Revista de la Defensoría Pública de Colombia No. 8 El Investigador de La Defensa La Defensa La Defensa Revista de la Defensoría Pública de la Defensoría del Pueblo No. 8, Diciembre de 2006 - publicación cuatrimestral ISSN 1692 - 3154 Derechos reservados Defensor del Pueblo VÓLMAR PÉREZ ORTÍZ Secretario General DARÍO MEJÍA VILLEGAS Directora del Sistema Nacional de Defensoría Pública JULIETA MARGARITA FRANCO DAZA Director Nacional de Promoción y Divulgación de Derechos Humanos MAURICIO ALEJANDRO HERNÁNDEZ MONDRAGÓN Coordinador de la Unidad de Capacitación e Investigación ALFONSO CHAMIÉ MAZILLI Coordinadora de la Unidad de Control, Vigilancia de Gestión y Estadística GLORIA MARÍA DÁVILA VINUEZA Coordinador de la Unidad de Investigación Criminal JAIRO ACOSTA PARDO Comité Editorial VOLMAR PÉREZ ORTÍZ JULIETA MARGARITA FRANCO DAZA ALFONSO CHAMIÉ MAZILLI Corrector de estilo RODRIGO NARANJO VALLEJO Editores JAIRO ACOSTA PARDO JUAN CARLOS ARIAS DUQUE Diseño gráfico: IMPRENTA NACIONAL DE COLOMBIA Impresión: IMPRENTA NACIONAL DE COLOMBIA Revista de la Defensoría Pública No. 8 La Defensa La Defensa C O N T E N I D O 7. Presentación Dr Vólmar Pérez Ortiz La defensoría Pública 9 11. Investigación para la defensa: panorama desde la implementación del Sistema Acusatorio Colombiano. Julieta Margarita Franco Daza 17. El apoyo forense: una necesidad inaplazable en la investigación para la defensa. Pablo Elías González Monguí 23. Investigación para la defensa: un aporte al debate probatorio. Jairo Acosta Pardo Doctrina y defensa 33 35. Gerencia de la investigación desde la perspectiva de la defensoría pública. Gonzalo Valencia Cantor 39. La importancia de la entrevista por parte del investigador de la defensa. Juan Guillermo Aramburo Ramírez 45. La psicología jurídica en la defensa Germán Duarte Rodríguez 49. ¿Por qué le sirve al defensor contar con un físico experto en reconstrucción de accidentes de tránsito y escenas criminales? Ezequiel Martínez Mora 55. La inimputabilidad y la defensa Rubén Darío Angulo González C O N T E N I D O 57. Parámetros para la realización de estudios grafológicos Ricardo Serrano Aya Contra punto 63 65. El conocimiento previo de los fundamentos probatorios para el ejercicio del derecho de defensa. Pablo Elías González Monguí Ex fronteras 71 73 Influencia de las condiciones de marginalidad y consumo de estupefacientes en la comisión de delitos. Determinación de la responsabilidad penal. Regina Caraballo 81. Abordaje psico-forense en la investigación del delito sexual: limitaciones del proceso dentro de la labor defensorial. Ps Marisol Santana Suetta. Desde la barra 73 91. Sobre el arraigo y los desarraigos en el interés del sistema de control social penal. Reinere de los Ángeles Jaramillo Chaverra Crónicas y relatos 97 99. El equipo de la defensa frente a un caso real. Jairo Acosta Pardo. 103. Notas de interés en la investigación criminal para la defensa. Jairo Acosta Pardo 6 Presentación Presentación Dentro de los grandes derroteros que se plantearon para el fortalecimiento del Sistema Nacional de Defensoría Pública, se dirigió a la creación y generación del espacio de movilidad para uno de sus componentes más importantes como lo es el investigador de la defensa, todo dentro del contexto de paridad de armas, presupuesto necesario para el desarrollo de un proceso de partes, dentro del contexto de la justicia penal. Con la Ley 906 de 2.004 se da paso a un proceso de corte adversarial, en donde cada una de las partes llevan ante el juez sus elementos de convicción, conseguidos a partir de la labor de investigación de cada una de ellas, también a cargo de la defensa, cambiándose de manera definitiva la forma como esta última llevaba las pruebas al juicio: ya no lo hace por intermedio de la actividad de la Fiscalía, sino que ahora requiere de su propio esfuerzo investigativo y con base en él construye el fundamento probatorio de su posición procesal. Y bajo esa óptica a partir de la expedición de la Ley 941 de 2.005, se reconoce la existencia de investigadores y peritos de la defensa, lográndose así un avance crucial en pos de la materialización del principio de paridad de armas; lo cual se consolida en la creación de la Unidad de Investigación Criminal, que registra hoy un avance significativo en su tarea de posicionar el derecho de la defensa técnica en el sistema acusatorio. Con la Unidad de Investigación Criminal al servicio del Sistema Nacional de Defensoría Pública, dedicamos este número de la Revista La Defensa, para que desde ella se analice su situación, destacando los logros, pero haciendo claridad sobre retos y dificultades, que han de transformarse en oportunidades de fortalecimiento del derecho a la defensa técnica. Vólmar Pérez Ortiz Defensor del Pueblo 7 La defensoría pública La defensoría pública INVESTIGACIÓN PARA LA DEFENSA: PANORAMA DESDE LA IMPLEMENTACIÓN DEL SISTEMA ACUSATORIO COLOMBIANO. Por Julieta Margarita Franco Daza1 Transcurridos más de dieciocho meses del inicio del sistema acusatorio en diferentes Distritos Judiciales del país, consideramos oportuno realizar algunas observaciones sobre aspectos que revisten gran interés para el fortalecimiento de la defensa pública, si tenemos en cuenta que la actividad procesal penal ha sufrido un vuelco significativo en su estructura interpretativa de la prueba, en la aducción de la misma al proceso y aun del análisis jurídico necesario para generar convicción sobre los hechos que fundamentan las teorías de las partes. El nuevo escenario normativo penal ha sido generoso en materia del reconocimiento de derechos y facultades al procesado y su defensa, dándose así inicio al desarrollo de los instrumentos internacionales suscritos y ratificados por el Estado colombiano, relacionados con las garantías de los acusados por hechos criminales. Este nuevo sistema le ofrece al imputado la posibilidad de “…Tener un juicio público, oral, contradictorio, concentrado, imparcial, con inmediación de las pruebas y sin dilaciones injustificadas, en el cual pueda, si así lo desea, por sí mismo o por conducto de su defensor, interrogar en audiencia a los testigos de cargo y a obtener la comparecencia, de ser necesario aun por medios coercitivos, de testigos o peritos que puedan arrojar luz sobre los hechos objeto del debate…”2 (Subrayas fuera de texto). 1 Directora del Sistema Nacional de Defensoría Pública. 2 Ley 906 de 2004. Artículo 8°, literal k). 11 La Defensa No. 8 Así mismo faculta a la defensa para buscar, identificar empíricamente, recoger y embalar elementos materiales probatorios que puedan servir de sustento de su hipótesis de descargo, haciéndolos examinar por peritos oficies o particulares, según la conveniencia de su estrategia. Es claro entonces que frente a la actividad pericial existe una posibilidad definida respecto de la utilización de los recursos técnicos y de talento humano que cada caso requiera, y en ese punto la norma establece quienes pueden ser peritos y determina sus calidades con independencia de que sean presentados por la defensa o la parte acusadora, dado que sus conocimientos especializados se fundamentan en bases científicas. Con todo, obtener la participación de testigos “que puedan arrojar luz sobre los hechos objeto del debate” no es una tarea al alcance de todos, así como tampoco lo es la actividad de obtención técnica de los elementos materiales probatorios y de convicción que permitan a la defensa sustentar sus hipótesis, en los términos que exige el Código de Procedimiento Penal. Un recurso indispensable. La ley 906 de 2004 no hace referencia a la existencia de un investigador para la defensa que le permita, por ejemplo, introducir elementos de convicción 12 como testigo de acreditación de los mismos, ni establece los lineamientos de la actividad investigativa de descargo que compete a esta parte, como tampoco prevé si la introducción de estos elementos deben hacerla el abogado o el imputado, encontrándonos con la paradoja, según la cual, una parte se convertiría en testigo de introducción de elementos, y al mismo tiempo contendor en el litigio, con la posibilidad de ser interrogada por la contraparte sobre la acreditación de los elementos probatorios. Así las cosas, el vacío radica en el concepto dentro del cual se permite a la defensa contar con un servicio de investigación: ¿es un auxiliar de la justicia?, ¿cuál es la vocación probatoria de sus actividades?, ¿qué posibilidades tienen los investigadores particulares de obtener información de las bases de datos de entidades públicas y privadas, puesto que carecen de funciones de policía judicial? Igualdad de armas. Bajo este panorama, era necesario que el Sistema Nacional de Defensoría Pública, definido como el servicio público que dirige el Defensor del Pueblo a favor de las personas que no cuentan con recursos para proveerse de una 3 Ibídem, Artículos 267 y 268. 4 Ibídem, Artículos 405 y siguientes. La defensoría pública defensa adecuada, contara con herramienta investigativa para acometer su compromiso con la implementación del Sistema Acusatorio en condiciones de igualdad. Por ello, mediante la expedición de la ley 941 de 2005, se dio vida a la Unidad Operativa de Investigación Criminal, adscrita a la Dirección del Sistema Nacional de Defensoría Pública, en la cual, con el concurso de investigadores profesionales, investigadores técnicos y peritos, apoyados por la vocación probatoria que le reconoce esta norma especial al Sistema de Defensa Pública, ha logrado dar sustento al principio de igualdad de armas. La justificación sobre la existencia de este equipo de investigadores se asienta en la protección al derecho fundamental de acceso a una defensa técnica, en donde quien es imputado de la comisión de un delito tiene derecho a un debido proceso en el que puede presentar pruebas y a controvertir las que se alleguen en su contra, y que lejos de propiciar la impunidad, permite al equipo defensorial asegurar el cumplimiento de este mandato constitucional, lo que resulta de mayor trascendencia en un contexto delictivo en el que un gran número de personas se encuentran en desigualdad manifiesta frente al aparato judicial por causa de sus condiciones económicas o sociales, lo que les dificulta la provisión particular de la defensa de sus derechos.5 Sin desconocer el profesionalismo y la capacidad técnica de los organismos que cumplen funciones de policía judicial, es claro que sin la intervención de los investigadores defensoriales muchas actuaciones penales no podrían ser controvertidas en juicio, y el convencimiento del juez quedaría expuesto a la exclusiva visión de la parte acusadora, cuando tal y como se ha demostrado con gran frecuencia en el transcurso de la implementación del Sistema, muchas acusaciones han estado sustentadas en errores de apreciación técnica, una investigación de policía judicial limitada, la aplicación de criterios científicos en desuso, la errónea información aportada por los testigos y las víctimas, u otras circunstancias que alteran la percepción de los hechos llevados a juicio. Un equipo de alto rendimiento. El investigador para la defensa pública ha resultado ser un interviniente de alto impacto en la estructura del Sistema Acusatorio, ya que su actuación conjunta con el defensor ha permitido aclarar hechos puntuales dentro de las investigaciones penales asignadas, recolectar evidencia de forma técnica, estructurar una teoría del caso coherente con los hechos demostrables dentro del proceso, así como la elaboración de evidencias demostrativas que facilitan 5 Constitución Política de Colombia, Artículo 29 y Ley 941 de 2005, artículo 2°. 13 La Defensa No. 8 la comprensión del juez sobre las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que ocurrieron los hechos examinados, lo que indudablemente ha contribuido a enriquecer el debate probatorio y jurídico en el nuevo debate penal. Las cifras que arroja la labor investigativa defensorial nos permiten encontrar aspectos de interés en el diagnóstico de la implementación del Sistema Acusatorio: desde el 1° de enero y hasta el 31 de agosto de 2006, las solicitudes de actividades de investigación generadas por los defensores públicos superan las 1.200 en los Distritos Judiciales donde el Sistema ha entrado en vigencia; estas solicitudes han permitido la realización de unas 10.000 actividades desplegadas por los investigadores y técnicos, entre las que se cuentan desplazamientos a sectores urbanos y rurales, entrevistas a usuarios y testigos de cargo y descargo, intervención en audiencias, elaboración de evidencias demostrativas, práctica de dictámenes periciales y formulación de programas metodológicos de investigación defensorial. El volumen de actividades indica que el equipo de defensa pública desarrolla labores que la Fiscalía General de la Nación no está obligada a ejecutar, específicamente en lo relacionado con la búsqueda de la prueba de descargo, en virtud del desaparecimiento del principio de investigación integral.6 Así mismo revela que el defensor público cuenta con un soporte de gran mag- 14 nitud en el ejercicio de su intervención jurídica, por cuanto muchas labores técnicas y de investigación de campo a las que no tenía acceso, se realizan ahora bajo su supervisión con el fin de dar una estructura a su intervención en juicio. Igualmente, los resultados procesales facilitan la comprensión del impacto de la actividad investigativa defensorial: debido al trabajo conjunto del equipo defensorial se ha logrado en los diferentes Distritos Judiciales la solicitud y aprobación de 65 preclusiones, la aplicación de 5 principios de oportunidad, 97 preacuerdos, 50 aceptaciones de cargos, 21 absoluciones en primera y segunda instancia, y 20 reconocimientos de los atenuantes establecidos en los artículo 56 y 57 del Código Penal.7 Así pues, resulta importante destacar que este nuevo recurso ha generado un clima de confianza en la comunidad de defensores públicos que intervienen en el Sistema, debido a que, a partir de su integración con un equipo de especialistas, su responsabilidad en el establecimiento de la cultura de juzgamiento oral no está limitada a la discusión retórica de los argumentos de la contraparte, sino que la defensa de las causas penales está dirigida al sustento de las hipótesis que se plantean, en procura 6 Constitución Política de Colombia, artículos 250 y 251. 7 Estadísticas proporcionadas por la Unidad Operativa de Investigación Criminal, recolectadas entre el 1° de enero y el 31 de agosto de 2006. La defensoría pública de la debida protección del derecho a la defensa técnica de los usuarios. Primeras consecuencias del cambio. Como es apenas natural, algunos intervinientes en el proceso han sido resistentes a la actividad investigativa de la defensa, pretendiendo obstaculizar la presentación de sus elementos de convicción en juicio y, en algunos casos, impidiéndole obtener la información necesaria para llevar a cabo sus funciones. En efecto, se han evidenciado casos en los que algunos funcionarios de la parte acusadora solicitan perentoriamente a los testigos de cargo no permitir entrevistas con los miembros del equipo defensorial, vulnerando claramente el ordenamiento adjetivo y aun la Carta Política del 91.8 Sin embargo, consideramos que estos obstáculos son simplemente producto del proceso de ajuste al rol determinado de cada interviniente, y esperamos que estos inconvenientes se resuelvan en un futuro cercano a través del constante análisis interinstitucional, pues, si bien es cierto la Fiscalía detenta el poder de persecución penal, no lo es menos que dentro del nuevo Sistema Acusatorio es una parte en contienda, y sus atribuciones han venido siendo limitadas a ese papel particular. De igual manera, el Ministerio Público, interviniente con amplias facultades de solicitud probatoria, ha venido acep- tando paulatinamente que la misión del equipo defensorial también protege a la sociedad, en la medida en que, permite al conglomerado social una convivencia armónica bajo el presupuesto de unas reglas del juego equilibradas y dirigidas, como fin esencial de la ley penal, a la sanción necesaria de quien efectivamente haya cometido un hecho criminal, evitando el error judicial o la indebida aplicación del procedimiento en la sanción de un inocente. Empero, el mayor reconocimiento de la labor de los investigadores para la defensa ha venido presentándose en los pronunciamientos de la rama judicial, que a través de sus sentencias de primera y segunda instancia ha dado trascendencia a la labor profesional, técnica y científica que desarrolla el equipo defensorial, así como también ha enviado un mensaje de confianza a la comunidad en relación con la protección de sus derechos, puesto que la decisión penal se fundamenta, cada vez más, en el criterio racional de la lógica probatoria. El futuro. Es claro que la estructura de un sistema oral apenas está en formación. Los ac8 Ver Bloque de constitucionalidad: Carta Internacional de Derechos Humanos, Artículos 10 y 11; Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, parte III, Artículo 14, Numeral 3°, literales b) y e); Convención Americana Sobre Derechos Humanos, Artículo 8°, numeral 2°, literales c) y f). 15 La Defensa No. 8 tores del proceso han venido acogiendo sus roles progresivamente luego de un proceso de cambio que, aunque estaba anunciado con antelación, generó desconcierto por el obvio acostumbramiento al modelo de justicia adoptado históricamente en el país. Pese a ello, el reto hacia el futuro es la consolidación de un sistema penal que permita, como hasta ahora se vislumbra, la generación de decisiones 16 judiciales a través del convencimiento derivado del conocimiento y no de la aplicación exegética de la ley, por lo que la actividad de los defensores, en conjunto con los investigadores profesionales, técnicos y peritos, debe convertirse en una política defensorial a largo plazo, como aporte esencial de una generación de profesionales del derecho, en la construcción de un entorno jurídico justo y equitativo para los nuevos colombianos. EL APOYO FORENSE: UNA NECESIDAD INAPLAZABLE EN LA INVESTIGACIÓN PARA LA DEFENSA Pablo Elías González Monguí9 En nuestro país, la teoría y la práctica sobre la investigación criminal y las ciencias forenses fueron tradicionalmente abordadas por los organismos oficiales y, en particular, por los de policía judicial, los cuales dominaron su contenido y las mantuvieron en cierta forma reservadas al mundo universitario de los estudiosos del derecho y de los defensores. Básicamente la defensa se sustentaba en la argumentación jurídica, lejos del cuestionamiento de los dictámenes rendidos por los peritos oficiales, por cuanto casi nunca se cuestionaban, por dificultad de acceso a los peritos o por desconocimiento de los aspectos básicos de las ciencias forenses. Con el advenimiento del sistema acusatorio, el rol de los investigadores adquiere un mayor papel protagónico, tanto para la Fiscalía como para la defensa. De una actividad que era desarrollada casi exclusivamente por el antiguo juez de instrucción criminal que dirigía la investigación y se apoyaba poco en los investigadores o en los expertos en ciencias forenses, se ha pasado a una investigación en la que cada día más, los diferentes profesionales que participan en el proceso penal o que auxilian esa actividad, deben apoyarse en la investigación criminal y en las ciencias forenses, actividades especializadas que permiten orientar la investigación técnica y científicamente y, por ende, ejercer el derecho de contradicción y de defensa por parte de los defensores públicos, en la forma más adecuada, pero todavía con limitaciones en el campo del apoyo forense. 9 Asesor de la Unidad de Investigación Criminal del Sistema Nacional de Defensoría Pública. 17 La Defensa No. 8 El paso de un sistema de naturaleza acusatoria mixta a un sistema predominantemente acusatorio, a partir del 1º de enero de 2005 (Ley 906 de 2004), involucra a las instituciones del Estado, pero también a los particulares y defensores (privados y públicos) en el tema de la investigación criminal y las ciencias forenses. En un juicio de partes en que la Fiscalía y la defensa concurren teóricamente en igualdad de condiciones ante el juez para que diga el derecho, el defensor público debe tener la posibilidad de intervenir en el juicio con el apoyo de elementos materiales probatorios de naturaleza técnico-científica, con los cuales pueda realizar una defensa material adecuada y a la altura de las exigencias del sistema, oponible a los que presente la Fiscalía. Con la organización del Sistema Nacional de Defensoría Pública, mediante la Ley 941 de 2005, se dotó a la Defensoría del Pueblo de un instrumento legal que permite el acceso de las personas a la Administración de Justicia en materia penal, en condiciones de igualdad y en los términos del debido proceso, con el respeto de los derechos y garantías sustanciales y procesales. En desarrollo de sus componentes, podrán ser vinculados a la Defensoría Pública los investigadores, técnicos, auxiliares y organizaciones científicas de investigación criminal, para que presten servicios de recaudo de material probatorio y asesoría técnica y científica necesarios para la defensa. Con fundamento 18 en el artículo 39 de la Ley 941 de 2005, el Defensor del Pueblo estableció los requisitos mínimos que deben cumplir los investigadores y peritos que presten sus servicios al Sistema Nacional de Defensoría Pública (Resolución 152 del 3 de marzo de 2005), como también la posibilidad de ofrecer a los defensores privados servicios investigativos y forenses retribuidos. Un cambio de paradigmas Con el sistema acusatorio, la investigación criminal cambia de paradigma: las actividades investigativas que realicen la Fiscalía y la policía judicial, e igualmente la consecución de los elementos materiales, no constituyen pruebas por sí solas, mientras no sean presentadas y debatidas en el juicio público y oral, en que, mediando el derecho a la defensa y a la contradicción, sean sometidas a la apreciación crítica del juez, quien no interviene en la investigación, y debe ser verdaderamente imparcial frente a la presentación que las partes hagan sobre el caso. Por su parte, la defensa igualmente puede presentar su visión del caso y apoyar su criterio en los elementos materiales que considere pertinentes, en los testimonios y en los experticios que respalden su teoría. La investigación criminal constituye también para la defensa el respaldo necesario de su punto de vista y la sustentación indispensable de sus planteamientos. La defensoría pública Para guardar el necesario equilibrio entre la Fiscalía y la defensa, en aquellos casos en que el imputado no cuenta con recursos económicos, la figura de la defensoría pública, como institución que se fortalece con ese objetivo, debe necesariamente recurrir a la investigación criminal para ejercer plenamente la defensa de las personas que la ley le encomiende. La investigación criminal ha dejado de ser un tema reservado exclusivamente al Estado. Ahora es de obligatorio conocimiento para los defensores públicos y privados, al igual que para el Ministerio Público. Dada la necesidad de asimilar estos nuevos paradigmas y conocimientos, se debe crear una estrecha relación entre defensores e investigadores a lo largo de la investigación criminal, en la presentación del caso y de los elementos materiales probatorios, de cara al discurso jurídico acusatorio. No bastan las reformas legales, sino que es necesario lograr un cambio en la estructura cultural de los defensores e investigadores que participan en el rol de la defensa pública, para mejorar la intervención jurídica con el apoyo de las ciencias forenses. El rol del investigador de la defensa y la necesidad del apoyo forense El investigador de la defensa regularmente recibe el caso a partir de la cap- tura del indiciado o de la audiencia de imputación. Prácticamente la primera actividad que realiza es la entrevista con el indiciado, para lo cual debe poner en práctica las técnicas respectivas que le permitan concluir si el indiciado le dice o no la verdad acerca de los hechos que se le endilgan, y, al mismo tiempo la información que le suministre le permitirá inferir si tiene arraigo familiar, social y laboral. La entrevista constituye el punto de partida para el defensor público diseñar la estrategia judicial a seguir: busca una negociación con la Fiscalía, o definitivamente plantear la refutación hasta el final. Si el relato del indiciado o imputado resulta creíble, el siguiente paso implica corroborar la información suministrada, para lo cual se requieren diligencias investigativas y el apoyo forense, en el lugar en donde ocurrieron los hechos o en donde indique la investigación. El lugar de los hechos es una referencia obligada para el investigador. Según el tipo de caso, el investigador debe concurrir al lugar de los hechos con el equipo de criminalística para realizar la búsqueda de elementos materiales probatorios, como huellas digitales, proyectiles, manchas de sangre o cualquier otro elemento útil para la investigación; fijar fotográficamente o mediante video el lugar, para tener una idea de las condiciones del mismo, preferiblemente a la misma hora de ocurrencia de los hechos, que permita determinar la 19 La Defensa No. 8 visibilidad, elementos especiales presentes, la concurrencia de personas, la presencia de vendedores estacionarios o personas que probablemente fueron testigos del delito, o realizar una labor de vecindario para establecer quiénes fueron testigos presenciales de los hechos. También se concurre al lugar de los hechos para in situ determinar si la interpretación que la policía judicial realiza del mismo y de los elementos materiales probatorios encontrados, es acertada o no. Es evidente la necesidad de practicar en forma inmediata exámenes médicoforenses a los implicados para afrontar la audiencia preliminar de control de legalidad de la captura, como por ejemplo, cuando se han presentado lesiones realizadas por las autoridades con anterioridad a la captura, concomitantes a ella o en momentos posteriores; de ahí puede surgir el argumento para alegar la violación de derechos fundamentales; por ejemplo, en el caso particular del llamado “aeropirata”, fue necesario, además del examen médico correspondiente, documentar fotográficamente y con video la situación de salud del indiciado, para alegar que la reclusión en centro penitenciario conllevaría un peligro para su salud, y lo aconsejable era que la cumpliera en un centro hospitalario. Para que el médico forense cumpla esta labor, requiere un espacio en donde cuente con los elementos mínimos de un consultorio, en donde pueda, además, absolver las pre- 20 guntas de los defensores públicos, que corresponden por lo general, a la interpretación de historias clínicas o de los dictámenes rendidos por los galenos de la policía judicial o del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, con el objeto de establecer la existencia de exámenes médicos o de laboratorio incompletos, o determinar signos tanatológicos equivocados, o la identificación de la descripción errónea e incompleta de las lesiones, o la confusión de restos humanos con los de animales, el levantamiento incompleto de estructuras anatómicas, el error sobre el dictamen etiológico de la muerte, o cualquier resultado obtenido a partir de exámenes o análisis incompletos o equivocados. También es importante la intervención de los psicólogos forenses en la valoración y credibilidad del testimonio, particularmente de menores, víctimas de abusos sexuales, como también en el estudio, asesoría y capacitación sobre la conducción de interrogatorios o, desde el punto de vista criminalístico, en la interpretación de elementos materiales probatorios de naturaleza psicológica encontrados en la labor de investigación, en la realización de perfiles criminales y autopsias psicológicas, entre otros. Para ello, se debe contar con herramientas como consultorios, cámaras de Hessell para entrevistas, programas o tests para el análisis del testimonio e interrogatorios. El procesamiento de personas por la violación de derechos de autor de li- La defensoría pública bros, videos, discos compactos de música o de películas, es común en nuestro medio y, por tanto, a la Defensoría Pública le corresponde con frecuencia asistir a los sindicados de esos delitos. A los documentólogos forenses de la defensa les corresponde presentar sus dictámenes en relación con los elementos materiales probatorios incautados y, además, realizar la correspondiente asesoría técnica a los defensores para sus peticiones y alegatos. También se presentan casos de falsedad documental en que el experto forense debe intervenir en forma inmediata para asesorar al defensor acerca de la procedencia del documento cuestionado, o indicarle su autenticidad o falsedad. Para esto, el experto forense en documentos o el grafólogo deben contar con un laboratorio dotado de los elementos mínimos que le permitan hacer el estudio documental correspondiente, como por ejemplo, lupas, equipos de luces ultravioletas e infrarrojas, un escaner de alta resolución que permita la captura de imágenes para su estudio, el comparador espectral de video que permite comparar, almacenar, superponer y alternar imágenes, para el estudio de textos, imágenes y tintas; el microscopio estereoscópico que permite examinar detalles de los documentos, entre otros. Los estudios de huellas digitales o de otras huellas, como por ejemplo, las dejadas por pisadas o llantas de vehículos, también son importantes en la labor de la defensa. La corroboración o desvirtuación de los dictámenes de los expertos forenses de la Fiscalía, dependen de los estudios comparativos que realicen los científicos forenses al servicio de la defensa. Errores de identificación dactilar o de interpretación de huellas se presentan con alguna frecuencia en la labor investigativa; un equipo siquiera mínimo que auxilie esa labor es necesario. En materia de balística se requiere un equipo básico de laboratorio que le permita al experto forense de la defensa realizar el estudio de armas, vainillas y proyectiles, o el análisis de trazas, marcas, estrías, pólvoras y residuos de disparos, como también la reconstrucción de las escenas de los hechos, la materialización de trayectorias y posibles posiciones de las víctimas y presuntos agresores, para asesorar al defensor en la interpretación de los dictámenes oficiales y, de ser necesario, presentar los propios. Con los laboratorios de la policía judicial no cuenta la defensa, por la sencilla razón de que el apoyo está destinado a la Fiscalía General de la Nación, y es apenas legal y obvio que responda a las necesidades del ente investigador y acusador. No obstante que el Instituto de Medicina Legal suele atender los requerimientos que hace la defensa, en algunas ocasiones no hay la celeridad que demanda la actividad defensiva, particularmente al inicio del proceso. El cúmulo de 21 La Defensa No. 8 asuntos y el apremio de dictámenes urgentes, sobre todo de aquellos que se requieren para la audiencia de control de garantías, de formulación de imputación, o de medida de aseguramiento, en que se debate usualmente acerca de la necesidad de la privación de la libertad y el arraigo del imputado, absorben la capacidad de los laboratorios. La defensa debe contar con el apoyo forense desde que asume el encargo, y no puede quedar supeditada al apoyo tardío del Instituto de Medicina Legal, cuando en momentos procesales anteriores resulta de cardinal importancia para definir la estrategia de negociación o de refutación, partir de los experticios que confirmen la responsabilidad del indiciado o imputado, o su inocencia. Tradicionalmente el Instituto de Medicina Legal ha sido la entidad que rinde los dictámenes solicitados por las partes (Fiscalía y defensa), con mayor apoyo al ente acusador, casi sin oposición de la defensa, a veces por desconocimiento de lo que puede objetar o por no encontrar adónde recurrir para 22 encontrar una mejor asesoría. Contar con un centro de apoyo forense para la defensa significa un mayor equilibrio entre las partes, y hace mucho más justo el proceso penal. Esto les permite a los defensores contar con el apoyo de los expertos forenses, con sus opiniones y asesorías, en una relación directa que les facilitará resolver las dudas y cuestionamientos de manera inmediata y con la prontitud que exige el sistema acusatorio. Oponerse a que la defensa cuente con los medios técnico-científicos que le brinden seguridad en su trabajo y un apoyo decidido, es mantener una ventaja innecesaria para la Fiscalía, que cuenta con todo el talento humano y los recursos técnicos. Solamente en la medida en que la defensa cuente con el apoyo de investigadores y expertos forenses dotados de medios para sus experticios, se podrá decir que existe igualdad de las partes en el proceso acusatorio, en la confrontación jurídica y técnico-científica, de cara al debate oral, público y concentrado. INVESTIGACIÓN PARA LA DEFENSA: UN APORTE AL DEBATE PROBATORIO Por Jairo Acosta Pardo10 “Cuando un Abogado Acepta una defensa, es porque estima aunque sea equivocadamente que la pretensión de su tutelado es justa; y en tal caso al triunfar el cliente, triunfa la justicia, y nuestra obra no va encaminada a cegar sino a iluminar”. Ángel Ossorio. El Alma de la Toga. El modelo de la investigación. Cuando escuchamos la denominación investigación criminal, relacionamos este conjunto de actividades con la concepción romántica que la literatura universal nos ha presentado sobre la pesquisa judicial, e inmediatamente evocamos la figura del detective cumbre, Sherlock Holmes, creación intelectual de Sir Arthur Conan Doyle, quien nos asombra con su agudeza e ingenio aplicados a la persecución de su mortal enemigo, el doctor Moriarty u otros villanos, y se nos expone como un ejemplo de la corriente racionalista de mediados del siglo XIX. Igualmente traeríamos a nuestro recuerdo al Inspector Hércules Poirot, personaje infatigable de la obra de Agatha Christie, funcionario de la Suretê que aplica el método deductivo a la resolución de los enigmas criminales que se plantean en la prolífica obra de esta autora, como un paradigma palpable del espíritu de la época en la que desarrolla su notable carrera de investigador. Estos modelos no estarían completos sin el Comisario Maigret, nacido de la pluma de Georges Simenon y que es, de los tres detectives clásicos, el primero en utilizar el pensamiento del delincuente y la psicología intimista como elemento para la resolución de casos criminales, dando importancia a la motivación sobre la autoría del hecho y un origen determinable a la técnica de perfilación criminal. 10 Coordinador de la Unidad Operativa de Investigación Criminal del Sistema Nacional de Defensoría Pública. 23 La Defensa No. 8 En idéntica forma, cuando se habla de investigación criminal, se piensa en la actividad vindicativa y socialmente plausible de la autoridad de policía judicial en contra de la amenaza omnipresente de la delincuencia. En ese aspecto, parecería que el Estado, a través de sus organismos más especializados pretende, con resultados variables, formalizar su función de protector del interés colectivo, y ejercita para ello, en el caso de la persecución penal, algunas de las atribuciones que le confiere la soberanía: la aplicación de la labor judicial, representada en la asechanza, la investigación y el castigo del delito. Además, la investigación criminal se nutre también de esta continua reinvención científica. Las técnicas tradicionales de pesquisa abren paso a la nueva visión del investigador del siglo XXI, incrustado en una nueva metodología de proceso penal, muy especialmente en nuestro contexto, donde de la noche al día se transformó la tradición jurídica, y el investigador criminal pasó, de ser un oscuro colaborador de la administración de justicia (como un secuestre o un avaluador), a convertirse en protagonista indispensable e, incluso, en órgano de prueba en sí mismo en la actuación judicial. En la misma evolución de los tiempos, la ciencia, la tecnología y la filosofía se han convertido en una herramienta de gran utilidad en esta especie de cruzada fundamental del Estado contra la actividad delictiva. Esta tendencia adopta matices de realidad cuando notamos cómo las políticas criminales de los Estados en los últimos años han iniciado un viraje propositivo hacia la creación de una cultura denominada de control11 , en la que se ha fortalecido la aparición de mecanismos de intervención en la actividad cotidiana, tendientes a desalentar la comisión de actos ilícitos reprochables mediante la adopción de elementos, planes y programas de política criminal preventiva dirigidos al fomento de esta tendencia intervencionista de la individualidad. Con independencia de la actividad estatal frente a la represión del delito, surge entonces una clara divergencia entre el poder persecutor del ente gubernamental contra el acusado, y la posibilidad que tenga éste de acceder a una defensa técnicamente sustentable con las condiciones de destreza científica que requiere el nuevo proceso penal. En efecto, la tarea de aportar elementos que tengan vocación probatoria al juicio del tribunal es más viable para una organización estructurada, experta y asesorada, como lo es la Rama Judicial, que para el ciudadano señalado 24 11 David Garland. Profesor de la Universidad de Nueva York. Artículo: Castigo, control social y nueva modernidad. Revista Internacional Derecho Penal Contemporáneo. Páginas 35 a 56, Editorial Legis. Abril – Junio, 2005. Bogotá, D. C. La defensoría pública por la justicia, sin conocimientos sobre la legislación, la ciencia, la tecnología o las artes. En este punto, la normatividad nacional ha pretendido que, con el fin de ofrecerle a este ciudadano un mínimo de equilibrio procesal, éste pueda contar con los servicios de un abogado12, de quien se presume su discernimiento en materia jurídica, pero de quien no se pide que tenga el mismo nivel de experticia que ostenta la policía judicial en los temas científicos, técnicos o artísticos que podrían ser objeto de controversia en el momento de estudiar la calificación definitiva del hecho por parte del magistrado, ni tampoco se requiere que tenga habilidades de consulta o investigación criminal, generando en este hecho trascendental un desequilibrio fáctico tan indudable que la misma norma trata de subsanarlo de forma imperfecta cuando reconoce las facultades que le asisten al imputado una vez ha obtenido tal calidad en el diligenciamiento o aun cuando no ha sido objeto de imputación13. Esta manifestación legal se hace en el entendido de la obligatoriedad que tiene el Estado de reconocer los derechos fundamentales y, en este caso, procesales, que tiene todo investigado o procesado en virtud de la suscripción de los Tratados y Convenios Internacionales que rigen las relaciones gubernamentales y que son conocidos como Bloque de Constitucionalidad. El equipo de la defensa. Solos contra la maquinaria del Estado, tanto el acusado como su defensor, deben atender el frente de batalla más inusitado: controvertir los elementos que tienen vocación probatoria, y que serán aportados por un formidable contendiente, representado por el Ministerio Fiscal, sin más razones que las de la voluntad, la lógica, el empirismo y, en algunos casos, la buena fortuna. En un ejercicio que no deja de ser atrevido, debemos afirmar que, a la luz de la práctica, existen dos partes esenciales en el proceso acusatorio penal: la Fiscalía General de la Nación y la Defensa; aquella respaldada por el Estado y su política criminal, en tanto que ésta, integrada por el defensor y el imputado, solamente tiene el respaldo de la Constitución y de la Ley. En este escenario, es claro que la Defensa, bien sea de confianza o pública, e incluso la de quien no es imputado, como adversario en desequilibrio, debe contar con una asesoría suficientemente habilitada para la adquisición de los elementos de convencimiento que puedan servir a sus intereses dentro de 12 Congreso de la República. Ley 906 de 2004. Nuevo Código de Procedimiento Penal. Título Preliminar, Artículo 8º, literales e), i), j) y k); Título IV, Capítulo II, Artículos 118 y Siguientes. Editorial Legis. Enero 2005 – Enero 2006. Bogotá, D. C. 13 Obra citada. Numeral (2). Artículos 130, 267 y siguientes. 25 La Defensa No. 8 la actividad probatoria contenciosa14. Esta actividad no se limita al acompañamiento formal o de asesoría en la interpretación de los informes periciales, sino que también requiere de las labores de pesquisa tradicional que aseguren la recolección de información y material que le formen su propio convencimiento. Así es como podemos afirmar entonces que, en la medida de la posibilidad del abogado defensor de lograr la configuración de una estructura de apoyo investigativo y científico que apuntale su actividad, y en el entendido de que esta estructura obedecería a los intereses del usuario sin las obligaciones inherentes a los miembros del equipo del fiscal, aparece la defensa integrada con un equipo de trabajo, y, como quiera que el equilibrio debe reflejarse incluso en las metodologías que utiliza la parte acusadora, podemos llegar a una nueva visión de la actividad del abogado defensor, puesto que, siendo él quien dirige y coordina su estrategia, y también quien establece los parámetros bajo los cuales utilizará el concurso de los investigadores y los peritos, resulta acertado denominar a esta estructura como Equipo de la Defensa, en contraposición al Equipo de la Fiscalía, su adversario natural. Dentro de estas actividades, resulta relevante y determinante hacer notar que la defensa no está obligada a revelar sus elementos de convicción, que la 26 ley ha llamado prueba de descargo o contraprueba, e incluso, como estrategia de defensa, podría abstenerse de intervenir en el juicio oral. Esta facultad tiene sustento en la obligatoriedad que tiene el Estado, a través de la Fiscalía General de la Nación, de presentar los elementos de convicción sobre la responsabilidad penal, es decir, de desvirtuar la presunción de inocencia15. Pero esta táctica no debe ser utilizada con despojo de la responsabilidad que implica para el abogado defensor el hecho de tener el conocimiento de las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que ocurrieron los hechos, y la existencia de elementos con vocación probatoria que reforzarían la versión del defendido, la revelación de evidencias sobre manejos inadecuados en la cadena de custodia o en el seguimiento de protocolos forenses y, a despecho de ello, dejar simplemente al azar el resultado del proceso. Como es lógico pensar, el defensor debería, en un marco de ética profesional, realizar todas las diligencias necesarias para obtener los componentes probatorios de su hipótesis de trabajo que será, de probarse, la teoría del caso, y es allí, precisamente, donde vemos con claridad la verdadera dimensión de la labor 14 Obra citada. Numeral (2). Artículo 267 y siguientes. 15 Obra citada. Numeral (2), artículo 125 Numeral 9°. Concordancia: Constitución Nacional, Artículo 29. La defensoría pública de un equipo de investigaciones para la defensa: el abogado defensor, al igual que el abogado Fiscal, no debe convertirse en órgano de prueba, sino que, dentro de la estructura metodológica de trabajo, interpretará y encuadrará, a la luz de la regla jurídica, su actividad de defensa, con el debido soporte investigativo, técnico y científico. Los nuevos detectives, cambia el paradigma. Los nuevos detectives están lejos de la concepción literaria tradicional (tal vez olvidamos mencionar a Dick Tracy en el inventario de los clásicos), y mucho más cerca de los relatos de ciencia ficción. Para el investigador moderno, la herramienta indispensable es la interpretación de fenómenos naturales y artificiales externos, la observación crítica y el conocimiento de la ciencia y la tecnología. El mundo actual exige un investigador comprometido con el estudio constante de los avances en tecnología, ya que, en esencia, todas las ciencias, técnicas y artes pueden ser objeto de estudio forense, y podrían ser la pieza fundamental en la interpretación de la prueba de un caso criminal. Entonces, el racionalismo se convierte en el eje central del pensamiento del investigador, y su lógica deviene en un permanente análisis sobre el funcionamiento de los contextos vividos, sean ellos de carácter práctico o teórico. No se busca un investigador que lo sepa todo, pero es más competente quien tiene la vocación de facilitador para resolver obstáculos, dudas y problemas de forma eficiente y creativa; quien aporta su experiencia y conocimiento en la interpretación de puntos oscuros o complicados, y quien asesora oportunamente al abogado en la materia precisa que, valga decir, un investigador que se fía simplemente de su astucia innata o que no maneja un método aceptado por sus pares y deja el estudio de su encargo al arbitrio de los acontecimientos. El sorprendente poder deductivo de los novelistas, traspasado a sus personajes de ficción, poco aporta al manejo de un caso criminal si solamente está soportado en la conjetura mental. El diligenciamiento del sistema penal moderno necesita fundamentar sus decisiones en hechos reales, indicios tangibles, evidencia física, y todos aquellos avances que permitan dar certeza al magistrado en la toma de sus decisiones16. El investigador de la defensa, así como el perito asesor de este equipo, tiene la misma importancia del investigador de la acusación, pero su panorama metodológico y dinámico es diferente. El investigador del Ministerio Fiscal ma16 Morris Grodsky, Panorama de Técnicas Investigativas, Departamento de Justicia de los Estados Unidos. Programa Internacional para el Adiestramiento en la Investigación Criminal (ICITAP). Versión en Español, producida por Miranda Associates, Junio de 1991. 27 La Defensa No. 8 neja un perfil preconcebido respaldado en el poder del Estado y el concepto de aplicación retributiva de la justicia, aunque debe ejecutar su tarea con objetividad y transparencia. El investigador de la defensa debe ser receptivo a la formalidad de la ley como herramienta utilizable en beneficio de su mandante, y trabajar con el simple interés de la reconciliación social como finalidad en la solución de un conflicto entre la realidad y el deber ser17. Aunque este concepto resulta novedoso en el entorno jurídico nacional, la actividad de investigación para la defensa es una institución arraigada en algunos sistemas acusatorios de larga tradición. La judicatura norteamericana ha creado listados de investigadores e instituciones que pueden prestar el servicio de análisis forense a aquellas personas que no cuentan con los recursos para acceder a los costosos bufetes de abogados que incluyen la asesoría técnica y científica como parte de los servicios profesionales pagados, y sus funciones son retribuidas por los despachos de los abogados o por las compañías aseguradoras. Perfil del investigador de la defensa. Pero, ¿qué clase de investigador es el que conviene a la Defensa? Este cuestionamiento debería ser fácil de resolver, pero en la práctica su solución pasa 28 por tantas respuestas como formas de abocar los procesos judiciales tengan los abogados defensores. En criterio de la lógica, es necesario que la defensa tenga los mejores investigadores posibles. El concepto de excelencia está enmarcado en varios factores que deben ser considerados: la institución fiscal está preparada y tiene experiencia en la actuación conjunta del investigador y el acusador, porque tal es su esencia y su finalidad; la ciencia y la tecnología están al alcance de unos y otros, pero es más sencillo para la parte acusadora obtener elementos científicos de soporte para ejercer su función, ya que son parte de la obligación del Estado, y resulta claro que, en el caso de la defensa particular, este acceso encarece la actividad jurídica. Para la defensa pública, en cuyo caso el servicio de investigación y criminalística es subsidiado por el Estado, el investigador con experiencia interpreta con mayor acierto el requerimiento técnico o la asesoría en la confección del contrainterrogatorio que debe hacer el defensor al perito o al testigo de cargo, pero puede ser que no cuente con el acceso a la metodología científica en casos determinados. También ocurre que el organismo acusador cometa errores 17 Volmar Antonio Pérez Ortiz, Defensor del Pueblo de la República de Colombia. Presentación de la ley 941 de 2005, Página 9. Corporación Excelencia en la Justicia, Defensoría del Pueblo, mayo de 2005. Bogotá, D. C. La defensoría pública que un investigador con experiencia puede detectar a tiempo, pero los mismos pueden ser subsanados mediante la actividad del Ministerio Público o del Juez, por lo que la comunicación entre los miembros del equipo debe ser una constante. Finalmente, al contrario a lo que sucede con el Ministerio Fiscal, las estrategias de la defensa no dependen exclusivamente del programa metodológico inicialmente propuesto, sino que el mismo puede variar sobre los acontecimientos procesales de conformidad con los aportes que el investigador perspicaz y preparado pueda hacer al Abogado Defensor. El investigador debe conjugar en su formación elementos de crecimiento personal importantes, pero tal vez el más relevante debe ser el de su irrestricto respeto por la ley y por el ejercicio lógico en materia de interpretación de las pruebas, acompañado del constante aprendizaje de las ciencias forenses. Por ello, cuando se aborda el estudio del caso, el investigador de la defensa debe estar consciente de sus conocimientos y limitaciones sobre las consideraciones particulares para establecer identidades o responsabilidades18, de la necesidad de profundización en habilidades científicas e, incluso, en su conocimiento básico de la condición humana desde la óptica de la criminología y sus diferentes tendencias y evoluciones19. La defensoría pública, como servicio natural de los necesitados, ha sido privilegiada al poder contar con una norma que reconoce la necesidad de enfrentar el proceso penal en condiciones de igualdad, aunque ésta sea precaria por definición, y en esa condición asigna a su estructura un esquema de investigadores y técnicos criminalistas para el sostenimiento de sus hipótesis20. El laboratorio forense de la defensa. El objetivo del laboratorio forense, como organización científica en general, es el de ayudar al proceso de aplicación de justicia en las causas criminales, respondiendo algunas preguntas vitales sobre la existencia de un crimen, cómo y cuándo fue cometido, quién lo cometió y, tal vez lo más importante, quién no pudo haberlo cometido, mediante la utilización del análisis científico de los elementos materiales e inmateriales reunidos esencialmente en la escena del 18 Richard H. Fox y Carl L. Cunningham. Manual para la investigación de la evidencia física y requisa de la escena del crimen. Departamento de Justicia de los Estados Unidos. Instituto Nacional de Justicia. Programa Internacional para el Adiestramiento en la Investigación Criminal (ICITAP). Versión en Español, producida por Miranda Associates, mayo de 1987. 19 Fernando Velásquez Velásquez. Derecho Penal. Parte General. Tercera edición. Página 31. Editorial Temis. Santafé de Bogotá. 1997. 20 Obra citada. Numeral (7), artículos 14, 20, 36 y siguientes. 29 La Defensa No. 8 hecho o a través de la pesquisa tradicional21. Para la defensa es indispensable conocer, a través de sus auxiliares forenses, los criterios científicos y periciales que dan sustento a las hipótesis o teoría del caso de la parte acusadora, y establecer, en la medida de lo posible, una estrategia lógica que permita rebatir los conceptos expresados por los expertos de cargo, bien sea por su ambivalencia, su revaluación o error de interpretación. Entonces, el experto forense de la defensa está en la obligación de aportar sus conocimientos basados en la experiencia, pero también debe estar al corriente de las nuevas tecnologías y métodos en el campo de su pericia. Indudablemente ciertos criterios científicos son perennes, pero también es claro que aun en situaciones de extrema certeza, la interpretación científica ha permitido determinar el error de otras disciplinas. Traemos como ejemplo el recurso del examen de ADN en contraposición a los dictámenes de clasificación hemática, donde el criterio de probabilidad matemática de autoría se reduce de tal forma que casi de hecho se logra la individualización del responsable, y que es un argumento exitoso de la defensa en el estudio de sentencias ejecutoriadas con causa probable pero sin comprobación científica22. Otras disciplinas forenses serán de mucha ayuda a la causa de la defensa y, en ese sentido, la existencia de laboratorios 30 de referencia es indispensable, y éstos deberán estar en capacidad de absolver los interrogantes técnicos, científicos o artísticos suscitados dentro de cada uno de los casos que aborde la defensa. El método científico ha sido, desde luego, la base esencial de la creación forense, tanto científica como jurídica y, al contrario del paradigma que se maneja por parte de ciertos abogados litigantes, es necesario adoptar este esquema mental (el de la cientificidad) como instrumento de vivencia profesional. Por ello, la utilización de los laboratorios forenses permitirá al abogado, no solamente una interpretación adecuada del resultado forense, sino también un entrenamiento filosófico dirigido al ejercicio científico del derecho. Conclusión. La investigación criminal y la criminalística estaban reglamentadas, hasta hace corto tiempo, solamente para las funciones de persecución criminal que ejerce el Estado a través de los organis21 Obra citada. Numeral (8). 22 Crímenes violentos. Examen de fluidos biológicos. Departamento de Justicia de los Estados Unidos. Páginas 111 y siguientes. Programa Internacional para el Adiestramiento en la Investigación Criminal (ICITAP). Versión en Español, producida por Miranda Associates, marzo de 1991. El examen de clasificación hemática tiene una probabilidad matemática de certeza de cuatro a uno y el de ADN llega al 99.998%. La defensoría pública mos que tienen atribuciones de policía Judicial23. Sin embargo, la aplicación del principio de equidad, como parte del concepto de Estado Social de Derecho, exigió que el acusado pudiera acudir en su propia defensa ante el estrado judicial en condiciones de igualdad, tanto jurídica (con la designación de un defensor), como de acción probatoria (aportando los elementos de convicción que sirvan a sus intereses y controvirtiendo los que se alleguen en su contra)24. En ese contexto, se crea legalmente la institución de la investigación para la defensa25, en particular para la defensa pública, y se establece la necesidad de orientar al abogado defensor hacia una nueva cultura que denominamos, con osadía, el Equipo de la Defensa. Los investigadores y peritos de la defensa no son, en modo alguno, mercenarios de la función judicial. No pueden ni deben ser vistos de tal forma. Por el contrario, el indiciado, imputado, acusado o condenado y su defensa cuentan, gracias a los conocimientos y experiencias adquiridos por ellos, con una herramienta de gran importancia para el soporte de su convicción, sea de inocencia o de atenuación de la sanción. Esta posibilidad debe despertar en el gremio de defensores el entusiasmo que siente el náufrago que encuentra un salvavidas en medio del mar, puesto que muchas actividades que estaban restringidas, o que no se alcanzaban a desarrollar por temor a convertirse en órganos de prueba, quedan liberadas con el auxilio de los investigadores profesionales y de los técnicos en criminalística al servicio de la defensa pública. La función represora del Estado ha generado, mediante la adopción de políticas en materia criminal, un desequilibrio de fuerzas en conflicto, y por ello es claro que la creación de este instrumento, lejos de inquietar o deslucir la acción de la policía judicial, genera conocimiento dialéctico en el plano de la pesquisa y la interpretación científica, en beneficio natural de la jurisprudencia. El sistema acusatorio colombiano entró, pues, a sustituir el sistema mixto sumarial, y el ejercicio de la probanza de descargo pasó a convertirse en una nueva forma de discutir ante el togado el aporte de la policía judicial. En efecto, en aquel enjuiciamiento la Fiscalía debía investigar tanto lo favorable como lo desfavorable en virtud del principio de investigación integral26. 23 Juan Carlos Arias Duque y otros. El Proceso Penal Acusatorio. Nuevo Manejo de la Prueba. Tomo I. Primera Reimpresión. Páginas 77 y siguientes. Ediciones Jurídicas Andrés Morales. Bogotá. D. C. febrero 28 de 2005. 24 Constitución Política de Colombia. Anotada. Vigésima primera edición. Título II, Capítulo I, Artículo 29. Editorial Leyer. Bogotá. D. C. Agosto 4 de 2005. 25 Obra citada. Numeral (7), artículos 14, 18, 20, 36 y siguientes. 26 Constitución Política de Colombia. Edición libre de bolsillo. Artículo 250, modificado mediante acto legislativo No. 003 de 2002, concordante con el artículo 20 de la ley 600 de 2000. 31 La Defensa No. 8 En este procedimiento, el Ministerio Fiscal solamente aportará aquellos elementos de convicción sobre la responsabilidad del acusado, sin que pueda, por otra parte, ocultar a la defensa los que le favorecen27 y en este evento, es claro que ya no está en la obligación de investigar lo que le beneficie al indiciado sino que aportará los elementos o informaciones que eventualmente encontrare en ese sentido, producto de la casualidad. Por lo anterior, la institución de la investigación (clásica, técnica y científica) para la defensa tiene una doble connotación: por una parte, la de servir como instrumento de convicción para la defensa y su estrategia y, por otra, la de convertirse en punta de lanza en el desarrollo de la cultura de la aplicación científica del Derecho Penal en cumplimiento del deber legal de proveer a los ciudadanos de una justicia pública y sin dilaciones injustificadas, pero, esencialmente, equitativa e igualitaria. 27 32 Obra citada. Numeral (15). Artículo 250. Doctrina y Defensa Doctrina y Defensa GERENCIA DE LA INVESTIGACIÓN DESDE LA PERSPECTIVA DE LA DEFENSORÍA PÚBLICA Por Gonzalo Velandia Cantor28 Colombia es un país que se ha caracterizado por tener factores únicos y propios, como son delincuencia común y organizada, narcotráfico, grupos armados al margen de la ley, varios cuerpos de policía judicial, organismos del Estado, tanto de seguridad como de control, desplazados, violación de los derechos humanos, una economía interna afectada por la problemática social compleja; es partícipe de una comunidad mundial, con tratados internacionales que influyen en sus decisiones gubernamentales, legislación y justicia. En el campo penal, estas variables deben ser comprendidas y tenidas en cuenta al momento de querer ejercer una justicia pronta y oportuna bajo el nuevo esquema acusatorio; se requiere que la práctica y ejercicio, tanto de la defensa como de la acusación, sean claros, y dispongan de equipos de trabajo bien organizados, que cumplan a cabalidad las funciones establecidas por la ley en defensa de los derechos humanos dentro del Estado Social de Derecho, “democrático, participativo y pluralista”. Es decir, en materia penal, hoy por hoy no se pueden aplicar las mismas herramientas de que se disponía hace un tiempo. Por esta razón, la Defensoría Pública, en cabeza de la Defensoría del Pueblo, debe crear y desarrollar mecanismos que faciliten el ejercicio de la investigación, y que fortalezcan el aparato de justicia y, en consecuencia, los resultados y eficacia que la ciudadanía espera del Estado, en circunstancias de equilibrio frente al ente acusador, bajo la imparcialidad del juez competente, como lo pide de la nueva justicia penal. 28 Profesional especializado en criminalística adscrito a la Unidad de Investigación Criminal del Sistema Nacional de Defensoría Pública. 35 La Defensa No. 8 Son obligaciones del Defensor Público, ser objetivo y transparente, y ejercer una defensa técnica, idónea y oportuna, que salvaguarde los derechos humanos y las garantías judiciales29. Corresponde a los investigadores y técnicos adscritos a la Defensoría, realizar la consecución de la información y material necesario para el ejercicio real y efectivo del derecho de la defensa30. Lo anterior implica un trabajo coordinado, planeado y metódico que requiere herramientas, técnicas y procedimientos de tipo legal, investigativo, bajo una óptica gerencial de trabajo en equipo. En esta forma puede la Defensoría ejercer su labor constitucional de promover, divulgar, defender y proteger los derechos humanos (del usuario) dentro del Estado Social de Derecho. El precepto fundamental del sistema acusatorio es el equilibrio de las partes, el cual exige la igualdad entre to- 36 dos los actores del proceso penal: los jueces, los fiscales, los procuradores y, por supuesto, los defensores públicos. Corresponde a la Fiscalía General de la Nación, de oficio o con fundamento en denuncia, petición especial o querella, desarrollar las investigaciones de los hechos que puedan constituir delitos, y acusar ante los jueces de la República, cuando fuere el caso, a los presuntos infractores de la ley penal31; de igual manera, corresponde a la Defensoría del Pueblo velar por la promoción, ejercicio y divulgación de los derechos humanos, organizando y dirigiendo la defensoría pública en los términos que señale la ley32. 29 Artículo 31, inciso 2 y 3, ley 941 de 2005. 30 Artículo 36, ley 941 de 2005. 31 Artículo 250 CN. 32 Artículo 282 CN (Modificado por Decreto 99 de 2003). Doctrina y Defensa Por tal razón, los defensores públicos deben tener al alcance las herramientas adecuadas y conocimiento en los nuevos procedimientos. Es así como se puede evitar que se dupliquen las actuaciones y se obstruya la defensa. Dichas herramientas permitirán que el defensor y su equipo de trabajo actúen mancomunadamente en beneficio de una investigación efectiva, acorde con las necesidades del acusado, con garantía de los derechos humanos. Ese equilibrio será lo único que garantice el armonioso funcionamiento del sistema y la protección de los derechos y garantías procesales que les corresponden a todos los ciudadanos. Por tal motivo, la Defensa Pública debe contar con defensores públicos, investigadores, peritos, técnicos y asistentes admi- nistrativos, integrados y entrenados en procedimientos acusatorios bajo unas directrices gerenciales de Investigación judicial. Se busca unificar criterios para que el defensor, el investigador, los peritos, los técnicos y todos los profesionales que intervienen en este campo de la justicia, administren debidamente los recursos humanos, jurídicos, técnicos y materiales, y así logren una administración de justicia digna. Pero la práctica muestra que los defensores requieren, además, conocimientos jurídicos e investigativos, herramientas y técnicas de planeación, liderazgo, toma de decisiones. Así lo pide la difícil tarea de investigar, y así lo exige el trabajo en equipo que es la forma como 37 La Defensa No. 8 está concebido el nuevo sistema penal acusatorio. Es de considerar que la Fiscalía General de la Nación y los organismos de Policía judicial han recibido apoyo y capacitación en temas de investigación, y se los ha fortalecido con equipos y laboratorios durante el proceso de implementación y ejecución del nuevo sistema. Es lógico que, de igual manera, la Defensoría Pública, sus defensores, técnicos e investigadores sean capacitados, entrenados, y se les brinden equipos, instrumentos y medios que corresponda a los postulados del modelo acusatorio, cuya misión es lograr una justicia más expedita, con aplicación de todas las garantías procesales. El concepto moderno de Gerencia de la Investigación, no solo busca articular un modelo visto desde la planeación y equipo de trabajo; pretende ir mas allá, con un valor agregado, soporte eficaz de la función de la Defensoría Pública en el rol del actual sistema penal. Se impone, por ende, equipar a este grupo de servidores con elementos técnicos e investigativos así: Gerencial: Se deberán desarrollar conocimientos de gestión que les permitan al defensor y al equipo de investigadores detectar sus debilidades y fortalezas para seguir un plan de acción coherente 38 en el desarrollo de un caso determinado. Esto los lleva necesariamente a elaborar por sí mismos controles de gestión cuantitativos y cualitativos. Investigativo: Para el Defensor es importante conocer las funciones, métodos y procedimientos que realizan los servidores de Policía Judicial, en el campo de la investigación operativa, criminalística y ciencias forenses, a fin de conjugar y aprovechar al máximo los recursos humanos, jurídicos, técnicos y materiales del grupo de investigadores y técnicos de la Defensoría Publica, quienes a su vez deben contar con los recursos materiales y logísticos para el sustento técnico y científico de los casos asignados. Jurídico: El defensor necesita, de igual manera, tener unos conocimientos y herramientas en el ámbito jurídico con base en el sistema penal acusatorio, para poder coordinar con los investigadores y técnicos las labores investigativas, testigos, pruebas con su respaldo técnico científico, y preparación para las audiencias. Con estas herramientas se pretende que la Defensoría Pública, integrada por los Defensores e Investigadores, se consolide aún más y gane espacio y confianza con su profesionalismo, reflejado en resultados a favor de sus usuarios y de la comunidad. Doctrina y Defensa LA IMPORTANCIA DE LA ENTREVISTA EN LA INVESTIGACIÓN DEFENSORIAL Por Juan Guillermo Aramburo Ramírez33 La entrevista es una de las herramientas más importantes con que cuenta el investigador de la defensa en su actividad de descubrir medios de conocimiento, que permitan efectivizar concretamente la teoría del caso que maneja el defensor público conforme al asunto asignado. A través de la entrevista, el investigador de campo busca enterarse directamente de las versiones que posiblemente presentarán los testigos (de cargo o de la defensa) que comparezcan al juicio oral, lo cual permite preparar la defensa, la hipótesis de trabajo que probablemente será la teoría del caso, el interrogatorio o contrainterrogatorio de cada uno de los testigos, así como también, objetar la autenticidad o legalidad de los elementos materiales de prueba o evidencia física recogidos por la Fiscalía, y preparar la intervención del defensor para la audiencia de juicio oral. La entrevista puede ser definida como aquella actividad que desarrolla el investigador de la defensa o el defensor, tendiente a la obtención de información pertinente, conducente y relevante que coadyuve la hipótesis de trabajo de la defensa para la eficiente solución del caso. El adecuado acercamiento al entrevistado, el interés que se le trasmita por parte del entrevistador y la adecuada formulación de preguntas, son elementos esenciales para que esta actividad arroje resultados, bien sea que confirmen o desmientan la hipótesis. El entrevistador debe conocer las técnicas de entrevista, y realizarla con habilidad y destrezas cognitivas y comunicativas. 33 Profesional especializado en criminalística adscrito a la Unidad Nacional de Investigación Criminal del Sistema Nacional de Defensoría Pública. 39 La Defensa No. 8 La entrevista logra su objetivo de obtención de la información, a partir de una buena comunicación de las personas que participan en ella, lo cual requiere necesariamente el lógico intercambio de ideas que ineludiblemente involucra el escuchar y el hablar, como aspectos sustanciales para el buen desempeño técnico. Dentro de la estrategia de comunicación, es muy importante saber escuchar, lo cual difiere del oír simplemente las palabras que dice el entrevistado; el escuchar se refleja en lograr percibir de la otra persona, no solamente sus palabras, lo que dice, sino también su actitud y el lenguaje no verbal. La técnica aconseja que el entrevistador mantenga el contacto visual con el entrevistado para generar una sensación de dominio y seguridad en el manejo de la entrevista, y que primero escuche sin interrumpir a la persona que habla, para tener tiempo de analizar qué conoce el entrevistado, hacia dónde apunta su versión, e ir preparando mentalmente el cuestionario para el intercambio con espíritu abierto y perceptivo, debe centrar su interés en el tema, en lo que dice el entrevistado, con un manejo calmado y sin conflictos con el entrevistado. La entrevista debe ser proactiva y no debe estar sometida a reglas rígidas preestablecidas. Su dinamismo depende de la persona que entrevista y, por tanto, su dirección debe ser flexible, bajo el entendido de que cada individuo es un 40 mundo diferente y tiene una personalidad propia. No es lo mismo entrevistar al indiciado o imputado que a la víctima, o a los testigos, o a una persona adulta, o a un niño, o a una niña. Cada entrevista será diferente de acuerdo con la posición del entrevistado. Para lograr una entrevista, primero se debe establecer si es necesaria o no a través de la planeación de la investigación, y luego, tras una breve indagación acerca de quién es, buscar el mejor momento y lugar para su entrevista. La información recogida por el investigador y compartida con el defensor, aunada a los demás elementos materiales probatorios, permite elaborar una estrategia de la defensa, que bien puede concretarse en un preacuerdo o acuerdo con la Fiscalía, aceptación de cargos o proyección para la refutación en el juicio oral. En el nuevo sistema procesal penal, la entrevista es muy importante: permite realizar la indagación sobre sucesos, y establecer quiénes son las personas que sirven como testigos, por el conocimiento de los hechos o por la percepción privilegiada que tuvieron. Puede ser realizada por la policía judicial, como se desprende del artículo 206 del C. de P.P., observando las reglas técnicas pertinentes y empleando los medios idóneos para registrar los resultados del acto investigativo. La defensa puede utilizar la entrevista con el fin de encontrar información que pueda Doctrina y Defensa ser útil ante las autoridades judiciales (art. 267). Puede ser recogida y conservada por escrito, en grabación magnetofónica, en vídeo o por cualquier otro medio técnico idóneo (art. 271), que incorpore textualmente lo expuesto por el entrevistado, y, en últimas, mediante registro escrito en que quede constancia de la firma y huella, con absoluto respeto por la dignidad del entrevistado y demás derechos fundamentales. El fin ultimo, por parte de la defensa, es utilizar al entrevistado como potencial testigo en un eventual juicio oral y no dejar la diligencia en un plano de referencia únicamente aceptada en precisas situaciones delimitadas por el ordenamiento procesal, caso en el cual el investigador de la defensa podría ser llamado al juicio como testigo de referencia si se presentan las circunstancias delimitadas en el Art. 438 del Código de Procedimiento Penal, es decir, cuando el entrevistado posteriormente ha perdido la memoria, es victima de un delito de secuestro o desaparición, sufre una grave enfermedad que le impide declarar, etc. Durante el desarrollo de la entrevista, ha de brillar el profesionalismo del entrevistador, para lo cual deberá saber de antemano el tema sobre el cual va a versar la entrevista, y obrar con objetividad, sin hacer precisiones subjetivas que den al traste con el propósito final, cual es la utilización de la misma, o bien como medio de convencimiento del juez a través del llamamiento del entrevistado como testigo, o bien como elemento de refutación de credibilidad del testigo en los términos del Art. 403 del Código de Procedimiento Penal. El entrevistador debe contar con elementos de cognoscitivos anteriores a la entrevista; en ello juega un papel muy importante el defensor público, como quiera que es él quien direcciona la investigación, es así que iniciado el trabajo metodológico, y antes de las entrevistas, el defensor debe aportar los elementos que estén en su poder, por ejemplo copias de audiencias anteriores –legalización de captura, imputación de cargos, imposición de medida de aseguramiento, audiencia de acusación, etc., para encauzar de la mejor manera las preguntas de la entrevista. La entrevista debe realizarse conforme a un análisis anterior, y el resultado debe ser comunicado en forma inmediata al defensor, para afianzar o flexibilizar la teoría del caso preparada con el investigador de la defensa, como quiera que supuestamente los componentes fácticos, jurídicos y probatorios han de valer a los ojos del juez. El planeamiento de la entrevista es de máxima importancia. Esta fase va desde el momento en que se recibe la misión de trabajo por parte de la defensa hasta la elaboración de las preguntas. Conforme al caso, en la planeación de la entrevista, se deben tener en cuenta ciertos aspectos: 41 La Defensa No. 8 -Preparación adecuada del sitio y medios técnicos para recibir la entrevista, (esto comprende alistamiento de formatos, grabadoras o vídeo, para evitar pérdida de tiempo). El dónde: elemento de lugar, de localización. - Crear un ambiente de intimidad, lo que genera confianza al entrevistado y mayor seguridad al entrevistador. ¿Dónde se encontraba la persona antes de ser encontrada? - El ambiente en donde se desarrolle la entrevista debe ser lo más sencillo posible, y contar con buena iluminación. - En todo momento se deben evitar las distracciones que originen la falta de concentración de las personas que sostienen la comunicación dentro de la entrevista. - No obstante lo anterior, la entrevista puede realizarse en cualquier lugar; el entrevistador deberá evaluar el caso en particular, para así sacar el mayor provecho de la misma. Importancia de las preguntas de la entrevista: Sustento fundamental de toda entrevista son las preguntas que hace el investigador de la defensa; por eso, dentro del trabajo de planeación, se las ha de elaborar en tal forma que sirvan de fundamento al desarrollo del caso, conforme a la teoría planteada. A manera de ejemplo, podemos mencionar algunos puntos: 42 ¿Dónde se cometió el homicidio? ¿Dónde observó usted a los testigos? ¿Dónde fueron encontradas las armas o elementos con que presuntamente fue ultimado el señor N.N.? ¿A dónde fue llevado el indiciado? El cuándo: elemento de tiempo. ¿Cuándo llegó la Policía Judicial al lugar de los hechos? ¿Cuándo se confirmó el hecho? ¿Cuándo observó a la víctima por última vez? El cómo: situación de forma. ¿Cómo se cometió el homicidio? ¿Cómo llegó usted al lugar de los hechos? ¿Cómo se enteró de que a esta persona la habían asesinado? ¿Cómo consiguió las armas que le incautaron? El porqué: elemento de motivo. ¿Por qué le disparó? ¿Por qué lo mató? ¿Por qué llego usted a ese lugar? Doctrina y Defensa El quién: Elemento de identificación personal. ¿Quién es el perjudicado? ¿Qué elementos fueron recogidos y embalados? El para qué: elemento de finalidad. ¿Quién descubrió al occiso? ¿Quién vio o escuchó algo? ¿Quién estaba presente cuando sucedió el hecho? ¿Quién tenía móviles o motivos para realizarlo? El qué: elemento de acción ¿Qué ocurrió? ¿Qué perjuicios o daños se ocasionaron? ¿Qué saben otras personas? ¿Para qué utilizó los detonantes? ¿Para qué quería el dinero o las joyas? Los valores del investigador al realizar la entrevista. Como valores que debe poseer todo buen entrevistador están la honestidad, la discreción, la flexibilidad, y el autocontrol. Son virtudes que, si bien no se improvisan, si requieren en cada caso un propósito deliberado antes de acometer cada entrevista. 43 Doctrina y Defensa LA PSICOLOGÍA JURÍDICA EN LA DEFENSA Por Germán Duarte Rodríguez34 Los conceptos psicológicos en el ámbito jurídico se utilizan desde la época precientifica. Platón, por ejemplo, intentó explicar la influencia de los trastornos mentales en el comportamiento de las personas. Pero apenas en los años 30 comienza el acercamiento de la Psicología al Derecho: se estudia, dentro del campo jurídico, la inexactitud de los testimonios de los testigos y la sugestionabilidad de éstos en los tribunales. En Estados Unidos empiezan en los años 50 y 60 a advertir la importancia del psicólogo en los tribunales, y a evaluar la influencia de los procesos psicosociales en los jurados. Actualmente en Colombia, la Psicología Jurídica proyecta su posicionamiento, y se destaca su aplicación en el nuevo sistema acusatorio colombiano, como asistente y garante dentro del ambiente jurídico. La prueba pericial es admitida en nuestro país, y el papel del psicólogo cobra paulatinamente importancia en los diferentes esquemas legales y jurídicos. La Psicología Jurídica, como su nombre lo indica, es una psicología aplicada al mundo del Derecho, es decir, es el estudio del comportamiento individual y de grupo de las personas y los grupos en el ambiente judicial. En ese contexto, el Psicólogo tiene un amplio campo de acción, ya que, además de conocer los conceptos generales del Derecho, tiene una sólida formación académica que le permite investigar, diagnosticar, pronosticar, y asesorar, en las tareas que los investigadores cumplen en las 34 Psicólogo Jurídico adscrito a la Unidad Nacional de Investigación Criminal del Sistema Nacional de Defensoría Pública. 45 La Defensa No. 8 distintas dependencias judiciales y carcelarias. testad, establecimiento de interdicción por enfermedad mental. El Derecho que controla el comportamiento de las pernas en la demonizada “sociedad”, no puede menos de asociarse con la Psicología, cuyo campo cubre la antesala del comportamiento social: lo que las personas sienten, lo que las personas piensan, desemboca en formas concretas de comportamiento individual y de grupo. Al derecho corresponde orientar hacia la consecución del bien común. *En los Tribunales Eclesiásticos, en procesos de nulidad del matrimonio católico: determinando la capacidad o incapacidad para asumir las obligaciones del matrimonio. Veamos qué dicen algunos autores acerca de la Psicología Jurídica. En tres formas la enfoca Luis Sabaté. *Psicología del Derecho: fundamenta el derecho, y explica la esencia jurídica, investigando el meollo del Derecho. *Psicología en el Derecho: estudia las normas en sus componentes psicológicos, razón por la cual el derecho requiere la Psicología para su funcionamiento. *Psicología para el Derecho: es ciencia auxiliar en materia probatoria. * En materia civil: en procesos de responsabilidad civil extracontractual, estableciendo si el hecho ha causado problemas psicológicos a la víctima. Para Garrido Martín, la Psicología es un fundamento de la ley, y es ciencia auxiliar del Derecho, porque ayuda al esclarecimiento de los hechos, al procedimiento y a la predicción de conductas. Consuelo Hoyos Botero establece que la Psicología Jurídica puede intervenir en diferentes asuntos jurídicos. *En el campo del Derecho de familia: en la reglamentación de visitas, patria po- 46 *En el ámbito penal: determinando la imputabilidad o inimputabilidad del procesado, y la capacidad o incapacidad psíquica de la víctima o del agresor. * En materia laboral, para establecer trastorno o enfermedad mental adquirida por la relación laboral. Así pues, la Psicología Jurídica tiene diferentes ámbitos de actuación: la psicología criminal realiza una contribución a la política criminal del Estado, y se relaciona directamente con la Criminología y el estudio de la delincuencia. La Psicología Victimológica realiza una evaluación y diagnóstico de la víctima, y un posible tratamiento. La Psicología Penitenciaria realiza una evaluación, diagnóstico y clasificación del interno, de acuerdo con el delito y la reincidencia, e indica la ubicación de fase y de penitenciaria, según las características psicológicas del sindicado Doctrina y Defensa y el delito. La Psicología Policial y de los organismos de seguridad realizan procesos de selección e incorporación, entrenamiento y análisis organizacional. La Psicología del menor y la familia evalúa, diagnostica, y apoya en procesos de intervención de familia, con miras a la protección y reeducación del menor. La Psicología Forense estudia los comportamientos producidos en ambientes judiciales. Por último, la Psicología del Testimonio indaga la capacidad de las personas para codificar y retener, es decir, para interpretar y luego transmitir lo que perciben, porque en todo proceso judicial se pretende la reconstrucción de los hechos por medio del testimonio. El sistema penal acusatorio con la supuesta igualdad entre el acusado y el acusador, establece que aquel puede solicitar y aportar pruebas en su defensa. Si no tiene los medios económicos, cuenta con el apoyo del defensor público suministrado por la Defensoría del Pueblo, la cual, dentro de su marco legal, debe proveer a la protección de los derechos humanos de todo ciudadano, incluidos los sujetos procesales. En ambos casos, estos pueden presentar cualquier medio de prueba pericial, testimonial, documental, inspección judicial, y elementos materiales probatorios, útiles para el diseño de la estrategia de defensa. Es aquí donde el Psicólogo Jurídico esgrime sus conocimientos mediante dictamen pericial, para lo cual es evidente que no debe tener ningún tipo de relación con el examinado, debe estar en pleno uso de sus facultades mentales, y contar con la dotación académica y ética que se suponen frente a quien goza de la presunción de inocencia. Es amplia la gama de labores del Psicólogo jurídico en el proceso penal. En la etapa previa, por medio de la Psicología Criminal, se realiza el análisis de la escena del crimen, incluso con aplicación de instrumentos que apoyan el trabajo de los investigadores, como es el caso de los registros de Autopsia Psicológica, los cuales dan pautas para establecer posibles hipótesis del hecho. Además, por medio de la Psicología Victimológica, colabora en la perfilación criminal y análisis de posibles víctimas, con el fin de establecer procedimientos de prevención del delito. Ya, dentro de la etapa de investigación y juicio oral, utiliza los conocimientos de la Psicología Forense y del Testimonio, con el fin de establecer posibles pruebas y realizar entrevistas con su equipo interdisciplinario (investigador, abogado, médico, psiquiatra), utilizando técnicas de interrogatorio y de recepción de testimonios a posibles testigos, utilizadas actualmente en las diferentes actividades de investigación que se desarrollan por parte del personal especializado en investigación y/o criminalística de la Unidad Operativa de Investigación Criminal de la Dirección Nacional de Defensoría Publica, con el objetivo de obtener pruebas y/o 47 La Defensa No. 8 confesiones importantes para el proceso judicial. Así mismo, apoya al abogado defensor llevando a cabo pruebas periciales, las cuales van a servir como evidencia; esta evaluación permite establecer el estado mental del indiciado, demandado, o demandante, ya que al evaluar factores, como conciencia, afectividad, estado de ánimo, percepción, memoria, juicio, orientación, inteligencia, madurez de personalidad, y apoyado con la aplicación de pruebas psicotécnicas, realiza un diagnóstico que puede determinar la dirección del juicio e, incluso, la modalidad de la pena. Este dictamen se debe presentar por escrito teniendo en cuenta los requisitos de claridad, precisión, y solidez científica, según lo contemplado en el articulo 257 del Código de Procedimiento Penal. El objeto del dictamen es formular el concepto sobre un sujeto, lo cual implica un diagnóstico y un eventual tratamiento. Dentro del proceso, el Psicólogo Jurídico trabaja a nivel interdisciplinario, investigadores, y abogados, lo cual implica compromiso y garantía de aportar agilidad y credibilidad al aparato judicial colombiano. Referencias bibliográficas: * BARÓN Y BYRNE. Psicología Social, Ed. Prentice Holl Madrid 8º Edición. 1998. * BOTERO HOYOS, Consuelo. Manual de Psicología Jurídica, capítulo 3. * GARRIDO, Vicente. Principios de Criminología. 1999. 48 * SABATÉ MUÑOZ, Luis; BAYES, Ramón; MUNNE, Frederic. Introducción a la Psicología Jurídica. 1990. * EL SISTEMA ACUSATORIO, Estructura del Proceso Penal, Acto Legislativo Nº 003 de Diciembre 19 del 2002. Doctrina y Defensa ¿POR QUÉ LE SIRVE AL DEFENSOR CONTAR CON UN FÍSICO EXPERTO EN REONSTRUCCIÓN DE ACCIDENTES DE TRÁNSITO Y ESCENAS CRIMINALES? Por Ezequiel Martínez Mora35 La ciencia de la física en relación con la criminalística, la ciencias forenses y la investigación criminal, aplicada a la reconstrucción de la escena del accidente de tránsito o de un hecho criminal, es fundamental por sus análisis y resultados. Es una ciencia forense práctica y objetiva al servicio de la justicia, y las variables físicas involucradas en un hecho criminal se pueden reproducir a tal punto que permiten mostrar con precisión qué, cómo y por qué ocurrió el hecho, con base en principios, leyes, teorías y modelos científicos. Las variables involucradas en un hecho son: La posición en tres dimensiones, determinada por las evidencias físicas de contacto en la escena. La trayectoria, de la misma manera definida por la 35 Físico especializado en criminalística, adscrito la Unidad de Investigación Criminal del Sistema Nacional de Defensoría Pública. 49 La Defensa No. 8 evidencia, que indica cómo se movieron los cuerpos en el sitio de los hechos. La velocidad del cuerpo que se mueve, que puede ser detectada por las huellas o puntos de impacto y posiciones finales, y con la determinación de distancia y tiempo del desplazamiento del cuerpo en el espacio. La masa de los cuerpos, la cual es importante para describir sus movimientos y trayectorias. Los principios de conservación de la energía y cantidad de movimiento lineal, cuya aplicación permite hacer los cálculos de velocidad de las evidencias con precisión, y presentar los hechos tal como sucedieron en el momento de su ocurrencia. En la escena de los hechos al, hacer la aplicación de la física, es necesario establecer dónde y cuándo ocurre un fenómeno, o dónde se encuentra un cuerpo (autor, víctima, testigo del hecho, evidencia física, vehículo, arma, restos). También es necesario determinar la relación temporo - espacial para descubrir y describir la forma como se desarrolla un fenómeno o se mueve un objeto o cuerpo en la escena. Cuando se trata de establecer si un cuerpo se movió o no en el sitio de los hechos, es necesario definir respecto de qué ocurre el movimiento. No es posible establecer si un objeto se mueve o no, sin determinar un punto del espacio respecto del cual el objeto se mueva. Igualmente se requiere establecer qué y cómo se movió. Para respondernos estas preguntas claves se requiere realizar un proceso de reconstrucción. 50 El físico en el sistema acusatorio. Siendo parte del equipo de investigación de la defensa, y dadas sus competencias, el defensor puede utilizar sus servicios como experto asesor o experto de audiencia (testigo) en las distintas etapas del proceso; es apoyo en el área técnico-científica para la defensa (Defensor e Investigadores). La competencia y responsabilidad del físico está en la determinación y esclarecimiento de factores y variables físicas relacionadas con el análisis y la evaluación de la investigación del accidente de tránsito, de las posibles secuencias de los hechos criminales, así como en la presentación de los resultados de las investigaciones y reconstrucción de hechos en informes o de manera oral ante los Jueces. Imagen del Discovery Chanel “Historia de un Asesinato” Por su actividad profesional, puede apoyar en los procesos de capacitación y desarrollo institucional en la elaboración de procedimientos y protocolos Doctrina y Defensa técnico-científicos para el desarrollo de estrategias del equipo de la defensa. 1- Conocimiento especializado en el área de su competencia. El experto debe poseer habilidades, en términos de conocimientos especiales, entrenamiento y experiencia. 2- Independencia personal El experto en reconstrucción de escenas criminales debe estar facultado para demostrar su apropiada formación, entrenamiento y experiencia en reconstrucción de accidentes y/o escenas criminales, que lo ubican más allá de una formación básica particular. Es fundamental que el experto tenga, aemás del conocimiento propio de su profesión, entrenamiento y experiencia en el tema. El hecho de poseer un titulo en el área no califica automáticamente al profesional como un testigo experto en la Corte o audiencia; debe tener conocimiento especializado en el análisis e interpretación de datos del accidente de tránsito o escena criminal. En Colombia, donde la reconstrucción de accidentes de tránsito es reconocida como una actividad profesional realizada por los Físicos, Licenciados en Física, Ingenieros, se requiere el titulo en conexión con un determinado número de años de experiencia como profesional en la práctica de la reconstrucción de accidentes de tránsito, para emitir el testimonio en la Corte. La calificación especifica y las habilidades de un experto en reconstrucción de accidentes y escenas criminales son: y profesional. 3- Precisión en el testimonio. 4- Objetividad. 5- Habilidad para sustentar los testimonios, incluido el soporte matemático, a través de un lenguaje técnico y claro de manera que la audiencia pueda entenderlo. 6- Compromiso con la verdad científica y capacidad para expresarla, de tal forma que el experto no tiene por qué preocuparse por lo que le van a preguntar posteriormente. La actividad del experto en reconstrucción de accidentes de tránsito y escenas criminales va más allá de la descripción general de una profesión en dos áreas distintas: 1- La fundamentación conceptual se basa en la cualificación básica de naturaleza individual, que se obtiene a partir de la aplicación de conocimientos teórico - prácticos de la física a vivencias investigativas y resolución de casos. 2- La reconstrucción de un accidente de tránsito y/o escena criminal, no es un campo de estudio del colegio o de la universidad para obtener un título en ciencias; el nivel de cono- 51 La Defensa No. 8 cimiento y experiencia se obtiene y acredita aprendiendo mientras se trabaja. Este conocimiento, puede ser construido y aplicado en el sitio donde labora el experto, porque va más allá de un conocimiento adquirido en una educación superior. El experto expresa su testimonio sobre el caso demostrando el conocimiento especializado de las ciencias físicas, la criminalística y la ciencia forense. El especialista está fundamentado en matemática, cinemática, mecánica, dinámica, óptica, sistemas del automóvil, trigonometría, fotogrametría y manejo de sistemas computarizados de reconstrucción, en aras de la certeza en la aplicación e interpretación de conceptos relacionados con reconstrucción de accidentes de tránsito y escenas criminales. La formación y experiencia del reconstructor de accidentes de tránsito y escenas criminales lo hacen idóneo para el análisis criminalístico y físico de los elementos materiales probatorios y evidencia física relacionados con el hecho, y así puede realizar los cálculos, por ejemplo de la velocidad de los vehículos por las huellas de frenada, arrastre metálico, arrastre biológico. Este tipo de reconstrucción es relativamente sencillo. Pero el concepto de reconstrucción va mucho más allá y es más complejo: cuando los vehículos se deslizan por diferentes superficies de fricción, con un eje bloqueado, impactan contra un objeto fijo sobre la vía y tienen un efecto de rotación sobre su eje vertical 52 antes de detenerse. Para el primer caso el experto aplica conocimientos de distancia, deslizamiento, desaceleración y coeficiente de fricción; en el segundo caso debe aplicar conservación de la energía, desaceleración en diferentes superficies, evaluación de energía de colisión, energía cinética de rotación, momentos de inercia, fricción de un vehículo en rotación. Es de destacar que la investigación y reconstrucción de un accidente de tránsito y/o escena criminal, requiere del experto conocimientos en criminalística, con el objeto de evaluar los elementos materiales probatorios y evidencia física relacionada con el vehículo, vía, señales de tránsito, víctimas y conductores, personas en general involucradas en el hecho y registradas por la autoridad judicial; posteriormente se procede a relacionar los elementos materiales probatorios a través de una matriz de asociación, y a realizar el proceso analítico de reconstrucción, para obtener así la secuencia del accidente o del hecho criminal, que permite realizar la compatibilidad de versiones con la evidencia física y la clasificación de factores del accidente o del hecho criminal. El trabajo en equipo con el defensor permite la elaboración del programa metodológico de la investigación y de la reconstrucción, para obtener así el desarrollo de la teoría del caso, lo cual permite preparar al equipo de la defensa (investigadores, reconstructores, expertos en otras áreas y testigos) a través de la simulación del juicio, para la presentación en audiencia pública. Doctrina y Defensa El proceso de investigación y reconstrucción requiere la responsabilidad del Profesional, que debe resolver sus casos con un alto grado de precisión y rigurosidad científicas. El experto en reconstrucción debe estar capacitado para realizar cálculos científicos y sustentar en la audiencia, sobre las variables físicas involucradas en el caso, por ejemplo: Distancia total de parada de un vehículo de acuerdo con la percepción y reacción del conductor, la distancia de un cuerpo corto-contundente, corto-punzante, contundente-impactado sobre otro cuerpo, momento lineal de colisiones oblicuas o perpendiculares entre dos vehículos o cuerpos, colisiones lineales entre dos vehículos o cuerpos con base en la velocidad de uno de ellos, cálculo de tiempos, distancias y velocidades, rapidez de desplazamiento con marcas de derrape, física de caída libre, interpretación de daños de vehículos en términos de la dirección de desplazamiento de los mismos, e interpretación de datos del lugar del accidente de tránsito. Adicionalmente, debe estar preparado para realizar análisis de energía en una colisión, colisiones de vehículos en línea recta, deslizamiento y rotación de un vehículo al mismo tiempo, análisis de volcamientos, diagramas de velocidad vs tiempo para complementar el análisis de movimiento del vehículo, diagramas de velocidad vs distancia para análisis de puntos de impacto, accidentes de vehículos de dos(2) ejes, accidentes de vehí- culo–peatón, momento lineal y energía de colisión, análisis de evitabilidad del accidente (frenado, aceleración, maniobras de sobrepaso, análisis del campo de visibilidad del conductor, análisis de energía de colisión y rapidez equivalente de energía), análisis de accidentes donde se realicen explicaciones con los principios del momento lineal y rotacional y análisis de energía, conocimiento de los sistemas de seguridad activa y pasiva de los vehículos(dirección, frenos, suspensión, cinturón de seguridad), análisis de accidentes de vehículos articulados, defectos en frenos y apagado, factores del conductor relativos a dirección del movimiento y detención del vehículo, pérdida de la dirección de vehículos, vibración de vehículos, cinemática y dinámica de los pasajeros, análisis de estabilidad de bicicletas y motocicletas, habilidades para formular y resolver problemas científicos relacionados con accidentes y escenas criminales no comunes. COMPETENCIAS DEL EXPERTO: BÁSICAS Reglas básicas que conoce y debe seguir el reconstructor en accidentes de tránsito y escenas criminales: - Recolectar datos técnicamente, asistiendo al lugar de los hechos. - Analizar e interpretar datos aplicando métodos de la ciencia. - Desarrollar hipótesis y teorías científicas del caso correspondiente. 53 La Defensa No. 8 - Presentar los datos de manera objetiva. - Generar credibilidad en la presentación de datos. - Presentar datos con la menor variabilidad. - Exponer oralmente al juez, haciéndose entender. - El conocimiento elemental y el anuncio de números dentro de una ecuación física, no lo hace un experto; debe estar habilitado para dar a entender las limitaciones de una ecuación esencial para el buen trabajo. - Investiga, analiza, construye y asesora técnica y científicamente al equipo de la defensa. - Aporta conocimiento científico al Sistema Judicial. - Presta los servicios a la comunidad. - Transmite la verdad científica en forma completa y objetiva. - Desarrolla conocimiento y tecnología. - Capacita y divulga el conocimiento de su labor. CUALIDADES DEL EXPERTO ¿CUÁL ES EL ROL DEL EXPERTO EN LA DEFENSORIA? - Ético - Objetivo El experto en reconstrucción tiene un compromiso con el sistema de defensoría pública, el sistema judicial y la sociedad en los siguientes aspectos: - Oportuno - Preciso - Profesional BIBLIOGRAFÍA 1 - Martínez M, Ezequiel “Metodología de la Investigación”, EICCF, 2001. 3 - R. Limper, “Motor Vehicle Accident reconstruction and cause analysis”, Lexis publishing, 2003. 2 - Martínez M,. Ezequiel, “Física Reconstructiva”, Alcaldía Mayor de Bogotá, Universidad Militar, 2005. 4 - M. Brach Raymond,“ Vehicle accident analysis and reconstruction methods”, SAE International, 2005. 54 Doctrina y Defensa LA INIMPUTABILIDAD Y LA DEFENSA Por Rubén Darío Angulo González36 Según la ACADEMIA AMERICANA DE PSIQUIATRÍA Y LEYES, algunos estudios han demostrado que la defensa de la inimputabilidad no se utiliza frecuentemente. Es lo que está sucediendo también en nuestro medio, ya que a muchos imputados con algún trastorno de personalidad, ni siquiera se les ordena una entrevista psiquiátrica, y estas personas deben sufrir las consecuencias de ser juzgados como individuos de mente normal, a pesar de que el delito lo cometieron en un momento de locura transitoria, con o sin base patológica. Ponemos como ejemplo las depresiones mayores, los trastornos límites de personalidad, las esquizofrenias, las paranoias o las características de personalidad explosiva. De estos individuos están llenos los centros carcelarios de nuestro país. El defensor debe asesorarse de un perito experto en Psiquiatría Forense o en su defecto de un Médico Forense con experiencia en psiquiatría Forense, quien ante todo, debe estudiar toda la documentación existente en el proceso penal, llámense declaraciones, entrevistas, evidencias y demás, con que el perito conozca a fondo los acontecimientos. Además, y lo más importante en un proceso penal en que se sospeche trastorno mental, es la pericia científica realizada al implicado del delito, lo que en Psiquiatría Forense se llama la ENTREVISTA PSIQUIÁTRICA, en cuyo formato aparecen unos elementos específicos de la personalidad que el experto forense examina en el individuo y en los hechos acaecidos, y finalmente emite su concepto. 36 Médico forense al servicio de la Unidad Nacional de Investigación Criminal del Sistema Nacional de Defensoría Pública. 55 La Defensa No. 8 El concepto que da el experto es de la normalidad o anormalidad en que se encontraba el individuo en el momento de cometer el hecho punible. El defensor, con la asesoría del perito, tratará de demostrar, sin importar el concepto de quien realizó el dictamen pericial, que efectivamente había un trastorno mental en el momento en que el individuo cometió el delito. ¿Qué posición debe tener el perito de la defensa? El perito debe analizar el dictamen pericial en todo su contexto, ubicar los puntos débiles que no favorezcan a la defensa, y reforzar los puntos que la favorezcan. El perito de la defensa planteará al defensor los fundamentos para la teoría del caso y corresponderá al defensor aceptarla o no. El perito tendrá para su estudio, tratándose de homicidio, además de los experticios técnicos y de laboratorio que se hayan realizado al implicado, todo lo referente al occiso, es decir, necropsia, exámenes de laboratorio y demás, que le servirán para estudiar el caso, y determinar el apoyo científico que brindará al defensor. La experiencia que tiene este perito en casos de inimputabilidad, en la DEFENSORÍA DEL PUEBLO, entre otros, es el de una usuaria que propinó 59 puñaladas a su amante en un motel de la ciudad de Manizales. Inicialmen- 56 te, el defensor y yo quisimos construir la teoría de un trastorno mental transitorio con base patológica, pero el estudio que se realizó de las heridas, y el número de ellas, la forma en que fueron propinadas y el dictamen pericial del INSTITUTO NACIONAL DE MEDICINA LEGAL Y CIENCIAS FORENSES, nos llevaron a la conclusión de que se debía construir la teoría de la ira, ya que el dictamen pericial manifestaba que nuestra usuaria era consciente de sus actos en el momento de los hechos, pero a nuestro favor teníamos que dicho dictamen concluía que la usuaria padecía de un trastorno límite de personalidad, lo que ayudaba a la construcción de dicha teoría. En este caso, el dictamen pericial del INSTITUTO NACIONAL DE MEDICINA LEGAL Y CIENCIAS FORENSES nos daba una salida hacia la ira, y nos cerraba el camino hacia el trastorno mental transitorio. Para este perito, lo más importante ante un hecho de posible inimputabilidad, es construir la teoría a partir de los trastornos mentales permanentes y transitorios en relación con el dictamen pericial que se le realice al implicado, hacer uso de la autopsia psicológica y del estudio de las lesiones que recibió el occiso, en el protocolo de necropsia, para determinar el trastorno de personalidad del implicado. Doctrina y Defensa PARAMETROS PARA LA REALIZACIÓN DE ESTUDIOS GRAFOLÓGICOS PARA LA DEFENSA Por Ricardo Serrano Aya37 Para el Defensor Público, el conocimiento de los siguientes conceptos es una herramienta para debatir, de alguna manera, material grafológico y documentológico que no esté acorde con una posible realidad. Se trata, en efecto, de allanar la vía para defensa integral, y de garantizar un medio procedimental adecuado a la defensa. El objeto del Defensor Público es garantizar el debido proceso del usuario, y, en consecuencia, el conocimiento de la grafología y documentología forense, respecto de las MUESTRAS de referencia, es primordial para encaminar la investigación en la obtención de aportes, e identificación de las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que ocurrieron los hechos. Desde el punto de vista de la investigación delictiva, podemos a través de la grafología: . Establecer la autenticidad o falsedad de un manuscrito (firma o texto elaborado en forma manual). . Establecer quién fue el autor de un manuscrito. . Establecer si dos textos manuscritos fueron elaborados por la misma persona. En tal sentido, es relevante tener en cuenta que, para el desarrollo objetivo y concluyente del análisis grafológico, es necesarios contar con elementos de cotejo de referencia (DUBITADO 37 Profesional especializado en investigación, adscrito a la Unidad de Investigación Criminal del Sistema Nacional de Defensoría Pública. 57 La Defensa No. 8 táneas, que ofrecen la posibilidad de considerar aspectos tan importantes en el cotejo, como el de la evolución gráfica de las variantes y constantes adquiridas a través del tiempo de aprendizaje y desarrollo. e INDUBITADO), los cuales deben cumplir un mínimo de requisitos de idoneidad, como regla general en la especialidad compleja de esta rama de la criminalística; por ello los siguientes aspectos técnicos permiten de alguna manera orientar la funcionalidad del Defensor e Investigador en el esclarecimientos de hechos punibles, y con fundamentos enmarcados dentro de un proceso de identidad grafológica. Requisitos mínimos del material de estudio para el análisis grafológico. El material a examinar. Documentos indubitados. En el oficio petitorio que hace el defensor al experto, es necesario hacer una clara distinción de los documentos a analizar: Respecto de los documentos de referencia para cotejo o material indubitado, es indispensable que reúnan los siguientes requisitos: 1. Dubitados: Son todos aquellos documentos, manuscritos o firmas, de cuya autenticidad se duda, o cuyo autor es necesario determinar. • Variedad 2. Indubitados: Son los documentos, manuscritos o firmas de autenticidad realmente incuestionable, como son las muestras manuscriturales patrones recepcionadas en el Despacho o aquellos de reconocida autoría por parte del amanuense. • Similitud 3. Documentos extraproceso: Documentos que han sido reconocidos en el proceso, y de los cuales se tiene certeza sobre su autenticidad. Para un estudio de documentos o grafológico, son los más aptos; en los casos de Grafología, generalmente se trata de manuscritos o firmas espon- 58 • Originalidad • Abundancia • Contemporaneidad (coetaneidad) Variedad: Las muestras deben presentar el mayor número de formas gráficas diferentes. Como su nombre lo dice, en el transcurso de la toma es importante que el amanuense suministre un muestreo con cambios en el tamaño, estilo de letra (cursivo – imprenta), con variados instrumentos escritores, con la finalidad de que se presenten espontáneas y libres de toda impresión de fuerza. Doctrina y Defensa Una de las estrategias para facilitar la espontaneidad de la muestra, es dictar al amanuense frases relacionadas con el problema específico que se debate en el proceso, situación que lo distrae; en esta forma, el escribiente centra su atención más en el contenido del dictado que en la forma de las letras, es decir, pone más cuidado a lo que escribe que a la forma como lo escribe, dejando ver de esta manera las características habituales de su escritura. carlos), colorimetría y formato (lleno y diseño). Abundancia: Permite apreciar con detalle las diferentes características del grafismo genuino, descartando aquellas formas y rasgos puramente accidentales. La obtención de una muestra abundante permite determinar las variaciones del manuscrito y garantiza su espontaneidad. Está relacionada directamente con la VARIEDAD. Originalidad: Los manuscritos de referencia para el análisis deben ser remitidos en original y en ningún caso en fotocopia, habida cuenta de que los manuscritos en reprografía no cuentan con características fundamentales para un adecuado estudio grafológico, como son la presión, el real calibre de los trazos, los enlaces, tiempos gráficos y las características particulares en los puntos de iniciación y finalización de los diferentes caracteres. Por ello es de gran importancia que los elementos de análisis se alleguen en ORIGINAL con el objeto de que se efectúen los estudios técnicos apropiados, valorando y evaluando los aspectos estructurales y formales que constituyen las grafías en conflicto. Para el caso de los DOCUMENTOS, estos también deben presentarse en original, para analizar los aspectos o componentes, como son el sustrato, sistemas de impresión (para identifi- Similitud: Consiste en la reconstrucción, hasta donde ello sea posible, de las circunstancias en que fue elaborado el documento cuestionado. En el caso de las firmas, es imprescindible que las muestras sean semejantes, porque al muestradante, por ejemplo, le interesa ocultar que determinada firma fue elaborada por él, y entonces, bien podría practicar una nueva firma y plasmarla así en sus muestras, utilizando signos diferentes. Por tal razón se hace necesario contar con firmas y aportes coetáneos (contemporáneas) a la cuestionada, con el objeto de tener puntos de comparación verdaderos. Coetaneidad: En el sentido amplio del concepto, ello adquiere relevancia en el seguimiento de los rasgos escriturarios de un deter- 59 La Defensa No. 8 minado amanuense para así localizar suficientes elementos de identidad que converjan en un concepto técnico de fondo. Permite este aspecto hacer una búsqueda de constantes y variantes de un determinado escrito en un tiempo cercano al hecho escritural cuestionado, anterior o posterior. Los aportes con un mayor margen de tiempo, para el caso diez años de diferencia, de alguna manera permiten establecer discrepancias en las formas más representativas (tamaño de los signos, mejoramiento de estilo, afianzamiento del aprendizaje escritural, entre otros), pero mantiene aspectos propios del hábito de escribir, como son las características dinamográficas (manera de construcción de los trazos, dirección), aspectos intrínsecos adquiridos dentro del aprendizaje escritural. “Las innegables variaciones de la escritura con el paso del tiempo exigen, pues, un material de estudio perteneciente a fechas próximas a la presunta del grafismo cuestionado. Más que una exigencia caprichosa, es esta una verdadera “conditio sine qua non” de la identificación pericial de grafías manuscritas” (Velásquez Posada Luis, pg. 738 Falsedad Documental y Laboratorio Forense. 2005) Con el tiempo que media entre los aportes tomados por el técnico y las firmas tachadas de duda, para el caso de diez años, se tendrán cambios paulatinos en sus formas, lo cual también puede obedecer al estado sicofisiológico. Tal como lo sustenta el citado autor, 60 una persona madura en buen estado de salud revela poco cambio en su manera de escribir de un año a otro, pero, durante una enfermedad grave, las muestras de escritura de la misma persona revelarían marcadas diferencias. Documentos en duda. • Que se encuentre en original. • Que se trate de manuscritos no elaborados con plantillas. • Si se trata de firmas, que tengan trazos cuya confección ofrezca algún grado de dificultad o esté elaborada con caracteres del alfabeto. Toma de muestras manuscriturales. Para que los manuscritos obtenidos sean óptimos para el cotejo grafológico, se sugiere tener en cuenta lo siguiente: • Conozca anticipadamente el manuscrito de duda. • Determine con qué elemento escritor fue elaborado (lápiz, bolígrafo, estilógrafo). • Cuál fue el estilo de letra usado (imprenta, cursiva, mayúscula, minúscula). • Clase de contenido (firmas, palabras, números). • Tipo de papel (lineado, cuadriculado, en blanco, etc.). Doctrina y Defensa • No le muestre en ningún momento al muestradante los manuscritos cuestionados. • Ubique al muestradante de manera cómoda, en un espacio adecuado. • Entréguele un elemento escritor similar al usado en el documento de duda, y papel en blanco. • Sin hacer sugerencias (tipo de letra o tamaño), dígale que elabore una autobiografía (edad, estudios, enfermedades o accidentes que ha sufrido, lugares que conoce, actividades que realiza, etc.); también puede pedirle que transcriba un párrafo de un periódico. • Díctele un texto diferente del dubitado, intercalando palabras del escrito cuestionado. • Ahora proceda a recepcionar el escrito dubitado, varias veces, en el mismo tipo de letra. • Haga que el amanuense repita todo el material dudoso (texto, firmas, número de cédula.). • Si la escritura dudosa es cursiva, obtenga muestras similares. • Si se encuentra en letra tipo imprenta, obtenga muestras en esta clase de letra. • Si el manuscrito cuestionado es una combinación en letra cursiva e imprenta, obtenga las muestras en el mismo estilo caligráfico. • Obtenga la escritura en papel similar; si el escrito o firma cuestionada se encuentran en documentos pre-impresos, en lo posible obtenga muestras en el mismo tipo de formatos, por ejemplo, letras de cambio, cheques. • No oriente al amanuense acerca de ortografía, puntuación y acentos. • obtenga por lo menos un folio con la mano menos hábil. • Cuando se trata de firmas solicite al muestradante que plasme las firmas que ha utilizado en las diferentes épocas, e igualmente si utiliza firmas abreviadas. • Si se trata de rúbricas (firmas que carecen de signos alfabéticos), dígale al muestradante que invente firmas. • Si el documento cuestionado contiene números, pida al muestradante que elabore algunas operaciones matemáticas, donde se utilicen los mismos dígitos. Muestras de documentos. Para que los documentos ofrezcan un mejor resultado en el caso de estos tipos de estudios, es indispensable tener en cuenta: • Que sean originales • Que presenten iguales aspectos físicos, es decir, formato, diseño, sustrato deben ser similares. 61 La Defensa No. 8 • Que sean contemporáneos o de una misma época de fabricación (llámese impresión y/o elaboración) • Que contengan iguales características de seguridad. De los anteriores aspectos depende un mejor desempeño para los casos que impliquen estudios GRAFOLÓGICOS y DOCUMENTOLOGICOS, y las conclusiones de fondo acordes con la realidad técnica coadyuvarán en la estructuración de la teoría del caso más conveniente a la defensa. Bibliografía. Hernán A. Wallece. Pericias caligráficas, Editorial TRES EMES. B Aires. Luis Gonzalo Velásquez Posada. El Dictamen Grafotécnico. Librería del Profesional, Segunda edición. 62 Luis Gonzalo Velásquez Posada. Falsedad Documental y Laboratorio Forense. 2005. Notas Pedagógicas Elibardo Sotelo, Carlos E. Sánchez (Grafólogos) Contra punto Contra punto EL CONOCIMIENTO PREVIO DE LOS FUNDAMENTOS PROBATORIOS PARA EL EJERCICIO DEL DERECHO DE DEFENSA Por Pablo Elías González Monguí38 El procedimiento de la Ley 600 de 2000, en los territorios en que continúa vigente y para los casos anteriores al comienzo de la vigencia de la Ley 906 de 2004, permite el conocimiento de los actos de investigación, los elementos materiales probatorios y los experticios, desde el momento en que aparece una persona como potencialmente investigable, de tal forma que todo implicado tiene derecho a conocer los fundamentos probatorios de la imputación específica, desde antes de rendir versión libre o de rendir indagatoria y por tanto sabe de antemano de cuáles pruebas tiene que defenderse. En el expediente se acumulan todas las pruebas a favor y en contra del investigado, como por ejemplo, en un caso de homicidio, el acto de inspección al lugar del hecho, la necropsia realizada por el Instituto de Medicina Legal, las valoraciones psicológicas o psiquiátricas que haya realizado a algún investigado, los dictámenes de balística o de lofoscopia, los exámenes de toxicología en la víctima, es decir, tiene la oportunidad de conocer, previamente, todos los experticios que hayan sido realizados. Lo mismo sucede frente a otros delitos, en que los dictámenes periciales son necesarios para determinar la falsedad del documento o del papel moneda, la corrupción o falsificación de alimentos o medicamentos, la reproducción sin autorización de los audiogramas, videogramas o películas; las pruebas preliminares o de laboratorio de naturaleza química sobre las sustancias de prohibido consumo o porte, como la cocaína o heroína, de tal manera que el investigado tiene la 38 Asesor de la Unidad de Investigación Criminal del Sistema Nacional de Defensoría Pública. 65 La Defensa No. 8 oportunidad de conocer, desde un comienzo, los fundamentos probatorios de la posible imputación específica, desde antes que esta se realice. Teniendo en cuenta el alcance que en esta materia le ha dado la Corte Constitucional a la Ley 600 de 2000, el acceso al expediente resulta necesario para ejercitar el derecho de defensa. En sentencia C-033 de 200339 señaló, que no desconoce que el implicado cuenta con ciertos mecanismos que de alguna manera le permitirían ejercer su derecho a la defensa en la investigación previa, y consideró, “que el hecho de no ser sujeto procesal debido a su precario grado de vinculación a la investigación, no puede ser interpretado en el sentido de excluirlo de la facultad de ejercer en toda su dimensión sus derechos, particularmente el de contradicción y defensa, en la medida en que una restricción de esa naturaleza podría afectar de manera grave el desarrollo de las etapas subsiguientes del proceso.” Por lo tanto, aun antes de la vinculación mediante indagatoria o como persona ausente, el implicado debe tener los mismos derechos del sujeto procesal, en lo que se refiere al ejercicio del derecho de defensa y a la protección de sus derechos constitucionales. Para tal fin, el implicado debe tener acceso al expediente. En igual sentido, en la sentencia C-096 de 200340, la Corte Constitucional estudió la norma de la Ley 600 de 2004, 66 que condicionaba el acceso a las diligencias adelantadas en la investigación previa a que el imputado hubiera rendido versión libre41, “con el objeto de asegurar los intereses generales de la reserva de la investigación penal y la eficacia de la administración de justicia en la investigación de los delitos”, lo que en su entender, “colisiona con la garantía constitucional de los derechos del investigado, cuyo ejercicio debe poder hacerse incluso antes de su vinculación formal al proceso mediante indagatoria o declaratoria de persona ausente.” Dijo entonces la Corte Constitucional: “En efecto, para que la versión preliminar constituya un medio de defensa del investigado éste ha de conocer los hechos por lo cuales está rindiendo dicha versión. Sería contrario a “la igualdad de armas” que el Estado conociera todo lo que obra en contra de una persona, pero que ésta, al rendir versión preliminar, no pudiera saber qué se le imputa y en qué se basa dicha imputa39 CORTE CONSTITUCIONAL, sentencia C-.033 de 2003, MP. Eduardo Montealegre Lynnet. 40 CORTE CONSTITUCIONAL, Sentencia C-096 de 2003, M.P. Manuel José Cepeda. 41 Se trata del artículo 323, de la ley 600 de 2000. “Reserva de las diligencias. Durante la investigación previa las diligencias son reservadas, pero el defensor del imputado que rindió versión preliminar, tiene derecho a conocerlas y a que se le expidan copias.” La parte subrayada fue demandada. Contra punto ción. También sería incompatible con dicho principio que la investigación pudiera adelantarse indefinidamente de manera reservada, incluso después de que se puede configurar una imputación específica con base en pruebas sólidas, hasta que el Estado, representado por el fiscal competente, decida que ya existe mérito suficiente para llamar a indagatoria o, inclusive, para acusar. Ello no se ajustaría al principio de la buena fe que exige un mínimo de lealtad procesal.42” Resolvió la Corte en la citada providencia, que antes de la recepción de la versión preliminar debe informarse al investigado sobre el delito que se le imputa, así como los fundamentos probatorios de dicha imputación específica. Esto, en virtud de que el imputado tiene derecho, desde el momento mismo de la existencia de tal imputación, a conocer cuál es la imputación específica en su contra y cuáles son los elementos probatorios en que se funda. Este derecho se encuentra, como ya lo manifestó esa Corporación, en los derechos a la defensa y al debido proceso, para cuyo ejercicio se hace necesario acceder al expediente. Se supone que, con el advenimiento del sistema procesal acusatorio de la Ley 906 de 2004, las garantías procesales han mejorado, porque ese fue el principal fundamento para la reforma, al cambiar las imperfecciones del sistema anterior y volverlo más garantista. Siguiendo el criterio del mantenimiento o mejoramiento de las garantías procesales -porque en esa materia la Constitución Política sigue siendo la de 1991-, la Corte Constitucional se ha pronunciado indicando que el derecho de defensa se puede ejercer por parte del implicado o indiciado, desde antes de la formulación de la imputación43. “El derecho al debido proceso contiene en su núcleo esencial el derecho a conocer tan pronto como sea posible la imputación o la existencia de una investigación penal en curso - previa o formal-, a fin de poder tomar oportunamente todas las medidas que consagre el ordenamiento en aras del derecho de defensa. Hay un derecho al proceso y a la intimidad personal y familiar. Pero, antes, inclusive, la dignidad de la per42 En la sentencia C-096 de 2003, “la Corte encuentra que si bien es constitucionalmente posible establecer en materia penal la reserva de las diligencias que se adelanten durante la etapa de investigación preliminar, el imputado tiene derecho a conocer de la imputación específica que existe en su contra y de los fundamentos probatorios que la respaldan, antes de rendir versión preliminar. En consecuencia, la Corte procederá a declarar la exequibilidad condicionada de la expresión “que rindió versión preliminar” en el entendido de que antes de la recepción de la versión preliminar debe informarse al investigado sobre el delito que se le imputa, así como permitirle conocer los fundamentos probatorios de dicha imputación específica.” 43 CORTE CONSTITUCIONAL, Sentencia C-799 del 2 de agosto de 2005. MP. Jaime Araújo Rentería. 67 La Defensa No. 8 sona humana postula la existencia del derecho a ser sujeto del proceso y no simplemente objeto del mismo44”. Para el ejercicio del derecho de defensa con antelación a la imputación, debe conocerse por parte del presunto implicado, cuáles son los fundamentos probatorios específicos que permitieron iniciar la investigación en su contra y por tanto, esto significa conocer cuáles son los elementos materiales probatorios o medios cognoscitivos que se han producido, particularmente diligenciamientos como los relativos a la inspección en el lugar de los hechos, la necropsia del cadáver en un homicidio o el examen médico legal de la víctima en las lesiones personales o los delitos sexuales, como también los experticios técnico-científicos que se produzcan según el tipo de delito que se investiga, porque el indiciado tiene la facultad, desde antes de la formulación de la imputación, de ejercer el derecho de contradicción o prepararse para ello, o también definir, para el momento en que se realice la imputación, si admite los cargos o asume la estratregia de refutación de los mismos, razón por la cual debe conocer de antemano cuáles son los fundamentos probatorios de la investigación o de la imputación específica. Entiendo que la filosofía del sistema acusatorio no es la de tratar de sorprender en audiencia preliminar, con una imputación contra una persona que desconozca los medios cognoscitivos o los elementos materiales probatorios 68 que la sustentan, porque resultaría más garantista el proceso escrito de la Ley 600 de 2000, que el de la Ley 906 de 2004, e incluso significaría que la recolección de los elementos materiales probatorios se realiza en forma secreta y a espaldas del indiciado. Lo contrario a lo dicho, significaría en la práctica, el desconocimiento al derecho de conocer, previamente, los fundamentos probatorios de la indagación, y el derecho de defensa en la práctica sería una ilusión. Algunos se escudan en la inexistencia de expediente, como en efecto sucede, para negarse a permitirle conocer al implicado los fundamentos probatorios específicos que tiene la Fiscalía en su contra; pero esto no es disculpa, porque de todas formas la Fiscalía ha recolectado unos medios cognoscitivos de los cuales seguramente tendrá que defenderse el implicado, y ocultárselos significa que no pueda ejercer el derecho de defensa. Se ha llegado incluso al extremo de no darles a conocer a las víctimas las actividades que está realizando la Fiscalía o los elementos materiales probatorios recolectados, lo que significa no permitirles que puedan colaborar con la investigación, porque desconocen qué tan avanzada está la investigación que adelanta dicho ente y las necesidades probatorias que tiene su investigación. El celo extremo ha llevado a la Fiscalía a que el manejo 44 Ibídem. Contra punto de los elementos materiales probatorios sea oculto, aun después de haberse recolectado, por ejemplo, como si la necropsia o los experticios fueran su propiedad particular y los ases en la manga, que por lo apremiante del tiempo, la defensa no tendría la oportunidad de refutar. Si el sistema acusatorio es más garantista, no entiendo entonces, por qué en algunas ocasiones se oculta al indiciado o se niegan a darles a conocer, por parte de la Fiscalía o del Instituto de Medicina Legal, aun después de la imputación, dictámenes o elementos materiales probatorios, incluso aquellos que podrían cambiar el rumbo de la investigación o suministrar elementos de juicio para la defensa, si se trata de una investigación objetiva y transparente, como lo exige la Ley 906 de 2004, con el respeto debido al derecho de defensa. No encuentro razón alguna para que se manejen en forma reservada elementos materiales probatorios, que deben ser de conocimiento común a las partes, como si se tratara de sorprender al indiciado o imputado, para que por razones de tiempo no pueda ejercer su defensa, o que lo pueda hacer días después de que se han vulnerado derechos como la libertad, o ha llevado a la realización de procedimientos equivocados, como sucedió en un caso, en que pese al conocimiento que la Fiscalía tenía de un dictamen psiquiátrico que conducía a una conclusión de inimputabilidad, no dijo nada pero presentó la imputación y la situación no hubiera variado, si el defensor público no se hubiera enterado, después de la imputación y de la aceptación de cargos por la inimputable, sobre la existencia de ese dictamen y las condiciones de su defendida, de incapacidad mental para aceptar cargos. La consecuencia del planteamiento de la Corte Constitucional conduce obligatoriamente a que los elementos materiales probatorios que recolecta la policía judicial en la indagación o los experticios realizados por el Instituto de Medicina Legal o por cualquier entidad por solicitud de la Fiscalía General de la Nación, salvo los que tienen un carácter reservado, como las interceptaciones telefónicas, pueden ser conocidos por el indiciado, aun antes de la imputación, porque el reconocérsele al indiciado el derecho de defensa en esta etapa, implica reconocerle el derecho a conocer los fundamentos probatorios de la investigación en su contra para poder defenderse antes y después de la imputación. 69 Ex Ex fronteras fronteras INFLUENCIA DE LAS CONDICIONES DE MARGINALIDAD Y CONSUMO DE ESTUPEFACIENTES EN LA COMISIÓN DE DELITOS. DETERMINACIÓN DE LA RESPONSABILIDAD PENAL Por Regina Caraballo45 El Artículo 56 de la ley 599 del 24 de julio de 2000 (Código Penal Colombiano) contempla la atenuación de la pena cuando el delito ha sido cometido en condiciones de marginalidad y extrema pobreza46. La falta de oportunidades, la carencia de los recursos mínimos para garantizar el diario vivir, son condiciones que marginan a las personas dentro de su entorno sociocultural. Con respecto al homicidio culposo, la pena se agrava cuando la conducta se produce bajo la influencia de sustancias psicotrópicas o bebidas embriagantes47. El consumo incontrolado de sustancias psicoactivas, narcóticas, y bebidas alcohólicas desencadena reacciones violentas en las personas, que ceden a 45 Bacterióloga y Ocupacional. 46 Ley 599 de 2000 (Código Penal)..ARTÍCULO 56. El que realice la conducta punible bajo la influencia de profundas situaciones de marginalidad, ignorancia o pobreza extremas, en cuanto hayan influido directamente en la ejecución de la conducta punible y no tengan la entidad suficiente para excluir la responsabilidad, incurrirá en pena no mayor de la mitad del máximo, ni menor de la sexta parte del mínimo de la señalada en la respectiva disposición. Diario Oficial No 44.097 de 24 de julio del 2000. 47 Ley 599 de 2000 (Código Penal).ARTICULO 110. CIRCUNSTANCIAS DE AGRAVACION PUNITIVA PARA EL HOMICIDIO CULPOSO. La pena prevista en el artículo anterior se aumentará de una sexta parte a la mitad, en los siguientes casos: Laboratorista clínica. Especialista en Gerencia en Salud 1. Si al momento de cometer la conducta el agente se encontraba bajo el influjo de bebida embriagante o de droga o sustancia que produzca dependencia física o síquica y ello haya sido determinante para su ocurrencia. 2. Si el agente abandona sin justa causa el lugar de la comisión de la conducta. Diario Oficial No 44.097 de 24 de julio del 2000. 73 La Defensa No. 8 las adicciones debido a conflictos en la vida personal, familiar y económica, que pueden mermar la capacidad de comprensión de las personas. “La agresividad es innata, pero la violencia es aprendida”, afirma Juan Romero Rodríguez. “La primera sirve para mantener la supervivencia, pero se puede convertir en algo patológico. Es en este instante donde la educación influye. La zona prefrontal del cerebro es la que reprime los actos más violentos. En muchos presos habría que investigar si tienen dañada alguna región cerebral o si poseen alteraciones biológicas que les predisponen a la violencia”48. En algunos estudios la violencia ha sido relacionada con la segregación de testosterona49; sentimientos de odio o profunda frustración pueden estimular la liberación de dicha hormona, lo que se traduce en actos de violencia y depredación innecesarios50. En la comisión de delitos es común encontrar la influencia del consumo frecuente de tóxicos. Son muchos los factores afectivos, económicos, sociales y culturales que inclinan a una persona a consumir drogas. El abandono, la desintegración familiar, el desempleo, el hambre, la falta de oportunidades de desarrollo, la violencia, son muchos de los conflictos que se relacionan conla drogadicción, especialmente en los jóvenes. En Colombia, el conflicto entre los diferentes grupos armados y el negocio de la droga (en todas sus etapas) son 74 situaciones que han afectado considerablemente a la población civil, y provocado el desplazamiento de miles de personas desde las zonas rurales y los municipios hacia las grandes ciudades, a causa de amenazas contra la vida, la dignidad y la familia. Entonces abandonan todos sus bienes muebles e inmuebles y a muchos seres queridos, y llegan a los sectores periféricos marginales de la ciudad a vivir en condiciones de hacinamiento, hambre, inseguridad, explotación e indigencia. En este contexto problemático, los jóvenes vienen con la expectativa de una mejor vida, pero se encuentran “con la única alternativa de tener un arma en sus manos o pasar hambre, entonces terminan consumiendo sustancias para delinquir y delinquen para consumir sustancias.’ ‘...debido a que en principio llegan a una ciudad que ya tiene mucha tradición, entonces un principiante es carne de cañón de cualquier expendedor. Y entre más pobre mejor porque fuera 48 Alberto Bartolomé. sicología en las cárceles: a cada delincuente, su terapia adaptada. www. diariomedico.com/edicion/diario_medico/entorno/es/desarrollo/674484.html - 91k 49 Elvira Fernández .Cerebro ¿Un cerebro diseñado para la violencia?. Ciencia digital- 06.05.2002 -www.genaltruista.com/notas2/00000491.htm 46k 50 MYRIAM LÓPEZ BLANCO, ENDOCRINOLOGÍA Violencia en la sangre La testosterona provoca agresividad en las mujeres encarceladas .C/ Pradillo, 42. 28002 Madrid, ESPAÑA Ex fronteras de que se vuelve comprador se vuelve expendedor”51. Cuando no se entra en este círculo de las drogas y al alcoholismo, las posibilidades de sobrevivir con éxito a la realidad son mayores; cuando los hijos son la fuente de ingresos a su hogar se convierten en el soporte de su familia. Si la voluntad es débil, este soporte puede fácilmente caer en el vicio, la familia y lo poco o mucho que se ha logrado reconstruir se viene abajo y el individuo puede ser arrastrado a la indigencia. Es evidente que la droga es un factor que detiene el progreso de la persona, de la familia y de toda la comunidad, incluyendo su barrio, pues un drogadicto puede convertirse en un expendedor. Varias tesis antropológicas sugieren que las comunidades indígenas que tienen uso de plantas con algún efecto alucinógeno o algún efecto estimulante, no tienen la misma trayectoria histórica que las que no las usan. Hay comunidades indígenas en las cuales las sustancias sicoactivas no hacen parte de su riqueza y de su tradición cultural; suelen ser estas culturas las de mayor trascendencia histórica, las que más se perpetúan y consiguen extender sus tradiciones. Algunos antropólogos consideran que la fuerte tendencia hacia el consumo tradicional de la coca impidió que el Imperio Inca perdurara, y ayudó a que fuera arrasado. La cultura Huitota podría ser hoy muy sobresaliente, pero según estas teorías, el “mambeo” de la coca la estancó. “Es interesante concebir cómo el fracaso cultural de un grupo social está influenciado por las sustancias que normalmente utiliza. Si lo vemos así, y en el contexto de la pobreza bogotana me parece muy claro, la droga va a impedir que la juventud desarrolle habilidades para enfrentar una ciudad, para enfrentar las condiciones de pobreza y básicamente no tendremos jóvenes a futuro que asuman una responsabilidad sana frente a una familia, a un trabajo, porque no les quedó más alternativa que fumarse su vida hasta los 18 o 20 años”52. En toda Centroamérica se han propagado los actos de violencia e inseguridad protagonizados por las maras. Así se denominan las peligrosas pandillas de Centroamérica, resultantes de la crisis social por la que atraviesan los países de esa región azotados por la pobreza, marginalidad, falta de educación, individualismo, el éxito medido en términos económicos y la competencia salvaje. La denominación “mara” alude a la “hormiga marabunta” que ataca en grupo. Hay reportes de diferentes países a lo largo del continente, acerca del surgi51 Entrevista para este artículo concedida por Roberto Sicard, Coordinador de la Casa de los Derechos Humanos de Altos de Cazucá, (Convenio Defensoría – ACNUR), Noviembre de 2005. Soacha, Cundinamarca. 52 Ibíd. 75 La Defensa No. 8 miento de pandillas que imitan el estilo de las maras, que se caracterizan por su ferocidad, el uso de armas y el consumo de drogas desde las más básicas hasta las más complejas. Aspiran pegamento pero también utilizan drogas como la marihuana, la cocaína, el crack, las anfetaminas, la heroína y alcohol (cerveza, ron, tequila, aguardiente, entro otros). Consumen estos tóxicos para cometer graves delitos. Los patrones diagnósticos de los consumidores varían de acuerdo con las condiciones socioeconómicas del individuo. Existen varias clasificaciones de los estupefacientes: hay de origen vegetal, animal, sintético, puros, derivados y hasta reciclados. Por efecto sobre el sistema nervioso central (estimulante, alucinógeno, depresor), por origen (vegetal, animal, sintético) y por presentación (base, cápsula, gragea, cristales, comprimidos, tabletas, polvo, líquido). Los consumidores con mayor disponibilidad de dinero utilizan principalmente las drogas estimulantes, mientras que las clases pobres y marginales pueden acceder sólo a los depresores y alucinógenos. Otro factor determinante en el uso o consumo de estupefacientes es el acceso a los servicios de desintoxicación y rehabilitación. En Colombia hay varias ONG que brindan apoyo a quienes no poseen los recursos. Sin embargo, sólo quienes pueden pagar reciben atención completa. Esto marca la diferencia en lo relativo a la evolución de la adicción; no será igual la historia 76 toxicológica de una persona que ha recibido un tratamiento adecuado, que la de aquella que nunca lo ha recibido, es decir, las poblaciones marginales. Autoridades Distritales y Nacionales publicaron en junio de 2005 un informe de riesgo acerca de la problemática social de la localidad de Rafael Uribe Uribe de Bogotá. A continuación se transcriben las conclusiones de dicho informe: “1. El elevado incremento del homicidio en san Cristóbal, requiere de un estudio focalizado que permita hacer seguimiento más allá de la noticia criminal, se requiere conocer del proceso judicial para caracterizar más que el día, la hora, los motivos y el arma homicida. Se requiere conocer el perfil criminológico de la víctima y el victimario para comprender de manera efectiva las causas y así llegar a modificarlas para reducir la tendencia criminal. 2. La violencia intrafamiliar se ha constituido en un problema de salud pública que, además de afectar la dignidad humana, se convierte en un factor generador de violencia, en la cual los individuos aceptan o replican el maltrato a otras personas. Si se considera la convivencia como base de la seguridad ciudadana, la Secretaría de Salud debe intervenir para que estos problemas no se conviertan en delito. Ex fronteras 3. El narcotráfico es un factor que contribuye a incrementar el homicidio, las estructuras mafiosas se encuentran ligadas a los grupos alzados en armas, que justifican su vinculación como método de financiación en la degradación del conflicto armado interno. Los enfrentamientos armados por consolidar mercados ilegales, el consumo de sustancias psicotrópicas en la juventud y los problemas de salud pública que origina, hacen de esta modalidad delictiva el epicentro de otros fenómenos criminales. En nuestro país, el narcotráfico ha sido abordado como un problema de orden público cuya esfera le pertenece a la seguridad pública; sin embargo, no se puede limitar específicamente a este campo; debe ser asumido también como un problema de seguridad ciudadana. 4. Se deben focalizar esfuerzos coordinados a solucionar la compleja problemática de la juventud en la localidad. Las primeras manifestaciones se presentan con la violencia intrafamiliar, seguida de riñas en los colegios y conformación de pandillas, que se disputan por el control territorial. Los jóvenes también son víctimas de reclutamiento forzoso de la guerrilla y los paramilitares según denuncian las ONGs que trabajan en el sector. Por otra parte, se presentan pro- blemas asociados al consumo de drogas y licor”53. Estas conclusiones confirman la relación existente entre los factores relacionados con la marginalidad, el uso de sustancias psicoactivas y el delito. Las difíciles condiciones sociales del sector están asociadas al desplazamiento forzado, la presencia de actores armados al margen de la ley, la influencia del tráfico de estupefacientes, la vinculación de jóvenes marginados en busca de posibilidades de desarrollo, en el negocio de las drogas, el aumento de los casos de homicidio relacionados directa o indirectamente con la venta y el consumo de estupefacientes. También alertan sobre la necesidad de evaluar efectivamente el perfil de las víctimas y los victimarios. En otro aparte del informe, relacionado con la problemática de las drogas en dicha localidad, se hace énfasis en la inconsciencia de los jóvenes acerca de las consecuencias sociales y los efectos nocivos para su propia vida, del tráfico y consumo de drogas. El uso frecuente o excesivo de estupefacientes genera efectos para la salud física y mental del individuo: 53 SUIVD- Diagnóstico de convivencia y seguridad ciudadana en Rafael Uribe Uribe. Sistema Unificado de Información de Violencia y Delincuencia (SUIVD). www.suivd.gov.co/G10/diagnosticosG10/sitios_diagnosticos/RafaelUribe/ diagnosticos/diagnostico2005.htm 77 La Defensa No. 8 1. HÁBITO: Uso repetido de la droga 2. ADICCIÓN: Estado en el que el individuo abusa de la droga, perdiendo la voluntad y el dominio sobre ella y sobre su propia salud. 3. DEPENDENCIA FÍSICA: Necesidad física de la droga para que el organismo funcione “normalmente” 4. DEPENDENCIA SICOLÓGICA: Necesidad sicológica de la droga que brinda la sensación de placer. 5. TRABA: Estado de inicio de la drogadicción en el que el individuo se aleja de la realidad. 6. PERÍODO DE ABSTINENCIA: Manifestaciones físicas presentes al suspender la droga, que cesan una vez se administra. 7. SÍNDROME DE ABSTINENCIA: Alteración de la conducta después de haber suspendido el consumo 8. PSICOSIS TÓXICA: Se debilitan las funciones intelectuales por acción del tóxico 9. PSICOSIS CRÓNICA: Episodios de psicosis crónicas. 10. TOLERANCIA: La dosis inicial es insuficiente para generar el mismo efecto. Necesidad de aumentar la dosis o la cantidad de ingestas. 11. SÍNDROME CEREBRAL ORGÁNICO: Depresión reversible o destrucción irreversible de las neuronas 78 12. ESTIMULANTES DEL SISTEMA NERVIOSO CENTRAL: (Cocaína, Anfetaminas). Aumentan la actividad cardiovascular y respiratoria, la contracción muscular y estimulan el sistema endocrino. Aumenta la excitación sexual. Aumenta azúcar en sangre, tensión arterial, y ritmo cardíaco. Hay mayor oxigenación de la sangre. A largo plazo se pueden presentar desórdenes de la nutrición, de la piel, y excitabilidad. La hiperactividad cardiovascular produce desgaste de las paredes de los vasos sanguíneos, por lo que se pueden presentar cardiopatías y hemorragias. Los estimulantes generan hábito psicológico y tolerancia. 13. DEPRESORES DEL SISTEMA NERVIOSO CENTRAL: (Alcohol, Barbitúricos, Tranquilizantes, Narcóticos-morfina, codeína): Inhiben la emisión de las señales nerviosas a la corteza cerebral, y generan un estado de letargo, somnolencia y debilidad. Se reduce la tensión arterial, la actividad metabólica es baja, y favorece la acumulación de grasa en los tejidos, y reduce el deseo sexual. A largo plazo se produce obesidad, hipotensión, diabetes, daño hepático, daño cerebral, letargo, esterilidad, impotencia, coma, muerte. Generan dependencia física y sicológica, tolerancia, síndrome de abstinencia. El alcohol primero actúa en una fase de Ex fronteras desinhibición y euforia. Una vez saturado el organismo, el efecto es depresor. A largo plazo puede producir delirium tremens . petróleo necesarios en múltiples actividades de la vida diaria, razón por la cual su comercialización no tiene ninguna restricción. Además, su bajo costo facilita que personas en estado de mendicidad o indigencia los consigan para consumo por inhalación. Los pegamentos son depresores del sistema nervioso central. Son mucolíticos, es decir que corroen las superficies mucosas del cuerpo; destruyen la corteza cerebral, los tejidos del árbol bronquial, los pulmones, la mucosa gástrica e intestinal. Tienen efectos depresores del sistema nervioso central y generan síndrome de abstinencia, alucinaciones y psicosis55. 14. ALUCINÓGENOS: (LSD, Mescalina, Hongos, Marihuana, THC, Hachis). Producen pérdida de la percepción de la realidad objetiva, psicosis esquizofrenoide, pánico, decepción, fatiga. Generan hábito psicológico moderado. La marihuana no crea dependencia física ni tolerancia. Tras su consumo habitual puede haber regeneración total de la persona. 15. El bazuco, altamente perjudicial para la salud, se deriva de la síntesis de la cocaína en clorhidrato de cocaína. Es un producto de desecho de este proceso, que contiene gasolina roja, soda cáustica, permanganato de potasio, ácido sulfúrico y plomo. Los expendedores lo rinden con polvo de ladrillo, tiza, ajax, cal, talcos o harinas. Su efecto se produce por etapas: primero presenta efecto estimulante del sistema nervioso central (euforia), luego de haberlo fumado varias horas el efecto es depresor (disforia) e inmediatamente después el efecto es alucinógeno (alucinaciones, psicosis, paranoia) caracterizado por agresividad, intento de homicidio y suicidio54. 16. Los inhalantes o pegamentos son productos sintéticos derivados del Los tóxicos de mayor consumo en la población marginal, indigente o en extrema pobreza, por razones de costo y facilidad de acceso son: el bazuco, el 54 El delirium tremens es un síndrome grave, potencialmente letal, que ocurre en aproximadamente el 5% de los pacientes que siendo alcohólicos incurren en abstinencia súbita de alcohol. Tiene una morbilidad cercana al 10%. Su aparición se sitúa, generalmente, a las 72 horas de haber tomado la última copa de alcohol. Sin embargo, el delirium tremens puede desarrollarse sin que haya habido un cambio en el patrón de bebida. Carlos Sánchez David, MD.Oficina de Recursos Educacionales – FEPAFEM. www.aibarra.org/ Guias/10-1.htm - 11k -. 03/07/2005. 55 BERNAL ARÉVALO, Benjamín. “Técnicas de investigación Criminal en el Sistema Acusatorio”. Segunda edición. Ediciones Jurídicas Morales.ISBN 958-33-7594-2. Bogotá D.C., 13 de julio de 2005. págs. 269-296. 79 La Defensa No. 8 alcohol y los inhalantes. Para determinar la responsabilidad penal de las personas en este grupo poblacional, se deben avaluar varios factores: 1. La presencia de la adicción. Cuál o cuáles son las sustancias que consume. Cuál es el grado de adicción. Hace cuánto que es adicto a la sustancia. 2. Si al cometer el delito estaba bajo la influencia de la sustancia: el bazuco y los inhalantes generan psicosis y alucinaciones, el alcohol desinhibe, genera euforia, posteriormente depresión y delirio. Estos efectos anulan la voluntad, la comprensión, el discernimiento, y el decoro de la persona, pierde el dominio sobre su cuerpo y su mente, y aumenta la ansiedad y la agresividad 3. Si al cometer el delito no estaba bajo la influencia de la sustancia pero sí presentaba el síndrome de abstinencia. Esta situación es muy frecuente en las poblaciones en condiciones de indigencia, marginalidad o pobreza extrema dada la carencia de recursos para suplir su “necesidad”. La ausencia de las drogas mencionadas genera una conducta violenta que, además, es dolorosa. En este caso la gente no delinque por un placer sino para evitar un dolor. La persona lo ve como una condición necesaria para sobrevivir, que le genera bienestar y alivia su dolor. Su cuerpo lo obliga, carece de voluntad, no es consciente. La incapacidad para comprender la ilicitud de su conducta podría considerarse como atenuante. Un trastorno de la conducta generado por el stress producto de las condiciones indig- 80 nas de su entorno, o un trastorno psicológico asociado a las condiciones de marginalidad y a los efectos del síndrome de abstinencia puede, incluso, eximir al acusado de responsabilidad. En España, hay jurisprudencia relacionada con la atenuación de la pena cuando la conducta ha sido influenciada por el síndrome de abstinencia. Una Sentencia de 22 de mayo de 1998, del Tribunal Supremo de España exime completamente de responsabilidad penal cuando el síndrome de abstinencia a causa de la dependencia impida en todo caso comprender la ilicitud del hecho o actuar conforme a esa comprensión. La atenuación precisa una profunda perturbación que disminuya sensiblemente la capacidad culpabilística sin anularla, es decir, aun conservando la apreciación sobre la antijuridicidad del hecho; la influencia de la droga puede manifestarse tanto por la previa ingestión o por el hábito generado por su consumo que lleva a la ansiedad, irritabilidad o vehemencia incontrolada como manifestación de una personalidad conflictiva; es también aplicable cuando la acción delictiva venga determinada por un severo síndrome y concurra alguna deficiencia psíquica, o cuando la adicción haya provocado un deterioro de la personalidad que disminuya en forma notoria la capacidad de autorregulación del sujeto56. 56 DOCTRINA GENERAL EN TORNO A LA DROGADICCION y Nuevo CP: LA REVISTILLA - nº 6. Publicación de la Sección Jurídica del Departamento de Pastoral Penitenciaria Católica. Universidad Carlos III de Madrid. Pascua de resurrección 2001. Ex fronteras ABORDAJE PSICO-FORENSE EN LA INVESTIGACIÓN DEL DELITO SEXUAL: LIMITACIONES DEL PROCESO DENTRO DE LA LABOR DEFENSORIAL Por Ps. Marisol Santana Suetta57 El abuso sexual como problemática social y jurídica ha provocado por parte de diferentes profesionales la ardua labor de dirigir sus esfuerzos hacia este síntoma del tejido social. En el campo jurídico son muchas las demandas que día a día convierten este tema en una preocupación pública y profesional. Cada vez más se develan los diferentes matices que se desprenden de este problema y las infaustas consecuencias para nuestra infancia, sin contar, por su puesto, con que el número de víctimas afectadas por este síntoma se ha ido extendiendo e incrementando. Desde el punto de vista jurídico, el abordaje de esta problemática se torna complejo; en la mayoría de los casos aparecen elementos que acrecientan la dificultad de la labor investigativa y la probabilidad de un mal abordaje de la situación. A lo largo del tiempo el manejo jurídico del abuso sexual se ha enfocado con diferentes lógicas. En un comienzo prevalecía una actitud escéptica frente a la evidencia y frente a las declaraciones infantiles que mostraban la posibilidad del abuso sexual. Pese a que esta actitud se ha mantenido viva en algunos contextos, las investigaciones al respecto y el esfuerzo de algunas disciplinas han llevado a quitarles valor a esos marcos en estas últimas décadas. Lo anterior se ve reflejado en el incremento de denuncias de casos de abuso sexual, sin que la ocurrencia del problema baje en sus estadísticas. 57 Especialista en psicología jurídica. Miembro de la Asociación Colombiana de Psicología Jurídica y Forense. Adscrita al convenio Asociación Colombiana de Psicología Jurídica y Forense y Defensoría del Pueblo para el desempeño de labores en el campo de la psicología jurídica. 81 La Defensa No. 8 La psicología forense surge como un campo de aplicación del conocimiento psicológico al campo jurídico, específicamente en el contexto forense. La evaluación forense en casos de presunta violencia sexual permite evaluar la credibilidad del testimonio en menores. No es la credibilidad de la persona lo que se evalúa, sino la credibilidad del testimonio para el caso concreto, lo que interesa en las decisiones judiciales. Al hablar de credibilidad se hace referencia a la fiabilidad del testimonio, si lo que el menor dice es lo que realmente ocurrió. Es el grado de exactitud que le atribuye a un testigo o a un testimonio (Juárez López, 2004). Un testimonio es creíble si se basa en los hechos que el narrador ha experimentado directamente; no lo es si se basa en invenciones, sugestiones, o hechos narrados por una tercera persona que los memorizó. La entrevista psicológica forense aparece como una herramienta para obtener de manera imparcial la declaración de un menor, de manera que aporte a la toma justa de decisiones en los sistemas de justicia. Su objetivo estriba en aprovechar al máximo las capacidades del menor, evitando los problemas derivados de sus limitaciones. La investigación ha desarrollado diferentes técnicas de entrevista para menores que presuntamente han sido objeto de violencia sexual; también se han elaborado técnicas de asistencia a la memoria, que pretenden aumentar la calidad y la cantidad de información obtenida de víctimas y testigos de crímenes. Cada vez más se eleva el número de casos en que el testimonio es la única evidencia con que se cuenta para confirmar o rebatir la existencia del abuso sexual. Por esto la necesidad de crear procedimientos que permitan evaluar en qué medida el testimonio del menor se ajusta a los hechos. Lo anterior permite vislumbrar que frente al manejo psicológico en casos de delito sexual, la labor debe apuntar a evaluar la credibilidad del testimonio del menor cuando se tiene acceso a éste. En caso contrario se debe retomar cualquier evaluación a entrevista psicológica realizada al menor por otras entidades, para así poder realizar una evaluación minuciosa del informe con el objetivo de develar inconsistencias teóricas, metodológicas y mala praxis dentro de la realización de la entrevista al menor. Dentro de los procesos propios del psicólogo forense se halla la elaboración de peritajes, procedimiento con que se realiza una evaluación psicológica de las partes en conflicto para que se tomen decisiones de orden judicial relacionadas con el derecho civil, penal, administrativo, laboral, penal militar. Uno de los temores que sobrevienen con la recepción de la solicitud pericial en los casos de delito sexual es revictimizar al menor. Al ser sometido a una entrevista en que necesariamente se abordará el tema objeto de investigación el menor reexperimentará el suceso traumático58. La evidente relación entre el abuso sexual 82 Ex fronteras y las posteriores consecuencias psicológicas, son ampliamente reconocidas y desarrolladas hoy en día e, incluso, diagnosticadas bajo el concepto de situación traumática. Al hablar de revictimización, se hace referencia a lo que la victimología ha denominado como victimización secundaria, es decir, aquella que se deriva de las relaciones de la víctima con el sistema jurídico penal59. Lo anterior persiste y se hace evidente dentro de la labor pericial psicológica en el ámbito defensorial, porque como se sabe, en los casos en que se logra tener acceso al menor para evaluar su testimonio, éste ya ha pasado por un sin-número de situaciones que lo han llevado a reexperimentar el suceso traumático. consigo respuestas contaminadas: aparecen en el relato detalles que quizás no provengan de la vivencia del menor. La introducción de preguntas cuyas respuestas admiten pocos grados de libertad puede alterar el recuerdo subsecuente de los hechos, así como generar aquiescencia60. Es necesario examinar la manera de conducir la entrevista, ya que la presencia de sugerencias no-intencionadas, preguntas directivas, presiones del interrogador sobre el menor, interrupciones, refuerzo selectivo de ciertas 58 “Acontecimiento estresante y extremadamente traumático, donde el individuo se ve envuelto en hechos que representan un peligro real para su vida o cualquier otra amenaza para su integridad física ; el individuo es testigo de un acontecimiento donde se producen muertes, heridas o existe una amenaza para la vida de otras personas; o bien, el individuo conoce a través de otras personas cercanas acontecimientos que implican muertes inesperadas o violentas, daño serio o peligro de muerte o heridas graves. La respuesta del sujeto a este acontecimiento debe incluir temor, desesperanza y horrores intensos (o en los niños, un comportamiento desestructurado o agitado)”. Juárez López, Joseph Ramón (2004). La credibilidad del Testimonio Infantil ante supuestos de abuso sexual. Tesis Doctoral. Universidad de Girona. ( retomado del DSM-IV Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales) 59 Investigaciones del Instituto de Victimología, Madrid. Los proyectos Fénix I y II forman parte de un programa de investigación en el campo del estrés postraumático, que comienza en el año 1986 y se extiende hasta la actualidad. Artículo tomado de Internet. 60 Juárez López, Joseph Ramón (2004). La credibilidad del Testimonio Infantil ante supuestos de abuso sexual. Tesis Doctoral. Universidad de Girona. Sólo en determinadas ocasiones se tiene acceso al menor, víctima del presunto hecho, y cuando se logra efectuar una entrevista con el objetivo de evaluar el testimonio, el perito se ve enfrentado a una serie de restricciones. Uno de esos obstáculos es el paso del tiempo a que ha estado sujeto el relato; además, en la mayoría de los casos, el menor lo ha tenido que repetir una y otra vez a diferentes profesionales que participan en la investigación. Estas entrevistas previas realizadas al menor, a su vez soportan nuevos retos. Se sabe de antemano que muy pocos profesionales se encuentran capacitados para realizar una entrevista totalmente ajena a estrategias que disminuyan la exactitud de la información del menor. En la mayoría de los casos estas entrevistas traen 83 La Defensa No. 8 respuestas, uso de técnicas sugestivas o algún tipo de acercamiento pueden disminuir la calidad de la información suministrada. Este tipo de errores se ven no sólo en la entrevista realizada por el perito en psicología, sino también en las entrevistas previas a que el menor ha sido sometido. sonal, el menor puede proporcionar una declaración falsa o, pese a que declara hechos que percibió y experimentó, sus recuerdos están contaminados e influidos por factores sociales en tal forma que no es posible determinar su realidad. A estas alturas, muchas son las hipótesis que pueden analizarse. Sumado a esto, casi siempre el menor es remitido a una terapia de intervención o asesoría psicológica, lo cual le genera toda una resignificación de lo presuntamente experimentado, además de introducir una serie de detalles, como nuevas palabras en el relato del menor. Si bien, en contextos clínicos, un clima de soporte incondicional puede contribuir a alcanzar el objetivo terapéutico, los objetivos en contextos jurídicos son otros, básicamente llegar a “la verdad”, y ello exige una aproximación distinta. Es necesario tener presente que lo anterior es producto de un análisis general de la situación, pero cada caso es único y particular, y merece una evaluación diferente, encaminada a resolver estos obstáculos. Hasta acá ya tenemos tres limitantes: el paso del tiempo, la cantidad de veces en las cuales se repitió el relato y el tipo de entrevista que se suministró, y la asesoría o terapia psicológica que recibió el menor. Así las cosas, en algunos casos el menor se retracta ante el perito de la defensa, lo cual puede, de pronto, confirmar la mala praxis habida antes en la recepción del testimonio del menor. Pero ésa es tan solo una posibilidad, porque la gama es amplia: el menor puede referir acontecimientos realmente vividos o, en un intento de adaptación a la situación, el menor puede retractarse del relato suministrado en un principio o, debido a un interés per- 84 No se trata de adaptar la ley a la psicología, pero sí de intentar adaptar la ley al funcionamiento de los sujetos. Es preciso escuchar las voces de otros campos que escapan a este tipo de competencia legal, y pedir asesoramiento. Un primer paso de la psicología jurídica, y específicamente de la psicología forense, consiste en identificar estas fallas dentro de los procedimientos, y proponer soluciones. Se conoce que en países como Israel, todo menor de 15 años relacionado con alguna acción criminal, ya sea como víctima o como testigo, debe ser entrevistado antes de que pasen 72 horas desde la denuncia, pero lo más importante es que estas entrevistas deben ser grabadas en audio, y normalmente los niños ya no son interrogados de nuevo61. 61 Juárez López, Joseph Ramón (2004). La credibilidad del Testimonio Infantil ante supuestos de abuso sexual. Tesis Doctoral. Universidad de Girona. Ex fronteras En Argentina, el Ministerio Público Fiscal, específicamente la oficina de Asistencia a la Víctima del delito, por medio del Procurador General dispuso “instruir a los Sres. Fiscales para que en todos los casos en los que les corresponda intervenir a fin de dilucidar un hecho que habría tenido como víctima a un menor de edad o en el que un menor de edad deba declarar como testigo, adopten los siguientes recaudos:…B) En los casos en que se solicite su declaración o pericia, disponer las medidas necesarias para evitar la multiplicidad de relatos y, si fuera posible, que ésta se desarrolle en una Sala Gessel, con participación de peritos expertos en problemática infantil de sexo contrario al agresor, y se disponga su filmación por vídeo- tape. C.) Previamente a requerir la declaración de un menor de siete años de edad, se dé intervención a la citada Oficina a fin de que se expida acerca de la conveniencia de esta declaración en relación al estado psico- físico del menor. D) En la ocasión en que el Sr. Fiscal tome conocimiento de la existencia de una denuncia que involucra como víctima a un menor de edad, adopte las medidas pertinentes a fin de evitar que el niño preste declaración o sea sometido a pericia en sede policial”. En otro apartado, que hace referencia a la metodología a utilizar en el caso de recepción de testimonios de niños, agregan: “a fin de morigerar los efectos tanto psicológicos como físicos derivados de la participación del niño en el proceso, se propone que preste una sola y única declaración con los recaudos que la tornen irreproducible”62. Se hace especial mención en lograr un desarrollo idóneo en los procedimientos e impedir esencialmente la revictimización de los niños, niñas y adolescentes: “Se adoptarán todas las medidas necesarias para evitar o reducir al máximo cualquier daño psíquico o toda forma de revictimización de los niños, niñas o adolescentes víctimas. Se procurará la realización de los peritajes y/o testimonios en un solo acto. El testimonio o peritaje del niño, niña o adolescente víctima deberá ser tomado por un profesional debidamente capacitado, entrenado especialmente. La habitación en la que se lleve adelante la declaración o peritaje de la niña, niño o adolescente víctima, debe estar debidamente acondicionada con instalaciones adecuadas que garanticen su privacidad y eviten su intimidación asegurando el registro de la prueba”. Si los menores pueden ser una valiosa fuente de información para la justicia, hoy es indiscutible. El problema que se han planteado los juristas desde tiempos remotos, posiblemente mucho antes que otros profesionales relacionados con la infancia, no es estrictamente el del interés de la información infantil, sino el de su capacidad para expresarla adecuadamente. Son variadas las obras en las que establecen que el apoyo de expertos supone la necesidad de que todos los juristas y profesionales que participan en procesos infantiles tengan una formación especializada adecuada. 62 www.mpf.gov.ar 85 La Defensa No. 8 En Inglaterra, el denominado Comité Pigot propone utilizar, no un video de una sola declaración, sino una serie de ellos que permita comparar la evolución de las declaraciones infantiles. En relación con los niños víctimas/ testigos de delitos, en especial de abuso, resulta importante destacar que el espíritu de la norma jurídica debe ser resguardar su salud psíquica, y evitar los amargos interrogatorios, logrando que los niños declaren una sola vez; el juez puede analizar la declaración contenida en el casete o videocasete cuantas veces sea necesario63. La República Federal Alemana (1986) y Canadá (1987) a través de un “ Fallo de la Suprema Corte de Justicia “ y de “algunas disposiciones del Sistema Judicial Canadiense, respectivamente contemplan otros métodos y técnicas durante el testimonio de menores, tales como la grabación, audio y/o video con uso simultáneo de cámara de Gesell. Esta última técnica permitió la presencia pasivo-observadora o activa, mediatizada en este último caso a través del Interrogador Juvenil, por parte del Juez, Fiscal, Asesor de Menores, Oficial de Investigaciones, abogado defensor y cualquier otra persona facultada por el Juez para intervenir en el acto, cuyos adecuados marcos jurídicos, lingüísticos y psicológicos quedaron así fijados64. Lo anterior demuestra y hace evidente la necesidad de buscar procedimientos 86 que constituyan una respuesta adecuada a la problemática de la víctima del delito frente al proceso penal, y garanticen el pleno respeto de sus derechos evitando una segunda victimización, sin dejar a un lado y sin menoscabar los derechos de los ofensores .Con esto último, la autora se refiere a que este tipo de alternativas planteadas por otros países no sólo garantizan el pleno respeto de los derechos del menor sino, además, posibilitan un justo y debido proceso dentro de la labor defensorial. Como se dijo en un comienzo, son pocos los casos en que el perito en psicología solicitado por la defensa tiene acceso al menor víctima de violencia sexual; sin embargo, la grabación de entrevistas previas en audio y/o video, preferiblemente en video, realizadas al menor permite una adecuada y oportuna labor pericial. La información que proporciona durante la entrevista permite la aplicación de técnicas psicológicas encaminadas a evaluar el relato del menor para poder quizás eximir al menor de prestar declaración nuevamente. Es de vital importancia poder contar no sólo con el informe escrito, sino también con material audiovisual que permita acceder a la manera como el menor fue entrevistado por el otro profesional en psicología. 63 www.calp.org.ar 64 www.derechopenalonline.com Ex fronteras Lo ideal sería poder efectuar una sola entrevista al menor en una cámara de Gesell, técnica que permite la presencia pasiva-activa de otros funcionarios autorizados a intervenir dentro de la investigación; cabría la posibilidad entonces de que allí tuviera participación el perito en psicología solicitado por la defensa. Para terminar, cabe recordar que cada actuación forense requiere un estudio previo que permita decidir la pertinencia o no de lo requerido por el funcionario judicial. Sin importar de dónde provenga la solicitud del funcionario judicial (Fiscalía-defensa), el psicólogo forense debe realizar una evaluación objetiva, sin ánimo alguno de inclinarse hacia la parte que lo requiera. La realización del peritaje no debe depender de la posición política que enmarca la solicitud (acusación vrs defensa). 87 Desde Desde la barra la barra SOBRE EL ARRAIGO Y LOS DESARRAIGOS EN EL INTERÉS DEL SISTEMA DEL CONTROL SOCIAL PENAL Por: Reinere de los Ángeles Jaramillo Chaverra65 Presentación del tema y del problema Un asunto recurrente en donde está operando actualmente el sistema penal acusatorio colombiano, es que en las audiencias de solicitud de imposición de medidas de aseguramiento, dadas las circunstancias de inseguridad de las principales ciudades, quienes más han estado siendo objeto de las acciones de policía son los llamados vagabundos, “habitantes de la calle” o presuntos delincuentes sociales (vendedores ambulantes, los afectados por el desplazamiento forzado interno, los desempleados, drogadictos, prostitutas). Han dado en hacer algunos fiscales y “jueces de garantías” un uso y aplicación acrítica e irreflexiva de la privación de la libertad individual del imputado, especialmente de los llamados “habitantes de la calle”. Esgrimen el motivo de la carencia de vivienda convencional o lugar de habitación, la “falta de arraigo66 en la comunidad” lo cual, según esos criterios, los hace merecedores de detención y privación de la libertad, a fin de que se les pueda hacer comparecer en la investigación, para comunicarles las actuaciones procesales y la decisión judicial final o sentencia, según el caso. Pero, en gracia de discusión del tema, interesante sería plantearnos interrogantes convergentes: ¿En realidad, los “habitantes de 65 Abogada y socióloga, defensora pública de la regional Bogotá. 66 El arraigo está ligado a las raíces que echan las personas en los espacios (puentes, casas, calle) donde han decidido permanecer por diversas circunstancias, constituyendo ese espacio el lugar donde cotidianamente se les ubica y donde establecen relaciones de todo tipo. 91 La Defensa No. 8 la calle” no comportan “arraigo social en la comunidad”? ¿Por qué el Nuevo Sistema Penal Acusatorio tiende a constituirlos prioritariamente en la población objetivo de sus ejecutorias? ¿Qué mensaje es el de un incierto “arraigo en la comunidad”, en un país que en las últimas décadas ha estado siendo arrojado al desarraigo, donde cerca de 3 millones de compatriotas han sido arrancados por la violencia política de sus raíces campesinas, laborales, familiares, culturales, y se constituyen ahora en “nuestros” habitantes de la calle”? Expreso mi convicción de que los problemas que subyacen a estos interrogantes podrían contribuir a provisionales reflexiones en algún modo fructíferas para la labor de quienes ejercemos la defensa pública en el contexto de los nuevos escenarios del control social penal. Me propongo en las líneas que siguen presentar los caracteres del primero de los problemas, por revestir interés práctico en la labor de la defensa pública. 1. Arraigo y desarraigo como fenómeno problemático social hoy en Colombia. Si no fuera porque el argumento de “la falta de arraigo en la comunidad67” expuesto por los funcionarios de Fiscalía y jueces de garantías a la hora de definir medidas de aseguramiento del imputado, afecta uno de los más firmes principios fundantes del Estado Constitucional, uno de los más caros valo- 92 res de la modernidad, cual es el de la libertad, no estaríamos gastándole fósforo a tan difuso (en el campo jurídico) concepto del “arraigo”, el cual en nuestra dolorosa realidad colombiana ha adquirido mayor interés y sentido de ausencia. Con ocasión del drama de las migraciones sociales internas, especialmente del desplazamiento forzado interno por motivos de violencia política, estos desplazados están engrosando las principales ciudades colombianas, como el Distrito Capital de la República, y son ellos los nuevos habitantes de la calle, y por ello probablemente el incremento de los desempleados, vendedores ambulantes, los drogados, los prostituidos…el incremento de presuntos delincuentes sociales. La referencia frecuente a los problemas de inseguridad ciudadana en ciudades colombianas –de la cual son reflejo dinámico los dispositivos de control social penal –, es asignada con prioridad a sectores de población que, por su condición de desvalidos, de desprotegidos sociales, de seres expuestos a la vulnerabilidad social, se ven impelidos a estados generadores de perturbación social, que luego son objeto de “políticas de seguridad pública”, en sentido policivo68. El Distrito Capital de la Re67 Artículo 312 Num.1º. Ley 906 de 2004 68 Como se evidencia en el presente debate en Bogotá sobre las cifras de seguridad con relación a la aplicación del Nuevo Sistema Penal Acusatorio Desde la barra pública, en las últimas dos décadas, ha sido receptor de vastos sectores de población migrante, principalmente como resultado de los problemas de desplazamiento forzado interno del país. Esto ha puesto a prueba la ciudad en términos de programas de atención, de seguridad social en educación y empleo, lo cual no ha sido suficiente porque el fenómeno ha tendido a reproducirse y a desbordar los dispositivos institucionales de la ciudad. No puede ser extraño o inexplicable entonces que, bajo esta atmósfera social, el tema de la “inseguridad ciudadana” sea el tema recurrente de la judicialización de vagabundos, desempleados, raponeros, drogadictos y prostitutas, vendedores ambulantes y habitantes de la calle. Recientes debates sobre las cifras de la “seguridad” en Bogotá han girado en torno al hecho de que, con la aplicación del nuevo sistema penal acusatorio, este sistema viene judicializando intensivamente a sectores de población que antes no eran incorporados y procesados de manera inmediata y notoria, lo cual ha visibilizado a aquellos sectores desvalidos y socialmente vulnerables, hecho éste que expresa el incremento de cifras con mayor operatividad del sistema acusatorio, y que se presenta como el indicador más claro de su funcionamiento. Con todo, la realidad y percepción desde la Defensa Pública es precisamente el hecho de que quizá sea cierto que el nuevo sistema tiende a ser eficaz al operar contra esos sectores de población socialmente desprotegidos, pero no todavía respecto de los núcleos gruesos de la delincuencia organizada relacionada con la corrupción política y el saqueo del patrimonio público de todos los colombianos. Eso hace más cruda y cruel la realidad social de esos sectores de población vulnerables, que acaparan la aplicación de algunas medidas y figuras jurídicas, como la del arraigo, que me ocupa ahora. El tema problemático del “arraigo en la comunidad” del imputado (o mejor, el desarraigo de aquellas personas provenientes de esos sectores sociales y por ello merecedores de la pena privativa de la libertad)69 es uno de esos temas problemas que causan hoy mayores inquietudes e inconformidad ciudadana, por vinculárselo de manera tan ligera a las restricciones a la libertad individual del imputado por parte del nuevo sistema penal acusatorio colombiano. 2. Las mediaciones normativas Al disponernos a abordar la delicada relación entre la exigencia de “arraigo en la comunidad” y la libertad individual, a la luz de la Constitución y de la ley, podría resultar pertinente un planteamiento casuístico: El día 27 de abril de 2006, siendo las 7:00 a.m, fue capturado en flagrancia el joven Pedro Rodríguez T. portador 69 Rivera Galindo, Luis Gildardo: “Violencia y Desplazados en Colombia”. (Ponencia) 93 La Defensa No. 8 de 5 papeletas de bazuco que contenían 4.2 gramos del alcaloide. La captura se produjo a escasos metros del lugar de su “cambuche”, ubicado en el sector conocido como La Olla del barrio Santa Librada, en la ciudad de Bogotá, lugar donde había ubicado su permanencia. Ese mismo día se realizaron las audiencias de legalización de captura, de imputación y de solicitud de medida de aseguramiento, la cual consistió en privación de la libertad, ya que el imputado no tenía arraigo, en palabras de la Fiscalía. La petición fue acogida por el Juez de garantías, sin ningún reparo, a pesar de haberse realizado consideraciones de tipo jurídico y social por parte de la defensa. Durante aproximadamente cuatro (4) meses, Pedro Rodríguez T. permaneció privado de la libertad, derecho que recobró el día que se le profirió sentencia, pues se aportó una certificación en la que expresó que vivía en determinada residencia, aunque esto último no correspondía plenamente a la realidad. Situaciones como la descrita en este caso –la cual expresa en miniatura una situación macrosocial en el orden penal hoy – tienden en el actual sistema penal acusatorio colombiano a incrementarse, y, probablemente por ello, dentro de un par de años, a desbordarse y a distorsionar el mejor sentido de lo establecido en la norma penal sobre el tema del “arraigo en la comunidad”. 94 En materia del derecho fundamental a la libertad individual de los ciudadanos colombianos, el principio general, reconocido constitucional y legalmente, es que la privación de la libertad debe ser una decisión judicial excepcional y no la regla general, especialmente cuando los afectados por tales decisiones judiciales son personas socialmente vulnerables, débiles o desprotegidas del Estado Social de Derecho70. En efecto, en el preámbulo de la Constitución Política Colombiana establecimos: “El pueblo de Colombia,en ejercicio de su poder soberano, representado por sus delegatarios a la Asamblea Nacional Constituyente, invocando la protección de Dios, y con el fin de fortalecer la unidad de la Nación y asegurar a sus integrantes la vida, la convivencia, el trabajo, la justicia, la igualdad, el conocimiento, la libertad y la paz, dentro de un marco jurídico, democrático y participativo que garantice un orden político, económico y social justo, y comprometido a impulsar la integración de la comunidad latinoamericana, decreta, sanciona y promulga la siguiente: CONSTITUCION POLITICA DE COLOMBIA” De modo que, dentro de esos ocho (8) principios y valores superiores de filosofía política, el de la libertad, allí reconocido y expreso, ostenta un ran70 Constitución Política, Artículo 28 Desde la barra go singularísimo por ser condición de posibilidad de realización de los demás principios y valores, y por ser de la esencia de los de la vida humana y de la dignidad de la persona. En este reconocimiento expreso sobre la libertad del Preámbulo Constitucional existe en consecuencia un componente vinculante con el conjunto de la Constitución Política y su desarrollo legal, especialmente el penal; y por ello también debería constituir una fuente permanente de inspiración e invocación de autoridad normativa para operadores judiciales, abogados de la defensa pública y demás profesionales del derecho, lo que al parecer es lo que está faltando actualmente a una parte importante de los operadores judiciales de la administración de justicia penal en el presente sistema penal acusatorio colombiano71. Al examinar las evaluaciones de los componentes circunstanciales que rodean el tratamiento y decisiones que afectan el derecho de libertad de ciudadanos imputados o acusados, en el contexto normativo del “Régimen de la Libertad y su Restricción” que se ha establecido en la legislación penal vigente, especialmente en el momento judicial de “Medidas de Aseguramiento”, se observa el juego del arbitrio, especialmente de los operadores judiciales, con la libertad ciudadana de imputados o acusados. Porque en términos del régimen de libertades colombianas, limitar la libertad con el argumento de que no comportan “arraigo en la comuni- dad”, en aras de hacer cumplir con una condición procedimental de “comparecencia” de imputados o acusados dentro del proceso judicial, termina desbordando y distorsionando principios constitucionales como el de la cláusula general de libertad, lo cual no corresponde al espíritu garantizador de la legislación penal vigente72. Además, el examen de estas circunstancias de decisiones judiciales sobre la libertad, también indica que muchísimas “solicitudes de privación de libertad” por parte de funcionarios judiciales implican –a la luz de la cruda realidad colombiana – falta de los “elementos de conocimiento necesario para sustentar la medida” solicitada y ausencia de enfoques de “evaluación en audiencia” 73 nutridos en la hermeneútica sistemática, con la riqueza compleja del país que vivimos ( o padecemos) la mayoría de los colombianos. El concepto mismo de “domicilio”, que se entiende como determinante en las decisiones judiciales respecto de la libertad, es concebido restrictivamente por parte de operadores judiciales, pues se lo refiere y limita a la “residencia”, desconociéndose que el concepto de domicilio expresa lugares y espacios sociales más amplios que los muros hogareños con los cuales 71 “Regimen de la Libertad y su Restricción” (Título IV, Código de Procedimiento Penal) 72 Sentencia C-730 de 2005 M.P. Alvaro Tafur Galvis. 73 Artículo 306, Código Procedimiento Penal (Ley 906 de 2004). 95 La Defensa No. 8 se identifica la residencia74; por esto, un funcionario judicial difícilmente puede pensar que un habitante de la calle pueda comportar arraigo, pues lo visible hoy en estos habitantes es que tienen en una parte de la ciudad su domicilio; y de sus domicilios son capturados recurrentemente por la policía, con lo cual la garantía de “comparecencia” no es problema mayor. Problema mayor, más bien, sí es, en la decisión de un funcionario judicial, distorsionar la cláusula constitucional de libertad en aras de “realizar” un procedimiento de “comparecencia”. La regulación o restricción de la libertad individual de imputados o acusados, que no desborde ni distorsione la referida cláusula constitucional de libertad, exige de los operadores de la administración de justicia penal una acertada ponderación entre lo establecido como filosofía política de la libertad en el Preámbulo de la Constitución, sus cláusulas convergentes (Art. 13 y 28), las normas rectoras de la legislación penal (Art.2º. y 295), y las garantías y conquistas establecidas en los tratados internacionales de derechos humanos (Declaración Universal, Art.3 y 4; Declaración americana de los Derechos y Deberes del Hombre, Art.1º. y 25; Convención americana de los Derechos Humanos, Art.7º.; Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos, Art.1º.), los que han sido ratificados por Colombia y que son de obligatoria observancia (Bloque de Constitucionalidad y Normas Rectoras de Integración). Expreso mi convicción de que sólo de este modo comenzaremos a acoger y realizar en el ámbito de la realidad colombiana, el espíritu garantista del Nuevo Sistema Penal Acusatorio Colombiano, en que los jueces de garantías realicen efectiva y materialmente las garantías, especialmente la libertad de las personas y la dignidad humana de los colombianos más desprotegidos y abandonados del Estado Social de Derecho. 74 96 Desconociéndose incluso aportes doctrinales como el de Valencia Zea sobre el tema, en DERECHO CIVIL, Parte General y Personas. Pag.306 Editorial Temis, Bogotá, 1.996. Crónicas y relatos Crónicas y relatos EL EQUIPO DE LA DEFENSA FRENTE A UN CASO REAL Por Jairo Acosta Pardo75 L. G. O. es un joven de 27 años que ha tenido una vida difícil. Ha tenido dos fallidas experiencias de convivencia en pareja que le han dejado dos hijos a quienes debe mantener, y no tiene un empleo estable. Su formación académica se limita a unos pocos años de primaria y, como consecuencia de ello, solamente puede obtener ingresos eventuales derivados de oficios menudos, como hacer mandados o trabajos de pintura de brocha gorda. Esta precaria situación lo ha conducido a desahogar sus penas en los vicios de la calle. El alcohol y las drogas hacen parte de su mundo cotidiano y, debido a la vergüenza que le produce esta adicción, decidió buscar un lugar en la ciudad donde pudiera entregarse a su vicio bajo el anonimato de la noche. Un sábado del mes de junio de 2005, acosado por su propia angustia, decidió ir al sitio habitual, donde adquirió licor y bazuco, que consumió desde la media noche hasta la madrugada. En la mañana se suscitó una riña entre varios asistentes al lugar, hechos en los que L. G. O. resultó herido en su antebrazo derecho con un pico de botella. Al verse herido, L. G. O. salió del sitio, compró media botella de licor, se limpió la herida con parte del contenido y bebió el resto, emprendiendo camino hacia su casa. En ese mismo momento, a unas diez cuadras de distancia, en sentido contrario al de su recorrido, se presentó una gresca entre 75 Coordinador de la Unidad Operativa de Investigación Criminal del Sistema Nacional de Defensoría Pública. 99 La Defensa No. 8 varias personas, quienes se agredieron con arma blanca, resultando muerto F. D. R. De estos hechos fue testigo el señor A. M. A., taxista que pasaba por el lugar, y quien dio aviso a una patrulla policial, informando que cuatro personas huían del lugar, habiendo sido heridas dos de ellas en los hechos, por lo cual era probable que se dirigieran a un centro asistencial. La patrulla de vigilancia inició un recorrido por los alrededores, y encontró en su camino a L. G. O., que aún presentaba signos de su herida en el antebrazo, de la cual todavía manaba sangre. Los policiales dieron aviso del hecho, retuvieron a L. G. O. bajo la sospecha de haber participado en la muerte de F. D. R., y condujeron al retenido al lugar donde se desarrollaba la inspección al cadáver. Por estos hechos L. G. O. fue imputado por el delito de Homicidio Agravado, se legalizó su captura y se le impuso medida de aseguramiento intramural. Igualmente, los implicados en el caso fueron capturados, y aceptaron los cargos formulados por la Fiscalía. Pese a los esfuerzos de la Defensoría Pública, las audiencias preliminares dieron paso a la etapa del juicio propiamente dicho. El señor defensor del caso solicitó el servicio de investigación, y se desarrolló el programa metodológico para acoger una estrategia de refutación por el delito imputado. El equipo de investigación dividió sus esfuerzos en dos áreas: una de investi- 100 gación de campo, y otra de investigación criminalística. El grupo de investigación de campo inició actividades relacionadas con la investigación de vecindario y la reconstrucción de trayectorias, para lo cual se desarrolló alguna evidencia demostrativa, a través de mapas actuales de los lugares donde ocurrieron los hechos y donde se encontraba el usuario en el momento de su captura. Se logró determinar que los implicados en el hecho fueron atendidos por heridas de arma blanca en un centro asistencial de carácter público a las 6:30 a. m., quienes llegaron allí voluntariamente, y L. G. O. fue atendido en el mismo centro a las 10:00 a. m., y fue remitido por la Policía Nacional, bajo custodia. También se recolectaron entrevistas de los testigos de cargo, especialmente la del señor A. M. A., quien manifestó que en sus entrevistas con la policía judicial nunca había incriminado a L. G. O., por cuanto no lo había visto en el lugar del hecho. También fueron entrevistados los asistentes a la casa de consumo de estupefacientes, quienes dieron fe de la presencia del usuario en ese sitio hasta la madrugada, y de la discusión en que resultó herido. Se tomaron fotografías de los lugares y se presentaron los diversos informes. La investigación criminalística asesoró al defensor público, quien solicitó un estudio de ADN en las prendas del Crónicas y relatos usuario, a fin de establecer el descarte de su presencia en el lugar de la muerte de F. D. R., y se confirmó el resultado arrojado por el laboratorio de Medicina Legal. También se estudiaron las heridas que presentaba el usuario, y se concluyó que las mismas no habían sido causadas por arma blanca sino con un elemento cortante de otra naturaleza. Con estos elementos de convicción, que demostraban una teoría del caso consistente con el hecho de que L. G. O. no estaba presente en el lugar don- de resultó muerto F. D. R., se planteó a la Fiscalía la posibilidad de solicitar la preclusión del caso. El representante del Estado admitió la contundencia de la actividad desplegada por el equipo de la defensa en los componentes jurídico, probatorio y fáctico, por lo cual se solicitó esta figura procesal ante el Juez de Conocimiento, que lo fue un Juez Penal del Circuito de Bogotá, autoridad que avaló la pretensión, luego de escuchar la sustentación del representante de la Fiscalía y del señor defensor público. 101 Crónicas y relatos NOTAS DE INTERÉS EN LA INVESTIGACIÓN CRIMINAL PARA LA DEFENSA. Por Jairo Acosta Pardo76 Cuando se solicita el servicio de Investigación Criminal para la Defensa debemos tener en cuenta: • El investigador para la defensa no tiene funciones de policía judicial, pero sus solicitudes de información tienen sustento en el artículo de la Constitución Política de Colombia, el artículo 15 de la Ley 24 de 1992, y el artículo 36 de la Ley 941 de 2005, en los que se establece la obligatoriedad que tienen las autoridades judiciales y administrativas de suministrar la información que se requiera para el cumplimiento de su función. • El programa metodológico para la defensa es un mapa de planificación estratégica en que se definen los lineamientos demostrativos del tipo penal, en el cual se incluyen los elementos de la teoría del caso, y se la construye con la participación del defensor, el equipo de investigadores y peritos, y el imputado. • Cuando la defensa solicita la intervención en juicio del investigador para la defensa para demostrar elementos fácticos dentro de su teoría del caso, y el Juez rechaza la petición en la audiencia preparatoria, corresponde apelar dicha decisión y sustentar el recurso en el marco del Bloque de Constitucionalidad, habida cuenta de la facultad otorgada a la defensa en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de la 76 Coordinador de la Unidad Operativa de Investigación Criminal del Sistema Nacional de Defensoría Pública. 103 La Defensa No. 8 Organización de Naciones Unidas de diciembre 16 de 1966, Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, y otros instrumentos internacionales. • El equipo de investigación de campo y los peritos forenses colaboran en la estructuración y desarrollo de tareas en los elementos fáctico y probatorio de la teoría del caso, pero el elemento jurídico es una responsabilidad del defensor, ya que su hipótesis jurídica es la que será defendida en juicio. • Cuando la estrategia del defensor es de refutación, esto es, asistir al juicio oral con el fin de rebatir el sustento probatorio de la acusación o por ilegalidad o por falta de autenticidad de los elementos materiales probatorios, es necesario solicitar siempre el acompañamiento de investigadores y expertos que le permitan, mediante el desarrollo de actividades técnicas, científicas y de asesoría, sustentar su teoría del caso. • Cuando se requiera, la Dirección Nacional de Defensoría Pública puede contratar los servicios de expertos en áreas forenses específicas, de acuerdo con las necesidades del caso. • Los expertos forenses pueden preparar evidencias demostrativas (ayudas audiovisuales, mapas, reconstrucciones en 2D e imágenes en 3D) con el fin de aclarar puntos con- 104 cretos en la exposición del perito, y como extensión de la palabra en el alegato de conclusión del defensor. • En la actualidad se cuenta con el servicio de investigadores para la defensa en los Distritos Judiciales correspondientes a las Regionales de la Defensoría del Pueblo de Bogotá, Medellín, Valle del Cauca, Santander, Risaralda, Caldas, Quindío y Boyacá. • Actividades que desarrollan los Investigadores Profesionales, Técnicos en Criminalística y Peritos de la Unidad Operativa de Investigación Criminal: Investigación de Campo: • Labor de vecindario con desplazamiento al lugar del hecho, entrevistas a testigos e inspección para establecer una hipótesis preliminar. • Actividades tendientes a demostrar el arraigo de las personas, la búsqueda de testigos, ubicación e identificación de personas. • Recolectar técnicamente las evidencias omitidas por la Policía Judicial en el lugar del hecho, las recolectadas por terceros, las evidencias que aparezcan posteriormente. • Asesorar al defensor en materia de cadena de custodia. • Preparación de testigos para su comparecencia a la audiencia. Crónicas y relatos • Comparecer como testigo de acreditación en introducción de los elementos de convicción recolectados. • Asesorar al defensor en la formulación de una hipótesis susceptible de ser evaluada mediante el diseño de un programa metodológico. • Consulta de información en entidades públicas y privada del orden nacional y local que manejen bases de datos y archivos, útiles para acreditar o desvirtuar hipótesis investigativas del ente acusador. Este tipo de labores busca: • Confirmar o desvirtuar la versión inicial de la policía judicial y la teoría del caso de la Fiscalía General de la Nación. • Confirmar o desvirtuar la versión de los testigos de cargo, o lograr su descrédito ante el juez. • Confirmar o desvirtuar versiones confusas del usuario. • Encontrar nuevas versiones de los hechos. • Asesorar al defensor en la formulación de una hipótesis susceptible de ser evaluada mediante el diseño de una planificación investigativa. • Consulta de información en entidades públicas y privadas del orden nacional y local que manejen bases de datos y archivos, útiles para acre- ditar o desvirtuar hipótesis investigativas del ente acusador. El servicio técnico y forense puede asesorar entregando: • Concepto técnico sobre la pertinencia, conducencia e idoneidad de la prueba técnica, y sobre el método de investigación utilizado por la Fiscalía General de la Nación. • Asesoría en la confección de contrainterrogatorios del defensor para los peritos que llame a declarar la Fiscalía, y en la preparación de testigos técnicos solicitados para el interrogatorio. • Diseño del Programa metodológico de conformidad con las necesidades de cada caso concreto. • Soporte científico de contradicción, según requerimientos del caso concreto, elaborando pruebas técnicas de referencia o control. • Utilización de recursos de fotografía y vídeo, según criterios de pertinencia y conducencia aplicables al caso. • Intervención en el juicio oral como investigador testigo para acreditación o incorporación de elementos materiales de prueba. • Acompañamiento al defensor en audiencia de juicio oral como testigo experto o asesor. 105 La Defensa No. 8 Algunas actividades desarrolladas por el equipo de expertos forenses son: • Interpretación de informes sobre abuso sexual. • Interpretación de informes sobre inimputabilidad. • Interpretación de informes sobre lesiones personales. • Interpretación de protocolos de necropsia. • Interpretación de descarte en exámenes de ADN. SERVICIO • Asesoría en informes periciales de psicología clínica y forense. • Interpretación y elaboración de fotografía y vídeo forense. • Interpretación de informes de planimetría. • Solicitud de estudio e interpretación de espectrografía de voces al Departamento Administrativo de Seguridad. El servicio forense que presta en la actualidad la Unidad Operativa a nivel nacional y la ubicación del experto o perito, es el siguiente: UBICACIÓN DISPONIBILIDAD Médico forense Bogotá Nacional Psicólogo Jurídico Bogotá Nacional Físico forense Bogotá Nacional Técnico en escena del delito Bogotá Nacional Fotografía y vídeo Bogotá Nacional Planimetría forense Bogotá Nacional Balística forense Bogotá Nacional Grafología forense Bogotá Nacional Contaduría forense Bogotá Nacional Ingeniería mecánica Bogotá Nacional Medellín Nacional Morfología forense Pereira Nacional Sistemas informáticos Tunja Nacional Balística forense 106 www.imprenta.gov.co Conmutador: PBX (0571) 457 80 00 Diagonal 22 B No. 67-70 Bogotá, D. C., Colombia