VENGANZA Personajes: Beliza: Es una joven estudiante de medicina que esta devastada por la sorpresiva muerte de su madre e impotente ante la boda de su padre con su tía. Yamileth: Hermana menor de Amelia y tía de Beliza. Se casó con José Andrés poco después de que este enviudara. José Andrés: Es un abogado de renombre, que se vio muy afectado tras la muerte de su esposa, Amelia. A pesar de ello se casó con Yamileth. Es de Beliza y Maribel Maribel: Es una adolescente con muchos sueños en la vida, que cursa el 5to de secundaria. Es hermana menor de Beliza. Margaret: Compañera de universidad de Beliza y mejor amiga de esta. Gabriel: Es un médico, graduado recientemente, está enamorado de Beliza. Acto 1 Beliza está sentada junto a su amiga, la fiesta de bodas aún no ha iniciado, permanece pensativa y silenciosa. Margaret: Vamos Beliza, tienes que animarte. Hazlo por tu padre. Piensa que al menos estará acompañado Beliza: Mi madre ha muerto hace no mucho tiempo, ha pasado tan poco; que siento que le estamos faltando a su memoria. Margaret: Talvez estaría contenta ahora que tu tía se encargara de ustedes. ¿Quien mejor que su propia hermana para cumplir su función? Beliza: Su propia hermana… se ha casado con su esposo… no me puedo hacer a la idea.. no lo puedo aceptar Margaret: Tu tía esta enamorada… no se puede mandar en temas del corazón. Beliza: Me dices que ella siente amor? Ese monstruo no siente amor por nadie. Tenía una mirada llena de odio hacia mi madre aquella noche. Pues habrá engañado a todo el mundo, pero a mí no. No soy tonta… es muy sospechoso que mi madre haya enfermado y fallecido poco después del regreso de su hermana, y lo peor, el forense nunca encontró algo sospechoso, pero, las personas se pueden comprar y por eso no confío . Nunca está de más una segunda opinión. Margaret: ¿Qué cosas dices? Jajaja. Ay! Beliza me asustas jajaja Dale una oportunidad, espera ver que sucede luego, talvez no es lo que tú crees. Los invitados ya están llegando de la iglesia. Deberíamos volver a nuestros sitios. Maribel: Vengan chicas tienen que volver ya. Beliza… deberías estar celebrando junto a nuestro padre ahora. Acto 2 Narrador: Beliza no puede disimular, y su preocupación resalta a la vista de todos los invitados, no prueba bocado del banquete, su padre la observa de lejos con mortificación. Maribel: Hermanita que estas murmullando, te he visto pensativa toda la ceremonia, y ahora sigues igual. Es muy injusto que en un día tan feliz para nuestro padre ni te hayas acercado a felicitarlo ¿qué te sucede? Beliza: Nada hermanita, no te preocupes… solo unas pruebas de laboratorio que tardan, pero pronto las tendré. Maribel: Laboratorio? ¿Y que de relevante tienen unas pruebas de laboratorio el día de hoy? Concentremos en lo importante ¿quieres? A sido una ceremonia emocionante y este lugar es precioso. Pero haya tu si quieres quedarte de amargada en este rincón, yo me voy junto a los nuevos esposos, yo si celebrare junto a nuestro padre. Maribel se retira con una mueca de desaprobación y va a donde su padre Maribel: Padre, no te veo bien, pareces inquieto. José: Tu hermana está muy rebelde últimamente, y tengo una presión en el pecho, es un mal presentimiento, ojala no haga ninguna locura Yamileth: Es nuestra fiesta de bodas y tu preocupado por tu hija que ya es una adulta, que egoísta eres conmigo. Maribel: Tía discúlpalo, pero parece que pronto se pondrá mejor, solo confía. Yamileth: ay sobrina, si supieras como siento ahora… con esa actitud típica de tu padre. Amenos estas tu aquí. Admito que eres mi favorita Maribel: jajaja ay tia! Jajaja (se dan un abrazo) Narrador: Un joven ingresa al local y calmadamente se dirige al sitio de Beliza con un sobre en mano. Beliza: ¿Dónde has estado? Gabriel: Discúlpame Beli, no pude hacerlo antes estaba corto de tiempo… aquí están los resultados. ¿De quien es la sangre si se puede saber? Beliza: De mi madre Gabriel: ¿Qué? (Su cara refleja preocupación) Beliza: Llegue demasiado tarde a su lecho de muerte. No fue hasta el ultimo momento que me avisaron que mi madre agoonizaba. Solo encontré un cadáver y a mi familia hecha pedazos, excepto por una mujer, que se limitaba permanecer callada, fue ahí donde comencé a dudar, y extraje unas gotas de sangre pero me sentí fatal por dudar de mi propia tía. Pero con el paso de los meses abrí los ojos, note su inexplicable odio hacia mí y actitud sospechosa. Así que decidí pedirte este favor Gabriel: Beliza… yo… no sé qué decirte, prométeme que te tomaras esto con calma, por favor, no vayas a cometer una locura Beliza: Que? (Abre) ese papel apresuradamente. Gabriel: Si Beliza, como lo lees ahí, la causa de muerte de doña Beatriz, fueron los altos niveles de cianuro que presentaba en la sangre, probablemente, resultado de un envenenamiento provocado. Beliza se acerca a la mesa principal, su ira en imposible de ocultar. Aparece abruptamente ante los recién casados. Beliza: Padre, no sé cómo decirlo. José: Que sucede hija, estas toda pálida. Beliza: Odio revelarte esto, pero tienes que saberlo, mi madre no falleció de forma natural, fue arsénico, murió envenenada, tengo aquí la prueba. Narrador: Yamileth siente terror, ha sido descubierta y se retira abruptamente simulando mareos. Todos comienzas a sospechar, Beliza sigue a su tía. Acto 3 Narrador: Se ve acorralada, ya todos sospechan de ella, su maldad ha sido revelada, corre desesperada y torpemente por los pasillos y baja al estacionamiento del sótano. Respira agitadamente y tiemblan las manos, no puede colocar la llave en la puerta de su auto. Beliza la alcanza y la detiene. Yamileth voltea la mira, y tras un breve instante de silencio… Yamileth: Fue tu madre, fue su culpa, siempre fue la favorita para mis padres, y yo lo acepte, guarde en secreto todas sus tonterías de adolescente, algunas veces fui castigada por ello, intente que cambiara pero nunca me hacía caso, y como si no bastara con eso, me quito a mis amigos, y estaba con los chicos que me gustaban, yo era tímida en aquel entonces. Pero pensé que todo cambiaria cuando lo conocí, el enserio me prestaba atención, sentí amor, sé que era amor, y el era mío, se que el me amaba, pero tu madre como de costumbre me lo arrebato. Mi fiesta de cumpleaños había sido fantástica, nunca había sido tan feliz en toda mi vida, el y yo bailamos y nos reímos mucho juntos, estaba en el cielo. El me dijo que saldría un momento, que regresaría rápido, y me despidió con un beso, y yo lo espere ahí, sentada, contando los minutos para que regresara, 5, 10, 15… no aparecía por la puerta… yo… recordé a tu madre sin querer, ella tampoco estaba, sentí miedo… Salí a la calle necesitaba saber porque tardaba, y los encontré abrazados, besándose, y yo me quede ahí llorando en la oscuridad, cada lagrima que brotaba, drenaba una parte de mi alma. Ahí decidí que ella moriría y que el regresaría a mí, sin importar el tiempo. Beliza: Eres un monstruo. Yamileth: Tienes razón niña, eso sí lo admito. Jajaja te pareces mucho a ella, demasiado diría ; y eso no me agrada, no mate a tu, madre para tener a su vivo retrato caminando por ahí como si nada verdad? Empiezan a sonar la policía a lo lejos y saca un arma. Yamileth: Perdóname niña, no lo tomes personal, solo es que no soporto ver el parecido que tienes con ella. Beliza: No, tía no, por favor, baja el arma. Yamileth: Un disparo solamente, es lo mejor para ti, y menos doloroso que el Cianuro. Con algo tienes que pagar el haberme puesto al descubierto. Beliza: Te lo ruego, no. (Pánico y miedo) Todos llegan. José sujeta a Yamileth del brazo intentando desarmarla. Beliza retrocede, forcejean, pero ella dispara el arma accidentalmente. Se escucha un grito de horror, el pánico se transforma en amargura en un breve instante Maribel recibió la bala justo en el pecho, José mira como se le escapa la vida a su pequeña, y su sangre, la sangre de su princesita, lo vuelve loco de dolor, loco de ira, la razón ha sido dejada de lado, toma a su esposa del cuello la comienza apretar, le quitara la vida. Todos observan la escena anonadada, nadie se atreve a detenerlo. Yamileth llora y se limita a acariciar el rostro de su esposo, Yamileth: Lo irónico, es que solo tu me podrías salvar. Adiós mi amor. Yamileth exhala su último aliento. José llora. Narrador: Ella es un monstruo lo planeo todo, le quito la vida a su hermana, y en un vil impulso le arrebato el aliento a su sobrina. Pero a el lo amaba, a su retorcida manera, pero lo hacía, con todo su ser, no se atrevió a dispararle, nunca podría hacerle daño al amor de su vida. Beliza: (Refiriéndose a su padre) Tú eres el culpable de todo esto. Te burlaste de un pobre niña enamorada, te metiste con su hermana mayor y enloqueció. Tú y mi madre crearon al monstruo José: Hija, perdóname. Beliza solo agacha la mirada, mira a su pequeña hermana, llora desconsoladamente. José toma el arma, la coloca bajo su barbilla y en el instante del disparo soa policías los toman de los brazos. El disparo al aire se escucha José: No era mi intención, perdóname hija! Perdóname! Los policías se llevan a José esposado.