¡Eres hermoso! Jewel Roque Fueron un par de semanas muy estresantes. Al reto que suponía cumplir con las fechas topes de mi trabajo y las clases en la universidad, tuve que sumar algunos asuntos familiares que surgieron. Un sentimiento sobrecogedor se cernía sobre mi alma, como un negro nubarrón, dejándome desprovista de luz y color. Mi perspectiva esperanzadora y segura se tornó desesperanzada y deprimente. Y lo peor de todo era sentir que le estaba fallando a Él. Ya sabes… a Jesús. Me he pasado casi toda mi vida tratando de hacer lo correcto. De ser fuerte. De seguir adelante. He intentado ser una bendición para los demás y conducirme de forma que cumpla mi propósito en la vida. Pero llegué a un punto en que no tenía ganas de dar un paso más. Solo quería sentarme y echarme a llorar. Y eso fue lo que hice cierta mañana. Por fin tenía un par de horas libres, así que me escapé del barullo de los niños y de las tareas domésticas para ir a casa de mi mamá a lavar la ropa. No había nadie allí. Era el momento perfecto. Tras llenar la lavadora y ponerla en marcha, me senté y abrí mi portátil. Necesitaba revisar mi correo y terminar algunas tareas. Pero el Señor tenía otros planes. Cuando hice clic sobre un enlace que me había enviado un amigo, apareció un video en YouTube, uno de esos videos en que mientras suena una canción, aparece la letra en la pantalla con el fondo de una cascada o una puesta de sol. Ya conocía algunas de las canciones del grupo MercyMe. Son uno de mis grupos favoritos, pero nunca había escuchado esa canción. Se titulaba Beautiful1 (Hermoso). Vendrán días en los cuales no tendrás fuerzas… Eso dio en el blanco. Cuando solamente escuches que no vales nada, preguntándote si alguna vez pudieras ser amado, y si realmente vieran tu corazón mirarían demasiado… Ahí se me saltaron las lágrimas. Y seguí llorando hasta que terminó la canción. Esas palabras iniciales describían a la perfección mis sentimientos. Estaba exhausta, sin energía. No dejaba de pensar que había fallado, que estaba actuando mal, que era una inútil. Quizás solo eran ideas mías, o quizás era el Diablo. No lo sé. Todo lo que sabía es que funcionaban. Y eran tan efectivas que cualquiera que lograra leer mi mente o mi corazón pensaría que tenía una sobrecarga de información. Y se habría espantado. Reprimí todas mis emociones… mientras aguardaba para escuchar el resto de la canción: Eres hermoso, eres hermoso. Estás diseñado para algo mucho más que esto. Eres hermoso, eres hermoso. Eres un tesoro, eres sagrado, eres de Él. Eres hermoso. No podía recordar cuándo fue la última vez que alguien me miró a los ojos y me dijo que era hermosa. Bueno, no es que alguien estuviera en ese instante mirándome a los ojos, pero la sensación que experimenté era mucho mejor. Él estaba mirando en el fondo de mi corazón. Ya sabes a Quién me refiero… a Jesús. Y orando que tengas un corazón para pelear, porque eres mucho más que eso que te lastima esta noche. Por todas las mentiras que ocultaste dentro de ti tanto tiempo, pues no son nada en la sombra de la cruz. Estaba permitiendo que nubarrones tenebrosos de desesperación destrozaran mi existencia de esperanza y luz. Todo lo que necesitaba era pasar a la acción, dar un paso, y me encontraría bajo la sombra de Su cruz, bajo la sombra de Sus alas. Y allí hallaría la luz y el significado, el propósito y la razón para estar gozosa. Sonó de nuevo el estribillo de la canción y me llamó la atención la siguiente frase: «Estás diseñado para algo mucho más que esto». «Diseñado para algo mucho más». Antes que mi cumpleaños contara con dos dígitos, percibía que mi vida tenía un profundo sentido de propósito. Y desde entonces, sentí que estaba avanzando en dirección a cumplir el llamado de Dios para mí. Pero durante los últimos meses, sentí que había perdido el norte. Era como si estuviera dando vueltas en la oscuridad. Por eso la letra de esta canción iluminó mi alma como la estrella Polar en una noche brumosa, invitándome a encontrar nuevamente mi rumbo. Antes de que tomaras un respiro, mucho antes de que el mundo empezara, de todas las maravillas que Él poseía, había una más preciada. De toda la Tierra y el cielo arriba, tú eres lo único que Él locamente ama, lo suficiente para morir. Eso hizo ¿sí o no? A Jesús se le llama el Cordero «inmolado desde el principio del mundo»2. Inmolado por ti y por mí. El apóstol Pablo lo dijo así: «Incluso antes de haber hecho el mundo, Dios nos amó y nos eligió en Cristo para que seamos santos e intachables a Sus ojos»3. «Para que seamos santos e intachables a Sus ojos». Aquella mañana, mientras escuchaba esa canción, no solo una vez, sino una y otra vez, sentí que se sanaba mi alma. Gracias a Su amor. El amor que solo percibe la belleza cuando todo lo que vemos nosotros es un desastre. El amor que nos llama hermoso cuando si nos tocara describirnos a nosotros mismos emplearíamos otros adjetivos muy distintos. El amor que nos vuelve hermosos, no por lo que somos o hacemos, sino gracias a Su luz y a Su amor que nos renueva. Eres hermoso. Aquella mañana, esas palabras iban dirigidas a mí. Pero no solo a mí. También a todos ustedes, a ti. Tómalas como algo personal, aférrate a ellas y permite que inunden tu alma con su belleza. Eres un tesoro. Eres sagrado4. Pero sobre todo «Eres Suyo» y eso es lo que te hace hermoso. Notas a pie de página 1. ”Beautiful,” YouTube 2. Apocalipsis 13:8 3. Efesios 1:4 4. ”Beautiful”, letra de MercyMe Traducción: Victoria Martínez y Antonia López. © La Familia Internacional, 2012 Categorías: Consuelo, sanidad espiritual