Subido por Maestra Azucena

lecturas sexto grado

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ActividAdes
pArA el desArrollo de lA
comprensión lectorA
El libro Rehilete 6. Actividades para el desarrollo
de la comprensión lectora
es una obra colectiva, creada y diseñada en
el Departamento de Investigaciones Educativas
de Editorial Santillana, con la dirección de
Antonio Moreno Paniagua.
Selección de textos:
Claudia Lilián Chávez Durán
El libro Rehilete 6. Actividades para el desarrollo de la comprensión lectora
fue elaborado en Editorial Santillana por el siguiente equipo:
Coordinación editorial: Gabriel Moreno Pineda.
Edición: Jorge Humberto García Ibarra, Jacqueline Brieño Álvarez, Iván Vásquez Rodríguez,
Félix Cerón Escobar y Gabriel Moreno Pineda.
Diseño de actividades: Yolanda Chiu Velásquez.
Corrección de estilo: Jacqueline Brieño Álvarez.
Coordinación de diseño gráfico y realización: Humberto Ayala Santiago.
Diseño de portada e interiores: Humberto Ayala Santiago y Carlos Arturo Vela Turcott.
Arte: Francisco Rivera Rodríguez.
Dibujo: Érika Martínez López, Luis Ángel Sánchez Hernández y René Sedano Hernández.
Fotografía: Corel Stock Photo y Archivo Santillana.
Coordinación de autoedición: Óscar Tapia Márquez.
Diagramación: Margarita Torres Portillo y Felipe de Jesús Luna Martínez.
Digitalización y retoque de imágenes: José Perales Neria, Gerardo Hernández Ortiz y Arturo
Linares Suárez.
Fotomecánica electrónica: Gabriel Miranda Barrón y Manuel Zea Atenco.
La presentación y disposición en conjunto y de cada página del libro Rehilete 6. Actividades
para el desarrollo de la comprensión lectora son propiedad del editor. Queda estrictamente
prohibida la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier sistema o método
electrónico, incluso el fotocopiado, sin autorización del editor.
D.R. © 2004 por EDITORIAL SANTILLANA, S.A. DE C.V.
Av. Universidad 767
03100 México, D.F.
ISBN: 970-29-1211-3
Primera edición: julio de 2004
Miembro de la Cámara Nacional de la
Industria Editorial Mexicana. Reg. Núm. 802
Impreso en México
Presentación
A primera vista, el libro que tienes en tus manos se parece bastante a otros que ya conoces; pero
mirándolo bien, no sólo es un libro, sino también un juguete mágico. Cuando lo toca el viento de
la imaginación, sus aspas giran a toda velocidad y producen un arco iris de palabras que, como
un puente, te conducirá al mundo maravilloso de la lectura; por eso se llama Rehilete 6.
Este libro está organizado en veinte partes, a las que hemos llamado lecciones, que giran en
torno de un tema central; en ellas encontrarás una gran variedad de textos literarios, como relatos, cuentos tradicionales, fábulas, canciones y poemas, para que los disfrutes; pero también
hallarás textos informativos, entrevistas, noticias, reportajes periodísticos, instructivos, gráficas y
mapas que llamarán tu atención.
Cada texto aparece acompañado por un conjunto de actividades que
te ayudarán a descubrir la intención de los textos, a entender cómo
están organizados, a explorar su significado y a darle sentido al acto de leer.
En muchos casos, te proponemos compartir lo que vayas
aprendiendo con las personas que lean contigo (pueden ser
tus compañeras y compañeros de grupo, tus amigas y amigos
o tus familiares), con la finalidad de que amplíes tus puntos
de vista, escuches otras opioniones y enriquezcas tus experiencias; toma en cuenta que la lectura compartida no sólo es
más provechosa, sino más agradable.
Con el propósito de que te conviertas en un lector o en
una lectora competente, es decir, que seas capaz de comprender lo que lees y te apropies de ello, hemos procurado darte
algunos apoyos para los siguientes momentos:
Antes de leer. Te invitamos a recuperar lo que ya conoces
acerca del tema de cada texto para que lo relaciones con lo
que leerás.
c Al leer. Te sugerimos cómo leer los textos: en silencio o en voz alta, de manera individual
o colectiva, o siguiendo la lectura de tu maestra o de tu maestro.
c Después de leer. Te proponemos actividades para que desarrolles y pongas en práctica
tus competencias lectoras.
c
Tú puedes viajar al mundo de la lectura con Rehilete 6 en el salón de clases, de acuerdo con
las indicaciones de tu profesora o de tu profesor, en tu casa o donde prefieras, lo importante es
que goces del placer de la lectura.
Los editores
Índice
1. De la moda, lo que te acomoda
El hombrecito vestido de gris
¿Por qué, para qué y cómo nos
vestimos?
2. ¡Bichos!
El almohadón de plumas
Los ácaros
La profecía
6
6
9
14
14
18
21
© Santillana
3. El último juglar
24
Se va Arreola, a los 83 años de edad 24
Carta a un zapatero que compuso
mal unos zapatos
28
4
4. Un niño escritor
Entre sueños y letras
¿Agibílibus?
Preguntario
5. Una vieja tradición
Una historia inolvidable
Navidad a la mexicana
6. Historias del Sol
nacimiento del Sol y de la Luna
hijos del Sol
7. La décima musa
Sor Juana Inés de la Cruz
Redondilla 92
Villancico a santa Catarina
8. Ana Frank
El diario de Ana Frank
De adolescente a adolescente:
pensamientos de una actriz joven
32
32
37
38
40
40
43
46 El
46 Los
50
52
52
55
57
58
58
61
9. Visitas del más allá
Míxquic
Rebotando su pelota
64
64
68
© Santillana
10. Mente sana en cuerpo sano
70
La niñez y el deporte
70 El
pan nuestro de cada día
73
11. Entre costumbres y cambios 76
Cuento de película
76
Todo cambia
80
12. Grandes enseñanzas
82
Shangchiu Kai el virtuoso
82
13. La vivienda
88
La construcción de viviendas
88
Viviendas mexicanas por material
predominante en paredes
(1929 – 1990)
92
14. El Manco de Lepanto
94
La paradoja del ahorcado
94
Miguel de Cervantes Saavedra
96
15. Sal y pimienta al gusto
Alta cocina
Pay helado de limón
16. Rico de la noche a la mañana
El billete del millón
17. La Revolución Mexicana
Los de abajo
Los de abajo
18. De fábula
Don Juan Manuel
Ejemplo del zorro, el cuervo y
el queso
100
100
104
106
106
112
112
115
118
118
120
19. Prevención de enfermedades
124
Un enigma: los virus
124
Vacunas
128
20. La familia
130
La familia “Contreras”
130
Algunas reflexiones sobre la familia 134
5
1.
De la moda, lo que te acomoda
Antes de leer
¿Te has fijado en la forma de vestir de las personas que
te rodean y en los colores de su ropa? ¿Crees que los colores tienen relación con el estado de ánimo?
c
c
Comenta con tus compañeros y compañeras de grupo
por qué supones que las personas se visten de cierto color en diferentes situaciones o lugares.
Fíjate en las imágenes del texto y piensa de qué crees
que tratará la historia que leerás a continuación.
La siguiente historia trata de un hombre vestido de color gris que, al tomar una decisión importante, cambió
el color de su vida.
Al leer
c
Lee de manera individual el siguiente texto.
El hombrecito vestido de gris
© Santillana
Había una vez un hombre que siempre iba
vestido de gris. Tenía un traje gris, un sombrero gris, una corbata gris y un bigotito gris.
El hombrecito vestido de gris hacía diariamente las mismas cosas. Se levantaba al oír
el despertador. Al son de la radio, hacía un poco
de gimnasia. Tomaba una ducha, que siempre estaba bastante fría; tomaba el desayuno,
que siempre estaba bastante caliente; tomaba
el camión, que siempre estaba demasiado lleno; y leía el periódico, que siempre decía las
mismas cosas. Y todos los días, a la misma
hora, se sentaba en su mesa de la oficina. Ni
un minuto más, ni un minuto menos. Todos
los días, igual. El despertador tenía cada mañana el mismo zumbido. Y esto le anunciaba que el día que amanecía era exactamente
igual que el anterior. Por eso, nuestro hombrecito de traje gris tenía también la mirada
de color gris.
6
© Santillana
Pero nuestro hombrecito solamente era gris
por fuera. Hacia adentro era… ¡un verdadero
arco iris!
El hombrecito soñaba con ser cantante de
ópera. Famoso. Entonces, llevaría trajes de color rojo, azul, verde, amarillo… trajes brillantes y luminosos.
Cuando pensaba aquellas cosas, el hombrecito se emocionaba. Se le hinchaba el pecho de
notas musicales, parecía que le iba a estallar.
Tenía que correr a la terraza y…
—¡Laaa, lala, la la la, laaa…!
El canto que llenaba sus pulmones llegaba
hasta las nubes.
Pero nadie comprendía a nuestro hombre.
Nadie apreciaba su arte.
Los vecinos que regaban las plantas le echaban una rociada con la regadera. Y el hombrecito vestido de gris entraba en su casa, calado
hasta los huesos.
Algún tiempo después, las cosas se complicaron más.
Fue una mañana de primavera.
Las flores se despertaban en los rosales. Las
golondrinas tejían en el aire maravillosas telas invisibles. Por las ventanas abiertas se colaba un
olor a jardín recién regado.
De pronto, el hombrecito vestido de gris comenzó a cantar:
—¡Granaaaaaadaa!
En la oficina se produjo un silencio terrible.
Las máquinas de escribir enmudecieron. Don
Perfecto, el jefe de la planta, lo llamó a su despacho con gesto amenazador. Después de gritarle de todo, terminó diciendo:
—¡Ya lo sabe! Si vuelve a repetirse, lo echaré
a la calle.
Nuestro hombre pensó y pensó. ¡No podía
perder su empleo! Tampoco quería andar por
el mundo expuesto a que lo echaran de todas
partes.
Y al fin se le ocurrió una brillante idea.
Al día siguiente, fingió tener un fuerte dolor
de muelas. Se sujetó la mandíbula con un pañuelo y fue a su trabajo. Así no podría cantar,
¡aunque quisiera!
Y día tras día, año tras año, estuvo nuestro
hombrecito, con su pañuelo atado, fingiendo
un eterno dolor de muelas.
La historia termina así. Así de mal. Así de
triste. La vida pone, a veces, finales tristes a las
historias.
Pero a muchas personas no les gusta leer finales tristes; para ellas hemos inventado un
final feliz. Nuestro pobre hombrecito merecía
que le dieran una oportunidad. Así que…
Cierto día conoció a un director de orquesta. Y éste quiso oírlo cantar.
El hombrecito, muy contento, pero con un
poco de miedo, salió al campo con el director
de orquesta. Y allí, rodeados de flores y pájaros, nuestro hombrecito se quitó el pañuelo y
cantó mejor que nunca.
El director de orquesta estaba tan entusiasmado que lo contrató para inaugurar la temporada del Teatro de la Ópera.
Y la noche de su presentación, que se anunció en todos los periódicos, don Perfecto, el jefe
de la planta, los vecinos que lo habían regado
y todos los que lo habían perseguido con sus
risas, hicieron cola y compraron entradas para
oírlo cantar.
Y asistieron al triunfo del hombrecito.
Y el hombrecito quemó todos sus trajes y corbatas de
color gris. Tiró el despertador. Se afeitó el
bigotito de color
gris, y nunca, nunca más, volvió a
tener la mirada
de color gris.
Alonso, Fernando. El hombrecito vestido de gris y otros cuentos, Alfaguara, Madrid, 1982 (adaptación).
7
Después de leer
c
Reúnete con dos compañeros o compañeras y comenten lo siguiente:
●
●
●
●
●
●
●
c
Situación: había un
hombrecito vestido
de gris.
© Santillana
Fíjate en los dos finales del cuento y completa el siguiente esquema.
Problema: cada vez que
cantaba, la gente
lo rechazaba.
Solución 1:
8
¿La historia que leíste se parece a la que imaginaste al
ver las imágenes?
¿Con quién crees que vive el hombrecito?
¿Qué significa el color gris de su atuendo?
¿Cómo se sentía el hombrecito cuando no podía cantar?
¿Qué pasaba en el ambiente cuando el hombrecito
cantaba?
¿Consideras que el hombrecito se sentía rechazado?
¿Por qué?
¿Qué puedes aprender del cuento “El hombrecito vestido de gris”?
Solución 2:
Antes de leer
La forma de vestir de las personas ha cambiado según el
lugar en el que viven, el clima, la situación social y económica, y su gusto.
Comenta con el grupo cómo es tu forma de vestir fuera
del colegio y por qué te vistes así.
c Di si tú eliges tu ropa o si lo hacen tus padres.
c Lee el título y observa las imágenes del siguiente texto;
comenta qué información esperas encontrar en él.
c
Al leer
c
Lee en parejas el siguiente texto.
¿Por qué, para qué y cómo nos vestimos?
Vestimenta es el conjunto de prendas o atuendos
personales utilizados en todas las culturas desde
la Prehistoria. Desde hace miles de años, el ser humano ha llevado ropas de una o de otra forma.
Existen factores determinantes de los tipos de
indumentaria. El principal, en las distintas épocas
y los lugares, es el clima, pero en la evolución de
la indumentaria también han influido los diferentes estilos o las modas, los materiales y tecnologías disponibles, la posición social, las migraciones humanas y las tradiciones.
t
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S
©
Probablemente la ropa se desarrolló en un
principio para protegerse o adaptarse al medio
ambiente. El factor que condujo a su invento
fue la necesidad de protegerse de las inclemencias del clima, ya fuera el calor, el frío, el agua o
el viento.
Por ejemplo, los habitantes de las cavernas de
la época de las glaciaciones llevaban pieles de animales para mantenerse calientes, igual que siguen haciéndolo los esquimales de
Canadá. En los climas fríos es tradicional llevar vestidos cosidos y ajustados de varias capas
para conservar mejor
el calor del cuerpo.
Muchos pueblos
de África Central
llevaban, y siguen
llevando, muy poca
ropa encima. En climas cálidos, la ropa
tradicional es una
indumentaria suelta. En
los países árabes y africanos la
ropa adopta forma de túnica. Es
raro que los habitantes de climas
muy cálidos lleven ropas de más
de dos capas.
9
Hasta hace algunos siglos solamente la aristocracia cambiaba de modo habitual su forma
de vestir, mientras que la indumentaria del pueblo permanecía prácticamente invariable.
Los cambios radicales en la forma de
vestir no eran frecuentes hasta que en
los siglos XVIII y XIX la Revolución
Industrial abarató y simplificó la fabricación de telas y vestidos. El invento de la máquina de coser y la
fundación de la primera casa de
modas, fueron dos acontecimientos que tuvieron repercusión en la moda de
la segunda mitad del
siglo XIX.
Las fábricas modernas de gran producción permitieron que la moda estuviera rápidamente al
alcance de todos. La ropa producida en serie se
confecciona en fábricas y se distribuye a los grandes almacenes para su venta.
© Santillana
La ropa, y el atuendo
en general, refleja particularidades como la
edad, las tradiciones, la forma
de pensar y el
estilo de vida.
Por ejemplo,
en la imagen se
observa un hombre de principios
del siglo XX vestido
para jugar en el campo; nunca se usaba este
atuendo en la ciudad.
La mujer elegante de la
época llevaba vestidos
sueltos acompañados de
bolsos muy sencillos.
10
Los estilos de vestir muy
individualizados constituyen una expresión del estilo de vida y la forma de
pensar. En los años sesenta, las faldas se acortaron,
el pelo se alargó y la música pop se convirtió en un
elemento relevante de la
sociedad.
En la década de los sesenta, en el siglo XX, la moda
se regía por la personalidad y surgieron los hippies,
que vestían con gran variedad de estilos y telas, ampliamente inspirados en las modas de todo el mundo.
Muchos de ellos andaban descalzos o llevaban sandalias de tiras de cuero.
En la actualidad, la indumentaria forma parte del
estilo de vida y de la profesión de las personas.
Hay lugares de trabajo que piden a
sus empleados que
vistan formalmente para asistir a sus
labores.
“¿Por qué, para qué y cómo nos vestimos?” en Biblioteca Visual Altea: Trajes, Santillana, Madrid, 1992 (adaptación).
Después de leer
c
Comenta con tu equipo lo siguiente.
●
●
●
¿La información que encontraste en el texto es la que
esperabas?
¿Qué te pareció más interesante?
Si el clima es un factor importante en la forma de vestir, ¿crees que la gente de tu localidad viste adecuadamente? ¿Por qué?
Organízate con tu equipo para realizar un juego de memoria acerca de oficios y profesiones.
c Recorten en cartulina treinta tarjetas cuadradas del mismo tamaño para tener quince pares.
c En cada par de tarjetas dibujen lo siguiente: en la primera, una persona que represente un oficio o una profesión, y en la segunda, una prenda que identifique su
forma de vestir o su uniforme. Por ejemplo: un bombero y su casco, un doctor y su bata.
c Al identificar un par de tarjetas, digan a los demás por
qué se relacionan.
c Ganará quien más pares de tarjetas logre hacer.
© Santillana
c
11
c
Completa el siguiente cuadro.
¿Cómo es el clima del lugar
donde vives?
¿Cómo visten las personas de
tu edad?
¿Cómo visten los adultos?
¿Cómo visten los abuelos?
¿Cuál es la ropa que usan por
igual hombres y mujeres?
¿Cuál es el traje de la región?
c Ahora escribe cómo ha cambiado tu forma de vestir des-
© Santillana
de que eras un bebé hasta este momento. Puedes apoyarte en fotografías o pedirle a tus padres que te digan
cómo te vestían.
12
Antes de leer
Las etiquetas de la ropa tienen indicaciones acerca del
cuidado que debemos tener para que dure más tiempo.
¿Te has fijado en ellas?
c
Consigue un par de etiquetas en donde se puedan leer
las instrucciones de lavado y llévalas al salón de clases.
Al leer
c
Observa las siguientes etiquetas.
Prenda 1
Prenda 2
Prenda 3
Lavar a mano
Lavar a máquina
Ciclo delicado
No usar cloro
No usar cloro
No exprimir
Secar colgado
No exprimir
Secar colgado
Plancha tibia
No planchar
Plancha tibia
Después de leer
© Santillana
c
Responde las siguientes preguntas.
●
¿Cuál de las tres prendas requiere más cuidado para
lavarla?
●
¿Para cuál de las tres prendas usarías jabón de barra?
●
¿Cuál de las etiquetas anteriores se parece más a la
que llevaste a clase?
●
¿A qué prenda crees que pertenece?
Ahora, ya puedes ayudar a tu familia a cuidar y lavar la ropa. Toma el jabón, el detergente y ¡manos a la obra!
13
2.
¡Bichos!
Antes de leer
Hay algunos animales que han sido asociados con historias de terror o misterio, como los vampiros, las ratas o los
lobos, pero... ¿hay cuentos de terror acerca de bichos?
c
Comenta con tu equipo si has leído o conoces cuentos de terror cuyos personajes sean bichos misteriosos o
malignos.
Al leer
c
Forma equipo con tres compañeros o compañeras y
lean, por turnos y en voz alta, el siguiente cuento.
El almohadón de plumas
© Santillana
Su luna de miel fue un largo escalofrío. Rubia,
angelical y tímida, el carácter de su marido heló
sus soñadas niñerías de novia. Ella lo quería
mucho. A veces con un ligero estremecimiento,
volvían de noche juntos por la calle y echaba
una furtiva mirada a la alta estatura de Jordán,
mudo desde hacía una hora. Él, por su parte, la
amaba profundamente, sin darlo a conocer.
Durante tres meses —se habían casado en
abril—, vivieron una dicha especial. Sin duda
hubiera ella deseado menos severidad en ese
rígido cielo de amor; más expansiva e incauta
14
ternura; pero el impasible semblante de su marido la contenía siempre.
La casa en que vivían influía también en sus
estremecimientos. La blancura del patio silencioso —frisos, columnas y estatuas de mármol— producía una otoñal impresión de palacio encantado.
En ese extraño nido de amor, Alicia pasó todo
el otoño. Había concluido, no obstante, por
echar un velo sobre sus antiguos sueños, y aún
vivía dormida en la casa hostil, sin querer pensar en nada hasta que llegaba su marido.
No es raro que adelgazara. Tuvo un ligero
ataque de influenza que se arrastró días y días;
Alicia no se reponía nunca. Al fin una tarde
pudo salir al jardín apoyada en el brazo de su
marido. De pronto Jordán, con sorpresiva ternura, le pasó muy lento la mano por la cabeza, y Alicia rompió en seguida en sollozos,
echándole los brazos al cuello. Lloró largamente todo su espanto callado, redoblando el
llanto a la más leve caricia de Jordán. Luego
los sollozos fueron retardándose, y aún quedó
largo rato escondida en su cuello, sin moverse
ni pronunciar palabra.
© Santillana
los ojos fijos. Al rato abrió la boca para gritar, y
sus narices y labios se perlaron de sudor.
—¡Jordán! ¡Jordán! —clamó, rígida de espanto, sin dejar de mirar la alfombra.
Jordán corrió al dormitorio, y al verlo aparecer, Alicia lanzó un alarido de horror.
—¡Soy yo, Alicia, soy yo!
Alicia lo miró con extravío, miró la alfombra, volvió a mirarlo, y después de largo rato de
estupefacta confrontación, volvió en sí. Sonrió
y tomó entre las suyas la mano de su marido.
Entre sus alucinaciones más porfiadas, hubo
un antropoide apoyado en la alfombra sobre
los dedos, que tenía fijos en ella los ojos.
Fue ése el último día que Alicia estuvo levantada. Al día siguiente amaneció desvanecida. El
médico de Jordán la examinó con suma atención, ordenándole calma y descanso absolutos.
—No sé —le dijo a Jordán en la puerta de la
calle—. Tiene una gran debilidad que no me
explico. Si mañana se despierta como hoy, llámeme en seguida.
Al día siguiente Alicia amanecía peor. Hubo
consulta. Se constató una anemia agudísima, completamente inexplicable. Alicia no tuvo
más desmayos, pero se iba visiblemente de este
mundo. Todo el día, el dormitorio estaba con
las luces prendidas y en pleno silencio.
Pasábanse horas sin que se oyera el menor
ruido. Alicia dormitaba. Jordán vivía casi en
la sala, también con toda la luz encendida.
Paseábase sin cesar de un extremo a otro, con
incansable obstinación. La alfombra ahogaba sus pasos. A ratos entraba en el dormitorio
y proseguía su mudo vaivén a lo largo de la
cama, deteniéndose un instante en cada extremo a mirar a su mujer.
Pronto Alicia comenzó a tener alucinaciones, confusas y flotantes. La joven, con los ojos
desmesuradamente abiertos, no hacía sino mirar la alfombra a uno y otro lado del respaldo
de la cama. Una noche quedó de repente con
Los médicos volvieron inútilmente. Había
allí, delante de ellos, una vida que se acababa,
sin saber absolutamente cómo. En la última
consulta, Alicia yacía en estupor mientras ellos
la pulsaban, pasándose de uno a otro la muñeca inerte. La observaron largo rato en silencio,
y siguieron al comedor.
—Pst … —se encogió de hombros desalentado el médico de cabecera—. Es un caso inexplicable… Poco hay que hacer.
—¡Sólo eso me faltaba! —resopló Jordán. Y
tamborileó bruscamente la mesa.
Alicia fue extinguiéndose en su delirio de
anemia. Durante el día no avanzaba su enfermedad, pero cada mañana amanecía lívida, en
síncope casi. Parecía que únicamente de noche
15
se le fuera la vida. Tenía siempre al despertar
la sensación de estar desplomada en la cama
con un millón de kilos encima. Desde el tercer
día este hundimiento no la abandonó más.
Perdió luego el conocimiento. Los dos días
finales deliró sin cesar a media voz. Las luces
continuaban fúnebremente encendidas en el
dormitorio y la sala. En el silencio agónico de
la casa no se oía más que el delirio monótono
que salía de la cama, y el sordo retumbo de los
eternos pasos de Jordán.
Alicia murió, por fin. La sirvienta, cuando
entró después de deshacer la cama, sola ya,
miró un rato extrañada el almohadón.
—¡Señor! —llamó a Jordán en voz baja—.
En el almohadón hay manchas que parecen de
sangre.
Jordán se acercó rápidamente y se dobló
sobre aquél. Efectivamente, sobre la funda, a
ambos lados del hueco que había dejado la cabeza de Alicia, se veían manchitas oscuras.
—Parecen picaduras —murmuró la sirvienta después de un rato de inmóvil observación.
—Levántalo a la luz —le dijo Jordán. La sirvienta lo levantó; pero en seguida la dejó caer,
y se quedó mirando a aquél, lívida y temblando. Sin saber por qué, Jordán sintió que los cabellos se le erizaban.
—¿Qué hay? —murmuró con la voz ronca.
—Pesa mucho —articuló la sirvienta, sin
dejar de temblar. Jordán lo levantó; pesaba extraordinariamente. Salieron con él y sobre la
mesa del comedor Jordán cortó la funda y en-
voltura de un tajo. Las plumas superiores volaron, y la sirvienta dio un grito de horror con
toda la boca abierta, llevándose las manos crispadas a los lados.
Sobre el fondo, entre las plumas, moviendo
lentamente las patas, había un animal monstruoso, una bola viviente y viscosa. Estaba tan
hinchado que apenas se le pronunciaba la boca.
Noche a noche desde que Alicia había caído
en cama, había aplicado sigilosamente su boca,
su trompa mejor dicho, a las sienes de aquélla,
chupándole la sangre. La picadura era casi imperceptible. La remoción diaria del almohadón sin duda había impedido su desarrollo;
pero desde que la joven no pudo moverse, la
succión fue vertiginosa. En cinco días, en cinco
noches, había el monstruo vaciado a Alicia.
Quiroga, Horacio. Cuentos, Porrúa, México, 1977 (adaptación).
Después de leer
Subraya las palabras cuyo significado no entiendas.
c Vuelve a leer la frase del cuento donde se localice la palabra que no comprendes y trata de deducir su significado por contexto.
c Consulta el diccionario y comprueba si el significado
que le diste a la palabra es el correcto.
c Después, comenta con tus compañeros y compañeras
del grupo lo siguiente:
© Santillana
c
16
●
●
●
c
¿Qué te pareció el cuento “El almohadón de plumas”?
¿Qué sentiste al leerlo?
¿Crees que la historia puede ser real? ¿Por qué?
Ordena de 1 a 15 las siguientes oraciones para reconstruir el relato anterior.
Alicia amaneció con gran debilidad.
Sólo bastaron cinco días y cinco noches para que el monstruo vaciara a Alicia.
Alicia comenzó a tener alucinaciones.
Jordán cortó la funda del almohadón y descubrió aquel terrible animal.
La sirvienta descubrió en el almohadón de Alicia pequeñas manchas de sangre.
El médico le ordenó a Alicia descanso absoluto.
Alicia murió después de una larga y desconocida enfermedad.
Alicia perdió el conocimiento.
Alicia y Jordán cumplieron tres meses de casados.
En los últimos dos días Alicia tuvo delirios interminables.
El médico dijo a Jordán que no había nada que hacer para salvar a Alicia.
Los médicos no lograban sentir el pulso de Alicia.
El médico diagnosticó anemia aguda.
Encontraron un animal monstruoso, viscoso y lleno de sangre.
Alicia sufrió un ataque de influenza.
© Santillana
c
Responde las siguientes preguntas.
●
¿Cómo se sentía Alicia?
●
¿Por qué Alicia nunca le dijo a su esposo lo que pasaba?
●
¿Cómo habría podido salvarse Alicia?
17
Antes de leer
Existen animales que pueden dañarnos, por lo cual, aunque forman parte del equilibrio ecológico, es mejor tener cuidado con ellos.
c Comenta con tus compañeras y compañeros del grupo si
has escuchado hablar de los ácaros o si sabes cómo son.
En seguida leerás un texto informativo que describe a
los ácaros: unos animales microscópicos muy malos para los seres humanos.
Al leer
c
Lean en parejas el siguiente texto.
© Santillana
Los ácaros
Ácaro, nombre común de unas 30 000 especies
diminutas de la clase arácnidos, generalmente
con el cuerpo ovalado. Los ácaros tienen la cabeza, el tórax y el abdomen fusionados en un
cuerpo no segmentado. Suelen tener tres pares
de patas en la etapa larvaria y cuatro en la de
ninfa y en estado adulto. Su aparato bucal está
adaptado para la perforación; respiran a través
de tráqueas.
Los ácaros pertenecen a los artrópodos (un
tipo de invertebrado), cuyo nombre significa
“patas articuladas”.
18
Para nosotros, la mayoría de los ácaros son
casi imperceptibles debido a su tamaño; muchos son microscópicos y en algunas especies,
los más grandes no alcanzan dos milímetros.
La excepción son las garrapatas, que llegan a
medir hasta tres centímetros de longitud cuando están repletas de la sangre ingerida de los
animales que parasitan.
Tienen gran capacidad de adaptación, resisten
las altas temperaturas de los manantiales termales o las heladas aguas de los mares árticos.
Debido a esta cualidad, se les encuentra en distintos hábitats; los ácaros se han distribuido
con enorme éxito por todo el planeta. Así, se
les puede encontrar en una almohada o en la
cara de cualquier persona; a más de cinco mil
metros de altura o en los abismos marinos; sus
hábitats son el terrestre y el acuático.
Hay diferentes tipos de ácaros. Entre los más
importantes se encuentran el ácaro rojo y el ácaro de la sarna. El ácaro rojo es el nombre común de la larva de seis patas, que se aferra a la
piel de los seres humanos y otros animales y
chupa su sangre. Al alimentarse, produce un
intenso prurito e irritación, pero no suele ser
nada grave. Se sujeta a herbáceas y hojas e infesta cualquier animal que se roce con ellas.
La sarna es una infección cutánea producida
por el parásito arador que excava túneles bajo
las capas superficiales de la piel irritándola
con sus productos de desecho. Estos ácaros se
transmiten por contacto con personas infectadas, por lo que la sarna se contagia con más
facilidad en situaciones de hacinamiento y de
condiciones higiénicas precarias.
Otros son los ácaros del folículo, que infectan
los folículos del pelo y las glándulas sebáceas
humanas, miden 0.25 mm de longitud. Entre
los ácaros de aves, se encuentran los de los pájaros, que infectan la piel de estos animales; los
ácaros de las gallinas atacan a las aves domésticas de corral y producen una forma de dermatitis en los humanos. Los ácaros pueden ser
hematófagos externos, como el ácaro rojo de
las aves, que afecta también al hombre y otros
animales. Estos ácaros, que viven dentro de las
casas, sin que sus habitantes siquiera sospechen de su existencia, presentes en los cojines,
alfombras, cortinas, almohadas y lámparas, son
ácaros de vida libre, que pueden causar daño
al ser humano y a los demás animales.
Los ácaros de agua dulce viven en ríos y lagos
y utilizan patas periféricas para nadar. Entre
otros ácaros comunes se encuentran las llamadas arañas rojas o ácaros araña que forman te-
larañas, se alimentan del envés de las hojas y
destruyen muchos tipos de plantas.
Las garrapatas son un grupo especial de ácaros que, desde el punto de vista médico, son el
grupo más importante debido a las enfermedades que provocan. Al ser humano las garrapatas pueden transmitirle microorganismos, que
le causan fiebres altas, delirios y la aparición
de manchas en la piel.
Tanto desde el punto de vista económico
como médico, todos los ácaros son perjudiciales, ya que transmiten enfermedades que afectan al ganado y a la especie humana.
“Los ácaros” en ¿Cómo ves?, Publicaciones UNAM, México, 2000 (adaptación).
Después de leer
Subraya en el texto la información que se relaciona con
el cuento “El almohadón de plumas”.
c Comenta con el grupo cuál es la relación que tienen las
partes subrayadas con el cuento.
c Responde las siguientes preguntas.
© Santillana
c
●
●
●
●
¿Qué animal causó la muerte de Alicia?
¿Después de leer el texto informativo, entiendes mejor lo que ocurrió en el cuento? ¿Por qué?
¿Crees que “El almohadón de plumas” pudo tener un
final diferente? ¿Cuál?
¿Los ácaros pueden ser útiles a los humanos? ¿Cómo?
19
c
Escribe algunas recomendaciones para que los seres humanos no podamos ser atacados por los ácaros.
c
Escribe algunas recomendaciones para evitar que los
animales sean atacados por los ácaros.
c Completa el siguiente cuadro escribiendo brevemente
las características de los ácaros. Fíjate en el ejemplo.
Características generales
Ácaro
Rojo
De la sarna
Del folículo
Mide 0.25 mm y ataca los folículos del pelo y las glándulas sebáceas.
De las aves
De agua dulce
Garrapata
© Santillana
c
20
Lee nuevamente los dos primeros párrafos del texto informativo anterior y marca con una 7 las imágenes que
correspondan a un ácaro.
Antes de leer
Existen muchos cuentos que otorgan a los animales una
personalidad e, incluso, creencias y formas de comportamiento particulares, como el caso del siguiente cuento en
donde un grupo de bichos se enfrenta a un terrible final.
c
Comenta con los alumnos y las alumnas del grupo si conoces alguna historia en la que los animales actúen como
humanos y compártela con ellos.
Al leer
Lee de forma individual y en silencio el siguiente texto.
c Rodea las palabras cuyo significado no entiendas.
c
© Santillana
La profecía
—Sucederá dentro de cuatro noches —dijo el grillo mientras limpiaba un vidrio de sus anteojos.
—¿Estás seguro? —inquirió la desconfiada
cigarra.
—Sí, la Luna ya está por caer. Las cuatro lechuzas que la sostienen pronto se dormirán y
la soltarán. Está escrito.
—¿Será verdad lo que dice ese libro?
—¿Cómo te atreves a
dudar de nuestro libro sagrado? Lo han escrito los
duendes del bosque. Ellos
nunca se equivocan.
Todos los insectos de
la comarca esperaban ese
día fatal en que la Luna
caería irremediablemente. Otros animales, como
los mamíferos, no creían
en las escrituras. De todas
maneras, en el libro sólo
figuraban los insectos como futuras víctimas de la
catástrofe.
Las mariposas estaban
descoloridas de miedo.
Las abejas habían legado
su miel a los osos.
—Si no volvemos a vernos, esta miel será para
ustedes —dijeron mirando al rey de los osos que
saboreaba la miel.
Las luciérnagas habían regalado sus lucecitas, desde hacía un mes, a las gotas de rocío
para que éstas brillaran con más fuerza.
Los insectos estaban convencidos de que el
fin de su mundo había llegado.
21
Las hormigas que no tenían hormiguero
propio habían pagado sus alquileres con toda
decencia y honradez.
En el día señalado, los insectos se despedían
unos de otros.
—Adiós —dijo Mario, el bichito de luz al
abejorro cartero—. Y perdón por haberme
quedado con aquella carta que no era para mí.
Es que esos versos eran tan bonitos...
—No te preocupes, yo me quedé con una
carta de amor que era para ti. Te la enviaba
Martita, la avispa.
—Tonto de mí, no le propuse matrimonio
porque creí que no me amaba...
—Gracias a eso me casé yo con ella.
Todo se perdonaba en esa jornada porque
era la última. Hasta el día anterior todos mentían un poco porque aún faltaban horas de
convivencia. Pero en ese día fueron casi perfec-
tos. Nadie robó, nadie mintió, nadie engañó...
Llegó el momento.
En el cielo oscuro comenzó a moverse la
Luna que viene desde más allá del horizonte a
toda velocidad.
El terrible redondel blanco se recortaba furioso en el cielo negro y rojizo.
Todos gritaron al mismo tiempo.
De pronto la esfera cayó y su sonido retumbó más allá del arco iris.
El grillo, que con una vieja hoja de eucalipto había tapado su cara, la descubrió de a poquito y murmuró:
—¡Hemos sobrevivido!
Desde el cielo se escucharon voces de niños:
—Fíjate a donde tiraste la pelota. ¿Dónde
aprendiste a patear? ¡Ahora te agachas a buscar
la pelota blanca entre estas hierbas llenas de
bichos!
Dulfano, Carla. “La profecía” en http://www.ciudad.com.ar/ar/portales/chicos/nota/01437,3384,00.asp (adaptación).
Después de leer
Identifica las oraciones del texto donde se ubiquen las
palabras que rodeaste y léelas de nuevo.
c Trata de deducir el significado de las palabras según el
contexto.
c Consulta el diccionario para verificar el significado de
las palabras.
c Organízate en equipos y comenta lo siguiente:
c
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●
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© Santillana
c
Subraya en el cuento “La profecía” las respuestas de las
siguientes preguntas:
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¿Te gustó la historia? ¿Por qué?
¿Crees que realmente la Luna se pueda caer?
¿Qué pasaría si esto sucediera?
¿Qué opinas del comportamiento que tuvieron los insectos el día que se cumpliría la profecía?
¿Quiénes son los personajes?
¿Por qué tenían miedo?
¿Qué hicieron los personajes el día que esperaban el
cumplimiento de la profecía?
¿Qué ocurrió al final?
c
c
Lee las partes del cuento que subrayaste.
Realiza un resumen con las partes subrayadas. Recuerda
que debe ser más pequeño que el cuento y que al leerlo
debe contar la trama de la historia.
Revisa tu resumen y verifica que sea más corto que el
cuento y que responda a las preguntas anteriores.
c Léelo las veces necesarias y realiza los cambios que creas
convenientes.
c Al terminar, comparte tu trabajo con el grupo y escucha con
atención lo que realizaron tus compañeros y compañeras.
c Ahora narra el cuento con dibujos. Elige cuatro acciones
importantes del texto y represéntalas en los siguientes
cuadros.
© Santillana
c
23
www.San­ti­llan­a.com.mx
9789702912118
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