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El vanguardismo latinoamericano fue un movimiento artístico y literario que se desarrolló a finales del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX como respuesta a los grandes cambios políticos y sociales que sucedieron en el

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El vanguardismo latinoamericano fue un movimiento artístico y literario que se desarrolló a finales
del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX como respuesta a los grandes cambios políticos y
sociales que sucedieron en el continente americano producto de la I Guerra Mundial (1914-1918),
la guerra civil española (1936-1939) y la II Guerra Mundial (1939-1945).
Se basa principalmente en el rompimiento de los esquemas y normas tradicionales que se venían
aceptando en el arte y la literatura moderna. Esto implicó que se generaran nuevas corrientes
literarias y nuevas formas de escribir poesía que fueron revolucionarias para la época.
vanguardismo-latinoamericano
Vicente Huidobro es uno de los principales representantes del vanguardismo latinoamericano.
Fuente: See page for author [Public domain]
Fue un movimiento con el que los artistas hicieron frente a la constante amenaza que percibían
hacia su gremio por parte del capitalismo. Un nuevo modelo social y económico que incentivaba la
comercialización del arte.
Índice [Mostrar]
Contexto histórico
El vanguardismo tuvo sus inicios a finales del siglo XIX con el fin de la Primera Guerra Mundial. A
partir de entonces el movimiento experimentó un importante auge, sus exponentes fueron muy
exitosos hasta mediados del siglo XX, cuando se generó la Segunda Guerra Mundial y surgió el
posmodernismo.
Su nacimiento se asocia con la ferviente oposición de la sociedad de artistas europeos hacia el
sistema burgués imperante en la Europa del siglo XIX.
Su aparición en Latinoamérica surgió como producto de los grandes cambios políticos y sociales
derivados de la Primera Guerra Mundial y la guerra civil española. Sus primeros autores tomaron
los postulados y características de aquellas formas de expresión europea y las adaptaron a la
realidad latinoamericana.
Durante la guerra civil española ocurrieron muchas manifestaciones del gremio de artistas en
oposición a la dictadura de Francisco Franco y a la disputa que se estaba llevando a cabo en el
territorio español; en este contexto se generaron escritos y textos que apoyaban a la República.
El vanguardismo en el continente americano surgió como una respuesta al ascenso de las clases
que se oponían al sistema capitalista en crecimiento, que se mezclaron con las ideas de protesta
de las clases trabajadoras.
Características
El vanguardismo en Latinoamérica buscaba generar una identidad nueva en la forma de expresar
el arte, producto de la incertidumbre y crisis económica que dejaba la posguerra. Pretendía
manifestar los procesos psicológicos y las inquietudes que experimentaban los artistas de la época
en cuanto a su lugar dentro de la sociedad.
Busca romper con la estética de la narrativa tradicional, modificando la linealidad y el carácter
lógico y haciendo uso de recursos como el contrapunto, el trasloque o flashback, la narración
múltiple y el humor negro.
En la poesía destacaron el uso de versos libres, los caligramas y el collage, siendo percibidas estas
obras como creaciones experimentales.
Así mismo, el vanguardismo latinoamericano adoptó y combinó los ismos propuestos por la
vanguardia europea, dentro de los cuales encontramos principalmente el creacionismo, el
ultraísmo, el simplismo, el estridentismo y el nadaísmo. A continuación explicaremos las
características principales de dichos movimientos:
Creacionismo
Fue propuesto por el chileno Vicente Huidobro durante su estancia en España en 1918. Como su
nombre lo indica, deja de lado la concepción descriptiva de la literatura y se centra en la creación
libre del artista que innova y expresa ideas, conceptos y elementos nuevos.
En el creacionismo se le da al poeta la posibilidad de alterar inclusive los usos de los signos de
puntuación, dado que se le permite hacer caso omiso de estos.
Ultraísmo
Fue propuesto por el argentino Jorge Luis Borges en 1919. En el ultraísmo, el artista hace uso de la
metáfora, por lo general incoherente, como elemento principal para expresar sus ideas e
inquietudes. Deja de lado la rima tradicional y presenta un lenguaje más crudo y simplificado a
través del que omite los adornos y calificativos innecesarios.
Introduce el uso de las palabras esdrújulas dentro de la narrativa, así como también los
neologismos y los tecnicismos. Presenta una fuerte influencia de las características del cubismo, el
dadaísmo y el futurismo europeo, así como también del mismo creacionismo de Huidobro.
Simplismo
Tuvo sus inicios en Perú en 1925 de la mano del poeta Alberto Hidalgo. El simplismo busca
representar las ideas del autor de las formas más sencillas y claras posibles, prescindiendo de todo
aquello que represente una barrera para la comprensión de la poesía.
Al igual que el ultraísmo, hace uso del recurso de la metáfora como elemento para darle forma e
imagen a las ideas del artista; sin embargo, en este caso se utiliza con un sentido claro y
coherente. Por lo general abarca temas relacionados con el amor propio y el patriotismo.
Estridentismo
Fue creado por el mexicano Manuel Maples Arce en 1921. El estridentismo se muestra como una
forma de expresión rebelde y de rechazo a las costumbres del pasado, con la intención de dar paso
a lo novedoso y moderno.
Los estridentistas utilizan el humor negro y la irreverencia para dar connotación negativa a las
costumbres y normas tradicionales del pasado. Se plantea una nueva sociedad, denominada como
Estridentópolis, creada a partir de los desarrollos tecnológicos y una nueva concepción política y
social.
Nadaísmo
Nació en 1958 de la mano del colombiano Gonzalo Arango. Se caracteriza por su marcado
componente existencialista y por la crítica al sistema social, político y religioso colombiano de la
época.
Sus mayores críticas eran de carácter anárquico en contra de las instituciones, lo que reflejaba el
descontento que sentían los artistas por la alienación derivada de las prácticas políticas y
religiosas.
Se valían del uso de elementos irracionales, de la negación, del inconformismo y del continuo
cuestionamiento de la sociedad. El uso de la prosa sin seguir las normas establecidas también era
utilizado como forma de desligarse de lo normativo.
Temas frecuentes
Los artistas de vanguardia adoptaron temas que por lo general partían del existencialismo, lo que
mostraba el especial interés que tenían por lo prohibido y por las situaciones fatídicas.
Las obras buscaban expresar el rechazo sobre las problemáticas sociales que ocurrían producto de
los cambios en su entorno. Entre los principales temas que desarrollaban destacan los siguientes:
– Desigualdades económicas.
– Intervencionismo político.
– La pobreza.
– La exclusión social.
Autores y obras
Vicente Huidobro (creacionismo)
Nació el 10 de enero de 1893 en Santiago de Chile y murió en 1948 en Cartagena, Chile. Destaca su
obra El espejo de agua (1916) por ser aquella en la que empezó a mostrar algunos rasgos de
creacionismo. Su estilo se pone también de manifiesto en obras como Mío Cid Campeador: Hazaña
(1929), Altazor (1931) y Temblor de cielo (1931).
Jorge Luis Borges (ultraísmo)
Nació el 24 de agosto de 1919 en Buenos Aires, Argentina, y murió en Ginebra, Suiza, en 1986. Es
considerado el padre del ultraísmo en Latinoamérica y fue el primero en firmar un manifiesto
ultraísta.
Es conocido por sus obras Fervor de Buenos Aires (1923) e Historia universal de la infamia (1935).
En 1979 ganó el premio Miguel de Cervantes.
Alberto Hidalgo (simplismo)
Nació en Arequipa (Perú) en 1897 y murió en Buenos Aires (Argentina) en 1967. Fue proclamado
por el gremio como un poeta adelantado a su época, considerado el creador y uno de los mayores
exponentes del simplismo en América Latina. Su principal obra fue Simplismo: poemas inventados
(1925).
Manuel Maples Arce (estridentismo)
Nació el 1 de mayo de 1900 en Veracruz, México, y murió en 1981 en Ciudad de México. Fue el
precursor del estilo estridentista.
En 1921 publicó el primer manifiesto estridentista titulado Comprimido estridentista y un año
después sacó a la luz Andamios interiores. Poemas radiográficos.
Gonzalo Arango (nadaísmo)
Nació el 18 de enero de 1931 en Andes, Colombia, y murió en 1976 en Gachancipa, también en
Colombia. Escribió el primer manifiesto nadaista en 1958.
Sus principales obras en la poesía fueron Fuego en el altar (1974), Adangelios (1985) y Providencia
(1972).
Cesar Vallejo
Nació el 16 de marzo de 1892 en Santiago de Chuco, Perú, y murió en 1938 en París, Francia. Es
considerado uno de los mayores exponentes del vanguardismo latinoamericano dado que logró
escribir obras innovadoras que se adaptaban a las distintas corrientes.
En 1918 publicó su poemario Los heraldos negros, obra que si bien presenta una estructura
modernista, da inicio hacia la búsqueda de una forma distinta de dar expresión a sus ideas. En
1922 publicó el poemario Trilce, que coincide con el auge del vanguardismo y denota su lenguaje
poético muy personal.
Pablo Neruda
Nació el 12 de julio de 1904 en Parral, Chile, y murió en 1973 en Santiago de Chile. Fue un notable
escritor y activista político que compartió su pasión por la literatura con la reivindicación de los
derechos sociales.
Su período de actividad se concentra en el período vanguardista. Una de sus obras más
importantes es la titulada Veinte poemas de amor y una canción desesperada, publicada en 1924.
En 1971, la Academia Sueca le otorgó el Premio Nobel de la Literatura “por una poesía que con la
acción de una fuerza elemental hace realidad el destino y los sueños de un continente”. Además,
recibió el doctorado Honoris Causa en Filosofía y Letras por la
https://www.youtube.com/watch?v=W9l8njEe8QE
boom latinoamericano
Precursores de la novela contemporánea
Antonio Arráiz
Enrique Bernardo Núñez y Guillermo Meneses proponen otras maneras de abordar la novela al
elaborarlas desde perspectivas novedosas en las que la realidad se ve asediada por la interioridad
de los personajes y por elementos imaginativos y fantásticos. Aunque diferentes entre sí, la obra
de estos autores constituye un precedente importante en la evolución de la novela
contemporánea. Otra manera de abordar la realidad, en la que se observa una mayor riqueza
imaginativa, se hace patente en las novelas de Bernardo Núñez, quien a pesar de centrar su
atención en lo histórico, problematiza las nociones de verdad y ficción al hacer «historias
noveladas». Su primera novela Sol interior (1918) aborda esta temática, pero es en Cubagua
(1932), considerada su obra capital, en la que logra superar a todas sus novelas anteriores.
Enrique Bernardo Núñez y Guillermo Meneses han sido considerados como unos de los
precedente fundamentales de la novela venezolana contemporánea. En la obra de Guillermo
Meneses se tejen temáticas complejas con estructuras discursivas finamente elaboradas. Siendo la
cúspide de su producción novelesca El falso cuaderno de Narciso Espejo (1952), novela profunda
de grandes ambiciones, en la que se observa el cruce de simbologías y la representación de las
zonas interiores de los personajes.
La misa de Arlequín (1962), la última novela de Meneses ha sido considerada como una
continuación de la temática y los logros discursivos alcanzados por su novela anterior. Otros
autores a tener en cuenta serían Antonia Palacios, Pedro Berroeta, Mario Briceño Iragorry, con su
única novela Los Ribera (1957), Gloria Stolk, Antonio Arraíz, Lucila Palacios o Ramón Díaz Sánchez,
este último con Mene (1936), novela referida a la explotación petrolera en Venezuela, tema que
sería tratado por primera vez en la novelística venezolana por Miguel Toro Ramírez con Señor
Rasvel (1934).
De la violencia a la interioridad
Salvador Garmendia
A partir de 1958 hasta ahora muchos cambios históricos, culturales y sociales se han sucedido
afectando de manera significativa la producción literaria en Venezuela. Dos temáticas
fundamentales prevalecen en este período permitiendo la aparición de nuevos tipos de novelas:
novela de la violencia y la novela de la interioridad. En este año es derrocada la dictadura de
Marcos Pérez Jiménez, y se instaura un régimen democrático, que va a estar asediado por grupos
de oposición con claras vinculaciones marxistas e influenciados por la revolución cubana liderizada
por Fidel Castro.
Adriano González León en los años 50
Se trata de grupos armados de oposición al régimen político prevaleciente, la llamada «guerrilla»,
la cual va a ser fuente de anécdotas para los escritores de entonces, muchos de los cuales
militaron dentro de sus filas. De manera que la literatura de esta época está caracterizada por un
fuerte compromiso político. Como novelas de la violencia ha sido estudiada la producción de José
Vicente Abreu, Se llamaba SN (1964) es un caso paradigmático.
Carlos Noguera, autor de la novela Historias de la calle Lincoln (1971)
A finales de los sesenta y principio de los setenta la novela de la guerrilla define sus postulados a
través de obras fundamentales como Historias de la calle Lincoln (1971) de Carlos Noguera y País
Portátil (Premio Biblioteca Breve 1968) de Adriano González León, quien abordó las
preocupaciones sociales y políticas que vivía Venezuela en esa época, pero supo rebasar el
esquema testimonial para dar una dimensión más profunda y literaria al tema de la guerrilla
urbana. También destacan en este período la llamada «novela de la interioridad», cuyo precursor
sería Salvador Garmendia con su novela Los pequeños seres (1959) en la que prevalece la
introspección de los personajes.
El humor, aunque no muy abundante en la creación literaria de este momento, encuentra su
máximo exponente en Renato Rodríguez, con Al sur del Ecuanil (1963). La novela que experimenta
con nuevas estructuras narrativas y lenguaje lúdico se hace presente a través de la obra de José
Balza, Oswaldo Trejo y Luis Britto García. Un tema poco usual como lo es el de los avatares de la
juventud atraviesa las páginas de Piedra de mar (1968) de Francisco Massiani.
Novela contemporánea
José Balza, narrador y ensayista. Premio Nacional de Literatura 1991
Alberto Barrera Tyszka resultó ganador del Premio Herralde de Novela 2006 por su obra La
enfermedad
Al lirismo y la disolución, tanto argumental como estructural, que prevaleció en los años setenta,
siguió a mediados de los ochenta una vuelta a la anécdota. Esta fue potenciada por la obra de
Francisco Herrera Luque y posteriormente, por la de Denzil Romero. El panorama literario parecía
escindirse entre los autores cuyo proyecto estético se centraba en una recuperación del hilo
anecdótico de lo narrado, y otros a quienes les preocupaba más la experimentación con el
lenguaje y las maneras de abordar la historia.
En los años noventa esta escisión queda de lado. Muchos autores consiguieron mezclar estas dos
tendencias opuestas en sus obras logrando así una recreación poética de la realidad sin caer en los
extremos de la incomprensión y una recuperación de la anécdota sin descuidar lo estético y lo
literario. Estos escritores reconocen una línea directa de influencias de Salvador Garmendia,
Adriano González León, Alfredo Armas Alfonzo y las propuestas del grupo EN HAA.
A partir de entonces han prevalecido como ejes temáticos lo rural: En virtud de los favores
recibidos (1987) de Orlando Chirinos; las sagas familiares: El exilio del tiempo (1991), de Ana
Teresa Torres; las memorias y la narrativa de los cambios petroleros, en Milagros Mata Gil; la
mirada sobre el mundo de la violencia y la marginalidad: Calletania (1992), de Israel Centeno y
Caracas Cruzada (2006), de Vicente Ulive-Schnell; la revisión de la guerrilla desde una mirada
contemporánea: Juana la roja y Octavio el sabrio (1991), de Ricardo Azuaje; el conjunto de
historias que atraviesa un mismo personaje en La Danza del Jaguar (1991), de Ednodio Quintero;
las relaciones con la música popular: Si yo fuera Pedro Infante (1989) de Eduardo Liendo; las
nuevas novelas históricas: La tragedia del generalísimo (1983), de Denzil Romero; la mirada sobre
el amor y la diáspora, El libro de Esther (1999) , de Juan Carlos Méndez Guédez; la exploración del
viaje hacia un norte simbólico, El niño malo cuenta hasta cien y se retira (2004), de Juan Carlos
Chirinos; la revisión de la memoria del país: Falke (2005), de Federico Vegas; Qué bien suena este
llanto de Margarita Belandria (premio honorífico en el I Concurso de Narrativa Antonio Márquez
Salas, convocado por la Asociación de Escritores de Mérida, 2004); la exploración en el miedo
contemporáneo al dolor, La enfermedad (Premio Herralde de Novela 2006), de Alberto Barrera
Tyszka; la indagación paulatina en el fragor urbano contemporáneo, Latidos de Caracas (2007) , de
Gisela Kozak; la reconstrucción de la infancia, El abrazo del Tamarindo (2008), de Milagros
Socorro; la historia contemporánea con conexión a la actualidad, El pasajero de Truman (2008), de
Francisco Suniaga; la búsqueda del padre en el subsuelo caraqueño, Bajo Tierra (2008), de Gustavo
Valle; y el exilio autoimpuesto, Blue label/Etiqueta Azul (2010), de Eduardo Sánchez Rugeles, entre
otros.
Gustavo Valle, ganó la III Bienal Adriano González León (2008) y el Premio de la Crítica (2009) con
Bajo tierra
Muchos de estos escritores han evolucionado, tanto en la temática como en la expresión
narrativa. Tal es el caso de Ana Teresa Torres, que ha explorado la novela erótica y la novela
policial, género que, aun cuando no es el más visitado en la narrativa venezolana (el tópico de la
violencia política ha prevalecido por encima de los tópicos del género negro), tiene en su haber
títulos relevantes como Los platos del diablo, de Eduardo Liendo, Seguro está el infierno y No
disparen contra la sirena, de José Manuel Peláez y Tomás Onaindía, Cuatro crímenes cuatro
poderes (que también se inscribe en la literatura negra y de violencia política), de Fermín Mármol
León, Colt Comando 5.56, de Marcos Tarre, El discreto enemigo, de Rubi Guerra e, incluso, novelas
policiales en clave de comedia como El caso de la araña de las cinco patas, de Otrova Gomas,
seudónimo del humorista y escritor Jaime Ballesta.
Hay que señalar, además, que la narrativa breve ha incursionado en el género también con
resultados destacables. Milagros Mata Gil consigue en la autobiografía ficcionada y la novela
histórica el tono necesario para María de Majdala: otra versión del anathema, en la cual mezcla
profundos conocimientos teológicos y un lenguaje lírico, con la intención de rescatar la vida
femenina en el siglo I de nuestra era.
Eduardo Liendo durante la presentación de su libro En torno al oficio de escritor. Librería El
Buscón, Caracas
El cuento
El modernismo y la generación del 28
Busto de Andrés Eloy Blanco, Parque del Retiro, Madrid, España
En los comienzos de la cuentística venezolana, las revistas como El Cojo Ilustrado juegan un papel
fundamental para la difusión de las obras de los escritores dedicados a este género. El
modernismo y el realismo dominan el panorama literario del país. Las mismas corrientes literarias
que marcaron las pautas literarias de la novela influyen en las narraciones cortas. Muchos autores
se dedican a ambos géneros, tal es el caso de Manuel Díaz Rodríguez, quien escribió cuentos
modernistas; Luis Manuel Urbaneja Achelpohl, quien creó cuentos de corte costumbrista y fundó
la corriente denominada «Criollismo».
Cuentos grotescos de José Rafael Pocaterra es una obra capital para comprender la evolución de la
narración corta venezolana de esta época. Con la llamada Generación del 18 el realismo se ve
robustecido con el contenido social de las nuevas tendencias, sin desdeñar el criollismo. Aunque la
Generación del 18 fue una generación fundamentalmente de poetas, tuvo proyección en el campo
de la cuentística. Estuvo influenciada por movimientos europeos, en especial por el cuento ruso.
Fuera de grupos literarios y de movimientos definidos, Julio Garmendia escribió cuentos con un
particular estilo, que le ha consagrado como uno de los principales cuentistas venezolanos. Entre
su obra cabe destacar La Tienda de Muñecos y La Tuna de Oro. Obras que se anticipan a la
temática fantástica que tendrá lugar después.
El cuento vanguardista
En 1928 surge la generación de vanguardia caracterizada por su rebeldía y por un extremado gusto
por la metáfora y el lenguaje barroco. En el marco de los postulados de la vanguardia y a partir de
la década del cincuenta son significativos los nombres de Guillermo Meneses y Gustavo Díaz Solís.
El premio de cuentos del diario El Nacional se constituye en una institución legitimizante de la
labor de los jóvenes cuentistas. Uno de los cuentos más celebrados e influyentes dentro de la
narrativa venezolana a partir de su publicación hasta nuestros días es La mano junto al muro
(1952) de Meneses. Relato cuya trama está dominada por lo psicológico, la interioridad de los
personajes y la ambigüedad de una estructura anecdótica circular.
Meneses es uno de los escritores que más ha influenciado a las nuevas generaciones, junto con
Gustavo Díaz Solís, quien se dio a conocer al ganar el premio literario de la revista Fantoches, con
su cuento Llueve sobre el mar en 1943. Muy importante para generaciones posteriores es su
cuento Arco Secreto, en el que la anécdota está tejida por un discurso de resonancias
contemporáneas.
En los años sesenta y setenta las experimentaciones formales que atravesaron la novela también
influyeron en los cuentos. La experimentación lúdica exacerbada con el lenguaje es una de las
características fundamentales de la obra de Oswaldo Trejo. La experimentación formal y genérica
se hace presente en la obra de Alfredo Armas Alfonzo, especialmente en El Osario de Dios, libro
conformado por cuentos cortos de anécdotas que se conectan, apelando a un género intermedio
entre el cuento y la novela.
En realidad, casi toda la obra literaria de Armas Alfonzo conforma un corpus que algunos críticos
han planteado como una gran novela fragmentaria, como la realidad. Como William Faulkner,
escribió muy específicamente sobre una región geográfica, la Cuenca del Unare, a la que conformó
según sus recuerdos, nombrando la fauna y la flora con las palabras regionales. Milagros Mata Gil,
quien ha estudiado a fondo su obra, lo considera «un demiurgo» de la Cuenca del Unare, cuyo eje
es Clarines.
El cuento contemporáneo
Francisco Massiani
A partir de los años ochenta, la cuentística nacional retoma la anécdota, que se hallaba diluida en
medio de los juegos con el lenguaje y el extremado experimentalismo, para de esta manera
recuperar a los lectores comunes que en los años setenta se habían alejado del género. A finales
de los ochenta prevalecen los relatos que se centran en temáticas como la música popular, el cine
y la cultura de masas.
También se retoman los relatos de aventuras, el policial (de particular relevancia son los cuentos
La mujer de espaldas, de José Balza, y Boquerón, de Humberto Mata) y la ciencia-ficción. Algunas
veces se nota un descuido discursivo producto del afán de contar, pero en los años noventa, los
cuentistas, al igual que los novelistas, han logrado contar una historia interesante sin descuidar los
aspectos formales del texto, manteniendo así un alto nivel literario y estético.
Tal es el caso de las generaciones de cuentistas entre los que se destacan: Silda Cordoliani, Ricardo
Azuaje, Antonio López Ortega, Ángel Gustavo Infante, Juan Carlos Méndez Guédez, Rubi Guerra,
Israel Centeno, Juan Carlos Chirinos, Luis Felipe Castillo, Milagros Socorro, Slavko Zupcic, Roberto
Echeto, Rodrigo Blanco Calderón, Fedosy Santaella, Mario Morenza, Salvador Fleján, Enza García
Arreaza, y Jesús Miguel Soto.
El ensayo
«El llanero domador». Dibujo de Celestino Martínez, litografiado por Celestino y Jerónimo
Martínez aparecido en la portada del primer número de El Cojo Ilustrado
El ensayo en el Siglo XIX y principios del XX
Diversos autores coinciden en señalar que el origen del ensayo venezolano se remonta a finales
del siglo XIX. En este período los ensayistas se dedicaron a reflexionar en torno a la identidad
nacional. Sin embargo, este género tiene su precursor en Fermín Toro quien, con sus Reflexiones
sobre la Ley del 10 de abril de 1834, se adentra en el análisis de la realidad socio-económica de su
época. El objetivo principal de los inicios de este género en Venezuela fue el de elaborar las bases
ideológicas para fundar la nación recientemente independizada. En el modernismo esta temática
se amplía al incluir también lo estético y lo literario. En el primer número de la revista Cosmópolis,
el 1ro de mayo de 1894, aparecen los ensayos Sobre Literatura Nacional y Más sobre Literatura
Nacional de Luis Manuel Urbaneja Achelpohl, manifiesto donde señala los lineamientos del
Criollismo, estilo en el cual plasmaría imágenes de las formas de vida, problemas, tradiciones y
costumbres de la gente y el ambiente rural, en pequeños poemas en prosa denominados
“acuarelas”.
Vanguardia, modernidad y posmodernidad
El ensayo de vanguardia surge con la Generación del 18 y la del 28, especialmente con la
producción de Julio Planchart, Enrique Bernardo Núñez, Mario Briceño Iragorry y Mariano Picón
Salas, quienes abordaron en sus páginas los problemas sociohistóricos y culturales venezolanos.
Luis Manuel Urbaneja Achelpohl gana un concurso de ensayo y es premiado con la publicación por
la revista Elite de mil ejemplares de su escrito El Gaucho y el Llanero (1926). El ensayo compara la
idiosincrasia y medio político, social y económico de dos emblemáticos caracteres de considerable
protagonismo histórico hasta la época.
A partir de los años sesenta los ensayistas se ven influenciados por el pensamiento teórico
posmoderno. Tras el cuestionamiento de las grandes ideologías de la modernidad, los ensayistas
toman un tono más escéptico, emparentado con los planteamientos filosóficos mundiales de
finales del Siglo XX. Los ensayistas de la posmodernidad abordan temas tales como la
globalización, los medios de comunicación masiva, la identidad venezolana y latinoamericana, el
debate de las ideologías o la relatividad de la noción de verdad.
Luis Britto García, Víctor Bravo, Elisa Lerner, Guillermo Sucre, Rafael Castillo Zapata, Ludovico Silva,
Rafael Caldera, Teodoro Petkoff, Luis Castro Leiva, Carlos Rangel, Gustavo Guerrero, Juan Carlos
Chirinos o Alfredo Toro Hardy, entre otros, han producido ensayos de gran valor.
Poesía
Juan Vicente González
Poesía en el Siglo XIX
A principios del Siglo XIX Andrés Bello despunta como uno de los poetas más significativos del
momento con una obra que se inscribe primero dentro del neoclasicismo y luego dentro del
romanticismo. Estos movimientos literarios de origen europeo, al igual que el parnasianismo,
tuvieron gran repercusión en los primeros poetas venezolanos. Andrés Bello escribió sus famosas
silvas entre 1823 y 1826 en un estilo emparentado con el movimiento neoclásico que dictaba las
pautas en la literatura de esos días. Más tarde, mientras se encontraba en Londres, descubrió el
romanticismo, con el que nutrió sus siguientes poemas.
En ese período, el romanticismo era acogido por otros poetas venezolanos, como Fermín Toro,
Juan Vicente González y Cecilio Acosta. Sobresale dentro de este periodo la obra de Juan Antonio
Pérez Bonalde, quien se inició como polemista y humorista en revistas y periódicos a partir de
1865. Según algunos autores, Pérez Bonalde es el máximo representante del romanticismo en
Venezuela, para otros fue el precursor del modernismo.
Sus poemas Vuelta a la patria y Niágara están considerados como los más representativos de la
obra del autor y de la poesía nacional, en ellos se observan todas las búsquedas del romanticismo
aunado a elementos fuertemente biográficos. El parnasianismo reaccionó en contra de los excesos
del romanticismo. Proponía una literatura de inspiración clásica, economía de recursos estilísticos
y sobriedad de las formas. Se inscriben dentro de estos postulados las obras líricas de Manuel
Fombona Palacios, Jacinto Gutiérrez Coll, Andrés Mata, entre otros.
Entre el modernismo y la vanguardia en la poesía venezolana: La Generación del 18
Francisco Lazo Martí
Las revistas El Cojo Ilustrado y Cosmópolis funcionaron como órganos de difusión de la obra de
autores modernistas, quienes tomaron la escena literaria con la fuerza que le imprimía este
movimiento de raíces absolutamente latinoamericanas. Más tarde, aparece la Generación del 18
como fuerte reacción en contra de la estética modernista. El movimiento modernista se
caracterizaba por el uso de patrones rítmicos tradicionales y una temática en la que prevalecía el
cosmopolitismo cultural, esto es la presencia dentro de sus poemas de múltiples referentes a
realidades pertenecientes a otros ámbitos mundiales, así como elementos mitológicos. Dentro de
estos postulados es relevante la obra de poetas como Alfredo Arvelo Larriva, José Arreaza
Calatrava y Cruz Salmerón Acosta. Francisco Lazo Martí, Udón Pérez y Sergio Medina pertenecen al
nativismo, movimiento que se adhiere a los postulados del modernismo, pero que toma como
temática principal al paisaje y la realidad venezolanos. También está el caso del barinés Alberto
Arvelo Torrealba, quien toma el canto tradicional llanero como base para toda su obra poética.
Uno de sus poemas más conocidas es Florentino y el diablo, adaptación de una leyenda del
folklore, que con el paso del tiempo se ha convertido en referente de la cultura nacional y ha sido
llevada al cine, teatro y televisión.
José Antonio Ramos Sucre
Con la aparición de la llamada Generación del 18 se inicia una etapa de transición en el desarrollo
de la poesía venezolana entre el modernismo y el vanguardismo. Los poetas de esta generación se
caracterizan por reaccionar contra el modernismo retornando a las formas y temas del
romanticismo. Esta generación de transición es ecléctica y presenta influencias del simbolismo,
post-modernismo y parnasianismo con tendencias vanguardistas, como es el caso de Humberto
Tejera, Pio Tamayo y Héctor Cuenca. Uno de los representantes más conocido de la Generación
del 18 es Andrés Eloy Blanco, quien utiliza los aspectos formales característicos del modernismo,
combinándolos con temas nacionales y folklóricos. Considerado el poeta popular de Venezuela,
incursiona brevemente en la temática vanguardista, con su libro Baedeker 2000. José Antonio
Ramos Sucre es tratado como el primer poeta de la Generación del 18. Su obra no tiene
antecedentes dentro de la literatura nacional, pero si muchos seguidores, y está caracterizada por
el uso de la prosa poética, atravesada por imágenes y símbolos provenientes de las mitologías
griegas, orientales y celtas. Su producción lírica consta de tres libros: La torre de Timón (1925), El
cielo de esmalte (1929) y Las formas del fuego (1929). Fernando Paz Castillo, Enrique Planchart y
Luis Enrique Mármol son otros exponentes importantes de esta generación. La Generación del 18
se entrelaza con la Generación del 28, esta última vanguardista del todo. Hay quienes consideran
que son una y la misma generación si se toma en cuenta el interés que algunos poetas muestran
en sus obras por la política.12
Grupos literarios, revistas y poesía contemporánea
José Ramón Medina durante el III Congreso de Escritores Latinoamericanos, celebrado en
Venezuela (1970).
Hanni Ossott.
El poeta Vicente Gerbasi.
Rafael Cadenas.
La aparición de grupos literarios a partir de 1935 se constituye en un fenómeno relevante para
comprender la trayectoria de la lírica nacional. Es importante reconocer, sin embargo, que la
tradición de grupos literarios empieza en 1894 con la formación de Cosmópolis por los escritores
Luis Manuel Urbaneja Achelpohl, Pedro César Dominici y Pedro Emilio Coll. Rómulo Gallegos, por
su parte, fundó el grupo La Alborada en 1909 para promover una estética puramente
latinoamericana. Después de los años treinta, el primer grupo que pasó a formar parte de la
historia literaria venezolana fue el grupo Válvula, compuesto por autores como Arturo Uslar Pietri,
Antonio Arraiz y Miguel Otero Silva. Este grupo ocupa un lugar privilegiado por ser el primero en
oponerse directamente al gobierno.
Después de Válvula apareció el llamado Grupo Viernes, al que siguieron muchos otros. Pascual
Venegas Filardo fue el fundador del grupo Viernes. A esta agrupación, relacionada con la estética
surrealista, perteneció Vicente Gerbasi. Sus poemas enfrentan la temática de la niñez y la
búsqueda de la identidad. Su obra más representativa es el largo poema Mi padre el inmigrante
(1945). A raíz de la aparición de Viernes, proliferan las agrupaciones literarias en el país. Así, el
grupo Presente, el grupo Suma y la Generación del 42, surgen como reacción antiviernista y se
adhirieron a la temática hispanizante. Más tarde, en 1947 y 1948, aparece en la escena literaria el
grupo Contrapunto, cuyo fundador fue Héctor Mujica. Con un mensaje más político que estético,
el grupo Cantaclaro editó una revista que llevó el mismo nombre, y se opuso a la dictadura de
Marcos Pérez Jiménez. A partir de 1955 son relevantes las propuestas estéticas de grupos como
Sardio y Tabla Redonda. A este último grupo perteneció Rafael Cadenas, uno de los poetas más
importantes de las letras nacionales. En 1960, Cadenas publica Cuadernos del destierro, libro
compuesto por poemas cuya temática fundamental es la búsqueda de la identidad y del sentido
de la existencia. En 1963 este autor publica su poema Derrota.
Los años sesentas estuvieron signados por el estallido de la Revolución Cubana y la llegada de la
democracia a Venezuela con Rómulo Betancourt. Fueron años muy convulsos y El Techo de la
Ballena encarnó la necesidad de una nueva estética para la nueva realidad que se estaba viviendo,
Carlos Contramaestre, Caupolicán Ovalles y Adriano González León, junto con muchos otros que
venían de Sardio también, fueron miembros de esta agrupación. Sol cuello cortado estuvo dirigido
más hacia la nueva poesía que otro género. La pandilla de Lautrémont conformada como grupo
abierto termina derivando en la mítica La República del Este, cuyo eterno presidente que resistió
todos los golpes a su estado fue Caupolicán Ovalles. Otros grupos que reunieron propuestas
estéticas y políticas radicales fueron En Haa, Trópico uno, 40° a la sombra.
En los años ochenta, los grupos Tráfico y Guaire conducen a la lírica nacional por nuevos senderos,
una vez agotados los códigos literarios de las décadas anteriores. Eugenio Montejo fue uno de los
poetas más importantes de finales del Siglo XX y comienzos del XXI. En el interior de Venezuela
existe una gran vitalidad en las últimas décadas del siglo XX en la poesía venezolana
contemporánea con nombres como Ana Enriqueta Terán, Ángel Alvarado, José Antonio Yepes
Azparren que generalmente son figuras emblemáticas de sus regiones con gran influencia sobre
los creadores locales. Otros poetas contemporáneos incluyen: Elizabeth Schön, Ida Gramcko, Juan
Sánchez Peláez, Luis García Morales, Ramón Palomares, Víctor Valera Mora, Gustavo Pereira, Luis
Alberto Crespo, Hanni Ossott, Ígor Barreto y Alfredo Chacón.
a primera mitad del siglo XX se caracterizó por los enfrentamientos bélicos entre potencias
europeas, lo cual produjo hechos como la Primera Guerra Mundial, la Revolución soviética y la
Segunda Guerra Mundial. El movimiento vanguardista toma su nombre de un término militar que
significa los batallones que van de avanzada en la batalla. Ésta fue la significación que se le dio en
el ámbito literario: un desafío a lo establecido en las formas de expresión. Busca distintas formas
experimentales, oponiéndose a las tradicionales. En la raíz de estos movimientos está la
inseguridad humana por la crisis de una sociedad dividida entre tradicionalista y revolucionaria. El
período de entreguerras es de una actividad importante en lo político, en lo social y en lo artístico.
Los “ismos” como se llamó a las distintas corrientes artísticas de la época, fueron en su mayoría de
poca duración y se sucedieron uno tras otro en los años comprendidos entre 1914 y 1930.
Entre los movimientos de vanguardia destacados en América están: el Creacionismo iniciado por
Vicente Huidobro, el Ultraísmo representado por Jorge Luis Borges y Surrealismo que aparece en
algunas composiciones de César Vallejo y Pablo Neruda. Estos movimientos no se limitaron a
proponer un cambio formal en el lenguaje de la poesía; por el contrario, desde los años que le
siguen a 1920, la narrativa comienza a ser atendida con toda inquietud por algunos de los mismos
escritores afiliados a los grupos de vanguardia. La década de 1920 a 1930 atestigua estos primeros
intentos de escribir cuentos y novelas cuyo lenguaje, técnicas y temas se salían completamente del
tema regionalista. Así ocurre, por ejemplo, con el narrador uruguayo Filiberto Hernández (1902),
quien desde 1925 inicia el ciclo de unos textos inmensamente extraídos en su lenguaje y
completamente despojados de color local en sus temas.
CARACTERÍSTICAS DEL VANGUARDISMO
El escritor vanguardista es un inconforme, ya que el pasado no sirve, hay que buscar un arte que
responda a esta novedad interna que vive el hombre, apoyándose en la novedad original que uno
lleva por dentro.
Es necesario abandonar los antiguos temas, ya que están gastados, carecen de sustancia, y no
responden al hombre nuevo.
En algunos movimientos vanguardistas hay una marcada tendencia a hacer plástica en la
coloración de las palabras, para formar la obra literaria.
En la poesía vanguardista se juega constantemente con el símbolo. Ciertos animales como el búho
y el buitre son representaciones simbólicas que recorre al poeta.
Los poetas vanguardistas reaccionan contra las reglas tradicionales de la versificación, pero sus
necesidades expresivas no se adaptan "a formas fijas" y necesitan una mayor libertad ya que lo
fundamental no va a ser lograr sonidos agradables, sino "la expresión adecuada de su mundo
interior".
Reacción contra el modernismo, específicamente contra los imitadores de los maestros de esta
corriente.
Flujo y reflujo de las tendencias europeas. Los grandes cuadros de este período se nutren en la
savia de su tierra y de su circunstancia humana
Conciencia social: casi todos los más significativos escritores de este tiempo acusan en su obra una
conciencia social que los lleva a tomar posiciones frente al hombre y su destino
Hay nuevos temas, nuevo lenguaje, revolución formal, desaparición de la anécdota.
Se proponen temas como el anti-patriotismo, la deserción, la existencia de los hombres reales de
carne y hueso.
El punto de vista del narrador es múltiple, o lo que algunos llaman simultaneidad de puntos de
vista.
Incorpora el ambiente a la acción y los hace indivisibles, por lo que va a existir "un vínculo estrecho
entre el ambiente y los gustos de los personajes.
La diferencia entre la narrativa vanguardista y la narrativa regional consiste en un cambio de
ubicación de los mundos imaginarios creados por los escritores: en esta última, ese mundo
imaginario está íntimamente relacionado con el espacio físico, apegado a la naturaleza y al paisaje
(novela de la tierra o telúrica); en la narrativa vanguardista, en cambio, ese mundo ficticio, se
traslada a las ciudades y da lugar a lo que se denomina, en contraposición con aquella, la narrativa
urbana.
En la novela vanguardista el espacio “urbano” o “cosmopolita” crece en la medida en que el
desplazamiento temático se produce de la naturaleza al hombre radicado en concentraciones
urbanas (que ha tomado conciencia de su situación en el mundo contemporáneo). Las dos Guerras
Mundiales, la Guerra Civil Española, el surgimiento de doctrinas totalitarias y la depresión
económica del año 30, entre otros sucesos, producen una crisis moral y cultural que modifica el
concepto de la existencia humana en un clima de angustia y zozobra de alcances universales.
El hombre contemporáneo, como los personajes de la nueva novela, se orienta entonces hacia la
indagación de sí mismo asistido por los descubrimientos de la psicología moderna que penetra e
campos del subconsciente –explorado por Sigmund Freud- y por corrientes filosóficas que, como el
existencialismo, analizan la situación del ser humano en un mundo absurdo y angustiante. La
mayor parte de las obras son de carácter psicológico, flujos de la conciencia y la subconsciencia,
donde se combina la realidad con lo mítico y lo absurdo. Se profundiza en el mundo interior de los
personajes, pues trata de presentarlos a través de sus más escondidos estados del alma.
En este tipo de literatura no interesa el tiempo cronológico, sino el tiempo anímico
No se toma en cuenta el aspecto físico, pues, se limita a sugerir para que el lector complete, el
autor exige la presencia de un lector atento que vaya desentrañando los hechos oscuros que se
presentan y armando inteligentemente las piezas de ese rompecabezas de la novela de nuestro
tiempo.
EL VANGUARDISMO Y SUS ISMOS
Dentro de la corriente vanguardista se pueden tomar aquellos movimientos que surgen contra una
corriente envejecida y proponen innovaciones radicales de contenido, lenguaje y actitud de vida.
Estos movimientos reciben el nombre de ismos, los cuales se presentarán a continuación.
EXPRESIONISMO
Encabezado por Georg Tialk en 1920. Este movimiento nació en Alemania y va contra el
naturalismo. Entre sus principios se pueden señalar:
Reconstruir realidad
Relacionar la expresión literaria con artes plásticas y música
Expresar la angustia del mundo y de la vida a través de novelas y dramas donde se habla de las
limitantes sociales impuesta a la libertad del hombre como la autoridad.
CUBISMO
Nació en Francia de la mano de Guilaume de Apollinari, sus principales rasgos consisten en:
Asociación de elementos imposibles de concretar, determinados por la lógica espacial
Desdoblamiento del autor, quien se interpela a sí mismo como si fuera un lector
Disposición gráfica de las palabras con el fin de que asuman calidad artística
Sustitución de lo sentimental por el humor y la alegría
Retrato de la realidad a través de varios enfoque
EL FUTURISMO
Surgió en Milán, Italia. Su creador Filipo Tommaso Marinetti. Este movimiento rompe con la
sintaxis, con el ritmo y los signos convencionales de la puntuación. Considera como elementos
principales de la poesía, el valor, la audacia y la revolución, ya que los futurista pregonaban el
movimiento agresivo, el insomnio febril, el paso gimnástico, el salto peligroso y la bofetada.
Los postulados del futurismo:
Exaltación de lo sensual, lo nacional y guerrero
Adoración de la máquina como prolongación del hombre inteligente
Retrato de la realidad en movimiento
Objetivo de lo literario, supresión del yo poético
Destrucción de la sintaxis y la puntuación
Disposición especial del lo escrito, con el fin de darle expresión plástica
DADAISMO
Apareció en Zurich, Suiza, en el 1916, su fundador Tristán Tzara, como oposición al pasado
violento de la guerra mundial. El poema dadaísta, suele ser una sucesión de palabras y a veces de
sonidos, lo que hace difícil encontrar el hilo conductor de la lógica, se distingue por:
Inclinación hacia lo dudoso, el terrorismo, la muerte y el nihilismo
Fantasioso, recrea las expresiones del sueño
Busca renovar la expresión mediante el empleo de materiales inusuales o manejando
simultáneamente planos de pensamientos antes no mezclables
Su tónica general es de rebeldía o de destrucción
ULTRAISMO
Aparece en España (1919-1922), como una reacción en contra del modernismo, como el dadaísmo
francés, pretendía la renovación de la poesía, se nutrió de todos los innovadores europeos y así
dio origen a la versión americana como fue el Creacionismo.
El Ultraísmo fue uno de los movimientos que más se proyectó en Hispanoamérica, contribuyendo
a la apertura de nuevos caminos literarios que acentuaron el uso del verso libre, la prescripción de
la anécdota y el desarrollo de un lenguaje metafórico.
El Ultraísmo se afianza en una nueva concepción técnica del lenguaje poético, por tal razón la
metáfora se convierte en el principal centro expresivo. Influenciado por los poetas Vicente
Huidobro y Guillaume Apollinari.
CREACIONISMO
Surge en 1917, patrocinado por el poeta chileno Vicente Huidobro, quien concibe al poeta como
un pequeño Dios con poderes para crear con la palabra. Según Huidobro, el poeta no debe ser un
hombre.
SURREALISMO
Apareció en Francia con André Bretón, quien siguiendo a Freud se interesó por descubrir los
mecanismos del inconsciente en un esfuerzo para sobrepasar lo real por medio de lo imaginario y
lo irracional.
La literatura surrealista es el resultado de una visión más integral de la naturaleza del creador y de
una liberación total del hombre, desde 1920 hasta 1939, se caracteriza por:
Pretender crear un hombre nuevo resultado del cambio social marxista y de la salud mental
psicoanalítica
Se recurre a la crueldad y al humor negro con el fin de destruir todo matiz sentimentaloide
A pesar de ser constructivo, no le interesa ni los aspectos de la conducta moral humana ni sus
manifestaciones
EL IMPRESIONISMO O NOVELA PSICOLÒGICA
Reacciona contra los excesos del realismo, fijando su interés en el proceso mental desarrollado en
el interior de un personaje, cuando se enfrenta a alguna situación externa o a sí mismo, entre sus
características se encuentran:
Traslada a la obra la verdadera existencia radicada en los procesos mentales y no en los
aconteceres de la vida externa de los personajes
Destacan como el proceso mental de un personaje, es intuitivo y desvinculado, alejado de la
realidad
Manejan personajes cuya conducta está denominada por las asociaciones psicológicas
SUPREREALISMO
Su representante es Miguel Ángel Asturias, es un movimiento que se apoyó originalmente en los
trabajos de Freud. Es un movimiento que consiste en la captación de la coincidencia-realidad
surgida en un personaje, cuando este vive un hecho que le provoca recuerdos recónditos
coexistentes en el propio suceso
EXISTENCIALISMO
Es una corriente filosófica según la cual lo principal de la realidad es la existencia humana.
EXPERIMENTALISMO
Fue un movimiento que se apoyó en el método científico para explicar, a través de sus pasos
aplicados a la literatura, el comportamiento de los personajes dentro de un relato.
BOOM LATINOAMERICANO
A partir de 1960, ocurre en las letras hispánicas un fenómeno inusitado: la aparición de un grupo
numeroso de escritores jóvenes, narradores y novelistas. Algunos de ellos fueron críticos literarios
y escritores, los cuales hacían las explicaciones, valorizaciones y críticas de las obras de sus
compañeros. Otro dato que anotar fue la gran cantidad de lectores que surgió en esa época,
quienes leían con avidez las novelas de estos escritores.
Este "boom" es conocido como la Nueva Literatura Latinoamericana. A partir de este lapso la
"nueva novela" toma un papel importante tanto para América como para Europa.
Esta literatura presenta algunas características:
la desintegración de las formas tradicionales de la novela, debido a que con esta nueva novela se
tratan nuevas técnicas y el lector se convierte en un "lector cómplice" y dejará de ser aquel lector
pasivo de antes.
La simultaneidad del lenguaje: aquí el autor utilizará un lenguaje variado perteneciente a las
distintas clases sociales, a diversidad de lugares y regiones al ser diferentes su lenguaje también lo
es, ya no se utilizará en exceso aquel lenguaje directo, literario. El argumento de la novela es
borrado por el lenguaje de personajes y narradores, que serán ahora "hablantes" simultáneos.
La novela como ficción total; en esta parte ocurre una ruptura con la realidad circunstancial, los
nuevos escritores emprenden la ruta hacia la imaginación creadora y el realismo mágico con la
invención de lugares, nombres y personajes. Un gran ejemplo sería "Cien Años de Soledad", sin
embargo a partir de Mario Vargas Llosa, Gabriel García Márquez entre otros la novela se convierte
en un territorio imaginativo que totaliza la realidad en todos los planos.
Sus temas constantes son la fusión de lo real, lo ideal y lo fantástico, urgencia de crear una
literatura distinta, ajuste de su producción artística al avance de las comunicaciones, solución de
problemas morales, psicológicos y sociales.
Los Representantes más significativos del Boom Latinoamericano
ARGENTINA
José Luis Borges: En este país se tiene a José Luis Borges (1898-1986). Entre sus obras: "Fervor de
Buenos Aires", "Luna de Enfrente", "El Aleph", "Historia Universal de la Infamia", "Ficciones", "
Elogio de las Sombras", "Informe de Crodie", "Oro de los Tigres", "Inquisiciones" e "Historia de la
Eternidad".
Escribe cuentos que él mismo ha definido como Ficción o Símbolo, con personajes reales o
imaginarios que se mueven entre la realidad, la irrealidad y la sátira.
Ernesto Sábato, (Rojas, Argentina, 1911 - 2011) Escritor argentino. Su carrera literaria estuvo
influida desde el principio por el experimentalismo y por el alto contenido intelectual de sus obras,
marcadas por una problemática de raíz existencialista: El túnel, Sobre héroes y tumbas, Abbadom,
el Exterminador.
La obra de Sábato, que ha sido prestigiada con numerosos premios internacionales y difundida en
múltiples traducciones, incluye además multitud de ensayos como Hombres y engranajes (1951),
El escritor y sus fantasmas (1963), El otro rostro del peronismo (1956), Tango: discusión y clave
(1963), La cultura en la encrucijada nacional (1973), Tres aproximaciones a la literatura de nuestro
tiempo (1974), Apologías y rechazos (1979), Antes del fin (1998) y La resistencia (2000). Aquejado
de un grave problema de visión, se dedicó a la pintura, otra de sus pasiones.
Julio Cortázar, nació en Bélgica en 1914 y murió en París en 1985, fue influenciado por Borges.
Entre sus narraciones tenemos: "Final del Juego "Bestionario", "Las Armas Secretas", "Todos los
juegos del fuego", "Rayuela" y los "Premios", "Historia de Cronopias y la fama" y la "Vuelta al día
en 80 mundos", Último round, Viaje alrededor de una mesa, Poemas y Miopías, Nicaragua, tan
violentamente dulce. Su principal obra fue la novela Rayuela.
COLOMBIA
Gabriel García Márquez (1920), algunas de sus obras: "Cien Años de Soledad", "La Hojarasca", "El
Coronel No tiene Quien Le Escriba", "El Otoño del Patriarca", "Crónica de una muerte Anunciada",
"El Amor en los tiempos Del Cólera", "Los Funerales de Mamá Grande", “La Mala Hora”,” El relato
de un naufrago”, "Ojos de Perro Azul" “El General en su Laberinto”, Noticia de un Secuestro, Doce
Cuentos Peregrinos y la "Increíble Historia de la Cándida Eréndida y la Abuela Desalmada". Con él
el Realismo Mágico llega a la cumbre exitosa.
Alejo Carpentier (1914.1982), profundizó en los estudios de música e incorporó los estudios
musicales a la creación prosista. Sus Obras: "Los Pasos Perdidos", "El Siglo de las Luces", "El
Recurso del Método", "Guerra del tiempo", novelas de las Antillas, ensayos convergentes y la
música en Cuba. Características. La música es columna vertebral de todo lo que escribe. La
realidad es ofrecida a través de un mundo vividamente auténtico, manejo virtuoso de imágenes y
metáforas sonoras y vivientes. Las novelas que más renombre han dado a Carpentier son: "El Siglo
de las Luces" y "El Recurso del Método".
CHILE
Pablo Neruda: (1904-1973): Durante su carrera tomó características de las diversas escuelas
poéticas que surgieron durante el siglo XX. A partir del modernismo. Su popularidad se debió a un
librito popular, fogoso y apasionado, llamado "Veinte Poemas de Amor y una canción
Desesperada". Además, escribió: "Crepusculario", "Residencia en la tierra", España en el Corazón",
"Canto General" y "Odas Elementales", "Confieso que he vivido", Memorial de Isla Negra.
GUATEMALA
Miguel Ángel Asturias (1899-1974) Obtuvo el premio novel en 1967, como reconocimiento a su
extraordinaria calidad poética y novelística. Profundo conocedor del mundo Maya. Sus principales
obras: "Cien de Alondra" (poesía), "Soluma" (teatro), "Leyendas de Guatemala", "Hombres de
Maíz", relatos, "Viento Fuerte", "EL Papa Verde", "los Ojos de los Enterrados", "Mulata de tal",
Malandrón, "Viernes de dolores", "Señor Presidente".
PERÚ
Mario Vargas Llosa (1936). Saltó a la fama gracias a su novela "La ciudad y los perros”. Allí reúne
todo el odio y la violencia propios de una gran ciudad. También escribió "La Casa Verde", “Los
Jefes”, "Los Cachorros", "Pantaleón y las Visitadoras", "Conversaciones en la Catedral", "La tía Julia
y el Escribidor", La Guerra del Fin del mundo, entre otras. Características. Complejidad técnica.
Donde se superponen monólogos interiores, diálogos, acciones, tiempos y discurrir de los
personajes, estructura narrativa cuidadosamente perfeccionada, estilo vigoroso, implacable, duro,
crudo, descripciones escuetas. Uno de los relatos más eficaces del novelista limeño se llama "Día
Domingo".
MÉXICO
Juan Rulfo: (1918-1985): fue el iniciador del Realismo Mágico. "El Llano en Llamas" y "Pedro
Páramo" son las obras más importantes de este autor en la literatura. Características: Manejó la
brutalidad, la ternura, el sentimiento de culpa, incorpora además la fantasía con visiones
alucinantes. Otras obras destacadas son: La Muerte de Artemio Cruz, La Región Más transparente,
Todos los Gatos son pardos y el tuerto es el rey, Terra Nostra, Gringo Viejo, Cristóbal Nonato,
Geografía de la novela y el Naranjo.
Juan José Arreola (1918). Está considerado como el mejor cuentista de lo fantástico, no obstante,
Arreola va más allá, pues penetra en la mente de los personajes y de los lectores, más con el afán
de incursionar en el complejo mundo real que con la intención de crear algo fuera de la naturaleza
o de la realidad.
Carlos Fuentes. (1929): Su obra: "Los días Enmascarados", relato, "la Región Más transparente",
"Aura", "Las buenas conciencias", "Cambio de Piel", "zona sagrada", "Una familia lejana".
Su propuesta literaria se sumerge en el inconsciente personal y en el colectivo. Traslada con vigor
a las letras mexicanas los mejores recursos de las vanguardias europeas.
Octavio Paz (1914): Su obra: "Luna silvestre", "Entre la piedra y la Flor", "Libertad Bajo Palabra",
"El Laberinto de la Soledad", donde intentó explicar la nueva realidad mexicana. Poeta, narrador,
ensayista, traductor, editor y gran impulsor de las letras mexicanas, Paz se mantuvo siempre en el
centro de la discusión artística, política y social del país. Su poesía se adentró en los terrenos del
erotismo, la experimentación formal y la reflexión sobre el destino del hombre.
EL REALISMO MÁGICO Y FANTÁSTICO
El Realismo Mágico encontró su apoyo en el desquite americanista, tomando la vía del éxito en el
llamado realismo, basándose en la mezcla indiscriminada de elementos imaginarios y reales, unas
veces acomodándolas con el tratamiento alegórico o poético de situaciones o personajes. Otras
veces, desplazándolo hacia lo mítico o legendario, trayendo a esa mezcla los ritmos del habla, tal
como es en cada país, cada ambiente o medio social descritos, pero sin ningún fondo de prurito
regionalistas; y operando una desinhibición absoluta en los aspectos del amor y del sexo,
comúnmente entendidos como la palestra e incomunicación del hombre contemporáneo. En toda
narrativa resultante es el mundo mágico que adquiere verosimilitud por la propia coherencia
interna del relato, su alcance de parábola, de la sociedad y la amplitud de la realidad contemplada
e interpretada.
LISTA DE REFERENCIAS
García Mora, J. El Vanguardismo
http://www.monografias.com/trabajos11/vangua/vangua.shtml
La Narrativa de Vanguardia. Documentos
http://www.buenastareas.com › Temas Variados
Las vanguardias literarias
http://thales.cica.es/rd/Recursos/rd99/ed99-0055-01/principal.html
Vanguardismo
http://Enciclopedia es.wikipedia.org/wiki/Vanguardismo
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