Vigilia de Pentecostés 2020 INDICACIONES PREVIAS • En un lugar visible del templo debe estar ya colocado y adornado el Cirio Pascual, junto a él deberá ponerse un recipiente con agua y otro con sal, igualmente adornados. • Se deberá pedir o proveer a todos los asistentes una vela INICIAMOS CON LA PRESENTACIÓN DE LA GUARDIA Monitor: El Espíritu Santo llama… el Espíritu sigue creando, dando vida e inquietando corazones con la misma novedad que antes del tiempo hacia emerger de la nada los primeros elementos y con la misma fuerza con la que encendía los temerosos corazones de 12 discípulos, que, en torno a María, serían luego apóstoles y testigos de un Cristo vivo, de ojos abiertos y corazón palpitante. Hoy el Espíritu Santo nos llama a congregaros nuevamente, en torno a María, para recibir la fuerza y la alegría del Hijo resucitado. Pidamos al Padre y a Jesucristo, que a imitación de María y los apóstoles, seamos receptivos al Espíritu que siempre está viniendo, que siempre quiere transformar nuestras vidas y llenarlas de sentido. Para que seamos capaces de demostrar nuestro amor por Cristo siguiendo sus pasos e imitando su entrega amorosa. Canto de invocación al Espíritu Santo: Athenas – Espíritu Santo https://www.youtube.com/watch?v=jtt7zyFeNls PARA INICIAR EL QUE DIRIGE: En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Todos: Amén Introducción: Hace cincuenta días celebrábamos gozosos la victoria de Cristo sobre la muerte, hoy celebramos que el Padre y Cristo mismo nos han hecho partícipes de esta victoria al regalarnos su Espíritu Santo. Abramos nuestro corazón a la fuerza renovadora del Espíritu y pidamos la valentía para responder generosos al llamado que nos hace a cada uno de nosotros. 2 RITO PENITENCIAL El que dirige: Para disponernos mejor a la actuación del Espíritu en nosotros pidamos perdón por nuestras faltas de amor a Dios, a nosotros y a nuestros hermanos. (Se deja un breve momento de silencio) Lector 1: Por todas las ocasiones en que hemos cerrado nuestros ojos a las injusticias y hemos puesto nuestra mirada en cosas que nos distraen o nos mantienen pegados a un dispositivo electrónico. Todos: Perdónanos, Espíritu Santo. Lector 2: Por las veces en que hemos tapado nuestros oídos para no escuchar las voces de los que sufren y piden nuestra ayuda. Todos: Perdónanos, Espíritu Santo. Lector 3: Por todas las veces que nuestro egoísmo y soberbia no han propagado el buen olor de Cristo. Todos: Perdónanos, Espíritu Santo. Lector 4: Por todas las ocasiones en que nuestra apatía y pereza no dan sabor al mundo. Todos: Perdónanos, Espíritu Santo. Lector 5: Por las veces en que nuestras manos han servido a la destrucción y no a la construcción de una civilización del amor. Todos: Perdónanos, Espíritu Santo. Sacerdote: Dios, rico en misericordia, atiende las súplicas que te hemos dirigido y aquellas que, aunque presentes en nuestra mente y nuestro corazón, no nos atrevemos a elevar a ti. Por Jesucristo, nuestro Señor. Todos: Amén Monitor: La Palabra de Dios, nos ilumina y nos anima a vivir conforme al Espíritu que recibimos en nuestro bautismo y que hoy pedimos nuevamente. Escuchémosla con atención para que cale en nuestros corazones. Liturgia de la Palabra De la carta del apóstol san Pablo a los gálatas (5, 16-25) Hermanos: Los exhorto a que vivan de acuerdo con las exigencias del Espíritu; así no se dejarán arrastrar por el desorden egoísta del hombre. Este desorden está en contra del Espíritu de Dios, y el Espíritu está en contra de ese desorden. Y esta oposición es tan radical, que les impide a ustedes hacer lo que querrían hacer. Pero si los guía el Espíritu, ya no están ustedes bajo el dominio de la ley. Son manifiestas las obras que proceden del desorden egoísta del hombre: la lujuria, la impureza, el libertinaje, la idolatría, la brujería, las enemistades, los pleitos, las rivalidades, la ira, las rencillas, las divisiones, las discordias, las envidias, las borracheras, las orgías y otras cosas semejantes. Respecto a ellas les advierto, como ya lo hice antes, que quienes hacen estas cosas no conseguirán el Reino de Dios. 3 En cambio, los frutos del Espíritu Santo son: el amor, la alegría, la paz, la generosidad, la benignidad, la bondad, la fidelidad, la mansedumbre y el dominio de sí mismo. Ninguna ley existe que vaya en contra de estas cosas. Y los que son de Jesucristo ya han crucificado su egoísmo, junto con sus pasiones y malos deseos. Si tenemos la vida del Espíritu, actuemos conforme a ese mismo Espíritu. Palabra de Dios. Breve explicación del texto bíblico (Se deja un momento en silencio para la reflexión personal) Canto: Azeneth González – Espíritu Santo https://www.youtube.com/watch?v=scqczMyaI7M Monitor: Desde la creación del mundo, el Espíritu Santo se ha hecho presente al hombre de múltiples formas y a través de diversos signos; en cada uno de ellos descubrimos la creatividad amorosa con la que Dios actúa para dar plenitud a nuestra vida. Hay tres signos eminentes que nos recuerdan algunas de las cualidades del Espíritu Santo; estos son, el fuego, el agua y la sal. Con gestos visibles, mostremos que queremos vivir la aventura de dejar que el Espíritu guíe nuestros pasos, encaminándolos hacia Cristo. El que dirige: A través de los signos que aquí podemos contemplar, queremos disponernos, Dios Padre y Dios Hijo, para recibir el Espíritu que de ustedes procede. Queremos reavivar el deseo de vivir en ti y para ti. Queremos descubrir nuestra vocación y hacerla fructificar en el servicio a nuestros hermanos. (Mientras un adorador enciende el Cirio Pascual) Lector 1: Al encender este Cirio Pascual, te pedimos, Dios Espíritu Santo, que sigas iluminando nuestro camino y encendiendo nuestros corazones, para ser cristianos valientes que vivan los valores del evangelio; para que, como María, mujer siempre atenta a tu voz, seamos dóciles a tus inspiraciones y seamos generosos para responder al proyecto que has pensado para nuestra realización plena. Monitor: Como signo de nuestra intención de dejarnos iluminar por el Espíritu Santo para seguir las huellas de Cristo, tomaremos nuestra vela, y quien guste puede acercarse al Cirio pascual para recibir su luz y su calor y prender la propia vela. Posteriormente regresamos a nuestro lugar (se hace mientras el canto). Canto: Grupo Emmanuel – Eres la luz https://www.youtube.com/watch?v=GahEQyAQme0 4 (Una vez que todos han regresado a sus lugares) Lector: Para vencer nuestros miedos Todos: Dios, Espíritu Santo, ilumínanos Lector: Para esclarecer nuestras dudas Todos: Dios, Espíritu Santo, ilumínanos Lector: Para dejar atrás la angustia Todos: Dios, Espíritu Santo, ilumínanos Lector: Para ser reflejo de tu amor Todos: Dios, Espíritu Santo, ilumínanos Lector: Para ser guía que lleve hasta ti Todos: Dios, Espíritu Santo, ilumínanos Monitor: Una vez que la luz física ha dado paso a la luz espiritual podemos apagar nuestra vela. Lector: También desde tiempos inmemoriales, el agua ha sido signo de vida y pureza. Cristo, a través del Espíritu Santo, ha concedido a este elemento todavía más poder al hacerlo signo de una vida y una pureza mayores: la vida como hijos de Dios y la pureza de la santidad. Pidamos a Dios que nuestras acciones sean como el agua que brota hasta la vida eterna. Monitor: De igual modo que recibimos la luz, acerquémonos para recibir el agua, signo de la pureza de corazón y de la vida que queremos trasmitir a los demás. (Cada participante toma un poco de agua vendita) Canto: Hermana Glenda (Cover: Yuli & Josh) – Tú eres el agua viva https://www.youtube.com/watch?v=x5sARg8evUw Lector: Para vencer el pecado Todos: Límpianos, Dios Espíritu Santo Lector: Para superar la soberbia Todos: Límpianos, Dios Espíritu Santo 5 Lector: Para dejar nuestro egoísmo Todos: Límpianos, Dios Espíritu Santo Lector: Para mirar con los ojos de Jesús Todos: Límpianos, Dios Espíritu Santo Lector: Para que nuestras manos acaricien y no golpeen Todos: Límpianos, Dios Espíritu Santo Monitor: Por último, Jesucristo nos ha llamado a dar sabor al mundo; nos ha invitado transformar la realidad sin perder la propia esencia. La sal no solo da sabor a los alimentos, sino que los preserva de la corrupción. Como cristianos, es también esa nuestra misión: hacer que nuestras actividades cotidianas tengan el sabor de Cristo y preservar a quienes nos rodean de la corrupción de la tristeza y la apatía. (cada uno toma un poco de sal y puede llevarla a la boca. Se hace mientras el canto) Canto: Brotes de olivo – La sal y la luz https://www.youtube.com/watch?v=QVkzTgSbSp Y Lector: Para que preservemos de la tristeza a quienes nos rodean Todos: Dios Espíritu Santo, danos la sazón de Cristo Lector: Para que llevemos esperanza a los decaídos Todos: Dios Espíritu Santo, danos la sazón de Cristo Lector: Para que demos nuevos bríos a los cansados Todos: Dios Espíritu Santo, danos la sazón de Cristo Lector: Para que reanimemos a los apáticos Todos: Dios Espíritu Santo, danos la sazón de Cristo Lector: Para que alegremos a los aburridos Todos: Dios Espíritu Santo, danos la sazón de Cristo 10 El que dirige: Señor, Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, te damos gracias por este momento de especial cercanía contigo. Gracias sé para nosotros fuerza, luz, pureza y sabor. Hazlos valientes para ser testigos de Cristo, para que seamos callejeros de la fe. Para que nuestra creatividad y energía hagan presente tu palabra en los lugares donde no te conocen. Pero también, Dios nuestro, presérvanos de todo peligro, aléjanos de los vendedores de muerte y haznos capaces de vencer todo mal a fuerza de bien. 1. Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el cielo. Padre amoroso del pobre; don en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. 2. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo, tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos. 3. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. 4. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma el espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. 5. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén LUCERNARIO DONES DEL ESPÍRITU SANTO Para este momento se disponen de siete cirios encendidos. Las personas responsables se acercan al altar llevando las luces, que se dispondrán delante del altar. El momento se acompaña con música instrumental y entre las oraciones se entona un canto al Espíritu Santo. Los encargados harán la petición de cada uno de los dones. El monitor se dirige a la asamblea con estas palabras y después va anunciando cada uno de los dones: Del Libro de Isaías (Isaías 11, 1- 3) “Saldrá un vástago del tronco de Jesé, y un retoño de sus raíces brotará. Reposará sobre él el espíritu de Yahveh: espíritu de sabiduría e inteligencia, espíritu de consejo y fortaleza, espíritu de ciencia y temor de Yahveh. Y le inspirará en el temor de Yahveh. No juzgará por las apariencias, ni sentenciará de oídas." Palabra de Dios 7 El Espíritu Santo es don por excelencia y con él vienen comúnmente los llamados dones que se nos dan para el crecimiento de la vida cristiana. El Catecismo de la Iglesia Católica nos dice: “La vida moral de los cristianos, está sostenida por los dones del Espíritu Santo. Estos son disposiciones permanentes que hacen al hombre dócil para seguir los impulsos del Espíritu Santo”. (CIC 1830) Según Santo Tomás de Aquino, los dones del Espíritu son hábitos que capacitan al hombre paras seguir, rápida y fácilmente, las iluminaciones e inspiraciones divinas. El hombre debe estar siempre abierto a la gracia de Dios, pero en muchas ocasiones, le oponemos resistencia. Por eso, pidamos los dones del Espíritu en favor de la inteligencia: Sabiduría, Entendimiento, Ciencia y consejo; y los dones a la voluntad que son: Piedad, Fortaleza y Temor de Dios. Hagamos un momento de intensa oración. 1.SEÑOR, DANOS EL DON DE LA SABIDURÍA Señor, danos el don de la Sabiduría. Que nos ayude a descubrir tu presencia en la creación, a amarte filialmente, a reverenciar tu santidad, a penetrar las verdades de la fe, a perseverar en las dificultades y atinar en las aplicaciones. Danos, con la Sabiduría, la gracia de poder ver cada cosa con los ojos de Dios. Danos la luz que se recibe de lo alto, una participación especial en ese conocimiento misterioso y sumo, que eres tú. Danos la sabiduría que perfecciona la virtud teologal de la caridad, produciendo un conocimiento nuevo, impregnado por el amor. Danos Señor, el don de la Sabiduría. Canto 2.DANOS, SEÑOR, EL DON DEL ENTENDIMIENTO Con este don, Señor, podemos leer por dentro, estudiar a fondo, llegar al corazón de las cosas. Por el don del entendimiento llegamos a calar en el sentido y en el por qué de las cosas y de nuestra propia vida, a veces tan difícil de entender. Señor, Por este don nos hacemos capaces de sorprendernos gratamente con las personas que nos rodean; ellas, nos son entregadas como don tuyo. Por este don del entendimiento que nos haces, podemos reconocer tu mano donde otros sólo ven casualidades. Con este don del entendimiento, en definitiva, vemos con tus ojos, Señor. Danos Señor, el don del Entendimiento Canto 10 3.SEÑOR, DANOS EL DON DEL CONSEJO Por este don Tú nos ayudas a vivir y nos ayudas a tomar las verdaderas y más importantes decisiones que afectan a nuestra vida y a la vida de los demás, porque la vida tiene sentido cuando se entrega. Con este don nos permites escuchar atentos y callados cuando alguien nos cuenta sus desánimos y sus confusiones, creando un espacio en el que habla, pueda entrar en sí mismo y encontrar la salida más adecuada a lo que le preocupa. Este don del consejo es el que nos une unos a otros para buscar conjuntamente, y para animarnos en el camino que nos lleva hacia Ti. Danos Señor, el don de Consejo. Canto 4.SEÑOR, DANOS EL DON DE LA FORTALEZA Con este don, Tú nos das, Señor, el valor, la constancia y la perseverancia. Porque la vida no puede vivirse en debilidad, hay que definirse, hay que SER resilientes, es decir fuertes; y para eso necesitamos la tenacidad y la fortaleza. Necesitamos este don para hacer frente a tantas cosas que nos quieren apartar de tu proyecto y de nuestra fidelidad a ti. Danos este don para que no seamos gente que empieza y nunca sigue ni termina el camino del bien empezado. Dános, con este don, la constancia y perseverancia para alcanzar, ayudados por ti, la santidad a la que nos llamas. Dános Señor, el don de Consejo. Canto 5.SEÑOR, DANOS EL DON DE LA CIENCIA Señor, dános el don de la ciencia que nos capacita para ver todas las cosas en relación contigo que eres su fundamento Dános con este don la capacidad de ver y entender con facilidad la vida presente en referencia continua a su fin definitivo, la vida eterna. Por el precioso don de ciencia todos los santos, te han encontrado en las criaturas, y se han conmovido profundamente ante la belleza del mundo visible, descubriendo en ellas tu acción invisible. Dános la capacidad de servirnos de las creaturas para descubrirte a ti, el creador, sin dejarnos deslumbrar por el brillo de lo efimero de las cosas de este mundo y aferrandonos cada vez más a lo eterno. Dános Señor, el don de la Ciencia. Canto 9 6.SEÑOR, DANOS EL DON DE PIEDAD Señor Jesús, danos El don de la piedad que nos hace sentirnos hijos de Dios padre. Sentir ternura, admiración y afecto hacia él, y sentirnos hermanos de los demás y amarlos, porque tú mismo nos los has dado como hermanos. Danos el don de piedad por el que sabemos vivir profundamente la amistad, teniendo amigos con los que compartir lo que somos; para poder abrir nuestro corazón y descansar en la confianza. El don por el que podemos llamar y sentir a Dios como Padre, y por el que nos atrevemos a llamarlo cariñosamente Papá (Abba). Danos Señor, el don de la Piedad. Canto 7.SEÑOR, DANOS EL DON DEL TEMOR DE DIOS Temor que no tiene nada que ver con el miedo, Dánoslo para entender que el temor de Dios es un sentimiento profundo por el que valoramos de tal manera el don de tu amor, que tememos perderlo, que tememos perder el tesoro más precioso que eres tú. Es el don que nos lleva a respetarte y reverenciarte, porque sabemos que eres lo que más nos conviene, y lo que más necesitamos. Danos, Dios de amor, la gracia de tu santo temor, el propósito de nunca ofenderte, la voluntad de seguir tus mandamientos, el firme deseo de ser fieles a tu voluntad. Dános Señor, el don del temor de Dios. Canto Al pie de la virgen ya está ubicado un florero vacío. El monitor se dirige a la asamblea: Queridos hermanos, este regalo maravilloso de Cristo al terminar la Pascua nos tiene que llenar de gozo. Hoy vivimos juntos este nuevo Pentecostés. El Señor, a través de su Palabra, nos recuerda que hemos sido llamados a ser libres, pero al mismo tiempo nos exhorta a no hacer uso de esta libertad como ocasión de la carne, sino que no sirvamos unos a otros por amor. Si somos hombres espirituales debemos dejarnos guiar por el Espíritu y los frutos del Espíritu son: Amor, alegría, paz, paciencia, benevolencia, bondad, fidelidad, mansedumbre y dominio de sí. Pidamos al Señor que podamos dejarnos guiar por su Espíritu y, ahora, como signo de que anhelamos que en nuestra vida se vean reflejados los frutos del Espíritu, presentamos a María, Esposa del Espíritu y modelo de donación y disposición a la voluntad de Dios. Las personas asignadas van nombrando el fruto, dicen lo que corresponde a cada uno y ponen en el jarrón destinado una flor. 10 AMOR El amor es también caridad. Fruto del Espíritu que nos da buena voluntad, habilidad para amar, incluso al que no es fácil amar. Este fruto es un atributo propio de Dios… Dios es amor. El amor revitaliza. Jesucristo dio su vida en amor a todos nosotros. ALEGRÍA Uno de los frutos más admirados, la alegría, el gozo. Deleite y encanto de una relación vivida en armonía entre el cristiano y Dios. Es el entusiasmo espiritual que una persona experimenta al ver el Señor, descubrirlo, sentirlo cerca. Es el placer de ver que la voluntad del Señor se cumple, aún, en medio de los sufrimientos. Es el regocijo que se siente cuando muchos se convierten. PAZ Dios nos ha regalado como fruto del Espíritu la paz, armonía interna que nos permite resolver nuestros conflictos interiores, llegar a limpiar la conciencia y sanear cicatrices afectivas. Paz es ser sereno, tranquilo, es no agobiarse en las angustias, es permanecer en calma, aún en medio de los conflictos. PACIENCIA Como cuarto fruto está la paciencia, que tiene sentido al controlar la ira y el enojo frente al mal que haga el otro, con el fin de dar la oportunidad al arrepentimiento, a mejorar y crecer. La paciencia no significa desilusión ante las cosas cuando no salen como se esperar, paciencia es perseverar ante la tarea dada por Dios, aun cuando otros hayan desertado. AFABILIDAD La afabilidad es el fruto de la amabilidad, del buen trato hacia los demás. Es el fruto del cariño, de la disposición a ser ‘dulce’, rompiendo cadenas de clase, cultura y raza. Es ser sensible al otro. Este fruto lleva a cumplirla regla de plata: “No hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran a ti”, o la de oro: “Trata a los demás como te gustaría que te trataran a ti”. BONDAD El fruto de hacer lo bueno: La bondad. La bondad impulsa a actuar según el Espíritu Santo con el fin de beneficiar a otros de forma integral. La bondad nos lleva a cumplir la voluntad de Dios, a extender Su carácter a los hombres. 11 TEMPLANZA La templanza es el dominio propio, es el don espiritual más importante de todos. Con este fruto somos capaces de controlar nuestros deseos y pasiones. La templanza se refiere a la autodisciplina que pone todo bajo el señorío de Cristo para vivir libremente, con el fin de ser dueño de sí mismo. FE Como fruto del Espíritu Santo también aparece la fe. Está dirigida a CREER, a aceptar y adherirnos a la voluntad de Dios. Ella nos lleva a ser obedientes al Proyecto que Dios tiene en cada una de nuestras vidas. MANSEDUMBRE Fruto del Espíritu es la mansedumbre. Se refiere a una estrategia de no violencia que se opone a las relaciones conflictivas. La mansedumbre no agrede al otro, sino que lo desarma. Es ser capaz de asumir la agresividad del otro en sí, para amarle, es decir, liberarle en Cristo. PERSEVERANCIA Para llegar al doce aparece el fruto de la perseverancia, virtud que nos lleva a mantenernos fieles al Señor a largo plazo. Con ella no existe ni aburrimiento ni la pena que provienen del deseo del bien esperado, o de la lentitud y duración del bien que se hace, o del mal que se sufre. El que cree en el Señor, es constante en él. Creo en el Espíritu Creo en el Espíritu, que da la fuerza que infunde aliento, que hace que dentro de cada uno resuene el eco de Dios. Creo en el Espíritu, que con el Padre y el Hijo es Dios-en-nosotros. Creo en el Espíritu, lámpara encendida en las noches oscuras, 10 alivio en la hora difícil, viento que empuja cuando fallan las fuerzas. Creo en el Espíritu, sabiduría inmortal que orienta a la gente, que inquieta a los necios, que guía a los pueblos, que mueve a la Iglesia. Creo en el Espíritu maestro de una lengua común construida con palabras de compasión, con frases de justicia, con sentencias de misericordia con proclamas de fe. Creo en el Espíritu, más allá del cansancio, más allá de la muerte, más allá de la duda, abrazo último del Dios de la vida. Oración de Consagración al Espíritu Santo Espíritu Santo, Divino Consolador y Huésped de mi alma, te adoro, te alabo y te bendigo. Me consagro hoy de nuevo a Ti, para que me invadas con tu gracia, ordenes mis facultades y sentidos, me ilumines, fortalezcas, serenes y bendigas. Inunda mi inteligencia con tu luz para conocer: Tu Divina Voluntad Lo que puedo y debo hacer Lo que debo y puedo modificar Lo que no depende de mí cambiar Cómo debo conducirme en los acontecimientos de la vida Robustece mi voluntad con el don de la fortaleza: Para cumplir constantemente con mi deber Observar fielmente mis promesas 13 Conformarme con tu voluntad Afrontar los problemas y dificultades Luchar eficazmente contra el mal Soportar las molestias y enfermedades Para ser bondadoso, tolerante y paciente Gracias te doy: Por haberme hecho cristiano Por posibilitarme conocerte y amarte Por haberme infundido devoción hacia Ti Por haberme colmado de gracias y favores Te ruego me ayudes: A perseverar en tu amor Vivir y obrar en comunión contigo Hacer fructificar en mí tus dones Permanecer fiel a tus inspiraciones Secundar generosamente tus deseos Evitar lo que te contrita y ofende Extender tu reinado en mis prójimos Contemplarte eternamente en el cielo. Amén 10