Subido por manfredo1971

Pastoral-N-001

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Pastoral
Recursos para Agentes Pastorales de Editorial SAN PABLO – Lima – Perú
Año I – Nº 001 – 6 de agosto 2010
Formarse para crecer
Una vez más, Editorial SAN PABLO quiere dar un paso para seguir adelante
en la tarea de evangelizar al hombre de hoy con los medios de hoy; por eso,
nace este boletín Pastoral como una muestra concreta del deseo de servir a
los agentes de pastoral que se acerquen a nuestra página web. Esto quiere
decir que los lectores y lectoras no son exclusivamente de Lima, donde está
nuestra Casa central aquí en Perú, y ni siquiera del Cuzco o de Trujillo donde
tenemos librerías y una presencia física a través del libro, del CD, del DVD y
de las publicaciones periódicas. Los lectores y lectoras de Internet son ciudadanos del mundo.
El deseo de quienes hacemos estas páginas –desde quienes las escribimos
hasta quienes hacen posible que se publiquen– es ofrecer un servicio que
ayude a pensar, a plantearse nuevas y mejores formas de evangelización y
a convertirnos en discípulos de Jesús y misioneros de su mensaje con renovado ardor, una expresión acorde a los tiempos que corren y una metodología adecuada a las necesidades de los niños, los jóvenes y los adultos que
día a día construyen la Iglesia.
Aquí nos encontraremos quincenalmente –los primeros y terceros viernes de
cada mes y esperamos que no sea sólo una iniciativa unilateral, sino que se
de el camino de vuelta por medio de un e-mail, un comentario o un llamado
telefónico. San Pablo fue el apóstol de la comunicación y nosotros aspiramos
a seguir su ejemplo. La comunicación es un camino de ida y vuelta que no
se conforma con emitir mensajes sino que se realimenta si de esos mensajes se obtiene una respuesta. Por eso, los animamos e invitamos calurosamente a participar; eso también nos hará crecer.
Sin lugar a dudas, estas páginas son una propuesta de formación. Los agentes pastorales estamos en un camino de formación permanente. Nadie puede afirmar que ya ha logrado todo lo que se puede alcanzar en lo que respecta a la formación personal. Las personas nunca dejamos de crecer, salvo
que bajemos los brazos y nos abandonemos sin plantearnos nuevas metas.
Y, en esto de querer crecer, nadie está excluido. Ninguno puede decir que
no tiene posibilidades y capacidades. Basta con mirar a los apóstoles o a los
primeros discípulos y discípulas de Jesús; no hay, entre ellos, doctores de la
ley ni eruditos; gente sencilla y especialista en amar.
En este sentido, siempre que reflexionamos acerca del nacimiento de Jesús
y pensamos que Dios eligió a una mujer humilde, que vivía en un pueblo
común y que seguramente trabajaba como las mujeres de su época, no podemos dejar de sentir que ese testimonio es como una caricia para los que
tenemos dificultades y carencias. Por eso, desde la sencillez de quienes estamos en búsqueda vamos a ir compartiendo lo que tenemos. Contar con la
posibilidad de la tecnología no es otra cosa que un mayor desafío para hacer
las cosas bien. Contamos con la confianza en Dios y el apoyo de la comunidad para que este emprendimiento cumpla con su cometido.
1
Colección Crecer
(Historias para crecer)
Historias atractivas y edificantes para nuestra vida.
Pequeños relatos que nos
muestran grandes enseñanzas. Por ejemplo, salir adelante aún en las derrotas,
ser positivos, valorar la familia, unirse a un grupo sin
dañar a otros, potenciar
nuestras habilidades, etc.
Títulos:
Historias para crecer como persona.
Historias para crecer en
familia.
Historias para crecer en
comunidad.
Autor: Cristián Urzúa Pérez
Editorial: SAN PABLO
Pastoral l Editorial SAN PABLO l www.sanpabloperu.com.pe
La biblia y los jóvenes
Por Ricardo Stirparo y Horacio Prado: [email protected]
“Junto a la cruz de Jesús, estaba su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María
Magdalena. Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo a quien él amaba, Jesús le dijo: "Mujer, aquí tienes
a tu hijo". Luego dijo al discípulo: "Aquí tienes a tu madre". Y desde aquel momento, el discípulo la recibió
en su casa” Jn 19, 25-27.
El texto es muy claro con respecto
a la voluntad de Jesús: dejarnos a
su madre como “nuestra” madre.
María tiene esta gran capacidad
maternal de contener y acompañar a muchos. Ella que es madre
por haber sido elegida para concebir al Verbo (Lc 1, 26-38) y que
es madre porque “escuchó la Palabra de Dios y la practicó” (Lc 8,
21). Y como madre no puede
permanecer indiferente ante las
necesidades de sus hijos. No
permanece de brazos cruzados.
Por eso, sin temor, podemos decir
que María es mediadora de todas
las gracias que recibimos de Dios.
Maternidad y mediación están
íntimamente unidas. Desde su
amor maternal y su obediencia al
Padre participa de la única mediación de Cristo (cf. Redemptoris
Mater, 38).
Primer Momento
Vamos a armar grupos de seis jóvenes para debatir sobre una situación inventada y una guía de preguntas (la historia puede ser adaptada según las características del grupo con que trabajamos):
Juan y Enrique son amigos desde los seis años, viven en el mismo
barrio, fueron al mismo colegio y tienen muchos amigos en común.
Pero hace dos semanas que Juan cambió notablemente su manera de
comportarse, de hablar, de relacionarse con los demás. Realmente
parece otra persona.
El sábado pasado hubo una fiesta. Enrique estaba con un grupo de
amigas y amigos escuchando música cuando Juan hizo su entrada con
otros jóvenes. Todos ellos, incluido Juan, parecían haberse “entonado” antes de la fiesta. Entraron gritando y empujando a todo aquel
que se les interpusiera en el camino. Cuando Juan pasó cerca de Enrique ni siquiera lo saludó.
El resto de la gente miraba entre sorprendida y asustada.
En media hora hicieron tantos destrozos que fueron echados del lugar.
Y como estaban muy alcoholizados, quedaron prácticamente tirados
en la vereda.
Enrique salió inmediatamente del club y acercándose a Juan le ofreció
acompañarlo a su casa, a lo que este respondió con insultos y más
gritos, hasta le dijo que prefería quedar botado en la calle antes de
ser ayudado por un perdedor como él…
Juan se quedó amargadísimo. Sus amigos lo empezaron a aconsejar:
María: “Pobre, está muy mal y es un peligro que se quede en la
calle, ¿por qué no llamas a sus padres?”
Pedro: “Se lo tiene merecido, ¿has visto como nos trató?, ¡que lo
ayuden sus nuevos amigos!”
Vicky: “Y bueno, es lo que él eligió, que ahora se haga cargo. Hay
que respetarlo en sus decisiones”
Marcelo: “¿Qué le estará pasando? Deja que se la pase la borrachera y después conversa tranquilo con él”
Felices los jóvenes
Felices los jóvenes que descubren
que la juventud es un tesoro lleno
de fortaleza y acción, y son capaces de asumir el compromiso que
implica vivirla a fondo.
Autor: Juan Carlos Pisano
Editorial: SAN PABLO
2
Gabriel: “¿No lo vas a dejar en esas condiciones, no? ¡Siempre fueron amigos! ¡Él ahora te necesita!
Preguntas para compartir:
• ¿Qué consejo les parece más conveniente? ¿Por qué?
• ¿Qué valores o antivalores encierra cada consejo?
• ¿Qué consejo le darían ustedes?
Puesta en común.
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Segundo Momento: Anunciamos la palabra de las Bodas de Caná que está en Jn 2, 1-12.
En diálogo con el grupo destacamos algunas actitudes de María que podemos ir escribiendo en un papelógrafo:
Actitudes de María
• Acompaña siempre a Jesús
• Está atenta a las necesidades de los novios
• No critica la falta de previsión, sino que se dispone a ayudar
• Sabe a quién recurrir: Jesús
• Les da a los sirvientes el mejor consejo: “Hagan todo lo que él les diga”
• Confía en Jesús aunque aparentemente no iba a realizar nada
Profundizamos el consejo de María y tratamos de descubrir los valores que encierra ese consejo:
“Hagan lo que él les diga”
Confianza en Jesús
Humildad
Obediencia
Búsqueda de la
verdad
Búsqueda del bien del otro
Tercer Momento: Invitamos al grupo a recibir una tarjeta con tres consejos de Dios y pensar sobre qué
valores les propone vivir y en qué situaciones concretas se puede aplicar. Los coordinadores o catequistas
del grupo, podrán confeccionar las tarjetas con los consejos que mejor respondan a las experiencias o necesidades de los jóvenes con los que trabajan.
Consejo de Dios
Valores
Situación concreta de mi vida
Valores
Situación concreta de mi vida
Valores
Situación concreta de mi vida
“No juzguen para no ser juzgados. Porque con
el criterio con que ustedes juzguen se los juzgará, y la medida con que midan se usará para
ustedes” Mt 7, 1-2
“Cuando tú des limosna, que tu mano izquierda
ignore lo que haces con la derecha” Mt 6, 3
“Si se enojan, no se dejen arrastrar al pecado ni
permitan que la noche los sorprenda enojados,
dando así ocasión al demonio” Ef. 4, 26-27
Consejo de Dios
“Pidan y se les dará; busquen y encontrarán;
llamen y se les abrirá” Mt 7, 7
“Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores” Mt 5,44
“Vivan como hijos de la luz. Ahora bien, el fruto de la luz es la bondad, la justicia y la verdad”
Ef 5, 8b-9
Consejo de Dios
“Todo lo que deseen que los demás hagan por
ustedes, háganlo por ellos: en esto consiste la
Ley y los Profetas” Mt 7, 12
“No acumulen tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre los consumen, y los ladrones perforan las paredes y los roban” Mt 6, 19
“Sepan discernir lo que agrada al Señor y no
participen de las obras estériles de las tinieblas;
al contrario, pónganlas en evidencia” Ef. 5, 1011
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Consejo de Dios
Valores
Situación concreta de mi vida
Valores
Situación concreta de mi vida
“Si tu hermano peca, ve y corrígelo en privado.
Si te escucha, habrás ganado a tu hermano”
Mt 18, 15
“No se inquieten por su vida, pensado qué van
a comer, ni por su cuerpo, pensando con qué
se van a vestir” Mt 6, 25
“No sean irresponsables, sino traten de saber
cuál es la voluntad del Señor” Ef. 5, 17
Consejo de Dios
“Si tu hermano peca, repréndelo, y si se arrepiente, perdónalo” Mt 17, 3
“Busquen primero el Reino y su justicia, y todo
lo demás se dará por añadidura” Mt 6, 33
“Tomen la armadura de Dios, para que puedan
resistir en el día malo y mantenerse firmes después de haber superado todos los obstáculos”
Ef 6, 13.
Después del momento personal, invitamos a unirse a todos los que les tocó la misma tarjeta para que puedan compartir su meditación.
Cuarto Momento: En los mismos grupos donde se compartió el trabajo personal se busca alguna situación grupal/parroquial/barrial que necesite ser iluminada por la Palabra de Dios. Y arman una oración pidiéndole a la Madre que interceda por esa realidad:
A nosotros nos pasa
Tu Palabra nos dice
A ti madre te pedimos
Para finalizar cada grupo compartirá su reflexión y su oración.
“La misión maternal de María para con los hombres, de ninguna manera disminuye o hace sombra a la única
mediación de Cristo, sino que manifiesta su eficacia” (Lumen gentium, 60).
Canto a la madre de la misericordia
En María y por ella, el amor "misericordioso" no cesa de revelarse en la historia
de la Iglesia y de la humanidad. Tal revelación es especialmente fructuosa, porque se funda, por parte de la Madre de Dios, sobre el tacto singular de su corazón materno, sobre su sensibilidad particular, sobre su especial aptitud para
llegar a todos aquellos que aceptan más fácilmente el amor misericordioso de
parte de una madre.
Autor: Hipólito Martínez
Editorial: SAN PABLO
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Espiritualidad
Actitudes del discípulo: humildad y solidaridad
La oración,
pozo de espiritualidad
La vida espiritual es un camino que se adentra en el misterio de Dios, está presente en
nuestra propia vida y en toda
la realidad que nos rodea, y al
mismo tiempo, es difícil de
discernir en muchos momentos de nuestra existencia.
La oración sostenida, permanente, esforzada en los tiempos de sequía espiritual, nos
ayuda a aclarar la mirada, a
mirar las cosas con “los ojos
del corazón” (no es frase bíblica, es del libro “El principito”,
de Antoine de Saint-Exupéry,
que encierra una gran verdad)
para ver más allá de las cosas,
para abrir la puerta y permitir
que Dios entre en nuestra
vida.
Un agente de pastoral (catequista, animador de grupos,
dirigente eclesial…) es una
persona que inicia a los demás
en la vida espiritual. Que lleva
de la mano a otros para ayudarlos a experimentar a Dios,
su amor, su presencia, su
mensaje. Por eso es tan importante que nosotros mismos
estemos “iniciados” en el camino al cual queremos guiar a
otros. La oración es el pozo de
agua
viva
donde
“reiniciamos” constante y pacientemente nuestra experiencia
de Dios. En ella renovamos,
fortalecemos,
acrisolamos
nuestra fe, siempre en camino, para tener algo de agua
en las manos para llevar a los
demás.
El agua se acaba, por eso es
necesario volver al pozo, una
y otra y otra vez, hasta que,
en palabras de san Pablo, nos
veamos con el Dios bueno
“cara a cara”, en la fiesta del
amor.
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Para unirse verdaderamente a Jesús es necesario asumir la centralidad
del mandamiento del amor, que él quiso llamar suyo y nuevo: “Ámense
los unos a los otros, como yo los he amado” (Jn 15, 12). Este amor, con
la medida de Jesús, de total don de sí, además de ser el distintivo de cada cristiano no puede dejar de ser la característica de su Iglesia, comunidad discípula de Cristo, cuyo testimonio de caridad fraterna será el primero y principal anuncio, “reconocerán todos que son discípulos míos”
(Jn 13, 35). Cfr. Aparecida, 139.
El Evangelio nos muestra el camino
"En su enseñanza Jesús les decía también: «Cuídense de esos maestros
de la Ley, a quienes les gusta pasear con sus amplias vestiduras, ser saludados en las plazas y ocupar asientos reservados en las sinagogas y en
los banquetes; incluso devoran los bienes de las viudas, mientras se amparan detrás de largas oraciones. ¡Con qué severidad serán juzgados!»
Jesús se había sentado frente a las alcancías del Templo, y podía ver
cómo la gente echaba dinero para el tesoro; pasaban ricos, y daban mucho. Pero también se acercó una viuda pobre y echó dos moneditas de
muy poco valor. Jesús entonces llamó a sus discípulos y les dijo: «Yo les
aseguro que esta viuda pobre ha dado más que todos los otros. Pues todos han echado de lo que les sobraba, mientras ella ha dado desde su
pobreza; no tenía más, y dio todos sus recursos.» Mc 12, 28-34.
Pistas para la reflexión
Los maestros de la Ley o escribas eran los encargados de instruir al
pueblo en cuestiones religiosas, y eran muy respetados en el tiempo
de Jesús.
Como en otros pasajes del evangelio, Jesús señala su hipocresía y
juzga con severidad su actitud falsa, pues aparentan piedad exteriormente y en su interior tienen el corazón endurecido.
Al observar la ofrenda que una viuda realiza en el Templo, Jesús aprovecha para abrir los ojos de los discípulos y enseñarles la mirada de
Dios, que es diferente a la de los hombres, porque ve el interior, porque ve el corazón.
En aquellos tiempos las viudas eran pobres y debían vivir de las ayudas de los demás, pues las mujeres no podían trabajar en forma independiente. Las monedas que da la viuda pueden tener poco valor, pero a los ojos de Dios son mucho más valiosas que las ofrendas de los
ricos, pues éstos dan de lo que les sobra, y la viuda de lo que tenía
para vivir.
Su ejemplo nos invita a cambiar el corazón.
Para compartir con nuestra comunidad
Preguntas para partir de la vida
¿Cómo es nuestra vida de fe frente a los demás? ¿Nos gusta aparentar?
¿Conocemos en nuestra comunidad personas humildes como la viuda
del evangelio, que dan de corazón lo poco que tiene? Nombrarlas y
compartir su ejemplo con los demás.
Preguntas para profundizar el evangelio
¿Qué enseña el evangelio para los agentes de pastoral? ¿Qué actitudes debemos evitar? ¿Qué actitudes debemos fomentar?
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Formación pastoral
Por María Inés Casalá: [email protected]
Segundo momento
Primer momento
Preguntar: ¿Para qué utiliza un modelo un pintor?
Para crecer en la fe y en nuestro compromiso cristianos, también necesitamos de modelos.
Para sacar de dentro suyo
lo mejor que tiene y lo que
pretende comunicar. Los
modelos no se copian tal
cual.
María es el mejor modelo que nos ayuda a crecer y a encontrar nuestro
camino y lo que Dios quiere de nosotros para que seamos felices. ¿Por qué
María es modelo? ¿Podemos repetir lo que ella hizo?
Conversar acerca de las
verdaderas características
de un modelo. ¿Qué persona puede ser modelo
según lo que se estuvo
conversando? ¿Por qué?
¿Quiénes son modelos en
la sociedad, en la familia,
en la escuela...?
Obviamente no se trata de pasar por las mismas situaciones. Dios no nos
va a pedir que seamos la mamá de Jesús como se lo pidió a ella. ¿Qué podemos aprender de su Sí a Dios?
Para descubrir por qué María es nuestro modelo de fe, realizamos el siguiente trabajo:
En pequeños grupos, buscamos los textos relacionados con María, y escribimos de qué es modelo María en cada una de esas situaciones. No hay
que describir qué está haciendo y diciendo María, sino qué nos puede ayudar en nuestra vida, qué actitudes muestra María que nosotros podamos
tener.
¿De qué fue modelo?
¿Cómo nos ayuda para nuestra vida?
Lucas 1, 26 – 38
Lucas 1, 39-45
Lucas 1, 46- 56
Lucas 2, 22-24
Lucas 2,1-12
Juan 19,25
ORACIÓN
Tercer momento
• ¿Aceptamos a María cómo modelo?
• ¿Cómo nos ayuda a crecer en la fe?
• ¿Cómo nos ayuda en nuestra vida cotidiana?
Le damos gracias a María por haber sido modelo de generosidad, de entrega, de felicidad, de... y le pedimos a
Dios que nos ayude a vivir esas actitudes en las situaciones que nos taca vivir.
El silencio de María
Un libro necesario para el lector actual aturdido por los ruidos de todo tipo. Es una
preciosa guía para conocer a la Virgen María. El silencio es la palabra que resume su
historia y su personalidad.
Autor: Ignacio Larrañaga
Editorial: SAN PABLO
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Posibilidades para completar el cuadro
Lucas 1, 26-38
Anunciación: Modelo de aceptación de la voluntad de Dios. Nos ayuda a aceptar con
alegría lo que Dios nos pide y a vivir con alegría las cosas que nos pasan.
Lucas 1, 39-45
Visita a Isabel: Modelo de servicio; es un claro ejemplo de quien piensa en los otros
antes que en sí mismo. Nos puede ayudar a descubrir la alegría de servir a los demás.
Lucas 1, 45-56
Magníficat: Modelo de agradecimiento y de reconocimiento de la acción de Dios en
nuestra vida. Nos puede ayudar a pensar en todo lo que tenemos y que hemos recibido
de Dios.
Lucas 2, 22-24
Presentación del niño en el templo: Modelo de pertenencia a la comunidad, de respeto por las costumbres. Nos ayuda a pensar en la importancia de pertenecer a la Iglesia.
Juan 2, 1-12
Bodas de Caná: Modelo de servicio y disposición a descubrir qué necesitan lo otros. Nos
ayuda a tener los ojos abiertos para darnos cuenta de aquello que está ocurriendo a
nuestro alrededor.
Juan 19, 25
María al pie de la cruz: Modelo de aceptación de la voluntad de su hijo; ejemplo de
acompañamiento para que sepamos acompañar al que está sufriendo.
El rincón del cuento
Un grupo de jóvenes de un colegio se había organizado para armar una murga y participar de los
festejos del Carnaval del siguiente año. Los sábados se reunían en una plaza, invitaban a todas y a
todos los que querían participar y, durante tres
horas, bailaban sin cesar.
Algunos vecinos protestaban porque la música era
muy fuerte, pero otros estaban muy contentos
porque durante esas horas sus hijos tenían una
actividad sana y alegre para hacer.
Para ingresar a la murga no se pedía ninguna condición. Sólo hacía falta tener ganas de bailar. No
importaba si lo hacían bien o mal. Por eso, cada
vez, se sumaban más integrantes que eran recibidos con entusiasmo.
La mayoría de los días ensayaban vestidos con ropa común y, sólo para las fiestas utilizaban la ropa
típica de la murga y se maquillaban y pintaban el
rostro con hermosas alegorías.
Para diciembre festejaban el cumpleaños de la
murga invitando a otras agrupaciones vecinas, y
ese día, todos se ponían la levita con los apliques
típicos que se esmeraban en hacer con mucha dedicación.
En uno de esos cumpleaños, no recuerdo si fue el
segundo o el tercero, se presentó un joven que ya
estaba con el rostro pintado y vestido con el uniforme de la murga. Se acercó al director y, con
pocas palabras, pidió permiso para participar.
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De inmediato fue aceptado y, cuando comenzó a bailar,
todos miraban asombrados que bien que se movía, que
ritmo que tenía las volteretas que realizaba y las patadas al aire que daba... Fue el más aplaudido de la tarde.
Al finalizar la fiesta, se acercó al director de la murga y
le preguntó si podía seguir participando, porque él
había aprendido a bailar en su escuela pero no tenía
ninguna agrupación fija donde poder estar.
Por supuesto que el director lo aceptó, mientras trataba
de ocultar su asombro.
¿Saben por qué estaba asombrado? Porque cuando el
joven le estaba hablando, se dio cuenta que tenía
síndrome de Down.
Y se quedó pensando. ¿Por qué nunca se le había ocurrido invitar a chicas y chicos como él a bailar? A partir
de ese día hizo invitaciones y fue a las escuelas para
chicos con capacidades especiales de toda la ciudad.
Muchos se integraron y, por supuesto, no todos bailaban como este joven, pero se destacaban por tener
tanto entusiasmo y ganas que contagiaban a los demás.
Para pensar y conversar acerca del cuento
La palabra discriminación está presente en las escuelas,
en los medios de comunicación y en numerosas conversaciones. Permanentemente se escuchan comentarios
discriminatorios por cuestiones de raza, sexo o religión.
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También se dejan de lado personas que tienen alguna discapacidad, a mujeres que tienen muchos
hijos o se aprovecha de madres que necesitan trabajar pagándoles sueldos inferiores a lo que pagarían a un varón.
¿Qué hacemos como padres, docentes y catequistas? Insistir permanentemente acerca de la dignidad de las personas, de que todos somos creados
a imagen de Dios, de lo que significa el amor, la
comprensión, la ayuda mutua y la diversidad en sus
múltiples formas.
• ¿En qué situaciones hacemos diferencias entre las
personas?
• ¿Juzgamos a los demás por su aspecto, condición física, nacionalidad, color de piel…?
• ¿Dejamos de lado a alguien? ¿Por qué?
Liturgia y pastoral
Por Juan Carlos Pisano: [email protected]
¿Para qué sirve el agua bendita?
El agua es uno de los elementos más importantes para la vida. Una persona puede sobrevivir más tiempo sin alimento que sin agua, y
por esta razón, la mayoría de las culturas y
religiones le han dado una gran importancia.
Así fue que, para los cristianos, el agua se
convirtió en un signo de vida. Por el agua del
Bautismo nos reconocemos hijos de Dios, nos
unimos a Jesús resucitado y recibimos la gracia vivificante del Espíritu Santo. Así, el agua
no es sólo un signo de la vida, sino de una vida en plenitud y abundancia.
El sentido del agua bendita sobre los objetos
El agua bendita la utilizamos para hacernos recordar
la fe y los compromisos adquiridos por el Bautismo.
Es muy común que cuando un sacerdote bendice
una casa o un local, además de las palabras de bendición, derrame agua bendita con la finalidad de recordar a las personas que son ellas quienes dan
razón de ser y sentido a esos lugares. Por la misma
razón, se derrama agua sobre los objetos devocionales o religiosos como cruces, medallas, escapularios, rosarios, imágenes o velas. Cuando se bendice
un auto, el agua recuerda a su conductor el compromiso de vivir los valores del Evangelio cuando
conduce.
El agua bendita en las iglesias
El agua bendita colocada en la entrada de
muchas iglesias pretende que al ingresar
en ellas, los fieles recuerden que por el
Bautismo ingresaron a la comunidad cristiana. También el agua se utiliza en forma
popular para recibir el perdón de los pecados veniales y sólo de ellos, pero no suple al sacramento de la reconciliación
(confesión).
El agua bendita es un sacramental
La diferencia entre un sacramento y un sacramental es
que los sacramentos son signos sensibles y eficaces de
la gracia, instituidos por Cristo y confiados a la Iglesia,
a través de los cuales se nos otorga la vida divina. En
cambio, los sacramentales son signos instituidos por la
Iglesia (no por Cristo), para preparar a los hombres a
recibir el fruto de los sacramentos y santificar diversas
circunstancias de la vida.
El agua bendita es un instrumento por medio del cual
recibimos la bendición y protección de Dios, pero no es
el agua en sí la que tiene poderes especiales. Es Dios la
fuente de toda bendición. Por eso es necesario tener
cuidado en considerar al agua bendita como un elemento mágico o mezclar nuestro pensamiento religioso
con elementos supersticiosos.
Pastoral – Director: P. Alberto Scalenghe, ssp l Coordinador Equipo de Redacción: Juan Carlos Pisano l
Diseño: Eduar Ruíz Delgado l Edita: SAN PABLO, Av. Armendáriz 527, Miraflores, Lima (Perú), Telefax: (01)
4460017, www.sanpabloperu.com.pe; [email protected]
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