La colmena, Camilo José Cela. Ramón Maello. Ramón Maello se introduce en la obra entre los primeros personajes presentados. De entrada no se menciona su nombre, pero se encuentra entre los clientes del café de Doña Rosa. Se presenta como un joven melenudo y pálido que escribe poemas. De las cinco veces que aparece en la obra, las tres primeras son la misma tarde en el café, todas en el capítulo primero. Vuelve a aparecer dos veces en el capítulo quinto, la primera a la hora de la comida en la casa familiar, donde explica a sus padres la nostalgia que siente hacia las tiendecitas con nombres como “Trini”. La última aparición en la obra tiene lugar de modo no presencial, ya que nunca llega a presentarse el personaje en escena, sino que queda mentado por Don Ricardo y Maribel, con quienes había quedado. Todas las apariciones de Ramón ocurren durante el día, en contraposición a otros personajes de la novela, que alternan entre el día y la noche, o que solamente se dejan ver por la noche. Ramón vive todavía en la casa familiar por motivos de salud, tan delicada que «el haberse marchado de casa le hubiera costado la vida» (266)1. Tiene una mala relación con su padre, pero aun así le permite seguir viviendo con él. Se dice de él que no nada en la abundancia pero que tampoco pasa hambre, ya que «siempre se las arreglaba para andar con unas pesetas en el bolsillo» (266). Vive cerca de la mercería de Trini y está enamorado de ella. Se pasa los días «en la luna» (266) escribiendo un largo poema para el que, aunque no lo tiene terminado, ya ha hecho planes de edición y publicación. Sufre desmayos debidos a su enfermedad, aunque quizá exista también algo de desazón o de enfermizo numen que lo consume, que dificulta su ya de por sí febril existencia. A pesar del carácter conductista de la novela, que presenta a los personajes como a través de la lente de una cámara, el narrador, en tercera persona, como en el resto de la obra, aporta en Ramón datos subjetivos, internos, y no solo nos acerca la descripción de sus actos, sino que asistimos a lo que piensa, a lo que siente. Además, hace partícipe al lector del espíritu del joven poeta, de su proceso de escritura, de sus sueños, su enfermedad, del amor que siente, la nostalgia… El narrador accede incluso al conocimiento profundo de su ser cuando dice con claridad que Ramón es feliz, «aun sin 1 Todas las páginas anotadas se corresponden con la edición de: Jorge Urrutia, Camilo José Cela: «La colmena», Madrid, Cátedra, 1988, 2013. darse cuenta» (83). Esto brinda a la narración un tono omnisapiente, ya que conoce los verdaderos sentimientos del personaje a expensas del mismo. La prosopografía de Ramón es escueta, solo se dice que es joven, “melenudo” y pálido. En ese aspecto destaca la etopeya, en la que se aprecia lo comentado: su sensibilidad, y sobre todo su tendencia a la evasión, a dejarse influenciar por la inspiración, que aparece caracterizada como «una mariposa ciega y sorda, pero muy luminosa» (54). Las relaciones de Ramón van desde las impersonales con los demás clientes del café, que lo socorren cuando se desmaya y lo insultan por lo bajo (92); hasta las personales: no tiene una buena relación con el padre, que teme por el futuro de su hijo, al que ve disperso e incapaz de encargarse de sí mismo; por otro lado, aunque no se menciona la relación con la madre, cuando cancela la cita con Ricardo y Maribel aduciendo que su madre está enferma, se puede entender que por lo menos tiene una relación de cuidado, incluso de cariño, hacia ella. Con Don Ricardo tiene una relación de amistad, que solo se observa en las palabras del narrador, del que debemos fiarnos, ya que no hay constancia de ninguno de sus encuentros, y es este el que califica así su relación. Aunque es también el narrador quien dice que Ramón los invita a café y bollos suizos cuando se ven, lo cual, atendiendo al personaje de Ricardo, puede implicar cierto interés en su relación con Ramón. La relación con Trini no queda clara, no hay escenas de encuentro mutuo, si bien viven en el mismo barrio, no se explica la razón por la que Ramón está enamorado de ella. El personaje existe en la obra para representar diversos perfiles: el principal, mencionado por Jorge Urrutia en las notas a pie de página (54), sería para parodiar al poeta joven e inédito con una postura casi elitista. Por otro lado, pudiera ser también ejemplo de aquellos a quien el paso de la guerra y la dictadura no afectó en ningún grado, ni positivo ni negativo, hasta el punto de que se pueda permitir pensar únicamente en sus versos. Ramón Maello cobra relevancia en la obra en su papel como poeta de la vecindad, en lo que insiste mucho la novela. Teniendo en cuenta que la obra no tiene protagonista y que utiliza el modelo del protagonista colectivo, Ramón Maello cumple el papel de poeta del colectivo, del pueblo 2. Barrera López, J.M. Crítica estética (literaria) en “La Colmena” en La palabra en libertad: homenaje a Camilo José Cela, Vol. 2. 1991, 65-75. 2 Como retrato final del personaje, en la adaptación al cine de 1982 realizada por Mario Camus, y en la que aparece el propio Camilo José Cela haciendo un pequeño papel, vemos que Ramón Maello aparece siempre en el café de Doña Rosa, siempre escribiendo, buscando algún premio que llevarse al bolsillo, aunque en esta versión se muestra al personaje mucho más preocupado por el dinero que en la novela original.