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Jaramillo, A.; Salas, F. y Salgado F. Revisión del Concepto Problema de Investigación

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Revisión del Concepto Problema de Investigación desde la Perspectiva de los
Objetivos de la Ciencia y del Objeto de Estudio de la Psicología
Andrés Jaramillo
Fredy Salas
Fabiola Salgado
Resumen
Si bien metodólogos e investigadores coinciden en plantear que el método científico es
estándar, los textos de metodología de investigación contienen conceptualizaciones
diferentes de uno de sus principales elementos: el problema de investigación. Estas
diferencias son teóricamente relevantes, porque prescriben cursos de acción distintos que
generan productos también disímiles. En este contexto, elaboramos una conceptualización
del término problema de investigación, considerando su relación con los objetivos de la
ciencia y el objeto de estudio de la psicología. La psicología tiene por objeto de estudio
comportamientos que necesita teorizar (i. e., observar, describir, explicar y predecir) y
controlar, para aumentar o mantener su existencia, dado que son definidos por una
comunidad de observadores como hechos sociales (e. g., la felicidad). Además, tiene por
objeto de estudio comportamientos que necesita teorizar y controlar, para disminuir o
mantener su existencia, pues constituyen problemas sociales para una comunidad de
observadores (e. g., la violencia). Por lo tanto, un problema de investigación es la necesidad
de investigación que genera el vacío de conocimiento que presenta la línea de investigación
que estudia un determinado objeto de estudio. Se proponen esquemas de trabajo para
formular la estructura metodológica del problema de investigación de un estudio.
Palabras clave: problema de investigación; objetivos de la ciencia; objeto de estudio;
psicología; método científico.
1. Introducción
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Enseñar el método científico a las nuevas generaciones de estudiantes de psicología,
demanda revisar las ideas que postulan metodólogos e investigadores respecto de uno de sus
principales elementos: el problema de investigación. Además, docentes y estudiantes
necesitan evaluarla coherencia de tales ideas empleando algún criterio, así como utilizarlas
en la formulación de sus propios problemas de investigación y en la evaluación de los
elaborados por otros autores.
El método científico es el modo de ejecutar proyectos de investigación focalizados en
ampliar el cuerpo de conocimiento que se posee de una determinada realidad y también es la
guía de aquellos proyectos que se orientan a transformarla. Este conjunto de cursos de acción
distingue a la ciencia de otros modos de conocer (e. g., Bunge, 2013; Hernández, Fernández
& Baptista, 2014) y otorga al conocimiento científico la propiedad de ser verificable más que
la de ser objetivo (Bunge, 2004). Además, el método es estándar pues lo utilizan todas las
disciplinas científicas, independientemente del objeto que estudian (e. g., Bunge, 2004; Sierra
Bravo, 1997). En relación con lo anterior, Cornejo (2005) plantea que al interior de la
tradición cientificista de la psicología “la prescripción de estructuración metodológica ocupa
el lugar central en la argumentación (…)” (p. 197), de manera que, independientemente de
lo que se considere como el objeto de estudio de la psicología, éste “debe ser investigado
mediante el método científico (…) para preservar la cientificidad del conocimiento” (p. 190).
La importancia de comprender cómo se formula un problema de investigación, radica
en que constituye el primer paso que debe realizar quien diseña un estudio y en que determina
parte importante de los pasos a seguir (e. g., la elaboración del marco teórico) (e. g.,
Kerlinger& Lee, 2002; Salkind, 1997). Además, la relevancia teórica y la relevancia social
de un problema de investigación, son aspectos claves que consideran quienes revisan el
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reporte escrito de un estudio, para aceptar o rechazar su publicación en una revista científica
(Kazdin, 1995), así como las instituciones que financian la ejecución de los proyectos de
investigación.
Por otra parte, formular el problema de investigación es el paso inicial y el paso final
del continuo proceso de generación de conocimiento científico y de su utilización en la
transformación de la realidad (e. g., Sierra Bravo, 1997). Lo anterior, dado que resolver un
problema de investigación bien formulado desarrolla el conocimiento científico y posibilita,
cuando una comunidad lo define pertinente, que los nuevos conocimientos se apliquen para
resolver problemas sociales(e. g., Bunge, 2004).
Un análisis del término problema de investigación que no hacen los autores revisados
en el presente estudio, consiste en discutir su relación con la naturaleza de los objetivos de la
ciencia y del objeto de estudio de la psicología. La psicología tiene por objeto de estudio
realidades que necesita teorizar (i. e., observar, describir, explicar y predecir) y controlar,
para aumentar o mantener su existencia, dado que son definidos como hechos sociales por
una comunidad de observadores (e. g., la percepción humana, la felicidad). Además, tiene
por objeto de estudio realidades que necesita teorizar y controlar, para disminuir o mantener
su existencia, pues constituyen problemas sociales para una comunidad de observadores (e.
g., la violencia, la pobreza).Por lo tanto, un problema de investigación es una necesidad de
investigación que genera el vacío de conocimiento que presenta una línea de investigación
que estudia un determinado objeto de estudio.
Por otra parte, si bien metodólogos e investigadores coinciden en afirmar que el
método científico es estándar, las definiciones que plantean respecto de qué es un problema
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de investigación, difieren de manera teóricamente relevante, dado que prescriben cursos de
acción diferentes que generan productos también disímiles. Por ejemplo, de las ideas de
Hernández et al. (2014, p.28 y 36) se puede concluir, erróneamente, que la violencia es un
problema de investigación, cuando en realidad es un objeto de estudio (un problema social,
específicamente). Si creemos que todo problema de investigaciónes un problema social,
entonces justificaremos investigar la violencia presentando cifras de los efectos negativos
que genera en una comunidad (e. g., presentando cifras del aumento del femicidio).En
cambio, si entendemos que un problema de investigación es una necesidad de investigación,
entonces justificaremos investigar la violencia presentando información teórica y empírica
que demuestre que la psicología aún desconoce algún aspecto de la violencia y que, por lo
tanto, necesita investigar.
Esta diversidad conceptual respecto de un mismo contenido, puede confundir a
quienes enseñan y a quienes aprenden a formular y a evaluar problemas de investigación en
el ámbito de la psicología y en cualquier disciplina científica. En este contexto, el objetivo
de la presente investigación es proponer una conceptualización del término problema de
investigación, considerando la relación que tiene con el objeto de estudio de la psicología y
con ambos tipos de objetivos de la ciencia. Además, los resultados del análisis permiten
elaborar esquemas de trabajo que docentes y estudiantes pueden utilizar para formularla
estructura metodológica de sus problemas de investigación, así como en la evaluación de los
problemas elaborados por otros autores.
La propuesta se elaboró considerando textos de metodología de investigación en
ciencias sociales(excepto Cornejo, 2005, Kazdin, 1995, y Maturana & Varela, 2007),
publicados en idioma español, pues suponemos que son más leídos por docentes y estudiantes
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de habla hispana. Además, los trabajos de estos autores han sido referentes en la formación
de muchas generaciones de científicos sociales en Latinoamérica (por ejemplo, el Best Sellers
Metodología de Investigación, de Hernández et. al, 2014).
Finalmente, asumimos que la ciencia es una actividad realizada por una determinada
comunidad de personas (Bunge, 2004), que explicita las normas de comportamiento para ser
considerado integrante de la misma. En este sentido, el análisis que proponemos se refiere a
los cursos de acción a realizar y a la estructura metodológica del discurso a emplear, para
que sea más probable que una determinada comunidad científica considere que el problema
de investigación de un estudio en particular, se formuló correctamente (Kazdin, 1995).
2. Los objetivos de la ciencia
Los objetivos que los autores atribuyen a la ciencia son observar, describir, explicar,
predecir, controlar, utilizar, dominar, actuar, enseñorearse y mejorarla realidad. No existe
consenso respecto de cuál es la lista completa de objetivos. De hecho, Kerlinger y Lee (2002)
sólo consideran los primeros cuatro y omiten los últimos seis objetivos, mientras que otros
autores los señalan, pero destacan el objetivo explicar el objeto, llegando a identificar este
objetivo con la ciencia en sí(e. g. Bunge, 2004; 2013; Kerlinger & Lee, 2002; León &
Montero, 1997).Los objetivos menos nombrados son observar (Hernández et al., 2014; León
&Montero, 1997; Sierra Bravo, 2007) y describir (Bunge, 2013; Hernández et al., 2014;
Sierra Bravo, 2007).
Por otro lado, los objetivos que mejor se conceptualizan son explicar y predecir (e.
g., Bunge, 2013; Sierra Bravo, 2007).En la literatura revisada no aparecen definiciones
conceptuales de algunos objetivos, sólo se nombran. Es el caso de los objetivos observar y
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controlar la realidad. Dado lo anterior, construimos definiciones conceptuales de cada
objetivo, considerando las ideas de los autores revisados y enfatizando su acepción
metodológica, la cual, necesariamente, posee un carácter general, dado que es independiente
del objeto de estudio que se investigue.
2.1. Definición de los objetivos de la ciencia
2.1.1. Observar
Observar implica producir información relativa a la existencia del objeto de estudio.
Esta información permite acceder a su existencia a través de un canal indirecto. Así, lo
subjetivo del acto de observar se hace intersubjetivo en una comunidad de observadores.
Ejemplos de esta necesidad son las que enfrentaron I. Pávlov cuando descubrió la existencia
de losreflejos condicionados, así como G. Bateson respecto de los patrones simétricos y
complementarios de la interacción humana.
Observar es el primer objetivo que se debe alcanzar para avanzar en el cumplimiento
de los otros, debido a que caracteriza el estado inicial de conocimiento de una línea de
investigación particular. Lo anterior, no es incompatible con postular que la observación
siempre se hace desde una perspectiva teórica (e. g., Sierra Bravo, 2007). Queremos decir
que lo básico que se espera de una ciencia, es que sea capaz de demostrar la existencia de un
determinado objeto de estudio. I. Pávlov y G. Bateson emplearon marcos de referencia
teórica para interpretar sus hallazgos, pero lo hicieron para hacer aparecer objetos no
descubiertos (a pesar de que existían), no para señalar objetos ya descubiertos.
2.1.2. Describir
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Consiste en señalar qué es el objeto de estudio, elaborando o reelaborando su
definición conceptual, así como construyendo instrumentos que permitan medirlo, lo cual
genera una definición operacional del objeto. Describir también requiere producir
información acerca del grado de existencia del objeto en una determinada población. Lo
anterior se hace obteniendo o estimando los parámetros poblacionales del objeto, con
medidas de tendencia central (e. g., moda, mediana, media) y de variabilidad (e. g., rango,
varianza, desviación estándar), por ejemplo.
2.1.3. Explicar
Es elaborar un modelo teórico que contenga aquellos objetos que se relacionan y/o
que determinan la existencia del objeto de estudio, así como aquellos objetos a los que
determina (e. g., Bunge, 2004; León & Montero, 1997). Ejemplos de esta necesidad de
investigación hicieron surgir el modelo de la desesperanza aprendida de Martin Seligman,
que explica cómo aparece la depresión y los efectos que produce, o la teoría del doble vínculo
de Gregory Bateson, que da cuenta del origen de la esquizofrenia.
2.1.4. Predecir
Es describir el comportamiento futuro del objeto de estudio utilizando argumentos
teóricos y/o datos empíricos (e. g., Kerlinger& Lee, 2002; Sierra Bravo, 2007). Por ejemplo,
predecir que la depresión disminuirá producto de la psicoterapia o que la calidad de la
educación mejorará si se emplea una determinada metodología de enseñanza. Otra forma de
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“predecir” consiste en describir el curso que, en el pasado, presentó el objeto de estudio
(Salkind, 1997). Por ejemplo, señalar cómo surgieron las poblaciones marginales en una
determinada sociedad.
Predecir requiere formular hipótesis acerca del comportamiento pasado y/o futuro del
objeto, derivar consecuencias observables en la realidad, así como especificar las condiciones
que permiten evaluarlas empíricamente. Para llevar a cabo el contraste de una hipótesis se
puede utilizar la confirmación, buscando datos que la apoyen, o la falsación, buscando datos
que la refuten. Todo lo anterior se denomina criterio de verificación empírica de una
hipótesis (e. g., Bunge, 2004; 2013; León & Montero, 1997).
Para predecir el comportamiento de un objeto de estudio primero es necesario
explicarlo, en el sentido de elaborar un sistema conceptual que sea capaz de recrear en la
práctica dicho comportamiento (Maturana & Varela, 2007). Si bien todo lo anterior implica
ser capaz de controlar a voluntad el objeto de estudio, tal control se emplea para contrastar
una hipótesis (e. g., Bunge, 2013). Un objetivo cualitativamente distinto es controlarla
existencia del objeto de estudio en una determinada comunidad.
2.1.5. Controlar
Es producir cambios cuantitativos en el grado de existencia del objeto de estudio, de
manera que tales cambios constituyan cambios cualitativos. El grado en el cual se alcanza
este objetivo, se determina empleando criterios de significación estadística (e. g., usando la
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prueba t de Student) y/o la perspectiva de una determinada comunidad de observadores (e. g.
pidiendo que las personas reporten si aumentó su satisfacción con una determinada
intervención terapéutica).
La transformación la produce una acción planificada, que se diseña con información
derivada lógicamente de las explicaciones y predicciones teóricas que existan del objeto de
estudio. Por ejemplo, la terapia familiar derivada del modelo sistémico-interaccional de
comprensión del comportamiento humano.
2.2. Dos tipos de objetivos de la ciencia: teorizar y controlar el objeto de estudio
Los nombres dados a los objetivos de la ciencia difieren, aunque presentan similitudes
que permiten agruparlos en dos tipos. Los objetivos observar, describir, explicar y predecir,
son acciones cognitivas que realiza quien investiga y que se refieren al objeto de estudio. Se
hacen intersubjetivas a través del lenguaje. Como se señaló, estas acciones las agrupamos en
la categoría denominada teorizar el objeto. En cambio, los objetivos utilizar, dominar,
actuar, enseñorearse y mejora el objeto, son acciones prácticas que se aplican al objeto de
estudio y que suponen poseer control sobre éste. Dado lo anterior, las agruparemos en una
categoría que denominaremos controlar el objeto.
2.3. Relación entre ambos tipos de objetivos de la ciencia
Los autores revisados coinciden en que las acciones de la categoría teorizar
(observar, describir, explicar y predecir) son secuenciales y que desde la primera a la última
se avanza en complejidad, de manera que las previas son requisito de las posteriores. Lo
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mismo plantean respecto de la relación entre ambas categorías de objetivos de la ciencia, en
el sentido que teorizar es un requisito para controlar el objeto.
Los autores revisados no discuten el hecho que, en términos teóricos y prácticos,
ambas categorías de objetivos forman un circuito de retroalimentación, dada la influencia
recíproca que ha existido históricamente entre ellas. La teoría determina el control y el control
determina la teoría. Por lo mismo, se considera que una intervención es racional, si se diseña
a partir de una teoría que explica cómo transforma la realidad (Bunge, 2013; 2004). Por el
mismo argumento se considera que una teoría de la cual no se derive control del objeto, es
un indicador de menor desarrollo de una línea de investigación.
Por otra parte, puede ocurrir que una intervención transforme un problema social,
pero que sus autores no comprendan, ni puedan demostrar empíricamente, cómo se produce
la transformación. Lo anterior, se considera como un menor estado de desarrollo de una línea
de investigación, dado que las intervenciones deben diseñarse con fundamentos teóricos y/o
empíricos que permitan explicar sus efectos y extrapolarlos a otras realidades. Por ejemplo,
por décadas los terapeutas contribuían a los cambios positivos de sus clientes, pero no sabían
explicar científicamente cómo lo hacían. Hoy, existe teoría que explica cómo sucede y se
utiliza en la formación de nuevos terapeutas.
No obstante lo dicho previamente, en términos prácticos, un proyecto de
investigación puede proponer como objetivo teorizar su objeto, sin la obligación de controlar
su existencia. Esto, ocurre cuando un proyecto sólo propone describir su objeto de estudio
(e. g., describir el nivel de felicidad que experimentan las personas de una comunidad).
Tampoco es obligación que un proyecto proponga controlar el objeto, si no existe una teoría
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que guíe el diseño de intervenciones efectivas. En este caso, la línea de investigación debe
partir por teorizar el objeto de estudio y, luego de tal teorización, derivar intervenciones para
transformarlo, aun cuando el proyecto no se proponga el objetivo de implementar dichas
intervenciones.
3. Dos objetos de estudio de la psicología: hechos sociales y problemas sociales
Un objeto de estudio es una parte de la realidad que una disciplina investiga (e. g.,
Sierra Bravo, 1997). Los autores revisados coinciden en que el objeto de estudio de la
psicología es el comportamiento humano. Sin embargo, ninguno considera que algunos
comportamientos son teorizados y controlados para aumentar o mantener su existencia,
porque una comunidad de observadores los considera hechos sociales, mientras que otros
comportamientos son teorizados y controlados para disminuir o mantener su existencia,
porque dicha comunidad los considera problemas sociales. Por ejemplo, la psicología teoriza
y controla la felicidad para aumentar o mantener su existencia en las personas. En cambio, la
violencia la teoriza y controla para disminuir o mantener su existencia. Como se señaló,
denominamos hecho social a un objeto de estudio que la psicología teoriza y controla para
aumentar o mantener su existencia y problema social a un objeto de estudio que teoriza y
controla para disminuir o mantener su existencia. No obstante lo anterior, es pertinente
señalar que algunos objetos de estudio la psicología sólo los puede teorizar, porque ya
ocurrieron y, por lo tanto, no los puede controlar (e. g., el origen de un conflicto social entre
países). Además, por consideraciones éticas y legales, la psicología no debe controlar algunos
comportamientos humanos (e. g., realizar un experimento para identificar el efecto de la
violencia en las personas).
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Por otra parte, en un momento determinado de la historia de una comunidad, un objeto
de estudio puede ser definido, simultáneamente, como un hecho social y como un problema
social, según el punto de vista de diferentes observadores. Por ejemplo, el consumo de
cannabis puede ser definido por algunas personas como un problema social, que requiere ser
controlado para disminuir su existencia, mientras que para otros sólo es un hecho social.
Además, a lo largo de la historia de una comunidad, un objeto de estudio se puede transformar
de hecho social a problema social y viceversa. El bullying es un ejemplo de transformación
de un hecho social en problema social, mientras que la homosexualidad es un ejemplo de
transformación de un problema social en hecho social.
4. Análisis de la relación entre los objetivos de la ciencia, los objetos de estudio y el
problema de investigación
Los objetivos de la ciencia son acciones que los científicos sociales aplican a sus
respectivos objetos de estudio. En este sentido, su labor es teorizar y controlar la realidad
utilizando teoría. Los objetivos de la ciencia también se pueden comprender como estados
futuros esperados del objeto de estudio, debido a que cuando las acciones descritas en los
objetivos se aplican, se genera un nuevo estado debido a que el objeto queda observado,
descrito, explicado, etc.
Por otra parte, dado que la ciencia es una actividad racional, entonces un proyecto de
investigación debe justificar por qué es necesario aplicar a su objeto estudio las acciones
descritas en los objetivos de la ciencia (Kazdin, 1995). Respecto de lo anterior, es pertinente
recordar que el conocimiento que dichas acciones generan posee un carácter transitorio, dado
que las diferentes disciplinas científicas nunca teorizan ni transforman de manera absoluta y
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definitiva, ninguno de sus objetos de estudio (Bunge, 2004). Esto, debido a que la capacidad
de conocer del ser humano y de la actividad científica es relativa, no absoluta. Por lo tanto,
se requiere análisis conceptual y verificación empírica permanente de la validez de las teorías
que representan la realidad, así como de la efectividad de las intervenciones que intentaron
transformarla. Hacer lo anterior, permite identificar los alcances y limitaciones de una línea
de investigación.
Identificar estas limitaciones permite argumentar que un determinado objetivo de la
ciencia no se ha alcanzado, de manera satisfactoria, respecto de algún aspecto de un objeto
de estudio (e. g., no se ha descrito la edad promedio en la que los niños empiezan a utilizar
videojuegos). Lo anterior,es un vacío de conocimiento y un problema de investigación de
una disciplina (e. g., Kazdin, 1995; Salkind, 1997).
Por todo lo anterior, formular un problema de investigación consiste en demostrar,
con información teórica y/o empírica, que alguno de los objetivos de la ciencia no se ha
logrado de manera satisfactoria respecto de un hecho social o de un problema social. En
congruencia con lo anterior, la propuesta del estudio debe ser abordar tal objetivo.
Desde un punto de vista metodológico, por lo tanto, todo proyecto de investigación
siempre debe abordar alguno de los objetivos de la ciencia, porque ya está señalado en tales
objetivos lo que se espera que un investigador haga con su objeto de estudio: que lo observe,
describa, explique, prediga su curso y que lo controle, cuando corresponda.
De todo lo anterior se deriva que la relevancia teórica del problema de investigación
de un estudio, radica en su potencial para generar información que permita superar las
limitaciones del conocimiento teórico que existe sobre el objeto de estudio que se investiga,
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mientras que su relevancia social se demuestra argumentando que el nuevo conocimiento es
necesario para controlar tal objeto.
Al considerar simultáneamente ambos tipos de objetivos de la ciencia y ambos tipos
de objeto de estudio, se derivan dos conceptualizaciones del término problema de
investigación, cuyo elemento común y esencial es ser necesidades de investigación: (1) el
problema de investigación como necesidad de teorizar y controlar un hecho social, para
aumentar o mantener su existencia y (2) el problema de investigación como necesidad de
teorizar y controlar un problema social, para disminuir o mantener su existencia.
A continuación, elaboramos la estructura metodológica del problema de
investigación de un estudio.
4. Estructura metodológica del problema de investigación
Todos los autores revisados señalan que el problema de investigación posee una
estructura. Sin embargo, entre ellos no existe consenso respecto de los tipos de información
que debiera contener dicha estructura. La estructura metodológica que proponemos para el
problema de investigación, se sustenta teóricamente en la relación que señalamos que existe
entre los objetivos de la ciencia y los dos tipos de objeto de estudio de la psicología.
Una estructura es un conjunto de elementos y sus relaciones. En este caso, la
estructura metodológica de un problema de investigación se compone de tipos de
información y de la relación entre ellos. Esta información se refiere a la línea de investigación
en la que se inserta un estudio y, especialmente, al grado en el cual dicha línea no ha teorizado
o controlado, de manera satisfactoria, su objeto de estudio. Por lo tanto, utilizar la estructura
que proponemos permite identificar necesidades de investigación y, por lo mismo, los
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objetivos que debe abordar un estudio para ampliar la línea en la cual se inserta (e. g., Kazdin,
1995; Sierra Bravo, 2007).
4.1. Contextualizar
Lo primero que se hace en la estructura metodológica es mostrar al lector el contexto
donde se inserta el estudio. El contexto es el conjunto de estudios (teóricos y/o empíricos)
que ya investigaron la misma dimensión del objeto de estudio que abordará el proyecto. Estos
estudios conforman la línea de investigación de este tipo de objeto de estudio.
Las líneas de investigación poseen características comunes que se pueden mostrar
para contextualizar al lector. Entre otras, se pueden señalar que investigan alguna dimensión
de un objeto; se iniciaron en algún momento de la historia (tienen una data de existencia); las
iniciaron determinados autores; se han desarrollado en relación con ciertos hechos históricos;
etc.
Un tipo de información que también forma parte de una línea de investigación, es el
conocimiento que ésta posee del objeto de estudio (Kazdin, 1995). Por la relevancia que tiene
en la formulación del problema, nos pareció estratégico considerarla como un elemento en sí
de la estructura metodológica de un problema de investigación. A continuación, se describe
este elemento.
4.2. Lo que se sabe del objeto de estudio
El segundo elemento de la estructura metodológica es información que se refiere, de
manera focalizada, a lo que se sabe en términos teóricos y/o empíricos del objeto de estudio.
Lo anterior, permite evaluar el estado de desarrollo de la línea de investigación, es decir, el
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grado en el cual el objeto se ha observado, descrito, explicado, predicho y controlado Se
debe identificar estudios que hayan propuesto teorizar y/o controlar el objeto y luego evaluar
su calidad teórica y metodológica.
La información que se presente debe permitir formarse una imagen precisa del
aspecto del objeto que aborda el proyecto. Por lo tanto, se debe evitar una exposición
exhaustiva de toda la información disponible, pues se corre el riesgo de perder el foco de la
investigación. Además, el problema de investigación de un estudio, se puede formular, de
manera metodológicamente correcta, en un espacio reducido de no más de dos páginas
(Kazdin, 1995). El resto de este tipo de información se presenta y utiliza en el marco
teóricopara sustentar las hipótesis del proyecto, si es que éste las formula.
4.1.3. Lo que no se sabe del hecho social
Luego de describir lo que se sabe del objeto, es más fácil plantear lo que no se sabe
de él, es decir, señalar las limitaciones de la línea de investigación. Saber qué acciones
(descritas en los objetivos de la ciencia) se han aplicado al objeto, indica necesariamente
cuáles no y, por lo tanto, señala aquellas que debiesen aplicarse para superar las limitaciones
de la línea de investigación. Lo anterior, constituye el primer acto de creación de
conocimiento atribuible al proyecto, pues señala lo que necesitamos saber o hacer. Por lo
mismo, la descripción y elaboración teórica de las limitaciones de una línea de investigación
y el modo que se proponga para superarlas, es la información que se analiza para evaluar la
relevancia teórica de un problema de investigación (Kazdin, 1995).
Los autores señalan las limitaciones, explícitamente, en la sección denominada
discusión de los estudios empíricos y en las orientaciones para futuros estudios de las
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investigaciones que realizan revisiones de estudios. Otra forma de identificar limitaciones de
una línea de investigación, consiste en mirar en detalle cómo se han hecho los estudios
previos. Las limitaciones se pueden referir a la calidad y cantidad de los resultados que ha
generado (falta de estudios; resultados contradictorios); a los aspectos teóricos del objeto de
estudio (e. g., existencia de definiciones imprecisas a la luz de cierta evidencia empírica);
respecto de las poblaciones en las que se ha estudiado el objeto (e. g., conocer el efecto de
los duelos en las mujeres pero no en los hombres); respecto de las muestras empleadas en los
estudios (e. g., muestras muy pequeñas que reducen la sensibilidad del diseño de
investigación; muestreos no representativos en casos de estudios descriptivos); etc.
4.1.4. Objetivos del estudio
Luego de identificar las acciones (descritas en los objetivos de la ciencia) que no se
han aplicado al objeto, lo que corresponde es proponer realizarlas. El trabajo consiste en
señalar, de manera clara y precisa, por qué el estudio propuesto es necesario y cómo abordará
las preguntas y vacíos de conocimiento que existen en la línea de investigación, de manera
que se muestre la transición entre los estudios que existen y el que se propone realizar
(Kazdin, 1995). Por ejemplo, si el objeto no se ha explicado (en el sentido que existen críticas
a la teoría existente), entonces el objetivo del proyecto debe ser explicarlo(generando un
modelo teórico), porque esta acción permitirá desarrollar la línea de investigación, a partir
del estado en que el proyecto la encontró.
En síntesis, la propuesta del estudio consiste en señalar la acción que ejecutará el
proyecto (u objetivo de la ciencia que se propone), para acercarse al estado final que es que
el objeto esté observado, descrito, explicado, predicho y controlado.
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5. Esquema de trabajo para formular las estructura metodológica
De la argumentación propuesta en el presente estudio, se deriva un esquema de trabajo
que los equipos pueden utilizar en la construcción de sus problemas de investigación. El
trabajo se inicia eligiendo el objeto de estudio del proyecto. Lo anterior puede ser por libre
elección del equipo de investigación, usando fuentes como las descritas en la literatura (e. g.,
Hernández et al., 2014; León & Montero, 1997) o asumiendo que otra persona (e. g., el
profesor guía de la tesis) o entidad (universidad; empresa; comunidad) lo designe (Sierra
Bravo, 1997). Luego, el equipo de investigación debe revisar las bases de datos y presentar
la información recopilada guiándose por la estructura metodológica del problema de
investigación.
6. Algunos errores en la formulación de un problema de investigación
La falta de consenso teórico entre metodólogos e investigadores respecto de la
naturaleza de los objetos de estudio de las ciencias sociales, de los objetivos de la ciencia y,
por lo mismo, del concepto problema de investigación, dificulta la posibilidad que la
investigación latinoamericana se publique en revistas de alto impacto. Es nuestra impresión
que lo anterior se debe más a las estrategias didácticas que utilizamos para enseñar qué es un
problema de investigación, que a la capacidad de investigar de los estudiantes. En términos
más amplios, creemos que se explica por el lenguaje y la estructura del discurso que
empleamos cuando enseñamos, dado que distintos discursos crean distintas realidades
(Anderson, 1999).
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Considerando lo anterior, es pertinente advertir algunos errores que podemos cometer
(y fácilmente evitar) cuando formulamos un problema de investigación:
6.1. Un error es pensar que la revisión de la literatura se realiza luego de formular el
problema de investigación (como lo señalan Hernández et al., 2014, en la página 5)o que es
una opción para formularlo (a partir de lo enunciado por León y Montero, 1997, en la página
15 y en Hernández et al., 2014, en la página 25). La literatura siempre se debe revisar para
identificar lo que se sabe y no se sabe del objeto de estudio (e. g., Bunge, 2013; 2003; Kazdin,
1995), pues permite identificar el objetivo de la ciencia que es necesario abordar en un
proyecto, para así ampliar una línea de investigación.
6.2. Creer que todo problema de investigación es un problema social (como se deriva
de los ejemplos que Hernández et al., 2014, presentan en las páginas 28 y 36). Un problema
de investigación es una necesidad que presenta una línea de investigación (necesitar
observar, describir, explicar, predecir o transformar su objeto de estudio). En cambio, un
problema social es uno de los dos tipos de objeto de estudio de las ciencias sociales.
Si se iguala problema de investigación con problema social, se puede creer que un
estudio se justifica porque investiga un problema social, de manera que se da gran espacio a
la descripción de los efectos negativos que genera dicho problema para las personas (e. g.,
presentar cifras del aumento de la violencia de género). En este caso, se confunde la elección
del objeto de estudio, con la tarea de demostrar qué se necesita investigar de tal objeto. Los
problemas sociales se investigan porque no hay teoría y/o porque no se han transformado, no
porque sean problemas sociales.
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6.3. Otro error es omitir de los objetivos de la ciencia la acción controlar el objeto
(como lo hacen Kerlinger & Lee, 2002).Algunos objetos de estudio de las ciencias sociales
son problemas sociales. La resolución de estos problemas se debe abordar diseñando
intervenciones derivadas de la teoría que de ellos exista. Si se omite el objetivo controlar,
entonces las intervenciones que realizan los científicos sociales no tendrían sustento teórico
ni validez científica. Este error puede explicar por qué Kerlinger y Lee (2002) establecen una
distinción radical entre ciencia y tecnología.
6.4. La mayoría de los autores plantea que el problema de investigación debe
formularse como una pregunta(e. g, Bunge, 2004; Hernández et al., 2014). Si bien un
problema de investigación se puede formular de esta forma, elaborar bien una pregunta en
términos lingüísticos no asegura que se esté identificando una necesidad de investigación.
Por ejemplo, la pregunta ¿existe relación entre la autoestima de las personas y su rendimiento
académico?, posee una adecuada forma lingüística, aunque no es un problema de
investigación, debido a que esta relación está bien documentada en la literatura científica.
Por lo tanto, no es un elemento esencial de un problema de investigación el ser una pregunta,
sino que el constituir una necesidad de información que presenta una línea de investigación.
De hecho, la gran mayoría de los artículos publicados en revistas de alto impacto no formulan
sus problemas empleando una pregunta, sino que demostrando lo que hace falta investigar
acerca de un objeto de estudio (e. g., Cumsille, Darling, Flaherty& Martínez, 2009).
6.5. La característica esencial de la estructura metodológica de un problema de
investigación, es la relación entre lo que se sabe (o ha hecho) y lo que no se sabe (o ha hecho)
con el objeto de estudio, no “delimitar” cuál es el objeto que investigará el proyecto como
señalan Hernández et al. (2014, p.36). De lo anterior, se sigue que la relevancia teórica del
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problema de investigación de un estudio, se elabora con información teórica y/o empírica
que demuestre que el objeto no se ha teorizado ni controlado de manera satisfactoria, mientras
que su relevancia teórica se demuestra argumentando que los resultados del estudio
contribuirán a teorizar el objeto y, por lo mismo, a diseñar intervenciones que lo puedan
controlar.
7. Conclusiones
7.1. Dado que el método científico es el modo de alcanzar los objetivos de la ciencia(e.
g., Bunge, 2003; 2014), entonces la relación entre ambos elementos es similar a la que existe
entre la visión y la misión de una organización (David, 2003). En el caso de la ciencia, la
visión señala el estado ideal que pretende (que el objeto esté teorizado o transformado),
mientras que la misión indica las acciones que se necesita ejecutar para alcanzar dicho estado
(teorizar o transformar el objeto).
La diversidad de interpretaciones respecto del término problema de investigación,
puede llevar a que algunos proyectos no realicen las acciones que componen la misión de la
ciencia y que, por esto, no contribuyan a alcanzar su visión. Lo anterior ocurriría, por
ejemplo, cuando un proyecto omite la revisión de la literatura y propone investigar lo que ya
se sabe del objeto de estudio. De lo anterior, se deriva la relevancia de que exista consenso
entre metodólogos e investigadores, respecto de la naturaleza de los objetos de estudio de las
ciencias sociales, de los objetivos de la ciencia y, por lo mismo, del concepto problema de
investigación.
7.2. La distinción entre hecho social y problema social permite referirse al desacuerdo
entre los autores respecto de cuáles la lista completa de objetivos de la ciencia y respecto del
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rol de los juicios morales en la investigación científica. Algunos autores consideran que un
proyecto no puede plantear como objetivo controlar la realidad que investiga, debido a que
la ciencia posee un carácter amoral (e. g., Kerlinger & Lee, 2002), mientras que para otros
(e. g., Bunge, 2004) es inevitable que quienes diseñan un proyecto expresen sus preferencias
valóricas. De hecho, Sierra Bravo (2007) cita al Papa Juan Pablo II para señalar que el fin
último de la actividad científica debiera ser la sabiduría y no sólo la acumulación de
conocimiento.
Cuando un equipo de investigación define que su objeto de estudio es un problema
social, necesariamente asume una posición moral, debido a que plantea que su objeto de
estudio es una realidad social que se debe controlar. De hecho, no intervenir puede
considerarse como un delito (e. g., cuando no se denuncia el maltrato infantil).
Por otro parte, la inevitable involucración de criterios morales en la ciencia se constata
en el hecho que un mismo objeto de estudio puede ser definido de manera distinta por
diferentes comunidades. Por ejemplo, un grupo puede considerar que el consumo de
sustancias psicoactivas es sólo un hecho social, mientras que para otro grupo es un problema
social.
Esta inevitable elección moral, sin embargo, es independiente del hecho que los
objetivos de la ciencia se alcanzan empleando el método científico (e. g., la bomba atómica
se diseñó empleando este método). Lo que no corresponde es pensar que un problema social
se interviene sin teoría, sin hacer ciencia. Tanto el mundo académico como el mundo
profesional deben utilizar el método científico para teorizar y/o controlar la realidad. Por lo
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mismo, es probable que las intervenciones que no han logrado controlar problemas sociales,
se hayan diseñado sin conocer y/o utilizar lo que se sabe de tales problemas.
7.3. Otro error es plantear que existe una diferencia radical entre ciencia y tecnología
(Kerlinger & Lee, 2002), o que la ciencia básica (que teoriza el objeto) no tiene aplicación
inmediata, mientras que la ciencia aplicada sí la posee (Bunge, 2004; Salkind, 1997). Lo
anterior es un error debido a que implica confundir la elección del tipo de objeto de estudio
con la elección de los objetivos de la ciencia que es pertinente aplicar a tal objeto. Tanto los
problemas sociales como los hechos sociales requieren ciencia básica para ser teorizados y
ciencia aplicada para controlarlos. Por lo tanto, la distinción entre los tipos de ciencia se
fundamente en el tipo de objeto investigado, no en si sus resultados son útiles o no para
controlar un objeto.
Un proyecto destinado a teorizar y uno orientado a controlar la realidad poseen en
común ser actividades guiadas por criterios teóricos, de manera que ambas son actividades
científicas. Por lo tanto, la diferencia entre la actividad académica y la profesional radica en
los objetivos que, generalmente, cada una se propone alcanzar con su objeto, no en el método
que emplean para alcanzarlos. Este modo de analizar cómo se construye un proyecto de
investigación, muestra que la oposición entre el mundo académico y el mundo
laboral/profesional es teóricamente falsa.
8. Orientaciones para futuros estudios
Dado que lo esencial de un problema de investigación es demostrar lo que no se sabe
o no se ha hecho con el objeto de estudio, entonces esta característica es un criterio de
evaluación de la calidad de un proyecto y de un artículo publicado en una revista científica.
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Futuros estudios podrían aplicarlo para describir la calidad de estudios publicados en revistas
científicas.
Este criterio puede ser usado de manera transversal y de manera longitudinal. De
manera transversal implica evaluar, en un momento fijo del tiempo, si un proyecto demuestra
lo que se necesita saber o hacer con el objeto de estudio. Por otro lado, el criterio utilizado
de manera longitudinal refiere al hecho que el autor del estudio es el primero que evalúa si
va a producir o no nueva información. Luego, el comité editorial de la revista hace lo mismo
y, finalmente, una comunidad científica más amplia aplica el criterio al estudio. Esta última
fase es la que más tiempo demora, debido a que requiere que el estudio haya sido leído y
discutido por diferentes personas. En este sentido, un estudio puede identificar un vacío de
conocimiento, comprometerse a producir la información que falta, y, finalmente, no lograr
producir tal información según los criterios de una comunidad científica. De esta manera, el
criterio que proponemos es estrictamente metodológico, focalizado en la sección
denominado problema de investigación y que, sin embargo, no es incompatible con el juicio
que, a largo plazo, emita una comunidad científica acerca del estudio.
Este criterio es pertinente porque permite que un estudio pase por el proceso de
evaluación del aporte que se propuso hacer. Todo lo anterior no ocurrirá con los estudios que
no identifiquen lo que se necesita saber o hacer con el objeto, pues quedan aislados y
descontextualizados de la comunidad científica (Bunge, 2004).
Finalmente, dado que el método de la ciencia es estándar, en el sentido que lo aplican
todas las disciplinas científicas independientemente de su particular objeto de estudio, el
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criterio de evaluación que proponemos posee validez y es pertinente su uso más allá de los
límites de las ciencias sociales.
9. Referencias
Anderson, H. (1999). Conversación, lenguaje y posibilidades. Un enfoque posmoderno de
la terapia. Buenos Aires: Amorrortú Editores.
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Laetoli.
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the Patterning of Adolescents’ Perceptions of the Legitimacy of Parental Authority: A Latent
Transition Model. ChildDevelopment,80 (2), 418–432.
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en ciencias sociales. (4ªed.). México: McGraw-Hill.
León, O. & Montero, I. (1997). Diseño de investigaciones. Introducción a la lógica de la
investigación en psicología y educación. (2ª ed.). México: McGraw-Hill.
Maturana, H., Varela, F. &Behncke, R. (1984). El árbol del conocimiento: las bases
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Salkind,
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(1997).
Métodos
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Sierra Bravo, R. (2007). Tesis doctorales y trabajos de investigación científica. (5ªed.).
Madrid: Thomson.
Sierra Bravo, R. (1997). Técnicas de investigación social. Teoría y ejercicios. Madrid:
Thomson editores.
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