Subido por nkobpdgg

Si%20volviera%20a%20nacer%20-%20Red%20Matrimonios%20j%C3%B3venes

Anuncio
Ministerios Cash Luna
http://www.cashluna.org
Si volviera a nacer - Red Matrimonios jóvenes
Estamos en la etapa final, pero no podemos terminar este evento sin reconocer que Dios es fiel, nuestro
Padre celestial ha estado hablando a tu corazón a través de estas vivencias.
Todo esto que hemos hecho; los videos, los testimonios, los hemos realizado con el afán de que tú
recapacites, reflexiones y consideres cómo ha estado tu relación con tus padres.
Como decía Bitty, tú podrías decir: “Si vuelvo a nacer, desearía tener los mismos padres”. Porque eso es
lo que hoy queremos ministrar en tu vida. Que tú puedas reconocer que si El te dio esos padres, que tal
vez no fueron los ideales, puedas hoy salir con un corazón perdonador, que esté dispuesto a acercarse y
decirles: “Papi y mami, los amo; tal vez no fui el mejor hijo o la mejor hija”. Pero para poder tener esa
relación y comprender ese perdón que tú les vas a dar o recibir de tus hijos inclusive, tienes que
encontrar a Dios como tu Padre espiritual.
Muchos de ustedes, han encontrado a Jesús como el Hijo, como su Salvador; pero todavía no han
encontrado el amor de Papá. Mientras que no encuentres tú el amor del Padre, va a ser muy difícil que lo
puedas dar también a tus hijos.
Papá descendía todos los días al Edén a pasar tiempo con Adán y Eva; y El les ministraba el amor que
les tenía. Cuando ellos por su decisión tuvieron que irse en desobediencia del Edén, Papá siempre
estuvo buscando nuevamente ocupar ese lugar para poder él verter, derramar ese amor acumulado por
siempre.
Y es por eso que él dijo: Voy a dar lo más preciado, a Jesús, con el fin de que tú puedas hallar en Papá
el amor que El tiene. A estas alturas, tú dirás: “Yo necesito el amor de Papá, yo necesito el amor del
Padre”.
Y yo hoy quiero manifestarte que Dios quiere amarte y abrazarte; que tú puedas sentarte junto al regazo
de tu Padre. Allí donde estás, con ese espíritu con que Dios nos ha hablado, nos ha tocado, nos ha
ministrado, El se ha presentado como Papá.
Hoy tu puedes reconocer que has estado distanciado de Dios y que quisieras llamarle “Papito”, y saben
que Jesús tiene que entrar a su corazón para que El sea la puerta y puedan encontrar a su Papá celestial.
Dios te está hablando hoy, y no es coincidencia que tú veas esto, porque estaba destinado, era el plan de
Papá traerte hoy; y El te dice: “Hijo, yo te necesito y te anhelo, he aquí sólo presenta tu vida y reconoce a
Jesús como tu Salvador”.
Si tú hoy has sido confrontado y Dios te ha hablado a tu corazón, allí donde estás, habla con él, porque
Dios ha hecho un lugar para ti. No te avergüences, porque el día que se hizo es hoy, no es otro día.
Durante la masiva las Pastoras Beatriz de Rendón y Herzy de López compartieron parte de su testimonio,
que a continuacion encontrarás.
Pastora Beatriz
Los padres son los encargados, los designados de parte de Dios para transmitir su mensaje, su
identidad, su propósito y sus bendiciones a nuestras vidas.
Tuve unos padres maravillosos, los mejores que puede haber tenido, unos hermanos preciosos; los amo
con todo mi corazón y una familia preciosa. Y mis papás siempre trataron de darme todo lo que estaba a
su alcance darme, dentro de sus capacidades y posibilidades, dándonos todo lo mejor. Pero en ese
darnos, en ese darme hubieron ciertos ingredientes que hicieron falta en mi vida que empezaron a
desarrollar en mi ira, rebelión y por lo consiguiente comencé a juzgar a mis papás y empezarlos a criticar
y a menospreciarlos como papás. Yo no entendía porque mis papás no podían llenar esas necesidades
que había en mi corazón, a pesar que ellos se esforzaban por hacerlo; y había frustración en sus vidas y
frustración en la mía.
Vino una soledad muy grande a mi corazón y en ese momento de crisis familiar en casa, económica y
familiar, llegó Jesús a la casa. Mi padres recibieron a Jesús como Señor y Salvador y al entrar la luz a la
casa se empezaron a ordenar muchas cosas y ellos comenzaron a recapacitar y empezaron a darse
cuenta que no tenían habilidades, estaban deshabilitados por sus padres para formar en nosotros lo que
ellos deseaban hacer con tanto amor.
En eso empezaron ellos a orarle a Dios y sabían que el único que podía suplir las necesidades de mi
corazón era el Señor, y en su oración Dios los oyó. Jesús tocó la puerta de mi corazón, entró a mi vida y
recibí la salvación; fue un día tan glorioso, tan esplendoroso para mi y fue maravilloso para mis padres
ver una petición cumplida, que su hija que andaba perdida y rebelde regresaba a casa.
Pero en ese tiempo, yo conocí a Jesús y lo conocí y lo empecé a servir con todas las fuerzas de mi
corazón. Y empecé a acercarme, a volver el corazón, ya que mis padres habían vuelto el corazón de ellos
para conmigo, empecé a volcar mi corazón hacia ellos, pero era difícil. Y yo decía: ¿Pero, por qué me
cuesta acercarme a mis papas y honrarlos? ¿Por qué me es difícil poder decirles que los amo? ¿Por qué
siempre estoy rechazando sus actitudes? ¿Por qué siempre hay juicio en mi boca para con ellos? A
pesar de que habían habido muchos cambios en sus vidas.
Y un día estaba orándole al Señor y vi una puerta abierta, que estaba abierta desde hace mucho tiempo,
pero yo no me había dado cuenta que estaba abierta y cuando entré a ese lugar, encontré una silla y en
esa silla estaba Dios y estaba con sus brazos extendidos y me dijo: Ven. Y cuando yo me acerqué le dije:
Espérate Señor, te voy a servir. Y me dijo: No, ahora no, ahora es el tiempo de papá e hija, ven. Y me
extendió sus brazos, y me senté en su regazo, y me empezó a amar, me acurrucó, empecé a oír el latido
de su corazón que me decía cuanto me amaba y empezó a cantar una canción que hace muchos años
no la oía, una canción que mi papá me cantaba cuando yo era chiquita, y me empezó a cantar:
“Muñequita Linda
De cabellos de oro
De dientes de perla
Labios de rubí”
Y en ese momento la cólera, la frustración y la ira que había en mi corazón se fueron y empecé a sentir
el amor del padre y volteé a ver a mis papas, y en lugar de verlos con resentimiento, con ira; los empecé
a ver con misericordia y amor. Empecé a amarlos, empecé a honrarlos, empecé a honrarlos con mis
bienes a tal punto que cuando mi papá estaba en sus últimos tiempos en esta tierra, pude llegar con mi
viejo, mi querido viejo y decirle: Yo soy tu sangre mi viejo, te amo papa, gracias por todo lo que me diste.
Y él me decía: No mi hija. – Papa lo bueno y lo malo, gracias mi viejo, soy fruto tuyo y me siento honrada
de ser tu hija, te amo y te bendigo y bendigo el día que Dios me dio un papa como tú.
Cuando mis padres no pudieron suplir la necesidad de papa, ya estaba mi Padre Celestial que me
supliendo esa necesidad, ya no me tenía que acercar a mi esposo precioso a exigirle que llenara ese
vacío que había en mi corazón, ni a mis hijos, ni a mis hermanos lindos porque ahora está mi papito.
Y sabes, puede estar con mi papá hasta el último día que estuvo en esta tierra, y poder oír el último latido
de su corazón y poderle decir con gozo: Corra mi viejo, corra mi papa a los brazos de su amado, allá le
espera la corona de la vida; adelántese ya vamos a llegar nosotros, nosotros somos fruto de tu oración y
de tu intercesión. Y lo hice con gozo y con alegría poderlo decir, amarlo, besar y honrarlo.
Mi mami está en la presencia del Señor gozándose, se nos adelantaron, pero dejaron una semilla en mi
corazón, una buena semilla.
Y sabes, los malos recuerdos desaparecieron, ya no me acuerdo; solo tengo buenos recuerdos,
momentos tan lindos, tan felices y ahora podemos disfrutar con mis hermanos esos momentos y nos
reímos, y nos gozamos y tenemos comunión. Y mi anhelo en mi corazón es presentarle a mis hijos ese
mensaje de parte de Dios, que tenemos un padre que nos ama. Y cuando yo no pueda suplir esa
necesidad a mis hijos, que ellos se acerquen a su papa, porque él la va a suplir.
Tenemos un Padre amado, un Padre que nos está esperando. Y sabes, si yo volviera a nacer yo le diría a
Dios: Dame los papás que tuve, porque fueron los papás más maravillosos que he tenido, los hermanos
que tengo son mis hermanitos lindos, son los mejores hermanos que tengo.
Pero yo te pregunto hoy, si tú volvieras a nacer, podrías decirle a Dios “Dame los padres que tengo”
Pastora Herzy:
Alguien me preguntó ¿Cómo se logró restaurar la relación entre tus padres y tú? Y yo meditando en esto
me puse a recordar y quiero contarles como es mi familia.
Nosotros somos 3 hijos; yo soy la mayor, luego está mi hermana y luego está mi hermano que sirve aquí
en la iglesia todos lo conocen, le dicen “Lichi” él es mi hermano pequeño, y mi papá es militar, es
coronel; entonces debido a eso yo no veía a mi papá muy seguido, llegaba a la casa cada 15 días y en
algunas ocasiones les tocó estar en puntos muy delicados a causa de la guerra y lo veía cada 21 días.
Entonces mi mami, no trabajaba y estaba muy pendiente de nosotros, ella como una madre muy
responsable nos cuidaba mucho, era muy estricta, no nos dejaba salir, cuidaba mucho de las amistades;
entonces cuando llegaba mi papá era fiesta en mi casa porque habían permisos, había de todo, “Salgan
a jugar”, “Salgan a pasear”, vengan y vayan, no nos preguntaban con quien íbamos y nos salíamos.
Mi mamá y mi papá se llevaban muy bien, hasta que yo recuerdo que tenía 12 años empezaron los
conflictos muy serios en mi casa, empezaron a tener problemas muy serios y yo tenía 12 años, tome
parte. Me hice al lado de mi mamá, debido a esto yo empecé a deshonrar a mi papá con mis actitudes,
con mis contestaciones y a juzgarlo.
Entonces en ese tiempo, yo bendigo a mis dos amigas Erica y Susan Guillermo que me invitaron a un
grupo en casa, yo tenía 12 años. 14 tenía en ese tiempo.
Entonces allí empecé a recibir palabra y me enseñaron que no debía juzgar a mis papas a pesar de los
defectos que tuvieran. Y yo tan necesitada de paz y de amor, al principio cuando llegué al grupo me
chocó que cantaran y que aplaudieran pero yo iba más necesitada, y me quedé.
Y yo anhelaba, cada jueves, estar en mi grupo me acuerdo muy bien. Y podía tener paz y cargaba
baterías para pasar toda la semana, tratando de entender a mis papas. Y fueron muy claros conmigo en
ese entonces y me dijeron: Si tú juzgas a tus padres, vas a acarrear juicio para tu vida y maldición; y si te
das cuenta, me dijeron, ellos se pelean pero se arreglan al ratito y tu te quedas molesta y maldices, te
enojas contra ellos y eso es pecado para contra ti.
Y entonces dije: Tiene razón. Porque yo en una ocasión me pelee con mi papá un mes y no le hablaba
un mes y mi mamá y mi papá ya estaban allí a las horas riéndose, tomando café, viendo tele y yo metida
en mi cuarto bien enojada sola.
Entonces aprendí que ellos tenían que afrontar sus problemas solos y descansé, porque yo tenía una
carga en mi corazón que era el tratar de arreglar mi familia y eso no me corresponde a mi; y descansé de
eso y entonces seguí mi vida, siguió para adelante.
Y mi papá me miraba así como que “Ya le gustó estar mucho en el grupo” y cuando yo intenté querer ir a
la iglesia me dijo que no, me dijo: Eso si no, vas al grupo pero a la iglesia cristiana si no ponés un pie.
Y así fue mi vida, fui creciendo y solo el jueves recibía palabra y cuando fui creciendo me llevaban
obligada a las fiestas y a las discotecas; y cuando mis papas estaban bailando en las fiestas yo agarraba
las llaves del carro y me iba a dormir al carro. Y ellos me empezaban a busca “¿Dónde está esta? Ya se
fue a meter otra vez al carro” y los hacía salirse de las fiestas y bien enojados y peor la relación.
Esto siguió, me llevaron obligada a una discoteca y yo solo me sentaba a tomar limonada a esperar que
me llegaran a traer, y yo decía: No me entienden mis papás, que yo no quiero vivir esto.
Y un día casi estuve yo a punto que me mataran porque se empezaron a pelear en una discoteca; y se
fueron a pelear a donde yo estaba, quebraron la mesa en donde yo estaba y yo brincaba de un sillón a
otro y dije: Dios mío pero por qué mis papás me meten en esto. Y eso hacía más difícil la relación porque
yo me enojaba y decía: Mi papa no me cuida, no entiende que esto es peligroso.
A raíz de esto fui creciendo y me dijo a los 18 años: Mira ya no puedo hacer nada contigo, ya me di
cuenta que querés seguir en esto y ya estas grande y tú decidí que vas a hacer en tu vida, si querés ir a
una iglesia andá. Y yo me sentí libre, me metí a la iglesia, como cualquier joven de los de Casa de Dios,
me metí con todo y entonces empezaron los problemas en mi casa porque “Mucha iglesia, ya solo allí te
mantenés” Mi mamá me decía: Ya sólo falta que pases la cama a la iglesia, y porque no te adoptan allí
mejor. Cosas así que a uno en ese momento lo hieren, le duelen porque no lo entiende.
Pero yo seguí, mi papá pensó que eso me iba a pasar rápido, pensó que iba a ser algo pasajero. Pero al
ver que no, entonces ya empezó un rechazo un poco más fuerte y a veces ellos salían a pasear, a
comprar, a comprarle ropa mis hermanos o algo y yo no salía porque estaba en la iglesia y cuando ellos
regresaban yo le decía: ¿Papi que me compraron? – Nada, ¿Por qué no salís con nosotros? ¿Por qué
solo en la iglesia estás metida? Cuando salgás con nosotros yo te compro cosas. Y cosas como esas.
Una navidad yo le pedí de regalo a mi papa: Papi regálame una Biblia Thompson, yo quiero eso de
regalo. – No me dijo, te doy dinero para otra cosa menos para eso.
Y entonces empezaron y yo le pedía a Dios con todo mi corazón, que me ayudara a seguir adelante, yo
no tuve rechazo por ser cristiana afuera la gente me quería hallé gracia delante de la gente; el rechazo
era adentro de mi casa.
Al fin un día me tomé de valor, mi papá empezó a ver que yo cambiaba que iba tratando de mejorar las
cosas. Y un día aproveché y le dije: Mirá papi, tengo un deseo en mi corazón, yo quiero que tú me lo
cumplás. ¿Qué es? Me dijo. Acompañáme un domingo a la iglesia y se quedó pensando y me dijo: esta
bien.
Y durante la alabanza mi papá estaba: Que aburrido, esta mejor el partido de fut, me voy a ir al estadio. Y
yo oraba y le clamaba a Dios que no lo dejara ir, que se acabara la alabanza rápido para que oyera la
prédica. Y así sucedió, para mi eso fue eterno y al fin entro la prédica y mi papá quedó impactado por la
Palabra y me dijo: Mira que bonito predican aquí, tiene razón todo lo que él dijo, vamos a venir el otro
domingo.
Y así fue como mi papá y mi familia empezó a llegar a la iglesia, pero la relación estaba todavía por
acomodarse y yo seguía diciéndole a Dios que me ayudara porque no lo podía abrazar. Yo admiraba
mucho a mi papá, cuando él llegaba de estar fuera yo le hacía pasteles, galletas con mi hermana
hacíamos pasteles, le atendíamos, le teníamos cafecito, era una alegría.
Y a raíz de esos problemas tan duros yo ya no le ofrecí pero ni una taza de café, era su enemiga. Y
después yo decía: ¿Cómo puedo hacer para acercarme a mi papá y decirle que lo amo? Me costaba, ya
había pasado mucho tiempo. Y Dios fue sanando mi corazón, yo no creía mucho en los hombres.
A consecuencia de eso yo no creía en los hombres, mi papá me hizo muy independiente, me decía: Yo
no voy a estar siempre y cuando yo no esté tú tenés que sabes como hacer las cosas.
Y créanme que eso era lo que yo pensaba de Dios, que él a veces no iba a estar conmigo, que yo tenía
que ver qué hacía sola, porque el padre es la imagen de Dios aquí en la tierra y yo pensaba que a veces
si estaba solita. Que tenía que salir a delante sola y tenía que ser fuerte, no llorar, no asustarme y lograr
todo lo que yo me proponía.
Mi vida fue cambiando a raíz ver el testimonio de los pastores Cash y Sonia, su matrimonio tan hermoso.
Y vi que no se peleaban porque yo déjenme contarles, que yo les tengo un apodo de cariño, yo les digo
“Los Melaza” porque así son realmente y cuando empiezan allí a molestarse, ya empiezas allí a decirse
cosa les digo: Ya van los Melaza de Guatemala, y se calman y platican de otra cosa.
Ahora yo me divierto con esto, pero en ese tiempo para mi los hombres no eran algo de confiar, y gracias
al testimonio de los pastores, de su matrimonio, yo pude creer en los hombres, pude creer que había un
varón especial para mi y yo bendigo a mi esposo y bendigo a Dios por eso; porque disfruto de un
matrimonio estable.
Cuando yo ya fui siendo sanada de eso yo ya podía acercarme más a mi papa. Y quiero contarles que a
raíz de eso, Dios sanó mi corazón de eso, con respecto a mi papá, yo no lo juzgó, lo admiro. El me
respeta mucho, platicamos de la iglesia, él defiende al Pastor Cash y lo ama, defiende la iglesia, me
apoya, me dice que está orgulloso de mí y de la vida que llevo.
Y yo puedo decirle que lo amo con toda la tranquilidad y con toda la libertad que Dios me pudo haber
dado. Y eso solo sucede cuando Dios entra a tu vida y te enseña realmente que él es un Padre que
nunca te va a fallar, que nunca te va a dejar y que está allí siempre. Que él es fiel, y que puedes confiar
en él.
Yo ahora con mi padre platicamos, le doy besos, cuando llega a mi casa lo atiendo, tengo la libertad de
abrazarlo, de bendecirlo; lo honro con cosas, yo le compro cosas, lo honro igual a mi mama y ellos nos
respetan mucho.
Y yo trato y es un consejo que yo quiero darte, yo no se cuantos están en esta situación talvez, pero yo
siempre trato de afirmar el amor entre mi papá y yo; que él esté seguro que yo ya lo perdoné, que él esté
seguro que yo lo amo y constantemente yo le expreso mi amor, se lo digo con palabras, con caricias, con
atenciones; para que él por si algún día el diablo quiere meterle en su cabeza que me hizo daño, que no
fue un buen padre eso se valla.
Y yo te aconsejo lo mismo, siempre rectifícale a tus padres que los amas y yo le pido a Dios con todo mi
corazón que me permita honrarlos; yo tengo un deseo en mi corazón y le pido a Dios que me de tiempo,
que me dé vida, que me dé todo lo que necesito para poderlos honrar.
Y ahora somos una familia integrada, mis hermanos están aquí en la iglesia, mi hermana está también
aquí en la red sirviendo ya; y yo vivo feliz con la familia que tengo, estoy tan agradecida, muchas veces
le he dicho a mi papá: Muchas gracias por lo que me enseñaste, porque me ha servido en el ministerio, y
le digo gracias y si de verdad si a mi me preguntaran ¿Quisieras nacer otra vez en este hogar? Con todo
mi corazón yo digo que si y eso solo se logra cuando de verdad dejas que Dios se muestre a ti como
padre, y tú lo buscas como padre.
Y yo te animo hoy que como dice la palabra de Dios en Malaquías 4:6 “Que él es el único” y yo quiero
que tu lo sepas “El es el único que hará volver el corazón de los padres hacia los hijos y el corazón de los
hijos hacia los padres”
Es el único que puede lograr, y yo te invito que disfrutes de todo esto que hemos preparado y que tú
medites, que tú reflexiones como estás con tu familia, con tus papas.
Si aun no los entiendes, no trates de componerlos, no te desgastes en eso; pídele a Dios que lo haga él,
hónralos y Dios se va a encargar del resto, búscalo como padre.
Y eso es lo que yo hoy te quiero dejar hoy y que Dios te ayude. Dios es fiel, yo quiero decirte que Dios es
fiel y cumple sus promesas; y debes de agarrarte de él para que eso suceda en tu vida, Amén.
Yo te bendigo y yo se que van a ver muchos testimonios después que van a decir: Pastor, viera como
cambió la relación con mi papa, después de esa masiva yo entendí muchas cosas. Y todos tratamos de
ser un mejor padre, y lo vas a logra. Solo conócelo a él como padre, interésate por tener comunicación
con él, buscarlo en intimidad y Dios se va a encargar de todo.
Esa es mi respuesta cuando me han hecho esa pregunta y vale la pena seguir en el Señor y seguir
confiando en él. Gracias.
Descargar