Subido por MICHAEL VEGA C�CERES

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WII,,LIAM SHAKESPEAR E.- OBRAS COMPLETAS
ra estudiar cada una de vuestras pala - ¡ Has ta. que ha.ya aclan i.d o esta incer U­
bras, no puedo comprender una sola de dumbre, entreguémon os a l encantamienlo que decís.
to que se nos ofrece! 1
LU CIANA. - Vaya, hermano, ¿qué muLucr,1NA. - Dr omio, ve a decir a !oE
d a nza se ha operado en vos'! ¿ Cn án- criados que sir va n la comida.
de habéis tratado así a mi hermana?
DROMio DE SrnACUS/\. - ¡ O h, que no
Ha envia do a Di·omio a buscaros para. te nga mi rosar io! ¡ Me santiguo como
comer.
pecador! ¡ Este es el país de la s hadas!
ANTÍFOLO DE -SIRACUSA.- ¿ A Dromio?
¡Oh er.igma de los enigmas! ¡ Ha b:a- DROMI0
DE SIRAcusA.-¿A mí?
. mos con duendes, bu'1.0s v espíritus ranADRIANA.-A t i ; y he a.qui la respues- tásticos ! Si no los obedecemos, suc ;'derú
ta que me has tra ído : que él te había que nos chupará n. la sang re o nos pe­
abofeteado y que en sus golpe s ha bía ll izcarán has ta ponerno s negTos y a zu­
negado mi casa por suya y a mí por su les.
esposa.
L ucIANA.- ¿ Qué ref unfu ñas ahí a tus
ANTÍF'OLO DE SIR ACUSA.- ¿ Has hablado solas, en lugar de respor.der? ¡ Dromio,
co-r. esta dama, bergant e? ¿ Cuál es el zánga no, caracol, holgazá n, idiota !
gi ro y fi na lida d de vuestra in t riga ?
DRO 1iuo DE S IR AC USA.- Amo, est oy meDRONno DE SIRACUSA.-¿ Yo, señ or? Ja- tamo;·foseado, ¿ verda c1?
má s la he visto hasta este momento .
ANTÍFOLo DE S IR AC USA.-- Cr eo que lo esANTÍFOLO DE SIR AC USA. - i Míen tes, mi- tás, en ¡,.l ma, y yo también .
se rable, pues acabas de repetir la s mis- DR GMIO DE S IRACUSA.- No, amo; en l as
mas pala bras que me has dicho en el dos cosas, en alma y cue rpo.
mercado!
ANTÍFOLO DE S IR ACUSA. Conservas, sin
DR0MIO DE S IRAC USA. - i En mi vida he embargo, tu pro pia forma.
hablado con ella !
DROMIO DE SI RACU SA. - i No, soy un
ANTÍFOL0 DE SIR ACU SA.- ¿Gómo, en ton- mono!
ces, nos llama Por nuestros nombre s, a LUCii\NA.--¡Si en algo te h as converno ser por inspiración?
tido, es en asno!
ADRIANA. - i Qué mal sienta a vuestra DROMI0 DE: S mAC USA. - Es verdad; me
gravedad fingir tan groseramente, de lleva d e las riendas y estoy ansioso de
acuerdo cm vuestro esclavo, excitándo- verle. No cabe duda, soy ur. asno. De
le a contra deciim e! Sea mía la c ulpa, otro modo, no era posible que yo me la
y q ue de ello no os toque .. parte; pero conocie;e ta n bien como ella me cono­
no la agravéis con más desprecios. Va- ce a mi.
mos, te cogeré del br a zo ; tú eres el ADRIANA.- Vamos, vamos; no seré ya
olmo, esposo mío, y yo la vid, cuya de- más una tonta que lleve la mano a los
bilidad, un ida a tu f uerza, me pres ta ojo, y llore , mien tras amo y criado ríen
algo de tu vigor . Si algo te desliga de y se burlan de mis males. Vamos, señor,
mí, no puede ser sino una vil plan ta , a comer. Dromio, guarda la puer ta . Es­
un a l1iedra usurpadora o un musgo in- poso mío, hoy comeré arri ba con vos y
útil que, creciendo sin cultivo, penetra os obligaré a confesar vuest ras mil tra­
en tu savia, la corrompe y vi ve a ex- vesuras . ¡ Pícaro, si alguien viene a pre­
pensas de tu ruina.
guntar por tu amo, dí que come fuera.
ANTÍFOLO DE SIRACUSA. - ¡ E s a mí a y no de jes er.tra r alm a vivien te! ¡ Va ­
quier- habla ! ¡ Me toma por tema suyo! . mos, hermana! ¡ Dr omio, haz bien tu
¡ Cómo ! ¿ Me habré casado con ella en , papel de portero !
sueños, O es.taré ahora dormido Y me ' ANTÍFOLO DE S IRACUSA.- ( Apa1·te.) ¿Es­
imagino todo esto? ¿ Qué error engaña I toy en la tierr a, en el cielo o en el in­
nue stros ojos y fascina nuest ros oidos? 1 fierno? ¿ Dormido o despierto? ¿Loco o
sean, correx & edit por J,Rubén Fernández
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