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El futuro de España y de Europa trapiello bustos pagaza

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Ante la democracia asediada
Maite Pagazaurtundúa presenta
CICLO DE CONFERENCIAS SOBRE
El Futuro de España
y de Europa
(I)
MEMORIA HISTÓRICA Y PROPAGANDA
Andrés Trapiello, Jorge Bustos y
Maite Pagaza
3.FEB.2020 - 19h - Círculo de Bellas Artes (Madrid)
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Conferencia completa disponible en este enlace:
https://youtu.be/MBTC7quxoIk
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INTRODUCCIÓN
Maite Pagazaurtundua
Una de las mayores amenazas internas a nuestra democracia es nuestra vulnerabilidad ante
los encantos del pensamiento sectario, dogmático, de caer en la tentación de la hostilidad
hacia el que no piensa exactamente como nosotros. Este ciclo de conferencias analizarán los
peligros para el futuro de España y Europa para ofrecer claves para el pensamiento crítico.
Buscamos crear una conciencia clara de lo que significa el pluralismo político, la libertad de
conciencia e incluso, en el caso español, promover la actitud de plantarnos frente a los que
descalifican para que dejemos de pensar libremente porque si no nos deslegitiman como
ciudadanos.
“España tiene que ser de todos y para todos. Y no puede ser de unos contra otros”. En esta frase de Rey
Felipe VI hay un aviso a navegantes. Cuando miramos en las hemerotecas lo que se decía en el
Parlamento hace, por ejemplo, ocho años, con respecto a lo que somos como país, no encontrábamos
un nivel de ataques y de descalificaciones tan groseras ni tan extremas como las que vemos estos
días. Por ejemplo, cuando líderes de partidos que gobiernan hablan de la “ultra derecha”
y de la
“ultra-ultraderecha”. Este tipo de calificaciones tiran la piedra y esconden la mano, porque no dan
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nombres ni apellidos pero queda claro que intentan anular a los
que no les apoyan. Si se dijera, esa persona se podría defender,
podría ir a los tribunales y decir que se le está calumniando o
deshonrando. Pero no es así. Se lanza el chapapote moral
para quitar la legitimidad política a grupos enteros por
oponerse a una coalición de gobierno. Y también sucede en el
otro sentido.
Se lanza el chapapote
moral para quitar la
legitimidad política a
grupos enteros por
oponerse a una coalición
de gobierno.
Hemos llegado hasta aquí por varios motivos. Por una parte,
hay una estrategia de poder que, en mi opinión, pone en
marcha José Luis Rodriguez Zapatero. Sucede el pacto del Tinell
en 2003, la negociación con ETA, la aproximación al
nacionalismo catalán tanto en el tripartito, como en el estatuto
de autonomía, intentando colar elementos inconstitucionales,
peligrosísimos para el Estado democrático si el Tribunal
Constitucional no los hubiera retirado.
Zapatero intentó cuadrar el círculo de todos los problemas
que genera el nacionalismo desde una perspectiva, en mi
opinión, falsamente progresista. Y además, jugando a que el
PP era históricamente ilegítimo, descalifi cable, como si
pudiéramos mezclar lo que pasó en el pasado de nuestro país
con los tiempos actuales de la democracia. Lo digo con
conocimiento de causa. En el año 2005 pude tener una
larguísima conversación con Rodríguez Zapatero. Confundía la
II República que pudo ser, pero que no fue. Confundía el
bando republicano que debió ser y no fue. Al tener una idea
falsa, mítica, de lo que en realidad pasó en la historia de
España, que además le venía muy bien a su juego político,
buscaba una polarización muy irresponsable.
De esta polarización irresponsable también sacaban partido los
nacionalistas, los secesionistas y todos aquellos en general que
consideran que la Ley es algo de lo que se puede prescindir, o
aquellos herederos de ETA a los que les ayuda a su estrategia de
blanqueamiento de su responsabilidad. De esa polarización
irresponsable también ganan los nuevos populistas: Podemos y
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Sobre el principio de una
libre expresión amplia,
tiene que existir un
respeto al adversario
ideológico. Eso significa
confrontar ideas, pero no
descalificar.
Zapatero que confundía
la II República que pudo
ser, pero no fue, con el
bando republicano que
debió ser y no fue.
De esta polarización
sacan partido los
nacionalistas,
secesionistas,
ultranacionalistas,
aquellos que consideran
que la Ley es algo de lo
que pueden prescindir, o
aquellos que han matado
y se han quedado tan
panchos.
Podemos y Vox son hijos
de esa manera de
levantar los demonios
históricos.
Vox -como reacción- son hijos de haber reanimado los
demonios históricos, de volver a darles cauce político.
Vivimos en un momento en que las redes sociales
favorecen la desinformación, la manipulación y la
propaganda de políticas sucias. Es por ello que también
existe la posibilidad de manipular a personas muy
voluntaristas, muy refractarias al conflicto, que creen que el
chantaje llamado diálogo es algo que hay que aceptar. El
diálogo, la dialéctica, la confrontación de ideas, es la forma
habitual del trabajo en política, con mayorías y minorías, pero
hacerlo bajo la ley es la manera de que ese diálogo sea un
juego limpio. Cuando alguien no cumple la ley, convoca
mesas alternativas y pide cosas que están fuera de la ley,
lo que estamos es ante un chantaje, y eso es lo que está
Las redes sociales favorecen
la desinformación, la
manipulación y la
propaganda de una política
sucia.Sobre el principio de
una libre expresión amplia,
tiene que existir un respeto
al adversario ideológico.
Eso significa confrontar
ideas, pero no descalificar.
Seguir la ley es la manera de
que el diálogo sea juego
limpio.
ocurriendo en el caso de ERC.
Los populismos, las nuevas tribus y sus guerras de
desinformación, ponen en riesgo el futuro de España y
Europa porque es el mismo tipo de pensamiento iliberal, en
el que el populista, el ultranacionalista, el secesionista, indica
quién es el buen ciudadano y el mal ciudadano: el buen y el
mal español, el feminismo correcto e incorrecto,, etc. El
pensamiento dogmático va degradando la opinión pública y
el pensamiento político; genera miedos, genera tabúes.
Sobre el principio de una libre expresión amplia, que debe
Cuando alguien no cumple
la ley, convoca mesas
alternativas y pide cosas
que están fuera de la ley.
Estamos ante un chantaje,
y eso es lo que está
ocurriendo en el caso de
ERC. Podemos y Vox son
hijos de esa manera de
levantar los demonios
históricos.
existir, tiene que existir sin embargo la cultura del respeto al
adversario ideológico: eso significa confrontar ideas, pero
no descalificar a las personas, no deslegitimarlas para el juego político salvo en el caso de actividades
delictivas. LA infección de populismo y la degradación que aporta está ocurriendo en toda Europa, no
sólo en España, aunque en España de una manera peculiar, porque llevamos décadas sufriendo
populismos nacionalistas sin percibirlos.
Volviendo al tema de la memoria histórica, éste también es un elemento de conflicto en otros lugares:
Polonia, Hungría, Lituania, Estonia, Chequia, Italia… Hay otros lugares en que se utiliza la historia
como arma política, donde incluso hay gobiernos que se atreven a censurar la historia. Por ejemplo, el
gobierno de Polonia quería sancionar que se hablase de “campo de exterminio polaco”. Era una
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expresión incorrecta. Pero incluso Yad Vasehm indicaba que no se puede limitar la libertad de
expresión por ley, que no había base para algo así.
Otro ejemplo es que en Lituania quieren prohibir afirmaciones sobre lo que fue el pasado más
incómodo de los lituanos en su relación con el nazismo. Como vemos, confundir la historia con la
memoria histórica y con la ley es un fenómeno de época.
Andrés Trapiello
La frase del Rey es una frase esperanzadora, pero al mismo tiempo alarmante, porque justamente lo
que está desvelando es que en este país podemos acabar, una vez más, que unos contra otros, y eso
es lo que a mí me inquieta de la frase. Justamente en un momento en el que la memoria histórica está
cobrando importancia en este país, incluso en Europa: esta semana se han destruido en Toulouse
unos archivos importantísimos del exilio español, y por tanto no es solamente un problema de
España, es un problema de Europa. La manera de construir una Europa de todos para todos es
justamente una Europa donde todos incluya a todos, no destruir una parte porque esto nos
devolvería a situaciones poco democráticas y muy inquietantes.
En España, cuando se desentierra el unos contra otros inmediatamente viene a la memoria y la guerra
civil, y es increíble porque la Guerra Civil ha terminado hace ochenta años. Estamos casi al final de
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lo que decía Gregorio Marañón, “las guerras civiles duran
cien años”, es decir, nos quedan veinte, pero la historia no es
así de mecánica. A mí me gustaría que cuando recordáramos lo
recordáramos todo, pero también oyes que este año es el
centenario de Galdós, y al final de Fortunata y Jacinta hay una
frase maravillosa de Ballester, un farmacéutico enamorado de
Fortunata. Viene de su entierro y sufre muchísimo. Voy a leer la
frase textual de Galdós porque lo dirá mejor que nadie, y yo
eso tiene que ver con lo del Rey también: “sin olvido, no
habría hueco para las ideas y los sentimientos nuevos. Si
Sin olvido, no habría
hueco para las ideas y los
sentimientos nuevos. Si no
olvidáramos, no
podríamos vivir porque en
el trabajo digestivo del
espíritu no puede haber
digestión sin que haya
también eliminación
no olvidáramos, no podríamos vivir porque en el trabajo
digestivo del espíritu no puede haber digestión sin que haya
también eliminación”. Por tanto, el olvido es tan importante
como el recuerdo, y sin olvido no se construyen países.
Y recordando justamente lo peor, el unos contra otros, eso es
lo que me inquieta. Nos dejamos de olvidar de unos y de otros.
Por lo tanto, la construcción de Europa pasa por recordar, pero
pasa también por olvidar, y esto es un ejercicio que hemos de
hacer todo el mundo. Ahora bien, lo que no podemos hacer es
olvidar para no recordar; hay que recordar y olvidar, las dos
cosas.
La verdad es mucho más
vulnerable que la mentira.
La ficción, por el mero
hecho de presentarse como
un todo es verosímil en la
ficción, tiene veinticinco
mil facetas verosímiles.
Por eso las teorías de la
conspiración arraigan
tanto.
una manera tan feroz. Por qué sin consultar a sus cuarteles
La verdad es solo una y
hallarla es muy difícil y
además es inconvincente,
porque la verdad deja
insatisfechas a muchas
generales o a sus partidos, inmediatamente después de que se
personas.
A mí me costó muchísimos años entender por qué en el año 36
los españoles se aniquilan en los primeros días de la Guerra de
produzca el golpe, unos y otros se ponen a matar a mansalva.
Todo lo que ocurre en la Alemania nazi ocurre en trece años.
Hay una especie de locura colectiva. Hay algo que es
inexplicable en la vida de las naciones. Si podemos entender la
Es la historia de la
humanidad: el bien es
mucho más frágil que el
mal
nación como un organismo biológico que nadie puede explicar
-ni la sociología, ni la historia, ni la filosofía-, la literatura sí
puede. Quizá la poesía sí, de una manera homérica, para entender por qué los hombres deciden
aniquilarse. Yo creo que es una de las ficciones mayores del hombre el pensar que puede combatir y
que puede ganar, y que en esa victoria no va a perder, que quién va a perder es el otro. Sin darse
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cuenta de que pierde todo el mundo. Y eso es lo que hace que, de pronto, la gente se embarca en
proyectos absolutamente fracasados de entrada, como el Brexit. Cómo es posible que millones de
británicos, en principio informados y sensatos, hayan decidido dispararse, no ya un tiro en el pie, sino
en el corazón. Cómo es posible que en Estados Unidos haya a millones de personas que hayan votado
a Trump, o cómo es posible que en España haya millones de catalanes que, después de que les
hayamos explicado que todo lo que les han contado es mentira, que toda la historia que les han
presentado es mentira, que todos los proyectos que tienen para una futura Cataluña son inviables
económicamente, socialmente… Da igual. La gente, en un momento, determinado decide liarse la
manta a la cabeza, tirarse al monte y salga el sol por Antequera. Pero no solamente aquí, en toda
Europa. A veces se dice que España es un país especialmente cainita; no es verdad, es exactamente
igual en toda Europa. Lo estamos viendo en Italia, lo estamos viendo en Polonia, lo estamos viendo
Hungría, en Dinamarca, en Inglaterra.
Es una cosa muy rara porque la verdad es mucho más vulnerable que la mentira. La ficción, por
el mero hecho de presentarse como todo es verosímil en la ficción, tiene veinticinco mil facetas
verosímiles. Por eso las teorías de la conspiración arraigan tanto, porque presentan en una sola
teoría de la conspiración veinticinco soluciones diferentes. En cambio, la verdad es solo una y
hallarla es muy difícil y además es inconvincente, porque la verdad deja insatisfechas a muchas
personas. La gente está acostumbrada a ficcionarlo todo, y cree que la historia es una ficción.
Estamos hartos de ver series de televisión, películas, novelas, incluso las noticias se nos presentan
como relatos. ¡Walt Disney hace hablar a los animales! Si los animales de Walt Disney hablan, cómo no
va a hablar la Historia. Todo eso hace que, finalmente, nos presenten una verdad muy débil.
Curiosamente tendría que ser más fuerte, porque tenemos muchas fuentes de información, y en
cambio la verdad es muy débil, mientras la ficción es o casi indestructible. Es la historia de la
humanidad: el bien es mucho más frágil que el mal. Y, sin embargo, yo soy un optimista nato:
afortunadamente el bien termina ganando. Es verdad que en el campo de batalla la verdad deja
muchísimos muertos.
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D E B AT E
Maite Pagaza:
La desinformación es clave en el juego estratégico. Lo es en un mundo que se está transformando.
Nuestra democracia abierta, la democracia europea, es un verdadero caramelo para la injerencia con
desinformación. Ésta es una amenaza externa clara, pero también tenemos amenazas internas.
Cuando por la mañana desayunamos leyendo el periódico, escuchando la radio o viendo la televisión
y vemos que hay alguien tira una piedra y esconde la mano, diciendo que hay “extrema derecha” y
“extrema extrema derecha", sentimos inquietud porque no hay cómo defenderse de ese tipo de
ataque. Eso sucede en nuestro país a partidos políticos, a periodistas, a escritores, tertulianos,
pensadores… Es terrible pensar que se pueda neutralizar funciones críticas en una democracia
simplemente porque se utilice el apelativo de “fascista”, de “Extrema derecha” o de “extrema extrema
derecha”. Ése sí que es un ataque a la democracia y al pluralismo político, que debilita la
confrontación de ideas. Esta amenaza interna tiene que ver con el sectarismo, con el dogmatismo,
con las micro ideologías que llevan a las personas a vivir en mundos cerrados y que no entienden
legítimo que se pueda ser diferente y que deba existir una confrontación de ideas. Todo esto es una
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amenaza interna para las democracias y, en ocasiones, el
juego del que se alimentan teorías conspiranoicas o teorías
que buscan que los poderes públicos sean devaluados.
Detrás se encuentran fuerzas populistas o intereses
populistas, que buscan horadar el imperio de la ley.
Todas estas cosas estamos viviendo, y a estas cosas hay que
hacer frente. Eso que está en el ambiente genera la
posibilidad de que trúhanes de la política puedan hacerse
con mucho poder, que puedan debilitar las instituciones
democráticas, que puedan limitar las capacidades de gestión
y de control de las instituciones democráticas, que pueda
haber límites de los poderes del Estado que desaparezcan, y
que la arbitrariedad entre con naturalidad como algo
aceptable socialmente.
El dogmatismo y las micro
ideologías llevan a las
personas a vivir en mundos
paralelos y a no entender que
hay otras maneras de
existencia.
Trúhanes de la política
pueden hacerse con mucho
poder y puedan horadar las
instituciones democráticas,
limitar las capacidades de
gestión y de control de las
instituciones democráticas
Andrés Trapiello
Sobre la memoria llevo trabajando bastante tiempo y me lo sé casi de memoria, valga la redundancia.
Ustedes saben que la palabra “trilero” viene de trile, que es un juego de tres cartas. El trile que
hacemos con las palabras “pasado”, “presente” y “futuro” da siempre resultados inopinados.
Generalmente, la bolita que está debajo de la carta nunca está: cuando pensamos que estamos
hablando del pasado, estamos hablando del presente, cuando proyectamos hacia el futuro tenemos
cosas del pasado. Yo estoy aquí porque voy a hablar de algo que conozco un poco y no me venía mal
porque llevo trabajando sobre Madrid y la memoria un tiempo, y lo mejor para un escritor es que
hable de lo que conoce. Creo que en tanto no resolvamos algunas cosas pendientes que creíamos
resueltas del pasado, todo lo que hablemos del presente y del futuro es ocioso. El pasado pensamos
que ya está más o menos cerrado y que hay gente que ha decido abrirlo de nuevo.
La frase del Rey en las Cortes. Es verdad, es una frase que está bien, pero que a mí me inquieta
mucho más que me tranquiliza, porque cuando habla de que tenemos que hacer que España no sea
un “lugar de unos contra otros” está diciendo que tenemos una España donde ya están unos contra
otros. Y por tanto el deseo de “todos para todos” es un poco más lejano. Por tanto, tiene un lado
esperanzador pero, a mi modo de ver, uno mucho más inquietante.
Yo estoy terminando en este momento un libro sobre Madrid. Llevo tres o cuatro años paseando por
Madrid con la cabeza levantada. Y hace no mucho, hace dos o tres semanas, me encontré con una
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placa en la Puerta del Sol. La leo textualmente, es
del presente: «El pueblo de Madrid en
reconocimiento del movimiento 15M que tuvo su
origen en esta puerta del Sol. Dormíamos,
despertamos». Esta es la placa. En la Puerta del Sol
caben entre cinco y veinte mil personas, según a
quién preguntes. Vamos a decir que son veinte mil,
de un pueblo de Madrid que son tres millones y
medio largos. Por tanto, nos referimos al pueblo de
Madrid hablando de veinte mil personas, como
La verdad es lo más débil de todo. La
ficción, en cambio, son
construcciones potentísimas y
dificilísimas de desmontar.
El agravio es todavía mayor para
gente que era fue republicana en
vida, y murieron como republicanos.
Como es el caso de Ortega y Gasset.
mucho. El que alguien se apropie de la palabra
“pueblo de Madrid” ya es inquietante. Pero es que
estamos viendo que esto está sucediendo en Cataluña, en el País Vasco, Inglaterra, Polonia o Italia,
donde hay gente que decide que representan al pueblo, sean muchos o pocos. Claro, la memoria está
para activarla constantemente, yo no sé cuánto tiempo va a durar esa placa. Ahora yo no la querría
quitar. Yo soy poco de tocar la memoria. Yo pondría al final: “dormíamos, despertamos y ahora con el
movimiento 15M no podemos conciliar el sueño”. Que es exactamente lo que quería que se recordara
el Presidente Sánchez: que no podemos conciliar el sueño. Por tanto, la memoria es un artificio que
vamos construyendo entre todos. Yo me voy a referir a estos tres casos, para dar luego la palabra a
Jorge, porque mientras no tengamos claro qué ha sido este pasado, más o menos reciente, que
además nos remite a un unos contra otros, no vamos a arreglar nada del presente.
Hace poco, hace unos minutos, alguien me decía: “¿cómo es posible que estando las cosas tan claras
en Inglaterra, en Cataluña y País Vasco, que se sabe todo, tenemos noticias de todo, cómo es posible
que la verdad no resplandezca?” Porque la verdad es lo más débil de todo. La ficción, en cambio,
son construcciones potentísimas y dificilísimas de desmontar. La teoría de la conspiración es
tan atractiva para la gente, no solamente porque es consoladora, sino porque da un final a
cada uno a su medida, sino porque presenta mil facetas diferentes que hacen mucho más
blindada su realidad, una realidad falsa. Voy a remitirme a estas tres realidades: la de la placa en la
Puerta del Sol, puesta como mucho hace cuatro años, del dormíamos, despertamos y ahora tenemos
miedo de dormirnos. La siguiente es una exposición que yo les recomiendo y tiene que ver también
con la memoria. Está en Madrid y se llama “El exilio republicano español”. Es una magnífica exposición
en la que colaboro en el catálogo, cuya parte gráfica ha hecho modélicamente mi amigo Juan Manuel
Bonet, pero que ha sido comisariada por un sectario, que se llama Manuel Aznar. Este señor ha
decidido qué es el exilio bueno y qué es el exilio malo. Cuando se presenta el proyecto a los Reyes,
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para que asistan a la inauguración, dijo el Rey, “qué bien, porque mi padre era un exiliado”. Y el otro
contestó: “No, su padre no es un exiliado”. “Pero sí nació en Roma”. “Pero no es un exiliado republicano”.
Ya el título es sectario: unos contra otros. A eso hacía referencia el Rey. ¿Están todos los republicanos?
No. Están los republicanos buenos. En esa exposición no encontrarán un sólo libro de los tres grandes
republicanos que traen la República a España: ni Ortega, ni Marañón, ni Pérez de Ayala. Algunos de los
cuales se comió muchos años de exilio. Todos ellos tuvieron años de exilio, pero en caso de Pérez de
Ayala, más de quince, en el caso de Ortega casi diez, y en el caso de Marañón, tres. Cuando alguien
decide qué exilio es el bueno y qué exilio es el malo. Porque yo entiendo que digan “No está Gómez
de la Serna”, que tampoco está. Gómez de la Serna fue un exiliado republicano. “Es que luego vino a
hablar con Franco”. ¿Y? Es un exiliado. Si no hubiera sido por el hecho político no se hubiera exiliado.
Don Pedro Sainz Rodríguez era monárquico, pero si no hubiera sido por un hecho político… “¡Estuvo
en el primer gobierno de Franco!”. Sí, pero es un exiliado que merece estar. Y la manera de que no
estén es poniéndole el membrete de “republicano” a la palabra exilio. Pero haciendo eso, el agravio es
todavía mayor para gente que era republicana, fue republicana en vida, y murieron como
republicanos. El caso de Ortega y Gasset.
Este hecho que a mí me parece escandaloso, no ha salido absolutamente recogido en ningún
periódico español. Nos escandalizamos cuando vemos el caso de Chaves Nogales. Jorge y yo
estuvimos en su tumba, haciendo un homenaje. Una tumba que no tiene nombre, que está en un
cementerio católico inglés y que expresa muy bien lo que hizo este país con Chaves, precisamente
porque no era ni de unos ni de otros: el olvido.
La obra Clara Campoamor, La historia de la revolución contada por una republicana, se publicó por
primera vez en España en el año 2002. Se había publicado en Francia donde tuvo cinco ediciones en
1937. Ese libro no tuvo ni una sola reseña en España. Es un libro capital, como el de Chaves Nogales,
que tardó también cincuenta años en ser reeditado. Para que vean cómo a la memoria, entre todos, la
estamos engañando. Está aquí mi compañero Octavio Ruiz Manjón. Hemos compartido durante dos
años el Comisionado para la memoria histórica, que fue un invento de Carmena y estuvimos allí para
evitar que los males fueran muy grandes. Dependíamos de un hombre, un concejal, que lo primero
que hizo al llegar a su despacho fue descolgar el cuadro del Rey y subir un cuadro de Lenin. Y esto se
ha sabido. Este hombre llegó hasta el final, y nadie lo desalojó de ese despacho que pagamos todos.
Lo desalojaron los votantes. Por tanto, en este comisionado en el que hemos defendido intentar
aplicar una ley, que es un poco un disparate, con una cierta racionalidad, en ese comisionado surgió la
idea de poner una placa en la antigua dirección Dirección General de Seguridad, en la Puerta del Sol.
Recordando lo que se que había vivido allí: una DGS sanguinaria donde torturaron durante cuarenta
años, y nos parecía bien poner esa placa. Pero al mismo tiempo sugerimos que se pusiera otra placa
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en representación de las trescientas checas que hubo en Madrid. Por ejemplo, en este edificio: Bellas
Artes. Hubo dos grandes checas en Madrid: Fomento y ésta. Aquí se interrogó, se torturó y de aquí
salió mucha gente a los “paseos” famosos. En el momento que eso se filtró tuvimos una carta del
presidente de esta casa, no recuerdo su nombre, amenazando con llevarnos a juicio si poníamos una
placa. Aquí mismo, hace dos años.
Por tanto, cuando intentamos enfrentarnos con la memoria, no es por afán revanchista. Vamos a
recordar, por supuesto. Pero sin el olvido no vamos a conseguir nada. Estamos en el año galdosiano
por antonomasia, su centenario, y seguramente todos ustedes están releyendo y, si no, deben
hacerlo, Fortunata y Jacinta, ese monumento de amor tan maravilloso. Al final, cuando vienen del
entierro de Fortunata, Ballester, el enamorado de Fortunata, hace una reflexión que por otro lado es
muy nietzscheana; Nietzsche decía lo mismo: “un exceso de memoria daña la vida”. Maximiliano,
por los mismos años que Nietzsche, dice lo mismo a propósito de la memoria. Sin esto, no vamos a
poder construir ni España, ni Europa, ni nuestra propia vida: “sin olvido no habría hueco para las
ideas y los sentimientos nuevos. Si no olvidáramos no podríamos vivir porque en el trabajo
digestivo del espíritu no puede haber digestión sin que haya también eliminación”. Aquí lo dejo.
Maite Pagaza
Para llegar a identificar los excesos a los que puede llegar la memoria no hay más que leer “Funes el
memorioso”, de Jorge Luis Borges. Ese hombre que tiene una memoria tan extraordinaria que
le
impide casi vivir, que casi no se puede mover, y que tiene que permanecer en la semioscuridad
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porque todo le resulta excesivo para sus sentidos.
Efectivamente, hay que hablar de la memoria y el
olvido.
La semana pasada en el Parlamento Europeo
escuchamos a una superviviente del campo de
Auschwitz-Birkenau: Liliana Segre, senadora vitalicia
La memoria es problemática, hay
intentos de negacionismo sutil.
Hay personas que sienten tal
hostilidad que la verdad no les
viene bien.
italiana. Nos contó con mucha sinceridad que ella lleva
treinta años yendo a los colegios y que tiene que
enfrentarse cada cierto tiempo a la pregunta de “por
qué me tengo que enfrentar a la adolescente que fui y a todo lo que ocurrió también después”. Su
adaptación personal después de la Segunda Guerra Mundial fue complicada. No siempre son
comprendidas las personas que han vivido situaciones tan extremas. “Querían -contaba- que volviera
a ser la niña burguesa y bien educada, y había salido como una salvaje del campo de exterminio". Ella
nos dijo también: “cuando pienso en lo cómodo, tengo una vida feliz, tengo nietas, tengo hijos, pero
cuando voy a los colegios, cuando veo la capacidad de olvido, la capacidad de alienación que existe en
nuestra sociedad, pienso que tengo un deber de memoria”. Lo que no nos dijo Liliana es que desde
hace un año lleva escolta policial, a sus ochenta y nueve años. Porque en redes sociales tenía un
mínimo de cien ataques diarios y la policía lo estimó oportuno. Y en esas intervenciones públicas fue
el Estado el que decidió que tenía que vivir con escolta policial a sus 89 años, después de sobrevivir al
campo. ¿Por qué? Porque la memoria es problemática, porque hay intentos de negacionismo
sutil. Porque hay personas que sienten hostilidad con la verdad que no les conviene. No ocurre
solo con Liliana Segre. Consuelo Ordóñez sabe lo que es sufrir el ataque en redes una y otra vez. Y de
hecho, la placa de memoria a su hermano asesinado por ETA, que por fin se instala San Sebastián, ya
ha sido atacada. Tanto cuando fue puesta por la asociación de víctimas como cuando ha sido puesta
por el ayuntamiento. No es el único caso para nada, hay otros elementos de memoria colectiva que
también han sido atacados.
Trapiello: Yo quiero matizar algo. La única manera de llegar al olvido es recordarlo. Sin
recordarlo no vamos a poder olvidar. El problema es cuando hay gente que decide lo que
puedes recordar y lo que no. Vamos a recordar todo. El problema de la mentira es que se
fundamenta en olvidos. Que de repente queramos abrir una placa a un gudari del 36 cuando
está atacada la placa a tu hermano, Gregorio Ordoñez, es lo que no puede ser.
Maite: Porque no es una cuestión de memoria y olvido; es una cuestión de política. Y
además de estrategias políticas ganadoras, de juego sucio populista, pero que pueden ser
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muy eficaces. Este tipo de estrategia de poder se puso en marcha en 2005 en España, de la
mano de José Luis Rodríguez Zapatero.
Jorge Bustos
Recordemos la frase de Faulkner: “El pasado no existe, ni siquiera es pasado”. Y lo decía un novelista.
Pero el pasado es un combustible muy efectivo para construir el futuro, porque el ser humano carece
de presente. Es la idea de Julián Marías de que el ser humano es un ser proyectivo: tiene pasado para
poder darle un sentido narrativo a su existencia. El puro presente no existe, es el ideal anacreóntico
del carpe diem, que en realidad es el vacío. El ser humano no sabe vivir sin dar sentido a lo que vive.
Por eso los políticos buscan apoderarse del pasado. El que se apodera del pasado crea
identidad, el que crea identidad orienta el voto, el que orienta el voto construye un futuro, su
futuro particular, aunque se levante sobre la estrategia retórica de un pasado compartido.
Las jornadas que se titulan “Futuro de España y de Europa”, podrían parecer paradójicas con el
epígrafe de la charla de hoy: la memoria histórica. Pero es justamente eso: la memoria y el futuro, sin
solución de continuidad. Porque efectivamente la construcción del futuro de Europa y de España, y lo
estamos viendo en los últimas ciclos electorales, se basa estrictamente en la manipulación, en el
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apoderamiento de una determinada idea sectaria
del pasado. Quien sepa de alguna manera de
colonizar con más éxito el pasado es el que
sabrá construir la identidad en torno a la cual se
labrará el futuro. Lo que pasa que cada
gobernante nunca es inocente a la hora de
colonizar el pasado, por eso vimos el cadáver de
Franco, la momia de Franco, en un helicóptero, en
horario de máxima audiencia, con todo tipo de
producción hollywoodiense y apenas nos hemos
enterado de la inauguración de las placas que
conmemoran los asesinatos de ETA, por ejemplo.
El que se apodera del pasado crea
identidad, el que crea identidad
orienta el voto, el que orienta el voto
construye un futuro, su futuro
particular, aunque se levante sobre la
estrategia retórica de un pasado
compartido.
Quien sepa de alguna manera
colonizar con más éxito el pasado es
el que sabrá construir la identidad en
torno a la cual se labrará el futuro.
Hay una asimetría flagrante y los periodistas somos
testigos de ella. Por qué el volumen y
sobredimensión en la conversación pública es tan poderoso en el caso del franquismo y, sin embargo,
la memoria del dolor más reciente de una banda fascista, que asesinó por un propósito de exterminio
del disidente y de construcción nacional sobre ese exterminio, merece frases como la de la Presidenta
de Navarra: “vivíais mejor con ETA” o algún disparate así. Se eligen de forma muy selectiva las
memorias.
Hay un libro de David Rieff, el hijo de Susan Sontag, muy provocador pero que la tesis me gustó
mucho. Efectivamente se trata de la memoria, y él como periodista y reportero de guerra en los
Balcanes, se dio cuenta del combustible divisivo que tiene la memoria bien manipulada. En un
momento entrevista a un francotirador que estaba en lo alto, en una posición de tiro, disparando
contra sus vecinos. Y le pregunta Rieff: “por qué disparas a vecinos de ayer como si fueran tus
enemigos”. Y responde: “porque he leído que en el año mil trescientos y pico hubo una batalla…”.
“Pero eso fue hace muchos siglos”. “Ya, pero yo me he enterado ayer”. Es decir, da igual hace cuánto
tiempo pasaron las cosas: si tú las sabes renovar y actualizar con suficiente volumen de
combustible identitario conseguirás movilizar a los ciudadanos de hoy. Y ese poder es tan
peligroso que puede acabar con las democracias. Cuáles son los eslóganes exitosos de nuestro
tiempo: en la campaña americana todos tienen un matiz nostálgico: volver a hacer América grande.
Sueñas con una América que ha perdido su posición, y tu forma de movilizar a tu electorado es hacer
soñar con la gran nación, potente, imperial, que no tiene rival en el mundo. Y confrontas con un rival
como China, y sobre ese vector construyes tu hegemonía.
16
En el Brexit lo hemos visto también muy claro. Se
ha escrito mucho estos días sobre la nostalgia
imperial, sobre la construcción de la identidad
británica contra el continente, contra el eje francoalemán, que es retorno al histórico desde mucho
antes de la Invencible. El auge del nacionalpopulismo no se entiende sin la repesca de un
pasado manipulado que busca construir la
identidad colectiva. Por eso cuando el Rey hoy dice
(porque, además, efectivamente lo reconoce sin
querer reconocerlo porque sería muy pesimista por
su parte y todos los periodistas le titularíamos de
una forma que no le gustaría): “España no puede
ser de unos contra otros, debe ser de todos y para
todos” está reconociendo algún diagnóstico. Está
reconociendo que es consciente. Él tiene una
obsesión personal con el espíritu de la Transición, y
no me extraña, porque desde niño ha crecido con el
llamado Régimen del 78. Su devenir vital ha sido el
¿Por qué el volumen y
sobredimensión en la conversación
pública es tan poderoso en el caso del
franquismo y, sin embargo, la
memoria del dolor más reciente de
una banda fascista, que asesinó por
un propósito de exterminio del
disidente y de construcción nacional
sobre ese exterminio, merece frases
como la de la Presidenta de Navarra:
“vivíais mejor con ETA”?
Da igual hace cuánto tiempo pasaron
las cosas: si las sabes actualizar con
suficiente volumen de combustible
identitario conseguirás movilizar a
los ciudadanos de hoy. Y ese poder es
tan peligroso que puede acabar con
las democracias.
mismo y eso se trasluce en todos sus discursos. El
discurso de hoy era un ritornello sobre el espíritu de
la Transición, la recuperación del autoestima colectiva que el franquismo arrebató a este país, el
orgullo, la hazaña; el otro como adversario, y no como enemigo, es el leitmotiv a su aún corto
reinado.
Trapiello: Estoy de acuerdo que en el caso de los Estados Unidos, o del Brexit mismo, se vuelve a
hablar de la época gloriosa, del imperio, etc. Pero
en el caso de España hay un componente más raro
todavía, porque lo primero que han dicho los
cincuenta que se han ausentado de las Cortes es
llamar al Rey “franquista”, porque realmente lo que
necesitan es restaurar el franquismo, no
resucitarlo. Aquí está el componente, a mi modo
de ver, masoquista de la izquierda. Lo primero que
hizo Carmena como alcaldesa de Madrid fue una
17
Hay un componente masoquista de la
izquierda. Su relato está en
reconstruir una derrota para ver si
por fin pueden ganar. Tienen esa
asignatura pendiente. Es una
izquierda nostálgica de su derrota.
exposición, como no, sobre el Madrid de la Guerra Civil. Pero saben ustedes qué título le dio: “No
pasarán”, que es justamente lo que no ocurrió. ¿Cómo que no pasaron? Pasaron y cuarenta años. Y,
sin embargo, su relato está en reconstruir una derrota para ver si por fin vamos a poder
ganarla. Tienen esa asignatura pendiente. Es una izquierda nostálgica de su derrota.
Bustos:
Se legitiman en esa antítesis. Su idea de legitimar ideas probablemente fracasadas es
mantener vivo el hombre de paja. Los articulistas tenemos una técnica cuando no estamos
inspirados, que es muy tramposa, y que yo aprendí a detectar a base de hacerla y luego la he visto en
otros colegas, que es la falacia del hombre de paja: eliges a un adversario político y caricaturizas sus
posiciones hasta tal punto que no arremetes contra su verdadera posición, sino contra la
caricaturización de esas posiciones. Con lo cual le conviertes es un espantajo muy fácil de tirar al
suelo, porque no estás atacando su mejor versión, sino su versión más ridícula. Y ese truco, que es
muy fácil, es tramposo, pero no hace avanzar el conocimiento, ni la discusión pública, ni la
convivencia. Y esto en política es cotidiano. Si un concejal de Vox de un pueblo perdido ha dicho un
disparate, automáticamente los veinte millones de españoles que están siendo gobernados por PP y
Ciudadanos con el apoyo externo de Vox son cómplices directos de ese pobre concejal, que ese día se
tomó una fabada y dijo cualquier cosa o simplemente expectoró algo en lo que cree, y
automáticamente se coloca en el titular, y por esa brutalidad se enjuicia a todo aquel que haya tenido
algún contacto con esa fuerza política. Esta operación no es solo periodística, es política, es
historiográfica y es cotidiana: esto pasa todos los días. Y el truco es muy fácil.
Maite:
Tuve una larga conversación con el entonces presidente de Gobierno, José Luis Rodríguez
Zapatero. Y me doy cuenta de que la operación que
pretendía hacer Zapatero es la de cuadrar todos los
problemas del país, pero de una manera que tiene
un componente muy tramposo. El espíritu de la
Transición no le interesaba. Él quería volver al
espíritu de la Segunda República, pero no la
real, sino la que pudo ser. Y ahí se instaló de
forma mítica. Y mitificó al bando republicano en la
Guerra Civil, esto es, no al real sino al que debió ser.
Así que con esos dos elementos: una segunda
república mitificada, que no es la real, y con un
bando republicano mitificado empezó a generar
una gran operación política. Por una parte, sacar a
la opinión pública a víctimas relacionadas con esa
18
Volviendo al espíritu de la Segunda
República, pero no la real, sino la que
pudo ser, el juego de complicidades
lejanas con el dogmatismo
ultranacionalista de identidad
excluyente, el Pacto del Tinell y el
Estatuto de Autonomía y el tripartito
catalán, lo que José Luis Rodríguez
Zapatero está viendo es la posibilidad
de tener el chollo del poder durante
décadas.
segunda república o con la dictadura, y empezar a desviar la mirada de las víctimas de la democracia
actual, que entorpecerían alianzas políticas directas o indirectas con populistas de izquierdas,
secesionistas e incluso con herederos políticos de ETA. Zapatero empezó a alejar la mirada de las
víctimas que todavía eran recientes, las víctimas de ETA. Algún día habrá que analizar esto desde un
punto de vista simbólico y político. Zapatero promovió el pacto de Tinell qué significó el principio
de luna operación de largo alcance de estigmatización del PP como adversario político.
Abandonó el espíritu de la concordia de la Transición y trabajó de una manera estratégica, ya no
táctica, de generar un enemigo. Permitió que el estatuto de autonomía de Cataluña tuviera elementos
vulnerables democráticamente y promovió el tripartito catalán con los secesionistas. José Luis
Rodríguez Zapatero jugaba para mejorar sus posibilidades de mantener el poder durante décadas, en
alianzas con partidos que buscaban y siguen buscando terminar con el régimen constitucional de
1978.
Trapiello: Yo entiendo que esto se le ocurra a alguien como Zapatero, que es de León. Bien, pero
cuando estamos hablando de la Segunda
República… todo el mundo leído de la Segunda
República, todo el mundo sabemos y no hay ni un
solo deseo, programa, propósito encomiable de
la Segunda República que no se haya
conseguido con creces en esta monarquía
parlamentaria, ni uno solo: divorcio, libertad
religiosa, reformas agrarias, educación pública,
sanidad pública, etcétera. Si a todos los
defensores de la Segunda República se les pusiera
No hay ni un solo deseo, programa,
propósito encomiable de la Segunda
República que no se haya conseguido
con creces en esta monarquía
parlamentaria, ni uno solo: divorcio,
libertad religiosa, reformas
agrarias, educación pública, sanidad
pública…
en la Segunda República, como si a los partidarios
de la Unión Soviética se les hubiera puesto en la
Unión Soviética de Jrushchov, se les caerían los palos del sombrajo.
Bustos:
Justamente, porque el programa se ha consumado hay que volver a levantar el espantajo
para mantener a tu equipo galvanizado y poner en pie esta estrategia de ingeniería social que acaba
de describir Maite.
Trapiello: con esto volvemos a lo del mito que hablamos. ¿Cómo es posible que el mito sea mucho
más fuerte que la verdad? Cómo es posible que el mito no solamente está blindado contra las verdad,
está fosilizado. Estamos hablando de una república fosilizado.
19
Bustos:
Esa es la tesis de Harari en Sapiens. No es sólo del mito al logos, sino del logos al mito. Es
decir, es el mito lo que cohesiona la comunidad. Cuando la gente alrededor de la hoguera se
cuenta historias sobre su propia identidad, su pasado, sus ancestros, da igual que sean ciertas o no:
estás construyendo una identidad colectiva, estás uniendo a un pueblo en la dirección que quiera
darle el hechicero de turno. Es el mito el que cohesiona. Evidentemente, si la gente que recibe el
bombardeo mediático tergiversado de la historia de
España lo contrastara con tu biblioteca, pues descubriría
la trampa, pero la gente no tiene tiempo para leer como
tú, Andrés. Están perfectamente expuestos al mito y
entonces el mito va calando, y hoy se puede decir que ha
calado.
Trapiello:
Yo entiendo que puedas ser reacio a esto,
como yo no he creído nunca en la alianza del PSOE con
Sigo sin entender cómo el
noventa por ciento de los
militantes socialistas que, dos
días antes, dijeron “no” al pacto
con Podemos ahora lo asumen
como completamente normal.
Podemos, me parecía aberrante, el problema no soy yo.
Yo ahora sigo sin entender cómo el noventa por
ciento de los militantes socialistas que, dos días
antes, dijeron “no” al pacto con Podemos ahora lo asumen como completamente normal. Por
eso pienso que una persona como yo, de cierta edad, ya está fuera del juego. No voy a entender
nada porque es que al final me voy a morir de extenuación como Filetas de Cos, el que murió
resolviendo la paradoja de “miente el hombre que dice que miente”. Si yo me empiezo a preguntar
si duermen o no duermen los socialistas hoy en La Moncloa muero de extenuación, porque es
irresoluble.
Maite:
Tú eres más necesario que nunca, porque
puedes hacer fact-checking.
Bustos:
Las armas y las letras es una enorme operación
de fact-checking.
Maite:
tenemos que organizarnos porque está
ocurriendo algo peligrosísimo. Están empezando a
vernos como si no fuéramos nosotros ciudadanos
reales que vivimos en el año 2020, sino como si
fuéramos cómplices de barbaridades históricas,
responsables de fosas que no hayan sido
20
Están empezando a vernos como
si no fuéramos nosotros, en
2020, sino como si fuéramos
cómplices de cualquier
barbaridad o cualquier fosa que
no haya sido encontrada o
cualquier víctima del
franquismo que no fuera bien
tratada en su día.
encontradas o de que las víctimas del franquismo no hubieran sido bien tratadas en su día. Se
olvidan las décadas de socialistas en el Gobierno.
Quiero añadir que faltó sensibilidad durante décadas con las víctimas que se arrastraban del
franquismo, tal vez porque el inicio de la democracia fue tremendamente complicado y el sistema era
vulnerable por el terrorismo, por los problemas de adaptación económica. No hubo muchos
antifranquistas en el franquismo, pero sí los hubo., Los niños que en los años sesenta tenían a su
padre en el penal de Burgos que ahora son gente de 60 años, jamás nos escucharon preguntarles por
su infancia. Pasamos por encima de historias personales, con la democracia recién estrenada, y en
grave riesgo. Pero siendo esto cierto, es terrible la manipulación para generar hostilidad hacia
personas absolutamente inocentes. No debemos normalizar las fantasías de personas muy
dogmáticas que tienen una percepción histórica falsa. No les hacemos ningún bien si les seguimos la
corriente. Quienes no compartimos ciertas ideologías esencialistas, no somos responsables ni
cómplices de las tragedias históricas ni de la dictadura por no compartir cada uno de los dogmas que
van repitiendo. No les hacemos ningún bien a las
personas más dogmáticas, que son instrumentalizadas
por líderes políticos sin escrúpulos que lo que buscan
es el poder casi absoluto gracias a este juego. Defender
el pluralismo político, defender una confrontación de
ideas racional, es defender la democracia en el año
2020.
Bustos:
Estás apuntando a la disolución de la
ciudadanía, que es esa gente que sólo se informa en las
La colonización del pasado para
dirigir el presente, unido a la
potencia tecnológica del maldito
algoritmo, está provocando que la
sociedad se atomiza en grupos
que jamás tienen contacto entre
sí.
redes mediante un algoritmo que ha cribado a todos
aquellos que piensan distinto. De la noche a la mañana
esa persona ya no confronta con quien piensa distinto,
sino sólo con los suyos, y al contacto con los suyos se van radicalizando entre sí y expulsan cualquier
elemento discrepante que pudiera entrenarlo en el diálogo, en la transigencia. Y esto es lo que está
pasando. Una vieja operación que es la colonización del pasado para dirigir el presente, unido a la
potencia tecnológica del maldito algoritmo, lo que está provocando es que la sociedad se atomiza en
grupos que jamás tienen contacto entre sí. Por eso cuando Zuckerberg es sometido a ese proceso en
Estados Unidos le hacen ver la responsabilidad que tiene, la degradación de la democracia y de su
inventito, él intenta introducir en Facebook algunos correctivos de las propias preferencias del
personal. Lo que hace el algoritmo es masajear constantemente nuestras preferencias y no
confrontarnos jamás contra alguien que nos puede hacer dudar. Es decir, eliminan la duda de la
21
ecuación. Cuando eliminas la duda acabas eliminando
al otro, al próximo. Por eso el Parlamento de hoy es
como es, porque hay gente que no se ha juntado jamás
con alguien de la tribu de enfrente. La ven como con
una tribu rival. Y esta atomización disuelve lo que fue la
gran conquista de la Revolución Francesa: el ideal de
ciudadanía, igualdad, fraternidad. Es decir, al final tú te
El algoritmo masajea
constantemente nuestras
preferencias y nos lleva a no
confrontarnos jamás contra
alguien que nos puede hacer
dudar.
apoderas de una razón moral, compacta, maciza, te
reconoces en los que son como tú y aquellos que no la
tienen son expulsados de la comunidad. Roger Scruton,
que se acaba de morir, tiene una frase bastante veraz:
“yo puedo llevarme bien con gente de izquierdas,
porque sólo pienso que están equivocados. Ellos
piensas que soy malvado”. El matiz es importante. La
equivocación es una facultad sometida a la razón. Tú
puedes demostrar un error. Pero la maldad es una
categoría moral. Si tú a alguien le consideras malvado
Yo puedo llevarme bien con gente
de izquierdas, porque sólo pienso
que están equivocados. Ellos en
cambio piensan que soy
“malvado”. El matiz es
importante. La equivocación es
una facultad sometida a la razón.
Tú puedes demostrar un error,
pero la maldad es una categoría
moral.
vas a evitar cualquier contacto con él, porque
metafísicamente para ti alguien del PP o de Ciudadanos
o Vox es malvado. Has construido metafísicamente tu superioridad moral sobre la negación moral del
adversario. Ya no estamos en el terreno de la política, que apela la razón, estamos en el terreno de la
identidad.
Trapiello:
En la izquierda estoy viendo un componente narcisista muy grande. Justamente porque
se sienten superiores moralmente se sienten legitimados para deslegitimar. Yo te puedo llamar
fascista porque yo estoy del lado bueno de la historia. Hablando de noticias falsas, veamos el caso
que conozco mejor, que es el de la literatura en la Guerra Civil. La mentira más grande que ha
circulado durante cincuenta años es hacer creer a la gente que los mejores intelectuales, escritores,
etc. estuvieron con la República. Eso es una mentira enorme, basta hacer una lista de escritores que
apoyaron el régimen. No creyendo además en las dos Españas, obligando a cada uno de los escritores
a estar en una España en la que a menudo se sentían incómodos. Yo he puesto a Chaves Nogales en
esa columna de escritores de izquierdas, y seguramente no se sentía cómodo ahí. Y he puesto en una
columna de escritores de derechas a Ortega y Gasset, que tampoco. Pero haciendo estas dos listas
vemos que la izquierda ha estado durante setenta años, y todavía hoy, Zapatero incluido, creyendo
que los mejores estaban con la República. Ellos piensan “por qué hemos perdido si éramos los
22
mejores”. Y como esa superioridad moral es muy fuerte,
yo te puedo llamar a ti, como Carmen Calvo hoy,
“derecha, extrema derecha o ultra derecha” y que no
haya posibilidad por parte de ninguno de nosotros de
llevar eso mismo a un juez de guardia denunciando, igual
que si me llamaran “hijo de puta”. Exactamente igual. No
entiendo tampoco por qué no hemos dado ese paso.
Me gustarían poder ir al juzgado
de guardia si alguien me llama
“fascista”. Y esto no tiene nada
que ver con la libertad de
expresión; esto entra dentro de
las infamias.
Hemos llegado a un momento en el que, decías, tenemos
al Rey, que por lo menos sabemos que es una roca firme
para todos nosotros, y tenemos también a los jueces. Tenemos poco más en este momento. No
tenemos mucho más. Me gustarían poder ir al juzgado de guardia si alguien me llama “fascista”.
Y esto no tiene nada que ver con la libertad de expresión; esto entra dentro de las infamias.
Pero lo dicen, no solamente porque nos consideren malvados, sino porque se sienten
superiores. Sean independentistas catalanes, sean independentistas o terroristas vascos o sean del
Partido Socialista o Podemos, se consideran superiores. Son profundamente supremacistas y
chovinistas porque les estamos diciendo todo el tiempo que aquello que repiten es mentira. Yo he
tenido muchas discusiones con gente de izquierdas, a propósito de la literatura y de los escritores e
intelectuales: tres horas de discusión y a las tres horas siguen diciendo “pero convendrás que Antonio
Machado es un grandísimo poeta”, ¡si no lo he dudado nunca!”.
Y al final dicen “Bueno, pero en
general los mejores estaban con nosotros”. Como Filetas de Cos, mueres de extenuación.
Bustos: pero esta indignación que has mostrado porque te llamen fascista a ti, que estuviste en la
Joven Guardia Roja, llega un momento en el que hay que superarla. Cuando el contrario juega con
esas trampas tan groseras, realmente no hace ninguna falta ni siquiera.
Trapiello:
A mí cuando me llaman “fascista” me enfado porque me parece injusto, pero cuando yo
estoy llamando a ese concejal “leninista” lo encuentra que es un honor, que le está ensalzando. Si tú
llamas a alguien “comunista”, que sería para avergonzarse porque tiene setenta millones de víctimas
detrás, se siente orgulloso: “yo voy a volver a repetirlo”. Los comunistas están diciendo lo mismo que
Junqueras, volver a repetir otra vez setenta millones de víctimas. Y ellos están orgullosos de ser
comunistas, orgullosos de ser comunistas en el País Vasco y en cambio nosotros, que solo queremos
ser demócratas, nos molesta que nos llamen otra cosa que no sea demócratas.
Maite: Yo he traído las actas del debate contra todos los totalitarismos -Comunismo y Nazismo- que
se celebró en el Parlamento Europeo. Se le tituló “Debate sobre la importancia de la memoria
histórica para el futuro de Europa”. El debate se realizó en el aniversario del pacto Molotov-
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Ribbentrop por el cual el régimen soviético y el régimen nazi decidieron repartirse Europa. Fue un
debate interesante en el que participaron muy especialmente lituanos, estonios, letones, húngaros,
polacos, checos, alemanes… Las consecuencias del pacto Molotov-Ribbentrop provocaron la Segunda
Guerra Mundial y una tragedia extraordinaria para la mayoría de los países de los diputados que
intervenían con pasión en este debate.
Una de las intervenciones más excéntricas fue la de una diputada española del grupo Podemos. Dijo
así: “Yo vengo del sur, del segundo país del mundo con más fosas comunes como consecuencia de
una dictadura fascista. Vengo del país plagado de plazas y calles con nombres de asesinos franquistas,
del país sin memoria que ha borrado de su vida pública lo sucedido en su historia reciente. Llama la
atención que este Parlamento, a través de esta resolución, instrumentalice la historia [esta votó que
no] y no haga ni una sola mención a lo que sucede aún en España. No hablamos solo del pasado,
hablamos también del presente. Sería muy deseable que cuando debatamos sobre memoria también
habláramos del papel que jugaron los combatientes republicanos españoles para parar al fascismo en
Europa o del ejemplo de solidaridad de las Brigadas Internacionales. Por eso aprovechamos la
ocasión para exigir una Directiva de memoria y reparación que ponga en valor la lucha antifascista, así
como los fondos adecuados para la exhumación de fosas del franquismo en España. La memoria
imprescindible en Europa de hoy, plagada de nuevos fascismos, es que reconozcamos el papel de
quiénes se dejaron la vida para combatirlo”. La diputada y los miembros de su grupo votaron contra la
resolución de este debate, porque son incapaces de realizar una crítica al totalitarismo comunista.
Trapiello:
Bueno, el informe del comisionado fue contra lo que pensaba hacer Carmena, un
memorial en la Almudena. Dijimos que era un disparate y que, en todo caso, habrá que poner las
víctimas de los dos lados. Pues con alevosía hicieron el monumento una semana antes, y lo dejaron a
medio hacer, porque querían hacer únicamente a las dos mil ochocientas víctimas, que es verdad, que
nadie niega que fueran víctimas del franquismo: tuvieron procesos irregulares, sin garantía y
ejecuciones oprobiosas. Hay entre ocho y doce mil personas que fueron asesinadas y enterradas a
cuatro metros del memorial. Y lo que no se entiende es que no lleguen a comprender que memorial
ha de ser de todo el mundo o de ninguno. El problema es que no lo entienden, por más que se les
explica.
Bustos:
Porque en el momento que aceptas eso toda tu identidad se derrite. Todo por lo que se
supone que has luchado, porque se supone que crees en una especie de ideal, en el momento en que
aceptas al otro internamente, moralmente, te das cuenta de tu inmenso error y es difícil seguir
viviendo. Fíjate la palabra “antifascista”. Ahora que los millenials se ponen el triangulito rojo, que es
el del campo de concentración de Dachau, donde había muchos otros: uno para Testigos de Jehová,
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uno para comunistas, había otro código cromático… para católicos, para gays… Los nazis catalogaban
bien a sus asesinados. El término “antifascista”, que la gente nacida con un Iphone en la mano
reivindica como la esencia de su identidad Twittera, es una chorrada. No saben desde qué atalaya de
prosperidad y paz están hablando, construida por sus antepasados, para que ahora jueguen con
estos términos. Claro, olvidan el antifascismo de Churchill. ¡Todos somos antifascistas¡ Parece que el
único antifascismo válido es el de Stalin. Según avanzaba el ejército Rojo, e iba violando todo lo
que encontraba a su paso, liberó el campo de Auschwitz, pero no era su objetivo, se lo
encontraron. Y de hecho siguieron utilizando los campos alemanes para seguir torturando a
sus propios enemigos. No les movía una mentalidad ecuménica, franciscana.
“Antifascismo”, se usa como una etiqueta de identificación personal. ¿Y no piensas en el
liberalismo antifascista que puso los aviones y los muertos en las playas? Al final, todo se
simplifica a una épica de cartón piedra, pasado por Twitter e Instagram, vomitiva, frívola,
absurda... Igual hay que tomársela en serio, pero a mí me da la risa. Yo veía las imágenes del
helicóptero con la caja de la momia del dictador, y me parecía todo… Yo me imaginaba a Iván
Redondo acariciando un gato y con el mando a distancia. Para mí era el Kubrick de Teléfono rojo. Y la
gente esa mañana lloraba en Twitter “¡Por mis abuelos!”. ¿De verdad estás llorando por este asunto
absurdo, posmoderno, frivolizado para arañar unos votitos de Podemos? Era todo tan ridículo. Pero
miras alrededor y piensas que al final el loco eres tú.
Maite:
Me gustaría añadir una nueva palabra. Hemos
hablado de “democracia militante”, pero hay otra,
“democracia sostenible”. Es necesario defender la
democracia española para que tener pensamiento
propio, o ejercer el periodismo político no suponga
en el futuro exponerse a la muerte civil. No
podemos minimizar el efecto desgaste que tiene
esa estrategia. Tenemos que explicar a la gente que
esas campañas de desgaste desde el poder a quienes
Si minimizamos el efecto que
tiene esa estrategia de desgaste,
nosotros mismos estamos
ayudando a que se degraden las
capacidades de las instituciones
democráticas.
no acatan la falsificación de la historia, degrada la
esencia de las instituciones democráticas que tanto nos
ha costado colectivamente conseguir. Debemos proteger el régimen democrático que nace con la
constitución de 1978. Sí, es necesario potenciar
una democracia sostenible y militante que
guarde el Estado de Derecho, el imperio de la ley y el pluralismo político, esencia de la libertad
de conciencia.
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Conferencia completa disponible en este enlace:
https://youtu.be/MBTC7quxoIk
27
Ante la democracia asediada
Maite Pagazaurtundúa presenta
CICLO DE CONFERENCIAS SOBRE
El Futuro de España
y de Europa
(I)
MEMORIA HISTÓRICA Y PROPAGANDA
Andrés Trapiello, Jorge Bustos y
Maite Pagaza
3.FEB.2020 - 19h - Círculo de Bellas Artes (Madrid)
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