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NEMATODOS

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NEMATODOS FITOPATÓGENOS
Una realidad bastante importante en la producción de alimentos son aquellos
factores que a menudo se combinan dando lugar a la disminución de la producción
agrícola y es preciso cuantificar los principales factores limitantes de la producción,
entre los cuales se incluyen los nematodos fitopatógenos. Teniendo en cuenta la
amenaza de los nematodos en relación a otras plagas y enfermedades, es un reto de
enorme beneficio la cuantificación de los problemas nematológicos a través del
reconocimiento, la mejora de los procedimientos de campo y laboratorio (Talavera,
2003).
Los nematodos fitopatógenos de plantas se encuentran siempre presentes y están
asociados con el crecimiento de la planta y la producción del cultivo. Constituyen una
limitación significativa para la agricultura de subsistencia y pueden ser difíciles de
controlar. La determinación de la importancia de ciertas especies de nematodos,
comunidades de nematodos y la de los nematodos en combinación con otros
problemas no es una tarea simple en el mejor de los casos, siendo más difícil de
conseguir en climas tropicales que en climas templados (Talavera, 2003).
Los nemátodos presentan altos niveles reproductivos, con cinco y seis generaciones
anuales. Pueden depositar miles de huevos, formando paquetes. Los nemátodos no
participan directamente en la descomposición de la materia orgánica. Por el
contrario, son saprófitos o depredadores. Los nemátodos de vida libre consumen
microorganismos, mientras que los otros se alimentan de rotíferos y protozoos. Estos
patógenos pueden consumir hasta 5,000 células por minuto, ayudan a regular las
poblaciones microbianas del suelo y son parasitados, a su vez, por otros organismos del
suelo, es decir son consumidos como parte de la cadena alimenticia en el suelo
(Talavera, 2003).
El nivel de daño que causan los nematodos depende de una amplia gama de
factores tales como su densidad poblacional, la virulencia de las especies o aislados, y
la resistencia (habilidad de la planta de reducir la población del nematodo) o
tolerancia (habilidad de la planta de rendir una cosecha a pesar del ataque del
nematodo) de la planta huésped. Otros factores que también contribuyen, de una u
otra manera, son el clima, disponibilidad de agua, condiciones edáficas, fertilidad del
suelo, y la presencia de otras enfermedades y plagas. Sin embargo, aunque se tenga
conocimiento de la relación nematodo-planta y los factores que la influencian, este
espacio es más complejo de lo que se puede percibir. Por ejemplo, en la mayoría de
los casos se desconoce los umbrales del nematodo que causan daño en diversos
cultivos en varias partes del mundo y la amenaza que estos representan para los
mismos (Talavera, 2003).
1. Morfología
Según Guzmán et al, (2009), la palabra nematodo, proviene de los vocablos griegos
nema que significa “hilo” y eidés u oidos, que significan con aspecto de, siendo
definidos como animales filiformes con cuerpo sin segmentos y más o menos
transparentes, cubiertos de una cutícula hialina, la cual está marcada por estrías o
otras marcas; son redondeados en sección transversal, con boca, sin extremidades u
otros apéndices, muchos son parecidos a lombrices o con forma de anguila.
Aunque los nematodos sobreviven en casi todos los hábitats, son esencialmente
acuáticos. La mayoría de ellos son microscópicos y miden entre 300 y 1000 μm de largo
y entre 15 y 35 μm de ancho; su tamaño los hace invisibles a simple vista, pero pueden
ser fácilmente observados con la ayuda de un microscopio o estereoscopio.
Los nematodos fitoparásitos, según el género, tienen en la región anterior (cabeza) un
estilete hueco (estomatoestilete u odontoestilete) también llamado “lanza”, pero hay
algunos con estilete sólido modificado (onquioestilete). El estilete es usado para
perforar o penetrar las células de las plantas y a través de él extraer los nutrientes,
causando enfermedades en diferentes cultivos (Guzmán et al, 2009).
2. Anatomía
El cuerpo de un nematodo es más o menos transparente. Está cubierto por una
cutícula incolora que a menudo presenta estrías u otros detalles. Esta cutícula presenta
la muda cuando los nematodos pasan a través de sus etapas larvarias sucesivas.
Dicha cutícula se produce por la hipodermis, la cual consta de células vivas y se
extiende en la cavidad del cuerpo a manera de cuatro cordones que separan cuatro
bandas de músculos longitudinales. Estos músculos permiten que el nematodo pueda
moverse. En la boca y a lo largo del tracto digestivo y de las estructuras reproductoras
hay otros músculos especializados (Guzmán et al, 2009).
La cavidad del cuerpo contiene un líquido a través del cual se efectúa la circulación y
respiración del nematodo. El sistema digestivo es un tubo hueco que se extiende
desde la boca, pasa por el esófago, el felesino, el recto y el ano. A menudo seis labios
rodean a la teca. Todos los nematodos fitopatógenos poseen un estilete hueco o
lanza el cual es usado para perforar las células vegetales (Talavera, 2003).
Los sistemas reproductores están bien desarrollados, los nematodos hembras presentan
uno o dos ovarios seguidos de un oviducto y un útero que termina en la vulva. La
estructura reproductora del macho es semejante al de la hembra, pero hay un
testículo, una vesícula seminal y termina en un orificio común con el intestino. El macho
presenta también un par de espículas copulatorias sobresalientes. La reproducción se
efectúa por medio de huevecillos y puede ser sexual, hermafrodita o partenogenica,
lo anterior puesto que en muchas especies faltan los machos (Agrios, 2005).
3. Ciclo de vida
El ciclo de vida de la mayoría de los nematodos fitopatógenos es, por lo general,
bastante semejante. Los huevecillos se incuban y se desarrollan en larvas, cuya
apariencia y estructura es comúnmente similar a la de los nematodos adultos. Las
larvas aumentan de tamaño y cada etapa larvaria concluye mediante una muda.
Todos los nematodos tienen cuatro etapas larvarias y la primera muda a menudo se
produce en el huevecillo. Después de la última muda, los nematodos se diferencian en
hembras y machos adultos. La hembra puede entonces producir huevecillos fértiles
una vez que se ha apareado con un macho o, en ausencia de machos,
partenogenéticamente, o bien produce esperma por sí misma (hermafroditismo). La
reproducción puede ser, según la especie: Con la participación de los dos sexos
(Hermafrodita, Partenogenica) (Talavera, 2003).
El ciclo de vida comprendido desde la etapa de huevecillo a otra igual puede
concluir al cabo de tres ó cuatro semanas bajo condiciones ambientales óptimas, en
especial la temperatura, pero tardará más tiempo en concluir en temperaturas frías. En
algunas especies de nematodos la primera o segunda etapa larvaria no puede
infectar a las plantas y sus funciones metabólicas se realizan a expensas de la energía
almacenada en el huevecillo. Sin embargo, cundo se forman las etapas infectivas,
deben alimentarse de un hospedante susceptible o de lo contrario sufren inanición y
mueren. La ausencia de hospedantes apropiados ocasiona la muerte de todos los
individuos de ciertas especies de nematodos al cabo de unos cuantos meses, pero en
otras especies las etapas larvarias pueden desecarse y permanecer en estado de
reposo o los huevecillos pueden permanecer en el suelo en un estado de reposo
durante varios años (Agrios, 2005).
4. Daños causados
El daño mecánico directo causado por los nematodos mientras se alimentan es muy
leve. La mayoría de daños parece ser causados por la secreción de saliva introducida
en los tejidos de las plantas durante el proceso de alimentación. Ellos perforan la pared
celular, introducen saliva dentro del citoplasma, extraen parte del contenido celular, y
se movilizan en unos pocos segundos. (Agrios, 2005).
El proceso de alimentación causa una reacción en la células de las plantas afectadas,
resultando en la muerte o debilitamiento de los extremos de las raíces y yemas,
formación de lesiones y rompimiento de tejidos, abultamientos, agallas, arrugamiento y
deformación en tallos y hojas. Algunas de estas manifestaciones son causadas por la
descomposición del tejido afectado por las enzimas del nematodo, la cual, con o sin
la ayuda de metabolitos tóxicos, causa desintegración del tejido y muerte de las
células (Arauz, 1998). Otros síntomas son causados por alargamiento anormal de la
célula (hipertrofia), por supresión de la división celular, o por la estimulación de
proceso de división celular de una manera controlada y que resulta en la formación
de agallas (hiperplasia) o de un gran número de raíces laterales en o cerca de los sitios
de infección.
Los síndromes de las enfermedades de las plantas producidas por los nematodos son
complejos. Las especies que se alimentan de la raíz posiblemente disminuyen la
capacidad de las plantas de absorber agua y nutrientes del suelo y dé ésta manera
producen síntomas de deficiencia de agua y nutrientes en los Órganos aéreos de ellas.
En algunos casos, son las interacciones bioquímicas entre la planta y el nematodo las
que afectan negativamente la fisiología total de las plantas y la función de los
nematodos de proporcionar los puntos de entrada para otros patógenos, a lo que se
deben principalmente los daños que sufren las plantas; los daños mecánicos o la
obtención del alimento de las plantas por los nematodos es, en general, menos
importante, pero puede adquirir importancia cuando las poblaciones de estos
fitopatógenos son muy grandes (Talavera, 2003).
5. Tipos de alimentación en nematodos fitopatògenos
Según la APS, (2013), en su artículo; nematodos parásitos de plantas, indica que la
mayoría de los nematodos parásitos de estas son patógenos de las raíces transmitidas
por el suelo, pero algunas especies se alimentan principalmente de tejidos de brotes. E
indica que hay siete tipos principales de estrategias de alimentación utilizadas por
nematodos fitopatògenos.
5.1 Los ectoparásitos
El nematodo permanece fuera de la planta y utiliza su estilete para alimentarse a partir
de las células de las raíces de la planta. Los nematodos que utilizan esta estrategia
pueden alimentarse de numerosas plantas, por lo que es más fácil para ellos cambiar
de alojamiento, pero su movilidad los hace muy susceptibles a las fluctuaciones
ambientales y depredadores. Los nematodos ectoparásitos pueden tener estiletes
extremadamente largos, que les ayudan en la alimentación de las profundidades de
la raíz de la planta de células vegetales ricos en nutrientes. Algunos de estos
nematodos inducen la planta para formar una célula o células ampliadas que el
nematodo se alimenta durante un período prolongado de tiempo (APS, 2013).
5.2 Semi-endoparásitos
Nematodos que se alimentan como semi-endoparásitos son capaces de penetrar
parcialmente la planta en algún momento de su ciclo de vida. Por lo general, la
cabeza del nematodo penetra en la raíz y le permite formar una célula de
alimentación permanente. Estos nematodos se hinchan y no se mueven una vez que
han entrado en la fase de endoparásitos de su ciclo de vida. Al renunciar a su
movilidad, los nematodos se arriesgan a la muerte si su planta huésped muere, por otro
lado se benefician de la formación de un sitio de alimentación permanente, lo que
aumenta su absorción de nutrientes y la capacidad de reproducción (APS, 2013).
5.3 Endoparásitos migratorios
Nematodos endoparásitos migratorios pasan gran parte de su tiempo a través de la
migración de los tejidos radicales o células vegetales de las cuales se alimentan. Estos
nematodos causan necrosis masiva en los tejidos de la planta debido a su
alimentación y migración. Cuando se alimentan de la planta, simplemente chupan el
citoplasma de células vegetales utilizando su estilete, matando a la célula de la
planta, y avanzando la lesión. Los nematodos se alimentan, mudan y se reproducen
principalmente en el tejido de la planta. Todas las etapas móviles son capaces de
alimentarse de la planta y pueden moverse en el suelo en busca de nuevas raíces
para invadir. Debido a que estos nematodos crean heridas extensas en la raíz de la
planta, se pueden presentar infecciones secundarias por bacterias y hongos,
generando un mayor daño en el sistema radical de la planta (APS, 2013).
5.4 Endoparásitos sedentarios
Los nematodos más dañinos en el mundo tienen un estilo de vida sedentario
endoparásitos. Los dos nematodos principales de este grupo son los nematodos del
quiste (Heterodera y Globodera) y los nematodos de la raíz (Meloidogyne). En estos
nematodos, el estadio J2 invade la planta cerca de la punta de la raíz y migra a través
del tejido a las células vasculares en desarrollo. Estos nematodos están
completamente integrados en la raíz durante sus etapas iniciales de desarrollo, pero
más tarde los nematodos del quiste sobresalen de la raíz. Los nematodos J2 inyectan
secreciones en y alrededor de las células de las plantas para estimular la formación de
células grandes de alimentación. Una vez que se forman las células de alimentación,
el nematodo se vuelve rápidamente sedentario porque sus músculos somáticos se
atrofian. Los juveniles se alimentan, agrandar y mudan tres veces hasta la etapa
adulta. Las células grandes o de alimentación formadas por estos nematodos en el
tejido vascular de la planta la hacen susceptible al estrés hídrico (APS, 2013).
5.5 Tallo y bulbo
Nematodos del tallo y bulbo ( Ditylenchus spp.) son, aquellos que atacan las partes
superior e inferior de las plantas. Estos usan películas de agua para migrar hasta el tallo
de la planta y por lo tanto son más perjudiciales en condiciones húmedas. La fase
infecciosa de estos nematodos es la cuarta etapa juvenil (J4). Esta etapa a menudo
entra en los tejidos vegetales emergentes bajo tierra, pero puede subir por los tallos en
una película de agua y entrar en brotes a través de las yemas, pecíolos, o
estomas. Una vez en la planta huésped, se alimentan de forma destructiva como
endoparásitos migratorios. Una vez que la planta se destruye o que llegue el invierno,
los estadios juveniles de estos nematodos detienen su desarrollo en la etapa J4
resistente al medio ambiente y pasan sobreviven el invierno (APS, 2013).
5.6 Agallas de las semillas
Fueron los primeros nematodos parásitos de las plantas que se describieron. Estos
nematodos migran como (J2) en películas de agua a las hojas de las plantas, donde
se alimentan como ectoparásitos en las puntas, provocando la distorsión de las
hojas. Una vez que la planta comienza a florecer el (J2) penetra en los primordios
florales y comienza a alimentarse de las semillas en desarrollo. El nematodo se somete
a sus mudas, continúa alimentándose, y, finalmente, mata la semilla. Los adultos se
reproducen sexualmente, los huevos eclosionan como J1 y luego mudan rápidamente
en una etapa de supervivencia J2. Los nematodos en las semillas pueden sobrevivir
durante 30 años si se conservan en un lugar seco (APS, 2013).
5.7 Nematodos foliares
Nemátodos foliares son del género (Aphelenchoides) . Los nematodos adultos emigran
en películas de agua en los tallos de las hojas de la planta huésped y penetran en las
hojas a través de orificios naturales (estomas). Una vez en las hojas los nematodos
migran, alimentándose destructivamente, realizando la muda y poniendo huevos. La
actividad de alimentación de los nematodos provoca característica clorosis y la
necrosis de la hoja, hasta causar la muerte del tejido. Los nematodos son capaces de
moverse de hoja en hoja si existen una película de agua o condiciones ambientales
adecuadas, llegando a dañar seriamente una planta. En el invierno los nematodos
adultos persisten en las hojas muertas hasta que surjan las condiciones ambientales
favorables. Si las hojas muertas infestadas por este tipo de nematodos se mueven o son
movidas por el aire ayudará a dispersar el nematodo cerca de nuevas plantas
hospederas (APS, 2013).
Cuadro 1. Síntomas primarios ocasionados por nematodos que atacan el sistema
radical en algunos cultivos.
Síntoma
Menor cantidad y longitud de
raíces, especialmente las raíces
secundarias de alimentación
Excesiva ramificación de raíces
secundarias
Nudos o agallas
Lesiones
necróticas
longitudinales externas
Lesiones internas de color
rosado a rojizas
Raíces abultadas (inflamadas) y
redondeadas
Raíces
con
acumulación
anormal de partículas de suelo y
residuos de raíces
Supresión del crecimiento de
raíces
Cultivo
Pitaya
(Selenicereus
megalanthus)
Plátano (Musa AAB)
Nematodo
Helicotylenchus
dihystera
Melón
(Cucumis
melo)
Plátano (Musa AAB)
Meloidogyne spp.
Plátano (Musa AAB)
Radopholus similis
Café
(Coffea
arabica)
Guayabo
(Psidium guajava)
Meloidogyne spp.
Tomate
(Solanum
Meloidogyne spp,
Radopholus similis
Radopholus similis
Meloidogyne spp.
lycopersicum)
Formación de quistes de color
blanco, amarillo o castaño
oscuro
Pudrición de raíces
Formación de costras o verrugas
en raíces
Agrietamiento
y
encrespamiento de las raíces
Raíces de color violeta
Hiperplasia de raíces
Soya
(Glycine max)
Heterodera
glycines.
Plátano (Musa AAB)
Guayabo
(Psidium guajava)
Pitaya
(Selenicereus
megalanthus)
Plátano (Musa AAB)
Radopholus similis
Meloidogyne spp.
Helicotylenchus
dihystera
Helicotylenchus
spp.
Meloidogyne spp.
Tomate
(Solanum
lycopersicum)
Adaptado de Volcy, 1997; Agrios, 2005 y Guzmán et al. 2009.
Cuando las plantas crecen en condiciones óptimas y son fuertemente atacadas por
nematodos fitopatógenos, pueden mostrar síntomas leves en la parte aérea. Bajo tales
circunstancias, los nematodos se reproducen mejor y pueden representar una
amenaza oculta y severa para los cultivos subsiguientes (Agrios, 2005).
Según Guzmán et al, (2010), manifiesta que los síntomas secundarios en la parte aérea
de las plantas ocasionados por nematodos que atacan el sistema radical. Los daños
ocasionados por las especies de nematodos fitopatógenos que infectan semillas,
tallos, troncos y hojas son más específicos, ya que cada una de las enfermedades en
la parte aérea es causada solamente por una especie de nematodo fitopatògeno,
por lo tanto, solamente una especie de nematodo se concentra en las partes
afectadas.
Cuadro 2. Síntomas secundarios o de la parte aérea, ocasionados por nematodos que
atacan el sistema radical
Síntoma
Reducción del crecimiento (enanismo)
Amarillamiento del
similar a síntomas
nutricionales
follaje (clorosis),
de deficiencias
Marchitamiento o flacidez de hojas
Muerte prematura de plantas
Disminución en el número de hojas y
muerte progresiva de la planta
Reducción de la vida útil del cultivo y
como consecuencia, disminución del
rendimiento y calidad del producto
cosechado
Adaptado de Guzmán et al. 2009.
Cultivo
Plátano
Guayabo
Melón
Pitaya
Piña
Tomate
Fríjol
Nematodo
Radopholus similis
Meloidogyne spp
Meloidogyne spp.
Helicotylenchus
dihystera
Pratylenchus spp.
Meloidogyne spp
Meloidogyne spp
Plátano
Radopholus similis
Cuadro 3. Síntomas primarios ocasionados por nematodos que atacan tejidos aéreos.
Síntoma
Hojas con lesiones necróticas, con
coloración intervenal y necrosis
Malformación de hojas y primordios
foliares
Hojas con ápices de color blanco
Deformación de hojas, acompañada
de amarillamiento y doblamiento
Muerte de plantas
Cultivo
Nematodo
Fresa
Aphelenchoides
fragariae.
Arroz
Aphelenchoides besseyi
Cebolla
de rama
Ditylenchus dipsaci.
Cebolla
Malformación de tallos y hojas
cabezona
Ajo
Necrosis de los haces vasculares Palma de Bursaphelenchus
formando anillos de color rojo
aceite
cocophilus.
Síntomas secundarios ocasionados por nematodos que
atacan tejidos aéreos
Disminución del rendimiento
Cebolla
cabezona Ditylenchus dipsaci.
Pudrición de bulbos
Ajo
Amarillamiento y muerte de hojas Palma de Bursaphelenchus
adultas (bajeras)
aceite
cocophilus
Adaptado de Guzmán et al. 2009.
Cuadro 4. Síntomas y cultivos susceptibles a los principales nemátodos fitopatógenos.
Nematodo
Síntoma
Cultivo
Meloidogyne
Agallas en raíces Debilitamiento
general de la planta
Lesiones y destrucción de raíces
Debilitamiento general de la planta
Cuentas de collar en raíces
Debilitamiento general de la planta
Hortícolas,
cereales,
frutales, ornamentales
Hortícolas,
cereales,
frutales, ornamentales
Patata,
tabaco,
remolacha,
leguminosas, cereales.
Cebolla,
ajo,
otros
bulbos
Pratylenchus
Globodera
Heterodera
Ditylenchus
Tylenchulus
semipenetrans
Xiphinema,
Longidorus
Trichodorus,
Paratrichodorus
Aphelenchoides
Anguina
Distorsiones en hojas y bulbos
Decoloración de los bulbos
Deterioro radicular
Debilitamiento general de la planta
Engrosamientos y necrosis radicular
Debilitamiento general de la planta
Transmisores de virus
Engrosamientos y necrosis radicular
Debilitamiento general de la planta
Transmisores de virus
Distorsiones y necrosis en las hojas
Distorsiones en las espigas y granos
de los cereales
Tomado de Talavera, (2003).
Cítricos y uva
Cultivos perennes
Numerosos cultivos
Fresa, crisantemos, lirios y
otras ornamentales
Cereales y pastos
7. Ecología y distribución de nematodos fitopatógenos.
La mayoría de los nematodos fitopatógenos viven parte de su vida en el suelo. La
mayor parte de ellos vive libremente en el suelo, alimentándose superficialmente de
las raíces y tallos subterráneos de las plantas,-pero aún en el caso de los nematodos
sedentarios especializados, los huevecillos, las etapas larvarias y los machos se
encuentran en el suelo durante toda su vida o gran parte de ella (Talavera, 2003).
La temperatura, humedad y aireación del suelo afectan a la supervivencia y al
movimiento de los nematodos en el suelo. Los nematodos se encuentran con mayor
abundancia en la capa de suelo comprendida entre los O y 15 cm de profundidad,
aunque cabe mencionar que su distribución en los suelos cultivados es irregular y es
mayor en torno a las raíces de las plantas susceptibles, a las que en ocasiones siguen
hasta profundidades considerables (de 30 a 150 cm o más). La mayor concentración
de nematodos en la región radical de la planta hospedante se debe principalmente a
su rápida reproducción cuando el alimento es abundante y también a la atracción
que tienen por las sustancias liberadas en la rizósfera. A esto debe añadirse el
denominado efecto del factor de incubación de las sustancias que se originan en la
raíz y se difunden en los alrededores del suelo estimulando notablemente la
incubación de los huevecillos de ciertas especies. Sin embargó, la mayoría de los
huevecillos de los nematodos se incuban libremente en el agua en ausencia de
cualquier estímulo especial (Agrios, 2005).
Según Agrios, 2005; Arauz. 1998 y Rivera. 2007. Los nematodos se distribuyen en el suelo
muy lentamente bajo su propia capacidad. La distancia total que recorre un
nematodo probablemente no excede de un metro por estación. Se mueven con
mayor rapidez en el suelo cuando los poros de este están llenos de una película
delgada (de unos cuantos micrómetros) de agua cuando él suelo se encuentra
inundado. Sin embargo, además de su movimiento propio, los nematodos se
distribuyen con gran facilidad a través de todo lo que se mueve y pueda llevar
partículas del suelo. El equipo agrícola, la irrigación, el agua inundada o de drenaje,
las patas de los animales entre otros, distribuyen a los nematodos en áreas locales,
mientras que a grandes distancias los nematodos se distribuyen principalmente por los
productos agrícolas y las plantas de los viveros.
En términos de hábitat manifiesta que los nematodos patógenos son ectoparásitos, es
decir, las especies normalmente no penetran en los tejidos de la raíz sino que se
alimentan únicamente de las células que se localizan cerca de la superficie de la raíz
o endoparásitos, es decir, las especies que penetran en el hospedante y se alimentan
de él. Ambos grupos pueden ser migratorios, es decir, viven libremente en el suelo y se
alimentan de las plantas sin que se fijen a ellas o se mueven dentro de la planta o bien
sedentarios, es decir, las especies una vez que han penetrado en la raíz permanecen
fijas a ellas. Los nematodos ectoparásitos comprenden a los nematodos anillados
(sedentarios) y a los nematodos daga, picador (todos migratorios). Los nematodos
endoparásitos incluyen a los nematodos formadores de quistes, de los cítricos y del
nudo de la raíz (todos sedentarios) y a los nematodos espiral, lanza inductor de
lesiones, del bulbo y del tallo, perforador, foliar y del achaparramiento de las plantas
(generalmente migratorios). De estos últimos, los nematodos espiral, lanza y
enquistados son ectoparásitos en su gran mayoría, o durante parte de su vida (Volcy,
1997).
8. Límites de tolerancia y umbrales económicos en algunos cultivos, causados por
nematodos fitopatógenos.
Según Talavera, (2003), aspectos muy importantes en el tema de los nematodos
fitopatógenos son tanto el límite de tolerancia como el umbral económico, los cuales
dependen de las condiciones agronómicas y ambientales locales, por lo que el éxito
de un sistema predictivo estará supeditado a la existencia de datos locales sobre las
pérdidas causadas por estos patógenos. No obstante, y simplemente a modo
informativo la siguiente tabla muestra límites de tolerancia y umbrales económicos de
daño, expresados en nemátodos o huevos por 100 gramos de suelo, para diferentes
cultivos y nemátodos. Los valores están basados en diversas publicaciones con datos
sobre umbrales de daño en zonas de clima mediterráneo.
Cuadro 5. Límites de tolerancia y umbrales económicos en algunos cultivos, causados
por nematodos fitopatógenos.
Cultivo
Nematodo
Avena
Cítricos
Coles
Coles
Cucurbitáceas.
Fresa
Fresa
Frutales hueso
Frutales hueso
Maíz.
Maíz.
Patata
Patata
Patata
Pimiento
Tabaco
Tabaco
Tabaco
Tomate
Tomate
Trigo
Trigo
Trigo
Viña
Viña
Viña
Ditylenchus dipsaci
Tylenchulus semipenetrans
Meloidogyne spp.
Pratylenchus spp.
Meloidogyne spp
Meloidogyne spp.
Pratylenchus spp.
Meloidogyne spp
Pratylenchus spp.
Meloidogyne spp
Pratylenchus spp.
Meloidogyne spp.
Globodera rostochiensis
Globodera pallida
Meloidogyne spp.
Meloidogyne spp.
Pratylenchus spp.
Globodera tabacum
Meloidogyne spp.
Pratylenchus spp.
Heterodera avenae
Pratylenchus thornei
Pratylenchus neglectus
Meloidogyne spp.
Pratylenchus spp.
Tylenchulus
semipenetrans spp
Xiphinema spp.
Meloidogyne spp.
Viña
Zanahoria
Límite
de
tolerancia
1
10
1
20
2
1
2
10
10
10
40
10
50
10
3
1
2
1
2
10
250
1000
500
20
20
50
Umbral
económico
25
100
5
100
50
2
5
200
300
100
100
100
1500
300
30
40
50
5
20
100
1000
3000
2000
200
300
400
1
1
4
10
Tomado de (Talavera, 2003). Manual de nematología agrícola). Valores orientativos de
los límites de tolerancia y umbrales económicos para algunos cultivos y nemátodos
fitopatógenos. Niveles de nemátodos por 100 g de suelo en el momento de la siembra.
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