LA GRAN FALLA Una lágrima fue el primer indicio de que algo estaba fallando en el sistema de Ébano. Lo que ocurría frente a sus ojos era terrible. Ciertamente habría podido destruir el temple de cualquier ser humano, pero no el de un Súper Soldado. Los mecanismos genéticos y nanobóticos de los Súper Soldado (SS) están estrictamente diseñados para evitar cualquier atisbo de emoción. En síntesis, los SS están programados para no sentir y por tanto, no pueden manifestar ninguna expresión física de los sentimientos. No pueden reír, mostrar asombro o miedo. Y no pueden llorar. Pero la joven SS no pudo evitar que una lágrima se le escapara, en el momento en que su compañero apretó el cuello de un niño, matándolo instantáneamente. ¡Sólo buscábamos aire! ¡No lo maten por favor! ¡Es injusto tener que pagar para poder respirar! ¡No tenemos nada, más que nuestros cuerpos para sobrevivir!- Gritaban los acompañantes del niño, quienes también fueron asesinados. Cada uno de los sollozos y los ruegos pasaron inadvertidos frente a los dos SS. Pero la profunda mirada del pequeño, alteró de algún modo el sistema de Ébano, provocándole la necesidad de llorar. Este fue el comienzo de La Gran Falla, un proceso que dotó de conciencia a cada SS. En la Tierra la situación era insostenible. Las guerras nucleares, los productos transgénicos que terminaron extinguiendo a la mayoría de especies vegetales y animales; la sobreproducción industrial y otros muchos hechos, fruto de la avaricia y el descontrol de unos pocos; sumieron al planeta en una ruina ecológica y social. Posterior a este periodo se impusieron los Gobiernos Corporativos (que son algo así como empresas gobernando al planeta) en lugar de gobiernos estatales; bajo la excusa de que el periodo de Las Grandes Guerras y la consiguiente ruina planetaria, fue causado por la competencia entre los Estados. De todos modos, las condiciones precarias continuaron agudizándose. Entre los negocios de Los Corporativos, el más lucrativo y cruel consistía justamente, en la venta de aire puro, agua potable y comida natural. Cada vivienda contaba con sistemas básicos que combinaba el agua potable con el agua contaminada, el aire puro con el aire contaminado, y la comida natural con la comida sintética. Esto desaceleraba considerablemente el deterioro corporal de los seres humanos. Aun así, las muertes “naturales” eran muertes horribles. La principal fuente de esos recursos, eran “las manchas de los sueños”. Unas escazas y pequeñas zonas verdes en cada continente. La abundante comida natural, los ríos de agua potable y el aire puro con que contaban, les hicieron merecedoras de aquel título. Estas zonas eran fuertemente custodiadas. Al principio los militares que las custodiaban eran seres humanos. Pronto Los Corporativos se dieron cuenta de que la debilidad de carácter de los militares humanos hacía que fuera incontrolable el tráfico de agua, aire y comida. En realidad no se trataba de debilidad de carácter. Había dejado de ser una cuestión de dinero o poder para los hombres y mujeres. Ni siquiera era una cuestión de vida o muerte. El tráfico de aire, agua y comida, se había convertido en una cuestión de dignidad. Una cuestión de humanidad. Los Corporativos decidieron que debían reemplazar a los custodios de “las manchas”. Probaron con robots. Fue un fracaso total. A pesar de su insensibilidad ante lo humano, su sistema era muy vulnerable a la creativa inteligencia de la gente. Ni los diseños robóticos más avanzados pudieron hacerles frente por más de un mes a Los Traficantes, que hackeaban sus sistemas. El proyecto SS fue el 5to o 6to, en una serie de proyectos fracasados. Consistía en diseñar a los soldados perfectos. Escogieron a los soldados humanos que menos fallas tuviesen registradas en su historial. Implantaron sistemas nanoboticos en sus cuerpos que autoregulaban y auto-controlaban su funcionamiento. Los dotaron de mecanismos de comunicación y reparación telepática. Modificaron sus códigos genéticos para magnificar todas las grandes cualidades humanas: la renovación celular, la inteligencia, la creatividad. Eran virtualmente invencibles e inmortales. Magnificaron todo, excepto, su humanidad. Los SS están a medio camino entre las máquinas y los humanos. Son Súper Soldados, justamente porque les falta aquello que hace a un humano, un humano: la conciencia. Ébano fue de las primeras SS creadas. Una joven soldado huérfana, cuya única familia era su pequeño hermano, muerto unos meses antes, de asfixia por larga exposición al aire contaminado. Seguramente por su juventud, y por tanto un escaso tiempo ejerciendo como militar, Ébano, tenía tan pocas fallas en su historial, pues lo cierto es que incluso las cotidianas flores amarillas, que acostumbraba a ver todos los días en las “manchas”, la emocionaban hasta las lágrimas. Por otro lado los nanobots estaban diseñados para controlar los llamados recuerdos completos. Imágenes, sonidos, olores, sabores o sensaciones táctiles del día a día. Pero no los recuerdos emocionales. Ébano pudo olvidar por ejemplo el rostro de su hermano o incluso que tuvo uno, pero no las emociones que le producía verle sonreír o llorar. No fue sorprendente entonces ese pequeño primer fallo. Ni los que le siguieron. Cada pequeño fallo producía choques eléctricos en los sistemas nanoboticos, que fueron poco a poco desactivándolos. -¿Quién soy? Fue la primera pregunta, hecha hacía ella misma, que acusó la presencia de conciencia en la joven. Se aparecieron en su mente muchas más inquietudes. Su comportamiento se vio modificado. Evitaba matar niños pequeños por ejemplo. Ella, como la totalidad de los SS en el mundo, era vigilada constantemente por máquinas, para detectar cualquier desperfecto. La conciencia sin embargo, no dejaba rastros que pudieran ser leídos por algo no humano… - ¡A varios de nuestros compañeros los han asesinado bajo la acusación de traficar! Hoy aceptamos orgullosamente esa acusación, gritaba una mujer en medio de una muchedumbre que valientemente se oponía a los SS- Traficamos aire, agua, comida… traficamos vida, dignidad ¡Somos traficantes de los sueños y las utopías y lo seguiremos haciendo hasta que construyamos un mundo nuevo, un mundo justo! Luego de haber escuchado y haber visto morir a aquella mujer a manos de sus compañeros, sus inquietudes de conciencia se acabaron. Ébano construyó certezas. La certeza de que lo que hacía como SS estaba en completa contradicción con quien ella sentía que era. Al tiempo se unió a Los Traficantes de Sueños, que se habían convertido en una fuerza rebelde altamente organizada. Con ayuda de los rudimentarios pero ingeniosos sistemas que los rebeldes estaban desarrollando para hackear la mente de los SS y con sus capacidades de Super Soldado, Ébano pudo encontrar la forma de hacer despertar la conciencia de unos pocos SS, esos pocos despertaron la conciencia de otros pocos y así hasta que la mayoría de Súper Soldados del mundo tenía la conciencia despierta. Lo que comenzó como una pequeña falla, se convirtió en La Gran Falla y luego, en La Última Gran Guerra, que se libró entre Los Corporativos y Los Traficantes, estos últimos, representando a la gran mayoría de la humanidad. Me gustaría decir que no hubo muchos muertos. Pero en realidad sí. Casi una cuarta parte de los seres humanos pereció en esos tiempos. Muchos SS conscientes, tomaron partido por Los Corporativos, lo que demuestra que tener humanidad no es garantía de decantarse por lo justo. De todos modos, la gran mayoría se enroló en las filas de Los Traficantes de Sueños, quienes obtuvieron la victoria final. La Tierra es distinta ahora. El planeta todo, es una mancha de sueños y utopías. Hoy se conmemora la que se considera una de las fecha más importante en la historia humana: el día de la Gran Falla o el día de los Súper Soldados, pues la mayoría de las personas consideran que la Gran Falla fue la clave que hizo germinar la semilla del Nuevo Mundo. Yo, que he podido estudiar toda la historia humana y vivir gran parte de ella, creo con seguridad que la semilla del Nuevo Mundo no proviene de La Gran Falla. Esa semilla viene de cada hombre que traficó con sueños en forma de aire, de agua, de comida o de ideas. De cada mujer que contó historias de mundos que no conocía pero en los que confiaba. De las muchedumbres, que cotidianamente se enfrentaron a lo que implicaba sobrevivir y de las mismas muchedumbres que valientemente se enfrentaron a los tiranos, fuesen Reyes, Jefes de Estado, dueños de grandes empresas o Corporativos. Es en el seno de lo humano en donde se gestó la semilla de este Nuevo Mundo. Como antigua SS, odio que a este día se le llame La Gran Falla o que se le llame el día de los Súper Soldados, porque es como si ese nombre ocultara que en realidad conmemoramos lo humano. Sin embargo celebro, junto con todos los demás, el día de la Gran Falla, porque fue el día en que empecé a comprender quien soy. El día en que empecé a recuperar mi humanidad. Ébano