Dan el alta a la beba que recibió un corazón artificial en diciembre La pequeña, de tan solo 17 meses, abandonó ayer el hospital Pedro Elizalde. A fin del año pasado se le efectuó la segunda operación de este tipo en toda América. Los médicos del centro asistencial destacaron la "pronta y buena" evolución de la niña y dijeron que no será necesario un trasplante 24 de enero de 2006 162 La beba de 17 meses que recibió un corazón artificial en diciembre último en el hospital porteño Pedro Elizalde, está lista para ser dada de alta, según informarmó el equipo médico que operó a la peuqeña. En este sentido, el cardiocirujano Florentino Vargas brindó una conferencia de prensa en el hospital, ubicado en Montes de Oca y avenida Caseros y dieron detalles sobre el alta de Berenice y las condiciones en las que se encuentra y su evolución fuera del hospital. Vargas explicó que la pequeña llegó con una cardiopatía muy compleja y a raíz del gran deterioro de su corazón concluyeron en realizar la operación e instalarle el corazón artificial. El jefe de gobierno porteño en ejercicio, Jorge Telerman, destacó el trabajo y el profesionalismo de los médicos, principalmente del equipo del doctor Vargas. También reconoció el trabajo del secretario de Salud porteño Donato Spaccavento. Vargas agregó que de continuar evolucionando como lo está haciendo es muy probable que la pequeña sea retirada de la lista de espera para recibir un trasplante de corazón. La madre de la pequeña, emocionada, agradeció a los todos, "principalmente a los médicos y a las enfermeras del hospital por el apoyo y la contención que tuvieron" para con ellos durante todo este tiempo. El padre de Berenice le dijo en Telenueve que "gracias a la Fe en Dios, que hizo el milagro y a los doctores, que son unos grandes", la pequeña salió de la situación crítica en la que se encontraba. También comentó que primero tienen que esperar cerca de un mes -tiempo en el que se le realizarán controles a Berenice- para poder volver con toda su familia a su casa. El trasplante que se le efectuó a la beba rosarina que padecía una cardiopatía congénita fue el primero que se realiza en Argentina y América Latina y el segundo en toda América.