I. Introducción: Los seres humanos por su propia naturaleza han indagado desde tiempos remotos su entorno y han tratado de buscar sentido y explicaciones básicas a problemas tan complejos como física y hasta temas de química. Es por esa misma razón que nuestros ancestros decidieron mirar al cielo e investigar con mayor ahínco y minuciosidad los astros y cuerpos celestes que podían apreciar durante el día y la noche. Uno de los precursores en la astronomía precaria, fueron los Mayas, quienes hasta el día de hoy nos han dejado sorprendidos por tal meticulosidad y precisión que usaron sin tener las herramientas tecnológicas con las que contamos en la actualidad. La astronomía Maya va más allá de solo el cielo y el Sol. Es un tema tan amplio que abarca también su cultura y parte de sus creencias religiosas, ya que se ha visto ligado notoriamente con su vasta variedad de dioses en los que creían y vanagloriaban. Hablar de astronomía maya es tratar sobre sus creencias y los cálculos, que a pesar de ser primitivos, fueron certeros en su gran mayoría. Los astrónomos modernos tratan de entender cómo funciona el universo y para eso utilizan la física, química y matemáticas para estudiar la composición del universo; mientras que los mayas usaron sus conocimientos como soporte para su investigación el cielo; con la única finalidad de verse beneficiados con el mismo en sus actividades diarias, entre ellas su actividad económica más importante, que era la agricultura. Entre sus aportes más reconocidos tenemos al famoso calendario maya que pronto explicaremos en las siguientes páginas. En este trabajo buscaremos resolver la mayor duda que se plantea una persona en pleno siglo XXI, que es “¿Cómo una civilización de gran antigüedad como los son los Mayas, haya podido lograr conocer sobre más sobre el universo sin la necesidad de recurrir a métodos científicos avanzados?” Además de otros aportes que tuvieron en su larga estadía en el planeta. II. Cultura Maya: Los Mayas, fueron una civilización mesoamericana, es decir que se encontraban en diferentes regiones al sur de México, gran parte del territorio guatemalteco, Belice, y el occidente de Honduras y El Salvador. Conocida por haber desarrollado un único lenguaje escrito conocido de la América precolombina, así como por su arte, arquitectura, sistemas matemáticos y astronómicos. La civilización Maya se estableció durante el período Pre-Clásico ( 2000 a. C. a 250 d. C.) Durante esa época, la clase sacerdotal era la encargada de construir y proteger los conocimientos astronómicos Mayas, pero el respeto hacia esta disciplina era propio de toda la comunidad, incluso llegaban a regir sus vidas con datos obtenidos de acuerdo a sus predicciones. La vía láctea era el centro de sus investigaciones hacia el cosmos, en su dialecto esta es llamada “Wakah Chan”. Los cuerpos celestes estaban muy ligados a los Dioses, por tal motivo el estudio del sol, la luna y el planeta Venus (visible desde la tierra) les otorgaba cierto poder, ya que podían calcular los días de eclipse y los movimientos del planeta del sistema solar antes mencionado. Pero es importante mencionar que para los Mayas el planeta Venus era el más representativo, por ello se cree que esta civilización llegó a obtener más información sobre este planeta que cualquier otra sociedad del momento. Sus estudios, lograron conocer que tarda 584 días para coincidir con el planeta tierra en relación a la posición del sol, además que tarda 2922 días para que venus, el sol y la tierra coincidieran en cuanto a su posición. Sus calendarios, son uno de los más grandes tesoros que poseemos como sociedad moderna, ya que esta maravillosa civilización logró establecer ciclos, en los cuales se pueden apreciar hechos o eventos universales que se han registrado hasta la actualidad. De la misma manera lograron estructurar un zodiaco con información tomada del paso del sol por las diferentes constelaciones fijas. La astronomía como herramienta tuvo tanta influencia sobre ellos, que incluso llegaron a construir diferentes estructuras con el fin de representar fenómenos celestes que tenían lugar aquí en la tierra. No hay duda de que la astronomía Maya perdurará en la historia como una de las más conspicuas a nivel mundial. III. Astronomía maya: Muy pocos astrónomos antiguos tuvieron la imaginación que tenían los mayas. Sus cálculos astronómicos increíblemente precisos y sus matemáticas sofisticadas estaban impregnadas de religión y augurios, y sus sacerdotes discernían la voluntad de los dioses mayas detrás de las ocurrencias de los fenómenos naturales. Tal vez más que incluso los astrónomos de Egipto o la India, las observaciones de los sacerdotes astrónomos mayas estaban totalmente dedicadas a la astrología y esto impregnaba todos los aspectos de la vida cotidiana. Para los pueblos antiguos, la astronomía era una parte integral de la vida, que predecía los interminables ciclos de la naturaleza, la vida, la muerte y el renacimiento que eran esenciales para los pueblos agrícolas y nómadas. No es de extrañar que los mayas observaran las estrellas para registrar las estaciones, junto con la mayoría de las grandes culturas del mundo, y desarrollaran un calendario propio, tratando de generar mediciones y tiempos cada vez más precisos. La astronomía maya estaba ciertamente impregnada de esoterismo y ceremonia, pero esto no puede ocultar el alto grado de precisión de sus observaciones y la sofisticación matemática necesaria para diseñar su complejo sistema de calendarios que se ejecutan al mismo tiempo. Los mayas no tenían ningún instrumento complejo para registrar las posiciones de los objetos celestes, por lo que sus observaciones eran a simple vista. Es posible que usaran instrumentos rudimentarios, como barras cruzadas para trazar la posición, pero carecían de las esferas armilares o sextantes de otras civilizaciones. Sin embargo, los mayas fueron excelentes constructores y muchos de sus templos y edificios están alineados para ayudar a los observadores a controlar su posición. Por ejemplo, muchos edificios apuntan hacia los equinoccios de verano, mientras que otros edificios tenían puertas y ventanas alineadas con la elevación más al norte o al sur de Venus, uno de los cuerpos celestes más importantes para la cultura maya. Tan precisas fueron sus observaciones que sus predicciones de la órbita de Venus se aejaban sólo dos horas en un ciclo de 584 días. Aprende más sobre la arquitectura maya. La astronomía maya fue impulsada por la mitología única y rica de los mayas y su creencia en la estructura y el orden del universo, que percibieron como formado por ciclos superpuestos, interdependientes entre sí. Discernir estos ciclos fue la clave para la predicción y para entender el capricho de los dioses y espíritus. El tiempo era el factor más importante para los mayas, el aspecto más penetrante de su cultura. IV. Calendario Maya La más enigmática de todas las contribuciones mayas a la astronomía es su calendario, un complejo sistema de ciclos entrelazados que mantienen el tiempo incluso con más precisión que el nuestro. Este complejo sistema de calendario alimentó gran parte del romanticismo “new age” que rodeaba a los mayas. Los mayas usaron muchos calendarios diferentes, entrelazándolos y dando fechas extremadamente precisas. El sistema nos parece complejo, pero los astrónomos-sacerdotes de la civilización maya lo entendieron perfectamente. Los dos calendarios principales eran un calendario ceremonial (El Tzolkin), un calendario de 260 días con 13 números y 20 días, y el calendario vago (El Haab), de 365 días. Este calendario tenía 18 meses de 20 días, con un mes de 5 días agregado al final del año. La razón por la que utilizaron 20 días durante un mes se basa principalmente en su sistema numérico vigesimal, que es un sistema de base veinte en lugar de nuestro sistema decimal de base diez. Hay evidencia de que los mayas entendieron que el año no era exactamente de 365 días, pero hicieron poco al respecto, probablemente porque eso no encajaba con su sistema base. Estos calendarios se ejecutaban simultáneamente y se combinaban al describir la fecha por el número de tzolkin y el día del nombre, seguidos del número de haab y el día del nombre. Esta vinculación dio otra unidad para medir el tiempo, la rueda calendárica, un ciclo de 52 años en el que las fechas comenzaron a repetirse (de manera similar a como se repite nuestro calendario gregoriano cada 400 años, aunque hay otros ciclos repetitivos dentro de eso). Los mayas también usaron un calendario a más largo plazo para asegurarse de que podían distinguir entre los diferentes ciclos. Este ‘calendario largo’ comenzó a partir del 13 de agosto de 3114 a.C., en términos gregorianos, y fue simplemente un recuento desde el día cero. Dividieron esto en segmentos, en lugar de tener un recuento directo, de 20, 60, 7200, 144 000 y 1 872 000 días. El último período, de 5125.25 años, se llama Gran Ciclo, y los mayas creían que el final de uno de estos grandes ciclos anunció el final de una era y una catástrofe. Aquí es donde surgen los diversos relatos de una profecía maya, porque 2012 será el final de uno de estos ciclos. Afortunadamente, no veremos nada más que unas pocas películas de Hollywood en ese momento. V. Alineación de los edificios y templos mayas Los arqueólogos han reconocido que muchos edificios y templos en las ciudades mayas tienen orientaciones astronómicas. Este es un campo en el que hay mucho trabajo en curso, particularmente por Anthony Aveni y sus colegas. Aveni afirma que “aunque la mayoría de las ciudades mesoamericanas exhiben una apariencia planificada, frecuentemente uno o más edificios en un sitio determinado parecen estar fuera de línea en relación con las estructuras vecinas … Una posibilidad es que los eventos astronómicos ocurridos en el horizonte o cerca del mismo podrían haber determinado la forma en que se enfrentarían”. Un buen ejemplo de orientación astronómica es el llamado Edificio J en Monte Albán, que fue construido alrededor de 275 a.C. Este edificio fue construido en forma de flecha, y Aveni descubrió que cinco de las estrellas más brillantes del cielo se habían fijado en ese momento aproximadamente en el punto de la flecha. Además, una línea dibujada perpendicular a los escalones frontales del edificio habría apuntado directamente al lugar en el horizonte en el que se elevó la estrella brillante Capella. Por coincidencia, parece que la aparición de Capella en esta posición podría haber anunciado el paso del sol a través del cenit (el punto directamente sobre la cabeza), ya que en Monte Albán estos eventos son casi simultáneos. La evidencia de esto aparece en la presencia de un tubo cenital en el mismo sitio, que apunta directamente hacia arriba y efectivamente encuentra el paso del cenit del sol. Un ejemplo de un tubo cenital, este de la ciudad de Xochicalco. Las ciudades mayas muestran signos de orientación astronómica en la construcción de edificios. Muchos de estos eran en realidad observatorios que tenían ventanas de observación especiales en las paredes. Cada ventana correspondía a un evento celestial, por ejemplo, el ascenso de la estrella Sirio o el escenario de las Pléyades. Los edificios se alinearon deliberadamente con estrellas brillantes como Capella y Sirius, o con Venus, o con la posición del tránsito del sol. El hecho de que la construcción de las ciudades mayas dependiera de la astronomía es una prueba de la intensa relación que los mayas tenían con el cielo. El poder de los sacerdotes astrónomos era indicativo de la esencia de sus deberes: si alguien puede predecir las acciones de los objetos astronómicos que están vinculados a dioses, entonces en el marco de referencia maya esa persona está en comunicación con las deidades. Por lo tanto, la astronomía caracteriza muchas facetas de la vida maya, incluidos aspectos religiosos como conectar las acciones de los dioses con la vida de los humanos y aspectos prácticos como medir el tiempo y prepararse para la temporada de siembra. Sin embargo, principalmente la práctica maya de la astronomía era en realidad la astrología. El universo dinámico era visto como el hogar infinito de los dioses, y el trabajo de los hombres que estudiaron este universo aporta una perspectiva única a nuestra ciencia moderna de la astronomía. VI. Los Mayas, el cielo, el sol y la luna Los mayas creían que la Tierra era el centro de todas las cosas, fija e inamovible. Las estrellas, las lunas, el sol y los planetas eran dioses; sus movimientos eran vistos como yendo entre la Tierra, el inframundo y otros destinos celestiales. Estos dioses estaban muy involucrados en los asuntos humanos, por lo que sus movimientos fueron observados de cerca. Muchos eventos en la vida maya fueron planeados para coincidir con ciertos momentos celestiales. Por ejemplo, una guerra podría retrasarse hasta que los dioses estuvieran en su lugar, o un gobernante podría ascender al trono de una ciudad-estado maya sólo cuando un determinado planeta fuera visible en el cielo nocturno El sol era de suma importancia para los antiguos mayas. El dios del sol maya era Kinich Ahau. Era uno de los dioses más poderosos del panteón maya, considerado una faceta de Itzamna, uno de los dioses creadores mayas. Kinich Ahau brillaría en el cielo todo el día antes de transformarse en jaguar por la noche para pasar por Xibalba, el inframundo maya. En el Popol Vuh, los héroes gemelos, Hunaphu y Xbalanque, se transformaron en un punto en el sol y la luna. Algunas dinastías mayas afirmaron ser descendientes del sol. Los mayas eran expertos en predecir fenómenos solares, como eclipses y equinoccios, y cuando el sol alcanzaba su ápice. La luna era casi tan importante como el sol para los antiguos mayas. Los astrónomos mayas analizaron y predijeron los movimientos de la luna con gran precisión. Al igual que con el sol y los planetas, las dinastías mayas a menudo decían ser descendientes de la luna. La mitología maya generalmente asocia la luna con una doncella, una anciana y / o un conejo. La diosa de la luna maya era Ix Chel, una poderosa diosa que luchaba con el sol y lo hacía descender al inframundo todas las noches. Aunque era una diosa temible, ella era la patrona del parto y la fertilidad. Ix Chup era otra diosa de la luna descrita en algunos de los códices; ella era joven y hermosa y puede haber sido Ix Chel en su juventud. VII. Los Mayas y su estrecha relación con Venus Los mayas conocían los planetas del sistema solar y marcaban sus movimientos. El planeta más importante con diferencia para los mayas fue Venus, que asociaron con la guerra. Las batallas y las guerras se organizarían para que coincidieran con los movimientos de Venus, y los guerreros y líderes capturados también serían sacrificados de acuerdo con la posición de Venus en el cielo nocturno. Los mayas registraron minuciosamente los movimientos de Venus y determinaron que su año, relativo a la Tierra, no al sol, fue de 584 días, sorprendentemente cerca de los 583.92 días que la ciencia moderna ha determinado. Para los mayas este planeta era un ser portador de malas nuevas, de presagios funestos y de guerras, los sabios mayas determinaban con precisión sus posiciones para conjurar anticipadamente sus desgracias mediante las ceremonias correspondientes. VIII. Los mayas y las estrellas Al igual que los planetas, las estrellas se mueven a través de los cielos, pero a diferencia de los planetas, se mantienen en posición relativa entre sí. Para los mayas, las estrellas eran menos importantes para sus mitos que el sol, la luna, Venus y otros planetas. Sin embargo, las estrellas cambian estacionalmente y fueron utilizadas por los astrónomos mayas para predecir cuándo iban y venían las estaciones, lo que era útil para la planificación agrícola. Por ejemplo, el ascenso de las Pléyades en el cielo nocturno ocurre aproximadamente al mismo tiempo que las lluvias llegan a las regiones mayas de América Central y el sur de México. Las estrellas, por lo tanto, eran de uso más práctico que muchos otros aspectos de la astronomía maya. IX. Deidades Mayas Los Mayas tenían gran cantidad de dioses. Muchos de ellos con características duales: mitad masculinos, mitad femeninos; mitad viejos, mitad jóvenes; mitad animales, mitad humanos. Los mayas trataban de mantener contentos a sus dioses ofreciéndoles ofrendas y sacrificios humanos Los mayas, descendientes directos de los atlantes (según la sabiduría esotérica), herederos de toda su sabiduría y esplendor, dejaron en sus grabados, sepulcros milenarios, estelas, pirámides, códices, etc. Chac Bolay, era el dios jaguar, se le relacionaba con el señor de la muerte, Yum CimiI; de acuerdo a los Mayas era el patrón del día Akbal, que representaba la oscuridad, el cual era el séptimo día del calendario. Los mayas armaban que el dios del sol por las noches se transformaba en jaguar para poder viajar por la oscuridad por el mundo de los muertos, es por ello que Chac Bolay estaba relacionado con el sol y el inframundo. Esta deidad se caracterizaba por presentar una cabeza de jaguar con un mechón de cabello de medio con los Incisivos hacia afuera v cuyo memo estaba cubierto de manchas que simbolizaban el cielo en la noche con sus estrellas. El jaguar era el animal más sagrado e importante para la cultura prehispánica, es por ello que el dios que lo encarnaba simbolizaba fuerza y poder, ente los dioses mayas este dios era Chac Bolay, quien además representaba el paso del sol por el Inframundo. ¿POR QUÉ ERA EL JAGUAR IMPORTANTE PARA LOS MAYAS? Los mayas admiraban al jaguar por la fuerza y la destreza que este animal poseía para cazar. Además representaba otras divinidades, tanto del mundo natural como sobrenatural, por lo que éste era respetado y alabado como el señor de los animales. De acuerdo a sus creencias, el jaguar dominaba las fuerzas cósmicas del día y la noche, por lo tanto era un felino nocturno y crepuscular, asimismo era considerado un símbolo sagrado y único, pues una serie de deidades adquirieron varias de sus cualidades. Dentro de la cultura maya, este felino lo representaba lo que estaba en el espacio cósmico, también simbolizaba la vida y la fertilidad. La importancia de este animal era tal que muchas de las edificaciones que se construyeron en ciudades precolombinas se referían a él. Itzamná era considerado un dios benévolo, ya que al mismo no se le vio asociado nunca a destrucción, muerte o desastre. Era el patrono del día (ahau), siendo éste, el último y más importante de los veinte días mayas. Según la mitología maya, Itzamná se casó con la diosa Ixchel quien era la diosa maya de la luna, el amor y la gestación; tuvieron trece hijos de los cuales dos de ellos actuaron como dioses creadores. Su aspecto más popular es el de un anciano, sin embargo, debido a que es una deidad omnipresente se creía que podía tomar distintas formas, pudiendo llegar a ser un ave o un cocodrilo. ¿POR QUÉ ES IMPORTANTE ITZAMNÁ PARA LA MITOLOGÍA MAYA? Entre los dioses mayas, Itzamná es uno de los más importantes por ser el hijo del dios creador, además, se le conoció como dios de la sabiduría por ser el inventor de la escritura y de los libros. Para los mayas para muchos, Itzamná padre de la sabiduría, plantea la idea de vivir con propósito, de aceptar la diversidad de la psicología humana y de lograr encontrar un camino entre la contrariedad de las emociones, las cuales pueden manifestarse hoy como amor y mañana como odio y de esta forma adentrarse en el camino de la sabiduría. Además, como todos los pueblos mesoamericanos, los mayas tradicionales reconocen en su alimento principal, el maíz, una fuerza vital con la que se identifican fuertemente. Esto resulta evidente en sus tradiciones mitológicas. Según el Popol Vuh, un relato del siglo XVI, los héroes gemelos tienen plantas de maíz como alter egos y el propio hombre se creó a partir del maíz. El descubrimiento y la apertura de la Montaña de Maíz, el lugar donde se escondían las semillas del maíz, es aún uno de los cuentos mayas más populares. En el período clásico (200-900 d. C.), el dios del maíz muestra aspectos de un héroe cultural. En la tradición oral maya, el maíz aparece personificado habitualmente como una mujer1 - como el arroz en el Sureste asiático, o el trigo en la Antigua Grecia y Roma. La adquisición de esta mujer a través del rapto de una novia constituye uno de los mitos mayas básicos.2 A diferencia de esto, la aristocracia maya prehispánica parece principalmente haber concebido al dios del maíz como masculino. El período clásico distinguió dos formas masculinas: un dios de maíz con hojas y otro tonsurado.3 El dios con hojas está presente en el llamado árbol de maíz (Templo de la Cruz Foliada, Palenque), sus mazorcas modeladas para formar la cabeza de la deidad. Una deidad del maíz masculina representando el modelo foliado y llamado dios E aparece en los tres libros mayas auténticos También conocido como Ah Mun, Yum K'aax o Yum Uil, controlaba el alimento sagrado de los mayas: el maíz. Se le representaba siempre como un joven con deformación craneal portando mazorcas de maíz. También conocido como Ah Mun, Yum K'aax o Yum Uil, controlaba el alimento sagrado de los mayas: el maíz. Se le representaba siempre como un joven con deformación craneal portando mazorcas de maíz. DATOS IMPORTANTES DE LA CULTURA MAYA: 1. El calendario maya es más preciso que el calendario gregoriano. Los avances astrológicos de los mayas siguen impresionado a científicos dedicados a esta rama, pues la precisión con la que lograron hacer su calendario fue incluso más cercana a la del calendario gregoriano, esto según mediciones actuales con la más alta tecnología, la cual ha determinado que un año dura exactamente 365,2422. El calendario maya precisaba un año solar de 365,2420 días, mientras que el gregoriano lo calcula en 365,2425 días. Ciudades como Chichén Itzá y Tulum o Zamá (como se llamaba antiguamente), son claros ejemplos de cómo los mayas utilizaban su zona geográfica tan privilegiada para usar sus conocimientos astrológicos en la arquitectura y así poder medir los ciclos solares y lunares. 2. La serpiente emplumada desciende de la pirámide de Chichen Itzá cada equinoccio. Todos los años durante el equinoccio de primavera (20 y 21 de marzo) y el de otoño, en Chichen Itzá se reúnen miles de personas para presenciar “El descenso de Kukulcán”. Esto es un acontecimiento que ocurre desde el momento en que el sol comienza a salir y proyecta una sombra en la escalinata de “El Castillo”, la pirámide principal de este sitio arqueológico, que hace alusión a la Serpiente Emplumada, la cual era venerada por los mayas como una de sus deidades y a la cual se le dedicó este templo tan majestuoso que es considerado una de las Nuevas Maravillas del Hombre. 3. La ciudad de Tulum originalmente era llamada Zama. Tulum es uno de los sitios arqueológicos más visitados del Caribe Mexicano. La belleza del lugar a un costado del color turquesa del mar caribe dota al lugar de una magia incomparable y muestra la gran visión que tenían los mayas para ubicar sus ciudades. Tulum es una palabra en maya que significa “muralla” y fue como se le nombró a esta ciudad tras ser redescubierta entre la selva ya que es la única ciudad maya amurallada que se conoce. Sin embargo, en sus días de esplendor la ciudad era llamada Zama, que significa amanecer, seguramente por los bellos amaneceres que se pueden apreciar desde este envidiable punto geográfico. No hay duda de que gracias a su incomparable ingenio y precisión, hoy en día la cultura maya nos sigue impresionando con sus conocimientos y construcciones tan exactas. X. Conclusión En la cultura mesoamericana, la práctica de la astronomía era extremadamente importante. Para los mayas de Mesoamérica, esta ciencia antigua reflejaba el orden en el universo y el lugar de los dioses en él. Este orden refleja una armonía inherente presente en su visión teológica general del universo. Para los mayas, capturar la esencia del tiempo era de suma importancia. En su cosmología, el espacio y el tiempo estaban inevitablemente entrelazados, como lo evidencia su complejo sistema de calendario que combina los atributos espaciales del universo, como los animales y las plantas, con los movimientos temporales de los objetos astronómicos. Aunque los mayas nunca inventaron relojes de agua u otros dispositivos específicos para medir el tiempo, usaron el cielo como un método para medir el paso del tiempo. Los mayas creían que los eventos celestiales eran indicativos de comunicación con los dioses. Objetos astronómicos específicos representaban ciertas deidades, cuyas vidas divinas fueron retratadas en los cambios diarios, mensuales y anuales en su apariencia. El aspecto religioso de la astronomía también fue llevado un paso más allá: a la astrología. El movimiento de las constelaciones y otros objetos a través del cielo representaba una conexión entre los eventos celestiales y los asuntos humanos. En otras palabras, se creía que la práctica de la astronomía, en forma de astrología, tenía influencia en todos los mayas. Finalmente, probablemente uno de los beneficios más tangibles y prácticos de la astronomía fue en la agricultura. La aparición de ciertas constelaciones o planetas en el cielo anunciaba la temporada de siembra. Cuanto más entendían el cielo, más seguridad había de que la gente no moriría de hambre. Se puede argumentar sólo sobre esta base que la astronomía fue una práctica que promovió el éxito de la civilización maya. XI. Bibliografía https://circulosolar.wordpress.com/2012/03/12/astronomia-maya/ https://historiaybiografias.com/calendario-venus-los-mayas-explicacion-del-metodo/ http://www.nationalgeographic.com.es/historia/actualidad/mayas-avanzadas-observa ciones-venus_10611 https://culturalmaya.com/astronomia/ https://culturacolectiva.com/historia/astronomia-maya-el-mensaje-de-las-estrellas-yel-misterio-de-la-vida/ https://culturacolectiva.com/historia/astronomia-maya-el-mensaje-de-las-estrellas-yel-misterio-de-la-vida/ http://blog.xichen.tours/es/6-datos-curiosos-de-las-ciudades-mayas/ http://blog.xichen.tours/es/6-datos-curiosos-de-las-ciudades-mayas/