantes), hidrocarburos clorados (agricultores e industria
electrónica), alquitrán, DDT, asbestos, brea
y creosota.
nitis supurativa y la perifoliulitis capitis
abscediens et suffodiens. Es más frecuente
en varones entre los 15 y 30 años de edad,
y las lesiones son bastante más severas
que la variedad nodular del acné vulgar
con gran profusión de todas las lesiones
elementales descritas. Incluso se puede
producir una disección a nivel subcutáneo
por trayectos fistulosos profundos y múltiples.
Se localiza con más frecuencia en cara y
en tronco, aunque puede hallarse en otras
localizaciones. Las lesiones inflamatorias
curan formando cicatrices tanto deprimidas como hipertróficas y/o queloideas9.
Diagnóstico diferencial
del acné
Puede plantearse el diagnóstico diferencial con quistes de millium, dermatitis seborreica, verrugas planas, Molluscum contagiosum, dermatitis perioral, elastoidosis
a quistes y comedones de Favré-Racouchot, angiofibromas, sarcoidosis, lúes, entre otras. Nos detendremos sólo en los más
frecuentes.
Foliculitis
Acné por cosméticos:
Acné fulminante
Actualmente la mayor parte de los cosméticos exhiben la denominación oil-free
(libre de aceites) en sus envases, pero aun
así se siguen viendo lesiones inflamatorias
de localización perioral en adolescentes jóvenes con piel moderadamente seborreica. Regresa sin secuelas semanas o meses
después de suspender el cosmético. El
“acné por pomadas” se ha descrito en varones de raza negra y se debe a la aplicación de aceites y cremas grasas relacionadas con ritos culturales/tradicionales.
También se conoce con el nombre de acné
ulceroso febril agudo. Se caracteriza por
la aparición súbita de lesiones inflamatorias dolorosas, ulcerativas, donde predominan las costras exuberantes y dejan cicatriz. Es rara la localización facial y se
acompaña de manifestaciones generales
que incluyen fiebre, poliartralgias, mialgias, adenopatías generalizadas y malestar general. No es extraordinario la existencia de leucocitosis con desviación
neutrofílica en el hemograma. Su etiología aún no está bien determinada10.
Su confusión se produce porque a veces
se asocian ambos tipos de lesiones, normalmente ya que ésta puede ser manifestación de un tratamiento antibiótico
mantenido durante largo tiempo. Se describen dos variantes: una producida por
bacterias tipo Klebsiella o Enterobacter y
otra producida por P. ovale. Otra situación
relativamente frecuente, más en varones
de raza negra, es la seudofoliculitis de la
barba producida por el crecimiento anormal, hacia adentro, del vello de la barba
después del afeitado que produce la incarnación del pelo con la respuesta “a
cuerpo extraño” característica. En los casos crónicos ofrece muy buen resultado la
fotodepilación con láser.
Acné queloideo
Rosácea
También se le ha denominado foliculitis
queloidiana de la nuca. Es frecuente en
varones de raza negra con antecedentes
de acné y se caracteriza por la existencia
de pápulas, pústulas, placas y cicatrices
hipertróficas sobre todo a nivel de la nuca.
Es una dermatosis crónica facial de mayor prevalencia en el sexo femenino, de
etiología multifactorial que se sustenta sobre una base de alteración vascular cutánea. En algún momento de su evolución,
el/la paciente puede presentar pápulas,
pústulas y nódulos. La edad de instauración, la ausencia total de comedones, la
presencia de telangiectasias y el eritema
difuso apoyan el diagnóstico.
Acné mecánico
Se puede desarrollar una erupción acneiforme tras un traumatismo mecánico repetido, por accesorios de vestir o por equipos deportivos.
Acné tropical
Se sitúa principalmente en tronco y nalgas, y si bien su patogenia es desconocida, se suele acompañar de una infección
secundaria por estafilococos coagulasa negativos.
Formas clínicas graves
de acné
La gravedad viene determinada por la intensidad del cuadro clínico y por las secuelas cicatriciales que ocasionan.
Acné conglobata
Forma parte de la denominada tríada de
oclusión folicular, junto con la hidrosade4794
Acné necrótico
Son pápulas rojizas de 2-5 mm de diámetro que se necrosan con rapidez y dejan
una costra hemorrágica. Suelen ser asintomáticas y se localizan en cuero cabelludo y zona anterior de tórax.
Pioderma facial
Son lesiones nodulares con tendencia a la
abscesificación en cara de mujeres jóvenes con antecedentes de acné. Suele
coincidir con alteraciones hormonales,
embarazo o conflictos emocionales importantes.
Tratamiento del acné
El enfoque terapéutico del acné está encaminado a corregir los factores etiológicos que contribuyen a su desarrollo11: regular la secreción sebácea, evitar la
obstrucción folicular y la formación del comedón, disminuir la población bacteriana
y eliminar la inflamación.
El tratamiento está en función de la forma clínica y la intensidad. En algunos
casos el tratamiento tópico es suficien-
ACNÉ: DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO
te, pero en otros es preciso el sistémico.
Tratamiento tópico
Peróxido de benzoilo
Es un potente agente oxidante derivado
del ácido benzoico, con acción queratolítica, antimicrobiana y anticomedoniana.
Existen comercializados diferentes preparados en pomada, gel, crema y solución
jabonosa a distintas concentraciones
(2,5%, 4%, 5% y 10%). Su aplicación puede producir un leve eritema y descamación de la piel, provocando un efecto irritante de intensidad moderada y efecto
peeling. En un 1%-2% de los pacientes que
lo utilizan se puede desarrollar una dermatitis alérgica de contacto12.
Ácido retinoico y derivados
El ácido retinoico es un metabolito del retinol que se emplea por vía tópica en las
formas más comedogénicas de la enfermedad. Ejerce su acción sobre el recambio celular del conducto pilosebáceo y el
proceso de queratinización. Se formula en
concentraciones que oscilan entre el
0,025%-0,1%. También puede producir
una reacción irritativa con eritema, descamación y sensación de tirantez (dermatitis retinoidal). Debido a su carácter teratogénico su uso en el embarazo está
contraindicado. Pueden emplearse otros
derivados de la vitamina A, como el isotretinoino, adapaleno o el tazaroteno.
Ácido azelaico
Tiene acción sobre la queratinización folicular y propiedades antimicrobianas frente a P. acnes. Se utiliza en concentraciones del 20% y en ocasiones puede
producir irritación y fotodermatitis.
Alfa-hidroxiácidos
Se trata de un grupo de ácidos orgánicos
que actúan disminuyendo la cohesión de
los queratinocitos: ácido glucólico, ácido
láctico, ácido málico, ácido cítrico, etc.,
siendo especialmente útiles en formas comedogénicas de la enfermedad. Sus efectos secundarios irritantes son mínimos.
Se usan tópicamente dos veces al día en
concentraciones que oscilan entre el 5%15%.
Antibióticos tópicos
Tratamiento hormonal del acné
Solamente tienen acción sobre lesiones inflamatorias. Disminuyen la población de
P. acnes. Los antibióticos tópicos más utilizados son: clindamicina 1%-2% y eritromicina 2%-4%. Los efectos de su utilización se aprecian pasadas varias semanas
de tratamiento y suelen presentar actividad sinérgica en combinación con otros
tratamientos tópicos13.
Es la terapia de elección en aquellas mujeres en las que no se aprecia mejoría clínica del acné después de 3 meses de tratamiento antibiótico adecuado aunque no
presenten alteraciones hormonales detectables. Su objetivo es frenar la acción androgénica a nivel periférico16. No puede
ser utilizada por tanto en varones, por su
efecto feminizante y está limitada a mujeres mayores de 15 años y no antes de
2 años de la menarquía. Siempre precisa
control dermatológico. Pueden emplearse
el acetato de ciproterona. Otros antiandrógenos como la espironolactona y la flutamida tienen acción similar aunque su
empleo en acné no está reconocido.
Tratamiento sistémico
Se reserva para formas inflamatorias intensas y en aquellas en las que no hay una
respuesta adecuada al tratamiento tópico14.
Antibióticos orales
Su acción es bacteriostática y contribuyen
a inhibir la quimiotaxis de neutrófilos generando un efecto antiinflamatorio15.
Básicamente se utilizan tetraciclinas, minociclina, doxicilina, eritromicina y clindamicina a dosis variables según la intensidad del acné:
Clindamicina: 300-600 mg/día. Hay que
tener precaución por la posibilidad de desarrollar una colitis pseudomembranosa
por Clostridium difficile.
Tetraciclinas: 250 mg-100/día. Entre sus
efectos secundarios destaca la pigmentación dentaria, inhibición del crecimiento
fetal, foliculitis por gramnegativos, hipertensión endocraneal y diabetes insípida.
Minociclina: 100-200 mg/día. Observaremos la posibilidad de alteraciones pigmentarias pardas a nivel local en áreas fotoexpuestas o previamente inflamadas.
Otros efectos secundarios a tener en cuenta son: enfermedades autoinmunes (lupus eritematoso sistémico [LES], hepatitis
autoinmune) y reacciones de hipersensibilidad graves (enfermedad del suero like,
síndrome de hipersensibilidad).
Eritromicina: 500-1.000 mg/día. Está indicado cuando existe intolerancia a las tetraciclinas o derivados, o cuando no se ha
obtenido una respuesta terapéutica satisfactoria con las mismas. Su administración prolongada puede causar intolerancia gastrointestinal.
Corticoides
Se utilizan básicamente en dos circunstancias: a bajas dosis en aquellos casos en
los que el estudio hormonal demuestra una
excesiva liberación de andrógenos por parte de las glándulas suprarrenales (SAHA
suprarrenal) o en pacientes afectos de formas graves de acné con alteración del estado general, utilizándose a dosis altas y
en corto período de tiempo para reducir
el componente inflamatorio del acné nódulo-quístico o del acné fulminans17.
Isotretinoína
El ácido 13 cis-retinoico es un derivado de
la vitamina A cuyo potencial terapéutico
radica en suprimir la secreción sebácea,
la cornificación ductal y la inflamación. Su
posología oscila entre 0,5-1 mg/kg/día según la gravedad y localización del acné
hasta alcanzar una dosis total acumulada
de 120 mg/kg. Es un tratamiento muy eficaz para pacientes con acné intenso, acné
moderado resistente a otros tratamientos
y aquellos con gran tendencia a formar cicatrices. Los efectos secundarios son múltiples y por ello hay que realizar una cuidadosa selección del paciente y someterles
a una farmacovigilancia especial. La teratogenia es su principal efecto secundario
y limita su empleo. El efecto teratogénico
se mantiene hasta un mes después de suspender el tratamiento18.
A modo de resumen podemos sistematizar el tratamiento del acné según el grado del mismo:
1. Grado 0. En este caso bastará una adecuada higiene facial y/o corporal con la
4795
ENFERMEDADES DE LA PIEL (II)
utilización de cremas hidratantes especiales para pieles grasas y/o acneicas. En caso
de utilizar maquillaje, éste deberá ser libre de grasas (oil-free).
2. Grado I. Dependiendo del tipo de lesión
elemental predominante, se utilizará terapia tópica: retinoides tópicos si predominan las lesiones comedonianas o antibióticos tópicos si prevalecen las lesiones
inflamatorias. También puede emplearse
el peróxido de benzoilo.
3. Grados II y III. En estos estadios se hace
necesaria la utilización de terapia sistémica y habrá que plantear el uso de un
antibiótico vía oral o bien terapia hormonal si los estudios complementarios así lo
aconsejan.
4. Grado IV. El fármaco más efectivo en
este tipo de pacientes es la isotretinoína
por vía oral, cuya dosis inicial vendrá determinada por la variedad clínica existente. Tanto en este estadio como en los previos el paciente no deberá olvidar las
normas de higiene básicas para su tipo de
piel.
Una vez controlado el acné es preciso plantearse el tratamiento de sus secuelas.
Los procedimientos terapéuticos disponibles incluyen técnicas no quirúrgicas (materiales de relleno, corticoides intralesio-
4796
nales, peelings químicos o crioterapia) o
técnicas quirúrgicas (dermo o microdermoabrasión, elevación de cicatrices mediante punch, láser CO2). Con la combinación de todos ellos pueden conseguirse
resultados buenos aunque no la eliminación completa de las cicatrices19.
En conclusión, dada la prevalencia del
acné y su estrecha relación con la calidad
de vida de los pacientes que lo padecen,
es necesario un cuidadoso conocimiento
de los diferentes aspectos clínico-terapéuticos del mismo, para dispensar una atención cualitativamente adecuada. En ningún caso está justificada la prescripción
de “resignación” ni considerar esta enfermedad como una banalidad propia de la
edad. Efectivamente el acné puede desaparecer con el paso de los años pero dejando secuelas indelebles que, en muchos
casos, pueden alterar seriamente la calidad de vida.
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