Subido por GASPAR-ALBERTO MOTTA-RAMIREZ

Visión en túnel y la empatía dentro de las instalaciones sanitarias

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Visión en túnel y la empatía dentro de las instalaciones sanitarias.
Gaspar Alberto Motta Ramírez
[email protected]
Imagen: Instagram Itamaria83. Ilustrado por Amalia Andrade.
Soy un médico con experiencia profesional de más de 25 años y hace unos días acudí a
una instalación sanitaria, junto con otros profesionales de diversas áreas, para que nos
practicasen un examen médico.
!Que privilegio¡
Al lugar que asistimos suspendieron otras actividades asistenciales para que la actividad
diese a lugar y ello conllevo a lo que observe:
En una banca de esas que se utilizan en consulta externa estaba una paciente femenina,
recostada, en bata, con su gorrito sobre la cabeza – ese que hemos visto en pacientes
oncológicos y/o en hema-oncológicos - con su bolsa recolectora de orina en el piso,
dormida, esperando ser atendida. Fácilmente transcurrió más de 1 hora y esa misma
escena fue observada, fue transitada tanto por nosotros como por otros profesionales de
la Salud que laboran en esa instalación sanitaria, sin más que una actitud pasiva, de
costumbre, de aceptación del hecho.
Me imagino que más de uno quizá pensó sobre esa paciente recostada: “esta esperando
su consulta”, “ya pronto la atenderán”, “que espectáculo, que alguien haga algo”, “que se
la lleven, da mal aspecto”, “son tiempos de COVID-19…todos debemos esperar”,
etcétera. A los profesionales de la Salud seguro estoy nos ha sucedido el hecho de que
perdamos de vista alguno de los innumerables detalles, de esos que no deberíamos
perder.
También vino a mi memoria aquel hecho, hace mas de 20 años que le sucedió a mi
esposa cuando en Urgencias esperaba ser atendida y paso un conocido de nosotros, sin
que este la lograse ver, sin ni siquiera voltear la cabeza a ver quienes estaban ahí. Era
o no su obligación, debía o no debía hacerlo. Es nuestra responsabilidad como
profesionales de la Salud estar atentos a TODOS y a cada uno de los detalles,
necesidades, o que sé yo, así como el resolverlos antes que suceda cualesquier
eventualidad.
Justamente de esto se trata el que hoy decida escribir al respecto.
La empatía, considerada como una de las competencias básicas en el aprendizaje de la
medicina en el siglo XXI1, es esencial en la comunicación médico-paciente, y está se
refiere a la habilidad para entender las experiencias y los sentimientos de otra persona,
del paciente o de sus familiares, combinado con la capacidad de comunicar este
entendimiento al paciente. Se ha asociado en forma teórica o empírica con una serie de
atributos como el respeto, el comportamiento prosocial, el razonamiento moral, las
actitudes positivas hacia la gente de edad avanzada, a una buena práctica caracterizada
por una habilidad para recabar la historia clínica y ejecución del examen físico, la
satisfacción del binomio médico-paciente, la mejor relación terapéutica y los buenos
resultados clínicos.2
La empatía se define como la capacidad de entender las emociones de los pacientes o
sus familiares, así como sus perspectivas y experiencias. No consta sólo de contenido
emocional sino que se integra con 3 componentes básicos: cognición, comprensión y
comunicación.3
Hay múltiples estudios que asocian la empatía con una mayor competencia clínica, así
como también con una mejor comunicación y vínculo entre el profesional y el pacientefamiliar. En concreto, altos niveles de empatía se relacionan con mayor facilidad de los
pacientes o sus allegados para expresar sus síntomas y preocupaciones, por lo que no
sólo se obtiene una mejor anamnesis y precisión diagnóstica, sino también una más
amplia participación en la consulta y resultados más sostenibles en educación para la
salud. Por otro lado, elevados niveles de empatía se han correlacionado con mayor
satisfacción, menor estrés y un menor síndrome del desgaste profesional del personal
profesional de la salud.3
La inteligencia emocional es un concepto clave para organizar las destrezas
interpersonales y de comunicación en el ámbito de las profesiones de la salud, y de
entre ellas, sobresale la empatía.
Otero Martínez4 señala que un profesional de la salud con inteligencia emocional es
capaz de:
– Reducir sus dudas, de existir manejar su temor.
– Escuchar, calmar y conocer lo que está sintiendo su interlocutor.
– Admitir las diferencias entre los seres humanos.
– Mitigar el duelo y manejar el enojo, la tristeza y otros estados emocionales
– Lograr un mejor cumplimiento de las indicaciones del tratamiento así como el lograr
conductas más saludables y facilitar la adhesión terapéutica.
– Fomentar la independencia de los pacientes.
– Controlar sus propios sentimientos y lograr sentirse bien con lo que está haciendo
La visión en túnel es un fenómeno que afecta a la capacidad para percibir los estímulos
de nuestro entorno. Puede aparecer en situaciones de mucho estrés, ya que en estos
casos, prestamos atención de forma exclusiva a aquello que se relaciona con la amenaza
que percibimos.5
Si nuestro cerebro detecta una amenaza, se ajusta el foco visual de nuestros ojos sobre
ella, provocando que las pupilas se dilaten debido al efecto que se produce en esos
momentos, cuando se vierte adrenalina en el torrente sanguíneo; por lo que entra una
gran cantidad de luz en el ojo sin darle a este tiempo para adaptarse, dificultando la visión
periférica.5
Así, la visión en túnel se considera un fenómeno de atención provocado por la
hipervigilancia específica, es decir, la atención selectiva a estímulos asociados a lo que
percibe como una potencial amenaza para la supervivencia. Por ello, la persona se
centra solamente en los estímulos que se consideren relevantes para su seguridad en
ese momento de estrés, reduciendo la capacidad de percibir el resto de factores.5
Como superar, como evitar la visión en túnel. Actualmente, no hay terapias,
programas, y/o webinars, etcétera que eliminen totalmente los efectos del estrés del
combate o de la visión túnel… eso sería como decirle a alguien que se le va a enseñar
a controlar las reacciones fisiológicas de su cuerpo. Lo que si resulta útil es aprender a
e intentar minimizarlas.5
Además lo importante es reconocer esta situación por parte de quienes puedan
padecerla en un determinado momento5; reconocer que en nuestra vida cotidiana, en
nuestro ambiente laboral, en las instituciones de salud, la visión en túnel afecta nuestro
criterio.
Debemos re/conocernos e identificar los efectos del estrés en nuestro organismo. Hay
que controlar la reacción aunque resulte complicado y sea indispensable entrenarsecapacitarse para poder por lo menos atenuar estos efectos. Debemos mejorar la
precisión de nuestros objetivos y nuestra visión bajo estrés, hay que aprender
perfectamente los procedimientos y saber utilizar la memoria neuromuscular para que
juegue a nuestro favor. Algo comúnmente aceptado son los movimientos de la vista a
derecha e izquierda y luego de nuevo al blanco; Izquierda-derecha-blanco.
Además debemos prepararnos mental y psicológicamente para minimizar las situaciones
en las que se presenta la visión túnel simulando situaciones los más reales posibles.5
En
fin…
entrenamiento/capacitación,
entrenamiento/capacitación.
entrenamiento/capacitación
y
más
La ceguera por falta de atención (“inattentional blindness” en inglés, término
acuñado por Arien Mack e Irvin Rock en 1998) es la incapacidad de una persona de notar
un estímulo inesperado en el campo visual cuando la persona está realizando otras
tareas que demandan o capturan su atención. Está categorizado como un error de la
atención y no está asociado con ninguna deficiencia visual. Esto generalmente sucede
porque estamos sobresaturados con estímulos y no es posible prestarle atención a todos
los estímulos del ambiente. En un estudio publicado en 2011, los psicólogos Simona
Buetti y Alejandro Lieras, de la Universidad de Illinois, han propuesto la hipótesis de que
efectivamente existe una relación entre la dedicación que se pone en una tarea y la
habilidad para bloquear la percepción de estímulos imprevistos. Hay la opinión de que
las personas se distraen más fácilmente cuando la complejidad de una tarea comienza
a exigir un mayor esfuerzo mental así como el que la habilidad para evitar distracciones
no está regida exclusivamente por la dificultad de la tarea en sí, sino que también podría
ser resultado del nivel personal de dedicación puesta en dicha actividad.
Hoy por hoy ya no hay dudas de los beneficios de ser empático tanto para el profesional
como para el paciente y su familia. En este contexto se revaloriza la sugerencia del
Dr. Ian Renwick McWhinney a la hora de interactuar con los pacientes o su
familia: “tenemos que escuchar no sólo con los oídos, sino también con los ojos, la mente,
el corazón y la imaginación”.
El Dr. Ian Renwick McWhinney era un médico de familia en el Reino Unido que se
trasladó a Canadá en 1967 para establecer el Departamento de Medicina Familiar de la
Universidad de Western, Ontario. Influyó en las carreras y las actitudes de los médicos
de familia en muchas partes del mundo, y fue uno de los líderes pioneros del desarrollo
de la base académica de nuestra disciplina profesional, murió en 2012 a la edad de 85
años.
La conducta empática puede y debe enseñarse.
En un artículo publicado en el Canadian Medical Association Journal6 se argumenta
que “como cualquier otra competencia profesional, la empatía clínica puede ser
enseñada y aprendida”.
Es indispensable integrar el desarrollo de habilidades emocionales y de
autoconocimiento en la formación de pregrado y posgrado con el fin de conjugar una
instrucción académica desde el saber, el hacer y el sentir. Recientemente se han creado
y evaluado algunos programas de entrenamiento de empatía destinado a médicos, cuyos
resultados demuestran que, comparado con sus pares, los médicos que asistieron al
curso de empatía, interrumpieron menos a sus pacientes, mantuvieron mayor contacto
visual y mejoraron su comprensión cuando los pacientes se mostraban molestos,
frustrados o enojados.
Otros estudios arrojan más evidencia empírica sobre la importancia de la empatía en la
práctica asistencial y los beneficios que genera: reduce errores, aumenta la satisfacción
en pacientes-familiares, disminuye los reclamos por mala praxis , e incrementa la
satisfacción en los profesionales. Por el contrario, la percepción de desinterés del
profesional, de su prisa o falta de calor humano, generalmente contribuyen a que el
paciente-familiar no aporten los datos que se le piden o los den con similar espíritu de
salir del paso.
Desenvolverse profesionalmente en consonancia con la postura según la cual la salud
mejora con compasión, contacto y comunicación, y no exclusivamente con sofisticadas
herramientas tecnológicas, contribuye a desmentir la falacia que ha permanecido durante
largo tiempo arraigada en la conciencia sanitaria de que la salud y la enfermedad son
meros hechos biológicos sin carga emocional.
Y luego entonces, que sucedió:
Terminamos nuestro examen médico y cuando nos dirigían a la salida yo le pregunte a
quién nos conducía sobre a quien me debía dirigir para intentar resolver la situación que
ya me había inquietado…la paciente durmiendo en consulta externa… Ya para ese
entonces, como lo señale, habia transcurrió más de 1 hora y esa misma escena fue
observada, fue transitada tanto por nosotros como por otros profesionales de la Salud
que laboran en esa instalación sanitaria, sin más que una actitud pasiva, de costumbre,
de aceptación del hecho e inclusive me dijo -a quien le pregunte- que el Sr. Director de
la instalación había pasado por ahí y que no había dicho nada….”y luego entonces
porque yo preguntaba sobre algo que no debía interesarme” adivine en sus ojos. Le dije
que no podía permitir que yo habiéndome dado cuenta de ese incidente no hiciese algo
a respecto y agregue…mi integridad no me lo permite.
Nos condujo a la salida y ahí me tope fortuitamente con un directivo de la multicitada
instalación y de inmediato me le acerque y le narre lo que Ustedes yapan leído. Tomo su
teléfono celular, se comunico con quién es el responsable de esa área, le explico los
hechos y le pido lo resolviese. El quedo satisfecho y así me lo manifestó. Se lo agradecí
y termino nuestra conversación. Aún así, me dirigí de regreso para verificar si
efectivamente se había ya generado la atención de la paciente. NO, no fue así y ahora
me dirigí a una oficina que decía “Jefatura” y ahí le solicite a la persona que esta tras un
escritorio que me apoyara y acelerara el proceso. Minutos después trajeron una silla de
ruedas, despertaron a la paciente y le dijeron que ya la atenderían. Observe su cara y
ojos de sorpresa y yo di por terminada mi intervención.
1.
2.
3.
4.
Pautas que sugiero realizar7,8:
La visión túnel no es exclusiva de situaciones especificas de estrés extremo y puede
ocurrir en una situación cotidiana que simplemente altere o rompa el equilibrio emocional
de una persona.7 Como profesionales de la Salud debemos mantener nuestro equilibrio
profesional, orientado en todo momento, en horas laborales, y en total atención para lo
específico de nuestra actividad.
Identificar momentos en nuestras actividades cotidianas que nos ocasionen perder el
enfoque; en repasar las múltiples ocupaciones a las que nos enfrentamos: hágase
consciente lo que está pasando a su alrededor.8
Siempre mirar el panorama general y ponerlo en contexto. Observar una acción desde
un par de ángulos diferentes y unos cuantos horizontes temporales diferentes. También
un contexto extenso puede crear una parálisis por exceso de análisis. El exceso de
información contradictoria llevó a la indecisión.7
Aplicar una selección cuantitativa y cualitativa.
5. PRIORIZAR nuestras actividades sin perder de vista lo objetivo y lo humano de nuestro
quehacer.
6. Prestar atención a los detalles así como el de buscar brindar la atención que prestamos
tal y cómo nos gustaría nos la otorgasen.
….. Continuara ….
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
1. Esquerda M, Yuguero O, Viñas J y Pifarré J. La empatía médica, ¿nace o se hace?
Evolución de la empatía en estudiantes de medicina. Aten Primaria. 2016;48(1):8-14.
2. Alcorta-Garza A, González-Guerrero JF, Tavitas-Herrera SE, Rodríguez-Lara FJ, Hojat
M. Validación de la escala de empatía médica de Jefferson en estudiantes de medicina
mexicanos. Salud Mental. 2005,28(5):57-63.
3. https://www.fcchi.org.ar/el-efecto-de-la-empatia-en-la-practica-asistencial/
4. https://www.optica2000.com/blog/2019/11/26/vision-en-tunel/
5. Otero Martínez Haydée. Hacia una comunicación efectiva y humanista en ámbitos de
salud. Rev haban cienc méd [Internet]. 2008 Mar [citado 2020 Ago 09] ; 7( 1 ).
Disponible
en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1729519X2008000100002&lng=es.
6. Buckman R, Tulsky JA, Rodin G. Empathic responses in clinical practice: intuition or
tuition? CMAJ. 2011 Mar 22;183(5):569-71. doi: 10.1503/cmaj.090113. Epub 2011 Jan
24. PMID: 21262946; PMCID: PMC3060185.
7. https://www.stockarmas.com/que-es-la-vision-tunel-y-como-evitarla/
8. https://clmforex.com/es/blog/vision-del-tunel-que-es-y-como-superarlo/
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