Subido por Alexis Idrovo

DG act remir

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Manual CTO
de Medicina y Cirugía
Actualización
REMIR 2020
DG
Digestivo
Trastornos motores
del esófago
03
M01
3.2.
•
•
Trastornos motores
Dilatación endoscópica con balón.
Tratamiento quirúrgico.
Toxina botulínica
Se caracterizan por la alteración de la función del músculo liso esofágico,
bien del peristaltismo del cuerpo esofágico o bien de la presión y/o relajación
del esfínter esofágico inferior (EII).
La inyección de toxina botulínica por vía endoscópica en el EEI produce
una disminución de la liberación de acetilcolina en las terminaciones nerviosas.
Se clasifican en primarios cuando no están asociados a ninguna patología
específica que pueda explicar su origen, y secundarios cuando aparecen en
el contexto de otra enfermedad neuromuscular, sistémica, metabólica, infecciosa o tumoral que se considera la causa del trastorno.
Es un tratamiento que mejora la sintomatología de forma transitoria, requiriéndose inyecciones repetidas al reaparecer los síntomas. Está indicado en
personas ancianas y pacientes con alto riesgo quirúrgico.
Dilatación con balón
Trastornos motores esofágicos primarios
Entre los factores predictores de mejor respuesta se incluyen: edad > 45 años,
sexo femenino, tipo II (MAR), menor diámetro esofágico previo a dilatación y
presión EEI postdilatación < 10 mmHg.
Actualmente se clasifican siguiendo la clasificación de Chicago V.3.0 publicada en 2015 que diferencia las alteraciones de la motilidad esofágica en
varias categorías, siendo las principales:
1. Acalasia.
2. Desórdenes mayores de la peristalsis:
1. Espasmo esofágico distal.
2. Peristalsis o contractilidad ausente (patrón de aperistalsis de la
esclerodermia)
3. Esófago hipercontráctil.
Terapias emergentes
Miotomía endoscópica peroral (POEM). Es un procedimiento endoscópico avanzado que consiste en la miotomía del esófago distal (10-12 cm por
encima del EEI), del esfínter esofágico inferior y los primeros 2-4 cm de pared
gástrica mejorando las anomalías peristálticas.
Acalasia esofágica
(disfagia esofágica motora continua)
Esta terapia emergente parece que consigue excelentes resultados (tasas de
eficacia del 90% en algunas series prospectivas), si bien no existen estudios
comparativos con miotomía laparoscópica o dilatación neumática.
En la acalasia primaria existe una pérdida inflamatoria de las neuronas inhibitorias del plexo mientérico (Auerbach) del EEI y cuerpo esofágico, lo cual
conlleva una disminución de óxido nítrico y polipéptido intestinal vasoactivo
responsables de la relajación del músculo liso y del peristaltismo respectivamente. Se desconoce su causa sugiriéndose un posible origen viral, autoinmune o neurodegenerativo.
Las complicaciones más frecuentes son: sangrado del túnel submucoso, neumotórax, perforación de la mucosa, enfisema subcutáneo, apertura transmural completa, neumomediastino y neumoperitoneo. El principal efecto
adverso del POEM es el reflujo gastroesofágico.
Desórdenes mayores de la motilidad
Tratamiento
Peristalsis ausente (patrón de aperistalsis
de la esclerodermia) (Disfagia esofágica
motora continua)
No existe un tratamiento etiológico que normalice la función esofágica. Las
alternativas terapéuticas disponibles, farmacológicas, endoscópicas o quirúrgicas son de carácter paliativo encaminados a mejorar los síntomas y a la
prevención de las complicaciones.
Se caracteriza por una manometría con peristalsis fallida en el 100% de las
degluciones, con relajación adecuada del EEI, independientemente de si es
un trastorno primario del esófago o aparece en el contexto de una causa
identificable como la esclerodermia. En la esclerodermia se produce afectación esofágica en el 74% de los casos.
De menor a mayor, por orden de eficacia son:
• Tratamiento médico (farmacoterapia).
• Inyección de toxina botulínica.
1
M01
Actualización
de dolor torácico de origen esofágico junto con la acalasia, el espasmo esofágico distal y, por supuesto, el reflujo gastroesofágico.
Existe una marcada atrofia del músculo liso del esófago y del EII. Cursa con
reflujo gastroesofágico asociado a disfagia, siendo el tratamiento sintomático.
Se caracteriza por una manometría con dos o más degluciones de contracción de muy gran amplitud (más 8.000 mmHg/cm/s) con relajación adecuada
del EEI. Esta hipercontractilidad puede implicar al esófago, únicamente al EII
o ambos.
El tratamiento del esófago hipercontráctil no está validado. Se han planteado
el empleo de relajantes musculares como nitratos o calcioantagonistas (nifedipino), inhibidores de la 5-fosfodiesterasa (sildenafilo) e incluso antidepresivos a dosis bajas (podrían modificar la percepción dolorosa sin modificar
la función motora). Otros tratamientos que pudieran ser utilizados son la
inyección de toxina botulínica, el POEM (miotomía endoscópica peroral) y la
miotomía quirúrgica.
A diferencia de la acalasia, probablemente es debido a un exceso de actividad colinérgica. Debe incluirse dentro del diagnóstico diferencial de causas
En la Tabla 1 se estudia el diagnóstico diferencial de los trastornos motores
del esófago.
Esófago hipercontráctil (esófago Jackhammer)
Tabla 1
Acalasia
Espasmo esofágico distal
Peristalsis
o contractilidad ausente
Esófago hipercontráctil
Comportamiento EEI
con deglución
Relajación incompleta del EEI tras
deglución
Relajación adecuada del EEI
durante las degluciones
Relajación adecuada del EEI
durante las degluciones
Relajación adecuada del EEI
durante las degluciones
Presión basal EEI
Normal o aumentada
Aumentada
Disminuida
Normal o aumentada
Cuerpo esofágico
durante deglución
• Aperistalsis en subtipos I y II
• Contracciones prematuras
y de gran amplitud
en subtipo III
Múltiples contracciones prematuras Debilidad de las contracciones
de gran amplitud generalmente
esofágicas y en grado extremo
del tercio inferior esofágico. Suelen aperistalsis
coexistir además contracciones
terciarias
Diagnóstico diferencial de los trastornos motores del esófago
2
Múltiples contracciones
de muy grande amplitud
Gastritis: aguda y crónica.
Gastropatía. Gastroparesia
08
M02
8.2.
hipoacidez gástrica resultante condiciona un estímulo continuo sobre las
células G antrales productoras de gastrina. Si este estímulo se mantiene en
el tiempo, se produce una hiperplasia de células G y a largo plazo, riesgo de
gastrinomas.
Gastritis crónica
La hipergastrinemia persistente tiene dos efectos principales: estímulo de la
célula parietal como mecanismo de compensación para producción de ácido
que contrarreste la situación de hipoacidez gástrica; y efecto trófico sobre las
células endocrinas enterocromafín-like (ECL), localizadas en cuerpo y fundus,
dando lugar a una hiperplasia de las mismas que debe considerarse como
estadio precursor para el desarrollo, a largo plazo de microcarcinoides gástricos tras un periodo de displasia celular.
Riesgo de tumores neuroendocrinos
asociados a atrofia gástrica
A lo largo del tubo digestivo existe gran variedad de células endocrinas distribuidas de forma difusa, sin agruparse a modo de glándulas, formando parte
del sistema APUD (Amine Precursor Uptake Descarboxilase), actualmente
denominado sistema endocrino difuso, que sintetizan y excretan hormonas
con funciones digestivas específicas. En el estómago las más importantes
son las células G productoras de gastrina, localizadas en el antro, y las células
enterocromafín-like (ECL), productoras de histamina, localizadas en cuerpo y
fundus. De forma genérica, las neoplasias originadas a partir de estas células
se denominan tumores neuroendocrinos gástricos.
Los carcinoides gástricos más frecuentes son los de grado bien diferenciado
lo que implica un bajo potencial de malignidad. Se caracterizan por ser múltiples y de pequeño tamaño con una evolución muy lenta remitiendo con
la antrectomía ya que, de esta forma se elimina la fuente de gastrina (MIR
18-19, 81). La terapia con análogos de somatostatina, con escasos efectos
adversos pero de alto coste, para los carcinoides gástricos dado el control de
la hipergastrinemia y la subsecuente hiperplasia de las células enterocromafines-like, está todavía pendiente de resolver cuestiones en cuanto a dosis
óptima y tiempo de tratamiento.
Independientemente del mecanismo fisiopatológico de la atrofia gástrica
(autoinmune en relación con anticuerpos anticélulas parietales (tipo A) o
secundario infección crónica por Helicobacter pylori (tipo B), el estado de
3
Enfermedad inflamatoria
intestinal y otras alteraciones
intestinales
15
M03
15.1.
El uso de inmunosupresores (ciclosporina) o biológicos (anti-TNF) podría
intentarse en algún caso puntual, si bien es más adecuado para la colitis fulminante que para el megacolon propiamente dicho.
Enfermedad inflamatoria intestinal
Riesgo de tumores
Complicaciones
Existe un riesgo aumentado de neoplasia colorrectal en los pacientes con EII
que afecta al colon. Los factores de riesgo son la enfermedad extensa (pancolitis), la afectación histológica grave y/o de larga duración, la asociación
con colangitis esclerosante primaria y los antecedentes familiares de cáncer
colorrectal (MIR 17-18, 79).
Manifestaciones intestinales
Megacolon tóxico
Enla Tabla 1 se estudian los criterios diagnósticos del megacolon tóxico.
El cribado clásico se realiza mediante colonoscopia en los periodos de remisión, tomando biopsias al azar, tanto de segmentos sanos como de zonas de
mucosa anormales (3-4 biopsias cada 10 cm desde el ciego al recto), en busca
de displasia o neoplasia intraepitelial. La cromoendoscopia con colorantes
(azul de metileno o índigo carmín) y la cromoendoscopia digital aumentan el
rendimiento diagnóstico y, si se dispone de ellas, son de elección.
Tabla 1
Evidencia radiológica de dilatación del colon
• Fiebre superior a 38 ºC
Al menos 3 o más
de los siguientes signos • Frecuencia cardíaca superior a 120 lpm
• Leucocitosis neutrofílica superior a 10,5 x 109/l
• Anemia
• Deshidratación
Además de lo anterior,
al menos 1 de los
• Alteración del nivel de consciencia
siguientes signos
• Alteraciones hidroelectrolíticas
• Hipotensión
La proctitis no requiere seguimiento, ya que no tiene incrementado el riesgo
de cáncer de colon. Por el contrario, en los pacientes con CU asociada a la
colangitis esclerosante primaria, la colonoscopia de cribado se debe realizar
en el mismo momento del diagnóstico y repetir anualmente (MIR 12-13, 2).
Criterios diagnósticos de megacolon tóxico
Fístulas
Inicialmente, el tratamiento (Figura 1) es médico, con fluidos intravenosos
antibióticos que cubran gramnegativos, y corticoides intravenosos. Si con tratamiento médico el paciente no mejora a las 48-72 h, aparece un claro deterioro clínico, una hemorragia incontrolable o una perforación, se requiere
colectomía total urgente, ya que la morbimortalidad en caso de perforación
puede superar el 20% (MIR 11-12, 226-CG).
En función del órgano con el que comunique, se clasifican en:
• Fístulas enteroentéricas. Son las más frecuentes y suelen ser asintomáticas, no requiriendo tratamiento quirúrgico en esos casos.
• Fístulas a órganos vecinos. Las más comunes son enterovesicales, enterovaginales y enteroprostáticas. Pueden dar lugar a abscesos. Requieren
tratamiento quirúrgico.
En la mayoría de las ocasiones que aparece una fístula de estos tipos,
suele existir inflamación intestinal, por lo que su manejo debe ir acompañado del control de la actividad inflamatoria (tratamiento médico).
• Fístulas enterocutáneas. Constituyen parte de lo que se conoce como
enfermedad perianal, caracterizada por la presencia de fisuras, abscesos
y/o fístulas enterocutáneas en la zona perianal. La existencia de enfermedad perianal no siempre se asocia a actividad inflamatoria intestinal.
Se clasifican en:
Fistulas simples. Son las que tienen un único trayecto interno y
además es bajo (fistula superficial, interesfinteriana o transesfinteriana baja).
Fistulas complejas. Son las que tienen múltiples trayectos internos,
trayecto alto (transesfinteriana alta, supraesfinteriana, extraesfinteriana o a órganos vecinos) o las que tienen complicación asociada
como estenosis o absceso.
Figura 1
Fluidoterapia intravenosa
Antibioterapia (ciprofloxacino + metronidazol)
Glucocorticoides intravenosos
No respuesta
En casos puntuales:
ciclosporina/infliximab
No respuesta
Cirugía
Algoritmo terapéutico del megacolon tóxico
4
15. Enfermedad inflamatoria intestinal
y otras alteraciones intestinales
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 1.ª edición. REMIR
El tratamiento médico de la enfermedad perianal fistulizante depende de si
se trata de fístula simple o compleja (Figura 2).
dido, existe una situación especial: en todo paciente con sospecha de corticorrefractariedad, antes de cambiar el tratamiento, es necesario descartar la
sobreinfección por citomegalovirus o Clostridium difficile con toma de biopsia rectal por rectoscopia. Si es positivo, los pacientes deben ser tratados
con ganciclovir o metronidazol respectivamente y deben continuar con su
tratamiento esteroideo.
Figura 2
Fístulas simples
Fístulas complejas
Antibioterapia:
ciprofloxacino + metronidazol
Antibióticos + inmunosupresores:
AZA/6MP
+
Colocación de sedales
Inmunosupresores: AZA/6MP
Biológicos
Cirugía: colostomía/amputación
DG
CG
La enfermedad con afectación distal puede beneficiarse de la administración
rectal de corticoides tópicos como la budesonida, beclometasona o triamcinolona.
Terapias biológicas
Los fármacos biológicos usados se clasifican según su mecanismo de
acción:
• Los anti-TNF son los más utilizados normalmente como primera línea.
Son anticuerpos de tipo IgG1 dirigidos contra el factor de necrosis tumoral alfa (TNF-α):
Infliximab. Es un anticuerpo quimérico (humano y murino), por lo
que puede ocasionar reacciones infusionales (rash, urticaria y broncoespasmo). Se administra por vía intravenosa en inducción a las 0,
2 y 6 semanas, y luego mantenimiento cada 8 semanas. Es el fármaco con el que más experiencia se tiene. Al inicio del tratamiento
(y manteniéndolo 6-12 meses) se pueden asociar con inmunomoduladores (tiopurinas lo más frecuente) para aumentar su eficacia y
disminuir su inmunogenicidad.
Adalimumab. Es un anticuerpo humanizado que se administra por
vía subcutánea cada 15 días.
Golimumab. Es un anticuerpo humanizado únicamente útil en la
CU (no en la EC). Se administra por vía subcutánea.
Biológicos
Cirugía: colostomía/amputación
Algoritmo de tratamiento de las fístulas
RECUERDA
Los pacientes con enfermedad de Crohn perianal tienen
más riesgo de complicaciones extraintestinales.
Tratamiento
Los antibióticos también tienen su papel en situaciones muy específicas
como la enfermedad perianal o fiebre alta.
Aminosalicilatos
•
Éstas son las principales características:
• Son fármacos antiinflamatorios que actúan únicamente al nivel del
colon, por tanto, son útiles en la CU (tanto en el brote como en el mantenimiento). Su uso en EC (sólo si existe afectación colónica) es muy
controvertido, no habiéndose demostrado clara eficacia.
• Dado su efecto antiinflamatorio (inhibidor de COX-2), tienen una acción
protectora frente al cáncer de colon.
Tienen un efecto poco potente, por eso se emplean en monoterapia en
los brotes leves y moderados. Sin embargo, también se utilizan en los
brotes graves, de cara a quedarse posteriormente en el mantenimiento,
y por su efecto protector sobre el cáncer de colon.
• Los aminosalicilatos vía tópica deberían administrarse en todas las colitis
independientemente de su extensión. Se usan supositorios para la proctitis, espuma para la rectosigmoiditis y enemas para la colitis izquierda.
La vía oral se reserva especialmente para:
Afectación pancolónica (para cubrir la parte que no cubren los tópicos).
Ausencia de mejoría/tolerancia al tratamiento tópico.
EC colónica (controvertido).
•
•
Vedolizumab. Es un anticuerpo monoclonal humanizado de tipo
IgG1 dirigido contra una integrina (α4β7). Su uso está aprobado en
EC y CU.
Ustekinumab. Es un anticuerpo monoclonal humanizado contra la
interleucina 12 y 23. Está indicado para inducción y mantenimiento en
EC moderada-grave. En CU aún no está aprobado. Parece tener menos
riesgo inmunosupresor y podría utilizarse en pacientes con enfermedad
desmielinizante. La primera dosis es intravenosa (6 mg/kg) y después
90 mg subcutánea a la semana 8; posteriormente, cada 8/12 semanas
según respuesta.
Tofacitinib. No es propiamente un biológico sino una molécula de síntesis química, aprobado sólo para la CU. Es un inhibidor oral de molécula
pequeña de las cinasas JAK1 y JAK3 que regulan la señalización intracelular para numerosos mediadores proinflamatorios. La dosis utilizada
es de 10 mg/12 h durante 8 semanas para la inducción, y 5-10 mg/12 h
para el mantenimiento. Se ha asociado a un aumento del riesgo de
tromboembolismo pulmonar a dosis altas (10 mg/12 h), debiendo evitarse en pacientes con factores de riesgo o antecedentes de trombosis.
Conviene tener un especial cuidado en su uso y deben evitarse si el paciente
presenta una enfermedad tumoral activa o la ha presentado en los últimos
5 años.
Corticoides
Siempre deben asociarse suplementarios con calcio (1.000-1.500 mg/día) y
vitamina D (400-800 UI/día) para evitar el daño óseo de los mismos.
En el caso de los cribados a realizar debido al riesgo de infecciones previamente al uso de un fármaco biológico, en el caso de la infección por VHC,
se solicitan serología y ARN del VHC. Los biológicos no influyen en el curso
de la hepatitis C. Su tratamiento es el mismo (véase Capítulo Hepatitis víricas).
Respecto a los corticoides de acción sistémica, responde el 70% de los
pacientes. Si en el intervalo del tercer al séptimo día el brote no ha respon-
5
Manejo de los pólipos
y cribado
del cáncer colorrectal
17
M04
17.1.
Tabla 2
Adenomas
Pólipos
La mayoría de los pólipos son asintomáticos; cuando presentan clínica, lo
más frecuente es que ocasionen hemorragia. Los pólipos vellosos además
pueden cursar con una diarrea secretora.
Pólipos neoplásicos
Se entiende por pólipos neoplásicos aquéllos que son precursores del cáncer
colorrectal (CCR). En esta categoría se incluyen dos tipos: los adenomas y los
serrados, cuyas diferencias se muestran en la Tabla 1.
Tamaño
• Bajo riesgo: < 10 mm
• Alto riesgo: ≥ 10 mm
Número
• Bajo riesgo: 1-2 adenomas
• Alto riesgo: ≥ 3 adenomas
Subtipo
histológico
• Bajo riesgo: adenoma tubular
• Alto riesgo: adenoma velloso
o túbulo velloso
Grado
de displasia
• Bajo riesgo: displasia
de bajo grado
• Alto riesgo: displasia de alto
grado
Serrados
• Bajo riesgo: < 10 mm
• Alto riesgo: ≥ 10 mm
• Bajo riesgo: sin displasia
• Alto riesgo: con displasia
Factores de influencia en el riesgo de malignización
Tabla 1
Adenomas
Serrados
Proliferación epitelial
con algún grado de displasia
(lesión microscópica premaligna)
Grupo heterogéneo
de lesiones con epitelio
de las criptas
“en dientes de sierra”
Subtipo
histológico
• Adenoma tubular
• Adenoma túbulo-velloso
• Adenoma velloso
• Hiperplásico
• Serrado sésil
• Serrado tradicional
Capacidad
de malignización
Todos los subtipos histológicos
malignizan
• El hiperplásico no maligniza
• Los serrados sésiles
y tradicionales sí malignizan
Ruta
de malignización
Vía tradicional
de la carcinogénesis iniciada
por inestabilidad cromosómica
Vía serrada de la carcinogénesis
iniciada por el gen BRAF
o por hipermetilación
Distribución
del CCR
Responsables
del 70-80% de CCR
Responsables
del 20-30% de CCR
Definición
En función de la presencia o no de cada uno de estos factores de malignización, se determinará el seguimiento pospolipectomía (véase Apartado 14.2
Seguimiento pospolipectomía).
RECUERDA
Los pólipos adenomatosos son todos premalignos.
Los pólipos serrados se dividen en tres tipos:
• Serrado sésil: sí malignizan.
• Serrado tradicional: sí malignizan.
• Hiperplásico: no malignizan.
17.2.
Seguimiento pospolipectomía
Si en una colonoscopia se reseca algún pólipo neoplásico, dado su potencial
maligno, es obligado realizar una vigilancia mediante colonoscopias periódicas.
Características de los pólipos de tipo adenoma y de tipo serrado
Para poder llevar a cabo estas recomendaciones, la colonoscopia realizada
debe ser de calidad, es decir, el colonoscopio ha debido llegar hasta el ciego,
la preparación del colon debe ser buena y se han de haber resecado todos
los pólipos visualizados.
No todos los pólipos malignizan en el mismo intervalo de tiempo. Existe una
serie de factores que influyen en el riesgo de malignización, y se muestran
en la Tabla 2.
6
17. Manejo de los pólipos
y cribado del cáncer colorrectal
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 1.ª edición. REMIR
17.3.
DG
CG
Según la nueva actualización y desde el punto de vista oncológico se considera:
• Familiar de primer grado: padres, hermanos e hijos.
• Familiar de segundo grado: abuelos, tíos, sobrinos.
• Familiar de tercer grado: bisabuelos, primos.
Cribado del cáncer colorrectal
El principal factor de riesgo para la aparición de CCR son los antecedentes
familiares o personales de CCR. Puesto que existe esta agregación familiar, y
dado que se conoce que el CCR surge de pólipos adenomatosos o serrados,
hay una estrategia de profilaxis primaria (cribado) que ha demostrado disminuir la incidencia de CCR y que en nuestro medio se realiza como recoge la
Figura 1.
Figura 1
Cribado CCR
Factores de riesgo
personal y lo familiar
No
Sí
Población riesgo elevado
Edad
< 50 años
> 50 años
Población
riesgo
bajo
Población
riesgo
medio
No
cribado
SOHi desde 50
a los 75 años
CCR familiar
adenomas avanzado
1 familiar de 1er grado
Familiares 2º grado
Familiares 3er grado
Poliposis
Sol. Lynch
EII
Véase
cribado
tema 18
Véase
cribado
tema 16
≥ 2 familiares de 1er grado
+-
+
Repetir SOHi cada 2 años
Colonoscopia completa
Cribado de cáncer colorrectal (SOHi: sangre oculta en heces [test inmunológico])
7
Colonoscopia completa
cada 5 años desde
los 40 años o desde
10 años antes de la edad
al diagnóstico en el familiar
más joven
Hepatitis víricas
22
M05
22.3.
Figura 1
Infección por el VHB
En la Tabla 1 se estudian los marcadores serológicos de la infección por el
VHB.
Tabla 1
AcHBc
IgM
AcHBc
IgG
AgHBs
AcHBs
AgHBe
AcHBe
ADN
Hepatitis aguda
+
-
+
-
+
-
+
Hepatitis B
crónica AgHBe
positivo
-
+
+
-
+
-
+
Mutante precore
-
+
+
-
-
+
+
Portador inactivo
de la hepatitis B
-
+
+
-
-
+
-
Hepatitis B curada
-
+
-
+
-
+
-
Vacunación
-
-
-
+
-
-
-
Fases de la hepatitis B
RECUERDA
• Infección = no daño hepático → transaminasas normales.
• Hepatitis crónica = necroinflamación → transaminasas
altas.
Durante la evolución, se pueden desarrollar diferentes fases de la hepatitis,
aunque no necesariamente consecutivas:
• Infección crónica HBeAg positivo (fase de inmunotolerancia): se trata
de pacientes generalmente jóvenes que han adquirido la infección en el
periodo perinatal. Se caracterizan por una viremia muy elevada, a pesar
de lo cual tienen escasa o nula necroinflamación en la biopsia hepática
y, por tanto, transaminasas normales.
• Hepatitis crónica HBeAg positivo (por la cepa salvaje): cuando se inicia la respuesta inmunológica en un intento de control de la infección.
La viremia sigue siendo elevada, pero también se elevan las transaminasas (denotando presencia de necroinflamación), por el ataque inmunológico, en el intento de eliminar la infección. En este intento puede
lograrse la negativización de AgHBe y aparición de anti-HBe, conocido
como seroconversión anti-e. De este fenómeno pueden surgir cualquiera de las dos siguientes situaciones:
Infección crónica HBeAg negativo (portador inactivo): en la que
se ha logrado inhibir la replicación viral. Se define por tener AgHBs,
AgHBe negativo con AcHBe positivo, la viremia no es detectable o
lo es en pequeña cantidad (< 2.000 UI/ml) y tiene transaminasas
normales. No presenta necroinflamación.
Hepatitis crónica HBeAg negativo (mutación a la variante precore): se diagnostica si persiste la viremia elevada (ADN positivo) a
pesar de tener AgHBe negativo. En este caso se mantiene el daño
hepático con riesgo de progresión a cirrosis.
Marcadores serológicos de la infección por el VHB
(MIR 15-16, 75; MIR 10-11, 40)
Tratamiento
En la evolución de una hepatitis crónica, es posible encontrarse con diferentes fases. Para referirse a éstas se utiliza distinta terminología, como se
describe a continuación:
• Infección crónica por el VHB: se refiere a aquellas fases en las que el
VHB, a pesar de estar presente, no está produciendo daño hepático (es
decir, no hay necroinflamación por lo que las transaminasas están normales, ni fibrosis).
• Hepatitis crónica por el VHB: fases en las que el virus está replicando
y produciendo a su vez daño hepático (transaminasas elevadas, con
necroinflamación en las biopsias y progresión de la fibrosis).
A su vez, cada una de éstas se diferencian según el estado del AgHBe (Figura 1).
8
22. Cirugía en la enfermedad
inflamatoria intestinal
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 1.ª edición. REMIR
•
22.4.
Infección por el VHB resuelta: después de una infección aguda que se
resuelve, o más raramente en la evolución a largo plazo de un portador
inactivo del VHB, los pacientes pierden el AgHBs, desarrollan AcHBs que
confiere la inmunidad.
Infección por el VHC
El tratamiento está indicado si los valores de ALT están elevados, los valores
de ADN-VHB son superiores a 2.000 UI/ml y existe al menos actividad necroinflamatoria y/o fibrosis moderada (por biopsia o elastografía).
Tratamiento
Los tratamientos de los que se dispone actualmente han demostrado su eficacia en las fases de hepatitis crónica AgHBe positiva y negativa, cuando el
hígado está sufriendo necroinflamación. Sin embargo, no está indicado en las
fases de infección crónica AgHBe negativo (ya que los fármacos actúan sobre
la replicación, y en esta fase no hay replicación) ni AgHBe positivo (aunque
tienen ADN elevado, no hay daño hepático, aunque se trata por consenso a
los mayores de 30 años por su mayor riesgo de progresar a fase de hepatitis
crónica con la edad).
Genotipos 1 y 4
Estrategia terapéutica
Se plantean los siguientes regímenes:
• Elbasvir + grazoprevir.
• Sofosbuvir + ledipasvir.
• Sofosbuvir + velpatasvir.
• Glecaprevir + pibrentasvir.
Genotipos 2 y 3
Normas clínicas para decidir
quién debe tratarse con antivirales
Aunque el genotipo 3 es el que ha tenido peores tasas de respuesta viral
sostenida con los nuevos AAD, la aparición de nuevas combinaciones ha solventado el problema, con resultados igualmente buenos para este genotipo.
Las opciones para ambos genotipos son:
• Sofosbuvir + velpatasvir.
• Glecaprevir + pibrentasvir.
Indicación de tratamiento
de hepatitis B AgHBe (+)
•
AgHBe (+) con ADN-VHB > 2.000 UI/ml:
Transaminasas normales: no tratar, seguimiento cada 3-6 meses.
Transaminasas elevadas 1-2 veces lo normal: se puede realizar
fibroscan o biopsia hepática; si en éstos se objetivan fibrosis o
necroinflamación al menos moderadas, se decide tratamiento.
Transaminasas 2 veces lo normal: en este caso se indica tratamiento.
Situaciones especiales
•
•
Indicación de tratamiento
de hepatitis B AgHBe (-)
•
DG
CG
AgHBe (-):
ADN-VHB < 2.000 UI/ml:
›
Transaminasas normales: no hay que tratar.
›
Transaminasas menos de 1 vez lo normal: plantear tratamiento según fibroscan o biopsia hepática. Si en éstos se
objetiva fibrosis o necroinflamación al menos moderadas, se
decide tratamiento.
ADN-VHB > 2.000 UI/ml:
›
Transaminasas normales o menos de 2 veces lo normal: plantear tratamiento según fibroscan o biopsia hepática.
›
Transaminasas 2 veces lo normal: se indica tratamiento.
•
•
•
Existen dos opciones de tratamiento en estos pacientes:
1. Con buen perfil de respuesta a interferón: peg-IFN 48 semanas.
2. Con mal perfil de respuesta a interferón: tenofovir o entecavir de forma
indefinida.
•
9
Cirrosis. En la compensada se mantienen las mismas pautas. En la descompensada (Child B o C) evitar los inhibidores de la proteasa (NS3/4A).
Intentar siempre asociar ribavirina si el paciente lo tolera.
Pacientes en lista de espera de trasplante. Siempre que sea posible
es recomendable dar el tratamiento antes del trasplante para evitar la
reinfección del injerto. Sin embargo, en pacientes con muy mala función
hepática (MELD > 18-20) es preferible administrar el tratamiento tras el
trasplante debido a la alta tasa de complicaciones.
Coinfectados VIH/VHC. Con las mismas indicaciones y pautas que en los
monoinfectados.
Quimioterapia. El presentar infección por VHC no aumenta de forma
significativa el riesgo de hepatitis agudas graves durante la quimioterapia, por lo que no es necesario retrasarla pudiéndose posponer el tratamiento antiviral tras su finalización.
Hepatitis aguda C. Ante la alta tasa de cronificación se debe considerar
el tratamiento en estos pacientes. Aunque se desconoce la mejor pauta
y duración de tratamiento, se plantean tratamientos con sofosbuvir
combinado con un inhibidor NS5A (ledipasvir, daclatasvir o velpatasvir)
durante 8 semanas.
Resistencia o fracaso a tratamientos con AAD. En caso de fracaso a
cualquiera de las combinaciones anteriores, se utiliza la combinación
sofosbuvir + velpatasvir + voxilaprevir como rescate, salvo que haya
alguna contraindicación.
Trastornos asociados
al consumo de alcohol
25
M05
25.3.
sencia de NASH se evalúan tres aspectos: grado de esteatosis (porcentaje de
acúmulo de grasa en los hepatocitos), balonización hepatocitaria e infiltrado
inflamatorio.
Enfermedad hepática grasa no alcohólica
Tratamiento (MIR 10-11, 218; MIR 17-18, 90)
Diagnóstico (MIR 09-10, 32)
La intervención dietética basada en una dieta mediterránea (baja en grasa
y en hidratos de carbono) y el cambio del estilo de vida (haciendo hincapié en el aumento de actividad física diaria) constituyen el pilar del tratamiento de la EHGNA. Es necesaria una pérdida de peso superior al 7-10%
para obtener mejoría de los parámetros histológicos, incluida la fibrosis.
También se ha demostrado que el consumo habitual de café con cafeína
puede reducir de forma significativa la fibrosis hepática en estos pacientes. Otro pilar fundamental es el buen control de los factores de riesgo
cardiovascular y comorbilidades metabólicas asociadas (diabetes mellitus,
HTA…).
Las manifestaciones clínicas son escasas salvo en fases avanzadas de la enfermedad, siendo habitual que sean las alteraciones analíticas las primeras en
identificarse en un control rutinario. Suele predominar el aumento de GGT
pero también pueden elevarse otras enzimas hepáticas en función del estadio de la enfermedad. Ecográficamente observaremos datos de esteatosis con
presencia de un hígado hiperecogénico indistinguible del de un paciente con
enfermedad hepática grasa de origen alcohólico. En los pacientes con alteraciones en las pruebas no invasivas (análisis de sangre, ecografía, elastografía)
está indicada la biopsia hepática para confirmar el diagnóstico.
El tratamiento con fármacos debe restringirse a los pacientes con fibrosis significativa o con esteatohepatitis que no han presentado suficiente
mejoría después de 1 año con dieta y actividad física. Tanto la vitamina E
como la pioglitazona han demostrado producir mejoría de las alteraciones histológicas, pero deben administrarse durante cortos periodos de
tiempo dados sus potenciales efectos adversos. Actualmente hay múltiples fármacos en investigación con buenos resultados frente a placebo
en estudios fase II y III como, por ejemplo, el ácido obeticólico y la liraglutida.
Histológicamente la EHGNA incluye dos trastornos: estenosis simple y esteatohepatitis no alcohólica (NASH, por sus siglas en inglés). Para definir la pre-
Si la enfermedad evoluciona a insuficiencia hepática terminal, está indicado
el trasplante hepático.
La enfermedad hepática grasa no alcohólica (EHGNA) es actualmente la
causa más frecuente de hepatopatía crónica en nuestro medio y se prevé
un aumento de su incidencia en los próximos años asociado al incremento
de la obesidad y el síndrome metabólico. Puede aparecer también en el contexto de otros trastornos como diabetes mellitus, dislipidemia e hipertensión
arterial (HTA). Para hablar de EHGNA deben descartarse otros factores que
predispongan al depósito de grasa en el hígado, como un consumo significativo de alcohol.
10
Tumores hepáticos
31
M06
31.2.
Tabla 1
Efectos secundarios
Tumores malignos del hígado: carcinoma
Hipertensión
arterial
Síndrome
mano-pie
Diarrea
Sorafenib
↑
↑
↑↑
Lenvatinib
↑
+/–
+/–
↑↑
Regorafenib
↑
↑
↑
+/–
Fármaco
hepatocelular
Tratamiento
En el tratamiento del estadio C de la BCLC, se han desarrollado varios tratamientos farmacológicos. Como primera línea de tratamiento, se dispone de
dos opciones, el sorafenib y el lenvatinib. En caso de progresión tumoral con
sorafenib, se recomienda el regorafenib como segunda línea.
Pérdida
de peso
Principales efectos adversos de los tratamientos farmacológicos
del CHC
El algoritmo de tratamiento del carcinoma hepatocelular se resume en la
Figura 1.
En la Tabla 1 se resumen los principales efectos adversos de los tratamientos
farmacológicos del CHC.
Figura 1
Estadio inicial (A)
Estadio intermedio (B)
Estadio avanzado (C)
Estadio terminal (D)
Bueno
Bueno
Bueno/regular
Cualquiera
A, B
A, B
C
Multinodular
sin enfermedad
extrahepática
Afectación
extrahepática
(incluye invasión portal)
Nódulo/s fuera
de los criterios de Milán
Estado general
paciente
Child-Pugh
Nódulos
A con HTP,
B, C
A sin HTP
Nódulo único
Nódulo único < 5 cm
o 3 nódulos < 3 cm
(criterios de Milán)
Sorafenib
Tratamiento
Cirugía
Trasplante
Quimioembolización
Si contraindicación
para trasplante
o como puente al mismo
Ablación percutánea
(radiofrecuencia/etanolización)
Algoritmo de tratamiento del carcinoma hepatocelular
11
Regorafenib
Lenvatinib
Sintomático
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