En Buenos Aires, Capital de la República Argentina a los 22 días del mes de mayo de dos mil quince, reunidos en acuerdo los Sres. Jueces de la Excma. Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, Sala "F", para conocer en los autos del epígrafe, respecto de las cuestiones sometidas a su decisión, a fin de determinar si es arreglada a derecho la sentencia apelada. Practicado el sorteo correspondiente resultó el siguiente orden de votación: Sres. Jueces de Cámara Dres. GALMARINI. ZANNONI. POSSE SAGUIER. A las cuestiones propuestas el Dr. Galmarini dijo: I.- El actor promovió esta demanda por los daños y perjuicios generados a raíz de haber sido incluido por la sociedad demandada en la Base de Deudores de la página electrónica del Banco Central de la República Argentina, pese a que no había contraído, ni firmado, ni gozado de crédito alguno con la sociedad financiera demandada. Adujo que esa inclusión fue copiada por otras empresas de informes de deudores morosos a las que acuden los comerciantes. El Sr. juez consideró que estaba fuera de discusión que el actor nunca fue cliente de Tarshop y que esta empresa otorgó un producto denominado "Tarjeta Shoping" a una persona que al momento de solicitar dicha tarjeta presentó documentación apócrifa y que la emplazada comunicó al Banco Central de la República Argentina la situación crediticia correspondiente a los meses de julio agosto y septiembre. De modo tal que el actor apareció en la base de datos del Banco Central en calidad de deudor de la demandada cuando en realidad ese vínculo comercial nunca existió. Con acierto sostiene el magistrado que si la demandada rápidamente pudo tener conocimiento de la falsedad de la documentación presentada por el impostor dando intervención al departamento de fraudes de la empresa, resulta claro que una mínima diligencia en los datos aportados pudo ser suficiente para abortar la maniobra fraudulenta de la que la emplazada manifestó ser víctima. Por estas razones y por las demás consideraciones desarrolladas por el Sr.juez, concluyó en que la demandada debía responder por los daños y perjuicios ocasionados al actor que se encuentren acreditados y guarden relación con el hecho de autos. El juzgador sólo consideró procedente el reclamo indemnizatorio del daño moral. Por lo que hizo lugar a la demanda, con costas. En consecuencia, condenó a Trashop S.A. a abonar a E. A. U. la suma de diez mil pesos con más los intereses fijados en el considerando VI, en el plazo de diez días. Apeló únicamente el actor, quien presentó memorial a fs. 445/458, contestado a fs. 460/468. Las quejas de la apelante están referidas únicamente al monto indemnizatorio del daño moral y al rechazo del resarcimiento del daño psicológico y del respectivo tratamiento. II.- La expresión de agravios debe contener una crítica concreta y razonada de las partes del fallo que el apelante considera equivocadas (art. 265, CPCC). Esto implica un razonamiento coherente que demuestre el desacierto lógico de la sentencia, su injusticia o el apartamiento por parte del juzgador de las constancias que surgen de la causa. Aun cuando se comparta el criterio según el cual la carga de fundar los agravios se satisface con el mínimo de técnica exigido por las normas procesales en materia recursiva (conf. CNCiv. Sala G, mayo 15/1981, La Ley 1983-B-764; CNCom. Sala C, set. 22-1978, La Ley 1978-D-674; CNCiv. Sala H, febrero 26/2003, R 355.525), no constituye agravio hábil disentir con el criterio del juez de grado sin fundamentar debidamente la oposición o sin dar base a un distinto punto de vista (CNCiv. Sala F, sentencias libres n° 205.835 y 202.931 del 6/3/97, n° 302.031 del 17/11/2000, n° 313.822 del 29/3/2001, n° 314.495 del 30/3/2001) (CNCiv. Sala F, octubre /2014, Expte. 105.548/2008."Vedovi, Sebastián y otro c/ Bonet, Héctor Osvaldo y otros d/ daños y perjuicios"). La mera remisión a las impugnaciones formuladas en primera instancia tampoco configura la crítica concreta y razonada que prescribe el art. 265, CPCC (CNCiv. Sala A, febrero 15/1995, ED, 164-600; id. Sala B, marzo 20/2000, LL, 2000-D-871, sum. 42.877-S; id. Sala D, marzo 6/1997, LL, 1998-C-534; id. Sala I, diciembre 17/1998, LL, 1999C-777, sum. 13.811; Sala M, febrero 21/1997, LL, 1997-E-1051, sum. 11.890; id. Sala F, octubre 1/2002 nº 347.664). La expresión de agravios no es una mera fórmula carente de sentido y, para que cumpla su finalidad, debe constituir una exposición jurídica que contenga el análisis serio, razonado y crítico de la sentencia apelada para demostrar que es errónea, injusta o contraria a derecho. Deben precisarse punto por punto los errores, las omisiones y demás deficiencias que se le atribuyen al fallo. Las afirmaciones genéricas y las impugnaciones de orden general no reúnen los requisitos mínimos indispensables para mantener la apelación. No constituye así una verdadera expresión de agravios el escrito que sólo contiene simples afirmaciones dogmáticas sin una verdadera crítica de la sentencia en recurso (C.N.Civil, Sala C, diciembre 17/1983, L.L. 1985-C-642, 36868-S). III.- Con respecto al daño moral se observa que el actor se limita a transcribir párrafos enteros de la sentencia y cuando a fs. 451 concreta su agravio sólo manifiesta su discrepancia con la cifra fijada por el Sr. juez, a la que considera poco relevante, pero sin expresar otro fundamento que la comparación del importe admitido en la sentencia con el pretendido por él, manifestando que es la cuarta parte de lo peticionado en la demanda.Evidentemente no basta como fundamentación la mera comparación del monto admitido por el juez con el pretendido en su demanda, más aún cuando él mismo transcribe párrafos antes los motivos en los que el magistrado sustentó la determinación del resarcimiento de esta partida, sin rebatirlos. IV.- Tampoco constituye agravio en los términos del art. 265 del Código Procesal insistir con las observaciones efectuadas a la prueba pericial psicológica, cuando tales objeciones fueron respondidas y debidamente refutadas por la perito a fs. 252 y vta., sin que el actor aportara opiniones técnicamente fundadas -como sostuvo el magistrado- sobre su estado psíquico de manera tal que sea posible considerar erradas las conclusiones de la experta (fs. 383 vta). El análisis detallado del informe pericial y de la respuesta a las impugnaciones efectuado por el Sr. juez y la apreciación de esa prueba según las reglas de la sana crítica, en manera alguna se encuentran rebatidas con la reiteración de argumentos esgrimidos en primera instancia y que han sido fundadamente desestimados. Más allá de que para la determinación de daño psíquico o psicológico y del respectivo tratamiento la prueba específica es la pericial y las conclusiones de la especialista es indudable que han de prevalecer sobre la prueba testimonial, en el caso la mera cita genérica por el apelante de los testimonios de fs. 200/207, sin siquiera examinar el contenido de sus respuestas, no constituye agravio. Sin perjuicio de ello, se destaca que la perito psicóloga luego de examinar al actor y de analizar los test a él realizados, fue terminante en cuanto concluye en que no presenta cuadro reactivo, ni dictamina incapacidad, ni tampoco realiza indicación terapéutica (fs. 161/163); y al responder a las impugnaciones aclaró que las ansiedades y preocupaciones causadas por los hechos que fundamentan la demanda forman parte de la preocupación y sufrimientos normales, compatibles con el concepto de daño moral, sin llegar a conformar patología (fs.252). También rechaza que el examinado presentase cuadro reactivo de Trastorno de Ansiedad (fs. 252 vta.). De modo tal que se ha probado la inexistencia de patología psíquica o psicológica en el actor derivada de los hechos que motivaron estas actuaciones, y no se ha aportado elemento de convicción alguno que justifique la necesidad de psicoterapia. Por las razones expuestas, juzgo insuficientes las endebles quejas expresadas por el actor en su memorial para rebatir los fundamentos del Sr. juez. Por lo cual, voto porque se declare desierto el recurso de apelación deducido a fs. 388, concedido a fs. 389, y consecuentemente, firme la sentencia de fs. 375/385 (arts. 265 y 266 del Cód. Procesal). Con las costas de alzada al actor (art. 68 Cód. Procesal). Por razones análogas a las aducidas por el vocal preopinante los Dres. ZANNONI y POSSE SAGUIER votaron en el mismo sentido a la cuestión propuesta. Con lo que terminó el acto. 16. JOSE LUIS GALMARINI 17. EDUARDO A. ZANNONI 18. FERNANDO POSSE SAGUIER Buenos Aires, mayo de 2015. AUTOS Y VISTOS: Por lo que resulta de la votación que instruye el acuerdo que antecede, se declara desierto el recurso de apelación deducido a fs. 388, concedido a fs. 389, y consecuentemente, firme la sentencia de fs. 375/385. Con las costas de alzada al actor. Notifíquese y devuélvase. Firmado por: ZANNONI-POSSE SAGUIER-GALMARINI Firmado por: JOSE LUIS GALMARINI, JUEZ DE CAMARA Firmado por: EDUARDO ANTONIO ZANNONI, JUEZ DE CAMARA Firmado por: FERNANDO POSSE SAGUIER, JUEZ DE CAMARA