UNIVERSIDAD CENTROAMERICANA FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Maestría en Derecho de Empresa con Especialización en Asesoría Jurídica (Décima Edición) Trabajo de investigación presentado para la culminación de la asignatura “Estudio de casos” y como requisito para obtener el título de máster en Derecho de Empresa con especialización en Asesoría Jurídica. ANÁLISIS DE LAS ACCIONES DE RESGUARDO DE LOS SERVICIOS FINANCIEROS EN EL ÁMBITO BANCARIO DE NICARAGUA Autora: Lic. Lylliam Salomé Rodríguez Tórrez. Tutor: Msc. Oliver Manuel Salazar Estrada. Managua, 02 de agosto de 2016. Resumen No podemos negar que la actividad bancaria, comprende un trascendente timón en la economía de un país, depende de ésta, familias, empresas y a veces hasta gobiernos, por tanto, debe estudiarse de manera constante, los servicios financieros meritan un cuidado cualificado sin importar quienes intervengan como contraparte, ya que ellos se encargan de administrar los recursos de la población, que por naturaleza son públicos. El objetivo principal del presente paper es, determinar medidas que apunten a equilibrar la relación entre el banco y sus clientes, siguiendo una metodología jurídica en la que se reúnen y estudian las fuentes, la legislación, normas prudenciales, informes financieros de la Superintendencia de bancos, entrevistas a las entidades bancarias y al ente regulador, así como otras informaciones. Este estudio se encuentra focalizado en responder cuáles son los mejores mecanismos para utilizar las acciones de resguardo de los servicios financieros que nos ofrece nuestro ordenamiento jurídico. Con propósito de plasmar las responsabilidades mutuas en las relaciones contractuales que surgen de los servicios bancarios. Se pretende poner sobre la mesa un estudio que permita al lector comprender el sistema financiero actual y con ello tener claro el procedimiento adecuado para la interposición del reclamo, como ultima ratio1. Palabras clave Servicios Financieros, Resguardo, Usuario, Banco, Reclamo. 1 Ultima ratio significa "último argumento" ó "última instancia". Abstract We cannot deny that the banking, includes a transcendent rudder in the economy of a country depends on this, families, businesses and sometimes even governments, must therefore be considered in a constant way, financial services need a qualified care no matter who is involved as a counterpart, since they are responsible for managing the resources of the population, which by nature are public. The main objective of this paper is to identify measures that aim to balance the relationship between the bank and its customers, following a legal methodology in which met to explore the sources, legislation, prudential standards, financial reports of the Superintendency of Banks, interviews to the banks and the regulator, as well as other information. This study is focused to respond what are the best mechanisms for use actions to safeguard the financial services offered to us by our legal system. With the aim of translating the mutual responsibilities in contractual relations that arise from the banking services. It seeks to put on the table a study that allows the reader to understand the current financial system and thus lead to clear the appropriate procedure for the filing of the claim, as the last resort. Keywords Financial Services, Protection, Users, Bank, Claim. Tabla de contenido Introducción. 1. Los servicios financieros en el ámbito bancario; 1.1. Bases constitucionales del derecho de consumo y derecho bancario en Nicaragua; 1.2. Tutela a los servicios financieros; 1.3. Acepciones del término consumidor y sujetos intervinientes; 1.4. Servicios Bancarios en Nicaragua; 1.4.1. Contrato de adhesión; 2. Mecanismos de resguardo en los servicios financiero; 2.1. Derechos y obligaciones de las personas usuarias de servicios financieros; 2.2. Breves antecedentes de los reclamos en el sistema financiero; 2.3. Procedimiento administrativo para el trámite de reclamo; 2.3.1. Efectos jurídicos de la presentación del reclamo; 2.4. Recursos administrativos en contra de las resoluciones emanadas de la SIBOIF; 3. Los servicios financieros ante el nuevo Código Procesal Civil de Nicaragua CPCN; 3.1. Código Procesal Civil de Nicaragua CPCN; 3.2. Resguardo de los servicios financieros ante el nuevo CPCN; Conclusiones; Lista de referencias. Introducción La actividad económica y con ella, la actividad bancaria, han sufrido en los últimos tiempos una importante y progresiva expansión, desempeñando en la actualidad un papel vital durante estos últimos años, en Nicaragua hemos sido testigos de muchos acontecimientos financieros que de una u otra manera han acabado afectando a nuestros bolsillos. El vertiginoso sistema de desarrollo de los servicios financieros se amplían con la economía de mercado moderno o el dinamismo del mercado bancario. Por lo tanto, se procurará explorar las relaciones que desarrollan las instituciones financieras con sus clientes. Este trabajo pretende poner sobre la mesa una apropiada y moderada relación entre usuario financiero y banco prestador de servicios. Para ello, en las siguientes páginas se retoma un trabajo investigativo con lineamiento en la Empresa y Derechos Fundamentales, bajo el alero de una investigación documental argumentativa y una labor de sistematización en fuentes documentales secundarias, el objeto de estudio es el marco legal nacional de los servicios financieros, documentos legales, normativas del ente regulador2, doctrina tanto de autores nacionales como extranjeros, bases de datos, informes del ente regulador, entrevistas al sector financiero y a la Dirección de atención a los usuarios de servicios financieros de la Superintendencia de Bancos, todos ellos de manera conjunta para poder estudiar las relaciones que desarrollan las instituciones financieras con sus clientes y se procurará encontrar salida a las disputas bancarias con las acciones de resguardo. Si bien es cierto existen obras relacionadas a la protección de los derechos de los consumidores, no obstante, ha levantado muy poco interés el hecho de plasmar las responsabilidades mutuas banco-cliente, por lo tanto se pretende instar a evolucionar legítimamente la aparente posición de inferioridad que se le ha atribuido al usuario financiero ante estos servicios. En el presente trabajo se abordan los mecanismos de tutela de los servicios financieros, por tanto 2 El ente regulador de los servicios financieros es la Superintendencia de bancos y otras instituciones financieras, conocida por sus siglas SIBOIF. será necesario inmiscuir en varias ramas del Derecho, tales como el derecho constitucional, derecho bancario, derecho financiero, derecho de consumo y derecho administrativo. No obstante, se procurará mayor atención al caracter colectivo del Derecho Bancario. Recientemente estos cuerpos normativos han implementado nuevas disposiciones y nuevos conceptos legales dignas de discutir. El presente trabajo investigativo se divide en tres capítulos que reflejan las principales áreas investigadas en un progreso lógico y secuencial. El capítulo uno aborda aspectos sustanciales de los servicios financieros, su marco jurídico, conceptualización de las partes intervinientes y características de los servicios bancarios en Nicaragua. El capítulo dos se refiere a los Mecanismos de resguardo en los servicios financieros, hace hincapié desde los derechos y obligaciones de las personas usuarias de servicios financieros, hasta los reclamos y recursos administrativos que se pueden interponer. Finalmente el tercer capítulo es un resumen de los temas más sensibles de las formas que resguarda los servicios financieros el nuevo Código Procesal Civil de Nicaragua CPCN3. 3 El Código Procesal Civil, Ley Nº 902 fue aprobada en Managua el día viernes nueve de octubre de dos mil quince en La Gaceta número 19, una vez cumplida la vacatio legis el presente Código Procesal Civil de la República de Nicaragua entrará en vigencia doce meses después de su publicación en La Gaceta, es decir entrará en vigencia el próximo octubre de dos mil dieciséis. 1. Los servicios financieros en el ámbito bancario 1.1. Bases constitucionales del derecho de consumo y derecho bancario en Nicaragua El sistema bancario en Nicaragua comienza una nueva etapa a partir de mil novecientos noventa, a raíz del cambio de gobierno se promociona la banca privada, esto se reafirma en mil novecientos noventa y cinco cuando se reforma la Constitución Política de Nicaragua en su artículo 99, donde se garantiza la libertad de empresas y el establecimiento de instituciones bancarias. Años más tarde Nicaragua se vio envuelta en un fuerte crisis bancaria, dichas implicancias económicas en la intermediación financiera en Nicaragua meritaban la actualización de la legislación bancaria, para producir cambios permitieran recuperar la confianza del público en general, es así como años después con la entrada en vigencia de la Ley 561 puesta en vigencia a partir del treinta de noviembre del año dos mil cinco, vuelve el interés de la industria bancaria nicaragüense, comenzando a ser un menú atractivo para los inversionistas; podemos decir que hoy por hoy Nicaragua cuenta con un instrumento jurídico imprescindible para el logro de la seguridad jurídica que depositantes e inversionistas, nacionales y extranjeros, requieren para potenciar sus ahorros e inversiones en el territorio nacional. Dada la complejidad de determinadas prácticas bancarias y los recientes cambios en el sistema financiero y derecho de consumo hacen necesario un estudio en nuestra Constitución Política4, las leyes de la materia y las normativas dictadas por el órgano supervisor de la actividad financiera en Nicaragua. En la carta magna establece que es responsabilidad del Estado proteger, fomentar y promover la organización política, el orden social y la estructura jurídica del pueblo. Haurou (1980) acertadamente expone que la base de todo orden social, se encuentra una determinada organización económica por tal razón, hay que tener presente que el Estado es siempre el marco más importante de la vida económica (p.151). 4 La Constitución Política de Nicaragua ha sido recientemente reformada por La Gaceta número 32 en Managua a los 18 días de febrero de dos mil catorce. 1 (López, s.f.) "La consagración constitucional de los principios fundamentales del orden económico es un fenómeno reciente. Tradicionalmente en las primeras constituciones modernas no se consagraba el sistema económico que imperaría; lo que se hacía era plantear principios económicos que al ser interpretados podían fácilmente conducir a interpretaciones ambiguas o contradictorias y ello hacía inoperante asegurar las garantías constitucionales en materia económica. Esta situación era consecuencia de la necesidad del gobernante de turno de tener una discrecionalidad para determinar aspectos fundamentales del orden económico basados en que la economía tiene una propia dinámica, mayor que la que afecta a la Constitución Política, lo que debería reflejarse en la neutralidad económica de la Constitución" (p. 1) Por lo tanto, para un adecuado funcionamiento debe hacerse sobre la base de una estructura socioeconómica, que requiere, un conjunto de normas que jerárquicamente dependan de la carta magna, en base a la primacía Constitucional que establece el artículo 182, "La Constitución Política es la carta fundamental de la República; las demás leyes están subordinadas a ella. No tendrán valor alguno las leyes, tratados, órdenes o disposiciones que se le opongan o alteren sus disposiciones" (2014). Respecto a la protección constitucional que ostenta el derecho de consumo en la carta magna se establece en el artículo 99 segundo párrafo "El Estado promoverá y tutelará la cultura de la libre y sana competencia entre los agentes económicos, con la finalidad de proteger el derecho de las personas consumidoras y usuarias. Todo de conformidad con las leyes de la materia" (2014). El rango constitucional que se le otorga al derecho de consumo y bancario se ve reflejado tambien en el artículo 105 parte infine consigna que “es deber del Estado garantizar el control de calidad de bienes y servicios, y evitar la especulación y el acaparamiento de los bienes básicos de consumo” (2014). Desde este punto de partida nos damos cuenta la intervención que tiene el Estado para con los derechos de los servicios finacieros como bienes de consumo. Produciendo en consecuencia que en Nicaragua exista un mercado regulado. Para lograr la efectividad de los objetivos protectores del consumidor establecidos en los artículos antes mencionados, deberán intervenir los poderes públicos en el sistema económico, 2 armonizandose dicha protección con el desarrollo de una economía libre de empresa, y demás principios reconocidos por la carta magna. La Constitución Política de Nicaragua (2014) de manera taxativa compromete al Estado que garantice la libertad de empresa, el establecimiento de bancos y otras instituciones financieras, privadas y estatales que se regirán conforme las leyes de la materia, los que serán supervisados, regulados y fiscalizados por la Superintendencia de Bancos y de Otras Instituciones Financieras ( Art. 99.6). Tras la crisis mundial, se han hecho llamamientos para endurecer la regulación de los servicios financieros. Actualmente se ha venido prestando particular atención a la posición atribuida a los consumidores como instrumento de legitimación ideológica del sistema de economía de mercado, en el que el Estado sólo tenía el papel de una vigilancia política para salvaguardar los intereses del orden público general, contentándose con la garantía de una libertad e igualdad formal entre oferentes y demandantes. No obstante, es un poco más arriesgado procurar estudiarlo lejos de lo que podría pensarse cotidianamente. Desde una postura más restrictiva es plausible esbozar una interrogante desde otra perspectiva, ¿En realidad se debe prestar más atención a los derechos de los consumidores consagrados en la Constitución Política y legislación de la materia o debemos también escudriñar las responsabilidades mutuas?; desde la óptica jurídica la parte débil de contrato bancario es el cliente; pero desde el aspecto económico, el débil es el banco como administrador de los recursos del público, porque para prestar esos servicios necesita captarlos por medio del ahorro en virtud del artículo 2 de la Ley General de Banco; para poder aprender un poco más sobre el ejercicio bancario frente al consumidor será mejor determinar el reconocimiento de las responsabilidades desde ambas perspectivas. Pese a la polémica interrogante antes planteada no puede afirmarse con rotundidad que aquel se encuentra en absoluta desprotección tal como lo expresa el maestro Escobar expone (2015) "el sector financiero representa un reto a nivel nacional y mundial en esa búsqueda de equilibrar la relación que naturalmente resultan asimétricas y desbalanceadas, precisamente por el poder que ostenta el empresario y la necesidad que tiene el usuario." Ya que en la realidad de los hechos en 3 todo el mundo existe un elitismo en la clientela de los bancos. Se ha tratado la defensa de los consumidores como una suerte de moda sin mayor fundamento jurídico. 1.2. Tutela a los servicios financieros La estructura del sector bancario nicaragüense experimentó profundos cambios en el período de 1990 al 2000, dentro de un proceso de liberalización financiera y disminución del papel del Estado, el cambio de régimen político de 1990 inició el proceso de transición a una economía liberalizada. La actividad bancaria en Nicaragua se encontró en un escenario complejo en los años 2000 a raíz de la crisis bancaria que amenazó la estabilidad del país, a consecuencia de un segmento estatal muy debilitado por la mala administración y los créditos irrecuperables, perdiendo de esta manera su posición de líder en el mercado. Varios episodios de reestructuración buscaron mejorar el desempeño de la banca estatal a fin de rentabilizarla para su privatización. Nicaragua se ve comprometida en implementar una serie de medidas que le permitan evitar un mayor deterioro de la confianza del público nicaragüense, como parte de ese compromiso el sistema bancario implementó años más tarde la aprobación de la Ley Orgánica del Banco Central de Nicaragua, la Ley General de Bancos, Instituciones Financieras no Bancarias y Grupos Financieros y la Ley de la Superintendencia de Bancos y de otras Instituciones Financieras modificó el marco legal, bajo el cual se desenvolvió el sistema financiero a partir del año 2000, un nuevo marco legal que buscaba consolidar la regulación, operación y supervisión del sistema financiero nicaragüense. La crisis condujo a una mayor concentración y capitalización del sector bancario. Es muy importante destacar que la Ley General de Bancos, Instituciones Financieras no Bancarias y Grupos Financieros, Ley 561 estableció a partir su vigencia una base legal para reestructurar la banca, la regulación del sector promovió la competencia. 4 La importancia de los servicios financieros para la economía y la necesidad de fomentar la confianza entre proveedores y consumidores son las razones por las que se debe regular y supervisar la prestación de muchos servicios financieros. Esta supervisión entraña la concesión de licencias, la regulación, los requisitos para entrar al mercado, que incluyen los mínimos de capital y las condiciones de participación de instituciones extranjeras, la supervisión y la sanción que varían acorde las necesidades del sistema. La supervisión puede abarcar la declaración y examen de las cuentas y los proveedores, inspecciones in situ, la investigación de reclamos; también incluye velar por el cumplimiento de las leyes de protección del consumidor, como los límites a las tasas de interés de las tarjetas de crédito, estudio de los contratos, cláusulas y los cargos por sobregiros en cuentas corrientes, entre otras. Aún los bienes financieros relativamente sencillos pueden convertirse en algo complejo, se puede resumir que el mercado de servicios se basa en gran medida en la confianza para poder concretar servicios financieros, (Bollini, 1984) es aquí donde el intervencionismo se concreta, en lo que se refiere al aspecto normativo, en un conjunto de dispocisiones que estructuran el sistema bancario, en lo relativo a su organización y regulación, así como un conjunto de normas referidas a ciertas obligaciones que las entidades deben observar en su contratación con los clientes. En efecto, el equilibrio contractual al que han contribuido en buena medida la doctrina, o la jurisprudencia y más tarde el legislador, se ha centrado en diseñar mecanismos de tutela relativos a las técnicas de formación y definición del contenido. El ejemplo más palpable es la tendencia de proteger al más debil económicamente contra el más fuerte, así surgió con mayor ahínco el carácter de protección a los consumidores, estas precisiones no son extrañas a la tutela disciplinada para el consumidor en general, caracterizado como un derecho especial no obstante, estos son aspectos que se tendrán que verificar con mayor énfasis, para que dicha regulación no se convierta en una abolición de poderes. La reestructuración del sector de la banca incluyó también la materia de consumo mediante la promulgación de la Ley 842 Ley de Protección de los Derechos de las personas Consumidoras y Usuarias5. 5 Como simple referencia histórica se debe señalar que ésta ley releva a la derogada Ley número 182, Ley de Defensa de los Consumidores de 1994. 5 Al tenor del artículo primero de la Ley 842, pretende proteger al consumidor, cabe así especificar el objeto de la misma (2013)6: "a. Establecer el marco legal de protección de los derechos de las personas naturales y jurídicas que sean consumidoras o usuarias de bienes o servicios, procurando la equidad, certeza y seguridad jurídica en las relaciones de consumo con las personas proveedoras de bienes y servicios públicos, privados, mixtos, individuales o colectivos; b. Garantizar a las personas consumidoras y usuarias la adquisición de bienes o servicios de la mejor calidad; c. Promover y divulgar la cultura de consumo usuarias." A raíz de la nueva Ley 842 se generan cambios radicales en el derecho de consumo considerandose de caracter imperativo en el ordenamiento jurídico nicaragüense, se incorpora una mejor definición de consumidor, detalla de forma clara y completa las obligaciones de los proveedores, consumidores y usuarios de servicios financieros. A través de esta regulación se ha logrado establecer nuevas pautas que rigen la relación entre los proveedores de servicios financieros y los usuarios de estos. En correspondencia a los aspectos relacionados, la creación de la Dirección de Atención a los Usuarios de Servicios Financieros, opera como una instancia administrativa de la Superintendencia de Bancos y otras Instituciones Financieras. De igual forma la ley contempla once incisos considerados como cláusulas abusivas en los contratos con estas entidades; permitiendo que la cancelación de los contratos no solo esté vinculado con la voluntad de la entidad financiera, sino también con la del usuario. La Ley de la Superintendencia de bancos y otras instituciones Financieras, regula el funcionamiento de la SIBOIF, misma que velará por los intereses de los depositantes que confían sus fondos a las Instituciones Financieras, legalmente autorizadas para recibirlos y preservar la seguridad y confianza del público en dichas instituciones. La SIBOIF tiene a su cargo autorizar, supervisar, vigilar y fiscalizar la constitución y el funcionamiento de todos los bancos, sucursales y agencias bancarias que operen en el país, ya sean entidades estatales o privadas, nacionales o extranjeras, que se dediquen habitualmente en forma directa o indirecta, a actividades de 6 Ley 842, Ley de protección de los derechos de los consumidores y usuarios. Publicada en La Gaceta Diario Oficial, número 129, de la fecha once de julio de dos mil trece. 6 intermediación entre la oferta y la demanda de recursos financieros o a la prestación de otros servicios bancarios (Art. 2, Ley 316). Al surgir la especialidad en materia de consumo, se concluye que no se vendrán a sustituir las normas del derecho civil y mercantil, y mucho menos el derecho bancario, a partir del presente trabajo investigativo se procurará plantear la estrecha relación que tienen ambas materias, derecho de consumo y derecho bancario. (Herrera, 2010)"Al tenor de dicho canon es posible afirmar que el sistema de fuentes del Derecho mercantil especializado que es el Derecho Bancario vendrá a alterarse sustancialmente. Así en primer lugar vendrá a colocarse la Ley Bancaria, seguida de la Ley mercantil común. En tercer puesto, siguiendo el sistema instaurado por el artículo 2 Cc., nos parece que debe ubicarse en el Derecho Común contenido en el Código Civil; para luego situarse las Circulares (mejor conocidas en nosotros como Resoluciones y, finalmente, los Usos bancarios" (p. 30) En materia bancaria prima la Ley 561, Ley General de Bancos, Instituciones Financieras bancarias y grupos financieros publicada en La Gaceta 232 del 30 de noviembre de dos mil cinco. Consecuentemente la Ley 316, Ley de la Superintendencia de Bancos y de Instituciones Financieras y sus reformas. Y del mismo modo es imprescindible tener en cuenta la Ley 842 tal como antes se ha menciona. Llama particularmente nuestra atención la manera en que los bancos se han transformado a pasar de ser entidades de carácter privado a convertirse en la actualidad en instituciones de verdadero interés público al servicio de la sociedad, con modernas funciones que deben cumplir con eficiencia, de modo que en sus operaciones se alcance un equilibrio económico, monetario, político y social, lo que es interesante sólo por su influencia local y como fuente de provecho en favor de sus titulares (Cañallas, 1967). Es cierto que en materia bancaria prima la Ley 561 por ser de carácter especial pero siempre los actos de los bancos, sus actividades u operaciones, o servicios entre ellos el préstamos será mercantil salvo excepciones legales (privilegios bancarios), la Ley 561 no es tan autónoma como se piensa ya que por regla general sus actos, especialmente los préstamos son actos de comercio y 7 en consecuencia esas actividades se le subordinan. En la Ley General de Bancos no existe un apartado específico sobre la defensa y los derechos de los consumidores de servicios financieros. Las regulaciones y leyes bancarias de sus agencias presumen indirectamente que el beneficio de un sistema financiero más regulado y transparente redundará en una mayor solidez y seguridad para los consumidores de servicios de este sector. Adicionalmente, se puede decir que la política más directa para la protección de los consumidores en la Ley 561 fue la creación del FOGADE como garantía a los depositantes, sin embargo, la reforma redujo los montos de garantía de 20.000 a 10.000 dólares por depositante, limitando la contribución de los bancos al FOGADE, esto desfavorece en gran medida al usuario en caso de quebrar los bancos. Lo demás es recientemente abordado en el capítulo XI de la Ley 842, paraguas legislativo para la protección de los usuarios de servicios financieros. Junto a las distintas normas de rango legal, ha de señalarse la enorme importancia que han alcanzado las "resoluciones" el Consejo Directivo de la Superintentendencia de bancos emite para disciplinar o desarrollar determinadas materias (Herrera, 2010). En la actualidad el ente regulador ha aprovechado sus facultades para regular todo aquello que no es reflejado por las leyes de la materia, sin temor a equivocarnos podemos afirmar que se está regulando por medio de normativas, cuestiones que deberían ser debatibles ya que esta disperción de resoluciones y cambios constantes en el marco jurídico dificulta tengamos de forma concentrada todas las regulaciones. Uno de los ejemplos claros es una de las resoluciones pilares en los servicios financieros: la "Norma Sobre Transparencia en las Operaciones Financieras" Resolución N°CDSIBOIF-796-1-AGOST30-2013, fecha 30 de agosto de 2013, Norma prudencial o circular dictada por la Superintendencia de Bancos, la cual la podemos encontrar en la página web Superintendencia, misma que tiene por objeto establecer el tipo de información que las instituciones financieras deberán presentar a sus clientes sobre las operaciones o servicios que prestan, así como, los plazos y la forma en que esta información debe ser presentada; de tal forma que estos cuenten con información clara, precisa y comprensible para poder elegir por sí mismos, responsablemente, los productos o servicios financieros adecuados a sus intereses y ser conocedores de los compromisos y deberes que asumen en la contratación con las instituciones 8 financieras, del mismo modo en dicha normativa se estipulan las obligaciones de los clientes y usuarios de servicios financieros. Por otro lado, cabe destacar que además de las leyes y normativas antes planteadas se podrá mencionar a grandes voces una serie de leyes dignas de tomar en cuenta cuando nos referimos a servicios financieros en el ámbito bancario: Ley Orgánica del Banco Central de Nicaragua, Ley número 732, Publicada en La Gaceta, Diario Oficial número 148 y 149 del 5 y 6 de agosto de 2010. Ley de Mercado de Capitales, Ley número 587, Publicada en La Gaceta Diario Oficial número 222 del 15 de noviembre de 2006. Ley de Promoción y Ordenamiento del Uso de la Tarjeta de Crédito, Ley número 515, Publicada en La Gaceta Diario Oficial número 11 del 17 de enero de 2005. Ley del Sistema de Garantía de Depósitos Ley número 551, Aprobado el 03 de Agosto del 2005, publicado en La Gaceta número 168 del 30 de Agosto del 2005. Ley de Estupefacientes, Psicotrópicos y Otras Sustancias controladas, Lavado de Dinero y Activos provenientes de Actividades Ilícitas. Ley No 285 Publicada en La Gaceta Diario Oficial número 69 del 15 de abril de 1999. Norma PLD/FT fue aprobada por el Consejo Directivo de la SIBOIF a través de la Resolución: CD-SIBOIF-524-1-MAR5-2008 de fecha 05 de marzo del 2008 y publicada en el Diario Oficial La Gaceta, ediciones números: 63, 64, 65, 66 y 67. Norma de riesgo crediticio, Resolución N° CD-SIBOIF-547-1-AGOST20-2008, de fecha 20 de agosto de 2008. Norma para las operaciones de tarjeta de crédito. Resolución N° CD-SIBOIF-629-4MAY26-2010 de fecha 26 de mayo de 2010. En este sentido, se procuró hacer notar que la tutela al consumidor no se agota con una sola norma, ni tampoco con ella la regulación de la actividad, sino que esta actividad se encuentra sometida a un conjunto de normas específicas (aplicables cada una de ellas a una actividad distinta y precisa) que determinan la más eficiente protección al usuario, considerando la 9 modalidad específica de cada actividad prestacional, la situación de los usuarios frente a ella, y sus derechos comprometidos. (García, 2015) "Es por estas razones que el Derecho de Consumo se configura como una materia altamente proteccionista, que a través de sus campos y la legislación, establece una serie de derechos básicos que atienden al consumidor o usuario antes, durante y después del proceso de contratación" (p. 15). 1.3. Acepciones del término consumidor y sujetos intervinientes La actividad bancaria se nutre fundamentalmente de relación que se da entre las entidades financieras y los sujetos deseosos de bienes y servicios que aquéllas concentran. En esta relación es dable comenzar explicando los sujetos que participan de la relación de consumo en los servicios financieros, sobre todo las acepciones atribuidas al consumidor financiero, es decir cuál es el criterio de delimitación subjetiva del término cliente. Vale la pena realizar un examen crítico del concepto legal de consumidor a la luz de la práctica bancaria, en vista que nos enfrentamos ante una materia pluridisciplinaria, a raíz del presente estudio pudimos observar que tanto la ley de la materia y como distintos cuerpos normativos autónomos nos definen al consumidor a efectos de su ley, por tal razón "el legislador está consciente de que son distintas las acepciones que del consumidor tienen las diferentes leyes que lo ocupan" (Reyes López & Fernández, 2002, p.65). Podemos ver como los servicios financieros se amplían con la economía de mercado moderno. No obstante, en este sentido el mercado financiero no tiene capacidad para proteger por sí solo al consumidor financiero, en vista que la Ley 561 Publicada en La Gaceta No. 232 del 30 de Noviembre del 2005, Ley general de Bancos y otras instituciones financieras no nos brinda un concepto de consumidor como tal, en el cuerpo de la misma sólo se refiere al nuevo estatus jurídico que se adosa al usuario cliente como parte contractual, por tal razón se considera que en materia de protección de derechos, es esencial determinar quiénes son los sujetos alcanzados por la protección normativa vigente en materia de defensa de los consumidores, por lo tanto será 10 necesario avocarse a los preceptos de la Ley 842 por medio del decreto 36-2013, publicado en La Gaceta No. 192, del 10 de Octubre del año 2013, Ley de Protección de los Derechos de las Personas Consumidoras y Usuarias. Es decir, la norma de defensa del consumidor es un paraguas normativo genérico, que consagra un piso de derechos, a la que se suma el derecho bancario. Inicialmente se podrá usar como referencia el concepto que nos brinda el artículo 5 de la Ley 842: "Se considera persona consumidora o usuaria, persona natural o jurídica que adquiere, utiliza o disfruta bienes o servicios, tanto privados, como públicos, como destinataria final" (2013), con lo que se consagra una solución normativa distinta que será de suma importancia a los efectos de delimitar su inclusión o no en la relación de consumo. No obstante, se pueden obtener dos conceptos básicos que deben ser retomados: la relación de consumo y el destinatario final del producto o servicio obtenido, el consumo transcurre tanto desde la adquisición o utilización del producto, como la prestación del servicio siempre al destinatario final. De la definición dada en el párrafo precedente se infiere qué (Reyes López & Fernández, 2002) "para determinar si una persona actúa en calidad de consumidor, concepto que debe interpretarse de forma restrictiva, hay que referirse a la posición de esta persona en un contrato determinado, en relación con la naturaleza y la finalidad de éste, y no la situación subjetiva de dicha persona... una misma persona puede ser considerada consumidor respecto a ciertas operaciones y operador económico respecto a otras " ( p.66). Debemos tomar en cuenta el valioso concepto que nos brinda el maestro (Bonfanti, 1989) sobre "el contrato de consumo: es el celebrado a título oneroso entre un consumidor final con una persona física o jurídica, pública o privada, que actuando profesional u ocasionalmente, en calidad de productora, importadora o distribuidora, comercialice bienes o preste servicios, y que tenga por objeto la adquisición, uso o goce de éstos por parte del primero para su uso privado, familiar o social". Hoy por hoy el consumidor estrictamente en materia bancaria, el concepto legal más acertado es usuario financiero, más comúnmente llamado cliente, los cuales podremos definir a la luz del presente estudio como personas naturales o jurídicas destinatarias finales, de los servicios 11 brindados por una institución financiera. "Zapata de Arbeláez, ha resaltado a este tipo de consumidor, bajo las características que muy puntualmente enumeraremos y que nos permiten, diferenciarlo de otros (Hidalgo, 2009): Un sujeto que requiere de los servicios bancarios para su vida cotidiana (operativa) Aquél cuya actividad genera ingresos y gastos a las instituciones vigiladas (financiera) El principal activo de las instituciones financieras (comercial) Un individuo, entre otros muchos, que suscribe contratos de adhesión con las entidades vigiladas (jurídica)" (p. 11,12). Es preciso retomar que para efectos de la nueva Ley 842 se apertura el concepto de sistema financiero como, todos los servicios prestados por las entidades sujetas a supervisión y regulación, ya fuere por la Superintendencia de Bancos y de Otras Instituciones Financieras o de la Comisión Nacional de Micro finanzas7; considerándose el proveedor de los servicios financieros, como sujeto contractual (en este caso serán las instituciones bancarias), mismos encargados de ayudar a canalizar el dinero en efectivo de los ahorristas hacia los prestatarios y a redistribuir el riesgo y a los usuarios de servicios financieros, "...los cuales se estructuran bajo la misma lógica de la figura del consumidor, correspondiente a toda persona física que es destinataria final dentro de un producto de consumo, la diferencia radica entonces en que el usuario contrario sensu del consumidor, se configura como destinatario directo y final no de un bien, si no de un servicio ofrecido por el proveedor" (García, 2015). Es menester traer a colación que la institución reguladora y supervisora de las actividades financieras en Nicaragua es la SIBOIF, es una institución autónoma del Estado con plena capacidad jurídica para adquirir derechos y contraer obligaciones, con la misión primordial de autorizar, supervisar, vigilar y fiscalizar a las instituciones financieras bancarias, a las instituciones financieras no bancarias, que operen con recursos del público y a los grupos financieros; atenderá consultas y resolverá los reclamos de las personas usuarias de servicios 7 La Comisión Nacional de Micro finanzas o conocida como CONAMI. 12 financieros prestados por las entidades bajo su supervisión y regulación en virtud de lo dispuesto en el artículo primero de la Ley 316 Ley de la Superintendencia de Bancos y otras instituciones financieras. Por lo general, una Superintendencia de Bancos tiene la finalidad de que los bancos operen de manera eficiente y que no sean influidos por intereses de distintos gobiernos. Dicha institución tendría que ser autónoma e independiente del gobierno central con el fin de que los cambios de gobierno no afecten a las políticas financieras, a consecuencia es necesario inmiscuir en las debilidades que actualmente tenemos en el sistema, mismas que se encadenan desde el año 1999 cuando la Superintendencia deja una pérdida significativa de independencia, dejando proponer los candidatos a Superintendente y al Consejo Directivo para ser electos por la Asamblea Nacional, así como destituirlos. Cabe notar que la construcción de un ambiente de competencia no parece ser una prioridad de la política pública en el sector. Aun cuando el cargo de la Superintendencia es autorizar, supervisar, vigilar y fiscalizar la constitución y el funcionamiento de todos los bancos, sucursales y agencias bancarias que operan en el país, su misión parece ser únicamente la de guardar la estabilidad y solvencia en el sector, mediante la regulación prudencial de la suficiencia del capital, la concertación de crédito, el crédito a partes relacionadas, y la clasificación y provisionamiento de cartera. En las atribuciones de la Superintendencia establecidas por la Ley N° 316 no se hace referencia alguna a consideraciones de concentración, posición de dominio o abusos de poder de mercado y sus implicaciones para la competencia. Los criterios para la aprobación de fusiones o absorciones contienen solamente preocupaciones para la solvencia del sistema. Promover una política de competencia en Nicaragua, especialmente en el sector financiero, involucra cambios legales e institucionales más profundos que garanticen la aplicación neutral de las normas y la protección de las instituciones contraladas de posibles influencias de sectores económica y políticamente poderosos; estas cuestiones no se ahondarán para no diluir el objetivo del paper. 13 De igual forma, en la nueva Ley 842 se contempla la creación de la Dirección Nacional de Protección de los Derechos de los Consumidores DIPRODEC 8 la cual estará adscrita al Ministerio de Fomento Industria y Comercio (MIFIC), no obstante no se abordarán mayores detalles, centraremos nuestra atención en el ente regulador y supervisor de las instituciones bancarias. Ha quedado claro, entonces, que la normativa debe proporcionar una protección a los derechos de los usuarios de servicios financieros, protección que debe ser brindada de modo constante, y debe estar puesta a disposición del sujeto que la necesite en todo momento. 1.4. Servicios bancarios en Nicaragua La clásica definición de Garrigues ubica al contrato bancario como todo acuerdo para constituir, regular o extinguir una relación que tenga por objeto una operación bancaria. Sin embargo, tal vez lo más significativo sea considerar a los contratos bancarios a la luz del derecho de consumo, entendido como aquel celebrado entre un consumidor o usuario final con una persona física o jurídica que actúe profesional u ocasionalmente o con una empresa productora de bienes o prestadora de servicios, pública o privada, que tenga por objeto la adquisición, uso o goce de los bienes o servicios por parte de los consumidores o usuarios, para su uso privado, familiar o social, siempre que no tenga vínculo con su actividad comercial, industrial, artesanal o profesional. Todas las instituciones bancarias que se organicen en Nicaragua deberán constituirse y funcionar como sociedad anónima conforme a lo dispuesto por el artículo 3 de la LGB9. Los Bancos deberán regirse de acuerdo al Código de Comercio, LGB, Ley de la SIBOIF, y demás leyes aplicables a este tipo de sociedades especiales. Como anteriormente se ha planteado las instituciones bancarias en Nicaragua quedan a merced de 8 9 DIPRODEC antes conocida como“Dirección de Defensa al Consumidor". Ley General de Bancos, ( LGB) Ley 561. 14 la Superintendencia, como institución reguladora; La SIBOIF autoriza, supervisa, vigila y fiscaliza la constitución y el funcionamiento de todos los bancos que se dediquen habitualmente en forma directa o indirecta, a actividades de intermediación entre la oferta y la demanda de recursos financieros o a la prestación de otros servicios bancarios. Se sostiene firmemente que los contratos bancarios quedan comprendidos en la Ley de defensa del consumidor en el acápite de servicios financieros, aún cuando haya dudas sobre el encuadramiento correspondiente a situaciones determinadas, siendo la entidad financiera la principal interesada en ajustarse a esos principios tuitivos, para evitar que so pretexto de violarse esos principios el deudor interrumpa los flujos de fondos de la asistencia financiera otorgada, circunstancia que bajo ningún concepto debe permitir la acreedora y el sistema. Se debe recordar que desde la óptica jurídica la parte débil de contrato bancario es el cliente; pero desde la perspectiva económica, el débil es el banco como administrador de un bien jurídico protegido por el Estado: los recursos del público. El sistema bancario en Nicaragua reposa en todas sus operaciones en un contrato que configura la cobertura jurídica del servicio financiero a prestar, entendiéndose esta como la relación creada entre dos partes, con miras a satisfacer recíprocamente dos intereses económicos simbióticos, que consisten: Para una de ellas (acreedor) la obtención de un beneficio financiero mediante la prestación de recursos solicitada; y Para la otra (deudor), la satisfacción de una necesidad financiera, al superar el déficit de recursos que motivó la solicitud del mencionado servicio. Con un mejor escenario, hemos buscado algunas clasificaciones acerca de las distintas modalidades de operaciones crediticias, que intenten coincidir con la extensión de la tutela legal a todas ellas, porque la ley no discrimina la calidad de los sujetos otorgantes del crédito ni los instrumentos de circulación del negocio crediticio, de conformidad a (Zentner,1996). 15 En síntesis, podemos sostener que la operación bancaria es una operación de crédito realizada por un banco, caracterizada porque la entidad respectiva desarrolla su actividad en forma de intermediario que se lucra con los recursos obtenidos al colocarlos de nuevo es decir "pedir prestado para prestar ganando tipifica la operación bancaria"). (Hidalgo, 2009) Según el banco pueden ofrecer una serie de operaciones que se pueden clasificar en: Operaciones bancarias pasivas: Depósitos irregulares que comprenden los depósitos en cuenta corriente y a la vista, los depósitos a término y los de ahorro, emisión de obligaciones y otros títulos, redescuento. Operaciones bancarias activas: Préstamos igualmente los anticipos, descuentos, apertura de crédito, leasing o arrendamiento financiero; y factoring. Operaciones bancarias neutras o complementarias: Depósitos, intermediación en cobros y pagos, compraventa de títulos de acciones, divisas y otros bienes, cajillas de seguridad, fideicomiso. Esta clasificación ni es original ni tampoco indiscutible, pues como son múltiples las ensayadas por los autores, en este caso del maestro Blossiers ( 2001). El sistema bancario nicaragüense está conformado por siete bancos comerciales, un banco de fomento y tres financieras no bancarias los que en cumplimiento con lo establecido en la ley bancaria y otras leyes de la materia financiera, están dedicados a realizar operaciones permitidas dentro del marco legal del país. Actualmente están autorizados para ejercer en Nicaragua ocho bancos según a web de la SIBOIF: Banco de la Producción S.A. - (BANPRO) Banco de América Central S.A. - (BAC) Banco de Finanzas S.A. - (BDF) Banco Procredit S.A. - (PROCREDIT) Banco FICOHSA Nicaragua, S.A. - (FICOHSA) Banco de Fomento a la Producción (Banco PRODUZCAMOS) - (PRODUZCAMOS) Banco Corporativo, Sociedad Anónima - (BANCORP) 16 Banco LaFise Bancentro, S.A. - (BANCENTRO) En base al informe de gestión de la SIBOIF"10 correspondiente al año dos mil quince: Al treinta uno de diciembre del mismo año, el sistema financiero contaba con un total de 408 sucursales y ventanillas, de las cuales 174 oficinas (42.6%) se ubicaban en Managua. Al 31 de diciembre de 2014, existían 377 oficinas, 31 menos con relación a diciembre de 2015. El crédito continúa concentrado mayormente en el sector comercio con el 35.4%, los créditos de consumo (personales, tarjetas de crédito Personales, Extra financiamientos, e intra financiamiento) agrupan el 25.5%, industriales el 13.6% y crédito hipotecario 13.2% ( SIBOIF, 2015 )" Los bancos se caracterizan por ejecutar con recursos del público, ejerciendo las actividades de intermediación financiera y de prestación de otros servicios financieros, las cuales se consideran de interés público en cualquiera de sus figuras jurídicas ya sea en forma de depósitos u otro título y a prestar otros servicios financieros. El riesgo que asumen las instituciones bancarias por la administración de los recursos que no le pertenecen constituye que la gestión bancaria requiera de un proceso constante de evaluación y medición de los riesgos a los que se exponen los recursos de los depositantes en las operaciones de la entidad. Las notables cifras de aumento y demanda en el mercado bancario señalan la importancia de este sistema, y la necesidad de estudiarlo constantemente para coadyuvar el crecimiento del país. Es por esto que se debe tomar siempre en cuenta que Nicaragua respalda la Constitución, (Art. 99.6) se compromete al Estado que garantice la libertad de empresa, el establecimiento de bancos y otras instituciones financieras, privadas y estatales que se regirán conforme las leyes de la materia, los que serán supervisados, regulados y fiscalizados por la Superintendencia de Bancos y de Otras Instituciones Financieras. 10 Los informen de gestión son de carácter público, son colgados en la web de la SIBOIF anualmente en el siguiente link http://superintendencia.gob.ni/index.php?web=contenido&idd=6&idw=23 17 1.4.1. Contratos de Adhesión Siguiendo con la línea argumental que venimos desarrollando, el contrato bancario constituye un contrato de consumo, que a su vez integran el contenido del contrato bancario típico contrato por adhesión, "el documento contractual más común, que suele implementarse dentro del campo bancario, es aquel cuyas cláusulas son repetitivas y su contenido uniforme para casi todos los negocios, me refiero, al contrato de adhesión que encierra condiciones creadas de modo unilateral" (Hidalgo, 2009, p. 39). Actualmente el mercado te obliga a cumplir con las exigencias y celeridad que requieren los usuarios de servicios financieros, es aquí donde radica la importancia de los contratos de adhesión en el mercado como un mecanismo masivo de contratación, mediante la celebración de contratos en serie. Es necesario hacer notar que no se trata de una imposición del fuerte al débil, sino de un mecanismo necesario para el funcionamiento de una economía moderna. De hecho, muchas veces el proponente del contrato de adhesión no se encuentra en una posición de dominio con respecto al adherente. En Nicaragua los contratos de adhesión son diseñados por el banco para la generalidad de sus clientes, algunos de los cuales son entes corporativos con gran fortaleza económica, y todos los cuales tienen, usualmente, la posibilidad de contratar los mismos o similares bienes o servicios con distintos proveedores, lo cual requiere un mayor esfuerzo para el mercado financiero. La Ley 842 contiene una lista de cláusulas prohibidas en los contratos de adhesión. La protección de los consumidores y usuarios contra las cláusulas abusivas goza en Nicaragua de rango constitucional, puesto que la Constitución Política hace referencia a “la protección” y a la “defensa” del “consumidor”. El contrato por adhesión es definido por la Ley 842, "como aquel cuyas cláusulas son establecidas unilateralmente por la persona proveedora de bienes o servicios, sin que la persona consumidora o usuaria pueda negociar o modificar su contenido al momento de contratar" (Art. 5, 2013). Es entonces el contrato de adhesión, aquel cuyas cláusulas hayan sido aprobadas por la 18 autoridad competente o establecidas unilateralmente por el proveedor de bienes o servicios sin que el consumidor pudiera discutir o modificar su contenido. A falta de regulación de los contratos de adhesión en la Ley 561 ley de la materia, la reciente Ley 842 los viene abordar de manera taxativa las condiciones que los contratos por adhesión deben cumplir (Artículo 34, 2013): Ser redactados en términos claros, comprensibles e impresos sin espacios en blanco, en letra arial tamaño 12 en idioma oficial del Estado. Asimismo, podrán redactarse en lenguas de las comunidades de la Costa Atlántica, según sea el caso. De no poderse dar esta última disposición, la persona proveedora tomará las providencias necesarias para facilitarles a las personas consumidoras y usuarias la traducción de los mismos, que permita una comprensión idónea para los fines correspondientes; Contener información relevante, veraz y suficiente sobre las características esenciales del bien o servicio objeto del contrato por adhesión; Contener al menos los siguientes datos generales: nombre y domicilio de la persona proveedora; lugar en el cual se contratan los bienes o servicios; exposición clara de los derechos y obligaciones de las personas consumidoras y usuarias; obligaciones de la persona proveedora, totalidad de los costos que tendrán los servicios; tiempo de vigencia del contrato, garantías, entre otras; No ser remitidos a textos o documentos que no sean del conocimiento público o que no se faciliten a la persona consumidora y usuaria, previo a la celebración del contrato. Hoy por hoy estos requisitos se ven reflejados en los contratos de adhesión de las instituciones bancarias, por ejemplo los contratos de tarjeta de crédito, los contrato únicos servicios bancarios y pagaré préstamo personal. Si bien es cierto, los contratos de adhesión son creados de manera unilateral por las instituciones bancarias, sin embargo estos modelos son autorizados de previo, cabe destacar que anticipadamente son revisados por la SIBOIF, en virtud del artículo 35 de la Ley 842: "De la revisión de los modelos de contratos: Los contratos que se suscriban entre las empresas prestadoras de servicios públicos básicos y las personas usuarias, deberán estar 19 redactados conforme al modelo de contrato aprobado por el respectivo Ente Regulador... En el caso de las instituciones financieras reguladas por la SIBOIF, CONAMI y MEFCCA 11 , éstas deberán remitir sus modelos de contratos a su respectivo ente regulador con el fin de que éste se pronuncie en su caso, conforme a sus facultades en relación a los alcances de la presente ley. Los contratos vigentes, previo a la publicación de la presente ley, quedarán en todo vigor y fuerza legal de conformidad a su legislación actual, excepto aquellas cláusulas que conforme a la ley vigente sobre la materia al momento de su celebración, sean de naturaleza abusivas (2013). " En la misma línea cabe señalar que la Superintendencia de viva voz expone en informe de gestión correspondiente al año dos mil quince: “Recibimos además por parte de entidades supervisadas 28 solicitudes de revisión de Contratos de Adhesión para su aprobación, entre Contratos de Adhesión de nuevos productos financieros y modificaciones a Contratos ya autorizados con la entrada en vigencia de la Ley número 842 Ley de Protección de los Derechos de las Personas Consumidoras y Usuarias." Este tipo de contratos han sido catalogados como excesivos para el consumidor, no obstante, cabe discutir el papel que ostenta el ente regulador en la revisión y aprobación de los contratos de adhesión en virtud del artículo antes mencionado deja más que claro que los bancos solo proponen sus modelos de contratos para ser aprobados por la SIBOIF, por ende se sobrentiende que estos contratos contienen los requisitos del artículo 34 de la Ley 842, consecuentemente están legalmente autorizados para las operaciones bancarias. Ante lo antes planteado consideramos que en este punto es donde el banco prestador de servicios deberá encontrar la manera de aplicar el servicio convenido, para que este apunte a definir su actuación en los límites fijado por la normativa de consumo, sin menoscabar los derechos del usuario. En los contratos de adhesión muchas veces no hay ninguna posición de dominio, tal como lo señala un autor colombiano Jaramillo (2000), para quien los predisponentes no siempre son la 11 La Comisión Nacional de Microfinanzas (CONAMI) encargada de la regulación, fomento y proyección de la industria de Microfinanzas, con el fin de fortalecer su Solvencia, Desarrollo, y Desempeño Social y (MEFCCA) es el Ministerio de Economía familiar, comunitaria, cooperativa y asociativa. 20 parte “poderosa”, ni los adherentes la parte “menos influyente”; lo que otro autor colombiano Venegas Franco (2000) añade que la noción según la cual en ciertos contratos de adhesión siempre “hay una parte débil”, puede ser “generadora de inequidades”. Para ilustrar que tal posición de dominio puede no existir, nos permitimos señalar que los contratos de los bancos son redactados por ellos mismos instituciones y autorizados por el ente regulador. Es frecuente que los contratos de adhesión contengan cláusulas abusivas. Pero éstas también pueden estar presentes en otros contratos. Y hay muchos contratos de adhesión que no contienen cláusulas abusivas. El maestro Orúe nos deja una gran lección exponiéndonos que “Los consumidores carecen de facultad de apreciación” (2003, p.37), es decir, en la realidad cotidiana el cliente bancario promedio desconoce las normas y técnicas propias de un campo tan complejo como las finanzas. La confianza en el banco se encuentra cimentada básicamente sobre la imagen que el propio banco refleja de sí mismo en el mercado, los consumidores necesitan entender los términos técnicos que plasman los contratos y aún más cuando nos encontramos ante el contrato de adhesión, es menester traer a colación que es obligación del banco es "brindar a sus clientes toda la información que éstos soliciten de manera previa a la celebración de cualquier contrato. El otorgamiento de la información antes indicada se satisface con la entrega física del modelo de contrato de adhesión y de la información referida a tasas de interés, comisiones y gastos que serán objeto de pacto con la institución" esto en base a la Normativa de Transparencia de la SIBOIF (Artículo 16). Será entonces obligación del banco aclarar todas las dudas y consultas sobre las cláusulas, características de este o del servicio. (Hidalgo, 2009) "Las definiciones reproducidas del contrato en estudio, son tajantes y poco alentadoras para el consumidor, más aún el financiero por la esencia de los servicios bancarios, pues, lo fijan como un documento en el que, una de las partes (proveedor) se ha dedicado a crearlo con un solo criterio y el consumidor le guste o no, a veces por la necesidad que ostente para comprar el bien o contratar el servicio, debe de adherirse sin una previa discusión" (p. 50). 21 Lo dicho no contradice las reglas de conducta contenidas en las condiciones generales sean preceptos acordados por las partes, aun cuando se trate de la creación exclusiva del banco, lo que no priva la autonomía privada de todo contrato, pues en definitiva hay una declaración sobre la cual las dos partes consienten, no pudiendo desconocerse que la adhesión, aunque consista en la aceptación incondicionada de reglas de conducta suministradas por otro es, al menos formalmente, un acto de libre voluntad que no puede ser constreñido a formalizarse, "no es así la libertad contractual, esto es la posibilidad de establecer cualquiera de las partes las cláusulas que estimen pertinentes para su acuerdo o pacto posterior" (Herrera & Guzman, 2014). Consecuentemente no debemos olvidar el derecho inalienable, derecho a la información veraz consagrado en la Constitución artículo sesenta y seis, del mismo modo estipulado como principio en la Ley 842 inciso ocho, que literalmente dice “Transparencia en la información y divulgación: Toda la información acerca del bien o servicio que adquieran las personas consumidoras y usuarias, debe ser proporcionada y divulgada a éste por su proveedor de bienes o servicios, o por la autoridad de aplicación correspondiente, de manera transparente, adecuada, veraz, completa y de acuerdo a las normas nacionales e internacionales correspondientes" (2013), del mismo modo cabe citar el artículo 52 de la Ley General de Bancos, de la obligación de informar por escrito a sus clientes las condiciones financieras. Por supuesto, lo ideal sería que los servicios bancarios en general, contengan las reglas muy claras sobre su aplicación, se debería demostrar interés mutuo desde la ventanilla obteniendo una negociación libre, para poder ser reflejados en los instrumentos contractuales pertinentes, de tal manera se crea una relación armoniosa antes, durante y después de la celebración de un servicio, sin necesariamente tener que señalar culpables, ambas partes ejerciendo sus derechos y cumpliendo con sus obligaciones. En el caso del contrato que nos ocupa, como recientemente se ha expresado, el banco está en toda la obligación de detallar al cliente claramente a lo que se está enfrentando, para que posibilite al cliente la valoración para evitar una contratación sesgada. Como bien dice el Doctor Bonfati (1989) "Han sido los propios bancos los que se han interesado en armonizar su relación con los consumidores, formulando declaraciones de contenido ético referente a las buenas prácticas bancarias, en las cuales se procura generar un ámbito de mutua confianza y de buena fe en las relaciones banco-cliente al tiempo que se determinan principios rectores de claridad y transparencia 22 que deben regir la actividad, y evitar suspicacias y eventuales controversias entre las entidades y los consumidores". 2. Mecanismos de resguardo en los servicios financiero 2.1. Derechos y obligaciones de las personas usuarias de servicios financieros Queda claro que el tratamiento moderno que tienen los usuarios de servicios financieros se reviste de derechos en la Constitución Política y en las leyes de la materia, los cuales se instauran celosamente. No obstante, la importancia de este estudio radica en la necesidad de dejar claro que este es un compromiso tanto de sus derechos y como de sus obligaciones. Se procurará abarcar cuales son los medios de impugnación que disponen tanto los usuarios como las entidades bancarias ante las resoluciones dictadas por el ente regulador. Los derechos de los usuarios de los servicios financieros, están contemplados en el ordenamiento jurídico nicaragüense, específicamente en la Ley número 842 artículo 54 los cuales se procuraran resumir a continuación: Los consumidores tienen derecho a ser informados de forma clara, completa, oportuna y adecuada sobre los alcances y consecuencias de los servicios financieros a ser contratados y los cambios de las condiciones previamente pactadas; a seleccionar cualquiera de el o los productos o servicios financieros que brinden las instituciones financieras; a ser notificados por parte de la entidad financiera de forma verificable, de la decisión negativa emitida por parte de la entidad respecto a la contratación del producto o servicio financiero solicitado de previo por el usuario; a ser atendidos oportuna y diligentemente en el caso de reclamos, denuncias o consultas interpuestas; a ser notificados de forma verificable sobre el estado del trámite y la resolución final de su queja, denuncia, reclamo o consulta; y a recibir un trato adecuado ante cualquier consulta, contratación o reclamo 23 referente a los servicios financieros. Todo esto aparejado a los derechos que la Constitución Política le confiere a los consumidores. Un vez desplegados las diversas expresiones que traen consigo los consumidores financieros, vale la pena destacar el derecho a la libertad de empresa reconocido a favor de los empresarios en este caso al Banco como intermediario y prestador de servicios, aún más cuando el derecho aludido en el presente párrafo, se vislumbra dentro de nuestro ordenamiento jurídico, con rango constitucional. No deja de ser ajeno a la verdad, que al menos en Nicaragua, ha levantado muy poco interés al reconocimiento de las responsabilidades mutuas, específicamente un tema muy poco abordado son las obligaciones del usuario financiero, pero necesario de dirimir, difundir, pues no solo es necesario resolver, sino divulgarlo. Las personas usuarias de servicios financieros tienen las siguientes obligaciones (art. 55): Deberán los usuarios leer de previamente el contrato a suscribir con la entidad prestadora del servicio financiero a contratar; solicitar de previo cualquier aclaración que precise en cuanto al producto financiero a contratar; actualizar cualquier cambio a su información brindada a la entidad con que ha contratado cualquier servicio financiero; firmar cada documento de autorización, ampliación de información o demás derivados del producto o servicio financiero que ha contratado; en caso de reclamo o impugnación de cargos deberá agotar la vía en primera instancia, ante la entidad prestadora de servicios financieros y de no considerar la resolución emitida por la entidad satisfactoria o a falta de respuesta de la misma, podrá recurrir ante el ente regulador del servicio financiero contratado; y a cumplir con la obligación adquirida en estricto apego a las estipulaciones pactadas en el contrato suscrito, incluyendo pagar lo adeudado en el tiempo, modo y condiciones establecidas en el convenio o contrato respectivo. 24 Cabe citar que en entrevista en la oficina de atención a reclamos de Banpro, señalan que los consumidores pasan desapercibido sus obligaciones sobre todo no agotan instancias, expresaron que solo el sesenta por ciento agota la vía en primera instancia, ante la entidad prestadora de servicios financieros según expresan el cuarenta por ciento de los reclamos son interpuestos directamente al ente regulador en este caso la Superintendencia de Bancos. La Superintendencia en la práctica considera que su facultad es intervenir en cualquier momento del proceso o servicio, por lo tanto esto les permite recibir todos los casos sin mayores alegatos. 2.2. Breves antecedentes de los reclamos en el sistema financiero Lo más novedoso que recoge la promulgación de la Ley 842, es la creación de la Dirección de Atención a las Personas Usuarias de Servicios Financieros (art. 57) la que opera como una instancia administrativa de la Superintendencia de Bancos y de Otras Instituciones Financieras, encargada de conocer, indagar y tramitar todo tipo de reclamos y recursos que interpongan las personas usuarios de servicios financieros en contra de las entidades financieras supervisadas y reguladas por la SIBOIF; La solo apertura del sistema de gestión de reclamos que va respondiendo a las necesidades del mercado financiero del país y sus actores (prestadores de servicios financieros y sus usuarios) obtiene un auge significativo. Una de los grandes avances a raíz de la creación de la Dirección de Atención a Usuarios de Servicios Financieros, es dar apoyo en el proceso de ajustes y adecuación a las entidades supervisadas, para la creación de sus Oficinas de Atención a Reclamos, así como también ha logrado desarrollar canales de comunicación directa con los usuarios de servicios financieros, oficinas especializadas para atención a reclamos, consultas, etc. A la fecha, la Dirección de Atención a Usuarios de Servicios Financieros es, el área encargada de atender y tramitar los reclamos derivados de los usuarios de servicios financieros y está a cargo 25 de proponer al Superintendente, para su consideración, resoluciones para cada uno de estos casos, en apego y observancia a nuestros preceptos legales y normativos vigentes a la fecha. Cabe destacar, que los servicios financieros se modernizan aún más con el uso de la tecnología como medio para interponer un reclamo, el derecho ha conseguido modernizarse acorde a la realidad que nos exige mayor efectividad y celeridad, este nuevo medio es utilizado por las instituciones bancarias para que los usuarios puedan interponer sus reclamos (agotando la primera vía) desde sus computadoras, ya sea por los formularios que las mismas brindan en sus páginas web, por correo electrónico o por medio de las redes sociales, la tecnología está siendo aprovechada para optimizar principalmente la innovación de los servicios financieros, la SIBOIF del mismo modo brinda un enlace en su página web para que los usuarios hagan uso de sus derechos de reclamar, donde por el mismo medio electrónico se les responde con la asignación del número de caso, para que de forma expedita de hacer llegar su caso y agilizar y optimizar el tiempo de respuesta. Después de la entrada en vigencia de la Ley 842 se comienzan a contabilizar los reclamos atendidos por esta dirección, mismos que son ofrecidos públicamente en los Informes de Gestión que pública la Superintendencia 2014, 2015 año con año; Sin señalar entidades bancarias a manera general, "durante el año 2014 fueron atendidos 942 reclamos, que se distribuyen de la forma siguiente: 519 fueron por comunicación física; 213, comunicación electrónica; 47, atención presencial y 163, atención telefónica y electrónica. Las estadísticas que nos brinda la SIBOIF sobre los reclamos atendidos a través de la Dirección de Atención a Usuarios de Servicios Financieros superan los mil reclamos durante el año 2015 fueron 1,193, vía correos electrónicos 324, 480 consultas telefónicas, 248 solicitudes vía comunicaciones escritas, 28 atenciones presenciales y 113 consultas electrónicas; Reclamos de clientes asociados en su mayoría a préstamos de consumo y de tarjetas de crédito en la reconstrucción de saldos de préstamos y recalculo de intereses corrientes y moratorios" (SIBOIF, 2015). Será necesario hacer un análisis sobre estas estadísticas, en vista que se considera que no por tener derecho a reclamar se tenga la razón, desde la perspectiva que no todos los casos que son 26 llevados hasta la Superintendencia tienen fundamento real para que se inicie un procedimiento administrativo, es necesario realizarnos objetivamente la pregunta de ¿Cuántos reclamos realmente tienen el derecho de acción ante la causa que defienden? En una de las oficinas de atención a usuarios se planteo esta interrogante y ellos alegaron que a sabiendas de que el caso no merita ser llevado a la vía administrativa o hasta el ente regulador, ellos como banco no pueden dejar de iniciar el proceso, porque la ley es clara cuando dice que deberán contestar todos los reclamos que les sean presentados, por cualquiera de los medios antes expuestos, esto en base al artículo 49 de la Norma de Trasparencia de las Operaciones financieras que literalmente dice: "Sin que tenga carácter limitativo se considera susceptible de reclamo cualquier hecho en que un cliente considere que se han violentado en su perjuicio, los términos del contrato suscrito, o que han sido vulnerados sus derechos. La institución financiera deberá entregar un número de identificación del reclamo". Lo que interesa aquí es conocer el grado de aceptación de tales informes por las entidades de crédito, esto es, en qué medida han admitido la inadecuación de sus políticas y actuaciones a la normativa sobre transparencia y protección de los consumidores o a las buenas prácticas y usos bancarios. La normativa deja a la consideración y nivel de apreciación del cliente la interposición de cualquier reclamo según ellos consideren, dejando en la obligación al banco de responder, consecuentemente podemos obviar que no se podrán conocer las estadísticas reales de cuántos de esos reclamos son casos efectivos; si de algo estamos claros es de que no siempre se tiene la razón, por lo tanto debemos saber ejercer nuestros derechos y hacer buen uso de los mecanismos que nos brinda el legislador objetivamente, para no desaprovechar esa tutela jurídica por no saber ejercitar el recurso jurídico para el reclamo. Podemos retomar como ejemplo cuando "penosamente se reclama utilizando la frase “el banco no me informó” de cierta circunstancia" (Hidalgo,2009, p.79), no es razón suficiente para interponer un reclamo, en virtud a una de las obligaciones principales del consumidor era leer el contrato y realizar las consultas necesarias del contrato a celebrarse. 27 Estando consientes de la ventaja de tener un órgano de control como la Superintendencia de Bancos y otras instituciones financieras, encargada de regular el dinamismo financiero en virtud de las necesidades nacientes, y además conferirle la imparcialidad en la función administrativa y la independencia de la administración de justicia, a nuestro juicio, dotar de fuerza vinculante los pronunciamientos emitidos por estos organismos es una garantía de su efectividad, no obstante en concordancia con las facultades delegadas sería conveniente que la Superintendencia realizara estudios más exhaustivos de los reclamos que se le presentan. En este sentido, una manera de explicar los resultados de esta institución nos permite comprender mejor el procedimiento y el funcionamiento de estos mecanismos de reparación. 2.3. Procedimiento administrativo para el trámite de reclamo Este trámite se caracteriza por la flexibilidad en las vías de reclamación. Aunque es un procedimiento menos formalista que el judicial o el arbitral, no por ello se desconoce de ciertos requerimientos para su correcta tramitación, como por ejemplo se debe cumplir con el principio de escritura, se pueden interponer dicha reclamación tanto por escrito, como por vía telefónica y electrónica. Con el propósito de facilitar la identificación de los datos relevantes que deben ser aportados para la investigación del suceso, también en esta fase se han elaborado y puesto a disposición del público una serie de formularios breves, pero que recogen las preguntas claves a través de las que se obtiene la información relevante del caso. En aras de conocer el procedimiento administrativo para interponer un reclamo ante la institución bancaria y la Superintendencia, se procurará hacer una síntesis de los artículos 49 Y 50 de capítulo XIII de la Norma de Transparencia en las operaciones financieras, en base a la secuencia que se deben agotar los mismos: 28 La Superintendencia manda a las instituciones a contar con áreas debidamente identificadas para atender los reclamos de sus clientes; de hecho, cada banco posee sucursales especializadas para la atención de reclamos que interponen los usuarios de servicios financiaros. El reclamo debe efectuarse utilizando los formularios preestablecidos por la institución, los que obligatoriamente deben ser remitidos físicamente al cliente, o por medios electrónicos, en su caso, debiendo anexar los documentos que sustenten el reclamo y contribuyan a la investigación y solución del mismo. Cada banco posee un link en sus páginas web para poder acceder a los formularios para la interposición de reclamos. Los clientes podrán presentar sus reclamos en un período no mayor de 30 días calendario, contados a partir del momento en que se produce el hecho que genera la reclamación, y las instituciones financieras deberán responder los reclamos que le sean presentadas, dentro del plazo máximo de 30 días calendarios, contados a partir de la fecha de recepción de la misma. Una vez transcurridos estos plazos sin que la institución haya respondido o si la respuesta no satisface a criterio del cliente el requerimiento, éste dispondrá del plazo de 30 días calendarios, contados a partir de la fecha de recepción de la respuesta, o del plazo en que debió haber recibido la respuesta, para presentar de manera escrita su queja ante la Superintendencia. El Superintendente dictará la resolución razonada que corresponda dentro de un plazo de treinta (30) días hábiles contados a partir del momento de haber obtenido toda la información indispensable para emitir la resolución. Se exceptúan de este procedimiento los reclamos de tarjetas de crédito, los cuales se tramitarán conforme a lo establecido en la normativa especial que regula esta materia12. En conclusión la primera vía agotar es ante la institución bancaria que ha brindado los servicios, ya sea por los medios electrónicos como antes se ha expuesto, la página web, correos del banco y 12 Norma para las operaciones de tarjetas de crédito dictada por el Consejo Directivo de la superintendencia de Bancos y de Otras Instituciones Financieras, Resolución N° CD-SIBOIF-629-4MAY26-2010 de fecha 26 de mayo de 2010, publicada en La Gaceta, Diario Oficial Nº 198 del 12 de octubre de 2006. 29 las redes sociales, en caso de que se presenten los reclamos de manera física se deberán abordar en las oficinas especializadas de atención a usuarios de servicios financieros que cuenta cada banco, posteriormente el banco procederá a brindarle un número de reclamo y responderá conforme ley, en caso de no quedar conforme o no haber obtenido una respuesta de parte del banco, se procederá a interponer el reclamo ante la Superintendencia de Bancos y se contarán siempre los plazos que recientemente se han desarrollado. 2.3.1. Efectos jurídicos de la presentación del reclamo La presentación de un reclamo ante cualquier institución financiera y posteriormente ante la Superintendencia de bancos da apertura al procedimiento administrativo. Una vez presentada la reclamación la Superintendencia, éste debe comprobar que no concurre ninguna causa de inadmisión prevista en la Normativa de Transparencia, en concreto, en su artículo 50. En este sentido, las primeras causas de inadmisión derivan de la propia naturaleza de interposición del mismo, puesto que la formulación de las reclamaciones ante las instituciones financieras de previo, constituyen requisito indispensable para su presentación ante SIBOIF . En efecto, las reclamaciones serán inadmitidas cuando no se acredite fehacientemente haberlas formulado previamente al departamento de Atención a usuarios de servicios financieros, en su caso, por los medios antes expuestos. Asimismo, cabe la inadmisión de la reclamación por las en caso de presentar un reclamo previamente ante el tribunal judicial, asumiendo que no pretendía agotar la vía administrativa (posteriori), que no sea presente que no sean realizados por el cliente titular del servicio o su representante legal, debidamente acreditado y presentados fuera del plazo. Consecuentemente, dicha presentación de reclamos ante el sistema de atención al cliente, suspenderá la prescripción de las acciones a que pudieren dar lugar tal como lo expresa la Normativa de Transparencia Resolución N° CD-SIBOIF-796-1-AGOST30-2013 La Gaceta, Diario Oficial número 178 (Art. 47.3). La tramitación de la reclamación por esta vía se entiende 30 sin perjuicio de las acciones que le asisten para hacer valer sus derechos y de los plazos y cauces para su ejercicio. En el caso de las tarjetas de crédito se dispone que el emisor no podrá impedir ni dificultar de ninguna manera el uso de la tarjeta de crédito dentro del límite de crédito autorizado, entendiéndose que el monto impugnado formará parte de dicho límite mientras no sea resuelta la impugnación (Art. 29 inc. a) Resolución N° CD-SIBOIF-629-4-MAY26-2010 publicada en La Gaceta, Diario Oficial Nº 198 del 12 de octubre de 2006. En estos casos el cliente podrá aportar como prueba o comprobante el acuse de recibo expedido por tales instancias tras la presentación de la reclamación, así como la decisión final emitida por la entidad que ahora se recurre para su revisión por un organismo externo. Admitida la reclamación, queja o consulta, se procede a su tramitación por la Superintendencia de Bancos. Una vez transcurridos todos los plazos para responder se obtiene la opinión de la Institución reguladora, donde se analizará el posible quebrantamiento de la normativa de transparencia, o de las buenas prácticas y usos bancarios. Asimismo, deberá recogerse la ratio decidendi13 de la SIBOIF en la elaboración del pronunciamiento final, especificando las observaciones recogidas durante la fase de investigación en el marco de la tramitación del expediente. Se concluye la reclamación, determinando la existencia de una vulneración de la normativa y los argumentos o hecho principales en los que se fundamenta. Pronunciamiento que podrá ser a favor de las pretensiones del cliente interesado o del banco en litigio. En caso de incumplimiento por parte de la institución financiera se le podrá imponer multas en virtud del título VI de la LGB a partir del artículo 159 en delante o artículo 25 de la Ley 316. 13 Significa literalmente en español "razón para decidir" o "razón suficiente". 31 Con todo, se trata de un procedimiento sencillo y rápido por cuanto su duración no excede de los cuatro meses, pero en el que tanto los clientes reclamantes como las entidades de crédito desempeñan un papel activo dentro del proceso. El expediente de reclamación finalizará si ambas partes muestran su conformidad con esta decisión, de lo contrario, se podrá elevar la reclamación al trámite de un recurso administrativo ante las resolución dictada. 2.4. Recursos administrativos en contra de las resoluciones emanadas de la SIBOIF En caso de no estar conformes con la resolución dictada por el Superintendente, se podrá abocar a la reforma de la Ley de la Superintendencia de bancos, misma que nos expone sobre los recursos administrativos en el artículo 20: cabrá el recurso de revisión dentro del término de los diez días hábiles a partir de la fecha de notificación. Además, se estipula que cabrá recurso de apelación en contra de las resoluciones dictadas por el Superintendente respecto al recurso de revisión, serán apelables ante el Consejo Directivo, el término para interponer esta apelación será de cinco días hábiles a partir de la notificación. Este recurso se tramitará en el efecto devolutivo14. En la reforma previa cabría solo el recurso de reposición dentro el término de cinco días, cuestión que ya no es aplicable en virtud de la reforma de la Ley 55215. Además se deber retomar los aspectos que aborda la Norma de tramitación de recursos administrativos16, misma que nos expone como establecer los procedimientos para la tramitación de los recursos de revisión y de apelación en contra de las resoluciones dictadas por el Superintendente. A diferencia de la Ley 316, esta normativa se manifiesta sobre los procedimientos mediante los cuales resolverán, en el caso del recurso de revisión el Superintendente, mediante resolución razonada, se pronunciará sobre el recurso de revisión dentro de un plazo no mayor de quince días hábiles contados a partir del siguiente día hábil al de la presentación del recurso. 14 Efecto devolutivo: "No se suspende lo resuelto". Ley 552, La Gaceta, Diario Oficial número 169 del agosto del 2005 16 Norma de tramitación de recursos administrativos, Resolución CD.SIBOIF-454-1-NOV28-2006. 15 32 En el caso de tramitación del Recurso de Apelación será tramitado en el efecto devolutivo. El Secretario del Consejo Directivo de la Superintendencia en un plazo de 48 horas hábiles posteriores a la recepción del recurso, remitirá copia de éste y de la resolución recurrida a cada uno de los miembros del Consejo Directivo. El Superintendente presentará al Consejo Directivo dentro de los siete días hábiles posteriores a dicha remisión, los alegatos que considere necesarios acerca de la resolución recurrida, así como también solicitar se declare la improcedencia del recurso. Una vez analizados los argumentos expuestos por ambas partes, el Consejo Directivo, mediante resolución razonada, se pronunciará sobre el recurso de apelación dentro de un plazo no mayor de treinta días hábiles contados a partir del siguiente día hábil al de la presentación del recurso de apelación. El Consejo Directivo dentro del término antes señalado podrá dar audiencia a las partes para que aleguen lo que tengan a bien. Con la resolución que emita el Consejo Directivo se agota la vía administrativa. Agotada la misma es plausible esbozar un aspecto que en ningún caso podrá contener la resolución, con independencia del sentido del dictamen, respecto a una apreciación de los daños y perjuicios que el cliente haya podido sufrir a causa del procedimiento administrativo, puesto que es competencia exclusiva de los Tribunales de justicia. En caso de querer recurrir judicialmente a tal fin, el cliente deberá recurrir a la vía judicial aportando este informe como prueba documental de fuerza. No obstante, si bien estamos ante un informe elaborado por un experto en la materia, el juez o tribunal competente no quedará vinculado por el contenido del mismo, pues los criterios seguidos por la SIBOIF no coinciden con los aplicados por los tribunales de justicia, abarcando códigos de buenas prácticas y usos bancarios que, matizan el contenido de la resolución. En las salas de justicia se requerirá apoyo de perito o de la misma Superintendencia para poder esclarecer los aspectos técnicos que contenga el dictamen o resolución del ente administrativo, con el objetivo de poder reivindicar al cliente en caso de verse afectado a tal punto de requerir de la vía judicial por daños y perjuicios. Cabe destacar que en Nicaragua no hemos tenido ningún caso similar. 33 3. Los servicios financieros ante el nuevo Código Procesal Civil de Nicaragua CPCN 3.1. Código Procesal Civil de Nicaragua Nicaragua ha ingresado en los últimos años a un proceso de modificación y actualización de su normativa procesal a partir de la aprobación del Código Procesal Civil, número 902 en Managua el día viernes nueve de octubre de dos mil quince en La Gaceta número 19, una vez cumplida la vacatio legis el presente Código Procesal Civil de la República de Nicaragua entrará en vigencia doce meses después de su publicación en La Gaceta, es decir entrará en vigencia el próximo octubre de dos mil dieciséis. En este proceso de transformación normativa se busca iniciar el proceso judicial oral, como el medio más idóneo para alcanzar la justicia y la equidad para las partes cuando éstas solicitan a los jueces la tutela judicial efectiva a la que tienen derecho y que es la razón de ser de los tribunales de justicia y al juez como el sujeto de primer orden que dirige todo este andamiaje en búsqueda del valor supremo que es la justicia y no como un repetidor de fórmulas y ritos que se repiten a diario en los juzgados del país y que hacen que la justicia cada vez sea más inaccesible. Para hacer realidad este esfuerzo se ha visto conveniente y necesario formular un resumen que permita tratar los temas más sensibles, enfocado en los nuevos aspectos atinentes al presente tema investigativo. Es preciso reconocer que muchos de los aspectos a desarrollar fueron enriquecidos por el Maestro Roger Alfaro Cortéz, Juez Tercero de Ejecución y Sentencia Circunscripción Managua y experto en el nuevo Código Procesal Civil (09 de mayo, 5pm, 2016). El Código se divide en dos apartados y ocho libros: Disposiciones Preliminares y Principios; Libro Primero: Disposiciones Generales; Libro Segundo: La Prueba; Libro Tercero: Medidas Cautelares; Libro Cuarto: De los Procesos Declarativos y Monitorios; Libro Quinto: De los Recursos: Libro Sexto: Ejecución Forzosa; Libro Séptimo: Actos de Jurisdicción Voluntaria y Libro Octavo: Disposiciones Finales, Adicionales, Reformatorias, Derogatorias, Transitorias y Vigencia. El nuevo Código Procesal Civil reduce de 2144 artículos que contiene el anterior a 887 artículos. 34 El Código Procesal Civil supone una innovación respecto del sistema procesal vigente, establece un nuevo modelo donde predomina la oralidad, llámese proceso mixto por audiencia tal como lo menciona la Magistrada Ileana Pérez17 en entrevista publicada en la página del poder judicial. 3.2. Resguardo de los servicios financieros ante el nuevo CPCN En definitiva el resguardo de los servicios financieros se perfeccionará con el nuevo CPCN, el nuevo proceso civil abandona el proceso escrito rogado y crea un modelo procesal dinámico, como anteriormente se expuso un nuevo tipo donde predomina la oralidad, llámese proceso mixto por audiencia, excepcionalmente se deja escrito la demanda, contestación y algún trámite incidental, esto traerá un cambio radical en cuanto al desarrollo del proceso, teniendo como base su simplificación. Es resguardo en los servicios financieros ahora será integral, se disminuirán las costas de los tediosos y complejos procesos judiciales del actual sistema, debido a que las audiencias orales exigen una preparación exhaustiva de lo que se pretenda abordar o dirimir en las audiencias, (no basta con lo expuesto en la demanda de manera escrita), lo cual requiere un mayor esfuerzo por parte de los abogados al plantear las pretensiones; claramente el legislador estaba consciente de las praxis de algunos colegas que acostumbran retardar el juicio con mala fe. Por otro lado, las instituciones bancarias también se benefician del nuevo proceso civil, debido a que dicho dinamismo permitirá que la cartera que se pretenda recuperar judicialmente se ejecute con mucha más agilidad y no se engaveten tantos juicios por años, todo esto se respalda en el derecho a una tutela judicial efectiva, principio que prima para que todas las personas tengan acceso a un sistema judicial y a obtener una resolución motivada, el CPCN promueve que la administración de justicia sea más expedita y eficiente, pronta y cumplida, para los usuarios de la justicia en Nicaragua, además se ajusta a la demanda, anhelo y necesidad social de una justicia civil nueva, caracterizada por la efectividad, lo que significa, la satisfacción completa de las 17 Magistrada Ileana del Rosario Pérez López, Presidenta de la Corte Suprema de Justicia Nicaragua. 35 garantías procesales. Pero a la vez, constituye una respuesta judicial pronta, que posibilite la transformación real de nuestro sistema judicial, una resolución eficaz y justa con capacidad de producir transformaciones reales, el nuevo sistema nos permite dejar en igualdad de circunstancias a las partes. Otra de las grandes ventajas del nuevo código es que se evita la dispersión de la regulación, en la medida de lo posible se agrupan las instancias procesales, se simplifican las formas de claridad las distintas vías de ejecución y sus correspondientes mecanismos y requisitos de procedibilidad, lo que resulta más viable en la práctica. En un estudio de la Corte Suprema de Justicia (2012), acertadamente expone que "esta etapa de la modernización normativa en Nicaragua, y particularmente ante la necesidad de seguridad del crédito que requieren las instituciones bancarias, resulta apropiado que toda ejecución sea tramitada bajo las mismas formas, de tal manera que el deudor obligado tenga claro cuáles son las reglas del juego si no cumple voluntariamente con la obligación contraída, si esta es obviamente exigible. En el Código se deja claramente expuesto que lo que se persigue es la completa satisfacción del ejecutante, lo cual no puede entenderse como sinónimo de exterminio del ejecutado para lo cual se han arbitrado una serie de mecanismos más equitativos de enajenación de los bienes del ejecutado que hacen que la ejecución, efectivamente sea compatible con los demás derechos del deudor, con lo cual se confirma el espíritu garantista de este Código respecto a los derechos de las partes o intervinientes en los procesos". Siguiendo nuestro análisis dentro del esquema de los privilegios bancarios, el nuevo CPCN reforma los artículos 59 y 62 de la Ley número 561, General de Bancos, Instituciones Financieras no bancarias y grupos financieros, los que se leerán así: "Artículo 59 Privilegios de las obligaciones a favor de los bancos" (2015). Los privilegios bancarios es un tema bastante amplio y se debería hacer un estudio individual mediante el cual pueda analizarse uno a uno, no obstante no nos podemos diluir del objeto del presente trabajo, se procurará a medida de lo posible abordar un poco el cambio que tenemos en la nueva legislación. 36 Estas normas de excepción establecidas a favor de los bancos y otras instituciones están orientados a que dichas instituciones logren recuperar el crédito otorgado a sus clientes, de modo que están referidos a que la mora se producirá por el solo hecho del vencimiento del plazo estipulado, sin necesidad de requerimiento de ninguna especie, se continúa considerando en dichos privilegios que los fiadores responderán solidariamente a la fianza, la prenda, los requerimientos de pago, entre otros asuntos. El artículo seis del acápite reformado es de los pocos artículos que no debieron incluirse, debido a que se establece que la cesión de derechos que realice un banco se considerará como perfecta sin necesidad de notificarla al deudor, se puede determinar que dicha cesión es una prerrogativa dispuesta unilateralmente por la institución financiera, sin el consentimiento del cliente, el derecho a la información del consumidor financiero debe activarse en una relación definida, este servicio debe sujetarse a la ley respectiva. Uno de los puntos más importantes a tocar en el CPCN es la mediación previa a los procesos judiciales, se constituirá como un presupuesto procesal a la iniciación de los procesos, deberán acudir a la Dirección de Resolución Alterna de Conflictos o a un centro de mediación autorizado y supervisado por dicha dirección, a procurar resolver el conflicto a fin de propiciar una cultura de paz en las personas, de autodeterminación, es decir, de un ejercicio pleno de sus capacidades para resolver por sí mismas sus conflictos. "Ya no será de carácter intraprocesal sino extraprocesal, por lo que serán personas ajenas al proceso quienes faciliten la mediación." (C.S.J., 2012) Es importante destacar que de no cumplirse con el trámite de mediación, no se admitirá a trámite la demanda, aunque se cumpla con los requisitos y presupuestos que exijan el CPCN. Es así como recaemos analizar en el último privilegio bancario, el mediar no será un requisito para los bancos según la reforma a los artículos 59 y 62 de la Ley número 561, incisos 16, "En las acciones ejecutivas que intenten los bancos no será necesario efectuar el trámite de mediación al que se refiere el artículo 94 de la Ley número 261, Ley Orgánica del Poder Judicial" (2015). Si bien es cierto, es un privilegio del que ya se gozaba, no obstante, cabe señalar que en este caso las acciones ejecutivas que lleven a cabo los bancos serán la excepción a la regla. Para finalizar es 37 útil retomar que el CPCN nos brinda herramientas más ágiles para tramitar los procesos ejecutivos a todos por igual, aunque en los bancos existan privilegios. 38 Conclusiones Se han extraído una serie de conclusiones a partir de las múltiples razones que desembocan la necesidad de acudir de las acciones de resguardo de los servicios financieros, por medio del presente paper se responde a la evidente transcendencia que conlleva para todos el buen uso de los mismos, en virtud de que el derecho de reclamar es macro, es decir nos compete a todos y todas: En definitiva se pudo percibir que en la actualidad los servicios financieros se encuentran envestidos en un marco regulado desde la Constitución Política, las leyes especiales y las normativas prudenciales. La Ley 842 nos brinda conceptos más claros y un capítulo especial que aborda los servicios financieros, por otro lado las normativas de la Superintendencia brindan los procedimientos para la aplicación de los mecanismos de resguardo de los servicios financieros, no podemos negar que hay claridad y transparencia en cómo aplicar dichas normativas, en la mayoría de los casos, al menos teóricamente hablando. La tutela al consumidor no se agota con una sola ley, ni tampoco con ella la regulación de la actividad, sino que esta actividad se encuentra sometida a un conjunto de normas prudenciales; sin temor a equivocarnos podemos afirmar que la Superintendencia ha procurado abordar a través de normativas todo aquello que por las leyes se encuentra descubierto. A nuestro juicio, dotar de fuerza vinculante los pronunciamientos emitidos por la SIBOIF es una garantía de su efectividad, no obstante, no se están realizando dictámenes integrales sobre las acciones de resguardo de los servicios financieros, es decir no se están efectuando investigaciones profundas y completas de los reclamos, cuestión que no debería estar ocurriendo en virtud de que esta no es una decisión provisional, sino una definitiva. 39 Como resultado de entrevistas y estadísticas de informes sobre los reclamos interpuestos en los años 2014 y 2015 se determina que los usuarios tienen una pobre comprensión de las acciones de resguardo de los servicios financieros, sobre todo de los procedimientos a seguir para la interposición de reclamos, las entrevistas señalan que los consumidores pasan desapercibido las instancias que se deben agotar. La solo apertura del sistema de gestión de reclamos responde a las necesidades del mercado financiero del país y sus actores, esto alcanza un auge significativo, ya que abre canales de comunicación directa con los usuarios de servicios financieros, oficinas especializadas para atención a reclamos y consulta, no obstante, se detecta un detrimento en el sistema con los aumentos en las cifras de reclamos cada año, situación que debería ir en descenso luego de la creación de la Dirección de Atención a Usuarios de Servicios Financieros. La tecnología está siendo aprovechada para optimizar principalmente la innovación de los servicios financieros y su efectividad. El sistema ha sabido adaptarse a la realidad que exige mayor efectividad y celeridad en los procedimientos, exhortados a modernizarse con el uso de la tecnología para interposición de reclamos, las instituciones bancarias proporcionan formularios en sus páginas web, atienden reclamos por correo electrónico o por las redes sociales. Del mismo modo, la SIBOIF también proporciona formularios en su página web para facilitar el acceso a los usuarios. Es innegable que la futura aprobación del nuevo CPCN, contribuirá el nuevo proceso civil dinámico, evitará la dispersión de la regulación, en la medida de lo posible se agrupan las instancias procesales, se simplifican las formas las distintas vías de ejecución y sus correspondientes mecanismos y requisitos de procedibilidad, lo que resulta más viable en la práctica, amparando que la administración de justicia sea más expedita y eficiente, pronta y cumplida, para los usuarios de la justicia en Nicaragua, además se ajusta a la 40 demanda, anhelo y necesidad social de una justicia civil nueva, caracterizada por la efectividad, lo que significa, la satisfacción completa de las garantías procesales. 41 Recomendaciones Mejorar la promoción y fortalecimiento de una educación financiera a todos los usuarios y colaboradores de los servicios financieros de Nicaragua, obligación que debe ser asumida tanto por los entes reguladores, especialmente que se dediquen de forma beligerante a profundizar en la educación de los consumidores con el fin de que estos se apropien de las disposiciones de las normas en materia de consumo sobre sus derechos y obligaciones, con mayor presencia a nivel nacional. Conferirle la imparcialidad a la Superintendencia en la función administrativa y la independencia de la administración de justicia. Uno de los mecanismos para poder restituirle independencia a la SIBOIF es la división de funciones de designación y salida entre varias autoridades ( Presidencia y la Asamblea Nacional). La Superintendencia debería realizar estudios más exhaustivos de las cláusulas y contratos de adhesión que aprueba, así como reclamos que se le presentan, con toda la información recabada, analizar los hechos alegados y la documentación justificativa para formarse un juicio razonable sobre lo sucedido y poder así elaborar las propuestas de resolución. Sería conveniente se concentraran todas las circulares de la Superintendencia, para evitar dispersar la regulación del ordenamiento jurídico de los servicios financieros y no seguir llenando las brechas legales por medio de las circulares. La mediación debería ser un requisito para las instituciones bancarias, ya que hay casos que pueden resolverse por medio de esta medida alterna antes de empezar un juicio. 42 Lista de referencias Alfaro, R. (Comunicación personal, 09 de mayo de 2016). Explica novedades del CPCN. Managua, Nicaragua. Asamblea Nacional, (2015). Ley N°. 902 Código Procesal Civil de la República de Nicaragua. Publicado en La Gaceta Diario Oficial número 901 del 9 de octubre de 2015. Nicaragua. Asamblea Nacional, (2013). Decreto número 36-2013. Reglamento de la Ley número 842, Ley de Protección de los Derechos de las Personas Consumidoras y Usuarias. Publicada en La Gaceta Diario Oficial número 192, del 10 de octubre del 2013. Nicaragua. Asamblea Nacional, (2014). Constitución Política de la República de Nicaragua. Publicada en La Gaceta Diario Oficial número 32 del 18 de febrero del 2014. Nicaragua. Blanch, 2da. ed. Blossiers, Mazzini, J. (2001) Introducción al Derecho Bancario Peruano. 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