Subido por ricardocolmenareszapata

Medicina de Urgencia en Pequeños Animales- Tomo I

Anuncio
de URGENCIA
en pequeños animales
Carlos Torrente y Lluis Bosch
TOMO I
MEDICINA
Medicina de urgencia
en pequeños animales
Propiedad de:
© 2011 Grupo Asís Biomedia S.L.
Plaza Antonio Beltrán Martínez, nº 1, planta 8 - letra I
(Centro empresarial El Trovador)
50002 Zaragoza - España
Primera impresión: 2011
ISBN: 978-84-92569-71-7
D.L.: NA-3649-2011
Diseño, preimpresión e impresión:
Servet editorial - Grupo Asís Biomedia S.L.
www.grupoasis.com
[email protected]
Reservados todos los derechos.
Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra
solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún
fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70/93 272 04 47).
Advertencia:
La ciencia veterinaria está sometida a constantes cambios evolutivos, del mismo modo que la farmacología y el resto de las ciencias también lo están. Así pues, es responsabilidad ineludible del
veterinario clínico, basándose en su experiencia profesional, la determinación y comprobación de la
dosis, el método, el periodo de administración y las contraindicaciones de los tratamientos aplicados a cada paciente.
Ni el editor ni el autor asumen responsabilidad alguna por los daños o perjuicios que pudieran generarse a personas, animales o propiedades como consecuencia del uso o la aplicación correcta o
incorrecta de los datos que aparecen en esta obra.
A mis padres Felipe y Ana, y a mi hermano Óscar, por su ejemplo, entrega
y estima incondicional.
A Pol, Alba, Marta y María, por dar sentido cada día a mi vida y trabajo.
Y especialmente a Eloísa: mi amor, mi reposo y mi esperanza.
Carlos Torrente Artero
Dedicado a mis hermanas, Marga y Mari Carmen, y a mi madre Carmen, por su apoyo y sus sabios consejos. A mi padre, Luis, por su huella
imborrable y porque allá donde esté una parte de esta obra le pertenece.
A todos mis amigos que siempre están y han estado apoyándome. A
todos los estudiantes de veterinaria que día a día nos aportan motivación para esforzarnos y tratar de mejorar diariamente. A todos los
compañeros del Hospital Clínic Veterinari por su apoyo. A todos nuestros animales de compañía, por ellos existe nuestro trabajo y por ellos
luchamos diariamente.
Lluis Bosch Lozano
AgrADECiMiEntos
nos gustaría agradecer la contribución de todos nuestros compañeros y colegas
del Hospital Clínic Veterinari, y muy especialmente de nuestros internos, auxiliares y estudiantes. El trabajo diario con todos ellos es y sigue siendo un estímulo
para mejorar y compartir conocimientos. Quisiéramos dejar especial constancia
de nuestro agradecimiento a las contribuciones desinteresadas de los colegas que
han participado en la redacción de este libro. su aportación ha permitido proporcionar una visión más completa, actualizada y detallada de los manuscritos.
sin su colaboración, interés y profesionalidad no hubiera sido posible completar
esta obra.
La idea, desarrollo y finalización de esta obra no hubiera sido posible tampoco
sin la confianza depositada en nosotros por parte de la editorial. Quisiéramos
agradecer especialmente la paciencia y comprensión de Yolanda Vela, en la revisión y concreción de los diferentes capítulos del libro.
Los autores
AgrADECiMiEntos
Vii
auTOreS
AUtorEs
Carlos torrente Artero LV, Msc
responsable del servicio de Emergencias y Cuidados intensivos de la Fundación
Hospital Clínic Veterinari UAB.
Profesor Asociado del Departamento de Medicina y Cirugía Animal. Facultad de
Veterinaria de la UAB. Universidad Autónoma de Barcelona.
Licenciado en Veterinaria por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en
1995. internado en el Hospital Clínic Veterinari de la UAB (1995-1996). Desarrollo de la actividad veterinaria en la clínica privada con especial dedicación a
la medicina de emergencias y cuidados intensivos hasta 2006, fecha en la que se
incorpora a la Facultad de Veterinaria de la UAB como profesor asociado del
Departamento de Medicina y Cirugía Animal y responsable del servicio de Medicina intensiva del Hospital Clínic Veterinari de la UAB.
Máster en Medicina Veterinaria y sanidad Animal por la UAB en 2009. En la
actualidad está desarrollando su tesis doctoral centrada en el estudio de las implicaciones de la hipoalbuminemia en la regulación del equilibrio ácido-base y la
hemostasia en el paciente críticamente enfermo.
Ha realizado estancias y cursos de formación en diferentes universidades y centros privados de referencia en la especialidad, tanto de Europa como de EE.UU.
y Canadá.
En la actualidad es miembro de la VECCs (Veterinary Emergency and Critical
Care Society), editor asociado de la LAVECCs (Latin American Veterinary Emergency and Critical Care Society) y miembro del Committee for Standards of Practice de la EVECCs (European Veterinary Emergency and Critical Care Society).
Ha realizado publicaciones, ponencias y comunicaciones en congresos, tanto nacionales como internacionales de la especialidad, siendo sus principales áreas de
interés los desequilibrios ácido-base, la regulación hemodinámica y el manejo
ventilatorio del paciente crítico.
Viii
MEDiCinA DE UrgEnCiA En PEQUEÑos AniMALEs
Lluis Bosch Lozano LV, Msc
servicio de Emergencias y Cuidados intensivos de la Fundación Hospital Clínic
Veterinari UAB.
Profesor Asociado del Departamento de Medicina y Cirugía Animal. Facultad de
Veterinaria de la UAB. Universidad Autónoma de Barcelona.
Licenciado en Veterinaria por la Universidad Autónoma de Barcelona en 2006.
internado en el Hospital Clínic Veterinari de la UAB (2007-2008). En 2009 se
incorpora a la Facultad de Veterinaria de la UAB como profesor asociado del
Departamento de Medicina y Cirugía Animal y como veterinario del servicio de
Medicina intensiva del Hospital Clínic Veterinari de la UAB. Máster en Medicina
Veterinaria y sanidad Animal por la UAB (2009-2010). En la actualidad se encuentra desarrollando su tesis doctoral acerca de las implicaciones de la presión
intraabdominal y el dolor en la perfusión orgánica abdominal en el paciente críticamente enfermo con especial interés en la especie felina.
Ha realizado estancias y cursos de formación en diferentes universidades, centrados en la especialidad de medicina intensiva, en EE.UU. y Canadá.
Actualmente es miembro de la VECCs (Veterinary Emergency and Critical Care
Society).
Ha realizado comunicaciones en congresos nacionales e internacionales de la especialidad, siendo sus principales áreas de interés las alteraciones hemodinámicas,
el manejo del dolor en el paciente crítico, el equilibrio ácido-base y el manejo de
la fluidoterapia en el paciente crítico.
AUtorEs
iX
PrEFACio
La obra “Medicina de urgencia en pequeños animales” tiene como principal objetivo presentar los aspectos básicos y los protocolos de actuación de las urgencias
más frecuentes en el ámbito de la medicina de pequeños animales. Este libro,
que está especialmente dirigido a estudiantes de último curso y veterinarios de
licenciatura reciente, pretende ser un manual de consulta rápido que ofrezca protocolos de reconocimiento, diagnóstico y tratamiento basados en la priorización
y sistematización.
Para facilitar su uso se ha dividido la obra en dos volúmenes. En el primero de
estos volúmenes se describe y profundiza en algunos de los aspectos fundamentales de la medicina de emergencias, como puede ser el tratamiento con fluidos o la
monitorización del paciente de urgencias. se ha realizado una descripción de las
bases fisiopatológicas y su aplicación práctica en la clínica de urgencias. también
se incluyen en este volumen, y de forma ilustrada, diferentes procedimientos medicoquirúrgicos de especial utilidad para el clínico de urgencias.
En el segundo volumen se plantea el abordaje sistemático de las urgencias por
sistemas o aparatos. se ha hecho especial hincapié en el protocolo diagnóstico
y en la aproximación protocolizada a un grupo seleccionado de urgencias. se
ha pretendido elaborar un manual resumido y de consulta rápida por lo que se
han seleccionado aquellas urgencias que por su frecuencia o significación son de
especial relevancia en la clínica diaria. se han incluido también algunos capítulos
de forma complementaria (p. ej. el diagnóstico por imagen en la clínica de urgencias) con la intención de incrementar la utilidad de la obra y profundizar en
algunos temas que tradicionalmente no se incluyen en los tratados de urgencias
de pequeños animales.
En nuestro deseo, y en el de todos los colaboradores, está que este libro resulte
útil para el veterinario que se inicia en esta apasionante especialidad médica.
PrEFACio
Xi
ÍnDiCE DE ContEniDos
1 EL sErViCio DE EMErgEnCiAs
...............................................
introducción ...............................................................................................
tipología del paciente de urgencias ..................................................
Área de emergencias/hospitalización .................................................
El personal clínico y auxiliar ................................................................
La comunicación con el propietario ..................................................
2 DE LAs UrgEnCiAs
1
1
3
4
10
12
TRIAGE Y EVALUACiÓn iniCiAL
..............................................................................
15
introducción ...............................................................................................
Triage ............................................................................................................
Evaluación primaria ................................................................................
18
20
Vía aérea....................................................................................................
21
respiración ...............................................................................................
22
Circulación................................................................................................
23
15
Déficit (principalmente del snC) .........................................................
26
Evaluación secundaria ............................................................................
tratamiento definitivo ...........................................................................
28
3 rEAniMACiÓn CArDioPULMonAr
30
..................................
31
introducción ...............................................................................................
reconocimiento ........................................................................................
soporte vital básico (sVB) .....................................................................
32
34
Vía aérea (A: Airway) ..............................................................................
34
31
respiración (B: Breathing) .....................................................................
35
Circulación (C: Circulation)...................................................................
36
soporte vital avanzado (sVA)...............................................................
41
Acceso venoso ..........................................................................................
42
Fluidoterapia ............................................................................................
44
Fármacos ...................................................................................................
45
Desfibrilación ...........................................................................................
50
soporte vital prolongado (sVP)...........................................................
51
Lesiones por reperfusión.........................................................................
52
ÍnDiCE DE ContEniDos
Xiii
Función pulmonar ...................................................................................
53
Función cardiovascular ...........................................................................
55
Función neurológica ................................................................................
57
4 ProCEDiMiEntos MEDiCoQUirÚrgiCos
...................
61
introducción ...............................................................................................
técnicas de acceso vascular periférico ..............................................
62
Cateterización venosa periférica percutánea ......................................
62
Cateterización venosa periférica por disección ..................................
63
técnicas de acceso vascular central....................................................
65
Cateterización venosa central percutánea y por disección ................
65
técnicas de acceso intraóseo ................................................................
técnicas de drenaje en cavidades (tórax) .........................................
75
toracocentesis ..........................................................................................
75
tubo de drenaje torácico ........................................................................
76
técnicas de drenaje en cavidades (abdomen).....................................
80
Abdominocentesis ....................................................................................
80
72
tubo de drenaje abdominal ..................................................................
81
técnicas de drenaje pericárdico ...........................................................
84
Pericardiocentesis .....................................................................................
84
técnicas de soporte respiratorio y oxigenoterapia .......................
86
sondas nasales de oxigenoterapia .........................................................
86
sondas transtraqueales, endotraqueales y tubos de traqueotomía......
88
técnicas de soporte nutricional enteral ............................................
95
sonda nasoesofágica................................................................................
95
sonda de esofagostomía..........................................................................
96
sonda de gastrotomía..............................................................................
99
sonda de yeyunostomía ..........................................................................
99
técnicas de monitorización renal y urinaria ...................................
101
sonda uretral ............................................................................................
101
técnicas de reanimación a tórax abierto .........................................
104
5 MonitoriZACiÓn BÁsiCA Y AVAnZADA
XiV
61
......................
107
introducción ...............................................................................................
Monitorización respiratoria .................................................................
109
Frecuencia respiratoria, patrón y sonidos respiratorios .....................
109
107
Pulsioximetría...........................................................................................
112
Análisis de gases sanguíneos ..................................................................
113
Monitorización cardiovascular............................................................
123
Frecuencia cardiaca .................................................................................
123
Presión del pulso ......................................................................................
124
Membranas mucosas y tiempo de relleno capilar...............................
125
MEDiCinA DE UrgEnCiA En PEQUEÑos AniMALEs
temperatura .............................................................................................
126
Presión arterial sanguínea .......................................................................
128
Presión venosa central .............................................................................
131
otros parámetros.....................................................................................
133
Monitorización neurológica .................................................................
135
nivel de consciencia ................................................................................
136
respuesta a la amenaza ..........................................................................
136
Posición ocular .........................................................................................
137
tamaño pupilar........................................................................................
137
reflejo pupilar ..........................................................................................
138
reflejo de Dazzle......................................................................................
139
reflejo oculovestibular (nistagmo fisiológico) ....................................
139
nistagmo patológico (espontáneo o posicional) .................................
140
reflejo corneal/amenaza .........................................................................
140
reflejo de retracción ocular....................................................................
141
reflejo palpebral ......................................................................................
141
sensación nasal .......................................................................................
141
Deglución ..................................................................................................
141
Patrones respiratorios irregulares ..........................................................
141
Evaluación ................................................................................................
142
Monitorización renal ..............................................................................
144
Producción de orina (output urinario) .................................................
144
Monitorización metabólica...................................................................
147
glucosa......................................................................................................
148
Lactato.......................................................................................................
148
Hematocrito y proteínas totales ............................................................
149
Hemoglobina ............................................................................................
150
Albúmina ..................................................................................................
150
Presión coloidosmótica u oncótica........................................................
151
osmolalidad .............................................................................................
152
6 FLUiDotErAPiA
.......................................................................................
153
introducción ...............................................................................................
153
Distribución y dinámica de fluidos .......................................................
154
osmolaridad.............................................................................................
155
Volumen del fluido extracelular.............................................................
155
regulación ................................................................................................
156
Consideraciones previas .........................................................................
158
Historia clínica y examen físico...........................................................
159
Peso vivo ...................................................................................................
161
Pliegue cutáneo.........................................................................................
161
Membranas mucosas...............................................................................
162
ÍnDiCE DE ContEniDos
XV
tiempo de relleno capilar .......................................................................
162
Evaluación de la deshidratación..........................................................
tipos de deshidratación .........................................................................
163
164
Deshidratación isotónica ........................................................................
164
Deshidratación hipotónica .....................................................................
164
Deshidratación hipertónica ....................................................................
165
rutas de administración ........................................................................
Estimación del volumen de fluidos a suministrar .........................
167
166
Fase de urgencia .......................................................................................
168
Fase de reemplazo....................................................................................
169
Fase de mantenimiento ...........................................................................
170
Velocidad de administración ................................................................
tipos de fluidos .........................................................................................
171
171
soluciones cristaloides isotónicas ..........................................................
174
soluciones coloidales ...............................................................................
175
solución salina hipertónica (naCl 7,5%) ............................................
180
soluciones de dextrosa (glucosado 5% y glucosado 50%) ...............
181
soluciones de mantenimiento (0,45% naCl + 2,5% dextrosa) .......
182
soluciones de bicarbonato......................................................................
182
7 FLUiDotErAPiA AVAnZADA. SHOCK
.................................
185
introducción ...............................................................................................
Presentación clínica..................................................................................
185
186
Shock hipovolémico ................................................................................
186
Shock cardiogénico..................................................................................
189
Shock distributivo ....................................................................................
191
Shock metabólico.....................................................................................
194
Shock hipóxico.........................................................................................
195
Procedimientos diagnósticos y monitorización..............................
tratamiento ................................................................................................
199
tratamiento del shock hipovolémico....................................................
200
195
tratamiento del shock cardiogénico .....................................................
205
tratamiento del shock distributivo .......................................................
208
8 MEDiCinA DE trAnsFUsiÓn
XVi
162
tejido suborbital ......................................................................................
....................................................
219
introducción ...............................................................................................
indicaciones para la terapia de transfusión .....................................
221
sangre completa fresca o almacenada ..................................................
223
Concentrado de eritrocitos .....................................................................
224
Plasma fresco congelado o plasma congelado .....................................
225
MEDiCinA DE UrgEnCiA En PEQUEÑos AniMALEs
219
otros hemoderivados ..............................................................................
228
tipaje canino ............................................................................................
228
tipaje felino ..............................................................................................
229
Prueba de compatibilidad sanguínea cruzada .....................................
230
selección de donantes .............................................................................
231
Donantes caninos.....................................................................................
231
Donantes felinos.......................................................................................
231
Procedimiento de extracción sanguínea ...........................................
Procesado de la sangre ..........................................................................
Administración de hemoderivados.....................................................
reacciones transfusionales ....................................................................
9
226
grupos sanguíneos y pruebas de compatibilidad cruzada.........
ALtErACionEs ELECtroLÍtiCAs
Y DEsEQUiLiBrios ÁCiDo-BAsE ...............................................
232
233
235
237
239
Alteraciones del sodio .............................................................................
239
Hiponatremia ...........................................................................................
239
Hipernatremia ..........................................................................................
243
Alteraciones del potasio .........................................................................
247
Hipopotasemia .........................................................................................
247
Hiperpotasemia .......................................................................................
251
Alteraciones del calcio ............................................................................
255
Hipocalcemia............................................................................................
255
Hipercalcemia...........................................................................................
258
Alteraciones del fósforo .........................................................................
262
Hipofosfatemia ........................................................................................
263
Hiperfosfatemia .......................................................................................
266
Desequilibrios ácido-base ......................................................................
268
obtención de muestras ...........................................................................
271
Análisis ácido-base...................................................................................
272
AnEXos ...........................................................................................................
289
Anexo 1. Parámetros fisiológicos en la especie canina y felina...
Anexo 2. Parámetros hematológicos y bioquímicos
en la especie canina y felina.................................................
Anexo 3. Catéteres y sondas.................................................................
Anexo 4. Fármacos utilizados en urgencias ....................................
Anexo 5. infusiones a ritmo constante .............................................
291
gLosArio DE ABrEViAtUrAs
.................................................
293
296
297
335
339
ÍnDiCE DE ContEniDos
XVii
CAPÍTULO 1
El servicio
de emergencias
INTRODUCCIÓN
El desarrollo de la clínica de emergencias y cuidados intensivos en el ámbito de
la medicina veterinaria de pequeños animales ya es un hecho en nuestro país,
vinculado no solo a instituciones universitarias o centros privados de referencia
sino también al ámbito de la clínica privada. El incremento de la demanda social
de este tipo de medicina y el mayor acceso a la información por parte de nuestros clientes son responsables del crecimiento de esta especialidad médica. La
rápida expansión de la medicina está generando nuevas demandas en el sector
profesional y, actualmente, supone un reto tanto para el personal clínico como
para el auxiliar.
El servicio de emergencias, su estructura, funcionamiento y gestión deben estar
encaminados al manejo eficaz de situaciones de urgencia y a procurar el nivel de
atención más adecuado a cada paciente en particular. El servicio de emergencias
es, con frecuencia, un área de intenso movimiento y elevado estrés ambiental,
tanto para el cliente como para el paciente y el personal auxiliar. Cabe considerar que la tipología del paciente puede conllevar, por definición, situaciones de
riesgo vital por lo que el área de emergencias debe estar diseñada y equipada
satisfactoriamente para poder atender cualquier tipo de emergencia de forma
rápida y adecuada. El equipamiento diagnóstico aumenta la precisión de la evaluación inicial, la monitorización incrementa la efectividad de la supervisión del
paciente y su respuesta a la terapia administrada, y el equipamiento terapéutico
facilita la administración del tratamiento más adecuado en cada momento. Es
destacable el gran número de fármacos necesarios para el tratamiento de las
situaciones que habitualmente se presentan en el ámbito de los cuidados intensivos y emergencias. El clínico debe conocer las indicaciones, las principales
técnicas de administración y las contraindicaciones o particularidades de cada
fármaco en concreto.
1. EL SERVICIO DE EMERGENCIAS
1
Un minucioso registro escrito sobre las observaciones y tratamientos administrados de cada paciente es un componente indispensable en la práctica de emergencias (cuadro 1). La concreción o indicación de futuros tratamientos en las hojas
de registro de emergencias puede ser de utilidad no solo desde el punto de vista
médico sino también legal.
La sofisticación y el desarrollo tecnológico en este ámbito de la medicina veterinaria ha sufrido una importante evolución en los últimos tiempos y, por tanto,
los costes derivados de la aplicación de estos cuidados médicos repercuten de
modo importante en el cliente. De hecho, el desarrollo y el crecimiento del centro
veterinario que ofrece este tipo de servicios depende de la eficacia de aspectos
como la propia ubicación del mismo, el diseño y distribución del área de emergencias, la gestión de la práctica de referencia, la cualificación profesional del
personal clínico y auxiliar, el equipamiento del centro, incluso del correcto y
completo registro de los datos y evolución de cada paciente.
CUADRO 1.
Ficha clínica del paciente de urgencias.
1. Identificación del propietario.
2. Datos del paciente.
3. Motivo de consulta.
4. Historia clínica.
5. Examen físico.
6. Tests de patología clínica realizados y resultados.
7. Procedimientos de diagnóstico por imagen e interpretación.
8. Diagnóstico presuntivo.
9. Tratamientos realizados incluyendo procedimientos anestésicos y quirúrgicos.
10. Progresión del paciente.
11. Medicaciones administradas.
12. Instrucciones para el cliente u observaciones al respecto.
13. Comunicaciones con el cliente o veterinario referente.
2
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
TIPOLOGÍA DEL
PACIENTE DE URGENCIAS
Aunque la tipología del paciente que acude al servicio de urgencias es muy variable, todo paciente debería poder incluirse en alguna de las siguientes categorías:
• Tipo 1: pacientes no urgentes (emergencias rutinarias). Se trata de pacientes
con patologías no urgentes que son atendidos más por criterios de conveniencia del propietario que por motivos propiamente clínicos. Su hospitalización no suele ser necesaria. En cualquier caso no debe atenderse en el área de
emergencias y no requiere personal altamente cualificado para su atención.
• Tipo 2: pacientes que requieren cuidados auxiliares prolongados. Los cuidados posteriores al tratamiento inicial de cada enfermo pueden ser muy variables. La distribución del área de admisión y de tratamiento deberá tener en
cuenta el promedio de pacientes que requiere el servicio, el personal clínico
y auxiliar disponible y la capacidad del propio servicio. Desde el cálculo de
fluidos y toma de constantes vitales tres veces al día en pacientes con gastroenteritis agudas, a la aplicación de gotas oftálmicas en pacientes con úlceras corneales profundas. Aunque estos últimos pueden ser pacientes estables,
el nivel de atención, cuidados y dedicación que exigen son muy elevados.
La localización de estos pacientes en zonas principales de la hospitalización
permite un adecuado tratamiento y la optimización del personal auxiliar en
caso de ingreso de otras urgencias.
• Tipo 3: pacientes fisiológicamente estables pero que necesitan monitorización u observación intensivas. Puede requerirse su hospitalización para poder
controlar las posibles complicaciones de riesgo vital (arritmias, convulsiones,
hipoglucemia, etc.). La observación, la anticipación y el reconocimiento precoz de complicaciones en todos y cada uno de estos pacientes reducirán las
tasas de morbilidad y mortalidad.
• Tipo 4: pacientes fisiológicamente inestables y que requieren cuidados intensivos veterinarios. Se trata con frecuencia de pacientes con patologías
complejas y múltiples que precisan una intervención médica inmediata o
continua. El examen físico y la monitorización constante de los diferentes
parámetros son importantes dado que la evolución progresiva e inestable
puede exigir decisiones médicas o quirúrgicas inmediatas.
1. EL SERVICIO DE EMERGENCIAS
3
ÁREA DE EMERGENCIAS/
HOSPITALIZACIÓN
El diseño del área de emergencias y de hospitalización intensiva debe ir encaminado a optimizar los recursos humanos y materiales disponibles. Es preferible que
se ubique en una zona central de la clínica con acceso rápido a todos los servicios
que pudiera precisar. En este sentido, el acceso directo desde el área de recepción
es esencial, dado que algunas urgencias son de riesgo vital (fig. 1). Además, un
buen acceso desde el área de emergencias/cuidados intensivos al área del servicio
de imagen (radiológico y ecográfico), al laboratorio o al propio quirófano son
imprescindibles para minimizar el tiempo de transporte de los pacientes en el posoperatorio o aquellos con riesgo vital, y para optimizar los recursos disponibles.
En este sentido, la distribución del área de emergencia (fig. 2) (y especialmente la
unidad de cuidados intensivos) es preferible que permita la visualización constante de los pacientes desde una zona de trabajo central (figs. 3 y 4).
Una previsión adecuada de la localización de las tomas de corriente, puntos de
luz, salidas de oxígeno y vacío es importante en el diseño inicial de ambas unidades, tanto del área de emergencias como de la propia UCI (figs. 5 y 6).
Figura 1. Recepción.
4
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
Figura 2. Área de emergencias.
Figura 3. Vista general UCI 1.
Figura 4. Vista general UCI 2.
Figura 5. Dispositivo de suministro de oxígeno.
Figura 6. Dispensador de solución antiséptica.
1. EL SERVICIO DE EMERGENCIAS
5
El equipamiento del área de emergencias y el carro de parada cardiorrespiratoria
deben estar disponibles y preparados en todo momento (fig. 7). Conviene que el
personal auxiliar revise el inventario del material del área y que se compruebe
en cada turno que está disponible, calibrado, revisado y mantenido en perfecto
estado de funcionamiento. La inversión en material de calidad es importante,
aunque la lista definitiva dependerá de la idiosincrasia de la clínica, su casuística
y su nivel de especialización. La lista de equipamientos necesarios recomendados
en un área de tratamiento de emergencias puede consultarse en los cuadros 2 y 3.
Figura 7. Carro de RCCP.
6
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
CUADRO 2.
Equipamiento básico recomendado en el área de tratamiento de emergencias.
Ambú
Autoclave
Circuito para anestesia gaseosa con vaporizador de isoflurano o sevoflurano
Tijeras de vendajes
Hemoderivados y material para transfusión
Transportines o boxes de aislamiento adecuados para perros, gatos, reptiles y aves
Cubos de acero inoxidable
Mantas de circulación de agua o aire caliente
Agujas de punción espinal
Carro de parada cardiorrespiratoria
Desfibrilador (externo e interno)
Peladoras eléctricas
Material de endoscopia: broncoscopio flexible, fuente de luz, pinzas de
biopsia y retracción, gastroscopio flexible y rígido, bomba de succión
Tubos endotraqueales (diferentes tamaños)
Estetoscopio esofágico
Bomba calefactora de fluidos
Hemostatos
Equipamiento para monitorización indirecta de la presión arterial:
doppler, esfingomanómetro, manguitos de diferentes tamaños
Equipamiento laboratorial
Tubos para extracción sanguínea (EDTA, heparina, citrato)
Coagulómetro (TCA, TP, TTPA)
Tubos para cultivo sanguíneo
Analizador de gases sanguíneos
Centrífuga de tubos y de microhematocrito
Analizador de bioquímica clínica
Coulter o hemocitómetro
DTM
Electrolitos
FeLV/FIV test
Contenedores para muestras fecales
Fluoresceína
Medios de cultivo general
Tinciones rápidas (Gram o Diff-quick)
Tubos de microhematocrito
Microscopio
Portaobjetos y cubreobjetos para microscopio
Parvo test
Tiras reactivas de glucosa, urea y urianálisis
Tiras reactivas para test de Schirmer
Catéteres (venosos periféricos y centrales, arteriales)
Manguitos de presión para administración rápida de fluidos
Equipamiento para medición de presión venosa central
Catéteres yugulares
Continúa 
1. EL SERVICIO DE EMERGENCIAS
7
Manómetro de agua
Válvulas de tres vías
Línea de fluidos
Equipamiento para monitorización directa de la presión arterial
Catéteres arteriales
Monitor electrónico
Transductor de presión
Sistema de succión continua para drenajes torácicos (pleur-evac)
Electrocardiógrafo
Sondas esófago-gástricas
Sondas para enema
Mascarillas para administración de oxígeno
Lámparas de calor (infrarrojos)
Incubadora para neonatos equipada con humidificador y oxigenoterapia
Ventilador
Paquete instrumental: oftalmológico, cirugía abdominal mayor,
cirugía menor, cirugía torácica mayor, traqueotomía
Paquete de administración intravenosa de fluidos: buretrol, gotero
para administrar hemoderivados, prolongadores de gotero, goteros
simples, pediátricos y de bomba de infusión, palos de gotero
Ventilador mecánico
Monitor osciloscópico de presión arterial y electrocardiograma
Oftalmoscopio
Luz de exploración
Fórceps de retracción (esponjas de Forrester, etc.)
Estetoscopios para adulto y pediátrico
Tubos para sondaje orogástrico
Unidad de succión (aspirador)
Nebulizador ultrasónico
Aspiradora
Cubos de basura
Lámpara de Wood
Perfusores de jeringa
Bombas de infusión
Laringoscopios de diferentes tamaños
Abrebocas
Depresores linguales
Otoscopio
Box de oxigenoterapia
Fuente de luz portátil frontal
Refrigerador
Tonómetro de Shiotz
Camillas
Espéculo vaginal
Báscula
Equipamiento de ultrasonidos y radiográfico con disponibilidad 24 horas
Sondas urinarias rígidas, semirrígidas y Foley con sistemas de recogida estancos
Material fungible: agujas de diferente calibre, jeringas, esparadrapo,
algodón, vendas, vendas cohesivas, palomillas
8
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
CUADRO 3.
Productos y fármacos recomendados en el área de tratamiento de emergencias.
Acepromacina
Esmolol
Carbón activado
Pentobarbital
Analgésicos: buprenorfina, butorfanol,
fentanilo, morfina, metadona
Heparina
Antibióticos (de amplio espectro)
Peróxido de hidrógeno 3%
Atropina
Insulina regular
Bretilio
Ketamina
Cloruro o gluconato cálcico
Lidocaína
EDTA
Metoclopramida
Carprofeno
Neostigmina
D-penicilamina
Azul de metileno
Dexametasona
Nitroglicerina parches
Dimercraprol
Fenobarbital
Dobutamina
Pralidoxima
Dopamina
Prednisolona
Aminofilina
Quinidina
Antihistamínicos: difenhidramina,
clorfeniramina, etc.
Nitroprusiato sódico
Apomorfina
Sorbitol
Ácido ascórbico
Sulfadimetoxina
Atenolol
Diazepam
Subsalicilato de bismuto
Fenbendazol
Inhibidores de anhidrasa carbónica
Furosemida
Clorpromacina
Hidralazina
Desoxicorticosterona
Anestésicos inhalatorios
Diltiazem
Isoproterenol
Dipirona
Lactulosa
Doxapram
Sulfato o cloruro magnésico
Enalaprilo
Naloxona
Adrenalina
Bloqueantes neuromusculares
Etanol
Oxitocina
Fluidos:
Propanolol
Glucosado 5%
Fenilefrina
Esterofundina
Procainamida.
Glucosado 50%
Bicarbonato sódico
Sangre o concentrado de
eritrocitos (canino-felino)
Agua estéril para inyección
Hidroxietilalmidón
Tiopental sódico
Suero salino hipertónico 7,5%
Verapamilo
Solución de Ringer lactato
Vitaminas A, D, B y E inyectables
Manitol
Xilacina
Plasma fresco congelado
Albúmina humana 20%
1. EL SERVICIO DE EMERGENCIAS
9
EL PERSONAL CLÍNICO
Y AUXILIAR
El personal clínico y auxiliar es un aspecto fundamental del éxito de todo servicio
de emergencias. Su competencia, capacidad para trabajar en equipo, formación
y dedicación son determinantes. La selección del personal debe basarse en sus
capacidades individuales, su experiencia y su habilidad para trabajar y comunicar
en condiciones de estrés. El número mínimo de personas necesarias en un servicio de emergencias depende de la casuística y las expectativas del servicio, pero
en general se consideran necesarios: al menos un recepcionista, dos auxiliares
veterinarios con experiencia, un veterinario, un cirujano a demanda y diversos
auxiliares veterinarios de retén a disposición en picos de trabajo para atender labores relacionadas con el laboratorio o el cuidado de los pacientes hospitalizados.
• El rol de la recepción es muy importante y con frecuencia infravalorado.
Constituye el primer y último punto de contacto con la urgencia (presencial
o telefónica). De su correcta gestión depende la atención eficiente y prioritaria de la urgencia real. Durante el trámite con el propietario en la urgencia
(independientemente del nivel de urgencia) son importantes: el trato, la empatía, la capacidad de negociación y la comunicación del personal a cargo
de la recepción.
• La presencia de personal auxiliar veterinario en un servicio de emergencias
o en una UCI es esencial. Su preparación debe garantizar el cuidado directo
del paciente, la monitorización de signos vitales, la atención de las necesidades fisiológicas y psicológicas del paciente hospitalizado, la administración de medicamentos, los cuidados básicos (higiene, alimentación, etc.) así
como el registro escrito de todas y cada una de las incidencias acontecidas.
La correcta formación del personal auxiliar permite al clínico gestionar un mayor número de urgencias y más eficazmente. De hecho, en
muchas ocasiones, es el personal que más contacto tiene con el paciente, por lo que sus observaciones y recomendaciones deben tenerse en
cuenta. Por tanto, la comunicación con el clínico responsable del paciente es imprescindible, pero también lo es con el resto de personal auxiliar.
Asimismo, el auxiliar debe tener otras labores asignadas necesarias para el
funcionamiento diario del servicio, con la idea de implementar el trabajo
en equipo y la corresponsabilidad. El mantenimiento del equipo, ordenar y
reponer el inventario del material y atender las visitas de los propietarios son
algunos ejemplos.
10
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
La formación continuada de este personal debe ser un derecho y una obligación, si se pretende mejorar en la calidad de la atención. Ello mejora su percepción del trabajo, su autoestima, favorece la integración del personal en el equipo y la estabilidad de la plantilla, disminuyendo así la rotación del personal.
• El clínico de urgencias debe saber obtener la información justa y necesaria de la historia clínica, el examen físico, los resultados laboratoriales y la
medición de parámetros fisiológicos, así como interpretar todos estos datos
y adoptar las medidas necesarias para restablecer la normalidad lo antes
posible. También es importante su capacidad para reconocer patrones de
enfermedad y desarrollar listados de problemas y posibles causas para cada
una de las anormalidades que el paciente pudiera presentar. Quizás lo más
importante en todo este proceso es aplicar el sentido común y la habilidad
personal para aplicar el conocimiento clínico a una gran variedad de circunstancias, algunas de las cuales pueden resultar novedosas para el propio
clínico. Sin embargo, el clínico de emergencias debe estar familiarizado con
todos y cada uno de los procedimientos diagnósticos, técnicas de monitorización o terapéuticas que pudieran aplicarse en cada situación, permitiendo
así la obtención de resultados fiables e información de utilidad.
La medicina de emergencias, y especialmente los cuidados intensivos, puede
prolongarse bastante en el tiempo y en ocasiones supone desafíos para el
personal clínico o auxiliar, por lo que el equipo debe ser competente tanto
técnica como intelectualmente. Cada uno de sus miembros debe mostrarse
activo y diligente con las tareas a su cargo. Tiene que poder trabajar eficientemente de forma individual, mostrarse creativo, con capacidad para seguir
instrucciones de forma precisa y mostrarse como un miembro en funciones
del propio equipo.
La responsabilidad del clínico es la de ejercer de líder. Debe tener gran capacidad de organización, ser eficiente en la gestión múltiple de urgencias
(el tratamiento directo del paciente, la coordinación del servicio y el trato
directo con el propietario) y en la delegación de tareas. Debe ser competente
y eficiente en el diagnóstico y tratamiento de las urgencias más frecuentes en
condiciones de estrés y a la vez tener una excelente capacidad de comunicación. Ello genera confianza al resto del equipo y optimiza las capacidades
individuales de cada uno de sus miembros.
• La necesidad de un cirujano de urgencias es esporádica, sin embargo debe
estar disponible telefónicamente a demanda en todo momento. No es tarea
del clínico de emergencias la realización de estas funciones, dado que exigen
una gran demanda de personal y de tiempo, y colapsan el funcionamiento
del servicio de emergencias generando deficiencias en su funcionamiento.
1. EL SERVICIO DE EMERGENCIAS
11
LA COMUNICACIÓN
CON EL PROPIETARIO
Los pacientes de urgencias o críticamente enfermos con frecuencia requieren
una dedicación intensiva por lo que también es fundamental informar y preparar al propietario, de modo que éste sea consciente de los costes derivados de
la atención de su animal. El propietario debe estar informado de los problemas
iniciales de su mascota, el pronóstico y los costes de la evaluación y estabilización de su animal.
Aunque gran parte de la atención de la urgencia puede realizarse en presencia del
propietario, el animal y éste suelen ser separados lo antes posible. Esto permite al
clínico concentrase en las necesidades médicas del paciente y evitar la agonía del
propietario ante la frágil condición de su mascota. Sin embargo, conviene que el
personal auxiliar clínico o de recepción mantengan una comunicación estrecha
con el dueño respecto al estado de su animal y su progresión en las maniobras de
emergencias. El propietario puede rellenar las autorizaciones correspondientes
(ingreso, anestesia, cirugía, presupuesto, etc.) o ser interrogado con más detenimiento sobre la condición urgente de su mascota durante ese periodo. Evidentemente, es necesaria la comunicación entre el clínico y el propietario tan pronto
como la situación del paciente se estabilice. El propietario mostrará interés en la
condición del animal, su pronóstico y los costes, y debe confirmar su aprobación
sobre los procedimientos y costes derivados.
El esfuerzo realizado en el correcto diseño de la unidad, la elección del equipamiento idóneo, y la selección cuidadosa del personal del servicio ayudarán a
llevar a cabo una tarea satisfactoria y exitosa.
12
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
CUADRO 4.
Procedimientos mínimos que deben poder llevarse a cabo en un servicio
de emergencias.
Diagnóstico y manejo de condiciones de riesgo vital incluyendo
problemas cardiovasculares, respiratorios o neurológicos
1.
2.
3.
4.
5.
Reanimación cardiopulmonar, inclusive desfibrilación eléctrica.
Colocación y mantenimiento de tubos de toracostomía.
Traqueostomía de emergencias y mantenimiento del tubo.
Oxigenoterapia.
Ventilación asistida.
Técnicas de monitorización
1.
2.
3.
4.
5.
Electrocardiograma.
Presión arterial sanguínea.
Presión venosa central.
Pulsioxímetro.
Estetoscopio esofágico.
Cirugía de emergencias
1.
2.
3.
4.
Hemostasia quirúrgica.
Curas y desbridado quirúrgico de heridas.
Estabilización de lesiones musculoesqueléticas.
Cirugía torácica, abdominal y neurocirugía. En su defecto, con capacidad para
referir a otra clínica u hospital donde puedan llevarse a cabo de forma urgente.
Tratamiento del shock circulatorio
1. Tratamiento a base de cristaloides, coloides y hemoderivados mediante buretrol,
o bombas de infusión para asegurar una administración controlada de fluidos.
2. El servicio debe disponer de hemoderivados naturales o artificiales y tener la
capacidad de testar donantes sanguíneos y receptores de hemoderivados.
Tratamiento analgésico y anestésico
1. Incluye la administración de opiáceos, AINE y anestesia inhalatoria.
El equipamiento de monitorización mínimo intraoperatorio debe incluir
un electrocardiograma, estetoscopio esofágico, monitor de presión arterial
y pulsioxímetro.
Diagnostico laboratorial
1. Hemograma completo, urea, proteínas totales por refractometría,
glucosa en sangre y urianálisis.
2. Pruebas de coagulación: mínimo TCA, aunque es preferible TP y TTPA.
3. Electrolitos (Na, K, Cl).
4. FIV/FeLV.
5. Citología.
6. Filariosis.
7. Examen coprológico (flotación, citología, test antígeno parvovirus).
8. Adicionalmente, una clínica de emergencias debe disponer de material
para la recogida, procesado y conservación de muestras para análisis
bioquímico posterior, determinación de gases sanguíneos, perfil de
coagulación completo, cultivo microbiológico e histopatología.
Imagen
1. Realizar radiografías de calidad asegurando la seguridad del
paciente y del personal técnico-clínico. Se recomienda un aparato
de Rx de al menos 300 mA y una reveladora automática.
2. Equipo de ultrasonidos.
Endoscopia
1. Disponer del equipo o tener disponibilidad.
Recomendaciones de la VECCS1 y la AVMA2.
1. EL SERVICIO DE EMERGENCIAS
13
CUADRO 5.
Procedimientos mínimos que deben poder llevarse a cabo en un servicio de
emergencias y cuidados intensivos.
Un hospital con servicio de emergencias y unidad de cuidados intensivos debe
poder llevar a cabo los procedimientos descritos en el cuadro 4, y además:
1. Tener un laboratorio disponible durante las 24 horas del día para poder llevar
a cabo monitorización del hemograma, perfil bioquímico, perfil de coagulación
y análisis de gases sanguíneos.
2. Monitorizar directamente la presión arterial y el ETCO2.
3. Poder llevar a cabo técnicas de diálisis peritoneal o pleural.
4. Poder llevar a cabo técnicas de nutrición enteral y parenteral.
5. Suministrar ventilación asistida a largo plazo.
Recomendaciones de la VECCS1 y la AVMA2.
14
1
VECCS: Veterinary Emergency & Critical Care Society.
2
AVMA: American Veterinary Medical Association.
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
CAPÍTULO 2
Triage y evaluación
inicial de las
urgencias
INTRODUCCIÓN
El cuidado del paciente en situación de urgencia o críticamente enfermo requiere
una infraestructura de atención ininterrumpida (24 h) e instalaciones, equipamientos, material y personal adecuados.
El término triage significa “escoger” y describe el proceso por el cual se prioriza la
atención a un determinado paciente cuando es necesario atender más de uno a la
vez. En medicina humana y veterinaria, este término se ha aplicado para clasificar
a los pacientes en función de la severidad de su cuadro clínico y la necesidad de
atención urgente. Los pacientes que pueden requerir el triage son aquellos que
llegan al hospital y necesitan la atención del servicio de emergencias, los hospitalizados que son transferidos a la UCI por otros servicios o áreas del hospital
y los propios pacientes de la UCI que sufran un empeoramiento repentino de su
condición clínica.
El triage permite diferenciar entre los pacientes
que requieren una atención o tratamiento
inmediatos de aquellos que pueden esperar.
El primer contacto entre el propietario de una mascota que precisa atención
urgente y su veterinario suele ser de tipo telefónico (fig. 1). La información obtenida durante la conversación telefónica puede, con frecuencia, ayudar a decidir
si el paciente precisa una atención urgente e inmediata (y por tanto debe ser
trasladado al centro veterinario) o bien, si dada la situación del paciente, es
2. TRIAGE Y EVALUACIÓN INICIAL DE LAS URGENCIAS
15
necesario organizar al personal clínico para la realización de procedimientos
especiales (cirugía urgente).
La información básica a obtener telefónicamente debe centrarse en: qué es lo
que ha ocurrido, cuándo ha pasado, qué se ha realizado hasta el momento y qué
problemas concurrentes presenta el paciente. Con frecuencia el personal que
atiende telefónicamente la urgencia no es clínico por lo que debe estar correctamente aleccionado al respecto.
Figura 1. Triage telefónico.
La evaluación por sistemas, mediante la conversación telefónica, va a permitir
decidir si el paciente debe ser trasladado al centro sin demora o bien si puede
concertar una cita para ser evaluado. Cualquier duda respecto a la estabilidad
del paciente debe ser considerada de atención prioritaria por el personal veterinario y el paciente deberá ser conducido al centro a la mayor brevedad posible.
En la evaluación inicial telefónica, deberán ser evaluados los cuatro principales
sistemas orgánicos (respiratorio, cardiovascular, sistema nervioso central y sistema urogenital) para así poder determinar la estabilidad del paciente en cuestión.
Algunas de las situaciones más frecuentes que pueden afectar a alguno de estos
sistemas y que requieren atención urgente son:
• Dificultad respiratoria.
• Traumatismo.
• Anormalidades neurológicas o depresión mental severa.
• Vómito o diarrea severos.
• Sangrado visible.
16
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
•
•
•
•
•
Palidez de mucosas.
Debilidad extrema o incapacidad para moverse.
Incapacidad para orinar.
Ingestión de toxinas o cuerpos extraños.
Dolor severo.
Los propietarios, en ocasiones, pueden parecer muy angustiados y confundidos
al teléfono cuando se enfrentan al problema de su animal de compañía. Incluso considerando la ausencia de cualquiera de las circunstancias descritas con
anterioridad, cualquier propietario preocupado o angustiado por la situación
clínica de su mascota debe ser tenido en consideración y se le debe recomendar
una visita de su mascota lo antes posible. La información necesaria respecto a
un trasporte adecuado de la mascota se debe proporcionar en el primer contacto
telefónico. Básicamente, se debe orientar al propietario para disminuir el grado
de estrés y procurar su seguridad y la de la propia mascota. En ocasiones, los
animales pueden presentar conductas agresivas asociadas al dolor o al miedo. El
propietario debe disponer de bozales o toallas/mantas para envolver al animal
y transportarlo con seguridad. En el caso de perros politraumatizados o que
no puedan andar conviene disponer de una superficie rígida para el transporte.
Sin embargo, con los gatos el traslado mediante contención pasiva (transportín)
puede estar más indicado. Cubrir con mantas a ciertos pacientes de urgencias
puede ayudar a evitar la pérdida del calor corporal, a prevenir la hipotermia y,
además, a mejorar el grado de confort, facilitando también el manejo del propio
animal. Todas estas son medidas que el propietario puede adoptar en el mismo
escenario de la emergencia y que pueden mejorar el estado clínico del paciente
antes de su llegada a las instalaciones del centro.
En caso de heridas penetrantes puede aconsejarse al propietario aplicar un
vendaje sobre las heridas abiertas para prevenir el sangrado, su desecación y
contaminación. En quemaduras la aplicación de compresas húmedas estériles y
su reposición cada 30 minutos puede disminuir el grado de lesión térmica. La
inmovilización de fracturas en miembros distales o el confinamiento del paciente
con múltiples fracturas puede evitar lesiones ulteriores.
Una vez el paciente ha llegado al centro, debe ser evaluado rápidamente por una
persona del equipo clínico. Una exploración sistemática y completa es absolutamente necesaria para no obviar ningún problema significativo en el animal. El
protocolo de rutina debe incluir:
1) Triage.
2) Evaluación primaria.
3) Evaluación secundaria.
4) Tratamiento definitivo.
2. TRIAGE Y EVALUACIÓN INICIAL DE LAS URGENCIAS
17
TRIAGE
Un paciente cuya situación sea realmente grave puede fallecer en la sala de espera,
si no es atendido de urgencia. Por ello, el triage presencial (figs. 2 y 3) es una parte
esencial de la evaluación del paciente de urgencias y debe incluir la comunicación
básica y concisa con el propietario. El trato con el paciente y su propietario debe
permitir calmar al dueño y hacerle consciente del estado real de su mascota; y
todo ello en una ambiente de espera lo más relajado posible. Este tipo de triage
debe realizarse de forma inmediata tras la admisión y debe finalizarse en unos
pocos minutos (cuadro 1). Los sistemas respiratorio, cardiovascular y SNC deben
ser rápidamente evaluados, y los casos se priorizarán en cuanto a la atención que
requieran. Cuando múltiples pacientes necesitan una atención simultánea: aquellos que se encuentren inmóviles y que presenten afectación de sus sistemas vitales
son considerados de mayor prioridad; aquellos que se muevan o anden y que presenten problemas respiratorios, circulatorios o de otra índole, pero clínicamente
CUADRO 1.
Ejemplo de triage y clasificación presencial de los pacientes
en función del nivel de urgencia.
Clase 1. Paciente catastrófico o en riesgo vital
Son aquellos pacientes que deben recibir tratamiento inmediato, en segundos.
Afortunadamente, pocos pacientes se presentan en el servicio de emergencias
en tal situación. Algunos ejemplos de pacientes de este tipo son aquellos
que, por ejemplo, se presentan en fallo respiratorio por traumatismo
torácico, parada cardiorrespiratoria, obstrucción de vías aéreas. Todo
paciente inconsciente debe ser considerado a priori en esta categoría.
Clase 2. Paciente crítico o muy grave
Son aquellos pacientes cuya atención debe llevarse a cabo entre unos pocos
minutos y una hora, tras su admisión. Pacientes con lesiones múltiples, en
shock, o sangrando pero que presentan a priori una vía aérea permeable
y una función pulmonar adecuada deben incluirse en esta categoría.
Clase 3. Paciente grave
Son aquellos cuya atención debe realizarse en pocas horas tras su admisión. Pacientes
con fracturas abiertas, heridas profundas o quemaduras, heridas penetrantes pero sin
signos de shock ni alteraciones del estado mental se encuentran en esta categoría.
Clase 4. Paciente menos grave
Son aquellos pacientes cuya atención debe realizarse en las primeras 24 h tras su
admisión. La mayoría de pacientes víctimas de traumatismos no se encuentran
en esta categoría, pero algunos son evaluados de forma tardía cuando el
propietario nota problemas ambulatorios, cojeras, anorexia, vómitos, etc.
18
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
significativos, tienen un menor grado de prioridad; y los pacientes que puedan
andar y sin problemas obvios en sistemas vitales son los de menor prioridad, por
lo que su atención puede posponerse.
En consecuencia, un ATV bien entrenado o un recepcionista puede ser el primer
e importante paso en la atención urgente de muchos pacientes. Él/ella debe ser
capaz de reconocer rápidamente la urgencia de la situación, y decidir si el animal
debe ser conducido inmediatamente al área de tratamiento.
Con una rápida evaluación del ABC del paciente y una breve historia clínica, la
condición clínica del animal es tentativamente clasificada y pueden así emprenderse las primeras decisiones terapéuticas.
Los pacientes que requieren un transporte inmediato al área de tratamiento para llevar a cabo la evaluación primaria se caracterizan por:
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
No consciencia.
Traumatismos.
Distrés o compromiso respiratorio.
Convulsiones.
Colapso.
DVG.
Quemaduras.
Ingestión reciente de toxinas.
Sangrado excesivo.
Distocia.
Obstrucción uretral.
Figura 2. Triage presencial.
2. TRIAGE Y EVALUACIÓN INICIAL DE LAS URGENCIAS
19
Figura 3. Examen inicial.
La obtención de una historia detallada deberá posponerse hasta haber estabilizado mínimamente al paciente. En esta fase, solo es necesaria la obtención de
información esencial, tal como:
• ¿Cuál es la causa de la lesión o problema?
• ¿Cuándo se han iniciado los signos clínicos?
• ¿Qué tratamientos de emergencia ya han sido aplicados al paciente?
En este momento debe obtenerse el permiso y el consentimiento para iniciar la
terapia, y el propietario también debe ser informado respecto a la realización o
no de RCP y el grado de tratamiento.
EVALUACIÓN PRIMARIA
Tras la realización del triage, los animales cuya condición clínica es inestable son
conducidos al área de tratamiento y sometidos a una evaluación primaria (fig. 4).
Los objetivos de esta evaluación es ampliar la información obtenida durante el
triage y a su vez determinar si existe alguna condición de riesgo vital para el animal; y en caso de ser así, llevar a cabo inmediatamente el tratamiento apropiado.
20
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
Figura 4. Evaluación primaria.
La evaluación primaria no debe durar más de 3 o 5 minutos y su finalidad es
evaluar el ABCD del paciente, es decir, los sistemas que determinan si el paciente
puede fallecer o no en pocos minutos.
El objetivo es evaluar y dar soporte a:
A (Airway): la vía aérea.
B (Breathing): la respiración.
C (Circulation): el sistema cardiovascular.
D (Disability): la presencia de déficit (principalmente del SNC).
Basándonos en esta evaluación primaria, el paciente es clasificado como inestable, potencialmente inestable o estable. El paciente inestable requiere una atención inmediata. El potencialmente inestable debe ser monitorizado tan estrechamente como el inestable, de modo que las posibles complicaciones que puedan
aparecer sean reconocidas y tratadas con prontitud.
Vía aérea
Asegurar una vía aérea patente es la primera prioridad en el paciente de urgencias. La vía aérea debe ser examinada auscultándose los sonidos respiratorios y
comprobando si el tórax se expande con normalidad, a la vez que se palpa y explora visualmente la cavidad oral, tráquea y laringe. Debe comprobarse si existe
2. TRIAGE Y EVALUACIÓN INICIAL DE LAS URGENCIAS
21
alguna anomalía en la vía aérea o si se observa sangre, algún cuerpo extraño, etc.
que pudiera obstruirla, en cuyo caso se procedería a la aspiración y limpieza del
acceso a la vía aérea. La preoxigenación puede disminuir la incidencia de parada
cardiorrespiratoria en este tipo de pacientes.
En cualquier caso, la intubación orotraqueal (con o sin anestesia) está indicada si la vía aérea está obstruida o si el paciente no presenta reflejo de deglución. En el caso de pacientes inconscientes es preferible la intubación en
decúbito lateral o dorsal y minimizar la manipulación de la cabeza. Si la intubación no puede practicarse debido a una obstrucción, la realización de
una cricotiroidotomía o traqueotomía de urgencia puede estar indicada.
Durante el procedimiento de evaluación de la vía aérea debe estar disponible una
fuente de oxígeno. La administración de este gas mediante flujo libre, jaula de
oxígeno o collar isabelino dependerá de cada caso, pero debe estar encaminada a
proveer eficientemente de oxígeno suplementario al paciente y disminuir su grado
de estrés, permitiéndole respirar con mayor eficiencia.
Una vez asegurada la funcionalidad de la vía aérea, puede procederse a evaluar el
siguiente aspecto de la evaluación primaria.
Respiración
Una vez establecida en el paciente una vía aérea patente, deben ser evaluados los
siguientes aspectos:
1) Presencia de respiraciones: ¿el animal respira?
Si el paciente no respira, debe asegurarse la patencia de la vía aérea e
inmediatamente intubar (si no se hizo con anterioridad) y ventilar el animal
mediante técnicas de presión positiva intermitente (manual o mecánica).
2) Frecuencia.
3) Patrón.
4) Profundidad.
5) Esfuerzo.
6) Sonidos.
La evaluación de la función respiratoria debe valorarse en función de la información obtenida mediante la observación, palpación y auscultación del tórax.
La observación y palpación se realiza para detectar cualquier anomalía o lesión,
como la presencia de fracturas costales, tórax flotante o lesiones penetrantes. La
detección de sonidos respiratorios audibles sugiere la presencia de una obstrucción en vías altas; mientras que la respiración superficial y rápida puede indicar
la presencia de enfermedades del espacio pleural. En este último caso, la ausculta-
22
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
ción del tórax con el fonendoscopio puede detectar la atenuación de sonidos respiratorios por la presencia de aire, fluidos, vísceras o masas en el espacio pleural.
Si se detectan crepitaciones, sibilancias o ronquidos respiratorios puede deberse a
la presencia de patologías pulmonares.
Una información más objetiva de la función respiratoria puede obtenerse a través
de la pulsioximetría, la realización de gasometrías y la medición del ETCO2. Aunque este tipo de procedimientos suelen formar parte de la evaluación secundaria.
Circulación
El sistema cardiovascular (la perfusión tisular) es evaluado mediante la observación del nivel de consciencia, la presión de pulso, el color de las membranas mucosas, el tiempo de relleno capilar, la distensión de venas yugulares, la frecuencia cardiaca y la temperatura corporal. La presencia de
depresión mental severa, palidez de mucosas, prolongación del TRC y distensión yugular disminuida a la compresión son indicativos de una pobre
perfusión tisular. Estos parámetros no son específicos de la función cardiovascular pero tienen la ventaja de ser fácilmente evaluables, no ser procedimientos invasivos y requerir un mínimo tiempo y manejo del paciente.
En ocasiones puede ser necesario obtener mayor información tras el examen
inicial. Utilizando técnicas más invasivas puede obtenerse valores numéricos de,
por ejemplo, parámetros como la presión venosa central o la presión arterial.
1) Frecuencia cardiaca y ritmo
La ausencia de latido cardiaco auscultable y pulso detectable debe activar
el protocolo de parada cardiorrespiratoria e iniciándose las maniobras de
reanimación.
Si se realiza una auscultación detallada junto
con una palpación simultánea del pulso femoral
podrán detectarse posibles arritmias y/o soplos.
Además de descartar arritmias, la evaluación de la frecuencia también es
importante. Se tiene que determinar si la frecuencia cardiaca es muy baja
(< 50-60 ppm), demasiado rápida (> 200 ppm en perros de razas grandes,
> 240 ppm en perros de razas pequeñas, > 280 ppm en gatos). Frecuencias
muy elevadas están relacionadas con un menor gasto cardiaco, un mayor
2. TRIAGE Y EVALUACIÓN INICIAL DE LAS URGENCIAS
23
consumo de oxígeno en miocardio y una menor perfusión coronaria;
mientras que frecuencias demasiado bajas, principalmente, lo están con
un insuficiente gasto cardiaco. La ausencia de latido auscultable puede ser
indicativa de hipovolemia, derrame pericárdico o pleural.
2) Presión de pulso
La calidad y amplitud del pulso depende de dos factores: el gasto cardiaco y
el tono vasomotor. Por ello, la presencia de un pulso débil y filiforme puede
ser indicativo de hipovolemia, fallo cardiaco, taquicardia o tamponamiento
cardiaco. Cabe recordar que el paciente debe tener una presión arterial media de 60-70 mm Hg para poder palpar el pulso femoral, y que la adecuada
perfusión coronaria y cerebral requiere una PAM (presión arterial media)
mínima de 50-60 mm Hg.
3) Tono vasomotor
El tono vasomotor es el principal factor regulador de la presión arterial sanguínea, la cual, como se ha mencionado con anterioridad, es esencial para
la adecuada perfusión del cerebro y el corazón. Sin embargo, también es el
principal factor regulador de la perfusión de otros muchos tejidos. El mecanismo de la vasoconstricción permite mantener la presión sanguínea en
condiciones de hipovolemia o gasto cardiaco disminuido, aunque si ésta es
excesiva, disminuye la perfusión periférica y visceral. La vasoconstricción
puede evaluarse mediante la detección de membranas mucosas pálidas, prolongación del tiempo de relleno capilar (> 2 s), extremidades frías y débil
calidad del pulso. Sin embargo, cabe destacar que la presencia de vasoconstricción no es necesariamente sinónimo de hipotensión o hipovolemia. Por
otro lado, la vasodilatación mejora la perfusión tisular visceral pero en caso
de ser excesiva genera hipotensión, lo cual puede que en casos extremos
disminuya la perfusión cerebral y miocárdica.
4) Temperatura
La hipertermia de hasta 40 ºC puede ser una respuesta febril adecuada secundaria a una infección y no debe tratarse necesariamente de forma específica. Sin embargo, temperaturas por encima de 41 ºC pueden derivar en
hipermetabolismo y en un incremento de la temperatura descontrolado,
por lo que será necesario aplicar medidas de enfriamiento activo. Temperaturas por encima de 42 ºC generan la activación de la respuesta inflamatoria sistémica, causando la desnaturalización de proteínas y el fallo multiorgánico por lo que las medidas de enfriamiento deberán ser agresivas.
En casos de hipotermia leve (36 ºC) las consecuencias para el paciente
24
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
son leves con lo que la aplicación de mantas puede disminuir las pérdidas de calor y recuperar la temperatura corporal. En casos de hipotermia severa (34 ºC) se produce una depresión mental severa y es necesario aplicar medidas de calentamiento tanto pasivo como activo. La
presencia de extremidades frías puede ser indicativa de perfusión periférica insuficiente. La diferencia entre la temperatura central y la periférica debería ser menor de 4 ºC. Si es mayor de 4 ºC puede indicar
una pobre perfusión tisular periférica y suele ser consecuencia de fenómenos de vasoconstricción. En casos de hipotermia severa, las técnicas
de calentamiento externo deben ir encaminadas a incrementar la temperatura de forma progresiva (1 ºC/hora) dado que un calentamiento
excesivamente rápido puede derivar en hipotensión y vasodilatación.
Cabe considerar que en casos de hipotermia extrema (28 ºC) el paciente
puede presentar arritmias, coagulopatías y parada cardiorrespiratoria.
Cualquier anomalía del sistema cardiovascular del paciente debe corregirse rápidamente dado que la hipoperfusión prolongada puede generar cambios en el metabolismo celular, degeneración y muerte celular.
Una evaluación más detallada del estado cardiovascular y de la perfusión tisular se puede llevar a cabo mediante la evaluación de la presión arterial, la PVC, la concentración de lactato, la cateterización de
la arteria pulmonar y el cálculo del transporte y consumo de oxígeno.
Es de suma importancia para el equilibrio del sistema cardiovascular detectar la presencia de cualquier posible hemorragia. Si se detecta una hemorragia externa, podrá controlarse inicialmente mediante la aplicación de
apósitos estériles y vendajes compresivos. El sangrado arterial puede controlarse con esponjas colocadas alrededor de la herida y la aplicación de
presión digital sobre la citada esponja, mediante la aplicación de vendajes
compresivos, torniquetes o bien, si la fuga es identificable, mediante hemostatos y posterior ligadura. Se debe sospechar de hemorragias internas, por
ejemplo hemorragia abdominal, en los casos de lesiones traumáticas extensas, presencia concurrente de distrés respiratorio o presencia de distensión
abdominal. Un posible sangrado progresivo o no controlado debe valorarse
si el paciente no responde adecuadamente a la fluidoterapia y los valores del
hematocrito y las proteínas disminuyen de forma progresiva.
En los casos de sangrado multifocal debe
sospecharse de la presencia de alteraciones
hemostáticas o coagulopatías.
2. TRIAGE Y EVALUACIÓN INICIAL DE LAS URGENCIAS
25
Déficit (principalmente del SNC)
El clínico debe evaluar el nivel de consciencia y evaluar el estado neurológico
durante la evaluación primaria. Esta rápida evaluación debe incluir:
1) Estado mental
En todo paciente debe llevarse a cabo un examen neurológico mínimo que
permita detectar cualquier posible afectación intracraneal. Debe evaluarse
la posible presencia de signos sugestivos de traumatismo craneoencefálico o
bien enfermedad intracraneal. La monitorización del estado mental permite
al clínico detectar precozmente signos de deterioro neurológico en este tipo
de pacientes.
2) Reflejos pupilares, oculocefálicos y de los pares craneales
La anisocoria sugiere enfermedad intracraneal, espinal cervical u ocular.
Pupilas ligeramente reactivas a la midriasis suelen presentar un componente simpático-mediado y suelen ser signo de patología extracraneal. Pupilas
ligeramente reactivas a la miosis o anisocóricas, que presentan nistagmo
fisiológico, son sugestivas de enfermedad cerebral. La respuesta a la amenaza testa un gran número de estructuras neurales, tanto intra como extracraneales. La afectación del tronco cerebral se caracteriza, con frecuencia, por
la presencia de inconsciencia, pupilas mióticas bilaterales sin respuesta a la
luz, ausencia del reflejo de deglución y reflejos laríngeos, estrabismo, ausencia de nistagmo fisiológico, presencia de nistagmo espontáneo o posicional,
patrón respiratorio irregular y rigidez de descerebración. Esta afección conlleva un mal pronóstico.
Cambios extremos en el estado mental del paciente (estupor, coma) o la
presencia de convulsiones requieren de una rápida evaluación del problema
causal subyacente y el establecimiento de una terapia inmediata. Las convulsiones prolongadas o disfunciones neurológicas secundarias a hipoglucemia pueden generar lesiones irreversibles, si no son tratadas rápidamente.
De igual modo, el incremento de la presión intracraneal que causa estupor
o coma puede progresar, provocando la herniación del cerebro a través del
foramen magnum. La disminución del nivel de consciencia normalmente es
indicativo de una perfusión pobre u otras lesiones del SNC y, por sí mismo,
ya justifica tener que descartar la existencia de hipotensión, hipoglucemia,
hipoxia o problemas que cursen con incrementos en la presión intracraneal.
Todo paciente inconsciente debe ser intubado para asegurar la patencia de
la vía aérea. Se debe vigilar la vía aérea para evitar cualquier posible aspiración de vómito o regurgitaciones; y proveer de una vía de aplicación de
ventilación a presión positiva, si así lo requiere el estado del paciente. Otros
26
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
aspectos que también es importante evaluar a nivel neurológico hacen referencia a la presencia de lesiones obvias de la columna vertebral (asimetrías,
desplazamientos, etc.) y al estado de los nervios periféricos.
En resumen, la evaluación primaria asegura la identificación y el tratamiento inmediato de aquellas condiciones que comprometen la vida del paciente. Éstas
son tratadas con inmediatez en concordancia con su nivel de prioridad y antes de
continuar con el reconocimiento del paciente. La evaluación primaria permite detectar a los pacientes inestables, por lo que se puede anticipar su monitorización
y la detección de las posibles complicaciones. La terapia básica es realizada en
función de las necesidades del paciente durante la propia evaluación primaria. Su
objetivo es normalizar y estabilizar las funciones fisiológicas vitales del enfermo
tan rápido como sea posible, prioritariamente las que conciernen a la respiración
y a la función cardiovascular, es decir A, B y C.
Tan pronto como sea instaurado el acceso venoso en nuestro paciente, deben
obtenerse muestras de sangre y orina para las determinaciones analíticas posteriores. La monitorización de los procedimientos de parámetros fisiológicos y
analíticos puede iniciarse al mismo tiempo que se implantan las medidas de tratamiento inicial. Debe hacerse especial hincapié en el registro escrito de los resultados, incidencias y evolución de cada paciente (fig. 5).
Figura 5. Ficha clínica del paciente: realizar el registro escrito de la urgencia.
2. TRIAGE Y EVALUACIÓN INICIAL DE LAS URGENCIAS
27
EVALUACIÓN
SECUNDARIA
La evaluación secundaria se inicia tras el tratamiento inicial y la estabilización del
paciente. Ésta incluye la realización de un examen físico más completo, la obtención de una historia clínica más detallada y la realización de pruebas diagnósticas:
estudio radiológico y/o ultrasonográfico, evaluación analítica completa y específica, o bien la realización de otros procedimientos especiales (invasivos y no invasivos). Para prevenir que diferentes áreas del paciente puedan ser obviadas, evitar el
gasto de recursos humanos o de materiales innecesarios y priorizar una evaluación
sistemática protocolarizada se ha preconizado la utilización de diferentes reglas
nemotécnicas. Un ejemplo es el siguiente acrónimo inglés A CRASH PLAN.
A = Airway
Incluye: narinas, cavidad oral, laringe y gotera yugular.
C = Cardiovascular
Incluye: corazón, mucosas, TRC, Tª, presión del pulso y presión arterial.
R = Respiratory
Incluye: caja torácica y campos pulmonares.
A = Abdomen
Incluye: diafragma, flancos y región inguinal.
S = Spine
Incluye: toda la columna espinal.
H = Head
Incluye: ojos, pabellones auditivos, dentadura, boca y lengua.
P = Pelvis
Incluye: recto, perineo, escroto y vulva.
L = Limbs
Incluye: huesos y articulaciones de las cuatro extremidades.
A = Arteries
Incluye: arterias y venas abarcando los vasos superficiales.
N = Nerves
Incluye: nervios abarcando los nervios craneales y periféricos.
Para más información ver los capítulos correspondientes a las urgencias de cada sistema (tomo II).
28
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
Durante la evaluación secundaria, debe establecerse la hoja de seguimiento de
hospitalización, de modo que los signos vitales y los tratamientos aplicados, así
como la monitorización realizada, queden convenientemente registrados.
Cabe destacar que con frecuencia, más que valores absolutos, lo importante es
qué tendencias de evolución o cambios siguen los parámetros monitorizados. La
hoja de seguimiento de hospitalización es importante dado que estos pacientes
inicialmente estabilizados pueden descompensarse posteriormente y requieren
un seguimiento continuo. Los problemas asociados a la descompensación que
con más frecuencia se detectan en estos pacientes suelen estar relacionados con:
• Sepsis o shock séptico.
• Neumotórax.
• Dilatación o rotura gástrica/intestinal.
• Fallo renal agudo.
• Rotura de la vejiga de la orina.
• Edema o hemorragia cerebral.
• Coagulopatías o CID.
• Hemorragia interna.
Tras la evaluación secundaria, el clínico debe ser capaz de tomar decisiones en lo
que respecta al plan terapéutico, pronóstico y opciones de manejo del paciente en
cuestión. Es también importante que en este momento se tengan en consideración
los honorarios derivados de la atención médica y la gestión de los presupuestos
adecuados a la situación del paciente y a la situación económica del propietario.
2. TRIAGE Y EVALUACIÓN INICIAL DE LAS URGENCIAS
29
TRATAMIENTO
DEFINITIVO
Con toda la información recogida durante las fases previas, y tras informar al
propietario sobre el estado del paciente, se adoptará el tratamiento definitivo.
10 Claves en el manejo eficiente de la emergencia:
1. Disponibilidad y disposición del servicio hospitalario.
2. Primeros auxilios en el lugar de la emergencia.
3. Transporte y mantenimiento de los primeros auxilios.
4. Llegada y evaluación primaria.
5. Triage.
6. Tratamiento inicial hasta estabilizar el paciente.
7. Evaluación secundaria.
8. Pruebas laboratoriales, de imagen y electrodiagnósticas.
9. Monitorización continua y estabilización.
10. Tratamiento definitivo.
30
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
CAPÍTULO 3
Reanimación
cardiopulmonar
INTRODUCCIÓN
Dada la tipología de pacientes que con frecuencia son atendidos en una unidad
de urgencias o bien ingresados en una UCI (fig. 1), la incidencia de fenómenos
de parada cardiorrespiratoria es elevada. En muchos de estos casos la adopción
de técnicas de reanimación adecuadas puede conllevar el restablecimiento precoz
de la circulación espontánea y marcar la diferencia entre la vida y la muerte del
paciente. Aunque se ha documentado, tanto en la literatura médica como veterinaria, una baja tasa de éxito en el porcentaje de pacientes finalmente dados de
alta tras sufrir una parada cardiorrespiratoria, existe el potencial de reversibilidad
en muchos de estos pacientes. Así pues está justificada la instauración de protocolos de reanimación.
La adopción de toda técnica de reanimación satisfactoria requiere de una adecuada formación y cualificación del personal, de la existencia de un procedimiento estandarizado de reanimación y de unos equipamientos apropiados. En
este sentido, la probabilidad de que una maniobra de reanimación tenga éxito
depende de que se disponga de un “carro de paros” accesible con equipamiento
para acceso venoso, manejo de la vía aérea, terapia con fármacos, así como
de monitor cardiorrespiratorio y desfibrilador. La provisión de oxígeno y el
equipamiento necesario para llevar a cabo las técnicas de ventilación mecánica
(como mínimo mediante ambú) son también aspectos fundamentales del equipamiento de reanimación.
El entrenamiento del personal y la especialización en las distintas tareas durante
los procedimientos de reanimación son indispensables. La simulación de situaciones de reanimación en diferentes escenarios y con un número variable de personal
3. REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR
31
permite asumir estas funciones, trabajar en un equipo jerarquizado y desarrollar
una tarea eficaz. Revisar posteriormente el trabajo realizado en equipo, una vez
finalizado el procedimiento de urgencia, es también útil para mejorar el protocolo
de actuación.
Equipamiento básico de un “carro de paros”:
•
•
•
•
•
•
Material para acceso venoso.
Material para manejo de vía aérea.
Material para oxigenoterapia.
Monitorización cardiorrespiratoria.
Desfibrilador.
Fármacos para reanimación.
Antes de decidir llevar a cabo una maniobra de reanimación, o qué grado de
procedimiento realizar, se debe tener en cuenta las particularidades propias de
cada paciente y propietario. En lo referente al paciente: la edad del enfermo, el
tiempo transcurrido desde la parada, la causa primaria del proceso (si se conoce),
la reincidencia de éste y el pronóstico a largo plazo. En referencia al propietario:
considerar sus deseos, expectativas, limitaciones económicas o emocionales, etc.
Un aspecto importante a tener en cuenta es la capacidad del personal para satisfacer los cuidados que espera cada propietario, y para cubrir las necesidades de
soporte vital prolongado que cada paciente requiere.
RECONOCIMIENTO
Aquellos pacientes con riesgo de sufrir una parada cardiorrespiratoria (cuadro 1)
deben ser identificados con rapidez, ya sea por teléfono, por triage presencial (pacientes recién llegados) o bien por su historial clínico (conocer de antemano la enfermedad que sufre el paciente y de la que está siendo tratado).
Las causas más frecuentes que pueden desencadenar una parada cardiorrespiratoria en el paciente son:
• Hipotensión (secundaria a hipovolemia, sepsis, ciertos fármacos, etc.).
• Hipoxia.
• Alteraciones metabólicas (acidosis metabólica severa).
• Alteraciones electrolíticas (hiperpotasemia).
32
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
Figura 1. Paciente crítico.
CUADRO 1.
Factores predisponentes de la parada cardiopulmonar.
Hipoxia-hipercapnia
Desequilibrios ácido-base
Reflejos vegetativos (dolor)
Hipotermia
Alteraciones electrolíticas (hiperpotasemia)
Hipotensión prolongada-hipertensión
Arritmias
Enfermedad cardiaca preexistente
Sub-sobredosis anestésica
Antes de producirse una parada cardiorrespiratoria, se pueden apreciar en el
paciente diferentes signos: depresión mental progresiva, hipotermia, bradicardia,
hipotensión, dilatación y arreflexia pupilar. También pueden presentarse cambios en la profundidad de la respiración, en su frecuencia y en su ritmo, derivando finalmente en patrones de respiración agónicos previos al paro. En cualquier
caso, los signos clínicos definitivos de una parada cardiorrespiratoria son:
1) Pérdida de consciencia.
2) Ausencia de ventilación espontánea.
3) Ausencia de sonidos cardiacos a la auscultación.
4) Ausencia de pulso.
3. REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR
33
Una evaluación prematura en aquellos pacientes de riesgo puede influir en el
desarrollo de la propia parada, pero también, y especialmente en pacientes
críticos, una identificación precoz y una completa monitorización pueden incrementar las posibilidades de una reanimación efectiva.
SOPORTE VITAL
BÁSICO (SVB)
El soporte vital básico constituye la base de actuación de toda maniobra de
reanimación. Se basa en asegurar la patencia de la vía aérea, una ventilación
adecuada y una correcta circulación sanguínea mediante masaje cardiaco externo y/o interno. La instauración de las técnicas de SVB debe ser lo más rápida
posible, con el fin de optimizar las posibilidades de éxito del procedimiento.
Protocolo ABC de la reanimación:
A (Airway) - Asegurar la patencia de la vía aérea.
B (Breathing) - Asegurar una ventilación adecuada.
C (Circulation) - Asegurar una correcta circulación sanguínea.
Vía aérea (A: Airway)
Lo primero que hay que considerar en un paciente que ha sufrido una parada
cardiorrespiratoria es asegurar la vía aérea; esto puede conseguirse, en la mayoría de pacientes, mediante una intubación orotraqueal de rutina. El uso del laringospio puede facilitar el procedimiento de intubación y está recomendado para
evitar la estimulación vagal prolongada, derivada de la manipulación laríngea.
En algunos casos el acceso laríngeo puede verse dificultado por la presencia de
saliva, vómito, sangre, etc., por lo que disponer de un aparato de succión puede
ayudar a visualizar la región faríngea y la glotis del paciente.
34
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
Incluso, el acceso a la vía aérea puede verse comprometido por la presencia de
inflamación faríngea, cuerpos extraños o masas. Si se aprecia obstrucción de la
vía aérea y la intubación mediante fiador o guiado manual no es posible, está
indicada la aplicación de oxígeno transtraqueal y la realización de una traqueotomía de urgencia. Cuando no existe obstrucción alguna, el paciente debe ser
intubado rápidamente y ventilado de forma manual.
Respiración (B: Breathing)
Si el paciente no reinicia tras la intubación la ventilación espontánea, está indicada la ventilación mecánica a frecuencias de 10-12 rpm mediante un ambú
(con o sin bolsa reservorio). Las sucesivas ventilaciones también se pueden
llevar a cabo mediante un circuito anestésico sin recirculación o un ventilador
mecánico, si se dispone. La utilización de frecuencias de ventilación elevadas
(> 25 rpm) debe evitarse dado que disminuyen la perfusión coronaria, el gasto
cardiaco y las posibilidades de éxito de la reanimación. Una vez recuperada
la ventilación espontanea, se debe examinar la expansión torácica y realizar
una auscultación bilateral del tórax para confirmar una adecuada ventilación
e intubación.
Se recomienda aplicar inicialmente dos
ventilaciones con presión positiva de 1-2
segundos de duración y con oxígeno al 100%.
Una elevada resistencia a la ventilación puede ser indicativa de:
• Intubación selectiva de un solo pulmón.
• Enfermedad del espacio pleural (neumotórax).
• Procesos con distensibilidad pulmonar disminuida (edema pulmonar).
Una toracocentesis puede ayudar a diferenciar entre una enfermedad del espacio
pleural y un proceso con distensibilidad pulmonar disminuida. La toracotomía
de emergencia o la colocación de un drenaje torácico pueden resultar maniobras
necesarias para lograr una adecuada ventilación del paciente. Como se ha indicado anteriormente, es recomendable disponer del equipamiento adecuado para
poder realizar la succión en los momentos que sea necesario extraer los fluidos,
o los desechos de las vías respiratorias en el momento de la intubación. Los sistemas de succión también van a permitir eliminar los fluidos del edema pulmonar
3. REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR
35
o aquellos que puedan obstruir el tubo endotraqueal. El drenaje postural (inclinación del animal) también puede ayudar en la evacuación de fluidos en aquellos pacientes con copiosas acumulaciones por edema o sangrado pulmonar.
Circulación (C: Circulation)
El soporte circulatorio mediante el masaje cardiaco externo debe iniciarse justo
después de asegurar la vía aérea e instaurar un soporte ventilatorio adecuado
(fig. 2). El objetivo del masaje cardiaco es bombear sangre desde el tórax hacia los
órganos vitales durante la compresión, y facilitar el retorno venoso durante la relajación, para maximizar la perfusión cerebral y miocárdica. Este último aspecto
es determinante en la reanudación de la circulación espontánea.
Las compresiones torácicas deben iniciarse a una frecuencia de 80-100 compresiones por minuto. Aunque es un aspecto controvertido, el mecanismo de
“bomba torácica” es el responsable de la generación de flujo sanguíneo en
pacientes por debajo de los 15 kg de peso; por ello las compresiones deben
realizarse con el paciente en decúbito lateral, y debe aplicarse la fuerza directamente sobre el área de proyección del corazón. En pacientes de mayor tamaño
las compresiones deben realizarse en la zona más ancha del tórax, generando
así la máxima presión intratorácica. Las compresiones en decúbito dorsal en
estos pacientes pueden ser útiles.
La relación óptima en el ciclo de compresión y
relajación es 1:1, y el porcentaje de retracción
de la caja torácica durante la compresión debe
ser cercana al 30% del diámetro torácico.
El masaje cardiaco externo debe ser continuo, sin pausas durante la administración de ventilaciones, medicaciones, fluidos, etc. Se pueden intercalar compresiones abdominales intermitentes, ya que pueden ayudar a: aumentar el retorno venoso central; incrementar la perfusión miocárdica y cerebral, al elevar la presión
diastólica aórtica; y prevenir la disipación de la presión intratorácica, al limitar
36
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
Figura 2. Soporte vital básico.
la desviación caudal del diafragma durante la compresión torácica. Sin embargo,
hasta la fecha, no existen evidencias de que la incorporación de las compresiones
abdominales supongan un aumento de la supervivencia.
El masaje cardiaco interno puede realizarse en pacientes grandes cuando la técnica
cerrada de compresión es inefectiva, y ya han transcurrido los primeros 2-5 minutos de reanimación; sobre todo si el paciente presenta alguna de las siguientes
condiciones: heridas penetrantes en cavidad torácica, traumatismo torácico severo
con fractura costal, enfermedad pleural, hernia diafragmática, derrame pericárdico o paro intraoperatorio. La técnica de reanimación abierta permite lograr una
perfusión más efectiva al realizarse mediante el masaje directo, especialmente en
perros de más de 20 kg de peso. En caso de llevar a cabo este procedimiento, no
es necesaria la preparación previa del paciente. El clampado o compresión digital
de la aorta descendente incrementa la presión aórtica y aumenta el flujo sanguíneo
cerebral y coronario (fig. 3).
3. REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR
37
Figura 3. Reanimación a tórax abierto.
La efectividad de las compresiones debe ser evaluada de forma intermitente,
asegurando que la técnica aplicada es la óptima para maximizar la perfusión.
La evaluación de la perfusión puede evaluarse fácilmente mediante la detección
del pulso, del flujo retiniano con Doppler, el análisis de las medidas de ETCO2
(cuanto mayor es la lectura, mejor es la efectividad en la perfusión pulmonar)
o bien mediante la evaluación esporádica del registro electrocardiográfico. En
este sentido, el examen electrocardiográfico del paciente debe realizarse lo antes
posible, una vez instauradas las medidas básicas de soporte cardiorrespiratorio. Las principales características de tales arritmias pueden consultarse en el
cuadro 2.
38
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
CUADRO 2.
AESP ( Actividad eléctrica sin pulso)
Ritmo
sinusal
Pulso periférico:
Auscultación:
ECG:
Frecuencia cardiaca:
Observación visual:
débil o ausente.
ausente, disminuida o normal.
P-QRS-T normal.
elevada, normal o disminuida.
contracciones débiles.
llenado cardiaco disminuido.
Presión arterial: < de 50 mm Hg.
BRADIARRITMIAS Y BLOQUEOS
Bradicardia
sinusal
Bloqueo
auriculoventricular
de tercer grado
Bradicardia nodal
auriculoventricular
Taquicardia
ventricular
Pulso periférico: lento. Puede ser irregular.
Auscultación: normal o disminuida.
ECG: complejos P-QRS-T aislados o complejos ventriculares.
complejos de escape auriculoventriculares o ventriculares.
Observación visual: contracciones ventriculares coordinadas aisladas.
3. REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR
39
ASISTOLIA
Asistolia
Pulso periférico: ausencia.
Auscultación: ausencia.
ECG: ausencia de complejos P-QRS-T.
presencia de linea isoeléctrica en ECG.
Observación visual: ausencia de movimiento cardiaco.
TAQUICARDIA VENTRICULAR
Taquicardia
ventricular
unifocal
Taquicardia
ventricular
multifocal o
multiforme
Pulso periférico: débil y rápido. Déficit del pulso. Puede ser irregular.
Auscultación: variablemente disminuida.
ECG: complejos aberrantes y anchos.
ausencia relación P-QRS.
ondas T grandes.
Observación visual: latido cardiaco rápido y desorganizado.
FIBRILACIÓN VENTRICULAR
Fibrilación
ventricular
Ondas f de fibrilación ventricular
Pulso periférico: ausencia.
Auscultación: ausencia.
ECG: ausencia de complejos P-QRS-T.
ondas f de fibrilación.
Observación visual: leve a moderado movimiento
oscilante del miocardio ventricular.
40
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
Los ritmos electrocardiográficos anormales de mayor prevalencia son:
• AESP: se caracteriza por la presencia de trazado electrocardiográfico normal
(sinusal) o anormal (ritmo de escape ventricular, ritmo idioventricular) pero
sin actividad contráctil miocárdica. Es el resultado de múltiples procesos sistémicos, traumáticos o de incremento del tono vagal. No tiene tratamiento
farmacológico eficaz, por lo que los esfuerzos de reanimación deben basarse
en el masaje cardiaco ininterrumpido y en la identificación y tratamiento de
las condiciones clínicas predisponentes.
• Asistolia: es el ritmo de parada más frecuente en la especie felina y canina.
Se caracteriza por la ausencia de trazado en el registro electrocardiográfico.
Es el resultado de múltiples procesos sistémicos, traumáticos o de incremento
del tono vagal. No tiene tratamiento farmacológico eficaz, por lo que los esfuerzos de reanimación deben basarse en el masaje cardiaco ininterrumpido
y en la identificación y tratamiento de las condiciones clínicas predisponentes.
• Taquicardia ventricular: se caracteriza por la descarga repetitiva de uno o
varios focos en el miocardio ventricular o de las fibras de Purkinje. Es el
resultado de hipoxia, dolor, isquemia, sepsis, alteraciones electrolíticas, traumatismos, pancreatitis, DVG, enfermedad cardiaca primaria, etc.
• Fibrilación ventricular: se caracteriza por la presencia de una excitación
ventricular desorganizada, cuyo resultado es la inadecuada y descoordinada
contracción miocárdica. Finalmente, se llega al colapso de la bomba cardiaca. Es el resultado de un proceso de acidosis, hipoxia miocárdica o enfermedad sistémica grave. El tratamiento eficaz es la desfibrilación eléctrica.
SOPORTE VITAL
AVANZADO (SVA)
El soporte vital avanzado se basa en el soporte circulatorio mediante la administración de fluidos y fármacos. Estas medidas junto con las descritas en el
SVB van encaminadas a incrementar el éxito de la reanimación y la supervivencia del paciente.
3. REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR
41
Acceso venoso
El acceso intravenoso debe llevarse a cabo una vez iniciado el SVB. El acceso venoso central (vena yugular) es el de elección para la administración de
fármacos, sin embargo no siempre se dispone de este acceso venoso cuando
acontece el paro cardiaco en el paciente. De hecho, este acceso venoso central
no está indicado durante el paro dado que requiere tiempo, material y personal cualificado para su colocación. El acceso venoso periférico, intraóseo
o intratraqueal son alternativas válidas a considerar en cada caso. El acceso
intracardiaco (para inyección de fármacos) no se recomienda, a excepción de
que el clínico tenga la posibilidad de observación directa del corazón (reanimación abierta).
En el caso de disponer de un acceso venoso periférico, la administración de
fármacos debe ser en forma de bolos, seguida de venoclisis de NaCl 0,9% durante 10-20 segundos, la medicación tardará entre 1-2 minutos en hacer efecto
(tabla 1).
La vía intraósea permite la administración de fármacos
y fluidos de forma similar a un acceso vascular
central, pero su colocación requiere de entrenamiento,
material específico y presenta algunas limitaciones.
La vía intratraqueal permite la administración fácil,
rápida y eficaz de muchos de los fármacos que pueden
utilizarse durante las maniobras de reanimación:
atropina, adrenalina, lidocaína, naloxona y vasopresina.
En la mayoría de los casos, las dosis utilizadas en la administración intratraqueal
son 2-3 veces superiores a las habituales y se recomienda una aplicación de forma
diluida en 5-10 ml de agua para inyección, o en su defecto NaCl 0,9%.
42
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
TABLA 1.
Fármacos y recomendaciones para la desfibrilación utilizadas en la
Reanimación cerebro-cardio-pulmonar (RCCP).
FÁRMACOS
Amiodarona
Atropina
PERROS
GATOS
ídem
Repetir una sola dosis
3-5 minutos después
de la primera.
Repetir dosis: 2,5 mg/kg
IV, IO durante 10 min
ídem
No administrar
intratraqueal.
0,04 mg/kg IV, IO
ídem
Puede repetirse cada
3-5 minutos, un máximo
de tres veces.
ídem
No administrar
intratraqueal.
Gluconato cálcico 10% 0,5-1,5 ml/kg IV durante
10 min
Adrenalina (1:1000)
Lidocaína
Sulfato magnésico
OBSERVACIONES
5,0 mg/kg IV, IO durante
10 min
0,01 mg/kg IV, IO
ídem
Dosis inicial.
0,03-0,1 mg/kg IT
ídem
Puede repetirse cada
3-5 minutos, un máximo
de tres veces.
Repetir dosis: 0,1 mg/kg IV,
IO, IT
ídem
2,0-4,0 mg/kg IV, IO
0,2 mg/kg
4,0-10 mg/kg IT
IO, IT
0,15-0,3 mEq/kg IV
durante 10 min
ídem
Uso prudente en gatos.
Puede repetirse hasta un
máximo de 0,75 mEq/kg.
No administrar
intratraqueal.
Naloxona
0,02-0,04 mg/kg IV
ídem
Fármaco reversor
de opiáceos.
0,5 mEq/kg IV, IO
ídem
No administrar
intratraqueal.
0,08 x peso vivo
x defecto de base
= mEq a administrar
ídem
Administrar con cautela
tras 10-15 minutos de
reanimación.
0,04-0,10 mg/kg IT
Bicarbonato sódico
Puede repetirse cada
10 minutos.
Vasopresina
Desfibrilación eléctrica
externa
Desfibrilación eléctrica
interna
0,2-0,8 U/kg IV, IO
ídem
Puede repetirse cada
3-5 minutos, un máximo
de tres veces.
0,4-1,2 U/kg IT
ídem
Puede alternarse con
adrenalina.
2-5 J/kg
2-5 J/kg
50 J perros pequeños
100 J perros medianos
200 J perros grandes
50 J gatos
7 J/kg si pesa < 15 kg
10 J/kg si pesa >15 kg
7 J/kg
si pesa >
– 15 kg
0,2-0,5 J/kg
Dosis inicial.
Dosis posterior.
Posibilidad 1.
Dosis posterior.
Posibilidad 2.
ídem
*Todas las medicaciones administradas por vía intratraqueal deben
diluirse en 5-10 ml de agua estéril para inyección.
3. REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR
43
Fluidoterapia
La cantidad y velocidad de suministro de los fluidos resulta en muchas ocasiones controvertida. Actualmente no se recomienda la administración de fluidos a
“dosis de shock” (90 ml/kg/h en perros y 45 ml/kg/h en gatos), a no ser que se
trate de pacientes previamente hipovolémicos. En caso de hipovolemia severa,
pacientes de gran tamaño o pacientes con indicación de tratamientos con fluidos
a volúmenes limitados (ver cap. 6 Tomo I) puede administrarse suero hipertónico salino al 3% (4-6 ml/kg IV en bolo mediante venoclisis lenta durante 5 minutos), y en pacientes con presión coloidosmótica disminuida pueden utilizarse
coloides (hidroxietilalmidón: bolo intravenoso de 5 ml/kg en perros y 2-3 ml/
kg en gatos).
A pesar de que durante la parada cardiorrespiratoria se produce una vasodilatación periférica generalizada que conduce a una situación de hipovolemia
relativa, en pacientes euvolémicos solo se recomiendan dosis de 20 ml/kg de
cristaloides en bolo rápido, en el perro, y 10 ml/kg, en el gato. Una excesiva
administración de fluidos en estos pacientes puede comprometer la presión de
perfusión miocárdica al incrementar en exceso la presión en la aurícula derecha
(ver fórmula).
Perfusión coronaria = Presión aórtica diastólica – Presión aurícula derecha
DOSIS DE FLUIDOTERAPIA
Dosis de shock
Cristaloides isotónicos de reemplazo
(RL, NaCl 0,9%)
• Perros: 90 ml/kg/h
• Gatos: 45 ml/kg/h
En pacientes
hipovolémicos
Con hipovolemia severa,
pacientes de gran tamaño
Suero hipertónico salino 3%
o pacientes con indicación en bolo intravenoso de 4-6 ml/kg,
de tratamientos con fluidos venoclisis lenta durante 5 minutos
a volúmenes limitados
Con presión
coloidosmótica
disminuida
En pacientes
euvolémicos
44
Coloides (hidroxietilalmidón)
en bolo intravenoso
• Perros: 5 ml/kg
• Gatos: 2-3 ml/kg
• Perros: 20 ml/kg de cristaloides en bolo rápido
• Gatos: 10 ml/kg de cristaloides en bolo rápido
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
Fármacos
• Adrenalina: se trata de un agonista adrenérgico, con actividad en receptores
α y β adrenérgicos. La actividad β1-agonista genera el incremento de la contractilidad miocárdica, de la frecuencia cardiaca, de la actividad miocárdica
y del consumo de oxígeno miocárdico. Por su parte la actividad β2-agonista
produce la relajación del músculo liso, vasodilatación periférica, hipotensión
sistémica y broncodilatación. El principal efecto beneficioso de la adrenalina
es su actividad α1-agonista, es decir, su actividad vasoconstrictora, incrementando la presión arterial y favoreciendo la perfusión coronaria. La actividad
β2-agonista dilata las arteriolas coronarias y cerebrales, dando lugar a un
incremento del flujo sanguíneo hacia esas áreas, y por otro lado estimula la
actividad del marcapasos cardiaco.
La dosis óptima de adrenalina en pacientes que sufren parada cardiorrespiratoria se desconoce hasta la fecha (tabla 1). En veterinaria se recomienda
utilizar una dosis de adrenalina (1:1000) inicialmente de 0,01 mg/kg IV, y de
2 a 10 veces mayor si la administración es intratraqueal. La dosis descrita
puede repetirse cada 3-5 minutos, hasta un máximo de tres veces. Si el efecto
no es el deseado, puede administrarse alternativamente vasopresina (0,1 mg/
kg IV) o utilizar adrenalina a dosis de 0,1 mg/kg IV. Diversos estudios clínicos han demostrado que la adrenalina a dosis altas provoca incrementos
del flujo sanguíneo cerebral y del gradiente aórtico-auricular, pero también
mayores tasas de refibrilación y menores tasas de supervivencia. Por lo tanto,
debería restringirse su uso a unidades equipadas con desfibrilador eléctrico.
• Atropina: es un anticolinérgico parasimpaticolítico con actividad en receptores muscarínicos. Durante la parada cardiaca el tono vagal puede estar incrementado y esto puede contribuir a la supresión del automatismo cardiaco.
La utilización de atropina puede revertir las respuestas mediadas por receptores colinérgicos y la estimulación parasimpaticomimética, incrementando
la frecuencia cardiaca y la resistencia vascular sistémica. Por su efecto vagolítico, es el fármaco más indicado en el tratamiento de la asistolia inducida
por el estímulo vagal. Como incrementa la actividad del nodo senoauricular
y la conducción del nodo auriculoventricular, está indicada su utilización
en pacientes con bradiarritmias. Hoy en día se recomienda su utilización en
asistolia y AESP.
La dosis recomendada tanto para perros como para gatos es de 0,04 mg/kg
IV, pudiéndose repetir cada 3-5 minutos, hasta un máximo de tres veces. El
uso intratraqueal de la atropina se contempla en la tabla 1.
3. REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR
45
• Vasopresina: se trata de un péptido endógeno noradrenérgico con actividad vasopresora en los receptores específicos V1A situados en el músculo
liso vascular. Provoca la vasoconstricción selectiva periférica, coronaria y
renal, pero también vasodilatación cerebral. Tiene una menor actividad en
la constricción coronaria y renal que en la periférica, lo cual redunda en la
redistribución preferencial del flujo sanguíneo al SNC y al corazón. Aunque
no existen estudios concluyentes en medicina humana, actualmente se recomienda como alternativa a la adrenalina en el manejo de asistolia, fibrilación ventricular, taquicardia ventricular y AESP. Algunos ensayos realizados
en animales concluyen que estas patologías evolucionan mejor con el uso de
vasopresina, documentándose un mayor efecto vasopresor (en comparación
con la adrenalina) en condiciones de acidosis e hipoxia tisular.
Las dosis recomendadas son 0,2-0,8 U/kg IV, pudiendo repetir la administración cada 3-5 minutos, hasta un máximo de tres dosis. También es posible su
administración intratraqueal (tabla 1).
• Amiodarona: se trata de un antiarrítmico de clase III con actividad para
prolongar el potencial de acción de la célula miocárdica y de su periodo
refractario. Esta actividad viene mediada por su efecto sobre los canales del
sodio, potasio, calcio y por la inhibición no competitiva de los receptores β2.
En la actualidad se considera el fármaco de elección para tratar la fibrilación
ventricular refractaria y la desfibrilación eléctrica. En teoría, su uso está indicado ante situaciones de fibrilación auricular, taquicardia auricular, taquicardia ventricular refractaria y fibrilación ventricular, en los casos en los que no
son efectivas las compresiones, la desfibrilación y los vasopresores. Aunque
no existen evidencias en veterinaria de mayores tasas de supervivencia tras el
tratamiento de pacientes en parada cardiorrespiratoria por fibrilación ventricular, sí parece existir una mejor respuesta a la desfibrilación en pacientes
tratados con amiodarona.
La dosis recomendada es de 5,0 mg/kg IV o IO en administración lenta durante 10 minutos. En caso de ser necesaria una segunda dosis, se pueden
administrar 2,5 mg/kg después de 3-5 minutos.
• Lidocaína: se trata de un antiarrítmico de clase Ib que actúa estabilizando
la membrana celular mediante el bloqueo de los canales de sodio. Aunque
sus indicaciones son similares a las de la amiodarona, y está más disponible
para la mayoría de clínicos, existen evidencias de menores tasas de ROSC
(retorno a la circulación espontánea) y mayor frecuencia en la aparición de
46
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
Figura 4. Cajón del carro de RCCP.
asistolia o refibrilación ventricular con su uso. Su utilización debería restringirse a pacientes con arritmias ventriculares tras la reanimación inicial, si la
amiodarona no está disponible; en el caso de disponer un desfibrilador, es
preferible desfibrilar eléctricamente al paciente.
La dosis recomendada es de 2,0-4,0 mg/kg IV o IO. La administración intratraqueal es posible y la dosificación es diferente entre la especie canina y
felina (tabla 1).
• Bicarbonato sódico: la utilización de bicarbonato sódico, tradicionalmente, se ha indicado para el tratamiento de la acidosis severa asociada a
la parada cardiorrespiratoria. Sin embargo, no existen evidencias sustentadas por estudios por las que su empleo deba generalizarse. Actualmente, su uso solo está indicado en pacientes con grave acidosis previa, con
hiperpotasemia, o en pacientes sometidos a maniobras de reanimación
cardiopulmonar prolongadas. Las posibles complicaciones asociadas a la
utilización de bicarbonato incluyen: alcalosis, acidosis celular paradójica, hipopotasemia, disminución de los niveles de calcio ionizado, hipernatremia, hiperosmolaridad, hipercapnia, empeoramiento de la acidosis
respiratoria cuando la ventilación no es la adecuada, y la desviación de
la curva de disociación de la hemoglobina hacia la izquierda. Esto último
genera una mayor afinidad de la hemoglobina por el oxígeno, con lo
3. REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR
47
Figura 5. Carro de RCCP.
que se limita la distribución del oxígeno a nivel de la microcirculación.
Además, la utilización de bicarbonato puede inactivar el efecto de las catecolaminas que estén siendo administradas a la vez y, en consecuencia, disminuir
la resistencia vascular sistémica.
La dosis recomendada, en las condiciones previamente descritas, es de
0,5 mEq/kg IV.
• Calcio: históricamente, el calcio se ha recomendado en pacientes con disociación electromecánica o en pacientes que no responden a los esfuerzos de
reanimación. Sin embargo no existen evidencias científicas que apoyen su
utilización en pacientes en parada para mejorar la contractilidad cardiaca.
48
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
Hoy en día, se sabe que elevadas concentraciones de calcio a nivel intracelular son tóxicas para la célula y que la regulación del calcio intracelular se ve
comprometida en situaciones de hipoxia celular. Por todo ello, la terapia con
calcio no se recomienda en el tratamiento de la parada cardiorrespiratoria.
Su utilización sí debería considerarse en casos de paradas asociadas a hiperpotasemia, hipocalcemia, sobredosis de bloqueantes de canales de calcio o
hipermagnesemia.
La dosis habitual recomendada es en forma de gluconato cálcico a dosis de
0,5-1,5 ml/kg mediante bolo intravenoso lento. Si el paciente presenta latido
cardiaco, el bolo intravenoso debe administrarse especialmente lento.
• Sulfato magnésico: la administración de sulfato magnésico intravenoso puede ser efectivo en pacientes hipomagnesémicos que desarrollen arritmias refractarias, incluso en casos de fibrilación ventricular.
• Glucosa 50%: no se recomienda el empleo de glucosa durante las maniobras
de reanimación, salvo que se documente hipoglucemia en el paciente. Cabe
destacar que la incidencia de complicaciones neurológicas tras la reanimación en pacientes hiperglucémicos es mayor. Sin embargo, la hipoglucemia
puede ser relativamente común en pacientes neonatos, animales geriátricos,
pacientes con neoplasias sistémicas o con procesos sépticos. La dosis recomendada es 0,5-1,5 ml/kg de glucosa al 50% diluida (1:4 con 0,9% NaCl)
mediante bolo intravenoso lento.
• Otras medicaciones: si la parada cardiorrespiratoria está asociada a una
sedación o anestesia, puede estar indicada la administración de fármacos
reversores.
La utilización de yohimbina o atipemazol, a dosis 0,1-0,2 mg/kg IV de inyección lenta, es aconsejable como antídoto en caso de intoxicación por antagonistas α2 adrenérgicos.
La utilización de flumacenilo, a dosis 0,02 mg/kg IV, se sugiere en casos de
efectos tóxicos o adversos derivados del uso de benzodiacepinas.
La administración de naloxona, a dosis 0,02-0,04 mg/kg IV, está indicado en
casos de intoxicación por opiáceos.
3. REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR
49
Fármacos reversores
• Yohimbina o atipamezol (0,1-0,2 mg/kg IV) ≠ antagonistas α2
adrenérgicos
• Flumacenilo (0,02 mg/kg IV) ≠ benzodiacepinas
• Naloxona (0,02-0,04 mg/kg IV) ≠ opiáceos
Desfibrilación
La desfibrilación se lleva a cabo en pacientes que sufren fibrilación ventricular,
confirmada previamente en el registro electrocardiográfico. Si el paciente sufre
una parada cardiorrespiratoria y la fibrilación es la causa, la desfibrilación inmediata es el único tratamiento a administrar una vez asegurada la vía aérea, e
instauradas las compresiones torácicas. En el caso en el que la desfribrilación sea
insatisfactoria, se debe proseguir de inmediato con el protocolo ABC. Una desfibrilación adecuada incluye del uso de un gel apropiado y de la aplicación de presión firme, para asegurar el contacto óptimo entre las palas y la piel. El paciente
debería acomodarse sobre una superficie no conductora. El reanimador tiene que
llevar guantes, y debe asegurarse de que nadie más está en contacto con el animal
durante el electroshock. Es preferible la utilización de desfibriladores (externos o
internos) sincrónicos y bifásicos.
La dosis inicial de desfibrilación externa es de 2-5 J/kg, mientras que en el caso
de la interna de 0,2-0,5 J/kg (tabla 1). Actualmente se recomienda alternar la
desfibrilación con el masaje en ciclos de dos minutos, en alternancia con hasta
tres electroshocks. Las dosis de despolarización pueden incrementarse progresivamente. Aunque, si tras tres ciclos la fibrilación del paciente persiste, se indica
alternar la adrenalina o la vasopresina con el masaje. La probabilidad de retomar un ROSC disminuye proporcionalmente con el retraso en la aplicación de
las compresiones torácicas, las repeticiones de desfibrilación, la evaluación electrocardiográfica o cualquier otro tipo de interrupción que acontezca durante la
maniobra de reanimación.
50
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
SOPORTE VITAL
PROLONGADO (SVP)
La recurrencia del paro respiratorio o cardiorrespiratorio es frecuente en pacientes que han sido sometidos a RCCP, especialmente si la causa desencadenante no
es potencialmente reversible o no ha sido tratada de forma suficientemente agresiva. Se han documentado múltiples síndromes de posreanimación que aparecen
de forma secundaria al éstasis sanguíneo, y posteriores lesiones derivadas de la
isquemia y reperfusión tisular tras la RCCP. Estos síndromes incluyen inestabilidad cardiovascular caracterizada por la presencia de arritmias, disfunción miocárdica e hipotensión secundaria a la pérdida del tono vasomotor. También puede
aparecer fallo renal agudo o compromiso de la barrera de la mucosa intestinal en
situaciones de hipoperfusión, constituyendo complicaciones muy graves en este
tipo de pacientes. Incluso puede llegar a desarrollarse el síndrome de respuesta
inflamatoria sistémica asociada a afectación pulmonar (daño pulmonar agudo o
síndrome de distrés respiratorio agudo), alteraciones en la regulación hemostática
o fallo multiorgánico. La disfunción neurológica transitoria es relativamente frecuente en pacientes sometidos a reanimación, aunque generalmente las secuelas
no son relevantes en aquellos individuos que finalmente son dados de alta. Finalmente, cabe considerar en el SVP la corrección de lesiones iatrogénicas (fracturas
costales, accesos vasculares traumáticos, etc.) que pudieran haberse generado durante la maniobra de reanimación.
Por tanto, el SVP supone la parte más determinante del procedimiento de reanimación del paciente y debe basarse en identificar y tratar el proceso subyacente
responsable del paro, maximizar la función pulmonar, optimizar la función cardiaca, minimizar el deterioro neurológico, normalizar las alteraciones analíticas
(electrolíticas, anemia, coagulopatías, etc.) y restablecer la función orgánica renal
y gastrointestinal.
Para conseguir todo esto deben monitorizarse los siguientes parámetros: presión,
ritmo y carácter del pulso, estado mental, registro electrocardiográfico, pulsioxímetro, temperatura corporal, sonidos pulmonares, color de membranas mucosas, tiempo de relleno capilar, producción de orina, equilibrio ácido-base y gases
sanguíneos, hematocrito, proteínas totales, concentración de glucosa sanguínea,
concentración de lactato sérico, presión venosa central, función neurológica y
finalmente el grado de confort del paciente (tabla 2).
3. REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR
51
TABLA 2.
Monitorización y objetivos de reanimación durante el soporte vital prolongado (SVP).
Monitorización hemodinámica
Temperatura: hipotermia permisiva (34 ºC) y normotermia (38 ºC)
Membranas mucosas: rosadas
Tiempo de relleno capilar: 1-2 segundos
ECG: mantener un ritmo de base sinusal entre 80-120 ppm
Presión de pulso: palpable, regular y rítmico
Presión arterial media: > 80 mm Hg
Presión venosa central: 5-10 cm de H2O
Monitorización respiratoria
Ausencia de anomalías a la auscultación de los campos pulmonares
Frecuencia respiratoria: 10-30 rpm; con patrón respiratorio espontáneo, rítmico, I:E (1:2)
SaO2: > 95%; PaO2: 80-100 mm Hg. Comparar con los resultados de sangre venosa central,
si fuera necesario; o con la perfusión pulmonar, si fuera insuficiente
ETCO2: 35-40 mm Hg; PaCO2: 30-35 mm Hg. Comparar con los resultados de sangre venosa
central, si fuera necesario; o con la perfusión pulmonar, si fuera insuficiente
Monitorización metabólica
pH: 7,35-7,45
H2CO3: 18-26 mEq/l
Lactato: < 2,5 mmol/l
Glucosa: 80-120 mg/dl
Hematocrito: > 30%
Hemoglobina: > 10 g/dl
Proteínas totales: > 6 g/dl
Electrolitos: Na: 145-155 mEql/l; Cl: 110-120 mEq/l; K: 3,5-4,5 mEq/l;
magnesio-i: 0,4-0,7 mmol/l; calcio-i: 1,1-1,5mmol/l
Producción de orina: > o = 1-2 ml/kg/h
Monitorización neurológica seriada (EGM)
Nivel de consciencia
Movimientos voluntarios/involuntarios
Reflejos extraoculares
Respuesta y posición pupilar
Frecuencia respiratoria y patrón respiratorio
Lesiones por reperfusión
La falta de oxígeno y de otros sustratos imposibilita a la célula a mantener sus
reservas energéticas, y por tanto se alteran las funciones celulares básicas. Por este
motivo, las células pierden la capacidad para bombear sodio al exterior, acaban
desarrollando edema intracelular, pierden la integridad de la membrana celular y
finalmente se degeneran.
52
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
Se ha observado que en algunos casos el cerebro y el corazón parecen funcionar de forma correcta inmediatamente después de un procedimiento de reanimación, pero posteriormente se deterioran sensiblemente. Al parecer existen
diferentes razones para ello:
1) Desarrollo de lesiones por reperfusión, asociadas a la generación de radicales libres.
2) Secuestro y activación leucocitaria con la consiguiente liberación de diferentes mediadores inflamatorios: proteasas, factor de necrosis tisular (TNF) y
factor de activación plaquetar.
3) Inicio y progresión de la coagulación intravascular diseminada.
Los radicales libres (aniones superóxido, peróxido de hidrógeno y aniones hidroxilo) son moléculas altamente reactivas, dada su carga electrónica, para las
moléculas circundantes y la propia membrana celular. Proceden fundamentalmente del catabolismo del ATP en hipoxantina y la activación neutrofílica. La
presencia de hierro ferroso libre, que también se acumula en el interior de las
células durante los periodos de isquemia, cataliza la conversión de aniones superóxido en peróxido de hidrógeno y aniones hidroxilos. Todos estos metabolitos
reactivos del oxígeno causan la lipoperoxidación de la membrana celular y de sus
organelas, la oxidación de los grupos sulfidrilo, la alteración de los diferentes mecanismos enzimáticos (inhibición del transporte del calcio celular) y finalmente la
despolimerización del ADN y el ARN.
Hasta la fecha no existe tratamiento clínico específico o eficaz para tratar este
fenómeno.
Función pulmonar
Debe evaluarse la capacidad ventilatoria del paciente, evitando en todo momento
la hipercapnia y apnea.
La apnea viene determinada por una disfunción neurológica central, en consecuencia, el paciente requerirá ventilación mecánica mientras ésta no revierta.
Dado que la presión de dióxido de carbono regula directamente el flujo sanguíneo cerebral, los niveles de dióxido de carbono deben mantenerse en un rango
estrecho de valores, entre 30-35 mm Hg. En concreto, niveles elevados de CO2
incrementan el flujo sanguíneo cerebral y niveles disminuidos de CO2 restringen el flujo sanguíneo. La ventilación mecánica o la ventilación asistida pueden
3. REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR
53
ser necesarias para cumplir estos propósitos. Se debe prevenir en todo momento
la aparición de fenómenos de hiperventilación, dado que si se reduce el CO2 a
ciertos valores, puede aparecer vasoconstricción cerebrovascular e isquemia cerebral. Los pacientes que espontáneamente hiperventilan y que presentan valores
de PaCO2 o ETCO2 por debajo de 25 mm Hg deben ser forzados a reinhalar CO2
mediante una bolsa o mascarilla. Las variaciones en los niveles de CO2 tienen que
controlarse cuidadosamente, puesto que pueden dar lugar a cambios en el pH, y
más si el valor fisiológico de CO2 disminuye, en parte, debido a la compensación
de una acidosis metabólica severa presente en el paciente.
Niveles PaCO2 (30-35 mm Hg)
PaCO2 = flujo sanguíneo cerebral
PaCO2 = flujo sanguíneo cerebral
Si los esfuerzos ventilatorios resultan inefectivos, puede atribuirse a:
• Presencia de un neumotórax.
• Acumulación de fluidos en el tubo endotraqueal o vía aérea.
• Contusión pulmonar.
• Edema pulmonar severo.
La oxigenación inefectiva puede deberse a edema pulmonar tras una agrefluidoterapia, o bien puede deberse a contusiones pulmonares derivadas de las compresiones torácicas. Es indispensable proveer oxígeno de manera rutinaria a estos
pacientes ante cualquier evidencia de hipoxemia.
El oxígeno debe administrarse mediante máscara, sonda nasal o directamente
por el tubo endotraqueal. La finalidad es mantener la oxigenación arterial en
valores superiores a 90 mm Hg o valores de oximetría superiores al 95%. Con
frecuencia la ventilación mecánica es necesaria para mantener estos niveles de
oxigenación en el paciente después de la parada cardiaca. La concentración de
hemoglobina debe mantenerse mayor de 10 g/dl (Hto.: 30%) en perros y menor
de 8 g/dl (Hto.: 24%) en gatos para poder maximizar la capacidad de transporte
de oxígeno. El hematocrito debe monitorizarse y, si es necesario, deben administrarse concentrados de eritrocitos.
54
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
Función cardiovascular
Es importante monitorizar la función cardiovascular y mantener correctamente esta función una vez restablecida la circulación espontánea, optimizando en
todo momento:
• La actividad miocárdica.
• La presión arterial.
• La perfusión tisular.
Las células miocárdicas rápidamente desarrollan una severa acidosis hipercápnica durante el paro, cuyo resultado deriva en importantes alteraciones en la función diastólica y sistólica al reiniciarse el latido cardiaco. Estas disfunciones pueden resolverse de forma espontánea durante las primeras 48 horas, pero también
pueden derivar en un fallo miocárdico progresivo. Ante una función contráctil insuficiente debe considerarse la administración de simpaticomiméticos β-agonistas
como la dobutamina (5-15 μg/kg/min) que puede mejorar la función miocárdica
y el gasto cardiaco, a la vez que genera una ligera vasodilatación periférica.
En caso de no poder mantener la presión arterial media por encima de 80 mm Hg,
está indicada la utilización de dopamina (5-15 μg/kg/min).
La aparición de bradicardia (< 50-60 ppm) en el paciente puede llegar a ser un
problema, si conlleva la disminución del gasto cardiaco, de la presión arterial o
bien de la perfusión tisular. En estos casos la administración de anticolinérgicos
a efecto (atropina: 0,02-0,04 mg/kg y glicopirrolato: 0,01-0,02 mg/kg) puede ser
una buena solución. Si esta actuación no resulta suficiente o efectiva, se puede recurrir a los simpaticomiméticos (dopamina: 3-7 μg/kg/min, dobutamina: 5-10 μg/
kg/min o adrenalina: 0,05-0,1 μg/kg/min).
En caso de hipotensión puede darse una inadecuada perfusión cerebral y cardiaca; para evitar en lo posible estos fenómenos hay que intentar mantener la PAM
por encima de 80 mm Hg. La hipotensión puede deberse a hipovolemia, disminución del gasto cardiaco o vasodilatación periférica.
Se debe ser cauteloso a la hora de administrar fluidos en todo paciente sometido
a RCCP. Es preferible estimar y monitorizar la volemia mediante métodos lo más
objetivos posibles (presión venosa central, producción de orina, etc.). Dependiendo del caso puede estar justificada la administración de coloides o hemoderivados, y si se documenta una contractilidad miocárdica insuficiente, también el
empleo de simpaticomiméticos.
3. REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR
55
La vasodilatación periférica puede estar asociada a hipoxia tisular residual y a la
acumulación de metabolitos ácidos o citoquinas. Se debe considerar la administración de agonistas de receptores α, si fuera necesario un soporte farmacológico
para controlar la presión arterial, por ejemplo, adrenalina 1:1000 (0,1-1,0 μg/kg/
min) o noradrenalina (0,5-1,0 μg/kg/min).
Si el paciente se presenta con afectación neurológica, hipertensión y bradicardia
severas debe descartarse inicialmente la posibilidad de un síndrome de Cushing,
en cuyo caso el tratamiento con vasodilatadores no suele estar indicado.
Es importante monitorizar el registro electrocardiográfico, dado que la incidencia
de arritmias tras una RCCP es elevada y puede ser un signo precedente de una futura parada cardiopulmonar. Hay que evaluar la presencia de arritmias de forma
meticulosa, ya que no está indicado el tratamiento específico a no ser que éstas
progresen hacia mayor gravedad, o que estén interfiriendo en el mantenimiento
del gasto cardiaco o la presión arterial.
En el caso de arritmias ventriculares se opta por un tratamiento farmacológico
cuando:
1) La frecuencia es superior a 180-200 ppm.
2) Cuando el ritmo paroxístico es superior a un minuto.
3) Cuando la arritmia es de naturaleza multiforme.
4) Cuando el complejo ventricular prematuro coincide con la onda T del complejo precedente.
5) Cuando existen evidencias de gasto cardiaco disminuido.
Cabe destacar que el objetivo de la terapia no es la eliminación de la arritmia,
sino disminuir la frecuencia cardiaca o la gravedad de la arritmia. La terapia
con antiarrítmicos puede inducir importantes efectos adversos, si se pretende una
conversión al ritmo sinusal.
Mediante una exploración clínica (examen hemodinámico) y laboratorial (lactato, equilibrio ácido-base y gasométrico) del paciente se podrá evaluar la perfusión
tisular. Para optimizar este aspecto, debe monitorizarse la terapia con fluidos y el
retorno venoso. La PAM tiene que permanecer por encima de 80 mm Hg para
asegurar una perfusión coronaria y cerebral adecuadas.
56
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
Función neurológica
Normalmente, tras una RCCP suele acontecer una disfunción neurológica. La parada cardiorrespiratoria produce hipoxia cerebral. La hipoxia cerebral deriva en
una depleción de las reservas intracelulares de glucosa en tan solo 10 segundos,
de las reservas de glucógeno en 2-4 minutos y de las de ATP en 5 minutos. La
depleción energética celular conlleva la acumulación intracelular de sodio, calcio,
hierro , la degeneración estructural y finalmente la muerte celular. Actualmente
las lesiones cerebrales posreanimación se atribuyen a diferentes motivos:
• La isquemia global.
• La depleción propia del ATP.
• Las lesiones de reperfusión.
• Los problemas “extracerebrales” (hipotensión, hipoxemia, acidemia, enterotoxemia, sepsis, coagulopatías y fallo multiorgánico).
Con frecuencia muchas de las alteraciones clínicas subyacentes se corrigen durante las primeras 24-48 horas. Por ello, se recomienda un mínimo de 48 horas
antes de emitir un pronóstico en lo referente a las disfunciones neurológicas permanentes.
Si el paciente no recupera la consciencia en los 15-30 minutos tras la reanimación,
o bien el procedimiento de RCCP se prolonga más allá de 15 minutos, se debe
asumir un probable daño cerebral. Hoy en día, el clínico dispone de diferentes
escalas de evaluación neurológica (escala Glasgow modificada), cuya utilización
puede guiar una exploración seriada y objetiva de este tipo de pacientes.
En medicina humana se consideran signos de mal pronóstico: la ausencia de reflejo corneal, la ausencia de respuesta a la amenaza, la ausencia de respuesta al dolor
y la ausencia de respuesta motora.
Además de las medidas, descritas con anterioridad, para maximizar la perfusión
cerebral y disminuir la gravedad de lesiones o complicaciones instauradas existen
otras medidas a destacar.
El paciente puede desarrollar hipotermia durante o después del procedimiento de
reanimación. Existe un rango de hipotermia permisiva (33-34 ºC) que puede dis-
3. REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR
57
minuir la demanda de oxígeno tisular, reducir la afectación neurológica posparo e
incrementar el porcentaje de éxito de la reanimación. Para asumir esta hipotermia
es esencial que el paciente esté minuciosamente monitorizado a nivel hemodinámico y analítico, dado que es frecuente la aparición de arritmias y coagulopatías.
La aparición de hipertermia puede ser otra complicación a considerar ya que
incrementa las demandas de oxígeno cerebral (un 7-8% por ºC). En caso de que
la hipertermia se vincule a la aparición de convulsiones, se puede iniciar un tratamiento con antiepilépticos.
Cualquier medida que pudiera incrementar la presión intracraneal (sondas de
oxigenoterapia o alimentación, catéteres centrales, etc.) deben evitarse, dentro
de lo posible, mientras el paciente presente signos de inestabilidad neurológica.
La administración de glucocorticoides está contraindicada en estos pacientes,
porque puede empeorar la afectación neurológica asociada a la isquemia, al generar hipoglucemia secundaria.
La administración de manitol (0,5 g/kg IV lento) puede resultar beneficioso en
el tratamiento osmótico del edema cerebral y en la captación de radicales libres
hidroxilo. Otros fármacos como el dimetilsulfóxido (1mg/kg; diluido a concentraciones menores al 10% en venoclisis de dos horas), los quelantes de hierro
(deferoxamina: 25-50 mg/kg) y la pentofilina han mostrado resultados controvertidos en lo referente a mejoras en la recuperación neurológica y a la isquemia
global, por lo que hasta el momento su utilidad clínica es discutible.
El soporte nutricional debería instaurarse una vez estabilizado el paciente, dependiendo del proceso de la enfermedad subyacente, el estado mental posreanimación y el estado clínico. Si el soporte nutricional enteral no es una opción, puede
recurrirse a técnicas de nutrición parenteral.
58
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
Protocolo de actuación.
PARADA CARDIORRESPIRATORIA
Vía aérea
• Evaluar posible obstrucción y correcta respiración. Intubar.
Respiración
• Ventilar con oxígeno 100%. Evitar hiperventilar.
• Proveer: 10-20 rpm.
Circulación
•
•
•
•
Evaluar la presencia de latido y pulso.
Si ausente, comenzar compresiones torácicas.
Proveer: 80-100 compresiones/minuto (1:1).
Minimizar interrupciones.
INICIAR SOPORTE VITAL PROLONGADO
Colocar ECG y determinar la arritmia de parada.
Obtener vía de acceso para terapia con fármacos.
FIBRILACIÓN VENTRICULAR
/TAQUICARDIA VENTRICULAR SIN PULSO
Desfibrilar
2-10 J/kg (externa).
0,2-1 J/kg (interna).
Alternar con masajes
hasta tres ciclos (2 min).
Fármacos
Adrenalina (0,01-0,1 mg/kg IV)
o Vasopresina (0,8 U/kg IV).
Lidocaína (2 mg/kg IV)
o Amiodarona (5 mg/kg IV).
ASISTOLIA/AESP/BRADICARDIA
Atropina (0,04 mg/kg IV).
Usar dosis menor, si el pulso
es palpable o si se sospecha
de parada vagomediada.
Fármacos
Adrenalina
(0,01-0,1 mg/kg IV) o
Vasopresina (0,8 U/kg IV).
Repetidas o alternadas cada
3-5 min en tres ciclos.
Repetir ciclos de desfibrilación a dosis mayores.
PARADA INDUCIDA POR ANESTÉSICOS
Desconectar vaporizador y limpiar circuito anestésico.
Administrar fármacos reversores.
DURANTE LA REANIMACIÓN CEREBRO-CARDIO-PULMONAR (RCCP)
Considerar masaje costo-abdominal.
Considerar
masaje cardiaco interno.
Especialmente en paradas prolongadas, pacientes de gran
tamaño, con traumatismo torácico o intraoperatorio.
Considerar bicarbonato sódico
1-2mEq/kg IV.
Indicado en pacientes con acidosis metabólica severa previa,
hiperpotasemia o maniobras de reanimación prolongadas
(> 10 min).
Considerar gluconato cálcico
50-100 mg/kg IV.
Indicado si el paciente presenta
hiperpotasemia o hipocalcemia.
Considerar sulfato magnésico
30 mg/kg IV.
Si el paciente presenta
hipomagnesemia o TQV/FIBV refractarias.
Monitorizar maniobra y
efectividad RCCP.
Monitorizar ETCO2
si es posible para monitorizar el gasto cardiaco.
Tratar la causa o condiciones
presdisponentes.
Iniciar pruebas analíticas
(Hto., PT, glucosa, gases sanguíneos, electrolitos, etc.).
3. REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR
59
CAPÍTULO 4
Procedimientos
medicoquirúrgicos
INTRODUCCIÓN
En este capítulo se describen las principales técnicas medicoquirúrgicas que se
utilizan habitualmente en el ámbito de la medicina de emergencias y de los cuidados intensivos en pequeños animales. Estas técnicas hacen referencia a técnicas de
acceso vascular, acceso urinario, oxigenoterapia, drenaje de cavidades y soporte
nutricional.
Las técnicas descritas son las siguientes:
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
Técnicas de acceso vascular periférico.
Técnicas de acceso vascular central.
Técnicas de acceso intraóseo.
Técnicas de drenaje en cavidades (tórax).
Técnicas de drenaje en cavidades (abdomen).
Técnica de drenaje pericárdico.
Técnicas de soporte respiratorio y oxigenoterapia.
Técnicas de soporte nutricional enteral.
Técnicas de monitorización renal y urinaria.
Técnicas de reanimación a tórax abierto.
4. PROCEDIMIENTOS MEDICOQUIRÚRGICOS
61
TÉCNICAS DE ACCESO
VASCULAR PERIFÉRICO
Cateterización venosa periférica percutánea
La colocación de una vía venosa periférica es un procedimiento básico, ineludible
y fundamental en todo paciente de urgencias. El acceso vascular debe considerarse un procedimiento quirúrgico, es decir, debe hacerse en condiciones de asepsia,
tanto si se realiza una colocación percutánea como por disección (cutdown). No
solo su colocación debe ser aséptica sino también su mantenimiento, dado que
constituye la principal vía de tratamiento en el paciente de urgencias y puede ser
fuente de posibles complicaciones.
• Material:
•
•
•
•
•
•
•
•
Catéter (nº de G en función del tamaño del vaso a cateterizar).
Gasas o algodones humedecidos en alcohol y clorhexidina.
Esparadrapo.
Tapón.
Peladora.
Suero salino heparinizado.
Venda de algodón.
Venda cohesiva.
• Colocación y mantenimiento:
Rasurar 360º de la región de la extremidad escogida para su colocación, y
extender el afeitado ampliamente en dirección distal y proximal a su localización. Desinfectar la zona con una solución jabonosa de clorhexidina 5% y
aplicar alternativamente torundas con alcohol de 90º y clorhexidina 0,5-1%
por la zona de vasopunción. Fijar con esparadrapo de papel y protegerlo con
venda de algodón y venda cohesiva.
Revisar el acceso vascular y el vendaje periódicamente cada día. El vendaje
debe mantenerse limpio, seco, y en todo momento debe mostrarse viable y
no doloroso.
62
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
Si la zona del catéter está inflamada,
edematosa, supura o produce dolor durante
la venoclisis de suero salino heparinizado,
deberá cambiarse inmediatamente.
Aunque depende del material y el protocolo particular de cada clínica, se recomienda cambiar el catéter intravenoso periférico cada 72 horas. Las líneas de
infusión se deberían renovar cada 48-72 horas de igual manera.
Cateterización venosa periférica
por disección
La colocación mediante disección o cutdown está indicada cuando no es posible
visualizar la vena periférica (normalmente cefálica o safena) para una colocación
percutánea adecuada, o si es necesario establecer un acceso intravenoso de urgencia. En algunos pacientes con severa hipovolemia, deshidratación o hipotensión, el acceso vascular percutáneo puede ser imposible o muy difícil. El acceso
quirúrgico mediante cutdown permite la visualización directa de la vena para su
caterización. Esta es una técnica que se lleva a cabo en el paciente de urgencias. A
pesar de que la técnica sea aséptica, es muy probable que se introduzcan bacterias
en el torrente circulatorio del paciente, con lo que esta técnica debe restringirse a
emergencias reales. El catéter debe sustituirse por otro de colocación percutánea
tan pronto como la situación del paciente sea lo suficientemente estable.
• Material:
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
Catéter (nº de G en función del tamaño del vaso).
Gasas o algodones humedecidos en alcohol y clorhexidina.
Esparadrapo.
Tapón.
Peladora.
Suero salino heparinizado.
Venda de algodón.
Venda cohesiva.
Material de sutura y disección.
Bisturí o aguja hipodérmica 18-20G.
Pomada antibiótica/antiséptica.
4. PROCEDIMIENTOS MEDICOQUIRÚRGICOS
63
• Colocación y mantenimiento (figs. 1a-1f):
Preparar la zona de acceso vascular quirúrgica/asépticamente de igual modo
que para la colocación percutánea. Puede utilizarse el borde biselado de una
aguja hipodérmica (18-20G) como escalpelo para incidir la piel. Tensar la
piel y cortar en sentido oblicuo, justo por encima de la zona de proyección
de la vena. Una vez visualizado el vaso, introducir el catéter. La utilización de
suturas de tracción es opcional. Se recomienda utilizar pomada antibiótica o
antiséptica una vez introducido el catéter, y colocar un vendaje de cobertura
estéril. Los cuidados de mantenimiento de la vía son los mismos que en el
caso de la colocación percutánea. Cambiar diariamente el vendaje y aplicar
posteriormente pomada antibiótica. Colocar a continuación un nuevo vendaje estéril. La herida resultante puede dejarse cicatrizar por segunda intención o bien cerrarse con grapas.
Es recomendable realizar el cultivo microbiológico
del extremo del catéter, una vez éste ha sido retirado.
Cateterización venosa periférica por disección
64
a
b
c
d
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
e
f
Figuras 1a-1f. Protocolo paso a paso de la técnica de cutdown.
TÉCNICAS DE ACCESO
VASCULAR CENTRAL
La cateterización central está indicada en los casos que sea necesario establecer un
acceso venoso a largo plazo, la infusión de fluidos hipertónicos, la instauración
de técnicas de soporte nutricional parenteral, la monitorización de la PVC o la
extracción sanguínea reiterada y atraumática. Existen diferentes técnicas, con la
posibilidad de disección (cutdown) cuando no es posible la colocación percutánea.
Cateterización venosa central
percutánea y por disección
Existen diferentes técnicas de colocación en función del tipo de catéter: overthe-needle, over-the-wire, through-the-needle y peel-off. La cateterización central
se requiere cuando se pretende monitorizar hemodinámicamente al paciente,
administrar fluidos o fármacos de elevada osmolaridad o extraer muestras de
sangre de forma reiterada. Por lo general, este tipo de catéteres pueden dejarse
en el paciente durante periodos de tiempo más prolongados que en el caso de los
catéteres periféricos, lo cual es especialmente útil en el caso de pacientes críticos.
La cateterización central está, teóricamente,
contraindicada en pacientes con coagulopatías, con
estados de hipercoagulabilidad, incremento de la
presión ocular o incremento de la presión intracraneal.
4. PROCEDIMIENTOS MEDICOQUIRÚRGICOS
65
Material:
• Catéter (diferente nº de G, longitud y tipología en función del tamaño
del vaso/técnica).
• Gasas o algodones humedecidos en alcohol y clorhexidina.
• Esparadrapo.
• Tapón.
• Peladora.
• Suero salino heparinizado.
• Venda de algodón.
• Venda cohesiva.
• Guantes estériles.
• Gasas estériles.
• Suero salino estéril.
• Material de sutura y disección.
• Bisturí o aguja hipodérmica 18-20G.
• Pomada antibiótica/antiséptica.
• Colocación y mantenimiento:
La técnica de acceso vascular central requiere una colocación aséptica. El paciente debe disponerse en decúbito lateral, aunque el decúbito esternal puede
ser más fácil en pacientes con sobrepeso o con importante masa muscular.
Si se desea una colocación del extremo del catéter en la vena cava craneal/
aurícula derecha, se debe extender el cuello del animal y medir el catéter desde
el nivel del quinto espacio intercostal hasta el punto de venopunción. Es recomendable realizar una incisión cutánea en la zona de venopunción para así
facilitar la introducción del catéter. Éste debe introducirse siguiendo las instrucciones y técnicas recomendadas por el fabricante. Una vez colocado debe
asegurarse mediante adhesivos de cianoacrilato (pegamento rápido) o sutura.
Los catéteres de silicona multilumen son los
más recomendables dado que inducen un menor
grado de tromboflebitis, pueden disponerse a
medio-largo plazo y permiten la administración
simultánea de soluciones a través de lúmenes
independientes (normalmente entre 1-3).
Esta característica permite administrar dos o más infusiones continuas, incluso
incompatibles entre sí, al mismo tiempo e incluso monitorizar simultáneamente diferentes parámetros, por ejemplo: PVC. Las diferentes lúmenes que pre-
66
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
sentan se denominan proximal, media y distal (en el caso de tener tres) en función de su proximidad al lugar de inserción. El lumen proximal suele utilizarse
para la administración de fluidos y medicamentos, obtener sangre, administrar
hemoderivados; el lumen medio para la administración de nutrición parenteral (NP), fármacos o fluidos (siempre y cuando no se esté administrando
NP); y el lumen distal para la administración de fluidos de alta viscosidad, de
hemoderivados, para flujos elevados, o bien para la medición de parámetros
hemodinámicos, gasométricos, etc.
En relación al mantenimiento de este tipo de catéteres, debe comprobarse
su viabilidad y posicionamiento varias veces al día mediante la infusión de
suero salino heparinizado a través de los diferentes lúmenes del catéter. El
apósito y vendaje protector deben disponerse de forma similar a lo descrito
en el caso de la cateterización periférica y seguir también el protocolo sobre
el mantenimiento y sus cuidados.
Es recomendable comprobar con cierta frecuencia
la presión de oclusión del vendaje de los catéteres
centrales. Si la presión es excesiva puede ocasionarse
compromiso vascular, incluso respiratorio de vías altas.
Asimismo, cuando se extrae el catéter se tiene que realizar un cultivo del
extremo del catéter, sobre todo si hay sospecha de tromboflebitis, sepsis, etc.
También se debe aplicar presión en la zona de vasopunción durante unos
minutos y colocar finalmente un apósito protector.
Técnica Seldinger
Esta técnica utiliza catéteres de menor tamaño y una guía que permite
acceder al vaso en cuestión de modo poco traumático, ya sea por vía percutánea o por disección. Permite a su vez la introducción de catéteres uni
y multilumen, y puede utilizarse para reemplazar catéteres en la misma
localización de modo atraumático. El concepto básico de la técnica es el
mismo, independientemente del vaso escogido (vena yugular, safena lateral
o medial proximal, vena femoral) y de las peculiaridades del catéter elegido. Los diferentes pasos de la técnica de introducción Seldinger en vena
yugular son descritos a continuación (fig. 2a-2w):
• Realizar una incisión cutánea previa a la introducción del estilete o trócar.
La utilización de suturas de tracción es opcional.
4. PROCEDIMIENTOS MEDICOQUIRÚRGICOS
67
• Una vez se encuentre el estilete dentro de la vena yugular, introducir el
fiador metálico hasta asegurar un posicionamiento suficientemente distal
a la zona de venopunción. El fiador metálico conocido como J-wire permite no dañar el vaso durante su avance gracias a la particular forma de
su extremo. Solo si el diámetro de la vena es menor al de la guía J-wire,
usaremos el extremo no curvado del fiador.
• Una vez colocado el fiador, retirar el estilete aplicando una ligera presión
en el punto de venopunción y sujetando el fiador en la posición adecuada.
• Insertar el dilatador siguiendo un suave movimiento rotatorio y deslizándolo por el fiador. Retirar posteriormente el dilatador.
• Introducir el catéter, del mismo modo que el dilatador, y tras su colocación se retira la guía. A continuación se irriga la zona con solución salina
heparinizada.
Técnica Seldinger
68
a
b
c
d
e
f
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
g
h
i
j
k
l
m
n
o
p
4. PROCEDIMIENTOS MEDICOQUIRÚRGICOS
69
q
r
s
t
u
v
w
Figuras 2a-2w. Paso a paso de la técnica Seldinger.
70
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
La técnica peel-off es una técnica de acceso vascular alternativa y más rápida que
la descrita con anterioridad. Los pasos a seguir pueden consultarse en la siguiente
serie de figuras.
Técnica peel-off
a
b
c
d
e
f
g
h
Figuras 3a-3h. Paso a paso de la técnica peel-off.
4. PROCEDIMIENTOS MEDICOQUIRÚRGICOS
71
TÉCNICAS DE ACCESO
INTRAÓSEO
Las técnicas de cateterización intraósea deben utilizarse cuando no es posible obtener un acceso vascular periférico o central, y se requiere la administración parenteral urgente de fármacos, fluidos, hemoderivados, etc. Es una técnica de uso
frecuente en pacientes pediátricos y animales exóticos. Aunque, por lo general,
estos procedimientos son bien tolerados suelen incomodar al paciente. Conviene
sustituir este catéter por un acceso vascular alternativo (periférico o central) tan
pronto como sea posible.
• Material:
• Catéter intraóseo (diferente nº de G y tipología en función del diámetro
del hueso, tamaño del paciente, edad y técnica de cateterización).
• Gasas o algodones humedecidos en alcohol y clorhexidina.
• Esparadrapo.
• Tapón.
• Peladora.
• Suero salino heparinizado.
• Venda de algodón.
• Venda cohesiva.
• Guantes estériles.
• Gasas estériles.
• Suero salino estéril.
• Pomada antibiótica/antiséptica.
• Colocación y mantenimiento:
Este tipo de catéteres pueden
colocarse en el tubérculo mayor
del húmero, fosa trocantérica
del fémur, tuberosidad tibial o
cresta ilíaca (fig. 4a). Es posible
utilizar catéteres intraóseos o
bien agujas hipodérmicas 18G
en cachorros, gatitos o animales
exóticos. En cualquier caso, la
preparación de la zona debe ser
aséptica.
72
Figura 4a. Paciente con acceso intraóseo femoral.
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
Es preferible administrar algún anestésico local
(lidocaína, bupivacaína o mepivacaína) en el periostio
para que la colocación no sea tan dolorosa.
Las bases técnicas para realizar un acceso intraóseo son idénticas independientemente de su localización. La técnica de colocación de un catéter intraóseo en el
húmero puede visualizarse en las figuras 4b-4h.
• Palpar exteriormente el trocánter mayor del fémur. La fosa trocantérica del
fémur discurre medialmente al mismo. Debe sujetarse el fémur colocando el
dedo índice de la mano izquierda en la cara anterior del muslo, y al mismo
tiempo delimitando la parte anterior del muslo entre el dedo pulgar y medio.
• Orientar el catéter o aguja hipodérmica siguiendo la línea diafisaria ósea
imaginaria. Antes de introducir la aguja o catéter es recomendable flexionar
la articulación de la cadera ligeramente y abducir la extremidad para evitar
el nervio ciático.
• Realizar una pequeña incisión en la piel e insertar la aguja o catéter con un
movimiento rotatorio como se indicó en otras técnicas. Una vez colocada la
aguja o catéter debe comprobarse su permeabilidad inyectando suero salino
fisiológico. En condiciones normales, no debería existir resistencia.
• Es recomendable corroborar su posicionamiento mediante una imagen radiográfica. Una vez verificada su correcta localización, fijar con suturas el
catéter al periostio o mediante un vendaje de sujeción. Se recomienda colocar pomada antibiótica o antiséptica después, y realizar un vendaje estéril.
Normalmente a través de los catéteres intraóseos se pueden infundir el mismo
tipo de fluidos que por una vía venosa periférica, siendo posible la extracción de
pequeñas muestras de sangre para determinaciones analíticas básicas (glucosa,
Hto., PT, urea).
En este tipo de catéteres es necesario el uso
de bomba de infusión. El flujo libre mediante
gotero normal o pediátrico debe hacer sospechar
al clínico de una colocación incorrecta.
El acceso óseo suele ser temporal. Se recomienda un acceso venoso periférico o
central posterior, dado que el mantenimiento y fijación de los catéteres óseos es
difícil cuando el paciente se recupera.
4. PROCEDIMIENTOS MEDICOQUIRÚRGICOS
73
Cateterización intraósea
b
c
d
e
f
g
h
Figuras 4b-4h. Paso a paso de la cateterización intraósea.
74
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
TÉCNICAS DE DRENAJE
EN CAVIDADES (TÓRAX)
Toracocentesis
La toracocentesis es un procedimiento diagnóstico y terapéutico de emergencia
para el drenaje de aire o fluidos desde la cavidad pleural. Se suele llevar a cabo
mediante la inserción de una aguja, palomilla o catéter a través de un espacio
intercostal.
• Material:
• Aguja, catéter o palomilla (diferente calibre y longitud en función del
tamaño del paciente y el material a drenar).
• Extensión de línea de fluidos.
• Llave de tres vías.
• Jeringas de 10, 20 o 50 ml.
• Recipiente para vaciar el contenido del espacio pleural, en caso de ser
líquido.
• Guantes estériles (no necesariamente).
• Gasas.
• Antiséptico.
• Peladora.
• Tubos de analítica.
• Medios de cultivo (si fuera necesario).
• Colocación y mantenimiento:
• Mantener al animal en una postura lo más confortable posible, la posición esternal suele ser la apropiada. Administrar oxigenoterapia antes y
durante el procedimiento. La sedación es recomendable en la mayoría de
los casos.
• Identificar el tórax medio para colocar la aguja, catéter o palomilla entre
el 7º y 10º espacio intercostal. La punción debe realizarse en torno al
tercio proximal, si la acumulación es de aire; o en el tercio distal, si se
acumula líquido en la cavidad pleural.
• Rasurar un área de 10x10 cm aproximadamente. Limpiar y desinfectar la
zona del mismo modo que en un procedimiento quirúrgico.
4. PROCEDIMIENTOS MEDICOQUIRÚRGICOS
75
• Introducir la aguja en el espacio intercostal con ligera inclinación. Una
vez conseguido el acceso al espacio torácico con la ayuda de la llave de
tres vías vaciar el contenido pleural hasta obtener una presión negativa
(en caso de que el contenido sea aire), o hasta que no salga más contenido
líquido (en caso de hemotórax, hidrotórax, piotórax, etc.). El manejo de
la válvula de tres vías debe ser cuidadoso para evitar introducir aire en la
cavidad pleural.
• Una vez finalizada la punción, retirar la aguja y proceder a desinfectar
la zona.
Tubo de drenaje torácico
La colocación de un tubo de drenaje torácico debe considerarse cuando es necesario el drenaje continuo del aire o fluido acumulado en la cavidad pleural,
evitando así múltiples toracocentesis. También está indicado cuando se prevé una
resolución lenta de la acumulación de aire, fluido, quilo o exudados purulentos
en la pleura.
En la mayoría de casos, la colocación del drenaje
torácico no se considera un procedimiento urgente
de riesgo vital. A excepción del neumotórax a
tensión, la mayor parte de pacientes son sometidos a
toracocentesis (única o múltiple) y estabilización previa.
• Material (fig. 5a):
• Tubo de drenaje torácico (diferente tamaño y longitud en función del
paciente).
• Llave de tres vías.
• Adaptador para tubo de toracostomía.
• Extensión de línea de fluidos.
• Jeringa de 10, 20 o 50 ml.
• Guantes estériles.
• Gasas estériles.
• Paños de campo, bisturí, material quirúrgico y de sutura.
• Antiséptico.
• Peladora.
76
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
• Colocación y mantenimiento (figs. 5b-5t):
• Mantener al animal en una postura lo más confortable posible, la posición esternal suele ser la apropiada. Administrar oxigenoterapia antes y
durante el procedimiento. La sedación es recomendable en la mayoría de
los casos.
• Identificar el tórax medio para colocar la aguja del tubo de drenaje entre
el 7º y 10º espacio intercostal (EI). Se punzará en torno al tercio proximal
del tórax, si la acumulación es de aire, y en el tercio distal, si se acumula
líquido en la cavidad pleural.
• Rasurar un área de 10x10 cm aproximadamente. Limpiar y desinfectar la
zona del mismo modo que en un procedimiento quirúrgico.
• Infiltrar un anestésico local en dos o tres EI craneales y caudales a la zona
de colocación.
• Incidir la piel e introducir el tubo con estilete a lo largo de dos EIs en
dirección craneal, generando un túnel subcutáneo.
• Trocarizar el EI elegido, por delante de la costilla, controlando la profundidad y dirección del trocar (craneoventral).
• Avanzar el tubo, a la vez que se extrae el trocar, mediante una ligera rotación y siguiendo una disposición craneoventral del mismo. La profundidad adecuada de introducción variará teniendo en cuenta la longitud del
tubo y la profundidad del tórax del paciente.
• Crear el vacío, recoger muestras y conectar a un sistema de aspiración
discontinuo o continuo en función de las necesidades del paciente y la
disponibilidad del material.
Colocación del tubo de drenaje torácico
a
b
4. PROCEDIMIENTOS MEDICOQUIRÚRGICOS
77
78
c
d
e
f
g
h
i
j
k
l
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
m
n
o
p
q
r
s
t
Figuras 5a-5t. Paso a paso de la colocación de un tubo de drenaje torácico.
4. PROCEDIMIENTOS MEDICOQUIRÚRGICOS
79
TÉCNICAS DE DRENAJE EN
CAVIDADES (ABDOMEN)
Abdominocentesis
La abdominocentesis es una técnica útil y económica para identificar la presencia
de derrame abdominal, particularmente en pacientes con abdomen agudo o fiebre de origen desconocido. La evaluación analítica y citológica del líquido puede
orientar el diagnóstico y las medidas terapéuticas a adoptar. La principal limitación de esta técnica es la imposibilidad de obtener muestras cuando la cantidad
del derrame es mínima (≤ 5 ml/kg). En tal situación, la realización de un lavado
peritoneal diagnóstico (LPD) puede resultar de ayuda.
• Material:
•
•
•
•
•
•
•
•
•
Agujas de 20-22G (diferente tamaño en función del tamaño del paciente).
Catéter 16-20G (multifenestrado si se pretende hacer LPD).
Jeringas de 3 o 6 ml.
Recipiente para vaciar el contenido del espacio pleural, en caso de ser
líquido.
Guantes estériles (no necesariamente).
Gasas.
Antiséptico.
Peladora.
Tubos de analítica y medios de cultivo (si es necesario).
• Colocación y mantenimiento:
• Mantener al animal en una postura lo más confortable posible. Conviene
realizar esta técnica con el paciente en estación o en decúbito semiesternal, si el compromiso respiratorio es importante. De igual modo, sedar o
administrar oxigenoterapia en función del estado del paciente.
• Identificar la línea alba y marcar puntos de punción dos centímetros, caudales a la región umbilical, y dos puntos de punción ipsilaterales (craneal
y caudal) a cada lado.
• Rasurar un área de 10x10 cm aproximadamente. Limpiar y desinfectar la
zona del mismo modo que en un procedimiento quirúrgico.
• Introducir la aguja en cada una de las localizaciones y recoger el fluido resultante para su posterior análisis. La abdominocentesis ecoguiada puede
facilitar la obtención de muestras.
80
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
Si la abdominocentesis en los cuatro cuadrantes
del abdomen no es efectiva, puede realizarse un
LPD. En cualquier caso, la interpretación de los
resultados obtenidos del lavado debe ser minuciosa
dada la elevada dilución de la muestra.
Tubo de drenaje abdominal
La colocación de un tubo de drenaje abdominal está indicada en el tratamiento
de urgencia del uroperitoneo, y también en la diálisis peritoneal temporal. El drenaje puede utilizarse hasta que el paciente pueda ser sometido a una laparotomía
exploratoria y el tratamiento definitivo. En los casos donde el drenaje abdominal
se plantea como opción terapéutica a corto o medio plazo (pioabdomen, diálisis
peritoneal, etc.) es preferible colocar y fijar quirúrgicamente el tubo.
• Material (fig. 6a):
• Tubo de drenaje abdominal multifenestrado 16-22G (diferente tamaño y
longitud en función del paciente).
• Llave de tres vías.
• Adaptador para tubo de drenaje abdominal.
• Extensión de la línea de fluidos.
• Bolsa de recogida y sistema estéril.
• Agujas de 22G.
• Jeringa de 3 ml.
• Lidocaína 2%.
• Guantes estériles.
• Gasas estériles.
• Material de disección.
• Paños de campo, bisturí, material quirúrgico y de sutura.
• Antiséptico.
• Peladora.
• Colocación y mantenimiento (figs. 6b-6l):
• Rasurar, limpiar y desinfectar el campo quirúrgico del mismo modo que
se procede ante una laparotomía exploratoria.
• Infundir 1 mg/kg de lidocaína 2%, dos centímetros caudal a la región
umbilical.
• Realizar la incisión en la región anestesiada, diseccionar con el mosquito
hasta acceder al músculo recto abdominal externo.
• Retirar el músculo y realizar un pequeño corte hasta acceder a la cavidad
peritoneal.
4. PROCEDIMIENTOS MEDICOQUIRÚRGICOS
81
• Insertar el catéter multifenestrado, cuya longitud viene determinada por el
tamaño del paciente y la localización de su extremo distal en el abdomen.
• Conectar el extremo proximal del drenaje al adaptador y al sistema de
recogida.
• Suturar y fijar a la musculatura abdominal mediante una sutura en bolsa
de tabaco y mediante una sutura china a la piel.
• Cubrir la región abdominal con pomada antiséptica, apósito protector
y vendaje.
Colocación del tubo de drenaje abdominal
82
a
b
c
d
e
f
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
g
h
i
j
k
l
Figuras 6a-6l. Paso a paso de la colocación del tubo de drenaje abdominal.
4. PROCEDIMIENTOS MEDICOQUIRÚRGICOS
83
TÉCNICAS DE DRENAJE
PERICÁRDICO
Pericardiocentesis
La pericardiocentesis está indicada ante la presencia de un derrame pericárdico.
El taponamiento cardiaco acontece cuando la cantidad de líquido acumulado en
el espacio pericárdico impide la precarga cardiaca y, en consecuencia, disminuye
el gasto cardiaco. La presencia de pequeños cúmulos de fluido en el citado espacio puede generar taponamiento cardiaco con facilidad.
Dado que algunos casos de derrame pericárdico
pueden evolucionar a taponamiento cardiaco
(riesgo vital), su reconocimiento y tratamiento
mediante pericardiocentesis deben ser precoces.
• Material (fig. 7a):
• Catéter de pericardiocentesis 16G (diferente tamaño y longitud en función del paciente).
• Llave de tres vías.
• Bisturí.
• Extensión de la línea de fluidos.
• Recipiente para la recogida de fluidos.
• Agujas de 22G.
• Jeringas de 3 o 6 ml.
• Jeringa de 60 ml.
• Lidocaína 2%.
• Guantes estériles.
• Gasas estériles.
• Antiséptico.
• Peladora.
• Tubos de EDTA, heparina y citrato.
• Monitor de ECG.
• Ecógrafo (si es posible).
84
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
• Colocación y mantenimiento (figs. 7b-7f):
• Rasurar y preparar quirúrgicamente una amplia zona en la pared costal
derecha, entre la 5ª y 8ª costilla.
• Infundir 1 mg/kg de lidocaína 2%, en todo el grosor de la pared torácica,
dorsal al esternón y caudal a la proyección del codo sobre el sexto EI.
• Realizar una pequeña incisión con el bisturí en la zona cutánea anestesiada.
• Monitorizar el registro de ECG del paciente y la posibilidad de desarrollo
de arritmias durante el procedimiento.
• Insertar el catéter a través de la incisión y avanzar por la pared costal,
cavidad pleural y pericardio hasta obtener sangre en el interior del catéter. Sujetar entonces el fiador y avanzar el catéter hasta alcanzar el saco
pericárdico.
• Conectar el extremo del catéter a un sistema de extensión, válvula de
tres vías y jeringa de 60 ml. Después, proceder al vaciado y a la toma de
muestras para su análisis y cultivo.
Si es posible, se recomienda realizar el procedimiento de pericardiocentesis y el
vaciado posterior de forma ecoguiada. Esto asegura una correcta ejecución del
procedimiento y comprueba su efectividad.
Pericardiocentesis
a
b
c
d
4. PROCEDIMIENTOS MEDICOQUIRÚRGICOS
85
e
f
Figuras 7a-7f. Paso a paso de la realización de una pericardiocentesis.
TÉCNICAS DE SOPORTE
RESPIRATORIO Y
OXIGENOTERAPIA
Sondas nasales de oxigenoterapia
Su colocación está indicada en todo paciente que requiera oxigenoterapia por
presencia de hipoxia tisular o hipoxemia de cualquier origen. Este procedimiento
puede estar contraindicado en pacientes que presenten trombocitopenia severa o
disfunción plaquetaria, así como en pacientes con traumatismo craneal o aquellos con riesgo de elevación de la presión intracraneal.
Sonda nasal/nasofaríngea
• Administrar anestésico local en gotas en la narina, lubricar el tubo o sonda
nasal con vaselina o gel de lidocaína, y medir y marcar la sonda hasta el
canto medial/lateral del ojo o rama de la mandíbula del paciente (figs. 8a-8i).
• En perros, presionar dorsalmente el plano nasal de la narina e introducir la
sonda en dirección ventromedial.
• Suturar, colocar esparadrapos con sutura o fijar con cianoacrilato. Es muy
importante para prevenir la salida prematura del catéter, por lo que conviene
colocar un punto de sutura en el pliegue alar o muy cerca de él.
86
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
Pueden utilizarse flujos de entre 50-100 ml/kg/min, para proporcionar al paciente aproximadamente una FiO2 del 40%, es decir, una fracción de oxígeno
inspirado de 0,4.
Colocación de la sonda nasofaríngea
a
b
c
d
e
f
g
h
4. PROCEDIMIENTOS MEDICOQUIRÚRGICOS
87
i
Figuras 8a-8i. Paso a paso de la
colocación de la sonda nasofaríngea.
Sonda nasotraqueal
Está indicada en casos de parálisis laríngea o colapso traqueal. El método es igual
que el nasal pero con alguna modificación.
• Una vez situado el extremo distal de la sonda en la nasofaringe, se requiere
la hiperextensión del cuello del paciente durante el avance de la sonda hacia
la región laringotraqueal.
• En gatos se recomienda, una vez situada en la faringe, instilar una pequeña
cantidad de lidocaína o bupivacaína a través del tubo.
• Insertar a continuación el tubo rápidamente en vías aéreas durante la inspiración.
Podrán administrarse de forma segura flujos de hasta 50 ml/kg/min (siempre humidificado).
La radiografía posterior sirve para confirmar la
correcta colocación de la sonda nasotraqueal
en las vías aéreas del paciente.
Sondas transtraqueales, endotraqueales
y tubos de traqueotomía
Sonda transtraqueal
La colocación de una sonda transtraqueal para oxigenoterapia es un procedimiento de urgencia efectivo y bien tolerado en pacientes con traumatismo craneal,
nasofaríngeo, enfermedad parenquimatosa pulmonar e incluso hipoventilación.
88
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
Algunos pacientes pueden requerir sedación e incluso anestesia general para su
colocación, pero en la mayoría de los casos la sedación y la anestesia local son suficientes para realizar el procedimiento con seguridad. En caso de urgencia puede
realizarse el procedimiento directamente mediante cricotiroidotomía.
• Material:
• Catéter de 16-20G largo, preferible multifenestrado (diferente tamaño y
longitud en función del paciente).
• Bisturí.
• Agujas de 22G.
• Jeringas de 3 o 6 ml.
• Lidocaína 2%.
• Guantes estériles.
• Gasas estériles.
• Antiséptico.
• Peladora.
• Colocación y mantenimiento:
• Rasurar y preparar quirúrgicamente la región cervical ventral, desde la
laringe hasta la gotera yugular.
• Infundir lidocaína 2% al nivel del 3º a 5º anillo traqueal, infiltrando el
anestésico entre el tejido subcutáneo y la piel.
• Palpar la región laringotraqueal e inmovilizar con la mano izquierda la
tráquea para realizar una pequeña incisión cutánea con bisturí.
• Insertar la aguja del catéter atravesando el tejido subcutáneo y músculo
esternohioideo, entre los anillos traqueales hasta llegar al lumen. El catéter se desliza por encima del fiador hasta el lumen traqueal. Dependiendo
del tamaño del paciente y la longitud del catéter, su extremo distal puede
llegar a localizarse en la carina. En el caso de atravesar la membrana cricotiroidea, la colocación y el acceso son más rápidos pero si la longitud
del mismo no es la apropiada, la fijación del catéter es menos fiable.
• Conectar el catéter a una salida para aplicar oxigenoterapia con humidificador con flujos de 50-150 ml/kg/min.
Para evitar la obstrucción o doblez del catéter,
debe fijarse mediante suturas o esparadrapo e
impedir la ventroflexión del cuello del paciente.
4. PROCEDIMIENTOS MEDICOQUIRÚRGICOS
89
Sonda endotraqueal
La principal indicación para colocar una vía respiratoria artificial es preservar la
vía respiratoria natural, proteger las vías respiratorias altas, facilitar la succión
traqueal y poder proporcionar una ventilación artificial al paciente, en caso de ser
necesario. Las sondas endotraqueales pueden provocar irritación en la orofaringe
e inducir complicaciones laríngeas, por lo que solo se recomienda su colocación
a corto plazo (48 h). Si no se considera la posibilidad de traqueotomía, el cambio
de sonda endotraqueal debe ser diario y su recolocación (modificación de puntos
de presión del globo) varias veces al día.
• Mantenimiento:
Una de las complicaciones más frecuentes asociada a la instauración de vías
respiratorias artificiales es la obstrucción de la sonda. La obstrucción puede
derivar de torceduras de la sonda o de la presencia de secreciones.
Mantenimiento y cuidados de la sonda endotraqueal
La obstrucción de las vías respiratorias por cúmulo de secreciones (sangre, moco, etc.) es relativamente frecuente en pacientes sometidos a intubación traqueal. Tales obstrucciones pueden suponer un elevado riesgo vital especialmente en pacientes de pequeño tamaño, con anomalías
de las vías respiratorias (síndrome braquiocefálico, colapso traqueal) o
con sondas de pequeño diámetro. Para evitar tales complicaciones debe
irrigarse y limpiarse la sonda o tubo endotraqueal de forma periódica.
Hay que tener en cuenta que la succión puede provocar irritación traqueal y puede aumentar la producción de moco, con lo cual no debe
hacerse más de 3 o 4 veces por día (si se trata de pacientes ventilados a
largo plazo). Para realizar el aspirado de secreciones hay que proceder
de la siguiente manera:
• Utilizar siempre guantes estériles, sonda de aspiración de un solo uso,
y suero de irrigación estéril.
• Insuflar al paciente 4 o 5 veces con oxígeno al 100%, para hiperoxigenar.
• Introducir cuidadosamente la sonda a través del tubo. No aplicar succión mientras se introduce la sonda. Retirar la sonda, a medida que se
aplica succión de forma intermitente, y realizar un movimiento de rotación. Este procedimiento no debe prolongarse más de 10-15 segundos.
• Insuflar al paciente 4 o 5 veces con el oxígeno al 100%, o hasta que los
signos vitales vuelvan a la normalidad.
• Repetir el proceso según sea necesario.
90
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
• Se pueden utilizar previamente un nebulizador o administrar pequeñas
cantidades de suero salino para fluidificar las secreciones.
• La cavidad oral se puede succionar con la misma sonda, pero nunca
se debe reintroducir en la tráquea. Asimismo, debe mantenerse una
buena higiene bucal, eliminando las posibles secreciones que se puedan acumular.
• Al finalizar la técnica se debe aspirar la solución de irrigación para
limpiar los restos que hayan podido quedar en el tubo del aspirador.
• Es necesario desinflar el globo de la sonda y movilizar ésta para evitar
que se produzca necrosis traqueal.
• Hay que movilizar el tubo endotraqueal y rotar el punto de fijación
para evitar heridas por decúbito.
Sonda de traqueotomía
La traqueotomía temporal puede realizarse en pacientes de urgencia con signos
de obstrucción severa de las vías altas, traumatismo craneoencefálico grave, colapso laríngeo o faríngeo y, finalmente, en caso de necesitar soporte ventilatorio
a largo plazo.
La sonda de traqueotomía requiere una colocación quirúrgica y, dado que su
fijación es intraluminal, debe asegurase alrededor del cuello mediante una cinta o
venda. Además, el área cervical se tiene que proteger con un vendaje suave para
mantener unas condiciones higiénicas aceptables. Permite la oxigenoterapia y el
soporte ventilatorio a medio-largo plazo, y no se necesita anestesia general del
paciente para su mantenimiento.
• Material (fig. 9a):
• Tubo de traqueotomía (diferente diámetro y longitud en función del tamaño de la tráquea del paciente). Pueden tener globo y fiador según el
fabricante.
• Bisturí.
• Retractor de Gelpi (pequeño).
• Pinzas hemostáticas Kelly.
• Tijeras Metzenbaum.
• Esparadrapo.
• Guantes estériles.
• Gasas estériles.
4. PROCEDIMIENTOS MEDICOQUIRÚRGICOS
91
• Paños de campo, bisturí, material quirúrgico y de sutura.
• Antiséptico.
• Peladora.
• Colocación y mantenimiento (figs. 9b-9m):
• Rasurar y preparar quirúrgicamente la región cervical ventral, desde la
laringe hasta la gotera yugular.
• Infundir lidocaína 2% al nivel del 4º o 6º anillo traqueal, infiltrando el
anestésico entre el tejido subcutáneo y la piel.
• Realizar una incisión entre el 4º y 6º anillo traqueal.
• Exponer la tráquea y realizar una incisión entre los anillos, del 40% de
la circunferencia.
• Posicionar dos suturas de situación en el anillo traqueal distal y proximal
al espacio incidido.
• Introducir el tubo de traqueotomía en la apertura.
• Colocar un apósito protector con pomada antiséptica o antibiótica alrededor de la incisión.
• Irrigar el tubo cada 2-4 horas utilizando suero salino estéril: 2 ml en gatos
y 5-10 ml en perros de raza mediana o grande. A continuación, proceder
al aspirado siguiendo el procedimiento descrito con anterioridad.
La herida de la traqueotomía es una lesión quirúrgica
abierta susceptible de complicaciones como
hemorragia, enfisema subcutáneo o sobreinfección.
El área debe limpiarse con una solución de peróxido de hidrógeno diluida, y
posteriormente con suero salino estéril. Es aconsejable colocar gasas estériles dobladas de manera que se eviten rozaduras e irritaciones en torno a las incisiones.
La sonda de traqueotomía no suele cambiarse durante los primeros 3 o 4 días
después de su colocación, a no ser que existan complicaciones. Si es necesario
reponer la sonda durante este periodo inicial, la disposición de puntos de sutura
de situación puede facilitar el procedimiento.
92
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
Colocación de la sonda de traqueotomía
a
b
c
d
e
f
g
h
4. PROCEDIMIENTOS MEDICOQUIRÚRGICOS
93
i
j
k
l
m
Figuras 9a-9m. Paso a paso de la colocación de la sonda de traqueotomía.
94
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
TÉCNICAS DE SOPORTE
NUTRICIONAL ENTERAL
La elección del tipo de nutrición y material para el soporte nutricional enteral dependerá de la duración estimada, del riesgo de aspiración, de las condiciones del
tubo digestivo y del carácter del animal. Las sondas de alimentación pueden ser
nasoesofágicas, de esofagostomía, de gastrostomía y de yeyunostomía. Existen
diferentes técnicas de colocación en función del tipo de sonda y del fabricante.
Sonda nasoesofágica
La nutrición enteral por sonda nasoesofágica es una opción eficaz y sencilla de
instaurar soporte nutricional a corto plazo (3-14 días), factible en la mayoría
de los animales anoréxicos hospitalizados, cuya viabilidad nasal, faríngea, esofágica y estomacal sea satisfactoria.
La instauración de soporte nutricional mediante
sonda nasoesofágica está contraindicada en
pacientes comatosos o sin reflejo de deglución.
Puede estar relativamente contraindicada en
pacientes con vómito reiterado o refractario.
• Material:
•
•
•
•
•
•
Sonda nasoesofágica o nasogástrica.
Lubricante.
Anestésico local de acción rápida.
Sutura no reabsorbible o esparadrapo de tela.
Marcador permanente.
Material para suturar.
• Colocación y mantenimiento:
• Calcular previamente la longitud de la sonda a introducir en el esófago
distal, midiendo la distancia desde la punta de la narina del animal hasta
la octava o novena costilla. Señalar el punto hasta donde será introducida
la sonda con un marcador permanente.
4. PROCEDIMIENTOS MEDICOQUIRÚRGICOS
95
• Insensibilizar la cavidad nasal con cuatro o cinco gotas de anestésico local
de acción rápida, y lubricar la punta de la sonda para facilitar su introducción.
• Introducir la sonda empujando la narina hacia arriba (en perros) y mantener la cabeza del animal en posición anatómica, dirigiendo suavemente
la punta en dirección ventromedial. Al introducir la sonda se percibe una
resistencia mínima. Al llegar a la nasofaringe se flexiona la cabeza del animal 90 grados y se continúa el avance de la sonda, vigilando la ausencia
de resistencia y la deglución del paciente.
• Una vez introducida la sonda hasta la marca, debe fijarse lo más cerca
posible del orificio nasal (pliegue alar), con sutura quirúrgica, grapas o
adhesivo tisular. Se sujeta posteriormente a la piel del tabique nasal y de
la región frontal.
Suele ser necesario colocar un collar isabelino a los perros para evitar que se quiten la sonda. La mayoría de los gatos, en cambio, no lo necesitan.
Tras la colocación de la sonda, se comprueba su posición inyectando de 5 a 10 ml
de aire mientras se ausculta el abdomen craneal; o bien introduciendo de 3 a 5 ml de
suero salino estéril a través de la sonda y observando si existe una respuesta en forma
de tos. También se puede confirmar la correcta colocación de la sonda con una radiografía torácica lateral, observando la posición de la sonda radiopaca en el esófago.
Sonda de esofagostomía
La sonda de esofagostomía está indicada en pacientes que están alerta mentalmente, tienen una enfermedad sistémica mínima y presentan una función gastrointestinal normal, pero con dificultad para coger o masticar el alimento (por ejemplo
fracturas mandibulares o maxilares graves, etc.) o bien en aquellos que requieran
un soporte enteral de media o larga duración. El tubo de esofagostomía se coloca
mediante un abordaje quirúrgico en la zona cervical media izquierda, con el paciente intubado bajo anestesia general. Los riesgos asociados con este tipo de tubos son:
la neumonía por aspiración, esofagitis por reflujo, los vómitos y regurgitaciones, el
movimiento del tubo, su oclusión o bien las infecciones del estoma.
• Material (fig. 10a):
• Sonda de esofagostomía.
• Pinza hemostática curva larga.
• Bisturí.
96
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
• Sutura no reabsorbible o esparadrapo de tela.
• Marcador permanente.
• Material para suturar.
• Colocación y mantenimiento (figs. 10b-10k):
• Calcular previamente la longitud de la sonda a introducir en el esófago,
midiendo la distancia desde la punta de la nariz del animal hasta la 8ª o
9ª costilla. Señalar el punto hasta donde penetrará la sonda con un marcador permanente.
• Preparar el campo quirúrgico en la región cervical media izquierda, una
vez que el paciente esté anestesiado e intubado.
• Introducir a continuación una pinza hemostática curva por la faringe y el
esófago proximal hasta visualizar un bulto exterior en el lado izquierdo
del cuello del paciente.
• Realizar una pequeña incisión en la piel con el bisturí y perforar los planos
por presión mediolateral con el hemostato. Sujetar con la pinza hemostática el extremo distal de la sonda y pasarla a través del orificio en sentido
caudo-craneal.
• Una vez que aparece el extremo distal de la sonda por la cavidad oral, se
redirige en sentido caudal hasta lograr la posición deseada de la sonda, en
términos de angulación y profundidad.
• La instauración de la alimentación puede iniciarse con agua y a las horas
con dietas líquidas o semilíquidas (en función del tamaño de la sonda).
El estoma debe inspeccionarse, limpiarse y volver a vendar como mínimo
una vez al día. En caso de de requerirse la extracción del tubo de esofagostomía, se retiran las suturas y se tracciona hacia el exterior. El procedimiento no requiere sedación y permite reintroducir la alimentación
enteral voluntaria immediatamente.
Colocación de la sonda de esofagostomía
a
b
4. PROCEDIMIENTOS MEDICOQUIRÚRGICOS
97
c
d
e
f
g
h
i
j
k
Figuras 10a-10k. Paso a paso de la
colocación de la sonda de esofagostomía.
98
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
Sonda de gastrotomía
Está indicada para cualquier paciente que necesite un soporte nutricional enteral
a medio-largo plazo. Puede colocarse mediante técnica quirúrgica, endoscópica o
mediante técnica percutánea ciega, por lo que no se considera un procedimiento
de urgencia.
La sonda de gastrotomía se utiliza en pacientes con patología oral, faríngea o esofágica. Es bien tolerada en pacientes anoréxicos o enfermos, y es de fácil manejo
para los propietarios.
El tamaño del tubo, y la administración del alimento directamente al estómago,
permite el uso de comida en papilla a modo de bolos. Las principales complicaciones en animales que no asimilan este tipo de soporte nutricional son el reflujo
gástrico, el vómito y la aspiración.
Sonda de yeyunostomía
La colocación de la sonda de yeyunostomía se realiza mediante fluoroscopia o
cirugía abdominal, por lo que no se considera un procedimiento de urgencia.
Su utilización está justificada cuando la alimentación por vía oral o mediante tubos de alimentación localizados en el tracto gastrointestinal superior es imposible
o está contraindicada. En concreto, los pacientes con importantes alteraciones
esofágicas, gástricas, pancreáticas o biliares son candidatos para esta técnica de
soporte nutricional.
Este tipo de sondas solo permite el uso de fórmulas líquidas, preferentemente en
infusión continua.
4. PROCEDIMIENTOS MEDICOQUIRÚRGICOS
99
Mantenimiento y cuidados del paciente portador
de sondas de nutrición enteral:
1. La aparición de náuseas, vómitos, molestias y distensión abdominal
son indicativos de una mala tolerancia a la alimentación enteral.
2. Es necesario evitar y comprobar posibles desplazamientos de la sonda. Para ello se debe marcar correctamente la sonda antes de introducirla.
3. Hay que tener un especial cuidado con las obstrucciones de la sonda, a
causa de aglomerados de alimento, acodamientos de la sonda y la presencia de precipitados de medicamento. Para desobstruir la sonda se
puede inyectar agua templada a presión y luego aspirarla. En obstrucciones refractarias se puede introducir agua carbonatada (bebida refrescante de cola) o enzimas pancreáticas en la sonda, dejar que permanezca la solución una hora y a continuación aplicar una ligera presión
y aspirar. Para reducir al mínimo las obstrucciones, se debe infundir
agua templada por la sonda antes y después de administrar el alimento
o cualquier tipo de medicamento (preferiblemente en solución).
4. Vigilar posibles pérdidas a través del estoma. Aunque es normal cierta supuración durante los primeros días, si persiste y se aprecian signos de inflamación puede ser indicativo de una disfuncionalidad de
la sonda, un estoma demasiado grande o una infección periostomal.
El estoma debe limpiarse con solución salina fisiológica diariamente.
Así mismo, también debe aplicarse una pomada antiséptica y protegerse con un apósito y vendaje. En pacientes deprimidos hay que
tener siempre en cuenta el riesgo de aspiración, antes de plantearse
instaurar cualquier técnica de soporte nutricional enteral o iniciar la
alimentación.
6. Deben inspeccionarse a diario todas las entradas y los sitios de fijación del tubo. Se recomienda limpiar con solución antiséptica y
cubrir con gasas estériles además de crema antibiótica.
7. No colocar un tubo nasal en pacientes con fracturas faciales o en
pacientes con una presión intracraneal aumentada. Los estornudos
inducidos por la manipulación pueden aumentar la presión intracraneal del paciente.
8. Antes de administrar el bolo de alimentación pautado, debe comprobarse que no haya retenciones superiores al 30% del total a administrar. Esto se sabe aspirando el contenido. Si existieran retenciones, no
deberá administrarse la correspondiente toma. Esperar por lo menos
dos horas hasta la siguiente toma. Cabe considerar que el volumen
gástrico máximo es de aproximadamente 50 ml/kg.
100
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
TÉCNICAS DE
MONITORIZACIÓN
RENAL Y URINARIA
Sonda uretral
El sondaje uretral se utiliza para obtener muestras de orina con las que realizar
análisis o cultivos bacterianos, medir la diuresis, inyectar medios de contraste
radiológico o bien aliviar una retención urinaria secundaria a obstrucción uretral
funcional o anatómica.
Las complicaciones más habituales que pueden presentarse tras un sondaje uretral
son las infecciones urinarias y los traumatismos de la uretra y/o la vejiga urinaria.
Las sondas flexibles son adecuadas para recoger orina con fines diagnósticos y
son menos traumáticas que las semirígidas o rígidas de propileno. Las sondas
flexibles con un globo distal (Foley) son útiles para el sondaje permanente.
Las sondas están disponibles en varios tamaños y longitudes. El diámetro se suele
expresar en unidades French (F).
Tipo de sonda adecuada según el tamaño del perro:
• Sondas de 3,5 a 5 F  para perros < 10 kg.
• Sondas de 8 a 10 F  para perros de 10 a 25 kg.
• Sondas de 10 a 12 F  para perros de > 35 kg.
• Material (fig. 11a):
• Sonda uretral Foley (diferente tamaño y longitud en función del sexo y
tamaño del paciente).
• Guantes estériles.
• Paños estériles.
• Gasas estériles.
• Solución jabonosa.
• Povidona yodada.
4. PROCEDIMIENTOS MEDICOQUIRÚRGICOS
101
•
•
•
•
•
•
•
Bolsa de diuresis o jeringa estéril.
Lubricante.
Esparadrapo o sutura.
Grapadora.
Peladora.
Suero de irrigación.
Jeringa de 5 ml (para llenar el globo, en caso de tener sonda Foley).
• Colocación y mantenimiento (figs. 11b-11f):
• Rasurar región perineo/vulvar o prepucial. Limpiar genitales externos
con una solución jabonosa de clorhexidina y suero de irrigación estéril.
Colocar paños estériles y repartir el material para que sea accesible desde
el campo quirúrgico: gasas, sonda uretral, jeringas, bolsa de recogida y
vaginoscopio, si procede.
• Lubricar el extremo de la sonda con lubricante estéril.
• En el caso de los machos, retraer el prepucio e introducir cuidadosamente
la sonda hasta la profundidad deseada. En el caso de las hembras, utilizar
guantes estériles, fondo de luz y vaginoscopio para dirigir la introducción
de la sonda en el meato urinario.
• Comprobar la presencia de orina en la sonda antes de retirar el fiador y
taponar el extremo de la misma. Llenar el globo de la sonda Foley con
el volumen de suero indicado. Retirar la sonda hasta encontrar el tope,
proceder a la fijación y conexión estéril al sistema de recogida.
• Deben taparse todas las conexiones de la sonda y la bolsa de recogida con
gasas y solución antiséptica.
Se recomienda no elevar la bolsa de recogida de orina por encima de la posición
del paciente. Si hay que mover el paciente o manipularlo, es preferible pinzar el
sistema de recogida y así evitar el reflujo. También se recomienda cambiar las fijaciones de esparadrapo, si están sucias o desprendidas, en el caso de las hembras.
Conviene utilizar sistemas de fijación accesorios lo menos traumáticos posibles,
es decir, mediante sujeción a la extremidad posterior o mediante malla tubular.
El sondaje uretral permite monitorizar la producción de orina, su color, aspecto
y características. Así mismo, se recomienda realizar periódicamente urianálisis y
examen del sedimento en todo paciente sondado de forma permanente. El cultivo
del extremo de la sonda está indicado cuando se sospecha de posibles infecciones
nosocomiales.
102
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
Colocación de la sonda uretral
a
b
c
d
e
f
Figuras 11a-11f. Paso a paso de la colocación de la sonda uretral.
4. PROCEDIMIENTOS MEDICOQUIRÚRGICOS
103
TÉCNICAS DE
REANIMACIÓN A
TÓRAX ABIERTO
La técnica de reanimación a tórax abierto tiene la ventaja de lograr una mayor
perfusión coronaria y cerebral que la realizada mediante masaje cardiaco externo.
Hay que tener en cuenta que es una técnica cruenta, que requiere de la autorización expresa del propietario y que debe adoptarse con rapidez (2-5 minutos tras
iniciado el paro) para optimizar sus resultados.
Esta técnica puede utilizarse cuando el masaje cardiaco externo sea ineficaz o
bien si el paciente presenta alguna de las condiciones siguientes: obesidad, elevado peso o gran tamaño, tórax flotante, derrame pericárdico o pleural, herida
torácica penetrante o hipovolemia muy severa.
• Procedimiento (figs. 12a-12l):
• Para llevar a cabo este tipo de reanimación, el paciente debe disponerse
en decúbito lateral (preferentemente lado izquierdo).
• Se rasura mínimamente la zona y se desinfecta como cualquier otro campo quirúrgico.
• Realizar la primera incisión en el 5ºo 6º EI, craneal a la costilla y desde
su origen dorsal al esternón. La incisión pleural posterior se efectúa con
tijera de Mayo, y prolongar la incisión dorsal y ventralmente.
• Se puede utilizar un separador de Balfour para mejorar el acceso al corazón. Una vez visualizado el ligamento pericardio-frénico, se incide y se
practica una pericardiectomía con tijera de Mayo-Harrington.
• La oclusión parcial y temporal de la aorta distal puede ayudar a favorecer
el riego cerebral durante las maniobras de masaje cardiaco. Éste debe realizarse digitalmente, a una frecuencia de entre 60-100 ppm, desde el ápex
cardiaco hacia la base, evitando el masaje rotatorio y el desplazamiento
dorsal del corazón.
• Cuando el masaje cardiaco sea efectivo, se procederá al cierre quirúrgico
de la toracotomía.
104
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
Reanimación a tórax abierto
a
b
c
d
e
f
g
h
4. PROCEDIMIENTOS MEDICOQUIRÚRGICOS
105
i
j
k
l
Figuras 12a-12l. Paso a paso de la reanimación a tórax abierto.
106
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
CAPÍTULO 5
Monitorización
básica y avanzada
INTRODUCCIÓN
El cuidado óptimo del paciente en estado crítico o de urgencias viene determinado por la integración de la información recogida en el examen físico y clínico del paciente, los hallazgos laboratoriales y los datos proporcionados por los
equipos tecnológicos de monitorización (figs. 1 y 2). La combinación de toda
esta información (objetiva y
subjetiva) debería utilizarse
para elaborar el diagnóstico
y el plan diario terapéutico y
de monitorización de cada
paciente. El tipo y frecuencia
de monitorización se debe
basar en la enfermedad subyacente del paciente, el grado de reserva fisiológica y la
propia intuición del clínico.
Preferiblemente también debería minimizar a su vez los
posibles riesgos de carácter
iatrogénico, el gasto innecesario y optimizar la utilización de los recursos humanos y materiales del propio
servicio.
Figura 1. Paciente crítico monitorizado.
5. MONITORIZACIÓN BÁSICA Y AVANZADA
107
Figura 2. Monitor multiparamétrico.
CUADRO 1.
Regla de los 20 parámetros de R. Kirby.
1.
Equilibrio de fluidos
2.
Presión coloidosmótica u oncótica
3.
Glucosa
4.
Electrolitos y equilibrio ácido-base
5.
Oxigenación y ventilación
6.
Estado mental
7.
Perfusión y presión arterial
8.
Frecuencia cardiaca, ritmo y contractilidad
9.
Albúmina
10. Coagulación
11. Hematocrito y nivel de hemoglobina
12. Función renal
13. Estado inmunitario, recuento leucocitario, dosis y selección de antibióticos
14. Motilidad gastrointestinal e integridad de la mucosa
15. Dosis y metabolismo de los fármacos
16. Nutrición
17. Control del dolor
18. Cuidados de enfermería y movilización del paciente
19. Cuidado de heridas y cambios de vendajes
20. Cuidado afectuoso
108
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
Actualmente, en la evaluación diaria del paciente crítico y en la mayoría de unidades de cuidados intensivos se utilizan listas de parámetros que deben monitorizarse
de forma regular (regla del 20 de R. Kirby) (cuadro 1). Estas listas posibilitan la
mejora de la eficiencia y la eficacia del trabajo, dado que permiten evaluar de forma
integral al paciente y anticipar las disfunciones fisológicas en sistemas orgánicos no
relacionados, en principio, con el proceso causal pero que pueden afectar la morbilidad y mortalidad de este tipo de pacientes.
En el presente capítulo haremos hincapié en aspectos de la monitorización directamente aplicables al paciente de urgencias, es decir, aspectos físicos, paramétricos y analíticos de la monitorización respiratoria, cardiovascular, neurológica,
renal y metabólica.
MONITORIZACIÓN
RESPIRATORIA
Frecuencia respiratoria, patrón
y sonidos respiratorios
Patofisiología
La respiración es el proceso por el cual acontece el intercambio de oxígeno y de
dióxido de carbono entre el ambiente y los tejidos. Es en el pulmón donde tiene
lugar dicho intercambio gaseoso, sin embargo el tracto respiratorio y el pulmón, en particular, poseen otras funciones como la defensa contra la inhalación
de material extraño y el control del equilibrio ácido-base. La frecuencia respiratoria, el patrón y el esfuerzo respiratorio requeridos en cada momento son
regulados por la actividad coordinada del cerebro y los músculos respiratorios
(intercostales y diafragma).
El ritmo y el esfuerzo respiratorio pueden verse afectados por patologías propiamente respiratorias, del centro respiratorio en el cerebro o bien de los músculos
respiratorios. Un traumatismo en el tórax puede dificultar la respiración, bien
porque es dolorosa para el animal o bien porque afecta directamente a la me-
5. MONITORIZACIÓN BÁSICA Y AVANZADA
109
cánica respiratoria (rotura del diafragma, fracturas costales, lesión de músculos
intercostales, etc.).
Cambios metabólicos responsables de severos desequilibrios ácido-base o procesos que conllevan dolor intenso son habitualmente algunos de los responsables
de una respiración anormal.
Cuando el nivel de CO2 en sangre aumenta o el nivel de H2CO3 baja, el cerebro
responde incrementando la frecuencia respiratoria con la intención de exhalar
CO2 y normalizar el pH. Existen quimiorreceptores en los cuerpos carotídeos que
detectan estos incrementos en el nivel del dióxido de carbono en sangre y estimulan el centro respiratorio. Cuando los niveles de CO2 bajan, el estímulo desaparece.
Además, cuando los niveles de pH u oxígeno bajan en sangre también se estimulan
los quimiorreceptores carotídeos, activando el centro respiratorio.
Evaluación
Los signos clínicos de distrés respiratorio cambian a medida que la enfermedad
progresa. El primer signo sutil de distrés respiratorio es el incremento en la frecuencia respiratoria. Éste viene seguido de cambios en el patrón respiratorio, que
variará en función de dónde se localice la patología primaria. Conforme el distrés
respiratorio progresa, el animal adopta posturas de alivio (ortopnéicas), respira
con la boca abierta y la respiración se vuelve agónica.
Los patrones respiratorios guiarán al clínico a localizar el lugar anatómico de la
patología para poder llevar a cabo una terapia de urgencia, si fuera necesario.
La respiración ruidosa o estridor (respiración ruidosa audible sin la ayuda de
estetoscopio) es indicativa de procesos de vías aéreas altas (vías nasales, faringe,
laringe o tráquea). El estridor inspiratorio es indicativo de procesos de vías aéreas
extratorácicas (laringe); mientras que el estridor espiratorio es indicativo de procesos en vías aéreas intratorácicas (fundamentalmente tráquea). La respiración
rápida y superficial es sugestiva de procesos en el espacio pleural (aire o líquido).
La respiración dificultosa, tanto en inspiración como en espiración, es sugestiva
de procesos del parénquima pulmonar. El distrés en la espiración con una inspiración corta es sospechosa de procesos en vías secundarias o de menor diámetro
(bronquios o bronquiolos).
La auscultación puede ayudar a distinguir un proceso pleural de uno parenquimatoso. Sonidos pulmonares húmedos sugieren la presencia de fluidos en los
tejidos pulmonares. Sonidos secos y/o ásperos en inspiración y espiración sugie-
110
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
ren fibrosis pulmonar. La ausencia de sonidos pulmonares puede ser indicativa
de la existencia de aire o fluido en el espacio pleural, lo cual impide escuchar el
murmullo vesicular.
A medida que el trabajo respiratorio progresa, el animal asumirá posturas ortopnéicas para mejorar su mecánica respiratoria. Los gatos, en estas situaciones,
suelen permanecer en decúbito esternal con el esternón elevado (sin contacto con
la superficie), mientras que los perros tienden a extender el cuello, abducir las
extremidades anteriores y arquear el dorso.
Respecto a la frecuencia respiratoria, se consideran normales frecuencias entre 8
y 30 rpm (respiraciones por minuto).
Frecuencias respiratorias bajas pueden estar causadas por traumatismos craneoencefálicos o espinales, enfermedades que afecten el control respiratorio (concentraciones bajas de CO2) y drogas (anestésicos o sedantes).
Ritmos respiratorios aumentados pueden estar causados por fiebre, dolor, ansiedad, traumatismo cerebral o torácico, alteraciones metabólicas (alcalosis), enfermedades pulmonares (neumonía, edema pulmonar, etc.) y drogas.
Intervención
Cualquier cambio en el patrón o esfuerzo respiratorio debe ser advertido con
rapidez por el clínico o personal auxiliar al cargo. La administración preventiva
de oxígeno está siempre indicada, hasta que una evaluación más completa pueda
llevarse a cabo. Si se sospecha de un cuerpo extraño en vías respiratorias altas,
el clínico debe examinar la cavidad oral e intentar extraer el cuerpo extraño mediante fórceps o la maniobra de Heimlich. Cuando el patrón respiratorio sugiere
enfermedad pleural, el personal debe preparar el material necesario para practicar una posible toracocentesis o colocar un tubo de drenaje torácico.
Cuando el distrés respiratorio es severo (cianosis, ortopnea, etc.), el tubo endotraqueal y el laringoscopio deben disponerse en el box o jaula del paciente. El clínico
puede requerir una sedación o anestesia rápida para realizar una intubación de
urgencia y obtener un control efectivo de la vía aérea, minimizar el trabajo respiratorio del paciente y ofrecer una mejora posible de su capacidad ventilatoria
y de oxigenación. En caso de que el animal sufra una apnea, el paciente debe ser
rápidamente intubado y ventilado con oxígeno al 100%, si es posible. En cualquier caso, el material para toracocentesis, tubo torácico o traqueotomía debe
estar disponible por si fuera necesario.
5. MONITORIZACIÓN BÁSICA Y AVANZADA
111
Pulsioximetría
La pulsioximetría es un método rápido, no invasivo y barato de estimar la oxigenación arterial. Permite la monitorización frecuente, e incluso constante, en el
paciente inestable. La mayoría de aparatos ofrecen la medición de la saturación
de oxígeno (SpO2) y la frecuencia cardiaca de forma simultánea. La medición de
ambos parámetros se realiza en función de la diferente absorción de luz que presenta la sangre oxigenada y la no oxigenada. El porcentaje de saturación, es decir,
el porcentaje de puntos de unión entre hemoglobina y oxígeno es determinado
en función de la diferencia de longitudes de onda recibidas en un fotorreceptor,
tras hacer pasar a través de un tejido dos haces de luz de diferente longitud de
onda (roja e infraroja). La intensidad de la señal luminosa para cada tipo de
luz detectada en el fotorreceptor determina la SpO2. Sin embargo, la lectura del
pulsioxímetro puede verse afectada por diversos aspectos: el color y grosor del
tejido, la propia colocación del detector, la presión de la pinza, la intensidad de la
fuente de luz y la absorción concreta de la sangre circulante en el tejido testado.
En este sentido, situaciones de hipotermia, hipoperfusión o vasoconstricción periférica pueden hacer que las lecturas no sean fiables. Existen diferentes tipos de
detectores (pinza, rectal o transcutáneo). Los que son en forma de pinza pueden
colocarse en la lengua o en la superficie de la piel no pigmentada, previamente
afeitada. El detector rectal debe ser colocado transrectal y orientado hacia la mucosa rectal dorsal. Una vez colocado el detector en cuestión, la obtención de la
lectura es inmediata. En general, se trata de aparatos portátiles, pequeños y de
fácil manejo que pueden ser utilizados durante periodos de tiempo prolongados
y que pueden utilizarse como medidores indirectos de perfusión.
Evaluación
La utilización del pulsioxímetro para monitorizar la saturación y la frecuencia
cardiaca puede proveer al clínico de valiosa información respecto a la función cardiovascular y respiratoria. Va a permitir detectar el deterioro precoz del paciente
antes de que éste sea clínicamente evidente. A pacientes que requieren oxigenoterapia o que están bajo anestesia general se les debe monitorizar los mencionados
aspectos. El nivel de saturación normal debe ser mayor del 95%. Valores por
debajo de 90% están correlacionados con PaO2< 60 mm Hg. Como se ha comentado con anterioridad, existen limitaciones en la técnica si la perfusión tisular o la
pigmentación de las mucosas no son las adecuadas, pero también puede ofrecer
lecturas erróneas si el paciente presenta cantidades significativas de hemoglobina
no funcional (carboxihemoglobina, methemoglobina o sulfahemoglobina).
112
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
Esta técnica tampoco permite evaluar de forma fiable la eficiencia del intercambio
gaseoso en pacientes que reciben oxigenoterapia (100%), por lo que es preferible
la obtención de muestras arteriales para la determinación de los gases sanguíneos.
Intervención
Cualquier descenso súbito de la saturación de oxígeno, siempre y cuando la colocación del detector sea correcta y la lectura fiable, debe ser notificada al personal
clínico. El paciente debe ser rápidamente evaluado en lo que respecta a la función
cardiovascular y respiratoria. El clínico debe decidir si es necesario incrementar el
flujo de oxígeno, la fracción de oxígeno inspirado o si debe mejorarse la ventilación.
Análisis de gases sanguíneos
La evaluación de los gases sanguíneos arteriales ofrece información objetiva sobre la oxigenación, ventilación y el equilibrio ácido-base del paciente. Para evaluar el estado de oxigenación del paciente se requiere la obtención de muestras de
sangre arterial, sin embargo para evaluar la ventilación del paciente las muestras
venosas pueden resultar válidas. En las muestras arteriales, la oxigenación del
paciente vendrá determinada por el nivel presión de oxígeno libre arterial (PaO2)
y el porcentaje de saturación (medido) de la hemoglobina (SaO2). La capacidad
ventilatoria del paciente vendrá determinada por la presión (arterial o venosa) de
dióxido de carbono (PaCO2).
Evaluación del nivel de oxigenación
La gasometría arterial y los parámetros de oxigenación van a ayudar al clínico a
evaluar la respuesta del paciente ante la oxigenoterapia y a determinar la menor
cantidad de oxígeno necesaria para prevenir la hipoxemia, el metabolismo anaerobio y la muerte celular.
La presencia disminuida de oxígeno en el aire, la sangre o un tejido viene definido
por el término hipoxia. En la práctica, la provisión inadecuada de oxígeno a nivel
tisular puede estar ocasionada por una oxigenación insuficiente de la sangre (hipoxemia), una capacidad de transporte eritrocitario de oxígeno insuficiente, una
circulación sanguínea tisular deficiente o una demanda de oxígeno incrementada
por parte de los tejidos.
5. MONITORIZACIÓN BÁSICA Y AVANZADA
113
Los parámetros de utilidad clínica a determinar en un paciente al que queramos
realizar un análisis de gases sanguíneos son los siguientes:
PaO2, FiO2, SaO2, PA-PaO2 y CaO2, descritos a continuación.
PaO2: Presión parcial de oxígeno en sangre arterial.
Rango fisiológico = 80-100 mm Hg
Es la presión parcial de oxígeno disuelto (forma gaseosa) en sangre arterial.
• Una PaO2 < de 80 mm Hg se considera hipoxemia y requiere terapia con
oxígeno.
• Una PaO2 < 60 mm Hg se considera hipoxemia grave y requiere terapia
inmediata.
Cuando un paciente es sometido a oxigenoterapia y su fracción de oxígeno inspirado (FiO2) es superior al 21%, es posible estimar los valores de PaO2 esperables.
Para determinar el valor esperado de PaO2 se puede multiplicar la FiO2 por 5.
Por ejemplo = FiO2: 60%
PaO2 estimada: 300 mm Hg
Valores inferiores al esperado sugieren un funcionamiento pulmonar insuficiente.
SaO2: Saturación de oxígeno de la hemoglobina.
Rango fisiológico = 95-100%
La saturación de oxígeno de la hemoglobina puede calcularse mediante la determinación de los gases sanguíneos o estimarse mediante pulsioximetría (SaO2). El
pulsioxímetro ofrece una evaluación objetiva sobre la necesidad de suplementación con oxígeno al mostrar los valores de la saturación arterial de oxígeno y de
la frecuencia cardiaca, y además puede usarse para evaluar de forma constante
al paciente durante la administración de oxígeno. La SaO2 nos ofrece una información sobre el transporte de oxígeno a los tejidos y, aunque la SaO2 y la PaO2 no
tienen una relación lineal, se demuestra en la curva de disociación de la hemoglobina que la SaO2 es una medida indirecta de la PaO2. Como se ha mencionado con
anterioridad en el texto, el grosor y pigmentación del tejido, el grado de perfusión,
la hipotermia, bilirrubinemia, anemia y el movimiento son factores que interfieren
en la lectura de la saturación por pulsioximetría (SaO2).
114
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
PA-PaO2: Relación alveolo-arterial. Rango fisiológico < 10 mm Hg
Esta relación se obtiene a partir de los valores de los gases en sangre arterial, y es
una medida muy sensible de la eficiencia del intercambio de gases. Si los pulmones fueran perfectamente homogéneos, no existiría diferencia entre la presión de
oxígeno en el alvéolo y la presión de oxígeno en sangre arterial. De hecho, en la
práctica cualquier factor que disminuya la eficiencia del intercambio gaseoso en
el pulmón provocará un incremento en la relación PA-PaO2.
En animales sanos y respirando aire atmosférico, el gradiente o relación alveolo-arterial deberá ser menor de 10 mm Hg. Un PA-PaO2 de 15 mm Hg sugiere una disminución de la eficiencia de la oxigenación de los pulmones. Valores
> 20 mm Hg son indicativos de patologías clínicamente significativas en el intercambio de gases y, consecuentemente, de la necesidad de oxigenoterapia. Valores
> 30 mm Hg se consideran indicativos de enfermedad severa y posible SDRA
(síndrome de distrés respiratorio agudo).
PA-PaO2 = ( (BP-47) x FiO2 - 1,2 x PaCO2) - PaO2
= ( (760-47) x 0,21 - 1,2 x PaCO2) - PaO2
PA-PaO2 = (150 - 1,2 x PaCO2 ) - PaO2
BP: presión barométrica a nivel del mar, 47: presión del vapor de agua.
En pacientes con hipoxemia o hipercapnia, la relación alveolo-arterial puede ser
útil para diferenciar procesos intrínsecos pulmonares de procesos extrapulmonares cuando la gasimetría revela resultados anormales. Pacientes hipoxémicos con
una relación normal, por lo general, presentan una función pulmonar normal y
la hipoxemia es el resultado de la hipoventilación o la respiración de aire pobre
en oxígeno. La principal limitación del gradiente o relación alveolo-arterial, en la
evaluación de la eficiencia del intercambio gaseoso del paciente, es que no es utilizable cuando se le administra oxígeno suplementario. Ello significa que cuando
el clínico evalúa este parámetro debe suspender la terapia de oxígeno.
Relación PaO2/FiO2
(Relación presión arterial de O2/Fracción de oxígeno inspirada)
Rango fisiológico relación > 300
5. MONITORIZACIÓN BÁSICA Y AVANZADA
115
Las patologías de intercambio de gases también se reflejan en la relación entre la
presión arterial de oxígeno y la fracción de oxígeno inspirada.
Esta relación evalúa el intercambio de gases a través de los valores de gases en
sangre arterial y de manera similar al gradiente alveolo-arterial, pero es más fácil
de calcular; sin embargo la determinación de la FiO2 puede ser difícil de determinar según el método de suplementación de oxígeno escogido.
En pacientes sanos y respirando aire atmosférico debería ser > de 300.
Una relación < de 300 es indicativa de compromiso severo del intercambio gaseoso. Relaciones iguales o superiores a 200 se consideran indicativas de una respuesta positiva a la suplementación de oxígeno. Valores menores de 100 sugieren
una respuesta pobre a la oxigenoterapia.
CaO2: Cantidad de oxígeno presente en sangre arterial.
Rango fisiológico = 16-22 ml de oxígeno /dl de sangre arterial.
En la sangre el oxígeno se transporta diluido o unido a la molécula de hemoglobina (oxihemoglobina).
Cada molécula de hemoglobina puede transportar cuatro moléculas de oxígeno,
y cada gramo de hemoglobina transporta aproximadamente 1,34 ml de oxígeno.
Un pequeño porcentaje del oxígeno presente en la sangre permanece en solución
en el compartimento plasmático. En condiciones fisiológicas, la cantidad de oxígeno disuelto en plasma es de 0,3 ml/dl/100 mm Hg de oxígeno.
El contenido arterial de oxígeno (CaO2) es la cantidad de oxígeno unido a hemoglobina más el oxígeno disuelto en plasma. Se puede calcular con la siguiente
fórmula:
CaO2 = (1,34 x Hb (g/dl) x SaO2 (%)) + (0,003 x PaO2)
1,34: ml de oxígeno por mg de Hb
(cantidad máxima de oxígeno que puede transportar cada gramo de hemoglobina).
0,003: solubilidad del O2 en plasma. Se mide en ml de O2/dl de plasma/mm Hb.
Los dos factores determinantes del contenido arterial de oxígeno son: el porcentaje de saturación de la hemoglobina y la cantidad de hemoglobina circulante.
116
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
Aunque la CaO2 es uno de los aspectos más importantes en lo referente al aporte
de oxígeno a los tejidos, el gasto cardiaco, la presión arterial, el flujo tisular local
y la capacidad de extracción de oxígeno de cada tejido en particular son otros
factores a tener en cuenta.
Por último, cabe recordar que aunque el análisis de gases sanguíneos revele unos
resultados normales, no es posible concluir que tanto el transporte de oxígeno y el
contenido de oxígeno en la sangre como los niveles de oxígeno en los tejidos sean
necesariamente normales. Es necesario evaluar conjuntamente otros parámetros
hemodinámicos y relativos a la perfusión tisular.
Intervención en el nivel de oxigenación
La oxigenación insuficiente de la sangre o hipoxemia puede deberse a una disminución en la fracción inspirada de oxígeno, a hipoventilación o bien a patologías
que dificultan el intercambio gaseoso pulmonar: problemas en la barrera de difusión, comunicaciones arterio-venosas (shunt) o desequilibrios en la ventilación/
perfusión pulmonar (V/Q).
Atendiendo a la patología responsable y la condición clínica del paciente, la provisión de oxigenoterapia será diferente. El objetivo de instaurar la terapia con
oxígeno es incrementar la fracción de oxígeno inspirado y mejorar así la presión
arterial de oxígeno. Existen diferentes técnicas (ver cap. 4 Tomo I) cuya elección
dependerá del nivel de fracción inspirada deseado, de la duración estimada del
tratamiento, del equipamiento disponible y del temperamento del paciente.
En la mayoría de casos, fracciones inspiradas de oxígeno del 30-40% aportan al
paciente suficiente oxígeno con un amplio margen de seguridad.
Si se pretende extender la oxigenoterapia más de dos
horas, se recomienda utilizar oxígeno humidificado.
El oxígeno no humidificado genera deshidratación en mucosas, incrementa la densidad de las secreciones, la degeneración del epitelio respiratorio, altera el aparato
mucociliar e incrementa el riesgo de infecciones.
5. MONITORIZACIÓN BÁSICA Y AVANZADA
117
Los diferentes métodos de administración de oxígeno en perros y gatos son:
1) Mascarilla de oxígeno o flujo libre: esta técnica puede estar indicada en pacientes de urgencias. Es simple, rápida, barata pero en algunos casos, la
mascarilla no es tolerada por el paciente. Permite suministrar fracciones
inspiradas cercanas al 50%. El flujo recomendado es de 2-6 l/min, dependiendo del tamaño del paciente.
2) Bolsa de oxígeno/collar isabelino: la cabeza del paciente puede colocarse en
el interior de una bolsa transparente o un collar isabelino tapados en sus dos
tercios de superficie con film transparente. Es una técnica sencilla y económica pero en algunos pacientes puede ser poco tolerada, generar hipertermia y
elevadas humedades o concentraciones de CO2 en el interior de la cámara.
La fracción obtenida es de aproximadamente el 30-40%. El mantenimiento
de flujo es de 2,5 l/min, sin embargo inicialmente son necesarios flujos mayores para llenar la cámara de forma rápida.
3) Sonda nasal: puede utilizarse una sonda con múltiples perforaciones (fig. 3).
Tras aplicar anestesia local (lidocaína 2%) en la fosa nasal, la sonda se introduce ventromedialmente a través del cornete nasal ventral hasta el ángulo
medial del ojo. Una vez introducida, la sonda debe fijarse firmemente con sutura, grapas o cinta adhesiva a la porción dorsal del plano alar, tabique nasal
y cabeza del paciente. La sonda debe cambiarse de posición cada 48 horas
para evitar la irritación del cornete y la obstrucción por secreciones. El porcentaje de fracción inspirado que puede conseguirse con esta técnica oscila
entre el 30-50% en función de si se administran 50-200 ml/kg/min de oxígeno respectivamente. La humidificación con oxígeno es esencial para evitar
lesiones en la mucosa nasal.
Figura 3. Paciente sometido a oxigenoterapia.
118
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
4) Jaula de oxígeno: es necesario disponer de una caja estanca, con mecanismos
para regular la concentración interna de oxígeno, la temperatura, humedad
y dispositivos para eliminar el dióxido de carbono exhalado. Esta técnica
puede ser útil para el tratamiento inicial del paciente extremadamente disneico, estresado (gatos) o que requiere de un tratamiento muy prolongado. Su
principal inconveniente es el elevado coste (flujos medios de 10-12 l/min), la
poca accesibilidad al paciente y la disminución drástica de la FiO2 cada vez
que se abre la jaula para evaluar el paciente. Las fracciones inspiradas que
pueden esperarse con este método son menores del 40-50%.
5) Transtraqueal: la piel bajo el ligamento cricotiroideo o entre dos anillos traqueales debe prepararse asépticamente. Se coloca anestesia local (lidocaína
2%) y se introduce una aguja introductora de 14-16G para insertar un catéter largo, flexible y fenestrado distalmente. El extremo distal del mismo
debe posicionarse en la carina, aproximadamente a nivel del quinto espacio
intercostal. Debe fijarse con suturas, grapas o cinta adhesiva y asegurarse con
un vendaje cervical. El flujo de oxígeno recomendado es de 50 ml/ kg/ min y
se tiene que administrar previamente humedecido.
6) Intubación traqueal: requiere de la colocación de un tubo endotraqueal (orotraqueal o de traqueotomía). Permite un acceso total a la vía aérea, la administración de oxígeno al 100% y la aplicación de técnicas de ventilación por
presión positiva o mecánica, pero requiere la anestesia o inconsciencia del
animal. Se utiliza cuando existen evidencias de hipoventilación o hipoxemia
refractaria a otros métodos de suplementación. La administración de oxígeno durante elevados periodos de tiempo a fracciones superiores al 60% se
ha vinculado con complicaciones pulmonares asociadas a la toxicidad por
oxígeno (edema pulmonar, atelectasia, hemorragia y fibrosis pulmonar).
Evaluación del nivel de ventilación
La ventilación es el proceso mecánico por el cual el gas o aire fluye hacia dentro
y hacia fuera de los pulmones en cada ciclo respiratorio.
Un adecuado control de la ventilación requiere de un correcto funcionamiento
de los centros respiratorios, vías espinales y nervios periféricos, así como de un
correcto funcionamiento de los músculos respiratorios, integridad pleural y mecánica pulmonar. La hipoventilación (hipercapnia) acontece cuando cualquiera
de estos componentes se ve alterado y los niveles de dióxido de carbono en sangre
no pueden mantenerse dentro de la normalidad. En el paciente de urgencias o crí-
5. MONITORIZACIÓN BÁSICA Y AVANZADA
119
tico puede cuantificarse mediante capnometría/capnografía (ETCO2) o mediante
la determinación de la presión parcial de dióxido de carbono en sangre (PaCO2).
ETCO2: Presión de dióxido de carbono exhalado al final de la espiración.
Rango fisiológico = 34-45 mm Hg
La presión parcial del dióxido de carbono en sangre puede estimarse en función
de la medición del CO2 exhalado. Esto se puede determinar mediante la medición
del nivel de dióxido de carbono gaseoso exhalado al final de la espiración con
un analizador llamado capnómetro o capnógrafo. Estos analizadores deben ser
calibrados periódicamente y comprobados con mediciones simultáneas del nivel
de gas presente en sangre (PaCO2). La exactitud de este tipo de mediciones puede
verse afectada por múltiples situaciones: obstrucciones del tubo endotraqueal,
fenómenos de reinhalación, saturación húmeda del filtro de gases, etc. Sin embargo, en condiciones normales de equilibrio gaseoso alveolo-capilar, el ETCO2 y el
nivel de PaCO2 están correlacionados. Normalmente, los valores de ETCO2 son
algo más bajos que los valores arteriales (1-4 mm Hg), pero la diferencia es poco
relevante desde el punto de vista clínico. Siempre que sea posible, es preferible
utilizar el capnógrafo dado que la onda capnográfica permite evaluar la mecánica
ventilatoria en su ciclo inspiratorio y espiratorio.
PaCO2: Presión parcial de dióxido de carbono en sangre arterial.
Rango fisiológico = 34-45 mm Hg
Refleja el equilibrio entre la ventilación alveolar y la producción de dióxido de
carbono por el metabolismo. Si la PaCO2 es inferior a 35 mm Hg existe hipocapnia o alcalosis respiratoria, y se asocia a cuadros que generan hiperventilación
alveolar. Si la PaCO2 es superior a 45 mm Hg, existe hipercapnia o acidosis respiratoria, y se asocia a hipoventilación alveolar. Existen cuatro causas principales
de hipercapnia: elevaciones de la tasa metabólica que generan incrementos en la
producción de dióxido de carbono, presencia de alteraciones en el intercambio
gaseoso pulmonar, anomalías en la mecánica respiratoria o cambios en la regulación del control ventilatorio central.
La actividad física, la fiebre o el propio proceso de enfermedad pueden provocar
incrementos significativos de los niveles de dióxido de carbono, sin embargo la
mecánica ventilatoria incrementa proporcionalmente su actividad en estas situa-
120
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
ciones minimizando por tanto tales incrementos. La hipercapnia solo acontece en
dichas situaciones, si el incremento ventilatorio es inadecuadamente bajo.
Los procesos pulmonares pueden contribuir a la retención de CO2 al reducir la
ventilación alveolar efectiva. Esto ocurre cuando existe hipoventilación o alteraciones en la relación ventilación/perfusión (V/Q) pulmonar. En pacientes con
enfermedad obstructiva crónica pulmonar el desequilibrio V/Q resulta en hipercapnia e hipoxia. El incremento en la ventilación/minuto previene la hipercapnia
pero incrementa el trabajo respiratorio en estos pacientes, por lo que pueden
permanecer permanentemente hipercápnicos mientras el mecanismo ventilatorio
está principalmente regulado por la hipoxia. La administración de oxígeno en
estos pacientes puede eliminar el estímulo respiratorio al eliminar la hipoxia, por
lo que toda suplementación en este tipo de pacientes debe ser cautelosa.
La fatiga muscular respiratoria, la presencia de enfermedades neuromusculares
o de lesiones en la estructura torácica también pueden contribuir al desarrollo
de la hipercapnia. La malnutrición o las alteraciones electrolíticas como la hipopotasemia y la hipofosfatemia pueden causar debilidad muscular respiratoria y
contribuir al fallo respiratorio hipercápnico. Cambios en el sistema de control
respiratorio central a causa de la utilización de drogas o incrementos de la presión
intracraneal también pueden contribuir a la hipercapnia.
Los efectos clínicos de la hipercapnia son secundarios al incremento del flujo sanguíneo cerebral. Puede presentarse en el paciente papiledema y signos derivados
de una presión intracraneal incrementada como demencia, etc. Los signos clínicos
asociados suelen quedar enmascarados por aquellos generados por la hipoxia. La
compensación en tales situaciones está limitada a la excreción renal de bicarbonato y la corrección de la acidosis generada por la acumulación de CO2.
Intervención del nivel de ventilación
La corrección de los niveles de dióxido de carbono en sangre requiere de la mejora directa del intercambio gaseoso y/o de la intervención directa en la mecánica
ventilatoria. El tratamiento de la patología primaria pulmonar, la movilización
de secreciones así como la utilización de broncodilatadores pueden mejorar los
desequilibrios V/Q pulmonares y mejorar, por tanto, el nivel de ventilación del
paciente. Si con ello no mejora sustancialmente la situación del paciente, el soporte de la mecánica ventilatoria debe ir encaminado a disminuir el trabajo y
mejorar la función muscular respiratoria. El soporte ventilatorio se requiere en
pacientes con hipercapnia secundaria al fallo respiratorio agudo. En tales casos,
5. MONITORIZACIÓN BÁSICA Y AVANZADA
121
la suplementación con oxígeno no es capaz de corregir la hipercapnia, e incluso
como se ha comentado con anterioridad, en el caso de EPOC, puede incluso
empeorar la situación. El soporte ventilatorio puede llevarse a cabo en forma de
ventilación manual, mecánica (asistida o controlada) o aplicación de presiones
positivas en la vía aérea.
La ventilación manual está indicada en situaciones de emergencia. El paciente es
conectado a un ambú o al respirador automático de la máquina de anestesia y
ventilado manualmente (8-20 rpm). Este método no es una alternativa válida a
medio-largo plazo dados los requirimientos técnicos y de personal que precisa.
La ventilación mecánica asistida permite que sea el paciente quien inicie cada ciclo ventilatorio y está especialmente indicada en casos de hipercapnia secundaria
a fatiga o debilidad muscular. Desafortunadamente, la frecuencia desencadenada
por el paciente puede resultar limitante, si se pretende conseguir determinados
niveles de ETCO2 o PaCO2.
Con la ventilación controlada, el ventilador determina un número determinado
de respiraciones por minuto sin tener en cuenta la participación del paciente. Estos ventiladores pueden trabajar regulados por presión o por volumen.
La terapia de presión positiva en la vía aérea consiste en la aplicación de resistencia en el circuito espiratorio. Esto redunda en un incremento de la presión de
la vía aérea que puede mantenerse a lo largo de todo el ciclo respiratorio. Esta
técnica permite mantener abiertos muchos más alveolos y minimizar el trabajo
respiratorio. La aplicación de técnicas de ventilación positiva controlada y presión positiva en la vía aérea (PEEP) debe tenerse en cuenta en aquellos pacientes
con hipoxemia e hipercapnia refractarias.
122
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
MONITORIZACIÓN
CARDIOVASCULAR
La monitorización hemodinámica es esencial en el tratamiento de muchos pacientes críticos a la hora de guiar el tratamiento fluidoterápico y farmacológico
destinado a optimizar su función cardiovascular. Este tipo de monitorización incluye los parámetros físicos básicos (frecuencia cardiaca, temperatura, color de
membranas mucosas, tiempo de relleno capilar, temperatura y presión de pulso), la monitorización del registro electrocardiográfico y la presión arterial, la
medición de la presión venosa central y, finalmente, la monitorización de otros
parámetros como gasto cardiaco, presión de oclusión de la arteria pulmonar, resistencia vascular sistémica, transporte y consumo de oxígeno.
Existen algunos parámetros analíticos que evalúan el estado de perfusión que,
dada su disponibilidad y accesibilidad para el clínico, también serán mencionados en este capítulo. El tipo de monitorización y parámetros determinados finalmente dependerá de la severidad de la enfermedad y del equipamiento disponible.
Frecuencia cardiaca
La frecuencia cardiaca viene determinada por el número de latidos por minuto
del paciente. La frecuencia cardiaca normal para la especie canina oscila entre los
60-120 ppm, aunque puede variar en función de la raza y la edad. En el caso de
la especie felina se considera normal una frecuencia cardiaca de 160-220 ppm.
La presencia de frecuencias excesivamente altas o bajas y la presencia de ritmos
irregulares puede conllevar una disminución del gasto cardiaco y, por consiguiente, comprometer la perfusión tisular.
La taquicardia puede ser un signo precoz e indicativo de compromiso hemodinámico o hipovolemia, pero también puede estar ocasionada por otras posibles
causas de estimulación simpática como el dolor o la ansiedad. En tales situaciones
el incremento en la frecuencia cardiaca se acompaña de una mayor contractilidad, lo cual incrementa la fuerza de empuje de la sangre hacia los tejidos y el
volumen eyectado. Sin embargo, cuando la frecuencia cardiaca se incrementa
por encima de ciertos niveles (160-180 ppm en razas grandes, 180-200 ppm en
razas pequeñas y 240-260 ppm en gatos), no solo el músculo cardiaco llega a
5. MONITORIZACIÓN BÁSICA Y AVANZADA
123
un nivel de deterioro de funcionamiento por agotamiento de las reservas energéticas, sino que también disminuye la perfusión coronaria causando hipoxia
miocárdica y predisponiendo al paciente a la aparición de arritmias.
En caso contrario, ante la bradicardia cuando la frecuencia cardiaca es demasiado baja (< 40-60 ppm) puede presentarse una disminución excesiva del gasto
cardiaco. Las causas de bradicardia incluyen hipotermia, problemas metabólicos
(hiperpotasemia, hipoglucemia, hipotiroidismo, etc.) y estimulación parasimpática o vagal. La estimulación parasimpática puede ocurrir por afecciones cerebrales, pulmonares, y gastrointestinales o procesos del nódulo sinusal. Frecuencias
cardiacas que bajen por debajo de niveles críticos pueden generar hipoxia tisular,
fallo orgánico y muerte.
La frecuencia cardiaca y el ritmo deben ser monitorizados regularmente mediante auscultación o bien registro electrocardiográfico. La monitorización continua
electrocardiográfica (mediante monitor tradicional o telemetría) es especialmente
útil en pacientes críticos dado que permite un acceso continuo no invasivo a
la frecuencia y ritmo cardiaco del paciente. Un sistema conductivo anómalo o
procesos de enfermedad del músculo cardiaco pueden ocasionar arritmias. Toda
arritmia viene definida por una irregularidad del latido cardiaco y puede ser detectada mediante la auscultación del corazón y la palpación simultánea del pulso.
Cuando la contracción ventricular no es efectiva o suficientemente potente como
para conducir sangre a la periferia se detecta un déficit de pulso. Cabe destacar que
no todas las arritmias son patológicas ni necesitan de tratamiento antiarrítmico.
En general, debe tratarse la causa primaria
de la arritmia y solo se tratarán aquéllas
con significación hemodinámica o posible
progresión a ritmos de riesgo vital.
Presión del pulso
El carácter del pulso depende del volumen por minuto, la frecuencia cardiaca,
la contractilidad cardiaca, así como del tono vascular. Un pulso normal debe ser
fácilmente palpable en las zonas de proyección de la arteria metatarsiana, arteria
carpal, arteria coccígea y arteria femoral. La presión del pulso viene definida por
la diferencia existente entre la presión arterial sistólica y la diastólica. Cuando
la diferencia entre ambas es muy grande, el pulso de denomina hiperquinético o
124
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
hiperdinámico. Este tipo de presión del pulso puede detectarse en pacientes con
fiebre, hipertiroidismo, PDA o estados compensatorios de shock. Cuando, por
el contrario, la diferencia es pequeña o el tiempo de presión sistólica máxima es
prolongado, el pulso se detecta débil (hipoquinético o hipodinámico). Algunas
causas de pulso hipoquinético incluyen cualquier enfermedad que genere un bajo
gasto cardiaco (shock descompensado, fallo cardiaco, arritmias, etc.).
Evaluación
El pulso se palpa presionando ligeramente con los dedos índice y corazón en la
parte del cuerpo donde la arteria se dispone sobre un hueso o tejido firme. Los
puntos de detección de pulso más frecuentes son las arterias metatarsiana dorsal
y la arteria femoral.
Intervención
Cualquier cambio en la calidad del pulso debe ser considerado por el clínico.
Como se ha comentado con anterioridad, la presencia de pulsos fuertes pueden
reflejar dolor, fiebre o shock temprano, lo que requiere la intervención por parte
del clínico con analgésicos o cambios en la pauta de fluidos, si fuera necesario.
Pulsos débiles son de consulta obligada e inmediata evaluación porque, con frecuencia, son necesarias medidas agresivas de tratamiento con fluidos, inotrópicos
o vasopresores.
Membranas mucosas y tiempo
de relleno capilar
La coloración de las mucosas no pigmentadas viene determinada por una adecuada concentración de hemoglobina en la sangre, una buena oxigenación y un
flujo capilar periférico adecuado.
El tiempo de relleno capilar (TRC) es el resultado de medir el tiempo que transcurre hasta volver a completarse el flujo sanguíneo en los lechos capilares de las
membranas mucosas una vez liberada la presión digital. La velocidad de recuperación del capilar depende del gasto cardiaco, tono vascular y tono vasomotor
del esfínter precapilar.
5. MONITORIZACIÓN BÁSICA Y AVANZADA
125
Evaluación
El color normal de las membranas mucosas es rosado y, aunque con variaciones,
puede ser evaluado en la conjuntiva ocular, vulvar y peneana. La congestión o
coloración rojiza de las mucosas sugiere la presencia de fenómenos de vasodilatación (sepsis), intoxicación por cianuro o más comunmente estados hipermetabólicos (hipertermia, hipertensión, etc.). La presencia de mucosas rosadas-pálidas o
pálidas sugiere una cantidad insuficiente hemoglobina en los capilares, anemia o
vasoconstricción severa. La coloración azulada o grisácea sugiere la existencia de
hemoglobina insuficientemente oxigenada y revela cianosis. La coloración amarillenta de las mucosas determina la presencia de bilirrubina en los tejidos y puede
ser consecuencia de hemólisis, enfermedad hepática o colestasis. Membranas mucosas marronáceas puede sugerir la presencia de methemoglobina.
Los valores normales de TRC son entre 1 y 2 segundos. Un TRC prolongado
(> 2 s) sugiere hipovolemia, hipotermia, gasto cardiaco insuficiente, dolor o vasoconstricción por fármacos. Un TRC disminuido (< 1 s) puede estar ocasionado
por ansiedad, shock compensado, fiebre o dolor .
Intervención
Una coloración de mucosas anormal o un TRC anómalo requieren la atención
del clínico de forma inmediata. La presencia de mucosas pálidas con TRC prolongado requiere la administración inmediata de oxígeno y la rápida detección de
la etiología subyacente. El clínico debería estar preparado para, en caso de considerarlo necesario, medir la presión arterial, la PVC, realizar un ECG, determinar
el hematocrito y registrar todos estos datos en la ficha de hospitalización. En
algunos casos, podría precisarse una fluidoterapia agresiva por lo que el auxiliar
debe estar preparado para intervenir rápida y eficazmente.
Temperatura
El organismo mantiene la temperatura (Tª) corporal, regulando el equilibrio entre el calor producido y el calor eliminado a través del centro termorregulador
hipotalámico.
En el caso de los pequeños animales la homeotermia se considera (aunque con
variaciones en función de la edad) entre 37,5-39 ºC. Cuando la temperatura cor-
126
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
poral se encuentra por encima de tales límites se habla de hipertermia. En función
de su origen se habla de hipertermia pirogénica y no pirogénica. La diferencia
entre ambas radica en si existe o no alteraciones en los mecanismos de termorregulación. En el caso de la fiebre, los pirógenos endógenos o exógenos actúan
en el hipotálamo anterior elevando el dintel del centro termorregulador. Estas
sustancias químicas (pirógenos) pueden estar producidas por agentes infecciosos,
o bien ser citoquinas asociadas a la inflamación.
La hipertermia no pirogénica acontece cuando los mecanismos de termorregulación y de disipación de calor son incapaces de compensar la producción endógena
de calor, lo cual provoca el incremento de la temperatura por encima del dintel.
Una de las principales consecuencias de la hipertermia/fiebre es que incrementa
las demandas y requerimientos de oxígeno tisular. El cuerpo responde incrementando la ventilación para liberar calor corporal. Si el dióxido de carbono sanguíneo baja en exceso se produce la vasoconstricción cerebral y puede ocasionar
una hipoxia cerebral. El trabajo cardiaco y las demandas de oxígeno aumentan
durante la hipertermia. Se produce vasodilatación periférica con la intención de
disipar el calor. El daño en las células del endotelio vascular puede provocar una
coagulación intravascular diseminada, deterioro de la mucosa gastrointestinal,
translocación bacteriana y déficits significativos de volumen intravascular.
La hipotermia baja la tasa metabólica y las funciones enzimáticas. Disminuye
el consumo de oxígeno en los tejidos y baja la capacidad de difusión del mismo
desde la hemoglobina hacia los tejidos. La hipotermia afecta al sistema cardiovascular generando vasoconstricción periférica, disminuyendo la frecuencia cardiaca
y produciendo hipotensión. La motilidad gastrointestinal baja y también puede
darse íleo intestinal.
Evaluación
La medición de la temperatura corporal en todo paciente de urgencias o crítico forma parte de la exploración física rutinaria. En el caso de pacientes con
infecciones, jadeo, hiperactividad o durante el posoperatorio la monitorización
es frecuente, incluso continua por medición mediante monitor de temperatura
(sonda rectal o esofágica). Es importante realizar las mediciones de temperatura
siempre en el mismo lugar para cada paciente. Aunque existen diferentes zonas
donde medir la temperatura corporal (auricular, axilar, inguinal) lo habitual es
hacerlo vía rectal.
5. MONITORIZACIÓN BÁSICA Y AVANZADA
127
En pacientes de urgencias es conveniente, junto con la temperatura rectal, obtener
la temperatura de los apéndices (interdigital) si presenta extremidades frías a la
palpación o existen signos evidentes de vasoconstricción. La diferencia normal
entre ambas es de 4 ºC.
Intervención
Cualquier temperatura anormal debe ser evaluada por el clínico. El veterinario
determinará qué métodos y cómo debe actuarse para controlar pacientes con
hipertermia e hipotermia adecuadamente. Para el manejo específico del paciente
hiper o hipotérmico se refiere al lector a los capítulos correspondientes.
Presión arterial sanguínea
La presión arterial sanguínea es producto del gasto cardiaco y la resistencia vascular periférica. La presión arterial sistólica es la presión ejercida por el flujo
sanguíneo como resultado de la contracción del ventrículo izquierdo mientras
que la presión arterial diastólica es la ejercida por la sangre en el interior de los
vasos cuando el ventrículo está en reposo, es decir, en diástole. La presión arterial
media es la presión diastólica más un tercio de la presión del pulso (la diferencia
entre la presión arterial sistólica y la presión arterial diastólica).
La monitorización de la presión arterial en pacientes de urgencias o críticos es
extremadamente útil. Entre otras cosas va a permitir al clínico ajustar la pauta
de fluidos a las necesidades del paciente cuando se integra con otros hallazgos de
exploración, la producción de orina y los valores de la PVC. Su monitorización es
esencial en la evaluación del uso de inotrópicos y vasopresores.
Los valores normales son:
Perros:
• Presión arterial sistólica: 90-140 mm Hg
• Presión arterial diastólica: 50-80 mm Hg
• Presión arterial media: 60-100 mm Hg
Gatos:
• Presión arterial sistólica: 80-140 mm Hg
• Presión arterial diastólica: 55-75 mm Hg
• Presión arterial media: 60-100 mm Hg
128
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
Se habla de hipotensión cuando la presión arterial sistólica es menor de 80 mm Hg
o bien la presión arterial media es menor de 60 mm Hg, en ambas especies. La
hipotensión puede estar generada por disminución del gasto cardiaco, disminución del volumen circulante, fallo miocárdico, bradiarritmias, taquiarritmias o
disminución significativa de la resistencia vascular sistémica.
La hipertensión puede ser primaria (esencial), aunque con mayor frecuencia en
la especie canina y felina, es secundaria a otros procesos de enfermedad renal o
neurohormonal. El fallo renal (agudo o crónico) es la causa más frecuente de
hipertensión secundaria aunque el hipertiroidismo, la diabetes mellitus, el hiperadrenocorticismo, el feocromocitoma y ciertos tratamientos farmacológicos
(glucocorticoides, ciclosporina, etc.) también son condiciones clínicas comunmente asociadas a la hipertensión.
Evaluación
La medición de la presión arterial puede dividirse en dos grandes categorías: métodos invasivos y no invasivos. Los métodos no invasivos son los más utilizados
en el ámbito de urgencias y fundamentalmente albergan dos posibles tipos de
medición: mediante técnica Doppler o mediante técnica oscilométrica. El método
invasivo permite la medicion continua, directa de la presión arterial y es el método más fiable.
• Métodos directos (invasivos): la medición de la presión sanguínea directa
requiere la introducción de un catéter en una arteria (femoral o metatarsiana
dorsal) y la conexión de un transductor a un monitor. La presión arterial
directa se muestra en forma de onda de registro en un osciloscopio con el
punto más alto en la presión sistólica y el más bajo en la presión diastólica.
La medición directa es el método más exacto, pero requiere un equipamiento
sofisticado y caro. El abordaje quirúrgico es necesario para la colocación del
catéter arterial en pacientes obesos o muy hipotensos.
• Métodos indirectos (no invasivos): a pesar de ser una medida menos exacta,
es más fácil de obtener y una técnica más barata. Normalmente se utilizan
manguitos hinchables colocados en el extremo distal de las extremidades o
en la base de la cola. Los dos métodos más comunmente utilizados en veterinaria son la técnica Doppler y el método oscilométrico.
En condiciones normales la presión arterial sistólica debe situarse por encima de
100 mm Hg. Una presión sistólica menor de 80 mm Hg se define como hipotensión
5. MONITORIZACIÓN BÁSICA Y AVANZADA
129
significativa; y una presión sistólica menor de 60 mm Hg puede estar asociada a
una deficiente perfusión renal y oliguria.
La circulación cerebral está comprometida cuando la presión sistólica baja de
50 mm Hg, desencadenándose la isquemia cerebral cuando la presión sistólica se
sitúa por debajo de 30-35 mm Hg durante dos o más horas. La perfusión coronaria
es mantenida con presiones arteriales superiores o iguales a 70 mm Hg.
La hipertensión (presión sistólica > 200 mm Hg) puede estar asociada a estados de
shock hiperdinámico, excesiva producción endógena de renina, insuficiencia renal
crónica, excesiva estimulación simpática, etc.
El método oscilométrico requiere del uso de un microprocesador y de manguitos
que determinan la presión sistólica y la diastólica en función de las oscilaciones detectadas en el vaso sanguíneo durante los ciclos de inflado y desinflado automático
del manguito. El grosor óptimo del manguito debe rondar el 50% del perímetro de
la extremidad donde se está empleando para realizar la medición. Es importante,
cuando se use un método oscilométrico automático, obtener cinco lecturas consecutivas, descartar el valor menor y el mayor, y hacer la media del resto de mediciones. La presencia de temblores, excitación, nerviosismo, vasoconstricción e inapropiado tamaño del manguito son causa de una medición errónea cuando se utiliza el
método oscilométrico. Existe una baja fiabilidad y validez de los resultados cuando
se utiliza en animales de poco peso (sobre todo gatos o perros muy pequeños).
En la técnica Doppler, el aparato envía señales de ultrasonidos y las recibe reflejadas a través del movimiento de la columna de sangre en el vaso. La onda reflejada
difiere ligeramente de la onda emitida y la diferencia es transmitida como señal
sonora. La frecuencia varía directamente con la velocidad sanguínea. El emisor de
ultrasonidos está conectado a un amplificador, el cual traduce el sonido del movimiento de la sangre a través de la arteria. Para asegurar una lectura adecuada,
el emisor de ultrasonidos debe ser correctemante lubricado con gel y asegurado a
la zona de contacto, previamente depilada. Con el método Doppler pueden darse
errores debido al mal posicionamiento del transductor, un tamaño inapropiado del
manguito, pobre contacto con el gel o por flexión de la extremidad del paciente.
Intervención
Cualquier presión arterial fuera del valor normal debe ser comunicada al veterinario. La intervención por parte del equipo veterinario se llevará a cabo después
de una completa evaluación del paciente, de su volemia y estado de perfusión.
130
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
La hipotensión puede tratarse con cristaloides o infusión de coloides, y potencialmente con inotrópicos positivos o vasopresores. La hipertensión puede ser
tratada con analgésicos, diuréticos o vasodilatadores.
Presión venosa central
La presión venosa central (PVC) es la presión existente en la vena cava intratorácica. Esta medición de presión depende de cuatro aspectos a su vez independientes: el volumen y flujo de sangre existente en la vena cava, la distensibilidad y
contractibilidad del ventrículo derecho durante el llenado ventricular, la actividad
venomotora de la vena cava y la propia presión intratorácica.
Normalmente, la existencia de cambios en el retorno venoso genera cambios en
la presión de la vena cava y por ende en la medición de la PVC.
Procedimiento
La medición de la PVC requiere la colocación de un
catéter central cuyo extremo
distal esté localizado en la aurícula derecha o la vena cava
craneal. El catéter se conecta a
un sistema de extensión para
venoclisis intravenosa, el cual
a su vez se ensambla mediante
una válvula de tres vías a un
manómetro de agua y a un
sistema de fluidos (fig. 4).
El nivel cero en el manómetro
de agua se sitúa a nivel de la
aurícula derecha. Una línea
horizontal dibujada entre la
entrada torácica y el manómetro establece el nivel de referencia cero a partir del cual
se realizarán las lecturas.
Figura 4. Medición de la presión venosa central.
5. MONITORIZACIÓN BÁSICA Y AVANZADA
131
Para medir la PVC el manómetro se debe llenar con fluidos desde el sistema
intravenoso y la bolsa del otro lado, abriéndose la llave de tres vías y creándose
una columna de fluido en el manómetro. Es entonces cuando la llave se abre
hacia el paciente, de forma que la columna de agua del manómetro contacta
con la sangre del paciente. El nivel de fluido en el manómetro se equilibra entonces con la presión sanguínea en la vena cava. El nivel de fluido puede oscilar
unos pocos milímetros con cada respiración o latido cardiaco. Es recomendable
realizar varias lecturas a fin de asegurar la consistencia de los resultados.
Evaluación
El rango normal de la PVC oscila entre 0 y 5 cm de H2O. Sin embargo, los pacientes críticos requieren ser tratados con valores por encima de los normales,
y la PVC debe ser mantenida de forma óptima entre 5 y 8 cm de H2O. Valores
menores de 5 mm Hg de H2O son sugestivos de un volumen intravascular insuficiente. Valores por encima de 14 cm de H2O son indicativos o bien de fallo
cardiaco derecho (taponamiento cardiaco, hipertensión pulmonar) y sobrecarga
de volumen o de procesos que conlleven incrementos de la presión intratorácica.
Debe anotarse qué decúbito lateral se utiliza y siempre utilizar el mismo. Es necesario mantener la referencia del mismo punto cero (gotera yugular) para que
las lecturas sean comparables. Es recomedable obtener entre 3-5 medidas consecutivas y desestimar lecturas donde no existan oscilaciones respiratorias. La
detección de grandes variaciones en el registro debe advertir al personal clínico
o auxiliar de posibles errores en las mediciones (técnica inadecuada, dobleces en
los sistemas de infusión, coágulos, cambios en el catéter o cambios en la posición
del paciente).
Intervención
La PVC puede utilizarse para orientar la fluidoterapia del paciente. Cuando la
PVC es baja en un animal hipotenso, deben administrarse rápidamente cristaloides y coloides hasta conseguir una PVC de entre 5 y 8 cm de H2O. En ese
momento, si persiste la hipotensión, deberán utilizarse los inotrópicos positivos
o agentes vasopresores.
Si se detectan valores elevados de PVC, es necesario chequear el sistema ante
posibles oclusiones del catéter. Si el sistema permite el paso de fluidos, debe sospecharse de una sobrecarga de fluidos en la parte derecha del corazón. La velocidad
132
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
de fluidoterapia entonces debe disminuir y el clínico debe optar por administrar
diuréticos o bien drogas específicas para el problema cardiaco. Cualquier valor de
PVC fuera de los valores límite determinados por el veterinario, para ese caso en
particular, deberá ser comunicado y reevaluado por el personal clínico.
Otros parámetros
Gasto cardiaco
El gasto cardiaco es el producto del volumen minuto y la frecuencia cardiaca. El
volumen minuto depende del volumen de llenado diastólico ventricular y de la
contractilidad cardiaca. La onda de presión del pulso (y la calidad del pulso percibido) es el reflejo, fundamentalmente, del volumen minuto. La presión del pulso
y su calidad pueden ser mínimas, si el paciente está hipovolémico o taquicárdico,
dado que aunque la función ventricular pueda ser adecuada, el volumen minuto
está disminuido. Existen diferentes métodos para la determinación del gasto cardiaco: termodilución en arteria pulmonar, termodilución transpulmonar, dilución
de litio, etc. Los valores normales para perros son de 125 a 200 ml/kg/min y para
gatos en 120 ml/kg/min.
La disminución del gasto cardiaco puede deberse a un retorno venoso insuficiente
y consiguientemente un volumen de llenado ventricular disminuido (hipovolemia,
ventilación a presión positiva, etc.). Pero también puede deberse a fenómenos restrictivos ventriculares (cardiomiopatías restrictivas o hipertróficas, taponamiento
cardiaco, fibrosis pericárdica) a disminuciones de la contractilidad, (bradicardias,
taquicardias o arritmias importantes) a regurgitación (flujo retrógrado) de parte
del volumen de llenado ventricular diastólico, o bien a obstrucciones del tracto
de salida ventricular (estenosis). El gasto cardiaco insuficiente debe mejorarse
mediante el tratamiento de la causa primaria, si es posible. En caso de no ser así,
la administración de inotrópicos puede mejorar la función ventricular.
Presión de oclusión de la arteria pulmonar
La presión de oclusión de la arteria pulmonar (POAP) es una medida de la precarga del lado izquierdo del corazón de la misma manera que la PVC lo es del
lado derecho. Los valores normales se mueven alrededor de 5-12 mm Hg y la
interpretación es también similar. Disminuciones de la POAP son indicativas de
5. MONITORIZACIÓN BÁSICA Y AVANZADA
133
deplección del volumen circulante, mientras que valores elevados lo son de sobrecarga circulatoria o disfunción cardiaca. En caso de que la POAP y la PVC
muestren valores significativamente elevados se consideran los valores de POAP
más fiables y significativos.
Resistencia vascular sistémica
La resistencia vascular sistémica se calcula en función del gasto cardiaco y la
presión arterial y puede estimarse según los signos clínicos del paciente atendiendo al tono vasomotor de éste. Los valores normales en la especie canina son de
0,5-0,8 mm Hg/ml/kg/m. La vasoconstricción excesiva dificulta la perfusión tisular; mientras que la excesiva vasodilatación genera hipotensión. Si la vasoconstricción no se corrige con una fluidoterapia adecuada (mediante el seguimiento
de los valores de POAP y PVC), la posibilidad de utilizar vasodilatadores debe
tenerse en cuenta. Si solo se desea vasodilatación, la utilización de hidralacina o
nitroprusiato puede ser suficiente; en caso de desear efecto inotrópico puede añadirse además dobutamina. Si la vasodilatación está asociada a hipotensión, debe
administrarse algún vasoconstrictor con actividad inotrópica positiva, siendo la
noradrenalina la elección inicial. En caso de ser necesaria una actividad vasopresora más consistente puede utilizarse la dopamina.
Transporte y consumo de oxígeno
El transporte de oxígeno (DO2) es calculado en función del gasto cardiaco y del
contenido arterial de oxígeno. Los valores normales rondan los 20-35 ml/kg/min.
El transporte de oxígeno puede verse disminuido en situaciones de anemia, hipoxemia o cuando el gasto cardiaco es insuficiente. Sin embargo, es imposible e inadecuado establecer un valor mínimo absoluto. El concepto reside en que el DO2 es
insuficiente cuando no puede satisfacer el consumo de oxígeno del paciente en un
momento dado. Normalmente, el transporte de oxígeno excede las demandas
de oxígeno (consumo) tisular (VO2) pudiendo estar éstas muy incrementadas en
situaciones de hipertermia, elevada actividad muscular o hipertiroidismo. En
pacientes críticos, el consumo de oxígeno tisular puede estar patológicamente
disminuido porque el transporte de oxígeno extremadamente bajo puede resultar limitante (shunts arteriovenosos, SIRS, MODS, intoxicaciones por cianuro, etc.). Los valores normales en la especie canina son de 4-11 ml/kg/min
y en la felina: 3-8 ml/kg/m. La relación existente entre el DO2 y el VO2 puede
evaluarse mediante la determinación de la relación de extracción de oxígeno
(REO = O2/ DO2) y normalmente ronda el 25%. Valores por encima del 30%
134
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
se consideran incrementados. La determinación de la presión venosa central de
oxígeno (PvO2) también puede reflejar la relación DO2/VO2. Normalmente los
valores normales de PvO2 oscilan entre 40-50 mm Hg. Valores por encima de
60 mm Hg sugieren un consumo tisular disminuido, y valores por debajo de
30 mm Hg un transporte insuficiente.
En la práctica, se considera anormalmente bajo un DO2 < 600 ml/min/m2, que
se da cuando el VO2 es < 100 ml/min/m2, el REO < 20% y la PvO2 es menor
de 25 mm Hg.
MONITORIZACIÓN
NEUROLÓGICA
La evaluación neurológica de todo paciente con evidencias de traumatismo craneal o enfermedad intracraneal debe realizarse frecuentemente y a intervalos regulares. El deterioro neurológico debe reconocerse de forma anticipada y rápida
para poder aplicar la terapia más eficaz en cada momento. La presencia de lesiones cerebrales suele estar asociada a convulsiones, cambios comportamentales,
cambios posturales o cambios en nivel de actividad del individuo (excitabilidad,
agresión, depresión, desorientación, marcha compulsiva, marcha en círculos, etc.).
En la evaluación seriada del paciente neurológico
con alteraciones del nivel de consciencia,
el examen de la simetría, tamaño y nivel
de respuesta pupilar es fundamental.
En el caso de pacientes con traumatismo espinal o hernias de disco intervertebral
agudas la evaluación neurológica seriada también va a ser importante para evaluar la progresión de la enfermedad. Aquellos pacientes con fracturas pélvicas o
del tercio posterior que presentan shock pueden no responder adecuadamente
durante la evaluación inicial por lo que es recomendable reevaluar al enfermo
una vez estabilizado, antes de emitir un pronóstico.
A continuación se describen los parámatros básicos que se deben monitorizar
durante la exploración neurológica.
5. MONITORIZACIÓN BÁSICA Y AVANZADA
135
Nivel de consciencia
El nivel de consciencia viene determinado por la formación reticular ascendente
(en el mesencéfalo y el puente) y el córtex cerebral. Cualquier disfunción en alguna de estas áreas generará una disminución del nivel de consciencia.
Los diferentes niveles de consciencia pueden definirse del siguiente modo:
1) Normal o alerta.
2) Depresión ligera: el paciente espontáneamente puede recuperar el estado de
alerta ante cambios en su entorno immediato.
3) Depresión moderada: el paciente espontámente no muestra interés por cambios en su entorno immediato pero responde ante ruidos o estímulos externos bruscos, aunque inapropiadamente (desorientado, confuso). En ocasiones puede manifestar un comportamiento errático (delirio).
4) Estupor: depresión severa del paciente que responde solo ante estímulos dolorosos.
5) Coma: el paciente permanece inconsciente, no responde ante estímulos dolorosos pero mantiene los reflejos.
La pérdida de visión o de amenaza y la depresión profunda en pacientes que mantienen reflejos subcorticales (reflejo pupilar, reflejo de Dazzle, nistagmo vestíbuloocular, reflejo corneal, retracción del globo ocular y reflejo palpebral) sugieren
una posible enfermedad cerebral.
Respuesta a la amenaza
La respuesta a la amenaza se evalúa aproximando la mano al globo ocular, teniendo el paciente que parpadear o mover la cabeza en sentido contrario a la
supuesta agresión. Debe evitarse tocar el párpado y generar corrientes de aire
durante el procedimiento dado que pueden derivar en la evaluación errónea de
otros reflejos. La respuesta a la amenaza permite evaluar la habilidad del paciente para ver el “peligro” (nervio óptico), interpretarlo (cortical), y reaccionar
frente a él (parpadear mediante la activación del nervio facial VII). La presencia
de una respuesta adecuada determina la integridad ipsilateral de la retina, el nervio óptico ipsilateral, el tracto óptico contralateral, el núcleo geniculado lateral
talámico contralateral, el córtex visual occipital contralateral, el córtex motor, el
cerebelo ipsilateral, el tronco encefálico ipsilateral y el nervio facial. Las lesiones
cerebelares también pueden interferir en la respuesta de amenaza (lesiones unilaterales causan pérdidas de amenaza ipsilaterales) sin estar acompañadas nece-
136
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
sariamente de pérdidas de visión. En el caso de enfermedades corticocerebelares
puede desaparecer la amenaza pero mantenerse el reflejo corneal subcortical y
el reflejo de Dazzle.
Posición ocular
Los dos ojos deben posicionarse en la misma dirección y al mismo tiempo. El estrabismo está causado por lesiones del nervio oculomotor, del nervio abducens o
del nervio troclear (difícil de identificar). El estrabismo generado por la afectación
del nervio oculomotor suele ser ventrolaleral, mientras que el medial suele implicar al nervio abducens. El estrabismo también puede acontecer en determinadas
enfermedades vestibulares o incluso ser consecuencia de masas retrobulbares.
Tamaño pupilar
El tamaño pupilar resulta del equilibrio entre la inervación simpática y parasimpática del ojo. La anisocoria está causada por desequilibrios entre ambas influencias (nervio oculomotor) y por algunas enfermedades intraoculares severas. La
midriasis está causada por estimulación adrenérgica del músculo dilatador del iris
y la inhibición simultánea de la estimulación colinérgica. La miosis está causada
por la estimulación colinérgica del músculo del esfínter del iris e inhibición de la
estimulación adrenérgica del músculo dilatador. El examen completo de cada ojo
debe hacerse para descartar causas oculares como la uveítis (la cual puede causar
miosis), el glaucoma o la atrofia/degeneración retiniana (las cuales pueden causar
midriasis). El tamaño pupilar anormal también puede estar asociado a sinequias,
atrofia de iris o subluxaciones de lentes intraoculares.
La anisocoria con reflejo pupilar en ambos ojos es sugestiva de enfermedad cerebral contralateral a la pupila de mayor tamaño. Una pupila normal con la otra
fija, dilatada y sin respuesta a la luz sugiere la presencia de una lesión unilateral
del nervio oculomotor. Pupilas del mismo tamaño, contraídas y con reflejo pupilar pueden estar generadas por un tono parasimpático excesivo y con frecuencia
están asociadas a problemas metabólicos. En caso de darse la misma situación
pero sin reflejo pupilar existe la posibilidad de que se trate de iridospasmo, denervación simpática (síndrome de Horner) o lesión focal en la región del puente.
5. MONITORIZACIÓN BÁSICA Y AVANZADA
137
La presencia de pupilas dilatadas, iguales con respuesta pupilar bilateral puede estar ocasionada por estimulación simpática, pero con ausencia de respuesta sugiere
la presencia de lesiones en el nervio óptico, mesencéfalo o nervio oculomotor.
Reflejo pupilar
Las pupilas deben estar dilatadas en ausencia de luz ambiental y contraídas ante
la presencia de luz suficientemente intensa. Debe observarse la cadencia de la
respuesta, la velocidad y la magnitud de la contracción. Cabe destacar que es importante la intensidad del estímulo lumínico, así como la utilización sistemática
del mismo estímulo y de una reevaluación frecuente y bilateral (cuadro 2).
CUADRO 2.
Gráfico para la interpretación de la respuesta al reflejo pupilar.
REFLEJO PUPILAR DIRECTO
Contracción
No contracción
Reflejo pupilar indirecto
Reflejo pupilar indirecto
Contracción
Normal
138
No contracción
Lesión
del nervio
oculomotor
ipsilateral al
ojo que no
responde
Contracción
Lesión
del nervio
oculomotor
ipsilateral al
ojo que no
responde
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
No contracción
• Lesión en
prequiasma
• Lesión en
quiasma
óptico
• Enfermedad
cerebral
difusa
• Enfermedad
del tronco
cerebral
Enfermedades como la atrofia del iris, el glaucoma, las sinequias posteriores, el
tono simpático elevado, la utilización de simpaticomiméticos o de parasimpaticolíticos puede ocasionar midriasis, anisocoria y disminuir el reflejo pupilar a la luz.
Si se da la dilatación pupilar cuando la retina es expuesta a la luz, a la vez que es
retirada ésta de la retina contralateral, se tiene que sospechar de enfermedades de
la retina o del quiasma óptico.
Reflejo de Dazzle
Este reflejo se produce cuando uno o ambos párpados se contraen en respuesta
a la estimulación lumínica de la retina (sensorial: nervio óptico hasta el núcleo
supraóptico en el hipotálamo y el culículo superior -mesencéfalo-; motor: nervio
facial). Se trata de un reflejo subcortical.
La asimetría o la presencia de pupilas mióticas bilaterales puede ser característica tanto de enfermedades cerebrales como del tronco cerebral. Las pupilas
midriáticas, sin respuesta a la luz son indicativas de lesiones irreversibles en el
tronco cerebral. En general, en orden creciente de severidad de la lesión y peor
pronóstico puede establecerse la siguiente clasificación:
1) Pupilas de tamaño normal con reflejo pupilar.
2) Pupilas de tamaño normal con reflejo pupilar lento.
3) Anisocoria.
4) Miosis bilateral con respuesta a la luz.
5) Miosis puntiforme sin respuesta a la luz.
6) Midriasis bilateral sin respuesta a la luz.
Reflejo oculovestibular
(nistagmo fisiológico)
El nistagmo fisiológico acontece cuando la cabeza (o la cabeza y el cuerpo) rota.
Su ausencia indica disfunción vestibular, del tronco cerebral, del fascículo longitudinal medial, o disfunción del nervio oculomotor/abducens. Si el nistagmo
continúa tras detener el movimiento, debe sospecharse de enfermedad vestibular.
La ausencia unilateral de dicho reflejo sugiere la presencia de alguna lesión ipsilateral del nervio oculomotor o abducens. La falta de reflejo oculovestibular en
asociación al coma sugiere lesiones en el tronco cerebral.
5. MONITORIZACIÓN BÁSICA Y AVANZADA
139
Nistagmo patológico
(espontáneo o posicional)
Este nistagmo acontece cuando la posición de la cabeza y del cuerpo es estática.
Es indicativo de la presencia de alguna patología en el conducto auditivo interno, nervio vestibular, tronco cerebral o disfunción cerebelar. Cuando en posición
normal de la cabeza aparece nistagmo horizontal espontáneo suele tratarse comúnmente de disfunciones vestibulares periféricas (fase rápida contralateral al
lugar de la lesión). Cuando la cabeza se encuentra en posición anormal (estación
o decúbito dorsal) y aparece el nistagmo vertical suele tratarse de disfunciones
cerebelares, vestibulares centrales o bien de problemas en el tronco cerebral. En
este último tipo de nistagmo la fase rápida también tiende a alejarse del lado de
la lesión, es decir se dirige al lado contrario respecto al origen de la lesión. La
presencia de nistagmo rotatorio no permite establecer una localización concreta
de la afección.
Reflejo corneal/amenaza
Este reflejo evalúa la parte sensitiva del nervio trigémino (rama oftálmica) y la
parte motora del nervio facial. Un paciente que parpadee espontáneamente pero
que no tenga respuesta corneal tiene un problema sensitivo pero no motor. La
retirada de la cabeza requiere la percepción consciente del estímulo. El parpadeo
o la retracción de la cabeza antes de tocar la córnea se denomina respuesta a la
amenaza y requiere dos procesos: la visión y la percepción consciente (tabla 1).
TABLA 1.
Evaluación conjunta del reflejo de amenaza y pupilar.
REFLEJO DE
AMENAZA
140
REFLEJO
EVALUACIÓN
PUPILAR
Positivo
Positivo
Normal
Positivo
Negativo
Lesión eferente del nervio oculomotor
Negativo
Positivo
Lesión en vías visuales aferentes corticales/
talámicas o lesión en nervio facial
Negativo
Negativo
Lesión en vías aferentes prequiasma/quiasma
o lesión en el tronco cerebral
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
Reflejo de retracción ocular
El reflejo de retracción ocular se produce cuando se toca la córnea y viene mediado por la rama oftálmica del nervio trigémino y el abducens.
Reflejo palpebral
El reflejo palpebral se produce al tocar el canto medial del ojo y viene mediado
por la rama sensitiva del trigémino y la rama motora del nervio facial.
Sensación nasal
La sensación nasal se evalúa pasando una torunda por la cara interna de la narina. La respuesta normal es de evitación. Evalúa la rama maxilar del nervio
trigémino (sensorial).
Deglución
La deglución o náusea (gagging) viene mediada por el nervio glosofaríngeo y el
nervio vago.
Patrones respiratorios irregulares
La presencia de patrones respiratorios irregulares (taquipnea, Cheyne-Stokes,
apneústico, Kussmal, bradipnea, apnea, etc.) son sugestivos de lesiones severas
del tronco cerebral. El ritmo de la respiración es controlado por neuronas localizadas en el núcleo tracto solitario y el núcleo para-ambigualis, con actividad
específica en cada fase del ciclo respiratorio. Estas neuronas estan influenciadas
por una gran variedad de estímulos provenientes del córtex, hipotálamo, puente,
quimiorreceptores, mecanorreceptores faríngeos, receptores pulmonares de distensión/compresión y otros muchos receptores viscerales aferentes (incluyendo
receptores del dolor).
5. MONITORIZACIÓN BÁSICA Y AVANZADA
141
Evaluación
La evaluación neurológica seriada del paciente permite valorar el estado neurológico del mismo de forma práctica y objetiva. Permite obtener un registro de
tendencias, lo cual posibilita establecer su localización, progresión y pronóstico
(tabla 2).
TABLA 2.
Signos característicos de disfunción cerebral focal o regional.
REGIÓN
CONSCIENCIA
PUPILAS
MOVIMIENTOS
OCULARES
FUNCIÓN
MOTORA
RESPUESTA
AUTÓNOMA
Córtex difuso
Moderada o
severa depresión
Normal
Normal
Hemiparesis
Normal
Diencéfalo
Moderada o
severa depresión
Miosis pero
reactivas
Normal
Hemiparesis a
tetraparesis
Normal a
Cheyne-Stokes
Mesencéfalo
Severa depresión
a coma
Midriasis
Estrabismo
ventrolateral
Rigidez por
descerebración
Hiperventilación
Puente
Coma
Midriasis
Rigidez por
Ausencia de
descerebración
reflejos
vestíbulo-oculares
Taquipnea
Médula
oblongada
Coma
Midriasis
Ausencia
Rigidez por
descerebración
Respiración en
accesos (cluster)
a apnea
Tronco
cerebral
Coma
Midriasis
Ausencia
Rigidez por
descerebración
Apnea
En el paciente de urgencias o crítico, la monitorización neurológica está básicamente encaminada a la evaluación del enfermo con patología intracraneal, sin
embargo, la evaluación de la integridad espinal y la capacidad ambulatoria del
paciente también deben ser evaluadas.
En lo referente al desarrollo de las llamadas escalas del coma, en medicina veterinaria, éstas se han focalizado en los pequeños animales y en el traumatismo
craneoencefálico. Sin embargo, pueden utilizarse como guía de monitorizacion
y de efectividad terapéutica en multitud de desórdenes neurológicos, directa o
indirectamente, que pueden afectar a estructuras intracraneales.
La mayoría de estas tablas o escalas (Shore Coma Scale, Modified Glasgow
Coma Scale for Small Animals) evalúan aspectos relativos a la actividad motora
del paciente, la integridad de los reflejos del tronco cerebral y el nivel de consciencia. En función de esto, establecen una puntuación y un pronóstico (cuadro 3).
142
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
CUADRO 3.
Escala del coma Glasgow modificada para evaluación del estado neurológico.
Actividad motora
PUNTUACIÓN
Marcha normal y ausencia de anomalías en reflejos espinales
6
Hemiparesia, tetraparesia o rigidez por descerebración
5
Recumbencia, rigidez extensora intermitente
4
Recumbencia, rigidez extensora constante
3
Recumbencia, rigidez extensora constante con opistótonos
2
Recumbencia, hipotonía muscular, ausencia o depresión
de reflejos espinales
1
Reflejos del tronco cerebral
Reflejos pupilares (RP) y oculocefálicos (OCF) normales
6
RP lentos y OCF normales o reducidos
5
Miosis bilateral areflexiva con OCF normales o reducidos
4
Miosis puntiforme con OCF reducidos o ausentes
3
Midriasis unilateral, arreflexiva con OCF reducidos o ausentes
2
Midriasis bilateral, arreflexiva con OCF reducidos o ausentes
1
Nivel de consciencia
Periodos ocasionales de depresión o disminución de respuesta
ambiental
6
Depresión, delirio, con capacidad de respuesta ambiental pero
inadecuada
5
Semicomatoso, respuesta a estímulos visuales
4
Semicomatoso, respuesta a estímulos auditivos
3
Semicomatoso, respuesta solo a estímulos dolorosos reiterados
2
Comatoso, sin respuesta a estímulos dolorosos
1
PUNTUACIÓN
TOTAL
EVALUACIÓN GENERAL
Pronóstico grave
3-8
Pronóstico menos grave/reservado
9-14
Pronóstico favorable
15-18
En el caso de pacientes con afectación espinal es importante comprobar la integridad de los nervios periféricos (plexo braquial, radial, ciático, etc.) antes de
proseguir. Aunque con frecuencia no es posible realizar un examen neurológico
completo, si no hay signos de lesión intracraneal grave, debe comprobarse la
presencia de dolor profundo y el tono del esfínter anal. La pérdida progresiva del
dolor profundo puede ser indicativa de hematomas o empeoramiento del edema
espinal postraumático, lo cual muestra una posible descompresión quirúrgica inmediata y pronóstico desfavorable.
5. MONITORIZACIÓN BÁSICA Y AVANZADA
143
La realización de radiografías puede ayudar a confirmar o localizar la presencia
de posibles fracturas aunque, si es posible, es preferible realizar estudios de tomografía axial computarizada (TC) o resonancia magnética nuclear (RMN). Ello
va a permitir caracterizar la naturaleza y extensión de las lesiones e identificar
posibles candidatos a cirugía.
Intervención
Los principios de la terapia del shock son plenamente aplicables al paciente con
lesión neurológica dado que la mayor prioridad es el mantenimiento de la perfusión del tejido cerebral. El tratamiento con fluidos debe ser el adecuado para
evitar la sobrecarga de líquidos. El mantenimiento de una apropiada oxigenación, ventilación, volumen sanguíneo circulante, presión arterial, glucemia, temperatura corporal, equilibrio electrolítico y equilibrio ácido-base son los objetivos
principales. La terapia específicamente destinada al tejido cerebral está orientada
a reducir el volumen intracraneal y mantener un flujo sanguíneo adecuado.
MONITORIZACIÓN
RENAL
Producción de orina (output urinario)
La producción de orina es esencial para eliminar los residuos del metabolismo
tisular, pero también es un indicador del flujo sanguíneo renal. Dado que este
flujo se considera un método indirecto de control del flujo sanguíneo visceral, la
producción de orina puede considerarse un buen indicador de la perfusión tisular.
El producción normal de orina es de 1-2 ml/kg/h. La oliguria se define como
una producción de orina ≤ 0,27 ml/kg/h, y la anuria se define como una producción de orina ≤ 0,08 ml/kg/h. Sin embargo, en cuanto la producción de
orina baja de 1 ml/kg/h, la oliguria puede anticiparse. El fallo renal agudo se
caracteriza por la presencia de anuria u oliguria y el deterioro progresivo del
paciente en tan solo 24-72 horas, con elevación en sangre de los niveles de urea,
creatinina, fósforo y potasio.
144
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
Procedimiento
Una cuidadosa y estricta medición del output urinario (OU) requiere de sondaje
urinario (sonda Foley) adecuado en diámetro y longitud a la especie, al tamaño
del paciente y al sexo del mismo (fig. 5). Una técnica aséptica de colocación y la
recogida en un sistema cerrado minimizan la posibilidad de infecciones iatrogénicas o nosocomiales. El sistema o bolsa de recogida debe colocarse preferentemente sin tocar el suelo y por debajo del nivel de altura que se encuentre el paciente,
para así permitir el descenso por gravedad de la orina producida. La frecuencia
de medición viene determinada por la severidad de la enfermedad y el tipo de
proceso, pero se recomienda como mínimo cada cuatro horas. Es recomendable
realizar un examen diario de la estanqueidad del sistema, de su viabilidad y de
la propia orina. Debe evaluarse su densidad y sedimento, así se podrán detectar
posibles sobreinfecciones, glucosuria o cilindros urinarios.
El input de fluidos y la orina producida deben ser cuantificados y recogidos en la
ficha clínica. Esto incluye cualquier fluido administrado vía enteral o parenteral.
De igual modo, las cantidades de líquidos perdidos a través del vómito o la diarrea deben ser estimados y cuantificados.
Figura 5. Output urinario.
5. MONITORIZACIÓN BÁSICA Y AVANZADA
145
Evaluación
Como se ha mencionado con anterioridad la oliguria puede estar ocasionada por
causas prerrenales, renales o posrenales.
Algunas de las condiciones patológicas de origen prerrenal son la hipovolemia,
el fallo cardiaco, la hipotensión, la vasoconstricción excesiva o la hipercalcemia;
todas estas afecciones pueden hacer bajar la tasa de filtración glomerular. La deshidratación y la hipotensión disminuirán el OU (prerrenal) hasta que sea restablecido un adecuado volumen vascular.
Existen diferentes entidades etiológicas que pueden afectar al riñón en sí ocasionando cambios renales que pueden afectar al glomérulo o bien a los túbulos
renales como son sepsis, traumatismos, toxinas (aminoglucósidos, amfotericina),
agentes de radiocontraste e infecciones.
Los problemas posrenales son aquéllos que causan una interrupción en el flujo
urinario ya sea a nivel de los uréteres, la vejiga o la uretra, por causas como cálculos renales, coágulos sanguíneos, neoplasia o traumatismos.
Una oliguria verdadera en un animal que esté recibiendo fluidos intravenosos
resultará en un descenso en el valor del hematocrito y en las proteínas totales
debido a la hemodilución.
En los pacientes con oliguria y que reciben fluidoterapia se incrementará su PVC,
y si la fluidoterapia es excesiva puede desarrollarse un edema pulmonar (a la
auscultación se apreciarán sonidos pulmonares ásperos o húmedos). El peso corporal se incrementará rápidamente a medida que los fluidos se van acumulando.
La detección de niveles cada vez mayores de urea, creatinina y potasio sugieren
fallo renal u obstrucción urinaria posrenal y requieren una atención veterinaria
inmediata.
La producción excesiva de orina se denomina poliuria y puede deberse a una
administración excesiva de fluidos intravenosos o una inadecuada reabsorción
tubular de agua y solutos. Otras condiciones que pueden inducir poliuria y que
requieren elevadas cantidades de fluidos son el lavado medular, la diuresis posobstructiva (gatos con FLUTD) y la sepsis.
146
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
Intervención
La evaluación de la producción de orina y las medidas terapéuticas a tomar estarán en relación a la cuantificación de la producción de orina y parámetros del
paciente como hematocrito, PT, PVC, presión arterial, frecuencia cardiaca y peso
corporal.
Cualquier descenso en la producción de orina en un paciente adecuadamente
hidratado y perfundido requiere de inmediata atención veterinaria. La velocidad
de infusión de fluidos debe reducirse y el sistema de colección de orina deberá
examinarse, también se deben considerar posibles causas posrenales que expliquen la obstrucción en el flujo urinario.
Si la causa es de origen renal, debe administrarse terapia diurética (manitol, furosemida, diltiazem, etc.). Si el riñón no responde a la terapia con fluidos y diuréticos, y su etiología se presume potencialmente reversible, puede plantearse la
diálisis peritoneal o la hemodiálisis. Cualquier técnica de diálisis es costosa, tanto
en términos económicos como de dedicación del personal clínico, y pone en riesgo al paciente (sepsis).
MONITORIZACIÓN
METABÓLICA
Este aspecto de la monitorización hace referencia a parámetros con importantes
implicaciones en el correcto funcionamiento de sistemas y aparatos vitales para el
organismo, es decir, el respiratorio, el cardiovascular y el sistema nervioso central.
La evaluación de la glucemia, lactatemia, presión oncótica (albúmina), hemoglobina y finalmente del equilibrio ácido-base y electrolítico constituye la base esencial
de este tipo de monitorización. Los desequilibrios ácido-base y electrolíticos son
ampliamente tratados en otros capítulos de este libro.
5. MONITORIZACIÓN BÁSICA Y AVANZADA
147
Glucosa
La hipoglucemia puede acontecer en el paciente de urgencias o crítico de forma
rápida e inesperada, por lo que debe monitorizarse la glucosa regularmente. Aunque la frecuencia variará en función del caso, se recomienda realizar como mínimo dos determinaciones diarias en el caso de pacientes críticamente enfermos. En
el caso de todo paciente de urgencias la determinación de glucosa es uno de los
parámetros de obligatoria determinación. Se recomienda mantener los niveles de
glucemia entre 80-120 mg/dl.
La hipoglucemia puede ser causa de debilidad, ataxia, convulsiones e incluso coma, por lo que su detección y anticipación es importante. En la práctica
de emergencias las causas más comunes son la hipoglucemia juvenil, el shunt
portosistémico (ambos con especial incidencia en razas toy), el insulinoma, la
enfermedad hepática, los síndromes paraneoplásicos, el hipoadrenocorticismo y
obviamente la sepsis. En pacientes hipoglucémicos, la suplementación puede realizarse administrando una solución equilibrada de fluidos que esté recibiendo vía
intravenosa o bien mediante la instauración de soporte nutricional.
La hiperglucemia también puede presentarse en el ámbito del paciente de urgencias
o crítico; puede detectarse en pacientes diabéticos, con traumatismo craneoencefálico o con estados hipermetabólicos como la fiebre, convulsiones y sepsis. Actualmente existen estudios que asocian la presencia de hiperglucemia en pacients críticos con
mayores tasas de morbilidad y mortalidad, por lo que en este tipo de pacientes es
importante mantener la glucemia dentro del rango descrito con anterioridad.
Lactato
El lactato es el producto final del metabolismo anaerobio celular de la glucosa. En
condiciones normales el piruvato, producido en el citosol celular por el metabolismo aerobio de la glucosa, es captado por la mitocondria, convertido a AcetilCoA e incorporado al ciclo de Krebs para la síntesis de ATP. En condiciones de
anaerobiosis, cuando las vías oxidativas están limitadas, el piruvato es convertido
a lactato, lo que conlleva a la síntesis de menos ATP y más protones. La consecuencia final es el fracaso enegético celular y la acidosis.
Los niveles de lactato en plasma son el reflejo del equilibrio entre su síntesis y su
degradación, así como de la adecuación del volumen sanguíneo circulante en el
148
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
organismo. Los niveles normales de lactato en sangre en el caso de los perros es
de 2 mmol/l y en el caso de los gatos de 1,5 mmol/l.
Valores de lactato en sangre por encima de estos límites (hasta 10 veces superior)
pueden detectarse a consecuencia de una actividad física o perfusión tisular insuficiente. Si la perfusión se restaura, y el metabolismo aerobio también, los niveles de
lactatemia pueden normalizarse con rapidez. Sin embargo, en el paciente enfermo,
cuando los niveles de lactato se incrementan de forma sostenida suelen estar asociados a acidosis láctica por una inadecuada y patológica oxigenación tisular. La magnitud del incremento, su reversibilidad y su respuesta al tratamiento están correlacionadas en general con la severidad del problema subyacente y el pronóstico del paciente.
Hematocrito y proteínas totales
La determinación del hematocrito y proteínas totales es necesaria en toda evaluación inicial del paciente de urgencias. En el paciente crítico también es una
determinación habitual, no solo durante su admisión sino también durante su
progresión en la unidad.
Las elevaciones de ambos parámetros suelen ser indicativas de deshidratación,
mientras que las disminuciones lo son de hemorragia. Un paciente con mucosas
pálidas y un valor bajo de hematocrito confirmará la presencia de anemia. Si la
disminución es solo del hematocrito, puede deberse a la presencia de hemólisis en
cuyo caso la fracción sérica del microcapilar puede mostrar una coloración rosácea (hemólisis) o amarillenta (ictericia). En algunos casos de hemorragias agudas
severas, la disminución de los niveles de proteínas totales precede a la disminución
del hematocrito debido a la contracción esplénica asociada. La monitorización en
estos casos es esencial para tratar precoz y eficientemente a estos pacientes.
Cuando la pérdida de sangre es aguda, y
si el valor de hematocrito baja del 20% en
perros y del 15% en gatos, se recomienda
realizar una transfusión al paciente.
Cuando el hematocrito es muy elevado (> 60%) la policitemia puede tener graves consecuencias (neurológicas, oculares). Puede ser secundaria a deshidratación
extrema, enfermedad renal, desórdenes mieloproliferativos pero también a enfermedad cardiaca o pulmonar que curse con hipoxemia crónica.
5. MONITORIZACIÓN BÁSICA Y AVANZADA
149
En cuanto a las proteínas, cuando se encuentran por debajo de 3,5 g/dl es necesario instaurar terapia con plasma o coloides sintéticos.
En el caso de hiperproteinemias severas también pueden presentarse signos de
hiperviscosidad y consecuentemente alteraciones neurológicas. Comunmente se
trata de procesos de deshidratación extrema, inflamatorios crónicos o bien de
origen neoplásico.
Hemoglobina
El contenido de oxígeno en sangre arterial depende de la cantidad de hemoglobina funcional, el grado de saturación de ésta y de la cantidad de oxígeno disuelto
en sangre. De hecho, la concentración de hemoglobina es cuantitativamente el
componente más importante. La monitorización de este parámetro debería hacerse diariamente (incluso varias veces) en todo paciente críticamente enfermo
para poder asegurar la adecuación del transporte de oxígeno (DO2) a los tejidos.
De igual modo a lo apuntado en el caso de la glucemia, la determinación de la
hemoglobina (o en su defecto el valor de hematocrito) en el caso del paciente de
urgencias es de obligatoria determinación.
Actualmente, se recomienda mantener los niveles de hemoglobina por encima de
7 g/dl, aunque el tratamiento con hemoderivados (sangre completa, concentrado de eritrocitos o soluciones coloidales análogas de hemoglobina -oxiglobina- )
variará en función de la etiología subyacente. Cabe comentar que en el caso de
utilizar oxiglobina los valores de hemoglobina no pueden extrapolarse del valor
de hematocrito (normalmente el valor de hemoglobina es un tercio del valor de
hematocrito) y debe cuantificarse directamente.
Albúmina
La albúmina es una proteína de síntesis hepática fundamental en la generación y
mantenimiento de la presión coloidosmótica plasmática, así como en el mantenimiento de la integridad y permeabilidad endotelial. La albúmina también ejerce
una importante función como transportador protéico de hormonas, fármacos,
electrolitos y como factor esencial del equilibrio ácido-base.
150
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
Los niveles de albúmina normalmente se situán entre 2,5-3,5 g/dl. Cuando los niveles de albúmina plasmática son inferiores a 1,5 g/dl, existe la posibilidad de que
el paciente desarrolle hipovolemia, edemas periféricos o derrames intracavitarios.
Entre las principales causas de hipoalbuminemia cabe destacar la hepatopatía crónica, las enteropatías con pérdida de proteína y las nefropatías con pérdida de
proteína. Sin embargo, la hipoalbuminemia también se presenta con frecuencia en
pacientes con vasculitis, peritonitis, hemorragias, quemaduras, lesiones cutáneas
exudativas y en pacientes sépticos, malnutridos o emaciados.
La monitorización de la albuminemia (en su defecto las proteínas totales) debe
realizarse diariamente. En casos de hipoalbuminemia grave el paciente puede requerir terapia de fluidos con coloides naturales o artificiales.
Presión coloidosmótica u oncótica
La presión coloidosmótica u oncótica es la presión de tipo osmótico generada por
moléculas de elevado peso molecular presentes en el torrente circulatorio que retienen agua en el compartimento intravascular y que contribuyen al mantenimiento del volumen circulatorio efectivo. Este efecto está ejercido normalmente por las
proteínas plasmáticas (especialmente por la albúmina) dado que son moléculas
que no atraviesan libremente el endotelio y que por tanto mantienen una concentración mayor en el compartimento intravascular que en el intersticial. Cuando la
presión oncótica es inadecuada puede verse comprometido el volumen vascular y
pueden presentarse fenómenos de edema periférico. En ciertas patologías la permeabilidad del endotelio puede verse incrementada, por lo que las concentraciones en ambos compartimentos pueden equilibrarse. Es este caso la contribución
de la albúmina a la presión oncótica es menos importante. Cuando los niveles de
proteínas totales son inferiores a 3,5 g/dl, la hipoproteinemia puede estar asociada
a hipovolemia, edema subcutáneo periférico y ascitis, con lo que el tratamiento
con coloides puede estar indicado. La medición de las proteínas totales con refractómetro puede estimar el nivel de presión coloidosmótica en el paciente de urgencias. Sin embargo, en pacientes sometidos a fluidoterapia con coloides es necesaria
la determinación mediante coloidosmómetro, dado que no puede establecerse una
correlacion fiable entre el nivel de presión oncótica y el nivel de proteínas totales.
La presión coloidosmótica u oncótica normal es de 20 mm Hg. Pacientes con
valores inferiores a 15 mm Hg pueden presentar un edema periférico. Valores inferiores a 10 mm Hg son considerados muy bajos y requieren necesariamente
terapia con coloides artificiales o plasma.
5. MONITORIZACIÓN BÁSICA Y AVANZADA
151
Osmolalidad
La osmolalidad viene determinada por el número de total de solutos (concentración) presentes en una solución. En el caso de la sangre, el principal soluto
responsable de determinar la osmolalidad presente en cada momento es el sodio.
El nivel de coloides presente en sangre no contribuye de forma significativa a la
osmolalidad dado que su concentración relativa es poco significativa.
El mantenimiento de la osmolalidad extracelular es esencial para el mantenimiento del volumen del compartimento extracelular, ya que éste viene determinado
por los niveles de sodio. Cuando existen cambios agudos en la osmolidad extracelular se produce un trasvase transcelular de fluidos que pueden conllevar deshidratación o edema celular, lisis y muerte celular. Esto es especialmente importante
en el tejido cerebral.
Los valores normales de osmolalidad oscilan entre 290-310 mOsm/kg.
Este estrecho margen es mantenido gracias a la acción combinada de los osmorreceptores, la ADH, y la aldosterona.
La medición de la osmolalidad se realiza preferentemente con un osmómetro,
pero puede calcularse en el ámbito clínico mediante la siguiente fórmula:
Osmolalidad = 2 x [Na+] + glucosa (mg/dl)/18 + BUN (mg/dl)/2,8
En casos de hiperglucemia o uremia, ambos factores pueden contribuir de forma
importante al incremento de la osmolalidad, sin embargo en el caso de la urea
no ejerce un efecto osmótico real dado que se difunde libremente a través de las
membranas celulares. Así pues, pueden detectarse diferencias entre la osmolalidad calculada y la determinada en determinados pacientes. La diferencia detectada entre ambas se denomina desfase osmolar u osmolar gap. En condiciones
normales el osmolar gap debe ser inferior a 10-15 mOsm/kg. Cuando es superior
suele ser indicativo de presencia en sangre de sustancias osmolares no medidas,
tales como cetoácidos, ácido láctico, sulfatos, manitol, salicilatos y etanol.
Así pues, la principal causa de hiperosmolalidad es el incremento de los anteriormente mencionados, solutos medibles o no medibles. La principal causa de
hiperosmolalidad es la hipernatremia.
152
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
CAPÍTULO 6
Fluidoterapia
INTRODUCCIÓN
La terapia con fluidos constituye la base fundamental del tratamiento del paciente de urgencias o críticamente enfermo, por lo que conocer sus indicaciones, los
tipos de fluidos disponibles, las rutas de administración y el cálculo de volúmenes
a administrar es fundamental para una correcta aproximación clínica.
El tratamiento con fluidos tiene multitud de indicaciones en el paciente crítico o
de urgencias. Las más importantes son las siguientes:
1) Corregir el equilibrio hídrico en pacientes con pérdidas excesivas de fluidos o
con aportes insuficientes (hemorragia, vómito, diarrea y poliuria).
2) Expandir el volumen plasmático.
3) Corregir los desequilibrios electrolíticos.
4) Corregir los desequilibrios ácido-base.
5) Proporcionar hemoderivados.
6) Proporcionar los requerimientos calóricos y nutricionales.
7) Promover el flujo sanguíneo renal (enfermedad renal).
En este capítulo se describe la aplicación de la terapia con fluidos con el objetivo
de reparar los déficits y asegurar el equilibrio, tanto de fluidos como de electrolitos. La corrección de las alteraciones ácido-base, la nutrición parenteral y la
administración de sangre y hemoderivados no serán tratados en este capítulo,
pese a formar parte del concepto más general de fluidoterapia.
6. FLUIDOTERAPIA
153
Distribución y dinámica de fluidos
Antes de entrar en la evaluación del paciente se debe conocer la distribución del
agua corporal y la dinámica de fluidos del organismo.
• El organismo está compuesto en su mayor parte por agua.
• El 60% del peso corporal es agua.
• El 40% del agua corporal está dentro de las células (intracelular).
• Una tercera parte del agua corporal (20%) es líquido extracelular, correspondiendo el 15% al espacio intersticial y el 5% al espacio intravascular.
Así pues, los fluidos corporales en el organismo (aproximadamente el 60% del
peso vivo corporal) pueden dividirse en dos grandes compartimentos (cuadro 1):
• Compartimento extravascular (60% del peso vivo).
• compartimento intracelular (CIC) (40% del peso vivo)
Compartimento
• compartimento intersticial (15% del peso vivo)
extracelular
(CEC)
• Compartimento intravascular (5% del peso vivo).
CUADRO 1.
Diagrama de la distribuición del agua en los distintos compartimentos.
PESO CORPORAL (en kilogramos)
PRIORIDAD
60% AGUA
40% Intracelular
20% Extracelular
El potasio y el
fósforo son los
iones más importantes del espacio
intracelular.
El sodio y el cloro
son los iones más
importantes del espacio extracelular.
15% Intersticial
5% Intravascular
PRIORIDAD
154
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
El flujo de fluidos entre los diferentes compartimentos
depende principalmente de la permeabilidad de cada
barrera y de la concentración de solutos osmóticamente
activos contenidos en cada compartimento.
Por ejemplo, la membrana capilar es permeable al agua y electrolitos, mientras que
la membrana celular es solo permeable al agua. La circulación del agua a través
de las membranas celulares depende también de la concentración relativa de moléculas existentes entre el interior y el exterior de la célula. El flujo neto de agua
se produce por ósmosis hacia las áreas cuya concentración de solutos es mayor.
En condiciones normales, la homeostasis del fluido extracelular es controlada
por dos mecanismos que, aunque diferentes, se encuentran relacionados. Uno de
los mecanismos actúa para mantener la concentración u osmolaridad del organismo, mientras que el otro lo hace regulando el volumen del fluido extracelular.
En este caso no se realizan distinciones entre el compartimento intravascular y el
intersticial porque la membrana capilar es extremadamente permeable al agua y
a los electrolitos.
Osmolaridad
La osmolaridad es controlada por los osmorreceptores hipotalámicos que estimulan la sed, y por la liberación de la hormona antidiurética (ADH) desde la
neurohipófisis. La ingesta voluntaria de agua y la reabsorción de agua en los
riñones disminuyen la osmolaridad retornando sus niveles a la normalidad. Las
fluctuaciones en la osmolaridad plasmática necesarias para estimular la sed son
muy pequeñas (4 mOsm/kg en el perro, o incrementos de tan solo 2 mEq/l en los
niveles de sodio plasmático).
Volumen del fluido extracelular
El volumen del fluido extracelular depende esencialmente del contenido total en
sodio del organismo. Los niveles de sodio son regulados mediante el sistema renina-angiotensina-aldosterona y el péptido natriurético auricular. La descarga simpática y la distensión de las arteriolas aferentes estimulan la liberación de renina
en las células yuxtaglomerulares. La renina activa el paso de angiotensinógeno a
angiotensina I, la cual es transformada a angiotensina II. La reabsorción de agua
6. FLUIDOTERAPIA
155
y sodio se ve incrementada por la acción de la angiotensina II en las células tubulares proximales y por la secreción de aldosterona, que promueve la reabsorción
tubular distal de sodio en el riñón.
Regulación
En caso de hipovolemia, los mecanismos de feedback que controlan el volumen del
compartimento extracelular y la osmolaridad se activan a la vez. El sistema reninaangiotensina-aldosterona, la ADH y el mecanismo de la sed incrementan la retención de sodio y agua expandiendo en consecuencia el compartimento extracelular.
En resumen, la concentración del fluido extracelular es controlada principalmente a través de la modulación del equilibrio del agua corporal, mientras que el
volumen del compartimento extracelular viene regulado por cambios en el equilibrio del agua y sodio.
Respecto al mantenimiento del volumen intravascular hay que tener en cuenta
que los capilares son permeables al agua y los pequeños solutos, pero relativamente impermeables a las macromoléculas. Esto significa que existe un gradiente
de concentración proteico entre el compartimento intravascular y el intersticio.
La mayor concentración de solutos impermeables en el interior de los capilares
ejerce una presión osmótica, presión coloidosmótica u oncótica, que actúa reteniendo fluidos. El intercambio de fluidos entre el compartimento intersticial e intravascular viene determinado por el gradiente hidrostático y osmótico existente
entre ambos compartimentos. Un gradiente hidrostático por encima del gradiente
osmótico genera en el extremo arteriolar del lecho capilar un desplazamiento
neto de fluidos al intersticio. En el extremo venoso del lecho capilar, las proteínas
plasmáticas generan una fuerza osmótica que excede el gradiente hidrostático
generando un flujo neto hacia el interior de los vasos.
Aunque la barrera microvascular restringe en gran medida el flujo de macromoléculas, los capilares son permeables a las proteínas. Dada la elevada concentración
de albúmina en el compartimento vascular, ella sola es responsable del 60-70% de
la presión coloidosmótica, y la concentración de globulinas asumen el porcentaje
restante.
Del total de albúmina existente en el organismo,
el 40% es intravascular y el 60% extravascular.
156
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
Toda la albúmina presente en plasma recircula por el intersticio cada 24 horas.
La barrera microvascular, por ejemplo del músculo esquelético o del tejido subcutáneo, es relativamente impermeable a las proteínas; mientras que el endotelio de
los capilares pulmonares es más permeable. Las diferentes proteínas plasmáticas o
coloides artificiales pueden diferir en su velocidad de paso desde los vasos sanguíneos; ésta depende de factores como el radio molecular, el contorno y su carga. Por
ejemplo, las proteínas plasmáticas pequeñas, como la albúmina, pueden pasar presentando una menor resistencia que otras proteínas plamáticas de mayor tamaño.
Los gradientes de presión hidrostática y osmótica son los que regulan el flujo de
fluido transvascular. La permeabilidad de la barrera microvascular puede variar
en función del tejido y de la zona del lecho capilar dentro de un mismo tejido.
Existen tres mecanismos que previenen la acumulación de fluidos en el compartimento intersticial:
• La extravasación del fluido en un compartimento relativamente poco distensible resulta en una mayor presión intersticial, cuya principal consecuencia es una mayor oposición a la propia extravasación.
• La extravasación de fluidos con una carga proteica baja genera una disminución de la COP intersticial a consecuencia de la dilución.
• Debido a la limitada distensibilidad del compartimento intersticial, el incremento de fluidos en este compartimento deriva en un incremento de la
propia presión del drenaje linfático.
Estas alteraciones de las fuerzas de Starling, cuya finalidad es limitar la acumulación de fluidos en este compartimento, han sido denominadas “factores de seguridad tisular”. Su importancia varía en función de las características del tejido:
• En un tejido relativamente poco distensible como es el tendón, el incremento de la presión intersticial es, quizás, el mecanismo de mayor importancia
a la hora de contrarrestar la filtración.
• En un tejido con moderada capacidad de distensión y con una barrera
microvascular relativamente impermeable, como la piel, la disminución de
la COP intersticial asume mayor protagonismo a la hora de protegerse de
la acumulación de fluidos en el intersticio.
• En un tejido distensible y bastante permeable a las proteínas, como el pulmón, el incremento en el drenaje linfático es el mecanismo principal que
previene del edema intersticial.
Dada la marcada heterogeneidad entre tejidos respecto a la dinámica de flujo
transvascular, puede resultar inadecuado considerar el organismo de forma simplificada como una suma de aspectos individuales. Deben considerarse cuidadosamente los diferentes efectos que implica el tratamiento con fluidos en los
6. FLUIDOTERAPIA
157
distintos tejidos y órganos, especialmente cuando la permeabilidad vascular está
alterada en el paciente. Si el incremento en la permeabilidad vascular es suficiente
como para generar una significativa extravasación de coloides y el gradiente de
presión coloidosmótica no puede mantenerse entre el compartimento intravascular y el espacio intersticial, la presión hidrostática capilar supone el mayor determinante en la extravasación de fluidos. En estos casos, pequeños incrementos en
la presión hidrostática capilar supondrán una mayor extravasación de fluidos, en
oposición a una permeabilidad endotelial intacta. Las diferencias respecto al flujo
de fluidos transvascular más relevantes, desde un punto de vista clínico, son las
existentes entre el pulmón y la circulación sistémica.
Consideraciones previas
El principal objetivo de la fluidoterapia es el restablecimiento del equilibrio de
fluidos del organismo.
• La pérdida de fluidos desde el compartimento intravascular se denomina hipovolemia, y cuando esta pérdida es severa (> 30%) frecuentemente conduce a un estado de shock en el paciente.
• La hipoperfusión se define como el déficit, localizado o generalizado,
en el flujo sanguíneo tisular. Esta situación genera un aporte de oxígeno y nutrientes insuficiente, incluso imposibilita la extracción de los
productos del metabolismo de los tejidos afectados. La hipoperfusión
global o shock puede deberse a hipovolemia (reducción en el volumen
circulatorio efectivo), disminución del gasto cardiaco o mala distribución del flujo sanguíneo, tal como se presenta en el síndrome de
respuesta inflamatoria sistémica (SIRS).
• Cuando la pérdida de fluidos afecta al compartimento extravascular
hablamos de deshidratación. Se puede definir estrictamente como la
reducción neta del contenido del agua libre del organismo; sin embargo, a menudo nos referimos a este término cuando las pérdidas de
agua y electrolitos exceden a los ingresos. La deshidratación puede
conducir a hipovolemia en función del volumen y naturaleza de las
pérdidas, pero los términos no son sinónimos.
Desgraciadamente, los métodos más extendidos en la clínica veterinaria para
determinar el estado de hidratación combinan parámetros de hidratación (humedad de las membranas mucosas, elasticidad cutánea y retracción o no de los
158
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
globos oculares) con parámetros de perfusión (frecuencia cardiaca, calidad del
pulso, color de las membranas mucosas y tiempo de relleno capilar). Esta combinación de parámetros ha generado, y genera, confusión entre los clínicos; pero es
esencial distinguir ambos conceptos para establecer un buen plan de fluidoterapia, muy especialmente en el paciente de urgencias.
La evaluación adecuada del estado del paciente y su aproximación terapéutica se
basan en determinar el proceso patológico subyacente. Es fundamental obtener
una historia clínica detallada y realizar un examen físico completo. Es recomendable conseguir el registro del peso del paciente y ciertos parámetros analíticos
preliminares (hematocrito, proteínas totales y densidad urinaria) antes de plantear cualquier tratamiento con fluidoterapia.
Obtener muestras sanguíneas mientras se coloca
el catéter intravenoso es un procedimiento
fácil, rápido y constituye una buena rutina
de trabajo para el clínico de urgencias.
En ocasiones, la urgencia del caso no permite el examen previo del paciente, por
lo que el fluido y su pauta deben elegirse empíricamente. De todos modos, el
veterinario debe poder escoger el fluido y la pauta más adecuada según la situación del enfermo, la disponibilidad de fluidos y equipamientos, y obviamente el
proceso subyacente.
HISTORIA CLÍNICA
Y EXAMEN FÍSICO
Cuando se evalúa al paciente de urgencias es importante valorar su volumen de
fluidos circulante y estimar sus necesidades de fluidoterapia. Puede realizarse mediante la observación rápida del animal y la obtención de información vital derivada de la descripción cronológica del proceso de la enfermedad. La historia debe
incluir datos sobre la cantidad y frecuencia de las pérdidas, y la posible presencia
de poliuria, polidipsia o anorexia. También hay que considerar la presencia de
patrones respiratorios anormales o fiebre porque pueden empeorar el equilibrio
de fluidos del paciente enfermo.
6. FLUIDOTERAPIA
159
Es especialmente útil conocer el peso exacto del animal antes de padecer el proceso patológico en cuestión, bien mediante interrogatorio al propietario o por
consulta del historial clínico.
• Si las pérdidas son agudas, pueden atribuirse en gran medida a pérdidas de
agua corporal. Las pérdidas por deshidratación podrán cuantificarse de un
modo más adecuado al completar el examen físico del paciente.
• Si la evaluación primaria revela complicaciones cardiovasculares asociadas
a la pérdida de fluidos (coloración de mucosas anormal, tiempo de relleno capilar prolongado, taquicardia, taquipnea, pulso débil, extremidades
frías, pérdidas obvias de sangre, etc.) el examen físico completo deberá
posponerse y habrá que centrar el objetivo de la fluidoterapia en obtener el
equilibrio hemodinámico del paciente hasta lograr su estabilización.
También es importante considerar ciertas peculiaridades:
• Algunos pacientes geriátricos o emaciados pueden presentar un menor grado de elasticidad cutánea, por lo que puede sobrevalorarse la retracción del
pliegue cutáneo.
• En pacientes obesos el pliegue cutáneo puede no evidenciar ninguna alteración a pesar de presentar importantes porcentajes de deshidratación.
• Pacientes con pérdidas en el tercer espacio (espacio intersticial) pueden no
exhibir cambios significativos en su registro de peso corporal, aunque tengan pérdidas significativas.
TABLA 1.
Parámetros físicos para estimar el grado de deshidratación.
PORCENTAJE DE
DESHIDRATACIÓN ESTIMADO
< 5%
160
DESCRIPCIÓN DE HALLAZGOS FÍSICOS
Historial de pérdida de fluidos.
Ausencia de hallazgos clínicos en el examen físico.
5%
Sequedad de las membranas mucosas, pero sin jadeo o
taquicardia patológica.
7%
Retraso de ligero a moderado en la retracción del
pliegue cutáneo, sequedad de las membranas mucosas,
ligera taquicardia y presión del pulso normal.
10%
Retraso de moderado a marcado en la retracción del
pliegue cutáneo, sequedad de las membranas mucosas,
taquicardia y presión del pulso disminuida.
12%
Retraso marcado en la retracción del pliegue cutáneo,
sequedad de las membranas mucosas y shock.
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
A pesar de las particularidades descritas, los hallazgos en la exploración son importantes y constituyen la base para valorar el grado de deshidratación (tabla 1).
Puesto que el registro del peso previo a la patología no siempre está disponible,
y la evaluación física es subjetiva, hay que tener en cuenta que la valoración de
las pérdidas de fluidos será en cualquier caso una estimación. Con frecuencia las
pérdidas reales son superiores.
Durante la exploración, el clínico podrá observar diferentes parámetros físicos que
le ayudarán a estimar el porcentaje de pérdidas por deshidratación y, por tanto,
los requerimientos de rehidratación del paciente. Los parámetros a evaluar son:
• El peso vivo del paciente.
• La elasticidad del pliegue cutáneo.
• La frecuencia y amplitud de la presión de pulso.
• La coloración de las membranas mucosas.
• El tiempo de relleno capilar.
• La frecuencia respiratoria y su carácter.
• El tejido suborbital.
Peso vivo
El peso vivo corporal puede ser uno de los parámetros más exactos para cuantificar el volumen de pérdidas de fluidos. Dado que las mermas no son nunca agudas, las reducciones repentinas pueden atribuirse a pérdidas de fluidos corporales,
pudiendo ser una medida cuantitativa fiable.
Las pérdidas en el tercer espacio engloban la acumulación de grandes cantidades
de fluidos en cavidades (como la pleural o peritoneal), en el lumen gástrico o
intestinal y en planos tisulares traumatizados (fracturas). Estas pérdidas suponen
la disminución del volumen del compartimento extracelular sin reducciones detectables del peso vivo corporal.
Pliegue cutáneo
Los cambios en la retracción del pliegue cutáneo deben ser evaluados de forma
minuciosa y en varias localizaciones. Se recomienda examinar el pliegue en la
zona torácica lateral, donde la piel se prende y libera rápidamente, midiendo el
tiempo que necesita para recuperar su posición. A modo de ejemplo, cuando un
paciente presenta pérdidas por deshidratación cercanas al 12%, la retracción del
pliegue puede prolongarse durante 5-10 segundos.
6. FLUIDOTERAPIA
161
Membranas mucosas
Las membranas mucosas pueden ser un buen indicador del estado de perfusión
y, en ocasiones, de hidratación del paciente. Deben ser valoradas atendiendo al
color, el tiempo de relleno capilar y el grado de humedad. Pero, dado que su coloración puede variar en función de múltiples parámetros (anemia, sepsis, etc.),
su evaluación debe integrarse con la de otros parámetros de la exploración física.
Las membranas mucosas están normalmente húmedas y resbaladizas. Conforme
el paciente de deshidrata, la saliva se hace espesa y las membranas se resecan,
dejando de estar resbaladizas a la exploración. Si el paciente jadea por excitación,
dolor, fiebre o enfermedad respiratoria las mucosas pueden aparecer resecas sin
que el animal esté realmente deshidratado.
Tiempo de relleno capilar
El tiempo de relleno capilar se ha considerado tradicionalmente un buen parámetro para estimar el estado de perfusión. Desafortunadamente, también puede
verse alterado por factores como temperatura ambiental, fiebre, sepsis, shock o
anemia. Por tanto, su evaluación debe integrarse con el resto de resultados de la
exploración.
Tejido suborbital
El tejido suborbital disminuye en volumen cuando hay pérdidas prolongadas de
fluidos. A medida que el paciente se deshidrata los globos oculares se hunden en
las órbitas, pero la posición de los ojos siempre debe interpretarse en relación a
la posición anatómica de la raza. En pacientes dolicocéfalos (raza Dobermann) es
normal una cierta depresión en las órbitas.
162
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
EVALUACIÓN DE LA
DESHIDRATACIÓN
La pérdida de agua corporal acontece en condiciones fisiológicas por diferentes
motivos. Las pérdidas insensibles son aquellas no observables directamente e incluyen las pérdidas de fluidos a través de la respiración y la sudoración. En la especie canina y felina estas últimas son mínimas, por lo que principalmente se trata
de pérdidas asociadas al tracto respiratorio. Las pérdidas de fluidos a través del
tracto respiratorio son de agua pura y no arrastran un contenido sustancial de solutos (pérdida hipotónica). Las pérdidas basales de agua a través de la respiración
pueden cuantificarse en 22-38 ml/kg/día. En condiciones de elevada temperatura
ambiental, fiebre o actividad física pueden incrementarse notablemente.
Las pérdidas sensibles son más fáciles de detectar y cuantificar y se dan a través
del tracto urinario y gastrointestinal. La pérdida de fluidos a través del tracto
gastrointestinal es despreciable en el animal sano pero puede ser sustancial en
el paciente con pérdidas cuantiosas por vómito y diarrea. Las pérdidas sensibles
a través de la orina suponen aproximadamente 26-44 ml/kg/día. La pérdida de
agua corporal a través del tracto urinario o gastrointestinal en el paciente enfermo puede ser muy cuantiosa, y suele estar asociada a pérdidas concomitantes de
electrolitos (deshidratación isotónica).
Considerando la suma de pérdidas sensibles e
insensibles en el animal sano, las necesidades netas
basales de fluidos pueden estimarse en 44-66 ml/kg/día.
Pérdidas anormales o aceleradas se podrán presentar en pacientes con:
• Elevada temperatura ambiental: pérdidas insensibles incrementadas.
• Actividad física: pérdidas insensibles incrementadas.
• Fiebre: pérdidas insensibles incrementadas. Se estima este incremento en
un 10% por cada grado de incremento de la temperatura corporal.
• Hemorragia.
• Poliuria.
• Diarrea.
• Vómitos.
• Hiperventilación: pérdidas insensibles incrementadas.
6. FLUIDOTERAPIA
163
TIPOS DE
DESHIDRATACIÓN
En función del grado de pérdidas de fluidos se describen tres tipos de deshidratación:
1) Isotónica.
2) Hipotónica.
3) Hipertónica.
La mayoría de pacientes (> 90%) atendidos de urgencia y con deshidratación
presentan pérdidas de tipo isotónico. Las pérdidas gastrointestinales y urinarias
de fluidos conllevan la pérdida de agua corporal y electrolitos, incluyendo sodio,
potasio, cloro y bicarbonato. La cantidad y tipo de electrolitos implicados dependerán de la enfermedad del paciente.
En principio, las pérdidas de fluidos y electrolitos están asociadas a pérdidas del
compartimento extracelular. Aunque la concentración de electrolitos en estas pérdidas anormales es variable, el hecho de que la pérdida no sea de agua pura hace
que, por lo general, la osmolaridad del compartimento extracelular no varíe. Por
ejemplo, si las pérdidas de fluidos a través del tracto gastrointestinal contienen
sodio en cantidades similares al espacio extracelular, la concentración sérica de
sodio no varía. Mientras la osmolaridad de los compartimentos extra e intracelulares permanezca similar, el trasvase de fluidos entre ambos es poco significativo.
Deshidratación isotónica
Si la pérdida de fluidos corporales contiene agua y solutos en una proporción similar al CEC, la proporción de agua y solutos en el fluido extracelular remanente
no varía. Es decir, la osmolaridad del CEC permanecerá constante a pesar de
reducirse el tamaño virtual del mismo.
Deshidratación hipotónica
La pérdida de fluidos a través de la orina cuando los niveles de aldosterona no
son suficientes conlleva la pérdida de elevadas cantidades de sodio. En tales situaciones, disminuye el contenido en sodio del CEC y por tanto éste presenta una
164
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
menor osmolaridad. La deshidratación hipotónica viene definida por la reducción
de la osmolaridad del CEC tras la pérdida de fluidos hipertónicos del organismo.
Un ejemplo típico de este tipo de deshidratación es el paciente “addisoniano”, en
el que existe una deficiencia de glucocorticoides y mineralocorticoides (aldosterona). La aldosterona es responsable de la reabsorción de sodio y de la eliminación
de potasio en los túbulos renales, por lo que su deficiencia se traduce en pérdidas
significativas de sodio y retención de potasio. El elevado contenido en sodio de
la orina la hace hipertónica en comparación con el CEC, y el CEC remanente
resulta hipotónico en comparación con el animal sano.
Para restablecer la equidad en la tonicidad entre compartimentos (CIC y CEC) el
sodio puede moverse del CIC al CEC y el agua en sentido inverso. Sin embargo,
el movimiento del agua es pasivo, mientras que el del sodio es activo, es decir,
requiere energía. El resultado final es que el CEC sufre una pérdida exacerbada de
agua, la cual redunda en signos de hipovolemia, cuantitativamente mayores a los
que tendría otro paciente “no addisoniano” con un volumen de pérdidas similar.
Deshidratación hipertónica
Este tipo de deshidratación se produce cuando las pérdidas de fluidos son prácticamente de agua pura. Es poco frecuente, pero se suele presentar en animales con
diabetes insípida (deficiencia de hormona antidiurética), cuya orina es prácticamente agua pura. A menudo este tipo de paciente necesita ingerir cantidades considerables de agua para mantener un estado de hidratación normal. En caso de
no tener acceso libre al agua, las pérdidas de agua por orina son cualitativamente
superiores a las de solutos, por lo que el CEC se vuelve hipertónico en comparación al CIC. En esta situación, el agua corporal se desplaza desde el interior de
las células al CEC para intentar equiparar la osmolaridad. Dicha pérdida de agua
intracelular es especialmente apreciable en el tejido nervioso, traduciéndose en la
aparición de signos neurológicos.
6. FLUIDOTERAPIA
165
RUTAS DE
ADMINISTRACIÓN
En el paciente veterinario se han utilizado multitud de rutas de administración
de fluidos. Las de elección son la vía oral, intravenosa, subcutánea y la intraósea
(intramedular).
• La administración oral de fluidos es la ruta más segura. Puede llevarse a
cabo mediante ingestión voluntaria, forzada, por sonda esofágica/gástrica,
tubo de esofagostomía, gastrotomía o yeyunostomía.
Esta vía está contraindicada ante la presencia de vómitos, enfermedad esofágica preexistente, neumonía por aspiración o shock. Pero sí está indicada
en casos de anorexia severa, deshidratación neonatal y cuadros de diarrea
sin vómito.
• La administración intravenosa de fluidos es preferible en casos de deshidratación severa, hipotensión, shock, vómitos o cualquier condición clínica
donde la pérdida de fluidos sea significativa y persista tras la evaluación
(diarrea, poliuria o fiebre). Esta técnica requiere una estrecha monitorización, manejo aséptico y cuidado especial de los catéteres intravenosos.
• La administración subcutánea de fluidos está actualmente sobreutilizada
en medicina veterinaria. La absorción de fluidos depende de la osmolaridad del propio fluido y de la habilidad de los tejidos para absorberlos. Si se
utiliza exclusivamente la vía de administración subcutánea, pacientes con
deshidratación severa o hipoperfundidos no logran cubrir sus necesidades
de hidratación. En condiciones de deshidratación severa, pérdida de volumen circulante o shock, la respuesta fisiológica normal implica vasoconstricción periférica y esto provoca que la disposición de fluidos isotónicos a
nivel subcutáneo permanezca en tal localización sin lograr un volumen de
distribución adecuado.
En casos de deshidratación moderada la vía subcutánea sí puede resultar
de utilidad.
Para la administración subcutánea deben utilizarse
fluidos isotónicos en cantidades no superiores
a 11-22 ml/kg por punto de inyección.
166
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
Aunque el volumen inyectado dependerá del grado de confort del animal y
de la localización, con frecuencia se requieren diversas zonas de inyección
para poder cubrir las necesidades del paciente. En cualquier caso, el manejo
aséptico es esencial para evitar complicaciones (quistes o abscesos). Por lo
general la absorción se prolonga 6-8 horas. Si el fluido permanece sin absorberse transcurrido ese tiempo, debe considerarse la utilización de una vía
alternativa (intravenosa).
• La administración intraósea o intramedular consiste en la administración
de fluidos en la medula ósea, y suele utilizarse en aquellos casos cuando el
acceso vascular no puede establecerse con rapidez. Esta técnica es muy útil
en el paciente de urgencias, dado que es fácil el acceso a la cavidad medular del fémur o del húmero y que la circulación medular no se colapsa en
situaciones de hipotensión o shock. Esta vía permite la administración de
todo tipo de fluidos, hemoderivados o fármacos. Hay que tener en cuenta
que en caso de administrar grandes volúmenes de fluidos a través de esta
vía, el paciente puede percibir dolor, pero se puede reducir administrando
los fluidos atemperados. En la mayoría de los casos este tipo de catéteres
intraóseos pueden retirarse en 12 horas y ser sustituidos por un acceso
venoso alternativo.
La técnica de acceso intraóseo puede consultarse en el capítulo de procedimientos medicoquirúrgicos (ver cap. 4. Tomo I).
ESTIMACIÓN DEL
VOLUMEN DE FLUIDOS
A SUMINISTRAR
La cantidad de fluidos necesaria para cubrir los requerimientos particulares del
animal dependerá de su estado. El primer y primordial aspecto a considerar es la
volemia, es decir, la valoración del volumen circulatorio efectivo del paciente. La
atención del restablecimiento del equilibrio electrolítico y del agua corporal total
tiene menor prioridad. Según esta diferenciación, en el tratamiento con fluidoterapia pueden establecerse tres fases de terapia.
6. FLUIDOTERAPIA
167
Fase de urgencia
En todo paciente crítico o de urgencias con hipotensión severa o evidentes signos
clínicos de shock, la evaluación de la volemia es el primer aspecto a valorar.
El volumen de fluidos a administrar dependerá del peso corporal del paciente,
pero el clínico debe estar preparado para administrar soluciones cristaloides en
cantidades por hora similares incluso a la volemia del animal (90 ml/kg en perros,
40 ml/kg en gatos). De cualquier modo, la respuesta del paciente y su revaluación
reiterada determinarán dicho volumen.
La monitorización objetiva y cuantitativa de la volemia
puede llevarse a cabo midiendo parámetros como la
presión venosa central (PVC), la presión arterial (PA) o
la presión de oclusión de la arteria pulmonar (POAP).
En cualquier caso, los signos de shock comienzan a remitir cuando se inicia la
fluidoterapia: disminuye la frecuencia cardiaca, aumenta la percepción de la presión de pulso, se incrementa la temperatura periférica y mejora la coloración de
las mucosas y el tiempo de relleno capilar.
El régimen de fluidos recomendado supone la división del volumen total a infundir en el periodo de una hora en fracciones menores y en la revaluación continua
del paciente a cada una de ellas, para poder así evaluar su respuesta. Es decir,
si la monitorización frecuente (exploración física y analítica) concluye que los
signos de shock han mejorado tras la administración de, por ejemplo, la segunda
alícuota, no está justificado seguir con la administración de más fluidos y puede
plantearse pasar a la siguiente fase de reemplazo.
En la fase de urgencia deben vigilarse la sobrehidratación y la hemodilución. La
primera es más probable que aparezca cuando se administran grandes cantidades
de cristaloides a pacientes con contusiones pulmonares, edema pulmonar preexistente, neumonía por aspiración, hipoproteinemia, lesiones cerebrales o fallo
cardiaco congestivo. En tales condiciones, puede ser eficaz la administración conservadora de fluidos (fluidoterapia hipotensora o a volúmenes limitados) y la monitorización objetiva de la PVC, POAP y PA. Considerando esto, la obtención de
las medidas basales del hematocrito, proteínas totales y densidad urinaria puede
168
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
resultar de utilidad para poder comparar valores una vez iniciada la fluidoterapia
agresiva. Los valores de estos parámetros disminuirán cuando se inicie. Hay que
tener en cuenta que en el caso de hemorragias agudas (traumatismo o cirugía) los
valores de hematocrito y proteínas totales pueden permanecer dentro del rango
de normalidad por contracción esplénica y redistribución del volumen circulante
a áreas prioritarias. Para disminuir los posibles efectos de la hemodilución se
recomienda mantener el hematocrito (Hto.) por encima del 20% y las proteínas
en un rango superior al 50% del valor basal. Si el Hto. disminuye por debajo del
20%, debe valorarse la posibilidad de transfundir concentrados de eritrocitos o
sangre completa. Si el valor de proteínas disminuye en exceso, se puede considerar la utilización de plasma, albúmina, coloides artificiales o sangre completa.
Fase de reemplazo
El volumen de fluidos a administrar durante la fase de reemplazo se basa en la
evaluación de las necesidades del animal para:
1) Devolver al paciente al estado de normalidad (volumen de deshidratación).
2) Reemplazar las pérdidas continuas normales (volumen de mantenimiento).
3) Reemplazar las pérdidas continuas anormales (volumen de pérdidas continuas).
• El déficit de volumen o volumen de pérdidas asociadas a la deshidratación
se estima según los hallazgos de exploración y/o los cambios en el registro del peso corporal. Para calcular el déficit de volumen se multiplica el
porcentaje de deshidratación por el peso corporal. Puesto que no siempre
es posible reemplazar todos los déficits en un periodo de 24 horas se recomienda utilizar solo el 75-80% de las pérdidas para calcular la administración de fluidos en esas primeras 24 horas tras el ingreso.
Volumen de deshidratación (ml) = % de deshidratación x p.v. (kg) x 10
Una vez valorada la respuesta del paciente y obtenida la información de su
condición clínica, dichos cálculos pueden modificarse.
6. FLUIDOTERAPIA
169
• El volumen de mantenimiento viene determinado por las pérdidas continuas de fluidos que sufre el organismo en condiciones normales. Estas
pérdidas, como se ha explicado anteriormente, se dividen en sensibles e
insensibles. Las sensibles pueden medirse y están asociadas a la excreción
urinaria y fecal. Las insensibles son normales pero no pueden cuantificarse
con facilidad porque están asociadas fundamentalmente a la sudoración y
el jadeo. Un tercio del volumen de mantenimiento se asocia a las pérdidas
insensibles y dos tercios a las sensibles.
El volumen de mantenimiento ha sido tradicionalmente estimado en torno a
los 40 ml/kg/día (razas grandes) y 60 ml/kg/día (razas pequeñas). Sin embargo, se ha comprobado que utilizando este tipo de cálculo, en ciertos rangos
de peso las necesidades de muchos pacientes son sub o sobreestimadas. En
la mayoría de pacientes la cantidad de fluidos requerida puede determinarse
de forma más exacta calculando las necesidades de agua en función de los
requerimientos energéticos (calorimetría) mediante la siguiente fórmula:
Volumen de fluidos para mantenimiento (ml/día) = [(30 x p.v. (kg)) + 70]
• La necesidad de reemplazar el volumen de pérdidas continuas anormales
está infravalorada con frecuencia por su difícil cuantificación. En realidad,
no observar el volumen de pérdidas asociadas a vómitos, diarreas, fiebre o
poliuria puede provocar que no se consiga corregir el déficit de fluidos en
el paciente en el periodo de tiempo esperado. Una forma poco ortodoxa,
pero efectiva, de estimar este tipo de pérdidas es anotar en la ficha clínica
el volumen aproximado de pérdidas anormales, multiplicarlo por dos y
añadirlo al plan de fluidos diario del paciente.
Fase de mantenimiento
La última fase del tratamiento fluidoterápico es la de mantenimiento.
Los signos objetivos que indican que el paciente está preparado para el inicio de
esta fase de tratamiento son: la ausencia de signos clínicos de shock o deshidratación y el incremento de peso corporal sobre el porcentaje estimado de deshidratación ya corregido.
Durante esta fase el clínico debe proveer al animal del volumen de mantenimiento
y del volumen de pérdidas continuas que pudiera presentar de forma simultánea.
170
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
VELOCIDAD DE
ADMINISTRACIÓN
En fluidoterapia, la velocidad de administración viene determinada por el estado
inicial del paciente. Si el paciente presenta shock, los fluidos deben administrarse
rápidamente. En este sentido, la utilización de bolsas de presión (pressure bags)
permite la administración rápida y a altos volúmenes. La administración es más
pausada en la corrección de los déficits, y por ello muchos clínicos todavía utilizan goteros simples o pediátricos. Sin embargo, el estado del paciente dificulta en
muchas ocasiones la administración del volumen calculado, porque la velocidad
de infusión varía en función de la posición del animal. Aunque existen goteros
con diversa calibración de gotas/min, constituyen una técnica inexacta e incluso
peligrosa. Es frecuente la aparición de sobrehidratación súbita por cambios en la
velocidad de infusión asociados a movimientos del paciente. Por este motivo está
recomendada la utilización de buretroles con calibración pediátrica del gotero
para minimizar el riesgo. En cualquier caso, la mejor opción es una bomba de
infusión que permite una administración controlada, exacta y segura del volumen
de fluidos previamente calculado. Estas bombas pueden programarse para infundir un amplio rango de volúmenes en periodos muy concretos. Evidentemente, el
coste de dichos aparatos varía en función de su calidad y prestaciones.
TIPOS DE FLUIDOS
Los fluidos disponibles hoy en día en el mercado constituyen un grupo muy heterogéneo cuyas características e indicaciones son particulares y específicas (tablas 2 y 3). En última instancia, el proceso clínico subyacente y el déficit de fluidos
particular que presente el paciente determinarán la elección más idónea.
Los principales grupos de fluidos disponibles son los cristaloides, los coloides artificiales y la sangre o hemoderivados. Las soluciones cristaloides son soluciones
de agua y electrolitos que pueden salir libremente del compartimento vascular,
mientras que los coloides contienen macromoléculas que son retenidas durante
mayor tiempo en este compartimento.
6. FLUIDOTERAPIA
171
Las principales soluciones disponibles:
1. Soluciones cristaloides isotónicas:
• Solución salina fisiológica (0,9% NaCl).
• Ringer lactato.
• Solución de Ringer.
2. Soluciones coloidales:
• Naturales:
• Albúmina.
• Plasma.
• Sangre completa.
• Artificiales:
• Polisacáridos (dextranos).
• Polipéptidos (derivados de gelatinas).
• Hidroxietilalmidón.
3. Solución cristaloide hipertónica: solución salina hipertónica
(NaCl 7,5%).
4. Soluciones de dextrosa:
• Glucosado 5% (isotónica-hipotónica).
• Glucosado 50% (hipertónica).
5. Soluciones de mantenimiento:
• 0,45% NaCl + 2,5% dextrosa.
• Soluciones comerciales.
6. Soluciones de esterofundina.
TABLA 2.
Composición de las principales soluciones cristaloides.
SOLUCIÓN
Na+
K+
Cl-
Ca++
Mg++
Tampón
Kcal/l
mOsm/l
pH
Soluciones de reemplazo
Ringer lactato
130
4
109
3
0
Lactato (28)
9
276
6,5
Solución de Ringer
147
4
156
4,5
0
0
0
309
5,5
Suero salino fisiológico
NaCl 0,9%
154
0
154
0
0
0
0
305
5,5
Soluciones de mantenimiento
Esterofundina
53,7
24,2
53,5
0
2,5
Lactato (25)
200
444
5
NaCl 0,45% +
dextrosa 2,5%
77
0
77
0
0
0
85
302
-
0
0
0
0
0
170
278
4,5
Soluciones que aportan agua libre
Glucosado 5%
0
Continúa 
172
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
SOLUCIÓN
Na+
K+
Cl-
Ca++
Mg++
Tampón
Kcal/l
mOsm/l
pH
1.283
0
1.283
0
0
0
0
2.567
5,7
0
0
0
0
0
0
1.700
2.780
-
Soluciones hipertónicas
Suero salino hipertónico
NaCl 7,5%
Glucosado 50%
Otras soluciones/fluidos corporales
Bicarbonato sódico 8,4%
1.000
0
0
0
0
Bicarbonato
(1.000)
0
2.000
Plasma
140150
4-5,5
100115
5
0
Bicarbonato
(25)
4
300
Orina
40-60
15-20
7,4
La concentración de tampones y electrolitos está expresada en mEq/l.
TABLA 3.
Principales recomendaciones para la fluidoterapia en alteraciones electrolíticas y ácido-base.
PATOLOGÍA
ALTERACIÓN
ELECTROLÍTICA
DESEQUILIBRIO
ÁCIDO-BASE
RECOMENDACIÓN
FLUIDOTERÁPICA
Deshidratación
Casi siempre incremento
de Na+, Cl–
Normal (o discreta
acidosis metabólica)
RL
Vómitos
Pérdidas de K+, Na+, Cl–
Acidosis metabólica,
si es crónico
RL (± KCl)
Alcalosis metabólica, si
es de origen gástrico
(obstrucción pilórica)
NaCl 0,9% (± KCl)
RL o NaCl 0,9%
Diarrea
Pérdidas de K+, Na+, Cl–,
HCO3–
Acidosis metabólica
Cetoacidosis diabética
Pérdidas de K+, Na+,
HCO3-
Acidosis metabólica
Enfermedad de
Addison
Pérdidas de Na+, Cl–,
retención de K+
Acidosis metabólica
Obstrucción uretral
Retención de K , Na ,
Cl– variables
Acidosis metabólica
Suplementar con KCl
cuando se restablece la
diuresis
Retención de K+, Na+, Cl–
Acidosis metabólica
NaCl 0,9% (± NaHCO3– )
Fallo renal crónico
Pérdidas de K+, Na+, Cl–,
HCO3– variables
Acidosis metabólica
RL (± KCl, ± NaHCO3– )
Fallo cardiaco
congestivo
Retención de Na+
(a veces hiponatremia
por dilución)
Acidosis metabólica,
si es crónico
Glucosa 2,5%
Fallo renal agudo
(oliguria)
Hemorragia
+
Pérdida de sangre
completa
+
(± KCl, ± NaHCO3– )
RL o NaCl 0,9%
(± KCl, ± NaHCO3– )
NaCl 0,9% pasando a RL
cuando K+ se normaliza
NaCl 0,9% pasando a RL
cuando K+ se normaliza
Glucosa 5%
NaCl 0,45%
RL o NaCl 0,9%
Acidosis metabólica
NaCl 7,5%, sangre,
coloides artificiales
6. FLUIDOTERAPIA
173
Soluciones cristaloides isotónicas
Las soluciones cristaloides pueden ser hipotónicas, isotónicas o hipertónicas en
función de la tonicidad de la solución. Este aspecto es el que determina su comportamiento y capacidad de difusión cuando son perfundidas al torrente sanguíneo.
Las soluciones isotónicas son adecuadas en la mayoría de ocasiones y las más
utilizadas habitualmente son: la solución salina fisiológica, el Ringer lactato y la
solución de Ringer. La infusión intravenosa de este tipo de fluidos no genera cambios en el gradiente de concentración entre el espacio intracelular y el extracelular,
por lo que no provocan un trasvase de agua hacia el compartimento intracelular.
Estas soluciones cristaloides, una vez perfundidas al compartimento intravascular, se equilibran con el espacio intersticial de modo que solo el 20-30% permanece dentro de los vasos transcurrida una hora desde su infusión.
Solución salina fisiológica (NaCl 0,9%) (SSF)
Contiene niveles de sodio normales (154 mEq/l), pero niveles anormalmente altos
de cloro (154 mEq/l), y es considerado un fluido isotónico (310 mOsm/l). La isotonicidad implica que el fluido en cuestión tiene una osmolaridad similar a la del
CEC (290-310 mOsm/l). La solución salina fisiológica se utiliza para expandir
el volumen extracelular. Es útil como fluido de reemplazo en el tratamiento de
hiperpotasemia, hiponatremia e hipoadrenocorticismo. No debería utilizarse en
animales con fallo cardiaco congestivo porque la restricción de sodio es uno de
los objetivos terapéuticos. También se recomienda no utilizarlo en pacientes con
enfermedad hepática por el peligro potencial de sobrecarga asociado a la incapacidad del organismo para metabolizar la aldosterona.
Ringer lactato (RL)
Es un fluido cristaloide de reemplazo equilibrado adecuado para el tratamiento
de la acidosis metabólica moderada, ya que el lactato se metaboliza en el hígado
y se transforma en bicarbonato. No hay contraindicación si el paciente presenta
acidosis láctica, porque el lactato de esta solución no contribuye de forma significativa a dicha acidosis.
174
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
Solución de Ringer (SR)
Es un fluido cristaloide de reemplazo. Su composición está más equilibrada que
el Ringer lactato o la solución salina fisiológica ya que contiene calcio (4 mEq/l)
y potasio (4 mEq/l), además de sodio (147 mEq/l), cloro (156 mEq/l) y acetato
como tampón. El acetato es metabolizado a bicarbonato en tejidos periféricos y
músculo esquelético. Debido a su composición iónica, la solución de Ringer se
utiliza con frecuencia como solución de reemplazo en pacientes con alcalosis metabólica. La solución de Ringer suplementada con cloruro potásico puede resultar una excelente elección en casos de alcalosis metabólica secundaria a vómitos
de origen gástrico o diabetes mellitus.
Las soluciones de mantenimiento (NaCl 0,45% + dextrosa 2,5% o soluciones comerciales) normalmente contienen un contenido en electrolitos insuficiente, para
poder restablecer rápidamente la volemia, en comparación con las soluciones de
reemplazo (SSF, RL y SR).
Soluciones coloidales
Cuando es necesario restringir la cantidad de fluidos a administrar al paciente,
puede ser preferible utilizar soluciones de mayor permanencia en el compartimento vascular como los coloides, en lugar de recurrir a elevadas dosis de cristaloides isotónicos. Aunque las soluciones coloidales son también soluciones
acuosas con solutos, todas contienen además partículas de mayor tamaño para
lograr una permanencia en el compartimento vascular mucho más prolongada.
La acumulación de estas partículas o macromoléculas en el espacio intravascular
induce un incremento de la presión coloidosmótica plasmática, cuyo resultado
neto es la retención y atracción de agua desde el intersticio y, consecuentemente,
la expansión del volumen plasmático.
Las soluciones coloidales pueden ser naturales (plasma, albúmina humana, sangre completa) o bien de origen sintético (gelatinas, dextranos e hidroxietilalmidones) (tabla 4). Se denominan monodispersas si todas sus moléculas tienen el mismo peso y tamaño (albúmina) o polidispersas cuando sus moléculas presentan
tamaños y superficies variables (coloides artificiales).
6. FLUIDOTERAPIA
175
TABLA 4.
Características principales de los diferentes tipos de coloides.
TIPO
PESO
DISTRIBUCIÓN
PODER
MOLECULAR
DEL PESO
EXPANSOR
MEDIO
MOLECULAR PLASMÁTICO
(Daltons)
(Daltons)
(ml/500 ml
prefundido)
DURACIÓN
DOSIS
DEL EFECTO
MÁXIMA
EXPANSOR RECOMENDADA
(horas)
EN 24 h
EFECTOS
ADVERSOS
Reacciones alérgicas.
Albúmina 25%
69.000
69.000
1.500-2.500
24
–
Plasma
70.000
69.000-320.000
500
–
20-50 ml/kg
Sobrecarga
de volumen.
–
Reacciones alérgicas
(70 > 40).
Inhibición de la
coagulación.
Dextrano 40
40.000
10.000-80.000
500-1.000
6
20 ml/kg
Dextrano 70
70.000
15.000-160.000
500-700
24
20 ml/kg
Fallo renal agudo
(40 > 70).
Interferencia con
testaje de
compatibilidad
sanguínea.
Incremento
temporal de la
glucemia
(ocasional).
Reacciones alérgicas
en humanos.
Hidroxietilalmidón
200.000
10.0003.500.000
500-700
36
20-30 ml/kg
Náusea/vómito en
gatos durante
administraciones
rápidas.
Inhibición de la
coagulación (menos
que dextranos).
Incremento
temporal de
amilasas.
La diferencia de estructura macromolecular
y peso es lo que determina la potencia del
efecto oncótico, el mecanismo de excreción y
la vida media de cada solución coloidal.
En general, a mayor número de moléculas por unidad de volumen, mayor efecto
oncótico inicial y mayor grado de expansión intravascular. Por esta razón, coloides
con un tamaño de partículas menor, como las gelatinas, pueden tener un efecto
oncótico inicial mayor si lo comparamos con productos cuyo tamaño de partícula
es mucho mayor (hidroxietilalmidón). Por otro lado, cuanto mayor es el tamaño
176
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
de la molécula mayor es su permanencia en el compartimento intravascular por lo
que su efecto oncótico perdura durante mayor tiempo. Por ejemplo, la acción del
hidroxietilalmidón perdura más que la de gelatinas o los dextranos.
Las propiedades farmacocinéticas de los coloides vienen determinadas por el peso
medio molecular (PMM), mientras que su efecto oncótico está más relacionado
con el número de moléculas de peso molecular medio (NPMM). El NPMM es
la media aritmética de los pesos de todas las moléculas, mientras que el PMM es
la suma de las moléculas de cada peso molecular dividido por el peso total del
conjunto de moléculas.
Las soluciones monodispersas tienen solo un tamaño de partícula con lo que el
PMM es igual al NPMM, pero las polidispersas tienen diferentes rangos de tamaños y superficies moleculares, con lo que el PMM es siempre mayor que el NPMM.
En el mercado existen diferentes soluciones coloidales artificiales, con sus distintos tamaños moleculares, vidas medias, presiones coloidooncóticas, efectos adversos y costes económicos. Algunas de las principales características de este tipo
de soluciones se describen a continuación.
Albúmina
La albúmina tiene un peso molecular de 69.000 Da y es la principal responsable del mantenimiento de la presión oncótica plasmática. En medicina humana
el uso de soluciones de albúmina está muy extendido, y es uno de los coloides
de referencia en muchos de los estudios experimentales. La albúmina humana
está disponible en soluciones al 5% (308 mOsm/l), al 20% (1.215 mOsm/l) o al
25% (1.500 mOsm/l). Esta última genera un incremento de al menos cinco veces el
volumen administrado. Aunque este tipo de proteína se ha utilizado en perros con
resultados esperanzadores, su efectividad y seguridad continúa debatiéndose. Algunos autores preconizan la infusión continua a velocidades de 0,1-1,7 ml/kg/h. En
cuanto a la albúmina de origen canino o felino, a pesar de que actualmente puede
conseguirse liofilizada, su utilización clínica está limitada por su elevado coste.
Una alternativa en medicina veterinaria puede ser utilizar plasma fresco o plasma fresco congelado, pero también presentan inconvenientes. No es una medida
práctica para incrementar de modo efectivo los valores de albúmina del paciente.
También tiene un coste considerable por el número de unidades que, a veces, es
necesario transfundir. La ventaja es que puede aportar otro tipo de proteínas
y sustancias cuyos efectos pueden ser beneficiosos en función de la patología
(coagulopatías).
6. FLUIDOTERAPIA
177
Gelatinas
Las gelatinas están producidas por la degradación de colágeno animal (bovino).
Su PMM es de 35.000 Da, siendo el coloide sintético de menor tamaño molecular. Su efecto expansor es inicialmente potente en un sistema circulatorio normal,
pero dura solo aproximadamente tres horas, siendo su eliminación mucho más
rápida en condiciones de permeabilidad capilar incrementada (sepsis, SIRS, etc.).
Su pequeño tamaño y fácil filtración a través del riñón hacen que también tengan
cierto valor como diurético osmótico, eliminándose por orina el 60% de la dosis
perfundida en las primeras 24 horas tras su administración. Actualmente, no se
encuentran disponibles en el mercado.
Dextranos
Son polisacáridos sintéticos compuestos por residuos lineales de glucosa de un
peso molecular medio de 70.000 Da. El tamaño de las partículas determina su
presencia en el torrente sanguíneo y, por tanto, la duración de su efecto. El dextrano 40 contiene partículas con pesos moleculares entre los 10.000 y los 80.000
Da, mientras que el dextrano 70 contiene partículas con pesos moleculares entre
los 40.000 y los 100.000 Da. La vida media de las partículas con pesos moleculares entre 14.000-18.000 Da es de 15 minutos, mientras que partículas superiores
a los 55.000 Da tienen una vida media de varios días. En general, solo el 30% del
dextrano 70 permanece en la circulación durante más de 24 horas. Las soluciones
de dextrano son soluciones hiperoncóticas y cada gramo expande el compartimento intravascular en 25 ml aproximadamente.
La utilización de dextranos en medicina humana ha sido asociada a diversos
efectos adversos como reacciones anafilácticas, insuficiencia renal e interferencias
en la función plaquetaria, por lo que actualmente no se encuentran disponibles
en el mercado.
Hidroxietilalmidón (HEA)
Este coloide polidisperso está compuesto principalmente por amilopectina
(98%). La amilopectina debe estar hidroxietilada para reducir el grado de hidrólisis por la amilasa y prevenir así la degradación y eliminación prematuras.
El enlace de los grupos éter del hidroxietil a las unidades de glucosa enlentece la
degradación por parte de la amilasa. Las subunidades de glucosa están hidroxietiladas en los carbonos 2, 3 y 6, siendo el índice de sustitución molar el número
de grupos hidroxietilados por unidad de glucosa. El patrón de sustitución puede
178
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
variar dependiendo del proceso de producción, y la sustitución del carbono dos es
la más efectiva para reducir la hidrólisis intravascular. El hidroxietilalmidón viene
caracterizado por su peso molecular, su índice de sustitución molar y el índice C2/
C6 de hidroxilación. El hidroxietilalmidón contiene moléculas de diferente peso
molecular que van desde los pocos miles de daltons (2.000 Da) a varios millones
(2.500.000 Da). Un hidroxietilalmidón con peso molecular medio entre 100-300
kDa es el que parece tener el mejor compromiso entre grado de expansión vascular y duración de la acción. Este rango es el que tiene menores efectos sobre
la coagulación y es el que minimiza las pérdidas en pacientes con permeabilidad
capilar incrementada.
Las propiedades farmacológicas de este coloide están directamente relacionadas
con el tamaño y el índice de sustitución molar (número de grupos hidroxietil
por molécula de glucosa). Un mayor grado de sustitución resulta en una menor
tasa de degradación y eliminación de la molécula. La duración de la expansión
plasmática generada por el hidroxietilalmidón es, en cualquier caso, muy prolongada, de modo que hasta un 40% de la cantidad perfundida permanece en la
circulación transcurridas 24 horas.
Algunos de los productos comerciales disponibles en nuestro país poseen un tamaño molecular de entre 40.000-100.000 Da. La dosis recomendada para soporte coloidal en infusión continua es de 10-20 ml/kg/día.
A la hora de escoger un coloide para una situación clínica concreta debe tenerse
en cuenta el efecto oncótico inicial y la duración de su efecto. Aquellos cuyo
efecto expansor es mayor, presentan un menor tamaño molecular (dextranos o
gelatinas) y son rápidamente eliminados de la circulación.
Estudios comparativos realizados en pacientes
con permeabilidad capilar incrementada
sugieren que el hidroxietilalmidón es el
coloide que presenta mayores ventajas.
Aunque en teoría los coloides tienen muchas ventajas sobre los cristaloides, estas
ventajas son menos evidentes en su utilización diaria. En teoría, permiten realizar
un tratamiento con fluidos en menor tiempo, evitan una excesiva hemodilución e
impiden el riesgo de aparición de edemas si los comparamos con los cristaloides.
Sin embargo, si los coloides tienen un efecto real positivo en la reducción de las
tasas de mortalidad y morbilidad respecto a los cristaloides, está todavía en discusión. La información disponible hasta la fecha es muy controvertida al respecto.
6. FLUIDOTERAPIA
179
A pesar de ello, aparecen diferentes situaciones clínicas donde su utilización debe
considerarse: en casos de disminución marcada de la presión coloidosmótica por
hipoalbuminemia, en situaciones de hemorragias agudas o quemaduras extensas,
durante la cirugía y cuando hay alteraciones en la permeabilidad vascular (sepsis).
Los coloides son más caros que los cristaloides y pueden comportar serios efectos
secundarios: reacciones de hipersensibilidad (< 0,4%), fallo renal (dextranos),
coagulopatías, disfunciones del sistema reticuloendotelial y sobrecarga circulatoria (especialmente con las soluciones hiperoncóticas).
Debido a los efectos secundarios, se consideran
productos relativamente contraindicados en pacientes
cardiópatas o con patología pulmonar o renal.
Solución salina hipertónica (NaCl 7,5%)
La solución salina hipertónica al 7,5% (SH) es la más utilizada. Su osmolaridad
es de 2.400 mOsm/l (ocho veces superior a la plasmática). A dosis de 4-7 ml/kg
en perros y 2-4 ml/kg en gatos y administrado durante 3-5 minutos genera una
respuesta hemodinámica similar a la administración de 60-90 ml/kg de cristaloide isotónico de reemplazo. Es, por tanto, un fluido a considerar en el tratamiento
del shock por su marcado efecto expansor plasmático. Dicha expansión del CEC
resulta del desplazamiento de agua corporal desde el CIC, así que una de las desventajas es que también genera cierta expansión del compartimento intersticial,
una vez que la solución cristaloide se redistribuye. Por ello, aunque sus efectos
expansores son importantes, éstos son de corta duración, decayendo a los 30
minutos de finalizar la infusión.
Dada la elevada osmolaridad de esta solución puede resultar extremadamente
útil cuando se requiere una expansión del volumen intravascular muy rápida o
cuando la muerte secundaria a hipovolemia es inminente. También es especialmente útil en perros de gran tamaño o severamente hipovolémicos con acceso
limitado a las vías venosas disponibles, si se pretende restablecer el volumen circulatorio efectivo con rapidez.
Para prolongar su duración se suele utilizar de forma simultánea con hidroxietilalmidones. La combinación de SH y soluciones coloidales iso o hiperoncóticas
parece ser la más adecuada en el paciente con traumatismo craneal que requiere
180
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
una expansión rápida del volumen intravascular. En estos animales esta combinación parece presentar la mejor relación entre el incremento de la presión arterial
y la minimización del incremento de la PIC, pudiendo optimizar la presión de
perfusión cerebral. Sin embargo, este aspecto de la utilización del SH continúa
siendo controvertido actualmente.
La utilización de SH tiene ciertas e importantes contraindicaciones:
• Los animales que sufren deshidratación pueden no tener una reserva de fluidos intersticial o intracelular suficiente como para ser movilizada. De hecho,
diversos estudios han determinado mayores tasas de mortalidad con la utilización de SH en pacientes deshidratados.
• En casos de hipernatremia o hiperosmolaridad está contraindicada debido
a los rápidos y agresivos efectos de la fluidoterapia con SH. Hay que tener
cuidado con la posibilidad de sobrecarga del sistema circulatorio, especialmente ante un paciente con patología cardiaca o pulmonar. La infusión
rápida de SH en animales cardiópatas puede incluso generar arritmias ventriculares.
• Si el animal sufre hemorragias agudas no controladas, la experiencia clínica y la evidencia experimental confirman que expansiones rápidas del
volumen intravascular en estos pacientes provocan mayores tasas de mortalidad. Este tipo de hemorragias suele aparecer en animales con sangrado en la cavidad abdominal o pulmón. Este último tipo de pacientes es
especialmente sensible a la expansión agresiva. Así que la utilización de
SH o cualquier otro método de fluidoterapia agresiva en el paciente con
sangrado pulmonar están contraindicados.
Soluciones de dextrosa
(glucosado 5% y glucosado 50%)
Aunque la osmolaridad de la solución de glucosado al 5% es de 252 mOsm/l, la
glucosa es rápidamente metabolizada por las células, por lo que la infusión de
este producto es exactamente equivalente a la infusión de agua (agua libre sin
solutos asociados). Dado que el agua libre sale rápidamente del compartimento
vascular y se distribuye por todo el organismo, no son fluidos eficaces para lograr
la expansión del volumen intravascular y su utilización no está indicada en el tratamiento de la hipoperfusión. Además, la infusión rápida de fluidos hipotónicos
puede generar severas diluciones de los electrolitos séricos.
6. FLUIDOTERAPIA
181
La solución de dextrosa al 5% no debe
utilizarse como fluido para mantenimiento ni
administrarse subcutáneamente, porque puede
causar el desplazamiento de electrolitos y
disminuir el volumen circulatorio circulante.
Por lo que hace referencia a la solución de dextrosa al 50%, se trata de una
solución hipertónica. Su utilización se limita a la suplementación de fluidos cristaloides, al tratamiento de urgencia de la hipoglucemia y a la formulación de
nutrición parenteral.
Soluciones de mantenimiento
(0,45% NaCl + 2,5% dextrosa)
La solución salina 0,45% NaCl es un excelente fluido de mantenimiento si se
suplementa convenientemente con dextrosa y cloruro potásico. Los fluidos de
mantenimiento están diseñados para cubrir y reemplazar las pérdidas de agua y
electrolitos que se producen normalmente en el organismo cada día. Un animal
sano elimina diariamente entre 40-60 mEq/l de sodio y 15-20 mEq/l de potasio en
su orina. Si se utilizan soluciones cristaloides de reemplazo (RL, SSF, SR) de forma
continuada, pueden aparecer hipernatremia y pérdidas incrementadas de potasio
que deriven finalmente en hipopotasemia.
La solución salina 0,45% NaCl es también el fluido de elección para pacientes
con predisposición a la retención de sodio, como animales con fallo cardiaco
congestivo o con enfermedad hepática grave. En casos de hipernatremia, también puede estar indicada su administración. Cuando el nivel de sodio excede de
156 mEq/l debe plantearse su utilización o la de glucosado al 5%.
Soluciones de bicarbonato
La utilización de soluciones de bicarbonato es controvertida hoy en día. Actualmente se considera que una correcta fluidoterapia con cristaloides puede corregir
la mayoría de estados acidóticos que presente el paciente, y que la utilización
empírica de soluciones de bicarbonato sódico genera con frecuencia sobrecorrecciones o complicaciones añadidas.
182
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
La administración de bicarbonato tiene diferentes efectos adversos:
• Incrementa la producción endógena de CO2.
• Favorece el desplazamiento del potasio desde el CEC al CIC.
• Incrementa la osmolaridad del CEC y expande su volumen.
• Desplaza la curva de disociación de la hemoglobina hacia la izquierda,
dificultando la captación de oxígeno por parte de los tejidos.
• Puede generar acidosis paradójica cerebral o alcalemia iatrogénica refractaria.
La utilización de bicarbonato sódico puede estar justificada si:
• La concentración medida de bicarbonato es inferior a 8-10 mEq/l.
• La utilización de insulina en pacientes cetoacidóticos no permite controlar
una acidemia de riesgo vital.*
• Existe toxicidad por presencia masiva de otros ácidos en el organismo (salilcilatos o etilenglicol).
• Presencia de hipotensión severa asociada a acidemia de riesgo vital (pH ≤ 7,1).
La cantidad de bicarbonato a administrar puede calcularse utilizando
la siguiente fórmula:
Déficit de base (BE) = (12 - bicarbonato medido)
Déficit de bicarbonato = Déficit de base (BE) x 0,4 x p.v. (kg)
El cálculo del déficit de bicarbonato siguiendo la fórmula indicada evita la administración excesiva de bicarbonato sódico, y minimiza la posibilidad de una
alcalosis metabólica iatrogénica. Esta fórmula asume que parte de la corrección
viene dada por la administración concurrente de cristaloides. En cualquier caso,
la monitorización de los niveles de bicarbonato es absolutamente necesaria, y
cuando se acerquen a 12 mEq/l debe cesarse su administración. Cabe destacar
que esta administración tiene que ser cuidadosa porque se trata de un fluido muy
hipertónico (1.500 mOsm/l) y una administración rápida podría derivar en hipercapnia, en elevados niveles de dióxido de carbono en la circulación coronaria y
exponer, por tanto, al paciente a una posible parada cardiorrespiratoria.
*La utilización de bicarbonato sódico en el tratamiento del paciente cetoacidótico es controvertida.
Cuando se inicia el tratamiento con insulina, los cetoácidos (acetona, ácido β-hidroxibutírico y
acetoacetato) son sometidos a metabolismo oxidativo, lo que conlleva la producción final de agua y
dióxido de carbono.
H2O + CO2 ⇄ H2CO3 ⇄ H+ + HCO3Considerando la reacción de equilibrio del ácido carbónico, la utilización simultánea de bicarbonato
sódico e insulina en este tipo de pacientes puede conducir a la presencia de alcalosis metabólica
iatrogénica.
6. FLUIDOTERAPIA
183
CAPÍTULO 7
Fluidoterapia
avanzada. Shock
INTRODUCCIÓN
El término shock puede definirse funcional y conceptualmente como el síndrome
clínico derivado del fracaso en la síntesis energética celular. Comúnmente, este síndrome aparece de forma secundaria a fenómenos de hipoperfusión tisular asociados a un flujo sanguíneo insuficiente o a una mala distribución del mismo. En estos
casos el transporte de oxígeno efectivo (DO2) no es capaz de satisfacer el nivel de
consumo tisular (VO2), por lo que dicho tejido entra en situación de hipoxia celular. A pesar de que, teóricamente, las alteraciones metabólicas (hipoglucemia) y las
situaciones de hipoxemia (anemia) pueden conducir al animal a una situación de
shock, en la mayoría de pacientes de urgencias este síndrome es el resultado de una
reducción severa del DO2. La reducción del DO2 está ocasionada, principalmente,
por una o más de las siguientes situaciones: pérdida de volumen intravascular
(shock hipovolémico), mala distribución del volumen vascular (shock distributivo) o bien fallo de la bomba cardiaca (shock cardiogénico). Aunque por razones
didácticas en este capítulo los diferentes tipos de shock serán tratados de forma
independiente, en la práctica muchos pacientes de urgencias presentan simultáneamente mecanismos de shock combinados. El clínico debe tener en cuenta este
aspecto en su aproximación diagnóstica y terapéutica (cuadro 1).
En función de la información recogida en la historia clínica del paciente, el veterinario puede diferenciar las diferentes y posibles causas del shock. El reconocimiento
rápido del estado hemodinámico del animal según los hallazgos de exploración y los
resultados de los parámetros de perfusión tisular son el punto de partida para poder
iniciar un tratamiento apropiado. Una terapia rápida, agresiva, orientada a tratar
el proceso causal y una adecuada monitorización optimizan las posibilidades para
poder ofrecer un pronóstico favorable al paciente y, por extensión, al propietario.
7. FLUIDOTERAPIA AVANZADA. SHOCK
185
CUADRO 1.
Ejemplos y clasificación funcional de los tipos de shock.
Hipovolémico: disminución del volumen sanguíneo circulante
Hemorragia (externa o interna)
Deshidratación severa (poliuria/polidipsia, vómitos, diarreas, quemaduras, etc.)
Traumatismo
Cardiogénico: disminución en el flujo anterógrado desde el corazón
Fallo cardiaco congestivo
Arritmias
Taponamiento cardiaco
Fármacos (anestésicos, β-bloqueantes, bloqueantes de los canales de calcio, etc.)
Distributivo: disminución de la resistencia vascular sistémica
Sepsis
Obstrucción (dirofilariosis, trombosis arterial)
Anafilaxis
Metabólico: mecanismos de síntesis energética celular comprometidos
Hipoglucemia
Intoxicación por cianuro
Disfunción mitocondrial
Hipoxia citopática (sepsis)
Hipoxémico: disminución del contenido arterial de oxígeno (CaO2)
Anemia
Enfermedad pulmonar grave
Intoxicación por monóxido de carbono
Metahemoglobinemia
PRESENTACIÓN CLÍNICA
Shock hipovolémico
Este tipo de shock suele verse asociado a pérdidas significativas de sangre (hemorragias externas o internas), pérdidas de fluidos extracelulares superiores a
los ingresos de agua y solutos (vómitos reiterados, diarreas, poliuria) o pérdidas
internas del volumen plasmático secundarias a procesos de exudación o trasudación de fluidos desde el espacio intravascular.
186
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
Independientemente de la causa originaria, en condiciones de hipovolemia se
produce una disminución del retorno venoso, lo que inicia toda una serie de
mecanismos compensatorios destinados a restituir el volumen circulatorio efectivo. En primer lugar, se produce un incremento de la actividad simpática, la
cual conlleva fenómenos de vasoconstricción e incremento de la frecuencia y
contractilidad cardiaca y, consecuentemente, del gasto cardiaco. La vasoconstricción extrema de la microcirculación promueve el trasvase de fluidos desde
el espacio intersticial e intracelular al intravascular. Paralelamente, la propia
reducción del volumen circulante activa el sistema renina-angiotensina-aldosterona y la liberación de ADH. Esto se traduce en una significativa retención de
sodio y agua por parte del organismo. Dado que el resultado final de todas estas
medidas es la restitución del volumen intravascular, los signos de shock pueden
ser inicialmente muy sutiles y solo ser clínicamente evidentes cuando fracasan
los mecanismos de compensación (fig.1).
Figura 1. Paciente canino en shock.
La hipovolemia, el grado de compromiso y su evolución pueden ser determinantes
en el pronóstico del paciente. Por ello, antes de comenzar el plan de fluidoterapia
el clínico debe establecer cuál es el estado de perfusión del paciente basándose en:
• La evaluación del estado mental.
• El color de las membranas mucosas.
• El tiempo de relleno capilar.
• La presión del pulso (amplitud y duración).
• La frecuencia cardiaca.
• La auscultación cardiaca.
• La temperatura central.
• El diferencial de temperatura central-periférica.
7. FLUIDOTERAPIA AVANZADA. SHOCK
187
En la hipovolemia no complicada los parámetros de perfusión tienden a cambiar
de forma predecible; sin embargo, la tabla 1 adjunta solo debe considerarse a
título orientativo.
TABLA 1.
Signos clínicos asociados a las diferentes fases del shock hipovolémico en el perro.
SIGNOS CLÍNICOS
LIGERO
(COMPENSADO)
MODERADO
SEVERO
(DESCOMPENSADO)
Estado mental
Temperatura
Depresión moderada
Depresión
Depresión marcada
Normotermia
Hipotermia
Hipotermia severa
Frecuencia cardiaca (ppm)
130-150
150-170
170-220
Membranas mucosas
Rosadas-congestivas
Rosadas-pálidas
Blancas-grisáceas
TRC (s)
<1
2
>2
Amplitud de pulso
Incrementada
Disminuida
Muy disminuida
Muy disminuida
Duración de pulso
Ligeramente disminuida
Disminuida
Pulso metatarsiano
Fácilmente palpable
Palpable
No palpable
Presión arterial
Normal
Disminuida
Muy disminuida
Niveles de lactato (mmol/l)
3-5
5-8
>8
1) Inicialmente el paciente hipovolémico puede presentar depresión moderada
del estado mental, taquipnea, taquicardia, buena coloración de mucosas
con TRC normal o acortado, buena presión del pulso y presión arterial
dentro de la normalidad, pero con hipotermia distal (extremidades frías).
2) En el estadio compensatorio de la hipovolemia no complicada, los perros
desarrollan taquicardia moderada de entre 130-150 ppm. Este incremento
en la frecuencia cardiaca, junto a la disminución del volumen sanguíneo, se
produce en presencia de una mayor contractilidad cardiaca, lo que genera
un perfil de presión del pulso más estrecho y amplio de lo normal. Esta
presión del pulso presentará un perfil mayor del que presentaría un paciente
taquicárdico pero no hipovolémico. En la hipovolemia compensadora, el
pulso metatarsiano debería ser todavía palpable. Las membranas mucosas
deberían estar más rosadas de lo normal con un TRC menor de un segundo.
3) El incremento en la frecuencia cardiaca detectado en perros con hipovolemia es, sorprendentemente, independiente del peso vivo corporal. La hipovolemia severa genera frecuencias de 170-220 ppm. Frecuencias cardiacas
superiores deberían hacer sospechar al clínico de arritmias primarias y no
presuponer que son consecuencia directa de la hipovolemia. Frecuentemente, los sonidos cardiacos también se ven atenuados en casos de hipovolemia
severa.
188
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
4) Conforme el compromiso de la perfusión sistémica aumenta, los mecanismos de compensación son insuficientes y comienzan a fracasar. Los signos
de esta situación son la progresión del paciente hacia un estado mental de
marcada depresión, palidez de mucosas, pobre calidad del pulso periférico
y disminución de la presión arterial.
En la fase descompensada del shock hipovolémico
la importante reducción de la perfusión tisular
puede conducir al animal al fallo multiorgánico
y finalmente a la muerte.
Durante la evaluación de este tipo de pacientes, la valoración de su estado de
perfusión debe ser continua e integrada, es decir, teniendo en cuenta el conjunto
de valores obtenidos en cada momento. El lactato es uno de los parámetros analíticos, hoy en día de fácil determinación, que nos puede ayudar en la valoración de
estos pacientes y en su seguimiento con la fluidoterapia. Cuando existe hipoperfusión tisular se produce un incremento en la producción de lactato en los tejidos
y una disminución en su eliminación, por lo que es posible detectar incrementos
de los niveles de lactato en sangre. Por lo general, en el paciente sano los niveles
de lactato suelen ser inferiores a 2,5 mmol/l y en el hipoperfundido superiores a
3 mmol/l. Tanto en medicina humana como en veterinaria, la determinación de
lactato en el paciente hipovolémico y su evolución durante el tratamiento con
fluidos tienen valor pronóstico. En medicina veterinaria se considera que niveles
de lactato mayores o iguales a 10 mmol/l, incluso después del tratamiento pertinente con fluidos, o niveles persistentemente altos de lactato son indicativos de
un mal pronóstico.
Shock cardiogénico
Este tipo de shock se define por un inadecuado metabolismo celular secundario a
disfunción cardiaca, en ausencia de deficiencias del volumen intravascular. En la
mayoría de los casos este síndrome viene determinado por la presencia de disfunción cardiaca, diastólica o sistólica, y se caracteriza clínicamente por anomalías
hemodinámicas como:
• Taquicardia.
• Volumen minuto disminuido.
• Gasto cardiaco disminuido.
7. FLUIDOTERAPIA AVANZADA. SHOCK
189
•
•
•
•
Hipotensión.
Incremento de la resistencia vascular sistémica.
Incrementos de la presión auricular derecha y de la arteria pulmonar.
Incremento de la presión de oclusión de la arteria pulmonar.
La consecuencia final de todos estos cambios patológicos es una perfusión tisular
disminuida y una presión venosa pulmonar incrementada, lo que se traduce en la
aparición frecuente de edema pulmonar y disnea.
En muchas ocasiones los problemas cardiacos pueden asociarse a disfunción sistólica (fallo contráctil), mecánica, diastólica o a la presencia de arritmias:
• La causa más común de disfunción sistólica es la cardiomiopatía dilatada. La
disfunción sistólica secundaria al fallo mecánico es menos frecuente, aunque
algunas causas habituales son la estenosis subaórtica, la cardiomiopatía hipertrófica obstructiva y la regurgitación mitral secundaria a rotura de cuerda
tendinosa.
• La disfunción diastólica puede presentarse en casos de taponamiento cardiaco, cardiomiopatía hipertrófica y taquiarritmias.
• Las bradiarritmias severas, tales como el bloqueo auriculoventricular de grado III o el síndrome del seno enfermo pueden dar lugar a una disminución
severa del gasto cardiaco y, por ende, a la presencia de signos de shock cardiogénico.
Así pues, la presentación clínica del shock cardiogénico se caracteriza por la presencia simultánea de signos de shock y de disfunción cardiaca. El paciente con
este tipo de shock puede presentar depresión mental o desorientación, extremidades frías, palidez de mucosas y prolongación del TRC debido a la intensa vasoconstricción. La presencia de taquipnea concurrente es frecuente debido al fallo
cardiaco congestivo o a la alcalosis respiratoria compensatoria.
En casos de fallo cardiaco retrógrado y enfermedad parenquimatosa pulmonar
o pleural concurrentes, el paciente puede presentar disnea severa y cianosis. En
estos pacientes la presencia de taquicardia es frecuente (salvo que la bradiarritmia
sea la causa del shock) y suele estar asociada a la respuesta simpática consecuente
al fallo cardiaco congestivo o a la presencia de taquiarritmias graves (supra o
ventriculares).
190
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
• Si hay dificultades para auscultar el latido cardiaco, primero se debe
descartar la posibilidad de derrame pericárdico.
• Si el paciente presenta fallo cardiaco congestivo, la auscultación puede
revelar crepitaciones secundarias a un edema pulmonar.
• Si los campos pulmonares no son audibles en regiones ventrales del
tórax, puede sospecharse de derrame pleural.
• En ocasiones, los soplos o ritmos de galope pueden orientar al clínico
sobre la posibilidad de implicación cardiaca en el compromiso de la
perfusión tisular.
• La ausencia de sincronía entre la auscultación cardiaca y la palpación
del pulso femoral puede denotar déficit de pulso y arritmias.
En la mayoría de los pacientes con shock cardiogénico, la historia y la exploración clínicas sugieren la presencia de algún tipo de disfunción cardiaca. La auscultación cardiaca y pulmonar del animal debe ser detallada.
En pacientes con shock cardiogénico suelen presentarse evidencias analíticas
(azotemia, desequilibrios ácido-base, hipoxemia) y sintomáticas (anuria, diarrea,
etc.) de la perfusión tisular insuficiente. En el caso de los gatos, la hipotermia
puede ser útil para diferenciar el fallo cardiaco de otras causas de disnea. La realización de pruebas de diagnóstico por imagen y el registro electrocardiográfico
pueden ayudar a caracterizar el estado del paciente, determinar su etiología y
monitorizar su respuesta al tratamiento. El pronóstico es reservado en cualquier
caso, pero un diagnóstico rápido y una apropiada intervención terapéutica pueden ser decisivos.
Shock distributivo
Este tipo de shock se produce cuando existe una mala distribución del flujo sanguíneo circulante que conlleva la disminución de la resistencia vascular sistémica,
la hipoxia tisular y el metabolismo anaerobio celular. Suele presentarse en pacientes con síndrome de respuesta inflamatoria sistémica (SIRS) o sepsis. El SIRS puede aparecer asociado a procesos de tipo traumático, quemaduras, pancreatitis,
golpes de calor, neoplasias o causas de origen infeccioso (bacterias, virus, hongos,
rickettsias o espiroquetas).
7. FLUIDOTERAPIA AVANZADA. SHOCK
191
Concretamente, cuando la inflamación sistémica va asociada a un proceso infeccioso se denomina sepsis . Los términos sepsis, sepsis severa y shock séptico hacen
referencia al conjunto de respuestas sistémicas y compromiso tisular creciente
asociados a la presencia de infección.
El shock séptico se define come el síndrome clínico asociado a la sepsis, caracterizado por el fracaso circulatorio agudo y la hipotensión refractaria a la recuperación del volumen intravascular. La presentación, progresión y respuesta a la terapia del shock séptico está íntimamente ligada a la propia progresión del proceso
inflamatorio sistémico, a la alteración endotelial y a la consecuente activación de
la cascada de coagulación y vías del complemento.
Aparte de por la pérdida del tono vascular, este síndrome clínico se caracteriza
por el incremento de la permeabilidad capilar, la alteración de la microcirculación
y la hipotensión. Este compromiso circulatorio conlleva la aparición de hipoperfusión, isquemia tisular, fallo orgánico y muerte.
Como se ha mencionado con anterioridad, en el proceso inflamatorio (por extensión del proceso séptico) y en el compromiso circulatorio asociado pueden
establecerse diferentes estadios que se clasifican a continuación.
Fase hiperdinámica
La presencia de signos clínicos en esta fase están asociados al proceso inflamatorio sistémico. Sin embargo, el paciente puede parecer hemodinámicamente
estable gracias a la activación de la respuesta neurohormonal (catecolaminas,
ACTH, glucocorticoides, glucagón) y de los mecanismos fisiológicos compensatorios asociados.
Así pues, en estadios iniciales puede presentarse una fase hiperdinámica o hipermetabólica que se caracteriza por taquicardia, taquipnea, pirexia, pulso hiperdinámico e hiperemia en mucosas (secundaria a la vasodilatación mediada por
citoquinas, óxido nítrico y otros mediadores inflamatorios).
En el caso de la especie felina, la fase hiperdinámica del shock séptico raramente
es apreciada por el clínico. Además, a diferencia de lo que ocurre en el perro,
los cambios en la frecuencia cardiaca de los gatos con shock séptico son impredecibles. Pueden manifestar tanto taquicardia como bradicardia, aunque sí se
ha documentado una tendencia a la bradicardia e hipotensión refractarias en
192
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
condiciones de hipotermia severa. Por lo general, los gatos presentan palidez de
mucosas (ictericia en ocasiones), pulso débil, extremidades frías, hipotermia y
debilidad generalizada o colapso.
Fase descompensada temprana
Si el cuadro inflamatorio progresa, la respuesta compensatoria del animal decae,
con lo que éste comienza a presentar signos de hipoperfusión e hipotensión. El
paciente con esta fase del shock séptico presenta signos de bajo gasto cardiaco
e hipoperfusión, debido a los efectos depresores de las citoquinas en el músculo
miocárdico y en los vasos sanguíneos. La recirculación preferencial del flujo sanguíneo a nivel cardiaco y cerebral conlleva la hipoperfusión general y la distribución heterogénea del mismo en la piel, riñón, tracto gastrointestinal, pulmón
e hígado. En esta fase, además, progresa la disfunción endotelial y se activa la
serie leucocitaria con el sistema hemostático, por lo que pueden formarse microtrombos y obstruirse capilares, interfiriendo aún más en la perfusión de órganos
y tejidos. El transporte y captación de oxígeno en las células todavía se ve más
comprometido al comenzar con fenómenos de edema intersticial tisular secundarios al incremento de la permeabilidad vascular.
La manifestación clínica de este estadio en el animal se caracteriza por taquicardia, palidez de mucosas (ictericia en ocasiones), prolongación del TRC, hipotermia, pobre calidad del pulso y depresión severa del estado mental. En esta
fase el paciente presenta evidencias analíticas de mala oxigenación tisular (hiperlactatemia, disminución de la saturación venosa central o mixta de oxígeno) y
evidencias clinicopatológicas de disfunción orgánica (azotemia, oliguria, anuria,
hiperbilirrubinemia, coagulación intravascular diseminada, etc.). En esta fase la
respuesta a la fluidoterapia, soporte inotrópico y vasopresores es con frecuencia
insuficiente o no logra unos resultados aceptables.
Fase descompensada tardía
La fase hipodinámica del shock séptico constituye el estado descompensado final de la sepsis y, sin intervención clínica eficaz, deriva necesariamente en una
lesión tisular grave, fallo orgánico y muerte. El cerebro y el corazón pierden su
capacidad para mantener el nivel de flujo sanguíneo preferencial, se produce una
pérdida total del control del tono vasomotor y la contractilidad cardiaca se ve
seriamente comprometida. La hipoperfusión renal conlleva la aparición de anuria
7. FLUIDOTERAPIA AVANZADA. SHOCK
193
y la progresión del daño inflamatorio en la membrana alveolocapilar pulmonar deriva en insuficiencia respiratoria y edema pulmonar de origen inflamatorio
(síndrome de distrés respiratorio agudo, SDRA).
Clínicamente, el paciente presenta estupor o coma, palidez de mucosas, ausencia
o severa prolongación del TRC, presión del pulso inapreciable e hipotermia refractaria (tabla 2).
TABLA 2.
Signos clínicos en los diferentes estadios del shock séptico en el perro.
SIGNOS CLÍNICOS
FASE
HIPERDINÁMICA
FASE
DESCOMPENSADA
TEMPRANA
FASE
DESCOMPENSADA
TARDÍA
Estado mental
Depresión moderada
Depresión
Estupor-coma
Temperatura
Fiebre
Hipotermia
Hipotermia severa
Taquicardia-bradicardia
Frecuencia cardiaca
Taquicardia
Taquicardia
Frecuencia respiratoria
Taquipnea
Taquipnea
Taquipnea-disnea
Membranas mucosas
Congestivas
Congestivas
Congestivas-pálidas
TRC (s)
<1
>2
Ausente
Amplitud de pulso
Incrementada
Disminuida
Muy disminuida
Muy disminuida
Duración de pulso
Ligeramente disminuida
Disminuida
Pulso metatarsiano
Fácilmente palpable
Palpable
No palpable
Presión arterial
Normal-incrementada
Hipotensión
Hipotensión refractaria
Shock metabólico
Este tipo de shock puede presentarse cuando, a pesar de que los tejidos muestren
una adecuada perfusión y oxigenación, existan problemas intracelulares que interfieren en la producción de energía.
Como ejemplo de shock metabólico, el caso de un paciente con sepsis en el que,
además de los efectos derivados de los diferentes mediadores vasoactivos y productos de la degradación celular, se producen interferencias a distintos niveles en
los intermediarios del metabolismo energético celular. Otros ejemplos de shock
metabólico son la intoxicación por cianuro donde se producen interferencias en
la fosforilación oxidativa mitocondrial, el golpe de calor donde la tasa metabólica
excede la capacidad propia del paciente de proporcionar oxígeno y sustratos energéticos a la célula, e incluso la hipoglucemia donde se genera un aporte de sustrato
energético insuficiente al tejido cerebral.
194
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
Shock hipóxico
Este tipo de shock aparece cuando los tejidos están siendo adecuadamente perfundidos pero la captación o el contenido arterial de oxígeno es insuficiente.
• La hipoxemia (bajo porcentaje de la saturación de hemoglobina o bajo valor de la presión parcial de oxígeno en sangre debido a una patología pulmonar) o la anemia (bajo contenido arterial de oxígeno) son dos ejemplos
comunes de shock hipóxico.
• La metahemoglobinemia (oxidación de la hemoglobina) y la carboxihemoglobinemia (intoxicación por monóxido de carbono) generan una disminución en la capacidad de transporte de oxígeno de la hemoglobina y, por
tanto, pueden conllevar la aparición de shock hipóxico.
PROCEDIMIENTOS
DIAGNÓSTICOS Y
MONITORIZACIÓN
Existen diferentes procedimientos diagnósticos básicos que deben llevarse a cabo
en todo paciente con signos de shock para poder evaluar el grado de compromiso
orgánico y su posible etiología.
• Hemograma.
• Panel bioquímico completo.
• Perfil de coagulación.
• Análisis de orina.
• Determinación de los niveles de lactato.
• Análisis de gases sanguíneos (preferentemente arteriales).
Las pruebas de diagnóstico por imagen suelen
hacerse una vez estabilizado el paciente.
En el caso particular del shock cardiogénico y distributivo, la valoración del llenado ventricular, del espacio pericárdico y de la contractilidad cardiaca pueden
llevarse a cabo de forma rápida y poco estresante para el animal en el transcurso
de la consulta médica mediante un examen ecocardiográfico de urgencia.
7. FLUIDOTERAPIA AVANZADA. SHOCK
195
Teniendo en cuenta que la magnitud del déficit de oxígeno tisular es un buen indicador pronóstico en estos pacientes, toda medida de monitorización va a estar
encaminada a evaluar minuciosamente este aspecto. El siguiente cuadro 2 muestra los componentes que condicionan el transporte de oxígeno a los tejidos (DO2)
y la interrelación existente entre los parámetros de funcionalidad cardiovascular.
CUADRO 2.
Factores que condicionan la determinación de la oxigenación y perfusión de los tejidos.
Perfusión
visceral
PERFUSIÓN
CEREBRAL
Y CORONARIA
RVS
Presión arterial
sanguínea
Volumen minuto
Gasto
cardiaco
DO2
Precarga
EDVI, PVC, POAP
Contractilidad
FE
Poscarga
IRVS, PAM
Frecuencia
cardiaca
Oxígeno
venoso
Hemoglobina
VO2
CaO2
SaO2
SaO2: saturación arterial de oxígeno.
POAP: presión de oclusión de la arteria pulmonar.
CaO2: contenido de O2 arterial.
RVS: resistencia vascular sistémica.
VO2: volumen de O2 en sangre.
IRVS: índice de resistencia vascular sistémica.
DO2: transporte de O2 a los tejidos.
FE: fracción de eyección.
EDVI: índice de volumen diastólico final.
PAM: presión arterial media.
PVC: presión venosa central.
1) Frecuencia cardiaca: aunque la detección de una frecuencia cardiaca anormal no siempre es indicativa de fracaso cardiovascular, la presencia de taquicardia o bradicardia con evidencias de un DO2 disminuido deben hacer
sospechar al clínico de la presencia de algún problema subyacente.
2) Contractilidad: la fracción de acortamiento puede medirse en función de la
fracción de eyección y estimarse mediante ecocardiografía. Si se aprecia una
contractilidad disminuida en presencia de un volumen circulante normal,
el clínico deberá valorar la posibilidad de incorporar al tratamiento algún
fármaco inotrópico: dobutamina, dopamina o amrinona.
196
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
3) Precarga: la terapia con fluidos es la base del tratamiento del shock y, por
tanto, la forma primordial de modificar la precarga existente. La medición
de la precarga puede realizarse mediante la determinación de la presión
venosa central, la evaluación ecocardiográfica (volumen diastólico final del
ventrículo derecho) o mediante la medición de la POAP utilizando un catéter en la arteria pulmonar. El volumen diastólico final del ventrículo derecho
es el parámetro más fiable. Ante la presencia de indicadores de perfusión
reducida (hipotensión, anuria, oliguria) el clínico debe asegurarse de que
la precarga (volemia o volumen efectivo circulante) es la adecuada antes de
plantear el tratamiento con vasopresores.
4) Hemoglobina: en condiciones de hemorragia aguda es deseable restablecer
la concentración de hemoglobina en los valores similares previos a la pérdida de sangre. En el caso de pacientes con shock séptico, la membrana de
los eritrocitos puede resultar dañada por la acción de mediadores inflamatorios, por lo que su capacidad de deformación disminuye y la posibilidad
de oclusión microcirculatoria se incrementa. En tal caso, es preferible mantener cierto grado de dilución sanguínea y mejorar la circulación capilar.
Tradicionalmente, se ha recomendado mantener el hematocrito alrededor
del 25% en el paciente de urgencias, por lo que el clínico debe valorar cuál
es la pauta de fluidos o transfusión de hemoderivados más adecuada para
mantenerlo en el valor deseado.
5) PAM: si la presión arterial media o la presión arterial sistólica es baja
(< 65 mm Hg o < 90 mm Hg respectivamente) puede verse comprometido
el flujo sanguíneo y el animal encontrarse en un estadio avanzado del shock.
Sin embargo, la presencia de una presión arterial media normal o elevada
no se correlaciona necesariamente con un flujo sanguíneo adecuado. Si, a
criterio del veterinario, el paciente ha sido correctamente tratado con fluidos y la hipotensión persiste (como ocurre por ejemplo en el paciente séptico o en el paciente con shock hipovolémico descompensado avanzado),
debe considerarse la utilización de vasopresores (noradrenalina, dopamina,
vasopresina o terlipresina).
6) SaO2: la curva de disociación de la hemoglobina demuestra que el porcentaje de hemoglobina saturada (SaO2) viene influenciado por la temperatura, el pH, la PaCO2, y la concentración eritrocitaria de 2,3-difosfoglicerato
(DPG). La curva se desvía a la derecha cuando se incrementan las concentraciones de 2,3-DPG, y existe acidosis, hipertermia o hipercapnia. Tal situación disminuye la afinidad de la hemoglobina por el oxígeno y mejora su
captación por parte de los tejidos. La mejora de la SaO2 puede conseguirse
al aumentar la FiO2, adoptando la técnica de oxigenoterapia más apropiada
a la situación del paciente.
7. FLUIDOTERAPIA AVANZADA. SHOCK
197
Otras variables a monitorizar en el paciente en shock son el lactato y la producción de orina (output de orina). La concentración de lactato está directamente
relacionada con la tasa de glucólisis anaerobia (e indirectamente con la perfusión), pero niveles plasmáticos incrementados pueden estar también ocasionados
por tasas de eliminación inadecuadas o ante enfermedad hepática. Por lo general,
la mejora en los niveles de lactato es consecuencia de una mejor perfusión en el
paciente. La oliguria (producción de orina < 0,5 ml/kg/h) y la anuria son reflejo de
una perfusión renal insuficiente y pueden ser una medida indirecta para valorar
un gasto cardiaco deficiente.
Dada la mala distribución del flujo sanguíneo en situaciones de shock, se presenta
una reducción desproporcionada en el flujo sanguíneo de la circulación esplénica.
Los parámetros previamente mencionados pueden proporcionar una idea del estado de perfusión global del animal, pero no se relacionan necesariamente ni son
reflejo de la perfusión orgánica terminal. El tracto gastrointestinal es muy susceptible a la hipoperfusión porque no presenta una capacidad significativa para
incrementar el flujo sanguíneo en respuesta a la isquemia. Esto puede derivar en
translocación bacteriana, endotoxemia, liberación de mediadores inflamatorios
y, finalmente, fallo orgánico múltiple. La tonometría gástrica se ha utilizado para
medir el pH gástrico (pHi) y el desfase de CO2 (PgCO2), calculado este último en
función de la diferencia entre el CO2 gástrico y la PaCO2 o el ETCO2. De hecho,
ambos parámetros están considerados como buenos valores predictivos de mortalidad en medicina humana, estando relacionada su mejora o normalización con
incrementos en la supervivencia de este tipo de pacientes.
Así pues, la optimización de la perfusión y oxigenación tisular serán los objetivos
de la terapia en todo paciente con signos de shock. La monitorización deberá
ser suficiente y adecuada para poder anticipar, intervenir y registrar los efectos
de las decisiones terapéuticas del veterinario. La monitorización de parámetros
físicos y analíticos de perfusión, el registro electrocardiográfico, la presión arterial
y la pulsioximetría son medidas básicas que todo clínico debería considerar. La
monitorización de éstos y otros parámetros, como el nivel de lactato sanguíneo,
los índices de transporte sistémico de oxígeno (CO, CI, DO2, VO2, POAP, etc.),
la saturación venosa central de oxígeno (ScvO2) y la saturación venosa mixta de
oxígeno (SvO2), pueden completar la evaluación de la perfusión tisular.
198
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
TRATAMIENTO
El reconocimiento precoz y el rápido inicio de la terapia son esenciales para llevar
a cabo un tratamiento con éxito en el animal en shock. La eficacia de esta terapia puede verse comprometida por la necesidad de tomar decisiones rápidas, en
ocasiones sin tener una historia clínica completa del paciente o sin haber podido
finalizar los procedimientos diagnósticos iniciales. En todas las formas de shock,
excepto el cardiogénico, la fluidoterapia constituye la base de toda actuación. A
pesar de ello, un tratamiento insuficiente o excesivamente dilatado en el tiempo
puede conducir a un pronóstico desfavorable. La fluidoterapia excesiva o agresiva también puede dar lugar a consecuencias no deseadas como la coagulopatía
dilucional o el edema pulmonar. La combinación de factores como la raza, el
motivo de consulta o los hallazgos de exploración puede ayudar al clínico a identificar el tipo de shock y a evaluar, de forma seriada, los principales objetivos del
tratamiento en cada caso en particular. En la tabla 3 se indica una relación de
parámetros para la evaluación de los tratamientos de fluidoterapia en pacientes
en shock.
TABLA 3.
Objetivos generales del tratamiento con fluidos en el paciente en shock.
PARÁMETRO
VALOR
Estado mental
Alerta
Membranas mucosas
Tiempo de relleno capilar
Rosadas
<2s
Gatos: 180-220 ppm
Frecuencia cardiaca
Perros razas pequeñas:100-160 ppm
Perros razas grandes: 60-100 ppm
Frecuencia respiratoria
20-40 rpm
Presión arterial sistólica
> 100 mm Hg*
Presión arterial media
> 80-100 mm Hg*
Presión venosa central
5-10 cm H2O
Lactato
< 2,5 mmol/l
Producción de orina
Al menos 1-2 ml/kg/h
*En caso de hemorragia activa (no controlable) se aceptan PAM y PAS de 70 mm Hg
y 90 mm Hg respectivamente, mientras exista una mejoría de los signos clínicos
del paciente y no pueda controlarse de forma definitiva la hemorragia.
7. FLUIDOTERAPIA AVANZADA. SHOCK
199
Tratamiento del shock hipovolémico
El tratamiento del shock se debe basar en el reconocimiento temprano de la condición clínica de cada paciente, la restauración rápida del sistema cardiovascular
y la maximización de la DO2 tisular y de la síntesis energética celular.
Aunque con particularidades, la base terapéutica del shock hipovolémico radica
en el tratamiento con fluidos intravenosos. Existen diferentes fluidos con efecto expansor del volumen circulatorio: los cristaloides isotónicos, los cristaloides
hipertónicos y las soluciones coloidales sintéticas. Aunque en dosis apropiadas
todos ellos son igualmente efectivos en el manejo del shock, hay diferentes recomendaciones atendiendo a las condiciones propias del paciente, su grado de
deshidratación y la presencia o no de sangrado activo, lesiones cerebrales y/o
pulmonares (tabla 4).
TABLA 4.
Características de los distintos tipos de fluidos.
TIPO DE FLUIDO
VENTAJAS
• Bajo coste económico.
• Necesarios en deshidratación.
Cristaloides
isotónicos
• Elevada disponibilidad
por parte del clínico.
• Buena preservación en almacenaje.
(RL, SR, SSF)
DESVENTAJAS
• Necesidad de grandes
volúmenes de infusión.
• Fluidoterapia más prolongada.
• Mayor requerimiento técnico
(vías centrales multilumen,
catéteres largos, etc.).
• Riesgo de hipotermia.
• Riesgo de edema intersticial.
• Riesgo de hemodilución.
• Riesgo de recidiva por sangrado.
• Bajo coste económico.
• Menor duración del efecto expansor.
• Pequeños volúmenes necesarios
para rápida estabilización.
• Hipernatremia transitoria.
• Hipotensión, broncoconstricción
o arritmias con administraciones
rápidas.
Suero salino
hipertónico
• Minimización del riesgo
de edema intersticial.
(SH)
• Beneficios neurológicos, disminuye
la presión intracraneal.
• Riesgo de sobrecarga circulatoria.
• Efectos inmunomoduladores.
• Solución hiperosmolar.
• Beneficios cardiovasculares.
• Menores volúmenes necesarios para
lograr una rápida estabilización en
comparación con los cristaloides.
Coloides sintéticos
(HEA, dextranos)
• Minimización del riesgo
de edema intersticial.
• Mayor duración del efecto expansor.
• Incremento de la presión
coloidosmótica.
• Posible flebitis.
• Mayor coste económico.
• Riesgo de sobrecarga de volumen.
• Exacerbación de coagulopatías.
• Riesgo de reacciones alérgicas.
• Edema por vasculitis.
• Interferencia con pruebas cruzadas.
• Menor hemodilución.
200
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
El acceso vascular es esencial para el tratamiento efectivo de este síndrome, sin
embargo con frecuencia se ve dificultado por la intensa vasoconstricción y el
colapso del sistema circulatorio. Dado que la velocidad de infusión intravenosa
es proporcional al diámetro del catéter e inversamente proporcional a su longitud, se recomienda utilizar catéteres lo más cortos y de mayor diámetro posible.
El acceso vascular debe establecerse lo más rápidamente posible, por lo que el
acceso por disección (periférico e incluso central) o la utilización de más de una
vía pueden ser necesarios. Las venas cefálicas o safenas son las de mejor acceso.
Los catéteres centrales yugulares requieren más tiempo para su colocación y, con
frecuencia, no ofrecen ventajas adicionales respecto a los periféricos en el ámbito
de la urgencia de riesgo vital (la medición de la PVC con frecuencia no está indicada en la fase aguda de restablecimiento de la circulación). Cuando el acceso
vascular es imposible o requiere demasiado tiempo (pacientes muy pequeños), la
ruta intramedular es una excelente alternativa. La administración de fluidos por
vía medular puede ser tan rápida y efectiva como la intravascular.
TABLA 5.
Rangos de dosificación de fluidos en el paciente con shock hipovolémico.
TIPO DE FLUIDO
DOSIS TOTAL DE FLUIDOS
DE SHOCK
PERROS
Cristaloides isotónicos
GATOS
DOSIS PARCIAL DE BOLOS
DE CARGA
PERROS
GATOS
20-30 ml/kg
10-15 ml/kg
en 10-15 min
en 10-15 min
90 ml/kg
45-60 ml/kg
10-20 ml/kg
10-15 ml/kg
5 ml/kg en
10-15 min
en 10-15 min
Suero salino
hipertónico 7,5% (SH)
4-6 ml/kg
(5-10 min)
3-4 ml/kg
(5-10 min)
–
–
Coloides + hipertónico
7,5% (SH+HEA)
2-5 ml/kg
(5-10 min)
1-3 ml/kg
(5-10 min)
–
–
(RL, SR, SSF)
Coloides sintéticos
(HEA)
2,5 ml/kg
La selección de fluidos y la velocidad de administración dependerán de la situación del paciente y del grado de compromiso hemodinámico. En general, debe
asumirse que el tratamiento con fluidos debe realizarse de forma paulatina: administrando incrementos, reevaluando, cuantificando y determinando la cantidad
total de fluidos a administrar en función de la respuesta de cada tratamiento.
Algunas recomendaciones pueden consultarse en la tabla 4. En cualquier caso, es
recomendable administrar los fluidos mediante bombas de infusión, perfusores o
buretroles (figs. 2, 3 y 4).
7. FLUIDOTERAPIA AVANZADA. SHOCK
201
Figura 2. Bombas de infusión.
Figura 3. Buretrol.
Figura 4. Perfusor.
Soluciones cristaloides
Los cristaloides isotónicos de reemplazo (SSF, RL, SR) constituyen la base del
tratamiento con fluidos en la mayoría de pacientes con shock hipovolémico. Su
administración a velocidades máximas (90 ml/kg/h en perros; 50 ml/kg/h en gatos) equivale al suministro del volumen circulatorio del paciente. Deben considerarse velocidades de administración reducidas, más seguras, cuando se tratan
pacientes con patología cardiaca, renal o pulmonar. Como regla general, puede
considerarse inicialmente la administración de bolos de carga (tabla 5) o bien
utilizar velocidades de infusión de 45 ml/kg/h en el perro y de 35 ml/kg/h en el
gato. La composición de este tipo de fluidos (fundamentalmente agua y electrolitos) hace que la expansión del volumen vascular sea transitoria, se produzca una
redistribución de la mayor parte del volumen infundido en el compartimento
extracelular y solo permanezca en el compartimento intravascular un tercio del
202
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
volumen inicial, una vez transcurridos 30 minutos de la infusión. Aunque las
dosis totales de shock recomendadas para este tipo de fluidos son orientativas, la
cantidad final de volumen administrado en cada animal variará en función de la
respuesta del paciente y los objetivos del tratamiento con fluidos.
Debido al efecto de redistribución de este tipo de fluidos, su uso puede resultar limitante en pacientes con riesgo de sobrecarga circulatoria, disminución de la presión oncótica o alteraciones de la permeabilidad vascular. Así mismo, la administración de grandes cantidades de fluidos cristaloides o con elevadas velocidades
de infusión debe realizarse con precaución en pacientes con patología pulmonar
(edema, contusión, hemorragia, etc.), traumatismo craneoencefálico o sangrado
activo. En estos pacientes se recomienda llevar a cabo técnicas de fluidoterapia hipotensora o de volúmenes limitados, es decir, utilizar objetivos menos ambiciosos
donde se priorice la perfusión de los órganos vitales (cerebro, corazón, riñones)
o bien utilizar cantidades mínimas de fluidos. En animales en tales condiciones,
o con una respuesta inadecuada a la infusión de cristaloides, debe considerarse
la posibilidad de utilizar otras modalidades terapéuticas, diagnósticas y de monitorización. Como alternativas a la utilización de coloides sintéticos también se
pueden tener en cuenta: suero salino hipertónico, hemoderivados o soluciones
análogas de hemoglobina sintética (oxiglobina). La administración simultánea de
fluidos cristaloides isotónicos y soluciones coloidales e hiperosmóticas disminuye los requerimientos de cristaloides en 1/3 y 1/2 en comparación a su utilización
como único fluido en el tratamiento de fluidoterapia.
Soluciones coloides
El uso de coloides en comparación a la utilización exclusiva de cristaloides, consigue un mayor efecto expansor y más sostenido del compartimento vascular. La
administración de hidroxietilalmidón o dextrano 70 (soluciones hiperoncóticas)
se traduce en el trasvase de fluidos desde el compartimento intersticial al intravascular. Esto provoca la expansión del volumen vascular en una cuantía superior
al volumen realmente infundido y una mayor permanencia, si la permeabilidad
vascular permanece intacta.
Se recomienda un máximo de 20 ml/kg/día en el caso de la especie canina y de
10-20 ml/kg/día en los felinos. El uso de coloides debe tenerse en especial consideración en el caso de pacientes hipovolémicos con hipoproteinemia (proteínas
totales < 3,5 g/dl) o disminución de la presión coloidosmótica intravascular. Estas
soluciones pueden administrarse simultáneamente con cristaloides isotónicos o
suero salino hipertónico (7,5%). La administración simultánea de estos fluidos
7. FLUIDOTERAPIA AVANZADA. SHOCK
203
permite mantener la expansión del volumen plasmático sin expandir indirectamente el compartimento intersticial y, además, permite expandir el compartimento intravascular utilizando menores cantidades de fluidos y en menos tiempo.
En gatos, los tratamientos con fluidos deben realizarse con cautela ya que una administración rápida puede ocasionar vómitos. Además, si existe una fluidoterapia
inicial excesiva, la recuperación de la temperatura corporal y del tono vasomotor
del paciente puede conducir también a la aparición de fenómenos de sobrecarga.
En gatos hipovolémicos se recomienda dividir la administración total de coloide
en tres o cuatro bolos y revaluar al paciente regularmente, especialmente a medida que va recuperando la temperatura corporal.
Soluciones hipertónicas
La utilización de suero salino hipertónico (SH) al 7,5% es menos frecuente Su
efecto se debe al trasvase de fluidos desde el compartimento intersticial y está
asociado a su elevado efecto osmótico, una vez que la solución se ha infundido en
el compartimento intravascular. Sus principales indicaciones son la fluidoterapia
rápida (urgente) en animales severamente hipovolémicos, sobre todo cuando el tamaño del paciente y el tamaño de la/s vía/s son limitantes; y la fluidoterapia en pacientes con traumatismo craneoencefálico o incremento de la presión intracraneal.
Además de su potente efecto expansor (3,5 veces el volumen infundido), existen
evidencias de su efecto inmunomodulador y cardiotónico. Sin embargo, la administración rápida de esta solución está contraindicada, ya que puede causar
bradicardia, hipotensión, broncoconstricción y parada cardiorrespiratoria. Se
recomienda infundir este fluido en pequeños volúmenes y durante un periodo
aproximado de 5-10 minutos. La duración de su efecto expansor es, aunque inmediato, breve en el tiempo (30 minutos) por lo que suele infundirse en combinación con otros cristaloides o coloides. El uso simultáneo de otras soluciones
reduce entre 1/3 y 1/2 la cantidad de cristaloide a infundir e incrementa la duración
del efecto expansor.
Sangre
En ocasiones es necesaria la administración de sangre en pacientes con shock hipovolémico, sobre todo cuando las pérdidas de sangre son significativas o cuando
el hematocrito, tras el tratamiento inicial con cristaloides, disminuye por debajo
del 20%. Aunque la dosis y velocidades de administración de los hemoderivados
204
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
pueden variar en función de la situación hemodinámica del paciente, en todo
animal con hemorragia aguda que no responda adecuadamente a las técnicas
tradicionales de fluidoterapia debe plantearse la transfusión de sangre, de concentrado de eritrocitos o de plasma. El objetivo de la terapia con hemoderivados es
poder mantener el hematocrito por encima del 25% y los tiempos de coagulación
normalizados. La sangre completa puede administrarse, si es necesario, a velocidades de 20-25 ml/kg/h y el concentrado de eritrocitos o plasma fresco congelado
a velocidades de 10-20 ml/kg/h. Aunque la administración de sangre en periodos
más prolongados (2-3 horas) y bajo las máximas precauciones, permite controlar
el procedimiento de transfusión de forma más segura, ya que se evitan los fenómenos de sobrecarga circulatoria y las reacciones transfusionales.
En aquellos pacientes donde la restitución del
volumen circulante con fluidos cristaloides, coloides
o hemoderivados no es suficiente para revertir
la hipotensión, puede ser necesaria la utilización
de fármacos inotrópicos o vasopresores.
Los vasopresores de uso más común son las catecolaminas (dopamina, adrenalina, noradrenalina) y la fenilefrina. Dependiendo del caso en concreto, puede considerarse la utilización de vasopresina, terlipresina, corticosteroides o glucagón.
Tratamiento del shock cardiogénico
El tratamiento eficaz de este tipo de shock depende de una evaluación inicial rápida, y lo menos estresante posible para el animal. El manejo mínimo y cuidadoso,
así como la sedación y suplementación con oxígeno, son esenciales para evitar
posibles descompensaciones en este tipo de pacientes. El uso de diuréticos constituye la base terapéutica ante el fallo cardiaco congestivo (furosemida a 2-8 mg/
kg/IV o IM). Aquellos pacientes que no responden al tratamiento con oxígeno,
diuréticos y sedación deben ser evaluados con más detenimiento, por la posibilidad de una disfunción sistólica, mecánica, diastólica o arritmia.
1) La disfunción sistólica puede estar ocasionada por una disminución de la
contractilidad cardiaca o una disminución del flujo de salida ventricular (fallo mecánico). La causa más común del shock cardiogénico por disfunción
sistólica es la cardiomiopatía dilatada.
7. FLUIDOTERAPIA AVANZADA. SHOCK
205
2) La disfunción mecánica puede resultar de una obstrucción funcional (estenosis aórtica, cardiomiopatía hipertrófica) o bien de una regurgitación
retrógrada severa (rotura de cuerdas tendinosas, regurgitación mitral severa). En cualquier caso, el objetivo del tratamiento es optimizar la función
sistólica y maximizar el gasto cardiaco incrementando el volumen minuto.
La monitorización de los parámetros de precarga (presión venosa central)
debería realizarse mientras se administran fluidos (solo si la condición
del paciente lo requiere) o diuréticos si el paciente presenta fallo cardiaco
congestivo (ver cap. 3. Tomo II). Como fármaco de primera elección se
recomienda un inotrópico con actividad β1-adrenérgica, por ejemplo la dobutamina; aunque dependiendo del caso pueden emplearse otros, como el
pimobendan o la digoxina, para optimizar el volumen minuto en este tipo
de pacientes. La dobutamina, en particular, incrementa la contractilidad
cardiaca sin incrementar significativamente la frecuencia cardiaca ni la resistencia vascular sistémica. Aunque la dobutamina también puede ocasionar arritmias, taquicardia, vasodilatación y signos neurológicos en gatos, es
el inotrópico de elección para tratar de forma aguda a pacientes con gasto
cardiaco disminuido y volumen intravascular adecuado.
3) La disfunción diastólica está originada por un llenado ventricular inadecuado. Puede deberse a limitaciones físicas por la distensión ventricular
(taponamiento cardiaco), a la incapacidad de relajación miocárdica (cardiomiopatía hipertrófica felina) o al insuficiente tiempo de llenado miocárdico (taquicardia). La disfunción diastólica conlleva la disminución de
la precarga y, por tanto, del volumen minuto. Cuando el incremento de
la frecuencia cardiaca deja de compensar la situación, el paciente entra en
shock cardiogénico.
En el caso del taponamiento cardiaco, el derrame pericárdico colapsa por
presión el llenado ventricular diastólico. La consecuente disminución del
volumen por minuto y del gasto cardiaco genera la aparición de taquicardia
compensatoria refleja. Cuando la normotensión y la perfusión tisular no
pueden mantenerse, el animal entra en shock cardiogénico. La pericardiocentesis de urgencia es el tratamiento de elección, aunque en el caso de
hemopericardio por coagulopatía su realización debe valorarse con detenimiento. En pacientes con hipertrofia miocárdica, el llenado ventricular
puede favorecerse tratando el fallo congestivo (si lo hubiera) y disminuyendo la frecuencia cardiaca, dado que el fallo de llenado ventricular se
debe a deficiencias intrínsecas en la relajación muscular del miocardio. Para
206
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
incrementar la capacidad lusitropa y de llenado diastólico ventricular en
estos pacientes pueden utilizarse β-bloqueantes (atenolol, propanol) o bloqueantes de los canales de calcio (diltiazem).
4) La presencia de arritmias también es una causa, relativamente frecuente, del
shock cardiogénico. Las taquiarritmias suelen estar asociadas a disminuciones en el gasto cardiaco por insuficiente llenado ventricular, mientras que
las bradiarritmias lo están a frecuencias de contracción insuficientes para las
demandas metabólicas del paciente.
En el caso de las taquiarritmias se produce un inadecuado llenado ventricular derivado de la elevada frecuencia cardiaca. Dado que el volumen
de llenado ventricular diastólico depende mayormente del retorno venoso
y la contracción auricular contribuye poco a la precarga normal, cuando
el paciente presenta taquicardia (> 200 ppm) aparecen un tiempo y un
volumen de llenado ventricular insuficientes. La consecuencia final es la
disminución del gasto cardiaco y la hipoperfusión tisular. Las taquicardias
que con mayor frecuencia conllevan este tipo de presentaciones son las de
origen supraventricular y suelen deberse tanto a patologías cardiacas primarias como a no cardiacas. El tratamiento suele basarse en la utilización
de β-bloqueantes o bloqueantes de los canales de calcio y en la atención
de la causa primaria. En caso de arritmias ventriculares el tratamiento de
elección es la lidocaína.
Si se trata de bradiarritmias, las más frecuentes son los bloqueos auriculoventriculares de segundo o tercer grado y el síndrome del seno enfermo. En
el caso de los bloqueos, si tienen un origen vagomediado, puede resultar de
utilidad la atropina a 0,02-0,04 mg/kg IV. En estadios refractarios puede recurrirse a la utilización de dobutamina o a la colocación de un marcapasos
cardiaco (transtorácico o transvenoso temporal).
Independientemente de la causa responsable del shock cardiogénico, el paciente
que presenta disnea severa, cianosis y que no responde a la pauta terapéutica
instaurada debe ser anestesiado, intubado y ventilado con oxígeno al 100%. De
este modo puede obtenerse un control efectivo de la vía aérea y de la mecánica
ventilatoria, se estabiliza al paciente, se disminuye el grado de ansiedad y permite al clínico realizar una exploración del paciente más detallada, pudiendo
llevar a cabo diferentes técnicas diagnósticas (radiografía, ecocardiografía) y de
monitorización (gasometría). Estas técnicas permiten establecer un diagnóstico
causal, estudiar el paciente, monitorizar su respuesta al tratamiento y establecer
un pronóstico aproximado.
7. FLUIDOTERAPIA AVANZADA. SHOCK
207
Tratamiento del shock distributivo
El tratamiento del animal en shock distributivo (shock séptico por extensión)
se basará en el soporte cardiovascular y en el tratamiento con fluidos. La restauración del volumen sanguíneo circulante efectivo es prioritaria en el manejo
de estos pacientes. La terapia con fluidos es esencial para poder mantener una
adecuada perfusión tisular, prevenir el fallo multiorgánico y la muerte del paciente. Las recomendaciones sobre el soporte circulatorio en el paciente con shock
séptico pueden consultarse en la tabla 6.
Aunque la elección final del tipo de fluidos dependerá de la situación del animal
y las preferencias del clínico, cabe considerar que con frecuencia este tipo de
pacientes presentan una permeabilidad vascular incrementada, por lo que, habitualmente, la combinación de fluidos es más efectiva. Conviene utilizar cristaloides (para restablecer el déficit de fluido vascular e intersticial) y coloides (para
restablecer el volumen vascular y mantener el hematocrito, la presión oncótica y
la capacidad hemostática).
A pesar de que el objetivo de la fluidoterapia es restaurar los parámetros físicos
de perfusión, estos no siempre resultan lo suficientemente objetivos, por lo que
la terapia con fluidos y la monitorización de la respuesta del paciente deben basarse en otros parámetros (analíticos y medibles). Por ejemplo, la consecución de
valores de PVC cercanos a 8-10 cm de H2O suele ser indicativa de una adecuada
recuperación del volumen circulatorio. La normalización de la presión arterial
también es importante, ya que es el principal factor condicionante de la perfusión cerebral y coronaria. Si la hipotensión persiste tras expandir el volumen
intravascular, puede estar indicado el tratamiento con vasopresores o inotrópicos
(tabla 7).
La decisión de utilizar un vasopresor o un inotrópico dependerá de la presentación clínica y de la información que el veterinario tenga del paciente (historia, causa, evolución, etc.). Los vasopresores como la noradrenalina, dopamina,
fenilefrina y vasopresina se utilizan en pacientes con vasodilatación periférica.
Sin embargo, la utilización de vasopresores para mantener la presión arterial
puede inducir una vasoconstricción excesiva, que puede comprometer la circulación esplácnica, generar isquemia gastrointestinal, pérdida de integridad en la
barrera mucosa intestinal y, por tanto, favorecer la translocación bacteriana. La
utilización de inotrópicos, como la dobutamina, generalmente se lleva a cabo en
pacientes con una evidente contractilidad miocárdica disminuida (reducción de la
fracción de acortamiento en el modo M ecocardiográfico, o con disminución del
gasto cardiaco documentado por métodos tanto invasivos como no invasivos).
208
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
TABLA 6.
Soporte circulatorio en el paciente con shock séptico.
FLUIDOTERAPIA
Cristaloides isotónicos
INDICACIONES
• Reemplazo
del volumen
intravascular
• Déficit de fluido
intersticial
• Mantenimiento
Coloides sintéticos
Albúmina humana (AH)
• Reemplazo
del volumen
intravascular
DOSIS
COMENTARIOS
• Perros: hasta 60-90 ml/kg*
• Pueden ocasionar
edema intersticial
en pacientes con
permeabilidad
capilar incrementada
o baja presión
oncótica.
• Gatos: hasta 40-60 ml/kg*
*(Dosis totales que generalmente se administran en
fracciones ½ o ¼, revaluando
la respuesta del paciente).
• Perros: 5-20 ml/kg*
• Gatos: 5-10 ml/kg*
• Soporte
coloidosmótico
*(Dosis totales que generalmente se administran en
fracciones ½ o ¼, revaluando
la respuesta del paciente).
• Reemplazo
del volumen
intravascular
2 ml/kg/h de AH en 1-2
horas, seguido de 0,1-0,2
ml/kg/h durante 10 horas
• Soporte
coloidosmótico
• Suplementos
de albúmina
o
cálculo del déficit
de albúmina:
• Posible coagulopatía
a dosis elevadas
(> 20 ml/kg/día).
• Dosis extrapoladas
de humana.
• Posibilidad
de reacciones
inmunológicas.
Albdef = 10 x (AlbdesAlbpac) x Peso x 0,3
a reemplazar en 4-6 horas
Plasma fresco congelado
• Coagulopatías
10-15 ml/kg a necesidad
• Deficiencias
de factores de
coagulación
• Ineficaz para
incrementar los
niveles de albúmina.
• Complementación
del volumen y
presión oncótica
Concentrado
de eritrocitos
• Anemia
10-15 ml/kg incrementarán
el Hto. en un 10% aprox.
–
Sangre fresca
• Anemia
20 ml/kg incrementarán el
Hto. en un 10% aprox.
–
• Trombocitopenia
• Coagulopatías
y deficiencia
en factores
• Reemplazo
del volumen
intravascular
7. FLUIDOTERAPIA AVANZADA. SHOCK
209
TABLA 7.
Fármacos vasoactivos y cardiotónicos.
FÁRMACO
CONTRACTILIDAD
FRECUENCIA
CARDIACA
TONO VASOMOTOR
DOSIFICACIÓN
INTRAVENOSA
COMENTARIOS
Fármacos utilizados principalmente para incrementar la contractilidad
β1-agonistas
• Perros: 2-20
µg/kg/min
Puede causar
convulsiones
en gatos
Dobutamina
+++
++
Disminuido
Dopamina
+++
+++
++
5-20 µg/kg/min
Concentración
plasmática
variable
Adrenalina
++++
++++
++++
0,1-1 µg/kg/min
Efectos adversos
significativos
++
++
+
1-5 mg/kg
–
Efedrina
Fármacos utilizados principalmente
como vasopresores
ART
VEN
• Gatos: 1-5
µg/kg/min
Noradrenalina
(agonista
α-adrenérgico)
++++
Variable
++++
++++
0,05-2 µg/kg/min
–
0
Variable
++++
++++
1-5 µg/kg/min
Efectos adversos
significativos
0
0
+++
+++
0,0001-0,00004
UI/kg/min
Fenilefrina
(agonista
α-adrenérgico)
Vasopresina
(agonista
receptores V1)
0,5 UI/kg/IV;
Otro de los aspectos fundamentales del tratamiento del animal en sepsis y shock
séptico es la identificación del foco de infección y el tratamiento adecuado con
antibióticos.
Siempre que sea posible se planteará el tratamiento antibiótico en función de los
resultados del cultivo microbiológico, obtenido a partir de muestras del propio
paciente (sangre, fluidos corporales, tejidos, etc.) y los resultados del antibiograma. Sin embargo, no siempre es posible realizar una toma de muestras adecuada
(inestabilidad hemodinámica, coagulopatías, etc.), por lo que el tratamiento empírico debe realizarse en función de diferentes aspectos:
• Las propiedades particulares de cada uno de los antibióticos disponibles
para el clínico.
210
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
–
• La flora bacteriana esperada en el tejido afectado.
• La habilidad de cada antibiótico en particular para penetrar en el tejido
afectado.
• La posibilidad de usos previos del antibiótico o de posibles resistencias.
• El tipo de infección (adquirida, nosocomial, etc.).
Algunas de las combinaciones de antibióticos
de uso empírico más frecuente son:
• Ampicilina (22 mg/kg/TID IV) + Enrofloxacina (5-20 mg/kg/día IV en
perros; 5 mg/kg/TID IV en gatos).
• Ampicilina + Amikacina (15 mg/kg/día IV).
• Clindamicina (8-10 mg/kg/BID IV) + Enrofloxacina.
• Cefazolina (22 mg/kg/TID IV) + Gentamicina (6,6 mg/kg/día IV).
• Clindamicina + Gentamicina.
• Ticarcilina + Ácido clavulánico (50 mg/kg/QID IV) + Enrofloxacina.
• Imipenem (5-10 mg/kg/TID-QID IV).
• Meropenem (8-12 mg/kg/BID-TID IV).
En cualquier caso, el paciente con shock séptico requiere una antibioterapia de
amplio espectro (frente a Gram (+), Gram (–) y en ocasiones anaerobios) y su
administración intravenosa.
Cuando se sospeche de la presencia de ciertos protozoos o bacterias anaerobias
obligadas (Bacteroides spp., Clostridium spp.) puede añadirse metronidazol (815 mg/kg/BID-TID IV). Si se trata de un cuadro séptico ocasionado por rickettsias, protozoos, clamidias o infecciones víricas, el tratamiento descrito puede no
ser el indicado. Las rickettsias suelen ser sensibles a tetraciclinas, doxiciclina,
cloranfenicol y dipropionato de imidocarb. Las clamidias son susceptibles a tetraciclinas, doxiciclina y cloranfenicol. Los protozoos normalmente son sensibles
a metronidazol, quinacrina, imidocarb, amprolio, pirimetamina y clindamicina.
Otro punto importante es la utilización de glucocorticoides en este síndrome.
Estos fármacos tienen, teóricamente, propiedades potencialmente beneficiosas
sobre los animales con shock séptico como son sus características antiinflamatorias, estabilizadoras de la membrana celular y de mejora de la microcirculación y
del metabolismo intermediario. Sin embargo, hasta la fecha no hay estudios que
concluyan que su utilización tenga una influencia significativa en la mejora de las
tasas de morbilidad o mortalidad de este tipo de pacientes.
7. FLUIDOTERAPIA AVANZADA. SHOCK
211
La utilización de dosis fisiológicas de
corticosteroides se ha postulado como necesaria
en el shock séptico refractario a vasopresores.
Al parecer, en pacientes sépticos puede generarse una insuficiencia adrenal relativa asociada al cuadro hipermetabólico persistente y al agotamiento adrenal, por
lo que el tratamiento con hidrocortisona a dosis de 0,7-1 mg/kg/QID IV cada 24
horas o dexametasona a dosis de 0,1-0,4 mg/kg cada 24 horas puede estar indicado. Su utilización está indicada si se confirma la insuficiencia adrenal mediante
un test de estimulación con ACTH y/o se aprecia una mejoría significativa de la
situación hemodinámica del paciente tras su utilización.
Las prostaglandinas liberadas en el torrente circulatorio durante el proceso séptico generan alteraciones hemodinámicas: disminución del gasto cardiaco, hipotensión, hipertensión pulmonar e incremento de la permeabilidad vascular. El
tratamiento con antiprostaglandinas puede, teóricamente, mejorar la situación
hemodinámica del paciente y mejorar la supervivencia pero, por lo general, no
afecta a la depleción leucocitaria, trombocitopenia, acidosis o coagulopatías que,
frecuentemente, también presentan estos pacientes en estadios avanzados. Dichos
fármacos (AINE) tienen efectos adversos renales (vasoconstricción aferente) y
gastrointestinales (ulceración gastroduodenal) que pueden verse incrementados
por la utilización concurrente de corticoterapia. Por todo ello, dado el pequeño
espectro de efectos beneficiosos y las numerosas complicaciones (posibles y potenciales) que puede conllevar su uso, la utilización de los AINE en estos pacientes está contraindicada.
La glucosa es otro aspecto básico de la monitorización del paciente séptico. Si
los valores de la glucemia son muy bajos, está indicado un bolo de 0,25 g/kg IV
de glucosa. La normalización de la glucemia puede llevarse a cabo mediante la
infusión de soluciones suplementadas con un 2,5-10% de glucosa. El objetivo
del tratamiento es mantener, dentro de lo posible, la glucemia dentro del rango
fisiológico y por debajo de 180 mg/dl. La presencia de hiperglucemia en pacientes
sépticos se ha vinculado con mayores tasas de morbilidad y mortalidad, por lo
que también debe evitarse la hiperglucemia; incluso si fuera necesario, mediante
venoclisis de insulina (infusión a ritmo constante de insulina regular).
El bicarbonato puede emplearse si el paciente presenta acidosis metabólica severa
a pesar del tratamiento inicial con oxígeno, fluidos y fármacos con actividad vaso-
212
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
presora/inotrópica. Si se conoce el déficit de bicarbonato o déficit de base, la dosis
de bicarbonato a administrar puede calcularse mediante la siguiente fórmula:
Bicarbonato sódico a administrar (mEq) = BE x 0,3 x kg p.v.
Si la magnitud de la acidosis metabólica no puede medirse, se podría estimar según la severidad de los signos clínicos. En tal caso pueden administrarse entre 3-5
mEq de bicarbonato por kg de peso vivo, mediante venoclisis lenta (20 minutos).
Sin embargo, tanto la administración de bicarbonato como su seguimiento deben
realizarse en función del control analítico del equilibrio ácido-base del paciente.
El fallo renal agudo es una de las complicaciones frecuentes del animal con shock
séptico. Como se ha mencionado con anterioridad, la producción de orina es un
indicador indirecto del flujo sanguíneo renal. La anuria sugiere una perfusión
renal y visceral insuficiente, que si se prolonga excesivamente en el tiempo, puede
precipitar el fallo orgánico. Es recomendable colocar una sonda urinaria en todos
estos pacientes para poder verificar y monitorizar la producción de orina.
Si la restauración del volumen circulatorio efectivo no se traduce en una producción aceptable de orina, está indicada la administración de diuréticos. Estos
fármacos pueden administrarse en orden, alternativamente o simultáneamente:
• La furosemida (2-8 mg/kg IV) produce una ligera vasodilatación renal y visceral y, evidentemente, un potente efecto diurético en el asa de Henle de la
nefrona. Si tras su administración no se detecta orina en el plazo de 10 minutos, debe utilizarse otro diurético.
• El manitol (0,5 g/kg IV en 20 minutos) genera un efecto osmótico que hace
incrementar el volumen sanguíneo y la perfusión renal, actuando como un
diurético osmótico. Si no se detecta flujo de orina transcurridos 10 minutos
de su infusión, debe utilizarse otro tipo de diurético o plantear la necesidad
de diálisis peritoneal o hemodiálisis.
• La infusión de dosis bajas de dopamina (< 5µg/kg/min) no parece resultar
efectiva, por lo que no convence como diurético alternativo o aditivo en este
tipo de pacientes, a pesar de poseer actividad sobre receptores dopaminérgicos renales y viscerales.
La lesión y ulceración de la mucosa del tracto gastrointestinal es otra de las consecuencias comunes del shock séptico. El mecanismo de daño en la mucosa parece
estar ligado a la hipoxia tisular y a la disminución de la perfusión, la formación
de radicales libres, la difusión intraluminal de iones hidrógeno, el deterioro de
7. FLUIDOTERAPIA AVANZADA. SHOCK
213
los mecanismos de defensa de la propia mucosa, la actividad destructiva de las
proteasas pancreáticas y ácidos biliares, así como combinaciones de todos estos
mecanismos. Aunque la base de la protección del tracto gastrointestinal en estos
pacientes radica en el restablecimiento de la perfusión y oxigenación visceral,
el tratamiento con citoprotectores (sucralfato), antagonistas de los receptores
de histamina (famotidina) e inhibidores de la bomba de protones (omeprazol,
pantoprazol) puede resultar de utilidad.
Otra secuela frecuente del shock séptico es la aparición de procesos infiltrativos
en el parénquima pulmonar, derivados del proceso inflamatorio sistémico. Este
síndrome (SDRA) está causado por el incremento de la permeabilidad capilar
pulmonar que conlleva una disminución de la distensibilidad pulmonar, un incremento en el trabajo respiratorio, el colapso alveolar del parénquima y la aparición de hipoxemia. En estos pacientes, la oxigenoterapia inicial es paliativa, pero
conforme el proceso parenquimatoso progresa es necesario instaurar técnicas de
ventilación positiva intermitente para lograr expandir el pulmón, reclutar alveolos y oxigenar adecuadamente al animal.
La activación plaquetaria y la cascada de la coagulación es consecuencia del proceso de inflamación séptico. La coagulación puede verse activada por la propia
inflamación tisular (incluyendo el endotelio vascular, eritrocitos y leucocitos),
traumatismos o necrosis con la consecuente liberación a la circulación sistémica del ADP plaquetario, tromboplastina tisular, monoquinas inflamatorias (IL-1,
factor de agregación plaquetaria, TNF) y proteasas. La agregación plaquetaria
también puede activarse con la exposición del colágeno subendotelial, monoquinas inflamatorias y ADP plaquetario.
La activación inicial genera un estado hipercoagulable (microtrombosis) que
evoluciona en el tiempo a una fase de hipocoagulabilidad o diátesis hemorrágica, inducida por la propia depleción de plaquetas, factores de coagulación y
la acumulación de productos de degradación de la fibrina. La velocidad de progresión depende fundamentalmente de la etiología del proceso subyacente y la
evolución del cuadro séptico. Como se ha mencionado con anterioridad, la fase
hipercoagulable está asociada a microtrombosis sistémica. Ésta no siempre presenta una magnitud suficiente como para generar disfunción orgánica apreciable clínicamente, pero la microtrombosis en pequeños capilares puede ocasionar
fragmentación microangiopática de los eritrocitos (esquistocitos) y fenómenos
de hemólisis, tanto extra como intravascular. La fibrinolisis post mórtem puede
disimular la demostración histológica de estos microinfartos. La fibrinolisis endógena comienza con el incremento de los niveles plasmáticos de los productos de
degradación de la fibrina, lo cual inhibe la activación de la trombina.
214
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
• La fase hipocoagulable que está asociada a la presencia de hemorragia multifocal, prolongación de los tiempos de coagulación e impedimento de la
formación de coágulos, es la fase de CID fácilmente identificable por el
clínico. Cabe destacar que esta fase no es más que la consecuencia de la activación plaquetaria inicial y de la cascada de la coagulación. La coagulación
intravascular diseminada se considera siempre un proceso secundario a la
presencia de un proceso subyacente de enfermedad, por lo que el veterinario
debe centrar sus esfuerzos en determinar el origen del foco séptico y tratarlo
adecuadamente (médica o quirúrgicamente). El tratamiento del CID siempre va a estar basado en el tratamiento efectivo de la causa pero también
incluye la administración de plasma fresco, concentrados plaquetarios, etc.
al paciente.
• El tratamiento en la fase hipercoagulable se basa en la administración de
fármacos que reduzcan la velocidad o dificulten la activación plaquetaria
(aspirina, clopidrogel) y que frenen la cascada de coagulación (heparina). Es
importante también identificar y tratar la causa origen del problema.
La heparina inhibe la coagulación por diferentes mecanismos: se une y potencia
la actividad de la antitrombina, la cual inhibe diferentes factores de coagulación
(particularmente la trombina, el factor X y el factor XII). También inhibe la activación de la protrombina y la agregación plaquetaria.
La heparina (sódica, de bajo peso molecular, etc.) suele administrarse subcutánea, intravenosa o mediante infusión continua y existen diferentes protocolos
en función del tipo de heparina utilizada. Las dosis bajas suelen utilizarse como
método profiláctico (sospecha de CID o CID confirmado cuando no es posible
monitorizar los tiempos de coagulación), pero las dosis serán mayores cuando se
traten casos de embolismos graves (tromboembolismo pulmonar).
La dosis baja de heparina se define, por lo general, alrededor de 100 UI/kg, mientras que la dosis elevada se mueve en valores de 200-400 UI/kg, valorada en
función de la evolución de los tiempos de coagulación del paciente. La administración se suele realizar cada 6, 8 y 12 horas, si es de forma intermitente. En caso
de utilizar infusiones constantes, la dosis total por unidad de tiempo es similar.
La dosis baja raramente tiene consecuencias clínicas para el paciente y no suele
suponer alteraciones evidentes de los tiempos de coagulación control. En el caso
de observar signos de sangrado durante el tratamiento con heparina, puede revertirse su efecto con sulfato de protamina (1 mg de protamina por cada 100 UI
de heparina). Debe tenerse en cuenta que el tiempo de vida media de la heparina
es aproximadamente de una hora.
7. FLUIDOTERAPIA AVANZADA. SHOCK
215
Los fármacos antiprostaglandina (especialmente la aspirina) inhiben la síntesis de
tromboxano por lo que deberían administrarse, si es posible, a pacientes con CID
en fase hipercoagulable.
Finalmente, la presencia de radicales tóxicos del oxígeno es otro factor a considerar en el shock séptico, ya que su presencia se ha relacionado con daño celular.
Estos radicales generan:
• Desnaturalización y fragmentación de proteínas.
• Alteración de su estructura.
• Alteración de su función.
• Incrementan su susceptibilidad a la proteólisis.
• Promueven la oxidación de ácidos grasos poliinsaturados.
• Promueven la fragmentación del ADN.
• Generan depleción de los niveles de NAD+ y ATP celular.
Desgraciadamente la eficacia de la terapia antioxidante en pacientes sépticos con
fallo multiorgánico es prometedora pero especulativa hasta la fecha.
A modo de conclusión, puede afirmarse que el tratamiento del paciente en shock
séptico debe centrarse en el tratamiento de la enfermedad primaria y a continuación en las manifestaciones secundarias del proceso de SIRS. Cada sistema orgánico principal debe ser evaluado, monitorizado y mantenido según sus necesidades. A modo de resumen las bases del manejo pueden consultarse en el cuadro 3.
216
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
CUADRO 3.
Tratamiento del paciente con shock séptico.
1. Restauración del volumen circulatorio efectivo (precarga al corazón, PVC de aprox. 10 cm de H2O)
a. Cristaloides (40-90 ml/kg)
b. Coloides (10-20 ml/kg), hasta 40 ml/kg (efectos adversos)1
2. Soporte cardiovascular
a. Contractilidad miocárdica, gasto cardiaco, presión arterial, RVS y DO2: dopamina, dobutamina
b. Soporte vasoconstrictor: noradrenalina, fenilefrina, adrenalina
c. Soporte vasodilatador de la perfusión tisular: hidralacina, nitroprusiato
3. Optimización de la función pulmonar
a. Oxígeno (PaO2 > 80 mm Hg; SaO2 > 95%)
b. Ventilación a presión positiva: PEEP (5-15 cm H2O)
4. Mantenimiento del contenido arterial de oxígeno
a. Hemoglobina (Hto. > 25%)
b. Presión parcial de oxígeno (PaO2 > 80 mm Hg; SaO2 > 95%)
5. Mantenimiento de la presión coloidosmótica
a. Proteínas totales > 3,5-4,0 g/dl; Albúmina >1,5-2,0 g/dl; COP > 18 mm Hg: plasma,
HEA, dextranos
6. Producción de orina
a. Fluidos (precarga a riñones, PVC aprox. 10 cm H2O, PAM > 80 mm Hg,
no vasoconstricción periférica)
b. Diuréticos (manitol, furosemida, dopamina2)
7. Soporte gastrointestinal
a. Fluidos (como arriba), nutrición entérica, bloqueantes de R2 de histamina, sucralfato, misoprostol, inhibidores de la bomba de protones
8. Anormalidades en la coagulación
a. Fase hipercoagulable: heparina
b. Fase hipocoagulable: plasma fresco
9. Antibióticos
10. Glucocorticoides
11. Glucosa
12. Bicarbonato sódico
13. Soporte nutricional
La utilización de coloides (fundamentalmente hidroxietilalmidón)
a dosis altas se ha correlacionado con efectos adversos en humana:
coagulopatías, problemas renales, y fenómenos de hipersensibilidad.
2
La utilidad de la dopamina como diurético está en entredicho.
1
7. FLUIDOTERAPIA AVANZADA. SHOCK
217
CAPÍTULO 8
Medicina
de transfusión
INTRODUCCIÓN
La medicina transfusional en veterinaria ha experimentado un notable desarrollo
en los últimos años. Actualmente, la administración de sangre o hemoderivados
a pacientes de urgencias o críticos es una práctica habitual en el ámbito de la
medicina de pequeños animales. La técnica y equipamientos disponibles hoy en
día por el clínico permiten realizar la transfusión de hemoderivados de forma más
segura, eficaz y optimizada.
La transfusión sanguínea de hemoderivados está indicada en la terapia de la
anemia, coagulopatía y, en ocasiones, de la trombocitopenia, trombocitopatía e
hipoproteinemia.
Los hemoderivados de uso más habitual son:
•
•
•
•
•
•
•
•
La sangre completa fresca.
La sangre proveniente de autotransfusión.
La sangre completa almacenada.
El concentrado de eritrocitos.
El plasma fresco congelado.
El plasma congelado.
El crioprecipitado.
El concentrado de plaquetas.
8. MEDICINA DE TRANSFUSIÓN
219
Las indicaciones para la utilización de los distintos hemoderivados dependerán
de la causa de pérdida de sangre, el objetivo de la terapia, así como la disponibilidad de productos sanguíneos y sus costes. En cualquier caso, la decisión de
transfundir debe estar basada en la evaluación de la historia clínica, los signos
clínicos, los resultados laboratoriales, la causa patológica subyacente y el criterio
del clínico (fig. 1). Aunque existen recomendaciones, no existen criterios definitivos (valor de hematocrito o tiempos de coagulación) a la hora de recomendar
la necesidad de una transfusión, por lo que la valoración clínica y la disponibilidad de productos pueden ser factores determinantes. Dado que la práctica de
la transfusión conlleva riesgos inherentes, la transfusión debe realizarse solo en
aquellos casos donde esté estrictamente indicada, los recursos no sean limitantes
y el pronóstico del paciente haya sido correctamente valorado.
Figura 1. Paciente crítico durante una transfusión.
El siguiente texto es una guía práctica que trata de explicar las indicaciones (cuadro 1), los grupos sanguíneos en perros y gatos, la selección de donantes, los procedimientos de extracción, procesado y administración de la sangre y, por último,
las reacciones transfusionales.
220
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
CUADRO 1.
Principales indicaciones para la transfusión de sangre o hemoderivados.
Anemia
• No existe un valor de referencia válido para iniciar
la transfusión en los pacientes anémicos.
• La transfusión está indicada cuando la disminución del hematocrito
implica la aparición de signos de hipoxia tisular:
- Taquicardia.
- Depresión mental, estupor, síncope, coma.
• La transfusión puede ser necesaria, si la disminución del hematocrito
es aguda y se acompaña de signos clínicos de hipovolemia:
- Hto. ≤ 25% en perros.
- Hto. ≤ 20% en gatos.
- Pérdida aguda de > 30% de la volemia (30 ml/kg en perros; 20 ml/kg en gatos).
- Hemorragia aguda que no responde a fluidoterapia.
- Hto. ≤ 10-15% en casos de hemorragia crónica.
Coagulopatía
• Cuando genera sangrado espontáneo.
• Antes de cualquier procedimiento quirúrgico.
Trombocitopenia
• Cuando genera sangrado espontáneo significativo.
• Antes de cualquier procedimiento quirúrgico.
• Cuando el recuento plaquetario es inferior a 10.000/µl.
Hipoproteinemia
• Cuando el nivel de proteínas totales es < 3,5 g/dl o el de albúmina < 1,5 g/dl.
• Si existen signos de edema debido a la hipoproteinemia.
INDICACIONES
PARA LA TERAPIA
DE TRANSFUSIÓN
La indicación más frecuente de transfusión, tanto en la especie canina como felina, es la anemia. La transfusión de sangre, en estos casos, suele estar indicada
cuando la deficiencia de hemoglobina limita la capacidad de transporte de oxígeno generando isquemia tisular. Dependiendo del tipo, grado, rapidez y curso de
la anemia puede estar indicada la transfusión con sangre completa fresca, sangre
completa almacenada o concentrado de eritrocitos.
8. MEDICINA DE TRANSFUSIÓN
221
• Pacientes con anemia de curso rápido: pueden requerir una transfusión
cuando sus niveles de hematocrito sean del 20-25%.
• Pacientes con anemia crónica: solo requieren la transfusión cuando los valores de hematocrito son bastante inferiores al 10-12%.
• Pacientes sanos: pueden tolerar pérdidas de hasta el 20% de la volemia sin
manifestar signos clínicos significativos.
• Pacientes con hemorragia aguda y pérdidas superiores al 20% de la vole-
•
•
•
•
mia: pueden necesitar una transfusión, además de la restitución urgente de
la volemia con fluidos cristaloides y/o coloides.
Pacientes con pérdida de sangre hiperaguda: pueden no presentar disminución del hematocrito de forma inmediata, dado que ésta acontece cuando se
produce el traspaso intercompartimental de fluidos o cuando se administra
terapia con fluidos al paciente. En estos casos, la presencia de anomalías en
la coloración de las mucosas, tiempo de relleno capilar, frecuencia cardiaca,
presión arterial y niveles de lactato pueden enfocar al clínico hacia la terapia
de transfusión.
Pacientes con patología pulmonar: la evaluación conjunta del hematocrito/
hemoglobina, la mecánica ventilatoria y los resultados del análisis de gases
sanguíneos puede también orientar la necesidad de transfusión.
Pacientes con anemia por pérdida de sangre o hemorragia: la fluidoterapiapuede restablecer el volumen circulante y la perfusión de los órganos vitales.
Sin embargo, la transfusión se debe llevar a cabo en todo paciente en el cual
la evidencia de hipoxia tisular persiste. La disminución progresiva del hematocrito, en sí no es una contraindicación para la fluidoterapia, pero debe
minimizarse la extracción de muestras para procedimientos diagnósticos si
no son estrictamente necesarios.
Pacientes con anemia hemolítica inmunomediada: la transfusión de sangre
o eritrocitos puede ser vital. Actualmente no hay evidencias científicas de
que empeore la situación del paciente o de que la destrucción de los eritrocitos transfundidos sea mayor que la de los propios, por lo que la transfusión
sanguínea en estos pacientes puede ser una alternativa terapéutica.
Si el paciente requiere someterse a una cirugía, es
recomendable garantizar un hematocrito mínimo
del 20%, para asegurar una capacidad de transporte
de oxígeno suficiente durante la anestesia.
222
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
Sangre completa fresca o almacenada
Las indicaciones para la transfusión de sangre completa son el sangrado, la anemia e hipoproteinemia simultáneas y las alteraciones hemostáticas que cursan
con anemia (fig. 2). La trombocitopenia no es una indicación per se para la transfusión de sangre completa, excepto en el caso de animales de muy pequeño tamaño, dado que son necesarias cantidades de 10 ml/kg para incrementar el recuento
de plaquetas en 10.000/l.
En general, puede afirmarse que la transfusión de 2 ml/kg de sangre completa puede incrementar el hematocrito en un 1%. Es posible calcular la sangre
completa que requiere un determinado paciente para conseguir un determinado
hematocrito final, siempre y cuando los eritrocitos no se destruyan, se secuestren
o se pierdan por hemorragia. Durante los primeros 30 minutos, la transfusión es
administrada a una velocidad de 0,25 ml/kg/h, monitorizando siempre al paciente ante la posibilidad de reacciones transfusionales. El resto de sangre es administrada a lo largo de las siguientes cuatro horas, excepto en los pacientes hipervolémicos como los cardiacos donde la transfusión puede prolongarse más en el
tiempo. El uso de hemofiltros y filtros de leucorreducción son recomendables de
cara a aumentar el grado de seguridad de la transfusión.
Figura 2. Bolsa de sangre
completa.
8. MEDICINA DE TRANSFUSIÓN
223
La sangre completa contiene básicamente células y plasma. Las plaquetas disminuyen rápidamente y de forma masiva en las primeras seis horas mientras que los
factores de coagulación lo hacen en 6-48 horas. Si se pretende optimizar las propiedades de la sangre fresca como producto sanguíneo, ésta debería ser transfundida en un par de horas tras ser extraída. Si se añaden soluciones con medios nutritivos para eritrocitos, la sangre completa puede almacenarse durante tres o cuatro
semanas, conteniendo tras este periodo la mayor parte de eritrocitos y albúmina.
Concentrado de eritrocitos
El concentrado de eritrocitos (CE) tiene un hematocrito aproximado del 60-80%
(fig. 3). Contiene solo eritrocitos, y su utilización se recomienda en anemias tanto
agudas como crónicas. La necesidad del CE en pacientes anémicos depende del
curso de la enfermedad y de los signos clínicos que presente el paciente. La viabilidad del CE depende de la presencia o no de eritrocitos y del tipo de medio nutritivo. Las bolsas triples comerciales contienen en la tercera bolsa una solución de
conservación que prolonga la vida de los eritrocitos hasta seis semanas. El citrato
sódico o la heparina no contienen ningún tipo de solución nutritiva por lo que
toda la sangre recogida con estas soluciones anticoagulantes no debe ser almacenada, y se tiene que utilizar como sangre completa o concentrado de eritrocitos en
el plazo de pocas horas. La dosificación del CE depende también del hematocrito
deseado. La transfusión de 1 ml de CE por kilo de peso incrementa el Hto. en
un 1%. Durante los primeros 30 minutos la transfusión se realiza a velocidades
de 0,25 ml/kg/h para poder monitorizar posibles reacciones transfusionales. El
resto de CE se administra dentro de las siguientes cuatro horas; también se puede
aplicar en el caso de pacientes con hipervolemia y prolongar la duración del procedimiento. Al igual que en el caso anterior, la utilización de hemofiltros y filtros
de leucorreducción es recomendable.
Figura 3. Bolsa de
concentrado de eritrocitos.
224
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
Plasma fresco congelado o
plasma congelado
Este producto se obtiene de la centrifugación en frío de la sangre completa y
contiene, además de los factores de coagulación del plasma, otros muchos componentes como albúmina, antitrombina III, antiproteasas o globulinas (fig. 4). El
plasma fresco o plasma fresco congelado se utiliza comúnmente para el tratamiento de coagulopatías, tanto adquiridas (enfermedad hepática o intoxicación
por rodenticidas) como hereditarias (hemofilia). Hoy en día, no existen evidencias científicas de que la utilización como fuente de antiproteasas en casos de
pancreatitis, o la utilización como portador de inmunidad pasiva en casos de
parvovirosis, sean de utilidad.
La hipoalbuminemia no es una indicación
real para la transfusión de plasma, ya que son
necesarias cantidades ingentes de plasma para
poder aumentar la concentración de albúmina.
Para incrementar los niveles de albúmina plasmática en 1g/l son necesarios 5 ml
de plasma/kg de peso del paciente. En la práctica, esto requeriría la transfusión de
elevadas cantidades de plasma, lo cual sería prohibitivo en términos económicos.
Es mucho más barato y conveniente utilizar, en tal caso, transfusiones de albúmina humana o coloides sintéticos.
Si el plasma se congela durante las primeras seis horas posextracción, todos los
factores de coagulación permanecen en el plasma, y se denomina plasma fresco
congelado (PFC). El PFC tiene una duración de un año a -18 ºC y de cinco años a
-70 ºC. Transcurrido ese periodo de tiempo el plasma pasa a denominarse plasma
congelado (PC), dado que existe una merma de propiedades y algunos de los
factores de coagulación están presentes en menor cantidad o han desaparecido.
Cuando se pretende utilizar el PFC/PC, debe ser atemperado a 37 ºC (al baño maría) de modo progresivo y ser transfundido inmediatamente. La dosis de plasma
para el tratamiento de problemas de coagulación es de 8-15 ml/kg cada 6-8 horas, y con frecuencia se transfunde a lo largo de periodos de 2-6 horas. Si es
necesario puede administrarse en forma de bolo intravenoso.
8. MEDICINA DE TRANSFUSIÓN
225
Figura 4. Bolsa de plasma
fresco congelado.
Otros hemoderivados
Existen otros hemoderivados de uso menos frecuente en perros, y con frecuencia
de disponibilidad muy limitada en gatos. Son el crioprecipitado y el concentrado
plaquetar.
El crioprecipitado es rico en fibrinógeno, fibronectina, factor VIII y en factor von
Willebrand.
Dado que las plaquetas tienen una vida media muy corta (una semana) y no pueden conservarse adecuadamente en periodos prolongados (< 24 horas a temperatura ambiente), su utilización en el ámbito clínico es testimonial. La obtención
de concentrado plaquetar y de plasma rico en plaquetas y su disponibilidad es
excepcional. En pacientes anémicos por hemorragia secundaria a trombocitopenia puede transfundirse sangre completa fresca. Aunque el recuento plaquetario
no variará significativamente y la elevación del hematocrito puede conseguirse de
igual modo con una transfusión de CE, en ocasiones puede ayudar en el control
de una hemorragia severa. En la práctica no se suele recurrir a concentrados de
plaquetas o a plasma rico en plaquetas para poder controlar una hemorragia. En
pacientes con trombocitopenia inmunomediada, la transfusión de plaquetas no
suele ser efectiva dada la extremadamente baja vida media de estos componentes
(solo horas). Como se ha comentado con anterioridad, aunque la transfusión
en estos casos no incrementará significativamente el recuento plaquetario, puede
ser suficiente como para detener transitoriamente hemorragias severas. A pesar
de que en la actualidad ya existen en el mercado plaquetas criopreservadas, su
utilidad clínica es todavía hoy desconocida.
226
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
TABLA 1.
Tipos de hemoderivados y sus principales indicaciones.
PRODUCTO
Sangre completa fresca
(utilización < 8h posextracción)
CONSTITUYENTES
INDICACIONES
Eritrocitos
Anemia (hipovolemia)
Plaquetas
Trombocitopenia
Leucocitos (vida media muy
corta)
Coagulopatía con sangrado
activo
Albúmina
Factores de coagulación
Otras proteínas plasmáticas
Sangre completa almacenada
(utilización > 8h posextracción)
Eritrocitos
Anemia (hipovolemia)
Concentrado de eritrocitos
Eritrocitos
Anemia (normovolemia)
Plasma fresco
(utilización < 8h posextracción)
Albúmina
Enfermedad de von Willebrand
Factores de coagulación
Hemofilia A y B
Otras proteínas plasmáticas:
Coagulación intravascular
diseminada (CID)
Proteínas plasmáticas
• Factor von Willebrand
• Antitrombina
• Antiproteasas
Coagulopatía por hepatopatía
Coagulopatía adquirida por
intoxicación con rodentidas
antagonistas de la vitamina K
Coagulopatías por deficiencia
de factores
Hipoalbuminemia
Pancreatitis aguda y SIRS
Plasma fresco congelado
(congelado a -18ºC < 8h
posextracción)
Albúmina
Enfermedad de von Willebrand
Factores de coagulación
Hemofilia A y B
Otras proteínas plasmáticas:
Coagulación intravascular
diseminada (CID)
• Factor von Willebrand
• Antitrombina
• Antiproteasas
Coagulopatía por hepatopatía
Coagulopatía adquirida por
intoxicación con rodentidas
antagonistas de la vitamina K
Coagulopatías por deficiencia
de factores
Hipoalbuminemia
Pancreatitis aguda y SIRS
Plasma congelado
(congelado a -18ºC > 8h
posextracción)
Albúmina
Hipoalbuminemia
Factores de coagulación
Coagulopatía adquirida por
intoxicación con rodentidas
antagonistas de la vitamina K
Plasma rico en plaquetas
Plaquetas
(< 3 días de conservación a
temperatura ambiente)
Antitrombina
Proteínas plasmáticas (incluyendo
todos los factores de coagulación
si se utiliza < 6 h posextracción)
Crioprecipitado
Factor von Willebrand
Fibrinógeno
Fibronectina
Factores XIII y VIII
Trombocitopenia
Disfunción plaquetaria
Coagulopatías
(si se utiliza < 6h posextracción)
Hemofilia A
(deficiencia de Factor VIII)
Hipofibrinogenemia
Enfermedad de von Willebrand
8. MEDICINA DE TRANSFUSIÓN
227
TABLA 2.
Administración de sangre y hemoderivados.
COMPONENTE NECESARIO
Eritrocitos
PRODUCTO
Sangre completa
DOSIS
Shock: 10-25 ml/kg.
Anemia: 2 ml/kg incrementa Hto.
1%.
Concentrado de eritrocitos
Shock: 10 ml/kg.
Anemia: 1 ml/kg incrementa Hto.
1%.
Factores de coagulación/
proteínas
Plaquetas
Plasma fresco o fresco
congelado
5-10 ml/kg/4-12h hasta lograr una
respuesta efectiva.
Sangre completa fresca
12-25 ml/kg/24h hasta lograr una
respuesta efectiva.
Crioprecipitado
1 unidad/10kg/12h hasta lograr una
respuesta efectiva.
Plasma rico en plaquetas
1 unidad/10kg/8-12h hasta lograr
una respuesta efectiva.
Sangre completa fresca
12-25 ml/kg/24h hasta lograr una
respuesta efectiva.
GRUPOS SANGUÍNEOS
Y PRUEBAS DE
COMPATIBILIDAD
CRUZADA
Para garantizar la seguridad y eficacia de toda transfusión debe tipificarse tanto
la sangre del paciente como la del donante. Si el paciente en cuestión ya ha sido
transfundido, debe realizarse una prueba de compatibilidad cruzada o también
llamada crossmatching.
Tipaje canino
Los perros tienen 13 grupos sanguíneos (DEA) diferentes en función del tipo
de antígeno de membrana que expresan los eritrocitos de cada individuo. Estos
marcadores genéticos de la superficie del eritrocito tienen dos particularidades: son
especie-específicos y antigénicamente reactivos. En la práctica no se reconoce la presencia de aloanticuerpos preformados en la sangre canina, a no ser que el paciente
228
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
haya sido sensibilizado previamente tras una transfusión. Las reacciones transfusionales más graves asociadas a la incompatibilidad entre tipos suelen darse con los
grupos DEA 1 (con sus dos alelos 1.1 y 1.2) y el DEA 7. Se consideran donantes
ideales aquellos individuos que son DEA 1.1, 1.2, 3, 4 y 7 negativos. Dado que
los pacientes DEA 1.1 son los que padecen las reacciones transfusionales más severas, a todo paciente DEA 1.1 negativo se le considera como donante universal.
En consecuencia, los perros DEA 1.1 negativos solo deberían recibir sangre del
tipo DEA 1.1 negativa, mientras que en el caso de los DEA 1.1 positivos pueden
recibir sangre tanto DEA 1.1 negativa como positiva. Hoy en día existen test de
tipificación comerciales para el grupo sanguíneo DEA 1.1 (fig. 5).
Figura 5. Test rápidos para la tipificación sanguínea.
Tipaje felino
En el caso de los gatos solo existe un sistema de grupos sanguíneos: A, B y AB. La
tipificación de grupos sanguíneos en el caso de los gatos es obligatoria incluso en
la primera transfusión, dado que los gatos sí presentan anticuerpos naturales contra los otros grupos sanguíneos, y por tanto las reacciones transfusionales pueden
ser letales. El 99% de los gatos son de tipo A, particularmente algunas razas como
British Shorthair y Devon Rex son de tipo B y el grupo AB es extremadamente
raro, y en este último caso los pacientes podrían recibir sangre de tipo A.
8. MEDICINA DE TRANSFUSIÓN
229
Prueba de compatibilidad
sanguínea cruzada
La prueba de compatibilidad sanguínea detecta la compatibilidad serológica entre el paciente receptor y el donante potencial. Esta prueba debe realizarse en
los gatos, si no se dispone de test de tipificación sanguínea, y tanto en los perros
como en los gatos, cuando ya han sido transfundidos previamente. Este test detecta la presencia o ausencia de aloanticuerpos en perros o gatos, aunque en sí no
suple la tipificación (tabla 2).
En la prueba de compatibilidad sanguínea mayor se testa la presencia de aloanticuerpos en el plasma receptor contra los eritrocitos del donante. En la prueba
de compatibilidad sanguínea menor se testa la presencia de aloanticuerpos en el
plasma del donante contra los eritrocitos del receptor. Cuando se detecta aglutinación macroscópica o microscópica, se demuestra la presencia de anticuerpos
contra algún componente de la otra sangre, por lo que el donante y el receptor no
son compatibles. En perros que ya hayan recibido una transfusión sanguínea, o
en hembras gestantes, la realización de pruebas cruzadas es obligatoria. Dado que
los perros no tienen aloanticuerpos preformados, la prueba de compatibilidad
sanguínea cruzada inicial de todo perro no previamente transfundido debería
resultar compatible. Aunque la compatibilidad previa en las pruebas cruzadas de
un perro no previene de la sensibilización posterior contra las células del donante
en el plazo de 1-2 semanas. En caso de urgencia, un paciente anémico puede ser
transfundido varias veces con sangre de uno o más donantes compatibles, pero
transcurrido ese plazo de tiempo se debe tener en cuenta que puede desarrollar
sensibilidad, incluso a sangre de donantes teóricamente compatibles en la primera transfusión.
TABLA 2.
Test de compatibilidad simplificado.
COLOCAR 0,5 ml DE SANGRE DEL DONANTE (D) Y 0,5 ml DE SANGRE
DEL RECIPIENTE (R) EN UN TUBO CON EDTA.
Separar eritrocitos y plasma por centrifugación.
Disponer en tres portaobjetos consecutivos:
230
1
3 gotas de plasma (R)
+
1 gota de eritrocitos (D)
Test mayor
2
3 gotas de plasma (D)
+
1 gota de eritrocitos (R)
Test menor
3
3 gotas de plasma (D)
+
1 gota de eritrocitos (D)
Reacción control
Mezclar en un portaobjetos
durante 1-3 min a
temperatura ambiente
▼
Microscopio
▼
AGLUTINACIÓN (+/–)
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
SELECCIÓN
DE DONANTES
Los donantes de sangre deben ser animales sanos de entre 1 y 10 años de edad.
Para disminuir en lo posible los posibles efectos adversos de la donación, el estado sanitario del donante debe ser reevaluado con frecuencia mediante un examen
físico y analíticas. Aquellas enfermedades que pueden transmitirse mediante la
transfusión sanguínea deben ser descartadas previamente en el donante a través
de serologías o técnicas de PCR.
Donantes caninos
Las razas grandes (> 25 kg) y gigantes son las preferidas como donantes dado que
pueden donar mayores cantidades de sangre. El donante, preferiblemente, debe
ser un animal tranquilo y cooperador, de modo que la sedación no sea necesaria durante la donación. Tienen que ser perros no transfundidos anteriormente,
vacunados con regularidad, desparasitados y con resultados satisfactorios en los
controles analíticos (hemograma, bioquímica sanguínea, coprológico, etc.). La
babesiosis, brucelosis, ehrlichiosis, anaplasmosis, borreliosis, leishmaniosis y dirofilariosis pueden ser transmitidas mediante la transfusión de hemoderivados,
por lo que el donante debe resultar negativo a todas estas patologías antes de ser
sometido a la extracción. Las hembras gestantes, o que han gestado en alguna
ocasión, no pueden donar sangre dado que pueden haberse producido anticuerpos frente al grupo sanguíneo del macho progenitor.
Donantes felinos
Los gatos donantes deben sedarse para poder llevar a cabo la donación sanguínea. Por tanto, la analítica y el examen físico previo en estos animales es esencial para disminuir los riesgos anestésicos. Los donantes felinos deben testarse de
FelV, FIV, y Mycoplasma haemofelis.
8. MEDICINA DE TRANSFUSIÓN
231
PROCEDIMIENTO
DE EXTRACCIÓN
SANGUÍNEA
Los donantes caninos generalmente no son sedados para realizar la extracción.
La sangre debe recogerse por venopunción yugular y flujo gravitacional en bolsas sanguíneas de recogida con citrato-fosfato-dextrosa-adenosina (CPDA). En el
caso de donantes caninos de elevado peso se recogen 420 ml de sangre completa
en cada extracción. Aunque la recogida en bolsas simples es posible, es preferible la utilización de bolsas satélites triples o cuádruples si se pretende separar
los componentes sanguíneos o hacer uso de aditivos para la conservación de los
eritrocitos. En cualquier caso, la extracción debe ser tratada como un procedimiento aséptico, desde su venopunción hasta su recogida en la bolsa, por lo que
la extracción debe ser también lo más rápida posible. La vena debe ingurgitarse
durante todo el proceso de extracción, que suele durar entre 5 y 15 minutos. Antes de retirar la aguja, el tubo debe clamparse de modo que se evite la aspiración
de aire o la contaminación de la sangre extraída. El lugar de la venopunción se
tiene que cubrir con gasas y presionarse durante unos instantes para prevenir el
sangrado por extravasación. Para restablecer las pérdidas, el donante puede ser
paralelamente infundido con cristaloides o bien favorecer la pronta ingesta de
agua o dieta húmeda palatable.
En el caso de los donantes felinos, deben ser sedados o anestesiados para poder
realizar la extracción. Pueden utilizarse diferentes combinaciones de fármacos
(diazepam + ketamina - IM - o diazepam + propofol - IV-).
Algunos sedantes como la acepromacina
pueden interferir en la función plaquetaria
e inducir hipotensión en el donante por lo
que no se recomienda su utilización.
Dependiendo del peso vivo del donante los gatos pueden donar entre 40-60 ml de
sangre completa. Se recomienda utilizar una palomilla unida a una válvula de tres
vías con extensión. En el caso de los gatos, tras la donación debe reponerse tres
veces el volumen de sangre extraído mediante la infusión de fluidos intravenosos.
La sangre recogida puede almacenarse en la nevera hasta su posterior procesado
o transfusión.
232
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
Si la sangre es extraída para su utilización inmediata de urgencia (sangre completa o autotransfusión), puede evitarse la coagulación mediante la adición de citrato sódico (1 parte de 3,8% de anticoagulante estéril por cada 9 partes de sangre
completa) o heparina (625 unidades por cada 50 ml de sangre). La sangre tiene
que ser recogida de modo estéril mediante una aguja de gran calibre, un tubo de
infusión y una bolsa estéril de recogida.
Autotransfusión
En caso de que el paciente presente signos de sangrado severo en cavidades corporales, la sangre perdida puede transfundirse al mismo individuo. Evidentemente, una de sus principales ventajas es su disponibilidad
inmediata y la ausencia de reacciones inmunológicas; sin embargo, como
desventajas puede generar un síndrome de coagulación intravascular diseminado y la formación de trombos a partir de eritrocitos degenerados,
contaminación bacteriana, distribución de células neoplásicas y hemólisis. En tales situaciones, es preferible la transfusión de concentrado de
eritrocitos en combinación con plasma o coloides y cristaloides, restringiendo la utilización de técnicas de autotransfusión a situaciones de riesgo vital. La sangre que se encuentra en contacto con una serosa (pleural
o peritoneal) permanece no coagulada durante horas ya que no contiene
ni fibrinógeno ni trombocitos. Sin embargo, si el sangrado es agudo, la
adición de anticoagulantes es necesaria y recomendable (citrato sódico,
heparina o recogida directa en bolsas de colección comercial). En condiciones normales, la sangre recogida mediante este procedimiento es
transfundida en su totalidad y su velocidad de infusión depende de los
signos clínicos que presente el paciente.
PROCESADO
DE LA SANGRE
Si la sangre recogida ha de ser almacenada, es recomendable guardar la sangre
completa en forma de concentrado de eritrocitos y plasma fresco congelado
(fig. 6). La sangre completa es centrifugada utilizando una centrífuga refrigerada
a 6 ºC durante 15 minutos (fig. 7). En la práctica, la sangre completa puede ser
almacenada en posición vertical en el frigorífico, hasta que el plasma se separa
del concentrado celular, y éste puede ser separado a una bolsa de transferencia.
El plasma no necesita la adición de ningún otro anticoagulante. El concentrado
8. MEDICINA DE TRANSFUSIÓN
233
celular puede permanecer en la bolsa de recolección o bien ser transferido a una
tercera bolsa, la cual contiene medios nutritivos. Los concentrados de eritrocitos
son guardados en el frigorífico mientras que el plasma es congelado lo más rápidamente posible a -18 ºC (si es posible, es preferible hacerlo a -70 ºC).
Figura 6. Hemoderivados (concentrados de eritrocitos y plasma)
obtenidos tras la centrifugación en frío de la sangre completa.
Figura 7. Centrífuga refrigerada para la obtención de hemoderivados.
234
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
ADMINISTRACIÓN DE
HEMODERIVADOS
Para la administración de rutina en pacientes anémicos no es necesario calentar la sangre o el concentrado antes de ser infundido. De hecho, el sobrecalentamiento deteriora los eritrocitos y puede promover el rápido crecimiento de
microorganismos contaminantes. En el caso de requerir transfusiones rápidas
y/o masivas, como puede ocurrir en neonatos o durante el tratamiento de pacientes politraumatizados, puede estar indicado el atemperado de la sangre. El
calentamiento al baño maría a temperaturas menores de 39 ºC puede minimizar
la aparición de hipotermia refractaria y sus complicaciones (arritmias o coagulopatías) en tales situaciones.
CUADRO 2.
Metodología de obtención de hemoderivados.
Sangre completa fresca
Centrifugado lento
(1.100 rpm 10 min 22 ºC)
Plasma rico en
plaquetas
Tres días en constante agitación
y a temperatura
ambiente
Centrifugado rápido
(2.500 rpm 15 min 6 ºC)
Concentrado
de eritrocitos
Refrigeración
a 4 ºC
Concentrado
de eritrocitos
Cuatro
semanas a 4 ºC
Plasma fresco
Refrigeración a 4 ºC
Sangre completa
almacenada
Cuatro semanas
a 4 ºC
A -18 ºC
en < 6h
posextracción
Plasma fresco
congelado
Un año a -18 ºC
8. MEDICINA DE TRANSFUSIÓN
235
La administración de hemoderivados debe realizarse mediante sistemas de infusión con microfiltros. De este modo se previene la incorporación accidental de
microtrombos y agregados celulares. Los leucorreductores son filtros opcionales
que pueden utilizarse para disminuir la incidencia de reacciones transfusionales
febriles asociadas a leucocitos, pero son costosos.
Normalmente no es necesario, pero si se utilizan infusiones adicionales y se hace
a través de la misma línea de transfusión, éstas no deben contener calcio y deben
ser isotónicas (0,9% NaCl).
No se debe administrar ningún otro aditivo o
fármaco a través de la línea por la que se esté
transfundiendo la sangre o hemoderivado.
La sangre completa y los CE no deberían administrarse con bomba de infusión,
dado que los eritrocitos pueden destruírse por acción de la propulsión mecánica.
Las bombas volumétricas podrían ser de utilidad en caso de necesitar precisar
con exactitud la cantidad a infundir o bien la velocidad de infusión. Toda transfusión debería realizarse lentamente (0,25 ml/kg/h) durante los primeros cinco
minutos, monitorizando y registrando cada 15 minutos la frecuencia cardiaca,
respiratoria, el estado mental y la temperatura. De este modo pueden reconocerse
con prontitud las posibles reacciones transfusionales, incluso en pacientes previamente tipados y sometidos a pruebas cruzadas.
La velocidad de transfusión dependerá del estado cardiovascular del paciente, la
severidad de la anemia, y la condición clínica del receptor. El volumen final de
sangre a administrar dependerá del objetivo del tratamiento y del tamaño del
paciente. Por lo general se utilizan velocidades de 5-10 ml/kg/h de modo que la
transfusión puede finalizar en el plazo de 2-4 horas. De este modo se minimiza la
pérdida funcional eritrocitaria y la posibilidad de contaminación bacteriana. En
el caso de pacientes cardiópatas se recomienda no superar velocidades superiores
a 4 ml/kg/h.
En ausencia de sangrado o hemólisis, al menos el 70% de los eritrocitos transfundidos debería sobrevivir 24 horas, teniendo una vida media esperada de 70 días
en los gatos y de 110 días en los perros. La respuesta a la transfusión puede ser
monitorizada durante la obtención del valor del hematocrito y las proteínas totales antes, durante y en 6-24 horas después de la transfusión.
236
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
REACCIONES
TRANSFUSIONALES
Aunque la transfusión de sangre o hemoderivados es un procedimiento terapéutico efectivo, y con frecuencia seguro, no deja de suponer cierto riesgo para el
paciente (tabla 3). Las reacciones adversas pueden acontecer durante o inmediatamente después de realizar la transfusión, y pueden estar ocasionadas por
cualquiera de sus componentes. Muchas de estas reacciones pueden prevenirse
con una correcta selección de donantes, un buen protocolo de extracción y almacenado, así como con un manejo adecuado, la realización del tipaje y pruebas
cruzadas, y la administración selectiva de hemoderivados.
El signo más común de una reacción transfusional
es la fiebre, seguida del vómito y la hemólisis.
Cualquier reacción transfusional debe suponer la detención inmediata de la
transfusión. Las reacciones hemolíticas agudas pueden ser fatales y son las que
tienen mayor importancia clínica. El vómito y la fiebre, por el contrario, suelen
ser autolimitantes.
Las reacciones adversas pueden dividirse en inmunomediadas y no inmunomediadas:
• Las primeras incluyen la aparición de hemólisis aguda o retardada, urticaria
y anafilaxis.
• Las segundas incluyen la aparición de fiebre, transmisión de agentes infecciosos, vómito, hemólisis mecánica, fallo cardiaco congestivo, hipotermia,
toxicidad por citrato, complicaciones pulmonares (TBP, SDRA).
Para el tratamiento de reacciones transfusionales consultar la tabla 3.
8. MEDICINA DE TRANSFUSIÓN
237
Figura 8. Paciente con
angiodema/urticaria por
reacción transfusional.
TABLA 3.
Principales reacciones transfusionales y su tratamiento.
RESPUESTA
INMUNOLÓGICA
TEMPRANA
(signos clínicos en < 1h)
238
RESPUESTA
INMUNOLÓGICA TARDÍA
REACCIONES NO
INMUNOLÓGICAS
(signos clínicos en 3-15 días)
Signos
clínicos
• Temblores
• Taquicardia
• Taquipnea
• Hipertermia
• Vómitos
• Eritema y prurito
• En casos extremos:
CID, fallo renal agudo,
parada cardiorrespiratoria
• Disminución inesperada del
hematocrito
• Hipertermia
• Anorexia
• Coombs positivo
• Dosis inmunosupresoras de
corticosteroides
Tratamiento
Shock:
• Detener la transfusión
• Fluidoterapia
• Dopamina IV
(5-10 µg/kg/min) en casos
de hipotensión severa
• Corticosteroides IV
(metilprednisolona 2 mg/kg,
dosis única)
• Antihistamínicos
(difenhidramina 4-8 mg/kg
PO o 1 mg/kg IV)
• En casos de riesgo vital
(shock anafiláctico):
adrenalina 0,01-1 mg/kg IV
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
• Sobrecarga de
volumen
• Contaminación
microbiana
• Hipocalcemia
• Hiperamonemia
• Tromboembolismo
CAPÍTULO 9
Alteraciones electrolíticas
y desequilibrios
ácido-base
ALTERACIONES
DEL SODIO
El sodio es el catión extracelular más importante. La concentración de sodio sérico está estrechamente controlada por mecanismos que regulan los niveles de
agua corporal, es decir, por mecanismos como la sed, la secreción de hormona
antidiurética (ADH) y mecanismos que regulan la volemia circulante, fundamentalmente mediante el sistema renina-angiotensina-aldosterona. En la gran mayoría de los casos, los desequilibrios en la concentración de sodio se corresponden
con alteraciones en el equilibrio del agua corporal.
Aunque existen diferencias laboratoriales,
el rango de la concentración de sodio sérico
considerado como normal en los perros es de
142-154 mEq/l y en los gatos de 150-160 mEq/l.
Hiponatremia
La hiponatremia acontece cuando la concentración de sodio sérico es menor de
140 mEq/l en perros y menor de 150 mEq/l en gatos.
La hiponatremia es de importancia clínica cuando la concentración de sodio sérico disminuye por debajo de 125-130 mEq/l. Los cambios patofisiológicos ocasio-
9. ALTERACIONES ELECTROLÍTICAS Y DESEQUILIBRIOS ÁCIDO-BASE
239
nados por la hiponatremia suelen ser más obvios cuando los niveles de sodio disminuyen por debajo de 120 mEq/l en un periodo corto de tiempo (12-24 horas).
Causas
La hiponatremia puede deberse a las pérdidas de sodio en presencia de exceso de
agua libre, exceso de ganancia de agua libre en comparación con la de sodio o
bien al desplazamiento de agua libre desde el espacio intracelular al extracelular
a causa de una presencia excesiva de otros osmolitos. Por tanto, dependiendo
de la patofisiología del proceso subyacente, la hiponatremia puede darse en un
contexto del paciente sobrehidratado, deshidratado o euhidratado, y puede ser
clasificada en función del estado de hidratación del paciente, su osmolalidad plasmática y el estado del volumen plasmático de éste (cuadro 1).
Signos clínicos
La hiponatremia puede presentarse en la admisión del paciente o desarrollarse
durante el transcurso de la hospitalización y el tratamiento con fluidos. Los signos clínicos y el examen físico variarán en función del problema primario subyacente, aunque cuando los niveles de sodio son inferiores a 125 mEq/l pueden
aparecer náuseas, letargia, vómitos, debilidad y, en algunas ocasiones, edema pulmonar (aproximadamente 120 mEq/l), presentándose signos neurológicos como
fasciculaciones, temblores, convulsiones y coma cuando la hiponatremia es muy
severa (< 120 mEq/l). En ocasiones, los signos neurológicos pueden revelar hallazgos marcadamente asimétricos. Los signos más severos acontecen cuando la
concentración es menor de 110 mEq/l. Sin embargo, la posiblilidad de desarrollo
de síntomas de edema cerebral e intoxicación por agua son tanto más probables
cuanto más rápida es la disminución de los niveles en la concentración de sodio
(> 0,5 mEq/l/h). Los signos clínicos son poco ostensibles o ausentes en el caso
de tratarse de hiponatremias de tipo crónico, dado que en tales circunstancias
se producen ajustes cerebrales tales como la expulsión de potasio y osmolitos
orgánicos al espacio extracelular.
Tratamiento
La hiponatremia consecuencia de disminuciones del volumen efectivo circulante
por lo general es moderada (Na ≥ 130 mEq/l) y con frecuencia se corrige de forma espontánea cuando se trata correctamente la causa subyacente. En estos casos
240
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
CUADRO 1.
Manejo clínico del paciente con hiponatremia.
Disminución en la concentracion de sodio sérico
(< 140 mEq/l en perros; < 150 mEq/l en gatos)
Determinación de osmolalidad plasmática (OsmP)
OsmP normal
(290-310 mOsm/kg)
OsmP baja
(< 290 mOsm/kg)
OsmP alta
(> 310 mOsm/kg)
¿Hiperlipidemia?
¿Hiperproteinemia?
¿Hiperglucemia?
¿Terapia con manitol?
¿Pseudohipernatremia?
Evaluación del volumen circulante
Hipervolemia
Normovolemia
Hepatopatía severa
Fallo cardiaco
congestivo
Síndrome nefrótico
Fallo renal avanzado
Polidipsia psicógena
SIADH
Drogas antidiuréticas
Mixedema/coma
Fluidos hipotónicos
Hipovolemia
Ruta no renal
Pérdida
gastrointestinal:
• Vómitos
• Diarreas
Ruta renal
Hipoadrenocorticismo
Diuréticos
Pérdida en el
tercer espacio:
• Pancreatitis
• Peritonitis
• Derrame
pleural
9. ALTERACIONES ELECTROLÍTICAS Y DESEQUILIBRIOS ÁCIDO-BASE
241
deben evitarse los fluidos con concentraciones de sodio menores a las del paciente. La concentración plasmática del paciente y el estado neurológico del paciente
deben ser monitorizados con frecuencia, aunque complicaciones derivadas de la
hiponatremia en estas condiciones son poco frecuentes.
Pacientes con hiponatremia moderada/severa (< 130 mEq/l), o con signos del
SNC asociados a la hiponatremia, deben ser manejados con precaución. Los
pacientes asintomáticos y edematosos pueden ser tratados con restricción en la
ingesta de agua; y aquellos asintomáticos, tanto hidratados normalmente como
deshidratados, pueden ser tratados mediante la infusión de fluidos con concentraciones de sodio superiores a las del paciente.
En condiciones de emergencia (< 120 mEq/l), cuando la hiponatremia es sintomática o cuando el tratamiento conservador es inefectivo, es necesario utilizar
técnicas terapéuticas más agresivas. El método más eficaz de excretar el exceso
de agua corporal es la utilización de manitol (0,5-1 mg/kg IV durante 20-30 minutos) junto a diuréticos como la furosemida (0,5-1 mg/kg IV). El objetivo es
incrementar la concentración de sodio plasmático, aunque no más de 10 mEq/l
durante las primeras 24 horas, y no más de 18 mEq/l durante las primeras 48 horas de tratamiento. El manejo debe ser más cauteloso en el paciente asintomático
dado que así se minimizará la posibilidad de complicaciones.
El tratamiento de la hiponatremia absoluta debe considerar el restablecimiento del volumen intravascular mediante la utilización de suero salino fisiológico
NaCl 0,9% y evitar las pérdidas añadidas del organismo, siempre que sea posible.
La hiponatremia aguda (menos de 24 horas de desarrollo) puede corregirse rápidamente, con fluidoterapia a velocidades de 1 mEq/l/h. Cuando se trata de hiponatremias crónicas (desarrolladas en más de 24 horas), el reemplazo debe ser más
cauteloso recomendándose velocidades de corrección menores de 0,5 mEq/l/h.
El nivel de sodio en casos de hiponatremia crónica no debe corregirse más de
8 mEq/l durante las primeras 24 horas de tratamiento.
La mayor complicación de la terapia en casos de hiponatremia es la mielinosis.
Este proceso resulta de la pérdida de volumen de la vaina de mielina, y ocurre
cuando el agua corporal se desplaza fuera de la neurona durante la corrección
de hiponatremia. Los signos clínicos de la mielinosis (paresia, ataxia, disfagia,
depresión, etc.) con frecuencia se manifiestan días después de la intervención. En
la especie canina, se han documentado casos de mielinosis debido a correcciones
rápidas de hiponatremias severas (< 110 mEq/l). La mielinosis puede ocasionar
lesiones irreversibles en el paciente.
242
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
Hipernatremia
Este desorden electrolítico acontece cuando la concentración de sodio sérico es
mayor de 155 mEq/l en perros y de 162 mEq/l en gatos. Se considera de importancia clínica cuando la concentración excede de 170-175 mEq/l, sin embargo, el
desarrollo de la sintomatología neurológica depende también de la velocidad de
los cambios en la concentración de dicho electrolito. Pueden manifestarse signos
neurológicos con concentraciones menores, si los cambios son rápidos.
Causas
La elevación de la concentración plasmática de sodio o hipernatremia puede estar
causada por diferentes mecanismos: pérdida de fluidos hipotónicos (diarreas),
pérdida de agua pura corporal (diabetes insípida) o bien ganancia neta de sodio
(ingesta de sal).
En cualquier caso, el mecanismo fisiopatológico responsable de la hipernatremia puede inferirse en función de la volemia del paciente. Por tanto, la hipernatremia puede ser clasificada como hipovolémica, normovolémica o hipervolémica (cuadro 2).
Pérdida de fluidos hipotónicos (hipernatremia hipovolémica)
Es la causa más frecuente de hipernatremia en perros y gatos. Las pérdidas de
agua excesiva puede resultar en una disminución del volumen del compartimento
extracelular y en una disminución de la cantidad de sodio total del organismo.
La diuresis osmótica que acontece en la diabetes mellitus, la administración de
manitol o tras una desobstrucción uretral en el gato son algunos ejemplos de
patologías que pueden resultar en pérdidas importantes de fluidos hipotónicos.
Pérdida de agua pura (hipernatremia normovolémica)
La privación continua de agua puede derivar en síntomas clínicos de deshidratación. Patologías como la diabetes insípida causan pérdidas de agua libre sin
pérdida de electrolitos como el sodio.
Ganancia de sodio (hipernatremia hipervolémica)
La hipernatremia por excesivo aporte de sodio es con frecuencia de origen iatrogénico (p.ej.: cantidades excesivas de suero salino fisiológico NaCl 0,9% administrado a un paciente con fallo renal agudo oligúrico). El hiperaldosteronismo
primario es una condición clínica poco frecuente en perros o gatos pero que se
caracteriza por la presencia de hipernatremia hipervolémica.
9. ALTERACIONES ELECTROLÍTICAS Y DESEQUILIBRIOS ÁCIDO-BASE
243
CUADRO 2.
Manejo clínico del paciente con hipernatremia.
Incremento en la concentracion de sodio sérico
(> 155 mEq/l en perros; < 162 mEq/l en gatos)
Evaluación de la volemia del paciente
Hipervolemia
Normovolemia
Hipovolemia
Ganancia
neta de sodio
Déficit de agua pura
Pérdidas
hipotónicas
• Intoxicación por sal
• Hiperaldosteronismo
• Administración
de fluidos
hipertónicos
• Hipodipsia
primaria
• Diabetes insípida
central
• Diabetes insípida
nefrogénica
• Elevación de
temperatura
ambiental
• Fiebre
• Acceso al agua
inadecuado
Extrarrenal
(FCNa < 1%)
• Gastrointestinal:
- Vómitos
- Diarreas
- Obstrucción
intestinal
• Pérdidas en el
tercer espacio:
- Pancreatitis
- Peritonitis
• Cutáneas:
- Quemaduras
Renal
(FCNa > 1%)
Apropiada:
• Diuresis osmótica:
- Manitol
- Hiperglucemia
• Diuresis química:
- Furosemida
- Ácido etacrínico
Inapropiada:
• Fallo renal crónico
• Fallo renal agudo
no oligúrico
• Diuresis
posobstructiva
Los siguientes hallazgos clínicos sugieren la presencia de hipovolemia: historia de pérdidas hipotónicas (vómitos,
diarreas), pérdida de elasticidad cutánea, sequedad de mucosas, tiempo de relleno capilar prolongado, taquicardia,
colapso de venas yugulares, hipotensión sistémica y disminución de la presión venosa central. Los pacientes
hipervolémicos pueden desarrollar edema pulmonar, especialmente si presentan cardiopatías subyacentes.
244
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
Signos clínicos
Los signos de la hipernatremia con frecuencia no son aparentes hasta que los
niveles de sodio exceden los 170-175 mEq/l y la osmolalidad plasmática es superior a 350 mOsm/kg. Si la hipernatremia es severa (> 180 mEq/l) o acontece
rápidamente, puede estar asociada a la presencia de signos neurológicos tales
como debilidad, desorientación, depresión, convulsiones y coma. Otros signos
clínicos asociados a la hipernatremia incluyen: anorexia, vómitos y sed incrementada (variable en función de la causa). La hiperosmolalidad plasmática provoca
la reducción del volumen del compartimento intracelular por los movimientos
del agua desde el compartimento intracelular al extracelular y, por tanto, genera
frecuentemente deshidratación celular. Cuando la osmolalidad plasmática se incrementa de forma gradual, las células cerebrales acumulan sustancias conocidas
como osmoles idiogénicos para mantener el volumen celular. Es más probable
que se desarrollen signos del SNC cuando la osmolalidad plasmática se incrementa de forma rápida, dado que estos osmoles idiogénicos no han tenido suficiente
tiempo para formarse y, por tanto, no es posible prevenir la reducción del volumen de las células cerebrales. Los signos neurológicos pueden incluir irritabilidad,
calambres musculares, espasticidad y convulsiones. El coma y la muerte pueden
acontecer cuando la osmolalidad plasmática excede los 400 mOsm/kg.
Cuando la hipernatremia se asocia a pérdidas de fluidos hipotónicos y a disminución del sodio total corporal, los signos de hipovolemia pueden ser más evidentes.
Si son lo suficientemente severos, la hipovolemia puede resultar en isquemia renal, necrosis tubular aguda y fallo renal.
Tratamiento
La hipernatremia debe tratarse incluso cuando los signos clínicos no sean evidentes. Si los pacientes con hipernatremia presentan un déficit de agua libre, ésta
debe ser remplazada en forma de fluidos cuya osmolalidad sea menor que la
del paciente. El tratamiento debe ser cauteloso, y deben monitorizarse tanto los
niveles plasmáticos de sodio como la presencia de signos neurológicos. En pacientes con hipernatremia moderada (< 180 mEq/l), la concentración de sodio debe
disminuir a una velocidad aproximada de 1 mEq/l/h. En aquellos casos con hipernatremia severa (> 180 mEq/l) debe disminuir como máximo a 0,5-1 mEq/l/h.
Esta disminución progresiva de la concentración de sodio es importante de cara a
prevenir la distensión celular. Los osmoles idiogénicos se desnaturalizan de forma
lenta y progresiva, por lo que rápidas disminuciones del sodio en el plasma y,
por ende, rápidas disminuciones de la osmolalidad plasmática pueden causar el
movimiento de agua libre de nuevo hacia el relativamente hiperosmolar espacio
intracelular, generando el consiguiente edema neuronal.
9. ALTERACIONES ELECTROLÍTICAS Y DESEQUILIBRIOS ÁCIDO-BASE
245
El déficit de agua puede calcularse mediante la siguiente fórmula:
Agua libre =
((Na del paciente/Na normal) - 1) x (0,6 x peso corporal en kg)2
Esta fórmula aporta una estimación del volumen de agua libre que debe ser restituido. Este volumen, con frecuencia suministrado en forma de suero glucosado 5%, es infundido a lo largo de varias horas (48-72 horas) de modo que su
administración sea segura y se minimice la incidencia de problemas cerebrales
asociados a los desequilibrios osmóticos. Esta velocidad de reemplazo puede resultar inadecuada en los casos de pérdidas continuadas, como las que ocurren en
pacientes con diabetes mellitus no controladas, pero constituye un buen punto
de partida en la mayoría de los pacientes. La concentración plasmática de sodio
debe monitorizarse aproximadamente cada cuatro horas, para poder evaluar la
eficacia del tratamiento, así como el estado neurológico del paciente.
En el caso de las hipernatremias crónicas, el aporte complementario no debe
exceder en total los 12 mEq durante las primeras 24 horas. En tales situaciones el
déficit de agua puede ser aportado al paciente por vía intravenosa o bien por vía
oral, sobre todo en animales alerta que pueden beber y que no vomitan.
La principal complicación del tratamiento de la hipernatremia es el desarrollo
de edema cerebral. Si durante el tratamiento del paciente se detectan signos de
complicaciones neurológicas, debe detenerse el tratamiento con fluidos hipotónicos respecto al paciente y suspenderse el acceso del paciente al agua. Se tiene que
comprobar la concentración de sodio actual del paciente y si ésta ha disminuido
significativamente o está por encima de la velocidad estimada como segura para
el paciente, debe considerarse la posibilidad de edema cerebral. En tal caso, el
paciente se debe tratar con un bolo lento de manitol a dosis de 0,5-1 g/kg vía IV
durante 20-30 minutos. El manitol debe administrarse a través de una vía central,
si es posible, o bien diluido 1:1 en agua destilada a través de una vía periférica. Si
no está disponible o no es efectivo, puede recurrirse a la administración de suero
salino hipertónico 7,5% a dosis de 3-5 ml/kg durante un periodo de tiempo de
20 minutos.
246
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
ALTERACIONES
DEL POTASIO
El potasio es el catión intracelular más abundante, localizándose cerca del 95%
en el compartimento intracelular, y en su mayoría en las células del músculo esquelético (60-70%). A pesar de que los niveles plasmáticos no reflejan necesariamente los niveles de concentración de potasio en los tejidos, la monitorización de
este ion es especialmente importante en el paciente de urgencias y crítico dado
que su concentración sérica es esencial para la correcta función cardiaca y neuromuscular.
El rango de normalidad del potasio oscila entre
3,5 mEq/l y 5,5 mEq/l, con ligeras variaciones en
función de la especie y la referencia laboratorial.
Hipopotasemia
La hipopotasemia acontece cuando la concentración plasmática de potasio es menor de 3,5 mEq/l. Cuando la concentración de potasio es menor de 2-2,5 mEq/l,
la hipopotasemia se considera severa y requiere tratamiento urgente.
Causas
La hipopotasemia puede estar originada por una disminución significativa del
aporte de potasio al organismo, por traslado del potasio desde el compartimento extracelular al intracelular o bien por pérdidas excesivas a través del tracto
gastrointestinal o urinario. La mayoría de pacientes con hipopotasemias clínicamente significativas presentan patologías asociadas a alteraciones del equilibrio
interno (redistribución) o equilibrio externo (fundamentalmente depleción o pérdidas) del potasio en el organismo.
Las principales causas de hipopotasemia pueden consultarse en el cuadro 3.
9. ALTERACIONES ELECTROLÍTICAS Y DESEQUILIBRIOS ÁCIDO-BASE
247
CUADRO 3.
Principales causas de la hipopotasemia.
Aporte insuficiente
Disminución prolongada del aporte dietético de potasio (poco frecuente)
Aporte insuficiente de fluidos parenterales
Traslado del compartimento extracelular al compartimento intracelular
Alcalosis metabólica
Administración de insulina o fluidoterapia con suero glucosado
Niveles incrementados de catecolaminas
Hipotermia
Administración/intoxicación con agonistas β2-adrenérgicos (albuterol)
Síndrome de realimentación
Pérdidas incrementadas
Gastrointestinales
• Vómitos prolongados (fundamentalmente asociados a obstrucción pilórica)
• Diarreas severas
Urinarias
• Enfermedad renal crónica en gatos
• Nefropatía hipopotasémica inducida por la dieta en gatos
• Diuresis posobstructiva
• Acidosis tubular renal
• Diuresis osmótica (glucosuria, manitol)
• Administración de diuréticos (furosemida, hidroclorotiacida)
• Exceso de mineralocorticoides
- Hiperadrenocorticismo
- Hiperaldosteronismo primario (neoplasia adrenal)
• Hipomagnesemia (pacientes cetoacidóticos sometidos a insulinoterapia)
• Fármacos (penicilinas, amfotericina B)
Signos clínicos
Las anormalidades resultantes de la hipopotasemia se dividen en cuatro categorías: metabólicas, neuromusculares, renales y cardiovasculares.
A nivel metabólico, la tolerancia a la glucosa es una de las anormalidades más
características de la hipopotasemia, sin embargo, las repercusiones de la hipopotasemia a nivel neuromuscular y cardiaco resultan de mayor significación clínica.
Dado que el potasio es necesario para el mantenimiento del potencial en reposo
de la membrana celular, en condiciones de hipopotasemia se produce una hi-
248
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
perpolarización (menor excitabilidad) de la membrana plasmática del miocito.
Esta situación genera signos clínicos evidentes de debilidad en el músculo esquelético. El paciente hipopotasémico puede presentar ventroflexión del cuello
(especialmente los felinos), aunque otros signos como la marcha envarada y el
plantigradismo pueden ser característicos también de estos estadios. En gatos, la
miopatía hipopotasémica se ha asociado a enfermedad renal crónica, a cuadros
de diabetes mellitus no controlados e incluso a deficiencias graves de potasio en la
dieta. En casos graves, pueden presentarse fenómenos de debilidad muscular extrema y parálisis de la musculatura respiratoria (niveles de potasio < 1,5 mEq/l).
La hipopotasemia severa puede también ocasionar a nivel muscular fenómenos
de rabdomiólisis, y puede resultar tóxica para los túbulos renales. También puede
ocasionar debilidad del músculo liso, por lo que el paciente puede presentar fenómenos de íleo adinámico, éstasis gástrico o atonía del músculo detrusor.
En lo referente a las consecuencias cardiacas de la hipopotasemia, se produce un
retraso en la repolarización ventricular, se incrementa la duración del potencial
de acción y la automaticidad de la célula miocárdica. Es frecuente que el paciente
presente cambios tanto morfológicos como ritmológicos (arritmias) en el registro
electrocardiográfico. Los cambios morfológicos más habituales son: depresión
del segmento ST, enlentecimiento, aplanamiento o inversión de la onda T, incremento de la amplitud de la onda P, prolongación del segmento PR y prolongación
del complejo QRS. La hipopotasemia predispone al paciente al desarrollo de taquiarritmias tanto auriculares como ventriculares, a la disociación auriculoventricular y a la fibrilación ventricular.
Tratamiento
Los objetivos fundamentales del tratamiento son la corrección de la hipopotasemia sintomática y la corrección del mecanismo patológico subyacente.
La hipopotasemia moderada-crónica (3-3,5 mEq/l) puede corregirse mediante
la adopción de medidas dietéticas, las cuales incluyen la adición a la dieta de
alimentos con elevado contenido en potasio o suplementos comerciales de potasio (gluconato potásico, citrato potásico). La dosis diaria de estas preparaciones
es de 0,5-1 mEq/kg y suelen administrarse mezclados con la comida, una o dos
veces al día.
El tratamiento de la hipopotasemia moderada (2,5-3 mEq/l) o severa (≤ de
2,5 mEq/l) en el paciente anoréxico o con vómitos debe realizarse mediante
aporte intravenoso. El tratamiento de la hipopotasemia aguda o severa con o
sin potasemia metabólica requiere la administración de soluciones parenterales
9. ALTERACIONES ELECTROLÍTICAS Y DESEQUILIBRIOS ÁCIDO-BASE
249
intravenosas de potasio: cloruro potásico o fosfato potásico en caso de documentarse a su vez hipofosfatemia (tabla 1). Las elevadas pérdidas de potasio por vía
urinaria, gastrointestinal o asociadas a la terapia con insulina y fluidos en los pacientes cetoacidóticos hacen que la aplicación de fórmulas en estas situaciones sea
solo orientativa. Cuando se complementa con cloruro potásico intravenoso, en la
mayoría de los casos, la velocidad de infusión no debe exceder 0,5 mEq/kg/h, el
paciente deberá ser monitorizado electrocardiográficamente. Dicho tratamiento
debe incluir la corrección de los desequilibrios ácido-base presentes, a fin y efecto
de que la complementación con potasio sea efectiva.
En condiciones de urgencia vital (niveles séricos de potasio menores de 1,52 mEq/l) la solución de cloruro potásico puede administrarse utilizando la solución 2M (2 mEq/ml) mediante un perfusor de jeringa a velocidades de 0,0040,008 ml/kg/min. En tales circunstancias, se recomiendan controles de potasio
cada hora. El tratamiento de mantenimiento puede iniciarse cuando los niveles
de potasio están por encima de 3,5 mEq/l, utilizando aportes de 20-30 mEq por
cada 1000 ml. En condiciones estables, la medición de potasio puede realizarse
cada 24-48 horas.
Existen condiciones como la oliguria o la anuria, el hipoaldosteronismo, la coadministración de ciertos fármacos que pueden predisponer al paciente a padecer
diversos efectos adversos tras la venoclisis de potasio, por ejemplo, los diuréticos
ahorradores de potasio (aldosterona). Es importante recordar que las cantidades
de aportes complementarios previamente descritas solo son orientativas y que
deben ajustarse a las necesidades de cada paciente, adecuando los aportes diarios
a los niveles séricos del paciente.
TABLA 1.
Aporte parenteral complementario de potasio.
250
CONCENTRACIÓN
DE POTASIO SÉRICO
(mEq/l)
KCl (mEq/l) A AÑADIR A
UN LITRO DE FLUIDOS
CRISTALOIDES
VELOCIDAD MÁXIMA
DE INFUSIÓN
(ml/kg/h)
3,6-5,0
20
24
3,1-3,5
30
16
2,6-3,0
40
11
2,1-2,5
60
8
< 2,0
80
6
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
Hiperpotasemia
La hiperpotasemia acontece cuando la concentración plasmática de potasio es
superior a 5,5 mEq/l. Cuando los niveles de potasio son superiores a 7,5 mEq/l,
la hiperpotasemia puede ser signo de riesgo vital dado que puede ocasionar toxicidad miocárdica.
Causas
La hiperpotasemia se origina por cuatro mecanismos principalmente: ingesta o
complementación excesivas, traslado desde el espacio intracelular al extracelular,
disminución de la excreción renal o bien artefactual (pseudohiperpotasemia).
La complementación excesiva de potasio o su administración endovenosa rápida
puede ocasionar cardiotoxicidad, por lo que se aconseja limitar la velocidad de
infusión a 0,5mEq de potasio/kg/h.
En el caso de la acidosis metabólica, el potasio tiende a ser transferido desde
el espacio intracelular al extracelular al ser intercambiado por hidrogeniones.
El traslado extracelular de potasio también puede acontecer en situaciones de
golpe de calor, intoxicaciones por picadura de serpiente, politraumatismos tisulares severos, síndromes de lisis tumoral asociados a tratamientos quimioterápicos,
radioterapia y en pacientes con síndromes de reperfusión.
La causas más frecuentes de hiperpotasemia en pequeños animales son, sin embargo, las asociadas a procesos renales o posrenales que limitan la excreción
urinaria de potasio. La oliguria o la anuria son determinantes en la génesis y
magnitud de la hiperpotasemia, aunque el tratamiento dependerá de la causa
primaria (cuadro 4).
Otra de las causas habituales de hiperpotasemia es el hipoadrenocorticismo o
síndrome de Addison. En estos pacientes, la natriuresis asociada a la ausencia de
aldosterona ocasiona una reducción del volumen circulante, el cual puede dificultar la excreción de potasio en los túbulos renales distales. Esta situación reduce
además la perfusión renal, puede ocasionar azotemia prerrenal y por ende disminuir la excreción de potasio.
El potasio intracelular puede ser liberado cuando existe hemólisis iatrogénica
o un gran número de células sanguíneas circulantes, especialmente plaquetas o
leucocitos, generando un incremento artefactual de los niveles séricos de potasio
(pseudohiperpotasemia).
9. ALTERACIONES ELECTROLÍTICAS Y DESEQUILIBRIOS ÁCIDO-BASE
251
CUADRO 4.
Principales causas de la hiperpotasemia.
Aporte exagerado
Fluidos intravenosos complementados con potasio
Transfusión de sangre o concentrado de eritrocitos en mal estado o caducado
Traslado desde el CIC al CEC
Acidosis mineral (NH4Cl, HCl)
Diabetes mellitus cetoacidótica o hiperosmolar
Síndrome de lisis tumoral
Síndrome de reperfusión
Disminución de la excreción urinaria
Fallo renal anúrico u oligúrico
Obstrucción uretral
Rotura de vejiga urinaria
Hipoadrenocorticismo
Enfermedad gastrointestinal
• Trichuriasis
• Salmonelosis
• Perforación duodenal
Quilotórax
Fármacos
• IECA
• Diuréticos ahorradores de potasio
• β-bloqueantes
Pseudohiperpotasemia
• Trombocitosis o leucocitosis
• Akita Inu y otras razas caninas de origen japonés
Signos clínicos
Los efectos de la hiperpotasemia acontecen fundamentalmente, como ocurre en
el caso de la hipopotasemia, a nivel de la membrana de la célula neuromuscular
y cardiaca.
Dado que la hiperpotasemia genera despolarización de la membrana celular, la
debilidad muscular es el signo clínico más destacado. En hiperpotasemias severas
también pueden ocurrir fenómenos de parálisis y parestesia.
252
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
Las anormalidades cardiacas pueden aparecer cuando los niveles de potasio sérico exceden los 7,5 mEq/l. La hiperpotasemia genera alteraciones en la despolarización y repolarización del miocardio. Sin embargo, los hallazgos electrocardiográficos no siempre se correlacionan con los niveles séricos de potasio. Las
alteraciones electrocardiográficas más relevantes se describen en la tabla 2.
TABLA 2.
Cambios electrocardiográficos asociados a la hiperpotasemia.
CONCENTRACIÓN
DE POTASIO SÉRICO (mEq/l)
CAMBIOS ELECTROCARDIOGRÁFICOS
> 5,5
Ondas T picudas
Prolongación del complejo QRS
> 6,5
Prolongación del intervalo PR
Depresión de la amplitud de la onda R
Depresión del segmento ST
>7
> 8,5
Depresión de la amplitud de la onda P
Arresto sinusal
Ritmo sinoventricular
Complejos QRS bifásicos
> 10
Flutter ventricular
Fibrilación ventricular
Asistolia ventricular
Tratamiento
En pacientes con hiperpotasemia, todo tipo de complementación con potasio
debe ser suspendida. Se recomienda la realización de un electrocardiograma en
todo paciente con hiperpotasemia severa documentada y/o sintomática.
Un paciente asintomático con una producción de orina normal y una concentración de potasio sérico entre 5,5-6,5 mEq/l raramente requiere un tratamiento
inmediato, sin embargo, la causa de la hiperpotasemia debe ser investigada. En
estos pacientes, la venoclisis de fluidos isotónicos sin potasio o con cantidades
mínimas puede incrementar la diuresis y corregir hiperpotasemias moderadas
(≤ 6 mEq/l). El uso de diuréticos de asa o diuréticos tiazidas puede incrementar la
excreción urinaria de potasio, por lo que su uso debe ir complementado con medidas de rehidratación en muchos casos. Cualquier droga que pueda incrementar
los niveles séricos de potasio (IECA, antagonistas β-adrenérgicos, diuréticos ahorradores de potasio, etc.) debe ser suspendida.
9. ALTERACIONES ELECTROLÍTICAS Y DESEQUILIBRIOS ÁCIDO-BASE
253
La terapia inmediata debe ir dirigida a reducir y antagonizar los efectos de la
hiperpotasemia en pacientes con anormalidades electrocardiográficas severas o
niveles de potasio superiores a 7,5-8 mEq/l. El gluconato cálcico 10% a dosis de
0,5-1,5 ml/kg en bolo lento intravenoso contrarresta inmediatamente los efectos
cardiotóxicos directos de la hiperpotasemia al disminuir el potencial de membrana y deprimir la excitabilidad de la membrana celular miocárdica. Los agonistas
β-adrenérgicos, el bicarbonato sódico y la dextrosa, con o sin insulina, pueden ser
administrados para reducir las concentraciones de potasio tal y como se describe
en la tabla adjunta (tabla 3).
TABLA 3.
Tratamiento de la hiperpotasemia severa.
FÁRMACO
DOSIS
Gluconato cálcico
10%
0,5-1,5 ml/kg IV lento
(5-10 min)
con registro ECG
Disminuye el potencial de
membrana del miocito
Bicarbonato sódico
1-2 mEq/kg IV lento
(15 min)
Causa alcalosis metabólica
generando el movimiento del
potasio hacia el CIC
15 min
Suero glucosado
25%
0,7-1 g/kg IV lento
(3-5 min)
Favorece el traslado de potasio
al CIC
< 1 hora
Suero glucosado
25% con insulina
Insulina regular a
0,5 UI/kg IV con
dextrosa (2 g/UI de
insulina administrada)
Favorece el traslado de potasio
al CIC
30 min
0,01 mg/kg IV lento
Estimula la bomba Na/K-AT
Pasa favoreciendo el traslado al
interior de la célula
20-40 minutos
Terbutalina
MECANISMO DE ACCIÓN
INICIO DE ACCIÓN
3 a 5 min
La administración intravenosa de bicarbonato también es efectiva dado que genera alcalosis, la cual atrae hidrogeniones hacia el compartimento extracelular y
transfiere como intercambio los iones potasio al interior de la célula. Sin embargo, la administración excesiva de bicarbonato por vía intravenosa puede inducir
acidosis cerebral paradójica e hiperosmolaridad, por lo que su administración
debe ser cuidadosa y monitorizada.
La administración de soluciones de dextrosa y/o insulina es una alternativa eficaz
en muchas ocasiones, ya que la insulina facilita el transporte de glucosa a los tejidos y el potasio es vehiculado de igual forma gracias a la acción de esta hormona.
Cabe comentar que la administración de bolos intravenosos de dextrosa hipertónica a pacientes muy deshidratados puede empeorar la deshidratación celular,
por lo que debe reevaluarse al paciente periódicamente.
254
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
La diálisis peritoneal y la hemodiálisis pueden corregir eficazmente la hiperpotasemia en aquellos casos donde no existe una respuesta adecuada a las medidas
terapéuticas descritas con anterioridad.
ALTERACIONES
DEL CALCIO
El calcio es un electrolito importante para numerosas funciones intracelulares y
extracelulares, y un elemento esencial para el soporte óseo esquelético, la contracción muscular y la estabilización de la membrana neuronal ya que disminuye su
permeabilidad al sodio.
La homeostasis del calcio depende de hormonas como la PTH, los metabolitos
de la vitamina D (fundamentalmente calcitriol) y la calcitonina. Estas hormonas reguladoras actúan principalmente sobre los intestinos, el riñón y el propio
tejido óseo. Aproximadamente el 50% del calcio sérico está unido a proteínas,
fundamentalmente la albúmina, mientras que el otro 50% consiste en la porción
ultrafiltrable (10% complejo y 40% ionizado). La fracción ionizada o fracción
libre es la biológicamente activa y el indicador más importante de los niveles
funcionales de calcio.
El rango de referencia del calcio total en la especie
canina es de 9,0-11,5 mg/dl (2,2-3,8 mmol/l) y en
la especie felina de 8,0-10,5 mg/dl (2,0-2,6 mmol/l).
El rango de referencia del calcio ionizado en la
especie canina es de 5,0-6,0 mg/dl (1,2-1,5 mmol/l)
y en la felina de 4,5-5,5 mg/dl (1,1-1,4 mmol/l).
Hipocalcemia
La hipocalcemia viene definida por la presencia de niveles de calcio sérico total
inferior a 9 mg/dl en perros e inferior a 8 mg/dl en gatos. Cuando se diagnostica
la hipocalcemia basándose en la determinación de la concentración de calcio
total, ésta debe ser siempre confirmada mediante la medición del calcio ioniza-
9. ALTERACIONES ELECTROLÍTICAS Y DESEQUILIBRIOS ÁCIDO-BASE
255
do. En ese caso la hipocalcemia acontece cuando los niveles de calcio iónico son
inferiores a 5 mg/dl (1,25 mmol/l) en perros y menores de 4,5 mg/dl (1,1 mmol/l)
en gatos.
Causas
La hipocalcemia sintomática en perros y gatos suele estar principalmente asociada a la presencia de hipoparatiroidismo, hipoproteinemia severa, deficiencia de
vitamina D, hiperfosfatemia, síndromes de malabsorción, pancreatitis aguda e
insuficiencia renal crónica (cuadro 5). De hecho, la causa más común de niveles
de calcio total por debajo de lo normal es la hipoalbuminemia.
Cabe destacar, en el ámbito de las urgencias veterinarias, la tetania hipocalcémica
posparto y la eclampsia preparto, situaciones que pueden presentarse tanto en
la especie canina como felina, aunque es son más frecuentes en perros de raza
pequeña.
Signos clínicos
Aunque la presencia de hipocalcemia es una situación común en el ámbito de la
medicina de urgencias y los cuidados intensivos, con frecuencia suele ser moderada y asintomática.
La mayoría de pacientes con un desarrollo rápido de hipocalcemia son los que
presentan signos clínicos más relevantes y fundamentalemte asociados a la irritabilidad neuromuscular. De hecho no suelen presentarse efectos sistémicos graves
hasta que los niveles de calcio ionico disminuyen de 1,4-1,6 mmol/l. Conforme
los niveles de calcio se reducen, las membranas neuronales se hacen cada vez más
excitables al incrementarse su permeabilidad al sodio y disminuir la fuerza de
la contracción miocárdica, ya que esto inhibe la relajación de la fibra muscular.
El ECG de estos pacientes con frecuencia no presenta anomalías significativas
pero en ocasiones pueden apreciarse intervalos QT prolongados, ondas T anchas
y profundas, y bloqueos auriculoventriculares. Se debe tener en cuenta que la
hiperpotasemia y la hipomagnesemia son condiciones que pueden potenciar la
irritabilidad neuromuscular y cardiaca asociada a la hipocalcemia.
Así pues, los pacientes con hipocalcemia sintomática pueden presentar jadeo, pirexia, temblores musculares y fasciculaciones, prurito facial, calambres, marcha
envarada, convulsiones, irritabilidad, debilidad y desorientación.
256
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
CUADRO 5.
Principales causas de la hipocalcemia.
Frecuentes
Hipoalbuminemia
Fallo renal crónico
Tetania puerperal (eclampsia)
Fallo renal agudo
Pancreatitis aguda
Poco frecuentes
Traumatismo tisular o rabdomiólisis
Hipoparatiroidismo
• Primario
- Idiopático o espontáneo
- Posoperatorio tras tiroidectomía bilateral
• Secundario a reversión súbita de hipercalcemia crónica
• Secundario a depleción o exceso de magnesio
Intoxicación por etilenglicol
Enema de fosfatos
Secundaria a la administración de bicarbonato
Ocasionales
Error laboratorial
Hipocalcemia dilucional
Malabsorción intestinal o emaciación severa
Hipovitaminosis D
Hipomagnesemia
Hiperparatiroidismo nutricional secundario
Síndrome de lisis tumoral
Transfusión de sangre (anticoagulante citratado)
Tratamiento
La decisión de tratar la hipocalcemia deber realizarse de acuerdo a múltiples
factores, incluyendo la severidad de los signos clínicos, la velocidad de desarrollo
de los mismos y la etiología del proceso primario. Si el paciente está estable, no
existen signos clínicos atribuibles a la hipocalcemia y los niveles de calcio iónico
disminuyen de forma progresiva, puede considerarse obviar el tratamiento. Si por
el contrario, la disminución es severa, el tratamiento será más o menos agresivo
en función de los signos clínicos.
9. ALTERACIONES ELECTROLÍTICAS Y DESEQUILIBRIOS ÁCIDO-BASE
257
En el caso de la terapia aguda, se recomienda la administración inmediata de una
solución de gluconato cálcio al 10% a dosis de 0,5-1,5 ml/kg en pequeños animales mediante la administración intravenosa lenta (20-30 minutos). Se recomienda
monitorizar con un ECG durante la administración, ya que cabe la posibilidad de
desarrollo de bradiarritmias y alteraciones morfológicas (acortamiento del QT,
elevación del ST, etc.). Los signos electrocardiográficos descritos son indicativos
de toxicidad cardiaca. En caso de darse estos efectos debe suspenderse el tratamiento hasta recuperar la frecuencia cardiaca y el ritmo.
El tratamiento de mantenimiento puede realizarse a través de la venoclisis de gluconato cálcio al 10%, a la dosis de 5-10 ml/kg; mediante la administración lenta
en soluciones cristaloides de reemplazo (Ringer lactato o solución salina fisiológica al 0,9%) a lo largo de 24 horas; mediante una infusión de calcio elemental
a dosis de 1-3 mg/kg/h; o bien mediante la administración de 2 ml/kg IV durante
un periodo de 6-8 horas y repetido en función de la necesidad del paciente. Para
evitar la posibilidad de hipercalcemia iatrogénica, deben realizarse mediciones
seriadas del calcio sérico del paciente. En ocasiones, la resolución de los signos
clínicos puede demorarse entre 30-60 minutos una vez corregida la hipocalcemia.
El manejo médico de la hipocalcemia crónica puede llevarse a cabo mediante la
administración de suplementos de calcio oral, vitamina D2 o calcitriol.
Las soluciones de calcio no pueden añadirse
a soluciones que contengan bicarbonato
porque puede producirse la precipitación
de las sales de bicarbonato cálcico.
Hipercalcemia
La hipercalcemia viene definida por la presencia de niveles de calcio sérico total
superior a 12 mg/dl en la especie canina y superior a 11 mg/dl en la felina. En
términos de calcio iónico puede definirse la hipercalcemia cuando los niveles son
superiores a 6 mg/dl (1,5 mmol/l) en el perro y superior a 5,7 mg/dl (1,4 mmol/l)
en el gato.
258
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
Causas
En perros las causas más frecuentes de hipercalcemia son el hiperparatiroidismo
primario y la hipercalcemia de origen paraneoplásico (pseudohiperparatiroidismo) (cuadro 6). Las metástasis osteolíticas de neoplasias malignas, el hiperparatiroidismo renal terciario y las enfermedades granulomatosas también pueden
generar hipercalcemia sintomática. Elevaciones menores de los niveles de calcio
pueden acontecer en procesos patológicos como el hipoadrenocorticismo. En la
especie felina, la causa más frecuente es la hipercalcemia asociada a neoplasias
aunque el hiperparatiroidismo primario también puede ocurrir. Otras posibles
causas incluyen la hipervitaminosis D y ciertas intoxicaciones (rodenticidas).
CUADRO 6.
Principales causas de la hipercalcemia.
No patológica
Pospandrial
Juvenil (animal en crecimiento)
Error laboratorial
Lipemia
Transitoria o inconsecuente
Hemoconcentración
Hiperproteinemia
Hipoadrenocorticismo
Patológica o persistente/consecuente
Paratiroides dependiente
• Neoplasia
• Adenoma
• Adenocarcinoma
• Hiperplasia
Paratiroides independiente
• Neoplasias (hipercalcemia humoral)
• Linfosarcoma
• Carcinoma
• Timoma
• Adenocarcinoma de glándulas apocrinas en sacos anales
• Neoplasias hematológicas (hipercalcemia por osteólisis)
• Linfosarcoma
• Mieloma múltiple
• Leucemia
• Desórdenes mieloproliferativos
• Neoplasias óseas (primarias o metastáticas)
Continúa 
9. ALTERACIONES ELECTROLÍTICAS Y DESEQUILIBRIOS ÁCIDO-BASE
259
• Hipercalcemia idiopática (gatos)
• Fallo renal crónico
• Calcinosis cutis
• Hipervitaminosis D
• Iatrogénica
• Plantas (glucósidos de calcitriol)
• Rodenticidas (colecalciferol)
• Enfermedades granulomatosas
• Enfermedades fúngicas
• Reacción en lugares de inyección
• Fallo renal agudo
• Lesiones esqueléticas
• Osteomielitis
• Osteodistrofia hipertrófica
• Osteoporosis
• Excesivo aporte de calcio oral
• Adminsitración de quelantes de fósforo que contienen calcio
• Complementación excesiva con calcio oral (carbonato de calcio)
• Hipervitaminosis A
• Intoxicación por uvas/pasas
Signos clínicos
Los signos clínicos están asociados a la severidad de la hipercalcemia y pueden
ser de tipo neuromuscular, cardiovascular, gastrointestinal, renal y esquelético.
Los síntomas neuromusculares pueden incluir la disminución de la sensibilidad,
de la respuesta de la conducción nerviosa y de la fuerza de la contracción de la
fibra muscular. Todo ello genera un incremento de la fatiga y debilidad que puede
progresar a ataxia y a alteraciones del estado mental. Los pacientes severamente
afectados pueden presentar ataxia, depresión mental, fasciculaciones musculares,
convulsiones e incluso coma.
En estadios hipercalcémicos moderados, la conducción cardiaca puede verse enlentecida y su automaticidad disminuida, acortándose el periodo refractario. La
bradicardia puede detectarse durante el examen físico, y el registro electrocardiográfico puede mostrar las alteraciones características de la hipercalcemia, es decir,
prolongación del intervalo PR, ensanchamiento del complejo QRS, acortamiento
del intervalo QT, acortamiento o ausencia del intervalo ST y ensanchamiento de
la onda T. Las bradiarritmias pueden progresar a bloqueo AV, asistolia y parada
cardiaca en pacientes severamente afectados. Cabe destacar que la hipercalcemia
también incrementa la sensibilidad del miocardio a fármacos como los digitálicos.
260
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
Otros signos frecuentes son la anorexia, constipación, náuseas, vómitos, dolor
abdominal, letargia, debilidad y poliuria/polidipsia (no en gatos). La nefrolitiasis
y los cálculos urinarios pueden ser consecuencia de una hipercalcemia crónica.
Tratamiento
El tratamiento deberá iniciarse en función de la magnitud de la hipercalcemia, la
velocidad de su desarrollo, la progresión del proceso patológico subyacente, los
signos clínicos y la disfunción orgánica asociada. Los objetivos del tratamiento
irán encaminados a corregir la hidratación del paciente, promover la calciuresis,
inhibir la reabsorción ósea y tratar, dentro de lo posible, el proceso subyacente. El
tratamiento suele ser paliativo dado que con frecuencia la causa no puede tratarse
de forma definitiva, pero en hipercalcemias severas sintomáticas alguna de las
siguientes recomendaciones pueden llevarse a cabo a fin y efecto de corregir los
niveles de calcio sérico lo más pronto posible:
1) Administración de suero salino fisiológico NaCl 0,9%. La administración de
suero salino permite corregir la deshidratación del paciente, incrementa la excreción urinaria de calcio y disminuye su reabsorción en los túbulos renales.
Una vez corregida la deshidratación mediante venoclisis rápida (4-6 horas)
puede administrarse a 1,5-2 veces la velocidad de mantenimiento. En pacientes críticos (cardiacos, hipertensos, etc.) y con riesgo de sufrir hipervolemia, la
administración de fluidos debe ser monitorizada y cuidadosa. Una vez se ha
logrado la expansión del volumen plasmático del paciente, la administración
de furosemida (1-2 mg/kg PO, SC, IV cada 12 h) puede incrementar la diuresis y las pérdidas del calcio urinario. La infusión a ritmo constante (0,2-1 mg/
kg/h) puede ser necesaria en crisis hipercalcémicas severas. En tales situaciones, los electrolitos séricos (especialmente el sodio y el potasio) deben ser
monitorizados y enriquecidos convenientemente. En casos de desarrollarse
hipernatremia debe suspenderse la administración de suero salino fisiológico.
2) La administración de glucocorticoides puede causar una reducción de los niveles de calcio sérico al disminuir la reabsorción ósea, disminuir la absorción
intestinal de calcio e incrementar la excreción renal de éste. La dexametasona se administra a dosis de 0,1-0,22 mg/kg SC, IV cada 12 h, o la prednisona
a dosis de 1-2,2 mg/kg PO, SC, IV cada 12h. La magnitud del efecto de
los corticosteroides sobre la hipercalcemia depende de la causa de ésta. Son
particularmente beneficiosos en el caso de linfomas, síndromes paraneoplásicos asociados a tumores malignos, hipevitaminosis D e intoxicaciones por
rodenticidas derivados del colecalciferol.
9. ALTERACIONES ELECTROLÍTICAS Y DESEQUILIBRIOS ÁCIDO-BASE
261
3) La administración de soluciones de fósforo por vía oral o intravenosa, calcitonina, mitracina, bifosfatos puede requerirse en algunos casos de hipercalcemia. En el tratamiento de crisis hipercalcémicas agudas se considera de
elección la calcitonina ya que inhibe la reabsorción ósea e incrementa la excreción renal de calcio. Suele administrarse a dosis de 4-8 UI/kg SC, IM cada
8 horas. Su efecto es rápido, pero transitorio, y es menos persistente que el de
productos como los bifosfonatos o la mitracina (plicamicina). Sin embargo, el
efecto de estos últimos requiere unas 24-48 horas para inhibir la reabsorción
ósea y, aunque su efecto es más prolongado, no son consideradas drogas de
elección en el tratamiento de crisis hipercalcémicas agudas.
4) La administración de bicarbonato sódico puede considerarse en el tratamiento de crisis hipercalcémicas dado que disminuye el calcio total y el ionizado.
Puede administrarse mediante bolo lento a dosis de 1 mEq/kg IV hasta un
máximo de 4 mEq/kg (dosis total), cuando el paciente está en riesgo vital.
Los parámetros ácido-base deben ser monitorizados a fin y efecto de evitar
la alcalemia u otras complicaciones como la acidosis cerebral paradójica, la
hipernatremia y la hiperosmolaridad.
ALTERACIONES
DEL FÓSFORO
El fósforo ejerce un papel esencial en muchos procesos biológicos, no solo desde
el punto de vista funcional sino también estructural. Muchos sistemas energéticos
del organismo son dependientes del ATP y, por tanto, del fósforo. Entre éstos
cabe destacar el mantenimento de gradientes electroquímicos de membrana, la
generación de impulsos eléctricos y la contracción muscular.
El fósforo también influye en la regulación de la función proteica y el equilibrio
ácido-base. Es un componente esencial de los ácidos ribonucleicos y desoxiribonucleicos, además, constituye un componente fundamental de la estructura ósea
y dental.
La homeostasis del fósforo viene determinada por el grado de absorción intestinal, excreción renal y por la influencia hormonal ejercida por la hormona paratiroidea, la vitamina D y la calcitonina.
262
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
El rango de normalidad para el fósforo en
perros y gatos adultos es de 3-6 mg/dl. En
cachorros o gatitos los valores de normalidad
son significativamente superiores 7-11 mg/dl.
Hipofosfatemia
La hipofosfatemia viene definida por la presencia de niveles de fósforo plasmático
por debajo de 3 mg/dl. Aparecen signos clínicos con valores inferiores a 2 mg/dl.
Causas
La hipofosfatemia puede presentarse, fundamentalmente, debido a uno o más de
los siguientes mecanismos: disminución de la absorción intestinal, redistribución
del fósforo desde el compartimento extracelular al intracelular o incremento de
las pérdidas a través del riñón (cuadro 7).
CUADRO 7.
Principales causas de la hipofosfatemia.
Disminución de la absorción intestinal o incremento de pérdidas
Administración de fármacos quelantes de fósforo
Supresión del aporte dietético de fósforo en la dieta
Vómitos y diarreas
Síndrome de malabsorción
Deficiencia en vitamina D
Redistribución desde el compartimento extracelular al intracelular/tejido óseo
Administración de glucosa intravenosa
Elevados niveles de insulina circulante por causa endógena o exógena (iatrogénica)
Elevados niveles de catecolaminas circulantes
Diabetes mellitus, diabetes cetoacidótica
Hiperalimentación (síndrome de realimentación)
Lipidosis hepática
Alcalosis respiratoria
Acidosis metabólica
Epinefrina
Continúa 
9. ALTERACIONES ELECTROLÍTICAS Y DESEQUILIBRIOS ÁCIDO-BASE
263
Intoxicación por salicilatos
Resíntesis ósea
Incremento de las pérdidas renales o asociadas a diálisis
Diuresis
Administración de diuréticos (furosemida, manitol, tiacidas, acetazolamida)
Diabetes mellitus, diabetes cetoacidótica
Hipomagnesemia
Hipercalcemia
Hiperparatiroidismo
Diálisis con dializados deficientes en fosfato
Neoplasias
Defectos tubulares renales (Síndrome de Fanconi)
Signos clínicos
La hipofosfatemia puede alterar la funcionalidad de multitud de órganos y sistemas; y también a las células sanguíneas: eritrocitos, leucocitos y plaquetas.
En el caso de los eritrocitos, la hipofosfatemia puede disminuir los niveles de
2,3-difosfoglicerato (2,3-DPG) comprometiendo su capacidad de captar y transportar adecuadamente el oxígeno. Además, cuando los niveles de fósforo son
inferiores a 1 mg/dl, puede verse afectada la deformabilidad del eritrocito, lo cual
predispone a la rotura de su membrana (hemólisis).
En lo que respecta a los leucocitos, la hipofosfatemia puede influir en su quimiotaxis y, por tanto, en su capacidad fagocitaria.
En cuanto a las plaquetas, la hipofosfatemia acorta su esperanza de vida, dificulta la retracción del coágulo primario y predispone al paciente a la discrasia
hemorrágica.
A nivel muscular la depleción del fósforo genera miopatía, rabdomiólisis y
debilidad de los músculos cardiaco y respiratorios. La hipofosfatemia severa
(< 1 mg/dl) puede ocasionar también disminución de la síntesis de fosfolípidos,
dificultar el metabolismo de la glucosa, alterar la homeostasis del magnesio y
promover la desmineralización ósea.
264
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
Tratamiento
Antes de plantear el tratamiento con fósforo en pacientes con hipofosfatemia
severa y sintomática, debe evaluarse la posibilidad de suspender todo tipo de
tratamiento que pudiera exacerbar sus pérdidas. Por ejemplo, debe evaluarse si la
administración de quelantes del fósforo, de glucosa intravenosa o la administración de diuréticos puede suspenderse, ya que estas situaciones pueden incrementar las pérdidas de fósforo.
Las soluciones de fósforo están disponibles para el aporte complementario vía
parenteral o enteral. En los casos de hipofosfatemia moderada, la vía oral es la
más recomendable. De hecho, las soluciones nutritivas, especialmente en pacientes debilitados, deben ser enriquecidas en la medida de lo posible. Por ejemplo,
los gatos con lipidosis hepática pueden desarrollar hipofosfatemia si son realimentados de forma agresiva, por lo que la monitorización del fósforo y su aporte
complementario pueden llegar a estar indicados.
En casos de hipofosfatemia severa, la complementación vía intravenosa es la más
recomendable. Las preparaciones para uso intravenoso son de fosfato potásico o
fosfato sódico, y las dosis de fosfato sugeridas son de 0,011 a 0,033 mmol/kg/h.
Cuando los niveles de fósforo plasmático son superiores a 2 mg/dl, la infusión
debe detenerse.
En pacientes con diabetes cetoacidótica, la administración de combinaciones de
cloruro y fosfato potásico a velocidades de infusión no superiores a 0,5 mEq de
K+/kg/h, puede ser de utilidad. De hecho, cuando se administra fósforo por vía
intravenosa debe monitorizarse el nivel de fósforo cada 6-12 horas, e interrumpir
el aporte cuando los niveles de fósforo sean superiores a 2 mg/dl.
Si el paciente presenta hipo o hipercalcemia, o alteraciones de los niveles de magnesio, también deben monitorizarse periódicamente los niveles de magnesio y
calcio.
La administración de fósforo intravenoso, especialmente si se realiza muy rápido,
puede provocar hipotensión, hipomagnesemia e hiperosmolaridad.
Cabe considerar que las soluciones de fosfato para uso intravenoso son hiperosmolares, por lo que deben ser diluidas antes de su administración por vía intravenosa y no ser infundidas junto a soluciones que contengan calcio, ya que
precipitarían.
9. ALTERACIONES ELECTROLÍTICAS Y DESEQUILIBRIOS ÁCIDO-BASE
265
Hiperfosfatemia
La hiperfosfatemia acontece cuando los niveles de fósforo plasmático se encuentran por encima del rango de normalidad, es decir, superiores a 6 mg/dl.
Causas
La hiperfosfatemia puede ser consecuencia de tres mecanismos, principalmente:
el incremento del aporte de fósforo (endógeno o exógeno), la disminución de la
tasa de filtración glomerular y el incremento la reabsorción tubular renal. Las
causas más importantes de hiperfosfatemia en perros pueden consultarse en el
cuadro adjunto (cuadro 8).
CUADRO 8.
Posibles causas de la hiperfosfatemia.
Sobredosificación o aporte excesivo
Absorción intestinal incrementada
Enemas con soluciones de fosfatos
Intoxicación por vitamina D
• Rodenticidas a base de colecalciferol
• Cremas anti psoriasis: calcipotrieno
Excreción disminuida
Renal
• Prerrenal
- Hipoadrenocorticismo
• Renal
- Agudo
- Crónico
• Posrrenal
- Uroabdomen
- Obstrucción urinaria
Hipoparatiroidismo
Acromegalia
Hipertiroidismo
Continúa 
266
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
Trasvase celular
Necrosis tisular
Síndrome de lisis tumoral
Rabdomiólisis
Hemólisis
Fisiológica
Perro joven en crecimiento
Pospandrial
Error laboratorial
Lipemia
Hiperproteinemia
Signos clínicos
Los signos clínicos asociados a la hiperfosfatemia incluyen diarrea, hipocalcemia,
tetania, hiperosmolalidad, hipernatremia y la calcificación metastásica de tejidos
blandos.
La hiperfosfatemia, especialmente si se desarrolla con rapidez (en días), puede generar una disminución significativa de la porción ionizada del calcio, en ocasiones
suficiente como para generar tetania. El mecanismo es por precipitación de calcio,
la inhibición de su resorción ósea y la supresión de la hidroxilación renal de la
vitamina D. En el fallo renal crónico, la hipocalcemia inducida por el exceso de
fósforo en el plasma estimula la liberación de PTH y juega un rol importante en la
génesis del hiperparatiroidismo renal secundario y en la progresión de la propia
hiperfosfatemia y la insuficiencia renal.
Tratamiento
El tratamiento con fluidos puede ayudar a corregir los desequilibrios ácido-base
en el paciente, incrementar la tasa de filtración glomerular y promover la excreción de fósforo mediante el incremento de la diuresis.
Las fuentes externas de fósforo y su absorción intestinal deberían ser reducidas
en pacientes con compromiso renal. Las fuentes endógenas de fósforo producto
de la rotura celular, como ocurre en el síndrome de lisis tumoral, deberían ser
tratadas con medidas de soporte renal y evitando la utilización de agentes potencialmente nefrotóxicos.
9. ALTERACIONES ELECTROLÍTICAS Y DESEQUILIBRIOS ÁCIDO-BASE
267
La utilización de fluidos con glucosa puede considerarse, si se desea promover el
trasvase de fósforo desde el compartimento extracelular al intracelular.
En caso de recurrir a técnicas de diálisis, el fósforo es extraído durante este proceso a una velocidad determinada por el volumen y composición del dializado y
fluidos corporales, así como el tipo de membrana de diálisis utilizada.
Los compuestos de aluminio quelantes de fósforo (hidróxido de aluminio: 30180 mg/kg durante 7 días con la comida) captan el fósforo intestinal, con lo que
limitan la absorción de fósforo de la dieta y el secretado. El sucralfato también es
un agente quelante de fósforo eficaz (0,51 g/25 kg de peso vivo, de 2 a 4 veces al
día, PO). Ambos productos también limitan la absorción del fósforo endógeno,
es decir, el excretado desde las glándulas paratiroides y el páncreas. Sin embargo,
y aunque el uso de estos fármacos en humanos ha disminuido dada su toxicidad,
existen pocas evidencias de su toxicidad en la especie canina y felina.
Otros productos, como el carbonato de calcio y el acetato de calcio, están disponibles en el mercado y son de uso común en humanos; sin embargo su utilización
puede promover la aparición de hipercalcemia.
DESEQUILIBRIOS
ÁCIDO-BASE
La regulación del equilibrio ácido-base constituye uno de los mecanismos homeostáticos más importantes del organismo. La concentración de hidrogeniones
ejerce una importante influencia sobre multitud de funciones moleculares, reacciones enzimáticas y funciones celulares, incluyendo la farmacodinamia y farmacocinética de muchos de los fármacos. Por ello, existen diferentes mecanismos
fisiológicos destinados a mantener la concentración de hidrogeniones, y por definición el pH, dentro de un estrecho margen fisiológico. Conocer el estado ácidobase del paciente raramente va a proporcionar un diagnóstico pero orientará al
clínico sobre cuándo y cómo debe tratarse el desequilibrio. Esto también permite
evaluar si la terapia está siendo efectiva.
El pH sanguíneo, o lo que es lo mismo, el logaritmo en base diez de la concentración de hidrogeniones presentes en el plasma es, en el caso de la mayoría de
268
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
especies domésticas, de aproximadamente 7,4. El pH sanguíneo puede definirse
siguiendo la ecuación de Henderson-Hasselbach:
pH = pK + log
pH = 6,1 + log
(HCO3-)
a (0,03) pCO2
(HCO3-)
pCO2
Elevaciones en la concentración de hidrogeniones en sangre caracterizan la acidemia, es decir, la disminución del pH; mientras que la disminución de su concentración es la alcalemia o incremento del pH. El pH de los sistemas vivos es el
resultado neto de la suma de multitud de procesos individuales que acontecen en
el organismo y que ejercen influencia sobre el equilibrio ácido-base. Estos procesos han sido tradicionalmente clasificados atendiendo a la ecuación del ácido carbónico, el cual es designado como componente respiratorio y definido mediante
la presión parcial de dióxido de carbono (pCO2); y por otro lado el componente
“no carbónico” se designa como componente metabólico definido por diferentes
parámetros, entre los que destaca el nivel de bicarbonato (HCO3-).
Se han realizado diferentes aproximaciones al análisis clínico ácido-base. El más
conocido es el análisis de Henderson-Hasselbach (HH) o convencional, el cual
utiliza en sus cálculos el pH, la presión parcial de dióxido de carbono (pCO2),
el bicarbonato (HCO3-) o el defecto/exceso de base (BES) y el desfase aniónico
(AGAP). Este método se basa en la relación existente entre el pH, la presión parcial de dióxido de carbono (pCO2), y la concentración de bicarbonato (HCO3-).
Tradicionalmente se ha utilizado este modelo para la evaluación de desequilibrios ácido-base en el paciente crítico, por su sencillez de cálculo y conceptual. La
contribución del componente metabólico al equilibrio ácido-base es de hecho el
resultado acumulativo o sumatorio de diferentes procesos fisiológicos individualizados. El análisis ácido-base convencional reconoce y caracteriza la magnitud
de anormalidades metabólicas y respiratorias, pero no caracteriza la naturaleza
de las anormalidades de origen metabólico. Esta aproximación presenta limitaciones, si se considera que no permite la evaluación completa de los cambios
fisiopatológicos del componente metabólico del equilibrio ácido-base, en las
condiciones clínicas que puede presentar el paciente crítico (hipoproteinemia).
9. ALTERACIONES ELECTROLÍTICAS Y DESEQUILIBRIOS ÁCIDO-BASE
269
Además, este método asume que los cambios electrolíticos y los cambios en el estado ácido-base no están relacionados, no reconociendo que cambios importantes en la concentración de hidrogeniones (H+), y por tanto del pH, pueden venir
condicionados, por ejemplo, por las concentraciones de proteínas plasmáticas y
fosfatos. Por lo que, en el ámbito de la medicina de urgencias y cuidados intensivos, una interpretación simplista de los desequilibrios ácido-base del paciente
puede conducir a errores graves de interpretación de las alteraciones existentes,
y puede repercutir, por tanto, en la toma de decisiones sobre el tratamiento a
aplicar y en la evolución del paciente. Dadas las limitaciones de este sistema en
pacientes críticos, se han desarrollado otros sistemas alternativos.
El método cuantitativo, también denominado modelo de Stewart o de diferencia
de iones fuertes (SID), permite una aproximación más detallada a los desequilibrios ácido-base de origen no respiratorio o metabólico. El modelo de Stewart se
ha aplicado, tanto en medicina humana como en veterinaria, en sucesivos desarrollos del mismo y simplificaciones en sus fórmulas y protocolos para facilitar
su aplicación médica práctica. Este método cuantitativo hace una clara distinción
entre variables independientes: pCO2, SID, concentración total de ácidos débiles
no volátiles (Atot) (albúmina y fósforo, principalmente) y variables dependientes (H+ y HCO3-). Las concentraciones de HCO3- y H+ son dependientes de la
concentración de las variables primarias o independientes, es decir, las variables
dependientes pueden cambiar, solo si una o más de las variables independientes
lo hacen. Aunque la concentración de ácidos débiles viene condicionada por la
presencia de alteraciones ácido-base, los mecanismos de regulación orgánicos van
dirigidos a la manipulación de la concentración de iones fuertes (por vía renal) y
los niveles de pCO2 (por vía pulmonar). Dadas las concentraciones séricas relativamente altas de sodio (Na+) y cloro (Cl-), éstos son los iones que más afectan a
la diferencia de iones fuertes. De hecho, la diferencia de iones fuertes viene condicionada por cuatro parámetros:
• El agua libre (reflejo de la concentración de sodio).
• La concentración de cloro.
• La concentración de proteínas (especialmente la albúmina).
• Los aniones fuertes no medidos.
Como las alteraciones clínicamente relevantes del equilibrio ácido-base son el
resultado de alteraciones en los niveles de pCO2, SID o Atot, el modelo de iones
fuertes distingue seis desequilibrios ácido-base primarios (alcalosis y acidosis de
origen respiratorio, alcalosis y acidosis por diferencia de iones fuertes o alcalosis y
acidosis por alteraciones en la concentración de tampones no volátiles) en vez de
los tradicionales cuatro desequilibrios primarios (alcalosis y acidosis respiratoria
y metabólica) que caracterizan al modelo de Henderson-Hasselbach. En el modelo de Stewart, la acidemia es consecuencia del incremento de las concentraciones
270
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
de pCO2, de las concentraciones de tampones débiles no volátiles (albúminas,
globulinas, fosfatos) o bien de una disminución del SID. La alcalemia es resultado
de decrementos en la concentración de pCO2, la concentración de tampones débiles no volátiles o incrementos del SID. Aunque la aproximación mediante el modelo de iones fuertes es de mayor complejidad conceptual y matemática, permite
cuantificar la contribución de cada componente (respiratorio y/o metabólico) en
el desequilibrio ácido-base presente, entender el mecanismo subyacente y utilizar
una terapia más específica.
En cualquier caso, y a pesar de sus respectivas limitaciones, la aproximación inicial en ambos modelos se inicia con la medida del pH, parámetro que representa
el efecto químico global de todos los desequilibrios ácido-base del organismo. Es
decir, que el pH representa el cambio neto en la concentración de hidrogeniones
la cual resulta de la suma de todos los procesos acidificantes (acidosis) o alcalinizantes (alcalosis) presentes en el organismo.
El valor real del análisis ácido-base en pacientes
críticos es descubrir la multitud de efectos
compensatorios que suelen presentar este
tipo de pacientes y su diferente etiología.
Obtención de muestras
La correcta obtención de muestras, manejo y procesado es esencial a la hora de
evitar errores de interpretación en el análisis ácido-base. Las muestras de sangre
para la determinación ácido-base pueden ser tanto de origen arterial como venoso, pero solo las de origen arterial nos van a ofrecer información válida respecto
a la gasometría, es decir, respecto al nivel de ventilación y oxigenación de nuestro
paciente.
Aunque en la bibliografía existen diferentes niveles de referencia para cada una
de las especies, y para cada uno de los parámetros evaluados, en las determinaciones de gasometría y ácido-base, en general, existen diferencias en función del
tipo de muestra utilizada.
Es preferible la obtención de muestras
sanguíneas de tipo arterial.
9. ALTERACIONES ELECTROLÍTICAS Y DESEQUILIBRIOS ÁCIDO-BASE
271
Este tipo de muestras las obtendremos a partir de la arteria femoral, la arteria
podal dorsal o metatarsiana dorsal y la arteria lingual (en pacientes anestesiados
o inconscientes). En el caso de muestras de origen venoso, éstas pueden obtenerse
a partir de la vena cefálica, safena o yugular, aunque es preferible la utilización
de venas centrales o de elevado calibre, para que la extracción sea lo más rápida
y atraumática posible.
En función del tipo de analizador
de gases que se utilice va a variar
la cantidad de muestra necesaria.
En la mayoría de casos, hoy en día
se utilizan analizadores portátiles
(fig. 1) que requieren muestras
muy pequeñas (< 0,5 ml) recogidas con jeringuillas heparinizadas.
Es importante preparar asépticamente la zona de vasopunción,
utilizar la aguja de menor tamaño
posible (preferible 25G), obtener
la muestra lentamente, manejar
la sangre de modo anaeróbico y
someterla al análisis de inmediato.
Figura 1. Analizador portátil de gases
sanguíneos y parámetros ácido-base.
Análisis ácido-base
A pesar de que cuantitativamente la hemoglobina constituye el sistema tampón
más importante en la sangre, el sistema ácido carbónico-bicarbonato es básico
para la regulación del equilibrio ácido-base por su rápida capacidad de respuesta,
su eficiencia y su ubicuidad en el organismo, como puede apreciarse en la ecuación de equilibrio del ácido carbónico:
CO2 + H2O
H2CO3
H+ + HCO3–
De hecho, la ecuación del ácido carbónico constituye cualitativamente el mecanismo tampón más importante del organismo y tradicionalmemte ha sido la
utilizada para describir la presencia de alteraciones en el equilibrio ácido-base.
272
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
En función del modelo propuesto por Henderson-Hasselbach se definen cuatro
desequilibrios primarios:
• Acidosis metabólica.
• Acidosis respiratoria.
• Alcalosis metabólica.
• Alcalosis respiratoria.
Un incremento en la concentración del dióxido de carbono desvía la ecuación
hacia la derecha, generando un incremento en la concentración de hidrogeniones
y por tanto generando un efecto acidótico, es decir, acidosis respiratoria. Elevaciones en la concentración de bicarbonato generan un desplazamiento de la
ecuación hacia la izquierda, disminuyendo la concentración de hidrogeniones, y
generando por tanto alcalosis metabólica.
Según este modelo, cuando ocurre un desequilibrio primario cabe esperar una
respuesta compensatoria secundaria con el fin de contrarrestar la alteración generada en el pH. Por ejemplo, en la acidosis metabólica primaria cabría esperar
una alcalosis respiratoria compensatoria. La respuesta respiratoria a un proceso
metabólico primario es rápida completándose en pocas horas. Por el contrario, en
el caso de desequilibrios primarios de origen respiratorio, el proceso metabólico
compensador puede demorarse horas e incluso varios días antes de completarse
(2-5 días). En la especie canina, el grado de respuesta compensatoria esperada en
ambas situaciones se determina en función de los valores estimados obtenidos
de pacientes sanos y animales de experimentación (tabla 4). Si la magnitud de la
respuesta compensatoria calculada se asemeja a los valores sugeridos en la tabla
se asume la existencia de un desequilibrio ácido-base simple. Si por el contrario
difieren, puede asumirse la existencia de una respuesta compensatoria inadecuada y la existencia de un desorden mixto.
TABLA 4.
Desequilibrios primarios y respuestas compensatorias esperadas según el modelo
tradicional o de Henderson-Hasselbach.
DESEQUILIBRIO ÁCIDO
RESPUESTA COMPENSATORIA ESPERADA
Acidosis metabólica
Por cada 1 mEq/l
de HCO3–
0,7 mm Hg PCO2
Alcalosis metabólica
Por cada 1 mEq/l
de HCO3–
0,7 mm Hg PCO2
Acidosis respiratoria
aguda
Por cada 1 mm Hg
de PCO2
0,15 mEq/l HCO3–
crónica
Por cada 1 mm Hg
de PCO2
0,35 mEq/l HCO3–
aguda
Por cada 1 mm Hg
de PCO2
0,25 mEq/l HCO3–
crónica
Por cada 1 mm Hg
de PCO2
0,55 mEq/l HCO3–
Alcalosis respiratoria
9. ALTERACIONES ELECTROLÍTICAS Y DESEQUILIBRIOS ÁCIDO-BASE
273
Los desequilibrios mixtos pueden asumirse cuando se producen anormalidades
en ambos sistemas, tanto el respiratorio como el metabólico, que no pueden ser
explicadas sólamente mediante la compensación existente. Debe tenerse en cuenta, además, que cuando se evalúa la conveniencia de las compensaciones metabólicas a procesos primarios, éstas pueden depender de la cronicidad o no de los
desequilibrios respiratorios, lo cual puede ser difícil de cuantificar en ocasiones.
Estas respuestas compensatorias no han sido estudiadas en gatos.
Cuando un desorden primario ácido-base es diagnosticado, se debe considerar
una amplia lista de posibles causas. Los cálculos utilizados para determinar las
respuestas compensatorias esperadas pueden resultar inexactos en ciertos contextos, por lo que debe tenerse en cuenta especialmente en el ámbito del paciente
crítico, donde todo cambio en el sistema secundario debería ser considerado compensación solo cuando no exista otra posible causa responsable de tal desviación
y la magnitud de la compensación sea la apropiada.
Evaluación del componente respiratorio
Los desequilibrios ácido-base se dividen en dos grandes categorías en función
de su etiología principal: respiratoria o metabólica. El dióxido de carbono está
universalmente considerado como el único agente causal de los desequilibrios
ácido-base respiratorios. El dióxido de carbono actúa como un ácido, dadas sus
habilidades para reaccionar con el agua corporal y formar ácido carbónico (ver
ecuación del ácido carbónico previamente descrita en el texto). Como se mencionó anteriormente, la acumulación de dióxido de carbono en sangre dará lugar
a acidosis respiratoria mientras que la disminución de los niveles de dióxido de
carbono en sangre dará lugar a alcalosis respiratoria.
Acidosis respiratoria
Diagnóstico
La acidosis respiratoria acontece cuando existe un incremento de la presión parcial de dióxido de carbono o hipercapnia. Esta hipercapnia es la responsable de
la disminución del cociente normal (20:1) en la relación HCO3/pCO2 y, por tanto,
de la disminución del pH. La acidosis respiratoria puede clasificarse en función
de si es aguda o crónica, pero también en función de su etiología. La retención de
dióxido de carbono puede estar causada por hipoventilación o por alteraciones
en la relación ventilación-perfusión pulmonar.
274
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
Las principales causas de este desequilibrio pueden consultarse en el cuadro 9.
CUADRO 9.
Principales causas de la acidosis respiratoria.
Obstrucción de vía aérea
Obstrucción física o mecánica (aspiración, moco, etc.)
Colapso traqueal
Síndrome braquicéfalo
Obstrucción de tubo orotraqueal
Asma
Enfermedad parenquimatosa o de las vías respiratorias terminales
Edema pulmonar
Tromboembolismo pulmonar
Neumonía
Asma
Enfermedad pulmonar obstructiva crónica
Depresión de los centros respiratorios
Inducido por drogas o fármacos: opioides, barbitúricos, gases anestésicos
Origen neurológico: lesiones del tronco cerebral o médula espinal
Patologías extrapulmonares restrictivas
Hernia diafragmática
Enfermedad del espacio pleural (derrame, neumotórax)
Patologías neuromusculares
Miastenia grave
Tétanos
Botulismo
Anormalidades electrolíticas (hipopotasemia)
Intoxicaciones (organofosforados)
Producción de dióxido de carbono incrementada con hipoventilación alveolar
Golpe de calor o hipertermia maligna
Ventilación mecánica inefectiva
Obesidad marcada (síndrome de Pickwickian)
Bajo estas condiciones, el análisis de gases sanguíneos revela una disminución del
pH, una elevación de la presión del dióxido de carbono (> 45 mm Hg) y cambios
mínimos en los niveles de bicarbonato sérico o déficit/exceso de base. Cuando la
acidosis respiratoria es crónica, el análisis ácido-base muestra elevadas concentraciones de bicarbonato, elevadas presiones de dióxido de carbono y disminuciones
ligeras de pH. En tales situaciones, el déficit/exceso de base puede ser positivo,
reflejando la alcalosis metabólica compensatoria.
Síntomas
La presencia de hipoxemia será el factor determinante de la aparición de los signos clínicos. Sin embargo, la sola elevación de los niveles de dióxido de carbono
9. ALTERACIONES ELECTROLÍTICAS Y DESEQUILIBRIOS ÁCIDO-BASE
275
puede tener efectos severos. La elevación de los niveles de presión del dióxido de
carbono genera vasodilatación e incremento del flujo sanguíneo cerebral, lo cual
puede resultar en cuadros de ansiedad, depresión y, en casos graves, acidosis cerebral severa y disfunción neurológica (niveles > 100 mm Hg ocasionan la llamada
“narcosis por dióxido de carbono”). Una elevación significativa de los niveles
de dióxido de carbono puede generar también vasodilatación periférica masiva,
hipertermia y taquiarritmias.
Tratamiento
En desequilibrios agudos será necesario proporcionar al paciente soporte ventilatorio, normalmente mediante intubación endotraqueal y ventilación manual o
mecánica. El nivel de consciencia debe monitorizarse durante el soporte ventilatorio y esto puede hacerse mediante gasometría arterial, o si no se dispone de ello
mediante un capnógrafo-capnómetro.
El tratamiento de los desequilibrios crónicos constituye un desafío en muchas
ocasiones. Con frecuencia se trata de procesos patológicos irreversibles o crónicos, donde lo único que puede hacerse es tratar al paciente de modo paliativo. La
hipercapnia e hipoxemia pueden desarrollarse de modo progresivo y durante un
periodo prolongado de tiempo y, de hecho, con frecuencia ambas situaciones son
bien toleradas por el paciente. La acidemia en estos casos no es tan severa dada
la respuesta renal compensatoria. El principal estímulo ventilatorio en estos animales es la hipoxemia, por lo que no deben tratarse estos animales con elevados
flujos de oxígeno, salvo que la hipoxemia sea de riesgo vital. De otro modo eliminaríamos el estímulo ventilatorio pudiendo generar un incremento sobreagudo
de los niveles de presión parcial de dióxido de carbono.
Los cambios en la presión parcial de dióxido
de carbono deben ser graduales para evitar
convulsiones y arritmias cardiacas.
Alcalosis respiratoria
Diagnóstico
La alcalosis respiratoria es un desequilibrio ácido-base bastante frecuente. Es resultado de la hiperventilación y la disminución consiguiente en los niveles de
dióxido de carbono presentes en la sangre. La disminución en los niveles de presión del dióxido de carbono genera un incremento del cociente HCO3-/pCO2 y
una elevación del pH. En estadios agudos, el análisis ácido-base revela una baja
presión parcial de dióxido de carbono (< 35 mm Hg) y un elevado pH (> 7,45),
276
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
pero el bicarbonato y el déficit/exceso de base se mantienen en valores normales.
Cuando entran en acción los mecanismos de compensación renal, los niveles de
bicarbonato disminuyen y aparece un déficit/exceso base negativo (acidosis metabólica compensatoria).
Las causas principales de este desequilibrio pueden consultarse en el cuadro 10.
CUADRO 10.
Principales causas de la alcalosis respiratoria.
Hipoxemia y estimulación de quimiorreceptores periféricos
Anastomosis arterio-venosas (shunt) derecha-izquierda
Disminución de la FiO2
Fallo cardiaco congestivo
Anemia severa
Hipotensión severa
Desequilibrio ventilación-perfusión
• Neumonía
• Tromboembolismo pulmonar
• Fibrosis pulmonar
• Edema pulmonar
Estimulación de nociceptores
Neumonía
Tromboembolismo pulmonar
Enfermedad pulmonar intersticial
Edema pulmonar
Hiperventilación mediada por el SNC
Enfermedad hepática
Hiperadrenocorticismo
Mediada por fármacos: corticosteroides, xantinas, salicilatos, etc.
Progesterona
Compensación de acidosis metabólica
Enfermedad del sistema nervioso central
Ejercicio
Golpe de calor
Ventilación mecánica agresiva
Dolor, ansiedad, miedo
Síntomas
Por lo que hace referencia a la sintomatología, la hipocapnia es poco probable
que cause problemas a no ser que presente valores extremos. Por debajo de valores de 25 mm Hg puede producirse vasoconstricción cerebral, hipoxia y depresión del SNC. En caso de alcalosis severas puede presentarse hiperexcitabilidad
del sistema nervioso periférico y estados de tetania.
9. ALTERACIONES ELECTROLÍTICAS Y DESEQUILIBRIOS ÁCIDO-BASE
277
Además, la alcalemia incrementa la afinidad de la hemoglobina por el oxígeno,
resultando en una menor difusión tisular de éste, comprometiendo la oxigenación
celular y su metabolismo.
Tratamiento
El tratamiento se centrará como siempre en la posible causa primaria. Cuando ésta
sea la fiebre, la hiperventilación se resolverá reduciendo la temperatura corporal.
En estos pacientes se recomienda la oxigenoterapia hasta que la causa primaria
pueda ser corregida, dado que tanto el consumo como las necesidades se ven
incrementadas. Obviamente, la oxigenoterapia va a ser el tratamiento de elección
cuando la hipoxemia es el mecanismo responsable de la hiperventilación y consecuente alcalosis respiratoria.
Cuando la ansiedad, dolor o excitación es el problema, administrar una adecuada
analgesia y/o sedación al paciente puede resultar efectivo.
El uso de volúmenes tidales excesivos o elevadas frecuencias de respiración
es una causa frecuente de alcalosis respiratoria durante la anestesia general.
Esto puede evitarse si se utilizan volúmenes tidales adecuados (10-15 ml/kg)
y frecuencias correctas (8 a 12 respiraciones por minuto), monitorizando gases sanguíneos o usando capnometría-capnografía durante los procedimientos
anestésicos y/o quirúrgicos.
Evaluación del componente metabólico
La ecuación de Henderson-Hasselbach proporciona un modelo conveniente para
representar la influencia del sistema ácido carbónico/bicarbonato en el pH, y
constituye la base de la aproximación tradicional en el estudio de los desequilibrios ácido-base. En esta aproximación, la concentración del bicarbonato ha
sido utilizada para determinar la contribución metabólica en las alteraciones y
regulación del pH. Sin embargo, variaciones en la concentración de dióxido de
carbono pueden generar grandes fluctuaciones en la concentración del bicarbonato, dada la influencia directa de éste en la ecuación del ácido carbónico. Esto
introduce en muchas ocasiones un grado de error añadido a la hora de interpretar
la concentración del bicarbonato, especialmente cuando existen anormalidades
significativas de origen respiratorio. Por este motivo, se utiliza el déficit/exceso de
base estándar (BES) a la hora de caracterizar los posibles desequilibrios metabólicos presentes en el paciente.
278
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
El déficit/exceso de base estándar (BES)
está considerado un marcador más exacto y
estandarizado que el nivel de bicarbonato.
El BES también incorpora en su descripción matemática el efecto de ciertos tampones tan importantes, cuantitativamente hablando, como la hemoglobina. Este
parámetro se calcula normalmente mediante fórmulas previamente programadas
en los analizadores de gases sanguíneos. Los valores normales de BES oscilan
desde cero en el caso de los perros, a valores ligeramente negativos en el caso de
la especie felina.
• Un valor de BES negativo (déficit de base) es indicativo de acidosis metabólica.
• Un valor de BES positivo (exceso de base) es indicativo de alcalosis metabólica.
El bicarbonato, el CO2 total y el BES representan la contribución neta del componente metabólico en el equilibrio de hidrogeniones, pero no permiten identificar
la contribución relativa o individual de los procesos metabólicos responsables.
Como se ha mencionado con anterioridad en el texto, la ecuación propuesta por
Stewart (cuadro 11) y adaptaciones posteriores de este modelo constituyen una
alternativa al sistema de interpretación tradicional. La acidosis metabólica en este
modelo se asocia a disminuciones de la diferencia de iones fuertes (SID) o incrementos de la concentración total de ácidos débiles no volátiles (Atot); mientras que
la alcalosis metabólica se asocia a incrementos del SID o disminuciones del Atot.
Se consideran “iones fuertes” aquellos iones completamente disociados al pH fisiológico. Cuantitativamente, el sodio y el cloro son los iones fuertes más importantes en el organismo y la diferencia de iones fuertes (SID) se calcula (de forma
simplificada) como la diferencia existente entre la concentración plasmática de
sodio y cloro. La concentración total de ácidos débiles no volátiles (Atot) está
constituido principalmente por la albúmina y el fósforo. Pueden consultarse fórmulas para establecer la contribución de cada uno en la literatura.
De modo similar a lo que ocurre con el concepto de desfase aniónico (AGAP),
tanto el SID como el Atot son “índices agregados”, es decir, son conceptos generales que reflejan la incidencia en los desequilibrios de diferentes mecanismos
metabólicos pero no identifican de forma específica la influencia de los parámetros que los definen. Una aproximación que puede subsanar este inconveniente es
la utilización de la modificación propuesta por Fencl al modelo de Stewart, que
permite una aproximación más comprensiva de la magnitud de la contribución
individual de cada componente y ofrece mayor información de utilidad clínica.
9. ALTERACIONES ELECTROLÍTICAS Y DESEQUILIBRIOS ÁCIDO-BASE
279
CUADRO 11.
Mecanismos responsables de la alcalosis y acidosis según el modelo de Stewart
o de diferencia de iones fuertes (SID).
Cationes
Σ cationes-Σ aniones
Aniones
ClLactato
Cetoácidos
SO42-
Na+
K+
Ca2+
Mg2+
SID
Acidosis
pCO2
Alcalosis
Atot
Albúmina
Globulinas
Fosfatos
El modelo Fencl utiliza ecuaciones para estimar la magnitud del efecto de parámetros individuales sobre el BES. Estos parámetros son:
1) El agua libre (definido por la concentración de sodio).
2) El cloro.
3) La albúmina.
4) El lactato.
5) El fósforo.
En este modelo las diferencias entre la suma total del efecto de cada uno de estos
parámetros y el valor del BES obtenido vienen definidas por la presencia de ácidos
o bases no medidos. El modelo de estudio para desequilibrios ácido-base cuantitativo requiere la medición del pH, la pCO2, el cálculo del BES y la medición
de tantos parámetros como sea posible de los siguientes: sodio, cloro, albúmina,
lactato y fósforo. A partir de estos parámetros pueden definirse ocho influencias
metabólicas en el equilibrio ácido-base, pudiendo establecerse la magnitud de su
contribución individual sobre el BES estimado.
280
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
1) El efecto del agua libre
El efecto del agua libre viene determinado por los cambios en la concentración de agua. Clínicamente, la concentración de agua libre viene determinada por la concentración de sodio. El déficit de agua libre genera hipernatremia y el exceso hiponatremia. Un exceso de agua libre tiene un efecto
acidótico. Un déficit de agua libre (hipernatremia) tiene un efecto alcalótico.
Para calcular el efecto de agua libre, la variación de la concentración de sodio
debe ser multiplicado por una constante: 0,25 en perros y 0,22 en gatos. El
efecto del agua libre (sodio) sobre el BES es de:
Efecto de agua libre (sodio):
En perros = 0,25 x (Napaciente -146*)
En gatos = 0,22 x (Napaciente -155*)
*Corresponde al valor de sodio normal medio de cada especie.
2) El efecto del cloro
Dado que la concentración de cloro también puede verse incrementada en
condiciones de déficit de agua libre, este cambio debe corregirse. Las diferencias entre el cloro corregido y la concentración del paciente estiman la contribución de procesos asociados al cambio de concentración de este ion (y por
tanto determinan el cambio asociado en el bicarbonato). Un incremento en
el efecto atribuible al cloro se asocia a procesos en los que disminuye la concentración de bicarbonato y es indicador de un proceso acidótico (disminución del BES). Por el contrario, una disminución en el efecto del cloro denota
un proceso de tipo alcalótico. La magnitud del cambio en el efecto del cloro
solo es equiparable en ciertas ocasiones al cambio en la concentración de bicarbonato, dado que este último, y como se ha comentado con anterioridad,
puede verse influenciado por otros mecanismos tampón. La contribución del
cloro al equilibrio ácido-base metabólico puede cuantificarse así:
Efecto del cloro = Clnormal - Clcorregido del paciente
El tratamiento debe ir encaminado a corregir el proceso etiológico primario
causal y restablecer el equilibrio sodio-cloro normal, básicamente mediante
la terapia hidroelectrolítica más idónea.
9. ALTERACIONES ELECTROLÍTICAS Y DESEQUILIBRIOS ÁCIDO-BASE
281
3) El efecto de la albúmina
La albúmina actúa como un ácido débil. La hipoalbuminemia es equivalente
a la extracción de un ácido débil del sistema y por lo tanto posee un efecto
alcalótico. Por el contrario, la hiperalbuminemia tiene un efecto acidótico.
Aunque existen diferencias en la carga negativa de la albúmina en función de
la especie. Su efecto puede cuantificarse con la siguiente fórmula:
Efecto de la albúmina = 3,7 x (Albúminanormal - Albúminapaciente)
El tratamiento de la acidosis metabólica hiperproteinémica se basa en el tratamiento específico para el problema subyacente y, en casos extremos, la
plasmaféresis. El tratamiento de la alcalosis metabólica hipoproteinémica se
centra en la corrección de la hipoproteinemia y su etiología.
4) El efecto del lactato
El lactato es el producto resultante de la glucólisis citosólica anaerobia, también puede producirse en situaciones de glucólisis incrementada o de disfunción mitocondrial. De forma paralela a la producción anaeróbia del lactato
se generan H+, producto resultante de la hidrólisis del ATP. La elevación de
los niveles de lactato suele asociarse a acidosis láctica y, en muchas ocasiones,
ésta es secundaria a una inadecuada perfusión tisular. La magnitud del incremento es directamente proporcional al efecto del déficit de base. Gracias
a la disponibilidad y fiabilidad de los analizadores portátiles de lactato su
determinación es práctica y económica. De todos modos, cabe comentar que
los aparatos que miden los niveles de lactato solo determinan el L-lactato
pero no el D-lactato, con lo que en ocasiones (diabetes cetoacidótica) la contribución de éste al BE puede infravalorarse.
De forma endógena, la producción de ácido láctico tiene aproximadamente
un efecto equimolar sobre el BES. Esto significa que por cada mol de lactato
se genera un mol de H+ y, en consecuencia, disminuye aproximadamente un
mol del BES. Aunque la relación entre la concentración de lactato y la acidosis es real ante ciertas condiciones como el metabolismo anaeróbico, existen
otras causas de hiperlactatemia que pueden estar asociadas o no a la presencia de acidosis. El efecto del lactato puede cuantificarse como:
Efecto del lactato = -1 x (Lactatopaciente)
282
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
El tratamiento debe ir encaminado a mejorar los parámetros físicos y analíticos de la perfusión tisular.
5) El efecto del fósforo
El fósforo y los acidos sulfúricos son producto del metabolismo proteico y
son excretados normalmente por los riñones. Los pacientes con insuficiencia
renal pueden retener estos ácidos, generando por tanto acidosis metabólica.
Existe un equilibrio entre el fósforo inorgánico, es decir, es medible mediante
las pruebas bioquímicas de rutina, y el fosforo orgánico. Mientras que la
hiperfosfatemia es una importante causa de acidosis, dado que la concentración de fósforo inorgánico es normalmente baja, la hipofosfatemia no se
considera una causa significativa de alcalosis. El sulfato no suele determinarse con lo que suele considerarse dentro de los aniones no medidos. La
contribución del fósforo al BES es la siguiente:
Efecto del fósforo = 0,6 x (Fósforonormal* - Fósforopaciente)
El tratamiento de la hiperfosfatemia va encaminado a resolver la alteración
subyacente (fallo renal, obstrucción urinaria, lisis celular, etc.), mientras que
el tratamiento de la hipofosfatemia consiste en la administración intravenosa
de fósforo.
6) El efecto de los aniones no medidos
Esta aproximación cuantitativa identifica muchos de los aspectos contribuyentes del componente metabólico ácido-base. La diferencia entre la suma de
estos efectos y el valor estimado de BES del paciente representa la contribución de sustancias no medidas en los parámetros de bioquímica o ácido-base
rutinarios, es decir, de ácidos o bases no identificados pero que contribuyen al
desequilibrio ácido-base. Entre los ácidos no medidos cabe destacar los cetoácidos, ácido sulfúrico, etilenglicol, ácido salicílico, propilenglicol, metaldehido,
D-lactato y etanol. Este cálculo es más esclarecedor que el desfase aniónico o
AGAP, dado que tiene en consideración muchos más factores, identificables y
cuantificables. Si no se determina el lactato, parte de los efectos atribuidos a los
aniones no medidos pueden corresponder en realidad a este último.
Efecto de los aniones no medidos =
BES + Suma de todos los efectos anteriores*
*Efecto sodio + efecto cloro + efecto proteínas + efecto fosfato + efecto lactato.
9. ALTERACIONES ELECTROLÍTICAS Y DESEQUILIBRIOS ÁCIDO-BASE
283
Este análisis más detallado puede identificar y cuantificar muchos de los procesos
individuales que contribuyen al desequilibrio metabólico del paciente. Por tanto,
esta aproximación puede contribuir a desarrollar un plan terapéutico más detallado para cada paciente en particular (fig. 2).
Figura 2. Paciente crítico.
Por lo que hace referencia a las generalidades de los desequilibrios ácido-base
cabe destacar que:
Acidosis metabólica
Diagnóstico
La acidosis de origen no respiratorio o metabólico es el desequilibrio más común
en la clínica de pequeños animales, y acontece cuando se produce una acumulación de ácidos fijos no volátiles en el organismo. Los hidrogeniones donados por
estos ácidos son tamponados por el bicarbonato, por lo que su nivel plasmático
disminuye. Algunas situaciones clínicas donde se puede encontrar este mecanismo
patofisiológico son la diabetes cetoacidótica y la hipoxia tisular con producción
de ácido láctico. La acidosis metabólica también se presenta con frecuencia cuando existen pérdidas excesivas de bicarbonato a través del tracto gastrointestinal o
renal. Una tercera causa de acidosis metabólica, pero menos común, es la “acidosis dilucional” que tiene lugar cuando se produce una rápida expansión y dilución
del líquido extracelular con fluidos que no contienen bicarbonato (cuadro 12).
Los hallazgos laboratoriales típicos de este desequilibrio son un pH bajo (< 7,35),
unos niveles de bicarbonato bajos (< 18 mEq/l) y un déficit/exceso de base
< -4 mEq/l.
284
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
CUADRO 12.
Principales causas de acidosis metabólica.
Acidosis por diferencia de iones fuertes
Acidosis dilucional (sodio elevado)
• Con hipervolemia (ganancia de fluido hipotónico)
- Enfermedad hepática severa
- Fallo cardiaco congestivo
• Con normovolemia (ganancia de agua)
- Polidipsia psicógena
- Infusión de fluidos hipotónicos
• Con hipovolemia (pérdida de fluidos hipertónicos)
Hipoadrenocorticismo
Administración de diuréticos
Acidosis hiperclorémica
Diarrea
Fluidoterapia con suero salino fisiológico 0,9%, hipertónico 7,5%
Nutrición parenteral total
Fallo renal
Hipoadrenocorticismo
Acidosis orgánica
Acidosis urémica
Cetoacidosis diabética
Acidosis láctica
Intoxicaciones
• Etilenglicol
• Salicilatos
Acidosis por tampones no volátiles
Acidosis hiperfosfatémica
• Enemas con productos que contienen fósforo
• Administración intravenosa de fósforo
• Fallo renal
• Obstrucción uretral
• Uroabdomen
Síntomas
Los signos clínicos van a depender fundamentalmente de las alteraciones clínicas que presente el paciente, aunque la acidosis en sí tiene importantes efectos a
nivel fisiológico. La acidosis metabólica tiene un efecto directo sobre el corazón:
disminuye la contractibilidad y el gasto cardiaco, especialmente cuando el pH
disminuye por debajo de 7,2. Los signos neurológicos no suelen presentarse ni siquiera cuando la acidosis metabólica es severa, porque los hidrogeniones cruzan
la barrera hematoencefálica lentamente y el líquido cefalorraquídeo posee una
elevada capacidad tampón manteniendo su pH normal.
9. ALTERACIONES ELECTROLÍTICAS Y DESEQUILIBRIOS ÁCIDO-BASE
285
Tratamiento
El tratamiento debe estar siempre encaminado a corregir la patología primaria
causante del desequilibrio ácido-base. En este sentido, como se ha mencionado
con anterioridad en el texto, la cuantificación del BES permite establecer una terapia más específica. Sin embargo, en ocasiones puede estar indicado el tratamiento
con bicarbonato sódico. Se recomienda tratar de modo específico la acidosis metabólica con bicarbonato sódico cuando el pH es menor de 7,2 y cuando el nivel
de bicarbonato es menor de 12 mEq/l, o cuando el defecto de base es menor de
–10 mEq/l. La dosis de bicarbonato requerida por nuestro paciente vendrá dada
por la siguiente ecuación:
HCO3- (dosis en mEq/l) =
0,3 x peso corporal (kg) x déficit de base (mEq/l)
Es más seguro administrar la mitad de la dosis calculada y entonces reevaluar al
paciente, incluyendo los valores de pH y gasometría. Sin embargo, la terapia con
sustancias alcalinizantes como el bicarbonato no está exenta de complicaciones.
Cuando se añade bicarbonato a un ácido, se liberan grandes cantidades de dióxido de carbono que deben eliminarse vía respiratoria. Por eso es muy importante
asegurar que nuestro paciente no presenta depresión respiratoria, ya que si éste
fuera el caso podría resultar en una acumulación excesiva de dióxido de carbono y
desencadenar una acidosis respiratoria e incluso una acidosis cerebral paradójica.
Normalmente el bicarbonato es administrado en forma de bicarbonato sódico.
La adición de sodio puede incrementar la osmolalidad del fluido extracelular. Un
aumento excesivo de la natremia y del volumen intravascular puede no ser bien
tolerado por pacientes que presenten insuficiencia cardiaca o renal. Además, la infusión de soluciones alcalinizantes de forma rápida se ha asociado a hipotensión,
vómitos, parada cardiorrespiratoria y hemorragias intracraneales en neonatos.
Por tanto, el bicarbonato debe administrarse de forma lenta y monitorizada. De
no hacerlo así, una sobredosificación podría derivar en alcalosis iatrogénica difícil de revertir, una vez corregida la acidosis.
La terapia con bicarbonato puede causar cambios en los niveles de electrolitos
del líquido extracelular. En condiciones alcalinas se fortalece la unión del calcio
a las proteínas plasmáticas, de modo que si antes de administrar bicarbonato los
niveles de calcio son bajos puede provocarse una tetania hipocalcémica. En la
medida que la acidosis es corregida con el uso de bicarbonato, el potasio se desplaza al espacio intracelular pudiendo generarse graves hipopotasemias. Así pues,
286
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
es recomendable optar por la administración de bicarbonato únicamente cuando
sea realmente necesario, y siempre de forma conservadora, monitorizando la respuesta del paciente y sus niveles de sodio, potasio y calcio.
Alcalosis metabólica
Diagnóstico
La alcalosis de origen no respiratorio o metabólico es un desequilibrio menos
común en la clínica de pequeños animales. Los hallazgos laboratoriales típicos de
esta alteración son un pH elevado (> 7,45), unos niveles de bicarbonato elevados
(> 26 mEq/l) y un déficit/exceso de base > +4 mEq/l. Las causas más frecuentes
de este desequilibrio son la pérdida de ácido (hidrogeniones) por el vómito de
origen gástrico, la ganancia de álcalis (iones bicarbonato) por la administración
de bicarbonato en dosis excesivas o de forma prolongada y, por último, la disminución del volumen de fluido extracelular secundario a tratamientos excesivos
con diuréticos caliuréticos (cuadro 13).
CUADRO 13.
Principales causas de la alcalosis metabólica.
Alcalosis por diferencia de iones fuertes
Alcalosis por concentración (sodio elevado)
• Pérdida de agua pura
- Privación de agua
• Pérdida de fluidos hipotónicos
- Vómitos
- Diarreas
Alcalosis hipoclorémica
• Vómito de origen gástrico
• Administración de diuréticos (diuréticos de asa o tiazidas)
• Administración de bicarbonato sódico
Alcalosis hipoclorémica resistente a la administración de cloro
- Hiperadrenocorticismo
- Hiperaldosteronismo
Alcalosis por tampones débiles no volátiles
Alcalosis hipoalbuminémica
• Fallo hepático
• Nefropatía con pérdida de proteínas
• Enteropatía con pérdida de proteínas
9. ALTERACIONES ELECTROLÍTICAS Y DESEQUILIBRIOS ÁCIDO-BASE
287
Síntomas
Los signos clínicos (neuromusculares y cardiacos) de la alcalosis metabólica no
son específicos, con frecuencia se asocian a los derivados de la etiología responsable y de la hipopotasemia comúnmente asociada.
Tratamiento
El tratamiento de este desequilibrio debe ir encaminado a corregir la causa subyacente y, obviamente, a corregir la excesiva reabsorción renal de bicarbonato. El
volumen extracelular debe recuperarse con solución salina NaCl 0,9%. Proporcionar al paciente iones cloro permitirá que éste deje de reabsorber el bicarbonato
con el sodio. Si existe hipopotasemia severa (< 2 mEq/l) debe corregirse añadiendo cloruro potásico convenientemente a los fluidos intravenosos. Es importante
monitorizar los parámetros ácido-base del paciente durante la terapia. Si la causa
inicial es una obstrucción pilórica, el volumen plasmático y los electrolitos deben
estabilizarse antes de someter al paciente a cirugía.
288
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES
ANEXOS
Contenido
Anexo 1. Parámetros fisiológicos
en la especie canina y felina
291
Anexo 2. Parámetros hematológicos y bioquímicos
en la especie canina y felina
293
Anexo 3. Catéteres y sondas
296
Anexo 4. Fármacos utilizados en urgencias
297
Anexo 5. Infusiones a ritmo constante
335
Glosario de abreviaturas
339
Anexo 1. Parámetros fisiológicos en la especie canina y felina
FÓRMULA
VALOR
NORMAL
(PERRO)
VALOR
NORMAL
(GATO)
Frecuencia respiratoria (resp/min)(rpm)
Fr
10-30
20-42
Frecuencia cardiaca (pul o lat/min)
(ppm/lpm)
FC
60-180
140-220
PARÁMETRO
Parámetros de exploración
tiempo de relleno capilar (s)
temperatura corporal (ºC)
Presión arterial sistólica (mm Hg)
Presión arterial media (mm Hg)
Presión arterial diastólica (mm Hg)
Producción de orina (ml/kg/h)
trC
<2
<2
tª
37,5-39,2
38-39,2
PAS
100-160
120-180
PAM= [(PAS-PAd)/3]+ PAd
80-120
100-150
PAd
60-90
60-100
OUTPUT urINArIO
1-2
1-2
Parámetros cardiovasculares
volumen sanguíneo (ml/kg)
vol sang.
75-90
47-66
resistencia vascular sistémica
(mm Hg/ml/kg/min)
rvS= (MAP-CvP)/CI
0,5-0,8
–
resistencia vascular pulmonar
(mm Hg/ml/kg/min)
rvP= (PAP-POAP)/CI
0,04-0,006
–
Presión venosa central (cm H2O)
PvC
0-5
–
Presión de oclusión de la arteria pulmonar
(mm Hg)
POAP
3-8
–
volumen minuto (ml/latido/kg)
Gasto cardiaco(ml/kg/min)
Índice cardiaco(l/min/m2)
Contenido de O2 arterial (ml/dl)
transporte de O2 (ml/kg/min)
Consumo de O2 (ml/kg/min)
Extracción de O2 (%)
vM=CI / FC
1,5-2,5
–
GC= volumen minuto (vM)
x FC
120-200
130-200
CI =GC (ml/min)/
peso vivo (kg)
3,5-5,5
–
CaO2= (Hb(g/dl) x 1,34 x
SaO2) + (PaO2 (mm Hg) x
0,003)
16-20
16-20
dO2= CI x CaO2
20-35
–
vO2= CI x (CaO2- CvO2)
4-11
3-8
rEO= (CaO2- CvO2)/ CaO2
20-30
–
Parámetros de ventilación/oxigenación
volumen tidal (ml/kg)
vt
10-15
10-15
ventilación minuto (ml/kg/min)
vmin
170-350
200-350
Pulsioximetría (%)
SpO2
98-100
98-100
Presión arterial de oxígeno (mm Hg)
PaO2
85-105
100-115
Saturación arterial de oxígeno (%)
SaO2
> 95
> 95
ANEXO 1. PArÁMEtrOS FISIOlÓGICOS
291
FÓRMULA
VALOR
NORMAL
(PERRO)
VALOR
NORMAL
(GATO)
Capnografía (mm Hg)
EtCO2
35-45
35-45
Presión arterial de dióxido de carbono
(mm Hg)
PaCO2
30-44
28-35
Presión alveolar de oxígeno (mm Hg)
-a nivel del mar-
PAO2= 150-1,2 (PaCO2)
–
–
PAO2= 150-1,2 (PaCO2)-PaO2
< 15
< 15
PARÁMETRO
Parámetros de ventilación/oxigenación (continuación)
Gradiente alveolo-arterial
-a nivel del marrelación PaO2/FiO2
Fracción de shunt (%)
P/F= PaO2/FiO2 (0-1)
400-500
400-500
Qs/Qt (%)= (CcO2- CaO2)/
(CcO2-CvO2)
< 5%
< 5%
Osm= 2x(Na+K) + (buN(mg/
dl)/2,8) + (Glu (mg/dl)/18)
290-310
290-330
Parámetros ácido-base y analíticos
Osmolaridad (mOsm/l)
pH arterial
pH
7,36-7,46
7,34-7,43
bicarbonato (mEq/l)
HCO3
20-25
17-21
defecto/exceso de base (mEq/l)
bEdef/exc
0 a ±4
0 a ±4
desfase aniónico (mEq/l)
AGAP
12-24
13-27
Hto.
37-55
29-48
Proteínas totales plasmáticas (g/dl)
Ptot
6-8
6,8-8,3
Albúmina (g/dl)
Alb
2,5-3,5
1,9-3,9
Sodio (mEq/l)
Na
145-154
151-158
Potasio (mEq/l)
K
4,1-5,3
3,6-4,9
Cloro (mEq/l)
Cl
105-116
113-121
Ca ionizado (mmol/l)
Cai
1,25-1,5
1,25-1,5
lactato (mmol/l)
lac
<2
<2
Glucosa (mg/dl)
Glu
60-125
70-150
Nitrógeno ureico en sangre (buN) (mg/dl)
buN
7-27
15-34
requerimientos energéticos en reposo
(Kcal/día)
rEr= Peso vivo (kg)0,75 x 70
–
–
requerimientos de fluidos para
mantenimiento (ml/día)
rFM= Peso vivo (kg)0,75 x 70
–
–
Hematocrito (%)
Otros
292
MEdICINA dE urGENCIA EN PEQuEÑOS ANIMAlES
Anexo 2. Parámetros hematológicos y bioquímicos
en la especie canina y felina
tAblA 2.1.
Parámetros hematológicos.
PARÁMETROS
UNIDADES
PERRO
GATO
rbC (eritrocitos)
x 10-6/μl
5,83-8,87
6,56-11,20
g/dl
13,3-20,5
10,6-15,6
HGb (hemoglobina)
PCv (hematocrito)
%
37-55
25-45
MCv (volumen corpuscular medio)
fl
62,7-75,5
36,7-53,7
MCH (concentración de hemoglobina corpuscular)
pg
22,5-26,9
12,3-17,3
MCHC (concentración de hemoglobina corpuscular media)
g/dl
32,3-36,3
30,1-35,6
rdW (índice de distribución de glóbulos rojos o eritrocitos)
g/dl
13,2-17,4
16,7-22,9
WbC (leucocitos)
x 10 /ml
5,3-19,8
4,04-18,7
SEG/NEut (neutrófilos segmentados)
x 10-3/ml
3,1-14,4
2,3-14
bANd/NEut (neutrófilos en banda)
x 10 /ml
0,0-0,2
0,0
lYMPHS (linfocitos)
x 10-3/ml
0,9-5,5
0,8-6,1
MONOS (monocitos)
x 10-3/ml
0,1-1,4
0,0-0,7
EOS (eosinófilos)
x 10-3/ml
0,0-1,6
0,0-1,5
bASO (basófilos)
x 10 /ml
0,0-0,1
0,0-0,1
PltS (plaquetas)
x 10-3/ml
177-398
175-500
fl
7,37-14,2
–
-3
-3
-3
MPv (volumen plaquetar medio)
ANEXO 2. PArÁMEtrOS HEMAtOlÓGICOS Y bIOQuÍMICOS
293
tAblA 2.2
Parámetros bioquímicos y otros análisis.
PARÁMETROS
UNIDADES
PERRO
GATO
Ácidos biliares (ayuno)
µM
< 10
<2
Ácidos biliares pospandrial (2 horas)
µM
< 15,5
< 10
Alanino aminotransferasa (Alt)
u/l
16-91
33-152
Fosfatasa alcalina (FAS)
u/l
20-155
22-87
µmol/l
10-80
10-80
u/l
23-65
1-37
mg/dl
0,3-0,9
0,1-0,8
Hepáticos
Amonio
Aspartato aminotransferasa (ASt)
bilirrubina total
bilirrubina directa
mg/dl
0,0-0,1
0,0-0,1
bilirrubina indirecta
mg/dl
0,0-0,3
0,0-0,3
Colesterol
mg/dl
128-317
96-248
u/l
7-24
5-19
GGt
Electrolitos
Calcio total
mg/dl
9,8-11,7
9,1-11,2
Calcio ionizado
mmol/l
1,12-1,48
1,12-1,48
Cloro
mEq/l
109-120
116-126
Magnesio
mg/dl
1,6-2,5
1,9-2,6
Magnesio ionizado
mmol/l
0,43-0,6
0,43-0,7
Fósforo
mg/dl
2,8-6,2
3,0-6,6
Sodio
mEq/l
141-156
147-156
Potasio
mEq/l
3,9-4,9
3,5-4,8
–
27-40
> 27
mOsm/kg
264-292
287-307
mm Hg
14,3-20,3
17,4-22,2
Cociente sodio/potasio
Otros
Osmolaridad
Presión coloidosmótica
294
triglicéridos
mg/dl
29-166
21-155
Glucosa
mg/dl
65-112
67-168
Hierro
µg/dl
94-122
68-125
Albúmina
g/dl
2,5-3,7
2,4-3,8
Globulina
g/dl
0,75-1,9
0,6-1,5
Cociente albúmina/globulina
g/dl
0,7-1,5
0,6-1,1
desfase aniónico (AGAP)
mmol/l
8-21
12-16
lactato
mmol/l
0,5-2,0
0,5-2,0
MEdICINA dE urGENCIA EN PEQuEÑOS ANIMAlES
PARÁMETROS
Proteínas
UNIDADES
PERRO
GATO
g/dl
5,4-7,1
6,0-8,6
Renal
Nitrógeno ureico en sangre (buN)
mg/dl
5-30
15-32
Creatinina
mg/dl
0,7-1,8
1,0-2,0
tiempo de protrombina (tP)
segundos
6,8-10,2
9,6-13,2
tiempo de tromboplastina parcial activada
(ttPa)
segundos
10,7-16,4
12,6-15,7
µg/ml
< 0,2
< 0,2
segundos
60-125
60-125
Fibrinógeno
mg/dl
200-400
200-400
Productos de degradación de la fibrina (PdF)
µg/ml
<5
<5
Coagulación
d-dímero
tiempo de coagulación activado (ACt)
Páncreas
tlI
µg/l
5-35
28-115
PlI
µg/l
4,4-276,1
1,2-3,8
Amilasa
u/l
339-1.536
433-1.248
lipasa
u/l
72-1.310
157-1.715
testosterona
mg/ml
4,0-8,0
–
Endocrino
tiroxina (t4)
nmol/l
15-55
15-65
Cortisol basal
µg/dl
1-5
6-18
Cortisol posestimulación con ACtH
µg/dl
0,5-5,5
6-12
lactato deshidrogenasa (ldH)
u/l
50-380
46-350
Creatinina kinasa (CPK)
u/l
46-467
49-688
densidad específica mínima
g/l
1.001
1.001
densidad específica máxima
g/l
1.060
1.080
rango habitual de densidad urinaria
g/l
1.018-1.050
1.018-1.050
volumen
ml/kg/día
24-41
27-30
Osmolalidad
mOsm/kg
500-1.200
500-1.200
Muscular
Urianálisis
ANEXO 2. PArÁMEtrOS HEMAtOlÓGICOS Y bIOQuÍMICOS
295
Anexo 3. Catéteres y sondas
tAblA 3.1
Clasificación de tubos y/o sondas.
Nº DE FRENCH
DIÁMETRO EXTERIOR (mm)
1
0,3
4
1,3
8
2,6
10
3,3
12
4,0
14
4,6
16
5,3
18
6,0
20
6,6
22
7,3
24
8,0
26
8,6
28
9,3
30
10,1
32
10,6
34
11,3
36
12,0
38
12,6
40
TIPO DE MATERIAL
Catéteres vasculares
Sondas urinarias
Sondas urinarias
Sondas de alimentación
tubos endotraqueales
tubos de drenaje cavitario
tubos endotraqueales
13,2
1F ≈ 3mm
tAblA 3.2
Clasificación de catéteres.
NÚMERO DE G
296
DIÁMETRO
EXTERIOR (mm)
DIÁMETRO
INTERIOR (mm)
26
0,45
0,018
25
0,50
0,020
24
0,56
0,022
23
0,61
0,024
22
0,71
0,028
21
0,81
0,032
20
0,91
0,036
19
1,02
0,04
18
1,22
0,048
16
1,62
0,064
14
2,03
0,08
12
2,64
0,104
10
3,25
0,128
TIPO DE CATÉTER
Agujas mariposa
Catéteres
intravenosos
periféricos
Catéteres
intravenosos centrales
Introductores
MEdICINA dE urGENCIA EN PEQuEÑOS ANIMAlES
Anexo 4. Fármacos utilizados en urgencias
tAblA 4.1
Formulario de fármacos de uso habitual en urgencias.
FÁRMACO
Acepromacina
FARMACOLOGÍA
E INDICACIONES
Fenotiacina tranquilizante.
utilizado en sedación y
preanestesia.
EFECTOS ADVERSOS
Y PRECAUCIONES
DOSIS
Puede disminuir el umbral
epileptogénico y causar
bloqueo α-adrenérgico.
también puede causar
hipotensión.
Sedación:
0,005-0,2 mg/kg SC, IM, Iv.
bien tolerado en perros a dosis
recomendadas, pero a dosis
mayores puede causar
toxicidad hepática. No debe
administrarse en gatos.
Perros:
15 mg/kg/8h PO.
Acetaminofeno
(comprimidos o
suspensión)
Agente analgésico.
Acetazolamida
Inhibidor de anhidrasa
carbónica y diurético. utilizado
principalmente para disminuir
la presión intraocular en
pacientes con glaucoma.
utilizar con precaución en
5-10 mg/kg/8-12h PO.
pacientes con sensibilidad a
Glaucoma: 50 mg/kg Iv.
sulfamidas. Puede producir
hipopotasemia en algunos
pacientes. No debe utilizarse en
pacientes con acidemia.
Acetilcisteína
Mucolítico. disminuye la
viscosidad de las secreciones.
utilizado como mucolítico en
soluciones para nebulización
bronquial.
Puede causar broncoespasmo.
donante de grupos sulfidrilo.
Antídoto en casos de
intoxicación por
acetaminofeno en gatos.
Ácido acetilsalicílico
Ácido ascórbico
(vitamina C)
Antiinflamatorio no esteroideo.
utilizado como analgésico,
antiinflamatorio y
antiagregante plaquetario.
vitamina. utilizado como
acidificante urinario.
Gatos:
no recomendado.
Antídoto: 140 mg/kg
(dosis de carga), y después
70 mg/kg/4h Iv o PO durante
5 veces (diluir en 5% si se
utiliza Iv).
Nebulización: 4 mg en salino
durante 30 min cada 12h.
los gatos son sensibles a
intoxicación por salicilatos,
dada la baja tasa de
eliminación. utilizar con
cautela en pacientes con
coagulopatías o alteraciones
plaquetarias. Puede darse
toxicidad gastrointestinal y
renal.
En perros, como analgesia
moderada: 10 mg/kg/12h;
como antiinflamatorio:
20-25 mg/kg/12h;
como antiplaquetario:
5-10 mg/kg/24-48h.
tóxico a dosis elevadas.
Suplemento dietético:
100-500 mg/animal/día.
En gatos, como analgesia o
antiinflamatorio:
10-20 mg/kg/48h;
como antiplaquetario:
80 mg cada 48-72h.
Acidificación urinaria:
100 mg/animal/8h.
ANEXO 4. FÁrMACOS utIlIZAdOS EN urGENCIAS
297
FÁRMACO
Adrenalina
Albuterol
FARMACOLOGÍA
E INDICACIONES
EFECTOS ADVERSOS
Y PRECAUCIONES
DOSIS
Agonista adrenérgico.
Estimulante no selectivo de
receptores adrenérgicos α y β2.
utilizado frecuentemente en
situaciones de emergencia para
el tratamiento del shock
anafiláctico o la rCCP.
la sobredosificación puede
ocasionar vasoconstricción
excesiva e hipertensión. dosis
elevadas pueden ocasionar
arritmias ventriculares. Si se
utilizan dosis elevadas en
rCCP, es recomendable
disponer de desfibrilador.
rCCP: 0,01-0,02 mg/kg
Iv (dosis baja);
0,1-0,2 mg/kg Iv
(dosis alta); 0,2 mg/kg It
(diluir en suero salino para
administrar).
Agonista β2-adrenérgico y
broncodilatador. Estimula los
receptores β2 relajando la
musculatura lisa bronquial.
Puede inhibir la liberación de
mediadores de la inflamación
en los mastocitos.
A dosis elevadas causa excesiva
estimulación de receptores β2
(taquicardia, temblores) y
arritmias. Evitar su uso en
hembras gestantes.
Nebulización: 1,5 ml en 4 ml
de SSF cada 6-12h.
20-50 μg/kg/6-8h hasta un
máximo de 100 μg/kg/6h.
Shock anafiláctico:
2,5-5 μg/kg Iv o
50 μg/kg It (puede diluirse
en suero salino).
Aluminio (hidróxido) Antiácido y quelante de
fósforo. Para pacientes con
hiperfosfatemia y fallo renal
crónico.
Generalmente seguro. Puede
10-30 mg/kg/8h PO
interactuar con otras drogas, si (con comida).
se administra oralmente.
Amikacina
Antibiótico aminoglucósido.
Puede causar nefrotoxicosis,
ototoxicidad y vestibulotoxicidad.
Perros y gatos:
6,5 mg/kg/8h SC, IM, o Iv.
20 mg/kg/24h SC, IM, Iv.
Aminofilina
broncodilatador.
Causa excitación. Posible
cardiotoxicidad a dosis
elevadas.
Perros:
10 mg/kg/8h PO, IM, Iv.
Gatos:
6,6 mg/kg/12h PO.
Amiodarona
Antiarrítmico. Para arritmias
refractarias en rCCP,
taquicardia ventricular y
fibrilación auricular.
Efectos gastrointestinales y
pulmonares.
5 mg/kg Iv (emergencia) o
10-15 mg/kg/día PO, 7 días.
7,5 mg/kg/12h, 14 días; y
después 7,5 mg/kg/24h.
Amitriptilina
Antidepresivo tricíclico. Inhibe
la liberación de serotonina.
utilizado en el tratamiento de
ansiedad por separación y la
disuria inducida por estrés en
el gato.
Efectos antimuscarínicos
(mucosas secas, taquicardia) y
antihistamínicos (sedación).
Perros:
1-2 mg/kg/12-24h PO.
bloqueante de canales de calcio
y vasodilatador. utilizado en el
tratamiento de la hipertensión
en gatos y perros.
Puede causar hipotensión y
bradicardia. debe usarse con
cautela, si se utiliza con otros
vasodilatadores.
Perros:
2,5 mg/perro
o 0,1 mg/kg/día PO.
Antibiótico β-lactámico.
Normalmente bien tolerado.
Posibles reacciones alérgicas,
diarrea común con
administración oral.
10-22 mg/kg/8-12h PO.
Amlodipino
Amoxicilina
298
MEdICINA dE urGENCIA EN PEQuEÑOS ANIMAlES
Gatos:
5-10 mg/gato/día;
en cistitis: 2 mg/kg/día.
Gatos:
0,625 mg/gato/día PO
inicialmente, incrementando si
fuera necesario a 1,25 mg/gato.
FÁRMACO
Amoxicilina/ácido
clavulánico
FARMACOLOGÍA
E INDICACIONES
Antibiótico β-lactámico e
inhibidor de β-lactamasa.
EFECTOS ADVERSOS
Y PRECAUCIONES
Normalmente bien tolerado.
Posibles reacciones alérgicas,
diarrea común con
administración oral.
DOSIS
Perros:
12,5-25 mg/kg/q12h PO.
Gatos:
62,5 mg/gato/12h PO.
Ampicilina
Antibiótico β-lactámico.
reacciones de
hipersensibilidad: anorexia,
vómito, diarrea.
10-20 mg/kg/6-8h SC, IM, Iv
(ampicilina sódica) o
20-40 mg/kg/8h PO.
Amrinona
Inotropo positivo.
Experiencia limitada en
animales.
1-3 mg/kg Iv, seguido de
30-100 μg/kg/min.
Apomorfina
Emético y agonista lipofílico de
la dopamina. Atraviesa la
barrera hematoencefálica
actuando en la zona
quimioreceptora.
Produce vómito antes de
generar efectos adversos
indeseables.
0,02-0,04 mg/kg IM, Iv o
0,1 mg/kg SC.
Asparaginasa
(forma l)
Quimioterápico.
Hipersensibilidad y reacciones
alérgicas.
400 u/kg cada semana
o 10000 u/m2 semanal
durante 3 semanas.
Atenolol
bloqueante β-adrenérgico.
la bradicardia y el bloqueo
aurículoventricular son
posibles. Puede producir
broncoconstricción en
pacientes sensibles.
Perros:
0,25-1,0 mg/kg/12h-24h.
relativamente selectivo para
receptores β1. utilizado como
antiarrítmico supraventricular
o en situaciones donde es
necesario disminuir la
velocidad de descarga del
nódulo sinusal.
Precaución en gatos.
Gatos:
6,25 mg-12,5 mg/gato/12h.
Atipemazol
α-antagonista. utilizado para
revertir los efectos de la
medetomidina, xilacina y el
amitraz.
Seguro. Puede causar cierta
excitación inicial en algunos
animales tras la reversión.
Inyectar el mismo volumen que
de medetomidina.
Atracurio
bloqueante neuromuscular.
utilizado para promover la
relajación muscular y facilitar
la ventilación mecánica.
Produce parálisis respiratoria y
depresión respiratoria. El
bloqueo neuromuscular no
provee de analgesia.
0,2 mg/kg Iv inicialmente, y
después 0,15 mg/kg/30 min o
infusión Iv a dosis
de 3-8 μg/kg/min.
Atropina
Anticolinérgico y
parasimpaticolítico. utilizado
principalmente en anestesia
para incrementar la frecuencia
cardiaca, disminuir la secreción
respiratoria y gastrointestinal.
utilizado como antídoto en la
intoxicación por
organofosforados.
Agente anticolinérgico potente.
No debe utilizarse en pacientes
con glaucoma, íleo intestinal,
gastroparesis o taquicardia. Sus
efectos adversos incluyen
xerostomía, íleo, constipación,
taquicardia y retención
urinaria.
0,02-0,14 mg/kg/6-8h SC, IM,
Iv; 0,2-0,5 mg/kg (a necesidad)
para intoxicación por
organofosforados o
carbamatos.
Azatioprina
Inmunosupresor tiopurínico.
Actúa inhibiendo la función
celular de los linfocitos t.
utilizado en el tratamiento de
enfermedades
inmunomediadas.
Supresión médula ósea. los
gatos son especialmente
sensibles. Posible pancreatitis,
cuando se administra asociada
a corticoterapia.
Perros:
2 mg/kg/24h PO inicialmente,
y después 0,5-1 mg/kg/48h.
Gatos (usar con cautela):
1 mg/kg/48h PO.
ANEXO 4. FÁrMACOS utIlIZAdOS EN urGENCIAS
299
FARMACOLOGÍA
E INDICACIONES
EFECTOS ADVERSOS
Y PRECAUCIONES
Antibiótico azálido de
actuación similar a otros
macrólidos (eritromicina).
Consigue elevadas
concentraciones intracelulares.
Pocos efectos adversos, ciertos
efectos gastrointestinales a
dosis elevadas.
benazaprilo
IECA. utilizado en el
tratamiento de la hipertensión
y el fallo cardiaco.
Posible hipotensión, disfunción Perros y gatos:
renal y signos
0,25-0,5 mg/kg/24h PO.
gastrointestinales.
betanecol
Parasimpaticomimético con
actividad colinérgica y
muscarínica. Estimula la
motilidad gástrica e intestinal,
pero con frecuencia se utiliza
como estimulador del músculo
detrusor vesical.
Elevadas dosis pueden
incrementar la motilidad
gastrointestinal y causar
molestias o diarrea.
FÁRMACO
Azitromicina
DOSIS
Perros:
10 mg/kg/24h PO durante 5
días, o 3,3 mg/kg/24h durante
3 días.
Gatos:
5 mg/kg/48h PO.
Perros:
5-15 mg/perro/8h PO.
Gatos:
1,25-5 mg/gato/8h PO.
bisacodilo
laxante y catártico. Actúa por Evitar su uso en pacientes con
estimulación local de la
enfermedad renal. Evitar
motilidad gastrointestinal,
sobreutilización.
probablemente por irritación
directa del intestino. utilizado
como laxante en
procedimientos de
constipación intestinal y previo
a evacuación manual o
lavativa.
bismuto
(subsalicilato)
Agente antidiarreico y
protector gastrointestinal. la
acción antiprotaglandínica del
componente salicilato puede
ser beneficiosa en enteritis. El
bismuto es beneficioso en el
tratamiento de infecciones
intestinales por espiroquetas
(Helicobacter gastritis).
bleomicina
Quimioterápico. utilizado en el Causa reacción local en el
tratamiento de varios sarcomas lugar de inyección. No se han
y carcinomas.
documentado efectos adversos
en gatos o perros.
Perros:
10 u/m2 Iv, SC durante 3 días,
y después 10 u/m2 semanal
(máxima dosis acumulada
200 u/m2).
bromuro potásico
Anticonvulsivo. Se administra
normalmente en combinación
con fenobarbital. Pueden
monitorizarse los niveles
plasmáticos para ajustar la
dosis. las concentraciones
plasmáticas efectivas deben
estar alrededor de 1-2 mg/ml
(100-200 mg/dl), pero si se
utiliza solo puede ser necesario
obtener concentraciones
mayores (2-4 mg/ml).
Perros y gatos:
30-40 mg/kg/24h PO. Si se
administra sin fenobarbital,
pueden administrarse dosis
mayores: 40-50 mg/kg. las
dosis deben ajustarse en
función de las concentraciones
plasmáticas. En ocasiones
pueden administrarse dosis de
carga de 400 mg/kg divididas
en 3 días.
300
5 mg/animal/8-24h PO.
El componente salicilado se
1-3 mg/kg/24h PO.
absorbe sistémicamente, con lo
que debe evitarse la
sobredosificación en pacientes
donde la tolerancia sea menor
(gatos).
los efectos adversos son
relativos a la dosis. los signos
de toxicidad son depresión del
SNC, debilidad, ataxia.
Considerar el uso de bromuro
sódico en pacientes con
hipoadrenocorticismo.
MEdICINA dE urGENCIA EN PEQuEÑOS ANIMAlES
FÁRMACO
FARMACOLOGÍA
E INDICACIONES
EFECTOS ADVERSOS
Y PRECAUCIONES
DOSIS
bupivacaína
Anestésico local. Inhibe la
conducción nerviosa por
bloqueo de los canales de
sodio. Posee un efecto más
potente y prolongado que la
lidocaína u otros anestésicos
locales.
Efectos adversos raros con la
1 ml de la solución 0,5% por
infiltración local. dosis
cada 10 cm en administración
elevadas absorbidas
epidural.
sistémicamente pueden causar
sintomatología neurológica
(temblores o convulsiones). En
dosis elevadas, tras la
administración epidural es
posible la parálisis respiratoria.
buprenorfina
Analgésico opioide, agonista
parcial de receptores μ y
antagonista de receptores κ.
Puede causar menor depresión
respiratoria que otros opiáceos.
Efectos adversos similares a
otros opioides, a excepción de
la menor frecuencia de
depresión respiratoria. Su uso
genera menor dependencia, en
comparación con los agonistas
puros.
Perros:
0,006-0,02 mg/kg/4-8h
SC, IM, Iv.
Analgésico opioide. utilizado
en analgesia perioperatoria,
dolor crónico, sedación y como
antitusígeno.
Efectos adversos similares a
otros opioides. Posible
sedación a dosis analgésicas. A
dosis elevadas puede darse
depresión respiratoria.
también se han detectado
efectos disfóricos en este tipo
de agonista/antagonista.
En perros, como antitusivo:
0,055 mg/kg/6-12h SC o
0,55mg/kg PO; como
preanestésico: 0,2-0,4 mg/kg
SC, IM, Iv (con
acepromacina); como
analgésico: 0,2-0,4 mg/kg/2-4h.
butorfanol
Gatos:
0,0005-0,01 mg/kg/4-8h
IM, Iv.
En gatos, como analgésico:
0,2-0,8 mg/kg/2-6h SC, Iv o
1,5 mg/kg/4-8h PO.
Caopectato
Antidiarreico. El caolín actúa
Efectos adversos raros.
como adsorbente de
endotoxinas, y la pectina actúa
como protector de mucosa
intestinal.
1-2 ml/kg/2-6h PO.
Calcio (cloruro)
Aporte de calcio en situaciones Hipercalcemia posible en
agudas.
sobredosificaciones. No
administrar la solución SC o
IM dado que puede generar
necrosis tisular.
0,1-0,3 ml/kg Iv (lento).
Calcio (gluconato)
Aporte de calcio en situaciones Hipercalcemia posible en
agudas.
sobredosificaciones.
0,5-1,5 ml/kg Iv (lento).
Calcitonina
Para intoxicación por vitamina
d o hipercalcemia severa.
4-6 u/kg/8-12h SC.
Calcitriol
utilizado para el tratamiento
de la deficiencia de calcio y
enfermedades con
hipocalcemia asociada
(hipoparatiroidismo).
Carbenicilina
–
Sobredosis puede provocar
hipercalcemia.
Antibiótico β-lactámico. Activo utilizar con precaución en
frente a pseudomonas.
pacientes con sensibilidad a
penicilinas.
Perros:
0,25-0,5 μg/perro/día PO.
Gatos:
0,25 μg/gato/q48h o bien
0,01-0,04 μg/kg/día.
40-50 mg/kg hasta
100 mg/kg/6-8h SC, IM, Iv.
ANEXO 4. FÁrMACOS utIlIZAdOS EN urGENCIAS
301
FÁRMACO
Carbón activo
Carboplatino
Carprofeno
FARMACOLOGÍA
E INDICACIONES
DOSIS
Absorbente. utilizado para
No se absorbe sistémicamente.
absorber drogas y toxinas en el Administración segura.
intestino y prevenir su
absorción sistémica. Puede
contener sorbitol o catárticos.
1-4 g/kg PO (gránulos).
Quimioterápico. utilizado en el Mielosupresión, anemia,
tratamiento de varios
leucopenia y trombocitopenia.
carcinomas.
Puede inducir toxicidad renal.
Perros:
300 mg/m2 cada 3 semanas Iv.
Agente analgésico. utilizado
principalmente para el
tratamiento del dolor
musculoesquelético.
Cefazolina sódica
Cefalosporina de 1ª
generación.
Cefotaxima
Cefalosporina de 3ª
generación.
Se utiliza cuando el agente
infeccioso es resistente a otros
antibióticos, o cuando la
infección se localiza en el
sistema nervioso central.
Cefoxitina sódica
EFECTOS ADVERSOS
Y PRECAUCIONES
Cefalosporina de 2ª
generación.
Espectro mayor frente a
bacterias anaerobias.
Menor incidencia de ulceración
gastrointestinal y vómito, en
comparación con otros AINE.
En algunos casos, puede
producir hepatotoxicidad
idiosincrática (perros),
especialmente en la raza
labrador retriever, unas 2-3
semanas después de tratar al
animal. No se recomienda su
utilización en gatos.
6-12 ml/kg (suspensión).
Gatos:
200-250 mg/m2
cada 4 semanas Iv.
Perros:
2,2 mg/kg/12h PO.
Gatos:
dosis no disponibles.
dolor posoperatorio: 4 mg/kg
Iv una sola vez, y después
2,2 mg/kg/12h PO, SC,IM, Iv.
20-35 mg/kg/8h IM, Iv.
En general, las cefalosporinas
son consideradas un grupo de
antibióticos seguros, aunque
existen pacientes que presentan
hipersensibilidad (alergia). En
raras ocasiones se pueden
presentar discrasias
hemorrágicas.
Perros:
50 mg/kg/12h SC, IM, Iv.
–
Gatos:
20-80 mg/kg/6h IM, Iv.
30 mg/kg/6h Iv.
–
Cianocobalamina
(vitamina b12)
Análogo de la vitamina b.
Efectos adversos raros, excepto Perros: 100-200 μg/día.
a dosis muy elevadas.
Gatos: 50-100 μg/día.
Ciclofosfamida
Quimioterápico. Citotóxico
para células tumorales y células
de elevada tasa de
multiplicación. utilizado
principalmente con terapia
complementaria en
quimioterapia y terapia
inmunouspresora.
la mielosupresión es el efecto
adverso más frecuente. Puede
ocasionar neutropenia severa
(reversible), vómito y diarrea
en algunos pacientes. los
perros son sensibles a toxicidad
vesical (cistitis hemorrágica
estéril).
302
MEdICINA dE urGENCIA EN PEQuEÑOS ANIMAlES
Quimioterápico: 50 mg/m2 una
vez al día, 4 días/semana PO o
150-300 mg/m2 Iv, y repetir en
21 días.
Inmunosupresión:
50 mg/m2/48h PO o 2,2 mg/kg
una vez al día 4 días/semana.
Gatos:
6,25-12,5 mg/gato una vez al
día 4 días/semana.
FÁRMACO
Ciclosporina
Ciproheptadina
FARMACOLOGÍA
E INDICACIONES
EFECTOS ADVERSOS
Y PRECAUCIONES
droga inmunosupresora.
Suprime la inducción de
linfocitos t.
Puede ocasionar vómito,
diarrea y anorexia.
Nefrotoxicidad.
En comparación con otros
inmunosupresores, no causa
mielosupresión.
Perros:
3-7 mg/kg/12h PO.
Se utiliza como estimulante del
apetito.
Puede incrementar el peso
corporal.
Antihistamínico:
1,1 mg/kg/8-12h PO.
DOSIS
Gatos:
3-5 mg/kg/12h PO.
Estimulante del apetito:
2 mg/gato PO.
Ciprofloxacina
Antibiótico fluoroquinolona.
Evitar el uso en perros entre las 10-20 mg/kg/24h.
4 semanas y los 7 meses de vida.
Elevadas concentraciones
pueden causar toxicidad del
SNC, especialmente en pacientes
con fallo renal. utilizar con
cautela en epilépticos. Puede
causar vómito ocasional. la
infusión endovenosa debe ser
lenta (30 min).
Cisplatino
Quimioterápico. utilizado en el
tratamiento de varios tumores
sólidos, incluyendo el
osteosarcoma.
la nefrotoxicidad es el mayor
factor limitante. Para evitar su
toxicidad debe realizarse
fluidoterapia con suero salino
fisiológico antes de su
administración. Se suele
administrar antieméticos para
disminuir el vómito.
Solo perros:
60-70 mg/m2 cada 3-4 semanas
Iv (administrar fluidos para
inducir diuresis).
Citarabina
Quimioterápico. utilización en
linfoma y protocolos de
leucemia.
Mielosupresión.
Perros (linfoma):
100mg/m2 una vez al día, o
50mg/m2 dos veces al día
durante 4 días SC, Iv.
Causa vómito y náuseas.
Gatos:
100 mg/m2 una vez al día
durante dos días.
Citrato potásico
Alcaliniza la orina y puede
Igual que el cloruro potásico.
incrementar los niveles de
ácido cítrico urinario. utilizado
para la urolitiasis de oxalato
cálcico. también utilizado en el
tratamiento de la acidosis
tubular renal.
2,2 mEq/100 kcal de energía/
día PO o 40-75 mg/kg/12h PO.
Clindamicina
Antibiótico con espectro frente
a gram positivos y anaerobios.
Perros:
11 mg/kg/12h Iv o 22 mg/
kg/24h Iv.
–
Gatos:
5,5 mg/kg/12h intravenoso o
11 mg/kg/24h Iv.
ANEXO 4. FÁrMACOS utIlIZAdOS EN urGENCIAS
303
FÁRMACO
FARMACOLOGÍA
E INDICACIONES
EFECTOS ADVERSOS
Y PRECAUCIONES
DOSIS
Clonazepam
benzodiacepina. utilizado por
su acción anticonvulsivante y
sedante. también se utiliza en
el tratamiento de ciertos
problemas de comportamiento.
Con efectos adversos como
0,5 mg/kg/8-12h.
sedación y polifagia. Algunos
pacientes pueden experimentar
excitación paradójica.
Clorambucilo
Quimioterápico. Actúa de
forma similar a la
ciclofosfamida como agente
alquilante. utilizado en el
tratamiento de varios tumores
y en terapia inmunosupresora.
Mielosupresión posible. la
2-6 mg/m2 o
cistitis no acontece, a diferencia 0,1-0,2 mg/kg/24h inicialmente,
y después cada 48h PO.
de lo que ocurre con la
ciclofosfamida.
Cloranfenicol
Forma inyectable del
cloranfenicol.
Supresión medular
(especialmente en gatos). Evitar
el uso en hembras gestantes o
neonatos. Posibles
interacciones con otros
fármacos (barbitúricos) por
inhibición de mecanismos
enzimáticos en el hígado.
Clorferinamina
Antihistamínico. utilizado para un efecto adverso común es la
el tratamiento del prurito en
sedación. los efectos
perros y gatos.
antimuscarínicos (semejantes a
los provocados por la
atropina) son también
frecuentes.
Perros:
40-50 mg/kg/6-8h
IM, Iv.
Gatos:
12,5-20 mg/gato/12h
IM, Iv.
Perros:
4-8 mg/perro/12h PO (hasta
un máximo de 0,5 mg/kg/12h).
Gatos:
2 mg/gato/12h PO.
Clorpromacina
tranquilizante fenotiacínico.
0,5 mg/kg/6-8h SC, IM.
Causa sedación. Puede
disminuir el umbral
epileptogénico. Genera un
bloqueo α-adrenérgico. Puede
causar hipotensión. Evitar el
uso en pacientes deshidratados.
Clorotiacida
diurético tiacídico. utilizado
como diurético y
antihipertensivo. también se
utiliza para disminuir la
excreción de calcio en orina.
No se recomienda en pacientes 20-40 mg/kg/12h PO.
con hipercalcemia. Puede
generar ciertas alteraciones
electrolíticas
(hipopotasemia).
Cloruro amónico
Acidificante urinario. utilizado No debe utilizarse en pacientes
para incrementar la
acidémicos. Puede ser poco
eliminación de ciertas toxinas. palatable cuando se administra
con ciertos alimentos.
Perros:
100 mg/kg/12h PO.
Aporte de potasio. utilizado en
el tratamiento de la
hipopotasemia, normalmente
se añade a las soluciones de
cristaloides.
0,5 mEq potasio/kg/día o
complementación con
10-40 mEq/500 ml de fluidos,
dependiendo del potasio sérico.
Cloruro potásico
304
la toxicidad por potasio
puede ser peligrosa, la
hiperpotasemia puede generar
toxicidad cardiovascular
(bradicardia y paro cardiaco)
y debilidad muscular. El
potasio oral puede causar
nauseas e irritación estomacal.
No se recomienda exceder la
dosis de 0,5 mg/kg/h Iv.
MEdICINA dE urGENCIA EN PEQuEÑOS ANIMAlES
Gatos:
800 mg/gato.
FÁRMACO
Corticotropina
(ACtH)
FARMACOLOGÍA
E INDICACIONES
utilizado con fines diagnósticos
para evaluar la función
adrenal. Estimula la síntesis de
cortisol en las glándulas
adrenales.
EFECTOS ADVERSOS
Y PRECAUCIONES
DOSIS
2,2 uI/kg IM, Iv.
–
danazol
Puede reducir la destrucción
plaquetaria y eritrocitos en
enfermedades inmunitarias.
dantrolene
relajante muscular. también se debilidad en algunos animales.
ha utilizado en el tratamiento
de la hipertermia maligna y
como relajante del esfínter
externo urinario en gatos.
Hipertermia maligna:
2-3 mg/kg Iv.
Agente quelante. utilizado en
el tratamiento de la
intoxicación por hierro y
aluminio.
10 mg/kg/2h IM, Iv en dos
dosis, y después 10 mg/kg/8h
durante 48h.
deferoxamina
No se han descrito efectos
adversos en pequeños
animales.
–
5-10 mg/kg/12h.
Perros:
1-5 mg/kg/8h PO.
Gatos:
0,5-2 mg/kg/12h PO.
desmopresina
acetato (ddAvP)
Péptido sintético similar a la
hormona antidiurética (AdH).
Se utiliza como terapia de
reemplazo en pacientes con
diabetes insípida. la
desmopresina también se ha
utilizado para el tratamiento
de pacientes con enfermedad
de von Willebrand antes de
procedimientos quirúrgicos.
No se han reportado efectos
adversos. Se trata de una forma
farmacéutica preparada para
administración intranasal se
puede aplicar conjuntival. la
duración del efecto es de 20h.
desoxicorticosterona
(pivalato)
Mineralocorticoide. utilizado
en insuficiencia adrenal
(enfermedad de Addison). No
tiene actividad glucocorticoide.
Efectos mineralocorticoides
1,5-2,2 mg/kg cada 25 días IM.
excesivos a dosis altas.
Monitorizar electrolitos para
determinar eficacia y duración.
dexametasona
Corticosteroide. Potencia
aproximada 30 veces superior
al cortisol. Efectos
antiinflamatorios múltiples.
Múltiples efectos.
diabetes insípida:
2-4 gotas (2μ) cada 12-24 h
intranasal o conjuntival;
Enfermedad de vonWillebrand:
0,05-0,1 mg cada 12h PO a
necesidad o 1μg/kg
(0,01 ml/kg) SC, Iv, diluido en
20 ml de SSF y administrado
durante 10 min.
Antiinflamatorio:
0,07-0,25 mg/kg/12-24h
PO, IM, Iv.
Shock o lesión espinal:
2,2-4,4 mg/kg Iv (forma
sódica inyectable Iv).
test de supresión con
dexametasona, en perros:
0,01 mg/kg Iv;
en gatos: 0,1 mg/kg; y recoger
muestras de sangre a las 0, 4 y
8 horas.
dextrometorfan
Antitusivo de acción central.
Estructura similar a opiáceos,
pero sin acción en receptores
opiáceos. Acción directa sobre
receptores periféricos de la tos.
No se han descrito efectos
adversos. dosis altas pueden
ocasionar sedación.
0,5-2 mg/kg/6-8h PO.
ANEXO 4. FÁrMACOS utIlIZAdOS EN urGENCIAS
305
FÁRMACO
diazepam
FARMACOLOGÍA
E INDICACIONES
EFECTOS ADVERSOS
Y PRECAUCIONES
DOSIS
benzodiacepina. Acción
depresora central del SNC.
utilizado para sedación,
adyuvante anestésico,
anticonvulsivante y para el
tratamiento de desórdenes
comportamentales.
la sedación es el efecto adverso
más común. Puede causar
hiperexcitación paradójica.
Polifagia. En gatos se han
descrito casos de necrosis
hepática idiopática fatal con la
administración oral.
Preanestésico: 0,5 mg/kg Iv.
diclofenamida
Inhibidor de anhidrasa
carbónica. tratamiento del
glaucoma.
utilizar con precaución en
pacientes con sensibilidad a
sulfamidas. Hipopotasemia en
algunos pacientes. raramente,
acidosis metabólica severa.
3-5 mg/kg/8-12h PO.
dicloxacilina
Antibiótico β-lactámico.
Espectro limitado a bacterias
gram positivo, especialmente
estafilococos.
utilizar con precaución en
pacientes con sensibilidad a
penicilinas.
11-55 mg/kg/8h PO.
dietilcarbamacina
Prevención de dirofilariosis.
Seguro en todas las especies.
En pacientes con microfilarias
pueden aparecer reacciones.
dirofilariosis:
6,6 mg/kg/24h PO.
dietilestilbestrol
(dES)
Estrógeno sintético. utilizado
como terapia de reemplazo en
incontinencia urinaria
hormonosensible y como
abortivo.
Efectos adversos en situaciones
de sobredosificación. Posible
aumento del riesgo de
piometra o tumores sensibles a
estrógenos.
Perros:
0,1-1 mg/perro/24h PO.
Antihistamínico.
tratamiento de procesos
alérgicos.
Sedación.
2-4 mg/kg/6-8h PO o 1 mg/kg
IM, Iv.
Agonista opioide. Estimula la
segmentación del músculo liso
intestinal, así como la
absorción de electrolitos.
utilizado en el tratamiento de
la diarrea aguda.
El uso excesivo puede causar
constipación.
Antibiótico fluoroquinolona.
bactericida de amplio espectro.
utilizado en infecciones de piel,
heridas y neumonía.
Posibles convulsiones en
5-10 mg/kg/24h PO.
animales epilépticos.
Artropatía en animales jóvenes.
vómito a dosis elevadas.
difenhidramina
difenoxilato
difloxacina
306
Antiepiléptico:
0,5 mg/kg Iv o 1 mg/kg
rectal y repetir si es necesario.
Estimulante del apetito (gato):
0,2 mg/kg Iv.
Problemas comportamentales
en el gato:
1-4 mg/gato/12-24h PO.
Gatos:
0,05-0,1 mg/gato/24h PO.
En perros también puede
administrarse: 25-50 mg/
perro/8h PO, IM, Iv.
Perros:
0,1-0,2 mg/kg/8h-12h PO.
Gatos:
0,05-0,1 mg/kg/12h PO.
MEdICINA dE urGENCIA EN PEQuEÑOS ANIMAlES
FARMACOLOGÍA
E INDICACIONES
EFECTOS ADVERSOS
Y PRECAUCIONES
Agente inotrópico. Incrementa
la contractilidad cardiaca y
disminuye la frecuencia. Actúa
inactivando la bomba
Na+-K+-AtPasa del músculo
cardiaco. utilizado en fallo
cardiaco por su efecto
inotrópico y en arritmias
supraventriculares para
disminuir la respuesta
ventricular a la estimulación
auricular.
los glucósidos digitálicos
tienen un margen terapéutico
muy estrecho. Pueden causar
varios tipos de arritmias
(bloqueo cardiaco, taquicardia
ventricular). Causa anorexia,
vómito y diarrea. Efectos
adversos potenciados por la
hipopotasemia y reducidos por
la hiperpotasemia. Algunas
razas de perro (dobermann) y
algunos gatos son
especialmente sensibles a los
efectos adversos. Calcular la
dosis en función de la
superficie corporal.
Perros:
< 20 kg: 0,01 mg/kg/12h PO.
> 20kg: 0,22 mg/m2/12h PO.
di-hidro-taquisterol
Análogo de vitamina d.
utilizado en el tratamiento de
la hipocalcemia, especialmente
el hipoparatiroidismo asociado
a tiroidectomía. la vitamina d
promueve la absorción y uso
del calcio.
la sobredosis puede causar
hipercalcemia. Evitar el uso en
hembras gestantes dado que
puede causar anomalías fetales.
utilizar con precaución si se
trata simultáneamente el
paciente con preparaciones de
calcio.
tratamientos agudos:
0,02 mg/kg/día PO.
Administrar 0,02 mg/kg
inicialmente, y después
0,01-0,02 mg/kg/24-48h PO.
diltiazem
bloqueante de canales del
calcio. Produce vasodilatación
y tiene efectos cronotrópicos
negativos. Se utiliza para el
tratamiento de arritmias
supraventricular en perros y
cardiomiopatía hipertrófica en
gatos.
Hipotensión, depresión
cardiaca, bradicardia, bloqueo
aurículoventricular y anorexia
en algunos pacientes.
Perros:
0,5-1,5 mg/kg/8h PO o
0,25 mg/kg durante 2 min Iv
(repetir si es necesario).
dimercaprol
Agente quelante. utilizado en
el tratamiento de la
intoxicación por plomo, oro y
arsénico.
Elevadas dosis pueden
ocasionar convulsiones,
somnolencia y vómito.
Inyección dolorosa.
4 mg/kg/4h IM.
dobutamina
β-agonista. Incrementa la
contracción cardiaca sin
incrementar la frecuencia. Se
utiliza principalmente para el
tratamiento del fallo cardiaco
contráctil.
Puede ocasionar taquicardia y
arritmias ventriculares a dosis
elevadas o en pacientes
especialmente sensibles. Puede
causar convulsiones en gatos.
Perros:
5-20 μg/kg/min Iv.
FÁRMACO
digoxina
docusato sódico
laxante.
dopamina
Agonista adrenérgico. Acción
principal como estimulante del
miocardio por activación de
receptores β1-cardiacos. Se
sugiere que a dosis bajas
incrementa la perfusión renal
vía estimulación de receptores
dopaminérgicos, sin embargo,
no existen evidencias reales de
su efectividad.
DOSIS
Gatos:
0,08-0,01 mg/kg/48h PO.
Gatos:
1,75-2,4 mg/kg/8h PO; en
preparaciones de acción
retardada: 10 mg/kg/24h PO.
–
Puede causar taquicardia y
arritmias ventriculares a dosis
elevadas, o en individuos
especialmente sensibles.
Gatos:
0,5-2 μg/kg/min Iv.
Perros:
50-200 mg/perro/8-12h PO.
Perros y gatos:
2-10 μg/kg/min Iv.
ANEXO 4. FÁrMACOS utIlIZAdOS EN urGENCIAS
307
FÁRMACO
doxapram
FARMACOLOGÍA
E INDICACIONES
Estimulante respiratorio.
Acción directa sobre los
quimiorreceptores carotídeos y
del centro respiratorio.
utilizado para la depresión
respiratoria o estimulación
respiratoria posanestésica.
Puede incrementar también el
gasto cardiaco.
doxiciclina
EFECTOS ADVERSOS
Y PRECAUCIONES
DOSIS
5-10 mg/kg Iv.
Neonato: 1-5 mg SC,
sublingual o vía vena umbilical.
–
3-5 mg/kg/12h PO, Iv
(infusión lenta) o
10 mg/kg/24h PO. rickettsiosis
en perros: 5 mg/kg/12h.
Antibiótico tetraciclina y
bacteriostático. Amplio
espectro incluyendo algunos
protozoos, rickettsias,
ehrlichias. droga de elección
para las infecciones
transmitidas por garrapatas.
Interacción con otras
tetraciclinas.
Agente anticanceroso o
quimioterápico.
Anorexia, vómito y diarrea.
toxicidad dependiente de la
dosificación: mielosupresión,
pérdida de pelo y
cardiotoxicidad.
Edetato cálcico
Agente quelante. utilizado
para el tratamiento de la
intoxicación aguda y crónica
por plomo. En ocasiones se
combina con dimercaprol.
Potencialmente nefrotóxico.
25 mg/kg/6h SC, IM, Iv
doloroso en inyección. debe
durante 2-5 días.
extraerse el plomo del tracto
gastrointestinal antes de iniciar
el tratamiento con quelantes.
Edrofonio
Inhibidor de colinesterasa.
Acción ultracorta
exclusivamente con finalidad
diagnóstica (miastenia grave).
también se ha utilizado para
revertir bloqueantes
neuromusculares.
Acción ultracorta. Efectos
adversos mínimos. Se han
descrito efectos muscarínicos
indeseables a dosis elevadas (se
pueden contrarrestar con
atropina).
Perros:
0,5 mg/kg/12h-24h PO.
Agonista adrenérgico.
utilizado como vasopresor
(p.ej.: administración en
anestesia). también utilizado
en incontinencia urinaria por
su acción estimuladora del
esfínter vesical.
Efectos adversos relativos a
una excesiva actividad
adrenérgica
(vasoconstricción periférica y
taquicardia)
Incontinencia urinaria en
perros: 4 mg/kg o 12,5-50 mg/
perro/8-12h PO; en gatos:
2-4 mg/kg/8-12h PO.
IECA. utilizado para
vasodilatación y tratamiento
del fallo cardiaco.
Puede causar azotemia en
algunos pacientes.
Monitorización cuidadosa de
pacientes cuando reciben
simultáneamente diuréticos a
dosis elevadas. Monitorizar
electrolitos y la función renal
3-7 días después de iniciar la
terapia y regularmente.
Perros:
0,5 mg/kg/12h-24h PO.
doxorubricina
Efedrina
Enalaprilo
308
limita la absorción oral de
calcio. Si se administra
conjuntamente con calcio oral,
la absorción de la doxiciclina
es limitada.
MEdICINA dE urGENCIA EN PEQuEÑOS ANIMAlES
30 mg/m2/21 días Iv.
En perros y gatos de menos de
20 kg la dosificación puede
variar en función del
protocolo.
Gatos:
2,5 mg/gato Iv.
vasopresor:
0,75 mg/kg SC, IM, repetir a
necesidad.
Gatos:
0,25-0,5 mg/kg/12h-24h PO.
FÁRMACO
FARMACOLOGÍA
E INDICACIONES
EFECTOS ADVERSOS
Y PRECAUCIONES
DOSIS
Enrofloxacina
Antibiótico fluoroquinolona y Convulsiones en animales
5-20 mg/kg/día PO, Iv, SQ en
bactericida de amplio espectro. epilépticos. Artropatía en
función de la presentación.
perros de 4-28 semanas de
vida. vómito en perros y gatos
a elevadas dosis. No aprobada
para utilización Iv, pero
administración segura si se
realiza diluida con suero salino
y lentamente.
Ergocalciferol
Análogo de vitamina d.
utilizado para el tratamiento
de la hipocalcemia.
Sobredosis puede ocasionar
500-2000 u/kg/día PO.
hipercalcemia. Evitar en
hembras gestantes por posibles
anomalías fetales. utilizar con
cautela si se administran
simultáneamente preparaciones
de calcio.
Eritromicina
Antibiótico macrólido.
Espectro de actividad limitado
principalmente a bacterias
gram positivas aerobias.
utilizado para el tratamiento
de infecciones de piel y
respiratorias.
Puede causar nauseas, vómito
y diarrea.
10-20 mg/kg/8-12h PO.
Eritropoyetina
Factor de crecimiento
hematopoyético. Estimula la
eritropoyesis. utilizado para el
tratamiento de la anemia no
regenerativa.
Puede aparecer anemia por la
presencia de reacción cruzada
de anticuerpos contra la
eritropoyetina del paciente
(reversible al suspender el
tratamiento).
desde 35-50 u/kg 3 veces a la
semana hasta 400 u/kg/
semana SC (ajustar dosis a
hematocrito del 30-40%).
Esmolol
β-bloqueante. Selectivo para
receptores β1. Acción
ultracorta. Indicado para el
tratamiento de la frecuencia
cardiaca y las taquiarritmias
supraventriculares.
las mismas precauciones que
en el caso del propanolol.
500 μg/kg Iv, la cual puede
darse a dosis de 0,05-0,1 mg/kg
(lento) durante 5 min
o 50-200 μg/kg/min
infusión Iv.
Espironolactona
diurético ahorrador de
potasio. Actúa interfiriendo en
la reabsorción distal de sodio
en los túbulos distales. Inhibe
competitivamente la acción de
la aldosterona. Se utiliza en el
tratamiento de la hipertensión
y el fallo cardiaco congestivo.
Puede producir hiperpotasemia 2-4 mg/kg/día o
en algunos pacientes. No debe 1-2 mg/kg/12h PO.
utilizarse en pacientes
deshidratados. los AINE
pueden interferir en su
mecanismo de acción. debe
evitarse el uso concomitante de
suplementos de potasio.
Estradiol
Estrógeno semisintético.
riesgo elevado de hiperplasia
utilizado principalmente como endometrial y piometra.
abortivo.
Elevadas dosis pueden
provocar leucopenia,
trombocitopenia y anemia
aplásica fatal.
Efectos procinéticos a dosis de:
0,5-1,0 mg/kg.
Perros:
22-44 μg/kg IM (dosis total no
exceder de 1 mg).
Gatos:
250 μg/gato IM entre 40 horas
y 5 días después de la monta.
ANEXO 4. FÁrMACOS utIlIZAdOS EN urGENCIAS
309
FÁRMACO
FARMACOLOGÍA
E INDICACIONES
Etanol 20%
toxicidad por etilenglicol.
Sedación.
diluir al 7%.
Administrar: 0,6g/kg Iv, y
después 100 mg/kg/h CrI.
Etomidato
Agente anestésico de especial
utilidad en pacientes
hemodinámicamente inestables
o críticos.
No genera inestabilidad
cardiovascular o
hemodinámica en el paciente.
Suprime la función
adrenocortical durante 2-6
horas tras su inyección.
0,5-4 mg/kg Iv.
Famotidina
Antagonista de receptores
histaminérgicos-H2.
Fenbendazol
Antiparasitario interno. vermes Amplio margen de seguridad.
redondos, giardias y vermes
vómito y diarrea ocasional.
pulmonares.
Ausencia de
contraindicaciones.
Fenilpropanolamina
Agonista adrenérgico.
utilizado como
descongestionante, ligero
broncodilatador y para
incrementar el tono del esfínter
uretral.
Efectos adversos atribuibles a
la excesiva estimulación
adrenérgica (α y β). ver
efedrina. Efectos adversos:
taquicardia, excitación y
anorexia.
Fenilefrina
Agonista adrenérgico.
Específico para receptores α1.
vasopresor para hipotensión
severa.
Igual que metoxamina.
barbitúrico de acción
prolongada. utilizado como
anticonvulsivo. Potencia los
efectos inhibitorios del GAbA.
El rango terapéutico sérico es
de 15-40 μg/ml.
Efectos adversos en función de
la dosis. Polifagia, sedación,
ataxia y letargia. Puede
desarrollarse tolerancia. Se ha
documentado la
hepatotoxicidad en pacientes
sometidos a dosis elevadas.
Perros:
2-8 mg/kg/12h PO.
Antagonista α-adrenérgico.
Se une al receptor del músculo
liso causando relajación. Es un
potente vasodilatador. Se
utiliza principalmente para el
tratamiento de la
vasoconstricción periférica o
para relajar el músculo liso
uretral.
Causa hipotensión prolongada
en animales. debe utilizarse
con cautela en pacientes con
compromiso cardiovascular.
Perros:
0,25 mg/kg/8-12h PO o
0,5 mg/kg/24h.
bloqueante no selectivo
α1-adrenérgico y vasodilatador.
bloquea la estimulación de
estos receptores en el músculo
liso vascular. Se utiliza para el
tratamiento primario de la
hipertensión.
Puede causar excesiva
hipotensión en animales
deshidratados o con dosis muy
elevadas. Puede causar
taquicardia.
0,02-0,1 mg/kg Iv.
Fenobarbital
Fenoxibenzamina
Fentolamina
310
EFECTOS ADVERSOS
Y PRECAUCIONES
–
DOSIS
0,5 mg/kg/12-24h PO, SC, IM.
50 mg/kg/día durante 3 días PO.
1,5-2 mg/kg/12h PO.
0,01 mg/kg cada15 min Iv.
0,1 mg/kg cada 15 min
SC, IM.
MEdICINA dE urGENCIA EN PEQuEÑOS ANIMAlES
Gatos:
2-4 mg/kg/12h PO.
Antiepiléptico: administrar en
incrementos de 4 mg/kg Iv,
hasta un total de 16 mg/kg
total.
Gatos:
2,5 mg/gato/8-12h o 0,5 mg/
kg/12h PO; para relajar el
músculo liso uretral en gatos:
0,5 mg/kg Iv.
FÁRMACO
Fenitoína
Fentanilo
FARMACOLOGÍA
E INDICACIONES
EFECTOS ADVERSOS
Y PRECAUCIONES
DOSIS
Anticonvulsivo. deprime la
conducción nerviosa vía
bloqueo de los canales del
sodio. también clasificado
como antiarrítmico de clase I.
de uso común en humana,
pero de efectividad dudosa en
perros y gatos.
Efectos adversos: sedación,
hiperplasia gingival, reacciones
dermatológicas y toxicidad del
SNC. No administrar en
hembras gestantes.
Antiepiléptico:
20-35 mg/kg/8h (perro).
Opioide sintético para
analgesia.
Efectos adversos similares a la
morfina.
Perros:
3 μg/kg Iv, y después CrI de
3-6 μg/kg/h.
Antiarrítmico:
30 mg/kg/8h PO o
10 mg/kg Iv durante 5 min.
Gatos:
3 μg/kg Iv, y después CrI de
1-5 μg/kg/h.
Fentanilo parches
Férrico (sulfato)
un parche de 100 μg/h es
Sí se aprecian efectos advesos.
equivalente a una inyección IM depresión respiratoria,
de 10 mg/kg de morfina.
sedación excesiva y excitación
en gatos. Puede retirarse el
parche y revertir con naloxona.
Perros:
10-20 kg, 50μg/kg parche cada
72 horas.
Aporte de hierro.
Perros:
100-300 mg/perro/24h PO.
Elevadas dosis pueden
ocasionar ulceración
estomacal.
Gatos:
25 μg parche cada 118 horas.
Gatos:
50-100 mg/gato/24h PO.
Finasterida
utilizado en hipertrofia
prostática benigna.
Fisostigmina
Inhibidor de colinesterasa.
Efectos adversos atribuibles a
Antídoto para intoxicación con efectos colinérgicos excesivos.
anticolinérgicos, especialmente tratar con atropina.
en intoxicaciones con presencia
de signos neurológicos.
Atraviesa la barrera
hematoencefálica a diferencia
de la neostigmina o la
piridostigmina.
0,02 mg/kg/12h Iv.
Fluconazol
Antifúngico azólico. Eficaz
contra dermatofitos y otras
formas fúngicas.
No se han reportado efectos
adversos. tiene menos
influencia endocrina que el
ketoconazol. Es posible el
incremento de enzimas
hepáticas por hepatopatía. la
absorción es más predecible y
completa que con otros
azólicos. Incluso con el
estómago vacío.
Perros:
10-20 mg/kg/día PO.
Mineralocorticoide. utilizado
para el reemplazo en animales
con atrofia o insuficiencia
adrenocortical.
Efectos adversos relacionados
con los de los glucocorticoides.
Monitorizar concentración de
electrolitos.
Perros:
0,2-0,8 mg por perro o
0,02 mg/kg/24h.
Fludrocortisona
–
0,1 mg/kg/24h PO.
Gatos:
50 mg/gato/día PO.
Gatos:
0,1-0,2 mg por gato cada 24h
PO.
ANEXO 4. FÁrMACOS utIlIZAdOS EN urGENCIAS
311
FÁRMACO
FARMACOLOGÍA
E INDICACIONES
EFECTOS ADVERSOS
Y PRECAUCIONES
DOSIS
Flumazenilo
Agente reversor de las
benzodiacepinas.
No se han reportado efectos
adversos.
0,2 mg (dosis total) a
necesidad Iv.
Flunixin meglumine
AINE. utilizado a corto plazo
para el tratamiento del dolor
moderado y la inflamación.
A elevadas dosis o uso
prolongado causa gastritis y
ulceración gastrointestinal.
también se ha documentado la
isquemia renal. la terapia en
perros suele limitarse a 4 días
seguidos.
1,1mg/kg una vez SC, IM, Iv o
1,1 mg/kg/día 3 días por
semana PO.
En oftalmología:
0,5 mg/kg una sola vez Iv.
Fluorouracilo
Agente quimioterápico.
Causa ligera leucopenia y
trombocitopenia. toxicidad en
SNC. No utilizar en gatos.
Perros:
150 mg/m2 una vez a la
semana Iv.
Fluoxetina
Antidepresivo. utilizado para
el tratamiento de problemas de
comportamiento como los
desórdenes obsesivo-compulsivos y la agresividad por
dominancia.
Menos efectos adversos
(antimuscarínicos o
antihistamínicos) que otros
antidepresivos. No se han
documentado efectos adversos
en pequeños animales, pero sí
se ha apreciado disminución
del apetito. En los gatos se ha
descrito nerviosismo o
aumento de la ansiedad.
Perros:
0,5 mg/kg/día inicialmente PO,
y después incrementar a 1 mg/
kg/día PO.
Fosfato potásico
Aporte de fósforo. utilizado en
hipofosfatemia severa asociada
a diabetes cetoacidótica o
síndrome de realimentación.
–
No se han descrito efectos
adversos en animales. En
humanos se ha descrito
hipersensibilidad, anemia y
alteraciones en la flora
intestinal.
Gatos:
0,5-4 mg/gato/24h PO.
0,01-0,03 mmol/kg/h Iv
durante 6 horas. Comprobar
niveles de fósforo a las 6 horas.
repetir si es necesario.
4 mg/kg/12h durante 7-10 días.
Furazolidona
Antiprotozoario oral.
Actividad frente a Giardia.
Puede tener alguna actividad
frente a bacterias intestinales.
No se utiliza para terapia
sistémica.
Furosemida
diurético de asa. Inhibe el
deshidratación, azotemia,
transporte de agua y sodio en
hipotensión e hipopotasemia.
el asa ascendente de Henle, lo
cual produce diuresis. también
tiene propiedades
vasodilatadoras e incrementa
la perfusión renal y disminuye
la precarga.
Perros:
2-6 mg/kg/8-12h (o a
necesidad) PO, SC, IM, Iv.
Anemia hemolítica
inmunomediada,
trombocitopenia
inmunomediada y otras
enfermedades
inmunomediadas.
0,5-1,5 g/kg Iv durante 12h.
Gammaglobulina
312
Elevados costes y
disponibilidad limitada.
MEdICINA dE urGENCIA EN PEQuEÑOS ANIMAlES
Gatos:
1-4 mg/kg/8-24h PO, SC, IM, Iv.
FARMACOLOGÍA
E INDICACIONES
EFECTOS ADVERSOS
Y PRECAUCIONES
Antibiótico aminoglucósido.
Amplio espectro de actividad
excepto contra estreptococos y
bacterias anaerobias.
Nefrotoxicidad dosis
dependiente. debe proveerse al
paciente de suficiente equilibrio
hidroelectrolítico durante el
tratamiento. Posible
ototoxicidad y afectación
vestibular.
Perros:
2-4 mg/kg/6-8h o 6-10 mg/
kg/24h SC, IM, Iv.
Glipizida
Agente hipoglucemiante oral.
Para el tratamiento oral de la
diabetes mellitus, especialmente
en la especie felina. Este
fármaco incrementa la
secreción de insulina
pancreática.
Puede provocar vómito,
anorexia, hiperbilirrubinemia y
elevación de enzimas hepáticas
a dosis elevadas. Puede
ocasionar hipoglucemia pero es
menos potente que la insulina.
2,7-7,5 mg/gato/12 h PO.
dosis habitual: 2,5mg/gato
inicialmente, incrementando a
5 mg/gato/12 h.
Glucagón
Secretado por las células alfa
Mínima experiencia en la
pancreáticas. Incrementa la
práctica clínica veterinaria de
glucemia al inducir la
pequeños animales.
glucogenólisis y la
gluconeogénesis. también tiene
un efecto inotrópico y
cronotrópico positivos al
incrementar las
concentraciones intracelulares
de AMPc. Provoca relajación
uretral. Se utiliza para el
tratamiento de la hipoglucemia
refractaria en pacientes con
insulinoma o sobredosis de
insulina, y para corregir la
hipotensión en pacientes
tratados con β-bloqueantes o
bloqueantes de calcio. también
se puede utilizar para
incrementar el gasto cardiaco
en pacientes con shock
refractario sin respuesta a
β-agonistas, y para disminuir el
espasmo uretral.
Perros:
0,3mg/kg SC, IM, Iv hasta
corregir hipoglucemia o
50 ng/kg, y después una CrI
de 10-40 ng/kg/min Iv en caso
de hipoglucemia refractaria.
Igual que el cloruro potásico.
utilizado en el tratamiento de
la acidosis tubular renal.
Igual que el cloruro potásico.
Perros:
0,5 mEq/kg/12-24h PO.
Glicerol
utilizado para el tratamiento
del glaucoma agudo.
No se han descrito efectos
adversos.
Glicopirrolato
Anticolinérgico. Efecto
superior al de la atropina.
Efectos adversos atribuidos a
0,0005-0,001 mg/kg
los efectos antimuscarínicos
SC, IM, Iv.
(anticolinérgicos). ver atropina.
FÁRMACO
Gentamicina
Gluconato potásico
DOSIS
Gatos:
3mg/kg/8h o 9 mg/kg/24h SC,
IM, Iv.
la dosis humana para el shock
séptico refractario o sobredosis
con β-bloqueantes es de 70µg/
kg/min Iv.
Gatos:
2-8 mEq/día PO divido en dos
veces al día.
1-2 ml/kg hasta cada 8h PO.
ANEXO 4. FÁrMACOS utIlIZAdOS EN urGENCIAS
313
FÁRMACO
FARMACOLOGÍA
E INDICACIONES
EFECTOS ADVERSOS
Y PRECAUCIONES
DOSIS
Griseofulvina
Antifúngico. Actividad limitada teratogenicidad en gatos.
a dermatofitos.
Anemia y leucopenia en gatos,
también anorexia, depresión,
vómito y diarrea. No
administrar a gatas gestantes.
50 mg/kg/24h PO hasta un
máximo de dosis de
110-132 mg/kg/día en
tratamientos divididos.
Heparina sódica
Anticoagulante. Potencia los
Efectos adversos derivados de
efectos anticoagulantes de la
la excesiva inhibición de la
antitrombina. utilizado para la coagulación-sangrado.
prevención de trombosis.
100-200 u/kg Iv dosis de
carga, y después
100-300 u/kg/6-8h SC.
dosis baja profiláctica
(perros y gatos):
70 u/kg/8-12h SC.
Heparina CrI:
18 u/kg/h tras la dosis de
carga Iv.
Hidralacina
Hidrocodona
vasodilatador y antihipertensivo. utilizado para dilatar
arteriolas y disminuir la
poscarga. Se usa principalmente para el tratamiento del fallo
cardiaco congestivo y otros
desórdenes cardiovasculares
caracterizados por el
incremento de la resistencia
vascular periférica.
Hipotensión y taquicardia.
Perros:
0,5 mg/kg (dosis inicial) valorar
entre 0,5-2 mg/kg/12h PO.
Gatos:
2,5 mg/gato/12h-24h PO.
Antitusivo.
Perros:
0,22 mg/kg/4-8h PO.
Gatos:
dosis no descrita.
Hidroclorotiazida
diurético tiazídico. Inhibe la
reabsorción de sodio en el
túbulo renal distal. utilizado
como diurético y antihipertensivo. Se usa en el tratamiento de
urolitos que contienen calcio.
No debe utilizarse en pacientes 2-4 mg/kg/12h PO.
con hipercalcemia. Puede
causar desórdenes electrolíticos
tales como hipopotasemia.
Hidrocortisona
Glucocorticoide antiinflamatorio. la hidrocortisona tiene un
efecto mineralocorticoide y
antiinflamatorio menor que el
de la prednisolona o la
dexametasona.
Efectos adversos atribuibles a
reemplazo:
los efectos de la administración 1-2 mg/kg/12h PO.
excesiva de glucocorticoides.
Antiinflamatorio:
2,55 mg/kg/12h PO.
Hidrogéno peróxido
Agente emético. Causa el
vómito por irritación gástrica.
Puede causar esofagitis. debe
evitarse la inducción emética si
el tóxico es un caústico o si el
paciente está deprimido, con
convulsiones o si está muy
deshidratado.
314
MEdICINA dE urGENCIA EN PEQuEÑOS ANIMAlES
1-2 ml/kg PO. repetir una vez
si no se produce el vómito en
10 min.
FÁRMACO
Hidroxiurea
Hierro (dextrano)
FARMACOLOGÍA
E INDICACIONES
Agente quimioterápico. Se usa
en combinación con otros
anticancerosos para el
tratamiento de ciertos tumores
y para el tratamiento de la
policitemia vera.
Aporte de hierro. Para
deficiencias de hierro o anemia
ferropénica, cuando la
absorción gastrointestinal está
comprometida.
EFECTOS ADVERSOS
Y PRECAUCIONES
–
DOSIS
Perros:
50 mg/kg PO una vez al día,
3 días por semana.
Gatos:
25 mg/kg PO una vez al día,
3 días por semana.
10-20 mg/kg IM.
–
Imidocarb
Antiprotozoario. utilizado en
el tratamiento de la babesiosis.
Inyección dolorosa.
tratamiento previo con
atropina 0,04 mg/kg SC,
30 min previo a la inyección
disminuye los efectos adversos
colinérgicos.
6,6 mg/kg SC, IM. repetir en
15 días.
Imipenem
Antibiótico β-lactámico con
amplio espectro antibacteriano.
Acción similar a otros
β-lactámicos (ver amoxicilina).
Es el más eficaz, por lo que se
utiliza para el tratamiento de
infecciones severas y
multiresistentes.
3-10 mg/kg/ 6-8h IM, Iv.
Con los β-lactámicos, se han
descrito reacciones alérgicas en
la infusión rápida. En pacientes
con insuficiencia renal puede
acontecer neurotoxicidad
(convulsiones), náuseas y
vómito.
Imipramina
Antidepresivo tricíclico.
utilizado en personas para el
tratamiento de la ansiedad y la
depresión, y en animales para
el tratamiento de diferentes
desórdenes comportamentales,
incluyendo trastornos
obsesivos -compulsivos. Actúa
inhibiendo la captación de
serotonina a nivel presináptico
en las terminaciones nerviosas.
Efectos adversos asociados a su 2-4 mg/kg/12-24h PO.
actividad antimuscarínica
(sequedad de mucosas,
taquicardia) y antihistamínica
(sedación). la sobredosis
puede generar toxicidad
cardiaca severa.
Insulina (regular)
Insulina de acción corta.
utilizado para el manejo del
diabético enfermo
(cetoacidótico). El efecto dura
6-8 horas SC. también se
utiliza en el tratamiento
urgente de la hiperpotasemia.
Efectos adversos derivados
principalmente de la
sobredosificación
(hipoglucemia).
Insulina (NPH)
Insulina de acción intermedia.
utilizado para el tratamiento
crónico de la mayoría de
pacientes diabéticos. El efecto
dura 12 horas en la mayoría de
ellos.
Efectos adversos derivados
principalmente de la
sobredosificación
(hipoglucemia).
Insulina ultralenta
Insulina de acción prolongada.
El efecto dura entre 12-36h.
Monitorizar curva de glucemia. Gatos:
0,5 u/kg/24h SC.
Hiperpotasemia:
0,05-0,25 u/kg Iv con 1-2
gramos de glucosa por unidad
de insulina administrada.
Cetoacidosis:
0,1 u/kg/h Iv CrI.
Perros:
0,5-1 u/kg/12-24h.
ANEXO 4. FÁrMACOS utIlIZAdOS EN urGENCIAS
315
FÁRMACO
FARMACOLOGÍA
E INDICACIONES
EFECTOS ADVERSOS
Y PRECAUCIONES
DOSIS
Interferón α
utilizado para estimular el
sistema inmunitario en
pacientes con FIv o Felv.
No se han descrito efectos
adversos en animales.
Gatos:
15-30 u/gato PO una vez al
día durante 7 días y repetir en
semanas alternas.
Ipecacuana
Emético. Inductor del vómito
indicado en el tratamiento de
intoxicaciones por ingestión.
Sin efectos adversos en el
tratamiento agudo de la
intoxicación. El tratamiento
crónico puede inducir
cardiotoxicidad.
1-2 ml/kg con un máximo de
15 ml por perro.
Isoproterenol
Agonista adrenérgico que
estimula receptores β1 y β2. Se
utiliza para estimular el
corazón (inotropismo y
cronotropismo), pero también
para relajar la musculatura lisa
bronquial en
broncoconstricciones agudas.
Efectos adversos relativos a
estimulación adrenérgica
excesiva. Principalmente
taquicardia y taquiarritmias.
0,01-0,2 µg/kg/min CrI.
Isosorbida (dinitrato)
vasodilatador. Causa
vasodilatación al incrementar
las concentraciones de óxido
nítrico. relaja la musculatura
lisa vascular, especialmente la
venosa. reduce la precarga en
pacientes con fallo cardiaco.
En humanos se utiliza para el
tratamiento de la angina de
pecho.
los efectos adversos se
relacionan con la
sobredosificación, la cual
produce excesiva
vasodilatación e hipotensión.
Con dosis repetidas, puede
desarrollarse tolerancia.
2,5-5 mg/animal/12h PO o
0,22-1,1 mg/kg/12h PO.
Itraconazol
Antifúngico azólico. Activo
frente a dermatofitos y micosis
sistémicas (Blastomyces,
Histoplasma y Coccidioides).
vómito y hepatotoxicidad,
especialmente a dosis elevadas.
un 10-15% de los perros
desarrollan un incremento en
las enzimas hepáticas. dosis
elevadas en gatos pueden
generar vómito y anorexia.
Perros:
2,5mg/kg/12h o 5 mg/kg/24h
PO.
toxicidad a dosis elevadas y en
razas especialmente sensibles
(Collies o Shelties, Pastor
Australiano, bobtail). la
toxicidad neurológica incluye
depresión, ataxia, déficits
visuales, coma y muerte. Es
segura en hembras gestantes.
No administrar a pacientes
menores de seis semanas de
edad. Animales con
microfilaremia pueden
presentar efectos adversos a
dosis elevadas.
Preventivo dirofilariosis:
6µg/kg/30 días PO en perros, y
24 µg/kg/30 días PO en gatos.
Ivermectina
316
Antiparasitario. Neurotóxico
para los parásitos al potenciar
los efectos inhibitorios del
neurotransmisor GAbA.
MEdICINA dE urGENCIA EN PEQuEÑOS ANIMAlES
Gatos:
5 mg/kg/12h PO.
Para dermatofitosis en gatos:
1,5-3 mg/kg/24h (hasta 5 mg/
kg) PO durante 15 días.
Microfilaricida: 50 µg/kg PO
dos semanas después de la
terapia adulticida.
Ectoparasitosis (perro y gato):
200-300 µg/kg PO, SC, IM.
Endoparasitosis (perro y gato):
200-400 µg/kg semanal PO, SC.
FÁRMACO
FARMACOLOGÍA
E INDICACIONES
EFECTOS ADVERSOS
Y PRECAUCIONES
DOSIS
Ketamina
Agente anestésico de tipo
disociativo. Se metaboliza y se
elimina con rapidez en la
mayoría de animales.
Causa dolor en inyección IM.
Se han descrito temblores,
espasticidad y convulsiones.
Incrementa el gasto cardiaco
más que otros agentes. No se
recomienda utilizar en
pacientes con traumatismo
craneoencefálico porque
aumenta la presión
intracraneal y la presión del
líquido cefalorraquídeo.
10 mg/kg Iv o 11-33 mg/kg IM.
Ketoconazol
Antifúngico azólico.
Fungostático. Eficaz contra
dermatofitos y diversas micosis
sistémicas.
Efectos adversos dosis
dependientes: vómito, diarrea,
y hepatotoxicidad. Incremento
de enzimas hepáticas. No
administrar a hembras
gestantes. Inhibición de la
síntesis de cortisol. Este
fármaco interacciona con el
metabolismo de otros fármacos
como anticonvulsivantes,
ciclosporina y cisaprida.
Perros:
10-15 mg/kg/8h-12h PO.
Para Malassezia:
5 mg/kg/24h PO.
Para hiperadrenocorticismo:
15 mg/kg/12h PO.
Gatos:
5-10 mg/kg/8-12h PO.
Ketoprofeno
AINE (ver flunixín
meglumine).
todos los AINE denotan
efectos adversos similares en
cuanto a toxicidad
gastrointestinal: vómito y
posible ulceración.
Perros y gatos:
1 mg/kg/24h PO hasta 5 días.
dosis inicial de 2 mg/kg puede
administrarse SC, IM, Iv.
Magnesio (sulfato)
terapia de reemplazo en
hipomagnesemia.
No se han descrito. Con
sobredosificación puede
estimularse la diuresis, e
incrementarse las pérdidas de
fluidos y electrolitos. En
pacientes con problemas
renales puede acontecer
acumulación de magnesio.
Perros:
8-25 g/perro/24h PO.
diurético hiperosmótico.
Incrementa la osmolalidad
plasmática, la cual atrae fluido
desde el intersticio al
compartimento vascular.
utilizado en el tratamiento del
edema cerebral y el incremento
de la presión intraocular.
también para promover la
excreción renal de toxinas.
desequilibrios
hidroelectrolíticos. No usar en
pacientes deshidratados, y con
precaución ante sospecha de
hemorragia cerebral. la
administración rápida puede
expandir el compartimento
extracelular en exceso.
diurético: 1g/kg de solución al
5-25% Iv para mantener la
producción de orina.
Antibiótico fluoroquinolona.
Mismo mecanismo que la
enrofloxacina y ciprofloxacina.
Su espectro incluye
estafilococos, bacilos gram
negativos y algunas
pseudomonas.
Mismas precauciones que con
la enrofloxacina. Puede causar
náuseas y vómito a dosis
elevadas. Evitar su uso en
pacientes jóvenes.
Perros:
2,75-5,55 mg/kg PO.
Manitol
Marbofloxacina
Gatos:
2-5 g/gato/24h PO.
Glaucoma o edema cerebral:
0,25-2 g/kg de 15-25% Iv
durante 30-60 min (repetir a
las 6 horas si es necesario).
ANEXO 4. FÁrMACOS utIlIZAdOS EN urGENCIAS
317
FÁRMACO
FARMACOLOGÍA
E INDICACIONES
Mebendazol
Antiparasitario benzimidazol.
Meclizina
Prevención del vómito y la
cinetosis.
EFECTOS ADVERSOS
Y PRECAUCIONES
DOSIS
Efectos adversos raros. diarrea 22 mg/kg/24h durante 3 días
y vómito ocasional. reacciones (con comida).
hepáticas idiosincráticas en
algunos perros.
–
Perros:
25 mg/24h PO.
Gatos:
12,5 mg/24h PO.
Meclofenámico
(ácido)
AINE. tratamiento de artritis u No se han documentado
otros problemas inflamatorios. efectos adversos en pequeños
animales. Pueden suponerse
similares a los de otros AINE.
Medetomidina
Agonista α2. utilizado como
disminución del gasto cardiaco 750 µg/m2 Iv o 1000 µg/m2 IM.
sedante, anestésico adyuvante y y depresión cardiovascular. la
analgésico.
medetomidina puede ocasionar
inicialmente bradicardia e
hipertensión.
Melarsamina
Componente arsenical
orgánico. utilizado para el
tratamiento de la dirofilariosis.
tratamiento adulticida. los
arsenicales alteran el
metabolismo de la glucosa en
estos parásitos.
Efectos adversos:
tromboembolismo pulmonar
(7-20 días tras la terapia).
Anorexia, reacción en el lugar
de inyección, elevación de
enzimas hepáticos, letargia y
depresión. dosis elevadas (x3)
pueden ocasionar inflamación
pulmonar y muerte. Si se han
administrado dosis elevadas,
puede utilizarse el dimercraprol
(3 mg/kg IM) como antídoto.
Melfalán
Agente quimioterápico.
Efectos adversos relativos a su
utilizado para el tratamiento
actividad quimioterápica.
del mieloma múltiple y algunos Causa mielosupresión.
carcinomas.
Meperidina
Agonista opioide sintético.
Perros:
1 mg/kg/día hasta 5 días PO.
Administración IM en
inyección profunda.
Perros (dosis en función del
estadio de la enfermedad):
Clase 1-2: 2,5 mg/kg/día dos
días consecutivos.
Clase 3: 2,5 mg/kg un solo día,
y después dos dosis adicionales
en un mes separadas 24h.
1,5 mg/m2 o 0,1-0,2 mg/kg/24h
PO durante 7-10 días. repetir
cada 3 semanas.
Efectos adversos similares a los Perros:
de otros opioides (ver morfina). 5-10 mg/kg IM, Iv cada 2-3h
(o a necesidad).
Gatos:
3-5mg/kg/2-4h IM, Iv (o a
necesidad).
Mepivacaína
Meropenem
318
Anestésico local. Potencia y
duración media, en
comparación a la bupivacaina.
Misma potencia que la
lidocaína, pero mayor
duración.
ver bupivacaína. la
mepivacaína puede causar
menos irritación tisular que la
lidocaína.
Antibiótico β-lactámico.
Carbapenémico.
riesgos similares a los de otros 20 mg/kg/8h Iv.
β-lactámicos. No causa
Meningitis: 40 mg/kg/8h.
convulsiones.
MEdICINA dE urGENCIA EN PEQuEÑOS ANIMAlES
dosis variables para
infiltración local.
Inyección epidural: 0,5 ml de
solución al 2% cada 30
segundos hasta la desaparición
de reflejos. No exceder de
8 mg/kg (dosis total).
FÁRMACO
FARMACOLOGÍA
E INDICACIONES
EFECTOS ADVERSOS
Y PRECAUCIONES
DOSIS
Mesalamina
Ácido 5-aminosalicílico.
utilizado para el tratamiento
de la colitis. Efecto
antiinflamatorio en colon.
derivado de sulfasalacina.
ver sulfasalacina. No se han
asociado efectos adversos en
pequeños animales.
Metoproterenol
Agonista β-adrenérgico tipo 2.
Se utiliza principalmente como
broncodilatador.
Efectos adversos por excesiva
0,325-0,65 mg/kg/4-6h PO.
estimulación β-adrenérgica (ver
albuterol).
Metazolamida
Inhibidor de la anhidrasa
carbónica. utilizado en
glaucoma.
usar con precaución en
pacientes sensibles a
sulfamidas.
2-4 mg/kg/8-12h PO (hasta un
máximo de dosis de 4-6 mg/kg).
Metileno (azul de )
Antídoto en intoxicaciones. Se
utiliza en el tratamiento de la
methemoglobinemia. El azul de
metileno actúa reduciendo la
methemoglobina a
hemoglobina.
Puede causar anemia por
cuerpos de Heinz en gatos,
pero es seguro cuando se
utiliza a dosis terapéuticas.
1,5 mg/kg Iv (lento).
Metimazol
droga antitiroidea. utilizada
para el tratamiento del
hipertiroidismo, especialmente
en gatos.
En gatos, son posibles
reacciones semejantes al lupus.
vasculitis y afectación medular.
buena tolerancia en perros.
Gatos:
2,5 mg/gato/12h PO por 7-14
días, y después 5-10 mg/
gato/12h PO.
Monitorizar los niveles de t4.
Metocarbamol
relajante muscular esquelético. Causa depresión y sedación.
deprime los reflejos
polisinápticos. Se utiliza en el
tratamiento de los espasmos
musculares esqueléticos.
Perros:
15-20 mg/kg/8h PO o
50-150 mg/kg Iv.
Metotrexato
Agente quimioterápico.
utilizado en el tratamiento de
carcinomas, leucemia, y
linfoma.
los quimioterápicos causan
ciertos efectos predecibles (y a
veces inevitables) tales como la
depresión de la médula ósea,
leucopenia e imunosupresión.
Se ha descrito hepatotoxicidad
en personas. No debe
administrarse conjuntamente
con AINE, pirimetamina,
trimetroprim y sulfamidas.
2,5-5 mg/m2/48h PO (la dosis
depende del protocolo
específico).
Efectos adversos relativos a
estimulación α1-adrenérgica
excesiva (vasoconstricción
periférica prolongada). Puede
aparecer bradicardia refleja.
200-250µg/kg IM o
40-80 µg/kg Iv.
Metoxamina
Agonista adrenérgico
simpaticomimético. Agonista
α-adrenérgico. Específico para
receptores α1-adrenérgico.
Agente vasopresor para la
hipotensión.
Metilprednisolona
(acetato)
Forma de depósito de
Similar a otros flucocorticodes
metilprednisolona. lentamente (ver betametasona).
absorbida por vía IM. los
efectos se prolongan durante
3-4 semanas. Se utiliza
intralesional, intraarticular y en
diferentes patologías de origen
inflamatorio.
No se han establecidos las
dosis veterinarias, pero la dosis
habitual en humana es de
400-500 mg/6-8h.
Perros:
0,3-0,5 mg/kg una vez por
semana Iv.
Gatos:
0,8 mg/kg Iv cada 2-3
semanas.
Gatos:
10-20 mg/gato IM cada 1-3
semanas.
ANEXO 4. FÁrMACOS utIlIZAdOS EN urGENCIAS
319
FÁRMACO
FARMACOLOGÍA
E INDICACIONES
EFECTOS ADVERSOS
Y PRECAUCIONES
DOSIS
Metilprednisolona
(hemisuccinato
sódico)
Igual que el anterior, excepto
que se trata de una
formulación hidrosoluble.
utilizada en el tratamiento
agudo, cuando es necesario
utilizar dosis elevadas o un
efecto rápido. utilizada en el
tratamiento del shock y
traumatismo espinal.
En administraciones aisladas,
son improbables los efectos
adversos; pero con utilización
repetida, si son posibles (ver
betametasona).
Emergencias: 30 mg/kg Iv, y
repetir a 15 mg/kg a las 2-6
horas Iv.
Metiltestosterona
Andrógeno anabolizante.
utilizado como reemplazo de
la testosterona (deficiencia
androgénica). también para
estimular la eritropoyesis.
Efectos adversos derivados de
la excesiva androgenización.
Hiperplasia prostática,
masculinización en hembras y
hepatopatía frecuente con las
preparaciones orales.
Perros:
5-25 mg/perro/24-48h PO.
Metoclopramida
droga procinética y
antiemética. Estimula la
motilidad del tracto GI
superior y tiene acción central
actuando en el centro
antiemético. Actúa inhibiendo
los receptores centrales de la
dopamina e incrementando el
efecto de la acetilcolina en el
tracto GI. utilizada para la
gastroparesis y el tratamiento
del vómito.
Efectos adversos derivados del 0,2-0,5 mg/kg/6-8h PO, IM, Iv
o 1-2 mg/kg/día por CrI.
bloqueo central de los
receptores dopaminérgicos.
Efectos adversos similares a los
de otras fenotiacinas
(acepromacina). Cambios de
comportamiento. No se
recomienda utilizar en
pacientes epilépticos o con
obstrucción gastrointestinal.
Metoprolol
Agente bloqueante β1adrenérgico. Propiedades
similares al propanolol,
excepto que el metoprolol es
específico de los receptores β1.
Se utiliza para el control de
taquiarritmias y frecuencias
cardiacas lentas.
Efectos adversos relativos a la
excesiva depresión
cardiovascular (disminución de
los efectos inotrópicos). Puede
provocar bloqueo cardiaco.
debe utilizarse con cautela en
pacientes con
broncoconstricción.
Perros:
5-50 mg/perro/8h o
5-10 mg/kg/8h PO.
Antibiótico y antiprotozoario.
Altera el AdN de los
microorganismos por la
interacción con metabolitos
intracelulares. Acción específica
en bacterias anaerobias. las
resistencias son raras. Es activo
frente a ciertos protozoos,
incluyendo Giardia.
los efectos adversos más
importantes son los relativos al
SNC. A dosis elevadas pueden
aparecer depresión, ataxia,
vómito y debilidad. Puede ser
mutagénico, aunque no se han
demostrado malformaciones
en animales a dosis
terapéuticas. Su utilización en
hembras gestantes debe ser
cautelosa. baja palatabilidad
en gatos.
Para anaerobios en perros:
15 mg/kg/12h o 12 mg/kg/8h
PO; y en gatos:
10-15 mg/kg/24h PO.
Antiarrítmico. utilizado para el
tratamiento de las arritmias
ventriculares. El mecanismo de
acción se basa en el bloqueo
rápido de los canales de sodio.
Agente antiarrítmico clase Ib.
Puede producir arritmias.
utilizar con cautela en
pacientes con enfermedad
hepática.
Perros:
5-8 mg/kg/8-12h PO (uso con
cautela).
Metronidazol
Mexiletina
320
MEdICINA dE urGENCIA EN PEQuEÑOS ANIMAlES
Gatos:
2,5-5 mg/gato/24h-48h PO.
Gatos:
2-15 mg/gato/8h PO.
Para giardias en perros:
12-15 mg/kg/12h durante 8
días PO; y en gatos:
17 mg/kg/24h durante 8 días.
FÁRMACO
FARMACOLOGÍA
E INDICACIONES
EFECTOS ADVERSOS
Y PRECAUCIONES
DOSIS
Midazolam
benzodiacepina. Acción similar
a otras benzodiacepinas (ver
diazepam). utilizado en
anestesia como sedante.
utilización intravenosa con
cautela, especialmente con
opiáceos. Su uso intravenoso
puede causar profunda
depresión cardiorrespiratoria.
0,1-0,25 mg/kg IM, Iv o
0,1-0,3 mg/kg/h infusión Iv.
Milbemicina
Antiparasitario con acción
similar a la ivermectina
(agonista del GAbA). utilizado
en la prevención de
dirofilariosis, como miticida y
microfilaricida. también en el
tratamiento de gusanos
redondos y planos. A elevadas
dosis también puede utilizarse
para el tratamiento de la sarna
demodécica.
En razas sensibles (Collies) la
milbemicina puede cruzar la
barrera hematoencefálica y
producir toxicidad del SNC
(depresión, letargia o coma). A
dosis habituales esos efectos
son poco habituales.
En perros, como microfilaricida:
0,5 mg/kg; para sarna
demodécica: 2 mg/kg/24h PO
durante 60-120 días; como
prevención de la dirofilariosis y
el control de endoparásitos:
0,5 mg/kg PO cada30 días.
Análogo de prostaglandina E.
Proporciona un efecto
protector de la mucosa GI. Se
utiliza para prevenir gastritis y
úlceras en pacientes tratados
con AINE.
Efectos adversos causados por
los efectos de las
prostaglandinas: disconfort GI,
vómito y diarrea. No
administrar a hembras
gestantes, puede causar
abortos.
Perros:
2-5 µg/kg/6-8h PO.
Mitotano
Agente citotóxico
adrenocortical. Causa
supresión del córtex adrenal.
Se utiliza para el tratamiento
de tumores adrenales e
hiperadrenocorticismo
pituitario dependiente (HPd).
Efectos adversos, especialmente
durante el periodo de
inducción. Incluye letargia,
anorexia, ataxia, depresión y
vómito. Puede complementarse
con corticosteroides
(hidrocortisona o
prednisolona) para minimizar
los efectos adversos.
En perros, para HPd:
50 mg/kg/día (en dosis
divididas) PO durante 5-10
días, y después 50-70 mg/kg/
semana PO; para tumores
adrenales: 50-75 mg/kg/día
durante 10 días, y después
75-100 mg/kg/semana PO.
Mitoxantrona
Agente quimioterápico. Acción
similar a la doxorubicina.
utilizado para el tratamiento
de linfoma, leucemia y
carcinomas.
Como ocurre en otros
quimioterápicos, ciertos efectos
adversos son inevitables e
intrínsecos a la naturaleza de
este tipo de drogas.
Mielosupresión, vómito,
diarrea, anorexia, aunque
menos cardiotoxicidad que la
doxorubicina.
Perros:
6 mg/m2 Iv cada 21 días.
Analgésico opioide agonista
puro.
Sedación, constipación y
bradicardia. A elevadas dosis
depresión respiratoria. En
gatos, posible
hiperexcitabilidad.
Misoprostol
Morfina
En gatos, para la dirofilariosis
y la endoparasitosis:
2,0 mg/kg PO cada 30 días.
Gatos:
dosis no establecida.
Gatos:
6,5 mg/m2 Iv cada 21 días.
Perros:
0,1-1 mg/kg/4-6h SC, IM, Iv
(dosis creciente en función del
grado de control del dolor).
Epidural:
0,1 mg/kg/3-6h SC, IM (o a
necesidad).
ANEXO 4. FÁrMACOS utIlIZAdOS EN urGENCIAS
321
FÁRMACO
FARMACOLOGÍA
E INDICACIONES
Naloxona
Antagonista opioide. Puede
utilizarse para revertir
sedación, anestesia y otros
efectos adversos derivados de
la utilización de opiáceos.
Neomicina
Antibiótico aminoglucósido.
Administración oral o tópica.
Absorción sistémica mínima
tras la administración oral.
utilizado en el tratamiento de
la encefalopatía hepática.
EFECTOS ADVERSOS
Y PRECAUCIONES
DOSIS
No se han documentado
0,01-0,04 mg/kg SC, IM, Iv (a
efectos adversos en veterinaria. necesidad) para revertir el
En humana sí se ha reportado opiáceo.
taquicardia e hipertensión.
10-20 mg/kg/6-12h PO.
–
droga anticolinesterasa.
utilizada en el tratamiento de
la miastenia grave o como
antídoto para el bloqueo
neuromuscular ocasionado por
bloqueantes musculares no
despolarizantes.
Excesiva estimulación
colinérgica. Efectos
muscarínicos que incluyen
diarrea, salivación, problemas
respiratorios, vómito,
afectación neurológica,
temblor muscular y debilidad.
Puede utilizarse atropina en
caso de sobredosis.
Nistatina
Antifúngico. Administración
tópica u oral para el
tratamiento de infección por
Candida.
Absorción oral limitada. Puede Perros y gatos:
causar alteraciones
100.000 u/kg/6h PO.
gastrointestinales.
Nitrofurantoina
Antibiótico y antiséptico
urinario. Concentraciones
terapéuticas logradas solo en la
orina, por lo que no debe
utilizarse para el tratamiento
de infecciones sistémicas.
Efectos adversos incluyen
náuseas, vómito y diarrea.
Coloración marronácea de la
orina. No administrar en
hembras gestantes.
10 mg/kg/día dividido en
cuatro tratamientos diarios, y
después 1 mg/kg PO por la
noche.
Nitroglicerina
(parche)
Nitrato. Nitrovasodilatador.
relaja la musculatura lisa
vascular (especialmente la
venosa) por generación de
óxido nítrico. utilizado en el
tratamiento del fallo cardiaco,
para reducir la precarga o
disminuir la hipertensión
pulmonar. En humanos se
utiliza para el tratamiento de la
angina de pecho.
los efectos adversos de los
nitratos están relacionados con
su acción farmacológica. los
efectos adversos más
significativos son la
hipotensión y la
methemoglobinemia, por
acumulación de nitratos (rara).
Con administraciones
repetidas, puede desarrollarse
tolerancia.
Perros:
4-12 mg /12h (hasta 15 mg)
tópico.
Nitrato. Nitrovasodilatador.
Solo utilizado mediante
infusión intravenosa. El
paciente debe ser
estrechamente monitorizado
durante su administración.
Posible hipotensión severa
durante la terapia. A elevadas
velocidades de infusión puede
generarse cianuro, derivado del
metabolismo del nitroprusiato.
la intoxicación por cianuro
puede presentarse durante la
administración de este
producto.
Inicio a 2 μg/kg/min e
incrementar en 1 μg/kg/min
cada 20-30 min hasta una
mejoría clínica apreciable.
dosis máxima 10 μg/kg/min.
Neostigmina
(bromuro)
Nitroprusiato
322
MEdICINA dE urGENCIA EN PEQuEÑOS ANIMAlES
2 mg/kg/día PO (en dosis
divididas, a efecto).
Inyección antimiasténica:
10 μg/kg SC, IM (a necesidad);
como antídoto para bloqueo
neuromuscular: 40 μg/kg SC,
IM; para diagnóstico de
miastenia: 40 μg/kg IM o
20 μg/kg Iv.
Gatos:
2-4 mg/12h tópico.
FÁRMACO
FARMACOLOGÍA
E INDICACIONES
Nizatidina
Antihistamínico H2 (ver
cimetidina). 10 veces más
potente que la cimetidina.
Norfloxacina
Antibiótico fluoroquinolona.
Espectro de acción menor que
la enrofloxacina o
ciprofloxacina.
Olsalacina
Fármaco antiinflamatorio.
utilizado en el tratamiento de
la colitis.
Omeprazol
Inhibidor de la bomba de
protones. Inhibe la secreción
gástrica inhibiendo la bomba
K+/H+. Es más potente y tiene
una acción más prolongada
que la mayoría de
citoprotectores. utilizado en la
prevención de úlceras
gastrointestinales.
EFECTOS ADVERSOS
Y PRECAUCIONES
DOSIS
ver cimetidina o ranitidina. No Perros:
se han documentado efectos
2,5-5 mg/kg/24h PO.
adversos de la nizatidina en
animales.
22 mg/kg/12h PO.
–
ver mesalamina.
dosis no establecida, pero se
ha utilizado 5-10 mg/kg/8h
(la dosis humana habitual es de
500 mg dos veces al día).
Perros:
20 μg/perro/24h PO o
0,7 mg/kg/24h.
–
Gatos:
no recomedado.
Ondasentrón
droga antiemética. Inhibe la
acción de la serotonina
(bloquea los receptores
5-Ht3). utilizado para inhibir
el vómito asociado a
quimioterapia.
Caro.
0,5-1 mg/kg Iv o PO, 30 min
antes de la administración de
quimioterápicos.
Orbifloxacino
Antibiótico fluoroquinolona.
Mismo mecanismo que la
enrofloxacina y la
ciprofloxacina. El espectro
incluye estafilococos, bacilos
gram negativos y algunas
pseudomonas.
Mismas precauciones que la
Perros y gatos:
enrofloxacina. A veces puede
2,5-7,5 mg/kg/24h PO.
causar náuseas y vómito a
dosis elevadas. Evitar su uso en
animales jóvenes.
Oxacilina
Antibiótico β-lactámico. Inhibe
la síntesis de la pared celular
bacteriana. Espectro limitado a
bacterias gram positivas,
especialmente estafilococos.
22-40 mg/kg/8h PO.
–
Oxacepam
benzodiacepina. depresor
central cuyo mecanismo se
basa en la potenciación de los
efectos del GAbA sobre el
SNC. utilizado para la
sedación y estimulación del
apetito.
la sedación es el efecto
adverso más común, en
ocasiones puede provocar
polifagia. En gatos se ha
documentado fallo hepático
agudo con el diazepam.
En gatos, como estimulante del
apetito: 2,5 mg/gato.
Oxitetraciclina
Antibiótico tetraciclina. Mismo
mecanismo y espectro que la
tetraciclina. Mejor absorción
oral.
ver precauciones de uso de
tetraciclina. En general es
segura, aunque debe utilizarse
con precaución en animales
jóvenes.
7,5-10 mg/kg/12h Iv o
20 mg/kg/12h PO.
ANEXO 4. FÁrMACOS utIlIZAdOS EN urGENCIAS
323
FÁRMACO
Oxitocina
FARMACOLOGÍA
E INDICACIONES
Estimula las contracciones
uterinas por estimulación
directa de receptores de
oxitocina. utilizada para
mantener o inducir el parto en
hembras gestantes a término.
No estimula directamente la
producción de leche.
EFECTOS ADVERSOS
Y PRECAUCIONES
No administrar en hembras
gestantes, sin estudio
radiológico o examen
reproductivo previo.
DOSIS
Perros:
5-20 unidades SC, IM (repetir
cada 30 min hasta 3 veces en
inercia uterina).
Gatos:
2,5-5 unidades por gato IM, Iv.
CrI: Añadir 10-20 unidades a
la solución base y administrar
a efecto.
Oxtrifilina
teofilinato. broncodilatador
teofilina.
derivado de metilxantina cuyo
mecanismo de acción es similar
al de la teofilina.
Perros:
47 mg/kg/12h PO (equivalente
a 30 mg/kg de teofilina).
Pamoato de pirantel
Antiparasitario.
Perros:
5 mg/kg/día, y repetir en 7-10
días.
No se han descrito efectos
adversos en animales.
Gatos:
20 mg/kg/día PO.
Pancreolipasa
Enzima pancreática. utilizada
en el tratamiento de la
insuficiencia pancreática
exocrina. Provee de lipasa,
amilasa y proteasa.
No se han documentado
efectos adversos.
Perros:
mezclar dos cucharaditas con
la comida por cada 20 kg de
peso 20 min antes de la
comida.
Gatos:
½ cucharadita/gato con la
comida.
Pancuronio
bloqueante muscular no
despolarizante (ver atracurio).
ver atracurio.
0,1 mg/kg Iv o comenzar con
0,01 mg/kg, y si se precisa
añadir dosis de 0,01 mg/kg
cada 30 minutos.
Paroxetina
Inhibidor selectivo de la
recaptación de serotonina.
Mecanismo de acción similar
al de la fluoxetina. utilizado
para el tratamiento de
desórdenes obsesivoscompulsivos, agresividad, etc.
Algunos efectos similares a los
de la fluoxetina, pero algunos
animales la toleran mejor.
Gatos:
/8-1/4 de tableta (10 mg) al día
PO.
Penicilamina
Penicilina G
324
Agente quelante del plomo,
cobre, hierro y mercurio.
utilizado en pacientes con
intoxicación por cobre y
hepatitis asociada. también se
utiliza en el tratamiento de la
urolitiasis por cistina.
Antibiótico β-lactámico.
Espectro limitado a bacterias
gram positivas y anaerobias.
1
10-15 mg/kg/12h PO.
–
Similar a otras penicilinas (ver
amoxicilina).
MEdICINA dE urGENCIA EN PEQuEÑOS ANIMAlES
20.000-40.000 u/kg/12-24h.
FÁRMACO
FARMACOLOGÍA
E INDICACIONES
EFECTOS ADVERSOS
Y PRECAUCIONES
DOSIS
Pentazocina
Analgésico opiáceo sintético.
Acción agonista-antagonista
(similar a butorfanol o
buprenorfina).
Pentobarbital
Son comunes la depresión
Anestésico barbitúrico de
acción ultracorta. Genera
cardiaca y respiratoria.
depresión no selectiva del SNC.
El pentobarbital se utiliza
normalmente vía intravenosa
en el tratamiento de
convulsiones. la duración del
efecto es de 3-4 horas.
Pentoxifilina
Metilxantina. Pentoxifilina
utilizada principalmente como
agente reológico en humanos
(incrementa el flujo sanguíneo
a través de vasos estenosados).
Puede tener cierto efecto
antiinflamatorio por inhibición
de la síntesis de citoquinas.
utilizado en perros para el
tratamiento de algunas
dermatosis y vasculitis.
Puede causar signos similares a
otras metilxantinas (ver
teofilina). En humanos se han
documentado náuseas y
vómito. baja palatabilidad
cuando se fragmenta el
comprimido.
En perros, para dermatología:
10 mg/kg/12h PO; para otros
usos:
10 mg/kg/8-12h PO o 400 mg
por perro para la mayoría de
animales.
AINE de clase oxicam. Efectos
clínicos similares a otros AINE
(ver aspirina, flunixín). Se ha
utilizado en el tratamiento del
carcinoma de células
transicionales en el perro.
velocidad de eliminación lenta.
utilizar con cautela en el perro.
Efectos adversos por toxicidad
gastrointestinal (úlceras). ver
flunixín.
Perros:
0,3 mg/kg/48h PO.
Polietilenglicol
Catártico salino. Compuesto
no absorbible que incrementa
la secreción de agua en el
intestino por efecto osmótico.
utilizado para la evacuación
intestinal previa a
procedimientos diagnósticos o
quirúrgicos.
Pérdida de agua y electrolitos
con dosis elevadas o uso
prolongado (ver también
citrato magnésico).
25 ml/kg, repetir en 2-4 horas
PO.
Pralidoxima
utilizada en el tratamiento de
la intoxicación por
organofosforados.
No se han descrito efectos
adversos.
Perros:
50 mg/kg Iv, administración
lenta.
Piroxicam
Efectos adversos similares a los Perros:
de otros opioides (ver
1,65-3,3 mg/kg/4h IM.
butorfanol o morfina).
Gatos:
2,2-3,3 mg/kg SC, IM, Iv.
25-30 mg/kg Iv. Inyectar
primero la mitad de dosis y
después el resto, gradualmente.
Gatos: ¼ de 400 mg tableta
(100 mg) cada 8-12h PO.
Gatos:
dosis no establecida.
Gatos:
20 mg/kg/8-12h,
inicialmente dosis Iv (lento) o
IM.
Prazosin
bloqueante α-adrenérgico.
relaja la musculatura lisa,
especialmente la vascular. Se
utiliza como vasodilatador y
como relajante de musculatura
lisa (músculo uretral).
dosis elevadas pueden causar
hipotensión y vasodilatación.
0,5-2 mg/animal/8-12h
(1 mg/15 kg) PO.
ANEXO 4. FÁrMACOS utIlIZAdOS EN urGENCIAS
325
FÁRMACO
Prednisolona
FARMACOLOGÍA
E INDICACIONES
Antiinflamatorio
glucocorticoide. Potencia
cuatro veces superior a la del
cortisol (ver betametasona
para detalles).
EFECTOS ADVERSOS
Y PRECAUCIONES
ver betametasona.
DOSIS
En perros, como
antiinflamatorio:
0,5-1 mg/kg/12-24h PO, IM,
Iv inicialmente, y después
disminuir cada 48h; como
inmunosupresor: 2,2-6,6 mg/
kg/día PO, IM, Iv inicialmente,
y después ajustar a 2-4 mg/
kg/48h; como terapia de
reemplazo: 0,2-0,3 mg/kg/día
PO; para shock espinal: ver
succinato sódico de
prednisolona.
Gatos: igual que en perros pero
doblar dosis.
Igual que la prednisolona,
excepto que es hidrosoluble y
la preparación está destinada a
uso Iv. utilizada en shock y
traumatismo espinal.
Efectos adversos no frecuentes
en administraciones únicas. En
administraciones repetidas
pueden presentarse efectos
adversos (ver betametasona).
Pueden causar hiperglucemia,
ulceración gastrointestinal y
retraso en cicatrización.
Shock: 15-30 mg/kg Iv, repetir
en 4-6 horas.
Antiarrítmico clase I. utilizado
principalmente para el
tratamiento de arritmias
ventriculares. Inhibición de
canales de sodio en la célula
cardiaca.
los efectos adversos incluyen
las arritmias cardiacas,
taquicardia e hipotensión. En
humanos puede darse
hipersensibilidad (reacciones
semejantes al lupus eritematoso
sistémico), pero no se han
descrito en animales. la
cimetidina puede incrementar
los niveles plasmáticos de esta
droga.
Perros:
10-30 mg/kg/6h PO (cada 8h
en presentaciones de liberación
sostenida) o 8-20 mg/kg IM,
Iv o 25-50 μg/kg/min Iv.
Propantelina
Anticolinérgico
(antimuscarínico). bloquea
receptores de acetilcolina
produciendo efectos
parasimpaticolíticos. utilizado
para disminuir las
contracciones del músculo liso
y la secreción gastrointestinal.
también se usa para tratar los
efectos cardiovasculares
vagomediados.
Efectos adversos atribuibles a
la excesiva actividad
anticolinérgica
(antimuscarínica).
0,25-0,5 mg/kg/8-12h PO.
Propanolol
bloqueante β-adrenérgico, no
selectivos para β1 y β2, y
antiarrítmico de clase II. Se
utiliza principalmente para
disminuir la frecuencia
cardiaca, disminuir la
conducción cardiaca,
taquiarritmias o disminuir la
presión arterial.
Efectos adversos relativos a sus
efectos β1-bloqueantes en el
corazón. Causa depresión
cardiaca y disminución del
gasto cardiaco. β2-bloqueante:
broncoconstricción. disminuye
la secreción de insulina.
Perros:
20-60 μg/kg
durante 5-10 min Iv o
0,2-1 mg/kg/8h PO (valorar
dosis en función de efecto).
Prednisolona sodio
succinato
Procainamida
326
MEdICINA dE urGENCIA EN PEQuEÑOS ANIMAlES
trauma SNC: 15-30 mg/kg Iv,
y después 1-2 mg/kg q12h.
Gatos:
3-8 mg/kg/6-8h PO, IM.
Gatos:
0,4-1,2 mg/kg/8h PO
(2,5-5 mg/gato).
FÁRMACO
FARMACOLOGÍA
E INDICACIONES
EFECTOS ADVERSOS
Y PRECAUCIONES
Propofol
Anestésico. utilizado para
inducción o anestesia general
de corta duración. Puede
utilizarse como inductor si
luego se mantiene anestesia
gaseosa con halotano o
isoflorano.
los efectos adversos más
comunes son apnea y
depresión respiratoria.
Prostaglandina F2α
Induce luteolisis. utilizada en el Efectos adversos que incluyen
tratamiento de animales con
vómito, diarrea y disconfort
piometra o para inducir
abdominal.
aborto.
DOSIS
6,6 mg/kg Iv (lento) durante
60 segundos o 2 mg/kg/h en
infusión constante Iv.
Piometra, en perros:
0,1-0,2 mg/kg, una vez al día
durante 5 días SC; en gatos:
0,1-0,25 mg/kg/ día, durante 5
días consecutivos.
Aborto, en perros:
0,025-0,05 mg/kg, cada 12h
dos inyecciones; en gatos:
0,5-1 mg/kg, cada 12h dos
inyecciones.
Protamina sulfato
Proteína de bajo peso
molecular, básica y catiónica.
Se une a la heparina generando
un complejo inactivo. Se utiliza
en diferentes especies para
tratar la hemorragia secundaria
a sobredosis de heparina.
la infusión rápida genera
hipotensión, bradicardia,
hipertensión pulmonar y
distrés respiratorio. Puede
aparecer efecto anticoagulante
rebote, varias horas después de
su administración.
1 mg por cada 100 unidades
de heparina para ser
inactivada. disminuir dosis al
50% por cada 30 min
transcurridos desde la
dosificación de heparina.
Administrar en 1-3 min. No
exceder de 50 mg en 10 min.
Psyllum
laxante. utilizado para el
tratamiento de la constipación
y la evacuación intestinal.
Absorbe agua generando
expansión del bolo fecal y
aumentando el grado de
humedad del mismo. Favorece
así la peristalsis y la motilidad
intestinal.
No se han descrito efectos
adversos en animales. Puede
darse impactación intestinal
por sobredosificación, o en
pacientes insuficientemente
hidratados.
1 cucharadita cada 5-10 kg
(añadido a cada comida).
Praziquantel
Antiparasitario. utilizado para
el tratamiento de tenias.
vómitos a dosis elevadas.
En perros, dosis oral:
< 6,8 kg-7,5 mg/kg PO una vez;
> 6,8 kg-5 mg/kg PO una vez.
En perros, IM o SC:
≤ 2,3 kg-7,5 mg/kg una vez;
2,7-4,5 kg-6,3 mg/kg una vez;
≤ 5kg-5 mg/kg una vez.
Anorexia y diarrea transitoria.
Seguro en hembras gestantes.
En gatos, dosis oral:
≤ 1,8 kg-6,3 mg/kg PO una vez;
≥ 1,8 kg-5 mg/kg PO una vez.
Piridostigmina
(bromuro)
Anticolinesterasa. Igual que la
neostigmina, excepto que la
piridostigmina tiene un efecto
más prolongado.
Igual que la neostigmina,
excepto en que los efectos
adversos pueden persistir
durante más tiempo. utilizar
con precaución si el paciente
está recibiendo algún tipo de
bromuro (bromuro potásico).
Antimiasténico:
0,02-0,04 mg/kg/2h Iv o
0,5-3 mg/kg/8-12h PO.
Antídoto para bloqueo
muscular:
0,15-0,3 mg/kg IM, Iv.
ANEXO 4. FÁrMACOS utIlIZAdOS EN urGENCIAS
327
FÁRMACO
Pirimetamina
Quinidina
ranitidina
FARMACOLOGÍA
E INDICACIONES
EFECTOS ADVERSOS
Y PRECAUCIONES
Antibiótico o antiprotozoario.
Actividad de pirimetamina más
específica contra protozoos que
bacterias. utilizado para
toxoplasmosis, neosporosis y
hepatozoonosis.
Cuando se administra con
sulfamidas + trimetroprim
(Sxt) se ha observado anemia.
Se especula que la
complementación con ácido
fólico o folatos puede
disminuir su acción, pero este
supuesto resulta todavía hoy
controvertido.
Perros:
0,5-1 mg/kg/24h PO durante
dos días, y después 0,25 mg/
kg/24h durante
2 semanas.
Antiarrítmico clase I. Actúa
sobre los canales de sodio
inhibiendo la entrada de sodio
a la célula. utilizado para el
tratamiento de la arritmia
ventricular y ocasionalmente la
fibrilación auricular.
los efectos adversos son más
comunes con la quinidina que
con la procainamida: náuseas,
vómito, hipotensión y
taquicardia (debido al efecto
antivagal).
Perros:
20 mg/kg/6h IM o
6-20 mg/kg/6-8h PO.
Antagonista H2 (ver detalles de
cimetidina). 4-10 veces más
potente y de mayor duración.
Estimula la motilidad gástrica.
Menos efectos adversos que la
cimetidina en funciones
endocrinas e interacciones con
otros fármacos.
retinoides
ver retinol.
retinol
ver vitamina A.
riboflavina
(vitamina b2)
ver vitamina b2.
rifampicina
Antibiótico. Espectro de acción
que incluye estafilococos y
micobacterias, los
estreptococos también son
sensibles. Se utiliza en humana
para el tratamiento de la
tuberculosis.
328
DOSIS
Gatos:
0,5-1 mg/kg/24h PO durante
14-28 días.
Interacciones con la digoxina
al incrementar las
concentraciones plasmáticas de
esta última.
Perros:
2 mg/kg/8h PO, Iv.
Gatos:
2,5 mg/kg/12h Iv o 3,5 mg/
kg/12h PO.
Interacciones con otros
10-20 mg/kg/24h PO.
fármacos. Algunas de las
múltiples interacciones posibles
son alteraciones en el
citocromo p-450, por lo que el
metabolismo de fármacos
como los barbitúricos,
cloranfenicol y corticosteroides
pueden verse afectados.
MEdICINA dE urGENCIA EN PEQuEÑOS ANIMAlES
FÁRMACO
Selegilina
FARMACOLOGÍA
E INDICACIONES
EFECTOS ADVERSOS
Y PRECAUCIONES
DOSIS
Actúa inhibiendo la enzima
MAO específicamente.
disminuye la degradación de la
dopamina en el SNC. En
humanos se utiliza para el
tratamiento de la enfermedad
de Parkinson y otras
enfermedades
neurodegenerativas (en
combinación con levodopa).
En perros, se puede utilizar
para el tratamiento de los
signos clínicos del
hiperadrenocorticismo
pituitario dependiente y el
tratamiento de disfunciones
cognitivas en perros geriátricos.
A elevadas dosis en perros
puede presentarse
hiperactividad , con dosis
mayores de 3 mg/kg.
bloqueante adrenérgico no
selectivo (β1 y β2) y
antiarrítmico de clase II.
Acción similar al propanolol
(1/3 de potencia). Cierta
actividad como antiarrítmico
de clase III (bloqueante de
canales de potasio).
Como muchos antiarrítmicos,
puede tener cierta actividad
proarritmogénica. tiene efectos
inotrópicos negativos que
pueden resultar perjudiciales
en pacientes con contractilidad
compremetida.
Perros:
1-2 mg/kg/12h PO, comenzar
con 40 mg/perro/12h e
incrementar hasta 80 mg si no
existe respuesta.
Protector de mucosa gástrica y
agente antiulceroso. Se une a
zonas ulceradas del tracto GI
estimulando su curación.
Existen evidencias de que
también puede ejercer su efecto
citoprotector vía síntesis de
prostaglandinas. Se puede
utilizar tanto para prevenir
como para tratar las úlceras.
Puede disminuir la absorción
de otros fármacos
administrados por vía oral por
la quelación con el aluminio,
como ocurre en
fluoroquinolonas o
tetraciclinas.
Perros:
0,5-1 g/perro cada 8-12h PO.
Sulfadiacina
Sinergismo con trimetoprim.
Amplio espectro de actividad,
incluyendo algunos protozoos
(Toxoplasma y Hepatozoon).
bacteriostático.
Efectos adversos asociados a
las sulfamidas como:
reacciones alérgicas (tipo II y
tipo III), hipotiroidismo (con
uso prolongado), QCS y
reacciones dermatológicas.
15-30 mg/kg/12h PO, Iv
(con trimetoprim).
Sulfadimetoxina
ver sulfadiacina.
ver sulfadiacina.
50 mg/kg (dosis de carga),
seguido de 27,5 mg/kg/12h PO.
Sulfentanilo
Agonista opioide. 5-7 veces
más potente que el fentanilo.
13-20 μg de sulfentanilo
produce la misma analgesia
que 10 mg de morfina.
Efectos adversos similares a
otros opiáceos (ver morfina).
2 μg/kg Iv, hasta un máximo
de dosis de 5μg/kg.
Sotalol
Sucralfato
Perros:
comenzar con 1 mg/kg/24h PO;
si no existe respuesta en dos
meses, incrementar dosis hasta
un máximo de 2 mg/kg/24h PO.
Gatos:
dosis no establecida.
Gatos:
1-2 mg/kg/12h PO.
Gatos:
0,25 g/gato cada 8-12h PO.
ANEXO 4. FÁrMACOS utIlIZAdOS EN urGENCIAS
329
FÁRMACO
taurina
terbutalina
FARMACOLOGÍA
E INDICACIONES
EFECTOS ADVERSOS
Y PRECAUCIONES
DOSIS
Suplemento nutricional para
No se han descrito efectos
gatos. utilizado
adversos.
preventivamente en el
tratamiento de patologías
oculares y cardiacas
(cardiomiopatía) asociadas a la
deficiencia de taurina.
Perros:
500 mg/perro/12h PO.
Agonista β-adrenérgico.
Específico β2. utilizado como
broncodilatador.
Perros:
1,25-5 mg/perro/8h PO o 3-5
μg/kg SC.
Efectos adversos relativos a
estimulación β-adrenérgica
excesiva (ver albuterol, para la
lista de efectos adversos).
Gatos:
250 mg/gato/12h PO.
Gatos:
0,1-0,2 mg/kg/12h SC.
tetraciclina
Antibiótico y bacteriostático.
Amplio espectro y actividad
frente a algunos protozoos,
rickettsias, Ehrlichia.
15-20 mg/kg/8h PO o
En general, las tetraciclinas
pueden causar necrosis tubular 4,4-11 mg/kg/8h IM, Iv.
renal a dosis elevadas. también
pueden afectar al hueso y a la
formación dental en animales
jóvenes. Se ha relacionado con
la aparición de fiebre en gatos.
En pacientes sensibles, puede
darse hepatotoxicidad a dosis
elevadas. las tetraciclinas
tienen afinidad por el calcio de
ciertos fármacos, con lo que
disminuye la respectiva
absorción oral.
teofilina
broncodilatador metilxantina.
Efectos adversos: náuseas,
vómito y diarrea. Con elevadas
dosis puede aparecer
taquicardia, excitación,
temblores y convulsiones. los
efectos cardiovasculares y
centrales son menos frecuentes
en perros que en humanos. las
concentraciones plasmáticas
deben ser de 10-20 μg/ml.
Perros:
9 mg/kg/6-8h PO.
Igual que teofilina. las
formulaciones de liberación
retardada permiten disminuir
la frecuencia de
administración.
Igual que teofilina.
Perros:
20-30 mg/kg/12h PO.
Antihelmíntico
benzimidazolico (ver
fenbendazol y albendazol).
Efectos adversos raros.
teofilina (retardada)
tiabendazol
Gatos:
4 mg/kg/8-12h PO
(ver aminofilina).
Gatos:
25 mg/kg/24h PO (por la
noche).
Perros: 50 mg/kg/24h durante
3 días, repetir en 1 mes.
Parásitos respiratorios:
30-70 mg/kg/12h PO.
Gatos (Strongyloides): 125 mg/
kg/24h durante 3 días.
tiacetarsamida
330
Arsenical orgánico. utilizado
para el tratamiento adulticida
de la dirofilariosis.
Efectos adversos comunes:
anorexia, vómito, hepatopatía
y tromboemolismo pulmonar
tras terapia adulticida. los
efectos adversos desaparecen
una vez detenido el
tratamiento.
MEdICINA dE urGENCIA EN PEQuEÑOS ANIMAlES
Perros:
2,2 mg/kg/12h Iv durante dos
días.
Gatos:
no se recomienda.
FÁRMACO
tiamina
(vitamina b1)
FARMACOLOGÍA
E INDICACIONES
utilizado en el tratamiento de
la deficiencia de tiamina.
EFECTOS ADVERSOS
Y PRECAUCIONES
DOSIS
Efectos adversos raros dado
que las vitaminas son
hidrosolubles y de fácil
excreción. la riboflavina puede
decolorar la orina.
Perros:
10-100 mg/perro/día PO.
Gatos:
100-250 mg/12h SC, IM hasta
que los signos clínicos
desaparezcan, y después a
10 mg/kg/24h PO durante 21
días.
ticarcilina
Antibiótico β-lactámico.
Acción similar a la ampicilina/
amoxicilina. Espectro similar a
la carbenicilina. la ticarcilina
se utiliza principalmente para
infecciones gram negativas,
especialmente las causadas por
pseudomonas.
Efectos adversos poco
frecuentes, sin embargo las
reacciones alérgicas son
posibles. dosis elevadas
pueden producir convulsiones
y disminuir la función
plaquetaria.
33-50 mg/kg/4-6h IM, Iv.
tiletamina
+zolazepam
Combinación anestésica de un
agente disociativo con una
benzodiacepina de acción
similar al diazepam. Produce
anestesia de corta duración (30
minutos).
Amplio margen de seguridad.
Excesiva salivación (puede
antagonizarse con atropina),
recuperación errática y
temblores musculares. Es
necesaria una inyección
intramuscular profunda.
5-7 mg/kg IM.
tilosina
Antibiótico macrólido (ver
eritromicina para mecanismo
de acción). utilizado en colitis
y en enfermedad inflamatoria
intestinal.
Puede causar diarrea en
algunos pacientes. No
administrar oralmente a
conejos o roedores.
Perros y gatos:
7-15 mg/kg/12-24h PO.
barbitúrico de acción
ultracorta. utilizado como
inductor anestésico o para
anestesia de corta duración
(procedimientos de 10-15 min).
la anestesia se produce por
depresión del SNC, pero sin
analgesia. la anestesia termina
una vez finaliza el fenómeno de
redistribución corporal.
Severa depresión respiratoria y
cardiovascular. Pueden darse
sobredosis por inyecciones
intravenosas repetidas. Evitar
extravasación.
Perros:
10-25 mg/kg Iv (a efecto).
Antibiótico aminoglucósido.
Mecanismo de acción y
espectro similar al de la
amikacina o la gentamicina.
Efectos adversos similares a la
gentamicina o amikacina.
Perros:
2-4 mg/kg/8h PO.
tiopental sódico
tobramicina
tocainida
Antiarrítmico clase I.
En perros, pueden ocurrir:
Considerado análogo oral de la anorexia y toxicidad GI;
lidocaína.
también son posibles arritmias,
vómito y ataxia.
Perros (con colitis):
1 mg/kg/8h con comida.
Gatos:
5-10 mg/kg Iv (a efecto).
Gatos:
no utilizar.
Perros:
15-20 mg/kg/8h PO.
Gatos:
dosis no establecida.
ANEXO 4. FÁrMACOS utIlIZAdOS EN urGENCIAS
331
FÁRMACO
FARMACOLOGÍA
E INDICACIONES
EFECTOS ADVERSOS
Y PRECAUCIONES
DOSIS
triamcinolona
Glucocorticoide
Efectos adversos similares a
antiinflamatorio (ver
otros corticosteroides (ver
betametasona). Potencia
betametasona).
similar a la metilprednisolona
(sobre 5 veces más que el
cortisol o 1,25 veces la
prednisolona). Aunque algunos
dermatólogos sugieren una
potencia mayor.
Antiinflamatorio:
0,5-1 mg/kg/12h-24h PO, y
después disminuir la dosis a
0,5-1 mg/kg/48h PO.
triamtereno
diurético ahorrador de
potasio. Acción similar a la
espironolactona, pero sin
ejercer un efecto inhibitorio
competitivo de la aldosterona.
ver espironolactona.
1-5 mg/kg/12h.
trientina
Agente quelante. utilizado
como quelante del cobre
cuando el paciente no tolera la
penicilamina.
No se han descrito efectos
adversos.
1-2 mg/kg/12h PO.
trimetobenzamida
Antiemético. Mecanismo de
acción desconocido.
No se han descrito efectos
adversos.
Perros:
3 mg/kg/8h PO, IM.
Gatos:
no recomendado.
trimetoprim
+sulfadiazina
Combina la acción antibiótica Efectos adversos relativos al
del trimetoprim y la sulfamida. componente sulfamida
El efecto es sinérgico y el
(ver sulfadiacina).
espectro de actividad es
amplio.
15 mg/kg/12h PO o
30 mg/kg/12-24h PO.
ursodesoxicolato
Ácido biliar hidrofílico y
No se han descrito efectos
anticolelítico. utilizado en el
adversos en animales. Puede
tratamiento de enfermedades
causar diarrea.
hepáticas. Incrementa el flujo
biliar, desplazando los ácidos
biliares más hidrofóbicos. En
humanos se utiliza para el
tratamiento y prevención de las
piedras biliares.
10-15 mg/kg/24h PO.
valproico (ácido)
Anticonvulsivo. Se utiliza en
combinación con fenobarbital
para el tratamiento de la
epilepsia refractaria. la acción
es desconocida, pero puede
incrementar las
concentraciones de GAbA en
el SNC.
Perros:
60-200 mg/kg/8h PO o
25-105 mg/kg/día PO, cuando
se administra con fenobarbital.
332
No se han descrito efectos
adversos en animales, pero se
ha descrito fallo hepático en
humanos. Puede darse
sedación en algunos animales.
No se recomienda utilizar en
hembras gestantes. Si se utiliza
de forma simultánea junto a
fármacos que inhiben la
función plaquetaria, puede
provocar sangrado.
MEdICINA dE urGENCIA EN PEQuEÑOS ANIMAlES
Para toxoplasmosis:
30 mg/kg/12h PO.
FARMACOLOGÍA
E INDICACIONES
EFECTOS ADVERSOS
Y PRECAUCIONES
Antibiótico. Mecanismo de
acción basado en la inhibición
de la pared celular y la lisis
celular (por un mecanismo
diferente al de los
β-lactámicos). El espectro
incluye estafilococos,
estreptococos y enterococos
(pero no bacterias gram
negativas). Se utiliza
principalmente para el
tratamiento de infecciones
resistentes ocasionadas por
estafilococos y enterococos.
No se han descrito efectos
adversos en animales.
Administración intravenosa.
Causa dolor severo y lesión
tisular, si se administra vía IM o
SC. No debe administrarse
rápidamente, utilizar una
infusión lenta, si es posible 30
minutos.
Perros:
15 mg/kg/6-8h Iv.
Se utiliza para el diagnóstico de
diabetes insípida en el test de
privación de agua. también se
usa como vasopresor durante
la rCCP o en el tratamiento de
la hipotensión refractaria.
las dosis se ajustan en base a
la ingesta de agua y la
producción de orina (ver
desmopresina).
Para test de privación de agua:
10 uI IM, Iv.
verapamilo
bloqueante de canales de
calcio. Produce vasodilatación
y efectos cronotrópicos
negativos. Se utiliza en el
tratamiento de la taquiarritmia
supraventricular.
Hipotensión, depresión
cardiaca, bradicardia y
bloqueo auriculoventricular.
Puede causar anorexia en
algunos pacientes.
Perros:
0,05 mg/kg cada 10-30 min Iv
(dosis máxima acumulativa de
0,15 mg/kg). dosis oral no
establecida.
vinblastina
Similar a la vincristina. En
ocasiones utilizado como
alternativa a la vincristina. No
debe utilizarse para
incrementar el recuento
plaquetario, de hecho puede
causar trombocitopenia.
No produce neuropatía, pero
existe una elevada incidencia
de mielosupresión. Si se
extravasa, causa necrosis
tisular.
1-2 mg/m2 Iv (infusión lenta)
una vez por semana.
vincristina
Agente quimioterápico.
utilizado en combinación con
otros fármacos en diferentes
protocolos. Incrementa el
recuento plaquetario.
Generalmente bien tolerada.
Menos acción
inmunosupresora que otros
quimioterápicos. Se ha
documentado neuropatía, pero
es rara. Puede acontecer
constipación. Si se extravasa,
resulta muy irritante.
Quimioterápico: 0,5-0,7 mg/m2
Iv o 0,025-0,05 mg/kg una vez
por semana.
FÁRMACO
vancomicina
vasopresina (AdH)
DOSIS
Gatos:
12-15 mg/kg/8h Iv.
Para rCCP:
0,8 u/kg Iv. Para infusión a
ritmo constante:
0,001-0,004 u/kg/min.
trombocitopenia: 0,02 mg/kg
Iv una vez por semana.
vitamina C
utilizado para el tratamiento
No se han descrito efectos
100-500 mg/día.
de estados carenciales o para la adversos en animales. dosis
acidificación urinaria.
elevadas pueden incrementar el
riesgo de formación de urolitos
de oxalato.
vitamina E
vitamina considerada
antioxidante. utilizada como
suplemento en el tratamiento
de algunas dermatosis
inmunomediadas.
No se han descrito efectos
adversos en animales.
100-400 u/12h PO o 400-600
u/12h PO para enfermedades
dermatológicas
inmunomediadas.
ANEXO 4. FÁrMACOS utIlIZAdOS EN urGENCIAS
333
FARMACOLOGÍA
E INDICACIONES
EFECTOS ADVERSOS
Y PRECAUCIONES
Anticoagulante. disminuye la
actividad de la vitamina K1, la
cual es responsable de la
activación de los factores de
coagulación. utilizado en el
tratamiento de estados de
hipercoagulabilidad y la
prevención del
tromboembolismo.
los efectos adversos pueden
atribuirse a la depleción de los
factores de coagulación. deben
monitorizarse las Pt y
mantenerse entre 1,5-2 sobre el
valor basal. Algunos fármacos
pueden potenciar la acción de
las warfarinas: aspirina,
cloranfenicol, fenilbutazona,
ketoconazol y cimetidina.
Perros:
0,1-0,2 mg/kg/24h PO.
Agonista α2-adrenérgico. Se
utiliza principalmente para
anestesia y analgesia. utilizado
frecuentemente en
combinación con otros
fármacos (ketamina).
Produce sedación y ataxia.
Cuando se utilizan dosis
elevadas, puede producir
depresión cardiaca, bloqueo
cardiaco e hipotensión.
Provoca vómito tras la
inyección Iv, especialmente en
gatos.
Perros:
1,1 mg/kg Iv o 2,2 mg/kg IM.
Yohimbina
Antagonista α2-adrenérgico.
utilizado para revertir la
acción de la xilacina, la
medetomidina o la dexmedetomidina.
dosis elevadas pueden causar
temblores y convulsiones.
0,11 mg/kg Iv o
0,25-0,5 mg/kg SC, IM.
Zidovudina
droga antiviral. En humanos
utilizado para tratar el SIdA.
En animales se ha utilizado,
experimentalmente, para el
tratamiento de infecciones
víricas causadas por Felv y
FIv. Actúa inhibiendo la
enzima transcriptasa inversa, la
cual participa en la conversión
del ArN viral a AdN.
la anemia y leucopenia son
efectos adversos comunes. En
pacientes felinos tratados con
este producto, debe
monitorizarse el hematocrito.
Se recomienda realizar
hemogramas periódicos.
Gatos:
15 mg/kg/12h PO, hasta
20 mg/kg/8h PO. Pueden
utilizarse dosis de hasta
30 mg/kg/día.
FÁRMACO
Warfarina
Xilacina
DOSIS
Gatos, en tromboembolismo:
comenzar con dosis de 0,5 mg/
gato/día, y ajustar la dosis en
función de los tiempos de
coagulación.
Gatos:
1,1 mg/kg IM, en dosis
emética: 0,4-0,5 mg/kg Iv.
Adaptado a partir de:
Papich, MG. Saunders Handbook of Veterinary Drugs. 2nd edition.
St. louis, Missouri 63146: Saunders Elsevier, 2007.
334
MEdICINA dE urGENCIA EN PEQuEÑOS ANIMAlES
Anexo 5. Infusiones a ritmo constante
Introducción
la utilización de fármacos en infusión intravenosa a ritmo constante es habitual
en el ámbito de los pacientes de urgencias y/o críticos. Esta técnica de administración tiene ventajas, tanto teóricas como prácticas, respecto de la administración
intermitente intravenosa, intramuscular o subcutánea. Por un lado, la infusión a
ritmo constante permite mantener unas concentraciones plasmáticas del fármaco
más estables y también permite incrementos predecibles de las mismas, por lo que
consecuentemente el efecto farmacológico es más constante y duradero. Además,
esta técnica consigue minimizar los efectos adversos dosis-dependiente de ciertos
fármacos, dado que evita incrementos súbitos en la concentración plasmática del
fármaco utilizado.
la administración por infusión a ritmo constante puede realizarse en una gran
cantidad de fármacos con actividades muy diversas: analgésica, anestésica, procinética, inotrópica, vasopresora, etc.
la administración a ritmo constante requiere la utilización de bombas de infusión o perfusores de jeringa. la infusión a través de bombas de infusión suele realizarse diluyendo el fármaco en un volumen determinado de cristaloide isotónico
(rl, Sr o SSF), glucosado 5% o agua para inyección. Cuando la administración
se realiza mediante perfusor, el fármaco se utiliza en la concentración comercial o
moderadamente diluido. las principales ventajas de esta técnica son que precisan
un menor manejo por parte del personal clínico o auxiliar y la optimización de la
acción farmacológica del producto infundido.
ANEXO 5. INFuSIONES A rItMO CONStANtE
335
A continuación se describen algunas de las fórmulas de uso más común para el
cálculo de este tipo de infusiones:
1. M= d x Pv x v/ (r x 16,67) donde:
• M: miligramos de fármaco a añadir a la solución base
(rl, SSF, d5W, etc.).
• d: dosis del fármaco en μg/kg/min.
• Pv: peso en kg.
• v: volumen de la solución base en mililitros.
• r: velocidad de fluidos en ml/h.
• 16,67: constante o factor de conversión.
Si la dosis ya estuviera establecida y se quisiera establecer la velocidad
óptima de infusión, podría utilizarse la misma fórmula de la manera
siguiente:
r= d x Pv x v / (M x 16,67)
2. dosis (μg/kg/min) x Pv (kg)= mg a añadir a 250 ml de solución a una
velocidad de 15 ml/h.
3. dosis (μg/kg/min) x 0,36= mg necesarios para una infusión de 6 horas.
Algunos de los fármacos utilizados habitualmente en infusión constante pueden
consultarse en la tabla adjunta. En el caso de fármacos cuyas dosis no están
expresadas en μg/kg/min, para utilizar las fórmulas descritas anteriormente es
necesaria la conversión previa.
336
MEdICINA dE urGENCIA EN PEQuEÑOS ANIMAlES
tAblA 5.1
dosificación en las infusiones a ritmo constante.
FÁRMACO
ACCIÓN/INDICACIÓN
DOSIS
COMENTARIOS
0,025-0,3 μg/kg/min
Potente agonista α y β.
0,3-0,5 mg/kg bolo Iv
Su utilización requiere
de vPPI.
Adrenalina
(1 mg/ml)
Acción vasopresora.
Atracurio
(10 mg/ml)
bloqueante neuromuscular.
butorfanol
(10 mg/ml)
Analgésico opioide para
dolor leve-moderado.
0,2-0,4 mg/kg bolo Iv
Cálcico (gluconato)
Hipocalcemia.
166 μg/kg/min
Monitorización con ECG
continua.
diazepam
(5 mg/ml)
Control de convulsiones.
4-16 μg/kg/min
Administrar por vía central.
diltiazem
(5 mg/ml)
bloqueante de canales de
Ca2+ para el tratamiento de
arritmias supraventriculares.
0,15-0,25 mg/kg en 2 min
dobutamina
(12,5 mg/ml)
Efecto inotrópico positivo.
5-20 μg/kg/min
Shock cardiogénico o séptico.
Gatos: 2-5 μg/kg/min
dopamina
(20 mg/ml)
dilata arterias renales.
1-4 μg/kg/min
Extravasación puede causar
necrosis.
4-6 μg/kg/min
Extravasación puede causar
necrosis.
vasopresor.
7-20 μg/kg/min
Extravasación puede causar
necrosis.
Esmolol
Arritmias supraventriculares.
0,05-0,1 mg/Kg Iv
en bolo lento
Puede causar hipotensión.
Fenilefrina
(10mg/ml)
vasopresor.
0,1-0,5 μg/kg/min
Agonista α-puro.
Fentanilo
(0,05mg/ml)
Analgésico para dolor
moderado-severo.
0,005 mg/kg en bolo lento
Puede requerir vPPI a dosis
elevadas.
Furosemida
(10 mg/ml)
diurético.
3-8 μg/kg/min
Heparina
(1000 u/ml)
Prevención de trombosis y
CId.
80 u/kg en bolo Iv
Insulina
(100u/ml)
diabetes cetoacidótica.
0,1 u/kg/h
Hidrocortisona
Antiinflamatorio y
reemplazo glucocorticoide
Anafilaxia y rCCP.
4-9 μg/kg/min
1,6-3,3 μg/kg/min
–
Absorción en plástico.
1-8 μg/kg/min
Incrementa flujo renal.
Inotrópico positivo.
Shock cardiogénico o séptico.
–
Monitorizar ECG.
50-200 μg/kg/min
Perros: 0,05-0,1 μg/kg/min
Gatos: 0,01-0,05 μg/kg/min
0,3 u/kg/min
dosis de carga de 0,5-1 mg/
kg Iv.
–
Monitorizar glucemia.
Puede ser absorbido por el
plástico por lo que es
recomendable desestimar los
50 ml iniciales de la infusión.
1 mg/kg bolo Iv
10 μg/kg/min
–
ANEXO 5. INFuSIONES A rItMO CONStANtE
337
FÁRMACO
ACCIÓN/INDICACIÓN
DOSIS
Ketamina
(100 mg/ml)
Agente adyuvante
analgésico.
0,3-0,5 mg/kg Iv,
lidocaína
(20 mg/ml)
Arritmias ventriculares.
2-4 mg/kg bolo Iv,
Agente analgésico
adyuvante.
25-80 μg/kg/min
Sulfato magnésico
(1 mEq/ml)
Arritmias ventriculares
refractarias.
0,15-0,3 mgEq/kg
en 5-15 min
COMENTARIOS
–
0,5-2 μg/kg/min
Precaución en gatos.
CrI: 10-40 μg/kg/min.
–
0,75-1 mEq/kg/día
Manitol
(200 mg/ml)
diurético osmótico.
1000-2000 μg/kg/min
dosis de carga:
0,5 g/kg en 20-30 min.
Medetomidina
(1 mg/ml)
Agente analgésico adyuvante
y sedante.
1 μg/kg Iv
Analgesia: 1-3 μg/kg/h.
Metroclopramida
(5 mg/ml)
Antiemético.
0,16-1,3 μg/kg/min
Midazolam
(5 mg/ml)
Control de convulsiones.
1,6-8,3 μg/kg/min
Morfina
(20 mg/ml)
Analgésico para dolor
moderado-severo.
0,2 mg/kg IM, SC
0,025 μg/kg/min
Perros:
0,0016-0,008 μg/kg/min
Gatos:
0,83 μg/kg/min.
–
Puede requerir vPPI a dosis
elevadas.
Gatos:
0,0008-0,0016 μg/kg/min
Nitropusiato
(10 o 25 mg/ml)
vasodilatador.
Noradrenalina
(1 mg/ml)
1-10 μg/kg/min
requiere monitorización de
presión arterial continua.
vasopresor.
0,5-2 μg/kg/min
Agonista α primario.
Pancuronio
(1 mg/ml)
bloqueante neuromuscular.
0,06-0,15 mg/kg Iv
Su utilización requiere vPPI.
Potasio (cloruro)
(2 mEq/ml)
Hipopotasemia.
0,1-1 mEq/kg/h
Monitorización de potasio y
ECG.
Procainamida
(100 mg/ml)
Arritmias ventriculares.
6-8 mg/Kg Iv en 5 min
Solo perros.
Propofol
(10 mg/ml)
Anestesia.
338
Insuficiencia cardiaca
congestiva.
0,2-2,5 μg/kg/min
10-40 μg/kg/min
1-6 mg/Kg. en bolo Iv lento,
50-400 μg/kg/min
MEdICINA dE urGENCIA EN PEQuEÑOS ANIMAlES
–
glosario de abreviaturas
GlOSArIO dE AbrEvIAturAS.
ACtH:
AdH:
AdN:
AdP:
AESP:
AGAP:
AINE:
Alb:
Atot:
hormona adrenocorticotropa
hormona antidiurética
ácido desoxirribonucleico
adenosín difosfato
actividad eléctrica sin pulso
desfase aniónico
antiinflamatorio no esteroideo
albúmina
concentración total de ácidos débiles
no volátiles
AtP: adenosín trifosfato
Atv: auxiliar técnico veterinario
AvMA: American Veterinary Medical Association
bES:
defecto/exceso de base
bE:
déficit de base
bId:
Bis in die (dos veces al día)
CaO2: contenido arterial de oxígeno
CE:
concentrado de eritrocitos
CEC: compartimento extracelular
CI:
Cardiac Index (índice cardiaco)
CIC:
compartimento intracelular
CId:
coagulación intravascular diseminada
CO:
gasto cardiaco
COP: presión coloidosmótica
CPdA: citrato-fosfato-dextrosa-adenosina
cPlI: lipasa pancreática específica canina
da:
dalton
dEA: tipo de grupo sanguíneo
dO2: Oxygen Delivery (transporte de oxígeno)
dPG: difosfoglicerato
dvG: dilatación vólvulo gástrico
EdtA: ácido etilendiaminotetracético
EdvI: índice de volumen diastólico final
EI:
espacio intercostal
EPOC: enfermedad pulmonar obstructiva crónica
EtCO2: presión parcial de dióxido de carbono
final expirada
FCNa: filtración coalescente o filtración
de partículas de sodio
FE:
fracción de eyección
Felv: virus de la leucemia felina
FIbv: fibrilación ventricular
FiO2: Fraction of inspired oxygen
(fracción inspirada de oxígeno)
FIv:
virus de inmunodeficiencia felina
340
Flutd: Feline lower urinary tract disease
(síndrome urológico felino)
fPlI:
lipasa pancreática específica felina
G:
constante de gravitación
g:
gramo
h:
hora
HEA: hidroxietilalmidón
HH:
análisis de Henderson-Hasselbach
Hto.: hematocrito
IECA: inhibidor de la enzima convertidora
de angiotensina
Il-1:
interleucina 1
IM:
intramuscular
IO:
intraóseo
IrvS: índice de resistencia vascular sistémica
It:
intratraqueal
Iv:
intravenoso
potasio
K+ :
Kda: kilodalton
kg:
kilogramo
l:
litro
lPd: lavado peritoneal diagnóstico
metro cuadrado
m2 :
mEq: miliequivalente
min:
minuto
ml:
mililitro
mm Hg: milímetros de mercurio
Mmol: milimoles
MOdS: Multiple Organ Dysfunction Syndrome
(síndrome de disfunción organica multiple)
mOsm/l: miliosmoles por litro
mOsm: miliosmoles
NAd+: nicotinamida adenina dinucleótido
NE:
nutrición enteral
NH4Cl: cloruro de amonio
NP:
nutrición parenteral
NPMM: número de moléculas
de peso molecular medio
OCF: reflejos oculocefálicos
OsmP: osmolaridad plasmática
Ou:
Output (flujo) urinario
p.v.:
peso vivo
PA:
fosfatasa alcalina
PA:
presión arterial
PA:
presión de oxígeno en el alveolo
PaCO2: presión arterial de dióxido de carbono
MEdICINA dE urGENCIA EN PEQuEÑOS ANIMAlES
PaCO2: presión parcial de dióxido de carbono
en plasma
PAM: presión arterial media
PaO2: presión arterial de oxígeno
PC:
plasma congelado
PCr: reacción en cadena de la polimerasa
PdA: Persistent ductus arteriosus
(conducto arterioso persistente)
PdF: productos de degradación del fibrinógeno
PEEP: presión positiva al final de la espiración
PFC:
plasma fresco congelado
PgCO2: Presión parcial intramucosa gástrica
de dióxido de carbono
pHi:
pH intramucoso (gástrico)
PIC:
presión intracraneal
PMM: peso medio molecular
PO:
por vía oral
POAP: presión de oclusión de la arteria pulmonar
ppm: pulsaciones por minuto
Prot.: proteínas
Pt:
proteínas totales
PvC: presión venosa central
PvO2: presión venosa central de oxígeno
QId: Quarter in die (cuatro veces al día)
rCCP: reanimación cardio-cerebro pulmonar
rCP: reanimación cardiopulmonar
rEO: relación de extracción de oxígeno
rF:
reflejos pupilares
rl:
ringer lactato
rMN: resonancia magnética nuclear
rOSC: Return of spontaneous circulation
(retorno de la circulación espontánea)
rpm:
respiración por minuto
rvS: resistencia vascular sistémica
SaO2: saturación arterial de oxígeno
SC:
subcutáneo
ScvO2: saturación venosa central de oxígeno
SdrA: síndrome de distrés respiratorio agudo
SH:
suero salino hipertónico
SIAdH: síndrome de secreción inadecuada
de hormona antidiurética
SId:
Semel in die (una vez al día)
SId:
Strong Ion Difference
(diferencia de iones fuerte)
SIrS: Systemic inflammatory response syndrome
(síndrome de respuesta inflamatoria)
SNC: sistema nervioso central
Sr:
solución de ringer
SSF:
suero salino fisiológico
SvO2: saturación venosa mixta de oxígeno
tAC: tomografía axial computarizada
tbP:
tuberculosis pulmonar (tbC)
tCA: tiempo de coagulación activada
tId:
Ter in die (tres veces al día)
tNF: factor de necrosis tumoral
tOt: tubo orotraqueal
tP:
tiempo de protrombina
tQv: taquicardia ventricular
trC: tiempo de relleno capilar
ttPA: tiempo de tromboplastina parcial activada
uI:
unidades internacionales
v/Q:
ventilación/perfusión pulmonar
vECCS: Veterinary Emergency & Critical
Care Society
vO2: consumo (tisular) de oxígeno
vPPI: ventilación presión positiva intermitente
µg:
microgramo
GlOSArIO dE AbrEvIAturAS
341
Obra publicada por Servet editorial - Grupo Asís Biomedia S.L.
Ser clínico de urgencias veterinarias requiere por una parte
una preparación exhaustiva previa del profesional, y por
otra unas aptitudes de reacción y decisión inmediatas inherentes a la propia persona.
Esta obra reúne los aspectos básicos y los protocolos de
actuación más frecuentes en el ámbito de la medicina de
urgencias de los pequeños animales, y pretende ser un manual ilustrado de apoyo para el veterinario de emergencias. Se ha dividido en dos tomos facilitando así su lectura
y organización de los conceptos más fundamentales de
esta disciplina (tratamientos básicos, fluidoterapia, monitorización, etc.) en el tomo I, y el abordaje estructurado de
las urgencias por sistemas o aparatos en el tomo II.
Los autores han querido plasmar en esta obra su experiencia adquirida en el campo de las urgencias veterinarias
tras muchos años de trabajo diario en la clínica privada y
en el Servicio de Emergencias y Cuidados Intensivos de la
Fundación Hospital Clínic Veterinari UAB.
LIBR0191
Descargar