Subido por ketiy27400

Introduccion al adiestramiento

Anuncio
Introducción
al adiestramiento
13
La dimensión interior
del adiestramiento:
ante todo está la relación
Los adiestradores de obediencia suelen ser unos tutores muy exigentes
(algunos son tristemente directos a la hora de señalar los errores de sus
clientes), aunque también les encantan las ocasiones en que ven que su
trabajo con un cliente es estimulante. Observar que la relación entre perro
y propietario alcanza su plenitud es una de las cosas más satisfactorias que
un adiestrador puede experimentar. Hace que toda la rutina merezca la
pena. Una vez una clienta nos llevó a su golden retriever para el curso de
adiestramiento de obediencia básica de tres semanas, aunque ni ella ni la
perra, Jessie, tenían problemas en su relación cotidiana. La mujer explicó
que sentía que la relación podría estrecharse mucho más y estaba dispuesta a destinar el tiempo y los esfuerzos necesarios para conseguirlo.
Le sugerimos varios libros y artículos para que pudiera estudiar más
posibilidades mientras el perro se quedaba con nosotros para que lo
adiestráramos. También le aseguramos que ahondaríamos en muchos de
estos puntos con más detalle en la entrevista final. Resulta que cuando
volvió para realizar la entrevista final se había preparado bien; había hecho los deberes y había pensado con claridad cómo quería mejorar la relación. Estaba entusiasmada, no sólo con las rutinas técnicas y la perspicacia del curso de obediencia, sino también con nuestros comentarios
sobre la disciplina interior que se requiere de los propietarios si en verdad
quieren llevar la relación con sus perros al siguiente nivel. Durante la de-
116 INTRODUCCIÓN AL ADIESTRAMIENTO
mostración, estuvo muy atenta al monje que estaba trabajando con Jessie,
le pidió a su novio que grabara la sesión y no cabía en su gozo cuando al
fin se reencontró con su perro. Después de un momento jugando y pasando el tiempo con Jessie, y cuando se estaba preparando para repasar el
adiestramiento junto al monje, se detuvo un momento para hacer una
observación: “Sabe, hermano, hace tiempo que estudio ballet, y la forma
en que estaba trabajando con Jessie me ha recordado cosas que sé de
manera intuitiva a partir de la danza. Parecía como si estuvieran trabajando sin ningún esfuerzo, como un equipo. ¡Y su actitud! Me ha tranquilizado tanto. Mis amigos me habían advertido sobre el adiestramiento,
pero además de no quebrar su espíritu, en verdad ha salido de su ensimismamiento. Con estos fundamentos, siento que tengo algo tangible con lo
que trabajar y una cierta calidad de la relación a la que aspirar”.
Su comentario fue gratificante, y no sólo porque fue halagador, sino
que fue mucho más gratificante que había aspirado a una dimensión más
profunda con Jessie, una con unos matices claramente espirituales y estaba dispuesta a trabajar para desarrollarla. La imagen del ballet captó bien
el ideal de armonía de la interacción entre can y humano: disciplinado
pero elegante, equilibrado y siempre respetuoso. Varios meses después
fue un verdadero placer recibir una carta suya diciendo que aunque “no
esté totalmente coreografiada, ¡nuestra vida juntas es mucho más rica!
Gracias por su ayuda”.
En New Skete, nuestro planteamiento respecto a los perros pone énfasis precisamente en estimular la relación entre perro y propietario. Cuando
empezamos a enseñar los ejercicios de obediencia básica, es importante
subrayar este principio: el adiestramiento siempre está destinado a servir
a la relación. Una relación satisfactoria proviene de una actitud amable y
respetuosa respecto al perro, en la que nosotros como cuidadores combinamos una comprensión bin fundamentada de los perros y el comportamiento canino con el amor tan profundo que sentimos por ellos. Sí, la
buena técnica es importante, pero no per se, sino que siempre desempeña un
papel secundario de apoyo a la calidad general de la relación. En nuestra
experiencia, este tipo de actitud por parte del cuidador ofrece la libertad
al perro para responder con una disposición natural y con el tiempo madura un grado profundo de lealtad y dedicación, a pesar de que haya
muchos métodos válidos para adiestrar a un perro. Éste es el campo abo-
La dimensión interior del adiestramiento: ante todo está la relación 117
nado a partir del cual han evolucionado muchos perros famosos (Lassie,
Benji, Rin-Tin-Tin, etc.): una relación sana con el adiestrador.
Esto sorprende a muchas personas. En nuestra cultura se da tanta importancia a la técnica que solemos suponer que si tan sólo nos colocáramos de maneara correcta, la sincronización del tirón con la correa fuera
precisa y el tono de la voz fuera como el tono de…, todo lo demás ya vendría. El adiestramiento trata más que de esto. Nuestra actitud es igualmente importante para adiestrar con eficacia, para comunicar y para
construir la relación que imagina con su perro. El adiestramiento es un
desafío porque engloba dos partes vivas y conscientes: usted y su perro.
Por nuestra experiencia, la mayoría de los perros actúan de un modo
bastante predecible, según sus personalidades. No obstante, los seres humanos son, a menudo, menos predecibles. Es demasiado fácil no tener
conciencia de uno mismo y que en el adiestramiento aparezcan muchas
actitudes negativas y beligerantes que son contraproducentes, que menosprecian al perro y que, en última instancia, entorpecen el progreso.
Esto ocurre, por ejemplo, cuando el perro recibe las consecuencias de la
pelea que ha tenido con su esposa, la reprimenda que ha recibido de su
jefe o simplemente el mal humor que tiene ese día. Su perro no tiene
forma de entender estas actitudes más allá del mensaje inmediato que su
comportamiento le comunica: que usted está descontento con él. Esto es
injusto para usted y para su perro y, además, ni siquiera es verdad.
El buen adiestrador debe estar tan al tanto de sí mismo como del perro para poder responder de inmediato a cualquier circunstancia que
pueda requerirlo, honestamente, sin ningún tipo de bagaje emocional
que no tenga que ver con esto. Para conseguirlo es necesaria una honestidad implacable y una introspección disciplinada que le haga ser consciente de su estado mental mientras se prepara para el adiestramiento.
Esta conciencia le permitirá identificar y tratar por adelantado sus propias emociones personales, que pueden afectar el adiestramiento. Lejos de
ser artificial, cosas sorprendentes empiezan a suceder cuando introduce
estas características positivas en su adiestramiento. No sólo tiene un
foco más claro y una mejor presencia mental hacia su perro (lo cual
ayuda al perro a aprender de un modo mucho más eficaz), sino también
traslada estas cualidades a las relaciones humanas. Las dos esferas están
íntimamente relacionadas. Aquí, en el monasterio, decimos: no puedes
118 INTRODUCCIÓN AL ADIESTRAMIENTO
convertirte en un mejor adiestrador si no te conviertes en un mejor ser
humano.
Desde este punto de vista, el adiestramiento de obediencia puede estar
relacionado con la disciplina espiritual tanto para adiestrar a su perro
como para adiestrarse a sí mismo. El problema de muchos planteamientos
de adiestramiento está en que se centran por completo en el perro y no en
el adiestrador. En un contexto de comportamiento irreflexivo, todo lo que
importa en verdad es la técnica en particular y el resultado final que consigue con ella. “Cualquier cosa funciona” es una excusa empleada para
justificar técnicas de adiestramiento a las que, si las examinamos detenidamente, no sólo les falta sensibilidad, sino que son cuestionables desde
un punto de vista ético. Por ejemplo, “colgar” a un perro por una infracción de obediencia puede conseguir resultados, pero ¿a qué precio? ¿Después de esto cómo le percibirá el perro? ¿Cómo a un tirano a quien temer? ¿Qué otros aspectos de su vida salen junto con el enfado y la frustración hacia su perro? ¿Realmente merece la pena?
Nosotros creemos que hay un camino mejor, uno que combina un
respeto genuino por el perro y su forma de aprendizaje con una buena
técnica y una conciencia del estado interior real del adiestrador. Es importante darse cuenta de que la mayoría de nosotros podemos trabajar y
adquirir esta dimensión interior. No somos unos fanáticos del “síndrome de san Francisco”, la idea de que algunas personas simplemente tienen un don para los perros, mientras que otras nunca serán capaces de
aprender, con independencia del empeño que pongan en ello. Aunque es
cierto que algunas personas sienten de manera intuitiva lo que es útil,
con esfuerzo y reflexión siempre es posible mejorar la actitud y las habilidades de adiestramiento de uno.
Éste no es un libro de religión, y no deseamos aquí seguir el camino
poco sensato de mezclar religión con cuidado animal. Al mismo tiempo,
seríamos descuidados si no observáramos y reveláramos con claridad
que existe una conexión espiritual profunda entre los perros y los seres
humanos, que puede mejorarse y desarrollarse cuando la relación con su
perro está fundamentada en una disciplina personal y espiritual. La meditación es valiosa para cualquier humano porque nos enseña a mantener la calma y ser totalmente conscientes de lo que pensamos y sentimos.
Esta experiencia y el conocimiento personal nos permiten ser más opor-
La dimensión interior del adiestramiento: ante todo está la relación 119
tunos y eficaces en nuestra comunicación y comportamiento. Esto es de
vital importancia para tratar con un perro.
Por ejemplo, los perros son muy sensibles a las emociones humanas y
son igualmente perceptivos a la hora de interpretar nuestro lenguaje corporal. Es difícil disimular una mala actitud con un perro. La actitud se
manifiesta de manera fuerte y clara, y afecta al perro. Con independencia
de lo buenas que sean nuestras habilidades técnicas de adiestramiento, si
estamos enfadados, quejosos, impacientes, sin creatividad ni espíritu, el
perro lo percibe y reacciona a ello, y nuestro adiestramiento se resiente.
Para evitarlo, cuando trabaje con su perro resulta de extrema importancia
tener una genuina actitud positiva y alentadora.
Primero siéntese y esté tranquilo durante unos segundos. Concéntrese
y céntrese mediante varias respiraciones profundas. Deje ir cualquier tensión y ansiedad que pueda albergar y preste atención al perro. Sea consciente de las preocupaciones reales que usted tiene por su perro y deje
que ésta sea la base desde la que llevar a cabo el adiestramiento. Cuando
se sienta despejado, calmado y relajado, intente visualizar la sesión que
pretende realizar. Recuerde las dificultades de la sesión anterior, y entonces repase en su imaginación los ejercicios uno a uno, intentando anticipar las posibilidades de lo que pueda suceder, así como las respuestas
que espera proporcionar en cada una de las variaciones.
Con esto consigue dos cosas. Primero, dirige todas sus energías interiores hacia la sesión, le libera de distracciones, centra su atención y le
hace estar en alerta y listo para trabajar con su perro. Segundo, le ayuda a
familiarizarse exactamente con lo que va a hacer. El adiestramiento es
mucho más eficaz cuando fluye de un modo natural, cuando la sincronización de las correcciones es precisa y no tiene que tropezarse con sus
propios pensamientos y acciones. Muchos atletas utilizan esta técnica
antes de una competición: repasar en su mente lo que esperan hacer en
la próxima prueba prepara a sus cuerpos para actuar de un modo natural.
Piense en positivo, y el perro responderá de manera positiva a su conducta general interna y externa. En el pasado se suponía que los perros
obedecían en una situación de adiestramiento pero no en la vida real
sólo porque reconocían la situación. Si elimina la posibilidad de no
cumplir (por ejemplo, si utiliza una cuerda en una llamada a larga distancia), el perro entiende que es inútil resistirse y, por tanto, vuelve. No
120 INTRODUCCIÓN AL ADIESTRAMIENTO
obstante, aquí entra en consideración otro aspecto no reconocido hasta
el momento: la actitud relajada del adiestrador durante las sesiones.
Puesto que no está preocupado por que el perro obedezca, el adiestrador
suele relajarse de una forma que no es la misma que cuando el perro está
libre. De inmediato el perro se percata de esto y es más probable que
obedezca frente a la seguridad del adiestrador. Esta dimensión es fundamental y alcanza la plenitud una vez que el perro está completamente
adiestrado y el propietario está seguro de que el perro obedecerá: la relación manifiesta de un modo natural esta confianza y armonía.
Un planteamiento en verdad positivo del adiestramiento es de carácter
holístico, consciente de las dimensiones psicológica, espiritual y técnica
presentes en la relación entre perro y humano, y se centra en estas dimensiones. Prestar atención a todos estos elementos juntos es lo que hace
avanzar la relación hasta el siguiente nivel. El propietario asume una posición de responsabilidad informada frente a la relación y considera el
adiestramiento desde una perspectiva de comunicación, es decir, tiene en
cuenta cuál es la mejor forma de entender al perro.
Una buena actitud no significa que no haya un conjunto de límites o
consecuencias para el comportamiento no deseable. Igual que en las relaciones humanas, las relaciones entre perro y humano, por su propia naturaleza, no son unidimensionales. Implican el uso positivo y constructivo
de la corrección y la orientación, la práctica y el juego, la camaradería y
períodos para estar solos. Ser consciente de todas estas dimensiones es el
primer paso para integrarlas en la relación. Estos elementos reflejan las
relaciones de la manada en estado salvaje, y su efecto acumulativo es poner el acento en lo positivo y motivar mediante ánimos y paciencia.
Sin embargo, estas relaciones están fundamentadas en un respeto positivo. Como hemos aprendido en nuestra propia vida monacal, la verdadera obediencia implica correspondencia mutua y reciprocidad. No es
sólo que el perro deba obedecer. El significado original de la palabra
obediencia es “escuchar”. Cuando se aplica al adiestramiento de nuestros
perros, la obediencia implica tanto escuchar al perro para poder discernir
lo que necesita como la respuesta del perro a nuestra orden. Implica dejar de lado nuestras cargas por un momento y meternos totalmente en la
relación aquí y ahora, de modo que nuestras palabras al perro sean simples, claras y sin interferencias emocionales ni físicas.
Entornos
14
Entornos caninos
Existen cuatro tipos básicos de entornos caninos: la ciudad, los suburbios, el campo y el exterior. Cada uno presenta un estilo de vida distinto
para el perro y cada uno esconde problemas potenciales. En contra de la
creencia popular, no existe un ambiente ideal para todos y cada uno de
los perros. El mito de que ningún perro puede vivir feliz en una gran
ciudad queda desacreditado a diario por los miles de perros que consiguen coexistir con la niebla tóxica, los rascacielos, el ruido, la contaminación y la falta de espacio. El mito opuesto, que un perro sólo puede
encontrar la verdadera felicidad en una granja, tampoco es verdad para
todos los perros, puesto que los perros de campo deben enfrentarse a
otros problemas.
No pretendemos señalar todos los inconvenientes de un ambiente determinado, sino que queremos identificar algunos de los principales problemas específicos de cada uno. Algunos perros pasan una parte de sus
vidas en cada uno de estos cuatro ambientes, y otros hacen frente a un
traslado radical de la ciudad al campo, incluso en un mismo año. Con independencia de donde vivan, los propietarios de perro listos evitan la tentación de culpar al lugar por los problemas y peculiaridades conductuales de su perro. Aunque los distintos entornos pueden desencadenar
idiosincrasias, el adiestramiento suele ayudar a su perro a superarlas.
No tema tener un perro simplemente por el sitio en que vive. Los perros
pueden ser felices en casi todas partes si sus vidas se estructuran de manera adecuada y si se condicionan al entorno en particular y a sus exigencias. Por último, los propietarios deben examinar con atención el entorno
de su can e intentar hacerlo tan positivo como sea posible.
Ejercicios
de sensibilidad
27
¡Evite la reclusión del perro!
Si su perro pasa algún período en un patio, tal vez esté interesado en
ideas que le ayuden a que su estancia sea un placer y no una reclusión. Es
asombrosa la cantidad de propietarios que nos describen la zona de juego
de sus perros como un recinto de gravilla con nada dentro, absolutamente
nada, excepto el perro. El aburrimiento y el tedio son unos de los peores
aspectos de la vida canina moderna. Mascar, cavar, ladrar sin cesar, poco apetito y comer heces suelen estar relacionados en cierta medida con el aburrimiento. Con frecuencia estos problemas ocurren en perros que se sienten encerrados en este tipo de espacios de juego tan poco creativos.
Antes de que los profesionales caninos se indignen, déjenos decir que
no estamos en contra del uso de perreras o zonas cercadas: son necesarias,
pero pueden construirse con imaginación. Con independencia de si tiene
un perro o muchos, un patio puede estar bien elaborado. Primero, la forma. Para los perros que están solos, los corrales rectangulares los animan a
ir y venir y pavonearse; las perreras cuadradas los animan a tumbarse y a
no hacer nada. Por desgracia, los corrales rectangulares también pueden
fomentar que algunos perros se echen encima de la verja y que ladren sin
parar, lo cual está relacionado con la tensión de correr verja arriba y abajo.
Si su perro es propenso a recorrer la verja de un lado a otro, cambie el corral a un diseño cuadrado, y tal vez acabe este comportamiento. Para las
razas trabajadoras grandes, en general sugerimos corrales cuadrados de al
menos cuatro metros por cuatro metros, aunque puede emplearse un cuadrado más pequeño si el perro no pasará allí demasiado tiempo.
Es importante tener en cuenta que cuando hablamos de perreras de
juego, nos referimos a un corral en el que el perro pasa bastante tiempo,
206 Ejercicios de sensibilidad
Enseñar a un cachorro
a utilizar el patio de juegos
ayuda a reducir el
aburrimiento e infunde
confianza.
Guiar con suavidad
al perro o al cachorro
por nuevas superficies
le ayuda a confiar
en su liderazgo.
Un buen perro puede formar parte de sus momentos estudio y tranquilidad,
incluso en una biblioteca.
¡Evite la reclusión del perro! 207
no simplemente a corrales de evacuación. Los recintos construidos sólo
para hacer las necesidades pueden ser bastante pequeños: raras veces
se precisan más de dos metros y medio en cualquier dirección para satisfacer las necesidades de evacuación. Sugerimos este tipo de corral para
que el propietario pueda limpiarlo con mayor facilidad cuando el perro
termine, en lugar de dejar que el perro se agache donde quiera o haga sus
necesidades en la cuneta. Incluso los excrementos en la cuneta son peligrosos para la salud, aunque ganan los depositados en mitad de la calle,
en la acera o en el patio de un vecino.
Rectangular o cuadrado, el patio debe ser un lugar divertido. Una simple
pista de obstáculos con neumáticos viejos, una plancha arqueada con los
extremos insertados en cemento a modo de puente ingenioso, un túnel y
postes para rascar pueden mantener entretenidos a muchos perros durante
horas.* Proporcione juguetes adecuados al tamaño del perro: los propietarios de razas juguete pueden emplear juguetes de niños, pero las razas
grandes necesitan juguetes más grandes. Puede construirlos usted mismo,
como hacemos nosotros, con botellas de lejía aplastadas, tuberías de PVC,
bloques de madera (sin tratar), mangos de escoba viejos, restos de cuero y
cascabeles. Sólo asegúrese de lijar todos los bordes afilados y que ningún
juguete sea tan pequeño como para que el perro pueda tragarlo.
Otra posibilidad es proporcionar juguetes que estén diseñados para
dar al perro algo que hacer, por ejemplo, cubos de plástico que pueden
llenarse de pienso, a los que el perro debe investigar para descubrir cómo
obtener la comida, grano a grano. Asimismo, existen pelotas de plástico
resistentes que disponen de un tornillo de cabeza fresada para introducir
arena, agua o gravilla. Cuando el perro juega con la pelota, cambia el
sonido, así como la forma de girar de la pelota, lo que capta su interés.
En teoría son indestructibles y, cuando se le ha enseñado a jugar con
ellas, pueden mantener al perro ocupado durante horas.
A los perros les encantan los objetos colgantes, en especial si emiten
alguna clase de sonido. Cuelgue los juguetes de trozos de cuero (pídalos
en una peletería) de cuerdas resistentes. Utilice siempre cuerdas de una
* Todavía está vigente el artículo “A Puppy Obstacle Course” [Una pista de obstáculos para
cachorros], del hermano Job Evans que apareció en el número de mayo de 1977 de la revista de adiestramiento Off Lead.
208 Ejercicios de sensibilidad
hebra para colgar juguetes, y nunca coloque un juguete tan bajo o de algún modo que pueda ocurrir algún accidente por ahorcamiento. Si los
juguetes se cuelgan con resortes, vuelven bruscamente a su sitio cuando el
perro los deja ir, de este modo el perro puede jugar a cobrar solo. Los juguetes colgantes con cascabeles atados fascinan a las mascotas, pero asegúrese
de que el ruido no moleste a los vecinos. No obstante, la mayoría de los
vecinos prefieren el sonido de campanillas a los ladridos incesantes.
Procure evitar la frustración por barrera (véase capítulo 43 sobre la agresividad) bloqueando la visión del perro para que no vea el tráfico de la
ciudad ni los transeúntes. Si utiliza una alambrada, hay disponibles listones verdes estándar que encajan entre los eslabones. Pueden colocarse
arbustos para bloquear las vistas perturbadoras que estimulan los ladridos y las carreras a lo largo de la verja. Dentro del corral, una zanja o un
muro, o incluso una hilera de flores, a menudo puede mantener al perro
alejado de la verja y en el centro del corral. En general, la gravilla es la
mejor base, pero a veces los perros ingieren bolitas de grava, lo cual puede ser peligroso. El cemento, el césped, el macadán (siempre que haya la
suficiente sombra en verano) e incluso la madera también son viables.
Los corrales de ejercicio que proporcionamos a nuestros perros son una
combinación de vallado y suelos de tablas de madera, con paredes de madera para evitar que los perros de los corrales adyacentes puedan verse
entre ellos. Los suelos de hemlock (cada listón separado tres milímetros
del siguiente) han demostrado ser duraderos en el clima de la parte norte del
estado de Nueva York en el que nos encontramos y proporcionan un
drenaje excelente cuando llueve y se secan con rapidez. Los suelos de cemento provocan llagas en las patas y cortes en las almohadillas, así que debe
evitar un contacto prolongado con el cemento. El cemento es mejor para
un corral pequeño en el que el perro haga sus necesidades. Recoja y desinféctelo a diario. Es inevitable que el césped se deteriore, pero es estéticamente agradable y cómodo para el perro. Nosotros creemos que lo
mejor es un corral de césped con gravilla a lo largo de la verja. La gravilla
evita que el césped se destruya por completo si el corral es una zona muy
grande vallada, digamos de seis por seis metros o más.
Introduzca cada día un objeto diferente en el corral, en especial si deja
al perro solo a diario. Los juguetes favoritos deben ofrecerse siempre,
pero vaya rotando los demás para dar vida a la rutina. Coloque el agua y
¡Evite la reclusión del perro! 209
la comida en diferentes lugares del corral cada día. Cuando pode los árboles, tire las ramas en el corral para que el perro pueda jugar con ellas.
Una gran caja de cartón fascina a cualquier perro. Está claro que la caja
acabará hecha pedazos y las ramas de los árboles hechas tiras, y usted
tendrá que limpiar, pero a largo plazo vale la pena. La fruta y la verdura
frescas pueden emplearse como juguetes repletos de vitaminas. Lance
unos cuantos en el corral cada cierto tiempo. Los huesos, si se ofrecen,
deben ser grandes tuétanos de fábrica que se hayan hervido durante cinco minutos. Un perro que se queda solo con un pequeño hueso todo el
día puede reducirlo a un tamaño tan pequeño que puede clavárselo en la
boca o en la garganta. Asegúrese de que los huesos sean grandes y sólidos, pero que no estén cocinados.
No es necesario que la caseta del perro sea elaborada, pero debe proporcionar protección frente a los elementos. En verano, pinte las casetas
oscuras de blanco para que reflejen la luz solar y el calor. Dé al perro algunas opciones de sombra aparte de la caseta. Los árboles son lo mejor,
o un macetero con arbustos, con las ramas inferiores podadas y con los
troncos envueltos con cintas delimitadoras de plástico para evitar que el
perro los destruya o los rasque.
Finalmente, recuerde lo que hemos mencionado sobre la soledad canina: considere la posibilidad de proporcionar a su perro la diversión y el
juguete definitivos: otro perro. Los propietarios con excavadores, mascadores, ladradores, chillones y destructores de casas crónicos, con frecuencia han descubierto que la introducción de una segunda mascota compatible (también podría ser un gato) puede reducir la gravedad de este comportamiento. Tiene que asegurarse de que el nuevo animal empiece con
buen pie y no imite el mal comportamiento de la primera mascota. Para
los perros que deben quedarse en patios de juego durante un tiempo
prolongado, un compañero puede cambiar la frustración y el aburrimiento por placer y juego.
Rompa la monotonía cuanto y como pueda. Utilice estas técnicas para
eliminar un comportamiento de corral no deseado y estimular un ejercicio y juego adecuados. Piense un poco en lo que su perro hace durante el
día, observe qué juguetes y objetos parecen despertarle un interés especial y saque provecho de este interés. Un entorno diversificado y creativo
es fundamental no sólo para los humanos, sino también para los perros.
Empezar
con buen pie
29
Adiestramiento de cachorros
Nuestra experiencia en la reproducción y cría de pastores alemanes durante más de treinta años, en el apoyo a sus propietarios para manejar las
primeras etapas de la relación y en el trabajo con perros mayores de todas
las razas y sus propietarios, ha hecho que seamos muy conscientes de las
posibilidades de la relación entre perro y humano. La lección más importante que hemos aprendido es el impacto crucial que los primeros seis
meses de la vida de un cachorro tienen en su desarrollo posterior. Hablando con claridad: son tan críticos que si no se ofrecen determinadas
experiencias sociales en momentos precisos durante este período, los efectos negativos sobre el cachorro pueden ser permanentes.
Por ejemplo, los cachorros que no se socializan de manera activa con
seres humanos entre las cinco y las doce semanas de edad serán, casi
con total certeza, temerosos y asustadizos cuando sean adultos. Ni la
mayor cantidad de adiestramiento correctivo podrá contrarrestar por
completo los efectos de tal negligencia. Por otro lado, los cachorros que se
exponen constantemente a una variedad de experiencias sociales (personas, niños, otros perros, distintas superficies, vistas y sonidos) durante
este mismo período casi siempre se transforman en mascotas alegres y
equilibradas. Cuando crecen, se convierten en compañeros capaces de
crear una relación maravillosa con un ser humano que por lo común
dura entre los diez o quince años posteriores.
Por esta razón destinamos tanto tiempo y energía a la educación de
los propietarios sobre el desarrollo de los cachorros y el papel fundamental de la socialización. Si un propietario lo entiende a la primera,
entonces pueden llegar a ocurrir gran cantidad de cosas buenas. Nuestro
226 EMPEZAR CON BUEN PIE
libro sobre cachorros, El arte de criar un cachorro, y la segunda cinta de
nuestra serie de vídeos, Criar un perro con los Monjes de New Skete (El
inicio), describe este proceso en gran profundidad y animamos a cualquier lector que esté criando un cachorro (o incluso que esté pensando
en criar uno) a que consulte estos dos recursos. Puesto que están dedicados en su totalidad a los cachorros, son mucho más detallados y completos que la exposición que presentaremos en este único capítulo. A continuación expondremos los conceptos y las técnicas básicos del libro y
del vídeo y presentaremos varias técnicas nuevas que hemos aprendido
más recientemente y que pueden ayudarle a tener más éxito a la hora de
criar a su cachorro.
Al presentarle nuestro mundo de New Skete, esperamos ofrecerle una
visión más completa de esta temprana edad. Podemos ayudarle a darle
sentido al desarrollo y la socialización de los cachorros mediante pautas
prácticas para establecer una relación positiva con un cachorro y para
convertirse en un líder benevolente. Para completar el panorama, ofrecemos un procedimiento para enseñar a ser limpio en casa de un modo
fiable y principios de adiestramiento preliminar. Cuanto más entienda
esta primera etapa de la vida de los cachorros, en mejor posición se encontrará a largo plazo.
Boris el chow-chow
Una de las experiencias de adiestramiento más memorables que hemos
vivido durante todos estos años fue con un chow-chow de seis meses
llamado Boris. El propietario ya no sabía qué más hacer con el perro y
cuando llegó nos hizo esta confidencia: “No estaba seguro de poder
aguantar hasta que cumpliera los seis meses. ¡Gracias a Dios que al fin se
puede hacer algo!”. Cuando le preguntamos qué quería decir, nos enseñó
varios pinchazos que tenía en la mano y el brazo. “Pero en realidad esto
no es lo peor —dijo con un suspiro—. En general, es un buen tipo, excepto cuando intento asearlo. El problema real es que tira de mí y de mi
mujer calle abajo sin piedad. Puesto que todavía no ha aprendido ninguna orden, no hay forma de poder controlarlo.” Cuando el monje que lo
atendía se agachó para dejar que Boris le conociera, el perro se alejó unos
pasos y empezó a gruñir. “¡Oh!, y no le gustan los desconocidos”, añadió
Adiestramiento de cachorros 227
el propietario con cierta impasibilidad. Le preguntamos si había llevado
a Boris a la guardería de cachorros, pero contestó: “No, no creo que a
Boris le gustara este tipo de cosas sensibleras. Aparte, sabía que el adiestramiento real empezaría cuando llegara aquí, cuando ya tuviera seis meses. Es decir, esto es lo que me dijeron ustedes en la carta que me enviaron, que tenía que tener seis meses de edad”.
El hombre estaba confundido en cuanto a lo que es en realidad el
adiestramiento y cuándo empieza el adiestramiento de los cachorros. Es
cierto que en nuestro programa de adiestramiento no aceptamos perros
hasta que tienen seis meses, pero porque es más importante que un cachorro cree un vínculo estrecho con su nuevo propietario antes de cualquier tipo de separación prolongada, no porque el cachorro sea incapaz
de empezar el proceso de adiestramiento más pronto. Nuestro programa de
adiestramiento dura tres o cuatro semanas, un período que representaría
demasiado estrés para un cachorro más joven. Si el hombre hubiera empezado a trabajar con Boris en cuanto lo adquirió (de una forma adecuada para la edad de Boris), podría haber empezado a moldear el comportamiento de Boris enseñándole las órdenes básicas como un juego y de
forma divertida. También hubiera podido establecerse como un líder alfa
benevolente, lo que hubiera animado a Boris a respetar su contacto y
permitirle que lo aseara sin hundirse.
Por desgracia, como tantos otros propietarios de cachorro, el hombre
había actuado según la leyenda de que el adiestramiento no puede empezar hasta que el cachorro tiene seis meses, con lo que durante cuatro
meses se relega a los propietarios a un caos desesperado antes de que
puedan empezar a adiestrar a sus perros. Por suerte, pudimos adiestrar
bien a Boris, aunque el proceso de adiestramiento formal fue mucho más
complicado de lo necesario. La realidad es que el adiestramiento puede
empezar en cuanto adquiere al cachorro, siempre que entienda lo que
queremos decir con “adiestramiento” y emplee métodos suaves y conductualmente equilibrados para establecer la base de la obediencia. En
realidad, si se les enseña de manera correcta, la mayoría de los cachorros
son inteligentes y están dispuestos a aprender. Como hemos visto, el proceso de aprendizaje de un cachorro empieza al nacer y el adiestramiento
puede empezar ya a la tercera semana de edad. En este capítulo le mostramos cómo enseñar a su cachorro ejercicios convencionales y a exponer
228 EMPEZAR CON BUEN PIE
a su cachorro a una amplia gama de experiencias que estrecharán la relación mientras el cachorro todavía está creciendo, antes de los seis meses
de edad.
Adiestramiento de cachorros de guardería
El adiestramiento de cachorros de guardería (o KPT, como se conoce
en Estados Unidos, por sus siglas en inglés) empezó hace años cuando
adiestradores como los Pearsall reconocieron que merecía la pena y comenzaron a llevar a cabo clases de KPT. Estamos en gran deuda con estos
primeros adiestradores de KPT por ayudar a educar al público en general
acerca de las posibilidades del adiestramiento de cachorros. Investigadores como el doctor J. P. Scott y el doctor J. L. Fuller sentaron las bases del
KPT demostrando en estudios de laboratorio el alcance total de la capacidad de aprendizaje de los cachorros. Su estudio Genetics and the Social
Behavior of the Dog [Genética y el comportamiento social del perro] todavía es un clásico en este campo, ya que aclara las relaciones fundamentales entre la genética, la experiencia temprana y el comportamiento adulto. Demostraron de forma concluyente que en el camino a convertirse en
adultos maduros, los cachorros atraviesan cuatro etapas, o “períodos
críticos”, identificables con claridad y que es esencial que en esos momentos los cachorros vivan determinadas experiencias específicas. Descubrieron que los cachorros no expuestos a este tipo de experiencias
sufren graves impedimentos en el desarrollo de su personalidad.* Más
adelante, Clarence Pfaffenberger y el doctor Michael Fox ampliaron estos descubrimientos y, junto con William Campbell y Jack y Wendy
Volhard —en realidad, por separado—, desarrollaron exámenes de personalidad de cachorros para ayudar a criadores y futuros propietarios a
descifrar la personalidad básica de un cachorro a las siete semanas de
edad para que pudieran alojar a un cachorro individual en la situación
óptima.**
* Puede encontrar todo el debate en El arte de criar un cachorro, de los Monjes de New Skete
(Boston: Little, Brown, 1991), págs. 21-60. Las siguientes referencias remiten a discusiones
más detalladas que se encuentran en ese libro.
** Ibídem. págs. 61-70, 262-65.
Adiestramiento de cachorros 229
Muchos criadores socializan y adiestran a sus propios animales a una
edad temprana y animan a sus clientes a continuar haciéndolo, y la mejor
literatura sobre cachorros y adiestramiento de cachorros recalca la importancia de esto, aunque todavía está extendido el mito de que “no puede
adiestrarse a un cachorro antes de los seis meses”. Lo cierto es que el adiestramiento con correa convencional como se describe en muchos libros para
adultos puede ser perjudicial para un cachorro joven, ya que la estructura
ósea no está completamente desarrollada hasta los seis meses. La corrección
con correa puede ser demasiado brusca y es posible que traumática para el
cachorro, pero existen otras técnicas de adiestramiento muy eficaces que
implican menos manipulación y que usan el refuerzo positivo. El adiestramiento de obediencia formal tras los seis meses es mucho más difícil para
los perros que no han recibido ningún tipo de adiestramiento previo.
Si en la zona en que vive se lleva a cabo una clase de KPT, inscríbase. Es
probable que las clases se realicen una vez a la semana e impliquen entre
cinco y veinte cachorros y propietarios. Es de esperar que estos cursos incluyan una introducción general al comportamiento de los cachorros, se
practiquen procedimientos correctos para socializar a cachorros jóvenes
con otros perros y personas y se introduzcan los ejercicios básicos. Las
clases de KPT emplean la diversión y el juego, técnicas de refuerzo positivo y pautas humanitarias para ayudarle a superar problemas comunes con
los cachorros, como saltar, mordisquear, mascar, dificultades con la limpieza en casa, ladrar y la micción sumisa. Es posible que en las clases de
KPT se utilicen pistas de obstáculos creativas para ayudar a los cachorros a
confiar en sí mismos en una gran variedad de situaciones, como subir a
diferentes superficies, subir y bajar escaleras o atravesar túneles. En las
clases de KPT se da importancia a la diversión; aunque, al mismo tiempo,
los cachorros reciben una socialización importante. Si no encuentra este
tipo de clases, siga las instrucciones que encontrará en este libro hasta que
pueda inscribir a su perro en un programa de adiestramiento avanzado.
Socialización, socialización y socialización
Antes de lanzarse a adiestrar a su cachorro, es una buena idea entender
qué les ocurre física y psicológicamente a los cachorros cuando crecen.
Como ya hemos mencionado, los cachorros pasan por etapas críticas de
230 EMPEZAR CON BUEN PIE
desarrollo. Durante las primeras siete semanas el cachorro tiene unas necesidades especiales a medida que va pasando del período neonatal a la
etapa de transición y acaba en el período de socialización (de las cinco
a las doce semanas de edad). Entre la primera y la quinta semana está
principalmente centrado en su madre y sus hermanos de camada. La madre enseña a los cachorros los modales caninos básicos y los cachorros
aprenden a interaccionar entre ellos de una forma apropiada. Este contacto es absolutamente básico, por eso, es fundamental que los cachorros no
se separen de la madre y hermanos de camada antes de tiempo (digamos
que a las cinco semanas), ya que si se les priva de esta oportunidad para
socializarse de manera adecuada con otros perros, es más probable que
los cachorros desarrollen problemas que impliquen agresividad.
Cuando el cachorro está en plena etapa de socialización (de las seis a
las siete semanas), empieza a abrirse más a las personas. En este momento el contacto con seres humanos es fundamental y es necesario que continúe tras adquirir el cachorro del criador. Se trata de la base para que su
cachorro se convierta en un perro adulto simpático. Por tanto, si compra
un cachorro, planifique su adopción entre las siete y las diez semanas de
edad, y no antes.* Si lo adopta tras las diez semanas, asegúrese de que el
cachorro ya se ha socializado a conciencia en la perrera.
También debe tener en cuenta que aproximadamente entre las ocho y las
diez semanas, el cachorro pasa lo que los especialistas denominan “período
de miedo”.** En esta etapa, el cachorro es en especial vulnerable al estrés, la
negligencia y la mala manipulación, lo que puede dejar una huella duradera. Cada cachorro experimenta esta fase de un modo diferente. Es importante ser consciente del período de miedo, pero no haga que el cachorro viva
en una burbuja durante éste o cualquier otro período del inicio de su vida.
Sea cuidadoso con su cachorro pero no lo mime ni lo consienta, ¡y no lo
proteja! El aislamiento social destruye a un cachorro con más rapidez que
cualquiera de los métodos de adiestramiento más crueles. No lo acaricie ni
lo alabe cuando muestre miedo ante una nueva experiencia: si lo hiciera
reforzaría la reacción de miedo. Simplemente tenga paciencia y anímelo.
Alábelo siempre que muestre curiosidad y confianza en sí mismo.
* Ibídem, pág. 70.
** Ibídem, págs. 71, 72.
Adiestramiento de cachorros 231
La socialización abarca toda la gama de interacciones del cachorro con su
mundo. Va más allá de los encuentros convencionales con adultos y niños para incluir exposición a diferentes entornos, superficies, vistas, sonidos, perros; en pocas palabras, a todo lo que el perro necesite adaptarse
durante su vida. En este momento, cuantas más experiencias de este tipo
presente a su perro, más fácil será que el cachorro pueda adaptarse en el
futuro. Sin duda, si los adiestradores debieran seleccionar una cuestión
conductual en la que los propietarios deben centrarse durante los primeros meses del cuidado de su cachorro, sería la socialización. Es necesario
recalcarlo. No tome atajos en esta cuestión, puesto que el perro socializado de manera apropiada no tendrá limitación alguna para desarrollar
cualquier tipo de relación con usted.
Al mismo tiempo, puede empezar con una introducción suave a los
procedimientos de adiestramiento. Enseñar al cachorro a seguir, pasear
con correa, sentarse, echarse y mascar sólo objetos permitidos es perfectamente apropiado durante este período, pero asegúrese de que sólo trabajan con el cachorro personas aptas. Por ejemplo, si adopta al cachorro
durante esta etapa, no deje que los niños que lo tratan con dureza lo
manipulen hasta que tenga diez semanas, y luego sólo permítaselo cuando estén bajo la supervisión de un adulto. Algunos niños no tienen por
mano la socialización y el adiestramiento de cachorros, y deben esperar
a que el cachorro sea más maduro.
Otra faceta de la socialización implica el aseo. Empiece de inmediato
las sesiones de aseo con el cachorro. A esta edad tan temprana es probable que no haya demasiado pelo por cepillar, pero es importante que de
todos modos acostumbre a su cachorro al aseo y la manipulación frecuentes. Dado que se convertirá en un ritual habitual durante toda su
vida, es mejor que familiarice a su cachorro para que disfrute de estas
sesiones. Coja al cachorro por el collar, pase con suavidad el rastrillo de
aseo varias veces y alábelo con afecto. A continuación, manipule y masajee de manera ligera las patas y las orejas, y sujete un momento el hocico
mientras le mira a los ojos. Si el cachorro forcejea, agite un poco el hocico con un “no” seco, pero mantenga el tono suave. No deje que el perro
“gane” (es decir, que se salga con la suya), lo cual sólo le enseña que si
forcejea puede salirse con la suya. Para obtener pautas más detalladas,
consulte el capítulo 12 sobre el aseo.
232 EMPEZAR CON BUEN PIE
Una norma fundamental del adiestramiento de cachorros: no pierda
nunca los nervios. Estos ejercicios deben ser divertidos tanto para usted
como para su cachorro.
Escoger el nombre de su cachorro
En general, intentamos dar a nuestros cachorros nombres cortos de dos
sílabas. Aunque no hay nada malo con los nombres de una sílaba, obtenemos respuestas más rápidas de los cachorros con nombres de dos sílabas. Nombres que terminen en una a o una o átonas son excelentes (Sara,
Bosco, Sandra, Laika, Elko, etcétera). No utilice nombres que suenen o
rimen con las órdenes de obediencia. Recuerde que los nombres “monos” pueden parecer evocadores en cachorros (Cupcake, Huggy, Baby, y
similares), pero pierden el encanto cuando el cachorro se hace mayor.
Los nombres chistosos o que recalcan una característica física de la raza o
del perro individual son cuestión de gusto, pero no los recomendamos.
Los perros son muy sensibles y con frecuencia parecen intuir cuándo son
el blanco de las burlas. También conocemos a urbanitas que para sus
perros han escogido de manera deliberada nombres que suenan agresivos para aumentar su valor como guardianes (Lobo, Lanza, Hacha, etc.).
De nuevo, usted es quien tiene que vivir con el nombre de su perro.
Cuando conozca a su perro, incluso puede cambiarlo. Conocemos dos
propietarios de pastores alemanes que tenían perros con los inocentes
nombres de Dagmar y Caín, que no son precisamente nombres de llamada aterradores. Los propios perros eran apacibles y tranquilos. Pero cuando
veían a personas sospechosas alrededor de la casa, los propietarios llamaban a los perros: “Killer y Colmillos, ¡venid ahora mismo!”. Y resultaba
ser muy eficaz.
Su principal preocupación debe ser escoger un nombre que el perro
pueda oír y entender con facilidad, y que complemente la raza y la personalidad del perro.
Venir al llamarlo
Primero, el cachorro debe aprender su nombre. Dígalo a menudo, en
especial cuando sorprenda al cachorro mirándole. Un buen ejercicio para
Adiestramiento de cachorros 233
Llame al cachorro entre dos adiestradores. Abra los brazos para recibir
al cachorro y colóquese de rodillas o agachado.
Puede utilizar una correa larga para guiar al cachorro para que vaya entre dos
o tres personas. Cuando el cachorro llegue a usted lance la correa a la siguiente
persona antes de que llame al cachorro.
ayudar a grabar con rapidez el nombre es practicar la llamada de un lado
a otro entre adiestradores. Al principio, deje sólo una distancia de más o
menos un metro y medio entre los dos instructores. Vaya aumentando la
distancia a medida que el comportamiento del perro se vuelve más consecuente.
Ejercicios
de obediencia
convencionales
31
Equipamiento necesario
¿Qué clase de artículos necesita para adiestrar a su perro? Primero, necesita una correa de un metro y medio de piel de calidad o algodón tejido.
Nosotros preferimos correas de piel porque son duraderas, y cuando se
han ablandado es muy cómodo trabajar con ellas. No obstante, hay
adiestradores que prefieren las correas de algodón tejido porque creen
que tienen menos tendencia a ceder, por lo que pueden hacer que el perro responda con mayor rapidez. Evite las correas de nailon, ya que no se
ablandan y podría quemarse las manos si el perro sale corriendo de for-
Una buena correa no tiene partes cosidas que puedan romperse. La piel
trenzada o una estructura tejida van bien, con un clip resistente. Se muestra
una correa corta, una correa de un metro y medio y una correa retráctil
(útil fuera de las sesiones de adiestramiento para los paseos informales).
262 Ejercicios de obediencia convencionales
Nosotros preferimos un
collar de adiestramiento
de nailon trenzado. El
collar de Volhard dispone
de una anilla móvil y un
clip (particularmente útil
para conseguir un buen
ajuste). Los collares de
puntas parecen peores de
lo que en realidad son, y
resultan útiles para perros
grandes y rebeldes.
ma inesperada, así como las correas metálicas, que son totalmente inapropiadas para el adiestramiento. Sin embargo, tal vez desee tener a
mano una correa retráctil de ocho metros. Aunque no la utilice para el
adiestramiento formal, estas correas son prácticas para los paseos informales con el perro.
El ancho de la correa de adiestramiento depende del tamaño del perro
con el que trabaje. Los perros muy grandes y descomunales pueden emplear una correa de 2 centímetros de ancho. Para el perro de tamaño
medio a grande, recomendamos las correas de 1,3 centímetros. Para perros pequeños, como los de razas juguete o algunos de los terriers, utilice
una correa de 0,6 centímetros de ancho.
Además de un collar plano de hebilla para la placa canina, necesita un
collar de adiestramiento adecuado, que puede escoger de entre varias po-
Equipamiento necesario 263
sibilidades. La mayoría de la gente está familiarizada con los collares deslizantes de acero o nailon, que están hechos de una pieza de cadena metálica o de nailon trenzado flexible atada a dos anillas. Pueden adquirirse
en la mayoría de las tiendas de mascotas o mediante catálogos de suministros para mascotas, se deslizan con facilidad por la cabeza del perro,
pero a menudo tienen la desventaja de ser demasiado grandes para el
tamaño particular del cuello del perro, cosa que puede disminuir la eficacia de los tirones de correa. Además, investigaciones recientes han demostrado que los collares de adiestramiento metálicos también pueden
ocasionar daños en la tráquea del perro si se utilizan de forma incorrecta.
Sin embargo, si emplea un collar de acero, asegúrese de que los eslabones
sean pequeños y planos, no redondos, para que el collar tenga una acción buena y limpia cuando se tire y no quede enganchado, lo que impide que se destense sin problemas.
Una opción mejor para la mayoría de los perros con una sensibilidad
al contacto normal es un collar de pinza de nailon, que han populari-
Cuando utilice un collar
de Volhard, fije el clip a
la anilla móvil desde
debajo del cuello,
entonces ate la correa a
la anilla del extremo.
264 Ejercicios de obediencia convencionales
zado Jack y Wendy Volhard. Un collar de pinza consiste en una pieza de
nailon con una hebilla en un extremo y una anilla en el otro, con una
anilla móvil, o suelta, que se desliza entre ambos extremos. Aunque no
sea tan fácil de conseguir como los collares deslizantes, tienen la ventaja de que pueden ajustarse con precisión al tamaño exacto del cuello
del perro y pueden emplearse como collar plano seguro cuando no se
está adiestrando al perro. Al final del libro encontrará una lista de lugares donde encontrarlo. No obstante, tenga en cuenta que determinadas
razas con pelo largo no aceptan bien ningún tipo de collar de nailon
(porque los enredos se quedan enganchados) y necesitan un collar deslizante metálico para que el collar resbale sin problemas a través del
pelaje.
Una tercera posibilidad es utilizar un collar de puntas (a veces llamado de castigo). Estos collares parecen prehistóricos y suelen provocar escepticismo en los propietarios sensibles que no quieren lastimar a sus
perros, pero hemos descubierto que son seguros y humanitarios si se
usan de manera correcta, en concreto con perros no sensibles al contacto.
Las puntas individuales pueden separarse para conseguir un ajuste preciso —ceñido— justo debajo de las orejas. De hecho, muchos profesionales caninos e incluso quiroprácticos creen que es el collar de adiestramiento más seguro, y no hay duda de su eficacia. Las principales desventajas de utilizar un collar de puntas son que es más difícil de colocar que
un collar deslizante y que no se puede dejar puesto cuando no se emplea.
Los collares de puntas se venden en tres medidas de eslabones diferentes:
pequeño, mediano y grande. Nosotros utilizamos los collares pequeños
y medianos para todos los perros; los collares grandes son voluminosos y
menos eficaces.
Una cuestión final acerca de dos opciones adicionales: hace poco los
cabestros (Halti) se han hecho populares entre algunos adiestradores. Se
ajustan por la cabeza y el hocico del perro y están pensados para guiar al
perro mediante el control del movimiento de la cabeza. Su funcionamiento se basa en la suposición de que el cuerpo del perro sigue la posición de la cabeza; no obstante, hemos descubierto que la mayoría de los
perros se oponen con energía a ellos, en especial en las primeras fases
del adiestramiento. Asimismo, controlan al perro sin en realidad enseñarle a asumir la responsabilidad de su comportamiento y pueden dañar
Equipamiento necesario 265
el cuello del perro si el perro o el adiestrador tira de repente. Por último,
no creemos que los collares electrónicos sean adecuados para el adiestramiento de obediencia básica. Los preferimos para un adiestramiento más
avanzado que se haga sin correa; es necesario tener habilidad, experiencia y compromiso para emplearlos con eficacia.
Sin importar qué collar utilice, asegúrese de que se ajuste bien al perro.
El error más común que cometen los clientes al “equipar” a sus perros
para el adiestramiento es que compran un collar de adiestramiento demasiado grande. Además de ser peligroso, cuanto más grande sea el collar
de adiestramiento, más tarda en llegar al perro el tirón correctivo cuando
usa la correa de adiestramiento para una corrección. El perro se merece
que sus correcciones le lleguen de manera instantánea, y esto no puede
conseguirlo con un artículo demasiado grande. Mida el cuello del perro
antes. Se venden collares deslizantes con longitudes múltiples de cinco
centímetros, así que puede escoger uno que deje una comba de ocho a diez
centímetros cuando se tira desde arriba. Esto significa que el collar de
adiestramiento justo le pasará por las orejas cuando se lo ponga. Tanto el
collar de puntas como el de pinza deben ajustarse con precisión al tamaño del cuello del perro directamente por debajo de las orejas; con el collar de pinza, en el caso de perros grandes, debe ser capaz de pasar dos
dedos entre el cuello y el collar cuando estén relajados (un dedo en el
caso de perros pequeños).
No cabe duda de que existe una forma correcta de poner cada uno de
estos collares de adiestramiento. En el caso de un collar deslizante, colóquese a la derecha del perro de cara adelante. Sujete el collar delante del
perro de manera que la parte del lazo caiga y forme con naturalidad la
letra p. Deslice el collar por la cabeza del perro, asegurándose de que
cuando tire del collar, se suelte cuando destense la anilla. Si el collar está
del revés, no se soltará. En el caso de un collar de pinza, empiece de cara
al perro con el clip en la mano izquierda y las dos anillas en la mano
derecha. Coloque el collar debajo del cuello y lleve ambos extremos hacia la parte superior del cuello. Ate el clip a la anilla móvil.
Estamos convencidos de que un perro debe llevar un collar de adiestramiento siempre que los factores de seguridad no recomienden lo contrario. Los propietarios tienen que ser conscientes de que siempre que el
perro lleve un collar de adiestramiento, existe la remota posibilidad de
266 Ejercicios de obediencia convencionales
Forma correcta de colocar un collar de adiestramiento normal de nailon. Tenga
en cuenta que el collar forma la letra p.
que se enganche en algo (por ejemplo, una rama o una pieza afilada de metal de una valla de tela metálica) y provocar por accidente la muerte del
perro por asfixia. Por consiguiente, no recomendamos dejar el collar puesto mientras esté en el trabajo o cuando el perro quede sin supervisión. Al
mismo tiempo, cuando usted está presente hay algunas ventajas significativas de llevar el collar: sirve de “minicorrea” cuando el adiestrador
simplemente coloque un dedo en la anilla activa.
También necesita una correa larga de algodón tejido (seis metros) para
enseñar a pasear de una forma controlada y una cuerda larga (de nueve a
quince metros) para trabajar la llamada. Con facilidad puede hacer una
usted mismo con un trozo de hilo de tender y un clip en un extremo, que
podrá atar a la correa de adiestramiento de seis metros. Si su perro tiene
tendencia a salir volando cuando lo llama, lleve guantes para evitar las
quemaduras a la hora de dejar cuerda con rapidez. No utilice hilo bramante ni hilo de acero, ya que puede romperse o cortarle la mano si el
perro tira con un movimiento rápido.
Equipamiento necesario 267
Puede adaptar una cuerda
de algodón reforzado para
trabajar la llamada. Ate
de forma segura un clip
resistente a un extremo.
Cuando adiestre con una
cuerda larga, utilice
guantes para protegerse
las manos y evitar
quemaduras.
Por último, si emplea golosinas, sugerimos cortar pedazos de la salchicha que se prepare para usted o, si quiere un producto comercial, golosinas de hígado liofilizadas. A los perros les encantan y, además, no tiene
que preocuparse porque se echen a perder, no son grasientas ni ensucian.
Es útil tener algo parecido a un delantal de carpintero para guardar las
golosinas mientras esté trabajando con su perro.
Si quiere encontrar artículos de adiestramiento canino de calidad, llame a un instructor de obediencia o a una escuela de obediencia, o consulte las referencias sobre herramientas de adiestramiento del final de
este libro. No confíe en que los artículos que compre en un supermercado duren. Dado que el mercado de las mascotas está en auge, existen
muchos artículos de mascotas de mala calidad. Recuerde que un collar de
adiestramiento que se rompe en medio de una sesión de adiestramiento
puede costarle caro en tiempo de adiestramiento. Una correa defectuosa
que se parte cuando el perro persigue a un gato en una calle con tráfico
puede costarle la vida al perro. Compre buenas herramientas de la mejor
calidad.
Problemas
41
Adiestramiento de protección
y adiestramiento de ataque
Si está pensando en adiestrar a su perro para el ataque, plantéese las siguientes preguntas:
■■
■■
■■
■■
■■
■■
■■
¿Por qué quiere este tipo de adiestramiento?
¿Qué sabe sobre este tipo de adiestramiento?
¿Cuántos perros ha visto con este tipo de adiestramiento?
¿Entiende la diferencia entre el adiestramiento de ataque, el adiestramiento de protección y el adiestramiento Schutzhund, o cree que
se trata de lo mismo?
¿Será capaz usted o su familia de controlar a su perro si lo adiestra
para el ataque?
¿Tiene un seguro que cubra cualquier daño que pueda ocasionar su
perro adiestrado para el ataque?
¿Su perro necesita este tipo de adiestramiento de defensa, o es usted
quien lo necesita?
Según nuestra experiencia, en casi todos los casos hemos descubierto
que los propietarios que buscan el adiestramiento de ataque están mal
informados y no están cualificados para manejar este tipo de perros.
Muchos propietarios quieren que sus perros estén adiestrados para el
ataque porque se sienten amenazados. La vida en una gran ciudad y otras
zonas infestadas de crimen puede ser aterradora, y los hombres y mujeres que viven solos necesitan protección. Pero que el adiestramiento for-
344 Problemas
mal para el ataque sea apropiado es una cuestión completamente distinta. ¿Un perro debería sentirse responsable de una persona o ante una
persona? Hay una gran diferencia. A los perros pueden enseñárseles técnicas de protección que satisfagan el objetivo del propietario sin llegar al
extremo del adiestramiento de ataque. Incluso algunos adiestradores que
están especializados en el adiestramiento de ataque le explicarán en un
momento de sinceridad que un buen perro defiende a sus propietarios de
un modo natural, sin ningún adiestramiento especializado. A menudo la
simple presencia de un perro disuade a los intrusos, y seguro que un perro
bien adiestrado que de manera habitual ladra cuando se lo orden proporciona toda la intimidación que necesita el propietario.
Existen varios métodos de adiestramiento de ataque. La mayoría, pero
no todos, consisten en un sistema de amontonar “gotas que colman el
vaso” del perro, lo que exige que el perro se ponga bajo estrés y se inquiete
hasta que decida: “¡Basta! ¡Ya no lo aguanto más!”, lo que provoca gruñidos, ladridos o, a la larga, un ataque en toda regla. Entonces esta agitación
básica se canaliza en señales verbales y manuales —palabras y gestos clave— como “a por él”, “fahss” (en alemán), y un brazo levantado, en el
que suele llevarse una funda protectora. Rara vez se emplean las palabras
estereotípicas mata o ataca, si es que se emplean alguna vez. A los perros
también se les enseña la orden “fuera” para retirarse. Esto es una simplificación del adiestramiento de ataque y entendemos que para muchos
adiestradores responsables (como los que deben hacer cumplir la ley) se
trata de un arte sofisticado.
Sin embargo, este tipo de adiestramiento supone que el perro esté completamente cuerdo, puesto que implica una gran cantidad de estrés.
Como le diría cualquier policía, la gran mayoría de los perros no son
apropiados para este tipo de adiestramiento, y sólo un pequeño porcentaje pueden servir con seguridad y fiabilidad tras un adiestramiento de
este tipo. Piense si su perro puede soportar este tipo de estrés, y si usted
tiene los conocimientos sobre perros requeridos para manejar este adiestramiento. Con mucha frecuencia la respuesta será un no contundente.
Lo más grave es que para estos perros no adecuados, el adiestramiento de
ataque tendrá con toda probabilidad unos efectos secundarios muy negativos que a la larga puede poner sus vidas en peligro. El actual sistema
legal tiene poca paciencia con los perros violentos. Además, aunque algu-
Adiestramiento de protección y adiestramiento de ataque 345
nos adiestradores sean sinceros con usted y le digan que su perro no
puede seguir este tipo de adiestramiento, tal vez otros no lo sean. Algunos adiestradores enseñan a atacar a cualquier perro si disponen del
tiempo suficiente, el método correcto y un propietario que pague, así que
no sea ingenuo.
Por ejemplo, a menudo el adiestramiento de protección resulta contraproducente. No crea un robot que de manera automática responde a
todas las órdenes. En realidad, puesto que con frecuencia los propietarios
que optan por este adiestramiento sólo se interesan en los aspectos de
protección, con facilidad descuidan los cimientos básicos de la obediencia
absoluta y la cordura básica del perro sobre las cuales debe construirse.
La propia relación también es secundaria. Este tipo de desequilibrio provoca con facilidad una “agresividad aprendida” (véase capítulo 43 sobre
agresividad), que es muy difícil de controlar para muchos propietarios.
En cuanto el genio sale de la lámpara, a menudo ocurren accidentes,
como cada día atestiguan los titulares de los periódicos. Readiestrar en
estas circunstancias es difícil, si no imposible.
Un perro adiestrado para atacar es como una pistola cargada: sólo las
personas experimentadas deben manejarlo en las situaciones apropiadas.
Alabamos el uso de pastores alemanes y otras razas en las unidades de
policía de todo el país. Cuando se utilizan como defensa, pueden ser
muy valiosos. Estos perros pertenecen a guías cualificados que viven con
ellos las veinticuatro horas del día. Están adiestrados según unos criterios
de calidad elevados y están genéticamente cuerdos. Por otro lado, las personas de a pie, no deberían tener perros adiestrados para el ataque, ya
que no están cualificados para manejar a estos animales.
Aunque no recomendamos el adiestramiento de protección o ataque,
el adiestramiento Schutzhund, desarrollado por primera vez en Europa,
puede representar un posible adiestramiento de defensa viable dentro
del sector no profesional, pero incluso en este caso, es fundamental un
serio compromiso por parte del guía. Se trata de un sistema de obediencia formado por tres partes que incluye habilidades de rastreo, obediencia
y protección. En el adiestramiento de Schutzhund real, ninguno de estos
aspectos se exagera ni se deja que desequilibre a los demás. Lo importante es que este sistema de adiestramiento trata al perro como un todo. Se
basa en la premisa correcta de que el perro es responsable ante el propie-
346 Problemas
tario. Los adiestradores de Schutzhund hacen que la fase de protección
del adiestramiento sea más un juego que otra cosa, aunque pueda emplearse en situaciones de la vida real. Si bien en todos los movimientos
hay excéntricos, y en la actualidad en éste existe una gran división, el
adiestramiento Schutzhund es un método equilibrado y puede ser provechoso para su perro.
Sin embargo, debe empezar con un animal cuerdo, sano y exigente,
por lo general de una raza trabajadora. Debe profundizar en el método de
adiestramiento para convertirse en un adiestrador cualificado. Esto implica asociarse a un club de Schutzhund.* Aquí no es posible explicar en
detalle el adiestramiento de Schutzhund, pero es una buena posibilidad
para los que creen que necesitan un adiestramiento de protección.
Resumiendo: habrá notado que muchos anuncios del adiestramiento
de ataque para perros juegan con las inseguridades básicas de los propietarios, puesto que prometen “liberarse de las preocupaciones” y obtener
una “seguridad total”. Los métodos de adiestramiento que no tienen en
cuenta al perro en su conjunto y que no consiguen educar al propietario
de manera adecuada hacen un flaco servicio a los perros y a la sociedad.
Si está interesado en el adiestramiento de protección, por favor, piénselo
dos veces.
* Para obtener información sobre el movimiento de Schutzhund en Estados Unidos, póngase en contacto con la asociación United Schutzhund Clubs of America, 33810 Paule Ave.,
St. Louis, MO 63125-1718 (EE.UU.).
Colofón
47
Los perros
y la nueva conciencia
¿Qué sería el hombre sin los animales? Si todos fueran exterminados, el
hombre también moriría de una gran soledad espiritual. Porque lo que les
sucede a los animales también le sucederá al hombre. Todo está enlazado.
El hombre no tejió la trama de la vida; él sólo es un hilo. Lo que hace con
la trama se lo hace a sí mismo.
Anónimo, 1855
¡Voy a hacer algo nuevo! Ya está sucediendo, ¿no se dan cuenta? Estoy
abriendo un camino en el desierto, y ríos en lugares desolados. Me honran los animales salvajes, los chacales y los avestruces; hago brotar agua
en el desierto, ríos en lugares desolados, para dar de beber a mi pueblo
escogido.
Isaías, 43:19-20
En todo este libro hemos recalcado que un perro es un ser social que está
genéticamente predispuesto a responder de forma sumisa y dominante a
los seres humanos y a otros perros. Hemos hecho hincapié en que como
cuidador, usted debe considerarse el guía de su perro y la figura alfa, que
debe incluirlo en sus actividades tanto como sea posible. En cuanto entienda la importancia de estas ideas, debería poder disfrutar con el hecho
de crear una relación positiva con su mascota.
Descargar