Subido por Natalia Colihuinca

BREVE-HISTORIA-DE-MOISES

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MOISÉS
BREVE HISTORIA
Hubo un tiempo en el que los hijos de Israel se mudaron a Egipto para
escapar de una escasez de alimentos tremenda. José, uno de los hijos de
Israel, era un gran líder en Egipto. Mientras José vivía, los hijos de Israel
estaban respetados y tratados con bondad.
No obstante, cuando José murió,
su pueblo llegó a ser víctima de
discriminación. De hecho, llegaron a ser
esclavos. Es interesante notar que
todas las naciones que han esclavizado
a otros, han llegado a tener miedo de
ellos. Así que, los egipcios llegaron a
temer a los hijos de Israel, que también
se llaman hebreos. Temían que los hijos
de los hebreos salieran de la niñez y
formaran un ejército revolucionario. Por
tanto, se decidieron matar a todos los
niños recién nacidos.
Aproximadamente en estos días, Moisés nació. Sus padres no tenían
miedo del mandamiento del rey, y escondieron al niño Moisés por tres
meses. Cuando ya no había seguridad en tenerlo en la casa, concibieron un
plan audaz. Hicieron una arquilla de juncos y la pusieron con el niñito Moisés
adentro, en el río. Su hermana, María, miró de lejos para ver lo que le
acontecería.
Pusieron a Moisés en el río donde la hija del
Faraón venía para bañarse. Cuando vio al niñito,
se decidió a adoptarlo y criarlo como su propio
hijo. María se fue a la Princesa y le preguntó si
quería una nodriza que le criara al niño. En esta
manera, pues, la mamá de Moisés recibió pago
por criar a su propio niño. Moisés fue criado
como el hijo de la hija de Faraón. Así que, tuvo la
oportunidad de ser capacitado en toda la
sabiduría y los conocimientos de los egipcios.
También tenía contacto con su mamá, y ella
podía enseñarle acerca del único Dios verdadero.
Cuando Moisés llegó a ser un hombre, vio a un egipcio que golpeaba
a uno de sus hermanos hebreos. Moisés mató al egipcio y tuvo que huir del
país para evitar que estuviera encarcelado.
Durante los 40 años siguientes, Moisés vivía en la tierra de Madián.
Moisés no hizo nada de importancia durante este período de tiempo, sin
embargo éstos no eran años desperdiciados. Eran muy importantes. Alguien
ha observado que Dios crea cosas de la nada. Así que, cuando Dios quería
hacerle de Moisés un gran líder, lo redujo a la nada.
La Biblia enseña que los pastores eran una abominación a los
egipcios. (Génesis 46:34) Por eso, Dios hizo de Moisés un pastor. Moisés,
que había sido un príncipe poderoso y bien educado en Egipto, pasó
cuarenta años como pastor. Moisés había sido una vez poderoso en
palabras y hechos en Egipto, (Hechos 7:22) Ahora no era nada. Aún se
había olvidado de hablar con facilidad el
idioma egipcio.
Entonces, en aquel momento Dios
llamó a Moisés. Dios le habló de una zarza
ardiente. Le dijo que guitara su calzado,
porque el lugar en que el estaba, era tierra
santa. Cuando nos vamos a trabajar, nos
ponemos los zapatos. Ahora, Dios iba a
trabajar en la vida de Moisés.
Dios iba a liberar su pueblo de la
esclavitud egipcia, y se decidió trabajar por
medio de Moisés para cumplir la tarea.
Nuevamente, es importante recordar que
el éxito de Moisés era el resultado directo
del poder de Dios.
Moisés efectuó señales milagrosas para probar que realmente fue enviado
de Dios. Sin embargo, Faraón no quiso dejar ir a Israel, así que fueron
enviadas diez plagas sobre Egipto, por ejemplo, ranas, oscuridad, granizo, y
finalmente la mortandad de los primogénitos. Los israelitas tuvieron que
matar un cordero y rociar con la sangre la puerta de su casa. Esto
representaba cómo la sangre de Jesús puede salvarnos de la muerte. Esta
festividad llegó a conocerse como la Pascua.
El Dios de Abrahám, Dios de Isaac, Dios de Jacob; pidió a su pueblo
Israel que se fiaran de Él y se comportaran como hermanos. Yahvé, Dios
ve la humillación del pueblo, escucha sus gritos, conoce sus sufrimientos
y baja para liberarlos. Pero esa liberación no la realiza directamente,
venida de lo alto en forma milagrosa, sino a través de personas
concretas. Y a pesar de las muchas resistencias que pone Moisés Dios
insiste en comprometerlo a favor de sus hermanos oprimidos.
Algo así nos pide también Dios a nosotros. Y, como Moisés, solemos
poner como pretexto que no somos nadie, que no estamos instruidos,
que no nos van a creer, que no sabemos expresarnos bien, por lo que
rogamos que envíe a otros, pero el Dios de Moisés insiste en que no
tengamos miedo, pues él estará siempre al lado nuestro para ayudarnos.
Este Dios se llama a sí mismo Yahvé, o sea, “Yo soy el que estoy
activo en medio de ustedes, los marginados y explotados...” Su
presencia es completamente distinta a la de los otros dioses... Los
dioses de Egipto viven en los palacios, legitimándolos; Yahvé vive entre
los marginados, ayudándoles a salir de sus esclavitudes.
Dialogo sobre el texto
a) ¿En qué se parecen los problemas de aquellos esclavos a los
problemas que tenemos nosotros hoy? Enumerarlos, si podemos...
b)
¿Conocemos a gente que busca a Dios sólo en medio de los
ricos? ¿Qué pensamos de ellos? ¿Dónde realmente pensamos que
actúa Dios?
c)
¿En qué se parecen las resistencias de Moisés a nuestras
propias resistencias para escuchar el llamado de Dios a
comprometernos a favor de nuestros hermanos?
d) ¿Sentimos el sufrimiento de la gente como un llamado de Dios?
¿Qué estamos haciendo para ayudar a que nuestra gente se libere
de sus esclavitudes?
ORAR EL MENSAJE:
Creemos, Señor, que tú ves la humillación del
pueblo,
escuchas sus gritos,
conoces sus
sufrimientos y bajas para liberarnos.
Creemos que te duele de forma especial el
sufrimiento de todos los oprimidos de la tierra.
Creemos que estás presente en todo lo que
lleve a una auténtica liberación.
Ayúdanos a superar nuestros miedos para
poder aceptar tu llamamiento.
Ayúdanos a prepararnos bien para poder
comprometernos a favor de los más explotados.
Gracias por las organizaciones populares que
nos ayudan a defender nuestros derechos.
Despedida y canto
OYE, PADRE
El pueblo gime de dolor;
¡Ven y sálvanos!
A Dios levanta su clamor.
¡Ven y sálvanos!
El pueblo está en la esclavitud:
¡Ven y sálvanos!
El pueblo clama libertad:
¡Ven y sálvanos!
Coro OYE, PADRE,
EL GRITO DE TU PUEBLO.
OYE, CRISTO,
¡VEN Y SALVANOS!
La marcha es dura, recio el sol,
¡Ven y sálvanos!
Se acerca ya la liberación
¡Ven y sálvanos!
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