LA FASCINANTE HISTORIA REAL TRAS LA OBSESIÓN DE SALVADOR DALÍ POR EL CUADRO “ÁNGELUS” DE JEAN-FRANÇOIS MILLET La vida de Salvador Dalí da para muchas grandes historias y hoy os traemos una realmente sorprendente que afectó a su vida y a sus creencias. Desde su infancia, el pintor español estuvo misteriosamente interesado en el cuadro Ángelus del francés Jean-François Millet. Sentía una inexplicable atracción hacia él y durante su carrera le dedicó toda clase de reinterpretaciones, un ensayo ensayo titulado El mito trágico del Ángelus de Millet e incluso en su libro Confesiones inconfesables. Dalí afirmaba que el Ángelus se había convertido para él en la “obra pictórica más íntimamente turbadora, la más densa”. Pero, ¿qué hay detrás de la obsesión de Dalí por este cuadro? Se trata de una obra pictórica muy sencilla, un hombre y una mujer rezan, con la mirada agachada, el Ángelus, una oración que conmemora la anunciación hecha a María por el ángel Gabriel. Han dejado de lado su labor de plantar patatas y todas las herramientas utilizadas para esta tarea (el tenedor de patatas, la cesta, los sacos y la carretilla) están esparcidas a su alrededor. No parece tener más misterio que dos labradores deteniendo su labor diaria para dedicar unos minutos a una oración. Millet explica el significado del cuadro El Ángelus En 1865, Millet confesó su inspiración: “La idea de El Ángelus vino a mí porque recordé que mi abuela, al escuchar el timbre de la iglesia mientras estábamos trabajando en el campo, siempre nos obligaba a dejar de trabajar para decir la oración del Ángelus por los pobres que se fueron”. Para Millet representaba, por tanto, un recuerdo de la infancia, lo que estaba detrás de la pintura. Un vínculo con su pasado y las tradiciones familiares campesinas más allá de glorificar este sentimiento religioso, ya que Millet ni era un creyente ferviente ni practicante. Según sus propias palabras, quería captar los ritmos inmutables de la vida campesina en una escena simple. Un breve descanso, un momento de respiro . Pero Dalí vio algo extraño en el cuadro No se trató de un cuadro muy famoso ni valorado hasta que el Louvre intentó comprarlo en 1889. De hecho, a pesar de la belleza del trazo y la atmósfera magistralmente conseguida por Millet, lo que quizás haga que pase a la historia sea la obsesión de Salvador Dalí hacia él. En 1932 se convirtió en un icono mundialmente reconocible gracias a él. ¿Por qué Dalí se obsesionó con este cuadro? Para encontrar los motivos de esta extraña historia que algunos consideran leyenda urbana y otros parte esencial de la biografía de Dalí, debemos remontarnos a su infancia. Como saben los seguidores del pintor catalán, a muy temprana edad descubrió un dato familiar que marcó su vida y su identidad. Dalí se enteró de que había tenido un hermano que murió muy pequeño a causa de una meningitis. Se llamaba también Salvador y sus padres le contaron que él, en realidad, era la reencarnación de su hermano. De esta manera nació la obsesión del pintor por la muerte de los bebés. Dalí pasó por varias crisis de personalidad al pensar que él no era más que la copia de su hermano muerto. ¿Qué tiene que ver la historia personal de Dalí con El Ángelus? Todavía era un niño cuando vio por primera vez el cuadro en su escuela. Fue como un flechazo que le creó una profunda atracción. La pintura se convirtió en una obsesión a la que no podía dar explicación. Algo en el cuadro le fascinaba y obsesionaba irracionalmente. Ya de mayor y como artista consagrado, Dalí realizó varias reinterpretaciones del cuadro. En varias entrevistas de la época el pintor reconoció que ese cuadro le hacía sentir cosas que no podía definir, luces y sombras que le llevaban a ver más allá de lo que estaba pintado. El cuadro parecía querer decirle algo y Dalí no sabía identificar qué era. La confesión de un familiar de Millet Dalí no se quedó ahí. Llegó a investigar hasta tal punto que descubrió algo que ya presentía al mirar este cuadro y que conectaba con su historia personal. Durante su estudio conoció a un descendiente del pintor francés que le confesó algo que la familia Millet llevaba en secreto durante generaciones: originalmente, donde aparece el cesto con patatas a los pies de los campesinos, no había un cesto con patatas, sino otra cosa pintada. Esta confesión enloqueció a Dalí, que vio cómo todas sus premoniciones empezaban a tener sentido. Ese cuadro había sido modificado por el propio Millet una vez pintando aunque aún no sabía el motivo que había llevado a cambiar su obra inicial. Y ya os podéis imaginar que Dalí no permitió que la cosa se quedase ahí. Dalí estaba tan obsesionado que necesitaba respuestas. Así que solicitó un análisis con rayos X, que confirmó la historia contada por el descendiente de Millet. Bajo la capa de pintura de la cesta se podía ver una mancha con forma de ataúd infantil. La historia real tras la investigación de Dalí Lo que el cuadro representaba realmente era una oración previa a un entierro no oficiado. En esta época, los niños que morían antes de ser bautizados no podían ser enterrados en los cementerios. La idea inicial de Millet al pintar El Ángelus era recrear la situación de dos padres enterrando a su hijo recién nacido. Una vez creado, el pintor francés decidió cambiar la obra para evitar las críticas de la burguesía clasista. Estaban muy interesados en todo tipo de obras que representaran la tradición y el mundo rural ya que para ellos simbolizaban los valores de la tradición en contraposición de la postura reaccionaria del sector obrero. Pero este cuadro les incomodaba y hubiera supuesto un problema para Millet que la crítica hacia su persona se extendiera entre sus potenciales compradores. Para Dalí la historia de ese cuadro se desdibuja con la suya propia: el cuadro representaba la muerte de su hermano pequeño y el silencio de sus padres durante años.