La cláusula u oración subordinada Una cláusula es una estructura formada por sujeto y predicado, pero que, a diferencia de la oración, no posee autonomía sintáctica, sino que siempre aparece subordinada a algún otro elemento de una oración. En otras palabras, la cláusula es estructuralmente una oración (bimembre verbal), pero se diferencia de esta debido a que no puede funcionar de manera autónoma en la lengua, sino que debe usarse siempre como un elemento constituyente de otra oración, y subordinado a otro elemento de esta. Cabe destacar que la tradición suele referirse a las cláusulas como oraciones subordinadas; sin embargo, la misma noción de subordinación es contradictoria con la de oración, puesto que una de las propiedades definitorias de toda oración es su independencia sintáctica. Si hay dos oraciones como “Ayer fui a un colegio” y “El colegio estaba en toma desde Mayo”, estas se pueden conjugar en una sola, de modo que queda “Ayer fui a un colegio que estaba en toma desde Mayo”. Esta última contiene la cláusula “que estaba en toma desde Mayo”, la que tiene estructura de Oración bimembre verbal (OBV), pero no puede aparecer sola. Las cláusulas pueden tener distintas construcciones, lo que motiva a algunas gramáticas a diferenciarlas por ello. No obstante, acá se distinguirá a las cláusulas de acuerdo al rol que estas desempeñan en la oración. Así, funcionalmente, las cláusulas pueden cumplir el papel de un adjetivo, de un sustantivo o de un adverbio y, consecuentemente, cada uno de estos tipos recibe el nombre de cláusula adjetiva, cláusula sustantiva y cláusula adverbial, respectivamente. Por ejemplo, en la oración “el gatito enfermo dio señales de mejoría recién hoy”, se pueden realizar los siguientes reemplazos: a) la cláusula “que nació enfermo” en lugar del adjetivo enfermo, por lo que la cláusula es adjetiva. b) la cláusula “que estaba mejor” en lugar del sustantivo mejoría, por lo que la cláusula es sustantiva. c) la cláusula “cuando habían pasado más de 15 días” en lugar de la frase adverbial recién hoy, por lo que la cláusula es adverbial. La oración, hechos todos los reemplazos, quedaría así: “El gatito que nació enfermo dio señales de que estaba mejor cuando habían pasado más de 15 días.” Esta es solamente una oración, pero una que contiene tres cláusulas. Esta, al igual que cualquier oración con una o más cláusulas, se denomina oración compleja.