Subido por naxayo1814

Reimagining stores for retail’s next normal

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Reimagining stores for retail’s next normal - Resumen
Por el COVID-19: tiendas cerraron sin saber cuándo volverían a abrir, trabajadores
despedidos, dolor económico generalizado y ha agravado la devastación de una crisis de
salud pública. En algún momento (incierto), las tiendas volverán a abrir y la gente volverá
a trabajar. Lo cierto es que el COVID ha cambiado el comportamiento del consumidor,
quizás de forma permanente, y las tiendas minoristas deberán tener en cuenta estos
nuevos comportamientos al momento de retomar.
How the crisis has changed consumer behavior
Por un lado, la pérdida de ingresos y la disminución de la confianza del consumidor han
provocado disminuciones en el gasto discrecional. El 67% de los encuestados espera gastar
menos en ropa en un futuro cercano. Un cambio más duradero es la adopción acelerada del
comercio electrónico, los consumidores compraban cada vez más en línea (minoristas
vieron peaks en las compras en línea incluso en categorías que antes se basaban
principalmente en tiendas, ej:maquillaje). Es posible que el comercio electrónico atraiga
segmentos de consumidores que anteriormente preferían comprar sin conexión. Estas
tendencias darán forma a la próxima normalidad. Las ventas en las tiendas podrían caer en
picada, una competencia más feroz y una mayor complejidad operativa debido a las
interrupciones de la fuerza laboral podrían contribuir a la compresión de los márgenes, y la
migración de las ventas de las tiendas al comercio electrónico podría dañar aún más la
rentabilidad.
Si la penetración en línea aumenta 10% y el margen bruto cae 1%, impulsado por una
mayor presión de precios, los minoristas podrían esperar que la rentabilidad de la tienda
disminuya hasta en 5%; pudiendo llevar a un número significativo de tiendas físicas a un
territorio deficitario.
La crisis ha intensificado los argumentos a favor del cambio para las tiendas minoristas en
una proverbial "plataforma ardiente". Los con visión de futuro redefinirán el papel de sus
tiendas, agilizarán las operaciones de las tiendas y reevaluarán sus redes de tiendas.
Strategic imperatives to prepare for the next normal
Las tiendas de ropa y especializadas deben cambiar fundamentalmente la forma en que
operan. 3 imperativos estratégicos para mejorar ingresos y resultados:
1. Radically accelerate in-store omnichannel integration
El tráfico de las tiendas, que ya estaba disminuyendo en la época anterior al coronavirus,
se reducirá a un mínimo. Los consumidores ahora están acostumbrados a quedarse en casa
y comprar en línea, no visitarán tiendas a menos que los retailers les den una buena razón
para hacerlo.
Así, los retailers tienen que comprender las preferencias de los clientes, imaginar un nuevo
rol para sus tiendas a la luz de estas preferencias y ejecutar cambios quirúrgicos en los
formatos de las tiendas y la experiencia del cliente en la tienda. Durante la crisis, el
distanciamiento físico y los mandatos obligaron a los minoristas a lanzar iniciativas
omnicanal. La integración omnicanal en la tienda se convertirá en "algo en juego" en la
próxima normalidad.
Los minoristas podrían considerar las siguientes acciones:
a. Redefinir el papel de la tienda: ​Las tiendas necesitan ofrecer experiencias únicas a
los clientes en lugar de simplemente servir como espacios transaccionales. Deben
brindar una experiencia superior de descubrimiento de productos y brindar acceso a
mercadería exclusiva (ej: lanzamientos de productos "solo en la tienda" y "primero
en la tienda").
b. Ofrecer conceptos básicos de omnicanalidad: ​Para satisfacer la creciente demanda
de los clientes de opciones de cumplimiento sin contacto, los minoristas deben
introducir funciones de “recolección en la acera” y "comprar en línea, recoger en
tienda" y mejorar la ejecución de estos servicios.
c. Construir personal omnicanal​: Invertir en capacitación y equipamiento de los
empleados de la tienda, así el personal de la tienda puede guiar a los clientes al
comienzo del viaje de descubrimiento del producto e interactuar con ellos después
de la compra. También podrían recompensar a los asociados de la tienda por influir
en las ventas en línea en los códigos postales locales.
d. Habilitar personalización de los puntos de contacto en la tienda​: Si los empleados
de la tienda tienen acceso a los datos del cliente, pueden adaptar sus interacciones
con los clientes en consecuencia. Incluso los clientes que comienzan y terminan sus
viajes en línea pueden recibir atención personalizada en las tiendas.
2. Reimaginar las operaciones de la tienda para reflejar la nueva realidad
Tendrán que restablecer las estructuras de costos de las tiendas y preparar a su fuerza
laboral para la próxima normalidad.
I.
Reestablecer la estructura de costos de la tienda
Puede que tengan que entregar un 20-30% más en productividad de la tienda para
compensar el cambio de canal fuera de las tiendas físicas. Para esto necesitarán
simplificar las operaciones de la tienda y reequilibrar la asignación de los costos de
la tienda para respaldar el creciente volumen de actividades omnicanal en la tienda.
a. Cambiar la complejidad en sentido ascendente (upstream)​: Los líderes de
operaciones deben colaborar con la función de comercialización para restablecer la
frecuencia de reabastecimiento y el stock mínimo de existencia para reflejar las
ventas posteriores a la crisis y el tráfico en las tiendas. Los equipos de distribución y
abastecimiento pueden encontrar formas de desviar ciertas tareas desde las tiendas
y a los centros de distribución o, a las ubicaciones de proveedores.
b. Digitalizar y automatizar el trabajo sin valor agregado: Esto, para liberar a los
asociados para un trabajo de mayor valor. Ej: automatización de la programación de
la mano de obra, la expansión del uso del autopago y el pago móvil, y la provisión de
herramientas de administración remota para los gerentes.
c. Mejorar los puntos de contacto onmicanal: Los minoristas pueden considerar
dedicar personal para el envío desde la tienda, rediseñar los procesos de BOPIS,
mejorar la gestión del inventario y trabajar con la función de la cadena de
suministro para reducir el costo integral de cumplir con los pedidos.
d. Introducir funciones de autoservicio sin contacto para transacciones omnicanal:
Los consumidores han aumentado la adopción de servicios sin contacto en sectores
como el de abarrotes. Es probable que siga así en otros entornos físicos. Deben
considerar la posibilidad de ofrecer opciones de autoservicio sin contacto para la
recogida de pedidos en línea, la verificación de precios y la gestión de devoluciones.
II.
Preparar la fuerza laboral para la nueva normalidad
El 75% indicó que sus empresas han despedido a sus empleados desde que
comenzó la crisis. Durante la recuperación, los minoristas deben dar forma a su
fuerza laboral futura para respaldar el papel en evolución de la tienda y deben
mejorar la flexibilidad de la fuerza laboral para prepararse para posibles
interrupciones recurrentes relacionadas con el virus.
a. Retener el talento anterior al COVID​: Dado el nivel de licencias y pagos los
minoristas corren el riesgo de perder definitivamente a algunos de sus asociados de
alto rendimiento. Para minimizar este riesgo hay que mantenerse en contacto con
los asociados de la tienda sin licencia y proporcionar actualizaciones periódicas
sobre los planes y los plazos de reapertura de la tienda. Pueden usar herramientas
digitales para realizar reuniones en línea y registros. También, reasignar a los
empleados de la tienda para que desempeñen funciones omnicanal mientras
esperan que las tiendas vuelvan a abrir.
b. Mejorar el training y onboarding​: Las herramientas de aprendizaje digital pueden
ayudar a facilitar la capacitación fuera de la tienda tradicional o el entorno del aula,
mejorando la incorporación y retención, ej: microentrenamientos. Los procesos de
la tienda, incluida la eficacia de ventas, el merchandising visual y la gestión de
precios y promociones, pueden ser candidatos para iniciativas de
microentrenamiento.
c. Al reconstruir equipos, considerar la composición de la fuerza laboral: La crisis
exige una reevaluación de los roles de los asociados de la tienda (habilidades,
niveles mínimos de personal, otros aspectos). Pueden necesitar mejorar las
habilidades de los asociados para lograr la fluidez digital requerida y capacitar a los
empleados para optimizar el número de roles de la tienda.
d. Mejorar la flexibilidad de la fuerza laboral: Deben aumentar la agilidad de sus
modelos de fuerza laboral para administrar cualquier posible interrupción futura y
para responder mejor a los cambios en el tráfico de la tienda. Movilidad de los
empleados entre las tiendas e incorporar trabajadores "gig" a la fuerza de la tienda.
3. Optimize the store network based on omnichannel performance
Los minoristas habían estado dimensionando correctamente su red de tiendas incluso
antes de la crisis, pero la pandemia ha aumentado la urgencia. Los minoristas deben
incorporar su visión del estado futuro en sus planes de reapertura de tiendas. Para hacer
esto, deben tomar decisiones de red basadas en una perspectiva omnicanal del
rendimiento de la tienda a largo plazo. La forma tradicional de considerar solo la
"economía de cuatro paredes" está desactualizada porque no tiene en cuenta el papel que
podría desempeñar una tienda en la generación de ventas de comercio electrónico. Los
retailers deben modificar las pérdidas y ganancias de la tienda para incluir su halo de
comercio electrónico. Una visión omnicanal prospectiva del rendimiento de cada tienda
debe incorporar las proyecciones de tráfico posteriores a la crisis y la función prevista del
minorista para la tienda.
Los resultados de esto (desarrollar una visión del estado futuro) podrían incluir la
aceleración de los planes de cierre de tiendas, optar por no reabrir tiendas con una baja
productividad esperada, acelerar las negociaciones de alquiler y la racionalización de la
huella de las tiendas que son esenciales pero de bajo rendimiento; y agregar nodos de red
en áreas donde el minorista carece de cobertura omnicanal.
Los minoristas deben estar preparados para abrir sus tiendas tan pronto como se levanten
las restricciones regulatorias. La seguridad de empleados y clientes seguirá siendo la
máxima prioridad. Al mismo tiempo, pueden sentar las bases para prosperar en la próxima
normalidad al planificar de manera proactiva el regreso con un lente de pérdidas y
ganancias, prestando atención a las ventas y la rentabilidad.
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