No sé si es una reflexión o dos pensamientos ffank (Punto Ccreativa) 2008 No sé si es una reflexión o dos pensamientos, este mirar al frente y debajo de mis pies; pensar mientras siento tu mirada delante de la mía y no saber de ti, aun menos que la nada. Aquí, en la otra orilla, una internacionalización es considerada como la nueva piedra filosofal que convierte a todo infante en fenómeno de pereza extrema. El remedio a esta sangría emocional se convierte en sacrificio humano y esperanza ciega en la autoconfianza, donde las mejores opciones versan en el respeto hacia quien nos acoge y una puerta al descubrimiento cultural. Será que tengo mala conciencia, porque no tengo voluntad de torturarme ni de perder el tiempo en ir más allá del bien o del mal; eso queda en manos, no precisamente limpias, pero si pringadas y envueltas por el orgullo del abolengo y la necedad de la abreviatura. Tiempo y descanso, eso es todo en una línea recta; demagogia de vida, aquello imaginario lo constituirá vuestro origen y vuestro fin; nada de abnegación, apenas motivos de brevedad idílica o minucias del eterno retorno. Ecce homo, estúpida conclusión si no se tiene presente, aquella pretensión de ser concubina al precio que sea, de una obra maestra o de una cualidad admirable. No hay sentidos para adivinar o intuir la eternidad como una facultad de vida, realmente estamos en un punto de ocaso para los dioses sin grandes deseos de venganza. Tampoco ha llegado el triste momento del libre albedrío, quizás porque la memoria ha permanecido siglos guiñando la mirada a la superioridad de la conciencia, pero sin desnudarla y acogerla en su seno sin alcurnia. Ha sido, le sigue siendo rentable, no solo acompañar al gran Caimán del norte, sino que le ha impedido con desprecio al sur, ni siquiera de lejos, observar la ausencia de la alegría. Humano, apenas sobrecogido por ser demasiado humano... El deseo de inmortalidad podría limitarse a la penosa consecuencia del descontento, pero solo es el ángulo agudo de la bipolaridad espiritual, un ínfimo deseo sobre dos pensamientos. Ya sé, la amistad de los pueblos será un hecho consolidado en el fin de los tiempos... Tranquila yaya, que soy marea en alto y enebro la noche con tu silenciar eterno; amada madre que opinas en silencio. Apremia mi recelo sin alma, que solo es una entre flores y tierra removida, donde nace la vida de la muerte y tu sangre con mi cuerpo.