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Pandemias de gripe a lo largo de la historia

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Pandemias de gripe
a lo largo de la Historia
Virología
O. Jodra
Pandemias de gripe
a lo largo de la Historia
Una pandemia es una enfermedad infecciosa que
afecta a toda la población mundial o al menos a
un área geográfica muy extensa.
Los síntomas de la gripe ya fueron descritos por Hipócrates en el año 412 a. C y desde
entonces se han producido miles de epidemias estacionales (una cada año) y numerosas
pandemias.
Los datos históricos sobre la gripe son difíciles de interpretar porque los síntomas pueden
ser similares a los de otras enfermedades infecciosas. Por ello, es lógico que los
historiadores médicos hayan incurrido en frecuentes contradicciones a la hora de enjuiciar
los brotes históricos de gripe.
Uno de los primeros problemas es el terminológico. Así, si bien el término influenza (que
hace referencia a la creencia bajomedieval y renacentista de la influencia de los astros en la
aparición de la enfermedad) era conocido ya desde 1357, no se generalizó su uso en los
países anglosajones y en Italia hasta la epidemia de 1742.
Por lo que se refiere al término gripe/grippe, de uso común en Francia y España, éste fue
adoptado con carácter universal en la segunda mitad del siglo XVIII.
Pero junto a estos términos de aceptación común en la actualidad, históricamente se han
utilizado una variada gama de sinónimos, con lo que en muchos casos la enfermedad
quedaba prácticamente desdibujada.
El primer registro de una posible gran pandemia de gripe se refiere a la que ocurrió en
Europa en el año de 1170. Pero el primer brote indiscutible ocurrió en Europa en 1510
(descrito por Willis y Sydenham).
Desde ésta se han descrito unas 31 pandemias que se sucedieron durante los siglos XVII y
XVIII, siendo la de 1830 a 1833 especialmente virulenta y de gran morbilidad, ya que
infectó aproximadamente una cuarta parte de la población expuesta.
El primer informe detallado de una pandemia gripal se produjo en 1580. Comenzó en Asia y
se extendió a Europa y a África. Durante el siglo XX se produjeron cinco pandemias de
gripe debido a la aparición por mutación de diferentes cepas del virus. A menudo estas
nuevas cepas han surgido a partir del trasvase de cepas típicas de animales al ser humano, en
lo que se denomina salto de especie o heterocontagio.
LOS VIRUS DE LA GRIPE
Morfológicamente los virus influenza son esféricos, pleomórficos, con un tamaño de 80 a
120 nm de diámetro. Contienen una envoltura lipídica en la que se insertan glicoproteínas
denominadas hemaglutininas (HA), neuraminidasas (NA), y una proteína de membrana
(M2).
Al interior de la envoltura se ubica la proteína matriz (M1) que está asociada con otra
proteína estructural (NS2). El centro del virión está ocupado por la ribonucleoproteína, que
está conformada por el genoma viral, proteínas de la nucleocápside (NP) y tres proteínas
con actividad de polimerasa (PA, PB1 y PB2).
Hay tres tipos de virus de la gripe: A, B y C.
Los influenzavirus A son los patógenos más agresivos de los tres que pueden provocar la
enfermedad. Su hospedador natural son la aves acuáticas salvajes, de las que pueden pasar a
la aves domésticas y al hombre y otros mamíferos.
En las aves acuáticas circulan cepas de todos los subtipos conocidos, mientras que en
mamíferos y aves de corral sólo se encuentran virus de ciertos subtipos.
La hemaglutinina (antígeno HA) es el componente de la superficie del virus que reconoce a
las células de su huésped. Es el principal determinante de la especificidad del virus (la
especie o lista de especies a las que puede infectar).
En los caballos circulan virus de los subtipos H7N7 y H3N8, este último se ha transmitido a
los perros en los que ha producido brotes epidémicos desde 2004.
En cerdos hay tres serotipos comunes (H1N1, H1N2, y H3N2) y otros menos frecuentes,
como H3N1 y H2N3. El serotipo H1N2 fue detectado en el año 1994 en Reino Unido, y
posteriormente en otros países europeos, incluido España, así como en América y Asia. El
H3N2 fue aislado en cerdos en el 2004 en Estados Unidos.
En las aves de corral circulan virus de diversos subtipos, los más problemáticos por su
peligrosidad para el hombre son los encuadrados en los subtipos H5, H7 y H9. Los virus de
la gripe aviar causantes del reciente brote que causó mortalidad en humanos en diversos
países del sureste asiático y Turquía, son H5N1.
En humanos, los únicos serotipos circulantes en la actualidad son: H1N1, H1N2 y H3N2.
Algunos otros han mostrado su capacidad para infectar nuestras células; los serotipos que
han sido confirmados en humanos, ordenados por el número conocido de muertes en
pandemia son:
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H1N1, causante de la gripe española en 1918
H2N2, responsable de la gripe asiática en 1957
H3N2, que causó la gripe de Hong Kong en 1968
H5N1, responsable de la amenaza de pandemia en 2007–08.
H7N7, que tiene un inusual potencial zoonótico.
H1N2, endémico en humanos y cerdos.
H9N2 , H7N2 , H7N3 y H10N7
Los influenzavirus B infectan casi en exclusiva a humanos (además del hombre, el único
animal susceptible de ser infectado por este tipo de virus es la foca) y es menos frecuente y
menos agresivo que el tipo A.
Este virus tiene una tasa de mutación de 2 a 3 veces más baja que el tipo A por lo que es
genéticamente menos diverso, conociéndose solamente un serotipo del grupo B. A
consecuencia de esta carencia de variabilidad antigénica un cierto grado de inmunidad
frente a este tipo se adquiere normalmente desde la infancia. Sin embargo, presenta el
suficiente grado de mutación como para impedir la inmunidad completa y definitiva.
Esta reducida tasa de cambios antigénicos, en combinación con su limitado rango de
huéspedes posibles determina la inexistencia de pandemias de virus tipo B.
Los influenzavirus C infectan a humanos y a cerdos, y que puede causar cuadros graves y
epidemias locales en animales. El tipo C es menos frecuente que los otros dos tipos, y
parece ser responsable con cierta frecuencia de cuadros banales en niños.
PANDEMIAS DE GRIPE ANTERIORES AL SIGLO XX
gripe de 1580
Entre las grandes pandemias del pasado destaca, por su amplia difusión y gran virulencia, la
de 1580, denominada en su momento en España como el “Gran Catharro”. Sin embargo
algunos historiadores suscitan dudas respecto a que se tratara de una epidemia de gripe y
apoyan la posibilidad de que se tratara de una de tos ferina.
Se originó en Asia en el verano de 1580 y desde allí se extendió a Europa. Según los
cronistas fue bastante grave en España, donde diezmó la población de Madrid y en 10 días
infectó a 20.000 personas en Barcelona. La epidemia casi “da al traste” con la conquista de
Portugal; Felipe II enfermó gravemente y su mujer, Ana de Austria murió. Los soldados
españoles enviados a luchar a Flandes parece que tuvieron bastante que ver con la difusión
de la epidemia en los países bajos.
Gripe de 1708
Los historiadores de la medicina y de la epidemiología no han valorado en su justo alcance
la epidemia de gripe que azotó buena parte del continente europeo en el inverno de 1708 a
1709. Algunos han ignorado totalmente la existencia de tan notable brote, mientras que otros
se han limitado a señalar tímidamente su presencia.
Saul Jarcho, médico práctico e historiador, considera la epidemia gripal de 1708-09 como
una pandemia a tenor de su amplia difusión témporo-espacial. De los testimonios
contemporáneos que informan sobre la difusión témporo-espacial de la epidemia se
desprende que afectó a toda Europa Central y Escocia, marginando a Inglaterra y a la
península Ibérica (tal vez falten las referencias y si se vieran afectadas).
Toda la documentación parece concordar en el hecho de que la epidemia estalló en la
Europa continental un poco más tardíamente que en la península itálica, en la que apareció
en las navidades de 1708.
A finales de febrero de 1709 comenzó a decrecer el frío y disminuyó el número de enfermos
por gripe. Pero a finales de mayo se reavivó el proceso epidémico y se dieron casos de
“pleuritis malignas, cuya atrocidad nunca habíamos sentido ni en los momentos más
álgidos de la epidemia”. La epidemia desapareció definitivamente con la llegada de junio.
Algunos datos indirectos nos dan también testimonio de su gravedad e incidencia en la
población. Parece ser que la incidencia de la epidemia fue menor en las mujeres.
Un testimonio parcial aportado por Corradi, estima que en febrero habían en Roma once mil
enfermos; tan solo en una semana fallecieron 1.205 personas, sin contar además otras
ochocientas que perecieron en sus diferentes hospitales. En el lapso de dos o tres meses
millares de personas perecieron.
Gripe de 1729
La pandemia de 1729 fue la primera de una serie que en Europa se consideró que provenía
de Rusia. Este origen es plausible, pero no está documentado. Los informes iniciales
hablaban de dos brotes importantes, en abril de 1729, en dos ciudades muy separadas entre
si: Moscú y Astrakan, en el mar Caspio.
En septiembre irrumpió en Suecia y en octubre en Viena. A continuación pasó a Polonia,
Hungría, Alemania, Inglaterra e Irlanda. No apareció en Norteamérica hasta octubre de
1732.
Aunque se carece de datos cuantitativos, la morbilidad fue importante pero la mortalidad
fue, en general, baja. En el norte de Italia si que fue considerada grave la tasa de letalidad.
Personas de todas las edades fueron afectados, pero las muertes fueron más numerosos entre
los ancianos y mujeres embarazadas.
Gripe de 1781
La pandemia de 1781 es considerada, junto con la de 1889-1890 y 1918, como uno de los
brotes más extendidos y dramáticos de la historia.
A diferencia de otras pandemias del siglo XVIII, la de 1781-1782 tuvo algunas
características interesantes que se pueden comparar a las epidemias del siglo XX. Algunas
características generales de esta pandemia fueron:
1.
2.
3.
4.
Evidencia de una ola de primavera en el norte de África y Norteamérica en 1781.
La difusión de la gripe en el hemisferio oriental en 1781.
Brotes generalizados ocurrieron en China y la India británica en el otoño de 1781.
La pandemia comenzó en China y se extendió hacia el oeste en 1782.
Causó decenas de millones de casos, se extendió rápidamente en función de lo que los
sistemas de transporte existentes permitían, y suscitó grandes volúmenes de escritos
médicos. Su virulencia no fue muy elevada.
Gripe de 1830
La pandemia de 1830-1831 pudo haberse originado en China. Desde allí avanzó hacia el
oeste desde Rusia hacia el resto de Europa. Fue especialmente virulenta, ya que infectó
aproximadamente una cuarta parte de la población expuesta, y de una severidad semejante a
la de 1918.
Ocurrió en una población numéricamente inferior y menos urbanizada causando la muerte
de al menos un millón de personas; hoy día con una población varias veces mayor (6500
millones de personas), su impacto sería considerablemente mayor.
Gripe de 1847
El origen de esta pandemia no está claro. Los primeros informes venían del imperio
Otomano en agosto de 1847. El avance fue relativamente lento, lo que sugiere un virus
poco virulento.
Las características de este brote fueron que su mortalidad era más elevada que las gripes de
inviernos anteriores y que afecto a personas mucho más jóvenes de lo habitual.
Gripe Rusa de 1889
En 1889-1890 ocurre la pandemia de gripe más explosiva hasta el momento. La morbilidad
alcanzó entre 40 y 70% de la población y murieron alrededor de un millón de personas en 5
grandes picos de mortalidad.
Desde su aparente origen en Asia Central se expandió a gran velocidad (gracias a las líneas
de ferrocarriles que conectaban Lisboa con Moscú) a través de Rusia a todo el continente
Europeo. La primera oleada fue seguida por otras dos olas secundarias.
Se propagó en el continente americano, donde la mortalidad fue mayor al año siguiente de
su aparición e incluso en un brote de 1892.
Parece ser que, a partir de esta pandemia, la gripe se tornó endémica en gran parte del
mundo.
Técnicas seroarqueológicas -probando los anticuerpos de gente que vivió durante estas
epidemias- han demostrado que la cepa de 1890 fue un virus A (H2N8).
En el año de 1892, el bacteriólogo Richard Friedrich Johannes Pfeiffer junto con el
bacteriólogo japonés Shibasaburo Kitasato, que trabajaban en Berlín bajo la tutela de
Robert Koch, reportaron que una bacteria que ellos habían descubierto era la causa de la
Influenza. Esta bacteria se llamó Bacillus influenzae, que ahora se conoce como
Haemophilus influenzae.
Gripe de 1900
Pocos años después, en 1900, se produce una nueva pandemia. Al igual que la anterior tuvo
su origen en Rusia y se extendió en poco tiempo llegando al continente Americano.
Esta pandemia fue causada por una cepa A (H3N8), propia de caballos, perros y aves.
GRIPE "ESPAÑOLA" (1918)
La I Guerra Mundial terminó en 1918 con nueve millones de muertos. La gripe española de
ese mismo año, la peor epidemia global de la historia, acabó con la vida de 40 millones de
personas.
Fue una gripe del pollo cuyo virus se adaptó sutilmente a nuestra especie. El virus que la
causó era un A (H1N1), que era exclusivamente aviar hasta 1918, y fue la gripe española
quien lo convirtió en una cepa humana típica.
Esta pandemia muestra de lo poco clara que es la información sanitaria sobre las epidemias,
incluso un siglo atrás, con la propia denominación de “gripe española”, cuando fue, sin
lugar a dudas, de origen norteamericano.
En aquella época, en España no había granjas con concentraciones de animales capaces de
producir virus del grupo A; tampoco en Europa ni en Asia se había creado la tecnología
necesaria. Tan sólo en Estados Unidos existían ya las grandes granjas de concentración
animal donde con toda probabilidad se originó el virus por el mutuo contagio humanoanimal-humano en las granjas saturadas de producción durante la Primera Guerra Mundial.
Tras la entrada de Estados Unidos en el conflicto, la llegada masiva de soldados
estadounidenses contagiados a los frentes del norte de Francia fue el detonante de la
pandemia. En aquellos momentos a los preciados aliados no se les podía atribuir el origen
de una gripe que había causado la muerte a más personas que la muy cruenta guerra a la que
dieron fin.
Los países implicados en la Gran Guerra no informaban sobre la epidemia para no
desmoralizar a las tropas, de modo que las únicas noticias venían en la prensa española. La
gripe española debe su nombre, por tanto, a la censura de tiempos de guerra, y no a su
origen. ¿Quien podía llamar “la norteamericana” a la gripe contagiada por quienes
decantaron el final de la guerra?...
La hipótesis más aceptada sostiene que el primer brote epidémico ocurrió en la base militar
norteamericana de Camp Funston (Kansas) el 4 de marzo de 1918 y que, las tropas enviadas
por ese país a Europa, a luchar en la Primera Guerra Mundial, transportaron el virus,
apareciendo los primeros casos de gripe en Francia el mes de abril. Entre abril y junio la
primera onda epidémica se extendió por Europa y por el este de Asia, tras atravesar el
Océano Pacífico. En junio llegó a Sudamérica, en julio al Pacífico Sur y en agosto a la India
y a las costas africanas.
Por entonces el virus sólo causaba una dolencia respiratoria leve, aunque muy contagiosa,
como cualquier gripe.
Pero la verdadera onda epidémica, la más mortífera, fue la del otoño de 1918. El primer
caso de la segunda oleada mortal se registró el 22 de agosto en el puerto francés de Brest,
una de las principales entradas de los soldados norteamericanos. Era el mismo virus, porque
los afectados por la primera oleada estaban inmunizados frente a la segunda. En algún
momento del verano, sin embargo, se había convertido en un agente mortal. Causaba
neumonía con rapidez, y a menudo la muerte dos días después de los primeros síntomas.
El virus de la gripe, mutado y extremadamente virulento, se difundió por Europa, las dos
Américas, África, Asia y Oceanía, causando millones de muertos en todo el mundo, la
mayoría de ellos a lo largo del mes de octubre de 1918. La estimación del número de
fallecidos es muy complicada, ya que las tasas de mortalidad por la gripe y sus
complicaciones respiratorias variaron de unas regiones a otras del globo.
Hay que aceptar que enfermó del 50% al 55% de la población mundial y que el número de
fallecidos fue diferente según países y regiones: en Europa se consideran unas tasas de
mortalidad de alrededor el 0,5%, aunque en algunos países y regiones creemos que fue
superior al 1%; en África hay tasas documentadas del 3% al 5%; en algunas islas del
Pacífico, como Samoa, se han calculado tasas de mortalidad del 23%, y en algunas
localidades aisladas de Alaska y Canadá, pobladas por inuit (esquimales), murió casi el
100% de su población.
La primera cuantificación mundial la hizo Jordan en 1927, estimando la cifra de muertos por
la pandemia en 21,5 millones. Cálculos más fiables de los últimos años, como los de
Patterson y Pyle, sitúan el número de muertos entre 24,7 y 39,3 millones de personas. Las
cifras entre 50 y 100 millones que circulan en Internet y en algunos medios de
comunicación parecen exageradas.
La alta mortalidad se debió a que era una de las primeras veces, si no la primera, que el A
(H1N1) atacaba al organismo humano, por tanto, se encontraba absolutamente carente de
defensas por anteriores contagios. En esa época no había antibióticos y las frecuentes
neumonías oportunistas causaban una mortandad superior al diez por ciento de los
enfermos, en las mejores circunstancias.
Se cree que la tormenta de citoquinas fue la causante del gran número de muertes ocurridas
en 1918 por la pandemia de gripe, siendo adultos jóvenes las principales victimas, ya que la
tormenta de citoquinas es una expresión sistémica de un sistema inmune vigoroso y
saludable,
Una tormenta de citoquinas es una reacción inmune defensiva potencialmente fatal que
consiste en una retroalimentación positiva entre las citoquinas y las células inmunes, con un
elevado número de éstas (citoquinas).
Cuando el sistema inmune reacciona contra agentes patógenos, las citoquinas dirigen a las
células inmunes (como el Linfocito T y el macrófago) al sitio de la infección.
Adicionalmente, las citoquinas incitan a dichas células para que produzcan más citoquinas
Se piensa que las citoquinas inflamatorias (IL) Interleucina-1, interleucina-6, están
asociadas a los síntomas comunes de infección, fiebre, retención de fluidos y dolor de
cabeza. Todo este círculo inmune es mantenido bajo control, sin embargo, en algunos casos
la reacción es incontrolable y deriva en un síndrome severo.
La causa precisa de esta condición no es clara, pero puede ser ocasionada por una respuesta
exagerada del sistema inmune cuando encuentra un agente patógeno altamente peligroso.
Esta condición causa daños importantes a los órganos y a los sistemas del cuerpo humano.
Si ésta ocurre en los pulmones, los fluidos y las células inmunes (como los macrófagos)
pueden llegar a acumularse y eventualmente cerrar los conductos de aire; conduciendo a la
muerte.
Los principales síntomas son la fiebre elevada, la hinchazón, el enrojecimiento, la fatiga
extrema y las náuseas.
Fue la llegada del virus a los lugares más recónditos la que permitió reconstruirlo en 2005.
Johan Hultin, un médico retirado, y los científicos militares al mando del genetista Jefferey
Taubenberger, lograron rescatar los genes del virus de los pulmones de una de sus víctimas,
una "mujer gorda" que había muerto en 1918 en un poblado esquimal de Alaska, donde el
frío había preservado el material particularmente bien.
El 5 de octubre de 2005 se publica en Science por primera vez en la historia la
reconstrucción de un virus totalmente extinto, el virus de la gripe de 1918 (H1N1). El virus
fue totalmente reconstruido in vitro a partir de las secuencias obtenidas del análisis de
muestras históricas de tejidos realizadas por el grupo de Jeffrey Taubenberger. Según el
informe, después de varias décadas los científicos lograron recrear el virus con ayuda de
técnicas de genética inversa, para 'volverlo a la vida' en un laboratorio de bioseguridad de
nivel 3, de los CDC de Atlanta.
Se supo así que el virus de 1918 no tenía ningún gen de tipo humano: era un virus de la
gripe aviar, sin mezclas. Tenía, eso sí, 25 mutaciones que lo distinguían de un virus de la
gripe aviar típico, y entre ellas debían estar las que le permitieron adaptarse al ser humano.
El virus de la gripe española se multiplica 50 veces más que la gripe común tras un día de
infección, y 39.000 veces más tras cuatro días. Mata a todos los ratones de laboratorio en
menos de una semana.
Los grupos de Terrence Tumpey, de los CDC de Atlanta y el burgalés Adolfo García-Sastre,
del Monte Sinaí de Nueva York, se preguntaron luego qué mutaciones del virus de la gripe
española podían eliminar su capacidad para transmitirse entre personas. Y el resultado es
que bastaban dos mutaciones en su hemaglutinina; esas mismas mutaciones puestas del
revés bastarían para conferir a un virus aviar una alta capacidad de transmisión entre
humanos.
Las dos mutaciones clave afectan críticamente a la interacción de la H con sus receptores en
las células animales, que pueden ser de dos tipos: alfa-2,3 o alfa-2,6. Los virus de la gripe
aviar se unen preferentemente al receptor alfa-2,3, que se encuentra a altas concentraciones
en las células del intestino de las aves acuáticas y costeras. Sin embargo, los virus humanos
se unen más eficazmente a los alfa-2,6, que se encuentran en el sistema respiratorio de las
personas.
Se sabía que la gripe del pollo estuvo en el origen de la gran epidemia de 1918, pero hasta
ahora se ignoraba cómo el virus había logrado exactamente su adaptación al huésped
humano.
GRIPE ASIÁTICA DE 1957
La epidemia de 1957 se debió a un virus A (H2N2) de origen aviar. Este virus era producto
de una recombinación entre un virus de patos salvajes y el humano circulante A (H1N1),
introduciendo los genes H2, N2 y PB1 del virus aviar al del hombre. Esta reordenación se
produjo probablemente en el cerdo.
Con muy poca resistencia inmunitaria cruzada respecto al anterior y después de un plazo tan
largo, la población carecía de defensas y la mortalidad mundial ascendió a entre 1 millones
y 4 de personas.
Hay que tener en cuenta que el virus era menos patogénico que el de 1918 y se contaba ya
con importantes armas de control y terapéuticas.
La gripe asiática se inició en Pekín y pasó a mediados de abril de 1957 a Hong Kong y
Singapur, de donde se difundió a la India y Australia. Durante los meses de mayo y de junio
el virus se extendió por todo el Oriente. En julio y agosto, pasó a África y posteriormente a
Europa y Estados Unidos entre octubre y noviembre. En menos de diez meses el virus
alcanzó una distribución mundial. La rápida difusión de la pandemia fue debida a dos
factores: el incremento de la rapidez de los transportes y vuelos internacionales y la
mutación sufrida por el virus.
Tras la Segunda Guerra Mundial, la tecnología de concentración animal para las granjas:
aviar, porcina, etc…se establece en Asia, en unas condiciones más precarias y con mayor
riesgo de contagio mutuo: humano-animal-humano, dando pie a las grandes pandemias de
origen asiático de los virus del grupo A: de 1957, 1968, siendo de origen menos claro la de
1977. A partir de entonces, es probable que se hallan dado otras pandemias de procedencia
más dispersa y que hallan pasado incluso desapercibidas, por la progresiva evolución
inmunitaria tras sucesivos contagios del organismo humano y las mitigadas consecuencias
tras la aparición de los antibióticos.
GRIPE DE HONG KONG (1968)
La epidemia de 1968 la produjo un virus A (H3N2), combinación de virus aviar y el humano
circulante por entonces, el A (H2N2) en el que aparece una nueva variación mayor de la
hemaglutinina (H3), que dio origen a un nuevo subtipo. Posiblemente la recombinación tuvo
lugar en el cerdo, y el nuevo virus incorporó dos segmentos aviares (HA y PB1).
Al ser la misma la variante de neuraminidasa (N2) y la epidemia anterior reciente, los
efectos globales fueron más suaves. El número de muertes en el mundo se cifra entre
750000 y 1 millón de personas.
Esta nueva pandemia se originó en algún lugar del interior de China y el virus se aisló en
julio de 1968 durante una epidemia que afectó a más de medio millón de personas en HongKong. El 16 de agosto, la OMS lanzó una alerta de su posible diseminación global.
En una primera fase, la pandemia se extendió por los países vecinos del sudeste asiático,
salvo Japón, que permaneció relativamente exento de brotes hasta enero de 1969. En agosto
de 1968 se declararon brotes epidémicos en Filipinas, Taiwan, Vietnam y Singapur, y en
septiembre llegó a Australia y cruzó la India e Irán.
En Norteamérica la epidemia empezó por la costa este (California), coincidiendo con el
retorno de las tropas de Vietnam y se propagó rápidamente hacia el oeste, alcanzando el pico
de máxima actividad en el mes de diciembre de 1968.
En Europa su difusión fue más lenta por motivos no muy bien comprendidos. En diciembre
de 1969 se dieron en el viejo continente los mayores índices de mortalidad un año después
del pico observado en USA. En el conjunto de España se produjeron 2.400.000 casos con
una tasa de mortalidad de 15,5 muertes por cien mil habitantes.
La pandemia fue considerada en general poco severa, con un exceso de mortalidad estimado
en un millón de fallecidos. En el año 1968 la mortalidad debida a la gripe fue
aproximadamente la mitad que la producida durante el primer año de prevalencia de la
Gripe Asiática. Al igual que en la pandemia de 1957, la vacuna fue insuficiente en cantidad
y tardó en estar disponible.
GRIPE RUSA (1977)
En el mes de mayo de 1977, los virus A (H1N1) aislados en la región norte de China se
diseminaron con rapidez causando una enfermedad epidémica de alcance mundial en los
niños y los adultos jóvenes de menos de 23 años.
El virus de 1977 era similar a otros virus A (H1N1) que ya habían circulado antes de 1957,
cuando el A (H1N1) fue reemplazado por los virus nuevos A (H2N2). Debido al momento
de la aparición de estos tipos de virus, las personas nacidas antes del año 1957 podrían haber
estado expuestas a los virus A (H1N1) y haber desarrollado así una inmunidad contra ellos,
de forma que mucha gente mayor de 23 años de edad ya contaba con algún tipo de
protección en contra del virus de 1977 y fueron las personas más jóvenes quienes
contrajeron las infecciones causadas por el virus A (H1N1).
Antes de enero de 1978, el virus ya se había diseminado por el mundo entero, entrando en
Europa a través de Rusia. Ya que la enfermedad afectó principalmente a los niños, el
episodio no fue considerado una verdadera pandemia. La epidemia fue muy ligera y las
víctimas no fueron cuantificadas. Las vacunas que contenían este tipo de virus no se
generaron a tiempo para la temporada 1977-78, pero el virus se incluyó finalmente en la
vacuna de 1978-79.
Cuando aparece un virus pandémico (H1, H2, H3) deja de circular el virus prevalente (p.e.,
el H2 eliminó la circulación de H1 y el H3 la de H2). Tras 19 años sin circular, el H1N1
reapareció en 1977 probablemente debido a un incidente (escape) en un laboratorio de la
extinta Unión Soviética.
Este virus H1N1 no reemplazó al H3N2 que circulaba por el mundo en ese entonces, es
más, ambos virus se recombinaron y formaron un virus tipo H1N2 que apareció en el 2001 y
que ya ha desaparecido.
GRIPE AVIAR (1997, 2003)
Afortunadamente, la Gripe aviar es una amenaza de pandemia que no acaba de convertirse
en tal.
Uno de los últimos episodios de gripe aviar, apareció en Hong Kong en 1997, cuando un
virus gripal infectó a 18 individuos de los cuales murieron 6, y en el 2003 reapareció
nuevamente en Hong Kong, extendiéndose a lo largo de estos últimos años, por Asia, África
y Europa.
El virus responsable de esta gripe es de la cepa A (H5N1), la más patogénica de todas y de
una elevada letalidad para el ser humano, en el que provoca una neumonía con fatales
consecuencias.
En los últimos años ha mutado incrementando su patogenicidad en mamíferos; y sigue
transmitiéndose, resultando en infecciones respiratorias severas con altas tasas de
mortalidad.
Estos brotes generaron una gran alarma social por todo el mundo que se preparó para una
pandemia que podría llegar a ser caótica, ya que presenta una tasa de mortalidad del 63,5%.
Si este virus H5N1 produjera una pandemia similar a la gripe española podría ocasionar la
muerte en España de medio millón de personas y en todo el mundo entre 62 y 72 millones
de fallecimientos. Nuestra estructura sanitaria no podría hacer frente a un desafío de esta
envergadura y los problemas sociales, económicos, políticos y de orden público que
acarrearía en todo el mundo serían incalculables..
Se sacrificaron miles de aves, se controlaron aquellas que podrían migrar desde Asia hasta
otros países, se prepararon posibles vacunas... pero afortunadamente la pandemia no llegó.
La actual epidemia sigue causando víctimas mortales en Vietnam y Tailandia. China ha
reconocido que tiene dificultades ante la epidemia, que afecta a un tercio de sus provincias.
Hasta el 2 de junio del 2009 se han reportado 433 casos de A (H5N1) con 262 muertes.
El H5N1 se replica en la parte baja del tracto respiratorio produciendo severos casos de
neumonía y linfopenia. Además es caracterizado por altos niveles de citoquinas (tormenta de
citoquinas) y quimoquinas.
En 1999 y de nuevo en 2003 en Hong Kong, fueron aisladas cepas de virus de la gripe A
(H9N2) en niños con enfermedad leve y autolimitada. El virus H9N2 responsable de
infección humana contenía genes homólogos a los virus A (H5N1) de 1997. El virus A
(H9N2) es ahora endémico en poblaciones de pollos y aves vivas en Asia y ha sido aislado
en cerdos.
Afortunadamente estos virus aviares no han mutado y no puede transmitirse de persona a
persona, y tan sólo afectan a humanos desde aves contagiadas y ese contagio no es fácil
pues requiere unas condiciones muy especiales.
GRIPE A (H1N1) (2009)
origen y desarrollo
A comienzos de marzo, una gripe que derivaba en muchos casos en problemas respiratorios
afectó al 60% de los residentes de La Gloria (Veracruz, México).
La Gloria está localizada cerca de una granja de cerdos que cría anualmente alrededor de un
millón de estos animales. El propietario de la granja de cerdos, Smithfield Foods, declaró
que no se habían encontrado signos clínicos o síntomas de presencia de la gripe porcina en
los animales propiedad de la compañía, ni en sus empleados y que la compañía administra
rutinariamente la vacuna contra el influenzavirus a su piara y la realización de análisis
mensuales para detectar la presencia de la gripe porcina.
Las autoridades mexicanas atribuyeron este aumento a una gripe estacional tardía, la cual
coincide normalmente con un ligero aumento del influenzavirus B hasta el día 21 de abril.
Entonces los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados
Unidos dieron la voz de alarma a los medios acerca de dos casos aislados de una nueva
gripe porcina.
Los dos primeros casos confirmados fueron dos niños residentes en los Estados Unidos (una
niña de 9 años en el condado de Imperial, California y un niño de 10 años en el condado de
San Diego) que enfermaron el 28 y 30 de marzo respectivamente, no habiendo tenido
ningún contacto con cerdos ni antecedentes de haber viajado a México.
La primera muerte debida a la gripe porcina ocurrió el 13 de abril, cuando una mujer
diabética natural de Oaxaca murió por complicaciones respiratorias. Se enviaron algunas
muestras al CDC y a Winnipeg (Canadá) desde México el 21 de abril que dieron positivo en
gripe porcina y se relacionaron rápidamente con el aumento de la gripe tardía. Algunos
casos en México y los Estados Unidos fueron identificados por la Organización Mundial de
la Salud como una nueva cepa del A (H1N1).
En marzo y abril de 2009, se detectaron más de 1000 casos sospechosos de gripe porcina en
humanos de México y del Suroeste de Estados Unidos. Inicialmente fue un brote
extremadamente virulento, pues al principio se informó una elevada tasa de mortalidad (del
10 al 20 % en México, cuando en la gripe estacional suele ser de solo el 0,1 %).
Aunque inicialmente se le denominó gripe porcina por su origen genético, tal denominación
se ha terminado evitando para no inducir a pensar que el cerdo o los productos porcinos son
transmisores del virus, cuando la realidad es que la gripe es solo transmisible por vía aérea,
por fomites y por contacto íntimo (beso).
variedad del virus
Ya desde los primeros momentos, la OMS identifico al virus causante como una nueva cepa
del A (H1N1).
El origen de esta cepa es una recombinación de virus humano, porcino y aviar, con material
genético proveniente de una cepa aviaria, dos cepas porcinas y una humana. La cepa
recombinante sufrió una mutación y dio un salto entre especies (o heterocontagio) de los
cerdos a los humanos y posteriormente de persona a persona.
Esta cepa probablemente es el resultado de la combinación entre los virus H3N2 humano y
H1N2 porcino norteamericanos (produciendo un triple recombinante aviar-humano-porcino)
con el virus porcino tipo aviar de Eurasia. Como resultado de esto el virus posee los genes
PB2 y PA del virus norteamericano de origen aviar; el gen PB1 del virus humano H3N2 y
los genes H1, NP y NS de los virus porcinos clásicos y los genes N1 y M del virus porcino
tipo aviar de Eurasia, entonces tenemos un cuádruple recombinante.
Segmento genético
Origen:
área
PB2
Polimerasa Básica Subunidad 2
Aviar
Norteamérica
PB1
Polimerasa Básica Subunidad 1
Humana
Subtipo H3N2, 1993
PA
Polimerasa Ácida
Aviar
Norteamérica
HA
Hemaglutinina
Porcina (H1)
Norteamérica
NA
Neuraminidasa
Porcina (N1)
Eurasia
NP
Nucleoproteína
Porcina
Norteamérica
M
Proteína de la matriz M1, M2
Porcina
Eurasia
NS
Proteínas no estructurales
Porcina
Norteamérica
Este virus no tiene la patogenicidad del H5N1, pero no se descarta que pueda llegar a
combinarse con éste y formar un súper virus.
El virus causante de la gripe porcina no se transmite consumiendo carne de cerdo infectado,
ya que el virus no resiste altas temperaturas como las empleadas para cocinar alimentos.
fisiopatogenia
En los primeros momentos (abril de 2009) fue reportado este brote con la característica de
afectar predominantemente a jóvenes sanos, y no a ancianos o niños como había sido lo
habitual en esta enfermedad, salvo en la pandemia de la gripe española de 1918, la cual
afectó también más a los jóvenes.
Algunas explicaciones para este fenómeno son que la patogenia cursa a través de una
tormenta de citoquinas o que muchas personas que pasaron la gripe “rusa” presentan
inmunidad a la gripe de 2009, de ahí que afecte más a los jóvenes, ya que no han sufrido
anteriores contagios y presentan menor inmunidad, como sucedió en su momento con la
propia gripe rusa de 1977 y las anteriores pandemias de gripe A.
La tasa de letalidad de la enfermedad que inicialmente fue alta, ha pasado a ser baja al
iniciar los tratamientos antivirales a los que es sensible, sin embargo la futura evolución del
virus es impredecible.
En principio, este virus no presenta elementos de especial patogenicidad o virulencia, pues:
No ha sido introducida ninguna Hemaglutinina nueva, como
sucedió en la pandemias de 1918, 1957 y 1968 (H1, H2 y H3,
respectivamente), en las que se estableció un virus ante el cual todos
los humanos se hallaban en situación de susceptibilidad.
No se ha introducido ninguna PB1 aviar (gen esencial de la
polimerasa viral), como sucedió en las tres pandemias referidas.
La HA no presenta secuencias múltiples en los aminoácidos de los
péptidos conectores, que en el virus A (H5N1) inducen
multitropismo y afectación multiorgánica.
Se observa Lisina en la posición 627 del segmento PB2, en vez de
la mutación 627K propia de virus influenza patogénicos o que
permiten a la polimerasa funcionar a bajas temperaturas.
No presenta resistencia a Oseltamivir (el segmento NA no muestra
las mutaciones que permiten al virus adquirir resistencia) y a
Zanamivir. En la presente epidemia, los aislados virales han
mostrado gran estabilidad.
síntomas
Los síntomas de este virus nuevo de la influenza A (H1N1) en las personas son similares a
los síntomas de la influenza o gripe estacional. Incluyen fiebre, tos seca recurrente, dolor de
garganta, moqueo o secreción nasal, dolores en el cuerpo, dolor de cabeza, escalofríos,
fatiga, dolor en los ojos, pérdida del apetito, problemas para respirar. Una cantidad
significativa de personas infectadas por este virus también ha informado tener vómito y
diarrea.
En este momento no se conocen los grupos de personas que corren un alto riesgo de
contraer la nueva influenza A (H1N1), pero es posible que sean los mismos que sufren
complicaciones por la influenza estacional.
transmisión
La gripe se transmite desde individuos infectados a través de gotas en aerosol cargadas de
virus (procedentes de saliva, secreción nasal y bronquial), que son emitidas con la tos o los
estornudos o sólo al hablar.
Estas gotitas de Pflügge (mayores de 4 micras) pueden permanecer cierto tiempo flotando
en el aire, de forma que son inhaladas por otras personas, o bien caer y reposar sobre
superficies u objetos, contaminándolos Si posteriormente alguien toca la superficie
contaminada y después se lleva la mano a la boca o nariz, el virus puede penetrar en su
organismo. En los fomites contaminados el virus puede vivir varias horas. Se recomienda su
limpieza con lejía diluida o con alcohol.
Los virus de la gripe resisten más en ambiente seco y frío. Pueden conservar su capacidad
infectiva durante una semana a la temperatura del cuerpo humano, durante 30 días a 0°C y
durante mucho más tiempo a menores temperaturas. Puede ser fácilmente inactivado
mediante detergentes o desinfectantes.
vacuna y tratamiento
Durante gran parte del desarrollo y propagación del brote no se dispuso de una vacuna para
esta cepa, hasta el 12 de junio de 2009, cuando el grupo farmacéutico suizo Novartis, con el
apoyo económico del gobierno norteamericano, anunció haber producido el primer lote de
vacunas contra el virus. Los ensayos clínicos para la obtención de la licencia de la vacuna se
realizaron en julio de este año, para poder iniciar la producción en masa de la vacuna y su
posterior distribución.
En agosto de 2009 investigadores del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de
China realizaron pruebas en seres humanos con resultados positivos, y que los exámenes
muestran que la primera dosis de la vacuna provoca una respuesta inmune en el cuerpo
humano, lo que resulta suficiente para proteger contra la cepa del virus A (H1N1), según Yin
Weidong, director general de la farmacéutica Sinovac Biotech.
La OMS ratificó que la vacuna es segura y que los procedimientos establecidos para la
concesión de licencias a las diferentes compañías farmacéuticas son rigurosos, a pesar del
procedimiento de aprobación.
Respecto al tratamiento con antivíricos, la OMS ha indicado la utilidad de zanamivir relenza- (en inhalación) y oseltamivir -tamiflú- (tratamiento oral) como tratamiento efectivo,
considerándose que el caso resistente a este último "es aislado" y "sin implicaciones para la
salud pública". Por otro lado, el virus se ha mostrado como resistente a los inhibidores como
la amantadina y rimantadina.
prevención
Los suplementos vitamínicos se han demostrado inútiles tanto los de vitamina C (inocua
pues la sobrante se suele eliminar por orina) como de vitamina D, con la que hay que llevar
más cuidado pues al ser liposoluble puede acumularse y provocar intoxicación si se dan
dosis altas.
Las medidas profilácticas para la población en general son las higiénicas, las mismas que se
describen en la gripe común dado que los mecanismos de transmisión de la neogripe A son
muy similares: frecuente lavado higiénico de manos, decoro al toser y estornudar (nunca
con la mano delante de la boca pues, no disponiendo de pañuelo grande y desechable, es
preferible el antebrazo a la mano), no compartir vasos ni cubiertos, mantener limpios los
objetos de uso compartido, evitar los enfermos respiratorios y los cambios bruscos de
temperatura.
datos actuales
A fecha 4 de septiembre de 2009, los datos registrados de gripe A en el mundo son de
315744 afectados (30709 enfermos todavía), con 3330 fallecimientos, con lo que la tasa de
mortalidad es de 1,05 %. La incidencia es de 46,36 casos por cada millón de habitantes.
Los datos para España son 1538 casos, con 25 defunciones (tasa de mortalidad de 1,63 %)
CARACTERÍSTICAS DE LAS PANDEMIAS
causas
Las pandemias de gripe se producen cuando entra en circulación un virus gripal que
presenta cambios antigénicos importantes respecto a los que venían circulando en años
anteriores.
Estos cambios se producen normalmente por recombinación o reordenación de los
segmentos genéticos del virus, mezclando varios serotipos en una especie animal
susceptible de ser infectada por esos distintos serotipos. De dicha reordenación surge un
virus nuevos con características híbridas, y cuando entre estas características está el ser
capaz de unirse a receptores humanos, puede darse una pandemia.
Los cerdos pueden ser infectados tanto por las gripes aviar como humana, y suelen ser el
organismo “coctelera” en donde se producen los nuevos virus pandémicos.
frecuencia
La frecuencia de las pandemias está relacionada con el tiempo que necesitan los virus de la
gripe para producir cambios significativos en su estructura. Según distintos estudios, se
producen pandemias, más o menos graves, con una periodicidad que oscila entre 11 y 40
años.
Atendiendo a los datos estudiados, los intervalos producidos son:
Pre-siglo XX
1708
1729
21 años
1781
52 años
1830
49 años
1847
17 años
1889
42 años
1900
11 años
Siglo XX - XXI
1918
18 años
1957
39 años
1968
11 años
1977
9 años
2009
31 años
Hay que tener un cuenta que es posible, sobre todo en epidemias históricas, que alguna
pandemia puede haber sido confundida con una epidemia más o menos grave y viceversa.
En cualquier caso, desde la gripe rusa de 1977 ya habían pasado muchos años y si
consideramos que para muchos no fue una auténtica pandemia y que según otros podría
haberse tratado de un virus “escapado”; lo que queda claro es que ya se estaba esperando
una pandemia de gripe, por eso se dieron las falsas alarmas con la gripe aviar H5N1.
problemática y control
El temor en una pandemia es que el número de personas infectadas sea tan grande que los
medicamentos no alcancen para todos y el virus se propague sin ningún tipo de control.
Hay 2 tipos de drogas antivirales:
Por un lado están las que bloquean el canal formado por la proteína M2 (adamantanos),
crítica para la liberación de las ribonucleoproteı́nas virales al citoplasma del hospedador.
Las gripes tipo H1N1, H3N2, algunos H5N1 y la mayoría de las gripes porcinas de Eurasia
tienen resistencia a los adamantanos.
Y por otro las que inhiben las neuraminidasas (oseltamivir y zanamivir); la cual evita que
las nuevas partículas virales sean liberadas. La tasa de resistencia de la H1N1 a la
oseltamivir aumento de 0.7% en el 2007-2008 a 98.5% den el 2008-2009 y la resistencia a
la zanamivir fue reportada en la gripe tipo B. ambas resistencias se adquirieron en pacientes
inmunocomprometidos.
Se están probando nuevas drogas antivirales que enfocadas hacia las proteínas NA o las del
complejo replicativo del virus. La peramivir esta en su fase II de prueba y es un inhibidor de
los nueve tipos de NA, incluyendo del altamente patogénico H5N1. La CS-8958 pasó bien
la fase II de los ensayos clínicos en la gripe estacional.
La T-705 es un inhibidor de la actividad polimerasa en las influenzas tipo A, B y C. La fase
II ya fue completada en Japón.
En cuanto a las vacunas estas deben ser revisadas cada 1-3 años, dependiendo de la gripe
para hacer frente a las nuevas modificaciones de las HA y NA que se presentan.
Desarrollar estas vacunas es difícil porque estos virus de gripe son letales para las aves, y
como son producidas en embriones de pollos (huevos), estos terminan muriendo. Se precisa
de una recombinación con un virus tipo A/PuertoRico/8/34 (H1N1) para dar un desarrollo
eficiente del embrión del pollo. También se debe hacer una combinación con los virus
A/Ann Arbor/6/60 (H2N2) que le da resistencia al frío, para poder almacenar las vacunas y
ser enviadas a los diferentes lugares donde se requieran y también atenúan su infectividad
para no producir daños a los que son vacunados.
Las partículas se extraen del fluido alantoico del embrión del pollo y es purificado y
concentrado por centrifugación zonal o cromatografía en columna.
Para evitar la introducción de H5N1 al hombre, las vacunas atenuadas para este virus no
deben ser puestas antes de que se de una pandemia, porque estos virus podrían adquirir
resistencia y ser peores después.
Para la creación de una vacuna universal se esta trabajando en base a la proteína M2 y se
está estudiando que factores son determinantes para la recombinación, transmisión entre
especies y transmisión entre personas.
Óscar Jodra - 2009
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