Variación de la tasa de descomposición de la broza de Festuca arundinacea y de Medicago sativa por efecto de la fertilización Autores Lanús Büll, Bárbara - Rusca, Sofía. Introducción La descomposición de la materia orgánica es un proceso fundamental en el funcionamiento y la productividad de cualquier ecosistema terrestre, ya que permite el ciclado de nutrientes, dejándolos nuevamente disponibles para las plantas o para otros microorganismos (Fernández-Aragón et al. 2014; Poca et al. 2014). Las condiciones ambientales, como la temperatura y la humedad, la calidad del material vegetal en descomposición y las características de la comunidad de descomponedores son los tres factores principales de los que depende la descomposición de la materia orgánica. En una escala local, se considera que las condiciones ambientales se mantienen relativamente constantes, por lo que la calidad del material vegetal es el factor más determinante de la tasa de descomposición del mismo (Poca et al. 2014). La calidad de la broza depende tanto de la relación carbono/nitrógeno, como del contenido de celulosa, de hemicelulosa y lignina que posee el material muerto. Para realizar este estudio se utilizaron las brozas de dos especies diferentes: Festuca arundinacea (festuca) y Medicago sativa (alfalfa). La festuca es de la familia de las poáceas (o gramíneas), mientras que la alfalfa pertenece a la familia de las fabáceas (también llamadas leguminosas). Estas especies tienen diferentes características tanto morfológicas como fisiológicas, por lo que su material vegetal es de distinta calidad. Los objetivos del trabajo fueron (1) evaluar si la tasa de descomposición de la broza de ambas especies depende de su calidad; (2) analizar el efecto que tiene la fertilización en la tasa de descomposición de cada especie. La hipótesis planteada establece que a alfalfa se va a descomponer a una tasa más alta que la festuca, ya que tiene una relación de carbono/nitrógeno más baja y menor contenido de lignina (es de mejor calidad). Esto hace que los microorganismos sean capaces de descomponerla a mayor velocidad que a la festuca, que tiene una relación de carbono/nitrógeno más alta y más contenido de lignina, siendo menos factible que los microorganismos estén atraídos por un material al que les cuesta más trabajo y energía descomponer. Siguiendo el lineamiento de la hipótesis planteada, como predicciones se espera observar una mayor disminución de biomasa seca en la broza de alfalfa que en la de festuca, al ser una broza de mayor calidad con tasa de descomposición más alta. Por otro lado, partiendo de la misma cantidad de biomasa seca en ambas especies en todas las parcelas, se espera que en los lotes con fertilización (donde hay mayor cantidad de nitrógeno), se encuentre menos biomasa seca de ambas especies que en los lotes sin fertilización. Métodos El estudio se llevó a cabo en un área de 1000 m 2, ubicado en un predio de la Facultad de Agronomía. El lote fue dividido en cuatro bloques de 250 m 2 aproximadamente, por tener una razonable homogeneidad florística y topográfica (stands). Al mismo tiempo, cada uno de los bloques se subdividió en cuatro parcelas de 49 m2 cada una, a las que se le asignaron al azar cuatro tratamientos que surgen de la combinación de dos factores: corte y fertilización. Los distintos tratamientos se combinan de la siguiente manera: a) 6 cortes anuales, con fertilización; b) 6 cortes anuales, sin fertilización; c) 1 corte bianual, con fertilización; d) 1 corte bianual, sin fertilización. Para realizar el estudio de descomposición de broza, primero se colocaron 2 gramos de biomasa muerta de Festuca arundinacea (poáceas o gramíneas) y 2 gramos de Medicago sativa (fabáceas o leguminosas) en bolsas de fibra de vidrio con una malla de 2mm. El 6 de octubre se colocaron al azar dos bolsas de cada especie en cada parcela, de manera que estuvieran en esquinas opuestas. Esto indica que la cantidad de bolsas era de 64 en total (16 parcelas x 4 bloques). Al cabo de veinte días, se realizó la cosecha de las bolsas instaladas con el fin de estudiar la descomposición del material vegetal ocurrido en ese tiempo. Este paso consistió en recolectar cuidadosamente las bolsas del terreno, intentando evitar cualquier pérdida de material por descuidos, usando sobres para su traslado al laboratorio. Una vez allí, el procesamiento del material se realizó cuidadosamente sobre una superficie lisa y blanca para visualizarlo mejor, como se muestra en la Imagen 1. Se trabajó en espacios separados para cada sobre. El contenido de cada bolsa se cepilló y limpió con pinceles y pinzas (Imagen 2) para remover cualquier indicio de tierra, brotes de semillas o especies diferentes a las de interés que puedan haber sido incorporadas en las bolsas de brozas posteriormente a su colocación en el terreno. Este paso es fundamental ya que evita cualquier contaminación de la muestra para que los resultados de pesaje sean lo más precisos posibles. Una vez listo el material limpio, se colocó nuevamente en los sobres de papel, rotulados, para poder llevar a cabo su secado en estufa a 60°C por 48 horas, y posteriormente se realizó el pesaje de cada muestra, registrando su peso final en una planilla. La descomposición durante dicho período se calculó como la diferencia entre el peso seco inicial y el peso seco final de cada bolsa, dividido el peso inicial. Para cada especie en estudio se promediaron los valores de las sub-réplicas de los controles. Se analizaron los promedios de los tratamientos con y sin fertilización de un solo corte anual, para luego proponer un gráfico de barras que refleje los resultados obtenidos. Imagen 1: Colocación del material recolectado a campo sobre una hoja de papel. Imagen 2: Limpieza del material: separación de impurezas de la broza de festuca. Resultados En base a los resultados obtenidos, en la Figura 1 se puede observar una clara diferencia entre la tasa de descomposición de Festuca arundinacea y la de Medicago sativa. La festuca se descompuso aproximadamente a una tasa un 70% menor que la de medicago. En cambio, al comparar los distintos tratamientos (con y sin fertilización), en el medicago no se observan diferencias significativas en la tasa de descomposición. Caso contrario sucede con la festuca, la cual muestra una diferencia de menos de la mitad de su tasa en el tratamiento sin fertilización. Figura 1: Tasa de descomposición promedio de Festuca arundinacea (marrón) y Medicago sativa (naranja) bajo tratamientos con fertilización (N+) y sin fertilización (N-) Discusión y conclusión Los resultados obtenidos apoyan a la hipótesis en cuanto a que la alfalfa se descompone a una tasa considerablemente mayor que la festuca. Esto se conoce por haber encontrado menos material de alfalfa, indicando la preferencia de los microorganismos que la eligieron por encima de la festuca para su descomposición. Esto se debe a su mejor calidad por la relación carbono/nitrógeno baja. Por otro lado se refuta la parte de la hipótesis que suponía que las parcelas con mayor contenido de nitrógeno iban a contener menos biomasa seca de ambas especies, ya que el medicago no mostró indicios de ser afectado por la fertilización, mientras que la festuca sí lo hizo. Estos resultados dificultan condicionar a la tasa de descomposición como una consecuencia directa de la fertilización. Al observar los valores de las tasas de descomposición entre ambas especies, se puede evaluar a la calidad de la broza como un factor determinante. En general, las especies con mayor contenido inicial de nitrógeno, menor contenido de lignina, o baja relación carbono/nitrógeno presentan mayores tasas de descomposición en relación a especies que tengan las características opuestas (Poca et al 2014), y es por eso que de esta manera podrían explicarse los valores obtenidos, ya que surgen de dos especies diferentes. En resumen, el aporte de nitrógeno en las parcelas no necesariamente condiciona a la tasa de descomposición de las especies, en cambio, la calidad del material vegetal muerto, influye en la actividad de los descomponedores, y por lo tanto, afectará la tasa de descomposición. En conclusión, para poder conocer y predecir el efecto de la fertilización sobre la tasa de descomposición de la broza en estos pastizales, son necesarios estudios comparativos que evalúen de manera simultánea a todos los factores que influyen en el proceso de descomposición, como la calidad de la broza, la humedad, la temperatura, y las características de la comunidad de los descomponedores locales. Bibliografía Guia de Ecología, curso 2016, FAUBA Protocolo de mediciones, otorgado por la cátedra Fernández, Romina y Aragón Roxana. 2014. CONICET. Descomposición de hojarasca de las especies leñosas nativas y exóticas más abundantes del pedemonte de las Yungas, Tucumán, Argentina. Ecología Austral, 24 (3): pág. 286-293. Diciembre 2014. Poca, M.; Pérez Harguindeguy, N.; Vaieretti, M.V.; Cingolani, A.M. 2014. CONICET. Descomposición y calidad físico-química foliar de 24 especies dominantes de los pastizales de altura de las sierras de Córdoba, Argentina. Ecología Austral, 24 (2): pág. 249-257. Agosto 2014. Anexos Figura 2: Mapeo del lote, con los cuatro bloques en diferente color, y cada parcela con su tratamiento (arriba-derecha). Los números en las esquinas diagonales de cada parcela son los rótulos de las bolsas colocadas en ese sitio. Cuadro 1: Planilla completa con los resultados de pesajes de todo el lote. En gris, los resultados parciales utilizados para el trabajo. Cuadro 2: Planilla de resultados parciales de interés Figura 3: Tasa de descomposición promedio de Festuca arundinacea (marrón) y Medicago sativa (naranja) bajo tratamientos con fertilización (N+) y sin fertilización (N-). Resultados parciales de interés que se corresponden con el Cuadro 2.