El origen de la teoría atómica La historia del átomo tiene orígenes muy remotos. En efecto, el concepto del átomo como unidad primordial e indivisible fue formado por Leucipo y Demócrito hace casi 2500 años, pero durante más de 2000 años no fue mas que una concepción filosófica. Hace poco más de 300 años esta especulación se convirtió en una teoría científica. El filósofo y matemático francés René Descartes y sus seguidores desarrollaron una visión mecánica de la materia en la que el tamaño, la forma y el movimiento de las partículas diminutas explicaban todos los fenómenos observados. Robert Boyle propuso que partículas diminutas de materia primaria se combinan de diversas maneras para formar lo que él llamó corpúsculos, una forma primitiva de moléculas. Un siglo después Lavoisier elaboró una teoría sobre la formación de compuestos a partir de elementos. En 1803, John Dalton descubrió que los resultados de sus investigaciones se podían explicar mediante la teoría atómica. Extendió sus investigaciones y llegó a la ley de las proporciones múltiples, considerada la primera prueba indirecta de la realidad de los átomos. Primeros modelos atómicos El primer modelo atómico fue sugerido por J. J. Tomson en 1898: un cierto número de electrones agrupados en una serie de capas concéntricas moviéndose en una distribución de carga positiva de simetría esférica neutralizaban al conjunto. Las capas de electrones definían las propiedades físicas y químicas del elemento. Al variar, se obtenía un cambio de propiedades. Tomson dedujo que el número de electrones en un átomo era el mismo orden de magnitud del peso atómico Rutherford propuso, en 1911, una hipótesis en que el átomo un núcleo, que mide, aproximadamente, la diezmilésima parte del diámetro del átomo. Además dedujo que la masa del átomo está concentrada en su núcleo. También postuló que los electrones se movían en órbitas alrededor del núcleo. El núcleo tiene una carga eléctrica positiva; los electrones tienen carga negativa. La suma de las cargas de los electrones es igual en magnitud a la carga del núcleo, por lo que el estado eléctrico normal del átomo es neutro. Para explicar la estructura del átomo, el físico Niels Bohr desarrolló en 1913 una hipótesis conocida como teoría atómica de Bohr. Supuso que los electrones están dispuestos en capas definidas, a una distancia considerable del núcleo. La disposición de los electrones se denomina configuración electrónica. El número de electrones es igual al número atómico del átomo. Las capas electrónicas se superponen de forma regular hasta un máximo de siete, y cada una de ellas puede albergar un determinado número de electrones. Ningún átomo existente en la naturaleza tiene la séptima capa llena. Los “últimos” electrones determinan el comportamiento químico del átomo. Todos los gases nobles tienen llena su capa electrónica externa. No se combinan químicamente en la naturaleza, aunque los más pesados pueden formar compuestos químicos en el laboratorio. Por otra parte, las capas exteriores de los elementos con sólo contienen un electrón se combinan con facilidad con otros elementos (transfiriéndoles su electrón más externo) para formar numerosos compuestos químicos. De forma equivalente, a los elementos que sólo les falta un electrón para que su capa exterior esté completa también se combinan con facilidad con otros elementos de los que obtienen electrones. Modelo atómico actual El físico austriaco E. Schrödinger propuso que los electrón no giran en torno al núcleo sino que se comportan como ondas que se dezplazan alrededor del núcleo a determinadas distancias con una energía determinada. Descubrió que los átomos interactúan entre sí de una forma más parecida a la de las ondas que a la de las partículas. Además determinó una ecuación llamada “ecuación de onda” para determinar las propiedades ondulatorias de una partícula. Fuentes: Enciclopedia de la Ciencia y de la Técnica ed. Danae Enciclopedia Temática Estudiantil Océano ed. Océano Microsoft Encarta 2004 Principios Básicos de Química Harry B. Gray ed. Reverté