ESTILOS DE CRIANZA, EQUIDAD DE GÉNERO Durante los últimos años se han realizado mejoras para reducir las diferencias tanto entre mujeres y hombres como entre niños y niñas en áreas sociales, como la salud y la educación. Este trabajo se centró en el empoderamiento de las mujeres y las niñas considerando los efectos externos resultantes de la eliminación de las desigualdades y discriminaciones. Las desigualdades de género en las áreas educativas, políticas, económicas y sociales afectan negativamente tanto a las personas como a sus comunidades (UNESCO). Las violaciones, el acoso sexual y la violencia en el hogar son problemas que, estadísticamente, es más probable que afecten en mayor medida a las mujeres y que requieren medidas legislativas para proteger sus derechos humanos, su dignidad y su integridad física. La igualdad entre mujeres y hombres también requiere de cambios en nuestras conciencias y conductas, y de innovar en las formas de trabajar en las instituciones públicas, incorporando en normas, procesos y fases de los programas, lo que se conoce como "la perspectiva de género", y adoptando en nuestra vida profesional y personal, nuevos valores, principios y prácticas que nos ayudarán a construir familias y una sociedad solidaria y libre, en la que se comparte por igual derechos y oportunidades (INMUJERES). Una de cada cinco mujeres y niñas, incluido el 19% de las mujeres y las niñas de 15 a 49 años, han sufrido violencia física y/o sexual por parte de una pareja íntima, durante los últimos 12 meses. Sin embargo, en 49 países no existen leyes que protejan específicamente a las mujeres contra tal violencia (Sustainable Development) Luis Bonino define a la masculinidad como “una arbitraria construcción social resultante de la organización patriarcal y de dominio masculino en las relaciones de género (…) está compuesta por un conjunto de valores, definiciones, creencias y significados sobre el ser, deber ser y no ser varón, pero, sobre todo, de su estatus en relación a las mujeres” (CONAVIM). Por otro lado, una definición más preocupante es aquella proporcionada por un número reducido de la sociedad acerca de un hombre varonil: “Más allá de lo físico, la actitud es un factor relevante. No se trata de caminar o hablar de cierta forma, sino en la manera en la que se dirige a los demás, como se desenvuelve con las mujeres, con la familia, amigos o en el trabajo. Ser varonil no es sinónimo de patán; por el contrario: un hombre que respeta y se da a respetar es mucho más atractivo.” Entre las tantas características que clasifican a un hombre como “varonil” son las siguientes: Ser caballeroso, cocinar, estar en forma, tener buena actitud, que se involucre en la familia, dejarse crecer la barba, que sea culto, ayudar en casa, admitir que otro hombre es guapo, etc. Sin duda, estas características sólo encasillan al hombre en un estereotipo que debe seguir (Cultura Colectiva). “Ser más macho que Jorge Negrete” es una expresión internacionalmente común. El macho, el machismo, es una de los estereotipos culturales más extendidos de México, que se puede ampliar incluso a toda identidad hispanoamericana. Sin embargo, no deja de ser un estereotipo que no hace más que dejar ver la imposición de una masculinidad hegemónica, blanca, heterosexual, protestante, joven y opresora. El folklorista Vicente T. Mendoza ya estudió el machismo por los años 60, a través de los corridos y cantares mexicanos de fines del siglo XIX y principios del XX. Tras explicar el fenómeno por causas como la influencia del clima o la herencia heredada de los andaluces, establece una distinción entre dos clases de machismo. El primero y auténtico se caracteriza por el valor, la generosidad y el estoicismo, y el segundo, la cobardía y la falsedad. Otros autores como Samuel Ramos y Octavio Paz se decantan por la teoría de que el machismo mexicano tiene sus orígenes en la Conquista, cuando los invasores llegaron al país y maltrataron a las mujeres. De aquí nació el mestizo que sigue la senda del machista español y desprecia a la mujer “india” (Revistamito). En cambio, la definición más usada en las personas y que es retomada google de lo que es un hombre, es la siguiente: “Ser vivo que tiene capacidad para razonar, hablar y fabricar objetos que le son útiles; desde el punto de vista zoológico, es un animal mamífero del orden de los primates, suborden de los antropoides, género Homo y especie Homo sapiens. Persona del sexo masculino considerada desde el punto de vista social, es decir, en cuanto tiene una determinada cualidad, condición, profesión, etc.” (Diccionario Google). Muchas veces ser hombre se confunde con ser caballeroso, y para esto hemos rescatado una definición que nos intenta imponer una página cualquiera de internet, demostrando el perfil que la sociedad tiene de un “caballero”: “Hombre que se comporta con distinción, nobleza y generosidad. Se portó como un caballero. Ser simplemente hombre es muy diferente a ser un caballero. Aquí unas cosas que un verdadero caballero hace a diario.” Entre las actitudes que este tipo de páginas pretende asfixiar a un hombre entran las siguientes: “Si promete algo siempre lo cumple, mantener su palabra siempre será lo más importante para él. Sólo un verdadero hombre sabe que ésto no lo hace más débil, si no más fuerte. Habla fuerte y seguro de ti mismo. Un caballero siempre se preocupa porque su mujer esté protegida y segura de que con él no le pasará nada malo.” (Esmoda) Un tema que ha entrado en debate a lo largo de los años es la definición de un hombre galante y las características que este debería poseer para ser bien aceptado. La galantería nació en Francia y esa vieja galantería de elegancia de intenciones y maneras fue mal utilizada por los libertinos de todas las cortes europeas para conseguir sus conquistas (las mujeres tampoco eran unos angelitos). Pero nos interesa el presente y qué significa ser un hombre galante hoy día. Los gestos del galante no varían: es una tradición. Lo que puede variar es la manera de entenderlo por parte de ambos sexos. Por parte de la mujer, a menudo, se siente ofendida por equivocadas ideas sobre el feminismo. Del lado masculino, hay que procurar no rozar las ideas del machismo imponiéndose aquí y allá como un guardaespaldas posesivo. El galante con éxito es aquel que realiza esos pequeños gestos de manera totalmente voluntaria y natural. Cuando es forzado, hecho sin ganas o por obligación por lo que dirán, pierde todo el sentido y el encanto. Las iniciativas y movimientos no deben ser bruscos sino suaves, sin revolotear alrededor de la mujer como un gallo nervioso ni asustarla siendo demasiado impulsivo ni efusivo sino controlando la situación, tomándote tu tiempo. Nada más atrayente que un hombre seguro de sí mismo y de lo que hace. Si quieres ser galante, no preguntes: actúa. No le preguntes si necesita ayuda: ve y dásela. No le preguntes si quiere que le pongas el abrigo, simplemente cógelo y pónselo. Sírvele más vino y, si no quiere, ya te lo dirá y aceptarás su decisión sin insistir (trendenciashombre). “La igualdad de género es un principio constitucional que estipula que hombres y mujeres son iguales ante la ley”, lo que significa que todas las personas, sin distingo alguno tenemos los mismos derechos y deberes frente al Estado y la sociedad en su conjunto. Sabemos bien que no basta decretar la igualdad en la ley si en la realidad no es un hecho. Para que así lo sea, la igualdad debe traducirse en oportunidades reales y efectivas para ir a la escuela, acceder a un trabajo, a servicios de salud y seguridad social; competir por puestos o cargos de representación popular; gozar de libertades para elegir pareja, conformar una familia y participar en los asuntos de nuestras comunidades, organizaciones y partidos políticos. El reconocimiento de la igualdad de género ha sido una conquista histórica de las mujeres. Hace 250 años plantearse la igualdad de derecho era un hecho inconcebible ya que se consideraba que las mujeres eran naturalmente diferentes e inferiores a los hombres. Los gobiernos del mundo inician el reconocimiento de la igualdad entre mujeres y hombres como un derecho a inicios del siglo XX cuando se reconoció que las mujeres gozaban del mismo estatus jurídico para participar en la vida pública, tanto en cargos de elección popular, como en la economía y el trabajo. Desde el 2006 nuestro país cuenta con la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, la cual establece las atribuciones de los tres órdenes de gobierno en la aplicación coordinada de la Política Nacional de Igualdad (PNI). De acuerdo a esta ley, la igualdad de género consiste básicamente en que las mujeres tengan el mismo acceso, trato y oportunidad de gozar de derecho a la educación, al empleo, a la salud, a la asociación ciudadana, a la participación política, a la felicidad. Es decir, a gozar de las condiciones para el desarrollo y ejercicio pleno de sus capacidades. Además desde tu vida cotidiana, desde tu casa, con tu familia, en tu trabajo te puedes sumar y participar para acercarnos más a la igualdad (INMUJERES). Las definiciones de lo que es un hombre, macho, varón, caballero, galante, etc. Están sometidas al criterio de la sociedad, la sociedad está en constante cambio y sin duda, los criterios para poder encasillar a un hombre o a una mujer no serán los mismos en los años 60, 80, 90 o en 2000, todo va cambiando dependiendo de la sociedad, la cultura y los estilos de crianza que se le imponga a cada individuo. Algo que me parece interesante y que me gustaría rescatar de todo esto, es el gran contraste que he podido notar en mi corta vida acerca de los roles de género que se han impuesto en la sociedad, un ejemplo de ello es la canción “Puto” de Molotov, cuando esta canción fue lanzada, no era mal vista, se escuchaba por las calles en el público joven y el sentido machista y racista pasaba desapercibido, sin embargo, con el paso de los años la canción fue mal vista e incluso de exigió que se censurara, el cambio de mentalidad en la sociedad se vio reflejada en estas nuevas exigencias. Hoy en día incluso hay una canción titulada “Quien no perree es macho” de Sailorfag, en la cual se puede notar la reprobación de actitudes machistas y es hasta cierto punto una respuesta a la canción anteriormente mencionada. Hoy en día se ha intentado modificar la mentalidad cerrada de la sociedad y se ha impulsado la idea de la equidad de género, sin embargo, aún nos falta mucho camino por delante. REFERENCIAS: https://es.unesco.org/creativity/sites/creativity/files/digitallibrary/cdis/Iguldad%20de%20genero.pdf http://puntogenero.inmujeres.gob.mx/madig/igualdad/seccion4.html https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/gender-equality/ https://www.gob.mx/conavim/articulos/que-es-la-masculinidad?idiom=es https://culturacolectiva.com/estilo-de-vida/10-habitos-que-hacen-a-un-hombre-varonil http://revistamito.com/el-macho-mexicano/ https://www.google.com/search?rlz=1C1AWFC_enMX813MX813&q=Diccionario http://eslamoda.com/40-reglas-que-convierten-a-un-hombre-en-un-verdadero-caballero https://www.trendenciashombre.com/cajon-de-sastre/la-galanteria-es-cosa-de-hombres http://puntogenero.inmujeres.gob.mx/madig/igualdad/index.html