Subido por Ana Cristina Lomeli Velazco

¿cómo veo el futuro del arte? reflexión 2020

Anuncio
Hace poco una persona cercana a mí preguntó ¿cómo ves el futuro del arte? A lo
cual le respondí inmediatamente que aún no tengo la respuesta ya que no llevo
mucho en el estudio a nivel superior de artes plásticas. Más adelante, pensándolo
profundamente según mis últimas experiencias, sí hallé la posibilidad de visualizar
un mañana no aislada de la sociedad sino contribuyendo con el arte como una
manera de regresar a nuestras raíces, recuperar la cultura y tradición indígena.
Lo que se discute con los jóvenes artistas ahora es la interdisciplinariedad en el
arte e identificar la problemática actual que surge de algo en común, salvaguardar
nuestro entorno natural. Una manera de comprender este acto es la dominación
de técnicas tradicionales de nuestra comunidad indígena porque en ellos
prevalece esa sabiduría ligada a la tierra fértil, su vegetación y fauna así como
menciona Pilar Soto en su tesis doctoral Arte, Ecológica y Consciencia
precisamente en su capítulo 3 Cuestiones entre arte y consciencia ecológica,
además nos pone en vista la razón por la que necesitamos regresar puesto que
alude que el sujeto contemporáneo quien se encuentra dentro del sistema
capitalista vive desconectado de esa sabiduría. Entonces al intento de
consciencia se recomienda tomar un respiro y salir del aula para preguntarnos
sobre lo que llegamos a percibir en nuestro alrededor para solucionarlo.
Así como el título del capítulo nos dice aún somos el mínimo para captar la
urgencia y se cuestiona el hecho de tener conciencia acerca de ello, pero lo
comenta, con claras razones, que hasta se mira como una patología por tener una
conciencia dormida. Esa afirmación, a mi parecer, no es acertada ya que se
aprecia como un daño cerebral con el que tenemos que lidiar toda nuestra vida;
sin intención alguna de suavizar nuestra falta al medio ambiente, me parece mejor
verlo como una atrofia que se puede recuperar con terapia para regresar a un
buen número (no a su totalidad) efectivo de actividad y así que nuevas
generaciones mantengan ese músculo funcionando constantemente. Supongamos
que la consulta terapéutica es el arte, que nos puede regresar a la práctica de
preparación de tierra y siembra de la flora local se podrá recuperar esa iluminación
que hoy necesitamos para mejorar.
Lo que se observa ante esta cuestión de despertar para tomar en cuenta esta
urgencia es que nuestro nacimiento ha sido como la de un pájaro que fue gestado
dentro de una jaula y creció ahí hasta que puede notar la capacidad de abrir sus
puertas para salir pero no sabe qué hacer porque nunca estuvo fuera, por lo que
nosotros nos encontramos sin ver por dónde empezar, sin embargo veo ese miso
hecho como el primer gran paso, es decir que despertamos desde que se
reconoce uno mismo frente a una situación u hecho físico del exterior, forma en la
que concuerdo con Tonia Raquejo, retomando las teorías de la mente bicameral
de Julian Jaynes, nombrando aquello como el “yo analógico”. Esa capacidad de la
mente y en la existencia de ese espacio analógico donde se alberga el “yo
consciente”, podría significar que somos capaces de reconstruirnos interiormente,
siendo conscientes del exterior.
Incluso Pilar resalta sobre lo que Arne Naess en 1995 denomina como “yo
ecológico” que se trata ante el desarrollo del individuo vinculado con una
progresiva identificación con todos los seres vivos. Alude que las fronteras del “yo”
se expanden al experimentar la unión íntima a un lugar, a un paisaje y a la
singularidad y diversidad de formas vivas de la naturaleza. El sentido de la
pertencia a un entorno y su naturaleza, así como las experiencias que vivamos
con ambos, hacen recuperar la empatía, esta respuesta afectiva a la percepción,
este razonamiento que pasa por la emoción de un sentimiento producido por lo
percibido.
Entonces hoy en día presenciamos conexiones que nacen del egoísmo y del
egocentrismo de un “yo analógico” enraizado en la urbe y en una sociedad
industrializada, la cual anula a la naturaleza durmiendo nuestra consciencia y
alejándonos del “yo ecológico”. Por tanto, se propone que el arte puede ser ese
espejo que interviene entre el reflejo y lo reflejado, entre el interior y el exterior,
entre individuo y naturaleza, y que el campo simbólico susceptible en desarrollar
con la creación artística tiene un poder relevante en cuanto a su capacidad directa
de llegar al consciente o inconsciente individual y colectivo.
El otro capítulo de interés fue el 5 donde se observa un ejemplo sobre accionar
artísticamente de Joseph Beuys, quien usó estrategias de denuncia como un claro
activismo ecológico en el arte, sus ideas y obra que nos sirven actualmente para
entender porqué ahora un huerto también puede ser arte. Es ahí donde encontré
una gran fascinación y maravilla, además de interés, de formas para revivir y
pintar la ciudad de colores verdes que resulta ser la intervención de un espacio
público infértil o destruido por la urbanización. Bien he podido presenciar, por
ejemplo, en la exposición de la XXI Bienal de Artes Plásticas de Baja California
que había una pieza con mención honorífica del artista Cesar Noyola (del cual no
recuerdo el nombre) donde era tierra, troncos carbonizados, cartón, pluma de
algún ave, papel, entre otros elementos orgánicos, que tal pieza me llamó la
atención porque eso no se espera dentro de una exposición institucional y mucho
menos para que obtenga una mención honorífica. De ahí veo el apoyo y
valorización de encontrar arte en la utilización de ese material que fácilmente se
puede presentar en la calle por lo que me anima a realizar lo que tengo en mente.
Dicho sea de paso, veo que la situación actual medioambiental en la que me
encuentro es bastante preocupante, pues todo lo que nos ha pasado ahora, no
solamente se trata de una pandemia, no solo se trata de una crisis económica sino
también de un descontrol en nuestra manera de tratar a nuestra madre tierra,
como fue el acontecimiento del 10 de abril ante un gran incendio forestal
incontrolable que se acercaba al corazón de las plantas nucleares de Chernobyl
(lugar donde ocurrió un accidente en 1986) que llegó a 2 kilómetros antes cuando
apareció una lluvia que lo detuvo. Todo esto quiere decir que se nos juntó toda
problemática habidas y por haber que afecta al mundo entero. Veo que nuestras
urgencias deben ser solucionadas de manera colectiva como depende de nosotros
que nuestra contingencia no se prolongue y sigamos con nuestras actividades
fuera de casa.
Descargar