Claves creativas para una definición de género Michaelle de fran Martínez Francisco Mtnez. Pintor Unidad de Investigación Biopsicosocial MYSHELL.NEXT Clinic Resúmen Entre las funciones de género se encuentra la integración de la especie biológica en acciones planificadas, cuya labor comienza en la acción de los genes, o sea mediante una maduración selectiva y el aprendizaje ambiental. Desde las áreas cerebrales secundarias, la interpretación de estímulos motoriza el reconocimiento del mundo a través del cuerpo y de su posición en el espacio. El concepto de esquema corporal es clave en tanto que, es donde se asienta la identidad y la imagen psicoanalítica; pero por añadidura, el empleo efectivo de capacidades y habilidades mentales conlleva el acto creador entre los fenómenos de autoorganización. Por tanto, más allá de una gnosia lógica, la imaginación permite descubrir la inteligencia práctica, cuya asunción integra al género en una infraestructura esencialmente estocástica; lo que a su vez representa cambios de paradigma y la argumentación de un nuevo lenguaje integrador y de cohesión fenotípica. Palabras clave Gnosia, habilidad mental, inteligencia práctica, estocástica, lenguaje integrador. Resum Entre les funcions de gènere es troba la integració de l'espècie biològica en accions planificades, la labor comença en l'acció dels gens, o sigui mitjançant una maduració selectiva i l'aprenentatge ambiental. Des de les àrees cerebrals secundàries, la interpretació d'estímuls motoriza el reconeixement del món a través del cos i de la seva posició en l'espai. El concepte d'esquema corporal és clau en tant lloc on s'assenta la identitat i la imatge psicoanalítica, però a més, l'ocupació efectiu de capacitats i habilitats mentals comporta l'acte creador entre els fenòmens d'autoorganització. Per tant, més enllà d'una gnosia lògica, la imaginació permet descobrir la intel·ligència pràctica, l'assumpció integra al gènere en una infraestructura essencialment estocàstica; el que al seu torn representa canvis de paradigma i l'argumentació d'un nou llenguatge integrador i de cohesió fenotípica. Paraules clau Gnosia, habilitat mental, intel·ligència pràctica, estocàstica, llenguatge integrador. Introducción La identidad en sí misma involucra la idea de singularidad o distinción, respecto de sentimientos y pensamientos que engloban una imagen corporal exclusiva. En cuanto al autoconcepto y su competencia social, la identidad de género internaliza en torno a su yo, la asunción de valores como un conjunto de expectativas culturales específicas. El constructo “género e identidad” puede implicar un dilema, cuya expresión pública determina, qué elementos son más relevantes en la construcción y categorización de constructos personales ya disponibles (Feixas, Geldschläger y Neimeyer, 2000; Landfield, 1971) Money y Ehrdardt (1972) indican que la identidad de género se define como “la igualdad a sí mismo, a la unidad y a la persistencia de la propia individualidad como varón, como mujer o ambivalente”. La identidad es en sí misma una especie de dilema singular que contempla la distintividad (Rocha, 2009) no solo como referencia social, sino que hacen referencia al sentido del sí mismo o al “yo”. No se trata de una diferencia estadística, por el contrario, interacciona sobre los sentimientos positivos o negativos que una persona posee sobre sí misma. En una construcción personal, la unidad de identidad personal y cultural de un individuo es una tarea larga y diferenciadora.1 En ella se van modulando, tanto la condición de confort de acuerdo a su cuerpo y otras variables, de índole más psíquica e imaginativa posible. Cabe definir al feminismo de equidad bajo una concepción híbrida, al igual que la identidad hace referencia a un proceso de diferenciación, a un proceso de integración y en su caso a la relevancia de los aspectos sociales que define una identidad social. Hay una relación abarcable a la hora de hablar de identidad, como resultado de tres procesos: biológico, psicológico y social. Esto se entiende meridianamente de un concepto taxonómico a una dimensión simbólica, otra dimensión social y la dimensión individual. Bajo una postura más sociológica, Parsons (1968) refiere que la identidad es un sistema central de significados de una personalidad individual, que orienta de manera normativa y da sentido a la acción de las personas. Entre normas y códigos culturales el desarrollo de una autodefinición está impregnado de prácticas sexuales y conducta erótica, de incertidumbre emocional derivada del instinto y sentido psicológico de sí mismo como hombre o como mujer; aunque se considera normalizado lo asexual, la transexualidad, lo sin género y cuantas conductas pueda imaginarse a título personal. En realidad, no debe existir contradicción asociada sobre el constructo, de género e identidad, puesto que, bajo una perspectiva más biológica, un tratamiento hormonal puede corregir aspectos estéticos con resultado significativo. 1 Partiendo del sentido personal de continuidad y distinción como factor crucial de la autodefinición, William James (1952) fue uno de los primeros teóricos en considerar estas dimensiones, indicando que una identidad estable se deriva de la sensación de continuidad que la persona experimenta, es decir, el saber que se es de una forma constante y consistente, por lo que proponía que una falta de esta sensación de continuidad podía desequilibrar a la persona y alterar su sentido de sí misma. Identidad no genérica La investigación psicológica ha tratado de explorar aspectos básicos en la generación de la percepción diferencial entre los géneros, asumiendo reglas que delimitan el comportamiento. La socialización supone la inscripción de la individualidad en el mundo social a través de la asunción de ciertos roles, y otras características involucradas con el género. La postura psicodinámica freudiana va perdiendo fuelle a medida que descubrimos la complejidad natural y en tanto que vamos adquiriendo no sólo roles, sino también estableciendo las bases para la estructura psíquica. El impacto de las relaciones tempranas apenas representa un estadio identitario, dicho de otra forma, parece involucrar tanto un proceso de aprendizaje como un papel mucho más activo por parte de quien se identifica mediante un determinado género. La historia cambia cuando observamos las habilidades sociales necesarias, en primer lugar, para determinar un perfil psicológico razonable y luego en cuanto a la tendencia inspiradora y consumista, o sea el ansia por experimentar sensaciones contradictorias, pseudo salvajes en sentido metafórico y en concreto incalculadas. A este respecto, vale la pena indicar que, de manera diferente, las personas intercambian pareceres y singularidades mucho más sugerentes que la reafirmación en la identidad de un género u otro. Bajo tales posturas el niño o la niña reconoce su género y actúa con respecto a éste de manera más o menos arbitraria en el fondo, a pesar de la carga costumbrista y los estereotipos. La curiosidad está muy por encima de su rudimentario entendimiento del género para jugar ciertos papeles y entablar una comunicación y una serie de conductas que piensan van de acuerdo a las etiquetas que han recibido y aprendido. La Teoría Multifactorial de la Identidad de Género esboza posibilidades en superficie, pero lo interesante es cómo procesar la información física, emocional y subjetiva, cada vez que obviamos una realidad de género empobrecida históricamente. Nos hallamos así ante la paradoja2 pseudo binaria y por ser "desexualizado" el desarrollo psicosocial del género. Además de cuestionar la denominación de masculino y femenino, en el campo de la psicología, se ha perdido el tiempo construyendo escalas para medir la feminidad y la masculinidad. En ese sentido Juan Fernández propone que, si la sexología se ocupa del desarrollo del morfismo sexual, es decir, del sexo que evoluciona como sexualidad, ya que la generología, nada o poco tiene que ver con comportamientos propiamente sexuales. Desde la polaridad naturaleza/cultura, al género habría que categorizarle de naturaleza multidimensional, en este sentido, el género es un organizador de las estructuras sociales y de las relaciones posibles e imaginarias. El enfoque psicológico se ocupa deconstructivamente de la vivencia personal del género, de la subjetividad de la historia de las relaciones y de la armonización de una 2 Rol de género es todo lo que una persona hace o dice para mostrar a los otros o a sí misma en qué medida es masculina, femenina o andrógina; esto incluye excitaciones y reacciones sexuales y eróticas, pero no se limita a ellas. multiplicidad de zonas erógenas. Entendiendo a Freud, la fisiología no puede dar cuenta de los procesos subjetivos, pues al sugerir la identificación de feminidad con pasividad, se apresura a rechazarla. El auténtico enigma se refiere a la imposibilidad de describir lo que la persona es, pero si a la libidinización de sus objetos por las variaciones individuales. Freud rechaza las generalizaciones que operan como modelos o paradigmas de género. Considerar al cuerpo como natural representa un privilegio ontológico a la construcción biológica del cuerpo, pero lo natural y lo significante son indiscernibles. Lo real no puede ser nunca totalmente simbolizado, en todo caso responsabilizado y, en consecuencia, circunstancialmente sodomizado. Freud destaca la difusión de la nerviosidad en la sociedad cuando el estudio de la subjetividad pone en evidencia el campo de las tensiones sociales y la restricción nociva de la vida sexual. Merced a esta capacidad de sublimación, la satisfacción sexual legítima no entiende de marcas de género. Los estudios de género han sido propuestas, ideas y argumentos que han llegado a formar un marco teórico y conceptual, sin referencias exclusivas, que varían intra e interculturalmente. Según se cree en INSTRAW, la diferencia sexual entre hombres y mujeres ha implicado un proceso de socialización, a través de construcciones sociales sujetas a cambio. En suma, la utilización electoralista de la equidad de género, pone remedio a injusticias previas o sesgos excluyentes, pero no soluciona el conflicto de intereses en cada esfera de bienes. La ciudadanía se recompone de los derechos para la libertad individual, abarca todo el espectro de géneros y re-conceptúa el reconocimiento en la práctica como una condición neutral. Está fuera de toda duda, que la alternancia de género es irrelevante a la hora de la interpretación genérica, es decir, la referencia exclusiva a los dos sexos, indistintamente. La cuestión principal versa sobre el principio de accesibilidad mixta, sin determinantes de género, por lo que conviene recurrir a la aposición especificativa. Razón biosociocultural Puesto que las personas aparecen identificadas en un mero producto sociocultural, donde el género es un artificio de base estructuralista (naturaleza/cultura) y del pensamiento binario, la idea de que el intelecto y la vida humana son universalmente binarios, viene a resultar cómoda y vinculante con la homogeneidad normativa. Para Derrida (1967) es necesario deconstruir nuestro sistema de pensamiento binario para comprender mejor la multiplicidad de la realidad humana, pues los individuos se encuentran cerrados en una estructura social que no les permite desarrollar su acción social subjetiva. En ese sentido, nuevas formas se configuran sin perder su propia unidad, que permiten, de una forma u otra, explicar a través de oposiciones la multitud de subjetividades que se dan y actúan en el mundo real. Es necesario, rediseñar una continua combinación de acciones colectivas e individuales, lo que permite la incalculable renovación de identidades, de estructuras y de simbolismos alrededor de las dimensiones de sujetos más o menos queer. Actualmente, estas diferencias en la dimensión de género, no ayuda a nadie, peri si contrapone lo masculino a un femenino, igualmente. En esta conjetura, la individualización del sujeto está siendo fuertemente criticada por las nuevas subjetividades andróginas. Mañana, la forma reflexiva subjetiva de la identidad en un proceso de individualización, permitirá considerar las identidades personales en las decisiones colectivas. Una alianza de sensibilidades frente a otra de civilizaciones, serán contingentes y se nos invita a subvertir los géneros deshaciéndonos de rasgos de los géneros ya establecidos culturalmente y redistribuyéndolos para así constituir unas subjetividades genéricas diferentes" (López Pardina 2002: 8-9) No existe una relación univoca entre posición social y acción social, esto significa que no se puede categorizar al sujeto social y sexuado en base a categorías de género delimitadas y homogéneas; en todo caso, pensarse a sí mismo es una manera de modificar la estructura social y el sistema de pensamiento. Para una sociedad plural, el sujeto se encuentra obligado a superar momentos de todo tipo de crisis, entre las que las condiciones históricas promueven la continua metamorfosis de su espacio simbólico/cognitivo y de su espacio social. Más allá de del estado de conciencia, situada según Sartre, o proyectada en relación a un proyecto que la fundamenta, la razón ontológica del ser, difiere de cada personalidad social y adquiere todo un significado, particularmente creativo. El pensamiento es dinámico y, en consecuencia, el género no puede estar categorizado como único y absoluto. Cabe señalar que una construcción neohegeliana de género, no solo implica una construcción intersubjetiva de lo social, la norma También ayuda a desarrollar una concepción ética de aplicación, mediante la competencia comunicativa. Expresar la condición digna de vivirse valida al ser para responsabilizarse en su derecho diferenciado de propiedad y de proposición heterogénea, o por el contrario si se prefiere admitiendo fragmentaciones sincréticas. Lo dominante bien carece de titularidad, así, lo condicionado exime de cierta responsabilidad, no de culpabilidad de autor al seguir tendencias autoritarias. La libre elección personal se explica mediante acciones de coherencia sobre los diferentes enfoques que, en todo caso, han ido configurando una nueva conceptualización acerca del término género. Afortunadamente, los estereotipos cada vez con más frecuencia, son objeto de sesgo intelectual, además, las normas de interacción social y las rutinas culturales caducan, desde su puesta en escena y caer en el tópico. El paradigma sociocultural conjuga la razón y la analogía de sus procesos con el sistema de información, y en ese sentido podemos ubicar alguna clave, relativamente creativa, que otorgue a la identidad de género un aprendizaje psíquico, a ser posible sin condicionamientos. Lo cierto es que, la sociedad en la que vivimos aboga por el cumplimiento de los derechos ciudadanos, de lo que vamos naturalizando una manera de ver y de hacer el mundo en función de la cultura de diseño. Nos enfrentamos a retos solidarios de alto calado social, de apreciaciones sugerentes para generar nuevos horizontes y adaptar a la razón. Entre las formas de resignificar la realidad, la dimensión de la intimidad ocupa el primer estadio sobre el que representaremos la identidad social. Aún, da que pensar la simplicidad de acceder a un modelo singular de vida, que asumimos con convicción en el seno de grupos de pertenencia. La singularidad en cambio contempla las condiciones simbólicas que hacen posible la ruptura y divergencia que caracteriza al ejercicio de la libertad, según Restrepo (1989) Se trata pues de enfrentarnos e introducirnos a una verdad no contaminada, en la potenciación y articulación auténtica de los deseos individuales. El trabajo por una conceptualización defectiva nos hace presuponer que se ha priorizado la mera información desconfirmatoria como estrategia de cambio, desatendiendo así la funcionalidad identitaria a la que sirve.3 Si los prejuicios están habituados en la conformidad y en la prolongada despersonalización, la consecución de la autoestima decae en pro de lo sistémico, y no a favor del endogrupo. El cambio social o creatividad social, son subjetivamente percibidas como seguras, por tanto la discriminación solo ha de ser ejercida en las dimensiones irrelevantes. A este propósito, la asunción de que la homogeneidad sea negativa per se, dada la dependencia del contexto cultural, sugería la simple categorización social de los individuos hacia el favoritismo endogrupal. El hecho social total confirma, más allá de la tradición, que una antropología de género bien entendida, no significa que las restricciones biologistas puedan condicionar en modo alguno. Basta con iniciar su mirada interrogante hacia la cultura y comprender el alcance social que significaría poner fin al viejo dilema binario. Con todo, muchas de estas iniciativas o líneas de reflexión, si existe alguna interlocución posible sobre la materia de género, tienen consecuencias directas sobre la naturaleza de la identidad cultural. Es probable que el adjetivo social se deje de tutelar psiquiátricamente, desde el momento que se proclamaron los Principios de Yogyakarta4 en 2006. A simple vista, cada persona puede considerar a título personal, un abanico en el que se despliegan múltiples identidades sexuales, pero la ausencia de reconocimiento es la mayor de las exclusiones sociales. Mientras que la sociedad determina en qué condiciones se tolera la libertad, la asimilación del transgénero y todo lo alternante, trata de flexibilizar los protocolos a la verdadera realidad de las personas. La elaboración de procesos pro-equidad de género y de cooperación por integrar el enfoque de género en la cooperación al desarrollo, se fundamenta e inspira en la transversalización de la perspectiva de género. Cuando se plantea el Mainstreaming de Género se apunta al hecho de que el trabajo por la igualdad contribuirá de manera decisiva al progreso en todos los objetivos. Es indudable que los avances, tanto metodológicos, como tecnológicos, han aportado estrategias diferenciadoras de una manera singular. Respecto a una actividad gnosopráxica, sea en condiciones estimables, realmente 3 Oakes, P.J., Haslam, S.A., y Reynolds, K.J. (1999) Psicothema 2008. Vol. 20, nº 1, pp. 80-89 La Comisión Internacional de Juristas y el Servicio Internacional para los Derechos Humanos, en nombre de una coalición de organizaciones de derechos humanos, han puesto en marcha un proyecto encaminado a desarrollar una serie de principios legales internacionales sobre la aplicación del derecho internacional humanitario a las violaciones de derechos humanos por motivos de orientación sexual e identidad de género, a fin de imbuir una mayor claridad y coherencia a las obligaciones de los Estados en materia de derechos humanos. 4 decrementa la información, pues por el motivo que sea, las funciones corticales superiores dicotomizan el resultado de las conductas y en función de fenómenos vivenciales. Ser, marca el modo de respuesta (SNC) que es localizada y modificada mediante la plasticidad sináptica e integrando tareas creativas. Relaciones interpersonales En una visión más integrativa, Rossan (1987) hace referencia a la identidad global, como resultado de los diferentes roles que los individuos juegan en la sociedad. En las últimas décadas ha cobrado énfasis en la psicología, la visión multifactorial de la identidad de género, a través de las conductas y actitudes correspondientes, que tarde o temprano se consolidan en rasgos o estilos de personalidad y que se manifiestan en los roles y en las redes sociales. La conducta intergrupal debería proporcionar al sujeto estrategias exitosas de afirmación identitaria, principalmente en la praxis científica y en el ámbito psicosocial. La identidad es en sí misma una especie de dilema en tanto involucra por una parte la idea de singularidad o distintividad, que permite ubicar a la persona como parte de un grupo de referencia y hacen referencia al sentido del sí mismo (Rocha, 2009) En lo que respecta al autoconcepto la conciencia surge en relación estrecha con la interiorización de valores, normas y códigos culturales, y de cómo se observa y cómo actúa. Tal como la variabilidad intercultural se hace evidente, una persona aprueba y participa de un conjunto de sentimientos y conductas consideradas como apropiadas para sí mismo en su género constituido culturalmente. Pero cuando difiere del grupo en tanto en cuanto, el sexo biológico entra en conflicto morfológico, la identidad de género otorga el rol de subidentidad, mientras que se interactúa a través de las conductas y actitudes, libremente desarticuladas. Para Dillabough (2001) la identidad es tan natural y evolutivo como otro cualquiera, o sea un proceso inconcluso. La postura psicodinámica establece las bases para la estructura psíquica, el inicio de un amplio proceso de socialización y la motivación y disposición para identificarse con alguien elegible. Además, el aprendizaje social, centra su atención en el papel que juega la comunicación, entre la base de la diferenciación y el proceso de interacción. Vamos, que el interaccionismo simbólico viene desarrollando un comportamiento propio, más bien de índole reflejo o mediador, respecto al estímulo-respuesta frente a los demás. Otra forma de expresión posible es el concepto de androginia psicológica propuesto por Bem (1974) pues quizá favoreciera una mayor salud mental, lo importante es cómo evaluar rasgos masculinos y femeninos en relación con diversos indicadores de salud y bienestar. Sería un error catalogar al género bajo un esquema determinante, de lo que puede rescatarse la interdependencia y consonancia entre el tipo de rasgos, conductas, motivaciones y cogniciones placenteras. Aunado a ello, el proceso de socialización resulta fundamental en la adquisición de los estereotipos de género, a partir del cual el lenguaje y los símbolos repercuten directamente en el tipo de identidad autónoma. El futuro diseñará una endoculturación con el énfasis de la autoasertividad, la sensibilidad interpersonal y claves para funcionar a través de señales interpersonales. Transversalidad de Género En una sociedad libre, de genero abierto y liberación de nuevas versiones, el volumen de usuarios de nuestro quehacer democrático, además de tener preferencias pueden optar por la declaratoria de consumir ideales de transversalidad y seguridad identitaria. Las recomendaciones para ratificar nuestra intención de lograr la igualdad, cobran especial relevancia a la hora de fomentar la competencia en comunicación lingüística y social. En el mismo sentido, una sociedad libre programa las líneas generales a desarrollar, siempre que la responsabilidad, el respeto y el rechazo a todo tipo de discriminación e intolerancia, deben favorecer, tanto la adquisición de información relevante y significativa, como el desarrollo de estructuras de pensamiento y de acción orientados a formar personas competentes. Es importante considerar que, en la realización efectiva de la igualdad, la libertad, la ignidad y el derecho a la vida, se nos implica para aunar todos los esfuerzos sobre las funciones establecidas por la Ley 1620 de 2013 en Colombia. 5 De otro modo, el sexismo, la homofobia, la lesbofobia, la bifobia y la transfobia o cualquier cosa que represente desmarcarse de lo tradicional, no dejará que la evolución continúe por construcción de la ruta de atención y empatía necesarias. Dar respuesta a interpretaciones y acciones que pueden llevar a la vulneración de derechos en el marco de construcciones socioculturales es una razón de Estado. Es muy importante la difusión inteligente de imágenes y mensajes para acompañar su actualización en la que se definen los procesos y protocolos para trabajar en la educación para la sexualidad, la formación de los derechos humanos, la prevención y atención de la violencia en el interior de los establecimientos educativos, y para gestionar todas aquellas situaciones que afecten la convivencia escolar y el ejercicio de los derechos humanos sexuales y reproductivos. Otra comprensión en razón del prejuicio puede definirse como fácilmente superable, ya que la garantía de los derechos humanos sexuales, será fundamental y plantea los mensajes necesarios para la movilización de las formas de pensar. El desarrollo del Gender Mainstreaming intenta probar la efectividad de colocar al género en el centro y apunta a superar la dualidad del mundo masculino y femenino (Rees 2005) Si bien existe consenso, una agenda setting6 desafia a los paradigmas existentes, evitando posiciones esencialistas que harían inviable una acción continua y consecuente en este sentido. La implementación de los procesos de diseño requiere una alta medición de impactos (Walby, 2003-04) en base a la transversalidad operativa, dejando sentenciado su foco en 5 Los comités de convivencia escolar deben fomentar los procesos de sensibilización, reflexión y transformación de los imaginarios existentes con respecto a los roles de género, este documento brinda elementos para esta tarea: ofrece algunos conceptos básicos, estrategias y recomendaciones puntuales para el ajuste de los manuales de convivencia, para la construcción de la ruta de atención de cada establecimiento educativo y para la reflexión sobre el tipo de comunidad educativa. 6 Emanuela Lombardo intenta “deconstruir” la construcción discursiva que “generiza” a los sujetos, proponiendo políticas de diversidad más allá de una política de igualdad de oportunidades o de diferencia radical. la política pública, en forma más o menos articulada. Se trata de democratización del género y el diseño e implementación de la política pública de género (Rai, 2004) En el proceso de implementación práctica en la UE la constitución de redes de garantía, apenas cubre sus organizaciones cruzadas, lo que en su defecto se han explorado formas de producir consensos de políticas a través de innovaciones deliberativas en temas de la agenda pública. Al tiempo que se manejan términos y tecnicismos para dimensionar la capacidad de lenguaje sobre el género, el debate ha integrado como se ha visto anteriormente, a otros actores menos visibles, pero no menos singulares. Solo hay una estrategia transformadora, y eso reduce las posibilidades de diseñar estrategias diversas, más efectivas y transversales para su consecución. Límite y Consumación Las instituciones de la Unión Europea reconocen que los tres estadios (no discriminación, acción positiva y transversalidad de género) se atropellan y se solapan, ante una falta de compromiso real por abarcar de una vez por todas la coordinación interadministrativa para la igualdad de género. Las Unidades de Igualdad de Género se prevén en el artículo 68 de la LCIMH, de hecho, las unidades de modernización administrativa están plantando cara al sistema. La responsabilidad de la promoción de la igualdad de género se fundamenta en funciones de género integradas7 y en la definición de prioridades y competencias sectoriales. Esta naturaleza vinculante identifica y visibiliza la consecución de los objetivos establecidos en el Plan de Desarrollo de cada país. La Estrategia común europea se estructura a lo largo de los siguientes ejes, con los correspondientes objetivos estratégicos: Eje A. Implantación de la transversalidad de género en la Administración de la CAC. Eje B. Información, imagen y comunicación dignas e igualitarias de mujeres y hombres. Eje C. Igualdad en las condiciones laborales de mujeres y hombres. Eje D. Prevención y eliminación de la violencia de género. Eje E. Igualdad en las condiciones de inclusión social de mujeres y hombres. Eje F. Corresponsabilidad de ambos sexos en los ámbitos público y privado y conciliación de la vida laboral, familiar y personal. Eje G. Participación y representación pública equilibrada de mujeres y hombres. Eje H. Educación para la igualdad entre ambos sexos y la plena ciudadanía. Eje I. Vida saludable y atención a las necesidades de salud diferencial debidas al género. Siguiendo un esquema o exis corporal como principio de intelección de la realidad, la degradación simbólica basada en una lógica del honor (Bourdieu, 1962: 107 y1989: 33) previene de que la lógica de la vida práctica, no puede ser articulada adecuadamente en ningún modelo teórico general. Por tanto, una cierta noción de individualidad es necesaria 7 El Tratado de Amsterdam (1999) en sus artículos 2 y 3, formaliza el compromiso de la Comunidad con el mainstreaming o “corriente principal” de género, al establecer la igualdad entre mujeres y hombres como una labor específica de la Comunidad, así como un objetivo horizontal que repercute en todas las labores comunitarias. para escapar de analogías aprendidas. Las sensaciones corporales 8 se encuentran mutuamente entrelazadas, pero no tiene por qué, ejecutarse automáticamente un programa de socialización previo. Bourdieu (1991: 410) concibe el sentido de un símbolo si sólo está completamente determinado, en y por las acciones en las que se lo hace intervenir. En concreto, la construcción teórica de un lugar en el espacio social-género para el autor, muestra la potencia de organización sociológica de su visión del cuerpo. Esta sociodicea sólo puede sostenerse a partir de la utilización cuidadosa de la atracción y el rechazo, de encuentros inconsolables, aunque la servilidad interesada ha ido construyendo la diferencia entre la cara nocturna y detestable y la cara diurna e infinitamente respetable de la escuela (Bourdieu, 2001b: 213-214) No es complicado imaginar la aleatoriedad que se dispone, toda vez que concretemos exactamente lo que se quiere obtener. La identificación de patrones sociales en una infraestructura esencialmente estocástica, quizá represente un espacio de estados en el que priman los valores de las variables, no el aspecto formal biológico. Según avanzamos en torno a una tecnología virtual, los incrementos de todo tipo se realizan en un proceso de tiempo continuo, de tal manera que la asunción de valores e identidad, se fundamenta más mediante una variable aleatoria e independiente de la historia. Hasta ahora las cualidades observadas en todas las sociedades denotan la frecuencia relativa acumulada, sin embrago, una función de distribución empírica en clave de género, no cabría o no sería uniforme en un histograma medio. El género como célula social garantiza su potencial de desorden, al igual que la entropía describe lo irreversible de los sistemas termodinámicos. Ahora bien, si el género es un organizador de las estructuras sociales 9 que admite cierta desincronización. Pero si la sincronía, como orden, no es sólo posible, sino inevitable ¿Habría que ubicar en entornos de incertidumbre al tercer género y sus variantes? E l comportamiento del ser humano puede alternar objetivos elusivos y contenidos genuinos, por lo que, para afrontar sus dilemas, cabe reseñar la urgencia por diseñar una cultura behavioreana. La nueva metafísica incluye la disforia de género como una transferencia de información de dudoso origen genético, es decir, el alma, la mente y el cuerpo-espíritu queer, reclaman un mejor conocimiento de su esencia y presencia. Una ciencia de género parte de conceptos y significados diferentes, al tiempo que se transforma en una serie de prácticas, por desgracia, despojadas a veces de todo sentido cultural. De cualquier manera, hay esperanzas de una mejor calidad de vida humana, éstas no están en la tecnología sino en la nueva dimensionalidad biopsicosocial. Una accesibilidad mixta, sin determinantes de género, incluye a subidentidades y gnosis de psicogénero para lograr un consentimiento universal de conceptos y prácticas, que nos ayuden a cambiar el sentido que tiene lo etimológico, es decir el verdadero significado de 8 Según Bourdieu, los esquemas de percepción del grupo, sexuales y sociales, han labrado la corporalidad y de esta manera impulsan movimientos de homología entre los diferentes espacios sociales. 9 La Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres, establece que “La ordenación general de las políticas públicas, bajo la óptica del principio de igualdad y la perspectiva de género, se plasma en el establecimiento de criterios de actuación de todos los poderes públicos”. la identidad de género. Si lo absoluto es el espíritu total en sí, la identidad se permite diferir en tanto en cuanto es una mera agregación de individualidades, que existen como mónadas independientes. En consecuencia, la identidad de género como entidad abstracta departe información cualitativa, de tal modo que al conversar consigo mismo, ninguna otra entidad puede resultar significada. 10 En calidad de testigo, por ejemplo, un potencial axiológico se difumina con la acción referencial o continua, 11 luego, la conformidad o la no conformidad, pueden tener uno o varios valores modales entre los elementos de sus estereotipos o de sus núcleos. Es por esta razón que la categoría de género se sustantiva en la concordancia y se distribuye en la asimetría, socialmente construida.12 La verdadera diferencia realmente es infrecuente, ya que el binarismo de género coexiste en origen con la posibilidad de las personas de alternar su comportamiento. Referencias bibliográficas Agrupación de Desarrollo. Ideas para la comunicación no sexista. “Compromiso por la Conciliación” Guadalajara 2004. AA. VV. La Teoría de la Identidad Social: una síntesis crítica de sus fundamentos, evidencias y controversias. Psicothema, 2008. Vol. 20, nº 1. Bourdieu, P. (1962) «Célibat et condition paysanne», Études rurales, nº 5-6, 1962. Bourdieu, P (1991) El sentido práctico, Taurus, Madrid [1980] Bourdieu, P. (2001b) Science de la science et réflexivité, Raisons d’agir, Paris Derrida, J. (1967) L'écriture et la différence. Paris, Editions du Seuil. Dillabough, J. A. (2001) Gender theory and research in education: Modernist traditions and emerging contemporary themes. In B. Francis & C. Skelton (Eds.), Investigating gender: Contemporary perspectives in education (pp. 11-26) Buckingham, UK: Open University Press. Dolto, F. La imagen inconsciente del cuerpo. Ed. Paidós. Fernández, J., "¿Es posible hablar científicamente de género sin presuponer una generología? Papeles del psicólogo, Nº76 (2000), pp.3-10. Cf. del mismo autor, Nuevas perspectivas en la medida de la masculinidad y feminidad, Madrid, Ed. de la Universidad Complutense de Madrid, 1983; Varones y mujeres. Desarrollo de la doble realidad del sexo y del género, Madrid, Pirámide, 1996; Género y sociedad, Madrid, Pirámide, 1998. Freud, S. Studienausgabe, Francfort, Fischer, 1982, IX, p. 9-32. (O.C., t.II) James, W. (1952) Principles of pschology. New York: Henry Holt. López Pardina, T. 2002 "De Simone de Beauvoir a Judith Butler: el género y el sujeto", Cuadernos de Trabajo, 2: 1-11. 10 Kwasi Wiredu. Perspectiva filosófica sobre el concepto de comunicación humana. Revue internationale des sciences sociales. Unesco, Paris. Vol. XXXII (1980) n.° 2. 11 Leer más: http://www.monografias.com/trabajos102/sistemas-estocasticos-y-entropia-remedios-fuerzasque-cona-trolan-nuestras-vidas/sistemas-estocasticos-y-entropia-remedios-fuerzas-que-cona-trolannuestras-vidas.shtml#ixzz58IpGiXlA 12 El concepto fue incluido en la edición de 2014 del Diccionario de la lengua española, indicando que el tercer significado de la palabra "género" se refiere al "grupo al que pertenecen los seres humanos de cada sexo, entendido este desde un punto de vista sociocultural en lugar de exclusivamente biológico". Money, J., & Ehrhardt, A. (1972) Desarrollo de la sexualidad humana. Madrid, España: Morata. Nicholson, L., <<La genealogía del sexo>>, Hisparquía, vol. V, 1 (1992) Oakes, P.J., Haslam, S.A., y Reynolds, K.J. (1999) Social categorization and social context: Is stereotype change a matter of information or of meaning? En D. Abrams y M.A. Hogg (Eds.) Social identity and social cognition (pp. 55-79) Oxford, UK: Blackwell. Oakes, P.J., Haslam, S.A., y Reynolds, K.J. (1999) Psicothema 2008. Vol. 20, nº 1 Parsons, T. (1968) The position of identity in the General Theory of Action. In C. Gordon & K. Gergen (Eds.), The self in social interaction (pp. 16-23) New York: Wiley. Rai, Shirin, Gender mainstreaming: Conceptual and comparatives Issues, Paper presentado en el ESRD, Leeds, 2004. Rocha T. Desarrollo de la identidad de género desde una perspectiva psico-socio-cultural: un recorrido conceptual. En Interamerican Journal of Psychology, Vol. 43 no.2, 250-259. Porto Alegre ago. 2009. Recuperado en 25 de febrero de 2018 de: http://pepsic.bvsalud.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S003496902009000200006&lng=pt&tlng=es. Rees, T., Reflections on the Uneven Development of Gender Mainstreaming in Europe, International Feminist Journal of Politics, December 2005, Taylor and Francis, en http://www.tandf.co.uk/journals Rossan, S. (1987) Identity and its development in adulthood. In T. Honness & K. Yardley, Self and identity: Perspectives across the lifespan. London: International Library of Psychology. Scott, J. W. “El género: una categoría útil para el análisis histórico”, en J. Amelang y Mary Nash (comp.) (1990): Historia y género: las mujeres en la Europa moderna y contemporánea, Ed. Alfons el Magnanim, Barcelona. Walby, Silvia, Gender mainstreaming: Productive tensions in theory and practice, ESRC Gender Mainstreaming Seminars, 2003-4, paper. Wiredu, K. Perspectiva filosófica sobre el concepto de comunicación humana. Revue internationale des sciences sociales. Unesco, Paris. Vol. XXXII (1980) n.° 2. ANEXOS • "Manual para la perspectiva de género en las políticas de empleo, de inclusión social y de protección social". Comisión Europea. • Pacto Europeo por la igualdad de género 2011-2020. Consejo de la UE. • Estrategia para la igualdad 2010-2015. Comisión Europea. • "El mainstreaming de género en la Unión Europea". Aequalitas (mayo-diciembre, 2003) • "Protocolo de implantación del mainstreaming de género en la Administración Pública". IMIO, Fundación Mujeres y Likadi. • Unidad de Igualdad de Género (web). Junta de Andalucía. • "El mainstreaming de género en la práctica: experiencias ejemplares y buenas prácticas". Junta de Andalucía. • Manual de recomendaciones para incorporar la perspectiva de género en la actividad de la Diputación Foral de Bizkaia. • "Mainstreaming de género y análisis de los diferentes 'marcos interpretativos' de las políticas de igualdad en Europa: el proyecto MAGEEQ". Bustelo, M y Lombardo, E. UCM. • "Los 'marcos interpretativos' de las políticas de igualdad en Europa: conciliación, violencia y desigualdad de género en la política". Bustelo, M y Lombardo, E. UCM. • "Guía para la elaboración de proyectos desde una perspectiva de género". Fundación Mujeres. • "La igualdad entre mujeres y hombres tras el Tratado de Lisboa". Velasco Portero, MT. VLEX. • "Mainstreaming o enfoque integrado de género. Manual de aplicación en proyectos de empleo". Likadi. • "¿Qué es la perspectiva de género y los estudios de género?". Mujeres en Red. • "Un enfoque para la igualdad de género". Nueva Sociedad. • "Guía metodológica para la incoporación de la perspectiva de género en las agendas 21 locales y en los planes de urbanismo de Canarias". Gobierno de Canarias (2005) • Diagnóstico de situación de mujeres y hombres en la Administración General autonómica (ICI, 2017) • Guía metodológica para la aplicación de las directrices para la elaboración del informe de impacto de género (ICI, 2017) TABLAS Tabla 3. Variables biopsicosociales http://www.elsevier.es/ficheros/publicaciones//02116995/0000003400000006/v0_201502091330/X02116 99514054835/v0_201502091332/es/main.assets/12477_19904_60329_es_12477_t4.jpg