I.S.F.D.C y T. Pozo del Tigre Profesorado de Educación Secundaria en Química Área Curricular: Gestión Escolar, Organización y Administración Trabajo N°1: La gestión Profesora: Molina Graciela Integrantes: Garnica Ivanna Yamila Gerez María Fernanda Entrega; 23/04/2020 Actividades: Actividad N°1: 1. De forma individual, realiza una lectura comprensiva del cap. I de Bernardo Blejmar. 2. Toma de notas, realiza la producción escrita, respondiendo a cada pregunta, luego de terminada la actividad subirán al aula virtual las actividades. 3. Recoger las diferentes ideas acerca de la definición de Gestión. 4. ¿A qué refiere el autor cuando dice, gestionar el sistema? 5. ¿Cuáles son las dimensiones del sistema escolar? Actividad: N°2: interactuar con un compañero vía virtual. Potenciar el trabajo con otros. 1- El autor Bernardo Blejmar dice; Mejorar la capacidad de gestionar es desarrollar las competencias del actor: ¿Cuáles son esas competencias? 2- ¿Sobre qué y desde donde se gestiona? Cierre: Recoge las ideas más significativas que hayan sido para vos. Realizar un video explicativo de aquellos elementos del texto que te hayan sido significativos. Realiza una fundamentación escrita con más de dos hojas acerca de estas dos ideas: éxito y gestión. Desarrollo: Actividad N°1: 4. Gestionar el sistema: es para desagregarlo, es intervenir en las distintas dimensiones y meta dimensiones, ya que los sistemas poseen la característica de autoorganización, lo que les da “vida propia”. Además de su carácter interdependiente entre los otros sistemas. Por ejemplo: la escuela como sistema reconoce un sistema de mayor porte como el sistema escolar que se incorpora así mismo al sistema socio económico del país. Su fragmentación facilita la administración y mejores resultados. 5. Las dimensiones del sistema escolar son: Curricular Pedagógica: actividades propias de la institución educativa: modalidades de enseñanza, teorías de la enseñanza y del aprendizaje que subyacen a las practicas docentes, el valor y el significado otorgado a los saberes, criterios de evaluación de procesos y resultados. Organizacional Institucional: ofrece un marco para la sistematización y análisis de las acciones referidas a aquellos aspectos de estructura que en cada centro educativo dan cuenta de un estilo de funcionamiento. Administrativa: se vincula con las tareas que se requiere realizar para suministrar, con oportunidad, los recursos humanos, materiales y financieros disponibles para alcanzar los objetivos de una institución. Gestión del contexto: conjunto de actividades que promueven la participación de los diferentes actores en la toma de decisiones y en las actividades de cada centro, se incluye el modo o las perspectivas culturales en cada institución considera las demandas, las exigencias y los problemas que recibe de su entorno. Estas dimensiones se ven atravesadas por meta dimensiones que tocan a cada una, la política que se encarga de tramitar los intereses de docentes, padres, alumnos, etc., el debate por la agenda y el valor a los temas de la organización; la cultura que direcciona la estrategia de una organización a partir de la fuerza de sus creencias o valores. Actividad N°2: 1- Mejorar la capacidad de gestionar es desarrollar las competencias del actor, esas competencias son: -Competencias técnicas: su saber y saber hacer en educación y en gerencia educativa. -Competencias genéricas o transversales: conversaciones, escucha, inteligencia emocional y del sujeto que esta siendo, -Perfiles personalidad: patrón de sentimientos, pensamientos y conducta. 2- Se gestiona una organización sobre las distintas dimensiones y meta dimensiones desde: Las ideas: los conceptos, los esquemas referenciales pedagógicos didácticos, la lectura y visión de mundo predominantes en los equipos educativos. Las emociones: estados de ánimo circulantes en la escuela, las ganas, el deseo, la frustración, la resignación entre otros, como impulsores o vallados del horizonte de posibilidades de una organización en un momento determinado. Las practicas: en términos de metodologías, herramientas de intervención específica del doble estándar pedagógico-organizacional (planificación, negociación, evaluación, supervisión, coordinación, desarrollo de equipos, investigación, etc.). El lenguaje es una herramienta privilegiada en la gestión, la conversación, el poder de la palabra, que se despliega en las ideas, los estados de ánimo y las prácticas en cuanto acción. Fundamentación: Como gestión entendemos que es el proceso de intervenciones desde la autoridad de gobierno para que “las cosas sucedan” de determinada manera y en base a propósitos ex ante y ex post. Es una intervención: una mediación, ayuda, buenos oficios, para que las cosas sucedan, que las ideas se transformen en actos, que las planificaciones muten en acciones eficaces. Que las cosas sucedan se refiere a que la gestión se confronta con lo real y los resultados que se alcanza. En otros contextos una intervención puede ser una intromisión, una injerencia, y provocar un quiebre, un cambio en la transparencia de una institución escolar a veces es para una nueva articulación y otras para quebrar una cristalización del sistema. En algunos casos, la ausencia de intervención también provoca efectos; el silencio, la sola escucha, la no actividad, son una modalidad de intervención. En no pocas oportunidades, la gestión requerida es no intervenir para no obstruir el trabajo del otro. La gestión no es un evento, ni una acción, sino un proceso que incluye múltiples y complejas variables atravesadas por la dimensión de tiempo. La gestión mas que hacer, crea las condiciones para el mejor hacer del colectivo, en cuanto a lo institucional, se gestiona una escuela desde el cargo de director para responder a propósitos explícitos expresados en forma de visión, metas, objetivos, según el nivel de alcance que quiera darse; estos integran y dan dirección al proyecto institucional , el cual tendría un fin eficaz si se alcanza una organización entre los actores directos de los recintos escolares, los cuales son: directores, profesores, padres de familia y educandos. Precisamente la explicitación de esos propósitos es lo que permite la evaluación de los resultados obtenidos. De no mediar estos resultados, hablaríamos de efectos, ya que todo hacer o no hacer genera consecuencias. Algunos de los propósitos de la gestión los descubrimos después que operamos y no antes en la planificación, ya que toda gestión opera en distintos espacios y se encuentra con eventos, oportunidades o problemas no previstos. Podemos llegar a estos propósitos gracias a la evaluación y el control, ya que son necesarios para avanzar en los procesos educativos y nos brindan información precisa, confiable y rigurosa para la toma de decisiones. Como mencionamos anteriormente, la gestión presenta sujetos- actores, (individuos que operan desde un rol o posición organizacional: director, coordinador, etc.) y, sistemas organizacionales que diseñan y operan (escuelas, comunidades, sociedades). Los actores son los que gobiernan, pero no todo depende de ellos, especialmente en el sistema normativo de la educación argentina. Para fomentar una buena gestión estos actores deben desarrollar competencias técnicas, genéricas o transversales, y su perfil de personalidad. Así mejoraran las capacidades del sistema que lo contiene (diseño, políticas) en lo curricular, en lo organizacional, en lo administrativo y en lo comunitario, no olvidando en este proceso, el doble atravesamiento político cultural. Los sistemas desde su característica de autoorganización adquieren “vida propia”, más allá de los gobernantes que puedan presentar. La escuela como sistema reconoce un sistema de mayor porte como el sistema escolar que se incorpora así mismo al sistema socio económico del país. Gestionar el sistema, en el caso de la escuela es, para desagregarlo, intervenir en las distintas dimensiones: Curricular pedagógica, Organizacional Institucional, Administrativa y la gestión del contexto. Todas ellas mediadas e intervenidas por la política y la cultura. Gestionar el sistema, es entonces, intervenir en las distintas dimensiones desde las ideas, conceptos, esquemas referenciales pedagógicos didácticos, la lectura y visión de mundo, desde las emociones o estados de ánimo, las ganas, el deseo, la frustración, desde las practicas, métodos, herramientas de intervención pedagógico-organizacional (planificación, negociación, evaluación, supervisión, coordinación, desarrollo de equipos, etc.), a través del lenguaje, la conversación, el poder de la palabra, que se despliega en las ideas, los estados de ánimo y las prácticas en cuanto acción. Así, el director, el coordinador, y obviamente el maestro gestionan desde el lenguaje la transmisión de sus ideas, el reconocimiento e intervención sobre los estados de ánimo de la institución y en el pasaje a acción, prácticas, de estas ideas y estados de ánimo. La palabra gestión está asociada al direccionamiento el cual alude por lo menos a dos significados: dirección en el sentido de establecer un norte, un camino, una orientación, y por otra parte dirección en el de dirigir, gobernar. Este puede utilizarse como estrategia, lo que permite obtener una administración organizada de los procesos y de los resultados. El direccionamiento siempre va a depender de las necesidades de la institución y el modelo administrativo seleccionado por la dirección educativa. Es decir, que el direccionamiento es una herramienta alineada, porque permite planear las actividades de los procesos ajustadas a una orientación. Su gestión facilita la adecuación de la escuela a las nuevas realidades, y lo mas importante es que convierte la organización de reactiva (implementa acciones cuando los problemas están presentes) a proactiva (prevención y anticipación a los problemas y eventos). Podemos decir entonces que orientación, gobierno y resultados son los significantes claves de la gestión. Hablamos de la autoridad de gobierno porque la gestión es un proceso organizacional que requiere legalidad, la que da el cargo, y legitimidad la que le adjudican los dirigidos, avalando a quien ocupa ese mismo cargo. Los resultados académicos se explican por diversos factores que pueden clasificarse en internos y externos. Los factores internos corresponden al “efecto escuela”, es decir, insumos, capacitación, salario docente, gasto por alumno, sistema de incentivos, liderazgo de los directores, etc. Por otra parte, los factores externos consisten en el “efecto comunidad”, esto es, desempleo, pobreza, delincuencia, y el “efecto familia”, esto es, el ingreso, la escolaridad de los padres, los afectos, la psicología del hogar, etc. Para que existan buenos resultados en una gestión dentro de una institución educativa se requiere de pasión por la labor educativa, vocación con una actitud activa, dinámica, con poder de decisión y preocupación por el cuerpo de actores educativos. Cuando estas condiciones se cumplen, el centro educativo refleja orden, calidad y motivación. Los directivos de las instituciones educativas deben ser promotores de entusiasmo, formación e innovación, expertos en humanidad y educación. Deben transmitir a su equipo entusiasmo, motivación, sentimientos y valores para poder enseñar a los alumnos. Por su parte, los educadores se deben esforzar por ser mejores cada día, mediante la formación continua, para dar lo mejor de sí mismos a sus alumnos. Los educadores deben estar conscientes de que son formadores de personas y constructores de vidas. La educación debe incentivar la creatividad, el coraje y el pensamiento crítico y autocrítico de los educadores. Garantizar a los alumnos las herramientas esenciales para un aprendizaje autónomo y permanente: lectura, nuevas tecnologías, escritura, pensamiento lógico-matemático y científico, solución de problemas, ubicación en el tiempo y espacio. También incentivar actitudes tales como: la curiosidad, reflexión, investigación, crítica y autocrítica, deseos de aprender, exigencia, esfuerzo y trabajo en equipo. Otros factores importantes para el éxito escolar vienen dados por una fuerte relación entre el centro educativo y las familias de los alumnos; la dotación educativa; el clima de orden y respeto; la ausencia de violencia en el entorno; el número de días de clases y el uso eficiente del tiempo en el aula. El éxito puede ser diferente para cada uno de nosotros porque hay personas que lo relacionan con trabajar en lo que les gusta, viajar, tener pareja, superar limitaciones o miedos. El éxito suele suponer un cambio, el secreto reside en estar preparados para ese cambio, planificar qué puede ocurrir y ver qué alternativas existen frente a los problemas u obstáculos que se pueden plantear. De esta forma en el momento en que el cambio llegue sabremos cómo actuar y nos sentiremos más tranquilos. Todos sabemos que el éxito y el fracaso forman parte del día a día de cualquier negocio o trabajo, por lo que los momentos de éxito deben ser afrontados con la humildad de quien aprende siempre y ante cualquier circunstancia, ya sea positiva o negativa. Mantén los pies en la tierra y sé consciente en todo momento de quién eres y de la incertidumbre del futuro. Para gestionar el éxito es importante evitar las obsesiones por los objetivos, por las metas, por los números. Disfruta del camino y de cada momento hasta alcanzar tus metas. Para serlo es preciso aprender que todo depende de nosotros y que tanto los éxitos como los fracasos son nuestros. Sin ser conscientes, en ocasiones, nos apropiamos de los éxitos y culpabilizamos a otros de los fracasos y es un error que nos alejará de la realidad y de la buena gestión del éxito. El aprendizaje es un elemento fundamental del éxito y lo obtendremos tanto de la experiencia como de la formación que adquiramos. Para gestionar el éxito es imprescindible tener la humildad de ser consciente de que no lo sabes todo y de que otros te pueden ayudar y completar tus conocimientos.