Subido por Luz María

interpretacion de fuentes

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INTERPRETACIÓN DE DIVERSAS FUENTES*
* Adaptado de:
Valle, Augusta (2019). Orientaciones para el desarrollo de la competencia “Construye interpretaciones históricas” haciendo uso de la cartilla de Historia
reciente del Perú. De 1960 al Bicentenario. Documento elaborado para el Ministerio de Educación del Perú.
1. Lee el siguiente problema histórico
El 03 de octubre de 1968 ocurrió en el Perú un golpe de estado contra el primer gobierno de Fernando Belaúnde Terry. El general Juan Velasco Alvarado
asumió el gobierno (1968-1975). Este gobierno se desarrolla en plena Guerra Fría y como según indican algunas fuentes, desde la perspectiva de E.E.U.U. la
Revolución Cubana se había convertido en una amenaza de la expansión del comunismo en América Latina. Esta situación preocupaba también a las élites
poderosas en diversos países latinoamericanos. Producto de ese temor surgieron en la región gobiernos militares dictatoriales. Estas dictaduras se alineaban
a los E.E.U.U. y reprimían duramente a los partidos y movimientos de izquierda. Sin embargo, en el Perú ocurrió un proceso distinto. Efectivamente, se dio una
dictadura militar, pero ésta no estaba alineada a los intereses norteamericanos. Entonces,
¿En qué medida la reforma agraria permitió el logro de los objetivos revolucionarios
planteados por Velasco?
2. Reflexiona ¿qué preguntas están implicadas en el problema histórico? Te proponemos algunos ejemplos. Luego, completa esta
lista:





¿Cuáles fueron los objetivos revolucionarios planteados
por el gobierno de Velasco?
¿Por qué se denomina “revolucionarios” a los objetivos
planteados por Velasco?
¿Qué fue la Reforma Agraria? ¿En qué consistió? ¿A
quiénes beneficiaba?
¿Qué cambios produjo la Reforma Agraria?
¿Qué reacciones produjo la Reforma Agraria?
3. Lee las siguientes fuentes:


¿Cuáles son los fundamentos o finalidades de la Reforma
Agraria?
¿Qué beneficios trajo la Reforma Agraria?
¿Qué sucedía en el mundo durante el gobierno
revolucionario de las FFAA?
¿Cuál fue el desenlace histórico de la Reforma Agraria?

…


Fuente 1:
Documento 16 (p.142) sintetiza los objetivos propuestos por el gobierno, expresados por el propio Velasco con motivo del primer aniversario de la
Revolución, el 3 de octubre de 1969 publicada en 1970.
Ministerio de Educación (2015). Historia, Geografía y Economía 5. Santilla, Lima, p. 142
Fuente 2
Discurso de Juan Velasco Alvarado en la clausura de la novena conferencia anual de Ejecutivos (CADE), Paracas, 15 de
noviembre de 19701
“El punto de partida principal es la propia definición de este gobierno como Gobierno Revolucionario. Esto quiere decir que nosotros no estamos interesados
simplemente en mejorar las condiciones del país, sino en cambiarlas; que no estamos en favor de solamente modernizar las relaciones entre los distintos
grupos sociales del Perú, sino en transformarlas. Queremos, en una palabra, romper con el pasado y construir una sociedad que en esencia sea diferente a la
sociedad tradicional que todos conocimos. Y esto supone alterar la calidad, la naturaleza de las instituciones fundamentales del país. Pero ya la hemos
comenzado. […]
… Hasta el comienzo de la revolución nacionalista, el Perú fue un país sometido a la doble y paralizante presión del subdesarrollo y del imperialismo. […] El imperialismo no
es otra cosa que el dominio ejercido por el capital y la tecnología extranjeras sobre una sociedad de economía incipiente y larvaria. […] Y el subdesarrollo es
fundamentalmente el conjunto de intensos desequilibrios en la distribución de todas las formas materiales e inmateriales de riqueza entre los miembros de la
sociedad.
Ambos fenómenos […] generan una situación que se caracteriza por la extrema concentración del poder en todas sus formas -con su secuela de pobreza, ignorancia y
atraso para inmensos sectores sociales marginados- y por la marcada subordinación a un sistema de poder internacional que no podemos controlar en su
fuente de origen. Esta revolución se está haciendo para que el Perú deje de ser un país dependiente y subdesarrollado. […]
…un interrogante crucial: ¿qué tipo de sociedad pretendemos construir? […] A nuestro juicio, la disyuntiva "capitalismo o comunismo" representa un falso dilema. Los
dos grandes problemas esenciales de nuestro país se han generado bajo la egida del capitalismo y sería por ello extremadamente ilógico pretender resolverlos
conservando el sistema que les ha dado origen. Por eso, esta revolución se define como no capitalista en el sentido de que el ordenamiento socio-económico
no será capitalista. Y por eso nos situamos frente al capitalismo en una relación de oposición.
La realidad concreta del comunismo como sistema político, económico y social, al cabo de largas décadas de aplicación en otros países se traduce en
sociedades totalitarias y burocratizadas, por entero incapaces de garantizar el desarrollo libre del hombre en todas sus dimensiones. La intolerancia, el
totalitarismo y la burocratización son a la luz irrecusable de la experiencia histórica fallas estructurales de las sociedades comunistas […] Por eso tales sociedades
no pueden constituir el modelo de nuestra revolución. Y por eso también frente al comunismo nos situamos en una relación de oposición. […]
En síntesis, nuestro movimiento se ubica revolucionariamente frente a la falsa disyuntiva "capitalismo o comunismo" […] no nos situamos ni en el anti-capitalismo
comunista, ni en el anti-comunismo capitalista. Estamos pensando en términos distintos…”
1 SINAMOS.
(1972) Velasco. La Voz de la Revolución. Discursos del Presidente de la República General de División Juan Velasco Alvarado (1970-1972). Lima:
Colección Documentos Revolucionarios - Sinamos. Tomo II p.9-10
Fuente
3
Víctor Leonardi publicada como portada en un suplemento especial del diario Expreso el día 28 de julio de 1973
2
2
Roca Rey, C. La propaganda visual durante el gobierno de Juan Velasco Alvarado (1968-1975). Lima: IFEA - IEP - Biblioteca Nacional del Perú. p.122
Fuente
4
Mensaje a la Nación de Juan Velasco Alvarado con motivo de la promulgación de la Ley de la Reforma Agraria. 24 de junio de 1969. 3
"Compatriotas:
Este es un día histórico. Y bien vale que todos seamos plenamente conscientes de su significado más profundo. Hoy día el Gobierno
Revolucionario ha promulgado la Ley de la Reforma Agraria, y al hacerlo ha entregado al país el más vital instrumento de su transformación y
desarrollo. La historia marcará este 24 de Junio como el comienzo de un proceso irreversible que sentará las bases de una grandeza nacional
auténtica, es decir, de una grandeza cimentada en la justicia social y en la participación real del pueblo en la riqueza y en el destino de la patria.
[…]
Por eso, fiel a la razón misma de su existencia, fiel a los compromisos asumidos ante el país y ante la historia, fiel a los postulados explícitos de
la revolución, el Gobierno de la Fuerza Armada le entrega hoy a la Nación peruana una avanzada Ley de Reforma Agraria que marcará el comienzo
de la verdadera liberación del campesinado nacional. […]
… la ley se orienta a la cancelación de los sistemas de latifundio y minifundio en el agro peruano, planteando su sustitución un régimen justo de
tenencia de la tierra que haga posible la difusión de la pequeña y mediana propiedad en todo el país. De otro lado, por ser una ley nacional que
contempla todos los problemas del agro y que tiende a servir a quien trabaja la tierra, la Ley de Reforma Agraria se aplicará en todo el territorio
del país, sin reconocer privilegios ni casos de excepción que favorezcan a determinados grupos o intereses. La ley, por tanto, comprende a todo
el sistema agrario en su conjunto porque sólo de esta manera, será posible desarrollar una política agraria coherente y puesta al servicio del
desarrollo nacional."
Prensa indígena. https://www.prensaindigena.org/web/index.php?option=com_content&view=article&id=6513:peru-historico-discurso-de-juan-velasco-alpromulgar-la- ley-de-la-reforma-agraria&catid=86
3
Fuente
5
Afiche del Ministerio de Agricultura. Diciembre de 1973 4
4
4
Roca Rey, C. La propaganda visual durante el gobierno de Juan Velasco Alvarado (1968-1975). Lima: IFEA - IEP - Biblioteca Nacional del Perú. p.112
Prensa indígena.
Fuente
6
Afiche de SINAMOS. SINAMOS Informa del año 19735
5
Roca Rey, C. La propaganda visual durante el gobierno de Juan Velasco Alvarado (1968-1975). Lima:IFEA - IEP - Biblioteca Nacional del Perú. p.111
Fuente
7
Contreras, C. y M. Cueto (2007). Historia del Perú contemporáneo. Desde las luchas por la Independencia hasta el presente. Cuarta edición.
Lima: Instituto de Estudios Peruanos. (p. 33)
"Las tierras expropiadas pasaron a manos de sus trabajadores, siguiendo el lema del gobierno: “la tierra, para quien la trabaja” y llegaron a beneficiar a unas
369 mil familias campesinas. Aunque es un número importante -redondea a un total demográfico de dos millones personas-, se trataba de sólo
una cuarta parte de la población rural del país; y precisamente, del cuartil que ya antes estaba mejor situado. Una de las críticas que se han
lanzado contra el gobierno militar es que sus reformas significaron una redistribución sólo dentro de la parte más elevada de la pirámide de
ingresos, dejando a las otras tres cuartas partes igual o peor que antes. En efecto, los campesinos de las comunidades, quienes habían trabajado
en las haciendas sólo esporádica o temporalmente, y se hallaban en la base de la pirámide de ingresos, recibieron muy pocos beneficios. Ya ni
siquiera podían esperar la caridad señorial del hacendado; ahora debían enfrentar el trato impersonal de nuevos gerentes de las cooperativas
agrarias para los cuales el paternalismo no era parte de su agenda de actividades.
Para impedir la descapitalización y retroceso técnico de las grandes plantaciones, el gobierno las transformó en cooperativas de trabajadores,
cuyos gerentes se encargó de designar. Los latifundios más tradicionales y las tierras que recibieron las comunidades campesinas también
adoptaron formas asociativas tuteladas por funcionarios estatales, quienes debían procurar su modernización productiva. (…)
La mística revolucionaria de los funcionarios y algunos líderes campesinos y el entusiasmo por probar la eficiencia de las empresas agrarias
socializadas condujeron en los primeros años a buenos resultados económicos, repartiéndose incluso utilidades entre las cooperativas. Más
tarde las cosas empeoraron: los campesinos que trabajaban la tierra, pero carecían de experiencia empresarial para tomar cruciales decisiones
económicas y comerciales de mediano y largo plazo. Entre los funcionarios surgió la corrupción y dentro de los campesinos adjudicatarios el
desánimo propio de un sistema donde no existía una retribución directa al esfuerzo personal. Se dio poca importancia al uso de tecnologías
modernas y apropiadas y a la búsqueda racional de crédito bancario, elemento esencial para el desarrollo de la agricultura comercial. Los precios
de los productos agrarios, controlados por el gobierno, pronto se devaluaron y las cooperativas comenzaron a ver crecer, no sus cultivos, sino
sus adeudos”.
Fuente
8
Klaren, P. (2005). Nación y sociedad en la historia del Perú. Lima: Instituto de Estudios Peruanos. (pp. 422-423)
“El legado económico de la reforma agraria es más difícil de evaluar. De un lado, la producción agrícola global parece haberse elevado ligeramente en la década de 1970,
en comparación con los diez años precedentes. La producción subió de 12.6 billones de soles en 1960 a 15.8 en 1978 (medidos en precios de 1973). Pero
este incremento no se acercaba ni siquiera remotamente a la posibilidad de mantener el ritmo rápido de crecimiento de la población peruana de tres por ciento
anual, o de la demanda alimenticia de cuatro por ciento al año en ese mismo lapso. Además, la producción de alimentos se rezagó con respecto a la producción
de ganado y mercancías, de modo que entre 1972 y 1974 las importaciones de alimentos del país crecieron de quince a veinticinco por ciento de la producción
total. Este déficit se exacerbó entre 1978 y 1980 por la peor sequía del siglo, que hizo que la producción agrícola global descendiera a 4.7 y un 5.3 por ciento
en 1979 y 1980, respectivamente. Los cultivos dependientes del agua, como el azúcar y el arroz, fueron especialmente golpeados y su producción cayó hasta en
un treinta por ciento en 1980”.
Fuente 9
Contreras C. y M. Zuloaga (2016). Historia mínima del Perú. Segunda edición. Madrid: Turner; México D.F.: El Colegio de México. (p. 253)
"En el terreno económico el “gobierno revolucionario de la fuerza armada” realizó una importante redistribución de la propiedad y los ingresos. Los latifundios agrarios
fueron expropiados a partir de una ley de reforma agraria aplicada desde 1969, que privó de su propiedad a los hacendados que tuvieran más de 50 hectáreas
de tierras en la costa y 150 hectáreas en la sierra. La expropiación fue virtualmente sin compensación, ya que se valuaron las tierras, los animales, sembríos,
edificios y maquinarias, no según el precio del mercado, sino de acuerdo con las tasas oficiales que eran usadas para el pago de impuestos. Estas tasas de
ordinario fijaban valores de menos de la mitad de los precios del mercado, que a veces llegaban incluso a ser simbólicos. El monto resultante fue entregado
en su mayor parte en bonos que pagaban una tasa de interés inferior a la inflación.
Una vez expropiadas, las tierras fueron distribuidas entre los trabajadores de las haciendas, dándole a la reforma agraria un aura reivindicativa importante: “la
tierra para quien la trabaja” fue el lema esgrimido por el gobierno de Velasco. No fue fácil, sin embargo, determinar quiénes eran los trabajadores de cada hacienda,
ya que en éstas habían existido diferentes regímenes laborales, dándose el caso de trabajadores, por ejemplo, solamente temporales. Al repartirse la tierra
entre los operarios básicamente estables y permanentes, se dejó sin tierras a los trabajadores temporales, que eran los más pobres del campo. A fin de que
no se perdiesen las ventajas de la escala en la administración agraria, las tierras de los latifundios no fueron parceladas, sino que se mantuvieron como
empresas agrarias en las que los dueños eran los trabajadores organizados bajo la figura de una cooperativa (en la costa) o una comunidad (en la sierra). Pero
la administración quedó en manos de gerentes nombrados del gobierno."
Fuente
10
Mayer, E. (2009). Cuentos feos de la reforma agraria peruana. Lima: Instituto de Estudios Peruanos: CEPES Centro Peruano de Estudios
Sociales. (p. 54)
“A través de la cooperativización, las quince mil unidades expropiadas fueron consolidadas en 1708 adjudicaciones colectivas (reduciendo el número de
haciendas anteriormente existentes a una novena parte. Trescientas mil familias (el doble del número calculado por el CIDA [Comité Interamericano para el
Desarrollo Agrícola]) fueron nombradas beneficiarias al incluírseles como miembros de las cooperativas. Por lo tanto, lejos de distribuir la tierra, la reforma
agraria consolidó la propiedad de la tierra, la mayoría de las veces en unidades grandes, difíciles de manejar y territorialmente dispersas que reunían dentro de
sus fronteras una mezcla de formas diversas de tenencia y de sistemas de producción. La creación de estas nuevas cooperativas estuvo, por supuesto,
acompañada de mucha retórica. Se les puso nombres de incas, de héroes de la resistencia indígena o de pensadores revolucionarios. Los generales asistieron
a las ceremonias de adjudicación y en sus discursos afirmaron que la reforma agraria había expulsado a los dueños, había devuelto la tierra a quienes
verdaderamente la hacían producir y había otorgado la autonomía a los campesinos; recalcaron que las cooperativas eran suyas para hacerlas prosperar.
Mientras, los nuevos socios ovacionaban alegremente a los militares".
Fuente 11
"Entrevista a Manuel Llamocca. Defensoría del Pueblo, Centro de Información para la Memoria Colectiva y los Derechos Humanos.
6
Los campesinos se dieron cuenta qué era una cooperativa, [y] que no era para favor del campesinado pues. Cuando formaron la cooperativa, ¡los mismos
hacendados eran gerentes! Entonces en la cosecha, cosecha de maíz, papa, todo eso, solamente daban a los campesinos una arroba a cada familia.
Entonces los campesinos se amargaron: "¿acaso con una arroba de maíz o trigo vamos a vivir un año?, nosotros queremos nuestra propia producción de nuestra
propia tierra" diciendo rechazaron."
Heilman, J. A fuego y sangre. La Confederación Campesina del Perú y el régimen de Velasco. En: Aguirre, C. y P. Drinot (2018). La revolución peculiar.
Repensando el gobierno militar de Velasco. Lima: IEP.p.207
6
Fuente
12
Testimonio de Manuel Luna. En: Anrup, R. (1990) El taita y el toro: En torno a la configuración patriarcal del régimen hacendario cuzqueño.
Publicado en: Mayer, E. (2009)
Cuentos feos de la reforma agraria peruana. Lima: Instituto de Estudios Peruanos: CEPES Centro Peruano de
Estudios Sociales. (p. 152)
“Tenía un toro fabuloso, un semental fantástico. Ni bien se subía a una vaca, ya estaba servida. Pesaba más que cualquier otro de su raza y
edad. Era mi orgullo. Ganó varios premios las veces que lo presenté en la exposición ganadera. (…) Cuando se aprobó la reforma agraria, los indios
me invadieron la hacienda. No tuve tiempo de sacar ni los muebles de la casa hacienda. Y se robaron todo mi ganado. Y lo primero que hicieron
esos indios brutos fue sacrificarme el semental. Lo mataron. ¿Y sabe qué hicieron con él? ¡Se lo comieron! Así nomás. Se lo comieron. Cuando
lo supe, sentí una rabia y una impotencia que nunca antes había sentido. Ni siquiera cuando tuvimos que dejar la casa hacienda. Sentí que si en
ese momento hubiera tenido una metralleta habría acabado con todos ellos".
Fuente 13
Hobsbawm, E. (diciembre de 1971) “La peculiar revolución del Perú”. Diciembre de 1971. En: Hobsbawm, E. (2018) Sobre América Latina. ¡Viva la
revolución!. Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Editorial Paidós. (pp. 365-367)
“La reforma agraria es en verdad genuina y profunda, y está avanzando a paso firme rumbo a la expropiación de todos los latifundios hacia 1975.
Aunque en promedio menos drástica que en Chile, por cierto, no es menos radical y entusiasta en su ataque a la oligarquía terrateniente como
clase, que va siendo barrida como fuerza social y política de la mayor parte del campo. Ese es sin lugar a dudas un cambio mayor en la vida
rural, como lo es en la sustitución de varios tipos de cooperativas en lugar de las antiguas haciendas en las sierras y en la costa.
Se pueden sugerir tres razones para explicar la falta de entusiasmo del campesinado. En primer lugar, a la mayoría todavía no le tocado [sic] su
tierra. Las
44.000 familias que se beneficiaron de la reforma agraria desde 1969, un número mayor que las 30.000 a las que se dieron tierras en los seis
años de la Revolución en Libertad chilena, son solo una pequeña fracción de las 80.000, más o menos que teóricamente, bajo la ley, tienen
derecho a reclamar. En segundo lugar, lo que los campesinos entienden por reforma agraria es parcelar los latifundios existentes, pero las
autoridades no ven las cosas de esta manera, y la política de erigir cooperativas despierta más sospechas que júbilo. Los campesinos prefieren
mantenerse lo más lejos posible de cualquier gobierno, y a las cooperativas se las identifica con el gobierno.
Por último, para los trabajadores de las tierras expropiadas, ser mandoneados por tecnócratas que dependen del gobierno, o incluso, como en
teoría deben ser las cosas, que dependen de alguna mesa directiva de los cooperativistas/accionistas que se reúne una vez por año, no es muy
diferente a ser mandoneados por tecnócratas que dependen de un terrateniente ausente. El jefe sigue siendo el ingeniero Fulano; si no es el
mismo que antes administraba esa hacienda, muy probablemente administraba otra. Le pregunté a un peón de una hacienda acerca de la
cooperativa en la que aquella gran explotación ganadera se había convertido. “¿Qué cooperativa?”, me respondió. Y aun en la misma Sociedad
Agrícola de Interés Social (SAIS), considerada no sin razón, como modelo y vitrina de los logros de la reforma agraria, la actitud de los antiguos
trabajadores rurales es: “Bueno, dicen que ahora nosotros somos los jefes. Pero somos jefes que reciben órdenes y no dan ninguna”.
CUADRO DE ANÁLISIS*:
Cuadro elaborado por: Historia para
Maestros Grupo de Investigación del
Instituto Riva-Agüero Pontificia Universidad
Católica del Perú
El desarrollo es nuestro
Tipo
de
fuent
e
Primaria
Escrita
Síntesis
de
discurso
Rol del
autor en
su
contexto
Presidente
Juan
Velasco
Alvarado
Contexto en el
que fue
producida la
fuente
Primer aniversario de
la Revolución (3 de
octubre 1969)
Tema
Objetivos de
la Revolución
Descripción/Información
que brinda
Los objetivos de la revolución.
Intención
Busca justificar la
revolución. Por qué es
importante la revolución.
Busca defender la
revolución cuestiona la
política previa y el
beneficio a los grupos
privilegiados.
Comentarios
Primaria
Escrita
Síntesis
de
discurso
Presidente
Juan
Velasco
Alvarado
A dos años de la
revolución. Clausura de
la novena conferencia
anual de Ejecutivos
CADE (15 de noviembre
1970)
Definición del
gobierno
revolucionario
. En qué
consiste
Transformación de las instituciones y
de las relaciones entre los distintos
grupos sociales
País ha estado sometido al
subdesarrollo y al imperialismo
Revolución definida en
oposición al capitalismo y
comunismo.
Primaria
Iconográfic
a
Víctor
Leonardi
(Prensa:
Expreso)
Periodística
informativa
Celebración de fiestas
patrias (28 de julio de
1973
Fuerzas
armadas
rompen con el
imperialismo y
subdesarrollo
Fuerzas armadas como los
liberadores frente al imperialismo y
subdesarrollo
Busca explicar la postura
del gobierno de Velasco
frente al capitalismo y
comunismo.
Busca explicar el ideal de
transformación y cambio
de las relaciones de los
grupos sociales
Busca resaltar
(posicionar) el papel de
las FFAA en el gobierno
revolucionario.
Militares se enfrentan al
imperialismo y subdesarrollo.
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