LA CRTIICA REALIDAD DE LA EQUIDAD DE GENERO EN BOLIVIA Autor : Lopez Monrroy Alexia Kazandra Uno de los temas principales de los últimos tiempos que han generado controversias en todo el mundo ha sido la equidad de género; teniendo la consecuencia de levantamientos, discusiones, votaciones, debates, etc. Pues sí, aunque para muchos nos parezca extraño saber que la mujer no se consideraba a la misma altura, en lo económico, deportivo, social y cultural con el hombre; esa era la realidad. Las situaciones sucedidas en nuestro país se relacionan con todas las de américa latina, ya que se han seguido las mismas tendencias políticas En estas últimas décadas se han avanzado en muchas situaciones de igualdad para la mujer; quien se ha convertido en un pilar fundamental de progreso para las naciones y aunque no ha sido fácil que, hasta ese lugar, con constancia y sacrificio lo ha logrado. Hoy por hoy nos encontramos con mujeres líderes, revolucionarias, progresistas, emprendedoras, etc.; que luchan día a día para derrotar el machismo impuesto desde el inicio de los tiempos. La historia de la humanidad muestra, como la mujer ha sido, durante siglos, quien más ha sufrido la discriminación social, no solo por negarle la oportunidad de superación personal, sino también menospreciando su inmensa labor dentro de la sociedad, desde el hogar., precisamente estos roles y estereotipos son los que han dado lugar a un sinnúmero de atropellos, abusos y agresiones contra la mujer. Las mujeres enfrentan grandes desventajas en el mundo del trabajo. Les pagan menos que a los hombres, incluso cuando hacen lo mismo. Y esto no se explica porque ellas sean menos productivas o estén menos educadas. Las normas sociales de nuestro contexto también imponen muchas más responsabilidades domésticas a la mujer. Desde la ciudad al área rural y en todos los países del mundo, las mujeres dedican más tiempo a oficios del hogar, incluso cuando ellas son trabajadoras de tiempo completo, se insertan en condiciones de amplia desventaja con respecto a los hombres, en los empleos urbano y rural, en las ramas de actividad más descalificadas y en ocupaciones tradicionales, consideradas como una extensión de sus actividades y habilidades domésticas. Detrás de las altas tasas de mortalidad infantil y materna, están mujeres que todavía no tienen muchas alternativas de controlar su fecundidad, que no confían en la oferta institucional de salud y que deben criar a sus hijos en pésimas condiciones de vivienda y ausencia de servicios básicos. Lo que nos muestra que no existen suficientes programas de salud con amplia cobertura, calidad y calidez, que los esfuerzos y gastos en salud no han alcanzado a quienes más los necesitan. La mayoría de los analfabetos son mujeres rurales, son ellas también las que tienen menores niveles de instrucción. En general, los varones tienen mayores posibilidades de continuar estudios secundarios y superiores, así, entre la escasa población que logra salir profesional, las menos, son mujeres. Existe todavía una serie de estereotipos y prejuicios vigentes sobre la necesidad de educarse de las mujeres, asociado también a condiciones de pobreza, en la que los padres deben priorizar el acceso a la educación, entre los hijos. Bolivia es un país con una gran tradición y capacidad de organizarse. Las organizaciones sociales sean campesinas, sindicales, gremiales, vecinales, étnicas y otros, en tanto organizaciones de decisión política y actores del movimiento social boliviano, han estado y están dirigidas y protagonizadas preponderantemente por varones. La participación de las mujeres siempre fue y es activa, pero aún simbólica. Ellas no participan en la misma condición de representación, en debates y discusiones, elaboración de propuestas, definición de estrategias y defensa de los planteamientos centrales que las involucran. Esta situación es evidente en todas las organizaciones sociales y políticas del país, desde las campesinas/ indígenas hasta las confederaciones sindicales urbanas. Al interior de ellas, como reconocimiento a la presencia de las mujeres se tiene carteras, comisiones o secretarías que hacen referencia a los asuntos de mujeres, situación que es aceptada por las mujeres y que en la práctica es todavía un reconocimiento simbólico. Esta situación está definida no solamente por sistemas culturales de género que determinan los roles públicos como masculinos, sino que también pasa por las desventajas acumuladas que tienen las mujeres para acceder y representarse, tales como el nivel de instrucción, el dominio del idioma (para el caso de las campesinas), el conocimiento de la dinámica social y política, fuera de su familia y comunidad y básicamente porque en todas ellas recaen responsabilidades domésticas y productivas difíciles de delegar o abandonar. En esta situación, las mujeres campesinas e indígenas son los sujetos más subordinados y ausentes de los procesos políticos y sociales que vive el país. Y hay muy pocos esfuerzos y avances que se puedan destacar en esta década En el mercado laboral boliviano suelen ser mujeres profesionales quienes se localizan mayoritariamente dentro de los sectores más pobres (básicamente por razones de género) y las que carecen con mayor frecuencia de los recursos educativos, la capacitación, el acceso a los financiamientos, el apoyo para el cuidado de los hijos, el tiempo libre, la posibilidad de tomar decisiones, entre otros aspectos. Las reformas políticas que se han dado en el país en la década anterior, como la descentralización y la participación popular, ha determinado una dinámica política inusitada en torno a los municipios, sobre todo rurales, que ha generado procesos hacia el acercamiento de los ciudadanos al poder local, al acceso a recursos financieros y técnicos y a la emergencia de líderes locales. Las mujeres han tenido que pasar por muchos obstáculos para lograr una parcial igualdad de derechos en la sociedad, aunque aún falta mucho para un completa equidad de género, hoy por hoy se puede decir que ante la ley y derechos somos todos iguales. En nuestra Latinoamérica existe mucho machismo aun, pero esto no solo se debe a “la costumbre” por así decirlo, sino que hay déficit de educación y esto retrasa más el entender que todos somos iguales. Mi recomendación iría dirigida a los padres de familia, ya que ellos son los primeros maestros de sus hijos; ellos deben inculcarles a los niños valores de respeto, de humanidad, de equidad; enseñarles tanto a los hombres como mujeres sus derechos y obligaciones, así podemos tener personas en un futuro con pensamiento crítico y responsable en cada uno de sus acto Webgrafía: Coarite, F. (2013). Coaler. Obtenido de https://www.eldiario.net/noticias/2017/2017_03/nt170308/politica.php?n=76&-boliviasegundo-pais-del-mundo-con-equidad-de-genero-en-politica Codespa. (2018). Fundacion Codespa. Obtenido de https://www.codespa.org/blog/tag/objetivos-dedesarrollo-sostenible/?gclid=Cj0KCQjwgo_5BRDuARIsADDEntTYiDSu40IE7rY_ndVMfp4kclMDloR6YhJr1z7YaWfh9fM0yWz43AaAhAREALw_wcB Orozco, A. (2011). Bolivia Libre de discriminacion. Obtenido de https://www.bo.undp.org/content/bolivia/es/home/sustainable-development-goals/goal-5gender-equality.html Sanchez, E. G. (2015). Observatorio de Igualdad de Genero. Obtenido de https://oig.cepal.org/es/paises/bolivia