I Terror en la calle Iban dos niños de vuelta para sus casas y pasaron por una calle oscura, por esa que por una u otra cosa no pasaban nunca. Cuando notaron que algo o alguien los venía siguiendo. Ya era demasiado tarde y regresaban de un cumpleaños. De pronto sintieron cómo un escalofrío por todo el cuerpo, la piel se le había puesto de gallina, las luces de la calle se apagaban y se prendían y una niebla muy espesa invadió todo la calle. No se veían ni las manos, cuando de repente escucharon una risa tenebrosa y perversa. Miraron para todos lados, pero no podían ver de dónde venía. Cada vez se oía más cerca y el miedo los había dejado paralizados a los dos. En un segundo se les apareció una figura fantasmal, sin cara, sin forma, envuelta en una neblina y un frío que les recorrió todo el cuerpo. De pronto uno de los niños desapareció sin dejar rastro alguno y quedó el otro niño desamparado. Miró para todos lados y caminó desesperado, pero verse sólo comenzó a gritar y llorar. Caminó sin rumbo durante horas, no supo cuántas, desorientado, aturdido, llorando y llamando a su amigo, pero solo el silencio y la oscuridad recorriendo esas frías y oscuras calles. La luz de la calle dejó de parpadear, la niebla se dispersó rápidamente como por arte de magia. Llegaron los padres de los niños y vieron que faltaba uno de los dos. Le preguntaron una y otra vez, dónde estaba el niño, pero el otro qué había que dado sólo, no hacia otra cosa que gritar y llorar. Le seguían preguntando una y otra vez dónde está el niño .cuando las luces de la calle se apagaban y se prendían nuevamente y se llenó nuevamente de una niebla espesa y se volvió a escuchar esa horrible risa fantasmal, la misma risa tenebrosa que se escuchó cuando desapareció el otro niño. Los padres quedaron mudos y asustados, no entendían que estaba pasando. Cuando de pronto sin darse cuenta el niño que estaba a su lado, ya no estaba. Lo llamaron, lo buscaron por todos lados gritando desesperados, sin ninguna señal del pequeño. Llamaron a la policía, investigaron, pero no pudieron dar con el rastro de los niños. Se decía que en esa calle les pasaban cosas raras a quienes pasaban por ahí. Es que justamente en esa calle un día hace muchos años atrás, vivía una familia con un niño que nunca tenía amigos, era un niño demasiado solitario. Un día jugaba sólo en la calle y no vio un auto que venía demasiado fuerte, lo atropelló y escapó. Desde ese entonces anda el alma de ese pequeño niño, que no descansa en paz, porque jamás se pudo hacer justicia su muerte. Pasaron muchos años y jamás se volvió a saber nada de los niños. Desde ese entonces, todos tienen cuidado de no pasar por esa calle, sobre todo si son niños, si es de noche y hace frío. Fin.