DIMENSIONES, ELEMENTOS Y ATRIBUTOS DEL DISEÑO BIOFILICO Stephen Kellert El diseño biofílico es el intento deliberado, de traducir la afinidad humana inherente hacia los sistemas y procesos naturales – conocida como biofilia (Wilson 1984; Kellert y Wilson 1993) – en el diseño del entorno construido. Este objetivo, relativamente claro, sin embargo es extremadamente difícil de lograr, dadas nuestras limitaciones en el conocimiento de la biología de la inclinación humana para asignar valor a la naturaleza, y nuestras limitación para transferir este conocimiento hacia acercamientos específicos de diseño del entorno construido. Este capítulo ofrece algunas perspectivas sobre la noción de biofilia y su importancia para el bienestar humano, así como también algunas guías específicas para que planificadores y desarrolladores puedan lograr este objetivo especialmente en el entorno construido urbano moderno. Biofilia y Bienestar Humano Como ya dijimos, la biofilia es la inclinación humana, inherente, a relacionarnos con los sistemas y procesos naturales, especialmente con las características vivas o animadas de los entornos no-humanos. Esta tendencia se codifico biológicamente debido a que demostró ser instrumental en el mejoramiento físico, emocional e intelectual durante el largo curso de la evolución de los seres humanos. La dependencia de las personas del contacto con la naturaleza refleja esta realidad de haber evolucionado en un mundo natural, no artificial o construido. En otras palabras, el contexto evolutivo para el desarrollo de la mente y cuerpo humanos fue, principalmente, un mundo sensorial dominado por características ambientales fundamentales, como la luz, sonido, olores, vientos, clima, agua, vegetación, animales y paisajes. La emergencia durante los últimos 5.000 años de la agricultura de gran escala, de la fabricación, tecnología, producción industrial, ingeniería y la ciudad moderna constituyen una pequeña fracción de la historia humana, un periodo que no sustituyo los beneficios de las respuestas adaptativas a los grandes escenarios naturales. La mayoría de nuestras habilidades emotivas, constructivas, de resolución de problemas y de pensamiento crítico, continua reflejando las habilidades y aptitudes aprehendidas en asociación cercana con los sistemas y procesos naturales, que siguen siendo vitales para la salud, maduración y productividad humanas. La presunción de que el progreso humano y la civilización se miden por nuestra separación, cuando no por “trascender” la naturaleza, es una ilusión errónea y peligrosa. El bienestar físico y mental de las personas sigue siendo altamente dependiente del contacto con el entorno natural, contacto que es una necesidad en lugar de un lujo para alcanzar vidas plenas y satisfactorias, aun en las modernas sociedades urbanas. 1 Sin embargo, la biofilia es una tendencia biológica “débil”, que depende de un adecuado aprendizaje, experiencia y apoyo sociocultural para que se vuelva funcionalmente robusta. Como tendencia biológica débil, la biofilia puede ser altamente variable y estar sujeta a la elección y libre albedrio humano, pero el valor adaptativo de estas elecciones, en última instancia, está determinado por la biología. Por lo tanto, si nuestras tendencias biofílicas están estimuladas y nutridas de forma insuficiente, permanecerán latentes, atrofiadas y disfuncionales. Los humanos poseen extraordinarias capacidades para la creatividad y construcción, en respuesta a tendencias biológicas débiles, y esta capacidad constituye en cierto sentido, el “genio” de la humanidad. Pero, al mismo tiempo, esta capacidad innovadora es un arma de doble filo, llevándose con ella el potencial de expresiones individuales y culturales distintivas, así como también el potencial de expresiones auto-destructivas a través, ya sea, de expresiones insuficientes o exageradas de las tendencias inherentes. Por lo tanto, nuestras construcciones creativas del entorno, pueden ser, o bien facilitadores positivos, o bien impedimentos nocivos para la necesidad biofílica de contacto permanente con los sistemas y procesos naturales. Si consideramos a las necesidades biofílicas como un producto adaptado de la biología humana, relevante en la actualidad, en lugar de un vestigio de un ahora irrelevante pasado, podemos argumentar que la satisfacción de nuestra urgencia biofílica está relacionada con la salud, productividad y bienestar humano. ¿Y cuáles son las evidencias para sustentarlo? La información es diversa y esta esparcida, pero un cuerpo de conocimiento creciente apoya el rol del contacto con la naturaleza en la salud y productividad humana. Este tópico esta discutido ampliamente en otros lugares, tales como en los capítulos de este libro escritos por Ulrich, Hartig, Frumkin y otros. Aun así, los siguientes hallazgos valen la pena notarse (resumidos por Kellert 2005): - Se encontró que el contacto con la naturaleza mejora la curación y recuperación de enfermedades y procedimientos quirúrgicos complejos, hablamos aquí de contactos directos (por ejemplo, iluminación y ventilación natural), así como también, imágenes simbólicas o representativas de la naturaleza (por ejemplo, pinturas, fotografías). - Las personas que viven en proximidad a espacios abiertos reportan menos problemas de salud y sociales, y esto ha sido identificado, independientemente de si se trata de residencias urbanas o rurales, y sin importar los niveles de educación e ingresos. Aun la presencia de cantidades limitadas de vegetación, tales como pastos y unos pocos árboles, se relaciona con mejoras en los comportamientos adaptados y resolución de problemas. - Los entornos de oficinas con iluminación, ventilación y otras cualidades ambientales naturales resultan en mejoras en la performance de los trabajadores, en menor stress y una mayor motivación. - El contacto con la naturaleza ha sido relacionado con el funcionamiento cognitivo, en tareas que requieren concentración y memorización. - La maduración y desarrollo saludable de la niñez ha sido relacionado con el contacto con entorno y características naturales. - El cerebro humano responde funcionalmente a patrones y pistas sensoriales que emanan del entorno natural. - Las comunidades con entornos de alta calidad revelan valoraciones más positivas de la naturaleza, una calidad de vida superior, un mayor sentido de vecindad y una sensación más 2 fuerte de “lugar”, que aquellas comunidades con entornos de baja calidad. Esto se verifica, tanto en los barrios urbanas más pobres, como en los barrios más pudientes. Estos estudios ofrecen apoyo científico para la antigua presunción de que el contacto con la naturaleza es fundamental para el funcionamiento, salud y bienestar humanos. Como el psiquiatra Harold Searles concluyó hace algunos años (1960, 117): “El entorno no-humano, lejos de ser de poca o nula importancia para el desarrollo de la personalidad y la salud humana, constituye uno de los ingredientes más importantes de nuestra existencia”. Diseño Ambiental Restaurativo y Biofílico Desafortunadamente, el approach prevaleciente en el diseño del entorno urbano moderno a alentado una masiva transformación y degradación de los sistemas naturales e incremento nuestra separación del mundo natural. Este paradigma de diseño ha generado: - Energías no-sustentables y agotamiento inminente de los recursos, - Mayor pérdida de biodiversidad, - Gran polución y contaminación química, - Extensa degradación atmosférica y cambio climático, y - Alienación del ser humano de la naturaleza. Sin embargo, estos resultados, no son un sub-producto inevitable de la vida urbana moderna, sino más bien una falla fundamental de diseño. Nos “diseñamos” a nosotros mismos dentro de este predicamento, y en teoría, también podemos diseñarnos fuera del mismo, pero únicamente si adoptamos un paradigma radicalmente diferente para el desarrollo del entorno construido moderno, que busque una reconciliación, cuando no una armonización con la naturaleza. Este nuevo paradigma es llamado aquí, “Diseño Ambiental Restaurativo”, un acercamiento que apunta, tanto a una estrategia de bajo impacto ambiental que minimice y mitigue los impactos adversos sobre el entorno natural, y un impacto ambiental positivo o diseño biofílico que propicie el contacto benéfico entre las personas y la naturaleza en los edificios y paisajes modernos. El reconocimiento del nivel de degradación y agotamiento de la salud y productividad del entorno natural a causa del entorno construido moderno, estimulo el desarrollo de la modernidad sustentable o movimiento de diseño verde, que luego de muchos años de trabajo duro comenzó a producir cambios significativos en las prácticas de diseño y construcción. Desafortunadamente, el acercamiento prevaleciente para el diseño sustentable se ha enfocado, casi exclusivamente, en los 3 objetivos de bajo impacto ambiental o en eludir y minimizar el daño a los sistemas naturales (por ejemplo, Mendler et al. 2006). Si bien es necesario y recomendable, este enfoque de bajo impacto, es en última instancia, insuficiente, ignorando ampliamente la importancia de lograr la sustentabilidad a largo plazo al restaurar y mejorar la relación positiva de las personas con la naturaleza en el medio construido, lo que denominamos diseño biofílico. El diseño de bajo impacto ambiental resulta de poco beneficio neto para la productividad, salud y bienestar humanos. Por lo tanto, edificio y paisajes, rara vez serán sustentables a largo plazo, dado que carecen de los importantes beneficios derivados de nuestra experiencia continua con la naturaleza. Las tecnologías de bajo impacto ambiental ultra-novedosas, inevitablemente se vuelven obsoletas, y cuando esto ocurre, ¿la gente estará motivada para renovar y restaurar esas estructuras? La sustentabilidad se trata tanto de mantener edificios existentes, como de construir nuevos diseños eficientes de bajo impacto. Sin los beneficios positivos y los lazos de asociación con edificios y lugares, la gente rara vez ejercerá la responsabilidad o el cuidado necesarios para mantenerlos durante largo tiempo. Así, el diseño biofílico es considerado como el eslabón perdido en los acercamientos prevalecientes del diseño sustentable. Por lo tanto, el diseño de bajo impacto ambiental y el biofílico, deben trabajar de forma complementaria para lograr una sustentabilidad verdadera y de largo plazo. Los objetivos principales del diseño de bajo impacto han sido efectivamente delineados, y se enfocan en cuestiones tales como: - Eficiencia energética y de recursos, - Productos y materiales sustentables, - Generación y disposición final segura de los desperdicios, - Disminución de la polución, - Protección de la biodiversidad, y - Calidad del ambiente interior. Las especificaciones detalladas de las estrategias de diseño para alcanzar estos objetivos han sido incorporadas en sistemas de certificación tales como las LEED del US Green Building Council. En contraste, la comprensión detallada del diseño biofílico sigue siendo escasa (Kellert 2005; Heerwagen 2001). Por lo tanto, en lo que resta de este capítulo, serán descriptas dimensiones, elementos y atributos del diseño biofílico, para responder parcialmente a esta necesidad. La siguiente descripción identifica dos dimensiones básicas del diseño biofílico, seguidas de seis elementos de diseño biofílico, los cuales a su vez, están relacionados con aproximadamente setenta 4 atributos de diseño biofílico. Esta especificación puede asistir a los diseñadores y desarrolladores en búsqueda de aplicaciones prácticas del diseño biofílico en el entorno construido. 1. La primera dimensión básica del diseño biofílico es la Dimensión Orgánica o naturalista, definida como aquellas formas y figuras que directa, indirecta, o simbólicamente, reflejan la afinidad inherente de los humanos por la naturaleza. - La experiencia directa: se refiere al contacto, relativamente no-estructurado, con características auto-sustentables del entorno natural, tales como la luz solar, plantas, animales, hábitats naturales y ecosistemas. - La experiencia indirecta: involucra el contacto con elementos de la naturaleza que requieren de la actividad humana para sobrevivir, tales como vegetación en planteros, fuentes de agua, o acuarios. - La experiencia simbólica: no involucra contacto con la naturaleza real, sino más bien la representación del mundo natural mediante imágenes, videos, metáforas y demás. 2. La segunda dimensión básica del diseño biofílico es la Dimensión Vernácula o basada en el lugar, definida como edificios y paisajes que están conectados con la cultura y ecología de una localidad o área geográfica. Esta dimensión incluye lo que se denomina como sentido, o mejor, espíritu de lugar, subrayando como los edificios y paisajes con un sentido para las personas se vuelven una parte integral de sus identidades colectivas e individuales, transformando, metafóricamente, a materia inanimada en algo que se siente como animado y que muy a menudo, sostiene vida. Tal como argumenta Rene Dubos (1980, 110): “La gente quiere experimentar las satisfacciones sensoriales, emocionales y espirituales, que solo se pueden obtener mediante una interacción íntima, a partir de una identificación con los lugares en donde vive. Esta interacción e identificación, genera el espíritu del lugar. El ambiente adquiere los atributos de ‘lugar’, mediante la fusión de los órdenes natural y humano”. La gente rara vez está lo suficientemente motivada como para actuar como cuidadores responsables del medio ambiente construido, a menos de que tengan fuertes lazos con la cultura y la ecología del lugar. Como señala Wendell Berry (1972, 68): “Sin un conocimiento pleno de tu propio lugar, y sin la fidelidad hacia tu propio lugar, de la cual depende ese conocimiento, es inevitable que dicho lugar será usado de manera descuidada, y eventualmente, destruido”. La tendencia a asociarse con un lugar refleja la propensión a la territorialidad humana desarrollada a lo largo de la evolución y que se demostró instrumental al momento de asegurar recursos, conseguir seguridad, y evitar riesgos y peligros. 5 A pesar de la moderna inclinación por la movilidad, la mayoría de las personas retiene una fuerte necesidad física y psicológica por llamar a algún lugar “casa”. Esta fijación o lazo con el territorio y lugar siguen siendo una razón principal de porque las personas asumen la responsabilidad del cuidado, durante largos plazos, de edificios y paisajes. De manera inversa, con la falta de sensación de lugar, los humanos generalmente se comportan con indiferencia hacia el entorno construido. La erosión en la conexión con el lugar, desafortunadamente se ha convertido en una aflicción común en la sociedad moderna – lo que Edward Relph llama “los no-lugares”, y describe de la siguiente manera (1976, 12): “Si los lugares son, efectivamente, un aspecto fundamental de nuestra existencia en el mundo, si son la fuente de seguridad e identidad para individuos y para grupos de personas, entonces es importante que los medios de experimentar, crear y mantener lugares significativos, no se pierdan. Hay señales de que estos propios medios estén desapareciendo y que los ‘no-lugares’ – es decir, el debilitamiento de las experiencias e identidades de lugares distintos y diversos – son ahora, una fuerza dominante. Tal tendencia marca un giro importante en las bases geográficas de la existencia: de una profunda asociación con los lugares, pasamos a la falta de raíces”. Las dos dimensiones básicas del diseño biofílico se pueden relacionar con los siguientes 6 elementos de diseño biofílico: 1. 2. 3. 4. 5. 6. Características Ambientales Formas y Figuras Naturales Patrones y Procesos Naturales Luz y Espacio Relaciones Basadas en el Lugar Relaciones Evolucionadas Hombre-Naturaleza Estos 6 elementos son luego revelados en más de 70 atributos de diseño biofílico. Lo que resta de este capítulo describe estos elementos y atributos del diseño biofílico. Esta descripción es necesariamente breve, debido a limitaciones de espacio, e insuficiente. Adicionalmente, esta formulación inicial será modificada en el futuro con mayor conocimiento, y algunas de estas categorizaciones inevitablemente se solaparan. Esta clasificación debería ser vista, por lo tanto, como un trabajo en progreso. Al final del capítulo, todos los elementos y atributos de diseño son presentados en la Tabla 1.1, junto con un pequeño número de imágenes. CARACTERÍSTICAS AMBIENTALES El primero y más obvio de los elementos del diseño biofílico son las características ambientales, que involucran el uso de características relativamente bien reconocidas del mundo natural, en el entorno construido. Se identifican 12 atributos junto con este elemento de diseño: 1. Color. El color desde siempre fue instrumental para la supervivencia y evolución humana, mejorando la capacidad de localizar alimentos, recursos y agua; identificar peligros; facilitar el acceso visual; propiciar la movilidad; y más. Las personas, por buenas y obvias razones, están atraídas por las flores brillantes, los arcoíris, hermosos atardeceres, el agua cristalina, los cielos azules, y otras cualidades de color del mundo natural. Los colores naturales, tales como los tonos terrosos, son por ende usados con buenos efectos por los diseñadores. 6 2. Agua. El agua se encuentra entre las necesidades humanas básicas y comúnmente despierta fuertes respuestas en las personas. El famoso crítico arquitectónico John Ruskin señalo al respecto (Hildebrand 2000, 71): “Hasta donde yo recuerdo, y sin excepción, cada paisaje homérico, con intenciones de belleza, está compuesto de una fuente, una pradera, y una arboleda sombreada”. Roger Ulrich observo de forma similar (1993), basado en una reseña de muchos estudios: “Las características de agua provocan constantemente niveles especialmente altos de preferencia o agrado”. El uso efectivo del agua como característica de diseño es complejo, tal como lo describe bien el capítulo de Mador, y a menudo está en función de consideraciones tales como calidad, cantidad, movimiento, claridad y otras características. 3. Aire. La gente prefiere la ventilación natural por sobre el aire procesado y estancado. Condiciones importantes incluyen la calidad, movimiento, flujo, estimulación y otras sensaciones tales como el tacto y el olfato, y el encanto visual, a pesar de la aparente invisibilidad de la atmosfera. 4. Luz Solar. La luz solar es identificada, constantemente, como una característica importante y preferida por la mayoría de las personas en el entorno construido. El simple uso de iluminación natural, en lugar de artificial, puede mejorar la moral, el comfort, la salud y la productividad. Esta preferencia refleja el hecho de que los humanos son animales ampliamente diurnos, que se basan fuertemente en la visión para asegurarse recursos y evitar peligros o conflictos. Las personas dependen de la agudeza visual para satisfacer varias necesidades físicas, emocionales e intelectuales. Consideraciones adicionales de la importancia de la luz son analizadas en una sección posterior sobre el elemento de diseño biofílico mas general de luz y espacio. 5. Plantas. Las plantas son fundamentales para la existencia humana como fuentes de alimento, fibras, pastos, y otros aspectos del sustento y la seguridad. La mera inserción de plantas dentro del entorno construido puede mejorar el confort, la satisfacción, el bienestar y la performance. 6. Animales. Los animales son, de manera similar a las plantas, básicos para la existencia humana como fuente de alimento, recursos, protección y compañía, y ocasionalmente, como suscitadores del miedo y el peligro. Diseñar vida animal dentro del entorno construido puede ser difícil y problemático, si bien a veces es efectivo en aviarios, acuarios, e incluso la presencia de criaturas libres asociadas con ciertos diseños de techos verdes. Los animales en los interiores de edificios, generalmente aparecen como representaciones más que de forma literal, muchos a través del uso de ornamentos, decoraciones, arte, y en disfraces estilizados y altamente metafóricos. La presencia de formas animales, sin embargo, a menudo provoca satisfacción, placer, estimulación e interés emocional. 7. Materiales Naturales. Las personas generalmente prefieren materiales naturales por sobre los artificiales, aun cuando las formas artificiales sean cercanas o copias aparentemente exactas de los productos naturales. Parte de esta aversión se debe probablemente a la incapacidad de los materiales artificiales de revelar los procesos orgánicos de envejecimiento, desgaste, y otras cualidades dinámicas de los materiales naturales, incluso de formas inorgánicas 7 como la piedra. “La patina del tiempo” puede provocar una comprensión intuitiva en algunas personas de los beneficios fluyendo del movimiento de nutrientes y energías a través de los sistemas naturales. 8. Visuales. Las personas expresan una fuerte y consistente preferencia por las visuales hacia el exterior, especialmente cuando las vistas contienen elementos naturales y vegetación. Estas visuales a menudo son más satisfactorias cuando su escala es compatible con la experiencia humana – por ejemplo, no son extremadamente restringidas o confinadas, ni desconocidas, o fuera de escala o proporción (por ejemplo, demasiado grandes o demasiado altas). 9. Fachadas Verdes. Los edificios con fachadas verdes, tales como paredes con enredaderas o techos verdes, a menudo provocan interés y satisfacción. Esto seguramente refleja los beneficios históricos asociados con los materiales orgánicos, tales como, fuente de aislación, camuflaje de protección, o incluso alimento. Las plantas en edificios y paisajes construidos también pueden provocar un sentido vernáculo poderoso, tales como los techos de paja o verdes en muchas culturas. 10. Geología y paisaje. La conexión compatible de edificios con características geológicas prominentes, a menudo es una estrategia de diseño efectiva. Estas estructuras a veces son descritas como “enraizadas” o “conectadas a tierra”. Frank Lloyd Wright logro un éxito particular con su arquitectura de las Praderas, en parte, al crear estructuras que funcionaban con una fuerte relación en paralelo, en lugar de intentar dominar el paisaje de tipo sabana. 11. Hábitats y ecosistemas. Los edificios y paisajes que poseen una relación fuerte y cercana con los hábitats y ecosistemas locales también tienden a ser altamente efectivos y preferidos. Ecosistemas Importantes en este sentido son generalmente, los humedales, bosques, praderas, y cuencas. 12. Fuego. El fuego en el entorno construido, si bien es un reto de diseño complicado y difícil, es a menudo una cualidad preferida, generalmente asociado con los beneficios de calentar el ambiente y cocinar. La experiencia manipulada del fuego dentro de los interiores de los edificios hace mucho que es celebrada como un signo de comfort y civilización, ofreciendo cualidades placenteras de color, calor, y movimiento. FORMAS Y FIGURAS NATURALES El segundo elemento de diseño biofílico son las formas y figuras naturales. Este elemento incluye representaciones y simulaciones del mundo natural encontradas a menudo en fachas e interiores de edificios. Se identifican 11 atributos con este elemento de diseño: 1. Motivos Botánicos. Las figuras, formas y patrones de plantas y otros elementos vegetales son a menudo elementos de diseño importantes del entorno construido (Hersey 1999). Estas representaciones a menudo replican o simulan formas de plantas, tales como follaje, helechos, frutas, arbustos y matorrales, tanto literal, como metafóricamente. 2. Árboles y soportes columnares. Los arboles también han jugado un rol vital en las cuestiones humanas como fuentes de alimentos, materiales de construcción, papeles, fuentes de calor y otros usos. La apariencia o simulación de formas simil-árbol, especialmente en los soportes columnares, es una característica de diseño común y a menudo deseada en el entorno 8 construido. Algunas de las estructuras más agradables contienen formas y figuras arbóreas que frecuentemente incluyen capiteles de hojas. Cuando se revelan en cantidades múltiples, pueden llegar a sugerir un entorno boscoso. 3. Motivos Animales (principalmente vertebrados). La simulación de la vida animal es de uso común en interiores y fachadas, si bien en menor medida que los motivos botánicos. La apariencia de partes animales a menudo se encuentra en elementos tales como, garras o cabezas, en lugar de criaturas enteras. Las formas animales frecuentemente son mostradas en forma altamente estilizada, ficcionada y a veces, en formas y figuras contorsionadas. 4. Caparazones y Espirales. Las simulaciones y representaciones de criaturas son elementos de diseños ampliamente utilizadas en el entorno construido, particularmente las formas de caparazones y espirales de moluscos reales o imaginarios. Las formas y figuras de abejas (y sus panales), moscas, mariposas, polillas, y otros insectos, así como también arañas (y sus redes) y otros invertebrados, también son comunes. Algunos diseños de edificios replican procesos de invertebrados, tales como el control bioclimático de los nidos de termitas, la fortaleza estructural de los caparazones y panales de abejas, y los patrones de las telas de araña, un tema considerado al final de esta sección bajo el tópico de “biomímica”, y en el capítulo específico de Benyus. 5. Formas Ovales, y Tubulares. Las formas ovales y tubulares también son elementos de diseño en algunos interiores y fachadas de edificios, así como también de paisajes tales como jardines y fuentes. Estas formas a menudo ocurren literal y metafóricamente, y ambas son importantes expresiones de ornamentación y a veces, de propósitos estructurales. 6. Arcos, Bóvedas, Domos. Los arcos, bóvedas y domos en el entorno construido se parecen o copian a formas propias de la naturaleza, tales como panales de abejas, estructuras de tipo nido, formas de caparazones y acantilados. Estas formas se pueden usar, tanto con propósitos decorativos como funcionales. 7. Formas que se Resisten a las Líneas y Ángulos Rectos. Las formas y figuras naturales son a menudo sinuosas, fluidas y adaptadas para responder a las fuerzas y presiones de la naturaleza. Las características naturales, por ende, rara vez revelan las líneas y ángulos rectos propios de la ingeniería humana y de los productos y estructuras fabricadas. El entorno urbano moderno se ha caracterizado por las formas rígidas y estandarizadas. Las personas, sin embargo, prefieren generalmente diseños que reflejen la tendencia a las formas orgánicas como resistencia a los bordes duros y “mecanizados” de las líneas y ángulos rectos. 8. Simulación de Características Naturales. Este atributo reafirma la tendencia a simular, en lugar de replicar formas naturales en el entorno construido. La ornamentación y decoración emplea especialmente, formas imaginarias que solo presentan una vaga reminiscencia de las formas originales que se encuentran en la naturaleza. Estos diseños son a menudo exitosos cuando poseen una lógica interna que se relaciona íntimamente con características presentes en la naturaleza, tales como formas, patrones y procesos que sugieren una integridad estructural y una ventaja adaptativa en respuesta a presiones ambientales, en lugar de ser solo una mera decoración superficial. 9. Biomorfismo. Algunas formas arquitectónicas interesantes tienen pocas semejanzas con las formas de vida encontradas en la naturaleza, pero aun así, son vistas claramente como 9 orgánicas. Esta semejanza con formas vivas es, por lo general, un producto inconsciente del diseño, a veces llamado “biomorfismo” (Feuerstein 2002). Ejemplos poderosos de arquitectura biomorfica que provoca que los observadores etiqueten dichas obras como animales o plantas conocidas, aun cuando sus diseñadores no crearon deliberadamente estas formas vivas, incluye ejemplos como las formas de aves de la Opera de Sydney de Jorn Utzon y la etiqueta menos reverencial de “ballena embarazada” del estadio de hockey de la Universidad de Yale de Eero Saarinen. 10. Geomorfología. Algunos diseños de edificios replican o, metafóricamente hablando, “abrazan” el paisaje y geología en relativa proximidad con su estructura. Esta relación con el suelo puede llevar a una apariencia de solidez en el entorno construido, haciendo que las estructuras aparezcan como integrales en lugar de separadas de su contexto geológico. 11. Biomímica. Algunos diseños exitosos toman prestadas algunas adaptaciones funcionales encontradas en la naturaleza, particularmente las de otras especies animales. Ejemplos incluyen la fuerza estructural y las propiedades bioclimáticas de caparazones, cristales, telas de araña, nidos de termitas y panales de abejas, que se incorporan efectivamente en el entorno construido. Esta tendencia ha sido llamada “biomímica” por Janine Benyus, dilucida en su libro con el mismo título (Benyus 1997) y conectada con el diseño biofílico mas adelante en este volumen. El conocimiento de las propiedades biomiméticas está creciendo rápidamente y lo más probable es que resulta en una revolución en el desarrollo de productos con enormes implicaciones para el diseño biofílico. PATRONES Y PROCESOS NATURALES Un tercer elemento del diseño biofílico son los patrones y procesos naturales. Este elemento enfatiza la incorporación de propiedades encontradas en la naturaleza dentro del entorno construido, en lugar de representaciones o simulaciones de formas y figuras de la naturaleza. Se identifican 15 atributos descriptos debajo, si bien este elemento complejo probablemente sea alterado en el futuro con investigaciones adicionales. 1. Variabilidad Estacional. La aptitud y supervivencia humana siempre requirió lidiar con ambientes naturales altamente sensoriales y variables, particularmente, responder a la luz, sonido, tacto, olfato y otras condiciones ambientales. La satisfacción y el bienestar humano siguen confiando en la percepción y respuesta a la variabilidad sensorial, especialmente cuando esto ocurre de forma estructurada y organizada dentro del entorno construido. 2. Riqueza Informativa. La riqueza cognitiva del mundo natural es probablemente el ambiente intelectualmente más desafiante que las personas podrían encontrar, aun en nuestra era informática moderna. Esta cualidad constituye una de sus características más seductoras, y cuando es incorporada efectivamente dentro del entorno construido, en formas reales o metafóricas, puede estimular la curiosidad, imaginación, exploración, descubrimiento y la resolución de problemas. Por lo tanto, la mayoría de las personas responden positivamente a los edificios y paisajes que poseen riqueza informativa, variedad, texturas y detalles que repliquen los patrones naturales que además se van revelando de forma coherente. 3. Edad, Cambio, y La Patina del Tiempo. Una característica fundamental del mundo natural es el envejecimiento a través del paso del tiempo, particularmente de las formas orgánicas. Esta progresión dinámica evoca una sensación de familiaridad y satisfacción entre las personas, aun a pesar de la eventual ocurrencia de la senescencia, decaimiento y muerte. La 10 “patina del tiempo” es característica de los materiales naturales, incluso de los inorgánicos, y es una razón, tal como citamos anteriormente, de que los productos artificiales rara vez evoquen respuestas positivas constantes, aun cuando sean copias casi exactas. 4. Crecimiento y Eflorescencia. El crecimiento y desarrollo son expresiones específicas del envejecimiento que cuando se encuentran en el entorno construido, generalmente provoca placer y satisfacción. La eflorescencia marca el despliegue progresivo de un proceso madurativo que cuando se encuentra en los edificios y paisajes, especialmente a través de la ornamentación, es muy agradable (Bloomer 2000). Estos atributos temporales y transicionales, a menudo llevan a una característica cuasi viva del entorno construido, a pesar de su carácter inmutable. 5. Punto Focal Central. La “navegabilidad” de los paisajes naturales a menudo se mejora con la presencia de un punto focal percibido como central. Este punto de referencia, frecuentemente trasforma, lo que de otra manera seria un entorno caótico, en uno organizado, que facilita el pasaje a través del espacio y el encontrar los caminos. Muchos edificios y paisajes construidos exitosos logran una coherencia similar, a pesar de su complejidad y gran escala cuando se incorpora, de manera eficiente, un punto central de referencia. 6. Totalidades en Patrones. Las personas responden positivamente a los entornos naturales y construidos cuando su variabilidad ha sido unida e integrada en totalidades en patrones (o tramas). Lo que quizá previamente habríamos experimentado como rudimentario, se vuelve estructurado de una manera que propicia su comprensión y a menudo sentimientos de dominio y control espacial. 7. Espacios Delimitados. Los seres humanos tienen una fuerte propensión hacia los espacios delimitados. Esta tendencia territorial, a lo largo del tiempo evolutivo, probablemente propicio la explotación de recursos y la seguridad. Las personas también valoran espacios delimitados dentro del entorno construido, lo cual mejora el reconocimiento de límites claros y consistentes y demarcaciones de lugar. 8. Espacios de Transición. Los espacios de transición dentro y entre los entornos construido y natural a menudo propician el comfort al proveer acceso de un área a otra. Los pasajes importantes en el entorno construido incluyen los umbrales, portales, puertas, puentes y las fenestraciones. 9. Series y Cadenas Conectadas. Los movimientos físicos y temporales claros, tanto en el entorno natural como en el construido, a menudo son facilitados mediante espacios vinculados, especialmente cuando ocurren en cadenas conectadas. Estos espacios relacionales ofrecen significado y organización, así como también a veces, una sensación de misterio que estimula y al mismo tiempo, seduce. 10. Integración de las Partes en un Todo. Las personas prefieren, en los entornos naturales y construidos, sentir que las partes discretas se compriman en un todo, particularmente cuando ese todo tiene una propiedad emergente consistente en más que la suma de sus partes individuales. Esta cualidad integradora propicia una sensación de integridad estructural, aun en complejos de tamaño y detalle considerable. 11. Contrastes Complementarios. El significado y la inteligibilidad, así como también el interés y la estimulación, tanto en entornos naturales como construidos, a menudo revelan una mezcla de características contrastantes de forma complementaria. Esto puede ocurrir a 11 través de la disposición compatible de opuestos aparentes, tales como luz y sombra, alto y bajo, y abierto y cerrado. 12. Equilibrio y Tensión Dinámica. El equilibrio dinámico de formas diferentes, y a veces contrastantes, a menudo propicia una sensación de fortaleza y durabilidad, tano en entornos naturales como construidos. Este blending de fuerzas variables produce una cualidad de tensión creativa que transforma las formas estáticas en entidades simil-orgánicas. 13. Fractales. Los elementos en la naturaleza rara vez, si es que alguna, son copias exactas unas de otras, incluso entre las entidades altamente relacionadas. Los copos de nieve o las hojas de una misma especia de árbol pueden ser muy similares, pero nunca son las mismas. La variación ordenada sobre un patrón básico es la norma, ya sea en una diversidad temática basada en el tamaño, en el espacio o en la escala temporal. Formas relacionadas y similares son llamadas a menudo “fractales”, y esos patrones se encuentran en algunos de los edificios y paisajes más exitosos. Estas estructuras frecuentemente incluyen patrones repetidos, pero variados, de un diseño básico, tal como una ornamentación en paralelo o en columnas que difieren ligeramente una de otra. 14. Proporciones y Escalas Organizadas Jerárquicamente. Las formas naturales y construidas exitosas, a menudo se organizan con conexiones jerárquicas, relacionadas a veces aritmética o geométricamente. Esta congruencia temática puede facilitar la asimilación de patrones altamente complejos, que de otra manera podrían ser experimentados como abrumadores o incluso caóticos. Las expresiones aritméticas y geométricas de esta tendencia, tanto en el mundo natural como en el entorno construido incluyen ejemplos como la Proporción Aurea, la Proporción Cordobesa y la Sucesión de Fibonacci (Portoghesi 2000). LUZ Y ESPACIO Un cuarto elemento de diseño biofílico es la luz y el espacio. Siguen ahora, 12 atributos de diseño, 7 enfocados en las cualidades de la luz y 5 enfocados en sus relaciones espaciales: 1. Luz Natural. Este atributo incluye los efectos de la luz natural previamente descriptos, así como también la inclusión del espectro completo de color de la luz natural. Los capítulos de Loftness y Frumkin citan estudios que demuestran que la luz natural es, física y psicológicamente, reconfortante para las personas, y que atribuyen frecuentemente a su salud, productividad y bienestar dentro del entorno construido. 2. Luz Filtrada y Luz Difusa. Los beneficios de la luz natural a menudo son mejorados mediante la modulación de la luz solar, particularmente, mitigando los efectos del deslumbramiento. La luz solar filtrada o difusa también puede estimular la observación y los sentimientos de relación al ofrecer una conexión variable y medida entre los espacios, particularmente en áreas interiores y exteriores, tal como se describe en el capítulo de Bloomer. 3. Luz y Sombras. El contraste complementario de luz y espacios oscuros puede producir una satisfacción significativa, tanto en edificios como en paisajes. La manipulación creativa de la luz y las sombras puede propiciar la curiosidad, el misterio y la estimulación. Este atributo probablemente mejoro, evolutivamente, el movimiento humano y la capacidad de discernir objetos a grandes distancias, particularmente desde un refugio protegido. 12 4. Luz Reflejada. Los diseños de iluminación frecuentemente mejoran con la luz reflejada en superficies tales como muros y cielorrasos de colores claros y en superficies reflectantes, tales como los cuerpos de agua. Beneficios funcionales incluyen la mitigación del deslumbramiento, una penetración mejorada de la luz en los espacios interiores, y el poder espiar recursos a la distancia. 5. Pozos de Luz. Las personas a menudo sienten atracción por los espacios interiores y la presencia de pozos de luz interconectados. Estos pozos de luz pueden asistir al movimiento y encontrar caminos y al ofrecer patrones de luz entre zonas sombreadas u oscuras, tales como si fuera un bosque o halls y pasillos oscuros. Los pozos de luz también pueden propiciar sentimientos de seguridad y protección, tales como los de un hogar encendido. 6. Luz Cálida. La percepción de áreas con luz cálida, a menudo islas de luz solar moduladas alrededor de espacios más oscuros, puede mejorar la sensación de un interior seguro, invitador. 7. Luz como Forma y Figura. La manipulación de luz natural puede crear formas esculturales, estimulantes y dinámicas. Más alla del puro placer estético, estas formas facilidad la movilidad, curiosidad, imaginación, exploración y descubrimiento. 8. Espaciosidad. La gente prefiere los sentimientos de apertura espacial en los entornos naturales y construidos, especialmente cuando ocurren en relación complementaria con refugios protegidos en los bordes circundantes. Los diseños efectivos a menudo incluyen entornos espaciosos en alianza cercana con espacios más pequeños, los cuales, en la arquitectura contemporánea se pueden encontrar en aeropuertos, estaciones de trenes, y en algunos edificios comerciales y educativos. 9. Diversidad Espacial. La variabilidad o diversidad espacial promueve la estimulación emocional e intelectual. La diversidad espacial es a menudo más efectiva cuando está en relación complementaria con espacios organizados y unidos. 10. Espacio y Figura como Forma. El espacio se puede manipular creativamente para ofrecer formas y figuras. Este efecto puede añadir belleza al entorno construido, lo cual estimula el interés, curiosidad, exploración y descubrimiento. 11. Armonía Espacial. La manipulación del espacio en el entorno construido tiende a ser más efectiva cuando se logra una mezcla de luz, masas, y escala, dentro de un contexto delimitado. Este logro evoca una sensación de armonía, la cual propicia la sensación de seguridad y facilita el movimiento entre diversos entornos. 12. Espacios Adentro-Afuera. Los espacios interiores atractivos en el entorno construido a menudo aparecen conectados con el entorno exterior. Estas áreas también marcan la transición entre naturaleza y cultura. Elementos de diseño del entorno construido que evocan esta cualidad incluye las columnatas, porches, foyers, atrios, y jardines interiores. RELACIONES BASADAS EN EL LUGAR Un quinto elemento de diseño biofílico son las relaciones basadas en el lugar. Este elemento se refiere a la unión exitosa de cultura con ecología, dentro de un contexto geográfico determinado. La conexión de las personas con los lugares refleja la necesidad humana inherente de establecer control territorial, 13 el cual, durante el largo transcurso de nuestra evolución facilito el control de los recursos, ponerse a resguardo y lograr la seguridad. La “familiaridad locacional” – el anhelo de un hogar – permanece como una necesidad muy profunda para la mayoría de las personas. Se describen 11 atributos de relaciones basadas en el lugar, la última (los no-lugares) sería la antítesis de las otras, en lugar de un atributo único. 1. Conexión Geográfica con el Lugar. Los sentimientos de conexión con la geografía de un área, a menudo ofrecen sensación de familiaridad y predictibilidad. Esto se puede lograr al enfatizar características geológicas prominentes asociadas con el sitio, orientación y visuales de edificios y paisajes. 2. Conexión Histórica con el Lugar. Relaciones significativas con el lugar a menudo marcan el pasaje del tiempo, lo cual propicia una sensación de participación y conciencia de la cultura y memoria colectiva de un área. Los edificios y paisajes que generan esta continuidad con el pasado alientan la creencia de que el presente y el futuro están ligados significativamente a la historia del lugar. 3. Conexión Ecológica con el Lugar. Los lugares que están sostenidos por una conexión afirmativa con la ecología, particularmente ecosistemas prominentes, tales como cuencas y otras elementos biogeográficos dominantes (por ejemplo, montañas, desiertos, estuarios, ríos y océanos). El diseño del entorno construido, inevitablemente, modifica la naturaleza, pero esto puede ocurrir de maneras que no disminuya la productividad biológica general (por ejemplo, flujo de nutrientes), biodiversidad, e integridad ecológica de comunidades ecológicas cercanas. Los humanos, como cualquier otro organismo trasformador de la ecología (por ejemplo, elefantes en la sabana, nutrias de mar en un lecho de algas marinas), pueden sumar, así como también restar valor a sus sistemas naturales. El diseño del entorno construido puede, por tanto, aspirar a lograr una productividad ecológica neta. 4. Conexión Cultural con el Lugar. La conexión cultural con el lugar integra la historia, geografía y ecología de un área, convirtiéndose en un componente integral de la identidad individual y colectiva. La necesidad de cultura es una necesidad humana universal, sostenida en el tiempo por la repetición, los eventos normativos, y la herencia arquitectónica de las personas, y es atesorada particularmente en las distintivas formas vernáculas. 5. Materiales Autóctonos. Una relación positiva con el lugar es generalmente mejorada por la utilización de materiales nativos y autóctonos. Los recursos nativos pueden ofrecer un recordatorio vivido y resonante de la cultura y el ambiente local, así como también requerir menos energía para fabricarlo y transportarlo. 6. Orientación del Paisaje. Los edificios y paisajes que conectan de manera compatible con el entorno local contribuyen a la sensación de lugar. Estas construcciones generalmente enfatizan características del paisaje tales como pendiente, aspecto, asoleamiento, vientos predominantes, y otros, para sacar ventaja de las condiciones bio-meteorológicas prevalecientes. Esta orientación del paisaje frecuentemente evoca una sensación de ser parte de y estar “enclavado” dentro del entorno local, en lugar de estar separado del mismo. 7. Elementos del Paisaje que Definen la Forma del Edificio. Ciertos elementos del paisaje pueden embellecer y distinguir las formas construidas, particularmente, los elementos geológicos prominentes, los objetos naturales y el agua. Por lo tanto, el entorno construido puede integrarse con, en lugar de aislarse de su contexto biofísico. Cuando esto falla, incluso los edificios extraordinarios se pueden percibir como apartados, quizás como 14 impresionantes productos de la ingeniería humana, pero formas sumamente abstractas, estériles y divorciadas de su contexto. 8. Ecología del Paisaje. Los diseños “basados en el lugar” efectivos, refuerzan la ecología del paisaje en el largo plazo. Esto se puede lograr a través de diseños que consideran la estructura, patrones y procesos del paisaje, tales como la conectividad ecológica, los corredores biológicos, los flujos de recursos, biodiversidad, escalas y tamaños óptimos, limites ecológicos, y otros parámetros del funcionamiento de los sistemas naturales (Dramstad et al. 1996). 9. Integración de Cultura y Ecología. La fusión de cultura con ecología propicia la sustentabilidad a largo plazo. El resultado marca el punto en el cual la naturaleza y la humanidad son transformadas positivamente y enriquecidas mutuamente por su asociación. Cuando esto ocurre, edificios y paisajes a menudo provocan considerable lealtad, responsabilidad y cuidado entre las personas que residen cerca. 10. Espíritu de Lugar. El espíritu de lugar significa un nivel de compromiso y significado que las personas extienden hacia los entornos naturales y construidos cuando se convierten en componentes queridos de su identidad individual y cultural, y pasan a ser más que simple materia inanimada. Espíritu de lugar significa, metafóricamente, que el entorno construido ha cobrado una especie de vida y eso sirve como la base motivacional para su posterior cuidado y responsabilidad en su uso a largo plazo. Si bien técnicamente no están “vivas”, estas estructuras y lugares elevan y sostienen la cultura y ecología humana a lo largo del tiempo. 11. Evitar los “No-Lugares”. Los No-Lugares, son la antítesis del diseño basado en el lugar, y deben ser evitados cada vez que sea posible. Uno de los efectos más dañinos y maliciosos de mucha de la arquitectura moderna ha sido, desafortunadamente, el divorcio del diseño de la conexión con la cultura o ecología del lugar. Esta corrosiva separación del entorno construido de su contexto biocultural ha resultado en el declive la relación humano – naturaleza y de la sustentabilidad ambiental. RELACIONES EVOLUCIONADAS HOMBRE-NATURALEZA El sexto y último de los elementos de diseño biofílico son las relaciones evolucionadas human-naturaleza. El termino en sí, es un poco engañoso, dado que todos los elementos de diseño biofílico descriptos presumiblemente reflejan la afinidad humana de base biológica por los entornos naturales. Sin embargo, los atributos descriptos en esta sección, se enfocan más específicamente en aspectos fundamentales de las relaciones humanas inherentes con la naturaleza. Son descriptos 12 atributos, los últimos ocho son derivados de una tipología de valores ambientales desarrollados por el autor y descriptos en otras publicaciones (Kellert 1996, 1997): 1. Prospecto y Refugio. Refugio refleja la capacidad de una estructura o entorno natural de ofrecer seguridad y protección. En el entorno construido, esto ocurre a menudo a través del diseño de interiores confortables y enriquecedores, y de lugares “secretos” o escondidos en los paisajes. Prospecto, por otra parte, enfatiza el discernir objetos distantes, hábitats y horizontes, una característica instrumental durante nuestra evolución para localizar recursos, facilitar movimientos e identificar fuentes de peligro. Algunos de nuestros edificios y paisajes más satisfactorios capturan la relación complementaria de prospecto y refugio (Hildebrand 2000, Appleton 1975). 15 2. Orden y Complejidad. El Orden se logra en el entorno construido o en los entornos naturales por la imposición de estructura y organización. El orden extremo a menudo resulta en repetición, monotonía y aburrimiento. Por contraste, la Complejidad refleja la ocurrencia de detalles y variabilidad. La complejidad excesiva también puede ser problemática, haciendo difícil de asimilar los detalles y a veces, llevando a una sensación de caos. Los diseños que funden efectivamente orden y complejidad tienden a ser exitosos, estimulando el deseo de variedad, pero de forma que parece ser controlada y comprensible. 3. Curiosidad y Tentación. La Curiosidad refleja la necesidad humana de exploración, descubrimiento, misterio y creatividad, todos instrumentales en la resolución de problemas (Kaplan et al. 1998). La Tentación promueve la curiosidad. Estas tendencias complementarias pueden “tomar las riendas” del intelecto e imaginación humanas. Algunos de nuestros edificios y paisajes más efectivos propician la curiosidad, exploración y descubrimiento de los procesos y la diversidad natural. 4. Cambio y Metamorfosis. El Cambio es una constante, tanto en los sistemas naturales como en los humanos, reflejado en los procesos de crecimiento, maduración y metamorfosis (Bloomer 2000). Muchos diseños poderosos capturan esta cualidad dinámica y de desarrollo, en la cual una forma o estado aparece fluir hacia otra, en una secuencia cuasi evolutiva. 5. Seguridad y Protección. Un objetivo fundamental del entorno construido es asegurar la Protección de las fuerzas amenazantes de la naturaleza. Aun así, los diseños más exitosos a largo plazo nunca satisfacen esta necesidad a costa de otros valores ambientales igualmente valiosos. La Seguridad en el entorno construido no debe aislar a las personas del mundo natural. 6. Dominio y Control. Edificios y paisajes construidos reflejan el deseo humano de Dominar y Controlar la naturaleza. Cuando se logra con moderación y respeto, dominar la naturaleza facilita la expresión satisfactoria del ingenio y la astucia humana que promueve la auto-estima y confianza. 7. Afecto y Apego. El Afecto por el mundo natural ha sido un componente fundamental para engendrar las capacidades humanas de unión y Apego, importantes en una criatura altamente social. Los edificios y paisajes que provocan fuertes afinidades emocionales por la naturaleza son generalmente recipientes de lealtad y compromiso duraderos. 8. Atracción y Belleza. La Atracción estética por la naturaleza es una de las inclinaciones más fuertes de la especie humana. Esta tendencia biológicamente codificada ha sido instrumental en propiciar las capacidades de curiosidad, imaginación, creatividad, exploración y resolución de problemas. Algunos de nuestros edificios y paisajes más exitosos promueven la apreciación estética por los procesos y formas naturales. 9. Exploración y Descubrimiento. La naturaleza es uno de los entornos más ricos en información e intelectualmente estimulantes que las personas alguna vez podrán encontrar. Los edificios y paisajes construidos que facilitan las oportunidades de Exploración y Descubrimiento de los procesos naturales provocan interés y apreciación considerables, incluso cuando estas cualidades ambientales se revelen en formas representativas. 10. Información y Cognición. La satisfacción intelectual y la habilidad cognitiva se pueden promover mediante diseños que enfaticen la complejidad de las formas y figuras naturales. Esto se puede lograr a través de la experiencia directa e indirecta de la naturaleza, así 16 como también a través del uso creativo de ornamentación en el entorno construido que promueva el pensamiento crítico y la resolución de problemas. 11. Miedo y Temor. Podría parecer raro enfatizar sentimientos negativos e indeseados tales como el Miedo y la aversión hacia la naturaleza como un elemento del diseño biofílico. Pero, el protegernos a nosotros mismos de elementos amenazadores del mundo natural siempre ha sido un objetivo primario del entorno construido. El miedo a la naturaleza también puede ser una base motivacional para el diseño del riesgo y la aventura dentro del entorno construido, tal como salientes en precipicios o proximidades a fuerzas temibles tales como aguas correntosas. Los sentimientos de Temor por el mundo natural pueden combinar aún más la reverencia con el miedo, y algunos de nuestras estructuras más celebradas logran este efecto exaltando elementos naturales majestuosos que engendran la apreciación por poderes más grandes que los nuestros. 12. Reverencia y Espiritualidad. Algunos de nuestros edificios más queridos afirman la necesidad humana de establecer una relación significativa con la creación. Estos diseños provocan sentimientos de trascendencia y conexión duradera que desafían la soledad de una persona única aislada en tiempo y espacio. Las estructuras que logran este sentimiento reverencial de conexión también son generalmente sostenidas generación tras generación. CONCLUSION 6 elementos de diseño biofílico y casi 70 atributos han sido descriptos, y son resumidos en la Tabla 1-1. Se ofrece un pequeño número de ilustraciones al final del capítulo que demuestran algunos de estos atributos de diseño. Esta categorización es un trabajo en progreso, el cual, inevitablemente será modificado y mejorado en el futuro. Todos los diseños del entorno construido, incluido el deseo biofílico de armonizar con la naturaleza, reflejan lo que Rene Dubos llama el “Llamado de la Tierra” (Wooing Of The Earth) (Dubos 1980). Este objetivo, en otras palabras, resulta en algún grado de modificación de la naturaleza para satisfacer las necesidades humanas, pero de formas que celebren la integridad y utilidad del mundo natural. En consecuencia, la intervención humana, si se practica con moderación y respeto, puede evitar la arrogancia y la degradación ambiental. Con humildad y comprensión, el diseño biofílico efectivo puede, potencialmente, enriquecer tanto a la naturaleza como a la humanidad. Tal como destaca Dubos (1980, 68): “El Llamado de la Tierra sugiere que la relación entre la humanidad y la naturaleza puede ser de respeto y amor, en lugar de dominación. El resultado de esta llamada puede ser enriquecedor, satisfactorio y de largo plazo, si ambos socios son modificados por la asociación, de forma tal que cada uno se adapte mejor al otro”. 17 TABLA 1-1 Elementos y Atributos del Diseño Biofílico CARACTERÍSTICAS AMBIENTALES FORMAS Y FIGURAS NATURALES Color Agua Aire Luz Solar Plantas Animales Materiales Naturales Visuales Fachadas Verdes Geología y paisaje Hábitats y ecosistemas Fuego Motivos Botánicos Árboles y soportes columnares Motivos Animales (principalmente vertebrados) Caparazones y Espirales Formas Ovales, y Tubulares Arcos, Bóvedas, Domos Formas que se Resisten a las Líneas y Ángulos Rectos Simulación de Características Naturales Biomorfismo Geomorfología Biomímica PATRONES Y PROCESOS NATURALES Variabilidad Estacional Riqueza Informativa Edad, Cambio, y Patina del Tiempo Crecimiento y Eflorescencia Punto Focal Central Totalidades en Patrones Espacios Delimitados Espacios de Transición Series y Cadenas Conectadas Integración de las Partes en un Todo Contrastes Complementarios Equilibrio y Tensión Dinámica Fractales Proporciones y Escalas Organizadas Jerárquicamente LUZ Y ESPACIO RELACIONES RELACIONES BASADAS EVOLUCIONADAS EN EL LUGAR HOMBRE-NATURALEZA Luz Natural Luz Filtrada y Luz Difusa Luz y Sombras Luz Reflejada Pozos de Luz Conexión Geográfica con el Lugar Conexión Histórica con el Lugar Conexión Ecológica con el 18 Prospecto y Refugio Orden y Complejidad Curiosidad y Tentación Cambio y Metamorfosis Seguridad y Protección Luz Cálida Luz como Forma y Figura Espaciosidad Diversidad Espacial Espacio y Figura como Forma Armonía Espacial Espacios Adentro-Afuera Lugar Conexión Cultural con el Lugar Materiales Autóctonos Orientación del Paisaje Elementos del Paisaje que Definen la Forma del Edificio Ecología del Paisaje Integración de Cultura y Ecología Espíritu de Lugar Evitar los “No-Lugares” Dominio y Control Afecto y Apego Atracción y Belleza Exploración y Descubrimiento Información y Cognición Miedo y Temor Reverencia y Espiritualidad CARACTERÍSTICAS AMBIENTALES Figura 1-1: Jubilee Campus, Universidad de Nottingham, Nottingham, Inglaterra. Este diseño del estudio Hopkins Architects incorpora efectivamente el agua como elemento de experiencia positiva y bajo impacto (propiciando el enfriamiento evaporativo). 19 Figura 1-2: Universidad de Michigan, Plaza de Facultad de Leyes. El muro cubierto de enredaderas ofrece una integración placentera de la vegetación en la fachada del edificio. FORMAS Y FIGURAS NATURALES Figura 1-3: Escultura foliada de Kent Bloomer, Aeropuerto Ronald Reagan. Esta representación metafórica de la naturaleza expresa muy bien la afinidad instintiva por las formas vegetales. 20 Figura 1-4: Casa de la Opera de Sydney Opera, Jorn Utzon. Este edificio yuxtapone dramáticamente formas de aves y velas contra las aguas de la bahía de Sydney. PATRONES Y PROCESOS NATURALES Figura 1-5: Fachada de un edificio de la ciudad de New York. Las formas en esta fachada siguen patrones foliados 21 Y geometrías fractales encontradas en la naturaleza. Figura 1-6: Torre Harkness, Universidad de Yale. Esta torre replica muchos elementos orgánicos que se encuentran a menudo en la arquitectura gótica. . LUZ Y ESPACIO 22 Figura 1-7: Lobby de un hotel en San Francisco. Este lobby combina las cualidades esculturales de la luz con un espacio altamente orgánico. Figura 1-8: Edifico Genzyme, Cambridge, Massachusetts, Behnisch, Behnisch y Asociados. Este edificio de oficinas incluye novedosamente luz, agua y vegetación en un gran espacio interior, Que supuestamente resulta en un mayor comfort, moral, y productividad de sus empleados. RELACIONES BASADAS EN EL LUGAR 23 Figura 1-9: Desarrollo de usos mixtos, Portland, Oregon. Los usos residenciales y comerciales combinados Junto con la costa del rio restaurada y re-vegetada ha engendrado una renovada sensación de conexión con el lugar. Figura 1-10: Viaducto de la Bastille o Promenade Plantee, Paris. Este sendero verde elevado, situado en lo que anteriormente fue una línea férrea ha estimulado la actividad comercial y social en esta sección de Paris. RELACIONES EVOLUCIONADAS HOMBRE-NATURALEZA 24 Figura 1-11: Fallingwater, Frank Lloyd Wright. La gran atracción de esta residencia refleja, parcialmente, sus prominentes elementos de Prospecto y Refugio, así como también, su conexión con la colina y el curso del arrojo adyacentes. Figura 1-12: Mont-Saint-Michel, Francia. La eterna fascinación de esta estructura Deriva en parte de su poderosa combinación de Orden y Complejidad Contra la dramática colina y el océano como telón de fondo. TEORIA BIOFILICA E INVESTIGACIONES 25 EN EL DISEÑO DE ESPACIOS DE SALUD Roger Ulrich Esta es una era de vasta inversión en nuevos edificios de salud a nivel internacional. Solo en Estados Unidos, se gastaron más de $40 billones en 2006 para la construcción de nuevas instalaciones para el cuidado de la salud, y se estima que se alcanzaran los $61 billones para 2010 (Jones 2007). El Reino Unido ha comenzado un programa para levantar 100 hospitales y miles de clínicas. Este impulso constructivo ofrece una gran oportunidad para usar la investigación sobre biofilia para propiciar el diseño de mejores y más sanadores espacios de salud. Hay más de 50 estudios rigurosos relacionados con la comprensión de la influencia de elementos biofílicos tales como, vistas a la naturaleza y luz solar en ambientes sanitarios sobre los pacientes, familiares y el personal. Esta literatura creciente indica que el diseño basado en la evidencia biofílica puede tener un impacto positivo en la reducción del stress, en el mejoramiento del bienestar emocional, en aliviar los dolores, y en promover mejoras en otros resultados. Este capítulo describe la teórica biofílica y reseña, selectivamente, investigaciones científicas pertinentes para el diseño de ambientes sanitarios que reducen el stress y promueven mejores resultados en la salud. Los pacientes y otros usuarios de las instalaciones de salud pueden derivar beneficios potenciales de una gran gama de diferentes tipos de encuentros con elementos biofílicos o naturaleza, incluyendo: - Experiencias físicamente activas, tales como la terapia de horticultura (Wichrowski et al. 2005); - Contactos activos menos físicos, por ejemplo, sentarse y conversar en un jardín; - Interacciones pasivas, tales como observar la naturaleza desde una ventana (Ulrich 1999). La discusión se concentra principalmente en los efectos de las experiencias visuales pasivas hacia la naturaleza y los resultados de la exposición al sol de los pacientes. Si bien la cantidad de investigación relevante al diseño de espacios de salud es limitada, hay un número creciente de estudios científicamente rigurosos, haciendo de esta, una de las áreas de más rápido desarrollo y coalescencia en la investigación biofilia/diseño. La siguiente sección define los dos términos clave que son importantes a lo largo del capítulo, resultados de salud y stress. La siguiente discusión cubre la teoría biofílica relacionada con la proposición de que la exposición a la naturaleza y la luz solar ayudan a mitigar el stress, reducir el dolor y mejorar los resultados de salud generales. Secciones posteriores investigan los resultados de investigaciones y ofrecen recomendaciones de diseño con base biofílica para hospitales y clínicas. ¿Que son los Resultados de Salud? 26 Los resultados de la salud se refieren globalmente, a indicadores o medidas de la calidad del cuidado de la salud. Existen muchos tipos diferentes de resultados de salud o médicos, incluyendo: - Signos y síntomas observables relacionados con las condiciones de los pacientes (ejemplos: ingesta de medicamentos para el dolor, presión arterial, tiempo de permanencia en el hospital o sanatorio). - Satisfacción y otros resultados reportados (ejemplos: satisfacción de los pacientes, calidad de vida en relación a la salud, satisfacción del personal). - Resultados de seguridad (ejemplo: tasa de infección, errores médicos, fallos). - Resultados económicos (ejemplos: costos del cuidado de los pacientes, costos de reclutamiento o contratación debido a cambios en el personal, ingresos de pacientes que eligen las instalaciones). Los estudios de los resultados son de importancia fundamental en el cuidado de la salud, debido a que ofrecen la base más certera y creíble para evaluar si una intervención médica, tratamiento o servicio en particular es medicamente efectivo y rentable. Un punto relacionado importante, es que los métodos de investigación de resultados se puede adaptar para evaluar hasta qué punto son beneficiosas y rentables las medidas de diseño biofílico, en comparación con la creación de hospitales y clínicas diseñados sin cualidades biofílicas. Los proveedores de servicios de salud están, en todos lados, bajo fuertes presiones para controlar costos, y al mismo tiempo, incrementar la calidad de los cuidados, y se enfrentan a demandas financieras tales como pagar costosas tecnologías de imágenes y de reclutar empleados con habilidades claves. Los argumentos intuitivos o cualitativos en favor del diseño biofílico, tienen poco peso frente a los administradores forzados a prestar principal atención a las ganancias. No cabe duda de que los recursos acordados para el diseño biofílico en el sector de la salud, estarán sumamente afectados por la extensión de estudios serios que demuestren que las medidas biofílicas ofrezcan ganancias reales mediante el mejoramiento de los resultados y la reducción de costos, en comparación con alternativas tales como no ofrecer naturaleza (Ulrich 2002). La prioridad de resultados de salud específicos utilizados para medir los efectos del diseño biofílico pueden variar en diferentes categorías de pacientes. Supongamos, por ejemplo, que un hospital está considerando instalar un jardín diseñado para beneficiar a los pacientes en recuperación de cirugías cardiacas. En este caso, los administradores estarán más dispuestos a asignar espacio y fondos para el proyecto, si hay investigación creíble que demuestre que un jardín bien diseñado mejorara los resultados relevantes a los pacientes de cirugía, tales como: - reducción en la ingesta de medicamentos para el dolor, - menor ansiedad o stress, 27 - incremento en la satisfacción con la experiencia del cuidado, - mejoramiento en la capacidad para moverse o caminar de forma independiente al momento de salida, - y reducción en el tiempo de estadía en el hospital o clínica. Por contraste, la selección de resultados será diferente para evaluar los efectos del jardín, por ejemplo, en enfermos terminales de un hospicio y se podrá enfocar en una evaluación de si la exposición al jardín reporta una mejora en la calidad de vida del paciente y en la reducción de la depresión, dolor y stress de la familia. Como otro ejemplo, evaluar los efectos del jardín de un hospital diseñado para el uso de enfermeras y otro personal, podrá medir resultados tales como ausentismo, stress laboral, satisfacción y tasa de recambio (Ulrich 1999, 2002). Stress: Un Problema Mayor en la Salud El stress se define aquí como un proceso de respuesta a eventos, características ambientales, o situaciones, que son desafiantes, que exceden los recursos para superarlas, o que amenazan nuestro bienestar. El stress es central para comprender como, el diseño biofílico, y de manera más general, los entornos físicos de las instalaciones de salud, pueden influir en los resultados de salud (Ulrich 1991, 1999, 2006). Un amplio cuerpo de investigación ha documentado que los pacientes de centros de salud experimentan stress, y que una gran proporción de ellos, sufren de stress agudo. Ejemplos de aspectos estresantes de la hospitalización incluyen: - el miedo a las cirugías inminentes, - la falta de información, - procedimientos médicos dolorosos, - reducción de capacidades físicas, despersonalización, - pérdida de control y - disrupción de las relaciones sociales. Desafortunadamente, surge mucho stress añadido por el mal diseño de los entornos de salud, que resultan ruidosos, obstaculizan la presencia de familiares y amigos, niegan la privacidad, evitan que los pacientes puedan ver a través de ventanas, u obligan a las personas guardando reposo a mirar directamente hacia las cegadoras luces del cielorraso (Ulrich 1991; Ulrich et al. 2006). Además de afligir a los pacientes, el stress también es una carga para las familias de pacientes y visitantes, y un problema omnipresente entre el personal de la salud. 28 Ocupaciones tales como la enfermería son estresantes porque a menudo involucran altas demandas de trabajo, baja sensación de control, y eventos estresantes tales como la muerte de pacientes, ruidos, fatiga, trabajos diseñados de forma inadecuada e instalaciones de salud que obligan a las enfermeras a pasar mucho de su tiempo yendo y viniendo por pasillos por llamadas improductivas, y una falta de espacios de descanso o respiro (Ulrich et al. 2006). El stress experimentado por un paciente es, en sí mismo, un resultado negativo importante y además afecta, directa y adversamente, a muchos otros resultados (Ulrich 1991). Estos efectos no saludables se derivan de cambios fisiológicos, psicológicos, neuroendocrinos y de comportamiento relacionados con el stress. Ejemplos de manifestaciones psicológicas de pacientes con stress incluyen sentimientos de miedo o ansiedad, tristeza, y sensación de impotencia. Los acompañamientos fisiológicos a menudo incluyen, por ejemplo, presión arterial y ritmo cardiaco elevados. Los componentes neuroendocrinos producen mayores niveles de un esteroide (cortisol) y de hormonas del stress (tales como la epinefrina) que fuerzan al corazón y otros órganos mayores. Mucha investigación ha demostrado que los neuroendocrinos relacionados con el stress y la movilización fisiológica suprimen el funcionamiento del sistema inmunológico, y por lo tanto, reducen la resistencia a las infecciones y empeoran los indicadores de recuperación, tales como la sanación de heridas (Kiecolt-Glaser et al. 1998; Kiecolt-Glaser et al. 1995). Los efectos en el comportamiento del stress van desde el apartamiento, los arrebatos verbales y la somnolencia, hasta llegar a la falla en la ingesta de medicamentos. Dado estos hallazgos, se justifica la aseveración de que el diseño biofílico debería fomentar una mejora en los resultados, en la medida que la presencia de la naturaleza y otros elementos biofílicos en los entornos de salud son efectivos en la reducción del stress. Teoría Biofílica: Porque la Naturaleza debería Fomentar la Superación del Stress La creencia intuitiva de que el contacto con la naturaleza promueve el bienestar psicológico y la salud física tiene, como mínimo, dos mil años, y apareció ampliamente tanto en culturas Occidentales como Orientales (Ulrich et al. 1991). Hasta años recientes, muchos escritores adscribían a esta creencia a la cultura y al aprendizaje individual, a menudo aseverando que las sociedades inculcaban a sus habitantes a que les agrade la naturaleza, pero que asociaban a las ciudades con el stress (por ejemplo, Tuan 1974). También se puede argumentar que las personas aprenden asociaciones restauradoras y positivas en sus vacaciones en entornos rurales, pero que adquieren asociaciones negativas con las ciudades debido a las presiones laborales, ruido, crimen y otros estresantes urbanos. Estas interpretaciones basadas en el aprendizaje o en la cultura sin embargo, fallan en explicar adecuadamente la evidencia de mucha investigación científica que demuestra que diversas culturas y grupos socioeconómicos muestran grandes similitudes en sus respuestas positivas hacia las vistas naturales (Ulrich 1993). La teoría evolutiva es la que da cuenta más cabal de este acuerdo generalizado 29 al proponer que millones de años de evolución han dejado a los humanos modernos con una predisposición genética parcial para responder positivamente a la naturaleza (Appleton 1975; Orians 1986; Kaplan y Kaplan 1989; Ulrich 1983). Siguiendo esta línea, la hipótesis biofílica de Wilson (1984) sostiene que los humanos tienen una tendencia parcial a prestar atención a, asociarse con y responder positivamente a la naturaleza. La noción de que la biofilia está representada en los datos genéticos humanos acarrea la proposición de que ciertos tipos de respuestas positivas fueron útiles para la adaptación de los primeros humanos y que incrementaron sus chances de supervivencia (Ulrich 1993). Hay bastantes escritos evolutivos que hablan sobre los beneficios para la supervivencia de las preferencias o inclinaciones estéticas por la naturaleza (Appleton 1975; Coss 2003). Orians y Heerwagen han argumentado convincentemente que, las vistas del tipo sabana serían las preferidas por los humanos modernos porque las sabanas fueron superiores, durante la evolución, a otros hábitats, en la provisión de necesidades básicas tales como comida, agua y seguridad (Orians 1980, 1986; Heerwagen y Orians 1993). Aparte de las preferencias, la teoría evolutiva también es importante para explicar porque ciertos tipos de vistas y contenidos naturales (vegetación, agua, luz solar) deberían tener influencia en la reducción del stress y en la salud. En otros lugares han sido desarrollados argumentos conceptuales detallados en relación a porque una capacidad para la recuperación rápida del stress, después de un episodio demandante, fue tan vital para la supervivencia de los primeros humanos como para favorecer la selección de aquellos individuos con una capacidad biológica preparada para responder de forma restauradora ante muchos escenarios naturales (Ulrich et al. 1991; Ulrich 1993). La vida diaria para los humanos pre-modernos era demandante y estresante, e involucraba encuentros constantes con amenazas y riesgos. Adquirir una capacidad parcialmente genética para recuperarse rápidamente del stress, habría presentado varias ventajas claves, incluyendo la recuperación rápida de la energía consumida en la excitación fisiológica y de comportamiento involucrada en el stress como respuesta a las amenazas (“correr o pelear”) y en otras situaciones comprometidas. Otros beneficios relacionados con la salud incluyen la rápida disminución en emociones negativas relacionadas con el stress, tales como el miedo y la angustia, un incremento de los sentimientos positivos, y cambios saludables en sistemas corporales indicadores de una menor movilización fisiológica y neuroendocrina (presión arterial más reducida, reducidos niveles de hormonas del stress, funciones inmunológicas mejoradas). Debería esperarse que la restauración fisiológica incluya una prominente reducción de la fatiga y de las perjudiciales actividades autonómicas/simpáticas del sistema nervioso, debido a que la movilización simpática está relacionada centralmente con las respuestas al stress para lidiar con situaciones comprometidas y las amenazas (Ulrich et al. 1991; Ulrich 1993, 1999). 30 Una hipótesis testeable que se desprende de este razonamiento evolutivo-funcional es que las respuestas restauradoras ante la naturaleza deberían ocurrir rápidamente, por lo general, en minutos – o incluso tan rápido como varios segundos en ciertos sistemas corporales – en lugar de en varias horas o días (Ulrich et al. 1991; Ulrich 1993). La teoría también afirma, expresamente, que la reducción en el stress debería promover, directa e indirectamente, mejoras en los resultados de salud, tales como una disminución de los dolores y una rápida sanación de las heridas en conexión con un funcionamiento inmune mejorado (Parsons 1991; Ulrich 1991, 1999). Esta teoría restaurativa sostiene que los humanos modernos, como remanente genético de la evolución, tienen una capacidad para adquirir respuestas reductoras del stress ante ciertos entornos y contenidos naturales (vegetación, agua), pero que no tienen tal predisposición para la mayoría de los entornos construidos o dominados por artefactos y materiales (hormigón, vidrio, metal, plástico) (Ulrich 1993, 1999). Las propiedades de los entornos naturales que deberían ser efectivos en producir restauración incluyen: - seguridad relacionada a espacios abiertos que faciliten la vigilancia visual; - luz solar o una buena iluminación, en contraste con luces pobres o climas amenazantes; - y cualidades relacionadas con la alta habitabilidad y disponibilidad de comida, que incluyen: o agua calma o en movimiento lento, o vegetación verde, o flores, o propiedades del tipo sabana o parque (arboles esparcidos, suelo con pastos), o vida silvestre no-amenazante tales como pequeñas aves (Ulrich 1993, 1999). Estos argumentos conceptuales tienen una implicación práctica: la de diseñar edificios destinados al cuidado de la salud que incorporen estas clases de cualidades naturales que puedan aprovechar respuestas terapéuticas e influencias que son remanentes de la evolución, resultando en entornos de cuidado de pacientes más restauradores y sanadores. La teoría evolutiva también es útil para identificar tipos específicos de cualidades y configuraciones naturales que deberían ser evitadas al diseñar entornos de salud para reducir el stress y promover mejores resultados (Ulrich y Gilpin 2003). En otros lugares se propuso que la gente tiene una predisposición genética, no solo para la biofilia o respuestas positivas antes la naturaleza que fueron ventajosas durante la evolución, sino también respuestas negativas/de escape ante ciertos estímulos naturales que señalaban amenazas o peligros para los primeros humanos (Öhman 1986; Ulrich 1993; Coss 2003). Estos estímulos potencialmente estresantes y peligrosos incluyen: o espacios cerrados y oscuros, o serpientes y arañas, o patrones de teselado simil reptil, 31 o formas o puntiagudas, o y rostros humanos enojados y aterrorizantes. Los hallazgos de las puntuaciones de experimentos condicionados, y de investigaciones genéticas-de comportamiento y otras investigaciones sobre gemelos, no dejan dudas de que los factores genéticos juegan un rol fundamental en las respuestas ante el miedo y el stress ante ciertas cualidades visuales tales como las serpientes y los rostros humanos enojados (Ulrich 1993). El apuntalamiento parcialmente genético de las respuestas negativas enfatiza la importancia de excluir vistas o imágenes de tales fenómenos de los entornos de la salud donde el stress es un problema (Ulrich y Gilpin 2003). Teoría: Luz Natural, Restauración y Salud Otro remanente de la evolución es que los humanos modernos están adaptados psicológica y biológicamente a la luz y a los ciclos cambiantes de luz y sombras. La luz natural y la exposición al sol fueron fundamentales para el bienestar diario y la supervivencia de los humanos pre-modernos. En línea con los anteriores argumentos conceptuales en relación a los escenarios naturales, se propone que las respuestas positivas ante los escenarios naturales deberían ser mejoradas durante momentos de buena iluminación o condiciones soleadas. La luz natural permite la vigilancia visual de los alrededores, encontrar agua y comida, localizar y perseguir animales de caza, y evitar peligros tales como predadores que pudieran esconderse en la oscuridad. Las condiciones claras o soleadas, comparadas con condiciones nubladas o de oscuridad con truenos, señalan menos riesgos de corto plazo a causa del mal tiempo. Más adelante, la fisiología humana evoluciono hasta requerir la exposición al sol para metabolizar la vitamina D, la cual es vital para la salud general. La vitamina D es importante para el desarrollo saludable del sistema musculo-esqueletal, previniendo el raquitismo y la osteoporosis, manteniendo la fortaleza muscular, y previniendo enfermedades crónicas tales como diabetes tipo 1 y artritis reumatoide (Holick 2005). Además, la luz solar es el principal estimulo ambiental para regular el ritmo circadiano o “reloj corporal” que hace un ciclo aproximadamente cada 24 horas, y sincroniza el ciclo de sueño y despertar con la noche y el día. La exposición a la luz natural afecta los niveles de la hormona melatonina, la cual influye en los niveles de energía, alerta y actividad. Cuando la exposición a la luz natural o artificial es inadecuada, los niveles de melatonina se incrementan y causan depresión y somnolencia. En suma, una perspectiva de concepción evolutiva predice que los entornos bien iluminados o soleados deberían ser más efectivos que los escenarios naturales oscuros o nublados para obtener respuestas positivas, mejorando el bienestar emocional, promoviendo la restauración y la salud. Las escenas menos efectivas son aquellas que se construyen en espacios dominados por artefactos en condiciones oscuras o nubosas. Investigación: Vistas Naturales y Restauración 32 Consistentes con la teoría evolutiva de la restauración presentada anteriormente, varios estudios de grupos de no-pacientes utilizando diseños experimentales prospectivos, indican que incluso el mirar brevemente entornos naturales puede producir una rápida y sustancial restauración fisiológica y psicológica del stress (Ulrich 1979; Ulrich et al. 1991; Hartig et al. 1995; Parsons et al. 1998; Parsons y Hartig 2000; Hartig et al. 2003; Van der Berg et al. 2003). Los efectos restauradores o reductores del stress de observar la naturaleza se manifiestan como una constelación de cambios benéficos que incluyen la reducción de niveles de emociones con connotaciones negativas (miedo, angustia), elevadas emociones positivas (amabilidad), y cambios en los sistemas fisiológicos indicativos de una disminución de la movilización o excitación por stress (autonómico/simpático, electrocórtico, neuroendocrino, musculoesqueletal) (Ulrich et al. 1991). Estudios, tanto en laboratorios como en ambientes reales, han demostrado, consistentemente, que el observar la naturaleza produce una significativa restauración fisiológica, como máximo, entre tres a cinco minutos, como lo evidencia, por ejemplo, el nivel de actividad cerebral, la presión arterial, la actividad cardiaca y la tensión muscular (Ulrich 1983; Ulrich et al. 1991; Parsons et al. 1998; Hartig et al. 2003; Laumann et al. 2003). Fredrickson y Levenson (1998) expusieron a participantes a videos cortos que incitaban el miedo, y reportaron que aquellas personas a las que se les asigno aleatoriamente a observar videos de la naturaleza (agua) exhibieron una recuperación significativa del stress cardiovascular en solo 20 segundos. Estos rápidos y benéficos cambios psicológicos y fisiológicos se pueden acompañar por una atención y una captación perceptual “no-vigilantes”, pero si sostenidas, con respecto al entorno natural, tal como lo indica la desaceleración del ritmo cardiaco y la reducción de la actividad nerviosa del sistema autonómico/simpático (Ulrich et al. 1991; Laumann et al. 2003). Si bien la mayoría de las vistas naturales son reductoras del stress, la mayoría de los entornos urbanos o construidos carecen de naturaleza (calles, estacionamientos, exteriores de edificios, habitaciones sin ventanas) y por ende, no tienen éxito en producir restauración, es más, en algunos casos empeoran el stress (Ulrich 1979; Van der Berg et al. 2003). 33 Figura 6-1: Disminución de la presión arterial sistólica (vía pulso) durante la recuperación del stress en personas expuestas a entornos naturales o a urbanos faltos de naturaleza. Figura 6-2: Disminución de la tensión muscular (frente) durante la recuperación del stress 34 en personas expuestas a entornos naturales o a urbanos faltos de naturaleza. Figura 6-3: Cambios en la conductancia de la piel (SCR) durante la recuperación del stress en personas expuestas a entornos naturales o a urbanos faltos de naturaleza. La actividad de la conductancia de la piel está controlada por el sistema nervioso autonómico. Una mayor disminución en la actividad autonómica indica una mayor reducción en la movilización fisiológica del stress. Figura 6-4: Área de espera para calmar el stress de pacientes y familia. Hospital de Niños Doernbecher, Portland, Oregon. 35 Investigación: Efectos de las Vistas Naturales sobre Pacientes con Stress Investigación de encuestas sobre pacientes de hospital en postración sugieren que ellos le asignan una alta preferencia e importancia a tener una ventana con vistas a la naturaleza junto a su cama (Verderber 1986). Un estudio sobre hogares de permanencia de adultos mayores en entornos urbanos, también encontró que los residentes le daban una importancia considerable a tener acceso a ventanas con vistas a espacios exteriores con naturaleza prominente, tales como, plantas, jardines y aves (Kearney y Winterbottom 2005). En el mismo estudio, los adultos mayores con largo tiempo de permanencia, expresaron su desagrado por las visuales hacia entornos construidos faltos de naturaleza, tales como techos y paredes de edificios. En vista de la primera discusión acerca de la restauración, vale la pena enfatizar que un puñado de estudios, en entornos de cuidado de la salud, ha encontrado que la exposición visual a la naturaleza pueda disminuir efectivamente el stress: - Una investigación temprana de Katcher y sus asociados midió la restauración de la ansiedad en pacientes en espera de cirugías dentales en habitaciones con y sin un acuario con peces (Katcher et al. 1984). Descubrieron que la ansiedad era menor en los días en los que el acuario estaba presente, y que las puntuaciones de conformidad de los pacientes durante las cirugías eran más altas. - Un estudio de Heerwagen (1990) sugiere que los pacientes en clínicas odontológicas se estresaban menos cuando colgaban un gran mural natural en la sala de espera, en contraste con los días en los que no había escena natural. - Un experimento prospectivo aleatorio, enfocado en dadores de sangre estresados, descubrió que los participantes tenían presión arterial y ritmo cardiaco más bajos, cuando una pantalla montada en la pared mostraba videos de la naturaleza, comparado a cuando mostraba videos de escenarios urbanos o programas de entretenimiento o talk-shows (Ulrich et al. 2003). - Un estudio cuasi-experimental de pacientes con demencia, incluido Alzheimer, sugiere que el añadir grandes imágenes a color de la naturaleza y sonidos registrados en la naturaleza (aves, arroyos) en las duchas, disminuye el stress y recorta el número de incidentes producidos por comportamientos agresivos y agitados, tales como pegar, patear o morder (Whall et al. 1997). Un cuerpo de investigación creciente sugiere que la exposición visual a la naturaleza, no solo reduce el stress del paciente, sino que también mejora otros resultados importantes como el dolor. 36 Antes de analizar esos estudios, es útil hacer una breve digresión y examinar la teoría relevante para comprender porque se podría esperar que la exposición a la naturaleza disminuya el dolor. Teoría Biofílica: Porque la Exposición a la Naturaleza debería Reducir el Dolor Es razonable proponer que la exposición a la naturaleza debería mitigar el dolor en pacientes, a través de diferentes mecanismos, incluyendo la reducción del stress y la distracción. El modelo más influyente en medicina y salud psicológica para explicar el dolor es la teoría del control de puertas (Melzack y Wall, 1965, 1982). De acuerdo a esta teoría, las estructuras neurales o mecanismos en la espina dorsal actúan como una puerta en la transmisión de los impulsos sensoriales o impulsos de dolor, que atraviesan la espina dorsal hasta llegar al cerebro. Cuando la puerta está abierta, los impulsos fluyen al cerebro y se experimenta el dolor. Cuando la puerta está cerrada, los impulsos de dolor están inhibidos de llegar hasta el cerebro y el dolor disminuye o no se siente. Una premisa clave de la teoría de control de puertas es que la puerta se puede cerrar mediante mensajes que descienden del cerebro y que son influenciados por factores psicológicos o emocionales (Melzack y Wall, 1965, 1982). - Las emociones negativas tales como ansiedad y depresión, y enfocarse en una lesión, pueden abrir las puertas, y por ende, incrementar el dolor. - Los sentimientos positivos tales como la relajación, o la distracción del enfoque del paciente en la lesión, cierran las puertas, y por ende, reducen el dolor. Anteriormente se analizaron estudios que indicaban que observar la naturaleza producía, fehacientemente, la restauración del stress, manifestada por la reducción de las emociones negativas tales como la ansiedad, y el mejoramiento de sentimientos positivos, y de cambios fisiológicos que indicaban una disminución en la movilización por stress. Estos cambios positivos, de acuerdo a la teoría de control de puertas, deberían cerrar las puertas e inhibir a los impulsos de dolor de su llegada al cerebro, por ende, aliviando el dolor. Además, los efectos restauradores psicológicos y fisiológicos de observar la naturaleza pueden acompañarse de una atención sostenida, si bien no exigida, y una ingesta perceptiva que debería reducir el dolor vía distracción. Mientras la observación de la naturaleza mantenga el enfoque y atención del paciente, y aleje su foco del dolor, la teoría de control de puertas predice que la distracción natural tendera a cerrar las puertas y reducir el dolor. En consecuencia, la teoría de control de puertas sugiere que las vistas hacia la naturaleza pueden cerrar dichas puertas y aliviar el dolor, al distraer al paciente, reduciendo el stress, e incrementando las emociones positivas. Sumándose a la teoría del control de puertas, otra teoría prominente del dolor, la teoría de la distracción, ofrece una explicación diferente para los efectos reductores del dolor de la observación de la naturaleza (Ulrich et al. 2006). La distracción está definida como concentrarse en aspectos del ambiente que están afuera de uno mismo (Brewer y Karoly 1989). De acuerdo con la teoría de la distracción, las personas tienen una cantidad limitada de atención consciente disponible (McCaul y Mallot 1984). El dolor requiere una considerable atención consciente y 37 acapara mucho de esa cantidad limitada disponible. La teoría de la distracción propone que cuando la cantidad de atención consciente dirigida al dolor se incrementa, la intensidad del dolor experimentado se incrementara de forma correspondientemente (Brewer y Karoly 1989). Sin embargo, si los pacientes quedan absortos con una distracción externa placentera tal como una escena natural, tendrán menos atención consciente para direccionar a sus sensaciones corporales de dolor, y por lo tanto, el dolor experimentado disminuirá. La teoría predice explícitamente que mientras más fascinante y divertida una distracción, más grande será la reducción del dolor (McCaul y Mallot 1984). La teoría tradicional de la distracción implica que las distracciones tanto emocionalmente positivas como las negativas, si son muy fascinantes, deberían ser efectivas para reducir el dolor. Sin embargo, uno de los estudios sugiere que las distracciones con imágenes emocionalmente placenteras son más efectivas que los estímulos visuales no-placenteros en el incremento de la tolerancia al dolor (Wied y Verbaten 2001). Esto implica que muchas visuales de la naturaleza pueden ser efectivas en la reducción del dolor porque son distracciones emocionalmente placenteras, así como también capaces de provocar atención sostenida e ingesta perceptual. Hallazgos de las Investigaciones: Efectos de la Exposición a la Naturaleza sobre el Dolor Varios estudios utilizando diseños experimentales o cuasi-experimentales han demostrado convincentemente que la distracción de la naturaleza puede producir un alivio sustancial y clínicamente importante del dolor. Un estudio de pacientes en recuperación de cirugías abdominales encontró que aquellos asignados a habitaciones con camas con vistas hacia la naturaleza (arboles) tenían recuperaciones postoperatorias mejores que aquellos pacientes asignados a habitaciones idénticas, pero con ventanas mirando hacia un muro de ladrillo de un edificio vecino (Ulrich 1984). Los pacientes con ventanas hacia el verde, comparados con los que tenían visuales hacia el muro, sufrían significativamente menos dolor, tal como lo indicaban las menores dosis de fuertes narcóticos de las medicaciones para el dolor que sus contrapartes con las visuales hacia el muro. Además, los pacientes con vistas hacia la naturaleza tenían estadías postoperatorias más cortas, un mejor bienestar emocional, y menores complicaciones tales como nauseas o dolores de cabeza (Ulrich 1984) (Ver Figuras 6-5 a 6-7). 38 Figura 6-5: Vista desde una ventana de hospital hacia los arboles. En otro estudio (Ulrich et al. 1993) los pacientes que habían atravesado cirugías cardiacas fueron asignados a ver fotos a color montadas directamente en su línea de visión. Los pacientes que veían imágenes de espacios abiertos, bien iluminados, con árboles y agua, requerían dosis menores de calmantes fuertes y sufrían de menos ansiedad que los grupos expuestos a imágenes abstractas o que los pacientes del grupo de control a los que no se les asignaba ninguna imagen (Ulrich et al. 1993). Sin embargo, una imagen de bosque espacialmente cerrado y a oscuras, no minimizaba significativamente el dolor o la ansiedad. En el mismo estudio, los pacientes asignados con una pintura abstracta con formas rectilíneas o de bordes rectos presentaron peores resultados que el grupo de control sin imágenes. 39 Figura 6-6: Vista desde una ventana de hospital hacia un muro de ladrillos. Un experimento controlado en un hospital, realizado por Tse y colegas, encontró que los voluntarios tenían una tolerancia mucho mayor al dolor y un umbral más alto para detectar el dolor, cuando se les asignaba observar videos de la naturaleza con anteojos de VR (cascadas, montañas, paisajes) en contraste a mirar a un pantalla en blanco (Tse et al. 2002). Como lo notamos, las teorías de la distracción y del control de puertas predicen que mientras más fascinante sea una distracción natural, más grande será el alivio al dolor. Esto implica que la exposición a la naturaleza podría tender a ser más divertida, y por ende, más reductora del dolor, si involucrara sonidos, así como también estimulación visual y que sean de un alto realismo e “inmersión” (Wismeijer y Vingerhoets 2005). Un estudio de pacientes quemados, sufriendo dolores agudos, demostró que distraer a los pacientes durante las curaciones de sus quemaduras con pantallas mostrando escenas naturales (bosques, flores, cascadas, océanos y vida silvestre) acompañadas con música disminuía tanto el dolor como la ansiedad/stress (Miller et al. 1992). Un estudio aleatorio de pacientes atravesando dolorosas broncoscopias descubrió que comparados con un grupo de control que observaba un cielorraso blanco durante el procedimiento, el dolor era menor en aquellos pacientes a los que se les asignaron vistas hacia escenas naturales montadas en el cielorraso y además escuchaban sonidos grabados en entornos naturales (aguas en movimiento, aves, brisas a través de praderas y pastos) (Diette et al. 2003). Lee y colegas realizaron un estudio controlado de los efectos distractivos de la naturaleza sobre el dolor y pacientes sedados durante colonoscopias (Lee et al. 2004). Estos estudios reportaron que la sola distracción visual disminuía el dolor, pero no reducía la ingesta de medicamentos sedantes durante la colonoscopia. Sin embargo, una combinación más atractiva de distracciones visuales y auditivas 40 (escenarios naturales con música clásica) reducían significativamente, tanto el dolor como los sedantes auto-suministrados durante la colonoscopia, un hallazgo consistente con las predicciones de las teorías de la distracción y del control de puertas (Lee et al. 2004). Kozarek y colegas (1997) investigaron los efectos de ver y escuchar un documental de viaje con escenas naturales en pacientes atravesando procedimientos gástricos desagradables. Los informes de pacientes y enfermeras estuvieron de acuerdo en sugerir que la distracción audiovisual mejoro el comfort y la tolerancia a los procedimientos, en comparación a cuando los pacientes previamente atravesaron los procedimientos sin ninguna distracción (Kozarek et al. 1997). Figura 6-7: Ingesta de calmantes en pacientes con vistas hacia la naturaleza, versus aquellos con vistas hacia un muro de ladrillos. Ejemplos de la categoría de analgésicos fuertes son aquellos narcóticos administrados por inyección. La categoría débil consiste de dosis orales de drogas tales como acetaminofeno. Resulta evidente, a partir de estas reseñas, que la mayoría de los estudios sobre el dolor hasta la fecha, han “simulado la naturaleza”, utilizando equipos tales como imágenes fijas, pantallas, anteojos de VR, etc., en lugar de exponer a los pacientes a la naturaleza real, por ejemplo, a un jardín o a una ventana con vista a los árboles: - Una razón es que las simulaciones hacen más sencillo realizar los ensayos clínicos aleatorios que exige el rigor de las investigaciones médicas. - También, hay ciertos entornos médicos altamente estresantes, en donde no es factible proveer contacto visual con la naturaleza real, ni siquiera a través de ventanas, tales como en habitaciones subterráneas o selladas a causa de terapias de radiación o confinadas como las de Resonancia Magnética, y donde las simulaciones quizá sean la única opción viable para exponer a los pacientes a la naturaleza. - Al margen de estas excepciones, la evidencia de diseñadores creativos ha demostrado en muchos proyectos de salud que las vistas a jardines y otras formas de naturaleza real, se pueden ofrecer exitosamente, aun en entornos médicos complejos y restrictivos, por ejemplo, espacios de tratamiento con medidas tales como presurización del aire, filtros HEPA, y ventanas selladas son necesarios para proteger a inmunocomprometidos y otros pacientes sumamente vulnerables a las infecciones. 41 Hay una clara necesidad de estudios controlados experimentales para evaluar hasta qué punto la exposición a la naturaleza real puede superar a las simulaciones en la reducción del dolor y el stress. ¿Las simulaciones, en comparación con los entornos naturales reales, pierden su efectividad al momento de distraer y calmar a pacientes con largas estadías en un hospital? Parece probable que para exposiciones de largo termino en entornos de salud, la naturaleza real debería ser más efectiva que las simulaciones, al momento de mantener las distracciones y las respuestas positivas, debido a su mayor autenticidad, a su mayor capacidad de “inmersión”, a la estimulación multisensorial y a los cambios visuales constantes inherentes a los entornos naturales reales (Ulrich 1993). Es importante que se realicen rigurosas investigaciones adicionales para clarificar que tan beneficiosa es la integración de la naturaleza en los diseños de edificios de salud, tanto desde el punto de vista médico, como desde su relación costo-beneficio, en comparación con los diseños convencionales que tienden generalmente a omitir la naturaleza, de manera que los administradores estén informados para tomar mejores decisiones que resulten benéficas, para sus pacientes, su personal y sus presupuestos. Arte Natural en los Entornos de Salud Existen muchas investigaciones respecto a las respuestas de las personas al arte, pero la mayoría ha examinado las preferencias artísticas de adultos no-pacientes, en lugar de los efectos sobre el stress, recuperación, dolor y otros resultados de pacientes. Si bien la relación entre las respuestas de preferencia y los efectos de restauración no está bien documentada, los estudios de preferencia son, sin embargo, útiles para identificar los tipos de arte preferidos por pacientes, miembros de la familia, y personal de las instalaciones de salud (Ulrich y Gilpin 2003). Unas pocas investigaciones utilizando análisis de patrones sugieren que los componentes emocionales de la restauración son los que dirigen o influyen fuertemente en las preferencias, elevando las posibilidades de que las preferencias artísticas estén ligadas a y sean un reflejo de las respuestas restaurativas (Van den Berg et al. 2003). Estudios demuestran que la vasta mayoría de los adultos, de diversas culturas, prefieren la naturaleza por sobre otros temas de arte (Wypijewski 1997; Kettlewell 1988; Winston y Cupchik 1992). Los adultos internacionalmente también reflejan fuertes similitudes por la aversión hacia el arte abstracto (Wypijewski 1997). Unos pocos estudios de las preferencias en arte de pacientes han producido resultados que son muy cercanos a los del público no-paciente (Ulrich y Gilpin 2003). Carpman y Grant (1993) estudiaron aleatoriamente a 300 pacientes de hospital y encontraron que abrumadoramente prefieren las escenas de arte natural y que sienten aversión por las imágenes abstractas. Hathorn y Ulrich encuestaron pequeñas cantidades de norteamericanos, negros y blancos, en grandes hospitales urbanos para determinar sus preferencias entre una amplia variedad (varios cientos) de imágenes artísticas. En consistencia con la predicción de la teoría evolutiva de que las escenas 42 naturales deben ser del agrado de grupos diferentes, tanto negros como blancos acordaron en una alta preferencia por las pinturas de paisajes naturales, y juzgaron la naturaleza como el tema más apropiado para las habitaciones de los pacientes (Ulrich y Gilpin 2003). Blancos y negros también coincidieron en que el agrado ante imágenes que presentaban entornos espacialmente abiertos, en condiciones soleadas o bien iluminadas, con vegetación verde y agua. El arte que presentaba jardines con flores también recibió consistentes puntuaciones altas (Ulrich y Gilpin 2003). Un estudio escandinavo, sobre adultos en hospitales de salud mental, descubrió que los pacientes reportaban respuestas emocionales positivas ante pinturas y reproducciones de la naturaleza, y al mismo tiempo, demostraban reacciones consistentemente negativas, estresantes, ante trabajos de arte abstracto, en los cuales el contenido era ambiguo y desordenado (Ulrich 1991). Un estudio reciente realizado por Eisen (2006) se encuentra entre los primeros en investigar científicamente las preferencias artísticas de niños de escuelas y pacientes pediátricos hospitalizados. La investigación compara las preferencias artísticas de niños y jóvenes en cuatro grupos etarios: 5-7; 810; 11-13 y 14-17. Los resultados sugieren entre todos los grupos etarios y para ambos sexos, la gran mayoría de los niños de escuelas (n=129) y de los pacientes pediátricos hospitalizados (n=79) presentaban preferencias artísticas similares por la naturaleza, antes que por lo abstracto y que variaba en complejidad, brillo, color y presencia versus ausencia de imágenes caricaturescas. En el caso de los niños de escuela, un total de casi el 75 por ciento, coincidió en otorgar altas preferencias, ya sea a trabajos artísticos representativos de la naturaleza (por ejemplo, bosques con lagos y venados) o a escenas naturales impresionantes (playas con grandes olas) (Eisen 2006). Estos hallazgos son ampliamente consistentes con las teorías biofílicas y evolucionistas, pero van a contrapelo del diseño tradicional intuitivo que a menudo recomienda imágenes abstractas o caricaturescas para los espacios de salud de niños. Jardines en Instalaciones de Salud Evidencias de un puñado de estudios sugieren que jardines bien diseñados pueden ser entornos eficaces en las instalaciones de salud para promover la restauración del stress de los pacientes, familiares y el personal (Ulrich et al. 1999; Marcus y Barnes 1999). Los jardines no solo ofrecen vistas restauradoras y placenteras de la naturaleza, sino que también reducen el stress y mejoran los resultados a través de otros mecanismos, tales como promover el acceso a la privacidad y apoyo social, crear oportunidades para el escape (y control) restaurador con respecto a entornos clínicos estresantes, y ofrecer sitios que permitan actividades físicas en entornos naturales agradables, que van desde juegos activos hasta la rehabilitación física (Ulrich et al. 1999; Marcus y Barnes 1999; Whitehouse et al. 2001; Hartig y Marcus 2006). Si el observar los jardines produce restauración y mejora el humor de los pacientes, puede que se vuelvan más propensos a “engancharse” con otras actividades saludables y reductoras del stress, tales como caminatas por el jardín o conversaciones con amigos (Ulrich 1999). 43 La presunción de que los jardines placenteros ayudan a motivar a los pacientes a engancharse en actividades físicas, así como también a aliviar su stress emocional, ha llevado a algunos hospitales a diseñar espacios de rehabilitación que permiten a los fisioterapeutas a tratar categorías específicas de pacientes, tales como aquellos recuperándose de derrames, fracturas y quemaduras. Ejemplos de tales jardines incluyen a los del Legacy Health en Portland, Oregon y el Rusk Institute of Rehabilitation Medicine en New York City. Marcus y Barnes (1995) usaron una combinación de observación de comportamientos y entrevistas en estudios de post-ocupación de cuatro jardines de hospitales en California. Sus hallazgos sugieren que la recuperación del stress es la categoría más importante de los beneficios observados prácticamente por todos los usuarios de los jardines. Figura 6-8: Jardín de niños en el Legacy Good Samaritan Hospital, Portland, Oregon. El jardín fue diseñado por ser restaurativo y promover las mejoras en resultados específicos para pacientes pediátricos y sus familias. El proceso de diseño participativo involucro a enfermeras y médicos, un arquitecto paisajista, terapistas en horticultura, y artistas. El jardín ofrece una variedad de espacios y elementos para apoyar el juego activo de los niños, además de actividades sedentarias restaurativas (observar la naturaleza, socializar) para la familia y el personal. Otros espacios promueven actividades de rehabilitación, tales como terapia de horticultura. El diseño permite facilidad de acceso a la sombra, dado que la condición médica y los tratamientos de algunos pacientes hace que respondan negativamente a la exposición directa a los rayos solares. De manera similar, una evaluación de post-ocupación de un jardín en un hospital de niños, identifico a la restauración del stress y la mejora en el bienestar emocional como los beneficios principales para los usuarios (Whitehouse et al. 2001). 44 Estos hallazgos fueron apoyados en evidencias convergentes a partir de observaciones de los usuarios, entrevistas en el sitio con los usuarios, y una amplia encuesta al personal del hospital y los padres de los pacientes. Otra investigación de tres jardines en un centro de cáncer pediátrico, encontró que el stress emocional era menor para todos los tipos de usuarios, cuando ellos estaban en los jardines, en lugar de adentro del hospital (Sherman et al. 2005). Un hallazgo recurrente entre estos estudios es que los usuarios adultos de los jardines, incluidos los familiares y el personal, se enganchan principalmente en actividades sedentarias, tales como la relajación pasiva, la socialización y la comida. En contraste, los niños interactúan mucho más activamente que los adultos con el jardín (Sherman et al. 2005). Las investigaciones implican que los diseñadores pueden crear jardines en espacios de salud, que beneficien tanto a niños como adultos, al ofrecerles una variedad de espacios, que irán desde actividades de juegos y espacios para niños, hasta calmos refugios para los adultos. Con respecto a esto último, los refugios restaurativos, las limitadas investigaciones sugieren que los jardines tendrán una tendencia a mitigar efectivamente el stress para los usuarios adultos cuando los espacios contengan follaje verde, flores, agua, espacios con césped y árboles o grandes arbustos y una módica apertura espacial, sonidos naturales placenteramente compatibles (aves, brisas, agua) y cómodos asientos móviles (Ulrich et al. 2006; Ulrich 1999; Marcus y Barnes 1995, 1999; Rodiek 2005). Hallazgos similares han surgido de investigaciones sobre jardines y otros espacios exteriores en COMUNIDADES ASISTIDAS PARA ADULTOS MAYORES. Basados en estudios de catorce comunidades asistidas, Rodiek (2005) reporta que los residentes adultos mayores prefieren: - espacios exteriores con abundante verde, - flores, - aves, - agua - y aire fresco. En contraste con estas características positivas, las investigaciones en los jardines de hospitales sugieren que las siguientes cualidades ambientales pueden producir respuestas negativas en pacientes y otros usuarios, y llegar a entorpecer la restauración o incluso empeorar el stress: - predominancia de superficies duras en lugar de naturales (hormigón, por ejemplo); - sonidos intrusivos urbanos o mecánicos (tales como tráfico o compresores de aire acondicionado); - multitudes; - arte abstracto o ambiguo; 45 - y elementos de diseño que se puedan interpretar de múltiples formas y suscitar reacciones negativas en algunos pacientes estresados (Ulrich 1991, 1999; Ulrich y Gilpin 2003). Otras investigaciones sugieren que los jardines también pueden ser importantes para la reducción del stress en los trabajadores de la salud y en el incremento de su satisfacción laboral (Marcus y Barnes 1995; Whitehouse et al. 2001; Sherman et al. 2005). Si bien la investigación sobre el personal es limitada, los hallazgos son dignos de notarse, en vistas de los serios y amplios problemas en los trabajadores de la salud respecto de sus demandas y presiones laborales, altos niveles de stress, bajo nivel de satisfacción con su trabajo, y alta tasa de recambio del personal. Otras investigaciones sobre empleados estresados en espacios de trabajo que no tienen que ver con la salud son relevantes para ciertos trabajadores de la salud como las enfermeras y médicos. Un estudio europeo sobre obreros y empleados administrativos en diferentes áreas que no tienen que ver con la salud descubrió que las ventanas con vistas hacia la naturaleza amortiguaban el stress laboral y mejoraban el bienestar relacionado con la salud (Leather et al. 1998). Investigaciones de Kaplan (1993) encontraron que los empleados de oficina con ventanas con vistas hacia la naturaleza reportaban menores frustraciones, una mayor satisfacción con sus vidas y una mejor salud general. Efectos de la Exposición a la Luz Solar en Espacios de Salud Como mencionamos en una sección teórica anterior, la luz solar y la exposición a la luz solar fueron vitales para el bienestar, la salud y la supervivencia de los primeros humanos. Como legado de la evolución, los humanos modernos están, psicológica y fisiológicamente, adaptados a un espectro completo de luz y cambios cíclicos de luz y oscuridad. Consistentes con los argumentos evolutivos, estudios a través de una variedad de ambientes (hospitales y lugares de trabajo) sugieren que los pacientes y otros grupos presentan preferencias e importancia aún mayores a las ventanas con vistas hacia la naturaleza cuando los entornos exteriores están iluminados con condiciones claras o luz solar, en lugar de en sombra (Verderber 1986; Leather et al. 1998; Ulrich et al. 2006). En entornos de salud, los resabios evolutivos, probablemente también son evidentes en los resultados y efectos benéficos de la exposición a la luz solar sobre los pacientes y el personal, incluyendo la facilitación de reacciones químicas fundamentales dentro del cuerpo, la influencia sobre el ritmo circadiano o reloj corporal, y efectos positivos sobre el bienestar emocional y el dolor (Boyce et al. 2003; Joseph 2006; Ulrich et al. 2006). Un efecto bien documentado de la luz solar en los entornos de salud es la prevención de la ictericia en los recién nacidos al promover la excreción de bilirrubina. El impacto negativo potencial de privar a los infantes en hospitales de la luz solar es evidente en investigaciones que muestran la incidencia del incremento de ictericia cuando las ventanas de la maternidad son cubiertas u oscurecidas y no se ofrece una exposición a luz artificial de espectro completo (Barss y Comfort 1985; Giunta y Rath 1969). La radiación solar absorbida a través de la piel también estimula otras reacciones químicas benéficas, tales como el metabolismo de la vitamina D, la cual es importante para prevenir la 46 osteoporosis y ciertas enfermedades crónicas en grupos tales como los adultos mayores en residencias permanentes (Holick 2005). Adicionalmente, investigaciones en unidades de cuidado de pacientes con Alzheimer, relacionaron el diseño de las instalaciones para una mayor exposición solar, con los menores niveles de agitación de los pacientes (Sloane et al. 1998). Este hallazgo se refuerza por los resultados de un estudio prospectivo sobre paciente con demencia que demuestra que dos periodos de exposición de 10 días a la luz brillante de la mañana, reduce la agitación (Lovell et al. 1995). Los mismos pacientes se vuelven significativamente más agitados durante los días sin tratamiento. Tal como se apuntó previamente, la exposición a la luz solar es importante para regular el ritmo circadiano, y para sincronizar el ciclo sueño/despierto. Un par de investigaciones sugieren que la exposición a niveles más altos de luz solar o luz artificial blanca, puede mejorar el sueño en las comunidades de adultos mayores en residencias permanentes y en personas con demencia (Van Someren et al. 1997). Al menos tres estudios en infantes prematuros han descubierto que la exposición a la luz solar y a la noche, o a ciclos de luz artificial, mejora su sueño y ganancia de peso (Mann et al. 1986; Blackburn y Patterson 1991; Miller et al. 1995). Para el personal de salud de turno mañana, la exposición a la luz de la mañana es el estímulo ambiental primario para entrenar o regular sus ritmos circadianos, y por lo tanto, promover su estado de alerta durante el día, su performance cognitiva y su calidad de sueño durante la noche (Rea 2004). El rol clave de la luz diaria en la regulación del reloj corporal implica la importancia de ofrecer ventanas en los espacios de salud y áreas de descanso de las enfermeras y demás personal. Las ventanas que atenúan la exposición de la luz solar, sin embargo, pueden entorpecer este entrenamiento circadiano y erosionar el estado de alerta y la calidad del sueño (Rea 2004). Un estudio del personal de un hospital turco sugiere que las enfermeras que estuvieron expuestas a la luz solar por tres o más horas al día experimentan menor stress en el trabajo y obtienen mayor satisfacción con sus tareas (Alimoglu y Donmez 2005). Investigación: Efectos de la Luz Solar en la Depresión y el Dolor Diversos estudios indican que la exposición a la luz solar o a la luz artificial brillante – es efectiva en reducir la depresión y en mejorar el humor, incluso en pacientes hospitalizados con depresión severa. Los mecanismos de acción del tratamiento con luz para la depresión están parcial, pero no totalmente comprendidos. La luz cayendo sobre la retina influye activamente en la glándula pineal y por este camino suprime o retarda la secreción de melatonina, por ende reduciendo la depresión, incrementando la alerta durante el día, y promoviendo la calidad del sueño (Martiny 2004). 47 Un meta-análisis de estudios controlados aleatorios publicados por el American Journal of Psychiatry concluyo que el tratamiento con luz para la depresión estacional y no-estacional es “eficaz, con tamaños de efecto equivalentes a aquellos de la mayoría de las pruebas de farmacoterapia antidepresiva” (Golden et al. 2005, 656). Comparados con las drogas antidepresivas, la exposición a la luz ofrece la ventaja de actuar más rápido. Con respecto a esto, diversos estudios han encontrado que la luz solar puede aliviar significativamente la depresión, después de aproximadamente dos semanas de tratamiento, mientras que las drogas antidepresivas tiene un delay de al menos cuatro a seis semanas. Algunos estudios sugieren que la exposición a la luz de la mañana es más efectiva que la de la siesta o incluso de la tarde, si bien la exposición a la luz en el medio del día o a la siesta, también reduce la depresión significativamente (Martiny 2004). Si bien a menudo se usa la luz artificial para tratar la depresión, unos pocos estudios sugieren que el diseño arquitectónico y las decisiones de emplazamiento para las instalaciones de salud pueden afectar los niveles de depresión y otros resultados de salud al influir sobre la cantidad de exposición a la luz solar que reciben los pacientes. Beauchemin y Hays (1996) reportan que pacientes adultos hospitalizados por depresión severa en un hospital canadiense tuvieron estadías sustancialmente más cortas cuando fueron asignados a habitaciones soleadas, en lugar de habitaciones que estaban siempre en sombra. De forma similar, un estudio en instalaciones en Italia encontró que pacientes adultos hospitalizados por depresión bipolar permanecían un promedio de 3.7 días menos si se les asignaban habitaciones con fachada al Este expuestas a la luz brillante de la mañana, en comparación con pacientes similares en habitaciones con fachadas al Oeste con menos luz solar (Benedetti et al. 2001). Aparte de los pacientes con problemas mentales, la depresión es un serio problema entre varias otras categorías de pacientes, tales como aquellos con enfermedades cardiovasculares o cáncer. Un estudio retrospectivo de pacientes con infartos de miocardio en unidades de terapia intensiva en un hospital de Canadá, sugiere que las pacientes mujeres tenían estadías más cortas si sus habitaciones eran soleadas, versus habitaciones con exposición o ventanas oscurecidas (Beauchemin y Hays 1998). En el mismo estudio, la mortalidad de ambos sexos era menor en las habitaciones soleadas que en las habitaciones con fachada al Norte (Hemisferio Norte). Además de reducir la depresión y acortar los tiempos de estadía, hay algunas evidencias de que una mayor exposición a la luz solar alivia el dolor. El presunto mecanismo para la reducción del dolor es que una mayor exposición a la luz solar influye en los niveles de serotonina, un neurotransmisor conocido por inhibir los caminos del dolor. Walch y colegas (2005) realizaron un fuerte estudio prospectivo enfocado en pacientes atravesando cirugías de espina dorsal o cervical que fueron admitidos en el post-operatorio a habitaciones, o bien en el ala soleada, o en ala sombreada de la clínica. Los pacientes en las habitaciones soleadas, comparados con aquellos en las sombreadas, estuvieron expuestos en promedio a una intensidad de luz solar que fue un 46 por ciento superior. Los resultados indican que los pacientes en estas habitaciones más soleadas reportaron menos dolores y stress, tomaron un 22 por ciento menos de analgésicos y presentaron costos de medicación un 21 por ciento menor. Se debe mencionar que las habitaciones sombreadas – y con pacientes con mayores dolores – fueron resultado de la construcción de un nuevo ala a 25 metros de distancia, que bloqueo la luz solar en un lado del edificio original. Este episodio subraya a los arquitectos y administradores la 48 importancia de prestar mucha atención a la orientación de los edificios en los nuevos proyectos, y de evitar plantas en las cuales algunos edificios bloqueen la luz a otros (Ulrich et al. 2006). Figura 6-9: Terraza jardín en el Hospital Legacy Health, Salmon Creek, Washington. El jardín permite que los usuarios queden expuestos al sol y se sumen a actividades restaurativas sedentarias, tales como observar los cerros y bosques distantes. Se ofrece una habitación de meditación en medio del jardín (derecha al centro). El jardín presenta vistas restaurativas desde las ventanas de los pacientes postrados, y una banquina evita que las personas en el jardín se acerquen a mirar dentro de las habitaciones de los pacientes, violando su intimidad (las habitaciones de los pacientes están fuera de imagen, hacia la derecha). Resumen e Implicaciones para el Diseño Este capítulo discute la teoría evolutiva o biofílica proponiendo que la exposición a la naturaleza y la luz solar en ambientes de salud deberían reducir el stress, disminuir el dolor, y promover mejores en otros resultados de salud. Los argumentos conceptuales traen una implicación práctica, la cual es que: diseñando instalaciones y entornos para el cuidado de la salud que incorporen a la naturaleza y la luz solar podemos obtener influencias terapéuticas que sean resabios de la evolución, resultando en entornos más restauradores y sanadores para pacientes, familia y personal. La teoría sostiene que la capacidad para la recuperación rápida del stress luego de episodios demandantes fue tan fundamental para mejorar las chances de supervivencia de los primeros humanos como para favorecer a aquellos individuos con una predisposición parcialmente genética para responder restaurativamente a muchos entornos naturales. Tal reducción del stress debería promover mejoras, directa o indirectamente, en otros resultados de salud, tales como una función inmune mejorada y una reducción del dolor. Con respecto al dolor, la teoría evolutiva integra las teorías del 49 control de puertas y de la distracción de la medicina para explicar porque se podría esperar que la exposición a la naturaleza alivie el dolor de los pacientes. El marco evolutivo sostiene que los humanos modernos, como remanente genético de la evolución, tienen una capacidad para adquirir rápidamente respuestas restaurativas y otras respuestas saludables a ciertos escenarios y contenidos naturales (vegetación, agua), pero que no tienen tal predisposición para la mayoría de los entornos construidos o dominados por artefactos y materiales (hormigón, vidrio, metal, por ejemplo). Además de la naturaleza, la exposición a la luz solar también fue crítica para el bienestar, la salud y la supervivencia de los primeros humanos. Como legado de esta importancia, los modernos humanos están psicológica y biológicamente adaptados a la luz solar y a los cambios cíclicos de luz y oscuridad. El marco evolutivo predice que la exposición a la naturaleza soleada o bien iluminada en edificios de salud, debería ser más eficiente que los escenarios naturales oscuros o nublados al momento de propiciar la restauración, mejorar el bienestar emocional y promover la salud. El entorno físico menos eficiente seria el espacio construido o dominado por artefactos, que carecen de naturaleza y tienen condiciones de iluminación oscura o reducida. o De acuerdo a la posición conceptual con respecto a la naturaleza, los estudios empíricos sobre grupos de no-pacientes usando diseños experimentales prospectivos han mostrado que, incluso una visión breve de la naturaleza puede producir una recuperación psicológica y fisiológica rápida y sustancial del stress. o Estudios rigurosos en laboratorios y en entornos reales han encontrado confiablemente que la visión de la naturaleza produce una significativa restauración fisiológica a los pocos minutos. o Investigaciones limitadas en entornos de salud han encontrado, de manera similar, que las visuales naturales propician la restauración de pacientes con stress. o Y más importante, varios estudios controlados sobre pacientes han mostrado, convincentemente, que la distracción con la naturaleza puede producir una reducción sustancial, y clínicamente importante, del dolor. Un puñado de estudios sugiere que jardines bien diseñados en espacios de salud pueden ser ambientes restauradores efectivos para pacientes, familias y personal estresado. Investigaciones limitadas sugieren la posibilidad de que estos jardines bien diseñados son importantes a la hora de reducir el stress e incrementar la satisfacción laboral de enfermeras y otros trabajadores de la salud. Con respecto al arte, los estudios empíricos han demostrado que los adultos de todas las culturas prefieren la naturaleza por sobre otros temas artísticos, un hallazgo consistente con la teoría biofílica o 50 evolutiva. Investigaciones recientes sobre las preferencias artísticas de niños de diferentes edades sugieren que la gran mayoría de los pacientes pediátricos hospitalizados y niños de escuela nohospitalizados también prefieren el arte naturalista. Una cantidad creciente de investigaciones señalan que la exposición a la luz solar en los entornos de salud tiene influencias benéficas sobre los pacientes y el personal. La luz solar estimula el metabolismo de la vitamina D, y juega un rol central en la regulación del ritmo del reloj corporal y en la sincronización de los ciclos de sueño/despierto. La exposición al día y la noche, o de ciclos de iluminación artificial, mejora el sueño en personas con Alzheimer. Para el personal de salud del turno mañana, la luz solar de la mañana ayuda a regular los ritmos circadianos, y por ende, puede propiciar el estado de alerta durante el día, una mejor performance cognitiva y un mejor sueño por la noche. Mayores niveles de exposición solar en los edificios de salud pueden disminuir el stress de trabajo e incrementar la satisfacción laboral entre las enfermeras. Varios estudios controlados sobre pacientes han producido fuertes evidencias de que la exposición a la luz artificial brillante o a la luz solar, es efectiva en la reducción de la depresión y en el mejoramiento del humor, incluso en personas que sufren depresiones severas. Un puñado de investigaciones sugieren que el diseño arquitectónico y las decisiones de emplazamiento para los edificios de salud, debido a la influencia en la cantidad de exposición solar que reciben los pacientes, puede impactar en los niveles de depresión y en resultados de salud tales como la longitud de la estadía y el dolor. Con respecto a esto último, el dolor, un estudio encontró que los pacientes de cirugías asignados a habitaciones más asoleadas o brillantes, en comparación a aquellos en habitaciones en sombra, reportaron menos dolor y requirieron menos calmantes. La prioridad y recursos dedicados al diseño biofílico de espacios de salud, estarán fuertemente influenciados por hasta qué punto investigaciones rigurosas demuestren que las medidas biofílicas mejoran los resultados de salud, y además, que su relación costo-efecto resulta rentable. Si bien la cantidad de investigación biofilia/salud está en aumento constante, y ya hay varios estudios disponibles sobre cuestiones tales como la reducción del stress, dolor y depresión, no hay una necesidad clara para realizar investigaciones adicionales que llenen los agujeros del conocimiento. Se necesitan rigurosas investigaciones prospectivas para profundizar el entendimiento de tópicos tales como la efectividad de la exposición a la luz solar y de las ventanas con vistas a naturaleza real en el alivio de dolores a través de una diversa categoría de pacientes, los impactos de la experiencia de los jardines pasivos y de los físicamente activos sobre los resultados de salud, y la extensión hasta la cual los entornos naturales reales pueden superar a las simulaciones al momento de propiciar resultados clínicos. Una necesidad prioritaria es la de investigaciones para desarrollar el negocio o factibilidad financiera del diseño biofílico en espacios de salud. El optimismo parece estar garantizado para perseguir esta dirección clave, dado que algunas investigaciones ya implican que al diseñar hospitales para ofrecer vistas naturales y exposición solar, se pueden lograr sustanciales ahorros de costos porque, por ejemplo, se reduce la ingesta de costosas drogas, y la permanencia para ciertas categorías de pacientes es reducida (Berry et al. 2004). Implicaciones para el Diseño Biofílico de Edificios de Salud 51 A pesar de las necesidades de investigación destacadas, existe ahora suficiente evidencia fidedigna disponible para ofrecer las siguientes recomendaciones de diseño biofílico de espacios de salud: 1. El diseño arquitectónico y el emplazamiento deberían ofrecer ventanas con visuales naturales restauradoras y jardines para las habitaciones de los pacientes, áreas de espera, espacios de trabajo del personal y otras áreas interiores en donde el stress es un problema. Las habitaciones de los pacientes y las ventanas deberían estar diseñadas para hacer posible que las personas postradas puedan ver la naturaleza. Ofrecer ventanas con vistas naturales en espacios de tratamiento y procedimientos en donde el stress y el dolor son problemas son de alta prioridad. 2. Ofrecer vistas naturales con características identificables por investigación, tales como aliviar el stress y mejorar los resultados de salud, incluyendo follaje verde, flores, agua, características del tipo sabana (arboles con pastos bajo la copa, alguna profundidad visual), vida silvestre noamenazante tales como aves, y luz solar o buena luz en contraste con luces tenues o sombras. Evitar vistas desde ventanas hacia espacios exteriores con las siguientes propiedades, las cuales pueden obstruir la restauración o incluso agravar el stress en algunos pacientes: o Espacios dominados por superficies duras o contenido construido (tales como hormigón); o Techos y estacionamientos carentes de vegetación; o Muros u otros edificios; o Esculturas abstractas o ambiguas que se puedan interpretar de múltiples maneras pos pacientes estresados (Ulrich 1999). 3. La evidencia relaciona una mayor exposición a la luz solar con la reducción de la depresión y dolor de los pacientes, además de otros resultados mejorados que subrayan la importancia de ofrecer cuidadosas consideraciones a la orientación de los edificios de salud y a la planificación del emplazamiento en nuevos proyectos (Ulrich et al. 2006). Evitar las plantas en donde algunos edificios bloqueen la luz a otros. Los hospitales y las instalaciones de salud mental deben ser sitiados y diseñados para asegurar que los pacientes deprimidos tengan abundante luz natural. 4. Evitar las plantas profundas – con grandes proporciones de habitaciones sin ventanas – dado que pueden tender a empeorar los resultados de pacientes y personal. También, los hospitales no deberían ser diseñados con las ventanas de los pacientes mirando hacia atrios cerrados con techos y unos pocos lucernarios y mínima iluminación natural, dado que este approach arquitectónico prácticamente elimina la exposición a la iluminación natural en las habitaciones de los pacientes. Las habitaciones que miran a atrios pueden presentar la desventaja adicional de que las ventanas de los pacientes estén fuertemente coloreadas para evitar que las personas en el atrio pueden mirar hacia el interior de las habitaciones y violar su privacidad. 5. Se deben ofrecer grandes ventanas para permitir una mayor exposición a la luz solar y las vistas naturales restauradoras en las habitaciones de pacientes y otros espacios en donde la depresión, dolor y stress son un problema. Sin embargo, se deben evitar los diseños que creen resplandores solares. Las consideraciones biofílicas en favorecen el diseño de habitaciones de pacientes con baños ubicados en los corredores o en las cabeceras de las paredes, en lugar de en las paredes de las ventanas o del muro externo, para facilitar ventanas de mayores dimensiones, una mejor exposición al sol, y un mayor acceso a las visuales de la naturaleza o de jardines para los pacientes postrados. 52 6. Ofrecer jardines exteriores bien diseñados para pacientes, familia y personal. Las características de diseño de los jardines exitosos en espacios de salud incluyen contenidos naturales reales (tales como vegetación verde, agua); formas convenientes de encontrar el camino a los jardines; accesibilidad; asientos móviles que facilitan la interacción social; acceso a la privacidad; sonidos naturales congruentes (aves, agua, brisas) en lugar de sonidos intrusivos urbanos o mecánicos (tráfico, aires acondicionados) y oportunidades para la actividad física, movimiento o ejercicio (Marcus y Barnes 1995; Ulrich 1999). Los jardines deben ofrecer a los usuarios fácil acceso a la sombra, debido a que algunas condiciones o tratamientos de los pacientes hacen que sean negativamente sensibles a la exposición directa al sol. Los espacios de jardines pensados para miembros adultos de las familias y del personal deberían propiciar actividades restauradoras sedentarias, tales como visuales naturales y sociabilización. En el caso de los jardines de niños, es importante incluir juegos activos y espacios de refugio calmo para los adultos. En las grandes instalaciones de salud, ofrecer un número de jardines descentralizados ubicados convenientemente cercanos a las unidades de cuidado de los pacientes, las áreas de espera y los espacios de trabajo del personal, para incrementar el uso y los beneficios de los jardines. 7. Se recomienda que las artes visuales (pinturas, impresiones y fotografías) presentadas en las habitaciones de los pacientes y otros espacios de salud en los cuales el stress y el dolor son un problema, le den prioridad a temas representativos de la naturaleza, con contenidos indudablemente positivos. Los diseñadores deberían consultar las guías para seleccionar arte usada por varios hospitales y centros médicos (Ulrich 1991; Ulrich y Gilpin 2003). Los siguientes, son ejemplos de categorías de temas recomendados por estas guías: o Paisajes de aguas calmas o aguas no turbulentas; o Paisajes con profundidad visual o apertura en el primer plano inmediato; o Imágenes de la naturaleza que presenten estaciones cálidas en donde la vegetación es verde y hay flores visibles; o Escenas con artefactos culturales positivos, tales como graneros y casas antiguas en entornos naturales; o Escenas de jardines; o Gente disfrutando en lugares con naturaleza prominente; o Escenas al aire libre en condiciones soleadas, sin nubes o clima amenazante (Ulrich y Gilpin 2003, 134-136). Los diseñadores y administradores de los espacios de salud deberían evitar el trabajo artístico abstracto, emocionalmente negativo, o surreal, dado que puede agravar el stress en algunos pacientes. 8. Considerar ofrecer tecnología para permitir que los pacientes experimenten la naturaleza simulada (pantallas de televisión, VR, etc.), en entornos médicos altamente estresantes en donde no es factible ofrecer contacto visual con la naturaleza real, incluidas las habitaciones de rayos, imágenes, o procedimientos tales como cauterización cardiaca. La simulación de la naturaleza que involucra tanto la estimulación visual como la auditiva puede tender a ser más cautivante y por ende más efectiva en aliviar los dolores severos. 53 54