Subido por Adoración Nocturna

VIGILIA DE PENTECOSTES2020

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Vigilia de Pentecostés
2020
INDICACIONES PREVIAS
•
En un lugar visible del templo debe estar ya colocado y adornado el Cirio Pascual,
junto a él deberá ponerse un recipiente con agua y otro con sal, igualmente
adornados.
•
Se deberá pedir o proveer a todos los asistentes una vela
INICIAMOS CON LA PRESENTACIÓN DE LA GUARDIA
Monitor:
El Espíritu Santo llama… el Espíritu sigue creando, dando vida e inquietando corazones con
la misma novedad que antes del tiempo hacia emerger de la nada los primeros elementos y
con la misma fuerza con la que encendía los temerosos corazones de 12 discípulos, que, en
torno a María, serían luego apóstoles y testigos de un Cristo vivo, de ojos abiertos y corazón
palpitante.
Hoy el Espíritu Santo nos llama a congregaros nuevamente, en torno a María, para recibir
la fuerza y la alegría del Hijo resucitado.
Pidamos al Padre y a Jesucristo, que a imitación de María y los apóstoles, seamos
receptivos al Espíritu que siempre está viniendo, que siempre quiere transformar nuestras
vidas y llenarlas de sentido. Para que seamos capaces de demostrar nuestro amor por Cristo
siguiendo sus pasos e imitando su entrega amorosa.
Canto de invocación al Espíritu Santo: Athenas – Espíritu
Santo https://www.youtube.com/watch?v=jtt7zyFeNls
PARA INICIAR
EL QUE DIRIGE: En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Todos: Amén
Introducción: Hace cincuenta días celebrábamos gozosos la victoria de Cristo sobre la
muerte, hoy celebramos que el Padre y Cristo mismo nos han hecho partícipes de esta victoria
al regalarnos su Espíritu Santo. Abramos nuestro corazón a la fuerza renovadora del Espíritu
y pidamos la valentía para responder generosos al llamado que nos hace a cada uno de
nosotros.
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RITO PENITENCIAL
El que dirige: Para disponernos mejor a la actuación del Espíritu en nosotros pidamos
perdón por nuestras faltas de amor a Dios, a nosotros y a nuestros hermanos.
(Se deja un breve momento de silencio)
Lector 1: Por todas las ocasiones en que hemos cerrado nuestros ojos a las injusticias y
hemos puesto nuestra mirada en cosas que nos distraen o nos mantienen pegados a un
dispositivo electrónico.
Todos: Perdónanos, Espíritu Santo.
Lector 2: Por las veces en que hemos tapado nuestros oídos para no escuchar las voces
de los que sufren y piden nuestra ayuda.
Todos: Perdónanos, Espíritu Santo.
Lector 3: Por todas las veces que nuestro egoísmo y soberbia no han propagado el buen
olor de Cristo.
Todos: Perdónanos, Espíritu Santo.
Lector 4: Por todas las ocasiones en que nuestra apatía y pereza no dan sabor al mundo.
Todos: Perdónanos, Espíritu Santo.
Lector 5: Por las veces en que nuestras manos han servido a la destrucción y no a la
construcción de una civilización del amor.
Todos: Perdónanos, Espíritu Santo.
Sacerdote: Dios, rico en misericordia, atiende las súplicas que te hemos dirigido y aquellas
que, aunque presentes en nuestra mente y nuestro corazón, no nos atrevemos a elevar a ti.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Todos: Amén
Monitor: La Palabra de Dios, nos ilumina y nos anima a vivir conforme al Espíritu que
recibimos en nuestro bautismo y que hoy pedimos nuevamente. Escuchémosla con atención
para que cale en nuestros corazones.
Liturgia de la Palabra
De la carta del apóstol san Pablo a los gálatas (5, 16-25)
Hermanos: Los exhorto a que vivan de acuerdo con las exigencias del Espíritu; así
no se dejarán arrastrar por el desorden egoísta del hombre. Este desorden está en
contra del Espíritu de Dios, y el Espíritu está en contra de ese desorden. Y esta
oposición es tan radical, que les impide a ustedes hacer lo que querrían hacer. Pero
si los guía el Espíritu, ya no están ustedes bajo el dominio de la ley.
Son manifiestas las obras que proceden del desorden egoísta del hombre: la lujuria,
la impureza, el libertinaje, la idolatría, la brujería, las enemistades, los pleitos, las
rivalidades, la ira, las rencillas, las divisiones, las discordias, las envidias, las
borracheras, las orgías y otras cosas semejantes. Respecto a ellas les advierto,
como ya lo hice antes, que quienes hacen estas cosas no conseguirán el Reino de
Dios.
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En cambio, los frutos del Espíritu Santo son: el amor, la alegría, la paz, la
generosidad, la benignidad, la bondad, la fidelidad, la mansedumbre y el dominio de
sí mismo. Ninguna ley existe que vaya en contra de estas cosas.
Y los que son de Jesucristo ya han crucificado su egoísmo, junto con sus pasiones y
malos deseos. Si tenemos la vida del Espíritu, actuemos conforme a ese mismo Espíritu.
Palabra de Dios.
Breve explicación del texto bíblico
(Se deja un momento en silencio para la reflexión personal)
Canto: Azeneth González – Espíritu Santo
https://www.youtube.com/watch?v=scqczMyaI7M
Monitor:
Desde la creación del mundo, el Espíritu Santo se ha hecho presente al hombre de múltiples
formas y a través de diversos signos; en cada uno de ellos descubrimos la creatividad amorosa
con la que Dios actúa para dar plenitud a nuestra vida. Hay tres signos eminentes que nos
recuerdan algunas de las cualidades del Espíritu Santo; estos son, el fuego, el agua y la sal.
Con gestos visibles, mostremos que queremos vivir la aventura de dejar que el Espíritu guíe
nuestros pasos, encaminándolos hacia Cristo.
El que dirige:
A través de los signos que aquí podemos contemplar, queremos disponernos, Dios Padre y
Dios Hijo, para recibir el Espíritu que de ustedes procede. Queremos reavivar el deseo de vivir
en ti y para ti. Queremos descubrir nuestra vocación y hacerla fructificar en el servicio a
nuestros hermanos.
(Mientras un adorador enciende el Cirio Pascual)
Lector 1: Al encender este Cirio Pascual, te pedimos, Dios Espíritu Santo, que sigas
iluminando nuestro camino y encendiendo nuestros corazones, para ser cristianos valientes
que vivan los valores del evangelio; para que, como María, mujer siempre atenta a tu voz,
seamos dóciles a tus inspiraciones y seamos generosos para responder al proyecto que has
pensado para nuestra realización plena.
Monitor: Como signo de nuestra intención de dejarnos iluminar por el Espíritu Santo para
seguir las huellas de Cristo, tomaremos nuestra vela, y quien guste puede acercarse al Cirio
pascual para recibir su luz y su calor y prender la propia vela. Posteriormente regresamos a
nuestro lugar (se hace mientras el canto).
Canto: Grupo Emmanuel – Eres la luz
https://www.youtube.com/watch?v=GahEQyAQme0
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(Una vez que todos han regresado a sus lugares)
Lector: Para vencer nuestros miedos
Todos: Dios, Espíritu Santo, ilumínanos
Lector: Para esclarecer nuestras dudas
Todos: Dios, Espíritu Santo, ilumínanos
Lector: Para dejar atrás la angustia
Todos: Dios, Espíritu Santo, ilumínanos
Lector: Para ser reflejo de tu amor
Todos: Dios, Espíritu Santo, ilumínanos
Lector: Para ser guía que lleve hasta ti
Todos: Dios, Espíritu Santo, ilumínanos
Monitor: Una vez que la luz física ha dado paso a la luz espiritual podemos apagar nuestra
vela.
Lector: También desde tiempos inmemoriales, el agua ha sido signo de vida y pureza.
Cristo, a través del Espíritu Santo, ha concedido a este elemento todavía más poder al hacerlo
signo de una vida y una pureza mayores: la vida como hijos de Dios y la pureza de la santidad.
Pidamos a Dios que nuestras acciones sean como el agua que brota hasta la vida eterna.
Monitor: De igual modo que recibimos la luz, acerquémonos para recibir el agua, signo de
la pureza de corazón y de la vida que queremos trasmitir a los demás.
(Cada participante toma un poco de agua vendita)
Canto: Hermana Glenda (Cover: Yuli & Josh) – Tú eres el agua viva
https://www.youtube.com/watch?v=x5sARg8evUw
Lector: Para vencer el pecado
Todos: Límpianos, Dios Espíritu Santo
Lector: Para superar la soberbia
Todos: Límpianos, Dios Espíritu Santo
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Lector: Para dejar nuestro egoísmo
Todos: Límpianos, Dios Espíritu Santo
Lector: Para mirar con los ojos de Jesús
Todos: Límpianos, Dios Espíritu Santo
Lector: Para que nuestras manos acaricien y no golpeen
Todos: Límpianos, Dios Espíritu Santo
Monitor: Por último, Jesucristo nos ha llamado a dar sabor al mundo; nos ha invitado
transformar la realidad sin perder la propia esencia. La sal no solo da sabor a los alimentos, sino
que los preserva de la corrupción. Como cristianos, es también esa nuestra misión: hacer que
nuestras actividades cotidianas tengan el sabor de Cristo y preservar a quienes nos rodean de
la corrupción de la tristeza y la apatía.
(cada uno toma un poco de sal y puede llevarla a la boca. Se hace mientras el canto)
Canto: Brotes de olivo – La sal y la luz
https://www.youtube.com/watch?v=QVkzTgSbSp
Y
Lector: Para que preservemos de la tristeza a quienes nos rodean
Todos: Dios Espíritu Santo, danos la sazón de Cristo
Lector: Para que llevemos esperanza a los decaídos
Todos: Dios Espíritu Santo, danos la sazón de Cristo
Lector: Para que demos nuevos bríos a los cansados
Todos: Dios Espíritu Santo, danos la sazón de Cristo
Lector: Para que reanimemos a los apáticos
Todos: Dios Espíritu Santo, danos la sazón de Cristo
Lector: Para que alegremos a los aburridos
Todos: Dios Espíritu Santo, danos la sazón de Cristo
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El que dirige:
Señor, Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, te damos gracias por este momento de
especial cercanía contigo. Gracias sé para nosotros fuerza, luz, pureza y sabor. Hazlos
valientes para ser testigos de Cristo, para que seamos callejeros de la fe. Para que nuestra
creatividad y energía hagan presente tu palabra en los lugares donde no te conocen. Pero
también, Dios nuestro, presérvanos de todo peligro, aléjanos de los vendedores de muerte y
haznos capaces de vencer todo mal a fuerza de bien.
1. Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el cielo. Padre amoroso del pobre; don en tus dones
espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo.
2. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo, tregua en el duro trabajo, brisa
en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos.
3. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si tú le
faltas por dentro;
mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento.
4. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida
en el hielo, doma el espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero.
5. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo
su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén
LUCERNARIO
DONES DEL ESPÍRITU SANTO
Para este momento se disponen de siete cirios encendidos. Las personas responsables se
acercan al altar llevando las luces, que se dispondrán delante del altar. El momento se
acompaña con música instrumental y entre las oraciones se entona un canto al Espíritu Santo.
Los encargados harán la petición de cada uno de los dones. El monitor se dirige a la
asamblea con estas palabras y después va anunciando cada uno de los dones:
Del Libro de Isaías (Isaías 11, 1- 3)
“Saldrá un vástago del tronco de Jesé, y un retoño de sus raíces brotará. Reposará sobre él el
espíritu de Yahveh: espíritu de sabiduría e inteligencia, espíritu de consejo y fortaleza, espíritu
de ciencia y temor de Yahveh. Y le inspirará en el temor de Yahveh. No juzgará por las
apariencias, ni sentenciará de oídas." Palabra de Dios
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El Espíritu Santo es don por excelencia y con él vienen comúnmente los llamados dones que
se nos dan para el crecimiento de la vida cristiana. El Catecismo de la Iglesia Católica nos
dice: “La vida moral de los cristianos, está sostenida por los dones del Espíritu Santo. Estos
son disposiciones permanentes que hacen al hombre dócil para seguir los impulsos del
Espíritu Santo”. (CIC 1830) Según Santo Tomás de Aquino, los dones del Espíritu son hábitos
que capacitan al hombre paras seguir, rápida y fácilmente, las iluminaciones e inspiraciones
divinas. El hombre debe estar siempre abierto a la gracia de Dios, pero en muchas ocasiones,
le oponemos resistencia. Por eso, pidamos los dones del Espíritu en favor de la inteligencia:
Sabiduría, Entendimiento, Ciencia y consejo; y los dones a la voluntad que son: Piedad,
Fortaleza y Temor de Dios. Hagamos un momento de intensa oración.
1.SEÑOR, DANOS EL DON DE LA SABIDURÍA
Señor, danos el don de la Sabiduría. Que nos ayude a descubrir tu presencia en la creación, a
amarte filialmente, a reverenciar tu santidad, a penetrar las verdades de la fe, a perseverar en
las dificultades y atinar en las aplicaciones. Danos, con la Sabiduría, la gracia de poder ver
cada cosa con los ojos de Dios. Danos la luz que se recibe de lo alto, una participación
especial en ese conocimiento misterioso y sumo, que eres tú. Danos la sabiduría que
perfecciona la virtud teologal de la caridad, produciendo un conocimiento nuevo, impregnado
por el amor.
Danos Señor, el don de la Sabiduría.
Canto
2.DANOS, SEÑOR, EL DON DEL ENTENDIMIENTO
Con este don, Señor, podemos leer por dentro, estudiar a fondo, llegar al corazón de las
cosas. Por el don del entendimiento llegamos a calar en el sentido y en el por qué de las
cosas y de nuestra propia vida, a veces tan difícil de entender. Señor, Por este don nos
hacemos capaces de sorprendernos gratamente con las personas que nos rodean; ellas, nos
son entregadas como don tuyo. Por este don del entendimiento que nos haces, podemos
reconocer tu mano donde otros sólo ven casualidades. Con este don del entendimiento, en
definitiva, vemos con tus ojos, Señor.
Danos Señor, el don del Entendimiento
Canto
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3.SEÑOR, DANOS EL DON DEL CONSEJO
Por este don Tú nos ayudas a vivir y nos ayudas a tomar las verdaderas y más importantes
decisiones que afectan a nuestra vida y a la vida de los demás, porque la vida tiene sentido
cuando se entrega. Con este don nos permites escuchar atentos y callados cuando alguien nos
cuenta sus desánimos y sus confusiones, creando un espacio en el que habla, pueda entrar en
sí mismo y encontrar la salida más adecuada a lo que le preocupa. Este don del consejo es el
que nos une unos a otros para buscar conjuntamente, y para animarnos en el camino que nos
lleva hacia Ti.
Danos Señor, el don de Consejo.
Canto
4.SEÑOR, DANOS EL DON DE LA FORTALEZA
Con este don, Tú nos das, Señor, el valor, la constancia y la perseverancia. Porque la vida no
puede vivirse en debilidad, hay que definirse, hay que SER resilientes, es decir fuertes; y para
eso necesitamos la tenacidad y la fortaleza. Necesitamos este don para hacer frente a tantas
cosas que nos quieren apartar de tu proyecto y de nuestra fidelidad a ti. Danos este don para
que no seamos gente que empieza y nunca sigue ni termina el camino del bien empezado.
Dános, con este don, la constancia y perseverancia para alcanzar, ayudados por ti, la santidad
a la que nos llamas. Dános Señor, el don de Consejo.
Canto
5.SEÑOR, DANOS EL DON DE LA CIENCIA
Señor, dános el don de la ciencia que nos capacita para ver todas las cosas en relación contigo
que eres su fundamento Dános con este don la capacidad de ver y entender con facilidad la
vida presente en referencia continua a su fin definitivo, la vida eterna. Por el precioso don de
ciencia todos los santos, te han encontrado en las criaturas, y se han conmovido profundamente
ante la belleza del mundo visible, descubriendo en ellas tu acción invisible.
Dános la capacidad de servirnos de las creaturas para descubrirte a ti, el creador, sin dejarnos
deslumbrar por el brillo de lo efimero de las cosas de este mundo y aferrandonos cada vez más
a lo eterno.
Dános Señor, el don de la Ciencia.
Canto
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6.SEÑOR, DANOS EL DON DE PIEDAD
Señor Jesús, danos El don de la piedad que nos hace sentirnos hijos de Dios padre. Sentir
ternura, admiración y afecto hacia él, y sentirnos hermanos de los demás y amarlos, porque tú
mismo nos los has dado como hermanos. Danos el don de piedad por el que sabemos vivir
profundamente la amistad, teniendo amigos con los que compartir lo que somos; para poder
abrir nuestro corazón y descansar en la confianza. El don por el que podemos llamar y sentir a
Dios como Padre, y por el que nos atrevemos a llamarlo cariñosamente Papá (Abba).
Danos Señor, el don de la Piedad.
Canto
7.SEÑOR, DANOS EL DON DEL TEMOR DE DIOS
Temor que no tiene nada que ver con el miedo, Dánoslo para entender que el temor de Dios es
un sentimiento profundo por el que valoramos de tal manera el don de tu amor, que tememos
perderlo, que tememos perder el tesoro más precioso que eres tú. Es el don que nos lleva a
respetarte y reverenciarte, porque sabemos que eres lo que más nos conviene, y lo que más
necesitamos. Danos, Dios de amor, la gracia de tu santo temor, el propósito de nunca ofenderte,
la voluntad de seguir tus mandamientos, el firme deseo de ser fieles a tu voluntad. Dános Señor,
el don del temor de Dios.
Canto
Al pie de la virgen ya está ubicado un florero vacío. El monitor se dirige a la asamblea:
Queridos hermanos, este regalo maravilloso de Cristo al terminar la Pascua nos tiene que llenar
de gozo. Hoy vivimos juntos este nuevo Pentecostés. El Señor, a través de su Palabra, nos
recuerda que hemos sido llamados a ser libres, pero al mismo tiempo nos exhorta a no hacer
uso de esta libertad como ocasión de la carne, sino que no sirvamos unos a otros por amor. Si
somos hombres espirituales debemos dejarnos guiar por el Espíritu y los frutos del Espíritu son:
Amor, alegría, paz, paciencia, benevolencia, bondad, fidelidad, mansedumbre y dominio de sí.
Pidamos al Señor que podamos dejarnos guiar por su Espíritu y, ahora, como signo de que
anhelamos que en nuestra vida se vean reflejados los frutos del Espíritu, presentamos a María,
Esposa del Espíritu y modelo de donación y disposición a la voluntad de Dios.
Las personas asignadas van nombrando el fruto, dicen lo que corresponde a cada uno y
ponen en el jarrón destinado una flor.
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AMOR
El amor es también caridad. Fruto del Espíritu que nos da buena voluntad, habilidad para amar,
incluso al que no es fácil amar. Este fruto es un atributo propio de Dios… Dios es amor. El amor
revitaliza. Jesucristo dio su vida en amor a todos nosotros.
ALEGRÍA
Uno de los frutos más admirados, la alegría, el gozo. Deleite y encanto de una relación vivida
en armonía entre el cristiano y Dios. Es el entusiasmo espiritual que una persona experimenta
al ver el Señor, descubrirlo, sentirlo cerca. Es el placer de ver que la voluntad del Señor se
cumple, aún, en medio de los sufrimientos. Es el regocijo que se siente cuando muchos se
convierten.
PAZ
Dios nos ha regalado como fruto del Espíritu la paz, armonía interna que nos permite resolver
nuestros conflictos interiores, llegar a limpiar la conciencia y sanear cicatrices afectivas. Paz es
ser sereno, tranquilo, es no agobiarse en las angustias, es permanecer en calma, aún en medio
de los conflictos.
PACIENCIA
Como cuarto fruto está la paciencia, que tiene sentido al controlar la ira y el enojo frente al mal
que haga el otro, con el fin de dar la oportunidad al arrepentimiento, a mejorar y crecer. La
paciencia no significa desilusión ante las cosas cuando no salen como se esperar, paciencia es
perseverar ante la tarea dada por Dios, aun cuando otros hayan desertado.
AFABILIDAD
La afabilidad es el fruto de la amabilidad, del buen trato hacia los demás. Es el fruto del cariño,
de la disposición a ser ‘dulce’, rompiendo cadenas de clase, cultura y raza. Es ser sensible al
otro. Este fruto lleva a cumplirla regla de plata: “No hagas a los demás lo que no te gustaría que
te hicieran a ti”, o la de oro: “Trata a los demás como te gustaría que te trataran a ti”.
BONDAD
El fruto de hacer lo bueno: La bondad. La bondad impulsa a actuar según el Espíritu Santo con
el fin de beneficiar a otros de forma integral. La bondad nos lleva a cumplir la voluntad de Dios,
a extender Su carácter a los hombres.
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TEMPLANZA
La templanza es el dominio propio, es el don espiritual más importante de todos. Con este fruto
somos capaces de controlar nuestros deseos y pasiones. La templanza se refiere a la
autodisciplina que pone todo bajo el señorío de Cristo para vivir libremente, con el fin de ser
dueño de sí mismo.
FE
Como fruto del Espíritu Santo también aparece la fe. Está dirigida a CREER, a aceptar y
adherirnos a la voluntad de Dios. Ella nos lleva a ser obedientes al Proyecto que Dios tiene en
cada una de nuestras vidas.
MANSEDUMBRE
Fruto del Espíritu es la mansedumbre. Se refiere a una estrategia de no violencia que se opone
a las relaciones conflictivas. La mansedumbre no agrede al otro, sino que lo desarma. Es ser
capaz de asumir la agresividad del otro en sí, para amarle, es decir, liberarle en Cristo.
PERSEVERANCIA
Para llegar al doce aparece el fruto de la perseverancia, virtud que nos lleva a mantenernos
fieles al Señor a largo plazo. Con ella no existe ni aburrimiento ni la pena que provienen del
deseo del bien esperado, o de la lentitud y duración del bien que se hace, o del mal que se
sufre. El que cree en el Señor, es constante en él.
Creo en el Espíritu
Creo en el Espíritu,
que da la fuerza
que infunde aliento,
que hace que dentro de cada uno
resuene el eco de Dios.
Creo en el Espíritu,
que con el Padre y el Hijo
es Dios-en-nosotros.
Creo en el Espíritu,
lámpara encendida
en las noches oscuras,
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alivio en la hora difícil,
viento que empuja
cuando fallan las fuerzas.
Creo en el Espíritu,
sabiduría inmortal
que orienta a la gente,
que inquieta a los necios,
que guía a los pueblos,
que mueve a la Iglesia.
Creo en el Espíritu
maestro de una lengua común
construida con palabras de compasión,
con frases de justicia,
con sentencias de misericordia
con proclamas de fe.
Creo en el Espíritu,
más allá del cansancio,
más allá de la muerte,
más allá de la duda,
abrazo último
del Dios de la vida.
Oración de Consagración al Espíritu Santo
Espíritu Santo, Divino Consolador y Huésped de mi alma, te adoro, te alabo y te bendigo.
Me consagro hoy de nuevo a Ti, para que me invadas con tu gracia, ordenes mis facultades y
sentidos, me ilumines, fortalezcas, serenes y bendigas.
Inunda mi inteligencia con tu luz para conocer:
Tu Divina Voluntad
Lo que puedo y debo hacer
Lo que debo y puedo modificar
Lo que no depende de mí cambiar
Cómo debo conducirme en los acontecimientos de la vida
Robustece mi voluntad con el don de la fortaleza:
Para cumplir constantemente con mi deber
Observar fielmente mis promesas
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Conformarme con tu voluntad
Afrontar los problemas y dificultades
Luchar eficazmente contra el mal
Soportar las molestias y enfermedades
Para ser bondadoso, tolerante y paciente
Gracias te doy:
Por haberme hecho cristiano
Por posibilitarme conocerte y amarte
Por haberme infundido devoción hacia Ti
Por haberme colmado de gracias y favores
Te ruego me ayudes:
A perseverar en tu amor
Vivir y obrar en comunión contigo
Hacer fructificar en mí tus dones
Permanecer fiel a tus inspiraciones
Secundar generosamente tus deseos
Evitar lo que te contrita y ofende
Extender tu reinado en mis prójimos
Contemplarte eternamente en el cielo.
Amén
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