ActividAdes pArA el desArrollo de lA comprensión lectorA El libro Rehilete 6. Actividades para el desarrollo de la comprensión lectora es una obra colectiva, creada y diseñada en el Departamento de Investigaciones Educativas de Editorial Santillana, con la dirección de Antonio Moreno Paniagua. Selección de textos: Claudia Lilián Chávez Durán El libro Rehilete 6. Actividades para el desarrollo de la comprensión lectora fue elaborado en Editorial Santillana por el siguiente equipo: Coordinación editorial: Gabriel Moreno Pineda. Edición: Jorge Humberto García Ibarra, Jacqueline Brieño Álvarez, Iván Vásquez Rodríguez, Félix Cerón Escobar y Gabriel Moreno Pineda. Diseño de actividades: Yolanda Chiu Velásquez. Corrección de estilo: Jacqueline Brieño Álvarez. Coordinación de diseño gráfico y realización: Humberto Ayala Santiago. Diseño de portada e interiores: Humberto Ayala Santiago y Carlos Arturo Vela Turcott. Arte: Francisco Rivera Rodríguez. Dibujo: Érika Martínez López, Luis Ángel Sánchez Hernández y René Sedano Hernández. Fotografía: Corel Stock Photo y Archivo Santillana. Coordinación de autoedición: Óscar Tapia Márquez. Diagramación: Margarita Torres Portillo y Felipe de Jesús Luna Martínez. Digitalización y retoque de imágenes: José Perales Neria, Gerardo Hernández Ortiz y Arturo Linares Suárez. Fotomecánica electrónica: Gabriel Miranda Barrón y Manuel Zea Atenco. La presentación y disposición en conjunto y de cada página del libro Rehilete 6. Actividades para el desarrollo de la comprensión lectora son propiedad del editor. Queda estrictamente prohibida la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier sistema o método electrónico, incluso el fotocopiado, sin autorización del editor. D.R. © 2004 por EDITORIAL SANTILLANA, S.A. DE C.V. Av. Universidad 767 03100 México, D.F. ISBN: 970-29-1211-3 Primera edición: julio de 2004 Miembro de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana. Reg. Núm. 802 Impreso en México Presentación A primera vista, el libro que tienes en tus manos se parece bastante a otros que ya conoces; pero mirándolo bien, no sólo es un libro, sino también un juguete mágico. Cuando lo toca el viento de la imaginación, sus aspas giran a toda velocidad y producen un arco iris de palabras que, como un puente, te conducirá al mundo maravilloso de la lectura; por eso se llama Rehilete 6. Este libro está organizado en veinte partes, a las que hemos llamado lecciones, que giran en torno de un tema central; en ellas encontrarás una gran variedad de textos literarios, como relatos, cuentos tradicionales, fábulas, canciones y poemas, para que los disfrutes; pero también hallarás textos informativos, entrevistas, noticias, reportajes periodísticos, instructivos, gráficas y mapas que llamarán tu atención. Cada texto aparece acompañado por un conjunto de actividades que te ayudarán a descubrir la intención de los textos, a entender cómo están organizados, a explorar su significado y a darle sentido al acto de leer. En muchos casos, te proponemos compartir lo que vayas aprendiendo con las personas que lean contigo (pueden ser tus compañeras y compañeros de grupo, tus amigas y amigos o tus familiares), con la finalidad de que amplíes tus puntos de vista, escuches otras opioniones y enriquezcas tus experiencias; toma en cuenta que la lectura compartida no sólo es más provechosa, sino más agradable. Con el propósito de que te conviertas en un lector o en una lectora competente, es decir, que seas capaz de comprender lo que lees y te apropies de ello, hemos procurado darte algunos apoyos para los siguientes momentos: Antes de leer. Te invitamos a recuperar lo que ya conoces acerca del tema de cada texto para que lo relaciones con lo que leerás. c Al leer. Te sugerimos cómo leer los textos: en silencio o en voz alta, de manera individual o colectiva, o siguiendo la lectura de tu maestra o de tu maestro. c Después de leer. Te proponemos actividades para que desarrolles y pongas en práctica tus competencias lectoras. c Tú puedes viajar al mundo de la lectura con Rehilete 6 en el salón de clases, de acuerdo con las indicaciones de tu profesora o de tu profesor, en tu casa o donde prefieras, lo importante es que goces del placer de la lectura. Los editores Índice 1. De la moda, lo que te acomoda El hombrecito vestido de gris ¿Por qué, para qué y cómo nos vestimos? 2. ¡Bichos! El almohadón de plumas Los ácaros La profecía 6 6 9 14 14 18 21 © Santillana 3. El último juglar 24 Se va Arreola, a los 83 años de edad 24 Carta a un zapatero que compuso mal unos zapatos 28 4 4. Un niño escritor Entre sueños y letras ¿Agibílibus? Preguntario 5. Una vieja tradición Una historia inolvidable Navidad a la mexicana 6. Historias del Sol nacimiento del Sol y de la Luna hijos del Sol 7. La décima musa Sor Juana Inés de la Cruz Redondilla 92 Villancico a santa Catarina 8. Ana Frank El diario de Ana Frank De adolescente a adolescente: pensamientos de una actriz joven 32 32 37 38 40 40 43 46 El 46 Los 50 52 52 55 57 58 58 61 9. Visitas del más allá Míxquic Rebotando su pelota 64 64 68 © Santillana 10. Mente sana en cuerpo sano 70 La niñez y el deporte 70 El pan nuestro de cada día 73 11. Entre costumbres y cambios 76 Cuento de película 76 Todo cambia 80 12. Grandes enseñanzas 82 Shangchiu Kai el virtuoso 82 13. La vivienda 88 La construcción de viviendas 88 Viviendas mexicanas por material predominante en paredes (1929 – 1990) 92 14. El Manco de Lepanto 94 La paradoja del ahorcado 94 Miguel de Cervantes Saavedra 96 15. Sal y pimienta al gusto Alta cocina Pay helado de limón 16. Rico de la noche a la mañana El billete del millón 17. La Revolución Mexicana Los de abajo Los de abajo 18. De fábula Don Juan Manuel Ejemplo del zorro, el cuervo y el queso 100 100 104 106 106 112 112 115 118 118 120 19. Prevención de enfermedades 124 Un enigma: los virus 124 Vacunas 128 20. La familia 130 La familia “Contreras” 130 Algunas reflexiones sobre la familia 134 5 1. De la moda, lo que te acomoda Antes de leer ¿Te has fijado en la forma de vestir de las personas que te rodean y en los colores de su ropa? ¿Crees que los colores tienen relación con el estado de ánimo? c c Comenta con tus compañeros y compañeras de grupo por qué supones que las personas se visten de cierto color en diferentes situaciones o lugares. Fíjate en las imágenes del texto y piensa de qué crees que tratará la historia que leerás a continuación. La siguiente historia trata de un hombre vestido de color gris que, al tomar una decisión importante, cambió el color de su vida. Al leer c Lee de manera individual el siguiente texto. El hombrecito vestido de gris © Santillana Había una vez un hombre que siempre iba vestido de gris. Tenía un traje gris, un sombrero gris, una corbata gris y un bigotito gris. El hombrecito vestido de gris hacía diariamente las mismas cosas. Se levantaba al oír el despertador. Al son de la radio, hacía un poco de gimnasia. Tomaba una ducha, que siempre estaba bastante fría; tomaba el desayuno, que siempre estaba bastante caliente; tomaba el camión, que siempre estaba demasiado lleno; y leía el periódico, que siempre decía las mismas cosas. Y todos los días, a la misma hora, se sentaba en su mesa de la oficina. Ni un minuto más, ni un minuto menos. Todos los días, igual. El despertador tenía cada mañana el mismo zumbido. Y esto le anunciaba que el día que amanecía era exactamente igual que el anterior. Por eso, nuestro hombrecito de traje gris tenía también la mirada de color gris. 6 © Santillana Pero nuestro hombrecito solamente era gris por fuera. Hacia adentro era… ¡un verdadero arco iris! El hombrecito soñaba con ser cantante de ópera. Famoso. Entonces, llevaría trajes de color rojo, azul, verde, amarillo… trajes brillantes y luminosos. Cuando pensaba aquellas cosas, el hombrecito se emocionaba. Se le hinchaba el pecho de notas musicales, parecía que le iba a estallar. Tenía que correr a la terraza y… —¡Laaa, lala, la la la, laaa…! El canto que llenaba sus pulmones llegaba hasta las nubes. Pero nadie comprendía a nuestro hombre. Nadie apreciaba su arte. Los vecinos que regaban las plantas le echaban una rociada con la regadera. Y el hombrecito vestido de gris entraba en su casa, calado hasta los huesos. Algún tiempo después, las cosas se complicaron más. Fue una mañana de primavera. Las flores se despertaban en los rosales. Las golondrinas tejían en el aire maravillosas telas invisibles. Por las ventanas abiertas se colaba un olor a jardín recién regado. De pronto, el hombrecito vestido de gris comenzó a cantar: —¡Granaaaaaadaa! En la oficina se produjo un silencio terrible. Las máquinas de escribir enmudecieron. Don Perfecto, el jefe de la planta, lo llamó a su despacho con gesto amenazador. Después de gritarle de todo, terminó diciendo: —¡Ya lo sabe! Si vuelve a repetirse, lo echaré a la calle. Nuestro hombre pensó y pensó. ¡No podía perder su empleo! Tampoco quería andar por el mundo expuesto a que lo echaran de todas partes. Y al fin se le ocurrió una brillante idea. Al día siguiente, fingió tener un fuerte dolor de muelas. Se sujetó la mandíbula con un pañuelo y fue a su trabajo. Así no podría cantar, ¡aunque quisiera! Y día tras día, año tras año, estuvo nuestro hombrecito, con su pañuelo atado, fingiendo un eterno dolor de muelas. La historia termina así. Así de mal. Así de triste. La vida pone, a veces, finales tristes a las historias. Pero a muchas personas no les gusta leer finales tristes; para ellas hemos inventado un final feliz. Nuestro pobre hombrecito merecía que le dieran una oportunidad. Así que… Cierto día conoció a un director de orquesta. Y éste quiso oírlo cantar. El hombrecito, muy contento, pero con un poco de miedo, salió al campo con el director de orquesta. Y allí, rodeados de flores y pájaros, nuestro hombrecito se quitó el pañuelo y cantó mejor que nunca. El director de orquesta estaba tan entusiasmado que lo contrató para inaugurar la temporada del Teatro de la Ópera. Y la noche de su presentación, que se anunció en todos los periódicos, don Perfecto, el jefe de la planta, los vecinos que lo habían regado y todos los que lo habían perseguido con sus risas, hicieron cola y compraron entradas para oírlo cantar. Y asistieron al triunfo del hombrecito. Y el hombrecito quemó todos sus trajes y corbatas de color gris. Tiró el despertador. Se afeitó el bigotito de color gris, y nunca, nunca más, volvió a tener la mirada de color gris. Alonso, Fernando. El hombrecito vestido de gris y otros cuentos, Alfaguara, Madrid, 1982 (adaptación). 7 Después de leer c Reúnete con dos compañeros o compañeras y comenten lo siguiente: ● ● ● ● ● ● ● c Situación: había un hombrecito vestido de gris. © Santillana Fíjate en los dos finales del cuento y completa el siguiente esquema. Problema: cada vez que cantaba, la gente lo rechazaba. Solución 1: 8 ¿La historia que leíste se parece a la que imaginaste al ver las imágenes? ¿Con quién crees que vive el hombrecito? ¿Qué significa el color gris de su atuendo? ¿Cómo se sentía el hombrecito cuando no podía cantar? ¿Qué pasaba en el ambiente cuando el hombrecito cantaba? ¿Consideras que el hombrecito se sentía rechazado? ¿Por qué? ¿Qué puedes aprender del cuento “El hombrecito vestido de gris”? Solución 2: Antes de leer La forma de vestir de las personas ha cambiado según el lugar en el que viven, el clima, la situación social y económica, y su gusto. Comenta con el grupo cómo es tu forma de vestir fuera del colegio y por qué te vistes así. c Di si tú eliges tu ropa o si lo hacen tus padres. c Lee el título y observa las imágenes del siguiente texto; comenta qué información esperas encontrar en él. c Al leer c Lee en parejas el siguiente texto. ¿Por qué, para qué y cómo nos vestimos? Vestimenta es el conjunto de prendas o atuendos personales utilizados en todas las culturas desde la Prehistoria. Desde hace miles de años, el ser humano ha llevado ropas de una o de otra forma. Existen factores determinantes de los tipos de indumentaria. El principal, en las distintas épocas y los lugares, es el clima, pero en la evolución de la indumentaria también han influido los diferentes estilos o las modas, los materiales y tecnologías disponibles, la posición social, las migraciones humanas y las tradiciones. t ln l a a i n a S © Probablemente la ropa se desarrolló en un principio para protegerse o adaptarse al medio ambiente. El factor que condujo a su invento fue la necesidad de protegerse de las inclemencias del clima, ya fuera el calor, el frío, el agua o el viento. Por ejemplo, los habitantes de las cavernas de la época de las glaciaciones llevaban pieles de animales para mantenerse calientes, igual que siguen haciéndolo los esquimales de Canadá. En los climas fríos es tradicional llevar vestidos cosidos y ajustados de varias capas para conservar mejor el calor del cuerpo. Muchos pueblos de África Central llevaban, y siguen llevando, muy poca ropa encima. En climas cálidos, la ropa tradicional es una indumentaria suelta. En los países árabes y africanos la ropa adopta forma de túnica. Es raro que los habitantes de climas muy cálidos lleven ropas de más de dos capas. 9 Hasta hace algunos siglos solamente la aristocracia cambiaba de modo habitual su forma de vestir, mientras que la indumentaria del pueblo permanecía prácticamente invariable. Los cambios radicales en la forma de vestir no eran frecuentes hasta que en los siglos XVIII y XIX la Revolución Industrial abarató y simplificó la fabricación de telas y vestidos. El invento de la máquina de coser y la fundación de la primera casa de modas, fueron dos acontecimientos que tuvieron repercusión en la moda de la segunda mitad del siglo XIX. Las fábricas modernas de gran producción permitieron que la moda estuviera rápidamente al alcance de todos. La ropa producida en serie se confecciona en fábricas y se distribuye a los grandes almacenes para su venta. © Santillana La ropa, y el atuendo en general, refleja particularidades como la edad, las tradiciones, la forma de pensar y el estilo de vida. Por ejemplo, en la imagen se observa un hombre de principios del siglo XX vestido para jugar en el campo; nunca se usaba este atuendo en la ciudad. La mujer elegante de la época llevaba vestidos sueltos acompañados de bolsos muy sencillos. 10 Los estilos de vestir muy individualizados constituyen una expresión del estilo de vida y la forma de pensar. En los años sesenta, las faldas se acortaron, el pelo se alargó y la música pop se convirtió en un elemento relevante de la sociedad. En la década de los sesenta, en el siglo XX, la moda se regía por la personalidad y surgieron los hippies, que vestían con gran variedad de estilos y telas, ampliamente inspirados en las modas de todo el mundo. Muchos de ellos andaban descalzos o llevaban sandalias de tiras de cuero. En la actualidad, la indumentaria forma parte del estilo de vida y de la profesión de las personas. Hay lugares de trabajo que piden a sus empleados que vistan formalmente para asistir a sus labores. “¿Por qué, para qué y cómo nos vestimos?” en Biblioteca Visual Altea: Trajes, Santillana, Madrid, 1992 (adaptación). Después de leer c Comenta con tu equipo lo siguiente. ● ● ● ¿La información que encontraste en el texto es la que esperabas? ¿Qué te pareció más interesante? Si el clima es un factor importante en la forma de vestir, ¿crees que la gente de tu localidad viste adecuadamente? ¿Por qué? Organízate con tu equipo para realizar un juego de memoria acerca de oficios y profesiones. c Recorten en cartulina treinta tarjetas cuadradas del mismo tamaño para tener quince pares. c En cada par de tarjetas dibujen lo siguiente: en la primera, una persona que represente un oficio o una profesión, y en la segunda, una prenda que identifique su forma de vestir o su uniforme. Por ejemplo: un bombero y su casco, un doctor y su bata. c Al identificar un par de tarjetas, digan a los demás por qué se relacionan. c Ganará quien más pares de tarjetas logre hacer. © Santillana c 11 c Completa el siguiente cuadro. ¿Cómo es el clima del lugar donde vives? ¿Cómo visten las personas de tu edad? ¿Cómo visten los adultos? ¿Cómo visten los abuelos? ¿Cuál es la ropa que usan por igual hombres y mujeres? ¿Cuál es el traje de la región? c Ahora escribe cómo ha cambiado tu forma de vestir des- © Santillana de que eras un bebé hasta este momento. Puedes apoyarte en fotografías o pedirle a tus padres que te digan cómo te vestían. 12 Antes de leer Las etiquetas de la ropa tienen indicaciones acerca del cuidado que debemos tener para que dure más tiempo. ¿Te has fijado en ellas? c Consigue un par de etiquetas en donde se puedan leer las instrucciones de lavado y llévalas al salón de clases. Al leer c Observa las siguientes etiquetas. Prenda 1 Prenda 2 Prenda 3 Lavar a mano Lavar a máquina Ciclo delicado No usar cloro No usar cloro No exprimir Secar colgado No exprimir Secar colgado Plancha tibia No planchar Plancha tibia Después de leer © Santillana c Responde las siguientes preguntas. ● ¿Cuál de las tres prendas requiere más cuidado para lavarla? ● ¿Para cuál de las tres prendas usarías jabón de barra? ● ¿Cuál de las etiquetas anteriores se parece más a la que llevaste a clase? ● ¿A qué prenda crees que pertenece? Ahora, ya puedes ayudar a tu familia a cuidar y lavar la ropa. Toma el jabón, el detergente y ¡manos a la obra! 13 2. ¡Bichos! Antes de leer Hay algunos animales que han sido asociados con historias de terror o misterio, como los vampiros, las ratas o los lobos, pero... ¿hay cuentos de terror acerca de bichos? c Comenta con tu equipo si has leído o conoces cuentos de terror cuyos personajes sean bichos misteriosos o malignos. Al leer c Forma equipo con tres compañeros o compañeras y lean, por turnos y en voz alta, el siguiente cuento. El almohadón de plumas © Santillana Su luna de miel fue un largo escalofrío. Rubia, angelical y tímida, el carácter de su marido heló sus soñadas niñerías de novia. Ella lo quería mucho. A veces con un ligero estremecimiento, volvían de noche juntos por la calle y echaba una furtiva mirada a la alta estatura de Jordán, mudo desde hacía una hora. Él, por su parte, la amaba profundamente, sin darlo a conocer. Durante tres meses —se habían casado en abril—, vivieron una dicha especial. Sin duda hubiera ella deseado menos severidad en ese rígido cielo de amor; más expansiva e incauta 14 ternura; pero el impasible semblante de su marido la contenía siempre. La casa en que vivían influía también en sus estremecimientos. La blancura del patio silencioso —frisos, columnas y estatuas de mármol— producía una otoñal impresión de palacio encantado. En ese extraño nido de amor, Alicia pasó todo el otoño. Había concluido, no obstante, por echar un velo sobre sus antiguos sueños, y aún vivía dormida en la casa hostil, sin querer pensar en nada hasta que llegaba su marido. No es raro que adelgazara. Tuvo un ligero ataque de influenza que se arrastró días y días; Alicia no se reponía nunca. Al fin una tarde pudo salir al jardín apoyada en el brazo de su marido. De pronto Jordán, con sorpresiva ternura, le pasó muy lento la mano por la cabeza, y Alicia rompió en seguida en sollozos, echándole los brazos al cuello. Lloró largamente todo su espanto callado, redoblando el llanto a la más leve caricia de Jordán. Luego los sollozos fueron retardándose, y aún quedó largo rato escondida en su cuello, sin moverse ni pronunciar palabra. © Santillana los ojos fijos. Al rato abrió la boca para gritar, y sus narices y labios se perlaron de sudor. —¡Jordán! ¡Jordán! —clamó, rígida de espanto, sin dejar de mirar la alfombra. Jordán corrió al dormitorio, y al verlo aparecer, Alicia lanzó un alarido de horror. —¡Soy yo, Alicia, soy yo! Alicia lo miró con extravío, miró la alfombra, volvió a mirarlo, y después de largo rato de estupefacta confrontación, volvió en sí. Sonrió y tomó entre las suyas la mano de su marido. Entre sus alucinaciones más porfiadas, hubo un antropoide apoyado en la alfombra sobre los dedos, que tenía fijos en ella los ojos. Fue ése el último día que Alicia estuvo levantada. Al día siguiente amaneció desvanecida. El médico de Jordán la examinó con suma atención, ordenándole calma y descanso absolutos. —No sé —le dijo a Jordán en la puerta de la calle—. Tiene una gran debilidad que no me explico. Si mañana se despierta como hoy, llámeme en seguida. Al día siguiente Alicia amanecía peor. Hubo consulta. Se constató una anemia agudísima, completamente inexplicable. Alicia no tuvo más desmayos, pero se iba visiblemente de este mundo. Todo el día, el dormitorio estaba con las luces prendidas y en pleno silencio. Pasábanse horas sin que se oyera el menor ruido. Alicia dormitaba. Jordán vivía casi en la sala, también con toda la luz encendida. Paseábase sin cesar de un extremo a otro, con incansable obstinación. La alfombra ahogaba sus pasos. A ratos entraba en el dormitorio y proseguía su mudo vaivén a lo largo de la cama, deteniéndose un instante en cada extremo a mirar a su mujer. Pronto Alicia comenzó a tener alucinaciones, confusas y flotantes. La joven, con los ojos desmesuradamente abiertos, no hacía sino mirar la alfombra a uno y otro lado del respaldo de la cama. Una noche quedó de repente con Los médicos volvieron inútilmente. Había allí, delante de ellos, una vida que se acababa, sin saber absolutamente cómo. En la última consulta, Alicia yacía en estupor mientras ellos la pulsaban, pasándose de uno a otro la muñeca inerte. La observaron largo rato en silencio, y siguieron al comedor. —Pst … —se encogió de hombros desalentado el médico de cabecera—. Es un caso inexplicable… Poco hay que hacer. —¡Sólo eso me faltaba! —resopló Jordán. Y tamborileó bruscamente la mesa. Alicia fue extinguiéndose en su delirio de anemia. Durante el día no avanzaba su enfermedad, pero cada mañana amanecía lívida, en síncope casi. Parecía que únicamente de noche 15 se le fuera la vida. Tenía siempre al despertar la sensación de estar desplomada en la cama con un millón de kilos encima. Desde el tercer día este hundimiento no la abandonó más. Perdió luego el conocimiento. Los dos días finales deliró sin cesar a media voz. Las luces continuaban fúnebremente encendidas en el dormitorio y la sala. En el silencio agónico de la casa no se oía más que el delirio monótono que salía de la cama, y el sordo retumbo de los eternos pasos de Jordán. Alicia murió, por fin. La sirvienta, cuando entró después de deshacer la cama, sola ya, miró un rato extrañada el almohadón. —¡Señor! —llamó a Jordán en voz baja—. En el almohadón hay manchas que parecen de sangre. Jordán se acercó rápidamente y se dobló sobre aquél. Efectivamente, sobre la funda, a ambos lados del hueco que había dejado la cabeza de Alicia, se veían manchitas oscuras. —Parecen picaduras —murmuró la sirvienta después de un rato de inmóvil observación. —Levántalo a la luz —le dijo Jordán. La sirvienta lo levantó; pero en seguida la dejó caer, y se quedó mirando a aquél, lívida y temblando. Sin saber por qué, Jordán sintió que los cabellos se le erizaban. —¿Qué hay? —murmuró con la voz ronca. —Pesa mucho —articuló la sirvienta, sin dejar de temblar. Jordán lo levantó; pesaba extraordinariamente. Salieron con él y sobre la mesa del comedor Jordán cortó la funda y en- voltura de un tajo. Las plumas superiores volaron, y la sirvienta dio un grito de horror con toda la boca abierta, llevándose las manos crispadas a los lados. Sobre el fondo, entre las plumas, moviendo lentamente las patas, había un animal monstruoso, una bola viviente y viscosa. Estaba tan hinchado que apenas se le pronunciaba la boca. Noche a noche desde que Alicia había caído en cama, había aplicado sigilosamente su boca, su trompa mejor dicho, a las sienes de aquélla, chupándole la sangre. La picadura era casi imperceptible. La remoción diaria del almohadón sin duda había impedido su desarrollo; pero desde que la joven no pudo moverse, la succión fue vertiginosa. En cinco días, en cinco noches, había el monstruo vaciado a Alicia. Quiroga, Horacio. Cuentos, Porrúa, México, 1977 (adaptación). Después de leer Subraya las palabras cuyo significado no entiendas. c Vuelve a leer la frase del cuento donde se localice la palabra que no comprendes y trata de deducir su significado por contexto. c Consulta el diccionario y comprueba si el significado que le diste a la palabra es el correcto. c Después, comenta con tus compañeros y compañeras del grupo lo siguiente: © Santillana c 16 ● ● ● c ¿Qué te pareció el cuento “El almohadón de plumas”? ¿Qué sentiste al leerlo? ¿Crees que la historia puede ser real? ¿Por qué? Ordena de 1 a 15 las siguientes oraciones para reconstruir el relato anterior. Alicia amaneció con gran debilidad. Sólo bastaron cinco días y cinco noches para que el monstruo vaciara a Alicia. Alicia comenzó a tener alucinaciones. Jordán cortó la funda del almohadón y descubrió aquel terrible animal. La sirvienta descubrió en el almohadón de Alicia pequeñas manchas de sangre. El médico le ordenó a Alicia descanso absoluto. Alicia murió después de una larga y desconocida enfermedad. Alicia perdió el conocimiento. Alicia y Jordán cumplieron tres meses de casados. En los últimos dos días Alicia tuvo delirios interminables. El médico dijo a Jordán que no había nada que hacer para salvar a Alicia. Los médicos no lograban sentir el pulso de Alicia. El médico diagnosticó anemia aguda. Encontraron un animal monstruoso, viscoso y lleno de sangre. Alicia sufrió un ataque de influenza. © Santillana c Responde las siguientes preguntas. ● ¿Cómo se sentía Alicia? ● ¿Por qué Alicia nunca le dijo a su esposo lo que pasaba? ● ¿Cómo habría podido salvarse Alicia? 17 Antes de leer Existen animales que pueden dañarnos, por lo cual, aunque forman parte del equilibrio ecológico, es mejor tener cuidado con ellos. c Comenta con tus compañeras y compañeros del grupo si has escuchado hablar de los ácaros o si sabes cómo son. En seguida leerás un texto informativo que describe a los ácaros: unos animales microscópicos muy malos para los seres humanos. Al leer c Lean en parejas el siguiente texto. © Santillana Los ácaros Ácaro, nombre común de unas 30 000 especies diminutas de la clase arácnidos, generalmente con el cuerpo ovalado. Los ácaros tienen la cabeza, el tórax y el abdomen fusionados en un cuerpo no segmentado. Suelen tener tres pares de patas en la etapa larvaria y cuatro en la de ninfa y en estado adulto. Su aparato bucal está adaptado para la perforación; respiran a través de tráqueas. Los ácaros pertenecen a los artrópodos (un tipo de invertebrado), cuyo nombre significa “patas articuladas”. 18 Para nosotros, la mayoría de los ácaros son casi imperceptibles debido a su tamaño; muchos son microscópicos y en algunas especies, los más grandes no alcanzan dos milímetros. La excepción son las garrapatas, que llegan a medir hasta tres centímetros de longitud cuando están repletas de la sangre ingerida de los animales que parasitan. Tienen gran capacidad de adaptación, resisten las altas temperaturas de los manantiales termales o las heladas aguas de los mares árticos. Debido a esta cualidad, se les encuentra en distintos hábitats; los ácaros se han distribuido con enorme éxito por todo el planeta. Así, se les puede encontrar en una almohada o en la cara de cualquier persona; a más de cinco mil metros de altura o en los abismos marinos; sus hábitats son el terrestre y el acuático. Hay diferentes tipos de ácaros. Entre los más importantes se encuentran el ácaro rojo y el ácaro de la sarna. El ácaro rojo es el nombre común de la larva de seis patas, que se aferra a la piel de los seres humanos y otros animales y chupa su sangre. Al alimentarse, produce un intenso prurito e irritación, pero no suele ser nada grave. Se sujeta a herbáceas y hojas e infesta cualquier animal que se roce con ellas. La sarna es una infección cutánea producida por el parásito arador que excava túneles bajo las capas superficiales de la piel irritándola con sus productos de desecho. Estos ácaros se transmiten por contacto con personas infectadas, por lo que la sarna se contagia con más facilidad en situaciones de hacinamiento y de condiciones higiénicas precarias. Otros son los ácaros del folículo, que infectan los folículos del pelo y las glándulas sebáceas humanas, miden 0.25 mm de longitud. Entre los ácaros de aves, se encuentran los de los pájaros, que infectan la piel de estos animales; los ácaros de las gallinas atacan a las aves domésticas de corral y producen una forma de dermatitis en los humanos. Los ácaros pueden ser hematófagos externos, como el ácaro rojo de las aves, que afecta también al hombre y otros animales. Estos ácaros, que viven dentro de las casas, sin que sus habitantes siquiera sospechen de su existencia, presentes en los cojines, alfombras, cortinas, almohadas y lámparas, son ácaros de vida libre, que pueden causar daño al ser humano y a los demás animales. Los ácaros de agua dulce viven en ríos y lagos y utilizan patas periféricas para nadar. Entre otros ácaros comunes se encuentran las llamadas arañas rojas o ácaros araña que forman te- larañas, se alimentan del envés de las hojas y destruyen muchos tipos de plantas. Las garrapatas son un grupo especial de ácaros que, desde el punto de vista médico, son el grupo más importante debido a las enfermedades que provocan. Al ser humano las garrapatas pueden transmitirle microorganismos, que le causan fiebres altas, delirios y la aparición de manchas en la piel. Tanto desde el punto de vista económico como médico, todos los ácaros son perjudiciales, ya que transmiten enfermedades que afectan al ganado y a la especie humana. “Los ácaros” en ¿Cómo ves?, Publicaciones UNAM, México, 2000 (adaptación). Después de leer Subraya en el texto la información que se relaciona con el cuento “El almohadón de plumas”. c Comenta con el grupo cuál es la relación que tienen las partes subrayadas con el cuento. c Responde las siguientes preguntas. © Santillana c ● ● ● ● ¿Qué animal causó la muerte de Alicia? ¿Después de leer el texto informativo, entiendes mejor lo que ocurrió en el cuento? ¿Por qué? ¿Crees que “El almohadón de plumas” pudo tener un final diferente? ¿Cuál? ¿Los ácaros pueden ser útiles a los humanos? ¿Cómo? 19 c Escribe algunas recomendaciones para que los seres humanos no podamos ser atacados por los ácaros. c Escribe algunas recomendaciones para evitar que los animales sean atacados por los ácaros. c Completa el siguiente cuadro escribiendo brevemente las características de los ácaros. Fíjate en el ejemplo. Características generales Ácaro Rojo De la sarna Del folículo Mide 0.25 mm y ataca los folículos del pelo y las glándulas sebáceas. De las aves De agua dulce Garrapata © Santillana c 20 Lee nuevamente los dos primeros párrafos del texto informativo anterior y marca con una 7 las imágenes que correspondan a un ácaro. Antes de leer Existen muchos cuentos que otorgan a los animales una personalidad e, incluso, creencias y formas de comportamiento particulares, como el caso del siguiente cuento en donde un grupo de bichos se enfrenta a un terrible final. c Comenta con los alumnos y las alumnas del grupo si conoces alguna historia en la que los animales actúen como humanos y compártela con ellos. Al leer Lee de forma individual y en silencio el siguiente texto. c Rodea las palabras cuyo significado no entiendas. c © Santillana La profecía —Sucederá dentro de cuatro noches —dijo el grillo mientras limpiaba un vidrio de sus anteojos. —¿Estás seguro? —inquirió la desconfiada cigarra. —Sí, la Luna ya está por caer. Las cuatro lechuzas que la sostienen pronto se dormirán y la soltarán. Está escrito. —¿Será verdad lo que dice ese libro? —¿Cómo te atreves a dudar de nuestro libro sagrado? Lo han escrito los duendes del bosque. Ellos nunca se equivocan. Todos los insectos de la comarca esperaban ese día fatal en que la Luna caería irremediablemente. Otros animales, como los mamíferos, no creían en las escrituras. De todas maneras, en el libro sólo figuraban los insectos como futuras víctimas de la catástrofe. Las mariposas estaban descoloridas de miedo. Las abejas habían legado su miel a los osos. —Si no volvemos a vernos, esta miel será para ustedes —dijeron mirando al rey de los osos que saboreaba la miel. Las luciérnagas habían regalado sus lucecitas, desde hacía un mes, a las gotas de rocío para que éstas brillaran con más fuerza. Los insectos estaban convencidos de que el fin de su mundo había llegado. 21 Las hormigas que no tenían hormiguero propio habían pagado sus alquileres con toda decencia y honradez. En el día señalado, los insectos se despedían unos de otros. —Adiós —dijo Mario, el bichito de luz al abejorro cartero—. Y perdón por haberme quedado con aquella carta que no era para mí. Es que esos versos eran tan bonitos... —No te preocupes, yo me quedé con una carta de amor que era para ti. Te la enviaba Martita, la avispa. —Tonto de mí, no le propuse matrimonio porque creí que no me amaba... —Gracias a eso me casé yo con ella. Todo se perdonaba en esa jornada porque era la última. Hasta el día anterior todos mentían un poco porque aún faltaban horas de convivencia. Pero en ese día fueron casi perfec- tos. Nadie robó, nadie mintió, nadie engañó... Llegó el momento. En el cielo oscuro comenzó a moverse la Luna que viene desde más allá del horizonte a toda velocidad. El terrible redondel blanco se recortaba furioso en el cielo negro y rojizo. Todos gritaron al mismo tiempo. De pronto la esfera cayó y su sonido retumbó más allá del arco iris. El grillo, que con una vieja hoja de eucalipto había tapado su cara, la descubrió de a poquito y murmuró: —¡Hemos sobrevivido! Desde el cielo se escucharon voces de niños: —Fíjate a donde tiraste la pelota. ¿Dónde aprendiste a patear? ¡Ahora te agachas a buscar la pelota blanca entre estas hierbas llenas de bichos! Dulfano, Carla. “La profecía” en http://www.ciudad.com.ar/ar/portales/chicos/nota/01437,3384,00.asp (adaptación). Después de leer Identifica las oraciones del texto donde se ubiquen las palabras que rodeaste y léelas de nuevo. c Trata de deducir el significado de las palabras según el contexto. c Consulta el diccionario para verificar el significado de las palabras. c Organízate en equipos y comenta lo siguiente: c ● ● ● ● © Santillana c Subraya en el cuento “La profecía” las respuestas de las siguientes preguntas: ● ● ● ● 22 ¿Te gustó la historia? ¿Por qué? ¿Crees que realmente la Luna se pueda caer? ¿Qué pasaría si esto sucediera? ¿Qué opinas del comportamiento que tuvieron los insectos el día que se cumpliría la profecía? ¿Quiénes son los personajes? ¿Por qué tenían miedo? ¿Qué hicieron los personajes el día que esperaban el cumplimiento de la profecía? ¿Qué ocurrió al final? c c Lee las partes del cuento que subrayaste. Realiza un resumen con las partes subrayadas. Recuerda que debe ser más pequeño que el cuento y que al leerlo debe contar la trama de la historia. Revisa tu resumen y verifica que sea más corto que el cuento y que responda a las preguntas anteriores. c Léelo las veces necesarias y realiza los cambios que creas convenientes. c Al terminar, comparte tu trabajo con el grupo y escucha con atención lo que realizaron tus compañeros y compañeras. c Ahora narra el cuento con dibujos. Elige cuatro acciones importantes del texto y represéntalas en los siguientes cuadros. © Santillana c 23 www.San­ti­llan­a.com.mx 9789702912118